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www.eltiempo.com - VIERNES 19 DE AGOSTO DE 2016 - EL TIEMPO
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El coro de la Ópera de Colombia, en el montaje de ‘Manon’, de Jules Massenet, realizado en el 2012 y que fue uno de los proyectos más ambiciosos. Fue producido en alianza con Carulla. Cortesía Fundación Camarín del Carmen
La ópera que se hizo realidad hace 40 años
con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela y bajo la dirección del cotizado Gustavo Dudamel: “Hacer Wagner era uno de los grandes retos y quise hacerlo con la dirección de ese genio. Fue extraordinario. Todo el mundo recuerda el nivel de calidad. Fue un reto enorme con un final maravilloso”. Otros momentos no fueron tan simpáticos, como las reducciones de presupuesto en 1983 y el receso a partir de 1986, cuando ya había completado 485 funciones. “Ahí, la ópera se acabó –recuerda con dolor Zea–. Uno de mis sucesores en Colcultura pronunció una frase célebre: ‘Quien quiera ir a ópera, que vaya a verla a Nueva York’, cuando precisamente nosotros habíamos creado la ópera para que la pudieran oír en Colombia los que no podían viajar a Nueva York”. Fue en 1991 cuando se estableció de forma privada, en torno al teatro Camarín del Carmen, como una fundación. Hoy, pese a que no se presenta la misma cantidad de títulos que se vivían en los años 80, el género parece captar una atención maStephen Mosel, In Soo Park, Carmiña Gallo, David Johnson y Alejandro Correa, en el montaje de ‘La traviata’ (1976). Corporación artística y cultural Carmiña Gallo yor. Hay público que asiste regularmente a la ópera, peGloria Zea fue bían venido compañías exZea recuerda que en alguna ro también que acude a las la creadora y tranjeras a comienzos de siocasión estaban a minutos salas de cine a ver la ópera es la gestora glo que llegaban por el río de iniciar en el Teatro Jor- del MET en transmisión en incansable de Magdalena; había intentos ge Eliécer Gaitán el último vivo, y teatros como el Jula Ópera de de hacer ópera, pero una ensayo general (que se rea- lio Mario Santo Domingo y Colombia. Ya compañía estable no exisliza con el vestuario, esce- el renovado Colón están haretirada de la tía. Era una cosa esotérica nografía, iluminación y or- ciendo producciones. dirección del que la gente no conocía”. questa, todos los detalles co“El año próximo, los dos MamBo, sigue El antecedente social pemo una primera función) títulos que presentaremos con su labor saba mucho en el debate. de Turandot, cuando, de re- los haremos en coproducen la lírica. Alberto Urrego / “Lo rechazaban, lo veían copente, y apenas antes de la ción con el Santo Domingo. EL TIEMPO mo una cosa elitista para nota inicial, el teatro se lle- Estamos exportando nuesuna minoría, pero la ópera nó de humo y por las puer- tras producciones: 22 de es para la inmensa minotas se filtró el tronar de tam- ellas han salido a Canadá, ría, como diría nuestro bores y clarinetes México, Estados amado Álvaro Castaño Casque interpretaban Unidos, España, tillo. La ópera surgió y emLa pollera colorá. Brasil, Ecuador, Pepezó a tener un éxito monu“Todos con sus rú, Uruguay, Venemental”, sostiene la gesvestidos, era Pekín zuela, y todos los vino a cantar Rigoletto y en el siglo XI, con la tora cultural. días la ópera tiene que, por tener que cancelar Orquesta Sinfónica Hoy, después de más de mayores seguidosu presentación horas an- de Colombia en el fo- Le hemos 830 funciones de 45 óperas res, más público. tes, la gente fue hasta el ho- so, bajo la dirección dado distintas (de 20 compositoEso es lo más bello, tel a reclamarle la devolu- del maestro Francis- apertura a res), Zea hace otro balance la ópera es una parción del dinero de las bole- co Rettig (…). ‘¿Qué fundamental: te de los aspectos toda la tas. “Tras el incidente en pasó?’. Yo no enten“Le hemos dado apertumusicales más imBogotá, no volvió a inter- día. ¡Salí enfureci- generación ra a toda la generación de portantes del país”, pretar el papel de Rigoletto da!”. nuevos cantantes que se de nuevos concluye Zea. y lo retiró de su repertorio han ido formando, más de Nadie había ad- cantantes. El próximo año para siempre”. 150 colombianos en papeles vertido que la admipromete el sueño de Ya establecida la Ópera nistración del tea- Se han solistas, muchos de ellos Zea: “Haremos Orde Colombia, en 1976, se tra- tro había alquilado formado más feo y Eurídice en la que luego se van a Europa tó del reto de sostenerla. el espacio del foyer de 150 o Estados Unidos a desarroversión de Berlioz, Empezó con una tempora- para un festival de llar su carrera allá”. y, para terminar el colombianos año, vamos a hacer da con dos títulos para ensa- cumbia. Entre ellos, Valeriano yar la reacción del público: Lanchas, quien ya prepara “A esa hora ya no en papeles lo que significa la La bohemia y La traviata. su tercera temporada como había nadie de la ad- solistas. ópera más difícil de “Fueron llenos, hasta lle- ministración y no cantante en el Metropolirealizar: El caballegar a hacer nueve títulos había nada que ha- Gloria Zea tan Opera de Nueva York.Y ro de la rosa, de RiDE anuales –recuerda Zea–. cer. Tuvimos que IMPULSORA también la inolvidable Marchard Strauss. Es diLA ÓPERA DE Ese fue todo el periodo has- realizar el ensayo COLOMBIA tha Senn, Sofía Salazar, Zoficilísima. Son más ta el 86, en el cual los pione- con todo el mundo raida Salazar, Juanita Lasde 50 papeles diferos fueron Francisco Verga- vestido de chino y carro y César Gutiérrez, rentes, pocos teara, miembro estable de la apenas terminaba de sonar tros se le miden, y eso será por mencionar algunos. Ópera de Colonia y por me- Turandot, seguía sonando nuestra consagración coMartha Senn en ‘Madama Un público difícil dio de él trajimos a los mejo- La pollera colorá, y los mu- mo una de las óperas más Butterfly’, en 1983. res directores escénicos y a chachos (los cantantes) co- importantes de América LaLos antecedentes de las los mejores cantantes de menzaron a bailar cumbia. tina. Este era mi sueño desprimeras décadas del siglo XX sobre la relación ópera 30 años, publicado en el ese momento en Europa; y Pensé para mí que el realis- de que empecé, pero no con y Colombia no eran necesa- 2006, que su paso por Bogo- Alberto Upegui, que fue mo mágico existe y que Gar- la escenografía del Metrotá marcó a Ruffo (una leyen- uno de mis colaboradores y cía Marquez no lo había in- politan sino con la nuestra riamente motivadores. Cuentan los investigado- da, de quien decían “no era quien hizo conmigo la ópe- ventado”. (…). Siempre he dicho que res Francisco Barragán, una voz sino un milagro”) ra”. También, de poner a la yo no puedo terminar mi El contraste de ópera y casa en un pedestal interna- gestión sin haber desarroManuel Fernando Campe- debido a la virulencia con ros y Andrés Barragán en que el público capitalino lo colombianidad era caldo pa- cional, como la realización llado El caballero de la roel libro Ópera de Colombia, trató en 1924, una vez que ra una historia singular. de Tannhäuser, de Wagner, sa”.
Desde su debut en 1976, la Ópera de Colombia ha forjado una historia de perseverancia. Sus montajes han permitido el surgimiento de figuras con carreras de eco mundial en la lírica.
Carlos Solano Cultura y Entretenimiento
En los años 60, el caricaturista Velezefe se mofaba en las páginas de este diario del pomposo interés de los llamados ‘nuevos ricos’ cachacos en un cartel de cantantes de la Ópera Municipal de Río de Janeiro que visitaban la ciudad, y del cual creían que no anunciaban a Pelé porque estaba lesionado. Ir a ópera era considerado un privilegio reservado solo para la ‘aristocracia’ nacional, y el país, una plaza para las compañías extranjeras itinerantes: desde los años 20, el paso de figuras como ‘Il Leone’ Titta Ruffo, el barítono Eduardo Fatticanti o el tenor Ferrucio Tagliavini era el más notorio acontecimiento social. Y es que, aunque ya se podía hablar de cantantes líricos colombianos reconocidos, como el barítono Carlos Julio Ramírez, lo que no había aún era la confianza de establecer una casa operática propia (fuera de esfuerzos que no permanecieron, como el de la Ópera de Antioquia, en los 40; la Ópera Haceb o la Asociación Coral Giuseppe Verdi). La quimera se hizo realidad cuando nació la Ópera de Colombia, que debutó el 20 de agosto de 1976, con su montaje de La bohemia. Cuarenta años no parecen muchos para un género que luce superior al concepto de ‘tiempo’: ‘apenas’ cuatro décadas cantando las obras que se concibieron entre los siglos XVII y XIX. Pero se trata de la permanencia de una institución cultural que, por su naturaleza, ha hecho de cada año la aventura misma de la supervivencia. Luchar por sembrar el interés en el bel canto. Pero esa misma ‘juventud’ rodea a otras entidades claves. La Ópera de Colombia, como proyecto fundamental para Colcultura, que entonces dirigía Gloria Zea (lo que la enfrentó a muchos detractores), se estableció, por ejemplo, apenas nueve años después de que lo hiciera en firme la Orquesta Filarmónica de Bogotá. “Cuando empecé a hacer ópera, todos los días me insultaban en los periódicos –recuerda Zea–. Ópera no existía en Colombia, ha-