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www.eltiempo.com - MIÉRCOLES 24 DE DICIEMBRE DE 2014 - EL TIEMPO
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El legendario Daniel Santos (derecha) también grabó con Antonio Fuentes, en la década de los 50, una de sus épocas más exitosas. Archivo particular VIENE DE LA PÁGINA -16
gocio: tienen toda su fe puesta en el mundo digital. En la oficina improvisada, casi sobre las cabezas de todos, se levanta un inmenso tablero blanco en el que consignan con marcador los resultados de la hoja de ruta que se han trazado: el total de likes, retuits y pins que tienen en Facebook, Twitter y Pinterest. Los logos de estas marcas contrastan en toda la escena. También está escrito en letras grandes: “Deezer”, “Spotify”... Precisamente, este será recordado como el año en el que los 14 cañonazos bailables se estrenaron de forma exclusiva en la plataforma digital de reproducción en línea Deezer. “El próximo año lanzamos todo el catálogo completo de Fuentes en iTunes”,
adelanta como noticia Mejía Osorio. Todo el cambio de chip trae consigo hábitos nuevos. Ángel Villanueva, hijo del maestro Isaac Villanueva, quien se encarga en Fuentes de las regalías y los autores, dedica estos días a explicar a todos los artistas –algunos, totalmente ajenos a internet– cómo funciona este negocio. Y no se trata solo de las grabaciones más conocidas de sus grandes figuras, sino que se encuentran en el proceso de rescatar cintas perdidas (han ubicado 700) para digitalizarlas antes de que se desmagneticen. Es que en Fuentes ya no se hacen discos físicos. Del proceso con los acetatos solo
queda como recuerdo una cortadora (una máquina de agujas que traza las ondas sobre el máster del que se harán luego los vinilos), mientras que el resto del aparataje se lo cedieron hace décadas a Discos Victoria, y se desconoce qué pasó con él; en cuanto a los CD, también se deshicieron de las máquinas. Todo lo que necesitan llevar a un soporte físico (como los Cañonazos...) se hará de ahora en adelante en la empresa CD Systems, en Bogotá. “Dejar soltar, dejar ir, es parte del éxito”, afirma Mejía Osorio para explicar que no era viable para la casa discográfica continuar con el formato físico: “No somos so-
El micrófono Neumann enel que grababa sus éxitos el baladista y vocalista de música tropical Rodolfo Aicardi aún funciona. Es una de las joyas de Discos Fuentes.
brevivientes, sino luchadores”. Es paradójico, en medio de una ola mundial de ‘resurrección’ de los discos de vinilo, un fenómeno de nostalgia retro que sigue acrecentando las ventas en todas partes, todavía en números limitados, pero cada vez más significativos. De hecho, sellos de otros países, como el español Vampisoul, han puesto sus ojos en los catálogos de Fuentes, Sonolux y Codiscos, y han editado en vinilo, con su respectiva autorización, compilados como los dos volúmenes de The Afrosound of Colombia, bajo la supervisión de DJ Bongohead. Estos artistas circulan por el mundo, otra vez.
Algunos de sus discos más célebres
EL PRIMER ESTÉREO El paso de monofónico a estéreo se dio con Pedro Laza y sus Pelayeros.
No son pocos los melómanos que suelen preguntar en foros de coleccionistas por qué Fuentes ya no prensa música en pastas. “Producir cada disco hoy requeriría un mínimo 500 copias, que obviamente tienen que ser distribuidas y vendidas. Así que no es tan fácil como suena”, responde Mejía Osorio. En Discos Fuentes no pueden ocultar el sentimiento de pesar que les produce el estudio de Toño Fuentes, que aún funciona con tubos, una tecnología que está demostrado que genera un sonido más cálido, menos sintético. Muy pocos estudios en Colombia conservan esas características. Allí llegó hace un par de años el proyecto Ondatrópica, para grabar con todo el sonido natural del estudio, una tendencia que ya se mueve con fuerza en el mundo: Jack White, de los White Stripes, busca ese sonido análogo en estudios antiguos, y este año la banda Foo Fighters recorrió las principales ciudades roqueras de su país para grabar en los estudios analógicos de los años 90. Ya han hablado en Fuentes de un convenio con la Universidad de Antioquia para levantar un museo de la historia de la grabación de la música tropical en Medellín, en donde reposarían objetos como el micrófono Neumann con el que los artistas más queridos de la casa grabaron sus grandes éxitos, con claridad y calor. Dice Peñarredonda que está a la misma altura en calidez que los famosos Telefunken en los que grababa Frank Sinatra para Capitol Records. Todas estas variables están por definirse dentro del complejo panorama planteado por un mercado que cambió dramáticamente en las últimas décadas. Por eso la pregunta es: ¿podrá sobrevivir la infraestructura que dio origen al legado de Toño Fuentes?
Cinco hitos en su historia 1934 Nace Discos Fuentes, en Cartagena. Su logotipo fue la Torre del Reloj de la Heroica.
1945 Se prensa el primer disco de Fuentes (de Guillermo Buitrago), grabado dos años antes.
1954 La empresa se traslada a Medellín, lo que convierte a la ciudad en un emporio de la grabación discográfica.
1961 Nacen los ‘14 cañonazos bailables’. En su carátula tenía uno de los cañones de Cartagena.
1986 Por primera vez, se lanza en formato CD ‘14 cañonazos bailables’.
* La realización de este reportaje fue posible gracias a la invitación de Discos Fuentes.
Carátula del disco ‘The Afrosound of Colombia Vol. 2’, editado por el sello discográfico Vampisoul, en España.
BORICUA CON FUENTES Daniel Santos grabó con Los Diplomáticos, grupo de estudio de Fuentes.
En España aman a Fuentes
LOCURA SETENTERA Fruko no solo llegó a ser artista clave del sello, sino también productor.
EL JOE Joe Arroyo, al separarse de Fruko, siguió grabando en Medellín.
Toño Fuentes, en sesión de fotos para un disco de Los Diplomáticos, grupo de género tropical estilizado, muy popular en los 70.
En los compilados del sello Vampisoul, en vinilo, CD y MP3, ‘The Afrosound of Colombia’ se encuentran clásicos de artistas como El Combo Loco, el Sexteto Miramar, Lisandro Meza, Peregoyo y su combo, los Corraleros de Majagual o Adolfo Echeverría, entre otros. En las páginas interiores, hay una recreación, con estética de cómic, de los artistas, lo que resulta ser un gran objeto de colección. Vampisoul también ha editado a artistas colombianos de los años 70, como el dúo paisa Elia y Elizabeth (‘La onda de Elia y Elizabeth’), bajo licencia de Codiscos, y una antología del pionero de la champeta Abelardo Carbonó, que le pertenece a Sonolux. A estos sellos les interesa mucho la conexión de músicas colombianas con las vertientes del ‘afrobeat’ de Fela Kuti o con el rock sicodélico. Por eso, también han editado chicha peruana y cumbia.
SONIDOS DE ÁFRICA
EN ROCK Y ELECTRÓNICA
ÍCONO DECEMBRINO
BAILABLES A GO GO
MODELOS ‘USA’
LA FÓRMULA
Wganda Kenya, otro experimento de Fruko, después del 75.
Estados Alterados, la primera banda ‘synthrock’, grabó en Fuentes.
En 1961, el primer ‘14 cañonazos bailables’, inspirado en Cartagena.
El volumen seis de los ‘Cañonazos’, una portada antológica.
En los años 80, las carátulas se llenaron de rubias con pocas curvas.
Años 90: las carátulas se volvieron explícitas en sus argumentos.