Caja negra 7

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Caja negra

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Director

Rector Enrique Agüera Ibáñez

Miguel Ángel RodrÍguez Secretario General José Ramón Eguibar Cuenca

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Fidencio Aguilar Víquez, Migrrel Ángel Andrade, Miguel Maldonado, Teresa Martínez Terán, Víctor Manuel Relmoso. Asesor de arte Baruch Vergara Consejo Editorial José Antonio Aguilar Rivera, Luis Fernando Aguilar

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deCfuMt

Sanüa Aguilera nrrirya Rmm¡ G¡lem+ Enrique Lyndl Alejandro fftnese' Armando Pinto, NicÉfom nodríguez Gryt¡tr, Julio Eutiquio Sarabia Coordinador Dossier Contracorriente A.C. C

orr esp ondencia y

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crip ciones

Reüsta de Ciencias Políticas y Humanidades. Caja negra, Facultad de Derecho y Ciencias Socales. Maestría en Ciencias Políticas. Ciudad Universitaria. Av. San Claudio y 22 Sur s/n. Colonia San Manuel. C.P.72570, Puebla, Pue. A nombre de Miguel Ángel Rodríguez (Ol) (22/2) 2-45-86-91. Correo electrónico: caj ane gra 5 6@hotmail.com Reserva de título SEP: 04-2002-082014021500-102

Ilustraciones: Andrea Feldman Teich Sitio internet: www.educacioncontracorriente.org Correo:caj anegra5 6@hotmail.com

Director Facultad de Derecho y Ciencias Sociales Guillermo Nares RoüÍguez


Caja Negra a contracorrienteMiguelAngel Rodrigtez

Octavio Paz e Isaiah Berlin: Iibertad

Octavio Paz. Homenajey ProfanaciónMigtel Pérez The Poetry of Octavio PazRatrtón El Nietzsche de

Foucaulty

los

Xirau

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4

/ 29

Maldonado

46

juegos de Ia historiaTeresa

Martínez Terán / 48

Fractales Sistemas de partidos y sistemas electorales en Ia federación mexicana. Puebla gresos federales: Dos casos contrastanres Víctor Relmoso 66

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El terreno perdido del PANRodolfo

Ruiz y Gregorio Cervantes

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y

los con-

78

/ g4

Puebla: Ias elecciones intermedias de Z?27Raymttndo García García

Dossier En nombre de Ia lengua perfecta

Fidel Tubino Arias-Schreiber

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9+

Lavisión racista en los manuales mexicanos de historia patria (1880-2006) José Jorge Gómez Izquierdo / 100 Cambio en educación: un mensaje de Ia sociedad al sistema político mexicanoBonifacio

Barba

/

LL4

Paracaídas La disputa por los derechos fundamentales. Tolerancia y Libeftad de Cultos en México

Humberto Morales Moreno

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129

Breve ensayo sobre Ia inexistencia de Pablo LatapíManuel Gil Las miradas de un antropóIogo Pedro Reygadas

Robles Gil

Antón

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L43

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L39


CAJANEGRA

Octavio Paz e Isaiah Berlin: libertad a contracorriente MiguelÁngel Rodríguez

Ias casas de los hombres libres no pueden ser construidas por especialistas en arquitectura de prisiones I. Berlin En este ensayo me propongo dar cuenta de las afinidades elecüvas que compartieron dos de los más brillantes pensadores de la historia, la filosofía y la política del siglo )fr. Isaiah Berlin y Octavio Paz. Me interesa mostrar las poética raíces del agonista pensamiento liberal del historiador de las ideas Isaiah Berlin (1909) y los oúgenes de la

y Ia visión plural de Ia historia y Ia cultura del poeta mexicano Octavio Paz (19L4). Entrecruzamientos fecundos de dos intelectuales que fundieron con ingenio romántico el ser primigenio de filósofo y poeta, respectivamente, con la singulariad del tiempo histórico. Dos outisders del mundo occidental del siglo )fr amantes y defensores de Ia

libertad indiüdual, el pluralismo y la diversidad cultural. Son muchos las similitudes que pueden trazarse entre la Rusia zarista y el México del siglo )ffi. La multiplicación de los colores regionales, una población caracterizada por su asiento en el campo y dedicada a labores agrarias, una religiosidad profundamente enraizada a los ritos del pueblo, elevados niveles de analfabetismo y terribles rezagos sociales que se traducen en el lastre central de los paÍses excéntricos: una despiadada desigualdad en la distribución de Ia riqueza. Luego, lo que Octavio Paz subrayó siempre, la tardía y lenta recepción de una periodo de crítica que propiciara el nacimlento de un espÍritu liberaly/o democráüco. Y ta duda de sobre las posibilidades de Ia democracia en territorios habitados por personajes como los dibujados pos Dostoievs§ y por Martín

Lús Guzman. Isaiah Berlin (1909) Se reconocía a sí mismo como historiador de las ideas. Después de permanecer un tiempo muy corto en un péndulo vertiginoso que se movÍa entre el posiüvismo lógico del CÍrculo de Viena -que conoció a través de su condiscípulo A. J. Ayer y eI escepticismo a la filosofia del lenguaje que culüvaba su admi¡ado amigo y gUía J. L. Austin. No existe ningún pensamiento, abstracto o analíüco sin conexión con el pensamiento personal histórico -sosteúa Ber[in. Toda refetón tlene un lugar y una lengua: espacio y tiempo que no pueden ser reducidos a una idea puramente formal. Su apego a la singularidad histórica provenÍa de su lealtad más a la cultura que a la fe del pueblo judío y a su origen ruso (Riga). Joseph Brods§ decía de él que hablaba con un rinno atropellado, "a la velocidad de la luz" y ese era en realidad su estilo de pensar: samovar hiwiente. Isaiah Berlin nació un 6 de julio de 1909 en Riga, Rusia. EI uso de forceps al momento del parto arnrinaron los ligamentos del brazo izqüerdo, dejándolo completamente imposibütado de por vida Virió su primera infancia, "como tirano de sus padres", en una sociedad salvajemente estraüficada y piramidal I¡s lengrras predominantes


Octaüo Paz e Isaiah Berlin: libertad a conúacorriente

eran el alemán, el ruso, el letón y, desde luego, el yiddish. Los letones constituían la base campesina de la social' Los judíos en cambio sufrían la carga infamante de las leyes de exclusión zarista: prohibición mencia de la tierra, afies y oficios limitados y, sobre todo, la imposibilidad de ingresar a la üda universiFero la fortuna maderera del padre, Mendel Berlin, educado en el laicismo e Ilustración alemana impartida tymnasium germano, había conseguido que la familia Berlin gozara de una suerte de ciudadaúa honorífica Le tr<imía de las leyes y normas aplicables a Ia mayoría de los judíos en Riga. Por ello Berlin no viüó en carne d dolor exilado del gueto. Y quizá también por esa razón el judaÍsmo representó en su existencia otra de las que construyeron su identidad pluricultural, pero nunca fue central y definitiva. Eso sería, pensaba Isaiah, (-t someterse al determinismo de la sangre. Se fragua entonces una especie de policientrismo enriquecido con ItrStEmpranos viajes a París, Londres y Berlín. El asesinato del archiduque austriaco en Sarejevo, en 1914, fue el ;focipio del fin de su vida de comodidad. hla primera experiencÍa escolar (1915) que tuvo ya en Andreapol, como desplazado por la violencia desatada a*[a por los a]emanes contra los judíos, aprendió el alfabeto hebreo. Mucho tiempo después, ya en eI ocaso de rvida, recordó ensombrecido a su biógrafo, Mihael Ignatieff, Ias fatales palabras del profesor rabino: ',...cuando Gn grandes comprenderán que en cada una de estas letras hay sangre judía y lágrimas judías". Y añadió Berlin: '---€sa es la historia de los judíos". En 1916 la familia se traslada a Petrogrado. Y desde entonces y hasta 1921, año que emigra a Inglaterra, su formación se desarrolla fuera de la escuela en una muy bien nutrida biblioteca f,[ hr¡iliar y junto a un tio de simpatías socialistas que le habla de Garibaldi y los camisas rojas. Tenía la biblioteca diciones de Tolstoi, Turgtienev, Pushkin y traducciones de Goethe y Heine y la Encicolpedia Judíade la que abrevó h tradiciones y rituales del judaísmo. Además, desde luego, del estudio del hebreo y el Talmud que eran obligaffiios y que aprendió con profesores particulares. Aunque no Ie dejaron salir un día, hacia finales de febrero de 1917, en que et pueblo mso se enominúa hacia d centro de Petrogrado con panc¿rtas en las que se leía "Tierra y Libertad', 'A@io el Zm y fa gurrd y aa Dm al Poder", se enteró del abrazo ocurrido enre ejército y pueblo- Ia ffa¡stllesa rn ruso fue Éúrrnl¡ rrfi¡lr¡s I§ mbos frente al Palacio de Inüerno. Siete años tenía Isaiah B€rlin cuando la Rerúctin de Eüuu. I¿ esrm de violencia que observó ese mismo día, una vez pasada la euforia multituünaria, b mil¡fi pma s¡eqpe. E rwtro aterrado de un faraón, policía del anüguo régimen, cuando era arrastrado porunamulünldhaciamdestimdra mente previsible, lo vacunó contra cualqúer proyecto filosófico y político en el que la riolencia ñ':sir-e sgnúfir'fia eI pasaporte hacia la frontera de la utopía. La madre de Isaiah Berlin era una judía intransigente y en el tren que los conducÍa de Rusia hacia Egmpa ocuriÓ un incidente provocado por Ia defensa de esa identidad frente a los comentarios cínicos y discriminadores de un par de policías letones que también üajaban en el ferrocarril. Marie, la madre de Isaiah contestó con energía las agresiones verbales de los uniformados. Fue aprendida y sólo "una mordida" a los agentes, como se acostumbra igualmente en Médco, Ia liberó de una segura prisión. El niño comprendió en esa experiencia la fuerza religiosa y sacrificial del credo del pueblo judío. "Eramos judÍos -recuerda después. No éramos rusos. No éramos letones. Éramos otra cosa, Necesitábamos un hogar. No tiene sentido viúr en un perpetuo qui üve. Sobre todo, no tení¿ 5gn¡¡¿o negarlo, ocultarlo. Hacerlo era indigno y un esfuerzo frustado. De ahí me viene....de ella." Su madre mantuvo hasta el fin la mesa y alimentación judías. A principios de febrero de 1921, a medias del curso escolar, Isaiah Berlin.llegó a Londres. TenÍa entonces 11 años de edad y un vocabulario de menos de cien palabras del inglés. Su primera experiencia escolar en Occidente resultó angustiosa hasta el extremo de las lágrimas. No entendía nada de lo que el profesor decía y sus compañeros de clase lo observaban con curiosidad no exenta de sarcasmo. También sintió la exclusión de los juegos de los niños ingleses. La cultura de su nueva patria le resultaba incomprensible y los usos de la antigua carecían de sentido en ese nuevo contexto. Con vergüenza ocultó los usos y costumbres aprenüdos desde su nacimiento. Fue el inicio de lo que sería, a Io largo de edstencia, un permanente sentimiento de extrañeza y "su fascinación por la figuras marginales, rechazadas o airadas del siglo XX". De cualquier manera, Isaiah Berlin desarrolló pronto una capacidad asombrosa para Ia asimilación y la complacencia. Congraciarse con los demás, característica del pueblo judÍo, fue elevada a la categoría de arte. La conciencia plena de ese rasgo le producía, no obstante, un arrigado sentimiento


Miguel Ángel Rodríguez

de autorresentimiento. Le hubiese encantado ser uno de los héroes de Ia noble intransigencia rusa, amantes de la libertad indiüdual, como Alexander Herzen, Bakunin, Vissarion Belins§ o Leon Tolstoi escritores a los que dedicó una de sus obras centrales: Pensadores rusos. De ahÍ su apego a la libertad indiüudal, a la pluralidad y a la tolerancia, en sentido contrario a los sistemas monolíticos y omnicomprensivos del mundo. Por cierto que resulta muy apresurado sostener que su liberalismo provenga exclusivamente de sus füas con Ia üadición liberal inglesa. El inicio del ensayo "Herzen y Bakunin y la libertad individual" es una muestra de ello: De todos los escritores rusos revolucionarios del siglo XIX, Herzen y Bakunin siguen siendo los más interesantes. Los separaban muchas diferencias de doctrina y de temperamento, pero, como uno, sólo colocaban Ia libertad individual en eI centro mismo de su pensamiento y de su acción. Ambos dedicaron sus vidas a la rebelión contra toda forma de opresión, social y política, pública y privada, abierta y subrepticia..." La presencia de Schmuel Rachmilievitch en su temprana formación intelectual desempeñó un papel capital en su aprecio por Ia cultura de la Contrailustración y por los pensadores rusos prerrer-ohrcionarios. Schmuel era un judío ruso, de Riga, antiguo socialdemócrata mencher.ique exüado en I¡nües, que üabajaba como asesor legal de la industria maderera. Los estuüos unir"ersitarios, como ocurría con la maloría de los mlembros de Ia inteligentsia rusa del siglo )(D( los había realiz¿fls en -\lemania- -\unque nur¡ca obtur o un título universitario era dueño de una cultura enorme a los treinta años, Berlin tenía sólo li cuando turo la fornrna de encontrarlo. De la mano de Rachmilieivitch conoció, enEe otros ñlésofoq a Kant, Schopenhauer y Husserl, pero -obsena Michael lgnatieff"se aseguró de que el centro de grar"edad intelechral de Isaiah fuera siempre ruso-' Más acertado sería, en ese sentido, comprender la dir.ersidad de fuentes, tanto literarias como filosóficas e históricas, que nutren el pensamiento pluralista de Berlin Los poetas y ñlósofos del romanücismo alemán, a los que dedica Las raíces del romanticrsmo tiene en sus filas a personajes delirantes de amor a la libertad indiüdual y a Ia pluralidad epistemológica y hermenéutica: Georg J. Hamman, el mago del norte, es ejemplo extremo de ese ejercicio libertario del pensamiento. Isaiah Berlin viüó en una torre de marfil en AII souls, Oxford, de 1932 a 1938. El primer judío en ser aceptado como fellowship: alos 23 años entraba a Ia aristocrática cofradía de intelectuales ingleses. Dice Ignaüeff que Berlin consideró siempre ese periodo como "Ios años más felices de mi üda". Aunque su espíritu intelectual y su carácter personal lo distanciaron de los compromisos políticos, fue muy enfático a la hora de condenar el fascismo y Ia dictadura de Franco contra Ia república española. Su posición fue discretamente izquierdista durante Ia Segunda Guerra Mundial, pero tenía la claridad suficiente como para saber que era necesario frenar a toda costa las pretensiones alemanas. El hecho de que A. J. Ayer, su condiscípulo, no hubiera sido seleccionado, como Berlin, para ingresar a Oxford, lo conduce a Viena donde se integra al seminario del círculo de Viena en eI que conoce a Irloritz Schlick, Rudolf Carnap, Otto Neurath y Friederich Waismann. El entusiasmo de Ayer por las ideas del círculo de \iena quedaron expresadas en una carta que Ie envió a Berlin: La filosofía es gramática. Donde nosotros hablamos de leyes, ellos hablan de reglas gramaticales. Todas las cuestiones filosofía son puramente linguísticas. Y toda cuestión lingii,ística se resuelve si consideramos cómo se utiliza en efecto el símbolo que nos ocupa... Sin duda éste es un grupo de hombres que me es afín.

Al regreso de Ayer se conformó la hermandad que todos los jueves se reunía para debatir, en un clima de reflexión e ironía, las pretensiones de certeza y precisión linguísticas a las que aspira el postirismo lógico. Nombres como Austin, Donald MacNapp, Hampshire, Berlin, Ayer -R.G. Collingrr.ood no aceptó la inritación- formaron la cofradía. ¿Puede ser Ia filosofía una ciencia? ¿Qué preguntas puede responder la filosoña -v cuales no? El sentido de Ia existencia, los sentidos, las sensaciones comos fuentes del conocimiento, la memoria y la identidad personal-"Era Samsa un hombre con cuerpo de cucaracha o una cucaracha con recuerdos y conciencia de hombre?" Austin conclúa que no era posible contestar a esa pregunta..."nos faltan palabms'. F¡ ese círculo, al que Ie enorgullecía pertenecer, comprenüó Isaiah Bedin s¡s alcances 1'límites como filósofo.


Octaüo Paz e Isaiah Berlin: libertad a conúacorriente No era el mejor pero era \risto como un filósofo por los filósofos. Pero su experiencia ütal lo enraiza. La idenü.dad, $s múltiples yoes' quiere atisbar en la particularidad, en los fines de la libertad histórica, en la relación que existe rnüe ética e historia, en el cuestionamiento severo y demoledor de la singularidad histórica, con seres ,,psicoló-

gicamsnls reales" a las abstractas construcciones filosóficas con pretensiones de ciencia y carácter uniformante, uriversalista. El escepticismo que Austin guardó siempre para el positivismo lógico había calado profundo en el pensamiento de Berlin. Y Rachmilieütch le había mostrado una vitalidad diletante y policéntrica.

Mientras Ayer sostenía que las proposiciones con sentido deben ser verificables lógica o empíricamente, Isaiah f,erlin encontraba que los juicios condicionales hipóteticos no se ajustaban a ese rígido y reducido criterio filosófico. Elhubiera tiene sentido' pero no puede ser verificado empíricamente. ¿El azul es un color más cercano al negro que el rojo? Berlin decía que Ia respuesta es una verdad conceptual, pero que no era ni un hecho ni podía ser deducida lógicamente. Las refledones originadas en la hermandad de oxford darían lugar a una serie de ensayos, propiamente filosóficos, que luego fueron reunidos en eI libro conceptos y cqtegorías. Las preguntas filosóficas de aquel entonces fueron desarrolladas por Isaiah Berlin, para citar uno de los ocho Pnsayos del libro, en "Traducciónlógica", un trabajo de 1950 en el que se pregunta si losjuicios hipotéticos se pueden caracterizar con propiedad como verdaderos o falsos. ¿se puede determinar una cosa o la otra? "¿qué describen los juicios del pasado y el futuro?, ¿cómo edsten los hechos pasados y futuros?, ¿los juicios negativos describen hechos negativos? "¿Existen proposiciones generales a cerca de "clases" que contengan un número infinito de miembros?, ¿son las proposiciones empíricas generales "realmente" proposiciones o son reglas y prescripciones? La discusión a lo largo de los siglos para responder a esas preguntas -apuntaba Berlin- habia sido üciada por una falacia fundamental desde los griegos: "el síntoma más peristente de Ia falacia a la que me refiero, es el deseo de traduci¡ muchos tipos prima facie dferentes de proposiciones a una sola clase de las mismas... y que ¡n¡l ciencia será defectuosa mientras no sea capaz, al menos en principio, de e:r¡rresarse de esta forma-.-todas estas escuelas intelectuales ...tienen una cos:l en común: favorecen patentemente un tipo de proposición o de aseveración sobre todos los demás; lo Eatan como si poseyese una virtud que falta notoriamente a los demás tipos; les parece que es inmune a los problemas y a las dificultades que afligen a otros modeos de expresión, a los que se considera defectuosos, o propensos a caer en paradojas, de las que están encomiablemente exentas sus proposiciones modelo." La diversidad sometida y aplastada por la idea de lo Uno: la Verdad, así, con mayúsculas. Las verdades claras y distintas cartesianas. Y la aspiración suprema de Ia ciencia, encontrar el bálsamo de Fierabrás, Ia medicina universal, que por fin eleve a la humanidad por encima del fango en el que a diario se autodegrada. Casi todas las utopías con asiento en la IlustraciÓn, incluido el marxismo, fueron seducidas por la tentación del método científico. La pócima que nos revelara las leyes de la historia, Ia naturalezay la sociedad. La totalidad científica, Isaiah Berlin continúa con su ensayo replegando a base de preguntas demoledoras Ias certezas y verdades del Positivismo Lógico. En algún momento se pregunta por el conocimiento de las proposiciones básicas de la escuela analítica. ¿Qué propiedades tienen estas proposiciones básicas para constituir los cimientos en la construcción del pensamiento lógico? Son los fundamentos del conocimiento y, en tal virtud, "sencillos, indudables y reflejar de alguna manera Ia naturaleza de modo más directo e infalible que cualquiera de los oüos...(para) que pueda cerüficarse como papel moneda legal filosófico." A este delirio de la razón y la ciencias nuestro autor le descubre tres falacias fundamentales: La primera es Ia confusión de las palabras que dan significado a los nombres y las cosas con la verdad. La segunda, a la que llama falacia jónica, es la pregunta por los constituyentes últimos del mundo: ¡de qué está hecho todo? ¿qué clase de respuesta busca esa pregunta? Y la tercera la búsqueda de la seguridad y certeza. Y las tres interconectadas arrojan luz sobre la falacia mayor del lenguaje analítico: "la creencia o suposición de que todas las proposisciones tienen que ser, en principio, traducibles al üpo aprobado de oraciones o, aI menos estar conectado de alguna manera con ellas (por ser las únicas que reflejan plenamente Ia estructra de la realidad)." Se olüdan, dice Berlin, que en gran medida el desarrollo del lenguaje es al mismo tiempo el de las metáforas. podar a la lengua normal de las metáforas, para alcanzar la literalidad que la perfección lógica dicta como camino a Ia infalibilidad del conocimiento, resulta una absurda pedanteria. De esos criterios imaginarios brota "una üsión

C,\JANEGRA


Miguel Angel RodrÍguez

del universo , según la cual éste posee una "esú:uctura última" y está constituido con esta o aquella colección de fragmentos y trozos de la "materia última", para anya reproducciÓn se ha construido el lenguaje. Las proposiciones de la verdad son uniformes. Y en su infinita sed de absoluto también las verdades éticas, estéticas, filosóficas e históricas son universales y objetivas. Son certidumbres cientÍficas que responden a preguntas que pueden buscarse por medios empiricos: la observación y la experimentación, o ambas. Otra manera de responder a las preguntas es la correspondiente a las disciplinas formales como las matemáticas, la lógica, y Ia gramática que sustentan sus respuestas en la aplicación de reglas de deducción lógica que son consideradas correctas. Pero, nos dice Isaiah Berlin, no todas las preguntas que eI ser humano se hace se agotan en una doble clasificación de verdades. Por ejemplo, escribe el autor, es imposible contestar qué es el tiempo, qué es un número y, sobre todo, "¿cuál es la finalidad de Ia üda misma sobre la tierra? o ¿son todos los hombres verdaderamente hermanos? ¿cuál es el significado del futuro? Estas preguntas no pueden buscarse ni empírica ni formalmente. Son de otra canasta,

La única caracterÍstica común que todas esas preguntas p¿[ecen tener es que no pueden contestarse, ni mediante Ia observación, ni a través de un cálculo, ni por métodos inductivos, ni meüante

Ia deducción; y, a modo de corolario fundamental de todo esto, que quienes las formulan se enfrentan desde el principio a una perplejidad: no sahen a dónde acudir para hallar las respuestas; no hay diccionarios, enciclopedias, compendios de comimientos, ni especialistas, ortodoxias, a los que se pueda recurrir cufiadamente como a pmeedorts de autmidad o conocimientos indiscrrübles en estas crrestiones--- A tales pregrm.s se les slrele llamar frlmóñcas". En medio de un ambiente académico dominado ¡rcr la ñlosoña aralíüca del cÍ¡ulo de Viena o por las promesas políücas y existenciales que el manrismo enseñaba en algunas universidades europeas! Isaiah Berlin ensayaba contra el positivismo de todos los signos. Le deprimía la cama cómoda del dogmatismo, la seguridad del conocimiento de proposiciones modelo, claras y distintas. Quiero ahora creer que la mayoúa de los ensayos que Henry Hardy compila, anécdotas al calce, en Conceptos y categorías, corresponden a ese periodo. Ahí están ricamente expuestos sus argumentos en torno a "El objeto de Ia filosofía" (1964). Los hombres no pueden vivir sin intentar describir y explicar el universo para sí mismos. Los modelos que emplean para hacer tal cosa tienen que afectar profundamente sus vidas y, no menos cuando no están conscientes de eIIo, gran pafie de la desdicha y de las frustraciones de los hombres se debe a Ia aplicación mecánica o inconsciente, Io mismo que a la aplicación deliberada de modelos aIIí donde no dan buenos resultados ¿Quien podrá decir cuánto sufrimiento no ha sido causado por el uso prodigo del modelo orgánico de la políüca o por Ia comparación del Estado con una obra de arte., y Ia representación dd dictador como moldeador ' inspirado de vidas humanas por lo totalitarios de nuestro üempo?

Inmediatamente después concluye que si alguna esperanza tiene aún Ia razón ésta debe buscarse en la justa apreciación de Ia diversidad de intereses y culturas del mundo que permitan un entendimiento viable. Es decir, donde Ia vida y la satisfacción de los deseos de los unos no constituya, por principio, la muerte o la negación de Ios deseos de los otros. Sabe Berlin que habla de una elección radical en la realida( también que la razón abstracta difícilmente comprende el pulso y el calor de los valores particulares, de los particularismos culturales. Un año después, en 1965, dictará las Conferencias Mellon en Ia Galería Nacional de Arte de Washington que serán, a su muerte, eütadas por Henry Hardy como las raíces de romanticismo. Conferencias que descubren Ia idea berliniana de considerar aI romanticismo no sólo como un movimiento que úlo atañe al arte, sino con las implicaciones históricas, políticas y morales que guarda en su entraña. De esos romanücismos emerge la defensa primordial de Ia libertad y los fundamentos para su propuesta de pluralidad axiológica- Ia idea de Ia tolerancia y diálogo se Ia debe aI mundo Anglosajón, en especial al liberalismo inglés. Fsas son l,as fuentes de lo que John Gray ha denominado el liberalismo agonista de Berlin, que es muy diferente delliberalis¡moracionalizante de Rawls o las teorías lockeanas de los derechos fundamentales o la filosofía pura del derecho kantiano. Desde luego no se trata,


Octavio Paz e Isaiah Berlin: libertad a confacorriente

n¡rcal mudaro

de negar el valor que los modelos científicos aportan a la organización social y a la acción política, eso ejercicio de oscurantismo: ...pero mantener -nos dice Berlin- que tienen más que enseñarnos que cualquiera otra forma de experiencia es una forma igualmente ciega de fanatismo doctrinario que ha llevado, a veces, a

la tortura de hombres inocentes por monomaníacos pseudo científicos en busca de un periodo de felicidad y prosperidad.

Gld fondo lo que está presente es la idea de que no se puede ofrecer,

ffn

en la esfera de la razón práctica, ninguna

final, La moral racional es sustituida por una moral radical que privilegia, por encima de los otros valores, ü¡&Etad individual. -{l fuaI no creo que Isaiah Berlin rehusara el adjetivo que Octavio Paz alguna vez acuñó para definir su propia ffiinrital, Ia misma que también alude a Isaiah Berlin como hijo rebelde de Ia modernidad. hRusia -y desde el siglo XIX- las ideas románticas de Alemania in-fluían sectores importante de la elite intelectual. ecryecial a partir de 1830 Francia suscita desconfianza para Ia formación de sus intelectuales, pues es consiMio como un paÍs proclive a las convulsiones políticas propias del fervor revolucionario. Las éIites gobernantes rümrs encuentran menos amenazado su dominio si envían a los jóvenes a las universidades de Alemania. "trm recuerda Berlin que la fuerza intelectual y moral de Ia generación del primer romanticismo alemán fue tal qry'[¡s poetas y pensadores románticos lograron socavar eI dogma central de la Ilustración del siglo )§IIII: que eI mi¡ método fidedigno de descubrimiento o interpretación era el de las triunfantes leyes mecánicas." I¡s raíces románticas de Rusia, a las que recure Berlin, son variadas. Pero los más destacados en la esfera de

d*Ea

a toda clase de opresión. Alexander Herzen se lleva eI elogio: es uno de los tres moralistas rusos con genio nnás aún, eI más interesante pensador político ruso del siglo )ffi.. ¿CuáLIes son las ideas de Alexander Herzen qr seducen tanto a Berlin? ¿Cual es Ia herencia espiritual de esa generación para el futu¡o desarrollo intelectual

6

&Rusia? Otra vez los Pensadores rusos. Alexander Herzen nació en Moscú en 1812 -nos documenta Berlin. Fue un aristóque nutrió su pensamiento del dominante romanticismo histórico francés y alemán. Negaba toda dirección ,¡ la historia y creÍa en la libertad individual hasta el desdén por lo solemne y ceremonioso. Para retratarlo mejor rsruchemos esta descripción de Annenkov (amigo de Marx en París): Todas las pretensiones, toda la pomposidad, toda Ia pedantería y presunción sencillamente huía de éI o se derretía ante éI como Ia cera ante el fuego...tenÍa un don natural para la crítica, una capacidad para exponer y denunciar los aspectos oscuros de la üda...el cerebro de Herzen se hallaba en el mayor grado de rebeldía, incontrolable, con una especie de aborrecimiento innato y orgánico a todo lo que Ie pareciese una opinión ya aceptada y santificada por el silencio general acerca de un hecho no verificado. En tales casos, los poderes depredadores de su intelecto se levantaban en armas y salían a la luz, agudos, belicosos, llenos de recursos...Herzen creía en los instintos nobles del corazón humano. Su análisis se volvía silencioso y reverente ante los impulsos instintiyos del organismo moral, como únicaverdad indudable de la existencta. Herzen admiraba todo lo que consideraba como un impulso noble o apasionado por erróneo que fuese; y nunca se divertía a sus expensas.

üiila

El saludable escepticismo de Herzen lo conduce hasta la negación de un cenüo racional de la existencia. La dir-ersidad de respuestas a las preguntas del ser humano hacen inaceptable la fe en la razón científica como único reflrrso para comprender el orden moral. ¿Cuáles eran las ideas de esa generación que Berlin hereda? En principio habría que decir que encuentra en estos hombres una indeclinable fuerza moral unida a una inclemente críüca de lo social. El bien, la verdad, los objetos hermosos. La entrega apasionada a sus metas ideales. Creían en los procesos más que en las finalidades. Vuelvo, más adelante, a otra r,rrelta de tuerca. En 1917, cuando Berlin tenÍa siete años de edad, un recuerdo imborrable anidaría en su fresca memoria. Era la


Miguel Ángel RodrÍguez

imagen de la violencia y de la muerte ejercida a nombre del nuevo poder político, el nuevo régimen bolchevique. Aquella escena, nos cuenta Michael Ignatieff -su biógrafo-, sembraría el horror contra toda üolencia física y la desconfianza frente a toda clase de experimento político. Añade que además ese suceso ,,...1a intensificó predilección que sintió toda su üda hacia los compromisos contemporizadores que mantienen eI orden político a resguardo frente al terror." El sionismo de Berlin siempre estuvo a buen resguardo en esa perspectiva. Cuando el acoso y las inclemencias materiales del nuevo régimen amenazaron Ia estabilidad de los Berlin, la emigración se hizo necesaria. Después de analizar las probables rutas de traslado, entre las cuales incluso fue contemplada Palestina, optaron por Letonia, que era una república independiente y donde padre el consideraba su restablecimiento en el comercio de la madera. Durante el viaje de semana y media el niño Isaiah conoció, mejor dicho, viüó, la segregación que su origen judío provocaba entre la tripulación y las autoridades de dos países. Primero, como ya dijimos, para no ser bajados de la maqúna el padre tuvo que sobornar a un funcionario de la frontera de Rusia. Pero no los salvó de que üajaran en un atestado vagón de tercera. El sentjmiento de degradación se multiplicó cuando, posteriormente, en el mismo viaje, la madre de Isaiah fue acusada de espía comunista por los letones. Nuevamente el soborno dio resultado y Mary Berlin fue liberada. su primera y definiüva percepción de la diferencia. Éramos judíos...no éramos rusos. No éramos letones. É¡amos otra cosa Necesitábamos un hogar. No tiene sentido vivir en un perpetuo qui vive- Sobre todo no tenÍa sentido negarlo, ocultarlo. Hacerlo era inrtigno y rn esfuerzo frustadoEsa forma de comprender y vivir 1o llevan por igual, por rrna relación de recipmcidad, a la inteligente fundamentación de la diversidad cultu¡al que a debatir los supuestos epistemológicos de la Ilusnación Así pues, enmedio dd amhiente académico inglés, dominado por la filosofia analíüca del cÍrculo de Viena o por las promesas políücas y existenciales que el marxismo enseñaba en algunas universidades europeas, Isaiah Berlin ensayaba contra el positiüsmo de todos los signos. Le deprimía la cama cómoda del dogmatismo, la seguridad del conocimiento de proposiciones modelo, claras y distintas. En mi opinión la mayoria de Ios ensayos que Henry Hardy compiló, anécdotas al calce, en Conceptos y categorías, son respuestas a las preguntas del periádo á. ru t..áunaua filosófica de Oxford. Ahí están ricamente expuestos los argumentos en torno a "El objeto de la filosofía,, (1964). Los hombres no pueden vivir sin intentar describir y explicar el universo para sí mismos. Los modelos que emplean para hacer tal cosa tienen que afectar profundamente sus vidas y, no menos cuando no están conscientes de ello, gran pafie de Ia desdicha y de las frustraciones de los hombres se debe a la aplicación mecánica o inconsciente, lo mismo que a la aplicación deliberada de modelos allí donde no dan buenos resultados podrá decir cuánto sufii¿euién miento no ha sido causado por el uso prortigo del modelo orgáni66 de la política por o la comparación del Estado con una obra de arte., y la representación del dictador como moldeador inspirado de üdas humanas por lo totalitarios de nuestro tiempo?

Inmediatamente después concluye que si alguna esper¿mza tiene aún la razón ésta debe buscarse en la justa apreciación de Ia diversidad de intereses y culturas del mundo, que permitan un entendimiento üable. Es decir, donde la vida y la satisfacción de los deseos de los unos no constituya, por principio, la muerte o Ia negación de los deseos de los otros. Sabe Berlin que habla de una elección radical en la realidad, tamhién que la razón abstracta difícilmente comprende el pulso y el calor de los valores particulares, de los particularismos culturales. un año después, en 1965, dictará las Conferencias Mellon en la Galería Nacional de Arte de washington que serán, a su muerte, editadas y publicadas como libro con el tÍtulo de Las raíces de romanticismo. conferencias que descubren la idea berliniana de considerar al romanticismo no sólo como un movimiento que atañe exclusivamente a la dimensión esteética, sino con las implicaciones históricas, políticas y morales que guarda en su entraña. De esos romanticismos emerge la defensa primordial de Ia libertad y los fundamentos de la pluralidad axiológica a los que se adhiere' Las ideas de la pluralidad histórica de Isaiah Berlin son de procedencia alemana. El Mago del Norte' J.G. Hamman y el origen del irracionalismo moderno, es rna esmerada y reelaborada compilación de Henry Hardy sobre los textos que, por lo menos desde 1g56, Berlin escibe sobre las rapsodias y ensayos

CA]ANEGRA


Octaüo Paz e Isaiah Berlin: libertad a conüacorriente

dd mmanücismo alemárr. El sentido místico de la existencia, la furia contra la idea de sistema, el de los fragmentos del cosmos, Ia ironía contra "la araña del conocimiento" -así nombraba a Kant-, Ia róiosa y permanente a toda clase de dogma monista y, sobre todo, su furia frente a cualquier pretensión científica en la moral o en la historia, Io conüerten en "el enemigo más apasionado, el más consise impalcable de Ia Ilutración y, en particular, de todas las formas de racionalismo de su época mió en el siglo XVIII- fue Johann Georg Hamann". Emmanuel Kant, por su parte, tenÍa una clara aversión oscuridad y generalizaciones sin eüdencias racionales. Es un "místico aturdido" pensaba Kant Ilamann como Kant y Herder habÍan sido formados en el pietismo. levantan una critica tan devastadora a la raz6nen todos las eferas como Hamann. "Es oMdada de un movimiento que terminó por inundar toda la cultura europea -escribe Berlin al final del

tDmssaeu ni Burke eaUritulo.

mundo es eI lenguaje de Dios. Escuchemos con atención sus palabras: Cada fenómeno de la naturaleza era un nombre: el signo, el sÍmbolo, Ia promesa de una unión -fresca, secreta e inefable, de todas, sin embargo, la más íntima- de una comunicación y participación de las enegrías divinas. Todo lo que el hombre, en eI principio de los tiempos, oyó con los oÍdos, vió con sus ojos, contempló o tocó con sus manos, todo esto era la palabra üda. Pues Dios era la Palabra. Con Ia Palabra en sus labios y en su corazón, el lenguaje era tan natural, tan cercano y tan fácil como un juego de niños.

J-G. Hamman el

f¡ Flabra y los sentidos estaban en comunión. Pero Ilegó Ia caída y la Torre de Babel intentó sustituir con la .pún teórica la pérdida de Ia unidad primigenia. Se e,xtravió Ia correspondencia entre las palabras y las cosas. Y ¡h1- ninguna estructura metafísica ultima de las cosas, una esúuctura objetiva, que garanüce un método para ruru o juzgar correctamente a Ia realidad. De esta suerte, la naducción lógica perfecta de los vocabularios, tmáticas y sintaxis es en principio imposible. Lo mismo que la creación de un lenguaje universal que borre los ¡|hs de la irracionalidad y "Ias idiosincracias inüüduales de los lenguajes naturales" y que responda a todas lr mesidades humanas. Cada lenguaje es un modo particular de vida. Eduardo Martinez 2 29 55 00 5395 [-Ertlia F¡ el breve Apéndice que Henry Hardy escribió para el libro

ffio:

sobe Hamann sintiza así una parte de su pensa-

Los problemas en Ia teorÍa -y los errores en la práctica- se generan no tanto por equivocaciones en Ia teoría lógica, metafísica o psicológica cuanto por una creencia fanática en Ia validez universal y eterna de la teoría en cuanto tal, por la creencia en que si no es ésta la teoría cortecta, entonces será alguna otra la que dará respuesta a todas nuestras preguntas (aun dentro de una esfera dada). Es esta adicción a Ia teorÍa y en particular a las teorÍas cienüficas, la que nutre a entidades imaginarias que erróneamente se identifican con las cosas de la vida real, y conduce a confusiones mentales y a veces a tormentos espirituales, por culpa de una obstinada adhesión a ficciones debidas a Ia mano del hombre, que surgen, a su vez, en Ia busqueda afanosa de la universalidad, de Ia piedra filosofal, como Hamann llamó a este deseo.

Hama¡n sostuvo que toda teoría que proclame lo universal, Io general, to impersonalylo abstracto y conceptual, rhrde a eliminar las peculiaridades de las culturas y las lenguas. Pero el monismo que el mago del norte veía en el lkario de la llustración, también lo observaba en la doctrina de la Iglesia rornna Demasiada soberbia y poder. Pensaba que el delirio por newtoniar todo conocimiento oculta o destnrye el caleidoscópico fractal de lenguas, *ntimientos, percepciones y representaciones de Io bueno y de lo malo- De los mil rostros de Ia virrud y el vicio. De las variopintas cosmovisiones de la vida y de Ia muerte. De Eros y Tánatos. g1 ¡¿gisnalismo de Ia Ilustración se erige, de esa manera, en Ia tumba de Ia exhuberancia, riqueza y gozo de la pluralidad cultural: cada cultura tiene sr propio centro de gravedad -Vico dxit El determinismo que se desprende de la oferta ilustrada ofende la inteligencia sensible de Hamann. Piensa


Miguel Ángel Rodríguez

que Ernmanuel Kant es un viejo pedante que considera cosa inerte a la naturaleza. El mundo exterior debe ser analizado, etiquetado y clasificado; para ello se pulirán los conceptos y categorías, para que describan con exactitud Ias conexiones que hacen el sistema perfecto, finalmente, para una üda de autómatas. El ser humano caminando seguro, con un mapa conceptual en Ia mano, hacia el Edén de las verdades eternas e i¡mutables. Kant sostenía la existencia de un oculto plan de la naturaleza para liberar a los seres humanos, ese era el destino de la humanidad. Y la libertad individual, que antes había reconocido como supuesto de Ia nueva aurora de la razón, quedaba atropellada por un orden cientÍfico determinado, condenado a cumplirse al margen de la libertad de elección de Ia humanidad. Johann Georg Hamann, en sentido contrapuesto, pensaba que: Sin libertad para ser malvado, no hay mérito, y sin libertad para ser bueno, no hay ninguna atribución de culpa, por tanto, no hay ningún conocimiento en absoluto del bien y del mal. La libertad es el mádmum y el minimum de nuestras capacidades naturales, cimiento y fin de todo su sentido, desarrollo y alcance. Ni el insri¡rro ni el sensus communis determinan al hombre (...) cada hombre es su propio legrslador, pero también el primero y el más inmediato de sus subditos Sin libertad el ser humano es un irnitador, el mayor mimo de todos los anirnales -conduía Hamann. De todas maneras, separando con arte quirúrgico el pensamiento rebelde del hermetismo mistérico de Hamann, Isaiah Berlin no deja de advertir los peligros morales y riesgos ¡roh[cos que pueden ser incubados en el fanatismo irracionalista de Johann G. Haman¿ Piensa Berlin que es una violenta erageración del carácter singUlar de cada hombre, grotescamente parcial y acota 'Este odio y este irracionalismo ciego nurieron la corriente que condujo al irracionalismo político y social, particularmente en Alemania, y en nuestro siglo, y contribuyó al oscurantismo. . . " Es claro que Berlin se refiere al genocidio germano alimentado en la enfermiza saoalización de un particularismo genéüco y cultural.

No obstante, la revolución que puso en marcha el mago del norte fue de trascendencia fundamental para eI curso del arte y el pensamiento occidental. Una irrflexión, en el sentido de cambio de actitud hacia la naturaleza y hacia eI individuo, en las formas y fuentes del conocimiento, contra la monista epistemología predominante. Dios, en pocas palabras, escribe Hamann, no es matemático, es poeta. Son las raíces de las obras de Herder, Goethe, Schiller, la primera generación del romanticismo alemán: Ia invasión violenta de la emoción y el entusiasmo en Europa. Sturm und drang.

Contra Ia Ilustración, que Isaiah Berlin sintetizaba en tres principios, se levanta el romanticismo alemán. El primero de ellos, que comparten escolásticos, cristianos y postivistas del )ffi, era que toda pregunta, si es genuina, se puede responder. Por uno mismo, por oüas más sabios que uno, por un cerebro mejor o avances de la ciencia dentro de un millón de años, pero que siempre se puede responder. En el pasado, en el Edén, en el Olimpo o en la Edad de Oro, la respuesta existe. Pero si es una respuesta no cognoscible o mistérica o revelada entonces no es una pregunta genuina. EI segundo principio es que si la respuesta existe entonces puede descubrirse por caminos y métodos que se pueden transmitir de unos a otros. Técnicas cuyo uso detallado conduce a las respuestas correctas. Tercero. Todas las respuestas han de ser compatibles enüe sí. [a respuesta verdadera a una pregunta debe ser compatible con Ia respuesta verdadera a cualqúer otra pregunta. [^a contradicción es aquí, desde platón y Aristóteles, la semilla del caos. Un solo camino es posible para descubrir el conocimiento: el uso correcto de la razón Las respuestas no pueden llegarnos por revelación, inspiración, contemplación dogma, introspección o estados exüaordinarios de alteración de la conciencia (camino de Eluesis). El camino inductivo si se trata de verdades de las ciencias naturales y deductiva si de la matemática y la lógica aristotélica son garantía de respuestas verdaderas. La física y la química con sus éxitos deslumbrantes estaban ahí para probarlo. Y la ética, la estética y la historia, faltaba más. Newton era la figura ideal. Ahora, desde luego que Berlin sabe que Ia idea de naturaleza y humanidad camhia de filósofo a filósofo. La naturaleza humana no es igualmente concebida por Hobbes, Locke, Kant y Rousseau. EI variopinto jusnaturalismo tampoco comparte la misma idea de tránsito entre eI Estado de Naturaleza y el Estado Políüco. y menos coinciden en las formas de gobierno. Emannuel Kant tiene una idea cosmopolita de Ia historia y Montesqúeu estudia las singularidades climáticas,


Octavio Paz e Isaiah Berlin: libertad a contracoriente

Liológicas y culturales. Tampoco la idea de progreso es igual en Condorcet que en Voltaire o en Rousseau. Isaiah Berlin se detiene en la üsión historicista de Montesquieu. EI relatiúsmo cultural que se desprende de sns ideas se contrapone polarmente con la idea cosmopolita de Kant. Y recuerda Berlin una afirmación polémica de Montesquieu: "...cuando Moctezuma Ie dijo a Cortés que aunque la religión cristiana era buena para España, Ia religión azteca sería mejor para su pueblo, Io que Moctezuma había dicho no era absurdo. Esto por supuesto escanaúiz6 a ambos grupos: a la iglesia católica y a la izquierda." La iglesia católica puso el grito en el cielo por obvias razones. Pero la izquierda razonaba que si la respuesta a las verdades de Ia religión -sin importar si era Ia católica o l,a nahua- son opuestas a Ia razón geométrica o empírica, que es la única verdadera, entonces ambas respuestas ¡rsultaban falsas. La uniformidad arrasa con los diferentes. Pero Montesqüeu, que de paso abre camino a Ia pluralidad axiológica, introduce Ia idea de que las proposiciones que puedan resultar falsas para una cultura pueden ser verdaderas para otras. Y los medios para aproximarse a las mdades religiosas no aceptaban parámetros objetivos. Es necesario recurrir a preguntas relacionadas, por ejemplo, con la felicidad de los seres humanos y la pertinencia de las ideas religiosas con el entorno vital y cosmológico de las culturas. Formas de vida diferentes creaban caminos diversos para contruir la felicidad, la justicia, Ia satisf,acción, Ia armonía y Ia libertad. Montesquieu "modificó en cierta medida el cuadro general de la Ilustración. Nteró la concepción de que habia verdades, instituciones y valores para todo hombre en todo lugar"- subraya Berlin. ¿Cuál fue entonces eI cargamento subersivo del romanticismo? ¿En qué sentido mudaron su actitud con respecto a la naturalezay el inüviudo? Isaiah Berlin dedica Las raíces del romanticis¡ao (1966-67) a esclarecer esas interrogantes? ¿CuáI es la importancia del romanticismo? Escuchemos su respuesta: La importancia del romanticismo se debe a que constituye el mayor movimiento reciente destinado a transformar la vida y eI pensamiento del mundo occidental. Lo considero el cambio puntual ocurrido en la conciencia de occidente en eI cu¡so de los siglos XX y )fr de más envergadura y pienso que todos los otros que tuvieronlugar durante ese periodo parecen, en comparación, menos importantes, y están, de todas maneras, influenciados ¡ror éste-.-Mi tesis es que el movimiento romántico ha sido una transformación tan radical y de tal calibre que nada ha sido igual desde entonces. Es en esta afirmación en la que deseo concenuame Isaiah Berlin llega a la conclusión de que eI romanticismo es una protesta pasional conúa toda idea de universalidad. Un catálogo de valores distingue la conciencia romántica. La heróica renuncia. La voluntad de morir por un sentimiento o un noble ideal El alejamiento del relumbrón e hipocresía prevalentes en las cortes de los poderosos. Ia integridad, el resepto por sí mismo y la sinceridad de los individuos, la sacralidad de las minoias y la nobleza del fracaso: eI éxito propicia una conducta lulgar e imitativa. Poco o nada les interesaba el poder político - hahla Berlin de los alemanes- o la fidelidad a conceptos tan abstractos como patria o república. Isaiah Berlin reconoce la imposibilidad de reconstruir, desde una persepcüva sociológica" el origen del movimiento romántico. Desde las primeras líneas de su ensayo advierte sobre las ambiguedades inherentes a toda definición: suelen terminar en generalizaciones estériles. Sabe el historiador de las ideas que muchos invesügadores del romanticismo perdieron, en el camino, el juicio y/o eI sentido de dirección. I¿ cuerra de Polifemo le siwe como analogía: quien entra es muy difícil que emerja. Confiesa Berlin su miedo. ¿Qué es entonces elmmanücismo?, ¿es un estado de conciencia?, ¿una erupción üolenta del entusiasmo y eI amor?, ¿una actitud turbulenta frente a la naturaleza, el arte y la moral?, ¿enfermedad o terapia?, ¿religión y caballerÍa?, ¿la flor gf,¿lnte nacida de la sangre de Cristo?, ¿una sed voraz de hfinito?, ¿egomanía, autoafirmación y primitivismo?, ¿melancolía y nostalgia?, ¿es el etma maldita de bandidos, corsarios y poetas?, ¿los rebeldes satánicos y la ironía cÍnica? Isaiah Berlin contesta con ma razón que se aleja del logocentrismo platónico y aristotélico. EI romantcismo encarna, como entre los sabios presocráticos, la figura de Ia contradicción. De esta manera, el romanticismo Es -en breve- unidad y multiplicidad. Consiste en la ñdelidad a lo pafiicular que se da en las pinturas sobre Ia naturaleza, por ejemplo, y también en la vaguedad misteriosa e inconclusa del esbozo. Es Ia belleza y Ia fealdad. EI arte por el arte mismo, y eI arte como instrumento de salvación social. Es fuerza y debüdad, individualismo y colectivismo, pureza y corrupción, revolución y reacción, paz y guerra, amor por la vida y amor por la muerte.


Miguel Ángel Rodríguez

Esta fue Ia gran revolución del romanücismo. Y se expresó en la esfera del conocimiento. La trascendencia del movimiento romántico, piensa Berlin, consiste en que hace saltar en astillas el método racional. Más aún, sostiene que la racionalidad ilustrada desconoce la tensión üágica de la edstencia. Quiere convertir en certeza la infaliblemente desonocida libertad de elección. La polémica tensión agonista de los valores morales resulta matemática o geométricamente resuelta y mira con ignorancia e indiferencia los rasgos diabólicos, las oscuridades y misterios de los seres humanos en la historia. Todo ello le parece a Berlin hipócrita y mojigato. Desde luego que no se trata, en general, de negar el valor que los modelos científicos aportan a Ia organización social y a la acción política, eso sería un claro ejercicio de oscurantismo: ...pero mantener- nos dice Berlin - que tienen más que enseñarnos que cualquiera oúa forma de experiencia es una forma igualmente ciega de fanatismo doctrinario que ha llevado, a veces, a

la tortura de hombres inocentes por monomaníacos pseudo cientÍficos en busca de un periodo de felicidad y prosperidad. En el fondo lo que está presente es la idea de que no se puede ofrecer, en la esfera de la razón práctica, ninguna solución única y final a Ia reflexión ética. La moral racional es susütuida por unÍr moral radical que privilegia, por encima de los otros valores, la libertad individual Finalmente, después de un recorrido histórico de las ideas que rran de Sheakespeare a Goethe, pasando por Blake, Wordsworth, Hamanrl Vico, Herder, Heine, Novalis ymrcbos oüos filósofoq artistas y poetas, nuestro autor se pregunta ¿qué le debemos al romanticisrno? Mucho. Ic debemos la noción de la libertad del artista y el hecho de que ni éI ni los seres humanos en general pueden ser descritos por medio de concepciones extremadamente simplificadoras, como las que prevalecieron en el siglo XVIII o las que enuncian todavía hoy analistas excesivamente científicos y racionalistas acerca de seres humanos o de grupos. También le debemos la noción de que una respuesta única a cuestiones humanas puede ser perjudicial... la noción de que existe una pluralidad de valores, de que son incompatibles; toda esta idea de pluralidad, de Io inagotable, del carácter imperfecto de las respuestas y arreglos humanos; y de que ninguna respuesta puede reclamar perfección y verdad; todo esto es lo que le debemos a los románticos.

Isaiah Berlin piensa que el romanticismo alimenta aI liberalismo, que la tolerancia, la decencia, el aprecio por la imperfección humana y, sobre todo, la defensa a ultranza de Ia libertad de conciencia provienen de sus antagónicos miradores. Esas son las fuentes de lo que John Gray, estudioso de Ia obra de Berlin, ha denominado el liberalismo agonista. EI liberalismo de Berlin es muy diferente del liberalismo racionalizante de Rawls o de las teorías lockeanas de los derechos fundamentales o la filosofía pura del derecho kanüano. [a tesis fundamental de Gray es que la enorme fuerza subversiva de la obra de Berlin proüene de una idea: Es la idea, que yo llamo pluralismo de valores, según la cual los valores humanos últimos son objetivos pero irreductiblemnete diversos, están en conflicto unos con oüos y son a menudo incompatibles, y a veces cuando entran en conflicto entre sí resultan inconmensurables, esto es, no son comparables según ningún criterio racional de medida...Lo que implica que en términos de filosofía política es que Ia idea de una sociedad perfecta en la que se alcancen todos los ideales y bienes genuinos no es sólo utópica, sino también incoherente-

I¿ cantidad de acciones en los que rivalidad entre los bienes y los males es irresoluble por medio de la razón es infinita. Pero las cosas suben de tono en la tragedia griega, la rivalidad de valores se presenta ahí entre un bien y otro bien, como en la tragedia de AntÍgona: la dis¡rntiva entre las leyes de la republica o las norrnas de los üoses. Porque todo es imposible. Y John Gray recurre a una cita reveladora de Isaiah Berlin escrita en Cuaüo ensayos sobrelalíbertad " Que todo no lo podemos tener es una verdad necesaria, yno contingente...Puede ser que eI


Octaüo Paz e Isaiah Berlin: libertad a confacorriente

Hde

libertad para eligir fines sin pretender que éstos tengan validez eterna, y el pluralismo de valores que está r¡l¡rirnado con esto, sea el último fruto de nuestra decadente civilización capitalista." De ahí se desperende la ütndave de la inconmensurabilidad de los valores y la apuesta radical por la libertad de elección concebida como

krnación

de la capacidad humana de autocreación".

F¡ senüdo similar Henry Hardy expresa: Si me viese presionado a escoger pacientemente una idea poderosa de Berlin, elegirÍa su insis-

tencia contra la corriente dominante de la cultura occidental. Esto es, que no hay una sola y correcta forma de üda. Y que todos los esfuerzos por encontrar una respuesta única para las cuestiones morales del género humano están basados sobre un profundo error acerca de la naturaleza de los valores humanos.

fIpluralismo axiológico, Iéase incompatibilidad e incomensurabilidad de los valores morales, aparece de nuevo centro de la obra de Berlin. La incompatibilidad enüe jsuticia y piedad; entre libertad e igualdad; entre

a tl

úiencia y espontaneidad, por ejemplo, sin reglas de procedimiento objetivo para realizar la elección, nos sitúan en ¡l úismo. En consecuencia, no es posible edificar estructu-ras jerárquicas entre moralidades diversas. No obstante, dphrallsmo de Berlin no concluye en un relativismo absoluto de valores. Para él "la naturaleza humana establece ftterminados principios irrenunciables para alcanzar lo deseado y define los requerimientos elementales que toda rrltma decente y civilizada deberÍa satisfacer...Los pluralistas berlinianos -apunta Herdy- también creen que los mlres entre los que elegimos constituyen una parte verdadera dela naturaleza humana y no invenciones subjeüi¡-as sin correspondencia con nuestras necesidades sociales"

Ese es el origen del pluralsimo objetivo de Isaiah Berlin, que ni acepta la dictadura de los monismos dogmálfuus de la ciencia, la religión, la moral, la política o eI arte, pero tampoco se entrega a Ia ambigüedad del posmoderno relatiüsmo cultural.

Octavio Paz

lgl4

Octaüo Paz nace el 31 de marzo de 1914 en el seno de una familia acomodada. Orgullosamente criolla y afranesada. Desde su llegada al mundo el poeta clava sus ojos en la mirada de Ia niña de mil años, que es su madre y

oLa paciente sonrisa

que desde la caÍda crepuscular le enseña su abuelo. Su padre está lejos, en "la bola". México en el fragor de la batalla, casi todo su territorio incendiado. Los proyectos ideológicos de redención se multiflitaban. Desde la anarquÍa y eI regreso del hombre a Ia madre naturaleza hasta el liberalismo y Ia república constimcional. Pero no hay lugar para el diálogo. Es el tiempo de los máuseres. Era la primera revolución social del siglo I§t Ia Revolución Mexicana. Pero también era el inicio de la Primera Guerra Mundial.

ctá

Octavio Paz es descendiente de escritores de cultura política ciudadana. En su casa había dos voluntades omprometidas activamente con el curso de Ia historia política del país. El abuelo, Ireneo Paz Flores, era un liberal decimonónico, el padre, Octaüo Paz Solórzano, era militante revolucionario a las órdenes de Emiliano Zapata. Dos valores incompatibles y activos sobre Ia mesa familiar. En una entreústa con Julio Scherer, "Suma y sigue" (L977), (ktavio Paz dice que "...su casa era eI teatro de la lucha entre generaciones". Mi abuelo tenía razón, pero también era cierto lo que decía mi padre: Ios viejos liberales además de haber caído o La "idolatría del hombre fuerte", habían mostrado una extraordinaria ceguera ante los problemas sociales de Dtrkico. Mi padre decía que éI había descubierto eI verdadero México aI conüvir con los 6ampesinos de Morelos, C¡re¡rero y Puebla... Mi padre me habÍa iniciado en eI conocimiento de la otra historia de M6rico al hablarme de la lucha de los r:empesinos por la tierra. Soto y Gama completó y amplió esta iniciación y me üo otra visión de México...los campesinos mexicanos habían intentado establecer, en escala reducida y regional, un üpo de sociedad no-progresista, ¡mo más justa, libre y humana.

I¡s dos familiares cercanos tenían razón. Pero eran razones de orden moral y político diverso. Diferente elección de valores. Unidad y multiplicidad. Octaüo Paz Solórzano era seguidor de la utopía milenaria del zapatismo. La madre üerra y Ia reconciliación con Ia naturaleza no se sustentaba en una idea productiüsta, era la tradición


Miguel Ángel Rodríguez

comunal de Ia unidad cósmica con Ia üerra. Un tiempo fuera del tiempo capitalista. Una cosmovisión romántica. El abuelo miütaba, por su parte, en los fundamentos del credo liberal. Universal el abuelo y singular el padre. El choque entre la cultu¡a y Ia civilización. Octavio Paz vivió Ia tensión axiológica desde el seno famüar. La contradicción y la paradoia históricas resueltas analógicamente en la poesía' FieI a su vocación de poeta, Octaüo Paz resuelve el conflicto de valores reconciliando los contrarios y subrayando Ia actualidad de ambos pensamientos. Una solución clásica de la poética romántica con raÍces en la sabiduría de los presocráticos. Ireneo paz (1836-1924) defiende al país durante la intervención francesa y alcanza el grado de coronel. Impulsa la candidarura de porfiri o Díaz a la Presidencia de Ia república. Ireneo Paz era un liberal consumado y dueño de una muy nutrida biblioteca. Escritor de novelas históricas, obras de teatro, una biografía de Porfirio Dtazy hasta de un libro de poesía. Al mismo tiempo que con las armas enfrentaba enemigos, cultivaba la amistad y se reunía - cada vez que el norteño pasaba temporadas en la culta capital- con Manuel José Othóni uno de los dos grandes poetas meicanos de fines del )flX y principios del siglo )(X (el otro era Salvador Díaz Mirón). Ireneo paz fue director por 3 5 años de La patria, periódico desde eI que defendió $rs puntos de üsta: Ia libertad de prensa es uno de sus valores fundamentales. Era un liberal en el sentido eslricto det término. Amaba y ejercía la libertad de conciencia y expresión, similar a lo que hicieron Ignacio RamÍrez e Ignacio Manuel Altamirano. La muerte de Ireneo Paz ocurre cuando el poeta üene 10 años de edad- Su sentimiento de orfandad transcurre en la desmoronada casa de Mixcoac lreneo Paz era una fuura infruyente en et ejercicio y la prácüca de Ia cultura liberal de Méico- Sená definitiva zu he¡encia liberal en el pensamiento pohüco de Octavio Paz. El padre det poeta, Octavio Paz Solórzano, nirce un 2O de noúembre de 1893. Es la apoteosis del porfirismo. El estallido de la revohrción mexicana ocrune justo 17 años después de su nacimiento. Entonces se inclina, como el propio poeta, por los estudios de jurisprudencia. Criado en un ambiente con olor a tinta abraza pronto el periodismo. La influencia de su padre se revela nÍüda en el tema de tesis para obtener el título de abogado: Ia libertad de prensa (1911). La libertad de conciencia es la herencia del abuelo que se prolongará, de igual manera, a los proyectos editoriales de Octavio Paz.Ef abuelo era la figura varonil en Ia familia del poeta. Con eI padre casi no hubo entendimiento. Octaüo Paz Solórzano tomó }as riendas del periódico La patria. Desde ahí se une al movimiento de crítica al régimen de Porfirio Díaz. Como ya dijimos, la crítica era zapatista, no liberal como la de Ireneo. Lo suyo era el tema de la justicia. El abuelo permaneció fiel a la libertad: "Familias: criaderos de alacranes". Mientras Ireneo reconocía méritos y limitaciones al régimen porfirista, Octavio Paz Solórzano era enemigo acérrimo del militar oaxaqueño. En realidad era un intelectual orgánico del Ejército del Sur. Amigo cercano de Antonio Díaz Soto y Gama. Los primeros 4 años de üda los pasó Octavio Paz sin la presencia del padre. Octaüo Paz Solórzano fue enüado, en 1915, a Estados Unidos como representante de Emiliano Zapata. Se trataba de düundir las ideas de justicia, que se derivaban del Ptan de Ayala, entre los simpatizantes del lado norteamericano a la vez que de contrarrestar Ia influencia carrancista por aquellos lares. En 1918 la madre y el niño viajan a Los Angeles para reunirse con eI padre. Entonces conoce eI poeta la extrañeza y la angustia del exilio. En el kindergardennorteamericano, aI que sólo asistían dos niños mexicanos, conoció, por el desconocimiento del idioma, "...e1 refugio del silencio". Inicia eI laberinto de su propia soledad. Un año y medio üve con el peso de Ia extranjería. Isaiah Berlin estuvo marcado, como vimos, por una experiencia similar a los 12 años. Octavio Paz Solórzano, el padre, regresará a Méico hasta 1920. El niño es inscrito en el colegio francés La Salle. Su pelo castaño, su tez clara y sus ojos azules lo hacenun extranjero en su patria. Ni aún en su paÍs desaparece el sentimiento de no pertenencia. En ese momento de su üda ubica el poeta las primeras preguntas por lo mexicano,

que luego se convertirían en EI laberinto de la soledad (1950). Es un tiempo tutelado por figuras femeninas. Su madre Pepita y su tía Amalia. Con Amalia "un poco loca" practica su francés y, sobre todo, el afrancesamiento tradicional de su familia paterna. Ella Io acerca a Víctor Hugo, Michelet y Rousseau. Como miembro del Partido NacionalAgrarista, Octavio Paz Solórzano ocupauna curul enel Congreso (1920-1922). Luego sería, enue 1924 y 1925, secretario de gobierno del estado de Morelos y, por un mes, gobernador interino del mismo estado. En 1928 pafticipa en Ia campaña para la reelección de Álvaro Obregón, sería su ultima contienda


Octaüo Paz e Isaiah Berlin: libertad a conuacorriente

Lffc4 pues decide retirarse de la vida pública. Igual que el abuelo, el padre del poeta conoce eI éxito fugaz del [frpolÍtico y el fruto amargo del fracaso y el olvido.

Cuando Octavio Paz tiene 20 años, en 1934, ocurre Ia violenta muerte de su padre bajo las ruedas del ferrocarril. ffiolismo y tragedia. "Del vómito a Ia sed, /atado al potro del alcohol, mi padre iba y venía entre las llamas./por h&¡rmientes y los rieles/ de una estación de moscas y polvo/ una tarde juntamos sus pedazos./Yo nunca pude lE¡lar con éI." Fr 1929, sin ser vasconcelista, Octavio Paz participa activamente en la huelga por la autonomÍa universitaria. En Lr¡xeparatoria, con 16 años, funda, junto a su memorable amigo catalán José Bosch, Ia Unión de Estudiantes Pro ftreros y Campesinos. José Bosch lo aprodma aI pensamiento anarquista. En 1930 Octavio Paz conoce Ia cárcel. El rrlndiante de preparatoria boicotea un acto universitario destinado a estudiantes norteamericanos, querían decir dmt¡ndo que "México vivÍa una dictadura con careta democrática". Su participación Io pone a dormir la mona por noches en Ia inspección de policÍa. §tarecen 2 años después, en 1931, sus primeros poemas en la revista Barandal que él mismo funda junto con condiscípulos Rafael L6pez MaIo, Salvador Toscano, José Alvarado, Arnulfo Martínez Lavalle y Enrique Ramírez y Ramírez. Dos años después, en 1933, fundará, con el mismo grupo, Los cuadernos del Valle de México (sólo 2 rñmeros). Escribe ahí una refleión sobre Ia Ética det artista, donde, en correspondencia con su postura política, se irlina por el arte de tesis. Se pregunta eI poeta si "El artista debe tener una doctrina completa --religiosa, política, etc.-- dentro de la cuál debe enmarcar su obra? ¿O debe, simplemente, sujetarse a las leyes de la creación estética, desentendiéndose de cualquier otro problema?" La respuesta revela el desarrollo desigual de su pensamiento. Octavio Paz opina que las

fu rc

res¡lonsabilidades públicas de los jóvenes latinoamericanos son más altas en virtud de Ia ausencia de tradición

cültural. Hemos de ser hombres completos, íntegros. Hemos de ser hombres cultos, en el sentido platónico y scheleriano del vocablo. Sólo en esa forma quizá recibamos un día ]¿ inspiración que a veces sobrecogía a Nietzsche y que descendió hasta Plotino.

Octaüo Paz cuenta 17 años en este momento. Sus argumentos estéticos recurren a las fuentes dásicas de frágil Dominan el escenario la retórica de la Revolución Mexicana y el arte nacionalista de los muralistas mexicanos. También el ataque virulento contra los Contemporáneos, sus principales interlocutores en la construcción de su poética. Así describe Octavio Paz años después su

¡roesía y filosofía. Su pensamiento político es entusiasta y

risión del periodo: La ortodoxia ideológica y Ia ortodoia sexual se alían siempre con la xenofobia los Contemporáneos fueron acusados de estetas reaccionarios y motejados de maricones (...) mientras üüeron, fueron vistos como sospechosos y sentenciados al exilio interior. Años después yo dejé de ser testigo de la malignidad de la suspicacia y me convertÍ en objeto de campañas semejantes, aunque tal vez más feroces: a Ia viejas malevolencias se unieron las pasiones

políticas.

¿?

Octaüo Paz es un simpatizante de las izquierdas, pero más cercano estuvo siempre

a la

visión crítica del trots-

kismo.

Aratz de Ia muerte de su padre Octavio Paz inicia la escritura de Vigilias. Fragmentos del diario de un soñador (1935-1945). En esas reflexiones primeras aparece clara la idea estética y filosófica de los romanticismos. Esto es eI nuevo romanticismo, que busca, defiende y rescata no a la conciencia del hombre, no aI indiüduo, no a lo que separa y aísla, sino a lo que liga Romanücismo que no enarbola la bandera de la pasión individual, del sentimiento oprimido, del yo en libertad, como en el diecinueve, sino la del instinto, la de la sensación, la de lo más antiguo: esa solidaridad carnal, remota y pura que, de un modo oscuro, nos hace hermanos del hombre y nos da la clave de nuestra semejanza bajo Ia gran noche amenazante.

CAJANEGRA


Miguel Ángel Rodríguez

o en el arte no es La claridad de las ideas que Octavio Paz muestra a la hora de pensar en eI romanticismo cualqüer intento a poesía anterior es la de por Ia esencia simétrica con el de su pensamiento políüco. La pregunta y en 1937 española Repúb1ica Ia de de comprensión de Io fohtico. Aunque en 1936 haya escrito poemas en defensa de todo' por quiere, encima Paz haya luchado fugazmente en España, sus ideas políücas son gelatinosas. Octavio tiempo en un espinosa poetizar el cosmos. poetizar al mundo no era fácil o, más bien dicho, era una empresa harto sitiado por Ia sombría pesadilla de los totalitarismos' pero será hasta Ia aparición de El arco y la liracuando la poética de Paz adquiera plenitud' Por ello me concentraré ahora fundamentalmente en eI vértigo de su prosa poética. estética. Hablo de una clara y reveladora Desde eI título del libro es posible intuir el desarrollo de su propuesta cómo al diverger se converge comprenden ". . .no invocación de octavio paz a Heráclito. El oscuro filósofo escribió: y la lira'" El arco y Ia lira' arco la del consigo mismo: armonía propia de Ia tensión en direcciones opuestas, como vida' Flechas y armonía' y lira la como se sabe, son los atributos contrapuestos del Dios Apolo. El arco muerte perpetuo: Todo se mueve nada permanece' Y Muerte y vida en imaginario luelo de contrarios. La doctrina del flujo 1o más poético: "de todas las cosas una y de una todas las cosas"' capacidad expresiva de las El arco y Ia liramuestra a octavio paz como a un ardiente defensor de la infinita constituirse en una moral distinta voces po¡.tonales de la poética. Entiende entonces que la poesÍa es capaz de sintetizó, desde 1933, la enorme Raymond que se cultiva de espaldas a Ia historia y a la moral de la oveja. Marcel la degradante condena moral de ácido variedad de las ópücas surrealistas al¡ededor de dos propósitos: criücar con la vida social moderna y oponerse desde laratz a una concepción positiva del universo' es expresable con las palabras' Octavio paz aprende del surrealismo que [a ex¡leriencia poéüca sólo a fragmentos poética' por ello se niega a las relaciones unívocas. El método de liberación espiritual por excelencia es la actividad y las normas. Soledad comunión' La poesÍa es negación de Ia historia y fruto del azar. Apego y transgresión de y ninguna' presencias Moral y danza, retorno a la inocencia. Mil giros literarios cuya agudas flechas tienen EI inicio del libro es un despliegue lírico de vertiginosos e inusuales el movimiento de las formas' un blanco: las encorsetad,as filias que limitan el r,uelo y eI horizonte. Aprendió de Eliot punto de reposo' Sabe que la hay El poeta baila con las ideas violentando a veces Ia propia ley de gravedad. No gracia poética es belleza en moümiento.

disfrute de la apreciación gozar la poesía profundiza ,,la originaria intensidad del sentimiento." Un segundo estadio de Ia capacidad para nuestras experiencias adviene cuando no sóIo rechazamos o aceptamos una poesía, sino que además clasificamos o invención de nuevos descubrimiento y eI en poético reside poéticas. El tercero es el cénit del conocimiento criterios poéticos. La tradición de Ia ruptura. El poeta mexicano entiende Las primeras páginas de El arco y Ia lirason la confesión de Ia ruptura, es la crÍtica. antiguas que la poesía genera profundas "revoluciones de la sensibilidad" que conducen al rompimiento con las Octavio genio singular' poseen ese formas de pensar y sentir la poesía. Pero en opinión de Eliot no todos los poetas paz lo sabe y, a sabiendas, se lanza con El arco y la líra en dirección de lo imposible: la reforma de los criterios particular criterio poéticos. Su criterio poético parte del aprendizaje de la crítica. Sólo así la poética emergida es un poesía. El T.S. Eliot escribió sobre los diferentes grados de aptirud para gozar de la

d.e

la experiencia del poeta con el poema. y Ia poesÍa vivida' Ese nuevo criterio que alumbra el intelecto fue preñado en el goce es fruto de poesía. por pregunta Ia ¿Qué es Ia poesía? Es Es la única y particular manera de contestar a Ia la interrogación tiempo una üvencia particular inexpresable en términos generales. AI mismo poema. Poesía y crítica como incluye naturalmente a la crÍtica que elige entre un buen o un mal actividades complementarias e indisolubles'

de existencia era La crÍtica siempre fue para Paz, como para Eliot, una hija de Ia Edad Moderna cuya condición y intimidad. a la la libertad, la de conciencia en primer lugar. El derecho a Ia elección por la poesía' EI poema Octaüo paz ejerce su capacidad de elección y de crítica cuando Ie pregunta al poema mecánico de que el cumplimiento entendido asÍ, inüscriminadamente, calla. La poesía se apresura a responder construcción otra reglas que Ia formalidad impone aI poema no pueden identificarse con eIIa' Un soneto o cualquier


Octavio Paz e Isaiah Berlin: libertad a conhcorrir:nte

utÍstica es un artefacto frío si no ha sido besado por Ia poesía: "hay máquinas

d.e rimar, pero no de poeüzar." igual es posible encontrar poesía sin poema en los paisajes o los sentimientos de Ios hombres. pero la poética anerge una vez que el poeta, conciente o dormido, por voluntad o al azar, llena al poema de una sustancia singular mnocida como poesía.

hr

En otros términos, la respuesta del poema es sóIo pensable en ejercicio de un selectivo y riguroso sentido de la

cítica que permita Ia identidad entre el poema y la poesía. Los poemas son creaciones plurales que, en opinión de Paz, se resisten a los reduccionismos uniformadores que Ia ciencia..de ia literatura pretende. La clasificación tradi cbnal de los tres géneros de la poesía resulta en esta óptica claramente insuficiente para expresar la infinita y

tomasolada luz que irradia la experiencia poética. ¿Dónde situar las obras de autores como Nerval o Lautemont?, se orestiona Paz con mente moderna. Eliot había dicho que "la mente moderna incluye todos los extremos y matices de opinión." El espÍritu de Herder ronda sus criterios epistemológicos y estéticos cuando escribe que clasificar no es entender menos aún comprender. La Verstehen alemana nacida con eI romanticismo es usada con provecho por paz para , oponerse a la preceptiva clásica de la poética. Esa misma argumentación es enderezada contra la estilística o el psicoanálisis y sus clasificaciones formales. La negación de lo que tradicionalmente había sido considerada como poética. Si las formas del poema y de la poesía son infinitas, se pregunta Octaúo paz con ecos weberianos hasta ahora ignorados, "¿podemos inclinarnos a construir un tipo ideal del poema?" La respuesta que sería afirmativa en los ensayos políticos del propio Paz salta en astillas a la hora de reflexionar sobre la poesía y sobre su naturaleza ultima. El resultado sería el absurdo. El tipo ideal, que Paz nombra por lo menos dos veces, para disminuir Ia complejidad de la infinita gama de

Ircemas y poetas, nos hace ver que desde entonces, 1956, conocía parte de la obra metodológica de Max Weber. No obstante, ese recurso pensado como insEumento para peneüar la esencia de la poesía le parece aberrante. ¿Cómo nombrar por igual la poesía de Quevedo, La Fontaine o san Juan de la Cruz? Octavio Paz escribe que el poeta no puede escapar al zeÍtgeisrde su época, pero el creadorverdadero lo trasciende para construir una obra única. Quiere decir con ello que si el poeta "...se convierte en vehículo transformador de l,a corriente poética estamos en presencia de algo radicalmente distinto: una obra" Ios grandes poetas, y Góngora lo es, derivan el esplendor de su poesía de su capacidad para transp¡¡¿¡ la herencia redbida- Se convierte en un acto poético inédito e irrepetible. Si cada poema es único, Ia lectura atenta del mismo puede contestirr q¡é es la poesía. La primera parte del El arco y Ia lira muestra afinidades sorprendentes con los intereses cognitivos del romanticismo alemán. El motivo de su refleión es el lenguaje y el poema. Para los fundadores del romanücismo, pienso en Hamann y Herder, el lenguaje fue el centro primordial de su refledón. EI lenguaje es la sustamia común que otorga unidad al arte. Los lenguajes de la música o la pintura, como los de la poesía, también están cargados de

significación. Colores y ritmos están preñados de sentido. En la cultura azteca los colores estaban cosidos incluso al destino de los hombres. Y en China el ritmo musical es inherente al cosmos. Octavio Paz habla aquí de La intencionalidad que los objetos adoptan una vez que entran en la esfera del hombre, el mundo del sentido- Ios lenguajes de la creación pueden guardar enormes diferencias, pero todos "son sistemas expresivos dotados de poder signiñcativo y comunicativo." ¿Puede el hombre escapar al sentido histórico? Sólo la poesÍa puede hacerto- 'El poema sin dejar de ser palabra e historia, trasciende la historia." Los discursos que pretenden fijar un significado unívoco a las palabras, propios de las reflexiones y el análisis, acruan contra la naturaleza de ellas. Pues Ia pluralidad de sentidos es su rasgo distintivo. Es en el poema donde l,a palabra recobra la ambiguedad original que la prosa y el habla coüdiana le arrebatan- palabra en libertad la del poeta, palabra mutilada o encarcelada la del prosista. Es la materia liberada del mundo opaco de la utilidad ,-, simultáneamente, fuente de imágenes que convierte en poemas a las obras de arte en general, a condición de que eI artista trascienda los límites de su lenguaje. LÍmites que sólo el niunfo de la imaginación, por encima de las potencias de la razón analítica, puede romper. "La esencia del arte sería, pues, ésta: el ponerse en operación la l'erdad del ente." El poeta mexicano no cree en la palabra de la llamada ciencia del lenguaje. Por ello arremete contra los especia-


Miguel Ángel RoüÍguez

Iistas que aÍslan el lenguaje y Io analizan fríamente, al margen de su lugar natural de existencia: las culruras y los seres humanos singulares. Desde luego que reconoce las utilidades innegables de la lingiiística, pero ésta no puede dar cuenta de la realidad ultima de las palabras que son inseparables de las culturas. El lenguaje es su conüción de existencia. Lo mismo hace con las hipótesis que pretenden encontrar una lÍnea evolutiva del lenguaje, de Io simple a lo complejo, de la interjección a la onomatopeya por ejemploLa argumentación paciana se sosüene en estudios antopológicos que informan de la enorme complejidad de algunos lenguajes primiüvos donde una palabra era equivalente a frases o enunciados. Su conclusión es desafiante y similar a los jücios de los románücos alemanes o mer<icanos del siglo )(Dt 'EI tránsito de lo simple a lo complejo puede ser una constante en las ciencias naturales pero no en las de la cultura." Esta postura revela el conocimiento que Paz tenía de ta división entre las ciencias y las humanidades. Es claro, en El laberinto de la soledad (1950) había quedado de manifiesto el conocimiento de la epistemología romántica y su rabiosa oposición a las promesas de Ia

Ilustración El rescate de los mitos como primera forma del lenguaje, a la manera de Vico y Herder, dibuja una perspectiva

de conocimiento de espaldas a las pretensiones racionales de Ia univocidad de las palabras. Cita indirectamente a Herder (así, acentuado en el original) y aI romanticismo alemán -por Ia vÍa de Wilbur Marshall Urban- piüa sostener que "parece indudable que desde eI principio el lenguaje y eI mito permanecen en una inseparable correlación...

Ambos son expresiones de una tendencia fundamental a Ia formación de símbolos: el principio radicalmente metafórico que está en la entraña de toda función de simbolización." Los mitos entonces dejan de ser elaboraciones de la superstición y la ignorancia que deben ser superadas por el conocimiento objetivo y científico. La comprensión de la historia del hombre no puede estar al m¿rgen del estudio de los mitos y los símbolos, del lenguaje y expresión estética de las culturas particulares. Claude Lévy Strauss y sus argumentos a favor de Ia riqueza de Ia üversidad humana sustentaban los júcios del poeta. La poesía habita el subsuelo de las culturas, por ello Homero es para G. Vico una fuente primordial de conoci-

miento de la civilización helénica. Sin Homero el pueblo griego sería diferente. En cambio las ideologías, ideas y opiniones constituyen las capas superficiales de la conciencia. Es decir, "el poema se nutre del lenguaje vivo de una comunidad, de sus mitos, sus sueños y sus pasiones, esto es, de sus tendencias más secretas y poderosas." Nadie que escriba con palabras muertas un poema puede producir una obra. Sin la participación, su lectura por otros hombres, no existe Ia comunión. La suerte de los poetas, se lamenta Paz sigüendo a los románticos alemanes, ha sido degtadada por la vida política moderna. Muchos partidos políticos, pensaba quizá en Neruda o Louis Aragon o en eI arte comprometido de México, son subordinados a los dictados de la jerarquía política. Ni eI pueblo escucha a la poesía ni el poeta habla eI lenguaje popular. EI poeta-propagandista, advierte Paz, está condenado a Ia soledad gesticuladora de la tribuna, sin puente de retorno a la comunión. Seguramente aún resonaban en su espíritu las prédicas nacionalistas de los artistas revolucionarios de Médco. Jorge Cuesta escribió un agudo artÍculo para referirse, severamente, al arte con tesis que Carlos Chávez practicaba con su música. Esa postura domesüca al artista En síntesis, para el autor de Conjunciones y disyunciones el poeta sólo puede regresar la palabra a su estado primigenio si le regresa su ambigüedad original, su signiflcación ptural htonces el poema se transforma en negación de la esencia misma del lenguaje objetivo que aspira a la significación y sentidos únicos. Contra Ia ciencia Iiteraria. Vale la pena observar que el lenguaje fue el tema cardinal de George J. Hamann y Gotúried Herder. Una segunda parte de El arco y la lira está dest¡nada al ritno. res palabras de Octavio Paz üenen vida propia, dotadas de voluntad se mueven a capricho. Las palabras siempre están yéndose y dando la vuelta, como la olas sobre los acantilados. El pensamiento ambicioso las persigue desbocado y sediento, les ofrece una casa de citas entre los académicos y los puristas, la jaula de oro "de Ia sintaxis y el üccionario." Ias palabras miran de soslayo, no toleran un ),ugo distinto a la libertad. "El idioma es una unidad indiüsible" afirma Octavio Paz y me p¿rrece estar leyendo a Herder. Por ello critica la definición de lengua que Ia sugiere como un conjunto de voces, donde la unidad básica son las voces. Una voz es casi extraño que posea, salvo en contextos religiosos o metafísicos, unidad significativa. Esta propuesta, la del desmembrar aI lenguaje, no Io dice abiertamente, pero Ia considera derivada del descuartizador método analítico.


Octaüo Paz e Isaiah 3s¡lin: tibertad a conhcurisúe

i!

sostiene, por el contrario, que la unidad básica de la lengua es la oración o la frase, "la frase es una unidad antosuficiente...todo el lenguaje, como un microcosmos vive en ella." Las palabras sueltas saltan como a una hgartija a la que Ie arrancaran el rabo. A Ia deriva, no tienen sentido. Por doquier, en Ia primera parte del libro, es posible encontrar está visión orgánica del lenguaje. Octaüo Paz levanta la crítica más certera y mordaz, también quizá la primera en Hispanoamérica, contra las formas tradicionales de enseñar la gramática en las escuelas. Por esa vía, sostenía, se obligaba a los niños a cercenar tras frases en palabras, sílabas y letras. Arrancarlas de su forma natural de edstencia: Ia frase o Ia oración. Los niños piensan, hablan y escriben en bloques significativos. Por eso cuando aprenden a escribir juntan arbitrariamente las palabras, les es difícil entender que una frase u oración esté compuesta de palabras. Los analfabetos, al hablar, de manera natural hacen las pausas adecuadas. Así pues, la naturaleza del idioma habÍa sido asaltada y apresada por la gramática y, Io que es peor, de manera oficial esa forma de enseñanza se reproducía por lo menos en casi todas las escuelas de México. Contra ese destino la lengua manteúa su viveza y ardor, su rebeldía: la esperanza de regresar la palabra a su estado y función natural. En el mismo sentido, el núcleo más simple en un poema es Ia frase poética. Pero a diferencia de la prosa Io que Ia convierte en lenguaje no es el sentido ni la dirección sino el ritmo. ¿Cómo la frase prosaica se convierte en poéüca? Ese camino lo Ileva a declarar una concepción analógica del universo, una red de correspondencias entre los astros, las plantas, los hombres y las palabras. EI mundo renace cuando dos se besan. Las blasfemias y herejías, bien dichas, estremecen al cosmos. La intención de Octavio Paz es üstinguir las diferentes formas de conocimiento. La que practican cotiüanamente eI hombre de ciencia y el filósofo, cuyos enigmas se traducen en hipótesis e incógnitas y la de los magos y poetas que se abisman en los misterios inexpugnables del cosmos. La figura del mago Ie sirve a Octaüo Paz para ejemplificar la rebeldía suprema, la negación de Dios. Es Ia afirmación nietzscheana del hombre sobre la tierra. El poder de los hombres contra la fuerza sobrenatural los magos buscan induso burlar los poderes de Dios. El mago está solo frente al mundo, protagonista de la escisión desgarrada del hombre- Pero el mago no es un poeta, ni los ensalmos pueden seducir a las palabras, el recurso para el encantamiento del poeta es d rimo. Vuelve Paz a las diferentes fuentes de sabidurÍa presocráüca; la manía erótica" la manía mistérica, la rnanía p«Éüca y la maní¿ profética. EI ritmo, como tiempo dosificado, sonidos y silencios, medidas que fundan Ia poesía y la música El rimo para el poeta y para Ia poesía resulta tiempo original con sentido y significación. Las meüdas del rimo 'bacen presente al tiempo." Pero el tiempo, dice Paz recordando a Heidegger, es anterior a los relojes y los calendarios- El tiempo nos habita y nos abandona al tiempo. Por eso el ritmo es algo nuestro, pertenece a nuesEa respiración y laüdo cardiaco. El hombre está hecho de tiempo y el tiempo tiene un sentido que sólo puede ser daro cuando sabemos qué somos nosotros. El ritmo, en pocas palabras, es la fuente de todas las creaciones." F.n la cultura china los dos principios fundamentales se alternan rítmicamente en la constitución del universo. El Yin y el Yang, üempo femenino y tiempo masculino, dragón y serpiente, luz y oscuridad, son Ios sonidos del universo. Rihos y arrihias que se atraen y se repelen. En lo concerniente a las estructuras sociales, escribe nuestro autor, los griegos mantenían tra ideas de la tensión entre los contrarios. La monarquía, la aristocracia y Ia democracia, como se puede recordar, habian sido analizadas por Aristóteles, Polibio y Platón con diferentes sentidos y direcciones. las insütuciones o las formas de dominación, tanto como "los sistemas de producción", quizá también tengan algúnrimo desconocido de aparición o, por eI conüario, ¿son acaso Ia expresión del propio ritmo de los hombres? Pregunta sociológica que Paz nos deja de paso pero que revela Ia controversia entre lo individual y Io corporativo que en la esfera de la política era tema candente dentro y fuera de México en la década de los cincuenta. Piensa desde hrego en los regÍmenes soviéticos. La naturaleza es el modelo del poeta desde los griegos, pero el tiempo moderno impone al hombre la condena de abandonar su ser natural y Ia cibernética lo amenaza con transformarlo en máquina Naturaleza e historia parecen correr por senderos distintos y hasta contrarios. Recuerdo aquí dos líneas del poenur Dejection: an ode (1802), de Coleridge: And haply by abstruse research to steal/ from my own nature aII the natural man En los románticos Ia naturaleza no solo era el modelo ideal de la belleza, significaba el fondo de la existencia espiritual del hombre y la poesía y el lenguaje los vehículos para recobrar el espíritu natura} la comunión- Paz cree en el ideario de respeto a


Miguel Angel Roüíguez

la naturaleza no sóIo por Ia imagen de la inocencia o por el placer que su existencia provoca a los sentidos, junto a Schiller cree en ella "por el mero hecho de ser naturaleza." Octavio Paz escribe que el rimo poético contiene o prefigura un lenguaje. Así que toda expresión verbal implica un ritmo, la prosa y el verso lo llevan denEo. Pero la prosa puede sobreviúr sin eI ritmo, Ia poesía no. Escuchemos esta idea de Ia conversión del conocimiento racional a conocimiento poético que Paz nos ofrece: "Dejar aI pensamiento en libertad, divagar, es regresar al riUno; Ias razones se convierten en correspondencias, los silogismos en analogías y la marcha intelectual en fluir de imágenes. Pero el prosista busca la coherencia y claridad conceptual' por eso se resiste a la corriente útmica que, fatalmente, tiende a convertirse en imágenes y no en conceptos." Escapar de la sombra mortecina de los conceptos para ampararse en eI árbol vital de los sentimientos. Octavio Paz aspiraba a cumplir el programa del romanticismo alemán. 1¿ (tanza contra la tediosa marcha. La poesía es Ia forma natural de expresión de los pueblos, Ia prosa aparece tarde y nace de la desconfianza en la poesía, de Ia cual Parménides y Platón son un elocuente ejemplo. El avance de la prosa se refleja en la dominación sobre las palabras, en Ia castración de las inclinaciones naturales del idioma. Para Valéry la prosa es una marcha y la poesía una danza. Resulta clara la intención del poeta por identificar Ia prosa con el pensamiento racional y científico. El comportamiento lineal y geométrico, cartesiano, es su figura ideal. Discurso demostrativo, especulación e historia son sus formas de er<presión Como donde quiera, las excepciones existen. Se han escrito libros en prosa que son poemas' que no obedecen ninguna ley sintáctica, lógica o conceptual , Los cantos de Maldoror y Alicia en el pak de las maravillas son ejemplos de ello. Su eslructura está precedida por la imagen y eI ritmo, la pausa y eI sonido. Mientras tanto, Ia libertad de la poesía conjuga el riüno, la imagen y el sentido en una unidad indiüsible. Esa fue una de las razones que permiten comprender el entusiasmo de los poetas franceses por eI romanticismo alemán. Era la rebelión contra las formas silábicas de versificación y contra su significación decididamente racional: "en el alemán, como en eI inglés, eI idioma no es víctima del análisis racional. El predominio de los valores rítmicos facilitó la aventura romántica." Octavio Paz siguiendo a Charles Baudelaire, la presencia más intensa de este libro, sostiene que todo es correspondencia y significación, el poeta es el traductor de los lenguajes de la naturaleza' Ritmo y analogÍa, fantasÍa e imaginación, naturaleza y cosmos son recursos de Ia creación romántica. Es Ia victoria "de Ia imagen sobre eI concepto, y el triunfo de Ia analogía sobre el pensamiento lógico." La poesía moderna de Francia inició con la prosa romántica de Chateaubriand y Rousseau: "Ia prosa deja de ser Ia servidora de Ia razón y se r,uelve el confidente de la sensibilidad. Su ritmo obedece a las efusiones del corazón y a los saltos de la fantasía. Pronto se conüerte en poema." La imagen hace estallar a la descripción y con Lautréamont muere eI discurso de la demostración. "Nunca ha sido tan completa la venganza de Ia poesÍa." EI escenario de Ia creación poética es eI lenguaje, la imaginación y la fantasía. Ironía, pausa rítmica y humor. Mallarmé aporta la música para Ia literatura, para Ia lectura y el entendimiento de los sentidos interiores. Como el propio Mallarmé apunta, su poesía impresa en caracteres de tamaños diversos y con fuentes de letras también distintas aspiran a constituir "subdivisiones prismáticas de la Idea." La fugacidad del tiempo y el moümiento perpetuo del hombre que es tiempo, impiden una visión total de Ia realidad: "nuestra aprehensión es parcial y sucesiva. Además, es simultánea: visual, (imágenes suscitadas por eI texto), sonora (tipografÍa: recitación mental) y espiritual (significados intuitivos, conceptuales y emotivos)." Su poema busca la fusión del verso libre con la prosa. Lamentando la pobreza o ausencia rítmica y Ia falta de exploración de toda Ia potencialidad que encierra la forma poética de Mallarmé, Octavio Paz opina que "gracias a Mallarmé la lengua francesa ha desplegado en este medio siglo las posibilidades que contenía virtualmente el romanticismo alemán. Al mismo tiempo, por camino distinto al de Ia poesÍa inglesa, pero con intensidad semejante, es palabra que refledona sobre sí misma, conciencia de su canto. En fin, dice Paz arrojando su jücio, la poesía francesa ha destruido la ilusoria arquitectura de la prosa y nos ha mostrado que Ia sintaxis se apoya en un abismo." En Francia, donde el discurso ilustrado de la Razón parecía devorarlo todo se levantó, como cien años antes lo hiciera eI romanticismo alemán, la mayor rebelión del espíriru. En lo que se refiere al mundo hispánico, la versificación es más libre debido aI golpe rítmico de los acentos tónicos, a que los metros no exigen acentuación fija, a valores silábicos variables de esdrújulos y agudos, a la disolución de diptongos y/o utilización de sinalefas. Es una tensión entre versificación silábica y acentual. El verso hispánico es "una combinación de acentos y medida silábica". Danza y relato lineal, movimientos y sonidos,

CA]ANEGRA


Octaüo Paz e Isaiah Berlin: Iibertad a contracorriente trotismo y éxtasis místico. Barroqüsmo y misticismo. "Casi todos nuestros poemas se pueden bailar y cantar... el verso español lleva espuelas en los vieios zapatos, pero también alas." Por eso nuestros prosistas de manera natural, con el ritmo natural de su tradición, relatan y describen, cuentan con imágenes y construyen esculturas con los conceptos. José ortega y Gasset, el filósofo español, es la figura más adecuada para ilustrar esa tendencia. En español la prosa se r,,uelve poética que evade el discurso y la teoría. Al referirse a Antonio Machado observa que la principal aportación de sus ideas poéticas es la intuición de que la poesía es "esencial heterogeneidad del ser". Esa idea de Machado había sido encontrada por el filósofo Daüd García Bacca años atrás. Pero lo que me parece en realidad notable es la crítica que paz levanta contra Machado ¡ror la reticencia y crítica que éste levanta contra el simbolismo francés y sus imágenes revolucionarias. Los juicios de Antonio Machado le parecen severos y, lo peor, hijos de Ia incomprensión. ¿CrÍtica octavio paz a Machado pensando en Alfonso Reyes? Y la imagen. La belleza conr,ulsiva de la violencia y el escándalo era el programa de los surrealistas. Los enfientamientos visuales y emocionales de los contrapuestos. EI encuentro fortuito sobre una mesa de disección entre 'na máquina de coser y un paraguas de Lautremont es un caso representativo. Miró, Magritte, Dalí y el ready made redondeaban el conjunto. Esta fue la indefinible identidad poética que Octavio Paz muestra desde sus primeros Ircemas. Rachel Phillips autor de Las estaciones poéticas de Octavio Paz (Fondo de Cultura Econoómica , 1976 ), realiza un puntual seguimiento de esta estrategia creativa y descubre su fascilante artilugio en ¿Aguila o sol? {f 949- 195 0) , La estación violenta, (19 S 7) y Salamandra (t962). De igual manera, Phillips reconoce tres puntos de coneión entre la creación paciana y el surrealismo. El énfasis en la palabra, el tratamiento de la imagen por yuxtaposición de contrarios y la fundamental imagen del doble: impensable cuando se pretende abordar el üalogo con la otredad que somos. Así resume Ia actitud del poeta frente al surrealismoi " Paz fue surrealista en la técnica cuando le conyino y de Ia manera que Ie convino, utüzando Ia despersonalización de la emoción y Ia dislocación de la imagsn para realizar la angustia que estaba comunicando a través del poema." Por eso para Octaüo Paz "la imagen es cifra de la condición humana" Así abre zu

reflorión sobre la importancia que las metáforas, símbolos, mitos, fábulas, alegorías, comparaciones, etc., consütu1'en para Ia poesía [a imagen como todos las palabras es proteica. No obstante, la imagen poética es capaz de trascender la oposición de los contrarios sin eliminar ninguno de ellos. La tensión de sentimientos contrarios en el pecho de los hombres es un tema clásico. Frtipo y Antígona se debaten, respectivamente, entre la fatalidad del destino y la libertad del hombre y Antígona entre la sahación de la ciudad o la salvación del alma. Aquiles conjuga el debate interno entre la amistad y la piedad. euevedo definiendo d amor lo delara enemigo de sí mismo: el amante ama a su verdugo. La imagen vuelve unidad la üversidad real No homogeniza, a través de Ia abstracción, los objetos o las cosas, por el contrario, afirma la concreción de las contradicciones e imaginativamente las supera. Con frecuencia al precio de romper la primera regla de la definición La imagen no siempre define positivamente un objeto, muchas veces dice más lo que no es y, en ouas, funde esc¿rndalosamente a los contrarios. El surrealismo. La lógica dialéctica -anota Paz- es útil para salvar algunas imágenes que üolentan el principio de idenüdad, pero la mayoría de las ocasiones resulta estéril. La tríada tesis, antítesis y sÍntesis termina casi siempre devorando alguna de las imágenes primeras. Por ello ni Hegel puede enderezar el entuerto. Más aún, también pata La ciencia de la lógica Ia imagen es una construcción irresoluble. La imagen es por lo tanto una herejía para las pretensiones del conocimiento científico. Aquí resuenan los ecos de la aguda y certera cúüca que Léq, Strauss levantó contra las argurnentos de Jean Paul Sartre expuestos en stt Crítica de la razón dialéctica Ia nota central de ese libro es l,a dasificación de la mentalidad salvaje como un pensamiento inferior, prelógico diría Lévy Brhul. En 1962, antes

de Ia segunda edición de El arco y la lira, Lévy Strauss escribe en "Historia y dialécüca", el último capÍruIo de EI pnsamiento salvaje, que "el pensamiento salvaje es lógico, como lo es el nuestro..." Octaúo Paz sentía una gran admiración por el antropólogo francés y seguía de cerca su trabajo. AsÍ fue como incorporó en una nota a pie de Págna, para la segulda edición (1967), el descubrimiento que fortalecÍa su defensa de la diversidad y la negación de los centros de gravedad: la danza de las culturas. I¿ naturaleza compleja del lenguaje y su lógica ha llevado a filósofos como Husserl y Russell a la elaboración de


Miguel Ángel Rodríguez

que se erige eI edificio de la nuevos sistemas lógicos. EI propósito -observa el poeta- es acabar con eI error sobre eI Xirau que desde Invesrirazón occidental las verdades claras y distintas del credo cartesiano. Nos recuerda RamÓn en Husserl "decadencia, gaciones lógicasson declaradas en crisis las matemáticas y Ia tógica. Pero ello no significa y a la vez, para fundamentarlas y necesarios principios universales sino únicamente crecimiento, debemos buscar intento yerdaderamente heroico, fundamentar Ia filosofía como ciencia rigutosa. " que a éI lo desgarraban' Armado Octavio paz construye una respuesta satisfactoria aI nudo de contradicciones español José Gaos imparte en humanista de las lecciones de filosofía que, por invitación de Alfonso Reyes, el pasilse por alto que Ia tesis debe poética. No México desde 1939, Octavio paz piensa en los fundamentos de su figura central en su aprendoctoral de Gaos fue sobre Edmund HusserL La critica aI psicologismo en Husserl. otra cosas, eI hermoso libro de dizaje filosófico fue el filósofo español Juan David GarcÍa Bacca, que tradujo, entre otras

Heidegger sobre Ia poesía de HÓlderlin.

y Heidegger que regresa a Parménides Con Edmund Husserl que subraya la necesidad de "volver a la cosas mismas" proveniente ¿s 165 milesios, octaüo Paz (et apeiron) monismo para buscar 11na respuesta que no paralice aI ser con eI general de Ia poética' teorÍa para cualquier negar y autodestructivas

propone formas no menos contradictorias que sea en la poesía, esencialHusserl encuentra en la razón eI fundamento de su filosofÍa. Pero el hecho de al filósofo alemán' mente, donde MartÍn Heidegger busca penetrar eI corazón del ser, lo une inüsolublemente la creación poética' a Paz Razón y poesía, permanencia y movimiento son las incompaübles respuestas de Octaüo y por la otra Martín por un lado Ia idea husserliana de una "...ciencia estricta que supera y suprime lo histórico" EI hombre fluyendo y Heidegger que concibe al hombre como posibilidad de ser, siempre en cambio movimiento. Octavio Paz, como de Occidente F.n conceptual mil esa trampa que voces. son como el tiempo. Siempre una voz tantdsmo. antes su profesor Schopenhauer, voltea hacia el Oriente. EI resuelve la contradicción La crítica a Ia razón occidental desde Ia sabiduría de Oriente. I-a civilización occidental y simultáneamente: "Tú aquello con una dispnción, o esto o aquello; la oriental Io hace con una conjunción: esto estas doctrinas "Todas Paz eres aquello.,,Budismo, hinduismo y taoísmo son semejantes a este respecto. Escribe que pero hay un momento reiteran que la oposición entre esto y aquello es, simultáneamente, relativa y necesaria, vacuidad que Ia enemistad entre los términos que nos parecían excluyentes." Lo vertiginoso es inmóvil, la cesa es la plenitud, la

en

üda es Ia muerte. antes Octavio paz recuerda que esta idea de reconciliación entre el hombre y eI mundo no es sólo occidental, con comunión de instantes como "...eI vacÍo que Hegel lo intentara poitu úa de la raz6rr,los upanishad concebían los contrarios. de el ser." Así inician los trabajos para encontrar las correspondencias cósmicas fórmulas carteEsta experiencia es estrictamente personal y por ningún motivo es expresable en conceptos o Octavio sianas. "La doctrina nos muestra eI camino, pero nadie puede caminarlo por nosotros." El camino es, en puede saberlo, paz, un desaprendizaje u olvido de los principios de la razón y sólo quien alcanza la plenitud La que realmente'" somos lo olvidado: que hemos lo poema recordar hace nos "El aunque nunca pueda expresarlo. resurrección de los sentimientos. de los opuestos La verdad es inefable. El lenguaje no pude nombrar Io absoluto, "...no puede trascender el mundo pero imagen poética no la sobrando, sale relativos e interdependientes, del esto en función de aquello." El lenguaje que es la realidad de Ia fusión. Ia prosa, En la imagen la pluralidad de significados no se diluye como si ocurre con Ia definición unÍvoca de la palabras llevan ahí grandes flechas indicativas del objeto aI que corresponden. Pero, ¿cual es el sentido de Ia poeta imagen en la unidad de significados contradictorios? La significación se Ia ofrece la experiencia personal del y el hecho mismo de ser una obra. EI poeta "crea realidades dueñas de una verdad: Ias de su propia existencia." Son verdades auténticas y valen dentro del cosmos de Ia estética. Por lógicamente aberrantes que pilezcan, contestan preguntas que no pueden ser contestadas por Ia razón geométrica: Ias preguntas fundamentales del hombre. Las formas del conocimiento puestas en juego para dar sentido a una palabra son diferentes. La razón describe, Ia percepción poética de la imagen recrea las vivencias. La lógica del discurso se disuelve en la lógica de Ia imagen, escribirá años más tarde en Los hiios del limo, que Ia La idea de Ia autonomía y singrrlaridad del lenguaje poético conduce a Octaüo Paz a la afirmación de palabras y imagen se explica a sÍ misma. Su sentido es ella misma. No ocurre así con Ia prosa, donde las frases las

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Octaüo Paz e Isaiah Berlin: libertad a contracoriente

msiempre intercambiables,

es posible pensar en diferentes formas de ordenación de las palabras de un silogismo por alcanzar más claridad, ejemplo. Las palabras en la prosa siempre están en referencia a otros vocablos. ¡ra Eo la demostración es su prueba de fuego. Ia imagen poética prescinde de la demostración, ninguna metáfora puede ser sujeta a las pruebas de verdad del aáIisis. Las imágenes no pueden ser explicadas o interpretadas. Como escribe Marcel Ra),mond en su espléndido h,o De Baudelaire al surrealismo después de nombrar eI abismo azuJ. y floreciente de Rimbaud: "En todos los G¡sros, se penetra en un mundo que contradice las leyes del equilibrio, pero que emana de un pensamiento dotado deuna plasticidad extraordianaria, que parece liberado de la lógica y de las "categorías" de lo sensible." Ias imágenes que atraviesan Ia obra de Paz son múltiples. Entre ellas habría que sentar un principio: la palabra. EI hro de poemas Ala orilla del mundo (1942) es inaugurada con el poema "Palabra". A la búsqueda de Ia palabra que fuda experiencia y expresión: el poema. Las palabras estallan purulentas o mueren de sed: "Hoy sueño un lenguaje de cuchillos y picos, ácidos y llamas. Un lenguaje de látigos. Para execrar, exasperar, excomulgar, expulsar..." Desconfiar de la razón que pone vendas a los ojos para negar el infinito. Los juegos y los jugos de Ia lengua. La imagen del doble, que se pierde en los orígenes de Ia literatura, ocupa un lugar de privilegio en la obra ¡nciana. Si el subconsciente y Io sueños, la presencia y la ausencia, el amor y la muerte, la nada y el ser aparecen como dualismos inescindibles en el surrealismo, el diálogo entre eI yo que soy y el otro que no soy emerge más rumo necesidad creativa que como recurso literario. "Déjame, sí, déjame, dios o ángel, demonio./Déjame a solas, turba angélica,/solo conmigo, con mi multitud." Ahora bien, un antropólogo del tiempo presente, Ricardo Pozas Horcasitas, cree identificar un "fundamento epistémico" en la prosa ensafstica de Octavio Paz. En un artículo sobre "La libertad en el ensayo político de Octavio Paz", eI antropóIogo escribe que la poesía "...es irreductible a las ideas y a los sistemas". un acto del discurso que rompe con las verdades establecidas en el lenguaje publico y en los sistemas de pensamiento cerrados, acabados, creencias fijas en la atemporalidad de los absolutos- Avanzar en el conocimiento de la sociedad es también, y de manera esemial" deconsnuir las verrdades estable cidas que el lenguaje político ha cosificado como discurso de gobienro y mediante el ctraf se da a la sociedad una imagen de sí misma. La vocación heracliteana del poeta. La verdad de la poesía está sobre el aire de ta palabra- En realiltrad se ffid del reconocimiento de que "el poeta es un ser aparte, un heterodoxo por fatalidad congénitq siery¡e dice'ña tosa' incluso cuando dice las mismas cosas que el resto de los hombres de su comunidad'- Así, el str poeta ewuetve la creación del ensayista polÍtico. Es este mismo ser eI que conduce a Octavio Paz a mantener cm los clícicw de la política una "filiación polémica". Abrazo y combate. Adolfo Castañón, el intelectual que mejor ha comprendido eI espÍritu ensayista del poet4 nm descuhe con inteligencia el miedo del poeta a Ia identidad, se trata quizá de Ia certeza de la incompletud qtre oñece la somhra con todo lo frondoso que sea, de un sólo árbol del conocimiento. La modernidad se sosüene sfu€ Gl carrüfu de la pasión crítica. la de Paz es también una cultura de la conversión y de la transñguraciirn pG y a traves de la poesía y la crítica. Las múltiples identidades literarias y culturales de Pdz, ss meranorfosis, hablan antes que nada de una desconfianza de Ia idenüda{ es decir det rxx¡ittr,e Si los signos están en rotación la verdadera identidad está en la poesía en movimimto.

Lo que Castañón nombra es la pasión crÍtica e irónica del romanticismo. Más que como literatura, el romanticismo es en Ia vida de Octavio Paz una moral, una polÍtica y una eróüca Ia divensidad y la pluralidad son aguas de aquella fuente. También son el origen de su desencuentro con las izquierdas delpaís, que amaban casi siempre una verdad inmutable, científica y, lo peor, única y universal. Si en la esfera de la creación Paz defiende Ia "radical heterogeneidad del ser" y su libertad de trascendencia apoyándose en Heidegger o en el noscete ipsum de los griegos, su ilrgumento a favor de la diferencia en la esfera de la vida pública proviene, indudablemente, de los liberales. Es Castañón quien mejor sintetiza el contenido de los vasos comunicantes entre historia y poesÍa en la obra de Paz.

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Miguel Ángel Rodríguez

Porque si Ia poesía es una ascesls espiritual, un ejercicio de liberación interior y no una práctica mundana, en la historia de la poesía encarna la historia de la libertad y la biografÍa de un poeta -üda hecha de palabras: palabras que engendran üda- es la historia de su liberación, de su

libertad bajo palabra.

El interés de Paz por la libertad üene entonces una doble fuente que, para Castañón, invalida el reclamo de varios críticos que, sin entenderlo y desde un solipsismo literario, "reprocha(n) apaz su interés en la historia,,. Una vez llegado aquí las preguntas saltan ineludibles: ¿A qué estirpe de liberales, o libertarios, pertenece nuestro poeta? ¿Qué filósofos y pens¿ds¡ss alimentan, directa o indirectamente, su "energÍa eterna"? ¿eué sentido tenÍa ser liberal y mexicano a un üempo? Estas y oúas interrogantes, con el temor nacido de la profunda admiración a una obra tan sempleja y erudita, y la confesada imposibilidad de agotarlas en un espacio breve, justifican la naturaleza de este te)rto- Naturaleza que no ignora que en Octavio Paz, como Ortega y Gasset observó en Goethe, ,,la contradicción.. adquiere casi eI valor y eI rango de un método". En Paz la poesía romántica y el surrealismo habrán de ocupar un lugar priüIegiado y, con ello, la unión de los contrarios o la yuxtaposición de los absurdos adquiere carta de naturalidad en la reflexión del poeta. La conversión en algo radicalmente otro de los extremos contrapuestos. Habrá que atisbar a sus influencias excéntricas para comprender la solución que Octavio Paz nos brinda, a mod.o de síntesis provisionales, del fenómeno de fusión de las contradicciones. Habrá que tener lo anterior muy presente a la hora de comprender su pensamiento polÍtico. Así pues, la oposición que Octaüo Paz mantiene contra el Gutag del Este se ex¡rlica, además de su saludable escepticismo, por la conücción de que la pluralidad de las culturas y las ideas es la tierra natural de Ia imaginación fértii. Las pretensiones de absoluto de los Estados totalitarios, del signo que sean, terminan repitiendo la historia de las inquisiciones y los holocaustos. A nombre de la religión, la ciencia o la razón redentora, Ia pretendida homogeneidad del ser humano desemboca en persecución, condena, cárcel, manicomio o asesinato. En pocas palabras, eI poeta huye del terror del universalismo abstracto que funde causas y fines, razón e historia, naturaleza e historia, ideologÍa y utopía. Conclusiones

IsaiahBerlin encuentra en su suelo primigenio, Rusia, el romanticismo alemán que le sirve de saüa para rechazar los üiunfalismos de la visión geométrica propia del pensamiento occidental. Giambattista Vico, Johann George Hamann y Gotfried Herder tejen una trama d.e argumentos que se rebela contra eI mundo gris d.e perfección \a racional y su futuro feliz. Octavio Paz, por su parte, ex¡llora en el mundo prehispánico y la historia de México, en eI pensamiento místico y el siglo de oro español, el romanticismo francés y alemán y, sobre todo, en el surrealismo, las opuestas y contradictorias ex¡rresiones del ser. Tambien, con Luis cenruda, se deslumbró con el romanticismo inglés. y en México sacralizó el modernismo -para Octavio Paz et inicio del verdadero romanticismo. Los dos, el judío ruso y el mexicano andaluz, se aliment¿¡pa de las tradiciones especulativas y místicas del mundo oriental. EI abrazo y la fidelidad al pluralismo axiológico se comprende mejor cuando se espía la conr.ulsiva y descarnada realidad histórica que les tocó vivir en Ia lnfancia Ia Revolución Rusa y Ia Revolución Mexicana, los primeros movimientos justicieros del siglo )OL Ambas violentas y con olor a pólvora militares y delirio justiciero. Los orígenes familiares de Octavio paz lo conectan con tres culturas: la árabe, la española y la mexicana. Isaiah Berlin, como es sabido, era un judÍo nacido en Rusia- Ia Revoh¡ción de Ocnrbre de lglT lo condujo aI exilio. A los doce años llega al centro de Occidente y aprovecha fecundamente la cultura inglesa También octaüo Paz conoce el exilio, pues su padre, de cepa revohrcionaria" es por un [emFo el representante de Emiliano Zapata en Estados Unidos. La cabellera rojiza d.e Octavio Paz to hacía fisicamente inubicable tanto en eI vecino país norteño como en su propia tierra. "Tienes un hijo visigodo" le dijo Antoni oDíazSoto y Gama a su padre eI dÍa que lo conoció, después en Estados Unidos el desconocimiento de la lengua inglesa le arrojó su otredad. La humillación colectiva por no saber decú cuchara en la otra lengua lo enfrentó a golpes con sus compañeros de grupo. Ese forcejeo ontológico lo marcó para siempre. La voz de la otredad... Bien podría decirse que tanto el historiador del pensamiento como el poeta mexicano cargan en sus historias

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Octaüo Paz e Isaiah Berlin: libertad a conüaaorrierre

personales el destino nebuloso de los pueblos melancóIicos. Los historiadores del carácter de los pueblos dirían, pienso en Roger Bartra y su documentada historia de Ia melancolía, que prevalece en el espíritu de ambas obras las huellas de la saudade en el alma. Después de todo la melancolía sobreviene por la meditación profunda y grave, eI €xrceso de estudio y de amor a la filosofía y, lo más importante -anota Roger Bartra- "que tradicionalmente se consideraba a Ia melancolía como una enfermedad judía. Marcel Bataillon se ha preguntado si la melancolía española tiene una raíz renacentista o bien un origen judío." La melancolÍa era un mal de frontera, una enfermedad de la transición y del trastocamiento. Una enfermedad de pueblos desplazados, de emigrantes, asociada a la üda frágil de gente que ha vivido conversiones forzadas, y que también ha enfrentado la amenaza de grandes reformas y mutaciones de los principios religiosos y morales que los orientaban. Un mal que ataca a quienes han perdido algo o no han encontrado todavÍa Io que buscan y, en ese sentido, es una dolencia que afecta tanto a los vencidos como a los conquistadores, a los que huyen como a los recién llegados. EI tema de la enfermedad del alma es fascinante. Me basta por ahora subrayar que tanto Berlin como Paz provienen de culturas proclives a la melancolía. Santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz la mencionan en sus moradas y noches oscuras. EI laberinto de la soledad y pensadores rusos ilustran nítidamente las añoranzas por la grandeza alguna vez imperial de sus culturales primigenias. En realidad, lo que me interesa es precisar que hablamos de dos outsiders. Berlin y Paz coinciden plenamente en la intencionalidad de fundir racionalismo y romanticismo. Igualmente en la idea de relacionar polémicamente pluralismo y liberalismo. El centro de Ia crítica de Octavio Paz a] frío cálculo de Ia razón no termina, como en la mayoia de los románücos, en la defrenestación absoluta del ideario moderno. Más apunta en Ia dirección de revalorar y levantar la razón contra ella misma: Ia crítica de la razón kanüana. La posibilidad de disentir, de negarse a la uniformidad es, después de todo, un producto de la razón liberal Pero lo que si se debe arrancar desde la raíz es la visión rectilínea de la historia universa}'la estupida rdigión del progreso". Nuevamente Octavio Paz toma distancia de la rradición liberal que lla de tocke a Kant l. de John Stuart MiIl a John Rawls: en todos ellos, según el estudioso de la obra Berlin, John Gral', se conñgura rrna filosofiía de la historia compatible con la idea ilustrada del progreso. EI romanticismo es una fuente de su aversión a l,a idea de progreso. Aunque es conocida también la crítica de Alexis de Tocqueville a la sociedades consumistas y lu§ares que emergen de la sed de ganancias económicas, al respecto apunta: "Nuestro hedonismo no es una filosoña del placer sino una abdicación del albedrío y habría escandalizado, por igual, al dulce Epicuro y al foenético Donaflen de Sade. El hedonsimo no es eI pecado de las democracias modernas: su pecado es su conformismo, la lrrlgaridad de sus pasiones, la uniformidad de sus gustos, ideas y conviciones." Octavio Paz rechaza por todos los medios eI sentido de utilidad que conlleva la idea del pmgreso. Al comentar, por ejemplo, la caída del socialismo realmente existente y Ia l.uelta al predominio del mercado en el mundo occidental escribe "el mercado es un mecanismo eficaz, pero, como todos los mecanismos, no üene conciencia ni tampoco misericordia." El mercado es impersonal, "sin rostro, sin alma y sin dirección y por dlo la amenaza contra el arte ya no proviene de una doctrina o de un partido político, sino del funcionamiento de los engr¡rnes económicos. Y sin embargo Paz, pese a la condena moral, se encuentra muy distante de pro¡rcner la eliminación de los mercados. Más aún, elogia el sentido pragmático del mercado: "...ha sido oeador de culturas y l'ehículo de ideas, hombres y civilizaciones." Ahora bien, puesto en su tiempo político, Octalio Paz se inclinó por un México de instituciones modernas y liberales que destierren de una vez al tradicional pauimonialismo semiburocrático que impide eI florecimiento del espíritu liberal y la consolidación de la demoaacia Y encuentró que la creación de un mercado liberalizado es Ia condición para ese tránsito histórico. En ese sentido escribió varias veces que eI gobierno de Carlos Salinas y Ia privatización de Ia economÍa pueden contribuir a la transformación de las instituciones políticas del antiguo régimen. ¿Un pensador contradictoriamente románüco y liberal al mismo tiempo? Isaiah Berlin también pretende reconciliar algunos de los pensadores del credo liberal con los románticos. A lo largo de la obra de Berlin es posibe observar, alternativamente, ora el rescate de un liberalismo sutil cercano a las fusiones de John Stuart Mill ora el idealismo antiutilitario del romanücismo alemán. Por ello John Gray ha escrito


Miguel Ángel Roüíguez

que, en ocasiones, se trata de un liberalismo agonista no totalmente afortunado. EI péndulo de Vico y Herder y Iuego de regreso a Mill no siempre sale muy bien librado de las mutuas aversiones axiológicas. pero el historicismo de los románticos se levanta como la clave para "Ia reconciliación entre eI racionalismo y el voluntarismo romántico que trata de alcanzar y del status del liberalismo en su seno." La síntesis de esta amalgama de veneros filosóficos desemboca en la afirmaciónberliniana de un "universalismo mínimo". El horizonte de Ia humanidad no puede estar al margen del reconocimiento a una cantidad limitada de normas sustantivas, que son diferentes de una cultura a otra, pero que tejen una base mínima de moralidad sobre la cual juzgar Ia justicia y la equidad de las relaciones humanas. Este horizonte común de la humanidad en eI que Berlin confía üvamente, es un vallad¿rr para la expresión de voluntarismos y particularismos dogmáticos y radicales. De la misma manera, la idea de libertad de Berlin siempre se encuentra relacionada con la identidad singular de los sujetos. Tradiciones, creencias y usos culturales. El acto de la elección radical se encuentra así limitado por esas lealtades particulares y Ia libertad, aún siendo considerada, como en el pensamiento de Berlin, como autocreación humana, no alcanza las formas exEema de la libertad romántica o nietzscheana. Ni la formación individual ni las formas culturales son resultado de voluntarismos. Es decir, Ia libertad de elección radical es un acto de autocreación humana conücionada por el lenguaje y la memoria histórica, de tal suerte que raramente es un acto de voluntarismo en eI sentido románüco radical. y el liberalismo así no resulta privilegiado. El núcleo del pensamiento d.e Isaiah Berlin tiende más a destaca¡ los fundamentos históricos del pluralismo. Este primacia del pluralismo es un golpe muy severo al utilitarismo de Bentham- Pues la éüca utilitarista se basa en el juicio, por cantidades de utilidad, en la superioridad entre bienes- Y la conclusión tiene su origen en la comparabüdad de los mismos. ¿Qué oclure entonces cuando se afirm+ como en elpensamiento de Berlin, que los valores y los bienes son incomensurables? El cálculo de la felicidad de Bentham se desmorona Imposible dimensionar bienes distintos e incomparables en una escala estandarizada. El pluralismo de valores no es, pues, un debate filosófico abstracto alejado de la üda práctica. Por el contrario, se úata de una perspectiva histórica y moral que orienta cada una de las elecciones de los seres humanos en su proceso de autocreación. Pero la afirmación del pluralismo ético, con base en la inconmensurabilidad de valores, y la imposibilidad racional y objetiva de presentar un sistema coherente y único de moralidad política, sep¿pa a Berlin de la mayoría de pensadores liberales que sustentan la existencia de "una estructura de derechos conjuntamente posibles (Hillel Steiner), o un sistema de restricciones secundarias enlazadas (Robert Nozick), o un conjunto de necesidades básicas (Rawls)." Isaiah Berlin rechaza esos planteamientos con el argumento incuestionable de la incompatibüdad de los valores. La utilidad puede entrar en conflicto con la libertad, la libertad con la igualdad, la indiüdualidad con la comunidad. Cada uno de esos valores o bienes políticos es un fin último: Las rivalidades entre ellos no pueden ser superadas a través de ninguna teoría moral. Y aunque es ferviente admirador de la übertad como centro del liberalismo, "niega que pueda haber una teoría del derecho fundamental a la libertad." yrefulge claramente en este momento la huella del espíritu romántico y su aversión a la idea de sistema. En fin. Un liberalismo agonista En síntesis, tanto Octaüo Paz como Isaiah Berlin lograron morigerar, con sus inter¡rretaciones creadoras, la soberbia filosófica y culrural del mundo de Occidente. Volvieron al primer plano del debate políüco e histórico el signo de la pluralidad romántica y liberal: cada cultura tiene su propio centro de gravedad.

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Octavio Paz Homenaje y Profanación f,liguel Pérez Maldonado Afirmo que la poesía es irreductible a las ideas y a los sistemas. Es la oüa voz. No la palabra de la historia ni de la antihistoria sino la voz que, en la historia, dice siempre otra cosa. Octavio Paz Advertencia Siguiendo las ideas de un Huizinga o un Callois sobre el sentido lúdico de las culturas, para el poeta de Mixcoac el juego es un elemento ("L" mento) constitutivo. En el presente escrito, a manera de homenaje, se despliega un juego de relaciones y analogías eqüvalente al vaivén azaroso de un balón en un juego de pelota.

Hacia el Origen

A los textos que datan de 1935 a 1943, Octavio Paz los denominó Primeros escritos,no hay que tomar de manera literal esta cronología: pese a ser los primeros, son temhién los postreros. Todo origen, lo recuerda Carlos Fuentes, es mítico. A diferencia de la noción de inicio o de comienzo, que üene una fecha exacta y sin punto de retorno. Paz es un poeta original, se conduce fuera del margen del libro de Horas. Su obra está contenida por un puñado de asuntos e impregnada por las cualidades sin tiempo del mito. Podría ser, incluso, una variación universal sobre el mismo tema; la libertad. En aquel entonces -1935-1943- Paz simpatizaba con los ideales del marxismo. Sin embargo, afirmar que ,,Ia poesía es irreductible a todo sistema", implica una contradicción entre Io que se piensa y Io que se intuye, entre el ensayo y la poesía. No sólo es una lucha de géneros, también dentro de su misma obra ensayística hay ciertas contradicciones. A principios de los cuarenta escribió: "La realidad -todo lo que somos, todo lo que nos enyuelve, nos sostiene y, simultáneamente, nos devora y alimenta- es más rica y cambiante, más viva que todas las ideas y sistemas que pretenden contenerla". En aquellos momentos su noción de la poesÍa se contrapoúa con su afinidad marxista: dogma que aprehende toda la realidad y la explica a través del determinismo histórico. ¿Es comprensible que Octavio Paz no arremeta contra el mardsmo durante su época de juventud, pues siguiendo sus ideas todo conocimiento mutila la realidad? Acaso pedir congruencia a un escritor como Octavio Paz, o a cualquier otro pensador, no es pedir imposibles: el hombre se debate entre ideas contradictorias a lo largo de su vida. Peor aún, pedirle congruencia a un poeta que se debatía en la unión de los contrarios, es decir en las incongruencias, parece ser una exigencia forzada. Un intento de perturbadora falsedad por parte de quienes, rarefaciendo, encuentran un Paz asépücamente congruente. No está por demás recordar que fue un hombre de su tiempo: la modernidad es hija de la crÍtica y su ejercicio implica contradecirse. Toda crítica inicia por la autocrítica, dirÍa el poeta. La misma conclusión a la que llega Octavio paz sobre Sor Juana Inés de la Cruz -fue una mujer de su tiempo y por ello regaló sus libros y se puso a rezar- se puede transferir a él mismo: fue un hombre de su tiempo que encumbró el ejercicio críüco a la misma altura de los pensadores modernos del siglo )fr. Enun ejercicio ecuménico por comprender la condiciónhumana, elfilósofo francés Edgar Morinnos recuerda, en zu enciclopédica La méthode, que el hombre es profundamente antagónico: "L'antagonisme demeure un principe


Miguel Pérez Maldonado

génésique, générique et générarif [El antagonismo es un principio genésico, genérico y generativo]". La congruencia con las ideas propias, o entre la obra y la vida, son, cuÍrnto más, meras aspiraciones. Es empíricamente imposible encontrar un hombre congruente, así en bloque, consigo mismo. Exigencia peligrosa desear hombres impecables, fieles seguidores, ad perperum, de sí mismos. Fn ltinerario, ensayo que se ocupa de hacer un recuento de sus ideas polÍticas, señala que durante su juventud üüó: "la oposición entre Io que pensamos y sentimos". Contrario a las afirmaciones de Manuel Ulacia: "Desde un principio su poesía y su prosa han estado íntimamente relacionadas. Se puede afirmar que su prosa funciona como base teórica de su escritura poética. Este fenómeno se presenta ya desde sus primeros años de creación: entre los ensayos de Paz y sus poemas hay una profunda interrelación". En sentido opuesto, considero que en las primeras letras de Paz, entre su poesía y su ensayo y dentro sus mismos ensayos, existe una clara contradicción. Una tensión argumentativa que no se resuelve. Parecida quizá a la natural tensión de la poesía: entre sentido y sonido. Cuando se presentan vasos comunicantes entre poesía y ensayo, es la primera la que sirve de telón de fondo -o si se prefiere de música de fondo-, dando vida a sus ideas. Si lo que se escribe es lo que se es, como así pensaba Octaüo paz, el poeta mexicano estaba tocado por rma ambigüedad ütal. Un touché quLe no se resolvería ni en sus ultimos escritos. Origen de su misma poética: la unión de los contrarios. Para ilustrar mejor la idea de que el hombre es su texto, cito una parte del poema "Refutación de los espejos": "Yo he imitado y te pedí un manojo de frases: tel las regalo para que te reconozcas/ no como eI que escribió esas frases sino corno/ aquel-tu-mismo en que ellas te han convertido". Baj o libertad condicional

Las tablas de la moral en que se sustentán los dogmas religiosos o sociales se vuelven cenizas frente al endecasílabo flamÍgero de un verso, para Paz: "I^a sociedad no puede perdonar a la poesía su naturaleza: le parece sacrÍlega. Y aunque la poesía se disfrace, acepte comulgar en el mismo altar común y luego justifique con toda clase de razones su embriaguez, la conciencia social Ia reprobará siempre como un extravío y una locura',. La

poesía, por examen de oposición, siempre causa diversas contrariedades: "¿Quién hace de piedras pan,/ sin ser el Dios verdadero?/ El dinero/ [...] No el trabajo: eI dinero es eI castigo". El poeta revela y por ello se rebela. La

revelación poética no es ajena a la revelación sagrada. No es ninguna casualidad que Paz evoque palabras del argot religioso al reflexionar sobre la poesía: revelación, comunión, sacrilegio, etc.; y que se refiera en sus ensayos poéticos a la poesía como un acto de comunión. No es exclusivo de la modernidad considerar lo poético como sagrado o epifánico, al decir de James Joyce. El pensamiento griego asumía la poesía como aleteia, momento de revelación. Las ideologías políticas del siglo l« padeceiron diversos matices de lo sagrado: la idolatrÍa de las ideas, la sacralización de los líderes, Ios textos políticos a la altura de las sagradas escrituras. Lo propio puede decirse de Ia apoteosis del Progreso en Occidente, que no hace sino recordar los mitos de tantas culturas sobre la tierra prometida. En eI ámbito social, no son pocos los sociólogos que han advertido, tal como Durkheim lo profetizó en sus estudios sobre lo sagrado, que los ritos de lo cotidiano están impelidos de una fuerte carga de religiosidad, son verdaderas homilías las que realizan los grupos sociales -antes de que Alain Touraine los denominara "movimientos sociales" y, más tarde, Maffesoli "tribus posmodernas"; comparüendo el carácter móvil y dinámico, parecido al mito de los pueblos errantes-. El hedonismo posmoderno pareciera ser la hostia diaria que degusta ya no el cuerpo de Dios sino el de sÍ mismo. Con razón o sin ella, las causas de los grupos ecologistas nos recuerdan los discursos apocalÍpticos y de salvación del mundo, comunes a la Edad Media. El pensamiento aristotélico de Ia poesÍa como imitación no se distancia de la idea paciana de la poesía como comunión, ambos buscan identificarse con la realidad, hasta fundÚse en ella. Los ecos del budismo y de otras religiones que practican la meditación no se salvan de esta noción; la revelación Zen consiste precisamente en poder alcanzar un estado de conciencia donde se comprende que somos parte de un todo. Lo mismo puede decirse de los ritos de algunas tribus africanas, las máscaras, a diferencia de las mascaradas para baile y carnaval de occidente, significan convertirse en el personaje; por el solo hecho de portarlas, uno se r,uelve la deidad que personifica. Sobran los ejemplos del bal masqué preLispánico donde los límites entre, por citar un ejemplo, el hombre-jaguar y el jaguar mismo se confunden. Los griegos consideraban a la persona -personae significa máscara- un enmascarado. La impostura es eI origen en occidente de Ios estudios culturales actuales: el otro pude comprenderse si nos ponemos en su lugar, si lo personificamos. para Paz la contemplación poética es una forma de fundirse con lo otro, se funda en una fundición: "EI hombre que así

CAJANEGRA


Octaüo Paz Homenaje y hofaración

ffitmpla no se propone saber nada; sóIo quiere un olvido de sí, un postrarse ante Io que ve, un fundirse, ¡Éle, en lo que ama". La poesía üastoca los cánones del orden social sin dejar de ser igual de sagrada.

si

es

Fn sus primeros escritos, Paz describe que los hombres son "incapaces de inocencia", alavez que cita a los Lmlecnrales encargados de restablecerla. Auque la cita es larga, la considero ilustrativa: Los hombres modernos, incapaces de inocencia, nacidos en una sociedad que nos hace naturalmente

artificiales y que nos ha despojado de nuestra sustancia humana para converttnos en mercancÍas, buscamos en vano al hombre perdido, al hombre inocente. Todas las tentativas valiosas de nuestra cultura, desde fines del siglo X\{II, se dirigen a recobrarlo, a soñarlo. Rousseau lo buscó en el pasado, como los románticos; algunos poetas modernos, en el hombre primitivo; Karl Marx, el más profundo, dedicó su üda a construirlo, a rehacerlo. Curiosamente Paz se opone a la teoría hobbesiana: la maldad natural de los hombres. Sin embargo el pensamiento heral parte precisamente de esta premisa -"el hombre es el lobo del hombre"- para poder legitimar la creación de ma carta de libertades que protejan al hombre, ni más ni menos que del hombre. Paz se sirve de la metáfora marxista iombre-mercancía- a fin de mostrar la pérdida de la inocencia. Más tarde, qüzá perdiendo cierta inocencia, describirá las inconsistencias de las ideologÍas del siglo u. Acaso los orígenes se encuentran en sus reflexiones sobre Ia libertad. Sin libertad, eI poeta y la cultura estarían sujetos d yugo de los dogmas: "La cultura sólo üve en la libertad de los ralores frente a los procesos naturales [...] y la poesía para que de verdad siwa, precisa siempre expresarnos y expresarse, libertándose asÍ de su primitiva y fecunda esclavitud". La libertad es, para Paz, la única fatalidad aceptable: 'estamos condenados a ser libres. Elegir eI destino que cada cual tiene por eI sólo hecho de ser indiüduo y tener un carácter particular: eI destino de la predilección". Esta afirmación coincide con Schopenhauer, a quien Paz leyó desde muy joven. El filósofo alemán considera que si bien eI hombre üene la libertad de elegir Írnte ciertas cironstancias que se le presentan, ésta se encuentra condicionada por su carácter y Ix)r sirrs circunstanciasE Para Schopenhauer 'cada acción del hombre es producto necesario de su ca¡ácter y del motivo que intervfune. Ihdos ambm factores, la acción es ineütable. Para que pudiera verificarse una acción diferente hahía que admitir la €xistencia de rm motivo diferente o de otro carácter". El carácter inüüdual puede igualarse a la impofancia que le dehiln bs grirgos al temperamento, base del Destino de los hombres. Compuesto por la combinatoria de los dirosm fnrrrts oorrpo» rales, el temperamento condicionaba la conducta, flemáüca o atrabiliaria según el caso. Paz enrcrdÍ¡ la irymtancia del temperamento: en sus últimos escritos alude a las manías personales, al daimonde cada craL No se descara de esta defensa un sentido trágico de la existencia; como explica Walter Benjamin en su eru;ayo T)esfiino y máctet', la idea de Destino es trágica por sÍ misma. La libertad, de alguna manera, se encuenEa condicionada- S¡ r{ Iüm Lüert¿d bajo palabraevoca en su tÍtulo el lenguaje jurídico del joven estudiante de leyes, lalibertadmM,ftasecomún también en la 1ins, se acomoda a su noción de libertad. Paz dejó un espacio para el misterio, el qügma dd temperamento, de la poesía, del amor, inexplicables por la razón. Giorgio Agamben, a] comenta¡ La relaciiin de la ¡rcía con el silencio, señala que por el ritmo poético, o la musicalidad del verso, Ia poesía tiene una región que cmece de sentido. El ritmo, consubstancial a la poesía, dice algo que nunca se sabe.

Entre Ia poesíay el ensayo EI recurso poético de la unión de los contrarios, Barroco por excelencia -no sólo reorso, también concepto: Paz pensaba, como Io surrealistas, que Ia fulción de la poesía era precisamente agtutinil realidades que en la vida ordinaria no se corresponden- se encuentra de igual manera en la concepción paciana de los valores polÍücos.l En esta lógica, la libertad se opone a la necesidad. La libertad implica una serie de consricciones: uno se sujeta a circunstancias de tiempo, espacio, territorio, fisonomÍa, etc. La libertad no existe sin el murrlo de la necesidad. Terry Eagleton nos recuerda que toda limitación es constitutiva de la libertad, la libertad absoluta minaía la libertad misma. Bajo este régimen hipotético de libertad absoluta, nada protegerÍa de la acción de los demás; la anarquía, libérrima por antonomasia, serÍa el reino de la absoluta limitación. En palabras de Paz: 'Ia libertad no es una idea 'autónoma', independiente; depende siempre de sus contrarios y para pensarla es necesario pensar en aquello de que depende y huye. La libertad absoluta es la nada, ser libre es un conuasentido". t¿ libertad, para diversos pensadores, no se


Miguel Pérez Maldonado

comprende sin otros elementos. Maquiavelo, en su capítulo De la libertad y miseria, ciñe la libertad a Ia gobernabilidad y a la comrpción. Julio Cortázar, por dar un ejemplo de un escritor contemporáneo a Paz, se refiere a la "libertad compuesta": "Creo en una libertad compuesta, como puede serlo una obediencia fiel a lo que se ama." Sabiendo que libertad y necesidad se contraponen, Paz considera posible que algún día se atravesará el puente que conduzca del mundo de la necesidad a la orilla de la libertad: "Hasta ahora eI hombre sólo ha conocido el Trabajo, y lo voluntario para Ia mayoría sólo ha podido ser, tristemente, un juego. Mañana nadie escribirá poemas ni soñará músicas, porque nuestros actos, nuestro ser en libertad, serán como poemas. Éste es el sentido de la frase de Engels: 'DeI reino de la Necesidad aI reino de la Libertad"'. Las ideas de pensadores como Marx y Engels, según el poeta, podrÍan cambiar radicalmente al hombre. Sin embargo, unas cuantas páginas más adelante, Paz arremete conüa los sistemas filosóficos, y los tacha de ilusorios: "Porque, después de todo, la utilidad de los sistemas filosóficos depende de una ilusión: de la ilusión de que son necesarios y fatales como Ia naturaleza y de que no está en la mano del hombre desüar su curso". En El libro del desasosiego, Fernando Pessoa acusa al Romanticismo de igualar en importancia lo necesario con Io deseable. Lo deseable es una ilusión, y los románticos, para el poeta pofiugués, comeüeron el error de verlo como una realidad alcanzable, idolatrando las ideas que llevarían a un mundo mejor. No es casualidad que en el siglo del Romanticismo hayan surgido los distintos sistemas de pensamiento moderno. El idealismo alemán no sólo fue un sistema ideológico, también fue una idealización romántica. EI gran relato de Ia emancipación, como lo llamó Lyotard, trajo como corolario la gran desilusión. La Generación Beat y otros movimientos poéücos de la segunda mitad del siglo >« se encarg¿ron de recordar eI mundo de la necesidad, consagrando la vida coüdiana a costa de los mundos perfectos. La consagtación de lo cotiüano se lee en las líneas finales del extenso poema "Howl" de Ginsberg.

Libertad Lo que en un principio Paz afirma sobre la poesía y el conocimiento, posteriormente se repite en sus reflexiones

filosóficas sobre la sociedad y el Estado. Hay una suerte de transposición que va de sus intuiciones estéticas hacia sus señalamientos filosóficos. Ya no sólo la poesía es inaprensible por un sistema, la realidad social y política comparten esta imposibilidad. Siguiendo los retruécanos que gustaban a Paz, se podría decir que, gradualmente, su política se fue poetizando y su poética despolitizando. Alguna vez Vladimir Maiakovski señaló que para ejercer dignamente el trabajo poético había que: "primero: tener la eistencia de tareas determinadas en la sociedad cuya solución es posible sóIo en la obra poética". Según Isaiah Berlin, el arte comprometido surge en Rusia a partir de 1843. Se caracteriza por darle un contenido social e ideológico a la creación artística. Más tarde se denominó "realismo social" y derivó en lo que Jean paul Sartre definió "Iiteratura comprometida". Berlin señala a Belinsky como el precursor: nuestro tiempo -escribía en 1843 Belins§- es la realización en forma estética de la conciencia moderna, del pensamiento moderno sobre el significado y Ia finalidad de la vida, la trayectoria de la humanidad, las verdades eternas de la existencia.' Sin embargo, sólo los 'amantes profesionales del arte'pueden estar satisfechos con el arte por amor al arte. 'Al igual que la verdad y la bondad, la belleza es su propio fin. Pe¡derse este momento es no saber nunca qué es el a¡te. pero quedarse en esta posiciÓn es tener una visión parcial de é1.' Va más allá: 'nuestra época es especialrnente hostil a esta tendencia del arte. Rechaza firmemente el arte por amor al arte, la belleza por la belleza El a¡te de

En esta lógica, la autenticidad del poeta se ciñe a la demanda presurosa de rescata¡ la sociedad. En la década de los treinta, surge en España la poesía comprometida. Paz, con sus reservas, la ejerció. Más tarde, se declara en contra de ella. Su crítica fue recalcitrante. No le importó perder la amistad y la simpatía de poetas y artistas

cercanos a

é1.

En 1943 acusa a Pablo Neruda:

I El amor se

reüste de dos elementos que siendo opuestos deben estar juntos: destino y libertad. Enlnltama doble,pazcomenta que "La idea del encuentro exige, a su vez, dos condiciones contradictorias: la atracción que o<perimentan los amantes es involuntaria, nace de un magnetismo secreto y todopoderoso; al mismo tiempo, es una elección predestjnación y elección, los poderes objetivos y los subjetivos, el destino y la libertad, se cruzan en el amor,'.


Octaüo Paz Homenaje y kofanación

Su literatura está contaminada por Ia política, su política por la literatura y su crítica es con frecuencia mera complicidad amistosa y, asÍ, muchas veces no se sabe si habla é1, el funcionario o el poeta, el amigo o el político [...]. Es muy posible que el señor Neruda logre algún día escribir un buen poema con las noticias de la guerra, pero dudo mucho que ese poema influya en el curso de ésta. prefiero siempre un buen comentario de Lasky a los ripios de los poetas políticos.

Esta postura evoca una del las defensas del Romanticismo: Ia autonomía poética. Según Isaiah Berlin, la rdrción más profunda y duradera que ha habido en Occidente se debe al movimiento romántico. Éste se opone ah fes presupuestos básicos de Ia Ilustración -aunque han existido a través de Ia humanidad, en Ia Ilustración lG drumbran-, a saber: creer que toda pregunta tiene una respuesta verdadera, si no se conoce se debe a falta ü tntereza o de razón; suponer que para llegar a responder las preguntas formuladas existe un método único ¡rfucional, una técnica que siguiéndola paso a paso desemboca en Ia senda del conocimiento; finalmente, que Gs las respuestas verdaderas son compatibles entre sí, ninguna respuesta verdadera se puede oponer a otra. Si ¡l lrxnanticismo no impone una verdad o una fórmula para llegar a ella, eI indiúduo dependerá entonces de su ¡qúa ex¡leriencia. La voluntad y Ia acción comienzan a desplegarse con fuerza.2 Surgen, también, nuevas formas ft stntir: Ia nostalgia y Ia tragedia romántica. La primera, cuando los individuos comprenden que la realidad es hpnensible, nostalgia del conocimiento absoluto. La razón es insuficiente, se recurre a la fantasía y a la imagiriim [a tragedia, en cambio, surge según el filósofo inglés, a causa de la incompatibi]idad de los valores, la Strtad se opone a la igualdad, Ia caridad a Ia justicia. Lo trágico reside en que no hay una solución aceptable. elegir m de estos valores, implica que se sacrifique otro, igualmente valioso. En palabras de Berlin: "los valores pueden Érilmente chocar en el seno de un indiüduo en particular; pero esto no qúere decir que, si lo hacen, algunos deban ¡erl-erdaderos y otros falsos. La justicia es para algunas personas un valor absoluto, y no es compatible con lo que, D obstante, pueden ser valores no menos esenciales para ellas, como la piedad y Ia compasión, tal como sucede cncasos concretos". EI romanticismo apela al sujeto, retoma el interés por el pasado, lo misterioso y lo exóüco. El de la orperiencia individual y desdeña la razón: "¡Ojalá no hubiera ido nunca a sus escuelasl Es dond.e me volví tan rzonable, donde aprendí a diferenciarme de manera fundamental de lo que me rodea; ahora estoy aislado entre l¡ hermosura del mundo. El hombre es un Dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona". Estas sentencias podrían unirse al legendario brindis tabernario de John Keats y Charles Lamb: "¡Malditas sean las Matemáticas!". Las teorías sobre el verdadero arte no tienen fin ni comienzo. Para Platón, el arte revela la verdad o no es rte' interesante juego de palabras: Io único verdadero es lo que dice la verdad. Desde entonces, el conocimiento Gsrmo de los elementos que, para algunos autores, legitiman eI arte. Pero también el desvarío y Ia sinrazón. Aristódes se pregunta, en su controvertido Problema.ro«, si acaso la melancolía y la alteración de los sentidos no son los Irtflrpuestos del genio artístico. Y responde que la "Iocura divina" es la fuente de la eterna virtud. Shakespeare y Culantes se encargaron de hacer el elogio a la locura a través de sus ingeniosos Hidalgos y Macbeths. Relacionar

d

arte con la verdad no es más común que relacionarlo con Ia falsedad. Los nuevos fenómenos de la tecnología Titual, tal como Jean Baudrillard lo ha mostrado, sugieren el surgimiento de una nueva cultura: la de la simulación, mpañada por el afie y Ia creatiúdad necesarios para imaginar realidades engañosas. En su texto EI hombre f;ffile,Paul Ricoeur exalta Ia naturaleza equívoca del hombre; del mismo modo, Humberto Eco, en sus Serendiüpias,

mesfa hasta qué grado la historia y la cultura se han sustentado en los falsos fundamentos, más sólidos que la wdad misma. En su ensayo "La fuerza de la falsedad", afirma que Ias creencias y afirmaciones del pasado, ahora rgadas categóricamente, contribuyeron

a generar hechos históricos de gran importancia e inspiraron las pasiones poetas y afiistas. Octavio Paz finca Ia poesÍa en la imperfección del hombre. Como Platón, considera que en una miedad perfecta Ia poesía sería innecesaria. EI arte es hijo de Io imperfecto: 'mañana naüe escribirá poemas ni ¡dará músicas". El amor y la poesía se justifican por la muerte, quizá la rnyor imperfección frente a los dioses. IWque morimos, porque somos mortales, nos amamos, dice eI poeta [a muerte es fuente de üda.

&

!

f,trlin

señala, parafraseando a Herder, que "El mundo es lo que de él hacen los hombres'.


Miguel Pérez Maldonado

para los pensadores modernos, como Hegel en su Esténca, el arte perdió autonomÍa cuando comenzó a reflexionar Ciertamente, es común que sobre sí mismo, el ultimo arte, "áurico" como éI Io llamaba, fue eI del Romanticismo. sobre las cualidades de su obra' hoy los arflstas, nunca como antes, nos aleccionen con largas peroratas de antesala genuinamente autónoma' no es y Siguiendo la lógica hegeliana, la pintura abstracta, liberada de la forma considerada dedicados a explicar las gracias de su menos autorreferencial que el art engagé: fueronmuchos los pintores abstractos y sóIo era verdadero el que provenía del espíritu' obra. Kandis§ defendÍa eI afie que produjera "übraciones anímicas", para Adorno, Ia industria cultural Io despojó de toda gracia. La conmoción fue El arte se convirtió en teoría del arte. sobre la estética: lo sublime como susütuida por la diversión. Argumento parecid,o al de Kant en sus reflexiones sóIo qÚere entretenerse; y el moverem, cum anulación de los sentidos. El espectador ya no se fusiona con la obra, entre autor y espectador' especial de Ia relación autor, ganar dinero. La masificación del arte, según Adorno, lo despojó la cultura, Benjamin Walter de masificar subyugándose al gusto popular. Si Adorno se preocupa por las consecuencias para los pensadores modernos fue el fenómeno de se ocupa de analizar la reproducción masiva. EI problema del arte ponÍa en duda su originalidad' Si un lo masivo. para Walter Benjamin, Ia nueva técnica, capaz de reproducir el arte, ,,aura,' afiística, eI autor también se perdÍa en los intereses de los procesos de producción' disco de música perdÍa su actual del arte sino que han ampliado sus Los pensadores posmodernos, en cambio, no sólo han declarado la útalidad de páginas de internet personales, los Los diseños horizontes: Ia vida cotidiana es rica en ejemplos de obras de arte. menos casi todo, es una ocasión para al mensajes electrónicos, los rituales sociales, eI diseño mobiliario, etc., todo, o y productos los obietos de la vida cotidiana pueden ser eI arte. Marcel Duchamp y el pop Art allanaron el camino: Ios del verdadero arte' obras. La lista es larga enautores empeñados en reducir o en extender los límites para paz, el arte debía ejercerse libre de intereses políücos, sociales o amistosos. ¿Pero acaso esta aspiración

tendría que pasar no crea dificultades de demarcación? cualquier noción sobre arte autónomo o indepenüente, posmoderna ha mostrado que el la prueba de los discursos sociológicos y científicos más recientes. La sociologÍa .,indiüdualismo,, es una categoría insostenible en una realidad cada vez más grupal, donde se comparten sentipersonas. Los estudios sobre la complemientos comunitarios y el espíritu de tribu determina la sensibilidad de las por jidad humana del sociólogo francés Edgar Morin y de los biólogos Humberto Maturana y Francisco Varela, intervienen voluntario, citar los más emblemáticos, han mostrado que la autonomía no es un asunto meramente cualquier artista podrá tener diversos factores que mediante un arte combinatorio complican la conducta humana. complejo y misterioso' su propia concepción del arte, lo cierto es que el acto creativo se mueve en un subsuelo El famoso vértigo ante Sobran los ejemplos donde las reflexiones del autor y su obra no son vasos comunicantes. cede su Iugar aI pulso artÍstica que la intencionalidad la página en blanco, que confiesan algunos escritores, ilustra experiencia de estar la horrible tenido ha no tembloroso de una mano que cae sin control sobre la página. "¿Quién

eI novelista Israelí Amos sentado delante de una hoja en blanco que Ie sonríe a uno con su boca desdentada"?, dice Aquella frase posesión indescifrable. oz.Lacreatiúdad fluye en una fuente turbulenta. No es un flujo, es un influjo: poseído platónica estar de inglesa de uso común entre escritores: be hunted, es ilustrativa: estar poseíd.o. La idea palabras sinónimas, por las musas sigue siendo un referente entre escritores. Aspiración e inspiraciÓn, pese a ser y creativo eI acto la idea -aspiraciónEntre antonimia. una formar también pueden, contra el diccionario en turno, que concluyó Borges en inglés, dictada conferencias, -inspiración- Ia comunicación se corta. En una de sus úItimas que si es complicado definir el el arte y Ia poesía aún siguen siendo inexplicable s, The riddle of poetry. Supongo Arte a secas, la autonomía del arte agrega más complicaciones'

individual, Io Las reflexiones de Berlin sobre eI Romanticismo son ciertas a medias. En efecto, hay un ütalismo pero se encuentra que Rafael Argullol lúcidamente describe como "üolenta desesperaciÓn y gigantesca fortaleza"; y del nacioEstados-Nación los de creación Ia de pueblos. Raíz de los también el ideal romántico del temperamento poetas peuple'.los du sprit del por románticas ideas las nalismo alemán del siguiente siglo. Este ideal fue abonado

la naturaleza, románticos, negando las leyes de la ciencia y Ia razón, acusándolas de desprender al hombre de carácter de del la apoteosis se sabe, pueblo. Como voltean hacia eI conocimiento tradicional, la sabiduría del del interés favor a individual los pueblos, de beta herderiana, derivó en el siglo u en Ia pérdida de la autonomÍa Hegel pueblos' Sagazmente, colectivo. E) zeitgeistalemán -el aire de los tiempo- también se refiere aI alma de los realidad Ia en puso esta empresa en manos del Estado, sabía que el interés colectivo era una mera entelequia:


Octaüo paz Homenaje y profanación

oncreta, los intereses se conüaponen. El disenso y el confucto, y quienes lo entendieron como la materia prima de la sociedad -schmitt y Hobbes- son las bases de una sociedad. Un interés colectivo definido y definitlvo levanta hs sospechas de un régimen totalitario, como 1o hace saber el filósofo político Alain Badiou. Este es uno de los crmres empíricos de la democracia radical: creer que una sociedad puede elegir un rumbo común y, además de csta imposibilidad, que todo se vale siempre y cuando sea democrático -por demás hay un problema práctico: aear los mecanismos institucionales para que todos participen en todas las decisiones-. paz estarÍa en contra de cualquier absolutismo democrático: la democracia per se desemboca en anarquía, demagogia o despotismo, fenómeno analizado por Aristóteles. La democracia, siguiendo a Paz, sin justicia y libertad no tiene valor alguno. h esto Habermas y los demás teóricos de la democracia radical han sid.o cortos de miras.

I,furtad

Obediente

la sospecha' apenas entredicha por Paz, de que no existen

etapas creativas y estamos condenados a escribir siempre el mismo poema, podría ser cierta si se lee con atención la obra paziana. Existe, parafraseando a Cortázar, ma libertad compuesta, obediente a las manÍas del poeta. Para Carlos Monsiváis: "paz adopta visiones y perspectfuas que no lo abandonarán, y va precisando su vocabulario esencial, derivado en parte de la filosofía clásica, del ¡¡mor por un conjunto de términos clave y de oposiciones perennes: entre el moümiento y la quietud, entre la luz y la sombra". Uno de los versos más significativos de "Piedra de sol": "Un árbol bien plantado mas danzante,' (1gSZ), ¡Bcorre la obra de Octavio Paz. Entre los años 1935 y 1936, es decir veinte años antes de "Piedra de sol', paz escribe, tn la segunda parte de un poema titulado "Sonetos": "Inmóúl en la luz, pero danzante". Como lo indica la tradición, :mhos versos son endecasílabos acentuados en la sexta y la décima sílaba y no sólo contienen las mismas palabras sino el mismo recurso: contrarios en uniÓn. La forma sintáctica de desencadenar el verso es similar: mediante una mnjunción adversativa (mas, pero). Las semillas, tanto reflexivas como poéticas, de "piedra de sol" se encuentran ya en el poeta adolescente. Y en eI tardío, su último libro de poemas, Árbol adentro, expresa esta misma idea: a¡bol inmóvil mas danzante. Pero ¿Estamos condenados a escribir el mismo poema? y la libertaü dónde. Es curioso que grandes escritores se han logrado bajo regímenes totalitarios, sin que la libertad de oqrresiÓn sea garante. Podría decirse que en efecto, la escritura no tiene que ver con la libertad secular, que no pasa por los derechos salvaguardados por el Estado, por lo que Isaiah Berlin llama "libertad negativa"; pero sí pasa por el ejercicio de una libertad propia, asumiendo los riesgos ylarazonde Estado que se deriven, Io que Isaiah Dertin llama "libertad positiva". Pero también existe otro argumento, por cierto muy común entre escritores, que mnüadice esta úItima idea: la escritura no como un acto de libertad personal sino de sumisión. No son pocos los que han expresado sentfse obligados a escribir. La idea de voluntad, en lugar de libertad de expresión, es más oertana al acto de escribir: tanto para Schopenhauer como para Foucault, la voluntad se encuentra en un estrato más profundo, sus fuerzas son oscuras y sus causas un misterio. Frente a las explicaciones deterministas de la conducta humana, movida para algunos por el interés, para otros por la infancia o las estructuras sociales (para [ñchel Foucault, las ciudades con puerto producen aventureros y piratas, las que no lo tienen, policÍa y opresión), flrrge en la posmodernidad una corriente de pensamiento que se olvida de las causas y se encarga simplemente de constatar la socialidad. Quizá ya no se trate de exalicar las cosas como de señalar su lugar en el espacio. Decía Paz que en lugar de cambiar el mundo, solamente había que acompañarlo. Pero "faltó humildad", dijo refiriéndose alas ideologías del siglo pasado. Uno de los fundamentos del pensamiento moderno fue la teoría de la causalidad: dconocer las causas, se podrÍan controlar los efectos; en esta lógica, las causas se modificaban a fin de tener los dectos deseados. Sin embargo, üvimos un regreso de los tiempos: volvemos a creer en el carácter insondable de h cosas y de los hombres. En consecuencia, en la imposibilidad de controlar el rumbo del mundo. El caso del éxito económico de China -por citar un fenómeno actual-, ha sido üsto más como el resurgimiento del alma de un pueblo lIrc como la aplicación de un plan estratégico económico. Señala Derrida que, curiosamente, cuando Freud se cuestionaba sobre la necesidad de escribir, d"esarrolló la hfuútesis de la pulsión de muerte: Ia atracción del hombre por la desrucción Derrida interpreta esta coincidencia Gfxrlo una respuesta subrepticia. Concluye que se escribe a fin de olvida¡, para ocultar aquello que no se escribe, csffibir y encubrir son palabras colindantes: Ce qui permet et conditionne I'archivation, nous ne trouverons jamais r*n d'autre que ce qui expose d la destruction. Si en Derrida la escritura tiene que ver con Ia muerte, para Giorgio


Miguel Pérez Maldonado

Agamben con eI lenguaje en general: la palabra nunca logrará asir las cosas, deambulan en Ia nada. Los misterios eleusinos ejemplifican la revelación poética como muerte. Incluso Ia poesía: el verso cumple la condena de su etimología: versus significa volver, el verso vuelve porque no logra atravesar Ia realidad. Sin embargo, ambos han hecho caso omiso del elemento contrario: la pulsión como un pulso vital, cardiaco. y como todo pulso, o mejor dicho impulso: de carácter involuntario. La escritura así vista, es un oficio de voluntades a veces involuntarias. Quizá esta es una de las paradojas de Ia voluntad, tiene un pie en la necesidad y ofto en Ia libertad; uno en la vida y otro en la muerte. En el sentido coloquial, "fuerza de voluntad" significa tomar una decisión y obligarse a cumplirla; en el sentido religioso, la voluntad del Señor, implica resignarse a las decisiones externas y no intentar cambiar las cosas. Ambos casos simbolizan la voluntad de escribir, Iibre y a un tiempo inaplazable. Octavio Paz concluye diciendo: "hay una expresión célebre que confirma la extraordinaria ambigüedad de esta palabra: 'la libertad es la elección de la necesidad"'. Pese a que Paz defendió hasta sus ultimos días las libertades indiüduales, creyó en el misterio que encierran las manías y las ataduras del carácter. La escritura debe ser entendida no sólo como el territorio de lo que se omite, sino de lo que tiene üda. T. S. Eliot se refiere al poeta como aquel que es conciente de lo que sigue üvo: "He is not likely to know what is to be done unless he lives in what is not merely the present, but the present moment of the past, unless he is conscious, not of what is dead, but of what is already liüng,'. La idea de una zona de silencio y muerte en el lenguaje es de calado antiguo, el axioma d.e Cusano la ilustra muy bien: Omnis locutio ineffabile fatur, entoda enunciación es más Io que se omite que lo que se muestra. No hace falta ahondar en el Cristianismo para resumir que el verbo encarnado se sacrifica y muere por los hombres. El verbo y la palabra, en la posmodernidad como en el mito bíblico, han muerto. Vivimos la enüonización de la imagen, el becerro de oro. Nunca han faltado escritores que responden, inspirados por Platón, que escriben porque buscan revelar la verdad; otros desean alcanzar un instante distinto aI acostumbrado, un état second., como Ia epifanÍa joyciana; Ios menos aventurados, o acaso más sinceros, declaran escribir para ganarse unos pesos o la gracia de alguien. Existe a lo largo de Ia historia la inclinación inexpticable por escribir; cercana a lo que los antiguos llamaron daimon,el Renacimiento curiositas,los románticos "demiurgos" y los modernos "pulsaciónes". Seguramente tendrá más nombres, aunque siga siendo la misma afección, en los dos sentidos: es algo que nos agrada, de afecto, y algo que padecemos, de afectarnos. La gracia de la escritura no debe conftrndirse con el sentido de gracia divina. Uno de los errores de la humanidad fue haber dado el atributo de sagrado a la escritura, esto tiene sus orígenes en los textos religiosos y derivó en el campo de Ia epistemología en el culto casi divino a ciertos pensadores, siguiendo al pie de la letra escritos que las más de las veces desembocaron en la masacre y la ignominia. El pie de la letra se convirtió en un puntapié a la realidad. Hay que insistir que el escritor es un técnico dentro de las tantas técnicas, como diría el poeta Fernando pessoa: Sou um técnico, mas tenho técnica só dentro da técnica [Soy un técnico, mas tengo técnica sólo dentro de Ia técnica1. No hay un más allá que haga ver al autor como un iluminado. La escritura es un oficio que tiene su origen, igual que otros, en una cierta disposición innata; un oficio, igual que otros, que se perfecciona con la experiencia y el entrenamiento. y también, como los otros oficios, pasa sin pena ni gloria. A esta idea Octaüo Paz la denominó: "el llamado y el aprendizaje"' Combina la idea de estar dotado de un talento particular y ejercitarse en el oficio. EI primero es involuntario, el segundo nace de una decisión propia, combinada con un ambiente propicio: "En todas las vocaciones intervienen dos elementos: el llamado y el aprenüzaje. ¿Qué es el llamado? Me parece imposible definirlo. Sin conocer exactamente latazón, un día sentimos una atracción inexplicable hacia esta o aquella actividad,'. Dar su justo lugar al oficio de las letras no debe confundirse con la banalización de la escritura. La literatura, como otras artes, no sólo conmueve a los hombres sino que facilita la toma de conciencia. Tanto eI escritor como el Iector reflexionan sobre su condición en el mundo. Como señala el poeta español Luis García Montero, poesía la es "la reiündicación lírica de la conciencia individual como únculo social". Esta toma d.e conciencia, partipns, puede ser üsta con cierta melaconlía, una "melancolía optimista", porque quizás las cosas del mundo son inevitables o acaso también los escritores padecen los extravíos de la razón. El discurso sobre la "conciencia" ha cambiado sustancialmente, ya no se trata tanto de ser conciente de la verdad como de conocer las contradicciones y paradojas de nuestra sociedad. Esto no es nada nuevo, una de las características principales del arte Barroco era precisamente la Coincidentia oppositorum. Complementariedad de los contrarios que vacuna contra los dogmas en turno. Por demás, la literatura es tan reveladora como reveladora es en sí toda la vida. La sociología de Io cotidiano, así como la poesía coloquial norteamericana y el romanticismo, entre


Octavio Paz Homenajeyffi oEas corrientes a lo largo de la historia, nos han enseñado que la conciencia individual no se encuentra fuera del ¡k:ance de nuestra mano. La sabiduría popular sigue siendo eso, sabidurÍa. Como el Monsieur Teste depaul Valérrr t'étaient, invisibles dans leurs ües limpides, des solitaires qui savaient avant tout le monde [Eran, invisibles en suvidas transparentes, solitarios que sabían antes que todo el mundol". O las inferencias de Fernando pessoa, que imaginaba a tantos como éI pensando lo mismo bajo la techumbre de sus buhardillas.

Iibertad en acción 'Quetzal" es una forma de decir "libertad" en náhuatl. En el lenguaje de los aztecas palabra la libertad se illentifica con un ave. Coincidencias entre el poeta y la cultura prehispánica: la libertad como aleteo impetuoso. para Paz la libertad adquiere valor cuando se melve acción, incluso a contra corriente: "morder la naranja prohibida,,: La libertad es alas es el üento entre hojas, detenido

por una simple flor; y el sueño en el que somos nuestro sueño; es morder la naranja prohibida abrir la üeja puerta condenada y desatar al prisionero: esa piedra ya es pan, los papeles blancos son gaüotas, son pájaros las hojas, y pájaros tus dedos: todo vuela.

Hanna Arendt, igual que Paz, consideran que el nacimiento de la política se da únicamente mediante la acción Mediante la acción, según Arendt, el hombre ejerce su libertad y, sobre todo, renace a cada instante. El significado antiguo de la palabra acción, lo recuerda la filósofa, es volver a empezar. Puede eistir un Estado que proteja las libertades y los derechos, pero si los ciudadanos no los ejercen en el acto, estos pierden valor, La libertad de una comunidad no se mide específicamente por sus garantías individuales sino por su libertad política, entendiendo por "polÍtica" el encuentro en la esfera pública para tomar decisiones. Arendt está a favor de una libertad positiwa: sostiene que la realización del hombre sólo se da por medio de Ia acción. La posibilidad de elegh no es la übertad en sí misma. Sin embargo concede importancia a las libertades negativas: "But, political libers could not CIdst if it did not exist the negative liberty of participate in public affairs [Pero la libertad política no podría exlstir si no existiese la libertad negativa de participar en los asuntos públicosl". Por demás, no determina hacia dónde enfocar tal acción: el hombre es un constante hacerse entre los otros. Para Paz la libertad no se entiende sin otros valores políticos, entre ellos: la otredad, la democraci+ la justicia y la igualdad. Cito un párrafo donde se entreteje con la otredad: "La libertad es la dimensión histórica del hombre. Lo es por ser una experiencia en Ia que aparece siempre el 'otro'. Al decir sí o no, me descubro a mí mismo y, at descubrirme, descubro a los ottos, mis semejantes; al verlos a ellos, me veo a mÍ mismo- Ejerticio de la imaginación activa, la libertad es una perpetua invención." En este sentido, Octavio Paz se reconoció a si ¡nisrno romo un poeta sin que el oficio, el del poeta solitario, soslayará a los otros: poeta solitario ciudadano sohdarioHay una doble paradoja en su visión de la democracia: crear un vacío y llenarlo por ninguno, Nadie en plurat, diría Pessoa: "En suma, el relatiúsmo es eI eje de la sociedad democráüca asegrua la convivencia civilizada de las personas' las ideas y las creencias; al mismo tiempo, en el cenúo de la sociedad relativista hay un hueco, un vacío que sin cesar se ensancha y que deshabita las almas." En esta misma lógica están pensadores como Claude Lefort y Castoriades -este último amigo personal de Paz-. Con respecto a La democracia como vacío, el primero afirma: "La légitimité du pouvoir se fonde sur le peuple; mais á I'image de la sour¡eraineté populaire se joint celle d,un lieu üde, impossible á occuper, tel que ceux qui exercent I'autorité publique ne sau¡aient prétendre se I'approprier. [La legitimidad del poder se funda en el pueblo; pero la imagen de soberanía popu]ar se apega a la idea de un espacio vacío, imposible de ocupar, aquellos que ejercen la autoridad publica no podrÍan intentar apropiárselal,,.


Miguel Pérez Maldonado

Las ideas de la democracia participativa parten de un apriorismo erróneo: los hombres están inclinados a encontrarse en Ia esfera pública. El ciudadano rousseauniano, de virtud participativa, ya Aristóteles lo había puesto en

duda, aI dividir la ética de las personas en "hombre de bien" y "buen ciudadano": en toda ciudad hay hombres que no están dispuestos a participar en las cosas públicas, sin que implique que sean malos hombres. Por otro lado, la democracia entendida como un vacío es un estratagema encaminado a evitar la tiranía del pueblo o de la autoridad; puede verse como una solución al problema que Tocqueville planteó sobre Ia tiranía de las mayorías en La democracia en América. A Paz le interesa que exista la posibilidad de ejercer la libertad pero Ie interesa más aún que esta posibilidad derive en acciones: La

libertad no

es

ni una filosofía ni una teoría del mu¡do; Ia libertad es una posibilidad que se actualiza

cada vez que un hombre dice No al poder, cada vez que unos obreros se declaran en huelga, cada vez que un hombre denuncia una injusticia. Pero la libertad no se define: se ejerce. De ahí que sea siempre

momentánea y parcial, movimiento frente, contra o hacia esto o aquello. La libertad no es Ia jusücia ni Ia fraternidad sino la posibüdad de realizarlas aquí y ahora. No es una idea sino un acto.

Dos analogías Crítica El pensamiento liberal de Isaiah Berlin se ha denominado "liberalismo agónico". Esto debido a su idea de la inconmensurabüdad de los valores: no existe una tabula rasa que especifique cual es el orden jerarquico de los valores, cada persona o sociedad los acomoda como mejor convenga; por tanto, la libertad corre el riesgo de ser un valor de tercera, no sólo por las convenciones sociales e insütucionales sino por qüenes personalmente deciden ponderar otro valor. Para Paz, agónica es Ia palabra: "Palabra enemiga, palabra crítica, la literatura se despliega como una interrogación que, en cierto momento extremo de su distensión, se r,rrelve sobre sí misma y se repliega: palabra crítica de la escritura, enemiga de sí misma". Octaüo Paz ejercitó una "pasión crítica". En esto, era un hombre de su tiempo: la actitud crítica es una de las características del pensamiento moderno. El ideal del Progreso afectó, o contaminó, los distintos niveles del conocimiento: la crítica implicaba considerar que una idea puede ser perfeccionada o d"e plano reemplazada por otra. Zygmunt Bauman, al reflexionar sobre Ia ética posmoderna, define la modernidad como la era de la "cronopolítica": una nueva idea era mejor que la anterior. Hoy día, eI espÍritu crítico, a la luz de las nuevas categorías epistemológicas, es menos impofiante. La teorÍa de la complejidad ha mostrado que el pensamiento crítico no es de lo más factible, que el hombre está iniciándose en la comprensión de los fenómenos como para emprender la aventura crítica. La sociología muestra un orden social naciente imposible de comprender con las herramientas epistemológicas de antaño. Lo que Maffesoli llama una sociedad "eferyescente", incapaz de verse a sí misma. Más que criticar, dicen los soclóIogos posmodernos, se trata de constatar, de conocer esta nueva "fermentación" social. Tampoco hay que olvidar que para Nietzsche la crítica era un asunto de soberbia y resentimiento, algo hay de verdad en esto. Paz, al reconsiderar los ideales de progreso y de cambio, reconoció que faltó "humildad". En sus ultimos escritos señaló que se trataba más de acompañar al mundo que de cambiarlo. El filósofo inglés, Terry Eagleton, ha identificado - lamentablemente para él- eI final del pensamiento cÍtico: eI crecimiento boyante de la burguesía alentó el pensamiento crítico conüa el anüguo régimen. Cuando la clase burguesa se asentó en el poder, la crítica tuvo que adaptarse al juego de los interese económicos, perdiendo legitimidad. Esta idea del fin de Ia crítica parte de una perspectiva económica. Pero en oúo libro, EI fin de la Teoría, Eagleton señala que la crítica es imposible porque, simplemente, ya no hay nada que criticar, no hay un referente central. Al acabarse los "grandes relatos", como los Ilama Lyotard, al no haber un novum organum, no hay hacia dónde apuntar el dedo flamígero. Ambas razones me parecen ciertas, sin embargo, el argumento más sólido sigue siendo que ante una socialidad naciente, y nuevas teorías de pensamiento que nos dicen Io complejo que es comprender, criticar parece un despropósito.

Aftnidad electiva Berlin comparte con Octavio Paz la naturaleza electiva del hombre. Berlin se deslinda de la corriente liberal llamada raüonal choice, al señalar que la elección no se debe a un interés o un beneficio, o al menos no siempre. Lo verda-

CAJANEGRA


Octaüo Paz Homen4ie y kofanación deramente relevante es su inclinación electiva. Por su parte, octaüo paz, en el poema "Ideograma de c$rito en 1968 -¡qué año!- resume el destino del hombre:

1a

libertad.,

Sino

NO

sl

Isaiah Berlin y Paz llegaron, por diferentes géneros, a las mismas conclusiones. Este poema lo confirman las palabras de Paz sobre la libertad: "Por todo esto, pienso que la libertad, más que idea filosófica o concepto teológico, es una operiencia que todos üvimos, sentimos y pensamos cada vez que promrnciamos dos monosílabos: 'sí v no -. Poesía

y teoría

El pensamiento de Paz se funda en un mundo de correspondencias. Julio cortázar, al d.escribir eI encanto de 'los enlaces", cita los versos de Paz sobre las correspondencias: "Mis pasos en esta calle/ resuenan en otra calle,,. De esta manera, no fue difícil que Paz, siguiendo a Berlin, creyera en la correspondencia de los valores políticos. Así como tampoco que Berlin coincidiera con la poética de octavio Paz: la carta que escribe virginia woolf a Berlin, pidiéndole que toque su puerta gris, no se salva de las relaciones poéticas. paz señaló que ,,La libertad sin justicia

degenera en anarquía y termina en despotismo. Pero asimismo: sin libertad no hay verdadera justicia.,, Aunque coincide con Berlin al afirmar la oposición entre igualdad y libertad; en un giro argumentativo de deslumbrante lucidez, se acerca al pensamiento del filósofo igualitarista Ronald Dworkin: los valores no se oponen tanto como se complementan. Para Berlin los valores estaban en constante enfrentamiento y nunca vislumbró la idea de armonía y complementariedad. En sentido contrario, Dworkin, nuestro contemporáneo, considera que los valores están en necesaria conexión. Digo necesaria porque, en opinión de Dworkin, la existencia de uno determina la del ouo. Paz contempla una relación armoniosa entre los valores, pero se inclina pensar a que, en particular, la Iibertad y la igualdad son irreconciliables: "libertad e igualdad son dos nociones absolutas, incompatibles y enemigas: la libertad amenaza siempre a la igualdad y ésta a la libertad". Para Dworkin los valores se interrelacionan, esta relación puede ser armoniosa o contradictoria, no únicamente de franca oposición. Teóricamente pueden elaborarse nociones de libertad en armonÍa con Ia igualdad- Afirma Dworkin: "Any genuine confuct is not just a philosophical discovery but an emotional defeat. [El conflicto ent¡e lm valores es, además de un descubrimiento, una derrota emocional]." La construcción de un sistema de yalorcs rn mutuo equilibrio depende de la creatividad intelectual. Cualquier noción de libertad afecta no sólo la igpaldad sino la justicia, la democracia, la toleran cia, et hoc genus omne. Si se crea, por ejemplo, una concepción anrárquia de la libertad' entonces todos los valores políticos se contraponen a ella. Los argumentos de Dworkinnacer, sqrfuel, de una idea Platónica: todo lo que hacemos en la vida influye en nuestro destino. Esto es, si nos conducimm m;rl, rnal nos va' Dworkin niega esta simple afirmación apelando a la voluntad del ser, pero la reinterlrreta cmrürxmdo que si bien no existe tal determinismo en nuestras vidas, sí existe una relación enfte nuestra conductaytra sociedad- Lo mismo sucede con los valores: "liberty and equality cannot conflict, as two fundamental politfoal virtueq because equality cannot even be defined except by assuming liberty in place, and cannot be iryM¡ed, errcn in üe real world, by polices that compromise the values of libery [Como dos virtudes poliücas ñmdmentales, la libertad y la igualdad no pueden estar en conflicto, ya que Ia igualdad no puede ser definirta excepto asumiendo la libertad que está en juego, y no se puede mejorar, en el mundo real, compromeüendo los latrorcs de la libertadl." En aigunas ocasiones, octavio Paz defiende la interrelación de los r¡alores y hsta sr armonÍa yvon Grenier señala

que la filosofÍa política de Paz consiste en concüar las oposiciones enfte igualdd y hterad a raves de la fraternidad. sin embargo no me p¿üece una filosofía política nueva, como señala el profesm rar¡d¡rryrsg por varias razones: Ia voluntad de unir los "contrarios" (libertad e igualdad) es la continuación de srs rsnmxx poeticos, sólo que ahora llevados a la filosofía, arriesgado transplante por supuesto. Ia oposición enüe [bertad y necesfolad óedece a los preceptos marxistas, la oposición entre libertad e igualdad a las concepciones del pmamiento Hberal de la segunda mitad del siglo u, simplismo que servía para ahuyentar a los "peligrosf igualiurimm delbloque socialista. La fratemidad, para octavio


Miguel Pérez IUaldonado

fue la gran auseme der s¡glo ¡s, defenderla significaba reivindicar los ües ideales que inauguraron el pensamiento moderno a partir de la Rerroh¡ción Francesa. Aunque no estuvo tan ausente, en 1g36 paul Eluard la enaltece: ,,hay una Paz'

palabra que me erralt4 rma palabra que rutnca he oído sin esúemecerme, sin sentir una gran esperanza, la más grande de todas: la de vencer las fuerzas de la ruina y de muerte que agobian a los hombres. Esa palabra es: fraternidad,,. Paz intuye que más que oponerse, la libertad ," .o.*rpo.rde con la igualdad. Esta intuición se deriva de su beta poética, de influencia baudelairiana: en su poema "correspondencias", Baudelaire escribe, ,,Les parfums, les couleurs et les sons se répondent [Los perfumes, los colores y los sonidos se responden],,. por otro lado, esta Easlación de la poesía al ensayo era común en Paz. su idea poética se impregnaba en otros ámbitos. En su libro ra llama doble' considera que la poesía es una erótica verbal y que el erotismo .r.r, poética corporal. Estas trasplantaciones' además de ser comunes, nos hacen comprender por qué sus ideas",contienen diversos recursos poéticos, como la oposición de los contrarios o el mundo de relaciones. Su pensamiento político se resume en la estrecha relación que guardan los valores políticos y la búsqueda de su reconciliación en caso de conflicto. Paz se deslinda del pensamiento estrictamente liberal al subrayar la importancia de integrar los demás valores en la consecución de una sociedad más abierta: La democracia moderna nos defiende de las exigencias exorbitantes y crueles del antiguo Estado, mitad proüdencia y mitad Moloc, nos da libertad y, con ella, responsabüdad. pero esa libertad si no se resuelve en el reconocimiento de los otros, si no los incluye, es una libertad negativa, nos encierra en nosotros mismos. Cruel ülema: la libertad sin fraternidad es petrificación; la democracia sin libertad es tiranía' contradicción fatal, en el doble senüdo de ra palabra: es necesa-ria y es funesta. Sin ella, no seíamos übres ni alcanzaríamos la única dignidad a la que poüÍamos aspirar: la de ser responsables de nuestros actos; con ella, caemos en un abismo sin fin: el de nosotros mismos. La simple libertad pierde valor si no tiene como propósito ir al encuentro de los otros. Así, la libertad es simplemente un puente, una herramienta hacia el encuentro. Lo que resta por ver es cómo entiende octavio paz la otredad.

Otredad Paz consideraba que el tema de la otredad sería la base de las futuras corrientes de pensamiento. euizás no se equivocó' Martha Nussbaum,

filósofa norteamericana, considera que a fin de convivir en esta nueva era y poder cultivar un pensamiento humanista, se requieren la capacidad de auto examen (poder visualizarse como ciudadano del mundo) y desarrollar la imaginación narrativa. Esta última significa comprender la circunstancia de los demás. En su libro Poetic Justice, defiende la literatura precisament" po.qr" pemite comprender otras realidades. La empatÍa literaria' como Ia llamó Tolstoi, nos sitúa en el lugar de los otros, comprendiendo mejor su realidad. En el poema de Paz' "E) otro"' los rostros se confunde n: su cara hoy tiene las arntgas de esa cara./ sus arrugas no tienen / cara. La indiferencia Moderna se debe a la desaparición, dice paz, del ,,tú como elemento constitutivo de cada conciencia"' Lo otro también es el otro lado: lo divino, lo revelado, lo apenas visible. El lenguaje es por excelencia otredad: enunciamos por medio de una palabra una cosa: Il.,to es aqueilo.según el poeta, la separación entre las palabras y las cosas es implacable' En un principio habí4 por así decirlo, .*u .i".tu unidad original. paz señala que "La primera actitud del hombre ante el lenguaje fue la confianza: el signo y el objeto representado eran lo mismo. La escultura era un doble del modelo; la fórmula ritual u ¡a reproducción de la .i¿iauá, capaz de re_engendrarla. Hablar era re-crear el objeto aludido." Las cosas y sus nomhres eranréplicas. pero en algúnmomento se advirtió que entre las palabras y las cosas había una distancia. Decir la realidad se convirtió en un-hecho dudoso. Al sospechar del lenguaie' se duda de sí mismo. Los conceptos se tambalean: posiblemente no son lo que la realidad es. Esta incertidumbre entre la correspondencia de las cosas y sus nombres, angustiosa a veces, ha existido desde la noche de los hombres' Con un argumento similar al de Paz, Michel Foucault expresa este cambio: ,,Hasta fines del siglo xvr el mundo se enrollaba sobre sí mismo: la tierra repetía el cielo, los rosüos se reflejaban en las estrellas y la hierba ocultaba en sus tallos los secretos que servían al hombre. La pintura imitaba el espacio. A partir del siglo xr,u se preguntará cómo un signo puede estar ligado a lo que ,. p."grntu [...]. El discurro t.rrd.á desde luego como tarea el


Octaüo Paz Homenaje y hofaraciiin

&cir lo que

es, pero no será nunca más lo que dice." A partir de entonces, para el filósofo francés, se reconoce ¡.rna üstancia entre las palabras y las cosas. Lo que el hombre considere del lenguaje y del mundo es lo que considera & sí mismo. La actitud del hombre frente mundo depende de la relación que establece entre realidad y lenguaje. [.G poetas modernos, André Breton y Mallarmé, por citar un par, representan un extremo: el de la independencia del lenguaje. El primero a través del Automatrsme; decir lo que venga a la mente sin reflefón previa, franqueando bs obstáculos que pone la conciencia. Al intentar eludir la represión del mundo externo, el surrealismo enarbola h übertad y privilegia, según ellos, la realidad más libre, Ia del sueño. Bretón señala es st Manifiesto Surrealkta: TI espÍritu del hombre que sueña queda plenamente satisfecho con lo que sueña. La angustiante incógnita de le posibilidad deja de formularse. Mata, r.ue1a más de prisa, ama cuanto quieras. Y si mueres... déjate llevar, Ios ¡contecimientos no toleran que los difieras. Careces de nombre. Todo es de una facilidad preciosa". Mallarmé, por m lado, defiende el azar: es lo contingente y no Ia razón lo que determina aI lenguaje. Sobran los versos en que Paz Ie concede cierta autonomía aI lenguaje, Iiberándolo de su relación directa con la realidad. En los poemas "Custodia" y "Blanco", eI lenguaje juega consigo mismo. EI poeta libra las palabras de su significado común y las pone en libertad -sexual-: la "i" ya no es un fonema, es un miembro viril. En "Blanco", su poema más largo, la posibilidad de multlples lecturas agrega libertad aI juego de palabras, se vuelven signos en rotación. También, los contrarios anulan su repulsión y hacen otra cosa: el amor. Se liberan entrelazándose: Custodia

El hombre

sombras

Sus

La hembra

El hombre

Lai

EI gong

EI mazo

lao É aljibe-.

La torre

Blanco (fraeEento)

NoySí juntos dos síIabas enamoradas En el poema "Noche de Resurrecciones", la Tierra y Ia mujer se confunden:

infinita, curva como cadera, henchida como pecho, como vientre preñado, mas como tierra es tierra, reconcentrada, densa. La tierra es

En el poema "EI Balcón", las palabras no representan una realidad, son parte de Ia realidad presentada:

Quieta en mitad de Ia noche no a la deriva de los siglos no tendida clavada

como idea fija en eI centro de la incandescencia

Delhi Dos sílabas altas rodeadas de arena e insomnio En voz baja las digo.


Miguel Pérez Maldonado

Las palabras no siwen para enunci¿rr el mundo, se \,uelven eI mundo: son casas, coches, ciudades... Se liberan de sus cualidades comunes (ritmo, significado, etimología, etc.) y se r,uelven palabras de carne y hueso. ,,Dos sÍlabas altas" es Delhi. El lenguaje se sumerge entre las calles, el bullicio, el hollín, y copula con las cosas. Lenguaje y realidad son uno solo. La "i" y la "o" no sólo están en un abecé, también están entre las piernas. En los rincones de

humedad y estremecimiento.

La otredad que padece lo uno "Alberto Caeiro es mi maestro", "Madame Bovary soy yo": ambas frases, una de pessoa y otra de Flaubert, se refieren a un personaje ficticio que termina por dar identidad al autor. Sobre la otredad, Fernando pessoa y Antonio Machado son figuras importantes para octavioPaz. En el ámbito literario, según paz, Ia obra nos da un rostro; en el ámbito político, el encuentro con los otros es el encuentro con nosotros: nos-otros. En una de las obras más relevantes de Paz, El laberinto de la soledad, en Ia primera página hay un epígrafe de Antonio Machado, escrito a su vez por uno de sus heterónimos' Machado y Pessoa crearon heterónimos (no pseudónimos, sino personaJes originales y en ocasiones contrarios a ellos mismos), les dieron nombre, biografía, pan y sustento; y lo más importante: ambos dudaron de sí mismos. Fueron "búsqueda de la identidad perdida", como dirÍa octaüo paz. ,,Lo otro no existe", así comienza el epígrafe de Et laberinto de la soledad -armque termina negando esta afirmación-. paz muestra en el frontispicio de uno de sus libros representativos el tema del ot¡o. y aI dar la vuelta: la voltereta: en la siguiente página habla del yo: "A todos, en algún momento, se nos ha revelado nuestra existencia como algo particular", asÍ inicia el libro. EI epígrafe empieza con el otro y eI texto con el yo: binomio del hombre. En una hoja se despliega el mundo. De un lado eres tú y al pasar Ia página soy yo- Hoja-medalla: *¿Águi]a o sol?,,, ,,Entre la piedra y Ia flot"' En las primeras dos páginas están las dos personas de toda su obra: "los gnósticos decían que el verdadero nombre del hombre es el 'alógeno', el otro, eI de allá. No, no somos de aquí. pero tampoco somos de allá: nuestras vidas son un continuo peregrinar entre el aqú y el allá." En la poesía de paz, el allá es ,,lu otru orilla,,; en la sociedad, es el encuentro con los otros. En la primera, la otredad es la recuperación de la imagen del mundo; ,,el día en que de verdad estuümos enamorados y supimos que ese instante era para siempre [...], la tarde en que vimos el árbol aquel en medio del campo y adiünamos, aunque ya no lo recordemos, qué decían las hojas, la vibración del cielo...,,. Este presentimiento de otredad no sólo nos revela que existe algo diferente, nos inüta a vivir la diferencia. De lo contrario, si el hombre no sintiera alguna vez en su üda la existencia de lo otro, viviría estático en su imagen, en el "engolosinamiento con nuesüo propio yo", dirÍa Paz. En lo segundo (lo social), ir hacia los otros también es el hallazgo de nosotros mismos: "La enseñanza de la revolución mexicana se puede cifrar en la siguiente frase: nos buscábamos a nosotros mismos y encontramos a los otros". En varias ocasiones el poeta tuvo que ir al encuentro de los otros: üa.ió a España a los 23 años para darse cuenta, agazapado en un cuarto, que el otro, el enemigo, tenía voz de humano: "Para mÍ los días exaltados que pasé en España: el aprendizaje de la friternidad ante la muerte y la derrota; el encuentro con mis orígenes mediterráneos; el darme cuenta que nuestros enemigos también son seres humanos"' Hay un relato de Paz que ilustra esta idea -salir para encontrarse-: "AI llegar a mi casa, y precisamente en el momento de abrir la puerta, me vi salir. Intrigado, decidí seguirme." personaje El se sigue a sí mismo, al poco rato, una vez que ambos están de frente, comienza a reclamarle su eistencia. El otro, que es éI, Ie responde con una tunda' Tirado en la banqueta y todo madreado, ¿llora?, ¿maldice?, ¿odia? No, dud.a: ,,Tenía el traje roto, la boca hinchada, la lengua seca. Escupí con trabaio. El cuerpo me dolía. Durante un rato me quedé inmóvil, acechando. Busqué una piedra, algún arma. No encontré nada. Adentro reÍan y cantaban. Salió la pareja; la mujer me vio con un descaro y se echó a reír. Me sentí solo, expulsado del mundo de los hombres. A la rabia sucedió la vergüenza. No, lo mejor era volver a casa y esperar otra ocasión. Eché a andar lentamente. En el camino, tuve esta duda que todavÍa me desvela: ¿.y si no fuera é1, sino yo?" Este mismo desdoblamiento lo encontramos, con humor, en Antonio Machado: "Antonio Machado. Nació en Sevilla, en 18g5. Fue profesor en Soria, Baeza, segoüa y Teruel. Murió en Huesca, en fecha no precisada. Algunos lo han confundido con el célebre poeta del mismo nombre, autor de 'Soledades','Campos de Castilla,, etcétera,'. E[ enm¿sqaramiento es, según Paz, constitutivo del ser humano. En uno de sus poemas, el yo verdadero se confunde: "QÚso cantar, cantar/ para olvidar/ su vida verdadera de mentiras/ y recordar su mentirosa vida de verdades". Un poema de pessoa refleja este sentido:

CAJANEGRA


Octaüo Paz Homenaje y Profanación

Hice de mí Io que no supe, Y lo que pude hacer de mí no Io hice. VestÍ un disfraz equivocado. Me tomaron en seguida por quien no era, y no los desmentÍ, y me perdí. Cuando quise arrancarme la máscara, Estaba pegada a Ia cara.

"Visigodo y forastero" fueron quizá las primeras máscaras de Octavio Paz. Ambas fueron impuestas. La primera fue el antifaz que Ie puso un personaje "quijotesco": "En una ocasión acompañé a mi padre en una visita a un amigo d que, con razón, admiraba: Antonio Díaz Soto y Gama, el üejo y quijotesco revolucionario zapatista. Estaba en zu despacho con varios amigos y, al verme, exclamó dirigiéndose a mi padre 'lCaramba, no me habías dicho que tenías un hijo visigodo!"'. La segunda fue a los seis años, con sus compañeros de kindergarten, en Los Ángeles California: Forastero. Pessoa, al conocer eI mundo de los otros, se ve a sí mismo, sabe que no puede comer chocolates gustosamente como la niña, sabe que es diferente. Es, como dice Paz, un hombre consciente, esa es Ia máscara del poeta.'"ÁIvaro de Campos escoge la máscara del vago. El tránsito es revelador. Trovador o mendigo, ¿qué oculta esa máscara? Nada, quizá. El poeta es la conciencia de su irrealidad histórica. Sólo que si esa conciencia se retira de la historia, la sociedad se abisma en su propia opacidad, se melve Esteva o eI Dueño de Ia tabaquerÍa". Agregaría a la niña que come chocolates y a Ia hija de Ia lavandera. Por su lado, Abel MartÍn y Juan de Mairena, heterónimos de Machado que -igual que los de Pessoa- al tener una relación maestro-discípulo, la mascarada se vuelve aún más extrema: una ficción es Ia causante de otra ficción, y Machado lo canta "Todo el amor es fantasía;/ A inventa el año, el üa,/ la hora y su melodía;/ inventa el amante y, más,/ la amada No prueba nada, conúa el amor, que la amada no haya existido jamás". También todo se confunde y Abel MartÍn cuenta: 'Mis ojos en el espeio/ son ojos ciegos que miran/ los ojos con que los veo". Juan de Mairena, dice Machado, es 'poeta, frlosofo, retóriao e inventor de una Máqúna de cantar. Nació en Sevilla (1885). Murió en Casariego en Tapia (1909)- Es autor de una Tida de Abel MartÍn', de un 'Arte poética', de una colección de poesías: 'Coplas mecánicas', 1' de un tratado de meffisica: 'I,os siete reversos'". Juan de Mairena, creación de Machado, escribió sobre Abel MartÍn, también este último ceado por Machado: el otro habla del otro del otro... De la misma forma, en desdoblamientos sin firL se conftrlr Paz: emFieza una de sus grandes obras con una clta de Antonio Machado donde simultáneamente refle»<iona súre ta ofredad y qúen reflexiona es un nombre falso que habla de otro no menos ficticio. Es un entramado de omos qre discurre sobre Io otro. Paz recune a Machado, Machado al otro -su heterónimo-, y éste reflexiona sobre La oüedad- Imbricación d.e presencias. Pero el traslape se relaja porque todos, al unísono, pueden decir el epígrafe pueden decir que creen en Io otro, en "La esencial heterogeneidad del ser, como si dijéramos en Ia incurable ohedad que padete lo uno." Los orÍgenes de su reflexión, además de provenir de la experiencia -su niñez y su primer viaje a Espanaha , no están más allá de Pessoa y Machado: "Machado nos enseña que el principio de idenüda( sÓre el cual se de la aspiración PazSomm ser", señala 'otredad' del frente a la los dientes edificado nuestra cultura, se rompe "Golden poema En su hombres'plural, muchos es eI hombre ser otro y los otros también son otros: "el hombre es lotuses", el personaje se presenta como inacabado, cada línea es cambio. EI poema se corYierte en rma cascada de identidades: "Senos de niña, ojos de esmalte.,/ BaiIó en todas las terrazas y sófanm./ contempló un atardecer en San José, Costa Rica,,/ durmió en las rodillas de los Himalayas,/ faügó los bares y las sabanas de África./ A los veinte dejó a su marido/ por una alemana;/ a Ios cuarenta y cinco/ üve en koserpina Court, int. 2, Bombay./ Cada mes, en los días rituales,,/ llueven sapos y culebras en la casa,/ Ios criados maldlcen a la demonia/ y su amante persi apaga eI fuego./ Tempestad en seco.,/ EI buitre blanco/ picotea su sombra"Paz deconstruye el principio de homogeneidad identitaria, predominante en el siglo )oq anteponiendo eI principio de otredad. Siguiendo a Charles Taylor, los derechos universales del hombre y el principio de la diferencia cultural, pese a ser dos ideales opuestos, surgen en un mismo momento: a partir del "desplome de las jerarquías sociales". La


Miguel Pérez Maldonado

Revolución Francesa y la Declaración de los Derechos Universales del Hombre r,rrelven posible pensar la diferencia. Cuando eI hombre es capaz de tratarse de igual a igual, sin restricciones legales o convencionales, es entonces libre de pensarse diferente. La anulación de las jerarquías, paradójicamente, permite el reconocimiento de las diferencias. Pero, una vez que cayeron las jerarquías, en opinión de Taylor, se decidió tratar a los otros como iguales, y se creo un

corpus de derechos universales. Esto uLtimo ha ocasionado Ia opresión y la discriminación de determinados individuos y grupos; se propende a la homogeneización de las idenüdades y los gustos, como refiere Octavio paz en sus ultimos escritos' Omitt la otredad es, según el poeta: 'condenarse a la mutilación pues eI hombre es apetito perpetuo de ser otro". Paz reconoce que a "Europa le debemos un descubrimiento capital; no hay un solo tipo de hombre; el hombre es plural, el hombre es muchos hombres -v cada hombre representa algo precioso y único". Asumir que Ia identidad es mólil, implica cierta tolerancia ante las otras identidades: yo en cualquier instante seré otro, por tanto, no hay moür¡o que valga para imponer mi identidad al borde del cambio. paz, en su ensayo "Los signos en rotación", afima: "aspiro al ser, al ser que cambia." Amartya Zen, igual que paz y en oposición a Charles Taylor -quien considera que hay grupos indenütarios bien definidos e inmutables, cuyos derechos deber ser üstintos y reconocidos-, postula que nuesEas identidades no son tradicionales sino elegidas; le deben más a la experiencia personal que a la nadición comunitaria Además, un indir4duo puede tener identidades opuestas -como cité más arriba, el mismo Paz confesó su antagonismo enüe lo que piensa y lo que siente- Si nuestra identidad es volátil, no se puede jerarquizar. I¿s idenüdades son, entonces, inconmensurables. Lo anterior me parece un punto axial en eI pensamiento paziano: la posibilidad de cambiar de ideas y de rostro en cualquier momento diluye los totalitarismos. La adoración a una persona o a una idea es uno de los grandes vicios polÍticos. Esta idolatría despoja al indiüduo de sí mismo y entrega su identidad a una instancia "superior", la cual se presupone como inmutable y niega a los otros-diferentes. Paz considera que los absolutos, al afirmarse frente a los otros, cometen un equívoco

terrible: "Así nace el otro, que no es simplemente el adversario político que profesa opiniones distintas a las nuestras: el otro es el enemigo de Io absoluto, el enemigo absoluto. Hay que exterminarlo. Sueño heroico, terrible. Y despertar horrible: el otro es nuestro doble." Hanna Arendt, estudiosa de los totalitarismos modernos, identifica claramente esta posición hostil: "The totalitarian movements also share the dichotomous diüsión of the world between 'sworn blood brothers' and the indistinct inarticulate mass of sworn enemies [Los movimientos totalitarios comparten la división dicotómica del mundo entre los hermanos de sangre juramentados y la masa indistinta e inarticulada de enemigos juradosl". Algunas instituciones religiosas, apenas se encuentran con el otro y ya quiere cambiarlo, convertirlo. Ante este hecho, Paz autoexamina: "Tal vez, me dije, no se trata tanto de cambiar a los otros hombres como de acompañarlos y ser uno de ellos". A fin de comprender a los otros, paz apela a la iroúa y a la piedad, formas ambas de la comprensión: "Para comprender se requieren intrepidez y claridad de espíritu. Además y esencialmente; piedad e ironía. Son las formas gemelas y supremas de la comprensión. La sonrisa no aprueba ni condena: simpatiza, participa; la piedad no es lástima ni conmiseración: es fraternidad". Tradición y ruptura En su libro Homenaie y profanación, Paz dialoga con Quevedo. El título de este libro sintetiza la relación que lleva

Paz con los otros: una relación dialógica que pretende comprender al otro (homenaje) y expresar su diferencia frente al otro (profanación). El título se puede cambiar, sin alteración de sentido, por "tradición y ruptura". El diálogo es' por excelencia, un diálogo crítico: acepta al otro, como todo diálogo, pero también niega al otro, como toda crítica. Difícil binomio el de ir hacia el otro con "piedad e ironÍa". En la primera página de este libro hay un soneto de Quevedo, Paz establece un diálogo con éste. Aprende de Quevedo que el amor trasciende al cuerpo; pero, en oposición a é1, la trascendencia se da en vida y no después de la muerte: Quevedo: "serán ceniza, mas tendrá sentido"; Paz: "Ceniza lo sentido y el sentido',. "¡Viva México, hijos de la Chingada!" Este grito, común en las fiestas mexicanas, impide cualquier tipo de diálogo -a Io mucho, se intercambian improperios y comienza Ia bronca-. Paz invita a ver al otro no como el enemigo sino como el semejante: "¡Viva México, hijos de la Chingada! Verdadero grito de guerra, cargado de una electricidad particular, esta frase es un reto y una afirmación, un disparo dirigido contra un enemigo imaginario, y una explosión en el ate". Entre otros obstáculos para acercarnos a los otros, está la organización piramidal de nuestra sociedad: "la crítica de México comienza por la crítica de la pirámide", señala paz. El patrimonialismo es quizá uno de los peores males de nuestro país. Hunde sus cimientos en la tradición, su legitimidad son los usos y costumbres.

CAIANEGRA


Octaüo Paz Homenaje y Profanación

I{ace como reflejo de Ia organizaciín familiar, el padre providencial "El Estado se convierte en una proyección de

h familia. EI patrimonialismo

es paternalista, a ratos dadivoso e indulgente, otros despótico y siempre arbitrario".

[§osotros nos limitamos a los humores del padre, somos benefactores de su gracia o víctimas de la d.esgracia, pero rrrrnca actores: por la noche, después de una copas, tambaleante como un rama enclenque, llega y nos agarra a maüazos; al otro dÍa, la casa se llena con costales de frutas, chicharrón y viandas, todo es jolgorio. No hay diálogo, @ quejido o euforia. Los inicios del patrimonialismo en Médco provienen del Estado absolutista de España, en eI ¡mtrimonialismo rige una visión jerárquica marcada. Cuando Paz apela al encuentro entre los otros, apela también

¡[ desmantelamiento de las jerarquías. Lugar donde todos somos dignos de ser tomados en cuenta. pero en un rtgimen patrimonial, la dignidad es sospechosa. Miguel Ángel Rodríguez señala que: "En este tipo de dominación toda expresión de dignidad de los súbditos (nobleza) les parece sospechosa a los funcionarios patrimonial-patriarcales. En Ia política mexicana habría que añadir, matizando este juicio, que Ia dignidad es eI más grande obstáculo ¡nra ascender y permanecer en el cobijo presupuestal". Reina el mundo de las zalamerías y los favoritos, no el de los semejantes diferentes. El macho, el padre, Ios Ídolos aztecas, el tlatoani: todos bien plantados en eI pináculo de la pirámide. Hay que matar al padre. Parricidio para dejar de ser tratados como si se fuera cualquier madre. No son ¡rocos los obstáculos que atentan contra el encuentro de ]os otros, Paz se lanza contra la indiferencia, el confor-

mismo, la homogeneidad de los gustos, la pasividad frente aI destino, el hedonismo, eI hombre como objeto; y ¡[Temete: "Uno de los rasgos en verdad desoladores de nuestra sociedad es la uniformidad de las conciencias, los gustos y las ideas, unida al culto a un individualismo egoÍsta y desenfrenado. Todos sabemos que la mancha se errtiende, seca los sesos y dibuja sobre todas las caras la misma sonrisa de satisfacción idiota". Coda al tiempo Cada cultura, para Paz, se distingue por su visión del üempo. Acaso el tiempo cronométrico es la noción más fantasmagórica que se ha creado: "Cuando digo en este instante, ya pasó el instante. Ia medición espacial del [empo separa al hombre de Ia realidad". Hubo una vez que el tiempo era como esta frasq hubo una yez, no hahía fecha ni sucesión, pero nos desprendimos de ese inicio mitológco y caÍmos en l,a Historia 'd hombre desprerrdido de esa eternidad en la que todos los tiempos son uno, ha caído en d tiempo cronométrico )- se ha conv.ertido prisionero del reloj, del calendario y de la sucesión". La imagen de una fuente encarna la idea de Paz sobre el tiempo: agua estancada y a la r.ez en mmlmiento, eterno surtidor de lo mismo. Sólo así uno se baña en las mismas aguas. El tiempo del poeta es el tiempo concreto, el ahora mismo, regresa el "tiempo en el que el tiempo no era sucesión y üiínsito, sino manar contimro de rm presente fijo". El poema en que Paz reflexiona sobre el tiempo se titula "Fuente": "Todo es presente, espejo sin rerlfu: no hay/ sombra, no hay lado opaco, todo es ojo,/ todo es presencia, estoy presente en todas panes/ Ia presencia el presente, estalla". La profanación de Paz a Quevedo resuena en su üsión del üempo: 'todo es presencia, todos los siglos son este presente", hic et nunc. La imagen temporal de la fuente equivale a la metáfora prehispanica del üempo azteutr rma serpiente mordiéndose la cola. Pero una vez más, Paz, en un retruécano geométrico, convierte al eterno retorno en una espiral, el círculo no se cierra. Como él mismo señala al describir su reüsta, Vuelta: voh'emos, pem rmo es )a oüo )- es otro eI lugar adonde se regresa. Este punto de inJlexión no es otra cosa sino el libre juego de la libertad. Ia entronización del ahora remite a las deidades antiguas, Las Horas. Y Paz se consagra a ririrlas en un acto. El poeta del presente fue también el poeta de su siglo: los totalitarismos y el liberalismo del siglo ¡oi conücionaron sus ideas sobre la libertad y la igualdad, y en general sus ideas políücas. El siglo de los grandes relatos con sistemas de pensamiento a prueba de balas- hicieron que Paz creyera más en d progreso del mundo que en la comprensión del mundo. Sin embargo, su poesía, siempre visionaria, lo satró de los a¡rebatos coyrnturales. La unión de los contrarios y las correspondencias poéticas fueron recursos que lo aludaron a no dejarse llevar por los ideales del momento. En esto Paz es un poeta universal. Pero es un poeta moderno porque encarna la dispersión: la variedad de sus proyectos literarios, la voluntad de experimentar, el dominio de distintos temas, lo sitúan como el ultimo poeta moderno de Médco. En adelante, a los poetas ya no les queda dar testimonio de la gran explosión. Sólo resta, para bien o para mal, como señala Carlos Monsivais al referirse al siglo >o¡, "la profunda individualidad". Congregar, arbitrariamente, los fragmentos.


CAJANEGRA

The Poetry of Octavio Paz Ramón Xirau

Reading the nine poems of The Violent Season for üe first time, one may be atüacted by the exactness of the metaphors, the verbal richness of the poems. The fountain, image of man's questioning, springs forth in flower, sparkling, sings along the stem, then droops lts head, and, at the last, fainting, falls broken like the sword against the walt. This poetry is constantly fluctuating in mood and idea between loneliness and communion, anguish and desire, nostalgia and hope. The poet cannot ignore his perception of the unending change, the "incessant river,' that carries us to denial within denial, as if while advancing in life, we are constantly receding we revert, we go baclg the beast loses its future with ea.ch step.

As part of a tradition that has the antiquity of Greece, Octavio Paz knows that man is time, that time is an integral part of his being. And that time is, if we look to the future, a constant death. As a man of the contemporary world, octavio Paz feels the force of the fall, the anguish of isolation. Octavio Paz has said, en El Arco y la Lira, that it is not necessary to man to suppose a fall in the Christian sense of the word for man to feel and know that he has fallen. Nevertheless, many of paz's verses presuppose the existence of an original paradise, an imaginary world where man was once a whole being. Man, now, is only half fulfilled and this half-man searches for the whole that he was in paradise. Fallen, man lives in a world of unfeeling echoes:

... forests of echoes and reechoes and reverberations

dialogue of shadows. Visible echoes, the mirrors that enclose us, attack us in our solitary conscience. And if the mirror encloses, it is for two principal reasons. First, the mirror symbolizes the conscience imprisoned in its own reflections; then, üe mirror is the other -person, angel or God-that the poet sees as desirable yet menacing: in every mirror lies a double, an adversary that reflects and overwhelms us. The poet who doubts the world and doubts himself necessarily doubts his creations. In one way the poem is impossible. br EI Río Octavio paz savs:


The

poery of Octavio Paz

the poem is an arid promenade; what is said is not said, what is unsaid is unsayable.

Almost unutterable, almost on the "other shore," the poem remains stammering words that go no further rhan a closed conscience. The poet has not been capable of realizing that "saltum mortale" of which Kierkagaard ryoke. No one can deny the anguish that fills the pages of The Violent Season. But this anguish is only one of the frces of roan. Neither the poet nor the poem can live enclosed in a solipsism of mirrored images-or in a poem üat denies the possibility of poetry itself. "To the old question: Heads or tails? the modern poet responds: Heads is tails." The two sides of the coin are one. The experience of the Other, a word that Paz employs many times to designate that "other shore" that is sacred, is an ambiguous experience. "Astonished, srupefied, joyous, the gamut of sensations before the 'other' is rery large." After the ambiguities, the experience of the Other culminates in the experience of uni§. This unity, the new face of the poetry, is to be foqrrd within us. The experience of love i§ an alliance of contraries and a momentary recovery of the Other that completes u¡r lost half. Poetry and love are a union of opposites, a conciliation of warring halves, forms of communion. These forms of communion appear, in truth, in a limited manner, in small quantities and in brief gulps of breath and life. They are given to us in a poem when a moment of love is presented. And the moment-"it is necessary to pause atvhile" -will give us, if we truly pause, a unique experience. Then "aII is here, all the centuries are present." This revelation, not truly a religious experience, is present in all acts of love and the poem is just one of üose acts. Women, México, Spain 1937, are, on occasion, a cause of revelation of "this other man" that Octaúo Paz, as he has said in El Laberinto de la Soledad, discovered in the Spanish Civil War. During those privileged moments of his life, Octaúo Paz saw man as the proof of love, when Me joins "our share of time and paradise." The poetry of Octaüo Paz, therefore, is not a poetry of pure londiness. Harmony and üe search for uni§ must always be compared to the solitude. Not only desolaüonbut communication is important: In the center of the plaza the shattered head of the put is a fountain The fountain sings for all. Octavio Paz is a poet who observes the misery of man, his appalling isolaüon, his incompleteness. Because of üis, because he "falls to the depths," he is capable of seeing the dignity and greaüless of manThe theme of the return to one's origins, which is basically the theme of eternal return, is not the aby'smal journey back "to the evil bird of smoke" which Gorostiza supported. Nor is it a return to earliest childhood. lt is üe tonging for Paradise Lost that the poet feels again and again in the ever changing present. And precisely because Paz is able to perceive this "other shore," he avoids one of the great weaknesses of modern poetry, the deificaüon of üe poet. The Mexico quarterly review Selden Rodman Homage to Mexico's New Humanists

Octaüo Paz Masque of the Dar,rm, a poem Ramon

xiau

The Poetry of Octavio Paz

Henry Steiner Revenge, a story

Winter 1962/price 10 pesos, B0 cents U.S. Cy.


CAJANEGRA

El Nietzsche de Foucault y los juegos de la historia Teresa Martínez Terán

l.-La política, objeto de Ia genealogía Durante una conferencia en Brasil, Michel Foucault expresó que no es el inconsciente lo que interesa a los estudios genealógicos, que tampoco es el mito, Io que allí se analizaba eran las historias, modos de pensar y procesos políticos reales. El Edipo de Sófocles trataba de los mecanismos de poder y de saber y no del deseo o del inconsciente; su personaje central era el poder político.l Sin negar la importancia de la psiquis ni el uso represivo que podÍa sufrir en el relato psicoanalítico, su interpretación se aleja de las exégesis netamente freudianas para proponer una lectura política de la tragedia.2 Lo que el oráculo le descubre a Edipo no es eI objeto de su deseo sexual sino su voluntad de poder. Desde esa óptica, eI problema era el encuentro con una verdad reveladora que aI aparecer cuestionaría Ia autoridad del soberano. CuestionarÍa su legitimidad al mostrar Ia trama oculta de la obtención del reino: el asesinato de su padre y el matrimonio con su madre. Lo importante para Foucault eran las formas en que se producía la verdad en Ia Grecia clásica y sus relaciones con eI poder: la prueba oracular, Ia testimonial, Ia documental, la constitución del saber del soberano, la competencia librada en su torno para conformar su saber, para influirlo con fragmentos de conocimiento y ocultamiento, de memoria y olvido. En la versión tradicional, Edipo es el sujeto inconsciente de las fuerzas que Io tienen predestinado a ejercer la potencia por encima de cualquier prohibición. Su ignorancia o inconsciencia habría sido inocencia conforme al

*

Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades "Alfonso Vélez Pliego", U.A.P., México. I La verdad y las formas jurídicas, Gedisa, Barcelona, 1973. co"rerencias en la universidad Pontificia Católica de RÍo de Janeiro, del 2l al25 mayo de 1973. Segunda conferencia. También en DE II, 1974,p.554. 2 La interpretación de esa figura mítica en términos de poder, estaba planteada en el Anü-Edipo de G. Deleuze y F. Guattari, pero Foucault la retoma en función de sus propios intereses en La verdad y las formas jurídicas, así como en el prólogo que escribió parala edición estadounidense de esta obrapublicadaenl9TT, DE, III, p. 133.


El Nietzsche de Foucault y los juegos de la

historia

dicho de Tiresias en la tragedia de Sófocles: Más le hubiera valido no querer saber puesto que "las cosas impuras deben quedar en el silencio". Pero cuando esa inocencia se ve rasgada por las confesiones del vidente y por la indagación del mismo Edipo, la transgresión se hace intencional, desaparece Ia imposición del destino y aparece la roluntad, y con ella la culpa por la peste que pesa sobre Tebas. Foucault ofrece una lectura distinta al asentar que el rey sabía, y que sabía demasiado. Para é1, Edipo no es tsnorante ni inconsciente. Los indicios que pudo ir atando desde su infancia dirÍan que buscó conscientemente la realización de su destino. Éste fue, más que una marca de cuna, una profecía autocumplida. Lo que le asusta, una Yez que descubre su verdadera identidad, no es saberse el autor de un parricidio y un incesto, sino perder el poder. Continúa entonces, plena y públicamente, con la falta que conocía de antemano y cuyas fatales consecuencias arrastran su indiüdualidad, a su familia y a la ciudad que gobierna. Los rasgos del personaje de Sófocles, poseedor de un saber y de un poder excesivo y tiránico, le permiten a Foucault establecer un paralelismo entre éI y el sofista de La República de Piatón; y le permiten encontrar como referente histórico de ambos al rey asirio. Profundizando en los símbolos de la tragedia resulta que a partir del momento en que la verdad se hace pública, Edipo se castiga encegueciéndose a sÍ mismo y se instaura el mito occidental de que el saber es la antÍtesis del poder. El hombre de la política debe ser Io opuesto del sabio, quien para serlo, tiene que haber renunciado al poder. La conferencia termina señalando que Nietzsche comenzó a demoler ese mito al develar que detrás de todo saber, de todo conocimiento, lo que está en juego es una lucha por el poder. 3 El pensamiento occidental reelabora en distintos momentos las imágenes del saber y del poder y las relaciones que les atribuye, separándolos unas veces, conjuntándolos otras, hasta pretender hacer del conocimiento un valor positivo y autónomo frente a la política, sin por ello negar Ia utilidad o serücio que le presta a ésta. En eI proceso de expansiÓn europea, la función de dominio no sólo requirió y se acompañó de Ia ciencia en áreas como la cartografía y la mecánica, sino que la reinventó en Ia estadística y la economía, la demografía y la informática. No obstante, cuando eI vÍnculo entre saber y poder es reconocido, se intenta higienizar el ultimo aproximándole el camFo aséptico de Ia verdad y del conocimiento. Cuando Nietzsche expone su idea de conocimiento como domiración, los compromisos profundos entre saber y poder eran negados. Una visión dd mismo lo hacía ver como cristalización de la racionalidad y logro universal, desinteresado y neutro. Así considerado, el saber signiñr:aha ¡¡¿ puriñcación tanto de los aspectos empÍricos que participan en él como de los intereses parciales que lo impulsan La interpretación que hace Foucault de la tragedia de Edipo muestra la valoración que hizo del estr¡dio nietzscheano. En éste se establece el contacto entre la historia y la epistemología, y ésta aparece como el momento más arrogante y mentiroso de aquella, ese en el que se inventó el conocimiento.a Pues, "¿Quién es aquí Edipo?, ¿Quién es el Sphinx?"s ¿Qué mentira se esconde tras la verdad? ¿Qué egoísmo intriga bajo el saber desinteresado, neuftal y universal? ¿Qué amarga codicia sostiene la radiosa contemplación del sabio? Había que ir al origenbienblindado de estas cuestiones para responder. La investigación del nacimiento de estos valores o genealogÍa demrdaría la relación entre historia y filosofía al cuestionar el sentido de la reflexión sobre Ia verda{ la moral y el poder- Y aquí cabría agregar al inventario de materias nietzscheanas: ¿Quién mantiene estos conceptos estrictamente se¡rarados y por qué es descalificada Ia búsqueda de su historia? ¿Por qué el concepto serÍa superior a su historia y a la realidad misma que tendría que ajustarse a aquéI para ser real, "según su concepto"? La genealogía no fue un mero accidente en eI camino de Foucault ni fue por formalidad que reconoció deberle más a Nietzsche que al estructuralismo.o Sólo hay que precisar, no era el Nietzsche 'buscador de Dios"'el que atrajo a Foucault, sino el de las génesis. Cuando se Io preguntaron, la respuesta fue: 'Evidentemente, no es eI de

'

La verdad y las formas jurídicas, Segunda conferencia, DEll, 1974, p. 570. nota 72 aqttt mismo.

{ Ver

i Nietzsche, Par deld le bien et le mal, prirnera parte'« Des préjugés

des philosophes', §

I, p. 561'

Oeuwes, Ed. Robert Lafont,

París, 1993. 6Dits

et Écrits, tomol;Gallimard, París, 1994, np 598-599, "Sur les fagons d'écrire llhistoire",enrrevista con R Bellou¡. En delante, DE para

esta obra en cuatro tomos, seguida del número de volumen respectivo.

; Iou Andreas Salomé, De mirada retrospectiva. Compendio de algunos recuerdos de mi rrww.nietzscheana.com.arllou_andreas_salome.htm, 3 / 04 /2008.

vida Maüid, Alianza, 1980.

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Zaratustra, es el de El Origen de la traged¡¿ eI de la Genealogía de la moral".8 El de Ia historia y Ia crítica, en suma. La adhesión foucaulüana aI Nietzsche de la genealogía no es integral, pero tampoco es cronológica. No acepta al filósofo de un periodo para rechazar aI de otro si acaso se piensa que el recorrido nietzscheano es divisible en periodos.e En Nietzsche, Ia historización de los valores corre paralela con las ideas del eterno retorno, del superhombre y Zaratustra de las que Foucault tomará distancia.lo

priori histórico y la genealogía. A riesgo de simplific¿r, pues se conoce Ia riqueza de interpretaciones a las que Ia obra y la üda de Nietzsche han dado lugar, hay que recordar eI lugar derivado que le otorga al conocimi.ento frente al impulso vital: "Antes que todo un ser vivo quiere dar libre curso a sus fuerzas".11 Según esto, todo instinto, incluso eI filosófico, "aspira a Ia dominación".r2 La filosofía no es más que la forma más intelectual de la voluntad de potencia; y más sofisticado es el sistema, más alta es Ia ambición. Así, cada filosofía es una confesión y cada sistema las memorias de su autor. El paralelismo entre la obra y la biografía interior de quien Ia realiza de ninguna manera invalida por sí una filosofía, pero sí que contribuye a comprender un cierto número de aspectos, selecciones y preferencias. La idea de "inconsciencia", ya presente en Spinoza, se habÍa generalizado a derecha y a izquierda en eI siglo XIX, pero fue por Ia influencia de Leibniz y de Schopenhauer, qüzás todavía de Max Stirner, que Nietzsche asumió la teoría del inconsciente. Era posible ver en esa actiüdad originaria el principio del instinto. Sin embargo, así como se habÍa convertido al yo consciente o sujeto trascendental y racional enun principio puro y superior, eI inconsciente, el "ello" -en términos de Freud y de G. Groddeck-, pudo ser igualmente absolutizado en la filosofía nietzscheana como instancia superior, como el sinónimo de la voluntad schopenhaueriana, fuerza ignota o substancia 2.-El a

inconsciente. Cuando Foucault abordó el descentramiento del sujeto, elogió a Marx, a Nietzsche y a Freud por haber mostrado que la conciencia no es el principio ni eI centro del mundo, con lo que tomó una postura materialista y nominalista frente al idealismo filosófico. Luego, al estudiar los mecanismos de normalización durante los años setenta, y aI profundizar en el papel que ésta juega en la constitución de los sujetos y de los objetos del conocimiento, su atención se dirigió hacia las condiciones y relaciones sociales, "su historia y sus efectos políticos reales". Si en ese momento alguien pudo pensar sin Marx, ese no fue Foucault quien asimiló el debate de su tiempo para concebir el antagonismo cultural e institucional como una manifestación de la lucha por la liberación subjetiva y objetiva de las dominaciones. Los textos e intervenciones pronunciados durante la década de los setenta, muestran a un Foucault para eI que el saber, como Ia justicia, está determinado por un poder de clase, y ésta dominación silenciosa se ejerce mediante múltiples coerciones, jerarquizaciones y sanciones, meüante toda una ingeniería social e indiüdual. Si la psicopatología de Ia üda cotidiana revelaba lo inconsciente del deseo, la psiquiatrización de la cotidianidad, a través del patrón normal-anormal, contaba lo inüsible de las coerciones y sumisiones.l3 La genealogía nietzscheana iba tras la moral en su formulación de bien y mal, pero con el desarrollo de las ciencias biológicas y criminológicas, y con su activación en eI siglo XX, el objeto de indagación deüene la díada normalidad/ anormalidad y sus apoyos epistémicos y políticos. La genealogía de Foucaullt se dirige a esos momentos de inter-

8

"Le probléme de la culture. Un débat Foucault-Preti", L972, DE tr, p. 372. Foucault aprecia al genealogista que cuestiona los conceptos de la moral, el conocimiento y la metafísica meüante un recurso histórico positivo y sin apelar a los orígenes, y declara su interés por la crÍtica del sujeto como conciencia. e Un primer periodo marcado por Wagner y la influencia de Schopenhauer, un segundo positivista y un tercero antiidealista. Del primer periodo es El nacimiento de la tragedia, del segundo Humano demasiado humanoy Aurora,y del tercero Más allá del bien y del maly Ia Genealogía de la moral. t0 Así hablaba Zaratustra, escrito entre 1BB3 y 188 5, el tema asoma en la Genealogía de Ia moral de 1887 y retorna en otras obras de 1888 como El crepúsculo de los ídolos y en el Anticristo. 11 Nietzsche, Par-deld le bien et le mal, "Des préjugés des philosophes", § 13, Pp. 570-571- Op.cit. 12 lbid., § 6, p. 565;9, pp. 566-567. 13 Foucault,entreüsta "Par-delá le bien et le mal", noüembre de 1971, en DE tr, p. 226 y p.232.


El Nietzsche de Foucault y los

ñriln

de l,a historia-

antropológica y a las prácticas que norman la subjetividad tanto del gobernante como de los ciudadanos

Edo-soberanos. Esrudia los lugares donde se producen la verdad y Ia justicia y donde se pactan los comproÉro§ -no siempre confesables y raramente inconscientes- entre saber y poder. De ahí su interés por las génesis Hs¡óricas de Nietzsche y por su enfoque del idealismo alemán: los vínculos entre historia y razón, entre genea-

Eí¡r y conocimiento. Muy temprano, en la tesis complementaria que presentó para obtener el doctorado, escribió: ffiablemente, habría que entender lo que quiere decir 'filosofar a golpes de martillo', ver con una mirada nueva b que es el Morgenrot lAuroral, comprender lo que nos toca en el Eterno Retorno para ver allí la repetición ilténtica, en un mundo que es el nuestro, de Io que fue para una cultura ya lejana la reflexión sobre eI a priori,lo ciginario y Ia finitud".l4 Foucault comenta a Kant, puesto que su tesis versaba sobre la Antropología desde el punto de vista pragmático éste, pero su análisis rebasa ese propósito cuando evoca: "¿cómo pensar, analizar, justificar y fundar Ia finitud E[una reflexión que no pase por una ontología del infinito y que no se excuse sobre una filosofÍa del absoluto?".1s

&

§ el comentario roza a Hegel no lo menciona, quizás

porque ese trabajo sobre Ia antropologÍa kantiana se mdactaba bajo la dirección de Jean Hyppolite. Lo claro es que Foucault reivindica a Nietzsche tanto frente aI critirismo kantiano como frente a Ia fenomenología hegeliana. De este primer interés que produjo su encuentro con 0Eetzsche, permanece la historia y se abandonan los finalismos, Ias decadencias, los renacimientos y los retornos. Se deja de lado sobre todo una idea que parece acompañar a todo cuestionamiento de Ia racionalidad hegemónica de Occidente: Ia creencia en que Ia única salida está en la confrontación que lleva al aislamiento de la intedoridad, a l,a cá,rcel o al manicomio.lo A pesar de que trató problemas de marginalidad en varias formas de encerramientos ¡ disciptinas, Foucault piensa que no es eI individuo que retoma sus poderes de legislación, de juicio y de realización, eI que dibuja los margenes entre los cuales se le recluye o abandona, sino que estos son trazados por las condiciones de dominación de un sistema totalitario y exduyente para el que la sola existencia de la persona críüca, pensante y autónoma es afrenta. EI control ejercido a través de los valores, las leyes, las culpas, los ideales ascéticos e induso de la memoria zonas de conflicto de ninguna manera neutras- son eI objeto de la genealogía nietzscheana- Y en una línea proximA bs procesos de normalización constituyeron s| 6ampo privilegiado del análisis de Foucault Ia fabricación de la memoria colectiva desde los poderes instiruidos -Ia suprahistoria-, la competencia por apoderarse del recuerdo, del saber y de la creencia, de la subjetividad, forman pafie del mismo proceso de producción y apropiación de las reglas de verdad y de conducta, y de la lucha por su interpretación. Ia voluntad de Nietzsche es voluntad de vivir, deseo, querer, pero no como actividad de Ia conciencia sino como ¡ealización instintiva. Hay que decir que la idea nietzscheana de potencia consiste en la manifestación de una fuerza biológica del orden de Ia pulsión, una fuerza que al entrar en relación con otras fuerzas, deüele creativa y afirmativa, o reactiva y negativa. Esa fuerza, se encuentre en posición de obediencia o en posición fls manrlo, es rm hecho físico y no un hecho inscrito en el terreno de la conciencia moral o deber ser.r7 Si vemos que la dualidad de las fuerzas activas (conciencia) y pasivas (realidad) se encontraba en Hegel, y que al annonizañie constituyen 'd tranquilo reino de las leyes",18 podemos entrever, sin ignorar las diferencias e hipóstasis er<istentes, un aire famüar con el aforismo nietzscheano transcrito por Foucault: no hay más que un reino, 'la rnano de acero de la necesidad que sacude la trompeta del azar".ls Si a eso le agregamos que la fuerza activa deüene en Hegel potencia

Foucault, pp. 107-108, Tesis complementada sobre Ia Antropología desde el punto devista qagrnútico de Kant, 1961, Biblioteca de I-a Sorbona, reserva, RRA 207, 347 pp. de las cuales 128 forman el texto de Michel Foucault Inr,estigaciÓn dirigida por Jean 14

Hlppolite. É ¡6

i;

lbid.,p.40. Sobre este punto puede verse el ensayo de Eduardo Subirats, Figuras de la conciencia deúichada, Taurus, Madrid, 1979. El crepúsculo de los ídolos, hablando de la casta hindú de los tschandalas, dice'Puesto que el ser sano deja üvir lo que está

F.n

rivo, sin imponerle el yugo de un deber-ser". Oeuvres,p.942. lE

Hegel, Fenomenología del espíritu, Fondo de Cultura Económica, Má<ico, 20O3, pp. 92 y L34.

19

FOUCaUlt,

"Nietzsche, Ia généálogi€,

l'histoüe", p. 148.


Teresa Martínez Terán

absoluta, y que hay en Ios movimientos dialécticos un tiempo reiterativo de despliegue y de repliegue, o de expansión y retorno, no debería sorprender Ia proximidad con la cinética de Nietzsche. La fuerza activa es potencia absoluta también en éste, con la apreciable salvedad de que Ia constituye el instinto y no la autoconciencia universal.

El concepto de poder de Nietzsche, definido como una pulsión que no puede dejar de manifestarse -el depredador no sufre de remordimientos-, reaparece en las tesis de Foucault, pero en éste esa potencia deüene nítidamente materia de reflexión ontológica y de actividad y ética. Y finalmente se distinguirá de modo radical de la fuerza física o dominación cuando enuncie que el poder no es üolencia material sino Ia libre tendencia a determinar mediante acciones las acciones libres de los otros,2o lo que coloca en primer término el problema de la libertad. En su incisivo libro sobre Nietzsche, G. Deleuze asienta que la voluntad de potencia no significa deseo de poder, sino que es la potencia quien quiere en Ia voluntad. Y es verdad que el poder precede a Ia voluntad si se observa que Nietzsche no concibe a ésta como causa sui, como motor ultimo de las acciones, sino como un efecto o acompañante de éstas cuyas causas son instinüvas o biológicas. ¿Qué diferencias existen entre Nietzsche y Foucault sobre la historia? Aquí contrastaremos algunos elementos de sus genealogÍas sin pretender agotar sus alcances. Para Foucault no hay una naturaleza humana fija, en realidad no hay -lo discute con N. Choms§- ninguna naturaleza humana que pudiera ser la base de valores universales, pero tampoco una base biológica instintiva e inmutable. EI ser humano, como los valores y los conceptos, incluyendo el de naturaleza humana, se generan y cambian históricamente. De Kant toma el a priori y de Nietzsche la historia para pensar en un a priori hístórÍco en cuyo seno se forjan Ias realidades e idealidades. No se trata de un a priori formal que se dé fuera de Ia experiencia, se da en Ia configuración u orden propio de una época, en la cultura y la episteme que condicionan en un tiempo dado una forma de ver y de ciencia, de pensar y de ser. Esta organización, conjunto de reglas, código y archivo a la vez, forma las condiciones de emergencia de los saberes, Ias limitaciones de su comprensión y las posibilidades de su transformación. La anterioridad del a priori no lo es respecto de Ia experiencia, sino sóIo como condición, historizada también y de ningún modo incondicionada, de los acontecimientos.2l O sea, que es un a priori empírico. Por otra parte Ia experiencia es entendida como una práctica real, sensible e inmanente del hombre en su horizonte espacio-temporal, una práctica arraigada en los tipos de poder, las formas de normatiúdad y las técnicas de subjetividad. Experiencia vivida, diría Nietzsche, experimentarse diría Foucault. Si el historicismo hegeliano pudo ser üsto como el umbral de la genealogía, su deÍsmo representaba para esta "ciencia nueva" un gran escollo, su anulación incluso, de ahÍ el rechazo de Nietzsche y de Foucault a la centralidad de la filosofía y a su superioridad frente a la historia. Que Foucault sólo aplica el a priori histórico a los campos discursivos es verdad y no, porque a través del análisis de los enunciados, como se lee en El orden del dkcurso, aprehende el conocimiento, el deseo y el poder como campos permeados por fuerzas, por juegos de reglas, por la voluntad normaüva de saber y de poder. El concepto de archivo será ampliado en el de racionalidad, como series de discursos, dispositivos, actitudes, mecanismos, prácticas y experiencias. EI que Foucault haga confluir en ese 1969 la críüca o arqueologÍa kantiana con la estrategia o método

20 Estos aspectos, en especial la idea de poder, en T. MartÍnez Terán, Le concept de pouvoir dans la philosophie de Michel Foucault, tesis de doctorado, ANRT, Université de hlle, 2006. 21 G. Deleuze aborda las diferencias y similitudes del a priori histórico de Foucault con respecto al de Kant. Michel Foucau¡r, PUF, Pa¡ís, 1962, p. BB: Ver y hablar son condiciones del discurso y de las visibilidades, pero son hechos realizados en Ia extrreriencia real y no en la experiencia posible. 22

Se

advierte aquÍ el momento de inflexión en que Foucault separa crÍtica y genealogía.


El Nietzsche de Foucault y los

juegc

de

l¡ historia

nietzscheano en un a priori histórico, muestra la forma en que enfocó el problema de la relación enue y razon, inclinándose, no por dar razón de la historia universal o filosofía de la historia, ni por ¡na historia taz6n o historia de la filosofía, sino por un filosofar en la historia. Ín Nietzsche, la genealogía, la historia Foucault reaborda Ia noción de genealogía que había expuesto en 1970. El orden del discurso,z2 el análisis que se proponía instrumentar constaba de dos partes, una que llama y que parecerÍa ser otra denominación con evocaciones kantianas de lo que antes habÍa llamado arquey otra a Ia que llama "genealogía". Esta representaba Ia parte positiva de las formaciones discursivas

ttstudiar, la formación efectiva de los discursos y sus delimitaciones, pero sobre todo eI método a seguir.23 genealogía estudia el conjunto de discursos dados, puestos, realmente existentes. Sin embargo, el campo de ¡mitividad debÍa ser establecido por el mismo anáIisis al decidir qué objetos iban a conformarlo, incluso si se mba de los más heterogéneos. Finalmente, decía Foucault al percibir la complejidad en Ia definición de ambos doques, la diferencia entre la crÍtica y la genealogÍa no está tanto en el contenido, sino en Ia manera de ataque, rn la perspectiva, en la delimitación.2a Lo definitivo está en el punto de vista y no en eI carácter discursivo de los

újetos.

&-La p er sp ectiv a hist óric a El perspectivismo, otro concepto retomado por Foucault, figura en el prefacio de Más altá del bien y del mal dmde se señala que la perspectiva, la óptica, es la condición fundamental de toda vida.2s En Nietzsche, Ia geneafufualahistoria aparece la noción de perspectivismo como uno de los rasgos caracterÍsticos del enfoque genealqgico expuesto un año antes en El orden del discurso. Siguiendo la exposición d.e Auroray la segunda de las Consifuaciones inactuales, Foucault dice: La historia efectiva no teme ser un saber perspectivo.2G Esa historia efectiva que Nietzsche opone a la historia de los historiadores referida con desdén, sabrÍa que es una mirada y también desde dónde mira y lo que mira; no teme e4)resar sus juicios, sus gustos o preferencias, contrariamente a la historia tradicional que se pretende universal, neutra, objetiva, exacta, pero que no es sino demagogia, según la reseña que hace Foucault de La gaya cienciay de La genealogía de Ia moral.27 La' hktoria efectiva ofrece una contra-memoria para desplegar con ella otra forma de tiempo. Las tres funciones que llenaría la historia genealógica son: uso paródico y destructor de la realidad opuesto al tema de la historia reminiscencia; uso disociativo y destructor de identidad opuesto a la historia continuidad o tradición; uso sacri§cial y destructor de verdad que se opone a la historia-conocimiento2s. Luego, la constitución de una con¡&. memoria liberada del modelo metafísico y antropológico de Ia memoria. Para Nietzsche, el nihilismo del aonqimiento radicaba en que se le emprendÍa contra Ia vida, en que se agarraba de la telaraña universal de larazónysrs categorÍas para aüapar las fuerzas vitales, era la conciencia contra el cuerpo. El comentario de Foucault indica que la historia tradicional, fingiendo una voluntad universal, oculm ss prrcfu rtncias, frena su voluntad individual, "adquiere una existencia sin rostro y sin nombre" para aparffi fttrte a los otros que reüste una voluntad superior, borra su querer de su saber para reenconúar det ldo del ú,ieto rm querer eterno. Frente aI enfoque crÍtico o arqueológico con fines epistémicos, Ia perspectiva es esEaücgkayasllne

?3

Cf. EI orden del discurso, Tusquets, Barcelona, 1980. .F.ntre la empresa crítica y la empresa genealógica la diferencia no es tanto de objeto o de de perspectiva y de delimitación", L'ordre du discours. 2{

dmii¡ or¡m de pmto

de ataque,

5 Nietzsche, op. cit.., Prólogo, p. 560. La palabra aparece en itálicas' Un antecedente def prspectñimo se halla enla Monado@ía de Leibniz, quien comparó el mundo con una ciudad donde cada mónada era m especr-*r dr{ un*-erso y obsewaba,desde distintos ángulos y puntos de üsta. Otros datos en Lorenzo Peña, 'Contradi«irmesypudigmasr un enfoque paraconsistente", Relativismo cultural y filosofía, nota 12, p. 68, UNAM, México, 1992. En mi o¡Ériin, rdmidsmo y perspectivismo constituyen dos conceptos diferentes que no deberían ser identificados6 Foucault, "Nietzsche, la généalogie, l'histoire", 1971, DE tr, p- IJO_ :; Foucault, Ibid. p. 1 50- l 5 1. Nietzsche, op. cit.-, La gaya cienctu, 337§ T'Nietzsche, la généalogie, l'histoire", pp. 152-153

Cq@¡o,

§ Itr'

2 5.


Teresa Martínez Terán

una posición, pero -dice- no puede darse eI lujo de las pequeñas verdades ni de los grandes errores bienhechores, su método es también severo y riguroso.2e En lo anteflor se reinstala Ia posibüdad del conocimiento y de una verdad. La genealogía, siendo método y estrategia, queda asociada a la perspectiva, pero en coherencia con eI método arqueológico, debe seguir siendo meticulosa, paciente y tenazmente documental. Hablando de Ia interpretación que había devenido infinita, Foucault alude a la diferenciación nietzscheana de los comisnTs5 y del origen, distinción que él dice encontrar también en Freud y Marx "bajo la forma del rechazo al comienzo".3o Los términos se invierten en 1971 donde ya no son "Ios comienzos" lo que se rechaza, sino "eI origep".:t El fondo de esta diferencia lo constituye el interés de acercar a Marx, Nietzsche y Freud, los tres nombres del descentramiento del sujeto con Ios que Foucault se reconoce en deuda. En su estudio de la genealogÍa establece: "La genealogía no se opone a la historia como la vista arrogante y profunda del filósofo a la mirada de topo del sabio; se opone, aI contrario, al despliegue metahistórico de las significaciones ideales y a las indefinidas teleologías; se opone a Ia búsqueda del origen".32

Foucault examina los distintos usos que Nietzsche dio a esa palabra, los vocablos que empleó y con qué sentido fueron utilizados. Algunos llaman la atención, en especial Abkunft, que significa origen, descendencia, Iinaje, alcurnia, pero también figuran Geburt (nacimiento, pafio, alumbramiento), Entstehung (emergencia), tlrsprung (origen), Herkunft (procedencia), Anfang (principio, comienzo).33 Foucault cree detectar en Nietzsche momentos de diferenciación entre Herkunfty Ursprung. De ahí que éste, por lo menos a veces, sepile la búsqueda metafísica del origen esencial, originario, de antes del üempo y del mundo, anterior a Ia "caída", y el origen en el sentido de procedencia. Este ultimo es el que interesa a la genealogía, el comienzo fechado, conúovertido.3a Explica: "Lo que se encuentra al comienzo histórico de las cosas, no es la identidad aún preservada de su origen, es la discordia con las otras cosas, es el desacuerdo". El comienzo no está en el origen, sino allí donde Ias cosas surgen o resultan como emergiendo de un parto, o de un conflicto o enfrentamiento. El concepto de azar es reintroducido en eI sentido de lo que puede salvar a Ia historia, tanto del esencialismo como del determinismo. Se instaura así una diferencia que, sin embargo, no aparece tan claramente dibujada en Nietzsche. Un pasaje dela Genealogía de la moral habla de los genealogistas que quieren hacer historia de Ia moral sin poseer instinto histórico.3s La palabra genealogía es usada allí como equivalente de historia, y "genealogistas" en el sentido de "historiadores".36 La diferencia entre historia y genealogía no aparece aquÍ, la diferencia reside en uno u otro tipo de historia, o en uno u otro tipo de genealogÍa. Hacer la genealogía de los valores, de las creencias, de los prejuicios, es lo mismo que hacer su historia, pero poniendo en duda sus avales metafÍsicos y preguntándose de dónde surgieron éstos, cómo se formaron, de que realidades temporales emergieron o se originaron. No hay, por lo tanto, una categórica distinción entre origen y comienzo, o entre origen y genealogía, lo que hay en el principio de los valores y sea cual sea el lugar de este principio, es un escenario de antagonismos.

lbid., p. 136. Foucault, "Nietzsche, Freud, Marx" (1964), DE, I, p. 569. 3r Foucault, "Nietzsche, la généalogie, l'histoire", 1971. DE II. 32 Foucault, ibidem. 33 El origen de la tragedia de Nietzsche lleva en su título original el término "nacimiento': Die Geburt der Tragódie aus dem Geiste der Musik (1872)' Muy al principio EI nacimiento de Ia clínica, y muy al final E¡ nacimiento de la biopotítica (curso de lgZB-197g) de Foucault, rinden homenaje al Nietzsche de las génesis. 3a Foucault, "Nietzsche, la généalogie, I'histoire", 1971. DE II. p. 138. Génesis como alumbremiento, acontecimiento o procedencia de una anterioridad. 3s Nietzsche, op. cit. Genealogía de Ia moral, Segunda disertación, § 3, p. 807. Oeuvres. Las menciones indistintas a historia y genealogía son numerosas en este texto. Para Nietzsche, la historia de los orígenes o genealogía es válida o no según provenga de las fuerzas activas o reactivas. 2s

30

36

Nietzsche, op. cit.pp.807-819, 821.


El Nietzsche de Foucault y los juegos de la

E intento de fundamentar en Nietzsche esa distinción entre origen y comienzo o procedencia

histüia-

hace decir a

: "El genealogista tiene necesidad de la historia para conjurar la quimera del origen...", y añade: tal como el tendrÍa necesidad del médico para conjurar la creencia en el alma. Y esto otro: "y es por lo cual sin duda origen de la moral, desde el momento en que no es venerable -y la Herkunftno lo es nunca -, merece cúüca'37.

mz Foucault esté forzando una exégesis según la cual, investigar eI origen de la moral o su genealogía, tiene

DEetzsche una aplicación irónica, que traducida, vendría a evidenciar las fuentes imobles de los valores, de los s y culpas. Partir a la búsqueda del origen equivaldría a buscar la invención de aquello que no tiene oEo

que las fábulas de los predicadores y leguleyos. Por lo tanto, hablar de genealogía de la moral significarÍa de los prestigios que los moralistas otorgan a los valores éticos en razón de su ascendencia ideal o de {larición metafísica. En otros términos, tal ironía podrÍa representar el uso de un metalenguaje con eI que se un lenguaje objeto, sin más compromiso con lo descrito que ponerlo bajo sospecha. Sólo que esta hipótesis del uso irónico nietzscheano también es problemática dado que, contrariamente, Foucault en serio el concepto de genealogía y lo distingue de la historia; no para oponerlos pues "la historia también a reírse de las solemnidades del origen",38 sino para marcar eI ángulo de observación y de investigación. El es que "genealogía", como el vocablo "origen", fueron utilizados por Nietzsche -y lo siguen siendo por otrosmbas acepciones, sea para referirse a Ia historia tradicional y al origen ideal, metafísico y abstracto de los tivos, sea para nombrar la procedencia real y concreta, históricamente fechable y materialmente arraigable h ideales y las cosas. En Nietzsche, todo valor tiene un origen y éste se encuentra en Ia voluntad de potencia y la resolución con la que ésta lo persigue hasta sus últimas consecuencias. O como dice: lo que él funda es una hfiencia nueva", una crítica de los valores morales con el fin de conocer las condiciones y circunstancias que les dado nacimiento, en el seno de las cuales se desarrollaron y deformaron...3e La genealogía toma así su sentido k¿L el que lleva en el título: Zur Genealogie der Moral. Eine Streitschrift (1887), y que no es más que el estudio ftlos orígenes de alguna cosa. Por otro lado es cierto que la genealogía, qúzás más en Foucault que en Nietzsche, designa un método de ]Éajo y una concepción de Ia investigación histórica: es la refutación de una manera idealista de hacer la historia, ¡no proponiendo ir al fondo, a la arqueología, al archivo, a los sustratos. La seriedad de la genealogía resulta de ¡re, simple e inmediatamente, la genealogÍa es crítica; y es tanto crítica material de los hipotéticos principios originios como investigación materialista de la emergencia histórica de las creencias, sentimientos y pensamientos. If,gamos que la búsqueda del surgimiento de ideas, palabras y cosas comporta poner en eüdencia sus inicios ftticios o proclamados; al tiempo que el cuestionamiento de los falsos principios implica Ia preocupación por c¡tablecer las apariciones datables, históricas, materiales o empíricas de los entes e ideas. Ia búsqueda del origen es metafÍsica si se aboca a legitimar el concepto ideal, si se inventa el principio esencial, ¡rfecto e idéntico a sí mismo con el que las cosas deben corresponderse. En este caso, la búsqueda del origen sería ú¡rno querer encontrar el alma ineistente de las cosas. Esa búsqueda se ahorra el trabajo paciente de localizar en rthivos, actas, documentos, etc., las realidades de enfrentamientos, mezquindades, invasiones, rapiñas, astucias-s Esdedr, se ahorra la arqueología o el «archivo»ar. En cambio, los acontecimientos, victorias y derrotas queenc:uentra dgenealogista "rinden cuenta de los comienzos, atavismos y herencias".a2 Todo esto, producto del azar, hay que

rf,urcault, "Nietzsche, la généalogie, I'histoire",

Lhcault

; "Nietzsche, la généalogie,

1971. DE II., p. 141.

I'histoire", pp. 138-139.

LñEezsche, Genealogía de la moral, § 6, p. 773. Oeuvres. Ü'[Setzsche, la généalogie, I'histoire", p. 136. Y "Dialogue sur le pouvoÍ", 1978, DE Itr, p_ 468S9n Cfr- Dialogue sur le pouvoir », pp. 468-469. Alusión al senüdo griego de la palabra a¡dt{ comietzo; el termino francés "

rrrúive »: manera de registrar los acontecimientos discu¡sivos; d término ( arctrá)logie » como investigación dedicada a extraer h acontecimientos discursivos como si estuvieran registrados en un archivo- Et fin es reconstituir un cámpo histórico y anali rdo *hcault, "Nietzsche, la généalogie, l'histoire", p. f40. Herencias, rro, por cierto, frjas y contables, sino frágiles, inciertas, -El[estas siempre

a Ia

transformación y a los desplazamientos.


Teresa Martínez Ter¿ín

ir a buscarlo

en los bajos fondos, Io que hace necesaria la arqueología o crÍtica, pero sobre todo una perspectiva: eI abandono de la creencia en la neutralidad de los procesos de conocimiento, incluso o con más razón si llegan a postular verdades. Pero si la genealogía marca Ia perspectiva, Foucault la inscribe plenamente en Ia indagación histórica, pues aun cuando declarÓ que sus trabajos, siendo de historia no eran los de un historiador, situó algunas de sus obras más importantes bajo la titularidad de esa práctica. La Historia de la locura y la Historia de la sexualLTad, escritas al principio y al final de su carrera, confirman la importancia que atribuyó al tiempo, a la diacronía. Dice, la historia con sus intensidades, defectos, agitaciones, es eI cuerpo mismo del devenir. Es cuerpo social. para él era también el a priori que jugando con multiples formas de azar, arrojaba hechos, valores y conceptos. paralelamente, tituló otras dos investigaciones con términos genealógico s: El nacimiento de Ia clínica y el Nacimiento de la biopolítica.13 4.-Origen y procedencia Situada la genealogÍa del lado de los comienzos fechados, materiales, sentadas las bases de una crÍtica de la búsqueda de los orígenes, se puntualiza la diferencia. [Jrsprung equivale a origen, mientras q¿e Herkunftindica la procedencia, palabra que se hace traducir por "pertenencia a un grupo -eI de la sangre, el de la tradición (...) Sigue refiriendo Foucault su lectura de Nietzsche: Frecuentemente el análisis de la HerkuL,rft pone en juego la raza o el tipo social", pero no para encontrar los rasgos genéricos o raciales de un individuo, sino para advertir las singularidades sub-indiüduales que forman en él un teiido difícil de desmezclar.q La genealogía buscaría no la semejanza o sello racial, sino las diferencias que constituyen y escinden a cada indiüduo con independencia del grupo del que forma parte. Si Nietzsche pretendía realmente esto que lee Foucault, pensamos que no lo expresó tan claramente. Es verdad que de la Genealogia de la moral no se desprende que la "bestia rubia" refiera la supremacía de la ,,raza aria,, ,4s pero eso no indica que Nietzsche no hubiera pensado en la pureza como ideal y en el mestizaje como degeneración; es decir, en una jerarquÍa antropológica no necesariamente coincidente con una clasificación racial. La prueba de Foucault es que Nietzsche habló de los alemanes ejemplificando cómo se engañaron tratando de ocultar la mezcla de razas que los constituía. En verdad, éste no identificó al germano con el superhombre y lo trató en términos que evocan muy de cerca su famoso aforismo sobre la mujer: "un germano es obediencia y piernas largas".46 Foucault interpreta "procedencia" como un análisis que permite disociar eI "yo" y hacer pulular, en los lugares y sitios de su sÍntesis vacía, mil acontecimientos ahora perdidos".aT Luego, lejos de haber pretendido fundar en falsedades la unidad de la raza, del yo, de la identidad o de los conceptos, Nietzsche localizaba la diversidad proliferante de los acontecimientos. Es así cuando dijo que los pueblos conocidos en Europa bajo la denominación vaga de "escitas", poseen lenguas "donde la noción de sujeto parece particularmente atrofiada,,.4s Lo que establece este pasaje, comenta Foucault, es la relación entre las funciones gramaticales, la manera cultural de ver el mundo y las particularidades que posibilitarÍan modos de pensamiento diferentes a los indoeuropeos y musulmanes.ae 43

Véase nota 33 aquí mismo. Foucault, Ibíd, P' uo 14t' 4s Para Karl Lówith la expresión "bestia rubia" revela el deseo de que Europa volviera a la virüzación ante la monstruosidad de un Estado que mentía: "Yo, el Estado, soy el pueblo". Se t¡ataba de una acütud profundamente crítica. Ahora, él también acepta que Nietzsche hablÓ en favor de una enseñanza racista. su opinión es que si bien no hay que hacer de Nietzsche el responsable del nazismo, tampoco hay que maquillar lo que pensó y dijo. "De Hegel a Nietzsche. Ia quiebra revolucionaria del pensamiento en el siglo Xrx. Marx y Kierkegaard". En http:,/,/w¡,1'w.nietzscheana.com.arllowitlr-htn Nietzsche, Genealogía... s lr, p.7$.-7g2. 46 Nietzsche, EI casoWagner, en Oeuvres, p. 920, & 11. aa

a7

Foucault, "Nietzsche, la généalogie, l'histoire", p. 141. Nietzsche, Par deldle bien et le mal,pimeraparte,, p. 576. Habla del dominio Iinguísüco' ou¡a]o-altarque,, , conjunto identificado con los escitas durante los siglos XVI, X\1I, e incluso el XMII. 4e"Nietzsche, lagénéalogie, I'histote",Foucaultcita"L'esprit libre"de pardeldlebienetlemaldeNietzsche,&2g,p.585:,,Lomás difícil de hacer pasar de una lengua a otra es el moümiento del estilo, que tiene su origen en el carácter de la raza, o para emplear un término psicológico, en el ritmo medio de su 'metabolismo.,,. 48

CAJANEGRA


El Nietzsche de Foucault

y los juegos de la historia.

El genealogista buscaría la diversidad bajo lo único, la discontinuidad bajo la continuidad, el devenir bajo b inmóvjl, lo heterogéneo bajo lo idéntico, 1o fragmentario bajo la unidad, nada semejante "a Ia evolución de ma especie o aI destino de un pueblo". Seguir la procedencia "es descubrir que en la raíz de lo que conocemos y de lo que somos no están de ningún modo la verdad y el ser, sino Ia exterioridad del accidente".so Si Foucault ¡q)¿rra origen y procedencia es para rechazar las pretensiones de aprehender Io esencial o invisible de un primer Irincipio, pero no rechaza la indagación histórica de los comienzos empÍricos ni que la Herkunft, en tanto procedencia y pertenencia a un grupo cultural o social, o al grupo de Ia tradición, constituya una parte del objeto de la 6enealogÍa. Ahora, en Foucault no se trata de estigmatizar naturalezas raciales ni de marcar con base en ellas una superi-

aidad o i¡ferioridad antropológica. Establecida la pertinencia de un anáIisis sobre la Herkunft, lo que intenta ts llevar su significado hacia la dispersión y el pluralismo. Su lectura de Nietzsche le hace ver en las referencias Éhicas de éste, no una reivindicación de la pureza ni una crÍtica de las mezclas, sino una crÍtica irónica de las Iretensiones a la unidad, a la continuidad y a la supremacía por motivos de pertenencia racial. La ironía rebate Ia ¡nlabra hablada, de ahí que Foucault afirme que no hay en la genealogÍa nada que se parezca a la evolución de una cs¡recie ni al destino de un pueblo, porque su objeto no es la predestinación sino en eI azar de las luchas donde mda hay escrito. Tiene razón en cuanto a que las jerarquÍas aristocráticas de Nietzsche no siguen un patrón o horía racial sino la postulación de otro modelo: las fuerzas activas y creativas determinan Ia nobleza y la superiorllad. Aún asÍ hay que apuntar que si bien Nietzsche habla de la multiplicidad de almas que habitan un cuerpo, las raloraciones que externa sobre Io plebeyo y lo noble, las calificaciones que hace de los mestizajes de todo tipo y eI qne le parezcan fenómenos de decadencia, impiden hallar en él algo ligeramente parecido a una igualdad entre el grnero humano, del que afirma su jerarquización conforme a una escala particular de valores.sl Ciertamente, y el hecho es palpable en Nietzsche, pluralismo no es sinónimo de igualdad, porque Ia prolifererión del ser puede enbontrarse perfectamente estraüficada. Pluralismo significa inmediatamente diversidad; y un lxrco menos inmediatamente, empirismo, pero Ia remisión nietzscheana de lo mulüple a lo uno y su organización nrtical dejan suponer la intervención de un elemento racional o suprasensible que es d que ordena la multiplirilad en jerarquías y las unifica. Este elemento que percibo como racional porque siwe de principio sintéüco (unifiaador) y clasificador fierarquizante) de las fuerzas, y que eleva lo empírico a un plano más general, es el concepto de voluntad de potencia. Gilles Deleuze asocia Ia genealogía nietzscheana con el pluralismo, pero también con Iajerarquía, no solamente porque eI objeto de esa disciplina son las luchas y las confrontaciones históricas, es decir, el cuadro de las dominaciones, sino porque cree que la interpretación y Ia evaluación propias a Ia genealogÍa @lican crítica y creación de valores, y es por ello que al mismo tiempo que entraña diferenciación, entraña revalcación.s2 Según este enfoque, valoración es jerarquización. No jerarquizar eqúvale a indiferenciar. Foucault acepta que la genealogÍa investiga las condiciones históricamente dadas y las confrontaciones donde N¡s tuchas reflejan los elementos diferenciales de tipo vertical que son los que hasta hoy rigen las sociedades mtidentales. Ve el devenir como campo de fuerzas de dominación pero también de liberación, [,a historia como cscenario de resistencias y libertades activas. Para é1, si la genealogía reconstruye la historia de las relaciones de üminación al relatar Io que fue o lo que es, de ningún modo se compromete con eI deseo de que Io siga siendo, Éno que abre la posibilidad al cambio, aI acontecimiento de otra forma de ser; y si la dominaciónhasido constante,

rEU¡CaUlt,

Ibid., P. t

4t.

mla moral aristocrática de Nietzsche, su idea de la nobleza y de la jerarqúa que opone

igualdad democrática, le hace pensar en rcas {El crepúscalo de los ídolos, op. cit., pp. 929, H¿rkunltuuso Foucault y una tendencia conservadora al discurso tradicionalista'aúibuye racial un significado reconoce en la tü). Cuando &h oigenes La filosofÍa habia tratado este tema a veces reciclándolo, a veces descaliflcándoloaún así, el discurso de Ia procefuci4 que él qúere oponer al discurso de los orígenes, no siempre es histórico sino mitológico' B l)eleuze, op. cit., pp. 8-9 y pp. 67-69. La diferencia, en el origen, es la jerarquía, y ésta aparece como inseparable de la genealqEfu En Nietzsche hay multiplicidad y unidad, "lo uno, es lo multiple", Dionisios es el uno de lo multiple y la afirmación de lo altas y bajas, y

riltil¡le

en el uno.

situil

en éstas al hombre moderno, contradictorio, falso e

a la

hipóoita


Teresa MartÍnez Terán

no tiene caso hablar de decadencia. La genealogía es estrategia de cambio, y las resistencias no son por definición reactivas o reaccionarias como cuando se les en-Lista en el nihilismo destructivo y negador del gozo y de Ia vida: en el campo del resentimiento, de la culpa, de la venganza, y en general de lo que Nietzsche llama una moral de esclavos. Además, la biopolítica, como disciplina y práctica gubernamental cuyo nacimiento investigó Foucault, absorbió el tema de Ia vida y de las funciones biológicas, lo ha colonizado. Frente a ella, emergen mundos de insumisión que, precisamente, ejercen y defienden necesidades y derechos vitales contra Ia gestión pública de que son objeto. Es decir, que esa especie de vitalismo oficial entra en contradicción con las prácticas sistémicas que generan muerte, y que destruyen por abandono, exclusión y desigualdad a seres humanos cuyas vidas ese mismo discurso dice propiciar. Evocando la dispersión, Ia discontinuidad, la pluralidad y el devenir de todos los pueblos sin origen y sin destino, Foucault establece de manera natural un objetivo, no de identidad (mismidad) sino de equitativa diferencia, simplemente porque mezcla y decadencia no son su desasosiego. Para él Ia decadencia no está en la mezcla, ni la superi-

oridad / inferioridad en las pertenencias étnicas o en las condiciones fisiológicas. Y afirmar esto, sin duda, es también una valoración, pero no una valoración jerarquizante ni indiferente, lo que eüdencia la fragilidad de Ia tesis de que genealogía es jerarquía, y que para diferenciar sea necesario estratificar. Según Deleuze, el fin más importante de la filosofía nietzscheana está en liberar al pensamiento del niljlismo en cualquiera de sus formas.s3 La pregunta es, entonces, ¿cómo se logra la libertad, ya no del pensamiento sino de Ia creatividad y vitalidad en un escenario repetido de fuerzas dominantes y dominadas? ¿Qúén se libera y cómo si hay que llevar la fuerza de domino hasta eI fin de su querer? Foucault no ve en las fuerzas físicas, ni en la apropiación y la dominación que las definen un signo de liberación sino de exacerbación del poder. Una execración incluso que caería fuera de lo que debería entenderse por poder: posibüdad, acción, despliegue, y aun en su sentido más realista: estrategia para determinar Ia conducta de los otros. Digamos que la suya es una filosofÍa del poder y no de Ia fuerza ni de la gu€rrá: En su texto sobre Ia Antropología de Kant expllcó que ni la teoría de la apropiación ni la del contrato daban cuenta de todas las formas de poder que actuaban en Ia modernidad. En la primera veía una descripción historicista y economicista de los eventos de guerra y de conquista; en la segunda una explicación jurídico-política que fundaba Ia dominación sobre la ficción del consentimiento de los pueblos. Mientras que en el curso llamado Defender la sociedad ratificó que tanto la una como la otra, ejemplificadas la primera con el discurso historicista de Boulainvilliers y la segunda con las filosofías contractualistas de Hobbes y de Rousseau, eran una justificación trucada del poder.sa

Si para Occidente el poder sóIo había sido voluntad-consenso-Iey (Kant), o voluntad-naturaleza-fuerza (Nietzsche), habría que superar una y otra concepción, pues hay relaciones, dispositivos y mecanismos sociales donde aparecen fenómenos aceptables o abominables de poder que ni la fuerza-apropiación ni el consenso-ley explican. Desde los años sesenta Foucault buscó hacer inteligible este problema, y cualquiera que haya sido el

resultado, pasó por distinguir entre historia y filosofÍa político-jurídica. Desde Ia historia, él critica la filosofía o "historia para filósofos",ss aun fértil en contratos virtuales de donde nacen el Estado y el derecho. E instalado en el plano histórico-conceptual, el escenario r.rrelve a escindirse entre una historia de las realidades, material y corporalmente arraigada, y una suprahistoria o metahistoria que es la que eI poder escribe y se cuenta a sí mismo. La exégesis foucaultiana de Nietzsche destaca la dispersión y pluralidad, y consecuentemente, la paridad de pueblos e indiüduos. De ahí deriva otra idea: la de una identidad múItiple a partir de las fisuras del yo, d.e su actuar en distintas relaciones. Su asiento es el cuerpo y el cuerpo es también el lugar de la procedencia, como es el lugar de las luchas internas donde se graba el paso y el peso de la historia. El cuerpo es "el lugar de disociación del yo (al que se intenta atribuir la quimera de una unidad sustancial)".s6 La genealogía se encuentra en Ia articulación del cuerpo

s3

Deleuze, Ibid., p. 40.

Foucault, entrevista "Le jeu de Michel Foucault", 1977, DE III, p. 302; también, T. MartÍnez Terán, Filosofía y política en Michel Foucault, Plaza y Valdés-BUAP, México, 2007, pp. 76,I45. ss Paráfrasis que recuerda al Nietzsche que habló de moral para psicólogos. s6 Foucault, "Nietzsche, Ia généalogie, l'histoire", p. 143. sa


El Nietzsche de Foucault y los juegos de la historia.

¡rde la historia, muestra al cuerpo impreso de historia y la historia devastando el cuerpo. Este yo fragmentado ÉAe la identidad cosificada, indiferenciada, porque entiende por ésta el principio fundador y la unidad esencial, dretorno a lo mismo, Ia búsqueda, sino es que la imposición, del origen. fr*tnerg encia e interpretación. Los no-Iu g ares Si Herkunft es traducido como procedencia luego de que se le suprimió su sentido de "origen", Entstehung &si8na la emergencla. La emergencia no es simplemente la aparición de algo, sino su aparición o transformación m cierto estado de fuerzas. En Nietzsche la procedencia designaba la cualidad de un instinto, su grado o su , mientras que "emergencia" designa un lugar de posicionamiento a la vez que un no-lugar de distancia. Foucault aludiendo al tratamiento nietzscheano de la emergencia del concepto "bueno", que no se trata de tnergía de los fuertes ni de la reacción de los débiles, sino del espacio que los dÍvide y se ahonda entre ellos, v"acío y la distancia, de las grietas por sobre las cuales ponen en juego una serie de intercambios y de signos. en Nietzsche, nadie es responsable de una emergencia, "ésta se produce siempre en el intersticio".sT Deleuze

"La irresponsabilidad, el más noble y más bello secreto de Nietzsche".ss

r¡s distancias entre las posiciones disimétricas

están permeadas por vacíos que dividen y üstribuyen a los pero que al mismo tiempo que los fijan mediante el ritual y los sistemas de reglas, los moülizan. Las ias son figuras sucesivas de desplazamientos, sustituciones y reemplazos con distintas significaciones. ¡{las las series de interpretaciones forman el devenir de la humanidad y su historia, que es la historia de Ia de los significados de las ideas, verdades, reglas y valores, es decir, su genealogía. Para Nietzsche, mnsonancia con la idea del eterno retorno, los escenarios se reproducen y repiten, no porque se trate exactadel regreso de lo mismo, sino porque eI mis6s regreso es su ley, y las conüciones se combinan de modo reproducen las diversas fuerzas y el teatro incesante de la dominación y de la obeüencia. Según Foucault, lo de esa movilidad de las emergencias es que posibilita las incursiones de unos en los espacios de los la incursión que hace funcionar el complejo aparato políüco-jurídico en conúa de quienes 16 imponen y que que los dominadores puedan encontrarse dominados por sus propias reglas. Orras interpretaciones de emergencias o no-lugares se han producido posteriormente, ie pero si bien dessiben apropiadamente los actuales de disgregación y segregación, los vacÍos, no siempre recuperan la posibüdad de interacción que h que permite su reversibilidad y posible cambio. F¡ el escenario de la emergencia se trata del teatro siempre repetido por los dominadores y los dominados. Y Stnealogía, mediante la procedencia y Ia emergencia, reconstruye los diversos sistemas de sujeción y el juego hs dominaciones.60 De allí los rasgos que caracterizan esa relación de mando y su necesidad de frjarse en cada de Ia historia un ritua} imponer obligaciones y derechos, crear cuidadosos procerlimientos que ñjan, no los guiones de la comunicación sino sus escisiones y jerarquías. No es pues eI Estado y su derecho quienes la sociedad y Ia apaciguan, son las confrontaciones constantes de ésta las que producen el Estado y los de reglas que no están para suavizar los conflictos, sino para satisfacer la violencia Aquí se reitera Io no es ni deseo ni proyecto, sino una constatación: "la [...] paz, eI dolor del compromiso, La aceptación tácita de lejos de ser la gran conversión moral o eI útil cálculo que han dado nacimiento a la regl4 no sonmás que su y a decir verdad, su perversión".61 De acuerdo con esa lectura, Ias emergencias nietzscheanas, más que de indiferencia, son el espacio anónimo del enfrentamiento.

t, "Nietzsche, Ia généalogie, l'histoire", p.144. Deleuze, op. cit., p. 85-86. op. cit. P. 25. Marc Augé, Los np lugares. Espacios del anonimato (1992), Gedisa, 1993., y Tigmnnt Bauman, Wda de consumo, FCE, México, Arnor líquido, FCE, México, 2007. t, "Nietzsche, Ia généalogie, l'histoire", p. I43.

JEbrt

Foucault citauna frase dela Généalogía delamoral,tr, 6, p.810:'Culpa, conciencia, deber, tienen su foco de emergencia derecho de obligación; y en sus principios, como todo lo que es grande sobre la tierra, éste fue regado con sangre".


Teresa Martínez Terán

El ataque nietzscheano a los valores burgueses y a los ideales de la modernidad exalta, por contraste, las vi-rtudes aristocráticas y la moral de las noblezas.62 La interpretación de Nietzsche, objeta Whal a Foucault durante

la conocida charla llamada "Nietzsche, Freud y Marx" de 1964, no debería ser equiparada con la interpretación económico-social de Marx o con la psicológica proveniente del psicoanálisis.c3 ¿Qué conserva Foucault de esa demolición nietzscheana de los valores? Así como la voluntad de verdad requería de una crítica,oa era necesario cuestionar la voluntad de poder. La justicia y el acuerdo son la buena voluntad entre gentes de igual poder, explica Nietzsche.Gs La desigualdad, Ia superioridad de Ia élite, Ia guerra por el poder, es ahí declarada sin escrúpulos, y se debía actuar en consecuencia en eI juego imaginario de las aristocracias que él había resucitado.66 En las filosofías de la universalidad, en cambio, se declara escrupulosamente Ia moralidad, Ia paz y la igualdad y se actúa en contra. Foucault asumirá que el pensamiento, los valores, las reglas, emergen de los encuentros entre fuerzas: Estas reglas son Ia perversión de los conflictos y no el sustituto de la guerra -dice-, pues cuando la humánidad instala en sistemas de reglas sus violencias, lo que hace es seguir de dominación en dominación. Las reglas son en sí mismas vacías, no son más que un instrumento al servicio de quien se las apropie, y en esto consiste el juego de Ia historia. Un juego que como eI de Ia verdad y el del poder, tiene más de duelo que de lúdico. Luego, las normas públicas podrían tener una fuente legítima o constituir como hasta ahora Ia ritualización de la úolencia. La genealogía interpretará ese juego para palpar el devenir de la humanidad, concebido a la vez como una serie de interpretaciones, "si interpretar es apropiarse por violencia o audacia de los sistemas de reglas y someterlos a una nueva voluntad". Es aún Nietzsche, pero dejará de serlo cuando Foucault declare que el fin de la política estaría en la ultima batalla, con la que se suspendería, al Iltr el ejercicio del poder como guerra continua.GT O actualizando la utopía: que se ha logrado un estado democráüco: si por democracia se entiende "el ejercicio efectivo del poder por una población que no está dividida ni ordenada jerarqúcamente en clases".6s El eco es marxista y suena: una paz justa reclam¿ ¡¡1 estado justo más que un Estado de derecho, exige el rebasamiento del conflicto y que se hayan alcanzado relaciones sociales equitativas. Iniusticia es el orden de explotación, sus instituciones, valores y jerarquías; cada una de las luchas por alcanzar un estado justo de derecho y paz, son actos de justicia. 6.-Resistencia, Invención y verdad Siendo Ia genealogía la búsqueda de la procedencia y de la emergencia, ¿qué la distingue de la historia? Nietzsche

opuso la historia efectiva, equivalente del sentido histórico, a la suprahistoria que totaliza y clausura. Esta es la

62

Un significado de las ideas de nobleza y villanía, en Deleuze, Nietzsche et la philosophie, pIJF, parís, 1g62, p. 62. Su propósito mostrar que la filosofía de Nietzsche no es negaciÓn reactiva de todos los valores, sino una reinvención de sentido y de valor. Queda que la nobleza nietzscheana se perfila como una aristocracia del espíritu y no como superioridad racial. 63 Coloquio de Royaumont, julio de 1964, DE, I, p. 576. Participación de M. Whal, "...Está el mardsmo, está el psicoanálisis, y hay además, digamos, interpretaciones raciales...". 6a Foucault, Lavérité et les formes juridiques,DE II, p. 634. La idea era de Nietzsche (Genealogía de la moral,I[, & 24): ,,La voluntad de verdad reqÚere de una crítica -definamos así nuestra propia tarea- hay que intentar de una buena vez el cuestionamiento del valor de verdad". 6s Nietzsche, Genealogía de la moral, & B, p. 814. Oeuvres. 66 Las jerarquÍas aristocráticas nietzscheanas, tan opuestas en apariencia a la idea kantiana de igualdad, evocan el esquema del amo y el esclavo de Hegel (Fenomenología del espíritu, FCE, México,Igg4, pp. 113-121) pero sin la dialéctica. por lo demás, la desnivelaciÓn humana debida a la excelencia es clara en esta obra. Mientras que la idea de igualdad en Kant deberÍa ser matizada a la luz de los párrafos que dedica a Ia propiedad de las personas por parte de las person as en principios metafísicos del derecho, y en la importancia que da a los valores de la excelencia en Doctrina de la virtud; véase philippe Ral.rraud, prólogo en Oeuvres de Nietzsche, p. 21, nota 6. 67 Foucault, Defender la sociedad, Argentina, FCE, 2000. "Il faut défendre la société",curso en el Colegio de Franc ia, lgll,Gallimard, Pa¡is,1997. s Foucault, 'De la natu¡e humahe: justice contre pouvot',, DE p. II, 4g5. es

CAJANEGRA


El Nietzsche de Foucault

y los juegos de la historia

historia reconciliadora,os Ia que se pone fuera del tiempo, Ia que pretende ser objetiva y supone una verdad etern4 un alma inmortal y una conciencia siempre idéntica a sÍ. Vuelve aquÍ Ia idea de la desaparición del hombre en tanto sede de todas esas entelequias. EI sentido histórico, instrumento privilegiado de la genealogía, dispersa y borra Ia 'nidad de ese ser humano, Io que se creía en éI eterno e inmortal es resituado en el devenir. El saber histórico fragmenta los instintos para mostrar sus avatares, sus momentos de fuerza y de flaqueza, y aquellos momentos nihilistas en los que se lT relven contra sí mismos encarnizándose en Ia propia destrucción. En las conferencias de Río, Foucault retoma el tema del origen oponiéndolo, esta vez, aI concepto de invención (Erfindung).'10 El encuentra que Nietzsche utilizó en varias ocasiones esta oposición para indicar que lo inventado no tiene origen, tal habrÍa sido eI caso del ideal, de los valores morales y otras creencias que fueron fabricadas mediante pequeños mecanismos.La invención se asocia a la noción de comienzo que en 1971 había constituido Ia dicotomía Ursprung-Herkunft. Foucault dice: "Para Nietzsche Ia invención -Erfindung- es por una parte una ruptura, y por otra algo que posee un comienzo pequeño, bajo, mezquino, inconfesable.Tl Tan bajo como Ia "solemnidad del origen" que podía ser el oficio de los genealogistas de la moral o de la historia tradicional, monumental o anticuaria. La invención puede ser equivalente a Ia suprahistoria mencionada a propósito de ciertas filosofías. Es así que si el filósofo historiza, construye una supra-historia, y si no historiza funda sus verdades en Ia lógica y en Ia abstracción. La crítica a Ia filosofía de la historia ataca tanto un historicismo artificial como eI ahistoricismo. Es allí que Foucault precisa lo que le interesó del modelo nietzscheano: "...tomé este texto [...] apenas para mostrar que existen en Nietzsche ciertos elementos que ponen a nuestra üsposición un modelo para un análisis histórico de lo que yo denominaría Ia política de la verdad"Tzilun modelo para abordar "la formación de ciertos dominios del saber a pafiir de relaciones de fuerza y relaciones políticas en Ia sociedad".73 Entramado históricopolítico que constituye el fondo, no solamente p¿rra la interpretación del conocimiento y de los acontecimientos discursivos, sino de las relaciones sociales. En el examen de dicho modelo el sujeto del conocimiento es reincorporado, pues se Ie analiza ahora desde el üscurso histórico que aborda su formación y descentramiento. EI sujeto reaparece ligado al concepto de invención, él mismo es producto de una fabricación en el contexto de diversas prácticas sociales. El yq último átomo y reducto del alma, había sido negado por Nietzsche quien lo vio como otra fabricación de la unidad. Creyó, en cambio en el "sí" [mismo] como campo genético e inconsciente de fuerzas.7a Luego, satirizó también Ia idea del dominio de sí que Foucault habría de considerar imllortante al abordar las formas de subjetivación y las técnicas del yo. En las conferencias de Brasil, cuyo fin era analizar diferentes formas de Ia verdad y de subjetividad en ües momentos históricos, Foucault dijo de Edipo: "Hay que acabar con este gran mito; un mito que Niezsche comenzó a demoler aI mostrar en los textos que hemos citado, que por detrás de todo saber o conocimiento lo que está en juego es una lucha por el poder.Ts De ahí que eI problema político más importante sea el de la verdady que hala que pensarla en Ia historia. Lo que significa contextualizar los distintos sistemas de pensamiento a la vez que filosofar

B Foucault, "Nietzsche, la généalogie, l'histoire", p. 146.

Foucault, La verdad y las formas jurídicas, p.2O-21. 1981, DE, II, pp. 53-646. El término invención ha impa,ctado a urn generación de historiadores que titulan con él sus investigaciones. 70

¡t

lbid.,p.2I.

2 Habla de ese texto (1873) póstumo de Nietzsche, Verdad y mentira en el sentido exüa-moral en el que se dice "4. Ia l'uelta de alguna esquina del universo, inundado de fuegos de infinitos sistemas solares, hubo un día rm planeta sobre el cual, animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más orgulloso y el más mentiroso de la historia universal". ¡ Foucault, La verdad y las formas jurídicas, pp.29 y 3I. 7a Voluntad de poderío, Edaf, Madrid, 1981: "La 'persona' ha de ser concebida como engaño:laherencia es de hecho la objeción fundamental en cuanto un sinnúmero de fuerzas formadoras de tiempos muy ¿mteriores constituyen su conformación persistente: en realidad, estas fuerzas pugnan en la persona y son regidas y domadas - unar-otuntad de poder atraviesa las personas, tiene necesidad del empequeñecimiento de la perspectiva, del oegoísmor, como condición provisoria de existencia; desde cada estadio se mantiene a Ia expectativa de uno superior". ;j Foucault, La verdad y las formas jurídicas, p. 59.


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in situ -desde Ia corporeidad y la posición que se ocupa en eI tiempo, eI espacio, Ias circunstancias- las historias, modos de pensar y procesos políticos reales. Un pensar crítico del presente y de las distintas formas de raciona-

lidad.76 Para Foucault el problema fundamental no está en la mentira que pronuncia el Estado cuando dice el pueblo soy yo, ni en ese minu¡s más orgulloso y mentiroso de la historia universal que inventó el conocimiento, el problema no es tanto la invención como la verdad y sus efectos, está en los espacios de veridicción donde se le produce, en la sacralizaciÓn de los lugares donde se le enuncia, en Ia autoridad con que se inüsten sus emisores, en el uso del conocimiento, su codificación, distribución y consumo, en su ocultamiento y dosificación. EI problema es la función de la verdad en la continuidad y renovación de un orden desigual de sometimiento.

Entre las respuestas dadas a Ias objeciones que Ia genealogía despertó, Foucault reacciona contra quienes le imputaban concebi¡ eI cuerpo como sometido sólo a las leyes de la fisiología y como estando fuera de Ia historia. El cuelpo' modelado por una serie de regímenes, roto por el trabajo..., intoxicado por alimentos y morales, también se construye resistencias.TT Nótese que este cuerpo que resiste no es la voluntad fuerte y depredadora cuya naturaleza era inevitablemente rapaz, este cuerpo roto resiste al abuso de poder, aun si es eI mismo la fuente y la amenaza de ta] abuso. Y regÍstrese como dato básico que muy aI comienzo Foucault incorporó eI recurso individual y social de las resistencias frente a los condicionamientos de todo tipo. A diferencia de la historia tradicional, la historia d.e Nietzsche, d,ice Foucault, hace resurgir Io d.iscontinuo y la singularidad del acontecimiento. Este úItimo concepto no refiere las grandilocuencias de la historia monumental, los hechos con mayúscula ni los advenimientos únicos, refiere los antagonismos y dinamismos de los estados de fuerza móviles, sea que se produzcan en el exterior o en el interior de las formaciones sociales y discursivas.T8 Al distorsionar eI yo y al ponerlo incluso contra sí mismo, estaría en realidad introduciendo la idea de un ,,anti-yo,,, metafóricamente similar a las propuestas de Ia física con la idea de la "anti-materia", o de Ia quÍmica con Ia fórmula de Ios "anti-cuerpos". Ese anti-yo es de cualquier modo una cóncentración del yo que es aI mismo tiempo resistencia y defensa, antídoto. Salido a veces de la debilidad., eI anti-yo hace resurgir las iuerzas en su duelo ár, vo. En este momento, en que parece que la historia humana se reduce a biología y "r a mecánica natural, es importante advertir el contexto dinámico en eI que interactúan tanto las operaciones naturales como las éticas e intelectuales, que de ningún modo se asimilan pero que tampoco se trascienden Ia una a Ia otra. En suma, que una idea del deber no desaparece del pensamiento de Foucault" AquÍ se evoca nuevamente la posición de Nietzsche frente a aquella división kantiana entre eI reino de la necesidad y el de Ia libertad que Foucault había ubicado bastante más lejos, entre los griegos y el cristianismo, posición que consiste en reconocer la etstencia de un solo reino: "Ia mano de acero de la necesidad que sacude la trompeta del azar".7e Sólo habrÍa que notar que la genealogÍa nietzscheana asÍ expuesta -donde curiosamente y junto las muchas críticas lanzadas contra Io único y permanente hay, después de todo, Ia unidad de un solo reino y la constancia del instinto- quiere distinguirse de Ia historia tradicional. Sin embargo, una y otra tienenuna fuente comúq un sóIo comienzo "impuro y mezclado". ¿con relación a qué "pureza" dice Nietzsche que al inicio fue el mestizaje? con relación, me parece, a una prefiguración del origen, según la cual, la pureza está al final. ¿En el destino? Ese origen impuro, mestizo, Iugar de Ia emergencia de la historia, es la Europa "plebeya" del siglo )flX. siglo teatro de ,.la anemia de fuerzas, las mezclas que han borrado todos sus caracteres pioducen el mismo efecto que las maceraciones del ascetismo; la imposibilidad en la que está para crear, su ausencia de obra.,.", el recurso a la imitación.8g

76 77

78

EI nombre que propuso para su cátedra fue: "Historia de los sistemas del pensamiento,,. Foucault, "Nietzsche, la généalogie, I'histoire", p. L47.

lbid'' p'

147 ' "En la medida en que la historia introduce las contradicciones y la discontinúdad en nuestro ser mismo, en l,a medida en que divide nuestros sentimientos, dramatiza nuestros instintos y multiplica nuestro cuerpo para oponerlo a sí mismq será una historia efectiva',.

n lbirl, p. 148.

8lbirL,p.

152:

CAJANEGRA


El Nietzsche de Foucault

y los juegos de la historia.

¿Cómo entonces, de un siglo tan decadente por "impuro", podía surgir el análisis genealógico? Foucault descifra: había que volverse dueño de Ia emergente historia para hacer de ella un uso distinto y "rigurosamente antiplatónico". Recordemos que las fuerzas activas nietzscheanas son superiores e inconscientes. En cambio, piensa, Ia contra-memoria tiene una función política, por eso es estratégica y por eso es objeto de la genealogÍa, pero no por ello renuncia a enunciar una verdad. Toda historia es reminiscencia y toda interpretación mediante el sentido histórico reivindica o inventa una tradición y una verdad. [a conúa-memoria es la edificación de otra memoria, pero digamos en su favor que se reconoce como tal y que se relata a partir del cuerpo, de lo material y de las huellas que el paso de Ia historia ha labrado en é1, es decir, de la experiencia corporal. Si la genealogía hubiese emergido de Ia angusüa decimonónica europea de no saber quién se es, del miedo a la bastardización y al mestizaje, de la amenaza a una identidad que dejó de ser creadora y peor, que había devenido imitadora de lo extraño, si el origen de la genealogía nietzscheana hubiera sido Ia nostalgia y el sentimiento de pérdida, triste disciplina serÍa la que üatara de llenar la ausencia de Dios y del hombre, que es en el fondo la ausencia del hombre europeo, con la ilusión de otra historia que por no tener a este hombre en el centro, ya no tendrÍa a nadie en absoluto. Cuando, muy al contrario, el reconocimiento del vacío, su aceptación, era la posibilidad hoy tal vez imposible de generar una ética autónoma y una cultura de sÍ: la posibilidad para todos y cada uno de ser personal y socialmente eI soberano y responsable de sus acciones y deseos. En 1982, a propósito de Ia cultura de sí que practicó Ia antigüedad griega y que sabe irrepetible, Foucault expresa que la historia nos protege de un historicismo que invoca eI pasado para resolver los problemas del presente.8l Una ontología del presente no lo es del principio y el fin del mundo: "Hay que tener la modestia de reconocer que el momento que üvimos no es el único ni el más importante de la historia, que no es el lugar en el que todo termina y todo recomienza".s2 Lo que muestra que si no creyó en la historia progresiva y ascendente tampoco adoptó Ia mística del eterno retorno, independientemente de que aI margen del proyecto "Zaratustra", Ia concepción cÍclica del tiempo tenga en otras culturas un significado que habría que comprender en toda su diferencia.

7.-Identidad y diversidad Un pasaje de Humano demasiado humano de Nietzsche expresa que es un signo de cultura superior m¿mtener en la conciencia fases de Ia evolución que los "hombres menores" pasan sin pensar; Foucault, interpreta que

allí los semejantes son comprendidos como sistemas determinados y como representantes de culturas üversas, necesarios y modificables. A la par, se percibe en la propia evolución la capacidad de separar fragmentos y de ponerlos aparte.83 Esto confirmaría que la Genealogía quiere mostrar la pluralidad de fragmentos fisiológicos y culturales que integran el yo, y no buscar continuidades de suelo o de lengua en donde arraigar el presente. Pues "si l,a genealogía plantea a su vez Ia cuestión del suelo que nos ha visto nacer, de Ia lengua que hablamos o de las leyes que nos rigen, es para sacar a la luz los sistemas heterogéneos que, bajo Ia máscara de nuestro yo, nos prohíben toda identidad".B4 La identidad es rechazada como definición metafísica y unitaria pero no como cuestión onto-histórica concreta, no como pregunta por eI ser particular que constituye la pluralidad. Si no fuese así, Foucault no preguntaría casi al final: ¿quiénes somos }:roy?,y no plantearÍa - verdad es que con cierta resaca ilustrada- la necesidad de una ontología histórica del presente que indagara especÍficamente Io que es el hoy. Su reflexión, si por un lado apoya la desvinculación de las individuaciones impuestas arbitrariamente desde el poder, por el otro arraiga en el presente, en la historia y en Ia realidad, sin que por eIIo haya que perder de vista Io posible. Los seres así descubiertos no tendrÍan más que ver con las identidades asignadas heterónomamente, por las que se les individualiza y conjetura lo que son y deben ser, por las que se les sitúa en algún peldaño de la arqútectura natural y social, y por las que se dice reconocerlos, compensarlos o castigarlos.

tr Foucault, "Espace, savoir et pouvoir", entreüsta de marzo de 1982, DE IV, p. 280. P Foucault, "Structuralisme et post-structuralisme", 1983, en DE IV, p. 448, a Foucanlt, íbid., p. 154. Nietzsche, Humain frop humain, S 274. Ctr Intempestivas, citado por Foucault en el texto comentado. u lbidem.

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Teresa MartÍnez Terán

Lo que descarta Foucault es la metafísica de los orÍgenes ficticios, únicos y fijos por los que se asigna una identidad a perpetuidad. Su anáüsis intenta acercar Ia crítica genealógica y las tareas sociales desterrando un peligro y una acusación de postguerra: el peligro es el uso racista de la genealogía contra el que Foucault empeñó todas sus artes; la acusación condenaba Ia ruptura con el universalismo abstracto favorecida por los estudios perspectiüstas de la particularidad. Y un mismo escrúpulo subyace en ambas imputaciones: la reticencia a aceptar nuevos enfoques teóricos y prácticos. Por eI perspectivismo cognitivo, por la reivindicación de la pluralidad y el rechazo de Ia falsa concüación entre razón y sensibilidad, por la negación de las identidades y reconocimientos distribuidos desde el Estado, por su visión de la historia, no es fácil convertir a Foucault a ningún tipo de idealismo. Habría que volver sobre la cuestión de Ia identidad a propósito de la Historia de la sexualidad y de las tecnologías de sí. Sin embargo conviene recordar lo que dicen los conceptos identidad, identidades multiples, e identificaciones. En el primero cabe distinguir Io que es la identidad asignada desde el exterior y lo que es la identidad que procesa la autoconciencia, o que se produce por eI sentido interior que reúne las experiencias personales dispersas. Para Foucault ambas posibilidades pueden unirse y producir Ia ilusión antropológica de la identidad o autoconciencia. Sucede que ambas formas de identidad se condicionan, constituyen una subjetividad y un sentimiento de identidad trabajado dentro de un dispositivo de poder. Foucault trató el tema cuando abordó el sentido interno kantiano (sentido de la unidad psicológica del yo) en contraste con eI yo trascendental. En Vigilar y castigary en La voluntad de saber aborda nuevamente Ia identidad fija, determinada esta vez por Ia atribución de una sexualidad. La inüviduación era de hecho la identidad obligatoria, Ia identidad atribuida como efecto e instrumento de control. Aunque el yo empírico se corresponde con la realidad plural del yo fragmentado, diverso en Ia experiencia y disperso en la temporalidad de una vida, esta pluralización del yo puede ser consüruida o modelada por elecciones racionales y afecüvas, por la escisión de las funciones del sujeto, o por una percepción distorsionada de sí. Es por esto último que Foucault tampoco se muestra incondicionalmente nietzscheano. Nada alérgico a los estilos extravagantes de conducta y más bien en extremo sensible a la problemática de la otrificación y dispersión del "yo",*t él comentó que Nietzsche, al final de su vida, identificándose con Dionisios, Zaratustra o Cristo, estaba dando muestras de su enfermedad. Las identificaciones tan alejadas de lo que se es, se hallen fincadas en eI deseo, inconsciencia o autoconsciencia, las identificaciones con aquel modelo exorbitante Io que indicaban, triste o maravillosamente, era la pertenencia a un estado de locura.86 Ahora bien, y dadas las muchas acepciones que se le pueden otorgar a esta última palabra, hay que acentuar que Foucault no comparte en absoluto la idea de demencia con la que Hegel descalifica todas aquellas insumisiones que desafían las leyes del universal,8T pues a sus ojos hay legión de rebeldías que son cordura, como hay buenas razones para desear entrar y salir, asiduamente, de la raz6n. Más propiamente, hay distintas formas de racionaIidad. Filosóficamente hablando, el "desvarío" no radica en el ejercicio autónomo de Ia libertad o en Ia saludable

8s

Al analizar los dictámenes psiquiátricos que

se hace del castigo para

se vertían sobre los acusados de crimen, y al cuestionar el desdoblamiento que juzgar, no solamente el acto delictivo sino toda la üda y la conducta del infractor, Foucault destaca los

términos usados en dichos documentos. Uno de éstos es bovarysmo (en eüdente alusión a la novela de Flaubert), entendido como sentirse lo que no se es, del que comenta: . . sobre todo lo más bello y grande del mundo, es por eso que A [inicial del inculpado], ha podido concebirse como un superhombre". Les anormau& Curso en el Colegio de Francia, 1974-1975, p.4. Gallimard, ParÍs, 1999. Oüas "anomalías" según los expertos, y que cito por mera curiosidad, son el alcibiadismo (cortar la cola de su perro), d erostratismo (quemar como Erostrato el templo de Efeso) y el donjuanismo (sin comentarios). La medicina de Ia época define l,a .

'anormalidad" como enfermedad, y la criminología traspone esos juicios para castigarla como delito. Foucault sólo estudia unay oEa p¿lra mostrar la emergencia y los desplazamientos de los conceptos y criterios sobre la "anormalidad", lo que no quiere decir quelas enfermedades y delitos no existan, sino que sus configuraciones son históricas y culturales. sFoucault, "Nietzsche, Freud, Marx", julio de 1964, DE I, pp. 564-579. t' H"g"l, Fenomenología del espíritu, pp. 22I-222, FCE, México, 2003.

l


El Nietzsche de Foucault y los juegos de la historia.

rebeldÍa frente a las arbitrariedades y abusos de poder, residen en Ia total pérdida de contacto con la realidad por exceso de conciencia. Si algo pudiera ser calificado de "anómalo" esto sería Ia definición de la realidad según la idea y no según su historia y la de sus apariciones y relaciones concretas. En "Nietzsche, la genealogía, la historia" leemos que Nietzsche pone en escena el carnaval de Ia historia, y lo que podÍa ser la maraülla de la multiplicidad, de las identidades plurales cotidianas, pluridimensionales, se transforma en parodia de identificaciones: Dionisios, Zaratustra, Cristo. Otra vez Foucault busca eI sentido de la dispersión explicando que Nietzsche, ante el vacÍo dejado por Dios y por el Hombre, no trata de ocupar las "identidades vacantes" ofreciendo al europeo, como consuelo, un conjunto de máscaras de carnaval. Las identidades múltiples no deben ser disfraces sino las distintas expresiones del yo en relación con eI exterior, la aceptación de que el plural lo habita, la disociación de una identidad de por sí frágil. Los últimos años de Nietzsche, en los que Foucault vio una afección más que la intención de elaborar una metafísica,S8 fueron un advenimiento azaroso en su vida, pero no causa o efecto de su pensamiento. Foucault pensó que en Nietzsche, como en Hólderlin y en Heidegger, eI retorno sólo se daba en el retroceso extremo aI origen. Prometiera la realización plena del hombre u ofreciera restituir eI vacÍo inicial, eI pensamiento moderno seguía esforzándose "por reencontrar al hombre en su identidad original".ss Implicaba pensar lo idéntico, porque todo regreso es aspiración a la identidad y a reconciliar, en eI origen, las figuras divididas de la pluralidad. Es en momentos como éste que se explicita eI deslinde de Foucault y que se muestra la audacia de sus interpretaciones, s0 pues pese a ellas está el Nietzsche que buscó el espíritu y su ley, eI del retorno del que no se melve. Foucault se aproxima a la vez que se aleja de Nietzsche al que adaptó a sus inquietudes, especialmente polÍticas. Pero sí, visto en perspectiva, es posible que esto no tenga mayor interés. Sí Io tiene, en cambio, puntuar las djferencias que definen las singularidades de estos dos filósofos, tal vez porque es cierto que así nos orientamos entre la dispersión de lo múItiple.

Por razones y análisis diferentes, la suya es ula üsión alejada de la que M. Heidegger tiene sobre Nietzsche. Foucault marca igualmente sus diferencias frente a Heidegger, como lo hizo respecto a Marx y a Freud con quienes tuvo importantes afinidades. Heidegger, "Superación de la metafísica", http://w,ww.nietzscheana.com.ar/superacion-metafisica.htm. 8e Foucault, Las palabras y las cosas, Siglo )(XI, México, p. 325, 1981. e0 Foucault, "Entretien sur la prison: Le liwe et sa méthode" 1975, DE tr, p. 753: El único reconocimiento que se podía rendir a un pensamiento como el de Nietzsche, era el de utilizarlo, deformarlo: "Luego, que los coment¿rristas digan si se es o no fiel, no tiene 88

ningún interés".

CAJANEGRA


FRACTALES

Sistemas de partidos y sistemas electorales en la federación mexicana. Puebla y los congresos federales: Dos casos contrastantes Víctor Reynoso La transición mexicana ha sido primordialmente una transición de sistema de partidos: de un sistema hegemónico a uno competitivo. Un cambio que dio lugar a otros cambios, como eI paso de un federalismo meramente formal a un federalismo real, y de una diüsión de poderes escrita en la ley pero no ügente a una división entre el ejecutivo, eI legislativo y el judicial real y efectiva. Esto dinamizó la vida polÍtica en las enüdades de Ia federación, dio nueva

üda, entre oüas cosas, a los sistemas de parüdos en ellas, parücularmente en la institución donde es más fácil observar dicho sistema: los congesos. Junto con el poder legislativo federal los congresos locales adquirieron una autonomía y una dinámica que antes

no teúan. Al hacerlo, los congresos locales mexicanos, lejos de reproducir eI mismo sistema de partidos federal (como se daba de alguna manera en el antiguo régimen) tienen ahora una diversidad de sistemas de partidos locales que va desde el partido predominante hasta eI multipartidismo moderado. En este artículo muestro los cambios que ha tenido eI sistema de partidos federal y los mismos cambios en eI congreso local del estado de Puebla. Acompaño este analisis con eI de los cambios en eI sistema electoral, entendido en eI sentido estricto: Ia forma como los votos se transforman en escaños. Aunque se ha establecido desde Duverger, con sus famosas "Ieyes", que hay o puede haber una relación de causa efecto entre el tipo de sistema electoral y el de partidos, en eI caso mexicano se ha dado una relación distinta. El sistema de partidos cambió al menos en dos ocasiones desde 1946 (en 1963 y en1977), pero no para transformar al sistema de partidos, sino precisamente para conservarlo. Y el cambio en el sistema de partidos, que se da después de un periodo de transición que va de 1988

al997, se dio sin cambiar el sistema electoral. Todo esto en lo que se refiere a Ia Cámara de Diputados. La Cámara de Senadores tiene su propia historia. Ahí se mantuvo el sistema electoral de mayoría simple, con dos senadores por cada estado, hasta 1994. A partir de entonces ha habido un sistema mixto de 124 senadores, con variantes, que ahora consiste en tres diputados por cada estado (dos del partido ganador de la elección y uno de la primera minoría) y 32 provenientes de listas plurinominales y asignados proporcionalmente a los partidos que superan el umbral electoral. Aquí también, aunque en una forma distinta, el cambio en el sistema electoral fue más un resultado del cambio en eI sistema de partidos que al contrario. De cualquier manera tenemos hoy un sistema de partidos en el Senado notablemente distinto al que se tuvo en la mayor parte del siglo )ü. Estrictamente hablando, mientras que en la Cámara de Diputados hubo un I sistema hegemónico, en Ia de Senadores hubo, aI menos entre 1946 y 1988, un sistema de partido único. I En la segunda parte analizaremos el sistema de partid.os poblano tal y como se expresa en el Congreso Local I Tiene similitudes con la Cámara de Diputados Federal, pero tiene también su dinámica propia. Tuvo un formato I de partido único hasta 1977, cuando cambió a un sistema hegemónico. Luego pasó, en 1995 a un sistema que I podemos considerar de partido predominante, en el que permanece hasta la fecha. I ;

]

,"."-,eleccionesEnPuebIa:sistemadepartidos,geografía.t..to.ay| pola¡¡zaciOn', financiada por CONACYT, clave 52456-5, 2006. : tfoirusidad de las Américas, Puebla

I

I I

I


Sistemas de partidos

y sistemas electorales en la federación m€xicana

*temas

de partidos y sistemas electorales @ncepto de sistemas de partidos tiene un lugar importante en la ciencia política contemporánea. Es uno de los más importantes de los sistemas políticos, que por un lado expresa y por otro define ciertas caracterÍsde los mismos y en general de la política del país en que eI sistema de partidos opera. Las relaciones entre los partidos, entre éstos y las demás partes del sistema político, asÍ como con la sociedad, pueden variar en significativa entre los distintos sistemas de partidos. Como bien ha señalado Scott Mainwaring, Ia regularidad y continuidad es fundamental en el concepto de sistema general y de sistema de partidos en particular:

Un sistema es una combinación de partes interrelacionadas que interactúan con un patrón definido para conformar un todo complejo. Un sistema de partidos, luego, es el conjunto de partidos que interactúan con un patrón determinado. La noción de patrones de interacción sugiere que algunas reglas y regularidades en la forma en que Ios partidos compiten son ampliamente observadas, aunque estos patrones sean impugnados y cambien. La idea de sistema también implica continuidad en los componentes que conforman el sistema. Si hay una clara discontinuidad en las partes componentes, significa que un sistema distinto ha desplazado al anterior. (Mainwaring: 313) müas son las dimensiones que caracterizan a los distintos sistemas de partidos. La más general y decisiva qúzá sea lr s<istencia o no de competencia electoral, que los divide en democráticos y no democráticos (desde Ia perspectiva & la democracia electoral). Si hay competencia electoral se estaría ante un sistema democrático, y si no, ¿lnte un úffema autoritario, generalmente de partido único, o en raros casos, como eI mexicano en buena parte del siglo )fr, ú¡temas hegemónicos. Otras dimensiones relevantes son eI número de partidos o fragmentación, la volatüdad, Ia ;darización (distancia ideológica). Más recientemente se ha incorporado eI grado de institucionalización, como una ,miable relevante sobre todo para las democracias de Ia tercera ola (Mainwaring). Algunas de estas dimensis¡gs ss Lm vinculado con otros aspectos de Ia políüca, como la calidad de la demo<racia y la estabilidad de la misma. Se ha dalado por ejemplo que la fragmentación en sí misma no afecta la estabüdad de una democracia, pero Ia polarit¡ción sÍ puede ser un factor decisivo para el mal funcionamiento induso para Ia caída de un sistema democrático. Fste trabqjo se centra en el número de partidos. Se asume que las cámaras analizadas Qas 2 federales y el congreso del de Puebla) son resultados de sistemas competitivos (aunque algunas puedan mosüar rasgos semi-compeütivos). ha considerado como "criterio para contar" la capacidad de alianza de los partidos políticos en un congreso Se

ctado

un criterio sencillo. Aunque se decida eliminar Ia variable ideológica para quedarse sóIo con Lrs posibüdades de alianza afltmética, no es simple hacer eI análisis de las alianzas posibles. La primera cuestión rs responder a la pregunta ¿alianzas para qué tipo de mayoría, calificada (dos terceras partes) o absoluta (la mitad I¡¡ás un6)l Una primera respuesta es tomar la mayoría calificada y considerar que un sistema es triparüdista rrr,ando tres partidos determinados son necesarios para alcanzar las dos terceras partes de la votación. Pero este criterio como tal sería insuficiente. En el caso de un sistema donde un partido cuente con el 60% de }n escaños, otro con el 4% y un tercero con el 3%, la norma anterior se cumple, pero sería absurdo considerar a rm sistema así tripartidista, cuando hay un pafiido que claramente predomina sobre los otros. Es necesario un qundo criterio, que distinga al tripartidismo de un sistema de partido predominante. Dicho criterio podrÍa ser que le primera fuerza no supere el 50% de los escaños. Es un buen requisito porque además asegura que ningún partido plga Ia posibilidad de tomar por sí solo las decisiones que exigen mayoría absoluta. lJn tercer criterio podría ser la posibilidad tanto de la segunda como de la tercera fuerza para conformar, cada ma de ellas por separado, alianzas de mayoría absoluta con eI paftido principal Cuando se da esta posibüdad, es decir, cuando hay dos opciones para construir una mayorÍa absoluta, estaríamos más cerca de un sistema tripartidista: hay tres partidos "que cuentan", pues hay tres partidos que pueden hacer una coalición mayoritaria. Ia norma quedaría así: Un sistema es tripartidista cuando: ningún parüdo üene la mayoría absoluta (cincuenta por ciento más uno) en el congreso o parlamento; el partido principal puede alcanzar esa mayoría en alianzas con cualquiera de lo dos partidos que lo siguen en tamaño y para alcanzar la mayorÍa calificada (dos terceras partes) son necesarios tres partidos.

fterminado. No

es


Víctor Re).noso

La Cámara de Diputados federal cumple estos criteflos desde 1997 y la Cámara de Senadores Io hace desde la se inició en el 2000. Nuestro artículo muesüa estos datos y los analiza. Muestra también las estructuras, Ia tendencia y las coyrnturas que el sistema de partidos medcano ha presentado en estas dos cámaras. La segunda parte del trabajo analiza al sistema de partidos en el congreso del estado dePuebla.

legislatura que

2. Sistemas electorales y sistemas de partidos a nivel federal en México Las dos cámaras legislativas federales en México (de diputados y de senadores) han sido conformadas por distintos sistemas electorales y han reflejado de manera distinta al sistema de partidos. En principio la Cámara de diputados

ha sido más sensible a los cambios, éstos se han reflejado en forma más rápida en ella que en Ia de senadoresPero han tenido coincidencias: un primer periodo de representación mayoritaria simple para ambas cámaras (un diputado por distrito en Ia de diputados y dos senadores por estado en la cámara alta) y luego diversos sistemas de representación proporcional (que comenzaron para los diputados en 1964 y para los.senadores treinta años después, hasta 1994). De distinta manera han expresado primero un sistema de partido hegemónico (único en eI caso de la Cámara de Senadores), un breve periodo de transicióny luego un sistema multipartidista, de tres fuerzas polÍticas fundamentales y otras fuerzas menores. En síntesis apretada esas son las tres estructuras del sistema de partidos en México: hegemónica, transición y actualmente multipartidista (tripardista, como se verá). La tendencia es muy clara y muy lenta, como puede verse en los cuadros del 1 aI 5: de la concentración del poder en un solo partido a su reparto entre tres fuerzas partidarias, principalmente. Las co)'unturas están señaladas por las reformas electorales importantes: 1963, L977-L978 y 1989-1996 (el periodo de transición que abarcó cuatro reformas, estrechamente vinculadas). Cuadro

1

El sistema de partidos en la Cámara de üputados

Sistema electoral uninominal 1946-1961

Año elección Lesislatura

L946 XL

1949 XLI

PAN

4

Porcentaie

2.72

4 2.72

PRI

134 91.16 L47

Porcentaie

Total diputados

Fuente s: Víctor Alarcón Olsuín, 20( )6, Cuadro

1

l96l

5

6

1958 XLIV 6*

3.11

3.73

0

2.81

195 2

195

XLII

XLIII

5

142

151

96.9

93.79

L52 94.4t

t47

161

161

XLV 5

t52

L72

94.41 161

96.63

t7B

2to-2L2

La co1'untura de partida fue ciertamente 1946, cuando los cambios en la legislación electoral de ese año dieron

lugar al sistema de partidos moderno en Médco. Tendríamos que desde entonces hasta Ia fecha ha habido al menos tres sistemas electorales distintos para la conformación de Ia Cámara de diputados. Primero un sistema mayoritario simple, de "un solo ganador" por distrito, que tuvo ügencia durante 18 años y seis legislaturas: desde 1946 hasta 1964. Como puede verse en eI cuadro 1, eI número de distritos varió desde 146 hasta 178, pero eI sistema uninominal se mantuvo. Desde 1964 hasta 1979 tuvo lugar un peculiar sistema, conocido coloquialmente "de diputados de partido". Se trató de un sistema mixto, ctrue por un lado conservaba la representación mayoritaria en los distritos electorales y por otro creaba un sistema de representación para las minorías: cada partido que alcanzara el umbral mínimo el 2.5% de Ia votación válida tenÍa derecho a 5 diputados, y a un diputado más por cada medio punto porcentual que excediera ese umbral. El sistema fue sustituido con la reforma electoral de 1977 por un sistema mixto más ortodoxo, formado por 300 diputados de mayoría electos en los distritos y 100 diputados de representación proporcional electos a partir de listas por circunscripción. Con la reforma electoral de 1986 el número de diputados de representación se aumentó a 200, quedando el sistema mixto de 50 diputados que prevalece hasta hoy.


Sistemas de partidos

y sistemas electorales en la federación mexicana

1988 Ia Cámara de diputados reflejó un sistema de partido hegemónico. La constante: ese partido siempre tuvo mayoría calificada en Ia Cámara (más de las dos terceras partes de los votos: el porcentaje necesario para tomar cualquier decisión parlamentaria). Tenemos así que en esos 42 años (1946-1988) el país tuvo tres distintos sistemas electorales. El primero, de representación mayoritaria simple (1946-1964); el segundo una peculiar forma de representación de las minorías que fue llamada de "diputados de partido" (1964-1979); finalmente el sistema de representación mixto (predominantemente mayoritario con un porcentaje de representación proporcional: de 1979 a 1988). Estos tres distintos sistemas electorales cambiaron el porcentaje de curules del partido hegemónico, disminuyéndolo gradualmente, pero no cambiaron su carácter: no acabaron con su mayoría calificada. En todo el periodo osciló entre casi el 97%(1949) al73% (1985) pero no cambió el hecho de que ese partido seguía teniendo Ia capacidad de ganar cualqúer decisión en el cuerpo legislativo. Ciertamente no es lo mismo que el 3% de los diputados sean de oposición a que lo seael 27%: Ia Cámara incrementó su pluralidad, su diversidad, su riqueza como ámbito de expresión de la diversidad política, su carácter de órgano deliberativo. Incrementó probablemente también su sensibilidad ante la sociedad y la opinión pública, que ahora se podía expresar además por medio de los partidos de oposición. Todo esto seguramente cambió en algo Ia toma de decisiones en el poder legislativo, pero no el hecho de que un solo partido tuviera la capacidad de decidir solo.

Cuadro 2 El sistema de partidos en la Cámara de diputados Sistema electoral de "diputados de partido"

t964-t976 Año

planciÁn

t964

1967

r970

t973

r976

Legislatura

XLVI

XLVII

)(LVIII

)GX

L

PAN

20

20

20

25

20

Porcentaje

9.52

9.43

9.39

10.82

8.44

PRI

t75

t76

t7B

189

195

Porcenta.je

83.3 3

83.02

83.57

81.81

82.28

213

231

237

TotaI 2L0 2r2 dinrrtednq Fuentes: Víctor Alarcón Olguín, 2006, Cuadro l:2lO-212. Cuadro

3

El sistema de partidos en la Cámara de diputados Sistema electoral mixto con sistema de partido hegemónico

(1979-1988) Año elección

1979

1982

1985

1988

Legislatura

LI

LT

IJI]

LIv

PAN

43

51

38

101

Porcentaje

11.56

12.75

9.5

20.2

PRI

296

299

292

260

Porcentqje

74

74.75

73

52

400

500

TOTAT 400 400 Fuentes:: Víctor A]arcón Olsuín. Olguín, 2006. 2006, Cuadro 1:210-212 0-


Víctor Reynoso

En 1988 el PRI pierde por primera vez la mayoría calificada en la Cámara de Diputados. No Ia volvería a por lo menos no hasta la IX legislarura (2006-2009, ver cuadros 3 y 4). Este partido conservó la mayoría dos legislaturas más, para perderla en 1997 (cuadro 4). Manruvo la mayoría relativa en tres legislaturas, perderla en 2006, cuando no sólo deja de ser la principal fuerza parlamentaria en la Cámara d.e Diputados, que pasa al tercer sitio, detrás del PAN y del PRD. Puede considerarse que al menos desde 1997 se tiene en Ia Cámara baja eI mismo sistema de partidos. trataría de un sistema multipartidista, más precisamente Tripartidista, donde ningún partido tienen la absoluta y en donde hay tres partidos con capacidad de alianza para conformar, al menos entre dos de mayorías absolutas.

Cuaüo 4 partidos El sistema de en la Cámara de diputados Sistema electoral mixto con sistema de partidos multipartidista (1991-2006) 991

t994

t997

2000

2003

2006

Legislatura

LV

L\II

LVII

LVItr

LX

LX

PAN

89

119

r22

206

151

207

17.8%

23.4%

24.4%

41.2%

30.2%

41.404

320

300

239

2\l

224

106

64%

6004

47.8%

42.2%

44.8%

2r.2%

41

7T

t25

50

97

r27

8.2%

r4.2%

25%

looa

L9.4%

25.4%

50

10

t4

.')J

28

60

t0%

204

2.8%

6.6%

s.6%

t2%

s00

s00

Año elección

PRI

PRD

Otros

1

TOTAL 500 500 500 500 guín, 2006, Cuadro l:2lO-212 Fuentes: 1991-2003: Víctor Alarcón 2006: http:/ /sitl.diputados.gob.mx/istado-diputados-gpnp.php?tipoI=TOTAL,

consultado 8 agosto 2008.

El cuadro 5 muestra que el proceso de transformación del sistema de partidos en la Cámara Alta fue más lento, pero que llegó a un sistema similar al de la Cámara de diputados. Desde el año 2000 ningún partido tiene en ella mayoría absoluta. Desde entonces las tres principales fuerzas polÍticas han sido el PRI, el PAN y el PRD, y la primera fuerza siempre ha tenido posibilidad de formar mayorías absolutas con cualquiera de las otras dos. Este puede ser un criterio para la consideración del sistema como Tripartidista: han sido tres los partidos políticos con posibilidades de formar mayorías absolutas, en coaliciones bien entre Ia primera fuerza (el pRI en ambas cámaras hasta 2006, el PAN en ambas a partir de este año) y la segunda o bien entre la primera y la tercera son tres los partidos "que cuentan" en las coaliciones para mayorÍas absolutas. No siempre los tres cuentan en este mismo sentido para coaliciones de mayoría calificada (alianzas entre la primera fuerza por un lado y la segunda y tercera por otro). Lo más frecuente es que Ia alianza entre la tercera fuerza y la primera haya sido insuficiente para la mayoría calificada. Para la Cámara de diputados sólo fue posible esa alianza en la legislatura electa en 1997 (tomando este año como punto de partida). En la Cámara de senadores, si partimos de la elección del 2000 como el inicio de un nuevo sistema de partidos, en eI que ninguna fuerza parlamentaria üene la mayoría absoluta, la alianza entre primera y segunda fuerzas no ha logrado mayoría absoluta. Pero baste la capacidad para construir mayorías absolutas para considerar que son tres los partidos relevantes en ambas cámaras.


sistemas de partidos y sistemas electorales en la federaciónmexft-ene

Cuadro 5 Composición de la Cámara de senadores (f ggg-2012) Año elección Legislatura PAN

PRI

PRD

Otros

TOTAL

1988

1991

r994

t997

2000 2006

57v

2006

20L2

54

55

56

57

0

1

25

))

46

52

0

1.6%

19.5%

25.8%

3s.9%

40.6%

60

61

94

76

60

33

93.75%

93.5%

70.3%

59.4%

46.9%

2s.B%

4

2

8

16

15

26

6.25%

3.1%

6.25%

12.5%

1L7%

20.3%

0

0

1

3

7

L7

0

0

o.8%

2.3%

5.5%

L3.3%

64

64

L28

r2a

128

L28

58

Fuentes: tes: 1988-2000: Víctor Alarcón Olguín, OlSuín, 2006, C 2:2 4-2 5 2006: http://wwr¡¿.senado.gob.mx/egislarura.php?ver:grupos, consultada 8 Agosto de 2008. Se puede concluir de acuerdo a este criterio que las dos Cámaras del Congreso de la Unión tienen un sistema Tripartidista, en eI que ningún partido cuenta con mayoría absoluta y en el que tres partidos y sólo ellos tres han tenido Ia capacidad para realizar ese tipo de mayorÍa. En ese sentido los partidos menores "no cuentan" aI considerar eI número de partidos. Sin duda algunos de ellos tienen una notable importancia ideológica y programática. Pero no tienen el peso polÍtico suficiente para construir mayorÍas parlamentarias. Ciertamente los cuadros 4 y 5 muestran un crecimiento casi continuo del porcentaje de "otros", es decir, los partidos distintos a los tres más grandes. Sin embargo esto puede deberse, más a ¡n crecimiento propio, a la política de alianzas que algunos de ellos han sabido aprovechar. En la elección federal del

2009 tendrán una prueba de fuego, dado que Ia Suprema Corte de Justicia desechó Ia llamada "cláusula de la üda eterna", por medio de Ia cual eI partido que en una coalición obtuviera más votos tenüía la posibilidad de uansferirla a los partidos mayores, de tal manera que estos aseguraran estar por encima delumbral del z%que e><ige la ley. Ahora todos los partidos tendrán que contar con votos propios, y no podrán sobrevivir sólo con la política de alianzas.

3. Sistemas electorales y de partidos en el congreso poblano El estado de Puebla ha tenido los mismos fres sistemas electorales que la Cámara de Diputados federal: mayoría simple, de diputados de partido y mixto con diputados de mayoúa relaüva por distrito junto con diputados plurinominales. Como es de esperarse en un sistema formalmente federal pero de hecho centralizado, los cambios en Puebla y en las demás entidades del país fueron casi siempre una consecuencia de cambios que primero se dieron a nivel federal.


VÍctor Reynoso

Así, la Ley Electoral Federal de 19-16 dio lugar a la Ley Electoral para el Estado de Puebla de 1949. En ambas se conserva el sistema de«oral mayoritario integral para la federación por un lado y para el estado por otro. Tanto el país como el territorio del estado poblano se diüdÍan en distritos electorales y en cada distrito se elegía un

üputado y sólo un diputado. En conEaste con el sistema de mayoría simple, el sistema de diputados de partido llegaría a Puebla con retraso. Tur-o rigencia federal desde 1964, y se integró a la legislación poblana hasta 1977, en un Decreto de Reforma que modiflcó la Constitucióny la Ley Estatal Electoral a escasos tres meses de Ia elección. SóIo una legislatura poblana estaría formada por diputados de partido, la electa precisamente en1-977. En 1978, una vez aprobada la Ley Federal

de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales, la legislación poblana tuvo que ser reformada para dar lugar al sistema mixto que prescribÍa la ley federal. En febrero de 1980 se promulga la Ley de Organizaciones Políticos ¡, Procesos Electorales del Estado Libre y Soberano de Puebla, que incorpora al Congreso local el sistema electoral mixto. Con variantes en el número total de diputados y la proporción entre los de mayoría y los de representación proporcional, este sistema ha estado vigente hasta la fecha. Hasta aquÍ lo relativo a los sistemas electorales. En lo que se refiere al sistema de partidos, Hasta Ia XLM Legislatura, electa en 1974y que legisló hasta princJ.pios de 1978, el congreso del estado de Puebla funcionó como un sistema de partido único. Al decirse aquí partido único quiere decirse que sólo un partido político tenía diputados. Hasta esa legislatura el PRI tuvo el 100% de las curules. Hay en esto un contraste notable con Ia cámara federal, que nunca fue monopartidista. Hay una similitud con la Cámara de Senadores, donde el monopartidismo se terminó hasta 1988. Así, a pesar de que al menos desde 1971 el PRI enfrentó una fuerte competencia en distritos y zonas urbanas de Puebla, no va a ser hasta que se incorporen los diputados de partido en el congreso estatal, cuando la oposición tenga presencia en la cámara poblana. Esto ocurrirá en la XLVII Legislatura, electa enL977 y que entró en funciones en 1978. Gracias a la nueva reforma llegarían los primeros cinco diputados de partidos opositores al congreso poblano: dos del PAN, dos del PPS y uno del PARM. La presencia opositora tuvo un retraso de más de 30 años respecto a la Cámara federal, donde el PAN (además de otros tres partidos que desaparecerían después) tuvo sus primeros diputados en 1946.3 El sistema de diputados de partidos se retrasó 14 años para llegar a Puebla. Con este cambio eI sistema de partidos en el Congreso poblano dejó de ser único para pasar a ser hegemónico. Un mismo partido seguía con el porcentaje de votos necesario para tomar cualquier decisión (la mayoría calificada de dos terceras partes). Pero ya tenía interlocutores. En cierto sentido era un cambio menor, pues eI PRI seguía siendo el dueño del congreso. Pero la presencia opositora implicaba cambios cualitativos, como la posibilidad de

discusión de los asuntos tratados en la Cámara y Ia existencia de nuevos canales partidarios para hacer llegar cuestiones a la agenda legislativa. Además del carácter civilizador que tuvo eI que polÍticos de distintos partidos convivieran cotidianamente en el recinto legislativo.

' Para r-er la conformación de la Cámara de Diputados desde 1946 hasta 2006 consúltese VÍctor Alarcón Olguín: 210-213).


sistemas de partidos y sistemas electorales en la federación mexicana

Cuadro 6 Puebla

Composición del Congreso del estado periodos de partido único y partido hegemónico Total diputados

Legislatura Año elección

)(Lv

)(Lvl

I97t

PRI

1974

)(LVII 1977

XtVTII 1980

16

1B

20

100

100

BO

20 76.92

0

0

2

2

0

B

7.69

0

0 0

1

0

0

0 0

0

2

PARM

0 0

0

PDM

0

PST

0

PRT

0

TOTAL

t6

0 0 0 18

PAN PCM/PRD PPS

eI número romano de la pr tmera

L

LI

1983

1986

r989

LII r992

22

22

22

22

78.57

75.86

75.86

75.86

2

3

2

4

7.14

10.34

6.9

13.79

1

I

1

1

3.8 s

3.57

3.4s

3.45

3.45

1

1

1

I

1

1

0

0

I I

0

0

0

1

0

0

0

0

1

1

2

2

1

0

0

0

0

0

0

28

29

29

29

26

25

fila

xlx

la legislatura

dección.

E]

número arábieo a continuación el año de Ia

hentes: Los datos de 1971 a 1992 fueron tomados del Archivo de la OficialÍa mayor del Congreso del Estado. tecanografiado sin páginas. Los de 198 de Comisión Estatal Electoral, Memoriq lggg. Como se señaló, el sistema de diputados de partido sólo una legislatura. Pero el sistema de partido hegemónico inauguró se mantendría hasta Ia LII Legislatura (electa ¡ue y 1992 n en funciones entre 1993-1996). Seis legislaturas furde el PRI ya no estuvo solo, pero donde tuvo siempre :És del 75% de los curules. Muy por encima de la mayorÍa rdiñcada para tomar cualquier decisión. Hay que destacar

fuó

ü

nuevo Ia asincronía respecto al sistema de partidos donde el sistema hegemónico se fue delineado *sde Ia segunda mitad de los cuarenta y era ya claro en los úcrrenta. Con la elección de 1995 puede decirse que el sistema §emónico terminó, en cierto sentido. En esa elección d PRI, por primera vez en la historia de la entidad, sufre ftrotas en algún distrito electoral local. Pierde 10 de las 26 firutaciones de mayoría en disputa, siendo, hasta la fecha, h ¡»eor elección en la historia de estas elecciones para eI LtL En la elección siguiente, 1998, se recupera, volviendo atener la mayoría calificada. Por úItima vez, pues la legishión prohibirá que ninguna legislatura en eI país tenga ese de mayoría.

h.

84 y l7g-1g0.


Víctor Reynoso

Cuadro 7 Puebla

composición del congreso del estado periodos de partido predominante (199s-20O7)

Total diputados

tIIr

Legislatura Año de elección

1995

PRI

22

PAN PRD

PT PVEM CDPPN

LIV 1998

LV

tVII

200r

LVI 2004

25

26

60.1% 10

63.4% 10

17.9%

24.4%

1 /4 10/ L'f,z/o

2

4

2

2

2

5.1

10.3%

4.9

4.9%

1

1

I

4.9%

I

2

2.6

2.6%

2.4%

2.4%

4.9%

0

1

1

1

0

0%

2.6%

1 L.a'O/ /o

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1

I

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2.4%

') ,o/ z.a /o

2.4%

56.41

26 66.6%

T4

7

3s.9

0

2007 26 63.4% B

19.5%

2

4.9%

Total

39 39 Fuentes: 1998 Memoria CEE, 2001 y ZOO+;trlemorias

tff.

41

4t

4l

Como se sabe, en la tipología de Sartori, la diferencia entre un sistema hegemónico y uno de partido predo minante es que en el primero no existe la competencia electoral: hay un partido que gana siempre porqr" ti"o el control de los aspectos claves del proceso electoral. En el sistema de partido predominante, hay competencia electoral; las elecciones son libres e imparciales, pero hay un partido que logra ganar Ia mayoría durante un periodo de tiempo significativo. Es una diferencia importante y clara, pero que escapa a muchos. A partir de los resultados electorales no es posible distinguir entre un sistema de partido predominante (con competencia, en eI que uno de los partidos tiene la capacidad de ganar Ia mayoría durante varios periodos, como ocurrió con Ia socialdemocracia sueca) y un

sistema hegemónico. Hay que ir necesariamente a las reglas del juego vigentes, que es donde puede determinarse si el carácter mayoritario de un partido es resultado de las preferencias de los electores (sistema predominante) o bien si resulta de su control sobre las instituciones electorales (sistema hegemónico).a ' Un criterio para hablar del cambio de sistema partidos de en Puebla es la pérdida de la mayoría calificada por parte del PRI. Pero hay otro dato que indica que para 1995 este partido ya había perdido capacidad de control en las elecciones poblanas: en ese año perdió la elección de ayrrntamientos en todos los municipios urbanos del estado, incluida la capital. Desde entonces es frecuente la alternancia en muchos municipios poblanos. Es por eso que es posible hablar de un cambio de sistema. Ciertamente el cambio no fue tan radical como en ámbito federal, donde a

T- J- Pempel analiza en su libro los principales casos de sistemas de partidos predominante, que él llama ,,dominante,, sin distinguirlo de los sistemas hegemónicos. Además del caso sueco, en el libro se analizan el japonés, el italiano, el israelí y el alemánver Pempel, T' J' (compilador), Democracias diferentes. Los regímenes con un partido dominante,ed Mer<ico, 1991.

Fondo de Cultura Económica"


Sistemas de parüdos

y sistemas electorales en La federación rrrexirana

hegemónico fue sustituido por un sistema tripartidista, o en otros estados, donde hay también sistemas En Puebla no se ha dado la alternancia ni en Ia gubernatura ni en Ia mayoúa congreso local. Hay una cuestión importante que matiza Ia transición en el sistema de partidos poblano. Et pRI en eI nuevo de sistema predominante ha tenido una clara sobrerrepresentación, es decir, ha tenido un porcentaje de mucho mayor al del porcentaje de votos obtenido. En eI congreso estatal resultado de la elección del , por ejemplo, los coeficientes de representación (la relación entre porcentaje de curules y porcentaje de votos cada partido) variaban desde 1.46 para el PRI hasta 0.59 para el pRD.s Lo notable de esto es que esta sobrerrepresentación no es producto de la casualidad, sino de una distritación dectoral sesgada, que no respeta eI principio constitucional de que los distritos electorales deben guardar cierta hmogeneidad demográfica. Es decir, no respeta el principio de "un ciudadano, un voto". En puebla hay distritos que tienen el triple del número de ciudadanos en el padrón en relación a otros distritos. Según datos del Instituto Eectoral del Estado de Puebla, en la elección más reciente, 2007, eI distrito más pequeño demográficamente era d 13, Tepexi de Rodríguez,y el más grande el 8, Atlixco. Tepexi registró 62,291 ciudadanos en Ia lista nominal yAtlixco 196,965. El tamaño demográfico de este último distrito es 3.1 veces el de aquél. Y de nuevo, esto no es msual, pues los distritos sobrerrepresentados son aquellos donde el PRI tiene mayor presencia, y los subrepresentados son invariablemente los urbanos, donde hay una mayor competencia electoral.o Llama Ia atención que esta situación haya prevalecido en Puebla desde 1995 hasta la fecha (aI menos hasta Ia dección del 2007, y no hay señales de que se vaya a corregir Ia distritación para Ia elección del 2010) puesto que l,a Suprema Corte de Justicia de Ia Nación ya dictaminó sobre un caso similar, en Sonora. En febrero de 2002, Ia SCJN resolvió por unanimidad que Ia distritación contenida en la ley electoral de ese estado era inconstitucional, pues "dio lugar a diferencia considerables entre distritos en cuanto al número de pobladores de cada uno. ..contraviniendo con ello la fracción tr del artÍculo 116 constitucional".T EI Ministro de la sCJN José Ramón Cossío publicó un análisis de esta resolución una disuitación excesivamenre desproporcionada en cuanto al número de ciudadanos por dlstrito va conEa la fracción citada del artículo 116, que señala que "El número de representantes en las legislaturas de los Estados será pmporcionat al de habitantes de cada uno". Hay que aclarar que eI artículo 53 de la Consütución de los F-stados Unidos Meuricanos es mucho más claro y específico al respecto, pues señala que La demarcación territorial de los 300 distritos electorales uninominales será l,a que resulte de diüdir la población total del país enue los distritos señalados.Iá distrihrión de los distritos electorales uninominales entre las entidades federativas se hará teniendo en cuenta el último censo general de población...

res partidos o bien bipartidistas.

Sin embargo en ciertas interpretaciones este artículo no puede aplicarse a Ia distritaciónlocale¡los estadoq para los cuales rige el artículo 116, sóIo a la distiltación federal. Sin embargo, Ia interpretación de la SCJN del artículo 116 no deja la menor duda: debe haber una proporciona[dad en el número de habitantes de los distritos- Cossío avanza en la precisión de esta proporcionalidad, señalando que puede permitirse un margen de 'desigualdad matemática" entre los distritos, pues no es posible una igualdad total en el número de sus ciudadanos- Considera que ese margen es de +- 15%. Es decir, que debe calcularse eI número óptimo de ciudadanos por disnito (resultado de diüdir el total de éstos en el estado entre el número de distritos) y que es razonable ¡rcreptar distritos llue sean hasta 15% mayores a ese número óptimo o 15% menores del mismo.

roso, Víctor Manuel, "Las elecciones de 2004 en Puebla: cambios y continuidad' , u Cait negna. Revista de Ciencias Políticas y Humanidades, Facultad de Derecho, BUAP, número 6 2O07, cuadro 5,p.77. 6 Datos tomadas de: Instituto Electoral del Estado de Puebla: htto://wwwjeeoueblaorg-mx./archivos,/res/ResultadosDefinitivosD ipMP2ODicO7.pdf, consultada el 5 de enero de 2009. 7 Cossío Díaz, José RamÓn "Un ciudadano, un voto" Voz y voto, número 154 diciembre2O0s, p. 41. s RelT


VÍctor Reynoso

Aplicado al caso de Puebla, y tomando en cuenta la elección más reciente (2007), el resultado de dividir los 3 millones 571 mil 380 ciudadanos registrados en Ia Lista nominal entre los 26 distritos es 137,360: ese es el tamaño "óptimo" para un disEito poblano en esa elección. El L5% de esa cantidad es 20,604; el +- 15% da un margen de entre L57,964 y 116,756 ciudadanos por distrito. De acuerdo a Cossío, o más bien a su cláusula del +-15%, Ios distritos poblanos deberÍan ser menores a Ia primera cantidad y mayores a Ia segunda. La distritación poblana está lejc de estos límites. 10 de los 26 distritos rebasan eI margen superior y otros 10 están por debajo del inferior. SóIo 6 distritos cumplen con el criterio señalado por el Ministro de la Suprema Corte y los demás 20 están fuera de é1. El fundamento político de estos criterios jurídicos es precisamente la idea de "un ciudadano, un voto": que lm representantes, en este caso los diputados locales, representen a un número similar de ciudadanos, o a la inversa que la posibilidad de ser representado de cada ciudadano sea proporcional. Una distritación tan desproporcionada como I a poblana üola sin duda este principio político, básico en las democracias representativas modernas. La consecuencia de esto este lo ya señalado: Ia sobrerrepresentación de un partido y Ia subrepresentación de otros. Dado que esto no ocurre al azar, sino beneficia claramente a una fuerza políticas, es posible considerar que, en Io que se refiere al congreso del Estado poblano, hay una competencia política limitada. Esto explica porque en dicho congreso tenemos un sistema de partido predominante mientras que en los municipios urbanos de la entidad el sistema es bipartidista, con alternancias regulares entre los dos principales partidos, PRI y PAN. Como explicación complementaria de esta diferencia podría considerarse que el Partido Revolucionario Institucional tiene una mayor presencia entre electorado poblano que Acción Nacional, lo que se expresa en las elecciones legislaüvas donde pesa más el parüdo que el candidato. Por el contrario, en las elecciones de ayuntamientos, donde el peso del candidato a la presidencia municipal es mayor que el peso de los candidatos a diputados, esta ventaja del PRI frente al PAN se hace menor y explicarÍa en parte la mayor competencia en las elecciones de aluntamientos.

Cuadro 8 Puebla. Elecciones de diputados locales

Distritos ganados por partido político 1995

1998

200r

2004

2007

PRI

16

25

20

23

25

PAN

10

I

6

J

1

Total distritos

26

26

26

26

26

Notas: Entre 1983 y 1995 había22 distritos. Antes de 1995 PRI siempre ganó el 100% de los distritos disputados. Ningún partido distinto al PAN y al PRI ha ganado un distrito uninominal en Puebla. Conclusión De Ia comparación entre los sistemas de partidos federal y poblano queda claro que hay una estrecha relación entre ambos, pero que también hay diferencias. En Ia época del sistema hegemónico, ambos tuvieron esta característica esencial, pero con tiempos y rasgos distintos. El sistema de partidos poblano tal como se representó en el congreso

local fue, hasta 1977, un sistema de partido único. De ese año hasta 1995 fue sistema hegemónico. La cámara de diputados nunca fue eI espacio de un solo partido (sí lo fue la cámara de senadores). La transición tuvo también sus tiempos distintos. Se dio antes y en forma más radical en la federación. Hoy, tanto la cámara de diputados federal como la de senadores, presentan un sistema básicamente tripartidista, en el que ningún fuerza política tiene mayoría absoluta desde 1997. En el congreso poblano, por el contrario, el PRI ha mantenido en todas las legislaturas dicha mayoría, y ha estado casi siempre muy cerca (a uno o dos votos) de la ma1'oría calificada. El hecho de que esta situación sea producto de una clara sobrerrepresentación, y ésta a su vez resulte de una distritación electoral notablemente sesgada, que va contra eI espíritu de "un ciudadano, un voto",


Sistemas de partidos

y sistemas electorales en la federación r¡prir':en¡

podría dar lugar a pensar que en Puebla, siempre en el ámbito del congreso del estado, hay un sistema de partidos semi-hegemónico.

Nota sobre la elección de diputados federales en 200g La elección de diputados federales del 2009 dio lugar a un cambio importante en la Cámara de diputados pero sin transformar el sistema de partidos que ha tenido este legislativo desde 19g7. Ambas cuestiones pueden apreciarse en eI cuadro 9 (una modificación del cuadro 4: se eliminan las legislaturas de 1991 y lgg4, donde todavía había un partido con mayoría absoluta, y se añaden los datos preliminares de Ia elección del 200g). Cuadro 9

(modificación del cuadro 4) El sistema de partidos en la Cámara de diputados Sistema electoral mixto con sistema de partidos multipartidista (199r-2009)

Olrs§ : !

TsiÁl

- --

Fuentes: 1991-2003: Víctor Alarcón Olguín, 2006, Cuadro l:2LO-21?. 2006:.

http:/ /sitl.diputados.gob.mx[istado-diputados-gpnp.php?tipot:TOTA].

consulrado 8 agosro Zü)8.

2009: cálculos preliminares.

Los cambios son claros si comparamos la columna del 2009 con Ia anterior, 2006. El PRI es el gran ganador, pues obtiene más del doble de diputados que tuvo tres años antes. Ninguno de los tres principales partidos había tenido una recuperaciÓn tan notable (que se explica también por la importante disminución en el número de diputados prüstas entre 2003 y 2006). Los grandes perdedores son el PRD y el PAN: eI primero sólo tendrá el 56% (71) de los diputados que tuvo tres años antes (127) y el segundo sólo eI 6S%(142 contra 207).ELPAN pierde la mayoría relativa que alcanzó por primera vez en su historia en 2006. El PRI la recupera (Ia habÍa tenido desde 1992, cuando perdió la mayoría absoluta, y la perdió en 2006 por vez primera, cuando pasa a ser la tercer fuerza en esta cámara). EI PRD cae del segundo al tercer sitio. Estos cambios no transforman el sistema de partidos vigente desde 1997: ningun pafiido con mayoría absoluta y un partido con mayoría relativa con dos opciones de alianza para lograr el 50% más 1. De hecho, la composición de Ia cámara a partir de 2009 será similar a la que resultó de las otras elecciones intermedias,lggT y 2003, como puede verse en el cuadro. De manera que el resultado de la elección federal del 2009 es un cambio con continuidad, en los términos expresados. '' De lot partidos menores Io relevante es que uno de ellos (el Partido Social Demócrata) perdió el registro. Lo conservan otros cuatro (el Verde Ecologista de México, el del Trabajo, Convergencia y Nueva Alianza). El primero de éstos alcanza el número de diputados más alto que haya tenido un parüdo distinto a los tres grandes: 22 diputados, 4.4% del total de la Cámara. EI mismo PV había tenido 17 diputados en las dos legislaturas anteriores.


FRACTALES

El terreno perdido del PAN Rodolfo Ruiz y Gregorio Cervantes

La caída del PAN en las úItimas encuestas sobre preferencias electorales para los comicios federal de julio de 2009 indica que este partido fue incapaz de capitalizar los resultados de los últimos tres procesos, pues lejos de fortalecer su propia base de electores, siguió sustentándose en la caída del PRI, proceso que, tal como lo señalan tanto las encuestas como los procesos locales, ha empezado a revertirse. Las tendencias registradas hasta la fecha por las principales encuestadoras del país (Consulta Mitofsky, María de las Heras y EIUniversa| marcanuna amplia ventaja del Partido Revolucionario Institucional (PRI) frente a Acción Nacional (PAN) y eI de la Revolución Democrática (PRD), cuando apenas tres años atrás era el segundo de éstos quien se mantenía a Ia cabeza en los resultados electorales. Es decir que en un solo trienio Acción Nacional parece haber perdido eI posicionamiento alcanzado a partir del 2000, cuando ganó por primera vez la Presidencia de la República. Para el presente analisis, Consultoría Contracorriente tom6 en consideración sólo los resultados de las elecciones para diputados federales, por ser el tipo de elección a realizarse el próximo 5 de julio. Se omitieron los de presidente de la República porque durante los últimos tres procesos electorales de este tipo, tanto Ia campaña como las tendencias se han centrado más en la figura de los candidatos que en los partidos políticos que los nominan, lo que coloca en segundo plano la base electoral de cada instituto. No ocurre lo mismo con la elección de diputados, que si bien puede recibir la influencia de la figura del candidato presidencial, depende mucho más de la actuación de la base partidista, como ocurre con las elecclones intermedias (2003 y 2009, en el

presente estudio). De acuerdo con los resultados de la elección para diputados de 2006, el PAN aventajó al PRI por 5.18 puntos porcentuales, mientras que en el 2003 (para el mismo tipo de elección), el margen de üctoria fue de 7.59. En cambio, la diferencia registrada por las tendencias electorales medidas entre septiembre y febrero de 2008 por las empresas encuestadoras mencionadas arriba es (en promedio) de 7.52 a favor del PRI. (ver Gráfico 1) Es decir, que este partido ha conseguido revertir en tres años (y después de la estrepitosa caída de 2006) las tendencias que le eran desfavorables y posicionarse como eI favorito para las elecciones del 5 de julio de 2009, en Ias cuales se renovará el Congreso federal. En el estado de Puebla, las tendencias son similares: mientras que entre 2003 y 2006 eI PAN consiguió aumentar su ventaja electoral respecto aI PRI, a partir de 2008 (según las mediciones realizadas por el BEAP, hasta el momento la única encuestadora local que ha dado seguimiento a las tendencias para las próximas elecciones federales), este ultimo partido ha conseguido mejorar su posicionamiento (ver Gráfico 2). Una v ent aj a de sp er diciada Si bien las tendencias desfavorables al PAN ha sido atribuidas

por los analistas de los medios de comunicación

a acontecimientos de carácter político y mediático (como la escalada de inseguridad en el país, la presente crisis económica y la ineficacia de las acciones del gobierno federal para hacer frente a ambas situaciones), existe otro factor que ha sido menos atendido: eI hecho de que el PAN, debe sus triunfos electorales de 2000, 2003 y 2006 a


Consultoría contracorriente

i

le caída en Ia votación del pRI y al hábil manejo (en Ia campaña de 2000 aI menos) de la imagen mediática de su rendidato a la presidencia de la República, factores que fue incapaz de capitalizar a largo plazo a través del fortakimiento de su base electoral. Los triunfos del PAN fueron posibles gracias a que logró sumar a su causa al voto switcher y prácticamente dup[car, en el 2000, los resultados obtenidos en las elecciones de 1997. pero.iustamente, este sector del electorado (eI de los votantes sin una identificación partidista definida, llamados también "indecisos" o "volátiles") es eI más propenso a ser influido por factores co),rrnturales. Si se revisa eI comportamiento de los resultados de las elecciones federales para diputados por mayorÍa relativa Gráfico 1.a), eI pAN mantuvo una tendencia a Ia alza en sus niveles de votación entre 1991 y 1994 prácticah-er

mente similar a Ia del PRD (en ese entonces de reciente creación). periodo- una caída en sus resultados electopero al mismo tiempo, eI pRI registraba ya -durante el mismo rales. Entre 19g1 y 1997 perdió casi 21 puntos porcentuales, de acuerdo con los resultados registrados por el Instituto Federal Electoral. En cambio, el PAN sóIo consiguió crecer nueve puntos en eI mismo periodo. Fue hasta la elección de 2000, con el impacto mediático de Ia campaña de Vicente Fox, que los votos de Acción lrlacional se dispararon: obtuvo 12.4 puntos más que en Ia elección anterior. Con eso fue suficiente para rebasar al PRI, que apenas perdió 10 puntos en el mismo periodo. Observando eI comportamiento de los resultados electorales entre 1991 y 2006, puede observarse que el crecimiento del PAN fue menos acelerado que la caída del PRI y que fue eI proceso de 2000 lo que precipitó el triunfo puntos porcende aquel partido, pero una vez alcanzado ese máximo en la votación, mostró una caída de casi ocho tuales (en 2003), de los que sólo consiguió recuperar tres en 2006. poco En cambio, el PRI mostró su mayor caÍda en 2003: su porcentaje de votación de ese año representa apenas más de la mitad del de 1991. Entre eI primer año registrado por el IFE y la última elección intermedia, perdió 35.33 puntos de su votación. Pero su crecimiento entre 2003 y 2006 fue de cinco puntos, dos más que eI PAN. julio próximo: Esto explicaría, en parte, Ias tendencias mostradas por las recientes encuestas para las elecciones de que le electoral, su base de un fortalecimiento de los triunfos anteriores de Acción Nacional no estuvieron acompañados con la Ia esüategia básicamente mantuvo permitiera consolidar su posicionamiento entre los votantes. En lWar de ello, y que triunfó en eI 2000, sustentada en el impacto mediático de sus campañas candidatos.


Rodolfo Ruiz y Gregorio Cervantes

La importancia del voto duro Salvo en las elecciones de 2006 (donde el PAN se colocó 6.5 puntos porcentuales por arriba del PRI), desde 19g1 primeros comicios organizados por el Instituto Federal Electoral- este último partido, en Puebla, ha mantenido -la delantera en las elecciones para diputados federales, incluso en el 2000, cuando Vicente Fox ganó la presidencia. De acuerdo con datos del IFE (creado en 1990), durante las últimas seis elecciones federales, eI PAN ha registrado un incremento constante de su votación en Puebla: pasó de L4.16% de los votos totales para la integración del Congreso, en 1991, a35.27% en eI2006. Pero aún con ese crecimiento -y con una caída de 20 puntos porcentuales en la votación del PRI entre 1991 y 2000 (de 66.38% a 44.24%)-, el PAN no ha conseguido alcanzar eI nivel del tricolor, salvo en el 2006, cuando este partido apenas logro 28.78% de los sufragi.os. (ver Tabla 1) De acuerdo con los registros del IFE, aunque el PAN rebasó al PRI por casi 10 puntos en los comicios de 2006, ello fue resultado del desplome de este último en la elección presidencial a nivel nacional, pero no se trata de una

tendencia constante. El dominio por parte del PRI de la política estatal como resultado de las últimas elecciones locales (2007) sería una buena señal de que el triunfo panista de 2006 en Puebla fue sólo co¡rntural y que, al menos en los comicios federales, seguiría manteniendo la segunda posición. En eI caso del PRD, sus niveles de votación se han mantenido más o menos constantes, con excepción de 1991,

quedó en un dígito- y 2006, cuando la candidatura presidencial de Andrés Manuel López 1994 -cuando se Obrador Ie permitió alcanzar su mayor nivel en toda Ia historla del partido. (Ver Gráfico 3.)

Electores a la bqia La participación de los electores poblanos en las elecciones federales no puede ser pasada por alto, en especial porque a pesar del incremento de la lista nominal, el porcentaje de votantes efectivos ha venido a la baja durante los úItimos seis procesos federales. Mientras en 1991 sufragó el 65.24% de la lista nominal, para eI 2006 apenas lo hizo el 57.74%,Io que represen-

taría una pérdida de 7.5%. Debe considerarse que en 1991 se eligieron sólo diputados federales, mientras que la de 2006 fue también una elección presidencial y que el nivel de participación en ambos casos varía: los niveles de participación en estas úItimas han sido siempre más altos que los de las intermedias. Comparando por separado las elecciones presidenciales con las intermedias, se obtienen las siguientes lecturas:


El terreno perdido del PAN

1. Si se comparan únicamente los años de elección presidencial (1994, 2000 y 2006), Ia pérdida de electores fue

fu16.3%, más del doble que en todo el periodo analizado. 2. Tratándose de las elecciones intermedias (1991, 1997 y 2003), Ia reducción fue mucho mayor: 27.56%, pues deuna participaciónde65.24% en 1991 se pasó a37.68% en 2003. Esto implica que, a pesar del incremento natural en Ia lista nominal, los partidos han resultado incapaces de úaer nuevos votantes. Y reforzarÍa Ia hipótesis de que los triunfos panistas han sido resultado más de la pérdida de votos por parte del PRI (en especial durante el 2006) que de su posicionamiento real entre el electorado. De ahí que el escenario para eI 2009, adverso aI albiazul, permita un reposici.onamiento del PRI, como lo han mostrado las recientes encuestas de El universal, María de las Heras y Consulta Mitofslgt.

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Gráfico 1.a: Resultados electorales a nivel nacional (diputados por mayoría relativa)


Rodolfo Ruiz y Gregorio Cervantes

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Gráfico 2: Resultados electorales y tendencias de votación en el municipio de Puebla

Tabla 1: Porcentajes de votación para Puebla en elecciones federales 1991-2003 (diputados)

Año

PAN r4.L6%

PRI 66.38%

2s.62% 24.79% 39.73% 33.L9% 35.27%

50.L3o.4

1991

r994 t997 2000 2003 2006

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Fuente: Instituto Federal Electoral

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El terreno perdido del PAN

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FRACTALES

Puebla: las elecciones

intermedias de 2OO7 Raymundo García García

1.- El contexto político En un momento socio-histórico, en eI cual Ia lucha política por el poder, se inicia como una lucha interna en partidos políticos y al final se traduce en una lucha externa entre partidos y buscando las preferencias de los danos donde está en disputa los puestos de elección popular; ante el ocaso del antiguo modelo corporativo y. ascenso elitista e indiüduüsta de la confrontación política que sóIo uüliza a los partidos como los inst formales para acceder al poder público, mientras en México no sea autorizadas las candidaturas ciudadanas, pugna se libra primero enüe las personalidades en busca de un posicionamiento social que se traducirá en namiento político. Esta práctica cada día aumenta ante la imrpción de los mercadólogos, que ponen a prueba diversas técnicas y tecnologías de imagen. Estos profesionales de la imagen coinciden en la combinación de lo menos tres elementos o ingredientes exigidos, para que un ciudadano alcance primero el status de c y luego como tal camine hacia el éxito: a) el partido; b) eI candidato y c) la oferta política (propuesta), todo aderezado con la suficiente propaganda obscural. Sin embargo, pareciera que todo mundo está apostado en asunto del candidato como el principal producto a vender, pero eso dejémoslo a los mismos mercadóIogos que resuelvan los entuertos. En este artículo se busca presentar una de tantas historias y si se prefiere, una interpretación del retroceso PAN en elecciones intermedias. Es un intento simple y qttizá r,.ulgar de interpretar los resultados, que por son el cimiento y referente para sucesivas competencias electorales. Guían este artículo las siguientes I - La lucha electoral local en el Estado d.e Fuebla en México, es una competencia tripartidista erñre los partidm, -l PRI y PAN- distorsionado legalmente con un sistema de minipartidos, que busca dispersar el voto oposicionistay evitar una oposición dura aI partido que resulte mayoritario. - No obstante las distorsiones legales al bipartidismo este se ratifica por eI hecho que para las elecciones del 2007, el PAN actuaba como gobierno federal y eI PRI Io hacía como gobierno en eI Estado; por lo cual como: elección de Estado, utilización de programas gubernamentales, carecen de sentido por la igualdad de ciones, por lo menos en principio de ambos pafiidos políticos. - EL PAN muy a pesar de ser gobierno federal, después de una elección por la presidencia de la república, o(rr ¡esultados muy cerrados, dentro del pfimer año de gobierno, permitió el rumor del poco interés en una eleccifu Iocal, como acciÓn encaminada a consolidar acuerdos nacionales para una legitimación por resultados del propio

ideas:

gobierno federal.

I [a propaganda que no se veía como obscura pero que jugó ese papel, fue Ia impulsada en contra del candidato a p municipal del PAN por la ciudad de Puebla, señalado como: confiado, utilizador del proceso como medio y no como fin desem¡»eñar otras tareas políticas, anciano, sin el apoyo partidista, sin apoyo familiar, sin el apoyo social traduciendo la en ¡ecursro propagandís üco.


Puebla: Ias elecciones intermedias de 2OO7

- El uso discrecional en eI proceso de detención de Ia periodista Lydia Cacho, por autoridades poblanas en teritorio del estado de Quintana Roo, acusada por los delitos de calumnia y difamación,- de los cuales fue absuelta, provocaron que se pusiera al descubierto ante la comunidad nacional e internacional, un ejercicio autoritario del poder público en Puebla, que como resultado de Ia pérdida de vértice del PRI como partido nacional -la presidencia de la república-, los gobernadores pristas retomaron las prácticas más atrasadas del viejo sistema polÍtico mexicano de corte presidencialista omnímodo y autoritario, sorteando las instituciones de corte democrático, buscando imponerse e imponer a sus hombres en espacios de poder real, como tarea obligada ante la oleada que genera la sustitución de la elite política nacional. De tal suerte que el asunto Lydia Cacho, llevó aI gobernador de Puebla aI camino de un juicio político y de una investigación para opinión por parte de la Suprema Corte de Justicia

de la Nación (SCJN), haciendo atípicas las elecciones intermedias poblanas. - El resto de los partidos políticos jugaron su papel tradicional de actuar como organizaciones satéIites del PRI, con el ejercicio de desempeñar varios roles o tareas, a saber a) pulverizar el voto oposicionista del PAN a través del aumento del número de partidos políticos; de tal suerte que a los partidos nacionales -PRD, PANAL; PC, PT y Alternativa socialdemócrata, se unió la creación de un partido estatal impulsado desde el mismo PRI, el pafiido Esperanza Ciudadana-; b) Los partidos PANAL y PT jugaron eI rol de reclutar como candidatos a polÍticos emigrados

del PAN, para deteriorar sus preferencias en eI municipio capital del Estado donde se disputaban además del Ayrntamiento, a seis diputaciones de mayoría relativa en seis distritos uninominales; y c) la construcción de una coalición del PRI con eI PVEM, ante la imposibilidad de formalizar una coalición mayor que integraría a los partidos PRI, P\GM y PANAI. - La utilización de Ia coalición bajo Ia denominación de "Unidos para Ganar" como mecanismo de propaganda política que permitió Ia explotación mediática del programa de polÍtica social del gobierno del Estado "Unidos para

Progresar".

Así, a las anteriores conjeturas, tres consideraciones puüeron haber sido decisivas para que se rompiera el comportamiento histórico de las elecciones intermeüas poblanas 6ls s¡gsimiento preferente para el PAN: 1a. Con un ejercicio pragmático del poder y ante Ia amenaza de que la SCJN emitiera una opinión desfavorable para el gobernador de Puebla, que pudieran llevarlo a enfrentar un juicio político en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, o en su defecto que pudiera construirse una legislatura local opositora de mayoría, era asunto prioritario para el PRI, evitar la vulnerabilidad del poder ejecutivo, evitando que quedara en total riesgo, Io que provocó que las elecciones intermedias poblanas fueran distintas a las que históricamente se han tenido, por ello, como nunca antes, Ia lucha del PRI fue centrada en el interés de ganar Ia totalidad de los veintiséis disEitos uninominales que integran el Estado con igual número de diputados por eI principio de representaciónmayoritaria. Para alcanzar esta meta el PRI hizo todo lo posible por alcanzar candidaturas únicas que eütaran la confrontación entre las elites partidistas en los distritos y en los municipios. 2a. En este mismo sentido Ia ciudad capital del Municipio de Puebla que contiene seis distritos uninominales, se convhtió en un espacio de lucha por el poder para el PRI, que Io obligó a una construcción de campaña políüca y punga por el poder d.iferente a Ia de procesos electorales intermedios en los cuales el PAN, había resultado ganador. 3a. En el PAN, muy a pesar de ser un partido de cuadros, no se impulsó una estrategia que evitara la lucha interna por las candidaturas, por eI contrario con Ia utilización de las Convenciones2, se provoca Ia dispersión de intereses de los distintos liderazgos que se generan al calor de las aspiraciones personalizadas; con Io cual dicho

Convención se denomina al proceso organizado por el PAN, a través del cual mediante el nombramiento de delegados, de lleva a cabo el proceso de nombramiento de candidatos. Esta actividad en la realidad se con'ertía en un proceso de intensa lucha interna que al final de cuentas mostraba un importante ejercicio de cultura democrática, pero al mismo üempo, provocaba que Ias pasiones despertadas abrieran confrontaciones personalizadas que no se limaban luego. En el año 2008 fueron reformados los Estatutos del PAN y desapareció Ia figura de la Convención para dar paso a un proceso de nombramiento de candidatos por 2

medio de centros de votaciÓn.


Raymundo García García

partido político alentó primero la formación de dos frentes muy marcados en la ciudad capital de Puebla: por un Iado Ia precandidatura del neo panista Antonio Sánchez Díaz de Rivera, y por el otro lado los integrantes del núcleo panista tradicional representado en la persona de Ana Teresa Aranda Orozco, Io que generó que al termino de la Convención, con resultados muy cerrados y altÍsima participación, eI panismo inició su fractura y así se apuntaló la estrategia de saqueo de su voto duro en Ia propia ciudad de Puebla, por las candidaturas de expanistas a Ia presidencia municipal. 4a. La diüsión interna no sólo fue provocada por eI proceso de nominación de la candidatura a Ia presidencia municipal del Municipio de Puebla, se incrementó por dos razones más: a) El desconocimiento del funcionamiento y operación del candidato panista a la presidencia municipal Antonio Sánchez DÍaz de Rivera, que debido a su militancia principiante, no tuvo la visión de cuidar que todos los grupos y liderazgos que lo apoyaron en el camino a triunfar en Ia obtención de su candidatura a presidente munlcipal, alcanzaran consensos y acuerdos para no fracturarse, empero, la inexperiencia y desconocimiento del funcionamiento interno del panismo, se tradujo en un deslinde del proceso de convenciones internas para Ia nominación de las seis candidaturas a diputados locales por el principio de mayoría, que dio como resultado la derrota de los precandidatos de los grupos tradicionalmente operadores, produciendo una fractura profunda que paralizó a la campaña electoral. 5a. Las candidaturas a la presidencia municipal de la ciudad de Puebla, en Ia personalidad de expanistas en los pafiidos PANAL Y PT, reprodujeron la estrategia electoral utilizada por el gobernador Mario MarÍn en eI periodo 2005 - 2011, qüen en sus campañas primero a alcalde de Puebla en el proceso local electoral del año 1998 y luego como candidato a gobernador en las elecciones locales del año 2004, acciones enc¿rminadas a dividir la intención del voto opositor al PRI, a fin de consolidar eI voto en beneficio del mismo PR[, destacando eI concepto de división interna en eI principal partido oposicionista: -eI PAN-. 6a. La alternancia discontinua y continua en los municipios gobernados tradicionalmente por el PAN. 7a. La campaña negra en contra del candidato a la presidencia municipal por la ciudad de Puebla. 2.- Las elecciones intermedias en la disputa por el Congreso. En elecciones intermedias, en el úItimo cuarto de siglo se evidencia un momento de crecimiento significativo del PAN. En las elecciones de 1983 dicho partido creció 78,403 votos en relación con 1980; empero en las intermedias de 1989, solo creció en 8,862 en relación con 1986, empero, Ios datos registran una caída de 39,260 votos en relación a 1983. La idea de negociación del PAN con eI gobierno estatal del triunfo de la ciudad de Puebla se tradulr en castigo de la ciudadanÍa en contra del PAN ya que en lugar de la defensa de Ia ciudad capital en eI año de 1983, le fueron entregados al panismo los municipios de Tehuacan y Teziutlán. El manejo de acuerdos, o de negocir ciones, ha demostrado que alienta el castigo ciudadano en las urnas en perjuicio del PAN. La situación ventajosa para el PAN en las elecciones intermedias, ha sido más notoria en la década de los añc

noventa, quizá por su sostenimiento de partido nacional en proceso de expansión triunfadora: aparte de ganm una importante y creciente cantidad de municipios en el paÍs en 1989, se obtiene la gubernatura de Baja Californi¡ y después le seguiría Ia del Estado de Guanajuato. Por ello len el estado de Puebla, as elecciones locales del 1995 siguen siendo un paradigma en los procesos locales intermedios poblanos, al ganar Acción Nacional de forma histórica 10 distritos uninominales, en dicha elección dicho partido alcanzó un posicionamiento envidiabh para marcar una competencia estatal bipartidista, que se mantiene hasta las elecciones de 2007. de 166217 azules en 1992 salta el PAN en la elección intermedia a 430485 votos, representando un crecimiento en e Iocales en264268 votos, que representan un porcentaje del 258.98%; mientras que el crecimiento panista para elecciones intermedias del año 2001 en relación con las de gobernador y tratándose de elección de diputados 1998, retrocedió a 365236 sufragios; pero solo fue un retroceso de 65,249 votos en la misma elección de dipu anterior, pero para las elecciones intermedias del año 2001 se alcanzan 501,870 votos, que al ser comparados dos elecciones: a) la elección intermedia y b) la de diputados en la elección de gobernador, se muestra que, se mentó la votación panista en 136,634 (37.40%) en referencia a los 365,236 de 1998, pero esos votos co conla misma elección intermedia anterior de 1995, apenas muestra un crecimiento de 71,385 sufragios (16. Io significativo de estos procesos electorales, fue la institucionalización de una competencia bipartidista entre PRI y el PAN, que el PRI por medios legales busca limitar en su beneficio...

FRACT


Puebla: las elecciones intermedias de 2OO7

Ia elección de diputados intermedia del año 2007 como se dijo estuvo atravesada por el interés del goberrsle¡ y de su partido -el PRI- de no permitt que Ia mayorÍa en el Poder Legislativo cambiara de partido, y que §frr ninguna circunstancia

se diera paso a un gobierno dividido, con una mayoría oposicionista en el Congreso del que Estado, limitara aI Poder Ejecutivo, la razón fundamental como razón de Estado, es el tema de Ia investigación ü gobernador y sus funcionarios de la PGJ, asÍ como de integrantes del Poder Judicial por la Suprema Corte de Fsücia de la Nación y la amenaza latente de quedar sometido a un juicio político; de ahí que la última elección del fu 2OO7 fue centrada en Ia disputa por los 26 distritos electorales, como si se tratara de una elección de disputa ¡nr la titularidad del poder ejecutivo, con esa misma intensidad y lucha por parte del PRI, mientras que los demás partidos políticos, participaron de manera tradicional como si se tratara de una elección intermedia en la cual el partido oposicionista -PAN- siempre crece de forma inercial y hasta natural. Bajo este contexto extraordinario, para d partido en el gobierno estatal -eI PRI- fue prioritario ganar la mayoría del Congreso local, y para ello, ganar las tlecciones municipales en las cabeceras de los distritos, en orden de prioridades estaba la ciudad de Puebla con seis distritos a Ia cabeza, que representan el 23.07% de los 26 distritos uninominales.. De lo que resultara en la ciudad capital, se repercutiría en el interior y así se mostró en los resultados. EI impacto de la lucha en la ciudad capital produjo una resonancia en la zona metropolitana de Ia ciudad de Puebla IZMCP) que impacto casi de manera directa en las elecciones municipales y distritales de: Texmelucan, Atlixco, San Pedro Cholula, y Tepeaca (cuatro cabeceras de distritos uninominales equivalentes al 15.38%) territorio a vencer por su alto bipartidismo entre eI PRI y eI PAN. De ahÍ que se mire una atipicidad en el proceso electoral intermedio de2007, que no fueron nada favorables para los partidos oposicionistas, como se desprende de los resultados y su comparación con los resultados de los procesos de los años 2004 y 200L EI PAN obtuvo en total en la elección de diputados de 2007 una masa de 541,529 votos; cifra que representa una pérdida de 84,303 votos en relación con los 625,832 del año 2OO4,lo que se traduce en un retroceso del \3-48%. Pero si los datos se confrontan con la elección intermedia del año 2001, la lectura cambia y entonces resulta un incremento de 39,659 votos que representa crecimiento del 7.90%. Por otra parte, si se considera que el PRI en esta misma elección en atención a los resultados comparados con los suyos de las elecciones de diputados de 2001 y 2OO4, resulta que m¿rntuvo su nivel de votación ya que solamente perdió 14,869 sufragios equivalente alL.9l% de retroceso. Sin embargo al compararse eI resultado de 2007 con el de 2001 el PRI creció 157,079 votos que representan el 25.79%. De tal suerte que comparando los resultados panistas y los priístas en su eficiencia electoral en elecciones locales muestran que ambos partidos disminuyeron sus resultados, la diferencia radica en que eI PRI perdió en número absolutos 14, 869 votos frente a 84.303 del PAN, pero lo más significativo es que Ia mayor pérdida de votos panistas se da en la ciudad de Puebla, centro de disputa por que su municipio integra seis distritos uninominales... El PRD en estas elecciones locales del 2007 al igual que eI PRI aprovechó Ia reforma electoral que abrió la posibi-

lidad de coaligarse sin restricciones económicas en el financiamiento3, participando en forma conjunta con el partido Convergencia. Así que para conocer su eficacia es necesario comparar los resultados pero sumados con los de Convergencia, 1o cual muestra que:

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La legislaciÓn electoral poblana como parte de varios candados que tiene para pririlegiar elecciones exitosas para el PRI, en materia de coaliciones se imponía como restdcción suspende¡ el financiamiento público a los parüdos coaligados, dejando a salvo únicamente la del partido más grande.


Raymundo GarcÍa García

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1".- El PRI se ha estancado en su masa de votación en eI úItimo cuarto de siglo, pero, Ia pérdida de la presidencia de la republica 1o ha convertido en un partido profesional electoral, eficiente en elecciones locales, particularmente en enüdades como Puebla, donde se ha reproducido el comportamiento político de un presidencialismo omnímodo

en manos de los gobernadores. Este elemento hace que dicho partido se muestre eitoso en elecciones locales. 2'.- El PAN es el partido que ha venido creciendo de manera firme y sistemática, para consolidar un sistema de competencia electoral bipartidista. Su estabilización competitiva y de disputa por eI poder se instaló en las elecciones intermedias de 1995, sin embargo, a pesar de haberse convertido en partido en eI gobierno federal, por ser un partido de cuadros, muy desconcentrado, con una práctica de amplia Iibertad en sus estructuras estatales y municipales, y hasta hoy enemigo del presidencialismo omnímodo, son factores que influyen en la confrontación electoral frente al PRI, sumado al sistema de reglas internas, le dificultan la actuación pragmática, mientras que aumentan el descontento interno que permite ser denunciado como un partido débil dividido por sus fracciones

internas.. 3.-La lucha por los municipios en relación con el Congreso. Ahora bien, para eI caso de las elecciones municipales el movimiento aunque se mantiene a Ia par con el de las elecciones de gobernador y diputados, tienen la característica de ser significativo por el proceso de transfugismo que genera las elites locales que se pasan a distintos partidos políticos, y al PAN le han dado eI sustento político

necesario con progresivos triunfos en ayuntamientosa.

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Puebla: las elecciones intermedias de 2OO7

En este cuadro se aprecia en primer lugar a nivel estatal Ia conformación de un sistema electoral competitivo de tipo bipartidista, que se hace nítido a partir del proceso electoral intermedio celebrado en d año 1983, que corresponde a la co1'untura por el municipalismo y apertura de la competencia y repre-

sentación de las minorías en todos los municipios mexicanos. Bipartidismo que se mira sofocado por el PRI y su gobierno hasta Ia elección intermedia de 1995,

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de una crisis económica, pero de debate para la construcción de normas electorales que den paso a un Égimen democrático sustentado en Ia legalidad. También la tabla de arriban, muestra tres momentos rn la competencia electoral por el poder de los 217 municipios poblanos: a) el primero que va de 1977 a

1980, de plena participación formal de los partidos qmsicionistas aI PRI en todo proceso electoral, repro-

duciendo eI funcionamiento del sistema de partido hgemfnl¡s; b) un segundo periodo que va de 1983 e 1992, una década de intensa adecuación del sistema político y del sistema electoral mexicano, con reformas ztministrativas en el gobierno y reformas legales para alentar la competencia y acceso al poder de las minoias; y ¡¡ un tercer momento que va de 1995 a nuestros días de una marcada competencia bipartidista, distorsionada por d papel instrumentalista que juegan el resto de partidos políticos minoritarios. MOI¡I}{IET{?O SLECT'ORAL

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Como se aprecia en eI cuadro anterior, en las elecciones por el poder municipal eI PAN muestra un crecimiento importante en las elecciones intermedias de 1983, con 124,369 votos, quedando después resultados menores a los cien mil votos, para mostrarse una recuperación en las elecciones de 1992 cuando suben las preferencias panistas ¡nr elecciones municipales a 166,217 votos. Serán las elecciones intermedias de 1995 y tal como sucediÓ en la competencia por las diputaciones que el PAN se posiciona para encabezar una lucha con tendencias bipartidistas ¡l obtener estatalmente la histórlca cantidad de 429,993 votos, manteniendo el mismo ritmo que en las elecciones de diputados, como lo muestra el siguiente cuadro.


Raymundo García García

En estos doce años de pugna entre eI PRI y eI PAN por administrar un municipio, da varias lecturas en los números de los resultados. En primer lugar se mira que el PAN sólo tiene un retroceso en la elección de gobernador de 1998, per<t crece 80, 026 votos en las elecciones intermedias del año 2001. En las elecciones de gobernador de 2004, en relación con las elecciones municipales, eI PAN por vez primera no sufre un retroceso, como sucedía en los años ochenta, por el contrado, sube de 510,019 a 636055 votos, 207,062 voto en referencia al año 1995, y 126,036 en relación con las

elecciones del año 2001. La estabüzación y crecimiento electoral panista seguramente está sustentada en el nuevo estatus de dicho partido, de ser partido en eI gobierno federal, con una importante expansión en su presencia partidista y en la inscripción total en los municipios de la entidad federativa de Puebla. Para las elecciones municipales intermedias del 2007, el PAN se mantiene estático. A saber, si se toma como referencia Ia masa electoral municipal de 1995 (429,993 votos) el PAN crece 107,633 votos, y en comparación con la elección del años 2004, sufre un retroceso de 98429 sufragios. Con tal resultado lo que salta de inmediato es que se dio un giro en el comportamiento electoral municipal de los últimos años, donde las elecciones intermedias por Ia poca presencia del poder estatal, se dejaban con cierta libertad a los vaivenes de los intereses municipales, y sobre ellos se quedaba el peso de los resultados electorales de las diputaciones de mayoría relativa, Así, el municipio de Puebla en 1995 al ser ganado por eI PAN para dirigir su ayuntamiento, incorporó seis diputaciones de mayoría, que con otros cuaüo distritos ganados: Atlixco, Texmelucan, San Pedro Cholula y Tehuacan, dieron diez y con cuatro diputaciones plurinominales la fracción parlamentaria del PAN se conformó con 14 diputados de un total de 39. Los triunfos municipales ayudaron a impulsar diputaciones y el municipio capital se convierte en el centro de la lucha electoral local de mayor relevancia por su valor para Ia conformación del poder legislativo. En la elección de 1998, el PAN ganó una diputación de mayoría en Atlixco, perdiendo las seis de Ia capital al perder el ayuntamiento de Puebla, además de perder los distritos de Tehuacan, Texmelucan y San pedro Cholu1a, por haber perdido la elección en los municipios cabecera de Tehuacan, y Cholula y a pesar de haber ganado las cabeceras de To<rnelucan' no se retuvo la diputación. Pero de nueva cuenta en la elección intermedia de 2001, se repite el triunfo panista en la capital del estado, y la fuerte confrontación hace que en lugar de ganarse los seis distritos junto con el ayrntamiento, se pierde un distrito capitalino, ganando cinco que unidos al distrito de Atlixco, otorgaron seis diputaciones de mayoría y cuatro de representación para una fracción parlamentaria de 10 diputados albiazules. La posición estratégica del municipio de Puebla se muestra evidente en Ia lucha tanto por el poder ejecutivo estata_1, como en la conformación del Congreso local, de ahi la atención del PRI, en eI proceso de 2007.

Los resultados en la elección municipal y de diputados en eI municipio de puebla, ponen aI descubierto el interés del PRI y de su gobierno estatal de hacer todo lo imposible por eütar la alternancia en el gobierno municipal de la ciudad de Puebla, tal y como se había venido presentando desde las elecciones de 19g5. En la lucha electoral entre PRI y PAN' la capital era prioridad por el número de distritos que representa. eue el pAN no haya mirado así el proceso y lo haya considerado como un proceso. tradicional, aludó a que no sólo se perdiera la capital, sino que el nivel de competiciÓn por las diputaciones se colapsó y se provocó una irradiación perdedora en la ZMCp, aunado


Puebla: las elecciones intermedias de 2OO7

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puesto por el PRI en las cabeceras municipales produjo los resultados obtenidos en este proceso local.

histórica votación panista alcanzada en el proceso electoral municipal de 1995, fue superada nueve años en el proceso de 2004 al obtener el PAN en la elección de a¡lntamiento 198,744 sufragios, sin embargo suficientes para ganar la administración de Ia ciudad capital. §lsrcisnas munic¡pales eiud*d da Fusbla 1§§8-20CI?§ krtid§

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1. La elección del PAN en la ciudad de Puebla en el 2007, fue eqúvalente a Ia del proceso del año 1998, de úes el ticenciado Mario MarÍn tr¡pcesos electorales atrás. Elección en la cual el candidato a Ia presidencia municipal fue Iorres, proceso en eI cual se utilizó como esüategia de fiunfo la dispersión del voto panista a Eavés de la candi-

datura de Emilio Maurer por el PRD que obtuvo la histórica cifra de 105,907 votos con un26-2ffi de la votación btal, produciéndose la presencia de un falso tripartiüsmo con un 30.81% del PAN y d 38-66 del PRI 2. En Ia elección del 2001 se recompone Ia competencia biparüdista PRI vs. PAN, quedando al desctbierto el ¡npel de esquirolaje del PRD que sea cae su votación de forma estrepitosa arurrt3.74% 3. En Ia elección municipal del 2004, en Ia co¡lntura de la elección de gobernador, el PAN manüene zu fuerza electoral con tendencia de crecimiento, a tal grado que la diferencia en eI porcentaje de votación eilre PRI y PAN' tn relación con Ia votación total fue en 1998 de 7.85% y pasó en eI año 2OO4 a 8.56%, esto es, el deslizamiento diferencial en contra del Pan subió apenas a 1.ll%. 4. Sin entrar al análisis de la guerra por los votos, en Io general se aprecia por los resultados, queenladección municipal de puebla se utilizó eI mismo esquema de dispersión o inhibición del voto panista como base para el triunfo del pRI, en ese sentido fueron estratégicas las candidaturas de Gabriel Hinojosa Rivero en el PT, (primer alcalde panista de Ia ciudad capital, con importantes simpatías de panistas), y la candidatura de Rúerto Ruiz panismo)Esparza en el NAppN, (diputado federal panista, con relaciones en algunos grupos disidentes denuo del pudo haber sido de simpaüAmbas candidaturas conjuntaron 45,292 votos, de los cuales una importante cantidad zantes panistas, que unidos al desaliento del voto azul, desde eI PRI reflejado en los niveles de abstención, al socializarse una supuesta negociación del proceso, cerró los resultados negaüvos obtenidm po[ el PAN, tal ¡ como lo sufrió después de la negociación del triunfo electoral de 1983 en las elecciones ltmt€riores de 1986 y 1989. y Memoria Eleccíones locales en puebla 199& Puebla, México, 1999; lEp, LIenwLt ful kues Eleúoral ordinario 2001 y 2004 Puebla pn EleOoral Ordinario el Munirinio ¡lp Molcaync 2002IEI.., I+Iemoria ful kw dpl procpso Flectnrol pxtrnordinnrio del proceso Electoral Extraordinario de Sta. Inés Ahuatempan 2OO5-y rEF, CÓmmtto funl de h elección de ayuntamientos, elección

i Cfr.

cEE,

2007. 6

No aparecen actualizados los datos de la elección extraordinaria en el frftmicpio de General ¡'elipe Ángeles.


Ra),rnundo García Ga¡cía

4.- Municipios gobernados por eI PAN. Las alternancias también contaron La dinámica de Ia lucha electoral se hace tangible en los triunfos e impulso de administraciones municipales, un factor que influyó también en los resultados de la elección intermedia en contra del PAN, fue no haber tomado en consideración eI efecto del desgaste que produce gobernar y con ello valorar la práctica alternativa del poder

municipal en municipios como Tehuacan y Texmelucan; o el desgaste de gobernar cuatro trienios en Atlixco, dos trienios seguidos en Tepeaca, así como eI inicio de alternancias trienales en otros municipios que iniciaron

«,r

gobiernos panistas como Amozoc. Para las elecciones intermedias del año 2OO7 el PAN se enfrentaba la imposibilidad de ganar las elecciones municipales en municipios que gobernaba, pero que por desgaste del poder era difícil triunfar como: Tehuacan históricamente después de dos administraciones panistas llega una priÍsta; en Texmelucan A continuación se enlistan los municipios gobernados por al.untamientos que ganaron Ia elección con el logotipo del PAN.

Municipios gobernados 1978 1981 1984 1987 1990 1993 -

1981: (2)

(1) 1987: (3) 1990: (3) 1993: (7) 1996: (6) 1996-1999: (22) 1984:

1999 - 2002: (15)

Altepexi, Tehuacan. Xoxtla. Tehuacan, Teziutlan, Zinacatepec. Coyomeapan, Texmelucan, Yehualtepec. Altepexi, Calpan, Chapulco, Coyomeapan, Tehuacan, Texmelucan, Zinacatepec. Acatlan, Chapulco, Esperanza, Anicano, Teziutlan, yehualtepec. Acajete, Aljojuca, Altepexi, Atlixco, Chapulco, Chila Honey, Huauchinango, Huejotzingo, Nealtican, Nopalucan, Oriental, Puebla, SanAndrés Cholula, Santiago Miahuatlan, Cholula,El Verde, Tehuacan, Tepango, Texmelucan, Tlacotepec BJ; Tlalancaleca, Xoxtla. Atempan, Atlixco, Calpan, Chapulco, Nealtican, Palmar de Bravo, Rafael Lara Grajales, San Andrés Cholula, San Juan Atenco, Tehuacan, Tepeyahualco, Te>crrelucan, Tlalancaleca,Tlaltempan, Xoxtla.

2OO2-2O05: (49\

Acateno, Acatlan, Aljojuca, Altepexi, Aquixtla, Atlixco, Atoyatempan, Coatepec, Cohuecan, Coyotepec, chapulco, Chignahuapan, Chignautla, chilchotla, chinantla, Guadalupe victoria, Hermenegildo Galeana, Huauchinango Juan Galindo, La fragua, La Magdalena Tlatlauqútepec, Nauzontla, Nealtican, Olintla, Puebla, Lara Grajales, San Andrés Cholula, San Felipe Teotlaltzingo, San Gabriel Chilac, San MatÍas Tlalancaleca, San Nicolás

2005-2008: (60)

Buenos Aires, Santiago Miahuatlan, Tecali, Tenanpulco, Tepango, Tepeaca, Tepezintla, Tepeyahualco, Teteles de A.C; Tlacoptepec de Benito Juárez, Tlapacoya, Tlapanalá, Tlatlauquitepec, Tuzamapa de Galeana, Xoxtla, zapotitlán de M; Zautla, Zinacatepec , zongozotla. Chiautzingo, San Felipe Teotlalcingo, San Martín Texmelucan, San Matías Tlalancaleca, cuautlancingo, Xoxtla, Tlaltenango, Atlixco, San Andrés cholula, Tianguismanalco, Cohuecan, Epatlán, Huaquechula, Tulcingo, Axutla, Chinantla, San Pedro Yeloixtlahuaca, Chigmecatitlán, Huatlatlauca, Huehuetlán el Grande, Huitziltepec, La Magdalena Tlatlauquitepec, Sta. Inés Ahuatempan, Zacapala, Tehuacan, Ajalpan, coyomeapan, San Sebastián Tlacotepec, Amozoc, Mixtla, Sto. Tomás Hueyotlipan, Tepatlaxco, Tzicatlacoyan, Tepeaca, Palmar de Bravo, Tlacotepec de Benito Juárez, Tochtepec, Soltepec, Aljojuca, Cañada Morelos, Ciudad Serdán, Quimixtlán, Tlachichuca, Tepeyahualco, Hueytamalco, Xiutetelco, cuetzalan del Progreso, ocotepec, Zacapoaxtla, Zoquiapan, chignahuapan, Ahuacatlán, Camocuautla, Hermenegildo Galeana, Tepetzintla, Tlapacoya, Zacatlán, Tlaola, La elección de gobernador no

impidió el crecimiento del triunfo panista en los municipios, sin embargo aunque se ganaron varias cabeceras de distritos uninominales, no fue posible el triunfo de estos, destacan como cabeceras municipales: Ciudad Serdán, Zacapoaxtla, y Zacatlán, por otra parte los triunfos municipales de Atlixco, Tehuacan y Texmelucan fue


Puebla: las elecciones intermedias de

2ü)7

vitales para los triunfos distritales. 2008

-

2011: (52)

Huejotzingo, San Matías Tlalancaleca, Tlahuapan, Coronango, Cuautlancingo, Nealtican, San Andrés Cholula, Ahuatlán, Xochiltepec, Chila de la SaI, Axutla, Totoltepec de Guerrero,

Xayacatlán de Bravo, Huitziltepec, Molcaxac, San Juan Atzompa, Caltepec, San José Miahuatlán, Vicente Guerrero, Zinacatepec, Acajete, Tecali de Herrera, Palmar de Bravo, Tecamachalco, Xochitlán Todos Santos, Yehualtepec, Felipe Ángeles7, Nopalucan, Rafael Lara Grajales, San Nicolás Buenos Aires, Chilchotla, Guadalupe Victoria, San Juan Atenco, Hueyapan, Teteles de Ávila Castillo, Zaragoza,Ayotoxco de Guerrero, Nauzontla, Xochitlán de Vicente Suárez, Cuautempan, Zapotitlán de Méndez, Coatepec, Ixtepec, Olintla, Tepango

de Rodríguez, Tlapacoya, Honey, Tlaola, Jalpan, Pantepec, Xicotepec, Zihuateutla.

La tipología de los municipios ganados por el PAN, es consecuencia de la lucha por el poder en el Congreso local como prioridad para que el ejecutivo estatal tuviera la garantía de sortear Ia gobernabilidad ante Ia amenaza latente de seguÍrsele un juicio político y por los efectos que pudiera generar la opinión de la Suprema Corte de Justicia de la nación, respecto al los reclamos que ha impulsado Ia periodistas Lydia Cacho. Así el tema impactó a la elección intermedia, pero a diferencia de lo que se esperaba que fuera capitalizado por el PAN y los partidos opositores aI PRI, fue aprovechado por el PRI para hacer una elección con la intensidad como si se tratara de una elección por la gubernatura. EN SUMA:

. El PRI evitó la recuperación

altemada del PAN en elecciones intermedias del Poder Legislaüvo ganando 25 distritos uninominales de un total de 26 (Uno ganó d PAN, el de Tecamachalco). ASÍ,

- En eI año 1995 el PRI perüó 10 distritos que ganó el PAN, - En el año 1998 el PRI perdió sólo un distrito que ganó el PAN (Atlixco), . En el año 2001, el PRI perdió 6 distfltos que ganó el PAN (cinco en la ciudad de Puebla y uno de Atlixco), . En el año 2004 el PRI perdió sólo 3 distritos que ganó eI PAN (Atlixco, Tehuacan y Ternelucan). . El casi carro completo de 25 distrito para eI PRI y uno para el PAN, üene a confirmar que la mayorÍa en el Congreso del Estado fue un asunto de razón de Estado para el PRI y para el gobernador, fue un asunto de sobredvencia y relanzamiento de Ia imagen y autoridad del titular del Poder Ejecutivo. . Se ratifica que eI PRI como partido polÍtico está fuerte, es competitivo, y sobre todo se ratifica como un partido ñerte en las elecciones estatales; su pragmatismo mostrado en Ia táctica de evitar rupturas internas, es un aprenüzaje de sus errores pasados, . También los resultados fueron aceptados por el principal partido oposicionista y esto al margen de que tra un ajuste de cuentas en eI interior del PAN, así, se ratifica Ia legitimidad del gobiemo federal, la de un auténtico régimen democrático, mientras en secreto el propio presidente impulsa la recomposición de partido dentro una adecuación de las reglas internas del PAN, que pueden llevar a eütar las aisis internas.

extraordinaria ganó el aluntamiento del Municipio de Gtneral fehpe Ángeles el PAN.


DOSSIER

En nombre de la lengua perfecta Fidel Tubino Arias-Schreiber

Después del Gran Diluvio "[...] todo eI mundo era de un mismo

perfecto: el Analisis. A partir del siglo XVII, el acceso a la ciencia universal, es decir, aI saber divino, es el método matemático. A través de la mathesis universales, Ia Humanidad volüó a intentar instalarse en el lugar de los dioses, a usurpar Ia mirada divina, a poseer el saber absoluto y prescindir así de los dioses: "[...] si se reflexiona en esto -decía Descartes- con mayor atención se descubre al fin que únicamente se refiere a la matemática todo aquello en que se examina eI orden o la medida, importando poco si se busca tal medida en números, figuras, astros, sonidos, o cualquier otro objeto" (Descartes, 1967: 51). La clave del acceso al saber diüno fue el descubrimiento del orden y la medida, dos categorÍas formales que determinan el contenido del saber y fijan eI límite de lo cognoscible. Aquello que no se puede investigar con orden y no se puede medir adecuadamente es mejor no intentar conocerlo, pues es mejor no estudiar nada que estudiar la verdad sin método. Para los modernos el ordendelsaber perfecto que permite el acceso a Ia verdad es el orden analítico sintético. Sin él no es posible el conocimiento de la verdad, independiente-

1. La nueva Babel En el siglo X\{I, la Humanidad desperdigada y confundida en la diversidad de lenguas y culturas, volvió a intentar Ia construcción

mente del asunto del que se trate. Independientemente es aquí la palabra clave para entender el origen y el sentido de la universalización del método matemático y del proyecto moderno de la matemática universal. Quiere decir que, así como el sol ilumina el mundo fÍsico sin importar Ia naturaleza de los objetos, así eI análisis torna claro cualquier asunto oscuro indepen-

lenguaje e idénticas palabras. Al desplazarse Ia humanidad desde oriente, hallaron una vega en el paÍs de Senaar y allÍ se establecieron [...]. Y dijeron: vamos a edificar una ciudad y una torre con la cúspide en los cielos, y hagámonos asÍ famosos por si nos desperdigamos por toda la faz de Ia tierra" (Génesis 11, 14). Fue asÍ como la humanidad post-diluviana, unida por eI poder de un lenguaje único, intentó llegar aI cielo. Desde entonces, la torre de Babel se ha convertido en el símbolo por excelencia de la vanidad suprema de los mortales: ocupar el lugar de los dioses. Yahveh percibió con preocupación el sentido de Ia obra y urdió un ardid para evitar que prosperara: "Y dijo Yahveh: he aquí que todos son de un solo pueblo con un mismo lenguaje, y este es el comienzo de su obra. Ahora nada de cuanto se propongan les será imposible" (Génesis 1 1, 6). Percibió así Yavheh que, mientras los mortales se entendieran entre sí con transparencia y sin confusión -pues hablaban la misma lengua-, Ia obra llegaría a su fin y usurparían el cielo. Introdujo por ello dice eI texto bíblico- Ia diversidad de lenguas "[...] de modo que no entienda cada cual la de su prójimo. Y desde aquel punto los desperdigó Yahveh por toda Ia faz de Ia tierra y dejaron de edificar la ciudad. Por eso se la llamó Babel, porque allÍ embrolló Yahveh eI lenguaje de todo eI mundo, y desde allí los desperdigó Yahveh por toda Ia faz de la tierra" (Génesis 11, B-10).

de una nueva Babel -la civilización tecnológica- y para ello inventó un nuevo lenguaje universal, una nueva lengua perfecta: la mathesis universalis. La nueva ars combinatoria es Ia ciencia del orden y de la medida del saber perfecto. La mathesk universalib es más que un lenguaje: contiene la clave del acceso al saber


En nombre de la lengua perfecta

dientemente de la naturaleza del asunto. Para los modernos, eI primado y la universalidad del anáIisis matemático no es una enseñanza que se extrae de la investigación empírica, es más bien una determinación a priori. Pero la matemática universal es más que una gnoseología: es una nueva ontología. Desde esta perspectiva, la esencia de Ias cosas materiales es ajena a sus apariencias, a sus formas exteriores. La esencia de las cosas materiales se determina como

extensión geométrica y la extensión es una propiedad inteligible, no sensible. Lo extenso alude a Ia etstencia de magni-

tudes medibles en las cosas materiales, de donde se deduce que lo real es lo cuantificable y que el conocimiento de lo real es indesligable del cáIculo. Con Descartes renace Platón. Pero el cafiesianismo ínsito al proyecto matemático de la ciencia moderna es un platonismo sui géneris, un platonismo subjetiüzado: una metafísica de Ia subjetividad. Para los modernos, lo real no es sensible pues lo sensible es apariencia dudosa e incierta. Los sentidos nos informan de las apariencias y estas son configuradas desde la subjetividad. Las propiedades sensibles de las cosas son sus cualidades secundarias, las cuales nos informan, no de las determinaciones intrínsecas de los entes materiales, sino de las diversas maneras como estos impactan en nosotros. Fiel al primado del Anáüsis, Ia ciencia natural moderna dejó de intentar "salvar las apariencias" meüante explicaciones racionales que daban cuenta del misterio de la aparición. Con Ia ciencia moderna y eI proyecto matemáüco, el mundo fenoménico dejó de ser el lugar del descubrimiento de lo real y eI punto de partida del saber perfecto. El mundo de los o<perimentos pasó a ser el lugar de certificación obligada de aquello que la razón descubre según el orden analítico. Como hombre moderno, GaIiIeo, eI fundador del método e»<¡lerimental, desconfiaba profundamente del saber espontáneo. Creía más bien en las posibilidades heurísticas de la razón matemática y de las experiencias deliberadamente construidas' Galileo afirma en sus Discursos que él fue persuadido por la ruzóny que luego fue asegurado por sus sentidos, y que en este primado de la razón sobre la experiencia reside Ia esencia del

método experimental. Lo que nos quiere decir Galileo es que para ampliar nuestro conocimiento sobre bases sólidas debemos aprender a usar la razón según el orden matemático para luego

confirmar sus desarrollos en experimentos construidos por la

razón misma.

A partir del siglo XVII, razonar fue sinónimo de analizar y sintetizar. Es decir, de ir de lo complejo al descubrimiento de las partes simples de un asunto para luego, desde allí, reunirlas 'según la forma calculable de la identidad y de la diferencia" (Foucault, 1966: 67).

Los modernos estaban persuadidos de que eI orden del Cosmos era matemático. Esta es la razÓn de fondo por Ia que

hicieron de la matemática eI modelo universal por excelencia de inteligibilidad delmundo. Pero Ia ciencia moderna, a diferencia de la ciencia antigua, no es contemplativa. Es ciencia activa, industrial. Paradójicamente, es en su capacidad de abstracción de las experiencias naturales donde reside su impresionante poder de transformación radical del mundo. Y esa capacidad de abstracción se la otorga la matemática y porque es matemática es ciencia activa, tecnológica. Las potencialidades tecnológicas de la nueva ciencia matemática son infinitas. Infelizmente, Ios usos de las nuevas tecnologías estuvieron, y están regidos preferencialmente, por Ia insaciable voluntad de poder del proyecto conquistador moderno y por el imperiaIismo de Ia razón instrumental. Sin Ia ciencia

industrial y, sobre todo, sin todas aquellas tecnologías

a

las que este tipo de saber dio lugar,

los europeos no hubieran podido coloniza¡ el planeta y someter a civilizaciones enteras. La condición de posibüdad de la primera globaliindudazación -es decir, del colonialismo- fue blemente esta gran revolución teórica y tecnológica que se operó en la Modernidad. A partir de ese momento, Ia ideología del Progreso y el etnociüo van de la mano. La voluntad de poder de la Humanidad moderna encontró en Ia nueva

ciencia tecnológica un poderoso insEumento que Ia hizo intentar una vez más capturar el cielo para gobernar eI curso del mundo: este fue eI motor oculto del proyecto civilizatorio de Ia Modernidad europea. La civilización moderna se edificó desde sus inicios como civilización auto-centrada, narcisista, auto- contemplativa, sin alteridad. Para los modernos lo valioso está en ellos, la barbarie son los otros. El mensaje que transmitieron al mundo fue: la Razón es patrimonio nuestro y en nombre de ella gobernaremos el curso del mundo. Fue eI descubrimiento de lamathesis universalÍs, de esta lengua perfecta y transparente, de

esta nueva ars combinatoria y de sus capacidades tecnológicas, lo que dio el impulso al más grande ehocidio de la historia y a la negación de lo diferente ennombre de los grandes ideales de Ia Humanidad. Gracias ala mathesis uníversalisy al imperialismo de la racionalidad instru-

mental se edificó la civilización industrial y

se


Fidel Tubino Arias-Schreiber

transformó la vida social en una especie de panóptico, como diría Michel Foucault (1976). La actual globalización en curso no parece haber cambiado de signo. Si bien es cierto que su condición de posibilidad es la revolución tecnológica de los medios de comunicación, ello no ha desembocado en un mayor entendimiento entre las culturas. La incomunicación intercultural y la guerra de las civilizaciones parecen ser eI sino del siglo que comienza. La instalación del libre mercado a nivel mundial y del liberalismo polÍtico como pensamiento único, no hacen sino afianzar la vocación conquistadora y autocomplaciente del hemisferio Norte. Mientras tanto la pobreza y Ia concentración de la riqueza crecen en progresión geométrica.

Razón y la denigración de Ia dignidad humana que tal empresa conlleva. Esta es la gran paradoja del proyecto ilustrado: que en nombre de la dignidad universal se denigra la dignidad del Otro, en nombre de la libertad se somete al diferente y en nombre de la iguald.ad se hace homogénea la diversidad y se procede al reclutamiento y a Ia asimilación forzada de aquellos que provienende éthosy culturas diferentes. EI discurso ilustrado ha generado y generará contradicciones insalvables toda vez que permanezca encerrado en sí mismo. Es un discurso autoindulgente, que justifica aquello que niega

y 2. La barbarie son los otros

El proyecto modernizador no reconoce alteridad. La cultura moderna se ha auto-erigido en la cultura universal y Ias culturas de los otros no pasan de ser obstáculos que es necesario erradic¿r para globalizar Ia racionalidad instrumental y darles el Progreso que nosotros hemos concebido por ellos. En nombre de la Ilustración reducimos al Otro a Ia categorÍa de "menor de edad". El Otro no es un "tú eres". No es un interlocutor válido: para serlo, debe renunciar a sí mismo, asimilarse aI proyecto modernizador, abdicar a su horizonte moral, desarraigarse de stt éthos, dejar de ser. Paradójicamente, la modernización enarboló los ideales ilustrados de la igualdad, Ia libertad y la solidaridad universal

como ideales inspiradores del proyecto societal de la Modernidad. El respeto incondicional a la dignidad del Otro como "un fin en sí mismo" fue y es eI imperativo moral de Ia Ilustración. La afirmación de Ia persona como sujeto de derechos inalienables más allá de las diferencias culturales es eI principio normativo de la utopía ilustrada. El reconocimiento universal de los derechos civiles y políticos como atributos inherentes a la naturaleza humana independientemente de las contingencias culturales y la diversidad de creencias es el imperativo moral del proyecto modernizador. Sin embargo, en nombre de la tolerancia y el respeto a las diferencias se justificó, y se justifica, una intolerancia cultural sin precedentes, y en nombre de Ia dignidad humana se atropelló y se atropellan los derechos humanos de los otros, Ios bárbaros, Ios que no son como nosotros, Ios extraños. Ya en el siglo X\TII Goya pintó genialmente la auto-justificación de Ia barbarie en nombre de la Razón cuando los ejércitos napoleónicos invadieron España para llevar los ideales de la Ilustración a Ia península Ibérica. Goya fue testigo excepcional de Ia barbarie que sembraron los ejércitos napoleónicos en tierras españolas. 'Yo lo vi -como se lee en los grabados de Goya-, los sueños de la Razón gener¿[r monstruos". Y esos monstruos de la Razón son los que él ha grabado para desenmascarar la barbarie de la

que parte de la desvalorización a priori de las otras racionalidades y de toda otra posible

cosmovisión alternativa. Así por ejemplo, desde eI proyecto modernizador, la naturaleza es valorada como una fuente inagotable de riqueza. De allí que se considere que todas aquellas otras concepciones de la naturaleza que hacen de ella una madre sagrada con Ia que

hay que relacionarse respetuosamente sean consideradas supersticiones que es preciso erradicar para poder modernizar las sociedades arcaicas. No hay alteridad, no hay tolerancia. El discurso de la Modernidad es un discurso autoreferencial: es un discurso cerrado. No creo por ello que el proyecto modernizador sea un proyecto que hay que desechar de plano. Lo que hay que hacer es retomar sus ideales, no p¿üa justificar lo injustificable, sino para realizarlos de verdad. EI desenmascara-

miento de Ias contradicciones internas de la Ilustración no debe conducirnos al rechazo en bloque de la modernización de Ia üda social. Entre tradición y Modernidad no hay una contradicción necesaria. El proyecto modernizador ha

funcionado adecuadamente en aquellas sociedades donde surgió como parte de un largo y complejo proceso histórico. La modernización ha logrado generar mejores niveles de igualdad social y de libertad política en aquellas sociedades donde se gestó a partir de tradiciones

propias. El problema es cuando se trata de implantarlo arrasando las tradiciones }ocales y no arraigándola en ellas. Así, para que enAmérica

Latina Ia modernización social nos aproxime a los ideales morales que la inspiraron debe inculturarse en nuestras culturas originarias, arrai-


En nombre de la lengua

garse en las éticas locales y en Ias formas ancestrales de conüvencia solidaria de nuestros pueblos.

realizaciones de la llustración, entre las ofertas ideales de Ia democracia liberal y sus magras

El agotamiento de la culturailustraday el desenmascaramiento del proyecto moderno conducen fácilmente al nihilismo deconstructor y al post-modernismo paralizante. La post-modernidad nos ilustra sobre las fortalezas y las carencias de la Modernidad romo proyecto cultural y societal. Es Ia Modernidad reflexionándose a sí misma, es el momento auto-reflexivo, autocrítico, del proyecto moderno. Y allí está su riqueza pero también su limitación. Su riqueza porque nos permite hacer un balance de los logros y de los problemas que ha generado. Pero también

concreciones históricas, parecen indicar que la Modernidad o es un proyecto agotado o es un proyecto inacabado. Si aceptamos su acabamiento nos quedamos sin propuesta societal. Y si optamos por aceptar, previa crítica, su inacabamiento, entonces Io que debemos hacer no es desecharlo sino radicalizarlo. Solo así el discurso moral de la Ilustración dejará de ser usado para ocultar la voluntad de dominio absoluto ínsita aI proyecto modernizador. La modernización social se basa en los procesos de industrialización que la tecnología y Ia ciencia activa de la Modernidad hicieron posible. La economía industrial de los modernos y la concentración de la riqueza en

su limitación, porque no propone nada. Nos permite reconsruir la inconsistencia conceptual de los grandes meta-relatos de la historia universal y desenmascarar la deleznable funciÓn histórica que han cumplido las utopías sociales de la Ilustración. Pero como no es propositiva en su lugar no pone nada, y al no colocar nada nos hace volver Ia mirada con nostalgia al pasado preilustrado, para encontrar en él formas de convivencia alternativas a las modernas. Y así, de postmodernos nos convertimos en tradicionalistas. EI tradicionalismo es la idolatrización de las tadiciones. El problema es que al sacralizarlas las petrifica y de esta manera las priva de su capacidad i¡novadora.

El proyecto moderno para adquirir vigencia y legitimidad

debe ser enraizado y radicalizado, no abandonado. Para ello hay que empezar por sacarlo del discurso cerrado y narcisista en que se formuló y traducirlo en clave hermenéutica en el horizonte de

los discursos abiertos y el diáIogo entre las culturas. 3- La liberación de la diversidad EI proyecto cultural y societal de Ia Ilustración no ha

rendido los frutos esperados. La fe ingenua en eI Progreso y en la tecnología ha sido sustituida por eI desencanto y Ia desilusión' La postmodernidad es Ia autoconciencia de la Modernidad, aI objetivarla la 'deconstruye, es decir, la desmantela en el plano discursivo, no en eI de la praxis. Es un movimiento de denuncia que pone en er¡idencia las injustificables contradicciones de la Modernidad. Pero el nihilismo anarquista aI que conduce no conduce a nada, y por Io mismo termina siendo paradójicamente funcional al modelo societal que denuncia. El postmodernismo en este sentido, al menos en política, es contradictoriamente conservador' EI liberalismo contemporáneo es uno de los hijos incestuosos de la Ilustración porque " se ha acostumbrado a üvir violando los principios que le sirven de fundamento y que Ie dan legitimidad. Los transgrede de diversas maneras, a nivelnacional y a nivel internacional; Ios viola por exceso y los viola también por defecto "'r Ias flagrantes contradicciones entre los principios morales y las

r

Giusti, Miguel. El soñado bien, el mal presente. Rumores de la ética Iima, Fondo Editorial de laPUCP, 2008. P. 56.

los espacios urbanos generaron grandes desplazamientos poblacionales del campo a la ciudad.

Las urbes modernas se transformaron

en

enormes espacios sociales multiformes y variopintos. El pluralismo cultural se convirtió así en el signo por excelencia de la conüvencia social. Surgió así'un nuevo desafío: ¿cómo convivir en un mismo espacio societal personas que no

compartimos ni costumbres ni un mínimo de creencias básicas sobre el deber ser de la convivencia? En el mundo modetno, la ciudad es el lugar priülegiado de los encuentros y los desen-

cuentros étnicos, culturales

y

sociales.

Si

aspiramos a convivir sin estorbarnos entre los diferentes, entonces nuestro desafío consiste en aprender a construir la tolerancia como norma de vida. Pero si aspiramos a algo más, a convivir solidariamente entre los diferentes, entonces nuestro desafío es otroes rm -decía Gadamervivo dotado de una gran capacidad de invenciór, y ha int'entado la guerra Aparte del hombre, no conocemos en la natr¡raleza ningún otro caso de seres altamente organizados en que haYa

El hombre ser

guerra dento de la misma especie [...] y ello nos lleva

a

la cuesüÓn que hace de

nue§tro tema r¡n asunto especialmente urgente ¿cómo se poüá salvar a la humanidad de sí misma y desarrollar


Fidel Tubino Arias-Schreiber

el espÍritu comu[itaflo, la solidaridad necesaria para Ia voluntad de vivir y de sobrevivir? (Gadamer, 1gg8: 112)

Para empezar, tenemos que aprender a transformar el hábitat moderno en espacios interculturales de convivencia solidaria donde la diversidad se reconozca como una riqueza y eI ejercicio de la democracia como una tarea de todos. Lo que tenemos que hacer es exactamente lo contrario de aquello que en el relato de Babel tenía en mente la gente como ideal delirante: acceder a la lengua perfecta y prescindir de los dioses. Nuestro sino es Ia diversidad de lenguas e intentar borar sus diferencias mediante la construcción de un nuevo lenguaje universal nos condena a la confusión, a la confrontación y a la autodestrucción de la especie. La solidaridad se construye a partir del reconocirniento de Ia alteridad de las identidades que conúven en un espacio societal compartido. La asimilación del otro y la negación de su autonomía y de su mayoría de edad no puede ser desde ningún punto de üsta condición de Ia conü-

vencia digna. Nos enfrentamos a una noble tarea: "[...] no de querer eliminar la diversidad de las lenguas en el curso de un proceso de organización -por ejemplo, por mofivos de racionalización o burocratización-, sino de que cada uno aprenda a salvar Ias distancias y a superar los antagonismos. Esto significa aprender a respetar, escuchar y cuidar al otro, algo de Io que carece el mundo actual, diseñado y gobernado por los expertos" (Gadamer, 1998: 12 5-126). Para que se puedan establecer vasos comunicantes entre los

diferentes, debemos aprender a abandonar la creencia en una racionalidad unitaria y universal y aceptar Ia existencia de una pluralidad de racionalidades culturales: Una vez desaparecida Ia idea de una racionalidad central de la historia, el mundo de la comunicación genera-

lizada estalla como una multiplicidad de racionalidades "locales" -minorÍas étnicas, sexuales, religiosas, culturales o estéticas (como los punk, por ejemplo)-, que toman la palabra y dejan de ser finalmente acallados y reprimidos por la idea de que solo existe una forma de humanidad verdadera digna de realizarse, con menoscabo de todas las peculiaridades, de todas las indiüdualidades limitadas, efímeras, contingentes. (Vattimo, 19g0: 17)

Pero no basta que los diversos accedan a la palabra en el espacio societal, que su dialecto pase a ser reconocido como expresión de una forma de vida válida entre otras. No basta el reconocimiento de las identidades: El efecto emancipante de la liberación de las racionalidades locales no es, sin embargo, solamente garantizar a

cada uno una posibilidad más completa de reconocimiento y de "autenticidad";

como si Ia emancipación consistiese en manifestar finalmente lo que cada uno

es "en verdad" (en términos todavía metafísicos, spinozianos) negro, muj er, homosexual, protestante, etc. t...1 Si, en fin de cuentas, hablo mi üalecto en un mundo de dialectos, seré tambiénconsciente de queno es laúnica lengua, sino cabalmente un dialecto más entre otros muchos. Si profeso

mi

sistema de valores

estéticos, políticos,

-religiosos,

étnicos- en este

mundo de culturas plurales, tendré también una conciencia aguda de Ia historicidad, contingencia, Iimitación de todos estos sistemas, comenzando por el mío. (Vattimo, 1990: 18)

La conciencia hermenéutica compartida debe sustituir al ideal delirante del discurs«.r cerrado y del modelo único: "Todos hemos de aprender que el oúo representa una determinación primaria de los límites de nuestro amor propio y de nuestro egocentrismo. Es un problema moral de alcance universal. También es un problema político" (Gadamer, 1998: 124).


En nombre de

,Así pues,

la condición para la posibilidad de diálogo implica

'Vivir en este mundo múltiple significa hacer experiencia de [bertad entendida como oscilación entre pertenencia y desasi" (Vattimo, 1990: 19). El diáIogo es más que el intercambio de saberes. EI diálogo es trueque, es encuentro, simbiosis diferenciada: "Lo que

que ocurri es lo que Gadamer denomina la "fusión de hzontes"" (Taylor, 1993: 99). Es decir, eI cruce de perspectivas u¡ilorativas y horizontes diferenciados y abiertos infinitamente rnUe sí. Lo que se produce en la fusión de horizontes culturales no es el consenso entre los diferentes, sino Ia autotransformación de los puntos de vista y la autorecreación de las identidades: "[...] los auténticos juicios de valor presuponen la fusión de horizontes normativos; presuponen que hemos sido transformados por eI estudio del "otro", de modo que no solo juzgamos de acuerdo con nuestras normas familiares originales" (Taylor, 1993: 104). El ideal ilustrado de la tolerancia como virtud de lo público debe ser reformado y convertido en la exigencia ética del reconocimiento y del diálogo entre la diversidad. Para que Ia democracia ilustrada - sea liberal o republicana sea coherente consigo misma debe radicalizarse. Radicalizar el proyecto ilustrado implica pluralizarlo, arraigarlo en la diversidad de árhos, reinterpretarlo desde las culturas locales.

-

Nuestra tesis es que la radicalización -y no Ia renuncia- del proyecto Ilustrado pasa, en primer lugar, por Ia liberación de la diversidad y, en segundo lugar, que Ia tolerancia como virtud de lo público pasa por la conversión de las polÍticas de la dignidad igualitaria en polÍticas de reconocimiento de las identidades. Y en tercer lugar but not the least- que Ia concepción ilustrada

-last

lalsfgE¡r#

de ciudadanía homogénea debe ceder el piillo a la implementación -en el plano del reconocimiento jurÍdico y político- de las ciudadanías interculturales. No basta asegurar eI acceso de los excluídos a los espacios públicos políticos , hay que descolonizarlos cultural y linguísticamente para luego interculturalizar sus agendas , sus normativas y sus procedimientos. Esto es una tarea a largo plazo. En eI corto plazo tenemos que formar a los actores polÍticos de la interculturalidad. Para que los movimientos indÍgenas del continente se conviertan en los actores políticos de la interculturalidad tienen que dejar de estar encapsulados en sus justificadas demandas étnicas y pasar a ser inclusivos de Ia diversidad ? En quechua hay dos " nosotros " : ñuqayku y ñuqanchis. El primero se refiere al nosotros

que se afirma frente a los otros, que coloca a la diversidad afuera , es el nosoüos exduyente de Ia alteridad. Pero hay en quechua hay un segundo senüdo, " ñuqanchis', que es el nosoEos induyente de la alteridad y por lo mismo de la diversidad- Parafr¿seando apartir de esta disquisición filológica dirí¡ que para que los movimientos indígerras se o(xlt¡iefErr tU los actores políticos de Ia intercultuales tdím que dejar de ser erpresión del'tugy,tn'al que conduce la afirmación inr¿rult¡rral y lrasar a ser " expresión del 'ñuqanchis ' que lia crmts vencia ciudadana basada en el ¡ecormim*mo de la diversidad demanda-


DOSSIER

La visión racista

en los manuales mexicanos de historia patria (1880-2006) José Jorge Gómez lzquierdo

Resumen: Los textos escolares de Historia Patria parecen llenos de prejúcios racistas y etnocéntricos, sancionan la superioridad y

ser apreciado viene de Europa o de Estados Unidos, el bajo aprecio en que nos tenemos a

predominio de la poblaciónblanca/mestiza, üsculpan sus arocidades e intentan crear una identidad colectiva sobre un concepto racial de la nación. Dichos textos, constituyen una fuente privi-

nosotros mismo es ominoso. Y ello es resultado de una trayectoria histórica marcada por el trauma de la Conquista, cuyos efectos aún no superados son materia de infinitas discusiones, pero también por Ia institucionalización de una conciencia nacional estructurada sobre una visión racista de Ia historia patria. En México úvimos los efectos más perversos del racismc la destrucción planeada de Ia autoestima y In aceptación como algo natural de los correspon''

Iegiada para estudiar, comprender y explicar la ideología racista

de las elites mexicanas en el contexto del proyecto estatal por generar conciencia nacionalista. Los textos escolares de historia patria reproducen un modo racista de percepción que se impuso en México bajo la forma de un discurso social educativo obliga-

torio. Abstract: The scholastic texts at History Mother Country they full of racist prejudices and ethnocentric, they sanctioni.ng the superiority and predominance of the white/ racially mixed population, they excuse its atrocities and they try to create a collective identity on a racial concept of nation. These texts seem

constitute a privileged source to study, to understand and to explain the racist ideology of the Meican elites in the context of the state project to generate conscience nationalistic. The scholastic texts of history mother country reproduce a way racist of perception that prevailed in Mexico under the form of an obligatory educative social speech. Palabras clave: racismo, identidad nacional, manuales escolares, historia patria, México.

dientes roles de dominación y subordinación de las personas. Las poblaciones indígenag por supuesto, han sido tradicionalmente las vÍctimas de esta situación, pero los daños se preproducen en cascada dentro de las demás grupos y clases sociales. De tal forma, en el juego entre las víctimas y los victimarios, el racismo intercambia estos roles de acuerdo a Lr posición social de los interlocutores. Tenemos un condicionamiento cultural que nos ha hecho capaces de mirar y distinguir en el exterior de Ias personas, la clase social a Ia que pertenecen que

y, muy importante, el grado de belleza Marco teórico a manera de Introducción

En Médco existe un sentimiento profundamente arraigado: la vergüenza por quienes somos, eso a pesar de Ia fama que tenemos como uno de los países más orgullosamente nacionaIistas. En un país en el que las éIites han impuesto la certeza de que todo Io que valga Ia pena y que se considere digno de

representan. El racismo es una de las formas

más sofisticadas de Ia discriminación que la humanidad ha inventado para colocar a unos en la cúspide de Ia superioridad y dar a otr6 el trato denigrante de la inferioridad. Es cosa corriente en Médco y se expresa en el trato de


La

visión racista en los manuales mexicanos de historia patria (f8SG2m6)

respecto a otros, en eI lenguaje y el humor cotidianos, en inágenes difundidas en los medios de comunicación sobre y lo feo. Es una realidad eüdente, pero aún muchos hoy se niegan a verlo, lo cual no es más que una manifestación de nuestro racismo. Pocos son los que conocen las de donde proüene esa ideología y las maneras en que se en nuestro imaginario social hasta convertirse en el hegemónico de percibir las vastas diferencias de estética, y lengua representadas, sobre todo pero no exclusivapor las naciones indígenas que sobreviven en el país. Esta fundamentada en estereotipos y prejuicios, ha dado a nuestra conciencia e identidad nacionales, lo que nos a mirar de forma despectiva a aquellos, que por aparircia estética y formas de vida, no embonan en eI prototipo ideal fuiuesto desde arriba por las élites blancas. El presente artÍculo circunscribe, precisamente, a poner ante los ojos del lector no de los mecanismos priülegiados de la indoctrinación naciomhsf¿, la enseñanza pública, masiva y obligatoria de Ia historia ¡Hria, a través de la cual se ha garantizado Ia difusión ampliada del mensaje racista, por Io menos en México así ha sido. Los

los relatos de la historia patria, que más que despertar el orgullo de sí mismos, siwiera para reforzar en ellos la conciencia de su subordinación, de pertenencia a una clase o etnia baja. Difícilmente encontrará eI lector otro trabajo que se centre en esta temática o resalte Ia orientación evidentemente racista de los contenidos historiográficos mismosl. Nos falta en Médco el valor civil para aceptar nuestras propias patologías colectivas. No debe sorprendernos que las elites o seudoelites se hayan abstenido, cómo bien afirma el profesor Lothar

Knauht2, de atacar

al racismo en todas

sus

variadas expresiones, pues no pueden atacar Ia

ideologÍa discriminatoria que les proporciona la legitimación a sus posiciones de priülegio. La originalidad del enfoque y de las fuentes que abordo en este artículo debe llevar a un conven-

cimiento de que es necesario poner en cuesüón eI sustrato histórico sobre el cual se consütuye

rrtores del discurso historiográfico destinado a la indoctri-

Ia nación.

mción nacionalista, proüenen abrumadoramente de las clases dominantes y comparten todos, el orgullo de descender de Ia estirpe hispánica, de la raza de los conquistadores. [a voz de las clases y grupos sociales marginados está exclüda por completo del relato historiográfico nacional-racista hegemónico. Los contenidos con los cuales se estructura la orientación de los manuales de historia patria, sobre todo a partir de la interpretación de Ia Conquista, cimientan una identidad racista de l,a nación. Dado el origen social y la mentalidad de las élites, no resulta asombroso que se les inoculara una visión racista en

En seguida es necesario exponer, brevemente, lo que enüendo bajo el concepto racismo. Es un fenómeno que se genera en el

I

y Educación en Victoria Lerner (1979) La educación sociaIista. Historia de la Revolución Mexicana, 1934-1940, tomo 17. El Colegio de México, son dos autoras que se han convertido en verdaderos clásicos en la historiografía mexicana. Josefina Vázquez aporta valiosos argumentos para entender una de las características más sorprendentes de los mecanismos de movüzación y dominación de masas desarrollados por el Estado de la Revolución Mexicana: el eficiente manejo de los símbolos nacionales para despertar en los estuüantes el orgullo de la mexicanidad y liberarlos de la servidumbre. Por su parte, Victoria Lerner analiza con todo detalle el real significado de Ia reforma educativa emprendida por eI presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940), como un intento de arrancar a la juventud de Ia influencia ideológica de la Iglesia catóIica, sustituyéndola por la escuela socialista. En ambas autoras queda claro que el objetivo de la acción educativa nacionalista era preparar a los alumnos para acept¿[ el poder del Estado en tanto representación de la nueva fuente de legiüJosefina Yázqtez de Knauth (1970) Nacionalismo

México. EI Colegio de Méfco

y

siglo XVItr, aunque muchos autores ubican su

origen en tiempos muy remotos haciéndolo ap¿recer como un fenómeno Eanshistórico. Me adhiero a Ia postura representada por George L Mosse3, que señala que eI racismo surge ligado a la Ilustracióny a otras corrientes culturales de la

época, tales como el pietismo, el romanticismo

midad del régimen: la Revolución mexicana. No queda duda sobre el papel de la educación pública respecto a la transmisión de una visión de la historia patria con la finalidad de uniformizar una conciencia nacionalista en la población escolar infantil P€ro en ningr.na

de las dos se vislumbra alguna conexión enúe la formación de la conciencia nacional y la inoculación de una üsión racista (2000), 'Los procesos del racismo", 'z Lothar Knauü et Desacatos Núr¡i- 4 Racismos. CIESAS, México, pp.13-25 George L Mosse (1978). La Historia del racismo en Europa (versión resumida y traducida por J. Jorge Gómez Izquierdo). Cuadernos del Seminario de Fstutdios sobre el racismo en/desde México, núm. 2, 3

ICSYII/BUAP, Puebla, México, 2005, BOp.


Dr. José Jorge Gómez Izquierdo

y eI nacionalismo. Es eI resultado de Ia confluencia de saberes y disciplinas científicas que lo sustentan para luego permitirle convertirse en una ideología de masas reforzada en el siglo XIX por la biologÍa evolucionista y eugenésica. Después de Ia derrota de los nazis en la Segunda Guerra Mundial, eI racismo biológico cayó en total descrédito, pero sorprendentemente resurgió metamorfoseado a fines del siglo XX, enr,uelto en el ropaje de la defensa de las diferencias culturales, noúsima coartada del neo-racismo para perseguir y eliminar a los Otrosa. El racismo es pues un fenómeno de impacto mundial, cuya cuna está en Ia Europa ilustrada de donde se propaga aI resto del mundo como una tecnología para Ia dominación de Ias masas. Produce constantemente actitudes y comportamientos que socializan a los individuos desde Ia infancia para asumir roles preestablecidos en el marco de la economÍa mundial y explica aI interior de Ias sociedades las estructuras de la desigualdad social. Albert Memmis ha formulado una definición muy clara sobre el racismo, que es totalmente pertinente para analizar los contenidos racistas en los manuales escolares mexicanos, objeto del presente artículo. Memmi trata al racismo como a un complejo organizado de opiniones, que de ninguna manera se derivan de comprobaciones objeüvas o cientÍficas, sino que surgen del miedo que provoca el otro, eI extraño. Surge el racismo de la necesidad de marcar diferencias y, eventualmente, agredir al Otro. Es un concepto de afirmación negativa de una identidad colectiva. Con el racismo se puede conjurar ese miedo y, aI mismo tiempo, permite a uno afirmarse en la propia valÍa en detrimento del Otro. Utiliza diferencias biológicas, reales o ficticias, pero también de tipo psicológico o cultural, desde las cuales se puede clasificar y valorar, de manera absoluta, las diferencias reales en provecho del acusador y en detrimento de las victimas. En este sentido, el racismo es un mecanismo psicológico de diferenciación, de distanciamiento, con el cual se disculpan agresiones, se justifican los privilegios propios y se trivializan las faltas de oportunidades y la marginación que sufren los demás. Existe un estrecho vÍnculo entre legitimación de privilegios y persistencia del racismo. Existe una dimensión del fenómeno que lo enlaza con lo que Mosse6 denomina "el lado oscuro delallustración": su manía clasificatoria. Se trata de la dimensión estética del racismo que tiene que ver con la universalización de un modelo de belleza humana diseñado en la Europa del siglo de las luces. Laraz6n ilustrada, a

Pierre-André Taguieff (199 5). "Las metamorfosis ideológicas del racismo

y la crisis del antirracismo", en Juan Pedro Alvite (coord.)

Racismo,

Antirracismo e inmigración Tercera Prensa-Hirugarren, Donostia,

San

Sebastian, España, 1995.

5 Albert Memmi (1992). Hamburg, 1992, s. 164-175. 6

George

L

Mosse. Op.cit

Rasslsmus. Europáische Verlangsanstalt,

encarnada en artistas, antropólogos, Estas nuevas disciplinas que dedicaron a Ia clasificación de los seres de naturaleza y de Ios seres humano, camino que IIevó ala separacióny jer

y craneólogos.

de las personas según eI paradigma tomado de los ideales de belleza y armonía la Grecia clásica. Así, quedaron asignados b grados de belleza para la humanidad clasificade

en "razas" diferenciadas según Ia cercanía o Iejanía que tuüesen respecto a las esculturu del arte griego. De esta manera, se obtuvo tr referencia üsual imprescindible para Ia posteric üfusión y aceptación masiva de la percepcifu racista en amplios sectores de Ia opinión pública Lo "bello" y lo "feo" se hicieron muest?s eüdentes de las superioridades o inferioridades raciales, de la misma forma en que los símbolos patrios representaban la conciencia nacional de los pueblos. Desde entonces, los estéticamente

feos se hicieron acreedores de la repugnancia social. Pero además, Ia dimensión estética del racismo hizo derivar de Ia belleza asignada una serie de características espirituales, normas de comportamiento y grados de inteligencia que se adhirieron, como la piel en Ia carne, a cada raza humana asÍ clasificada. Asimismo, todas las características asociadas a la "buena moral", a las

"sanas costumbres" y a Ia sexualidad "normal" quedaron monopolizadas por las razas bellas cercanas al paradigma griego. Por el contrario, las razas feas fiudíos, negros, indios americanos,

asiáticos), quedaron para siempre marcadas con los atributos de los comportamientos desüados, por la inestabüdad emocional, por la falta de

inteligencia e iniciatÍva, por la degeneración y Ia locura. Todas las señas de la conducta perversa debían reflejarse visualmente en los rasgos fisonómicos externos. De esta manera,

Ias ciencias ilustradasT sentaban las bases para el sometimiento general de las poblaciones extra 7 Solamente como una mención recordemos a los principales impulsores de este racismo, son los

profetas del pensamiento racial europeo. En Francia: Los condes de Gobineau y Vacher de Lapouge; en Inglaterra: Houston Stewart Chamberlain, Robert Knox, Karl Pearson y Francis Galton; en Alemania: Alfred Plótz y Ernst Háckel.


La

üsión racista en los manuales mexicanos de historia pauia (lgEGl0o6t

fnopeas, justificando su dominación por las razas superiores.

h,steriormente este racismo üsual, se integraría como un compo_ :p:nte de la antropología y la criminalística para auxiliar a la buena i:ciedad a distinguir las amenazas del crimen y del mal que ¡:echan en los cuerpos de los pobres y marginados. En el proceso de desarrollo de ra conciencia nacionalista de ¡:s niños no se puede desdeñar el valor formativo de los libros :r texto de historia, pues como bien señala Teun van Dijk8, ;:obablemente se trate del único discurso social cuya enseñanza rs obligatoria, por eso mismo, debe impregnar de manera ;:r:funda la conciencia y mentalidad de las nuevas generaciones :,= educandos en relación a sus nociones históricas y al signi_ i:ado de su conciencia de pertenencia a una nación. Las primeras definiciones del cle pertenecer a '¡ gmpo racial o social determinadosignificado las recibe el niño a través :.: las primeras informaciones sobre la población del resto del -uado y las "razas" que lo habitan. Un modelo de ello la encon_ :?rnos en un texto que se usó en las escuelas de México durante

;

decada de los años veintes: Tenemos una tendencia irresistible a considerar como única ;,-.rdadera la civilización europea, que es la nuestra, y a esperar

;-e absorberá o hará retroceder a todas sus rivales...Los tres ;::acipales pueblos de nuestra época, los que se eler-an sobre los r:stantes por su actividad y' dirigen la marcha de la cirüzación, i-:uen siendo los ingleses, los franceses 1'los alemanes . La diüsión de la humanidad en razas ha establecido que la :ianca es la que se distingue enofinemente de las otras por su --ácter dinámico, emprendedor y constructora de grandes cirili:.ciones. Así queda implantada como una verdad absoluta la .n:a sobre la superioridad de Ia llamada raza blanca. Las élites :e-ricanas (porfiristas o revolucionarias, católicas o ateas) asumen : -no propia en el relato histórico Ia visión occidental al identifi-

l=rin r an Dijk (2003) Racismo y discurso de las éIites. Editorial Gedisa, Xa:celona, España, pp. 209-229.

É.pobos, Charles (1922) Compendio de la historia de Ia civilización n{,J-'

tiempos más remotos hasta nuestros días, con una introducción w cuillermo Prieto- obra de texto en las escuelas del Ayuntamiento a¡ -3¡ns. Librería de la Vda. De Ch. Bouret, paris/México, pp.224_ZZB. -';:les Seignobos (Lamastre, 1B54 ploubazlanec, 1g4Z), historiador 1os

l',:res, fue docente en la universidad de parÍs y escribió sobre Francia , ¡",,bre la ciülización europea. Entre sus obras más destacaclas está ú-:-¡ire politique de I'Europe contemporaine (1897). Fue maestro de Marc $lir:'i seignobos es considerado uno de los positivistas franceses más rnr?':,:tartes. Junto con Charles Victor Langlois, escribió Introduction ,uu¡,r;r .'rudes historiques y juntos impulsaron el renovador moümiento de *rs :,¡¡ales que luchó contra Ia historia lineal, polÍtica y de las grandes :trg,*:as. Fuente:

http://es,wikipedia.orglwiki/Charles_Seignobos.

carse como parte de las "razas superiores,', son

los herederos de los conqústadores. Este su modo de percepción racista lo imponen como verdad y se expresa cuando el maesüo pregurta a sus alumnos: ¿-L cuáltas razas pertenecen los homhresl Los hombres pertffle(en a cinco razas pnnapa1es. a sahe¡: la raza blanca. ia arnamll¿ la negra, la cobnza o a¡nerlc¡na. r-na acetturaana o malal'a. ¿Cómo se pueden üridú los puebios respecto a su grado de criltura? Respecto a su

grado de cultura los pueblos se dir-iden: en civilizados, bárbaros y salvajes. ¿Son todos los

hombres igualmente civilizados? No, señor; los más civilizados son los de raza blanca, y luego los amarillos 1o r0Tomas Zepeda Rincón (193 7) Geografía-Atlas.Nuevo curso de geografía generaly particular de Méxíco, para uso de las clases elementales, primer grado" Editorial

Progreso, México, p.13, y de él mismo Geografía general y particular de México, primer grado, para Zo

y 3er años de Enseñanza primaria, Editorial progreso, México, 1943, p. 22. Considerado uno de los hombres

ilustres del estado de Chiapas, Zepeda Rincón fue

un acucioso investigador y en su vasta producción destacal, además de estas dos obras de geografía,

Ia

educación pública en la Nueya España en el siglo X\rl. Fuente: http :,//\,\,r,r,,\,v.e{ocal.gob.rm,/work/templates/

enciclo,/chiapas/municipios

70 708

9a.htm.


Dr. José Jorge Gómez Izquierdo

inicio de la formación de estereotipos y prejúcios racistas en la mente de los jÓvenes, de ahí sóIo hay que dar un paso para aceptar como normales Ias jerarqúas raciales correspondientes. No es difícil suponer que este tipo de saber abone el campo de discursos discriminatorios, cuya influencia sobre la imagen y autoestima del niño perteneciente al grupo indÍgena ha de generar un sentimiento de vergüenza de sí mismo y de rechazo al grupo del cual proviene. El discurso historiográfico da elementos para entender cómo se marcan las distancias entre el nosotros -seres "civilizados"-, y el ellos definidos como seres "atrasados" e "ignotantes". En todo caso es interesante resaltar que este tipo de clasi ficación racial provenga de Ia raciología elaborada por Johann Friedrich Blumenbachll en el lejano 1798r; aún hoy en día sigue pareciendo conveniente para los fines docentes optar por esta clasificación, a tal punto que los estudiantes pueden adquirir en cualqüer papelería de Médco, como tarea dada por sus profesores, láminas o estampas ilustradas que transmiten este conocimiento autorizado y avalado como legítimo acerca de las razas humanas, donde a partir de la definición de los rasgos fisicos se sobreenüenden las características intelectuales e inclinaciones Esa información puede provoc¿r el

morales de cada raza humana. La continuidady permanencia del discurso racista en la historia de México Las muestras representativas del tipo de discurso histórico que se ha transmitido a los niños mexicanos durante eI largo periodo que abarca del año 1880 al año 2006, demuestran la permanencia de un

entendimiento de Io que fue la conqüsta de México-Tenochtitlan que ya estaba prefigurada en Ia dinámica de la construcción de la

identidad hegemónica del Occidente cristiano, por Io rnenos desde Ia época medieval. Guy Rozatrz ha demostrado que los textos que se toman como clásicos sobre la Conquista de México, elaborados

por soldados y frailes, no pueden ser conside rados como documentos de valor etnológico ni expresan la verdad histórica, sino que reproducen

una visión tendiente a resaltar una legitimación teológica basada en la diabolizacion de las civilizaciones indígenas. Se trata de un proceso que sentó las bases para la "invención de América", forma discursiva que se produjo en eI siglo XVI y que siguió alimentando las narraciones subsecuentes hasta implantarse como sustento del

relato nacionalista dirigido a Ia educaciÓn de Ios niños. El trabajo de Rozat es de importancia cardinal para entender las causas que explican la permanencia y üascendencia de una elaboración discursiva teológica que en eI siglo XVI legitima el derecho de conquista en hechos sancionados por la Divina Prwidencia como parte del proceso de la escatologÍa cristiana de inventar a sus enemigos diabólicos: los indios entraron muy bien en esa denominación. Ese mismo disposiüvo discursivo adquirió, siempre de acuerdo a Rozat, el carácter

redentor de una historia salvífica durante los siglos XVI y X\/II; en el siglo )ffi adoptó Ia forma discursiva de Ia historia nacionalista, atea, racionalista y científica con fuerte influencia de categoias biológicas/darwinistas. Puedo afirmar aquí que la enseñanza de Ia historia patria a fines del siglo )ffi

incorporó una visión racista conüa los mismos Johann Friedrich Blumenbach. Über die Nanirlichen Verschiedenheiten im Menschengeschlecht, Leipzig, 1798. Como hombre de la llustración que fue Blumenbach no consideró ni el color de piel ni otras características externas cómo criterios válidos para establecer inferioridades o superioridades naturales atribuidas a cada raza humana clasificada, sino que más bien consideró que todos los grupos humanos pertenecían a un mismo grupo: el homo sapiens. 11

12 Las investigaciones de Guy Rozat Dupe),Ton sobre el desarrollo, naturaleza y dinámica del ser occidental se ubican en la línea de lo que Edmundo O'Gorman llamó la invención de América. Resalta sobre todo su interés por develar la naturaleza agresiva de Occidente en su confrontación con el Nuevo Mundo. Su obra es amplia y destacan sus libros Indios reales e indios imaginarios en los relatos de la conquista de México.BUAP/ VeracruzanalNAH, México, 2OO2; Los orígenes de la Nación. Pasado indígena e Historia nacional. U. Iberoamericana/CONACULTA, México, 2fi)1; y el a¡tículo "Identidad y Alteridades. El Occidente medieval y sus Otros", enDesacatos, Núm.4 Racismos. CIESAS, México, verano 2002.

mexicanos que continuó predominando a Io largo del )O( hasta nuestros días. Las interpretaciones sobre Ia conquista de México, con Ia que se educa a los niños en México, están sometidas al entendimiento que los mismos conqústadores y los frailes mendicantes hicieron sobre "Ios vencidos" y su civilización. Indigenistas e indianistas contemporáneos no han superado ese influjo. La prolongación del racismo porfirista en

el racismo nacional-revolucionario ha sido destacada por AIan Ifuightl3. De acuerdo con Alan Knight (1990). Racismo, Revolución e Indigenismo. México, 1910-1940. Cuadernos del Seminario de Estudios sobre el racismo en/desde México, Núm. 1, ICSYH/BUAP, Puebla, México, 2004,54 p. Traducción: Ma. Teresa Rodríguez López 13


la visión racista en los manuales mexicanos esa lÍnea de continuidad queda marcada por la repredel "indio" como eI elemento antinacional y. agregaría omo el enemigo racial de Ia nación meicana. La preocupor redimir aI indio también es una continuidad entre tas y revolucionarios, aunque el indigenismo de unos más retórico en relación al sentido más activista del otro,

posturas compartían Ia fe en eI poder transformador h educación escolar para desterrar prejuicios y fanatismos ayudasen al indio a elevar su posición social. Lo que los es Ia sustitución de la "vieja ortodoxia porfiriana" -spenceriana, por una "nueva ortodoxia antirradsta" propia del indigenismo asimilacionista del Estado de la a¡.olución. Paradójicamente, la mirada antirracista, dominante a partir de la presidencia de Lázaro Cárdenas, fue engañosa, L[es se negó a reconocer el profundo arraigo del racismo en las cstructuras mentales e institucionales, tal cómo la había demostndo el racismo antichino (1871-1934) como prueba evidente de la omnipresencia del racismo en Ia sociedad mexicana. Por tal motivo, resultó del todo inútil el intento por decretar Ia inexistencia del fenómeno. La simple negación discursiva del impacto e i¡fluencia del racismo decretada desde las alturas oficiales por el antirracismo indigenistal4, no pudo afectar Ia práctica üaria del racismo. La permanencia de Ia üsión racista sobre Io inüo se reflejó en los contenidos de los textos que aquÍ analizo. En base aI relato de la Conquista de México contenido en los manuales escolares de historia patria, que se han uülizado en las escuelas públicas y privadas de México, organizo las imágenes paradigmáticas que se articulan para construir una definición racista de la identidad nacional mexicana: I) El origen asiático de las naciones indias; II) Las causas que facilitaron Ia conquista, a) la alimentación, el atraso tecnolÓgico y las rivalidades entre indígenas, b) ta religión sanguinaria y c) la leyenda del Dios Blanco Quetzalcoatl; ilI) EI cobarde Motecuhzoma surge como el primer chivo expiatorio de la nación, modelo de cobardÍa, superstición y servilismo; IV) La importancia del cruce sexual entre la raza conquistadora y Ia conquistada en Ia formación de la nueva nacionalidad: Ia raza mestiza. I) El origen asiático de Ios indios americanos

La narración de la historia de la patria se inicia con una descripción de los grupos que habitaron Io que hoy es el territorio de la Nación. Los historiógrafos nacionalistas ven en ellos las raíces profundas que han de darle aliento, continuidad y presencia histórica a Ia nueva nación mexicana. De acuerdo a Ia perspectiva

del antilracismo indigenista, el lector puede consultar mi artículo "EI discurso antilracista de un antropólogo ]a Sobre este carácter paradÓjico

indigenista; Juan Comas Camps", enDesacatos, Núm- 4 Racismos- CIESAS' México, verano 2000, pp. 80-101.

de historia patria (f88&2OO6)

nacionalista, una nación sin raigambre, sin antepasados ilustres a cuyo abolengo haya que apelar difÍcilmente encuentra argumentos para verificar su existencia y plantear un proyecto sólido de comunidad imaginaria. La reflexión sobre la condición humana de los así considerados antiguos mexicanos, surgió y trataba de encontrar las claves para definir lo que habrÍa de entenderse por identidad nacional a partir de una apreciación sobre el aporte y papel a desempeñar por cada uno de los segmentos raciales en que quedarÍa fragmentada la mexicanidad en su conjunto. En 1925 José Ma. Bonilla, insiste, tal como lo hacenmuchos de sus antece-

sores decimonónicos, en eI origen asiático del pueblo mexicano: La [raza indígena] es originaria de nuestro suelo...se supone que hace muchos centenares

de años vinieron de Asia. Esta conietura

se

apoya en la circunstancia de que... los dos conünentes estaban unidos por una faja de üerra, y también en eI hecho de que los indígenas ameri-

canos tienen ciertos puntos de semejanza con los asiáticos...la existencia de (idolitos y oüos objetos), ha hecho creer que las razas am€ricanas son procedentes del viejo mundo--rS Macedonio Navas, Eva Treio Hernández 1' Natalia García Díaz 16 afirman que entre americanos y asiáticos los rasgos físicos son tan semejantes que un inüo se puede vestir de chino y viceversa sin provocar ningun efecto visual de extrañamiento Otros factores raciales confirmarian que los indios americanos son asiáücos- Según Andrés Molina Enríquez eI color "café amarillento'del indio se abona como urul pnreba más de su origen oriental: ... Ia oblicuidad de Ios ojoq no es ñrra en los inüos actuales. EI tipo mongol se tncueilra aún en los otomíes. El peto lacio es comin a todos

rs José Ma BoniIIa (f925) L evolución del Pueblo de MtLico (Ele¡nentu fu llistoria Patria). Primer Ciclo- 7 edición" Herrero Hermanos Sucs., México, pp. 13-19. 16 Macedonio NatÉs, Eta Trejo Hernández y Natalia García Díaz (1949). Historia Patria. Programa desarro-

Ilado para el tercer año de

la

escuela. primaria, Editorial Herero y Cía., S.A., México, 189 p.


Dr. José Jorge Gómez Izquierdo

los indios. Hay además de los caracteres somáticos, muchos otros datos etnográficos que revelan la procedencia asiática...17 Más allá de la exactitud histórica, lo que realmente se puso en juego al identificar el origen asiático de las razas indias mexicanas fue un dispositivo discursivo con el fin de corroborar la supuesta predisposición psíquica de la raza indígena para convertirse en objeto ideal para la extorsión y la injusticia. Se debe recordar un dato importante: los intentos para identificar al indio con lo asiático tuvieron como telón de fondo la discusión que en esa época (1871-1934) se daba entre las elites sobre la conveniencia o no de importar trabajadores chinosl8, discusión que al final de dicho periodo planteo la expulsión del país de los chinos apreciados como amenaza racial para la marcha sana y la pureza de Ia nación medcana. Una muestra de Ia actitud de condena moral es el punto de vista del escritor porfiriano José López Portillo y Rojas. Él podría afirmar contundente, que la indiferencia ante el dolor y ante la muerte revelaba la procedencia asiática de la raza indígena. para López portillo, chinos y mexicanos se mostraban igualmente impasibles ante todos los males, eran dos razas "más aptos para morir que para matar". Su valoración darwinista lo lleva a concluir que la caída indígena ante el conquistador eurocristiano, significó el fatal

"desarrollo y cumplimiento de una ley natural: el triunfo de los más aptos"le.

II)

Causas

A) carencias naturales,

Andrés Molina Enríquez (Ig32) Esbozo de la Historia de los primeros diez años de la Revolución agraria de México (de 1910 a 192CiJ. Libro Primero Aspectos indios de la Historia de México. Antecedentes remotos que determinaron los hechos decisivos de Ia Revolució¡a. Talleres Gráficos del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía, México, pp. 54-55. Nació en Jilotepec, estado de México en 1g68. Estudio leyes en la Escuela Nacional de Jurisprudencia en la ciudad de México. Fue editoriaIista destacado del diario EI Siglo XK. A Ia muerte de su padre, también abogado, se hizo cargo de Ia notaria de éste en Jilotepec, puesto que Ie permitió conocer el proceso de concentración de Ia tierra en manos de españoles y criollos. En 1896, por órdenes del gobernador del estado de México, es nombrado Director de Fomento. En lg06 trabaja en el Departamento de Etnografía y se hace catedrático en el Museo Nacional. Uno de sus libros más influyentes, considerado precursor de la Revolución mexicana en su aspecto agrario, fue los grandes problemas nacionales (1906). Luchó contra el gobierno de Fco. León de Ia Barra en 1911 y proponía la repartición de la tierra en su plan de Texcoco, considerado como antecedente del zapatista plan de Ayala. Fue aprehendido y pasó dos años en prisión, desde donde escribió EI Diario del Hogar. Murió en 1940. Fuente: Doralicia Carmona Memoria política de México. r8

José Jorge Gómez

Izquierdo (1991) EI movimiento antichino en México y del nacionalismo durante Ia

tecnológicas y

desunión aborigen.

Los triunfos de los españoles sobre los ihdios no se explican en los manuales de historia patria aludiendo sólo a factores aislados. En dichos textos, se presenta un haz de agentes que eventualmente se conjugan a favor del éxito de la Conquista: eI temor a lo sobrenatural y lo desconocido; la leyenda de Quetzalcoatl, que habría de volver por Oriente

a restaurar su dominio perdido; la debilidad fanática de Moctezuma; las guerras entre los pueblos y tribus indígenas; el atraso tecnológico, en fin, todo encajaba en la Historia para favorecer el desarrollo de Ia causa principal: la victoria de la verdadera religión, Ia eliminación de los salvajes y el consecuente progreso de Ia Humanidad.

El historiador Carlos Perel,ra cuáIes fueron

17

del éxito de la Conquista de

México.

establece

las deficiencias de la Civili

zación Americana que facilitaron la Conquista. Primordialmente estas deficiencias fueron de orden geográfico y natural. Refiriéndose a ellas procuraba exponer el atraso americano respecto al desarrollo civilizatorio de Europa:

Sin embargo en un sentido se parecían todos los antiguos habitantes de nuestro territorio, y aun de todo el Continente Americano. Algo les faltaba para adquirir los adelantos de la vida social alcanzados por los habitantes del Viejo Continente. Antes de Ia conquista no había animales bovinos. Los indígenas carecían

le

José López Portillo y Rojas (1906) "La raza indígena,', Revista Positiva, tomo VI-2, Médco. Nació en Guada-

lajara, Jalisco en 1850, en el seno de una familia acomodada y tradicionalista. Fue escritor, abogado, periodista, catedrático, gobernador de su estado natal y secretario de relaciones exteriores durante el régimen de Porfirio Díaz con quién siempre se sintió identificado. Su nieto, José López portillo y Pacheco fue presidente de México de 1976 a 19g2.

(1871-1934). Problemas del racismo

Fuente:

Revolución mexic ana. INAH, Métco.

L%C3%B 3p ez

http://es.wikipedia.orglwikí/jos%C3%A9 _Portill

o

_y_ Roj as

_


la üsión racista en los manuales mexicanos reses para la carne, vacas para la leche, bueyes para labrar la . Tampoco había caballos, ni asnos, ni mulas,..., no había .., no había cabras,..., no había trigo, que es el cereal rico por sus elementos nutritivos, y que ha servido por Io para Ia formación de los pueblos más ügorosos,..., no hltaban los metales, pero los indígenas no sabÍan aprovechar sino oro y Ia plata, es decir, los metales preciosos, y desconocían el de los más útiles...[Otra de las causas de dicho atraso Ia desunión de las tribus que poblaban nuestro territorio...20 Estas causas hacenver las pretendidas deficiencias de la propia nturaleza americana como la causa determinante que impedida ü proveer los mejores elementos para alimentar con suprema didad a su gente, cuyos ingenios, debido a ello, no florecieron en foi¡entos productivos. En cambio, la Divina providencia si habría üfado con generosidad las bondades del clima y tierra a Europa ¡ma producir alimentos y materiales que garantizan la superioflad natural de los más bellos del planeta; la biologÍa actúa aquí

mo naturaleza determinante de las desigualdades de fortuna. tra zuperioridad tecnológica europea se ensalza como signo de Irr greso e inventiva de una raza superdotada, mientras que D Carlos Perel,ra

para niños de la Primaria Elemental. Libreia de la Vda. de Ch- Bouret, paris/ lÉrico, pp.l1-13. Nació en Saltillo, Coahuila al Norte de México en 1871, I:fteneciente a una famüa acomodada, recibió una esmerada educaciónlhpó altos cargos culturales y polÍticos en el gobierno mexicano. Fue (192O) Patria. Historia de Méjico,

furcla

ryisnado y ejerció la abogacía, profesión que abandonó para dedicarse lsvocación de escritor y profesor en la Escuela Nacional Preparatoria. heñó Historia Patria y Sociología en la Escuela de Derecho de la Univerúlad de México. Tras ser diputado, ocupó la secretaría de la embajada

c

lYashington, luego fue encargado de negocios en Cuba y Ministro

fripotenciario en Bélgica y Holanda, donde fue üstinguido con el rubramiento de miembro del Tribunal lnternacional de Arbitraje de hEaya en 1913. Tras el triunfo de la Revolución mexicana, dimitió a üdos sus cargos oficiales y rompió con los

sucesivos gobiernos revolu-

Se estableció en España en 1916 a la que se conürtió en su $apatria. No solicito la nacionalidad española y se dedicó con fervor

ddender la obra civilizadora de la madre patria en las Américas. sus obras resaltan: La obra de España en América, La conquista rutas oceánicas, La huella de los conquistadores, Historia de la española, Breve historia de América, Hernán Cortés y la epopeya Anahuac, Francisco Pizarro, EI Mito Monroe que es una encendida de la Hispanidad. El Estado español reconoció sus méritos y le cargo en el Instituto "Gonzalo Fernández Oviedo", escribiendo en bista de Indias su defensa de la grandeza de la Hispanidad. Murió lladricl en junio de 1942. Fuente. Consejo Superior de Invesügaciones Memoria de la Secretaría General. Año L942, Mad¡i{ fg43,

L*

6l{2,

NecrologÍas.

de historia

patür (rssDaxE)

las tecnologÍas indígenas no dejan de ser mís que muestras de fanatismo, creencias mágicas, retraso mental. De las carencias naturales de clima y medio

ambiente que facütaron Ia conqústa, se abre enseguida eI espacio para ex?oner aquellas causas

de carácter espiritual y religioso (determinismo psicológico), que según nos cuentan los textos de la historia patria, abrieron Ia puerta a la invasión de los indios por cuenta de los españoles.

II. B) sacrificios humanos y religión sangui-

naria Ciertamente, no es extraño que la imagen aterradora sobre el México anterior a Europa tenga un lugar central en el imaginario racista europeo. Una muestra representativa la encontramos en los escritos del llamado padre del racismo conde Joseph Arthur de Gobineau (1853-1855), se lee lo siguiente:

El imperio americano de los

aztecas

parecÍa edstir ante todo para mayor gloria del fanatismo. No es posible imaginar nada más fanático que un Estado social que, como ese, descansaba sobre una base religios4 incesantemente regada por la sangre de carnicerías humanas... Pero para los mexicanos todas las víctimas eran buenas. Con la ferocidad que el fisiólogo moderno Pricha¡d reconoce como carácter general de las razas del Nuevo Mundo, mataban sin piedad, en sus altares, a conciudadanos, y lo hacían sin vacilación ni selección, lo cual no les impedía ser un pueblo poderoso, industrioso, rico y que sin duda habría durado, reinado y degollado todavía mucho üempo si el genio de Hernán Cortés y la valentía de

sus compañeros no hubiese puesto fin a la monstruosa edstencia de semejante imllerio 2r En este lugar es necesario recordar el üpo de relato desacreütador con el que se describe a los reyes mexicas- Esta forma de narar los hechos aparece enJulio Zarz:fe- Se Eata de una interpretación que ha permanecido intacta desde la época del porfiriato y ha conservado sus efectos de poder durante toda la época de 2r Golfrtea4 Fscritos políticos, Selección e introducción de Michel D. Biddiss, editorial Extemporánem, México, 1973, p.53.


Dr. José Jorge Gómez Izquierdo

hegemonía del ideal nacional-revolucionario:

...Ahuitzotl, 80 rey mexica (1486-1502)22, el reinado de este monarca fue una perpetua hostilidad entre los mexicas y Ios demás pueblos. El estreno del templo mayor, que empezó a construir Tizocitcatzin, efectuose en l4gZ...Durante cuatro días se sacrificaron prisioneros a los dioses, y el número de esas desdichadas víctimas del más horrendo fanatismo y del siniestro culto de los mexicas ascendió...a 20.000, según los autores más respetables, y hay algunos que lo hacen llegar a 20.000...23 En Gregorio Torres Quintero queda tipificado el carácter de

la raza, la religión sangrienta y los sacrificios humanos cómo

tener úctimas suficientes para inmolar a sus Dioses, se arguye como la razón básica del odio

y resentimiento de las otras razas indias hacia los mexicas, sentimientos de odio y venganza que eventualmente los españoles aprovecharían para arrasar en la conquista. La espiritualidad y el arte azteca también son objeto de difamaciones. En otro texto publicado en 1921, Longinos Cadena caracteriza a la religión, el arte, la sociedad y la política precolombinos en términos denigrantes:

rasgos inconfundibles de los aztecas: ... En el tiempo de Ahizotl -8o rey mexica- tuvo lugar un suceso...: la dedicación del templo mayor, consagrado a Huitzilopochtli. para celebrar este acontecimiento se sacrificaron durante cuatro días 20,000 prisioneros de guerra. Hay qúen haya exagerado la cifra y diga que el número de sacrificados fue de 100,000, sin pensar en la imposibilidad física de sacrificar ritualmente tan gran cantidad en tan poco üempo, y sólo mientras el sol brillaba....; la sangre corrió en verdaderos &royos por las gradas de los templos y por

Todos los pueblos de la América eran eminentemente religiosos...Los pueblos cultos levantaron grandes y suntuosos templos en donde adoraban a sus dioses, que eranídolos de diversas formas;... Todo esto mezclado con groseras supersticiones y unas prácücas religiosas que tenían mucho de feroces y sanguinarias...Mucha semejanza tiene el arte americano con el de los antiguos pueblos

las calles de la ciudad; el hedor fue insoportable; el fanatismo ciego. De esa vez quedaron los dioses hartos de sangre humana. ¡Cuán horrible es un dios que pide sangre 2a El carácter azteca se establece en el discurso historiográfico

al cuerpo...arte rudimentario...en todo él se ve

como un estereotipo sobre la crueldad y la ferocidad cómo rasgo

y de los sacerdotes2s

22

y

congénito de la raza. Esa necesidad que tenían los aztecas por

En el Diccionario de la Real Academia de la lengua española el

término Ahuizote tiene, entre otros, el significado de ,,persona que molesta y f atiga

continuamente ". '3 Julio Zarate (1880) Compendio de historia general de México. Librería de la Viuda de Ch. Bouret, parís/México/Guadalajara. Nació en Xalapa,

veracruz en 1844 y murió en la ciudad de México en 1912. Estudió en el colegio carolino de la ciudad de puebla. combatió al Emperador Maximiliano en las páginas del Eco del país, de Atrixco, puebra. Fue diputado ar Congreso de la unión por puebla, veracruz y el Distrito Federal. El estado de Morelos Io declaró "Hijo predilecto',. Fue Magistrado de la Suprema Corte de Justicia (1902) y Senador por el estado de Campeche (1912). secretario de Gobierno en veracruz con el General J. De la Luz Enríquez. Su libro más importante es el Tomo III de México a través de los sigros. Fuente: http ://www.xalap

gob.mxlmunicipio,/biografias 2.htm 2a Gregorio Torres Quintero (1g12) La patria Mexicana. Erementos de historia nacional (Tercer ciclo). Herrero Hermanos sucesores, México, 405 p. Nació en Ia ciudad de Colima, Colima en mayo de 1866. Fue profesor y se graduó en Ia ciudad de México en Ia Escuela Normal de profesores. Fue Jefe de Insúmcción pública e inventó el famoso método Fonético-onomaa.

topéyico' Estudió pedagogÍa en Europa, Asia y los Estados unidos. A partir de 1904 fue Jefe de Enseñanza himaria y Normal en Métco; catedrático

del Asia y del África...Arte infantil en el que la estatua suele tener la cabeza grande, con relación estampada la ferocidad del culto y la tiranía que sufría el pueblo, bajo el despotismo de los reyes

de las Escuelas Preparatoria de Normal para Maestros Consejero de la Secretaría de Educción pública.

Escribió más de 30 libros sobre temas pedagógicos, históricos, cuentos. Murió en la ciudad de México en enero de 1934 y sus restos descansan en la Rotonda de

los Hombres Ilustres. Fuente: http:,/,/es.wikipedia.org/ wiki/Gregorio-Torres_Quintero. 2s Longinos Cadena (Ig2l) Etementos de Historia General y de Hístoria patria. para eI primer año de

educación primaria superior. Herrero Hermanos Sucesores, 3a edición, México, pp. 130-133. Nació en

la ciudad de Puebla en 1862. Estuüó abogacía sin gtaduarse en el Seminario palafodano de su ciudad

natal. En 1884 se radicó en Ia ciudad de México donde se dedicó at periodismo y al magisterio, siendo catedrático de Ia Escuela Normal para Varones. Como periodista publicó en los diarios El Cruzado, El Tiempo y EI País con el seudónimo de Mefistófeles. publicó el

libro Teoría y práctica de la educación y Iibros de texto para escuelas primarias. Murió en la ciudad de México

en 1933. Fuente:

http:/,zbiblioweb.dgsca.unam.mxl diccionario,lhtmlbiografias/bio_c/cadena.htm.


La

üsión racista en los manuales mexicanos de historia paEia (188G2O06t

ficio sanguinario atribuido al ritual azteca. a causa de que su misión era la conquista müta¡ y Ia imposición religiosa. López Luján no niega que haya habido sacrificios de personas a los Dioses, pero reconoce que en 30 años de excavaciones en el Templo Mayor los arqueólogos sólo han encontrado 127 restos de personas que evidencian la práctica del sacrificio. Sin negar la existencj.a de esta práctica ritual, no duda en descartar la veracidad de las fuentes clásicas

En vez de tratar de comprender o investigar la cultura y el ¡:te de los antiguos para descubrir sus motivaciones profundas -, despertar en los niños actitudes de respeto y curiosidad, lo

;ue se les ofrece e inculca en esos textos es el fácil recurso de ,-.:zgr y condenar moralmente a una civilización qlre no se :rmprende. Para el caso, simplemente se podrÍa haber aproverado trabajos serios sobre la materla, que como los de Paul 1,, estheim26 aludan a apreci.ar y comprender, sin obsesiones, -¡ elevada dimensión espiritual del hombre del NIéxico anüguo. ![ás sin embargo, la existencia y disponibilidad de enfoques :irersos que abordan con una actitud más cuidadosa al urrilerso -¡'fÍgena y sus creaciones, es la condena y el asco ante lo "horri;rlante" lo que palpita en las páginas en donde los niños abrevan rl: identidad nacional. La distancia en eI tiempo y ciertos avances en la investi;arión etnológica y arqueológica, por dar otro ejemplo, abren ; posibilidad de dudar de la existencia del sacrificio humano :lmo una practica masiva e institucional. Existen pesquisas que "*la deseable incorporar como nuevos enfoques a los libros :¿ texto modernos con el fin de equilibrar la imagen degra-ante sancionada hasta ahora como verdad histórica. De hecho, :-rr¡ante el Coloquio Nuevas perspectivas del sacrificio humano liudad de México, septiembre 2007) dos de los organizadores, ::rs areu€ólogos Yolotl González Torres2T y Leonardo LÓpez y que les acompa-u-jan, aceptan que los conquistadores frailes :¡¡on debieron exagerar las cifras sobre la magnitud del sacri-

Paul lVestheim (1950) Arre Antiguo de México. Ediciones Era, México,

--rii; además (1957) Ideas fundamentales

del arte prehispánico en Méico, 1986. - -Enruelve la exageración al rito sacrificial entre los mexicas: Yolotl

bl;.uco. Ediciones Era,

-

nzafez Torres", La Jornada, México, 17 de agosto 2007.

españolas y de indígenas conversos sobre la magnitud del pretendido holocausto2s. Alos niños se les podríanmostrar los moti\¡os e intereses de conquj.sta y evangelización, que se agitan en los relatos escritos por conquistadores y frailes tomados como fuentes clásicas. Se puede constatar el consenso munüal en torno a la imagen imperturbable que pinta a los mexicas y mayas como los asesinos más grandes de todos los tiempos; así se lee en el ensal-o

de Gobineau y sigue determinando miradas recientes como la del cheasta \lel Gibson en su film Apocalypto. Es un hecho que sobre esa patraña fabricada por Hernán Cortes:r se hara

elaborado )' se sustente Ia conformación de nuestra conciencia e identidad nacionales. Se debe poner en duda la celebracion de iorma masiva e institucional del ritual macabro. \'a es un avance el hecho de los mismos arqueólogos que excavan en el Templo lUal'or de la ciudad de México acepten que hasta la fecha no han hallado las fosas comunes, que necesariamente

debieran de existir conteniendo los restos de Ias úctimas de las supuestas hecatombes. En 28 "Exageraron conqústadores sobre saffificos aztecas: especialista. En 30 anos de ¿rcar asones sóIo han sido localizados

l2i

restos hr¡m¿ros. se-ñaló

arqueólogo Leonardo López Lu_tal-. Jornada On line, \Iásico

l!

-\-onr?te.\ l¿?

septiembre 2t-tl,ri

Peter Hassle¡. -La Pafrana de Hernán Co¡tés". Boletín Informati"o i.ibliograftco y Hemerográftco 2e

del Centro reún'estri¡tariones y Esrudios Superiores en -\ntropoloylía Socr.zl .J¿I Golfb, \úm. 23, enero-marzo, \alapa. \'er.. l a|l-rl-r. pp. 2 6- 3 5. Publicado originalmente en el sema¡arlo Die ZeÍt, \í'm. 3U, Frankfurt am Main, llsmania. l1 de septiembre de l992.Traducción: Jorge Gómez Izquierdo.


Dr. José Jorge Gómez Izquierdo

todo caso se debeña revisar si es cierto, como afirma el conquisy el cronista y cómo repiten sus modernos adláteres nacionalistas, que fueron decenas o cientos de miles los sacrificados. El fenómeno a estudiar debería ser entonces, no tanto los supuestos sacrificios humanos, sino las razones por las que dicha creencia haya subsistido inalterable a lo largo de los siglos, ¿a quién le conüene que ha si haya sido? La historia, ya es una perogrullada, ha sido escrita por los vencedores. Después de 500 años de indoctrinación hispanófila, ¿no será tiempo para revisar, reescribir y difundir otra historia sobre los sacrificios humanos y el canibalismo que propagaron lo españoles?

tador

II. C) I.a leyenda de QuetzalcoatL el augurio del sometimiento a la raza blanca y la superioridad moral del catolicismo La mentalidad primitiva y el ritual sangriento son descritos como rasgos innatos de la "raza" y se conjugan para producir la abyección moral, la cobardía que han de generar tanto el endiosamie¡to en relación a los hombres "blancos" y ,,barbudos". En el texto de Julio Zarate, que en esto dice seguir literalmente a Manuel Orozco y Berra, qüen a su vez se basa en Mendieta, en el Padre Durán, y en Torquemada, leemos: ...aparecieron ..personas vestidas de trajes telares, cubiertas las cabezas; bien recibidas y festejadas en todas partes, Ilegaron aI fin a Tula en donde se les admitió conbenevolencia. Los recién llegados eran extranjeros, sabían labrar los metales, cultivar las tierras y otras muchas industrias, y su jefe se llamaba euetzal-

coatl... era hombre blanco, alto de cuerpo, ancha la frente, los ojos grandes, los cabellos largos y negros, la barba grande y redonda. Casto, muy amigo de la paz, pues se tapaba los oÍdos cuando se hablaba de la guerra, inteligente y justo, sabedor en las ciencias y las artes, con su ejemplo y su doctrina predicó una nueva religión, inculcando el a¡rno, la penitencia, eI amor y eI respeto a la divinidad, la práctica de la virtud y eI desprecio al crimen. Los que han admitido la existencia de euetzalcoatl

como extranjero, blanco y barbado, afirmaron, unos, que fue

monje irlandés, y otros (sin tener en cuenta la diferencia de diez siglos) que fue el apóstol Santo Tomás 30 En este tenor, José María Bonilla equipara la leyenda indígena sobre el origen de Ia humanidad con la úsión bíblica, para confirmar Ia certeza de la raza superior aria: La leyenda bíblica, que atribuye el origen de la humanidad a una solo pareja, ha sido reproducida por todas las razas en muy variadas formas. Los indígenas primitivos se decÍan descenüentes de Iztacmixcóatl e Ilancueitl, a quienes atribuían haber

tenido seis hijos, que fueron los Ias múltiples familias que más tarde inmenso territorio del Anáhuac...Para la existencia de los hombres blancos, Ia

leyenda indígena suponía que Iz tuvo una segunda esposa, Chimalma, en cual engendró a Quetzalcóatl, hombre barbudo, y representante de una raza a las que habitaron el territorio americano 3r La leyenda de Quetzalcoatl \rigente en los libros para niños actuales prueba de la legitimidad histórica de la ridad de laraza blanca conquistadora: Al llegar al Valle de México, Ios fueron bien recibidos por

eI

tlatoani Mocte

quien los alojó en el palacio de Axayá@. cercano al recinto sagrado. Moctezuma era rL guerrero experimentado, pero ahora estfr

dominafls por la indecisión y el temor. supersticioso, pensaba que tal vez los extrañG visitantes eran dioses, como lo anunciaba antigua profecía. Decidió obedecer a Cortes entregarle valiosos tributos, con la esperanzr

de que los españoles regresaran por don& habÍan venido

32

La existencia histórica de euetzalcod nunca es comprobada, ni puede serlo, n obstante el relato sobre la historia patria E puede prescindir realmente de la figura dc aquel varón justo, casto, sabio y, muy impr

tante, alto, blanco y barbudo, que reúne en u ser todas las características físicas y espirts tuales del ser superior ario, estereotipo que lr antropología, la fisonomía, la frenología y-le ciencia lingüística habían cincelado en much lugares de Europa entre los siglos XVIII y )ffi 33. Esta leyenda revela las deficiencias psicolú

31

José MarÍa Bonilla (1925). La evolución del

de México (Elementos de Historia

pueb Ciú.

patria) Wimer

Herrero Hermanos Sucesores, México, pp.20-2 1. 32 Historia Quinto Grado. Secretaría de Educacifu Pública, México, ciclo escolar 2005-2006, p. 149 33 George L. Mosse. La Historía del Racismo en Eurory-

Versión resumida y traducida del alemán por Jorp ,o

Julio Za¡ate (1880) Compendio de Historia General de México. Librería de la Viuda de Ch. Bouret, parÍs/México/Guadalajara, pp.20-21

Gómez Izquierdo, Cuadernos del Seminario de Estudfrs sobre el Racísmo en/desde México, No. 2. ICSyH/BUAF, México, 2005.


La

üsión racista en los manuales mexicanos de historia patria

gicas de Ios antiguos mexicanos: Ia mentalidad mágica, eI pensamiento salvaje lleno de miedos y supersticiones, la cobardÍa y la predisposición a someterse a un poder superior. La leyenda de Quetzalcoatl es eI augurio de la servidumbre etetna inscrito en eI corazón mismo de todas las culturas y civilizaciones autóctonas preexistentes a México. Resulta ser la predicción de la caÍda

irremediable de un continente ante el audaz invasor eurocristiano. Se le puede entender como la prueba de la superioridad evidente de Ia raza blanca sobre las razas cobrizas del Anáhuac. Así, Ios niños mexicanos aprenden a respetar a sus superiores. Andrés Molina Enríquez, quien también se adhería al concepto de que Ia cultura de los pueblos aborÍgenes americanos provenía de Asia, concibe a las culturas (mentalidad y organización social) de los pueblos originarios de América como variantes de la matriz cultural asiática. El español, más que como un Dios, habría sido visto y tratado como un ser con iguales derechos a la vida. Este fenómeno se explica en las palabras de Molina Enríquez de Ia manera siguiente: En los países de Ia cultura oriental, Ios particulares no piensan en abusar de la fuerza para con los demás, ni en asombrarlos con Ia magnitud de su poder, ni menos en privarlos de los medios de vida. Nadie considera a los demás como enemigos que vencer, sino como hermanos con quien compafiir la vida y Ia abundancia 3a En contraste, Ia cultura occidental se caracterizarÍa por la pulsión de guerra y depredación: ...un estado de lucha constante en todos los órdenes de la vida humana, del que preside a las relaciones de unos individuos

con otros, del que dirige los actos de todos contra eI jefe o centro de Ia organización social, y del que empuja aI grupo organizado en conjunto, contra los demás grupos próximos o distantes...Hasta la religión tiene en todos los grupos de la cultura occidental, la forma de una institución guerreta,...,han emprendido guerras como las Cruzadas, invocando a Dios para el éxito de sus combates y rindiéndole tributos de gracias en las victorias, Ilamándole el Dios de los ejércitos' La Iglesia Católica, 3s como todo el mundo sabe, es singularmente combativa La explicación dada por Molina EnrÍquez ofrece Ia comparación de dos concepciones de la vida radicalmente disímiles, y la diferencia entre ellas se convierte en Ia causa más importante de la victoria del conquistador. Apreciando que en términos de la cosmovisión indígena (oriental) Ios otros que están llegando de ultramar no fueron considerados en principio

(188O-2OOG)

como enemigos, sino como criaturas del mismo origen, con igual derecho a la vida y a Ia tierra,

se entiende el recibimiento amigable

que

dieron a los europeos, no sóIo en México sino también en Norteamérica y en eI Caribe, donde los cristianos no dejaron títere con cabeza. Los europeos, por su parte, habrían interpretado el mismo hecho de la hospitalidad que recibieron en todas partes como evidencia de la estupidez de los indígenas, y por eso creyeron y escribieron para la posteridad Ia noticia de que habÍan sido confundidos con seres sobrenaturales enviados por eI legendario Dios Quetzalcoatl El choque y sometimiento brutal del español sobre el indio habría sido eI resultado inevitable de la incomunicación de sentido entre dos cosmoüsiones contrastadas.

III) Motecuhzoma Xocoyotzin. El

cobarde,

supersticioso y afeminado noveno Rey mexica

Corolario de la infravaloración de los aztecas es el retrato de Ia cobardía y abyecta sumisión mexica ante el conquistador, rasgos determinantes de los tormentos psico-morales de Motecuhzoma Xocoyotzin- EI católico José Ascensión Reyes lo responsabiliza de la caÍda de Tenochtitlan: ...Ia caída flg] ImFerio .vteca se debió, más que al valor de los españoles y a la habüdad política de Cortés, al fanaüsmo y debilidad de Moctezuma, y más que todo al odio que todos los pueblos conquistados por los mexicanos tenían de éstos...La conquista, ¿fue unbien o un mal?..., fue un bien para la Humanidad, porque destruyó un culto sangriento, que sacrificaba

sin piedad innumerables víctimas, fundó la nacionalidad mexicana, haciendo de todos los pueblos...una sola nación, a la que dio la civilización cristiana...36

Alfonso Toro refuerza la imagen del llorón Motecuhzoma e ilustra en él Ia añeja tradición

de servilismo mexicano, que cristaliza en Ia frase del "¡para servir a Ustedl":

36

José Ascensión Reyes (1912) Nociones elementales Historia patria. Fscrito expresamente par el uso de

34 Andrés Molina Enríquez (1932) antiguo profesor de etnografía del Museo nacional de ArqueologÍa, Historia y Etnografía, Op.cit' Méfco, p.

de

27.

de Instntcción. Herrero Hermanos Sucesores, pp.86-89 México,

3s

Andrés Molina Enríquez Op.cit Méfco,p.24-25

las escuelas católicas conforme al programa vigente de la

ley


Dr. José Jorge Gómez Izquierdo

...Motecuhzoma, por conducto de doña Marina, manifestó a Cortés: que muchos años hacía que sus escrituras jeroglíficas teníanpor cierto que habÍan de venir de hacia la parte donde nace el Sol, hombres blancos y barbados que tenían de señorearlos, y que pues éI venía en unión de sus compañeros de hacia eI Oriente, y como mensajero de un gran monarca, seguramente ellos eran los hombres de que hablaban las profecías, estando por ende tanto él como sus súbditos, dispuestos a servirles... Motecuhzoma era encadenado por orden de Cortés, temeroso de que pudiera intentar oponerse a la sentencia; pero el monarca mexicano, en vez de hacerlo se contentó con llorar como una débil mujerzuela...A propuesta de Hernán Cortés...citó Motecuhzoma... (a) los principales del imperio azteca, Motecuhzoma les dirigió breve arenga, haciéndolos conocer el objeto de la reunión, recordándoles las profecías de euetzalcoatl, e inütándoles a rendir vasallaje al nuevo soberano. Al oírle hablar de tal manera,...cuentan los cronistas que muchos de los nobles no pudieron contener las lágrimas, y lloraron como niños 37 En libro de historia para 40 año de primaria, ciclo escolar 20032004, se ha dilúdo Ia imagen negaüva del cobarde Moctezuma Xocoyotzin, ahí se le representa muybrevemente como,.un guerrero valiente" y "gan sacerdote de Hútzilopochtli", mientras que en el de historia para 50 año de primaria, ciclo escolar 2005-2006, se le describe de nuevo como el monarca supersticioso y creyente de la profecía de Quetzalcoatl que se entregó sin pelear a Cortés 38 IV) El gustoso cruce sexual entre conquistadores y conquistados. Origen de la auténtica mexicanidad: la raza mestiza. Según Ia interpretación hispanófila predominante enla historia pqtriauno de los grandes logros que la conqústa legó a la nación

mexicana moderna fue eI germen de una auténtica ,,alma nacional', corporizada en la raza mestiza hispanizada. Los educandos aprendÍan en sus lecciones de hktoria patria a aceptarse como

miembros de Ia raza armonizada de los mestizos: ...E1 trato íntimo entre conquistadores y conqústados dio como resultado la formación de la raza mestiza, que heredó la religión, el idioma y las costumbres de los conquistadores...Los tres siglos que duró la dominación española, fueron bastantes para que en el territorio de la Nueva España...surgiera una nueva raza, resul-

tante del cruzamiento habido entre conqústadores y conqús_ tados. Esta raza, que heredó el idioma, la religión y las costumbres españolas, a la vez que la resistencia y estoicismo de los indios, es la que constituye actualmente el pueblo mexicano...3e 37

38

Alfonso Toro. Op.cit., pp.l31-140 Historia cuarto Grado. S.E.p., ciclo escolar 2oo3-zoo4

Realmente los conquistadores si usaron sexualmente de las indias como prenogativa de su prepotencia, pero rara velz

y abusaron

formalizaban la relación mediante el maEF monio. EIlo no obsta para que la maestra Ros¡r de Ia Mora edulcore el cruce de razas:

.... A medida que los españoles conquistaron el territorio..., fueron uniéndose en maEF monio con las indias. A sus hijos que ya no eran ni españoles ni indios puros, se les llañ mestizos. Con eI tiempo los mestizos fueron los más numerosos y son los que forman la nacio nalidad mexicana...A los hijos de Ios españoles nacidos en México se les llamó criollos a0 . En otro libro, Rosa de la Mora reproduce la inmutable clasificación racial de la población de la Nueva España: bajo la dominación Querido niño:

española, se unificó el territorio y se formó una nueva raza, la mestiza, que constituye la inmensa mayoría del pueblo mexicano. Razas que formaron la población de la Nueva España la blanca, la indígena y la negra. De Ia unión

de españoles con las indias,..., resultaron los mestizos, a los que pertenece la inmensa mayoría del pueblo mexicano. También se mezclaron los negros con los blancos y con los indios...Los españoles peninsulares eran...inteli-

gentes, activos, emprendedores y valientes... Criollos...eran...ilustrados, de carácter menos duro que sus padres. y más inclinados al lqjo y a las diversiones... Los mestizos...hijos de español con india, tenían los virtudes y los

defectos de las dos razas. Eran valientes,

hábiles, más inteligentes que los indios, más francos, más sociables que estos...Vivían pobre-

mente. Los mestizos eran vistos con menosprecio por los españoles..., los mestizos consideraban inferiores a los indios...al Así se exalta el principio sexual de la nación mexicana. Además, vemos en estos relatos a todas las razas y castas surgir ya desde un a0

e

Historia ouinto

Rosa de la Mora (1963) Lecciones de Historia patriaTercer año. Editora Rosa de Ia Mora, México, pp.119-

3e

Grado. S.E.P., ciclo escolar 2005-2006. José Ma. Bonilla (profesor de la Escuela Normal Superior). La evolución del pueblo de Mévico (Elementos de Historia patria). primer crclo, Herrero

a1

Hermanos Sucesores, 3a edición, México, S.f., pp. g-11, g4.

la Mora, México, pp.7,34,36.

t79. Rosa de la Mora (1963) Lecciones de Historía patria. Cuarto año de instrucción primaria. Editora Rosa de


Ia üsión racista en los manuales mexicanos de historia patia (fSSG2m6) foicio "equipadas" con las características positivas o negativas que el pensamiento racista les atribuye como hherentes. Ese racista de percibir Ia historia, que arguye de manera deter¡¡inista las desigualdades humanas y explica también la confornación de Ia mexicanidad como resultado del cruce sexual, sigue rcinando y no ha desaparecido de los libros escolares de historia hy en día vigentes. Y cuando el texto oficial vigente refiere al üño las caracterÍsticas de la población colonial no se aparta un frrice de la imagen de Ia nación racialmente mestizaa2. Tal como lee en el texto más reciente de uso en las escuelas primarias, d objetivo es dejar claro al estudiante que en tanto miembro de nación mexicana pertenece a un grupo racial bien definido e intelectualmente: Durante eI Virreinato se formó una nueva sociedad en la que ron indígenas, españoles, africanos y las castas, de las Ia más importante fue la de los mestizos. Estos grupos se ido mezclando hasta formar nuestra sociedad mestiza a3 Ia idea del mestizo cómo soporte de la identificación nacioIlega a convertirse en uno de los lugares comunes de ilenüdad nacional y permite pregonar que México, por ser es inmune aI virus racista. Sin embargo, los más reverenpróceres de Ia mexicanidad no se cansaban en pregonar sólo la inmigración europea seúa eI remedio para mejorar paftimonios genéticos de la raza de bronce. EI progreso si deseaba exitoso implicaba, siguiendo la noción eugenésica en proveer de ciertos condicionamientos raciales a la población: la conciencia nacional de las elites nacionalistas se enuemezcla desprecio al indio con una devoción por Ia s¿rngre europea. s¿mgre -diría Justo Sierra- "con quien debemos procurar el de nuestros grupos indÍgenas" aa, condición indispara la evolución de la nación.

ñoria fhso Fsto

Quinto Grado. S.E.P., ciclo escolar 2005-2006, p. 166 de Historia para el Cuarto grado de primaria. Secretaria de Pública, Médco, 2003-2004, p. 81

Sierra Méndez, (1900-1902) Evolución Política del Pueblo

Obras Completas, tomo ru, Universidad Nacional Autónoma tÉrico, 1948, pp.398-399. Hijo de Justo Sierra O'Reilly (abogado y yucateco), nació en la ciudad de Campeche el 26 de enero de Alamuerte de su padre en 1861, se radicó enla ciudad de México ingresó al Liceo Franco Mexicano, luego pasó al Colegió de San y obtuvo el tÍtulo de abogado en 1871. Ganó varios reconocipor su brillantez intelectual y fue discípulo del gran positivista Gabino Barreda. Fuente: Doralicia Carmona Memoria Política

de Ciencias Sociales y Humanidades de la Benemérita Autónoma de Puebla x ó rocamadour59@yahoo,com.mx

Conclusión Los manuales de historia patria aquí reseñados se asemejan entre sí por sus prejuicios racistas y etnocéntricos, sobre todo porque sacraliz¿rn

la superioridad y predominio de la población blanca/mestiza, disculpan sus atrocidades e intentan crear una identidad nacional enmarañada de su propio ser. Se representa a los indios siempre como rezagados, como seres que no logran superiü los ataüsmos de su raza. La historia de los indios no es tal y sólo se percibe en ella una época lúgubre que para

suerte de Ia nación no tiene más cabida que en

el museo de antropología. La arrogancia con que se desprecia a los indios es una estrategia de la dominación elitista. La "comunidad imaginaria" que se pretende inventar permite tratar a Ia población como una mezcla de razas: las buenas que hay que proteger y las malas a las que se debe dejar morir o mejor aún, transformarlas con la infusión de "sangre blanca". Observamos el uso profuso de conceptos como lucha de razas, herencia y transmisión de caracteres psico-morales. Además, se elije un concepto racial proveniente de la dasificación colonial de castas para forjar la idenüdad de toda la nación: el mestizo. Por Io general, se

consideran superiores las civilizacioneq insütuciones y la belleza occidentales. I¡s libros de texto hablan de los indios con estereotilns, habitualmente los culpan de sus derrotas y de su postrada situación, utilizan té¡minos negativos, estigmas perdurables andados ya en el imaginario social. Fn sarnbio, la población española o blanca es la que se adjudicalos roles superiores o dominantes. S€ trata de una raza cuya actividad y arrojo la ha lle¡rado a descr¡brir

y

conquistar el mundo. I-os actos negaüvos de la raza blanca, son ignorados, matizados o de plano disculpados como fenómenos inevitables que favorecen el al'ance civilizatorio de la humanidad- Sus anocidades son üstas con indulgencia e induso se les jusüfica como algo conveniente para elpropio bien de las vÍctimas. Ia verdadera historia de México -se presuponecomienza allí cuando la raza blanca apareció en escena a partir del siglo XVI. Chohrla agosto 2008


DOSSIER

Cambio en educación: un mensaje de la sociedad al sistema político mexicano Bonifacio Barba Inütado

hablar sobre el liberalismo mexicano, Io primero que se me ocurre es decir: Iiberalismo y mexicano, no puede ser (...) a

lo que no ha habido -que acaso no puede haber entre nosotros- son liberales. Fernando Escalante (1999)

Introducción En diversos ámbitos sociales, culturales e institucionales, tanto en México como en otros paÍses, desde finales del siglo )fi se hizo más intensa la preocupación por la realización del derecho a Ia educación y uno de los puntos culminantes de este movimiento renovador fue la elaboración del programa Educación para Todos, que se enlaza en sus motivos con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Declaración de Jomtien, 1990; Torres, 2000). La Declaración de Jomtien recalcó, además de la equidad en el acceso a la educación, la responsabilidad de los Estados y sus gobiernos y la necesidad de mejorar Ia calidad de la educación, en específico su pertinencia y su relevancia. En Latinoamérica y el Caribe existió un importante esfuerzo precedente, eI Proyecto Principal de Educación (OREALC, 2001). En Dakar se evaluaron los logros del programa de Jomtien y se precisaron las necesidades para los años siguientes, reafirmando la creencia de que la educación es un elemento central del desarrollo y que la de tipo básico debe "responder a las necesidad"es y valores de la sociedad" (Fiske, 2000: 20) e incluir la formación para la democracia.l Al observar Ia vida de las sociedades desde la perspectiva

a las exigencias de la participación social. En este asunto se concreta una de las responsabilidades fundamentales de los gobiernos, pues en algunas ocasiones, desde la fase de elabo-

ración de las polÍticas se originan limitantes para su eficacia, como sucede, por ejemplo, con el hecho de no tomar en cuenta las necesidades y las valoraciones de los grupos sociales o sus características culturales. Debido a esto, es de gran importancia contribuir a que en el ámbito gubernamental se aprecien las experiencias de innovación educativa.

A

causa de

la situación anterior, hoy es

necesario trabajar con eI propósito de hacer una contribución significativa al fortalecimiento de

un ambiente y un proceso de trabajo político que se caracterice por destacar la prioridad de la educación en la consecución del bienestar humano fundado en los derechos y por reconocer la importancia que tienen la acciones de las comunidades, Ias escuelas y los maestros

del derecho a la educación, resulta claro que debe hacerse una revisión de los procesos de elaboración de las políticas públicas, de su ejecución y evaluación y, todo ello, atendiendo

que actúan a partir del establecimiento de Ia mencionada prioridad. En estas experiencias se encuentran enseñanzas muy importantes, incluida la dimensión de una ética social para Ia elaboración de políticas educativas y su imple-

r Los informes anuales y otros documentos de Educación para Todos pueden consultarse en http://www.unesco.cl

mentación exitosa.

Dado que se han ido reuniendo diversas


Cambio en educación: un mensaje de la sociedad al sistema político mexicano

evidencias de que algunos programas y acciones del sector público no tuvieron o no tienen el alcance y la eficacia que son requeridos, existe una fuerte motivación para impulsar la innovación y el mejoramiento de las prácticas educativas, de lo cual se pueden encontrar tanto iniciativas gubernamentales como sociales (Coordinación General de Educación Intercultural Bilingüe, 2006; de Andraca, 2003; Ezpeleta y Weiss, 1996; OECD-SEP, 2006; Organización de Estados Iberoamericanos y Secretaría de Educación Pública, 2006; Ornelas, 2005; Santi-

claridad a su sentido humanoy sufunciónsocial. Desde Ia perspectiva institucional, la escuela está

báñe2,2004; Secretaría de Educación Pública, 2000; 2003; Secretaría de Educación PúbIica-UNESCO, 2005; Weiss y Ezpeleta, 2000; Zorrilla, 2005). Varios capírulos de este libro, los de Alba Martínez, Miguel Bazdresch, Sylvia Schmelkes, Rosaura Galeana, Sandra Aguilera, Claudia Santizo y Mercedes de Agüero, se ocupan de analizar y valorar innovaciones educativas o algún aspecto de ellas, con el propósito de promover su conocimiento asÍ como su aprecio social y gubernamental. La búsqueda de nuevos caminos para la práctica educativa no ha significado desechar la escuela, sino acercarla a las necesidades de la gente; no ha significado ignorar todos los componentes del currículo formal con el que trabaja la escuela, sino orientarlo de manera sustantiva al aprendizaje; no ha significado despreciar o ignorar la política, sino transformarla en sus instrumentos y en sus procesos decisorios de acuerdo con los valores de la democracia y la parücipación social; no ha significado esperar pasivamente las respuestas de la administración, sino mostrarle expresiones de acción social creadora, el compromiso de las comunidades, el trabajo solidario de organismos civiles, Ia creatividad de muchos maestros, el valor de la cooperación social, en suma. En úItima instancia, se trata de reconstruir el origen y el sentido de las políticas. Si en la perspectiva histórica que va de Ia Constitución de Cádiz al actual artÍculo 3' constitucional existe un sustrato liberal, por una parte, y en la sociedad existe una insatisfacción en Ia aportación educacional de Ia escuela, por la otra, varias preguntas surgen, como las siguientes: ¿qué sucedió con la escuela y con Ia responsabilidad del Estado en su gestión?, ¿qué ocurrió en las relaciones entre sociedad y gobierno?, ¿qué puede esperarse del sistema político? En las páginas que siguen, se analizan algunos elementos que están en el origen del alejamiento de Ia acción

de Ia cultura polÍtica del paÍs o un supuesto ideológico de determinados grupos del sistema político, no ha mostrado de manera fehaciente su coherencia y su responsabilidad en el ámbito

gubernamental respecto de las necesidades sociales que Ia educación debe atender y se plantea que la innovación requerida debe situarse en el camino del derecho humano a Ia educación y que éste necesita el sustrato de la democracia a la cual, a su vez, eI trabajo escolar puede hacer significativas contribuciones por la formación ciudadana. EI asunto a tratar, al cual confluye este capítulo con todos Ios que integran eI libro con sus variados temas y perspectivas, es pensar la escuela y sus condiciones de trabajo para darle mayor

establecida, forma parte de las organizaciones públicas y privadas, pero tras varias décadas de expansión de sus servicios, los análisis yvaloraciones de su trabajo muestran insuficiencias e inadecuaciones que exigen replantear la elaboración de las políticas. El Estado liberal, cuya existencia ha sido una creencia de algunas zonas

de la educación.

La cuestión del cambio en Ia educación

Al

tiempo que

la

educación conserva su

sentido antropológico original y fundamental de ser la experiencia del descubrimiento y construcción de sÍ mismo, la interacción que sustenta la formación humana comprenüda como ex¡leriencia íntima y como manifestación social y políüca de la persona, un significado al que los derechos humanos dan hoy una dimensión casi inconmensurable porla ética de

responsabüdad que inuoducen en la política y la economía, aI mismo tiem¡ro, la educación recibe en la actualidad un doble impulso p¡rra su renovación y adaptación Uno de los impulsos del cambio proviene de la crisis de las relaciones sociales y de cómo se procesan en ellas los valores econG micos y políticos de la sociedad del eonocimiento y de la globalización -una de las formas de expresión de la condición ¡rosmoderna-, si se atiende a una pretendida cultura mundial, por un lado, y a los valores del nacionalismo y de Ia democraüzación, si se toma en conside-

y 'z Junto con Ia educaciÓn, que como proceso vivencia Íntima es el paso de la conciencia de sí a la constmcción de sentido en un entorno culrural por la mediación de determinadas prácücas sociohistÓricas, donde oc-urre la apropiación de valores, junto con ese descubrimiento, el otro que es fundamental para la identidad y la convivencia es el del derecho, porque es una fuente de educabüdad y una exigencia de formación políüca, de ciudadanía.


Bonifacio Barba

ración la circunstancia mexicana, por el otro. EI segundo de los impulsos se genera en la expansión y diversificación del conocimiento, en especial al que se refiere aI propio ser humano y las

complejas dimensiones de su eistencia

y su acción Sociohis-

tórica. De tal conocimiento, por ejemplo, dos vertientes o áreas resultan muy significativas. Una, Ia del genoma humano y dos, la que aclara que la acción humana es una causa determinante del cambio climático. Son significativas estas áreas porque se refieren a aspectos clave de la cultura moderna: la identidad de Ia especie humana, que en el pasado solo se ex¡rresaba como postulado filosófico o como una creencia religiosa, y los efectos de una economía depredadora que acompaña de forma inseparable una forma de progreso apoyada en la desigualdad y reforzadora de ella a la vez.3 Así, por Ia concurrencia de diversas fuentes y con variados motivos -cognitivos, polÍticos, sociales, culturales-, el cambio en educación aparece en el pasado reciente y en los años presentes, como un bien de creciente deseabilidad del que ya es inseparable Ia exigencia de justicia. La educación es una meta plena de valor humano, social y hasta económico, una fuente razonable de esperanza en toda la geografía del planeta; es una promesa que ha ido ganando claridad en sus condiciones de realización y en sus contenidos (Delors, 1996;Morin, 2001; OREAIC-UNESCO, 2OO7)

y, aunque no con toda Ia fuerza económica y política

necesarias, en los medios para alcanzar sus niveles o expresiones más acabadas de humanización. En este aspecto, Ia investigación educativa ha hecho ingentes aportaciones al conocimiento de la

contribución de la escuela al aprendizaje, al desarrollo de los individuos y de las comunidades humanas. Quizá eI motivo de cambio que de manera más inmediata viene a la conciencia, por su cotidianidad discursiva y su fuerza publicitaria, asociada a la dinámica y los rasgos de la pretendida cultura global que niega la diversidad, es el que se origina en las exigencias de la innovación y Ia competitiüdad en el campo de las actividades económicas. Sin embargo, este motivo no es el único ni quizá elmás importante, pues motivos de ordenhumano como el desarrollo de las personas y la salvaguarda del conjunto de sus derechos; de orden polÍtico, como lograr una conüvencia democrática apoyada en la consolidación de las instituciones públicas, y de orden moral, como la realización de Ia justicia, motivo que ya está contenido en los mencionados derechos humanos, todos estos tienen también una fuerte presencia en la

búsqueda del cambio y disputan eI escenario y la racionalidad de la acción, precisamente a la dimensión económica, por eI carácter determinante, y muchas veces arrollador, que esta tiene

como factor de modernización social, aunque con algunos efectos negativos por las formas de dominio y de exclusión a las que históricamente está aparejada. En todo caso, Io que resulta muy relevante y promisorio para Ia circunstancia presente es que un siglo que terminó sin llegar al cumplimiento de sus promesas y otro que inicia con algunas fuentes de incertidumbre, están unidos por Ia contundente manifestación de una preocupación por el futuro de la educación. La cuestión que se viene tratando tiene una relación específica con las llamadas funciones de la educación; es decir, con los procesos y efectos que resultan o son esperados en la vida de las personas y en las sociedades o sectores de ellas como producto del fenómeno cultural general de la educación o de acciones particuIares, como las propias de Ia institución escolar.

Las mencionadas funciones son múltiples y tienen entre ellas, y con otros aspectos de la vida social, una red compleja de relaciones cuyo análisis da cuenta, por ejemplo, de contradicciones en la'estructura social y en la operación

de las funciones mismas de la educación (de Ibarrola, 198Ia y b).a A propósito, de las funciones de Ia educación,

puede considerarse el ejemplo de la función económica. En los últimos años, múltiples actores e instituciones han recalcado la importancia de esta misma, en específico sus transformaciones por el vínculo entre la economÍa y el conocimiento, pero existe el peligro de que este sea reducido a su utilidad productiva con la consiguiente desvaloración de otras de sus dimensiones, como la de ser una base de la emancipación humana o la desvaloración de otros conocimientos trascendentes para

3

Estos conocimientos se integran a las visiones de otras figuras transformadoras de la historia cultural -Confucio, Copérnico, Kant, Darwin, Marx, Freud, Nietzsche, Mounier, Gandhi, Apel, Habermas y tantos otros- que

conúibuyeron a construir la identidad del ser humano en su compleja y conflictiva nan¡raleza biológica, psicosocial, histórica.

a

En los trabajos referidos en Latapí (1980), así como en los documentos del Congreso Nacional de Investigación Educativa (1981), se pueden ver descripciones

del conjunto de las funciones de Ia educación.


al Cambio en educaciÓn: un mensaje de la sociedad

moral determiseres humanos, como son Ia justificación negativas as relaciones de producción y las consecuencias de las una economía polÍtica dominada por los intereses México' y, en eI caso de ndes corporaciones multinacionales públicos y privados' Así, Ia función económica -onopolio, y la producI atender elementos relacionados con el trabajo con ambiental' y justicia cuidado eI údad y equilibrarse con Ia social' solidaridad para la formáción para eI trabajo y Ifama Ia atención que los responsables de la educación mientras miteran de manera insistente su función económica' crÍtica' que prácticamente han eliminado del üscurso la función ¡*h, por cierto, tiene profundas implicaciones en eI currículo política+or ejemplo en Ia formación cívica y Ia socialización pedagogía y para Ia participación social' De acuerdo

la modernización educativa de los años noventa

del siglo pasado, son momentos que, entre

otros, muestran el secular esfuerzo por Iogtar

una educación con perspectiva de cambio'

Aun cuando es Posible hablar de un progreso educativo que tiene importantes el siglo XIX y no obstante Ia novedad

,aic",

eI @ esta üsión, Ia significación profunda de la educación' Ia en primordialmente rúcleo de su relevancia social, no reside y cmnomía, sino en la política; es decir' en eI reconocimiento democracia; Ia ra la socializaciÓn sustentada en los valores de para a su pedagogía orientada a los aprendizajes requeridos variado ronüvir en diversas comunid'ades políticas o de alcance república' la o aomo eI municipio, eI estado Ia satisEn los úItimos decenios de Ia hiitoria mexicana' la educación de hcción de Ia sociedad respecto a las funciones de los ¡s limitada. No obstante los avances en la üversificación

".t de varios programas surgidos en la dinámica

de modernizaciÓn iniciada en los años ochenta siglo )O( la realización de Ia garantía de

del

y eI cumplimiento de las funciones de la institución escolar no son plenamente

educación

en la equidad' existe üna demanda

de cambio.

que se dan entre Si se pone atención a las interacciones político y el y sistema eI lado, por un la sociedad mexicana, de cambio en la aparato gubernamentat, por eI otro, la demanda pues existe absoluto' educaciÓn no es una novedad en sentido mexicano Estado del desde los mismos tiempos de Ia génesis con la relacionadas y ha tenido diversas facetas íntimamente incluido preciwolución de Ia política, la economía y eI derecho' En otras palabras' samente eI que está referido a la educación's y los grupos sociales ha dado La acción histórica de las clases desde su forma y orientación a las demandas de educaciÓn' indisy condiciÓn establecimiento como derecho fundamental de Ia origen el en cutible e impostergable de bienestar social y mejoramiento república, hasta su expansión, diversificación país como de sus regiones a io largo de la historia general del pensamiento liberal geográficas y culturales' La hfluencia del de valentín en la Revolución de Independencia, Ios trabajos

en t Por su trascendencia en las relaciones entre la sociedad y el Estado lugar un ocupa general y entre los indiüduos en particular' eI laicismo y la formación de educativas polÍticas para las de primera importancia

valores ciudadanos'

la Constitución de 1857'

los siglo del finales de Congresos de tnstrucción XX, Ios reclamos ed'ucativos de Ia Revolucióq Ia reforma impulsada por Jaime Torres Bodet'

Gómez FarÍas,

,-para-ta

*rrricios y eI creciente énfasis

sistemapolÍticomrxim

adecuados a las necesidades de los ciudadanos'

de las familias y de los diversos grupos de la una sociedad mexicana' Puede afirmarse, desde

perspectiva sociojurídica y política específica' ia de Ia democracia que se funda en el conjunto de los derechos humanos, que existe hoy una

especial demanda de cambio educacionalcuyos moüvos se remontan por lo merx)s a los años setenta del siglo )OL años enlos que l'a sociedad mexicana dio continuidad a la rrarsformación

política ya manifestada en las decadas prece dentes.

Este mensaie o exigencia de camhio no se porclue dirige propia o exclusivamente alEstado' los grupos y sectores sociales que formulan del cambio y Io promueven perte-

eI sentido

necen aI Estado, actúan dentro de éI utilizando

ampliando los instrumentos y los espacios políticos y burocráticos de participación' como particisucedió con eI capítulo dedicado a la

y

pación social en la Ley General de Educación' La exigencia de cambio debe dirigirse aI sistema

político y surgir de él mismo' Algunas de las dificultades que

en

ti

se presentan

pafiicipación social provienen de Ia

y desigualdad existente en la presencia la fuerza y esta sociales polÍticas de los diversos actores en condición o rasgo tiene también su historia del Ia formación y evolución social y política país. Esta üsparidad en los recursos de los y grupos sociales es producto' entre

sujetos o otros factores, de la desigualdad econÓmica así materiales' medios de la üsponibilidad de


Bonifacio Ba¡ba

como de las üstorsiones de la representación política. Por ello, importantes dificultades para Ia pafiicipación provienen del sistema polÍüco mismo, de la integración de las élites y de Ia influencia de sus intereses en Ia vida política. El comportamiento de los partidos polÍticos en los úItimos años, en especial desde 1997, año a partir del cual ninguno de ellos tiene mayorÍa en Ia Cámara de Diputados, ha puesto en evidencia varios aspectos de esta cuestión, en particular, la debilidad de la agenda educativa, que se organiza fundamentalmente en torno al financiamiento.o

El mensaje de cambio en educación, además de dirigirse a su propio ámbito administrativo, el cual es denominado como de la prestación del servicio público de educación, se dirige al sistema político como conjunto de estructuras y de relaciones mediadas por el derecho y por los intereses de los diversos actores sociales. ¿Por qué debe ser dirigido el mensaje al sistema político? Porque ahÍ se encuentra el nudo de los intereses de inüviduos

y grupos, de las relaciones sociales, del acopio y distribución

de los recursos públicos; en suma, porque ahí se estructura, se

reproduce, se reparte y se utiliza eI poder público. No obstante que el régimen políüco del Estado mexicano

tiene definidas las atribuciones y responsabilidades en eI servicio educativo, en el sistema político se generan condicionantes y relaciones de poder opuestas a las finalidades de la educación que afectan tanto Ia elaboraciÓn de políticas como su implementación. Si la estructura de poder, en términos de Camp (2006: 23) es "una red de organizaciones y papeles responsables de mantener la estructura general de la sociedad y de dar forma a las nuevas políticas dentro de una sociedad", es claro que en México tal estructura, en manos de las élites, no se guía, en todos sus componentes o actores, por los principios constitucionales

y democráticos.7 Dado que se quiere dar impulso a un tipo de acción social que influya en las políticas públicas de la educación de conformidad con los valores del régimen constitucional mexicano, en este punto es necesario referirse a Ia distinción entre régimen polÍtico y sistema político, para dar más claridad a la tesis que se propone. Se trata de dos entidades complejas que interactúan entre ellas de manera multiple, por lo que eI conocimiento de su naturaleza y de sus relaciones reside una posibilidad de comprender las dificultades, limitaciones y condiciones de reali-

Un caso notable lo constituye eI incumplimiento de Ia obligatoriedad de la educación preescolar durante el ciclo escolar 2008-2009. 7 las relaciones SEP-SNTE, desde los orÍgenes de este gremio hasta el presente, son un ejemplo de ese desarreglo institucional que tiene una etapa parricular de 1989 al 2008. Véase el capítulo de Barba y Arnaut y 6

la obra de Ornelas (2008a).

zación que el segundo de los sistemas opone o representa para eI primero. Tanto en el lenguaje ordinario como en el

especializado de las disciplinas sociales, se da con mucha frecuencia un uso indistinto de ambos términos. Los conceptos de referencia no tienen una acepción y uso uniformes entre Ios politólogos y los juristas, dándose incluso usos alternativos y traslapes en algunos de sus elementos (Dávila, 2005; Kaplan, 1998; Levi, 2000; Torres, 2005; Urbani, 2000), por Io que eI estudio de sus diferencias y de sus relaciones forma parte del trabajo de Ia ciencia política. El concepto de régimen político está más asociado con eI aspecto normativo y estructural del poder en las sociedades, mientras que eI de sistema político lo está respecto de las relaciones entre actores y estructuras políticas. EI régimen político, como señala Medina, "es el conjunto de normas o reglas formales consignadas en la parte orgánica de la Constitución política de un país que definen la forma de gobierno" que, en eI caso de México, se trata de una república federal, popular, representativa, con tres poderes cuyas facultades y obligaciones están reguladas por Ia ley (2007: 51). Dávila tiene una visión similar del régimen político, aunque sin limitarlo a la forma de gobierno, y enfatiza sobre todo los aspectos procedimentales de las relaciones políticas; Lo define como "el conjunto de reglas e instituciones formales que sirven de marco para el desarrollo de las relaciones políticas" (2005: 634) y afirma que la mayor parte de las normas están "consignadas en Ia Constitución y en las leyes", aspecto que es central en la configuración de un régimen democrático. Por su parte,

Torres considera que eI régimen es "el centro nervioso del sistema político" (2000: 684), lo que implica que este representa una realidad más amplia, compuesta por tres elementos: el régimen polÍtico, la comunidad política y Ia estructura de autoridad. Los dos últimos elementos "hunden sus raíces" en el régi.men y de esa relación se constituye "Ia estructura pri.ncipal del sistema político" (2000:68a). De Ia concepción anterior, que vincula al régimen con el sistema político, se desprende una consecuencia de gran importancia para la


Cambio en educación: un mensaje de Ia sociedad al sistema político

fuovación educacional; a saber, que en Ia comunidad política

rrp-icern

se

¡rreden originar tanto acciones congruentes con el régimen como qruestas a este; de ahÍ que resulte también de suma trascendencia Ia acción de la autoridad. bien ya se han mostrado algunos elementos sobre la noción de sistema político y de su relación con eI régimen, se pone atención ahora a esta otra realidad. Medina también se ocupa del slstema político, al que comprende como "el coniunto de reglas informales acordadas por los actores políticos para darle funcioSi

i

nalidad y üabilidad (aI) régimen en Ia cotiüanidad de la vida política" (2007: 51). Al aplicar esta noción al sistema político mexicano, resulta visible una realidad contradictoria, pues los actores políticos han dado cierto grado de funcionalidad y viabilidad aI régimen aI tiempo que limitan su üvencia plena por los límites que se imponen a la participación social. EI sistema tiene una estructura y operaciÓn autoritarias y contraviene en muchos aspectos los principios y valores jurídicos del régimen, de tal forma que la transición a Ia democracia ha devenido en un largo proceso con grandes dificultades para deshacer' por ejemplo, el corporativismo sindical, que en educación tiene efectos muy negativos desde hace decenios (cf. Bizberg, 2003). La comprensión del sistema polÍtico, sobre cuya noción no

hay unanimidad, como afirma Torres (2005)' exlge tener en cuenta que es parte de un todo más amplio y que se inserta en un ambiente que lo expone a las influencias procedentes de Ios sistemas cultural, económico y social (D. Easton, seguido por Torres, 2005: 683). De los sistemas surgen acontecimientos e influencias que forman las condiciones en Ia que deberán actuar Ios miembros del sistema político; de ahí las contradicciones observables en este. En todo caso, lo importante es que en eI sistema político se procesan las demandas de la sociedad y se toman decisiones para elaborar las políticas públicas (Torres, 2005: 683). Como puede observarse, esta noción de sistema polÍtico tiene áreas que se traslapan con otras del régimen político, en concreto, en lo relativo a las funciones de gobierno y Ia toma de decisiones.s De acuerdo con este marco, y tal como Io muestra Ia historia del país, se puede comprender que el procesamiento de las necesidades y las demandas sociales es un asunto complejo' Por un lado, los actores sociales Io son también en el orden político, no solo esperan recibir un bien o un servicio de forma pasiva, sino que tienen una üsión de Io público -por ejemplo, Ias características y funciones del Estado, su responsabilidad en eI servicio de educación, Ias vías válidas y disponibles para acceder a los

Esta característica del sistema polÍtico se expresa también en Ia explicación que del concepto presentan Kaplan (1998) y Urbani (2000).

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recursos- y quieren participar en l,as decisiones, en eI uso del poder para la distibución de los bienes. Por oro lado, sucede que mtrchs actores políücos con funciones de representación, como indir.iduos o como partidos, han cortado los vínculos con las necesidades sociales y han vaciado de senüdo o han ignorado Ia responsabilidad propia de la función pública; es decir, no se identifican ni se comprometen con los objetivos de la representación polÍüca. Se hace necesario, entonces, restaurar las relaciones

políticas, reorientar el gobierno, reconsttuir los procesos de atención a las necesidades de Ios individuos, Ios grupos, Ias comunidades; se requiere renovar los procesos de daboración de las polÍticas, la educativa enúe ellasAntecedentes Para comprenderla situacióna que seha aludido

en el apartado precedente, es útil considerar

algunos de los antecedentes más relevantes que configuraron la actual ci¡cunstancia del país y de Ia educación

Al iniciarse la segunda mitad del siglo )fr, luego de Ia terrible o<periencia de la Segunda Guerra Mundial e iniciados Ios caminos para una nueva fase de desarrollo económico en eI escenario de confrontación de dos grandes vías,


Bonifacio Barba

la del occidente capitalista que se identificaba con la democracia y la del comrrúsmo socialista que difundía la esperanza de liberación, la visión política no se centraba tanto en cambiar

la educación sino en promover el cambio en las sociedades, impulsar el desarrollo material y cultural de los pueblos por meüo del aumento de la oferta educativa que debería ir, además, acompañada del uso de otras medidas, como el aumento de la inversión pública y Ia promoción de la industrialización. La confianza en el progreso económico y el anhelo de moder-

nización social amplificaba una doble implicación: Ias instiy los procesos educativos recibían un encargo que aparecía accesible, promisorio, sin contradicciones. Se creía que Ia expansión de la educación y la acción cultural de Ia escuela sería un poderoso factor de cambio en la vida de las sociedades,

tuciones

en las estructuras económicas y en las relaciones sociales, caracterizadas ya por la pobreza y la desigualdad, y muchas de ellas por la dependencia o eI coloniaje, lo que daría lugar al movimiento de los países no alineados y a las olas de democratización. La proclamación de los derechos humanos en 1948 y los subsecuentes pactos y convenciones establecieron un valioso contexto poftico, jurídico y moral para eI futuro de las sociedades, el bienestar de las comunidades y la emancipación de

los individuos. No obstante el tiempo que ha transcurrido de entonces hasta nuestros días, la legitimación y salvaguarda de los derechos sigue siendo una necesidad en la vida de las sociedades y en las relaciones entre las naciones, en un mundo en el que las interacciones han aumentado de manera notoria por eI fenómeno de la globalización, pero acentuando en ocasiones añejas desigualdades y dependencias o creando otras nuevas. ¿Qué ocurrÍa en México? La sociedad mexicana de aquellos años no solo vivía la posguerra con las exigencias del reacomodo a la hegemonía estadounidense, sino que üvía su circunstancia propia, la posrevolución (Meyer, 2O07a). Sin duda el ambiente del país era, de cambio, pero se caracterizaba por una profunda contradicción, pues la expectativa de desarrollo económico crecía y se diseminaba con el halo de la modernización, pero lo hacía en el contexto de Io que eI historiador Lorenzo Meyer llama Ia segunda muerte de la Revolución Mexicana (1992); es decir, las mutaciones en la operación del régimen político, eI movimiento hacia la derecha del sistema

polÍtico. La mayoría de los integrantes de la élite del poder abandonaba los valores y prioridades sociales que caracterizaron el movimiento polÍtico y social que terminó con el porfirismo. Se gestaba una modernización conservadora. La matriz autoritaria del sistema polÍtico no habÍa sido tocada en su esencia (cf. Bizberg, 2003), como se observará en las respuestas gubernamentales violentas y excluyentes dadas a los movimientos sociales de los años cincuenta y sesenta (Favela, 2006). Tampoco se logró una transformación sustantiva

en la dinámica de acumulación del capitalismo mexicano y en su dependencia de los países

hegemónicos y sus economías. En la formaIidad de la democracia, el régimen político, que subordinaba a la sociedad y excluía de Ia

participación a numerosos sectores de ellase fortalecía apoyándose, paradójicamente, en versiones actualizadas a modo del nacionalismo revolucionario, mientras que Ia economía se industrializaba con descúdo del campo y seguía un modelo de acumulación que resultó desventajoso, a la larga, para el bienestar de los trabajadores y para el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales. Los movimientos sociales, contando a los

magisteriales entre ellos, que denunciaron el autoritarismo y edgieron democracia y participación, recibieron respuestas represivas y debieron seguir los caminos de confrontación a los cuales los obligaban las respuestas de los gobiernos priístas pues las estructuras institucionales no servÍan para dar curso a Ia parti-

cipación política (cf. Bizberg, 2003, Favela, 2006).

La educación, en ese contexto político y social, era insuficiente en varias de sus dimensiones yfunciones. El testimonio deJaime Torres (1983, 1994) es claro al señalar la magnitud de la necesidad educativa en servicios escolares,

en formación de maestros, en materiales de trabajo, en la actualización de su üsión frente a la transformación del mundo y las exigencias

de la sociedad mexicana.

En otros aspectos particulares del sistema educativo hubo pérdidas, pues la experiencia de la escuela rural se arrumbaba ante Ia fuerza de Ia urbanización y la industrialización pero, sobre todo, por la ideologÍa de la unidad nacional. La institución escolar traba.ió en medio de la contradicción que surgía entre la modernización

económica y Ia ausencia de una formación ciudadana que modernizara también, las relaciones políticas abriéndolas

y

liberándolas.

El origen revolucionario del programa escolar

y la función

transformadora de la escuela tendían a desvanecerse o se debilitaban en extremo ante la fuerza de los intereses ideolG gicos de lo que fue llamado el Estado educador


Cambio en educación: un mensaje de la sociedad al sistema poftico meticano

- *oa, 1976; Pérez,1983), cuyo proyecto escolar, -que no fue .:lcativo si se valora en función de Ia formación para la ciuda:.r:ia democrática- orientó el trabajo socializador de la escuela i -r¡rtalecimiento del autoritarismo y eI control social con base :- el nacionalismo, sin dar atención suficiente a Ia calidad, ::¿stlón esta que se convirtió en una especie de sentido común :. ia política ed.ucativa desde el final de los años setenta'

Con los diversos programas de reforma que se han del siglo XX, en otro largo =:prendido desde los años setenta educativo (Ornelas, sistema del ::rceso de transición específico y reconociendo las dimensiones - r.i5), se fueron identificando

:= los problemas, Ios obstáculos al cambio, las inadecuaciones := 1a política pública para la educación, entre otros arribando precisión y urgencia en eI cambio de siglo a tres cuestiones Joradas como fundamentales: la calidad en el aprendizaje, Ia Todo esto, nuevamente, en =iúdad y Ia formación ciudadana. cambiante. J1 escenario internacional - -11 ,

LIno de los logros más trascendentales de la transición :olÍtica y educativa -de Ia modernización del país, pues tal ,re el programa de gobierno-, fue la reforma del artículo 30 de ,a constitución Iederal durante el goblerno de Carlos Sa\inas ¡a¡a afirmar de manera indubitable que "Todo lndi\iduo tiene lerecho a recibir educación" y abrir, o legitimar, nuevas formas ie participación aI sector privado en Ia educación'

il origen de Ia institución escolar l¡te la situación descrita en los apartados

precedentes cabe la :regunta de si Ia conformación del sistema escolar mexicano rene alguna similitud con Io ocurrido en otros países' ¿Cómo ,urgió Ia escuela mexicana y en qué tradición politico-adminis-ratiYa se inscribe?

Cecilia Braslavsky, en un breve escrito sobre perfiló los orígenes fundamentales de =ducativo,

el cambio la escuela

moderna y los sistemas educatir-os nacic'nal¿. al identificar Ia existencia de "dos paradigmas de gestión y política educativa' EI primero fue

el paradigma 'comunal' y eI segundo fue el paradigma estatalizador. Ambos estu\ieron presentes en todo occidente, en ocasiones en pugna abierta y en otras en interacción más o menos productiva" (2001: 521). El primero de los paradigmas estaba estre-

chamente relacionado con predominó en

eI

la vida local

7-

mundo anglosaj ón sin reducirse

a é1, mientras que eI segundo "predominó a partir del siglo XMII en los grandes Estados nacionales, ya sea los primeros de tipo feudal

o los más tardíos que utilizaron aI Estado para la modernización capitalista moderna e industrial" (2001: 521). Entre esos Estados se encontraba la España Absolutista y a ese escenario llegarÍa, con ideales liberales que poco a poco se impusieron políticamente en el confLictir o sig\o XIX, el nuevo Estado medcano.

En uno de los orígenes de nuesüo Liberalismo, la Constitución Políüca de la \lonarqula Española, conocida también como Corstitución de Cádiz r181ll. conflulan como pro\ectos de cambio la democraüzacron de la rrda poll:lca r el estableci¡riento de tra garartla dt edu¡a¡ic'¡Según e1 texto de esta consüructon' era fatrultad de las Cortes "establecer el plal gentral de

enseñanza pública en toda la \lonarqura"'" (artículo 131). Por medio de planes t estaiutos' ordenaba asimismo la notedosa norma d¿l reino, serÍan las propias Cortes quitaes deberÍan arreglar "cualto pertenezra a1 tmp'rrtante obieto de Ia instrucción pubLta- 'a-rnL-ulo 370). Como una Consecuencia de lcr alterior. se ordenaba en el terto la siguienle accion:

"en todos los pueblos de la \lonarqula

se

establecerál escuelas de primeras ietras tcul'a enseñanza comprenderá. entre otras cosas) una

breve exposición de las obligaciones ciriles"' Como se ve, además del origen general de ia escuela, está en este mandado una de ias raÍces de su fulción socializadora 1'de transformación

cultural.'

I Las cllas de esta

Diputados t 196,

l.

parte están tomadas de Cámara de


Bonifacio Barba

Esta clara orientación estatalizadora, centralizadora, sin embargo, no era la única existente, pero su enorme fuerza ha sido una const¿rrte en Ia historia de México. El reclamo de los ilustrados en distintos lugares del imperio y aún el de los

diputados provinciales a las Cortes, entre los que estaban connotados liberales de la Nueva España, recogÍa y daba aliento a una aspiración popular de educación que no carecía d"e experiencias comunales ni de sentido de autonomía. Durante la vida colonial de la Nueva España, en especial en el siglo XVI, hubo elementos comunales en el establecimiento de instituciones escolares. Esa tradición no desaparecerÍa en la vida independiente del siglo XIX; por eI contrario, adquirió un nuevo sentido político y jurídico como uno de los componentes en la lucha por el establecimiento de un gobierno fed.eral. Con Ia ampliación de los servicios educativos por las acciones de los gobiernos surgidos de Ia Revolución Mexicana, sobre todo en el medio rural, la orientación comunal se manifestaría en la resistencia y en la adaptación que muchas poblaciones hicieron de programas y acciones educativas gubernamentales (Vaughan, 2000). Más aún, es posible interpretar algunos elementos de la escuela rural mexicana, un novedoso proyecto estatal, como un claro intento de aprovechamiento y de fomento de las relaciones sociales comunales y de vinculación de la escuela con tales relaciones. No fue casual, en tal sentido, que la polÍtica de unidad nacional en los años cuarenta del siglo )fr haya disminuido significativamente el apoyo a esa orientación social y pedagógica de la escuela.

En conjunto, la historia educativa del país se caracteriza por una disputa entre las políticas de centralización y las de federalización (Arnaut, 1998, pardo, 1999); y no obstante que ambas orientaciones de la política se encuadran en el paradigma estatalizador, la orientación federalizadora o descentralizadora implica una dinámica que no es ajena a determinados valores

de la tradición comunal que hoy son representados sustancialmente por la búsqueda de la pertinencia social, el respeto a la diversidad cultural, la autonomÍa del proyecto escolar y la pedagogía intercultural. En úttima instancia, en un punto del espectro ideal de las relaciones entre sociedad y Estado, Ia participación social representa un movimiento que va del ciudadano hacia la administración; de la gente, hacia el funcionario; de la comunidad hacia la autoridad. Es un movimiento dentro del cual hay que dar forma al propósito de innovación en el proceso de elaboración de las polÍticas públicas. Volviendo a Ia Constitución de Cádiz, su vigencia fue muy azarosa, como se sabe, en consonancia o como efecto de las cambiantes circunstancias polÍticas de la metrópoli y de la Nueva España, pero en la construcción del nuevo Estado americano que se perfilaba, estas normas que se ocupaban de la instrucción y de la enseñanza con tal enfoque estatalizador, al asignarle una tarea a Ia administración pública, estaban recogiendo una demanda sociopolítica específica.1o En el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Metcana (Constirución de

Apatzingán, 1814), se expresaba también la necesidad de atender el servicio de educación, en este caso enmarcada en el proyecto emancipador

de Ia nación.li En el artículo 3g, se reconocía que la instrucción era necesaria para ,,todos los

ciudadanos" y que debería ser "favorecida por la sociedad con todo su poder". Este recurso al poder de la sociedad y no al del gobierno tiene

una significación digna de tomarse en cuenta porque el proyecto constitucional afirmaba tres cosas muy importantes: primera, Ia soberanÍa r0

En otro de sus trabajos, Braslavsky (lgB2) estudia los procesos de construcción de los sistemas educa-

tivos nacionales en Hispanoamérica. Ver también el trabajo de Rama (1984). 11 Un análisis del contexto ideológico y político en el que surgió esta Constitución, asÍ como de sus conte_

nidos, se encuentra en el trabajo de de Ia Torre (19e9). 12 Las citas están tomadas de Cámara de Diputados (r967).


Cambio en educación: un mensaje de la sociedad al sistema

y se ejerce en la represenpuede elegir Ia forma de pueblo el nacional; segunda, tación y que la función del gobierno tercera, gobierno más le convenga, es la procuración del bien común, la salvaguarda de los derechos ciudadanos, ese "es el objeto de Ia institución de los gobiernos y d único fin de las asociaciones políticas" (artículo 24). Es ineü[able hacer una relación con la situación presente del régimen polÍtico, en dos puntos especÍficos: primero, la eficacia limitada Feside originalmente en eI pueblo

de las instiruciones públicas en Ia atención de las necesidades de

Ios ciudadanos; segundo, Ia declaración de los partidos políticos como instituciones de interés público por parte de Ia Constitución Federal, estatus por el que se les otorga un gran financiamiento

sin que, en contraparte, cumplan plenamente su papel de ser cauce de la participación ciudadana en Ia vida política.l2

De aquellos años a la fecha, Ia sociedad mexicana ha vivido r¡D extenso y costoso proceso de estructuración, de cambio político y de modernización social y ha construido un enorme sistema escolar con su respectivo basamento jurídico. No

este vasto sistema escolar es juzgado como por el gobierno, los investigadores y las clases y grupos obstante

lo anterior,

sociales menos favorecidos con su expansión, como un aparato

no equitativo. Este juicio no proüene de una üsión parcial o de juicios subjetivos, o de un grupo social no representativo, sino que se muestra como tal en su estructura y su funcionamiento en la medida en que es carente de pertinencia y de calidad en su logros, de acuerdo con los diagnósticos y evaluaciones que de éI se realizan, entre

los que están los del mismo gobierno'

Si algunas enseñazas se pueden recoger de nuestra historia, una es la que se refiere a ia lentitud de los procesos políticos de establecimiento y realización del derecho de educación, un rasgo que es inseparable de las resistencias que enfrenta eI reconocimiento de la dignidad y la igualdad, de los individuos y Ia realización de Ia justicia que en ellas tiene su fundamento. De acuerdo con esta visión ética de la cuestión, la centralización del país en general y de Ia educaciÓn en particular, ha sido un obstáculo por Ia excesiva burocraüzación de algrrnos procesos que limitan la pertinencia del currículo y Ia relevancia de las experiencias formativas. En eI transcurso de este secular tiempo mexicano está la formación de Ia nación que aún no se deshace de ciertas formas de exclusión y de discriminación que son constituth'as de la historia mexicana por estar desde las relaciones sociales originales en la Colonia y en Ia formación del país independiente (dMeyer, 2007b). Y este tiempo es también eI de la constmcción de la institución escolar como medio para la integración cultural de lanación con base en la formaciÓn dela ciudadanía demes'¿6., y crítica. Ha sucedido también, durante estos procesos, que las regiones y las comunidades han solicitado Ia presencia de Ia

polÍtiors¡tz¡

y en determinados circunstancias de conflicto y enfrentamiento la han rechazado o la han adaptado a sus necesidades y üsions culturales. En este largo aprendizaje histórico, escuela

precisamente, eI reconocimiento de las raíces e identidad multicultural de Ia nación y de que en justicia Ia educación debe ser intercultural, es un paso emblemático de enorme valor político y moral, como puede apreciarse en los artículos 2' y 3' de Ia ConstituciónPolÍtica de de los Estados Unidos Mexicanos. Esta base jurÍdica y las características de Ia educación ahí establecidas representan una condición fundamental para la construcción de una sociedad de derechos y es para ello que se requiere impulsar un proceso innovador en la elaboración de las políticas por la incorporación de la experiencia, las valoraciones y las aportaciones de las comunidades. Si bien se ha afirmado y precisado en

distintas circunstancias históricas Ia trascendencia personal, social y polÍtica de la educación hasta llegar a la expresión actual del artículo 30 constitucional de que "todo indiüduo tiene derecho a recibir educación", eI avance del Estado mexicano en la realización de ese derecho es accidentado y desigual, con periodos de avances significativos y con momentos de desatenciÓn; con fases históricas de intenso debate en torno a Ia orientación ideolÓgica del currÍculo expresada en los diversos Wryrtw educativos que ha tenido et paÍs (d- Áharez' 1999, Barba, 2006). En ese contexto, actuando en lugares y situaciones específicas del sistema educativo, y cuestionando al sistema ¡nlí[co y contribuyendo a su apertura y demoaatizacióq muchas personas, comunidades y gnrpo§ sociales se han comprometido €n aompen§iar' mejorar y asegur¡rr el rralor de l,a educacÚn y su función liberadora, en fomalecer s¡r función promotora del bie¡estar cfxl lm erfoque que no se reduzca a una estolarización desligada de la vida cultural o que se preoflrpe solo de la funrión económica- En sentido estricto, se ha tratado de lograr'buenas prácücas' caracterizadas por atender necesidades particulares con enfoqus participaüvos orientados a la resotución de problemas (Orne1as, 2005; Zorill¡a" 20OS). Debe hacerse notar que las limitaciones


müfae¡oBarba

del Estado o de sus administradores no se manifiestan únicamente en el ámbito de la educación; desafortunadamente ha sido también ineficaz en otras áreas de su competencia como la energía, el cuidado del medio ambiente, la salud, las políticas de empleo y los salarios, la procuración y administración de justicia, entre otras. Ya se ha comentado como su estructura y su funcionamiento autoritario y corporativo, o en el mejor de los casos por una equivocada concepción de la unidad nacional o de la cohesión social y del papel rector del Estado, ha producido

muchas distorsiones en la vida social

y en las instituciones

inhibiendo y reprimiendo la participación ciudadana. Debido a ello, muchas acciones innovadoras en educación no solo han atendido necesidades ignoradas por la administración, sino que han tenido que justificarse y ganar una posición legítima frente a la burocratización y la falta de equidad en la distribución de los recursos y los servicios públicos de educación.13 Este es un punto específico, por ejemplo, en el que la descentralización y las nuevas normas para la participación social no han dado todos los frutos esperados (Canales, 2005; Ornelas, 200gb). La necesidad de mejorar los servicios educativos con criterios de equidad y con apoyo en la parücipación de Ia sociedad (padres, comunidades educativas), es reconocida por el plan Nacional de Desarrollo (PND) y el programa Sectorial de Educación (pSE) de la actual administración federal. De manera expresa, el pND reconoce que el sistema educativo requiere de una transfor_ mación significativa (poder Ejecutivo Federal, ZO07: irgl) y el PSE tiene el objetivo de promover una gestión escolar abierta a la participación social (Secretaría de Educación pública, 2007: 12). Los problemas son identificados y se formulan objetivos de política que exigen tanto el mejoramiento de la administración en los servicios educativos que ofrece el Estado, como la trans_ formación de relaciones en el sistema político, por ejemplo, las que se dan entre la SEp y el SNTE. En síntesis, la institución escolar, relacionada directamente con el proyecto del Estado mexicano, es un ámbito en el que se expresan las contradicciones políticas y sociales por la confluencia de sus ataduras burocráticas y corporativas, y por su función socializadora y curtural. Es obligado concluir que las élites políticas y sindicales tienen una gran responsabilidad en la tarea de lograr que la escuela tenga ras condiciones de trabajo idóneas a su misión de forma que pueda alcanzar la autonomía que requiere para responder plenamente a la sociedad que la necesita y la sostiene. Para que la escuela se vea fortalecida, desde esta perspectiva,

impulsar la participación social, al fortalecimiento de las instituciones públicas, Ia descentralización de la gestión gubernamental y escolar que der,uelva a las sociedades estatales

y

sus gobiernos el poder de decisión en sus servicios educativos (cf. Barba, 2000; Ornelas,

2008b).

De la acción social a las políticas públicas para

la educación

De acuerdo con los valores republicanos y democráticos que constitucionalmente definen

eI régimen político metcano, el paso de la acción social a las políticas públicas para Ia educación debe ser un proceso de comunicación y de trabajo con una cotidianidad operativa fundada en la representación política y en la gestión democrática del aparato escolar. Sin embargo, ello no ocurre y surge la pregunta de cómo dar ese paso de sencilla expresión

y de compleja estructuración.

¿por qué dar

ese paso? Porque una buena escuela será una expresión inequívoca y contundente del carácter

democrático del régimen político, una modifi_ cación fundamental de la trama de relaciones del sistema polÍtico y una contribución, por la formación ciudadana, al cambio social y político permanente que consolide al régimen.

Después del análisis que precede a este apartado, es necesario abrir una perspectiva de acción en la que las experiencias de cambio

educativo que promueven grupos sociales,

grupos del magisterio y comunidades, puedan influir, por medio de sus metas, formas de trabajo y logros, en la formulación de polÍticas.

En otras palabras, el fortalecimiento

del

sentido social de la educación exige que esas

experiencias o prácticas innovadoras se recojan e incorporen como elementos significativos en la elaboración de las políticas.1a

La existencia de necesidades

educativas,

cuya atención no ha sido eficaz o adecuada a la perspectiva de las comunidades y grupos

las contadicciones en la vida del Estado, en la vigencia del rqim€n polÍtico, deben resolverse con acciones orientadas a ]a Véase en

@lfueprelmplo

el estudio de LatapÍ y Ulloa (2000).

el capítulo 15 el apartado relativo a las relaciones entre las tres prácticas: elaboración de polÍticas, investigación educativa y práctica docente.

DOSSTER


Cambio en educación: un mensaje de la sociedad al

sociales, es efecto tanto de Ios lÍmites de la acciÓn gubernamental como de los rasgos del sistema político, en especÍfico, la preeminencia de intereses contrarios a las funciones sociales de la educación. Esto no ocurre solo en el ámbito de la educación sino que sucede y sucedió, todavía más en eI pasado, en todo el aparato gubernamental, pues a juicio de Favela, eI autoritarismo del régimen ha condicionado de forma negativa las estrategias de Ia moüIización social, dando como resultado que eI proceso

por el cual "Ia movilización social influye en la formulación de políticas" es complejo (2006: )(IV), pues a causa del autoritarismo se conculcan los derechos, se retrasan las acciones, se impide la participación y, eventualmente, se genera violencia en las interacciones entre actores sociales y gubernamentales.

Aunque el discurso gubernamental de la planeación y la programación educativas no niega la importancia de Ia percepción que tienen los grupos sociales acerca de sus necesidades educacionales, en la práctica es necesario promover una visión de la política educativa que esté abierta de manera más coherente y productiva a la experiencia social y se alimente de la participación de los diversos grupos. En las condiciones actuales de los servicios educativos, es necesario destacar la prioridad sociocultural de la educación en la construcción del bienestar y de una convivencia armoniosa con base comunitaria, y con ello destacar los esfuerzos y las innovaciones que vienen de abajo,Ios que son comunales, para incorporarlos a la visión gubernamental y contribuir a que el escenario de esta se amplíe y que las probabilidades de atención y de eficacia del trabajo estatal sean mayores y generen beneficio para las comunidades. La posibilidad de influir en la formulación de políticas, tanto en los procedimientos como en sus contenidos, implica que se produzca aprecio social y político por las experiencias de cambio ed.ucativo que promueven los actores sociales. A fin de cuentas,

se trata de que los ciudadanos tomen parte en la definición de las tareas del Estado, esa gran comunidad política formada por todos los ciudadanos y a cuyos fines está obligada toda la administración pública. A simple vista, pretender que determinadas acciones sociales en eI campo de Ia educación, en especial las de tipo innovador, puedan situarse como nueva racionalidad en el sistema político, y puedan ser apreciarse y tomarse en cuenta en el plano dd Estado -federación, estados y municipios- parala elaboración de políticas públicas es algo desmeüdo e inusual, pero no es así ni jurÍdica, ni histórica, ni socialmente. No lo es en eI ámbito jurídico porque el propósito es ag»irr la realización del derecho a la educación y los poseedores del derecho son los indiüduos Y, Por eI significado cultural, social y polÍtico de Ia educación, Ias comunidades de las que forman parte.

sistemapúbr¡rfr-

No lo es históricamente porque los frda mentos de Ia educación nacional y sus logros" desde las luchas por el establecimiento del derecho mismo en Ia formación de Ia nación y Ias luchas relativas a su realización cotidiana por medio de una diversidad de servicios con

criterios de calidad y equidad, no poüían comprenderse y valorarse íntegramente sin el componente de la acción social en la formación del Estado. No es, finalmente, algo desmedido en su naturaleza social porque, antes y ahora, olros tipos de acción social influyeron e influyen en las metas y en el desempeño gubernamenta[ muchos grupos de interés se presentan en Ia escena pública y logran introducir y establecer

sus intereses como criterios de política y de gobierno; basta pensar en los empresarios de la comunicación, en eI gremio magisterial" para dar solo dos ejemplos recientes. EI propósito de promover eI conocimiento y el aprecio de las actividades educacionales

surgidas en Ia práctica social de maesEoq grupos y comunidades se situa de manera expresa en eI terreno de las funciones sociales del Estado y pretende influir en los p¡ocesus de dominación a los que por naturaleza este está referido. Se trata de contribuir a que las relaciones en el sistema político seancoherentes con las funciones del Estado, con los rralores del régimen político, de modo que se pueda garar tizar Ia buena educación para todo§, cm la perspectiva de república demo<rátir:a y cm la perspectiva fls l¿ dignidad de las ¡xr§m qt¡e hace de estas los fines frmdammüailes a urylo bien y desarrollo debe orienarse la actión del Estado, cosa que al presente m hme om la pertinencia y eficacia necesarias Dgbe eñrrnar§€ en el nabajo guberumental qe h perstxür:i son los fines y la potítica rm

rrtdirr

Esta búsqueda de la agecirción de las operiencias m dtbe confundirse con darles un sentido desde un ámbito o una racionalidad trilerirxr a cllas; 1a üenen un sentido y un ralor por sr migen ins[tucional, comunitario o profesfuma[ lo üenen porque representan una res?uesta actira a una administración pública que no es eficaz en la atención de necesidades especíñcas de los individuos y las comuni-


Bonifacio Barba

dades cuando se ofrece un servicio nacional, condicionado por la inercia de las esümcturas burocráticas, carente del sentido humano integral que establece la Constitución General de la República y las particulares de los estados. Debe tomarse en cuenta que Ia educaciónno es independiente ni ocurre aisladamente de otras funciones del Estado y de otras necesidades de los grupos y las clases sociales, pero por su significado cultual y formativo, se acrecienta su importancia, porque üene vínculos trascendentes con todas las funciones estatales y con el conjunto de las necesidades sociales y no se la puede entender sino en tal estructura de relaciones. La educación no es una cuestión más, es la cuestión central del orden jurídico democrático. Desde esta visión, la educación es realmente un escenario en donde los individuos, las familias, los grupos y clases sociales plantean sus necesidades con el propósito de influir en la distribución de los recursos y apoyos del Estado. Consideraciones finales Todo planteamiento relacionado con la educación en Ia üda actual de la sociedad mexicana, y quizá puede afirmarse para cualqúer sociedad, no puede hacerse sin que esté referido a los derechos humanos en general, pues estos forman un conjunto integrado, y al derecho de educación en particular, que es uno de los postulados jurÍdicos en los que la dignidad de las personas se concreta y se hace dinámica edstencial y práctica política.

Por esta referencia al derecho, la educación queda a la vez relacionada con el Estado como entidad jurídico-política que no se reduce al aparato gubernamental sino que, por el contrario, en los fines de aquéI, adquiere éste su legitimidad y sentido. Desde esta perspectiva, entonces, un punto de partida insoslayable para fundar la exigencia de renovación de las polÍticas públicas para la educación es eI que se constituye por los valores del régimen político, que son -deben ser- criterios de orden superior a todo interés y a toda acción que, provenientes de las redes de relaciones del sistema político, pudieran serle opuestos o limitantes intencionales de sus fines públicos. En otras palabras, el punto de partida tiene, entre sus componentes, la responsabiIidad gubernamental inherente a los derechos humanos; si no se afirma ésta de manera permanente, se quita uno de los puntos de apoyo a la justicia y racionalidad de las demandas sociales.

No obstante que la trascendencia del punto de partida anterior ya hace exigible la apertura a la participación social en todos los procesos relacionados con la elaboración, implementación y evaluación de las políticas públicas, debe reconocerse que existe otro punto de partida para la renovación de las políticas mismas, y es precisamente la acción social que está motivada por el deseo de resaltar el carácter imperativo y publico del derecho de educación y realizarlo. Esta motivación enfatiza o hace üsibles las necesidades, las percepciones, Ias

particularidades de Ia experiencia humana que, en última instancia, manifiestan Ia diversidad cultural y los rasgos distintivos, que habrán de caracterizar a las políticas por orientarse al desarrollo humano, tanto en su dimensión

individual como comunitaria, en oposición a una función ideológica de subordinación y control que deforma las relaciones del gobierno con la sociedad. Por su dignidad y su derecho, el desarrollo de las personas es el fin de la educación y, como experiencia humana, esta viene a ser una cuestión social fundamental que por sus condiciones de realización se ubica en el centro del poder público, de la actividad política. Ideológica y prácticamente, la lucha por la educación es una lucha por la dirección del Estado, por su carácter social, de derechos. Todas las fuerzas del sistema político, en consecuencia, habrán de cooperar y, llegado el caso, subordinarse a Ios propósitos de Ia educación. Por su parte, la educación, al realizarse como formacióncívica enuna comunidad de derechos, pone de manera permanente las bases para la participación política, Ios fundamentos para


Cambio en educación: un mensaje de la sociedad al sistema

y

sostener un sistema político democrático, estrucde acuerdo con los valores del régimen. Esto manifiesta, su marco constitucional, el carácter moral de Ia educación. Con todo y que es una necesidad personal y social, la ión -la formal, la que pertenece a las funciones del no es suficiente para la formación humana y para la ncia, tanto por la complejidad del desarrollo humano por las condiciones históricas del propio proceso escolar, que la escuela es un ámbito social y político en disputa. orperiencia deberá estar siempre acompañada, a causa de valores del régimen constitucional, por la acción adminisy política del gobierno que dé soporte y amplíe Ia partipara asegurar el reconocimiento y Ia vigencia de todos derechos, de tal forma que sean estructurantes de todas las en el sistema político. Esta es la fuente de la ética

y por su origen, las instituciones del régimen

están

y han de serür a los fines del bien social. De ahí, e, se deriva la exigencia de apertura y recepción de la ación. A fin de cuentas, el enlace que crea y fortalece las de relación entre Ia educación y el régimen es una ética de y el primer obligado en tal relación es eI régimen, sus nes. Por eIIo, la buena educación, como servicio que el Estado o como acción innovadora surgida en la acción es una fuente de transformación de las relaciones sociales s; ese es su criterio de validez, de eficacia [a escuela es el lugar de üvencia del Estado de derecho y de la formación de sus miembros, odentación que ha ido aclarando futaleciendo eI programa de trabajo para Ia educación básica de las reformas curriculares de 1993. Frr este marco de ihterpretación, Ia acciÓn social que promueve innovación en Ia educación con un sentido de derecho, es en propia una acción de comunidad política que demanda

potÍticonutue¡n

administrativas corresponüentes" (200O: 3 I l)Esta visión quiere destacar una condición de Ia elaboración de políticas educativas innoladoras que respondan a las necesidades sociales y que apoyen a la vez los esfuerzos de cambio

educativo provenientes de actores sociales: descentralizar Ia toma de decisiones. En las circunstancias actuales de exigencia de buen gobierno y de rendición de cuentas, Ia descentralización -que para Méfco no es tanto una cuestión preferencial sobre estilos de administración, sino de gobernar en congruencia con el régimen constitucional- es esencial. A fin de cuentas, por las relaciones entre el régimen y eI sistema político, por una parte, y las de estas ifistancias con los sistemas social cultural y económico, por Ia otra, Ia tarea fundamental por realizar es lograr un equilibrio en el constructivismo social. Esto signiñca mantener Ia confianza en que se puede elaborar una ex¡llicación del orden social que genere certeza sostener la creencia de que pueden creilse soluciones mediante la acción de los ciudadanos a por medio de las insütuciones I Estado, sin la pretensión de que una e»plicación sea defnitiv-a y que las sohrcions deban ser im¡ruestas, sino que se originen en el diálogo- Para las netesidades de innovación educaüva del presente,

y

esto quiere decir que la escuela sirva a la comunidad y que, junto con las otras instituciones públicas, contribuya a crear un Estado de derechos entendido como comr¡nidad.

La elaboración de políticas para la educación rcalización de los valores del régimen; es decir, un comporpolítico especÍfico, coherente con aquellos, que le que se apoyen en la innovación social requiere, ralidez y justifique la atribución y el uso de la autoridad por la trama de las relaciones políticas, tomar De esta manera, al discurso gubernamental que no se en cuenta el conjunto de mediaciones existentes cotidianamente con las necesidades sociales, es entre Ia sociedad y el régimen político. El ofrecerle, o dado eI caso, oponerle, un tipo de acción mensaje social para innovar la educación debe devuelva la escuela a Ia sociedad para que sea una insti- Ilegar a todas las mediaciones, a todos los que, en Ia disputa por la nación, trabaje para construir actores del sistema políüco, de tal forma que la exigencia económica de productividad y compeque encarnen los derechos. F¡ otro trabajo, relacionado con los procesos de descen- titividad sn gl 6ampo de la educación no sea el derivados del ANMEB, Barba postula Ia necesidad único criterio que guÍe las decisiones. Por su impofiancia en la estructura de poder ñatalizar la educación, proceso que significa realizar una (Camp, 20OO), las élites son una mediación "la comprensiÓn en y basada política administrativa importancia para eI mensaje de primera de que los ciudadanos de la educación ntal y social de la educación. Esto reqÚere, en innovación y responsabilidad con escenarios márgenes estatales -es que la formación profecosas, entre oüas , relativos a Ias entidades de la federación- en una república y la asunción de las responsabilidades políticas y sional en el subsistema de educación superior


Bonifacio Barba

ofrezca expedencias de aprendizaje cÍüco, o más claramente, de formación de una ética política de Ia profesión.1s Dicho en términos de las funciones sociales de la educación, es imperativo que las funciones cultural y socializadora trabajen con los valores del réqimen polÍtico para que modifiquen eI curso de "Ia selección social legitimada" que realiza eI aparato escolar (de Ibanola, 1981b: 16). En suma, abrir las políticas públicas a Ia participación social es una condición sine qua non del fortalecimiento de la üda en democracia. Dado que esta es, en una de sus facetas, una forma de tomar decisiones en eI ámbito público, por una parte, y que la elaboración de polÍticas, que es Ia facultad central del régimen, es tomar decisiones para eI gobierno de la sociedad, por la otra, Ia sociedad no puede estar ausente porque ella es la propietaria

@n

de las élites polÍticas en México ver

Camp (1996; 2006). 16

EI trabajo de Barba (2006) presenta una síntesis del recorrido liberal mexicano.

de los derechos y, por extensión, de Ia institución escolar. A diferencia de Ia afirmación de Escalante citado en eI epígrafe, es factible y sensato reconocer que sÍ ha habido Liberales en México. EI país tiene una raÍz liberal y un régimen con instituciones liberales, solo que una parte de la trama y de Ia dinámica del sistema político las oscurece, las violenta o las niega. El principio

constitucional de que "Todo individuo tiene derecho a recibir educación" ha de ser

incrustado como imperativo moral en el sistema político, ámbito de resistencia a las libertades y al cumplimiento de los derechos.lo


PAIt{CAIDAS

La disputa por los derechos

fundamentales. Tolerancia y Libertad de Cultos en México En homenaje a la memoria del ilustre Patricio Americano Don Vicente Rocafuerte. Para Xaüer Lamicq Moreno (S) in Memoriam + (Ex sacerdote laico por excelencia)

Humberto Morales Moreno I

serücios a la nación medcana entre

Fue Ia ciudad de Puebla, la segunda gran capital mexicana del siglo XIX, la que üo nacer un periódico, "EI Reformador", donde en forma anónima se publicó en 1830 un ensayo sobre la "tolerancia religiosa". De esa inspiración, y de la absolución que en júcio se hizo sobre Ia persona de tal documento por no considerársele üolatorio de lo que disponían las leyes vigentes de la época, surgió un interesante texto del egregio patriota de las Américas, Don Vicente Rocafuerte, nacido en Guayaquil, hoy República del Ecuador, en 17831. Prestó sus 1 Para

todo Io relativo a las obras

de

7824-1829 en la legación en Londres a cargo de Don Mariano Michelena,

y

dirigió un perióüco liberal "El Fénix de la Libertad". Muere en T.ima en 1847, habiendo sido Presidente de la joven República del en Médco

Ecuador.

En su ensayo sobre "Tolerancia Religiosa" publicado en la Ciudad

de Méico en 1831, Rocafuerte

hace toda una disertación sobre las ventajas de abrir a la nación medcana aI concierto de las naciones industriosas fomentando la inmigración de extranjeros de la Europa protestante, que vendrían a aportar sus conocimientos a un joven paÍs amenazado por las

Vicente Rocafuerte consúltese la página oficial del Gobierno de Ia República

del Ecuador:

unrryv.explored.com.ecl

hombresnotables Véase su primera obra sobre México: Bosquejo ligerísimo de la revolución de Mégico, desde el grito

lguala hasta la proclamación imperial lturbide, Phfadelphia, 1822. También: Consideraciones generales, sobre Ia bondad de un gobierno, aplicadas a las actuales circumstancias de la republíca

de

de

guerras internas, el faccionalismo y los vacíos de poder, y el expansionismo norteamericano sobre Texas2. En Rocafuerte encontramos urul dara distinción entre la Tolerancia como una políüca de Fstado hacia las d['ersas religiones" fuertemente influenciado por las obras e ideas de John Locke y et parlamentarismo inglés, y la libertad de cultm,

que vendría

a cororu[ todo

este

esfuerzo ideológico del liberalismo doctrinario de la primera mitad del siglo XD(, en curmto a un proceso paulatino de secularización de la esfera de lo público y tra separación de las iglesias respecto al moderno Estado regido por elderecho chilyla constitución Rocafuerte no pretende ir más allá en la polémica y sólo trató en este ensalo de adarar l,as razones

pragmáticas que otorgaban r.entajas de Mexico, Imprenta de AgustÍn GúoI,

México, 1831. La mejor biografía y comentarios sobre la obra de Vicente Rocafuerte sigue siendo la de Neftalí Z]úfiga, Vicente Rocafuerte, Quito, 1983. El clásico de Jaime E. RodrÍguez O. The Emergence of Spanísh America: Vicente

Rocafuerte and Spanish Amerkanisq 1BO8-1832. UCI-A PRESS, 1976, 31r p.

a la tolerancia en un paÍs que

se

había dictado como norma suprema

la adopción de la religión catóIica como la única aceptada y tolerada r

\éase Ensayo sobre Tolerancia por el ciudadano Vicente

Religiosa"

Rocafuerte, 2" Eüción, México, Imprenta de M. Rivera, 1831.


Humberto Morales Moreno

por la Constitución de 1824. Pero el patricio americ¿ulo sabÍa muy bien de lo que hablaba3. Conoció

también comprende a Ia libertad de expresión: "Todo habitante de la federación tiene libertad de escribir,

de cerca las tribulaciones de la legación mexicana en Londres pues ya a Don Lucas Alamán le habían propuesto desde 1825 la posibilidad de colonizar Texas con ciudadanos escoceses o incluso alemanes con la idea de contrarrestar la fuerte

imprimir y publicar sus

concepto, debido a Io establecido en

presencia norteamericana desde Nueva Orléans que amenazaba el futuro de esa porción del Estado de Coahuila y Tejas. Rocafuerte no renunciaba a Ia religión cristiana, ni cuestionaba que ésta fuera religión de Estado. Sólo hacía hincapié en Ia necesidad de fomentar las colonias agrícolas, vender tierra a colonos de otras religiones con las que México podrÍa haber aprendido más y mejor en su canera por la modernización económica y política.

La suerte estaba

echada.

Rocafuerte fue acusado por el Fiscal de Imprenta Cuevas de atentar

contra los preceptos constitucionales, y si bien logró salir adelante gracias a su hábil abogado, Don Juan de Dios Cañedo, estaba claro que su opúsculo estaba destinado a dormir el sueño de los justos, hasta que Juárez promulgó las Leyes de Reformade 1859-1860, que, sumadas a las primeras tres leyes emitidas en 1855, 1856 y 1857, entre otras cosas proclama la definitiva separación de la Iglesia y del Estado estableciendo como principio constitucional la Libertad de Cultos. 3 Léase

Ia interesante introducción que hace Don José María Cajica a la publi cación del Ensayo de Rocafuerte en el

Iibro editado por él; Rocafuerte, Juárez

y

Ia Líbertad de Conciencia en México, (Contribución Número B) Cajica Editor,

Puebla, 1973.

ideas

políticas, sin necesidad de licencia, revisión o aprobación anterior a la publicación, bajo las restricciones y responsabilidades de las leyes". La influencia de Cádiz es notoria en éste

los artículos 371 de dicho ordenamiento. Finalmente, habremos de apuntar que los Estados tenÍan Ia obligación, de acuerdo al artículo 161 "de proteger a sus habitantes en el uso de la libertad que tienen de escribir, imprimir y publicar sus ideas polÍticas, sin necesidad de licencia, revisión o aprobación anterior a su publicación, cuidando siempre que se observen las leyes generales de la materia"

tr

Desde una perspectiva

de

derecho constitucional, observamos que la evolución del principio sobre Ia religión única y verdadera se fue

diluyendo en nuestras constituciones a medida que la represen-

tación ciudadana ganaba prestigio como sinónimo de nación moderna. En la Constitución de 1824 se hablaba de derechos fundamentales

pero éstos no formaban parte de la

estructura orgánica de la misma. Entre los derechos del futuro ciudadano estaban:

2. Derecho de Propiedad. Sólo lo

encontramos en sentido negativo, esto es, el artículo 1 1 2 constitucional que establece las restricciones al presidente de la República, ordena: "El Presidente no podrá ocupar la propiedad de ningún particular ni corporación, ni turbarle la posesión, uso o aprovechamiento de ella; y

si en algún caso fuera

necesario,

para un objeto de conocida utilidad

general, tomar la propiedad de un particular o corporación, no lo podrá hacer sin la previa aprobación

1. Libertad de Imprenta. del Senado, y en sus recesos, del "Proteger y arreglar la libertad Consejo de Gobierno, indemnizando política de imprenta, de modo siempre a la parte interesada a juicio

que jamás se pueda suspender su ejercicio, y mucho menos abolirse en ninguno de los Estados ni terfltorios de la Federación". Facultad exclusiva del Congreso de la Unlón, de acuerdo al artículo 50 fracción III de la Constitución, que da cumplimiento a lo ordenado por el artículo

31 del Acta constitutiva,

que

de hombres buenos elegidos por ella

y el gobierno".

3. Derecho a la

Educación.

De manera muy escueta, encontramos en la fracción I del Artículo 50 (facultades del Congreso), lo siguiente: "Promover la ilustración:

asegurando

por tiempo

limitado


La disputa por los derechos fundamentales. Tolerancia

derechos exclusivos a los autores Ixlr sus respectivas obras, establedendo colegios de marina, artillería ¡ ingenieros; erigiendo uno o más establecirnientos en que se enseñen

las ciencias naturales y exactas, i políticas y morales, nobles artes y l,enguas; sin perjudicar la libertad que tienen las legislaturas para el arreglo de la educación pública en zus respectivos Estados".

4. Intolerancia religiosa. Tanto

el Acta Constitutiva (artículo 4) como la propia Constitución (artículo 3) establecen como religión de Estado a la católica, apostólica y romana, prohibiendo el ejercicio

de cualquier otra. La influencia de Cádiz y Apatzingán son ciertas en este punto, puesto que Ia Primera de éstas establecía como religión del Estado Español a Ia católica (artÍculo 12) y el Decreto Constitucional para la libertad de Ia América Mexicana de José María Morelos, la establecía en su artícu]o 1.

4. Seguridad Jurídica. En dicha materia, sosteniendo los Postulados del marqués de Beccaria y de Feuerbach, el humanismo en materia penal se actualizaba en los artÍculos

146 a 152 constitucionales, encontrando las siguientes garantías: 4.1. Prohibición de la aPlicación de tormentos y de la confiscación de

bienes.

4.2. Nadie puede ser detenido sin indicios por más de setenta Y dos horas (actual término constitucional).

4.3. Prohibición de aPlicación

de una ley retroactivamente

en

perjuicio. 4.4. Formalidades de los cateos (aunque no los limita a la comPetencia de la autoridad judicial). 4.5. Prohibición de trascendencia

y Libertad de Cultc en}ffuan

a

sea individuo particular, prwiamente indemnizado a tasación de

4.7. Derecho a Ia impartición de

dos peritos, nombrados uno de ellos por é1, y seg¡rn Ias leyes el tercero

de la pena de infamia.

4.6. Nadie puede ser obligado confesar en materia criminal.

justicia.

4.8. Subsiste el fuero militar y eclesiástico.

en discordia, caso de

haberla". Como se aprecia del texto de dicha

fracción,

eI nuevo

constituyente

exime aI Presidente de la Republica

En la Constitución de la República Central, conocida como la de las Siete leyes, el capítulo de los derechos fundamentales estaba mejor expresado y con mayor profundidad que en la de 1824. En eI capítulo 2 de los derechos de los ciudadanos tenemos: 2.I Libertad de imprenta (y expresión). ArtÍculo 2 fracción VIII. "Poder imprimir y circular, sin necesidad de previa censura, sus ideas políücas. Por los abusos de éste derecho, se casügará cualquiera

que sea culpable de ellos, y así en esto como en todo lo demás, quedan estos abusos en la dase de delitos comunes; pero con respecto a las penas, Ios jueces no podriín excederse a las que imponen las leyes de imprenta, mientras tanto no se dicten otras en esta materia". Aquí el arbitrio presidencial era evidente, pues nunca se reglamentó el carácter "abusivo" de este derecho.

2.2 Derecho de ProPiedad. Artículo 2 fracción IIL "No Poder ser privado de su propiedad, ni del Iibre uso y aprovechamiento de ella en todo ni en parte. Cuando algún objeto de general y pública utilidad exija lo contrario, podrá verificarse Ia privación, si la tal circunstancia fuere calificada por eI Presidente y sus cuatro ministros en Ia capital, por eI gobierno y iunta departamental en los DePartamentos, sea corporación eclesiástica o secular,

de uno de los requisitos

estable-

cidos en la constitución precedente,

esto es, Ia aprobación del Senado para expropiar tierras, y si bien necesita de Ia aprobación del gober-

nador de los departamentos y de sus cuatro ministros, recordemos que los mismos son nombrados por eI mismo, hechura pura suya, y por tanto el único Posible obstáculo (poco importante) será la junta departamental respectftr¿- Et artículo 45 fracción Itr de la Tercera ley constitucional prohibía'Piiv¿r de zu propiedad di¡ecta ni indir€ctarnente a nadig sea individuo, sea corporación eclesiástica o

sectlaf.

2.3 Hbertad deTránsito. Apareae garantía señalando: 'No podérsele impedir la traslación de sus personas y bienes

por primera l.ez dicha a otro país, cuando le

convenga,

con tal de que no deje descubierta en la República responsabüdad de ningún género, y satisfaga, Por la extracción de los segundos, la cuota que establezcan las leyes' (Artículo 2 fracción M de la Primera ley consütucional).

2.4 Intolerancia religiosa- Al igual que en [a consütución del 24, Ias bases constitucionales expedidas

por el Cong¡eso Constituyente del 1 5 de diciembre de 1835 establecen en su artículo 1 que la Nación Medcana

no profesa ni protege otra religión que la católica, apostÓlica, romana, ni tolera el ejercicio de ninguna otra, refrendándose en la primera IeY


Humberto Morales Moreno

de Ia trascendencia de las

constitucional como obligación del mexicano profesar la religión de su

ésta Garantía de Inüolabilidad del Domicilio la sumisión expresa de Ia

patria (artículo 3 fracción I).

autoridad a los requisitos estable-

(art. 51), sin el requisito de que sean infamantes, como en la constitución

cidos en las leyes.

federalista.

2.5 Seguridad JurÍdica.

Dichas

garantías se encuentran tanto en la

primera ley constitucional como en la quinta, asÍ como de una prohibición al Congreso en la tercera:

2.5.L Son derechos del

otros tribunales que los establecidos envirtud de la Constitución, ni según

otras leyes que las dictadas con anterioridad aI hecho que se juzga". Esta fracción del artículo 2 es la reite-

mexicano:

a) "No poder ser preso sino

por mandamiento de juez

d) "No poder ser juzgado ni sentenciado por comisión ni por

compe-

tente dado por escrito y firmado, ni aprehendido sino por disposición de las autoridades a quienes corres-

ponda según Ia ley. Exceptúese eI caso de delito in fraganti, en el que cualqúera puede ser aprehendido, y cualquiera puede aprehenderle, presentándole desde luego al juez o a la autoridad pública". De notoria importancia es el desarrollo de ésta garantía de legalidad, en virtud de que limita Ia expedición de la orden de aprehensión a Ia autoridad judicial, defecto de la constitución del24, y es el claro antecedente del actual artículo 16 constitucional. b) "No poder ser detenido más de tres dÍas por autoridad ninguna polÍtica, sin ser entregados al fin de ellos, con los datos para su detención, a Ia autoridad judicial, ni por ésta más de diez dÍas, sin proveer auto motivado de prisión. Ambas autoridades serán responsables del abuso que hagan de los referidos términos". En esta disposición encontramos por primera vez eI término fundado. c) "No poderse catear sus casas y sus papeles, si no es en los casos y con Ios requisitos literalmente prevenidos en las leyes". Si bien continúa con lo preceptuado por el anterior constituyente, al no establecer quien será la autoridad que pueda emitir una orden de cateo, se establece en

ración del principio de Ia no retroactiüdad perjudicial al reo, estableciéndose además Ia prohibición de ser juzgado en tribunales especiales o ad hoc. Lo anterior se encuentra robustecido por la tercera ley constitucional, que en Ia fracción IV del arlculo 45 prohíbe aI Congreso "Dar a ninguna ley, que no sea puramente dedaratoria, efecto retroacüvo, o que lenga lugar directa o indirectamente, en casos anteriores a su publicación",

Io cual podría presentar un

serio

problema en las leyes procesales.

2.5.2. Quinta ley Constitucional. Preüsiones sobre la administración de jusücia en lo civil y en lo criminal a) Subsiste eI fuero eclesiástico y el militar (art. 30). b) Prohibición de que existan más de tres instancias en cualquier

penas

g) Requisitos de procedimiento para Ia prisión:

- Que proceda

información

sumaria de hecho que merezca pena corporal (art. 43 f. I). - Indicio de responsabilidad (art. 43 f. rr). - Prohibición de decomiso de los bienes del procesado, e excepción del embargo para cubrir la responsabilidad civil correspondiente (art. 45 y 50).

- Instauración de la declaración preparatoria dentro de los tres días siguientes a la detención, poniendo a su disposición todos los elementos que obren en su contra, así como Ia naturaleza del hecho imputado y el nombre del acusador (art.47).

-

Reiteración de la prohibición del tormento (art. 49).

2.6 Educación Pública. En

el

artículo 14 fracción I de la sexta ley constitucional se establece como competencia de las juntas departamentales el iniciar las leyes sobre

educación (que tendrían que ser ratificadas por eI Congreso).

proceso, delimitado actualmente al penal (art. 34). c) Establecimiento de las formalidades esenciales del procedimiento,

puesto que su üolación

2.7 Todos los que establezcan las leyes civiles (interpretación jurídica

extensiva).

causa

nulidad absoluta en materia civil y responsabilidad de las autoridades en materia penal (art. 37 y 3B). d) Derecho a Ia impartición de justicia, reivindicando el contenido del precepto constitucional abrogado (art. 39).

2.8 Derechos de los ciudadanos mexicanos:

I. Votar por todos los cargos de elección popular directa.

II. Poder ser votado en los mismos, siempre que en su persona concurran las cualidades que la ley

e) Uso de Ia fuerza en caso de resistencia o temor fundado de fuga

constitucional exija.

(art.

Finalmente, habremos de establecer que la fracción V del artículo 45

42).

0

Reiteración de la prohibición


de la tercera ley establece Ia prohibición al Congreso de "privar, ni aún

suspender a los medcanos de sus derechos declarados en las leYes

sin haber ocurrido Por Prorroga' IIL PoT alistarse en banderas extranieras.

constitucionales".

Obligaciones de

3.

en Ia administración Y manejo de cualquiera de los fondos mexicanos

los

V. Por aceptar emPleos de otro

(hoy en dÍa Ia mitad de los mexicanos nos serían ciudadanos).

gobierno.

M. Por aceptar condecoraciones de otro gobierno, sin Permiso del mexicano.

V. Por ser vago' mal entretenido o no tener industria o modo honesto de vivir.

M. Por imPosibilitarse Para

eI

las

VII. Por los crímenes de alta traición contra la indePendencia

bases orgánicas), observar Ia constitución Y las leYes, obedecer a las autoridades.

desempeño de las obligaciones de ciudadano Por Ia Profesión del estado religioso (Ios sacerdotes no

de Ia vida de1 suPremo magistrado de Ia nación (no hubiera quedado

eran ciudadanos).

mexicanos.

I. Profesar la religión de

patria (de concordancia con

su

de la Patria, de consPirar en contra

CooPerar con los gastos del Estado con las contribuciones que establezcan las leYes Y Ie

II.

comprendan. IIL Defender a la patria y cooperar al sostény establecimiento del orden público, cuando la IeY Y las autoridades a su nombre le llamen'

IV. Las obligaciones

que

establezcan las leYes civiles'

3.1 Obligaciones esPeciales

de su

municiPalidad.

Concurrir a Ias elecciones populares, siemPre que no se le impida causa física o moral (IeY

II.

imperfecta, puesto que no establece sanción alguna, aI igual que hoy)'

DesemPeñar los cargos concejiles Y PoPulares Para que fuese nombrado, si no es que tenga excepción legal o imPedimento suficiente, calificado por la autoridad a quien corresPonda'

m.

4. Pérdida de

terd-

torio), de incendiario, envenenador,

asesino alevoso Y cualesquiera oüos delitos en que imPongan las Ieyes esta Pena (si bien Ia constiUciÓn vigente Prohíbe la Pérdida de Ia nacionaiidad a Ios mexicanos

por nacimiento, reserva Ia

Pena

de muerte a Ia maYoría de dichos casos).

los ciudadanos mexicanos:

I. Adscribirse aI Padrón de

un meúcano en todo eI

la cualidad de

mexicano (caso inédito)

I. Por ausentarse del terri-

torio mexicano más de dos años' sin ocurrir durante ellos Por el pasaporte del gobierno (grave falta a la libertad de tránsito)'

II. Por Permanecer en País

extranjero más de dos años desPués de fenecido el término de Ia licencia'

4.1 SusPensión de los derechos

del ciudadano: I. Durante la minoridad'

tr. Por el estado de

siwiente

doméstico (aunque es muy dudoso que un siwiente doméstico Pudiere tener una renta anual de cien pesos). III. Por causa criminal

N. Por no

saber leer

ni escribir

desde eI año de 1846 en adelante (norma en virtud de la cual se pretendía terminar con eI analfabeüsmo imperante en Ia Nación)' 4.2 Pérdida de los derechos del ciudadano: I. En los casos en que se Pierde Ia calidad de mexicano'

sentencia judicial que imponga Pena infamante' m. Por quiebra fraudulenta calificada (desde tiempos de roma al quebrado (manus iniecüo) era tratado brutalmente, Pero esto es

II. Por

demasiado).

IV. Por ser deudor

calificado

5. De

los extranjeros'

Resulta imPortante señalar que Ios derechos contenidos en la leY

constitucional sóIo serán garantizados a los extranieros legalmente internados en el País- fstoq sin embargo de gozar conlap¡otección de las garantías otorgadas' deüí¡m de respetar a la religión del País (no profesar) Y no Podían adqutuir bienes inmuebles en el territorio nacional, lo que hacía a México poco fav-orable Para la im¡ersión (puesto que debía casarse con una mexicana o naturalizarse)- Por otra parte, habremos de señalar que el artículo 2 de las bases consürucionales establece: 'A todos los tanseúntes, est¡mtes y habitantes del territorio mexicano, mientas respeterl la retigión y las leyes del paii, Ia nación les suard'ará Y hará guardar los derechos que legítimamente les corresPondan: el derecho de gentes y elinternacional designan cuales son lm del er<tr-anjero: una ley consütucional dedarará los particulares al ciudadano mexicano"'

Como Puede observarse, en Ia Constitución de las 7 LeYes se abre

la posibüdad de que los

extran-

jeros Puedan circular libremente

por Ia nación con arreglo al derecho


Humberto Morales Moreno

de gentes pero siempre que

no

son al mismo tiempo su objeto"4.

profesen contra Ia religión católica ni contra las leyes mexicanas. Aún

así, la propuesta de Rocafuerte estaba lejos de ser aceptada como fórmula de tolerancia en un momento crucial de la vida de Ia joven república. México estaba anclado en el dilema de la tradición

por encima de la modernidad que reflejaba el pensamiento ilustrado,

independientemente de que el bando político se denominara como liberal o conservador.

La manifestación de las ideas no puede ser objeto de ninguna inqú-

Como ya ha quedado establecido,

el nuevo constituyente perfeccionó los pobres conceptos sobre derechos del hombre y del ciudadano aportados por la Constitución del24. Desempolvó la Declaración de Apatzingán y perfecciono los conceptos vertidos por las constituciones centralistas del 36 y 43, así como el procedimiento constitucional de aseguramiento de garantías aportado por Otero en el 47.

Tuvo que llegar el constituyente de 1857 para que en su artículo primero se dibujara una interesante

interpretación iusnaturalista racionalista, en ürtud de que establece la inalienabilidad de los derechos del hombre, su carácter de base fundamental de las instituciones sociales y su origen natural: Artículo 1. EI pueblo meicano reconoce que los derechos del hombre son la base y el objeto de las instituciones sociales. En consecuencia, declara que todas las leyes y todas las autoridades del país deben respetar y sostener las garantías que otorga la presente Constitución.

El carácter filosófico,

derivado

valor normativo, simplemente

es

declarativo de una situación de hecho reconocida por Ia norma. José María Lozano dice al respecto: "Nuestro

artículo constitucional no dice que el pueblo declara o establece, sino que reconoce. Anterior a la Constitución, e independiente de ella, es eI hecho de que se limita simplemente a reconocer, como tales, los derechos del hombre, que son la base de las instituciones sociales y

1. De

los derechos del hombre.

1.1 De los derechos

de

libertad. I. Libertad personal. Prohibición

de la esclavitud en México.

Los

por eI simple hecho de pisar territorio nacional recuperarán su libertad natural esclavos extranjeros

(artículo 2). II. Libertad (más no derecho) de Educación. La enseñanza es libre. La ley determinará qué profesiones necesitan tÍtulo para su ejercicio (artículo 3).

Ocupación y Trabajo. Todo hombre es libre para abrazar la profesión, industria o trabajo que le acomode, siendo útil y honesto, y para aprovecharse de sus productos (artículo 4). Nadie puede ser obligado a prestar trabajos personales, sin la justa retribución y sin su pleno consentimiento

(artículo

5).

IV. Libertad de Expresión (que por fin se separa de la de imprenta). a

ni coartar la libertad de imprenta (artículo

7).

VI. Derecho de Petición.

Éste

derecho o libertad de petición hace

m. Libertad de

del Contrato Social de Rousseau, es evidente, envirtud de que legislativamente dicho precepto carece de todo

sición judicial o administrativa

(artículo 6). V. Libertad de Imprenta. Es inviolable Ia libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia (ya no le limita a la política, como en el 36). Ninguna ley ni autoridad puede esLablecer la previa censura, ni eigir fianza a los autores ni impresores,

Lozano, José María. Estudio de derecho constitucional patrio en Io relativo a los derechos del hombre. Editorial porrúa. México, D.F., 1980, pág. 118.

su arribo al constitucionalismo mexicano, desconocido en cartas anteriores. Es inüolable el derecho de petición ejercido por escrito, de una manera pacÍfica y respetuosa; pero en materia política sólo pueden ejercerlo los ciudadanos de la República (artículo 8).

VII. Libertad de Asociación. A nadie se le puede coartar el derecho de asociarse o reunirse pacífica-

mente con cualquier objeto lÍcito; pero solamente los habitantes de la República pueden hacerlo para tomar parte en los asuntos políticos del paÍs (por fin tienen fundamento constitucional las sociedades civiles, mercantiles y los partidos polÍticos) (artículo 9).

VI[. Libertad de posesión de armas. SóIo para la seguridad personal y la legÍtima defensa (artículo 10). IX. Libertad de Tránsito. La cual

es especificada y ampliada, respecto

al ambiguo texto del

artículo

segundo de la segunda ley constitucional. Todo hombre tiene derecho

para entrar y salir de la República, üajar por su territoño y mudar de residencia sin necesidad de carta de seguridad, pasaporte, salvo conducto o cualquier otro requisito semejante (artÍculo

1

1).


La disputa por los derechos fundamentales. Tolerancia y tibertad de Cultos enMÉxico.

X. Libertad de Cultos. El artículo 15 del proyecto original contemplaba Ia libertad de cultos, sin embargo, por presión de la facción conservadora, no se incluyó el texto constitucional. Sin embargo, Ia constitución no establece

nada al respecto sobre

la

Prohi-

bición de cultos fuera de Ia religiÓn católica, y con base en el PrinciPio que reza que lo no prohibido para el gobernado Ie está permitido, entró en

vigor dicha libertad, quitándole a la Igiesia Católica eI estatuto de Iglesia con religión de Estado..

a

1.3 Seguridad Jurídica. ResPecto éstas garantÍas, si bien no edstía

el Ministerio Público (Puesto que la función de fiscal Ia realizaba un funcionario adscrito a cada tribunal criminal), son pulidas respecto a las precedentes, otorgando una eficacia mayor al respecto de la constitución, compaginada con eI nuevo Juicio de Amparo (aunque ya existía desde las reformas a la constitución de 1824 envirtud delvoto particular de Mariano Otero en L847). I. Prohibición de Ia retroactividad

en perjuicio (artículo 14). 1.2 De los derechos de igualdad.

I. Invalidez de los títulos de nobleza. Las anteriores constituciones no señalaban nada al respecto. En esta constitución, se les deja sin efectos, limitándolos a las

condecoraciones Prestadas Por el Estado Metcano (artículo 12). II. Igualdad. En la República todos nacen libres (artículo 2).

III. Prohibición de leyes Privativas y tribunales especiales. Dicha garantía ya Ia encontramos en las

siete leyes constitucionales, pero en este texto se desarrolla: En la República Mexicana nadie puede ser juzgado por leyes privativas, ni por

tribunales especiales (artículo 1 3). IV. Prohibición de fueros. Una de las normas que más incomodaron

al estado

eclesiástico: Ninguna persona o corporación Puede tener fuero, ni gozar emolumentos que no sean compensación de un servicio público, y estén fijados Por IeY.

II. Formalidades esenciales del procedimiento y esüicto apego a la Iey (artículo 14). IIL No celebración de tratados ni extradición sobre reos políticos o que hubieren sido esclavos en el paÍs reclamante (artículo 15). IV. Nadie puede ser molestado en

su famüa person4 domicilio (invioIabilidad de) papeles y posesiones,

sino en virhtd de mandamiento escito de la autoridad competente, que ftrnde y motive la causa legal del procedimiento. En caso de flagrancia, cualqúer persona puede detener al delincuente. AI respecto, es notable la inserción de Ia fundamentación en Ia ley común, mas sin embargo no aporta gran cosa respecto a Io expresado en apartado correspondiente a las siete leyes consütucionales (artículo 16)' V. Derecho de acceso gratuito a Ia justicia (por primera vez), Ia cual debe ser pronta y exPedita. Quedan eI

prohibidas las penas de prisión por

Subsiste eI fuero de guerra solamente

deudas civiles.

para los delitos y faltas que tengan exacta conexión con la disciPlina militar (artículo 13 in fine). Aunque

correspondencia (artículo

conviene dejar en claro que Ia LeY Juárez de 1855 dejó a salvo eI fuero eclesiástico para asuntos civiles de su incumbencia Y en cierta forma, los relativos al ramo criminal

M. Prohibición de registro a la

VII.

2

5).

Garantías Procesales en

materia penal.

a) Ninguna

detenciÓn Podrá

exceder de tres días sin que se dicte auto de formal prisión (artículo 19

fracción I).

b) Prohibición de los malüatos en las prisiones (artículo 19 fraccióntr). c) Abolición de Ia pena de muerte

(artículo 23). d) Que se haga saber al acusado el nombre de quien Ie acusa (artÍculo 20 fracción I). e) Que se Ie tome declaración

el motivo del procedimiento Y

preparatoria dentro de cuarenta Y ocho horas, reduciéndose el término respecto a la constitución centraIista (artÍculo 20 fracción II). fl Que se le caree con los testigos que depongan en su contra, Dicha disposición, nueva en esa éPoca, sigue siendo una de las garantÍas irrevocables del acusado (artículo 20 fracción III).

g) Que se Ie faciliten los datos que necesite y consten en el proceso, para prepara sus descargos, idénüca üsposición a la cenlral (artículo 20

fracción IV). h) Que se le oiga en defensa Por sí o por persona de su confianza, o

por ambos, según su voluntad. En caso de no tener quren le defienda,

lista de defensores que para elija el que le de oficio, se le presentará

convenga, naciendo la defensoría de oficio (artículo 20 fracción 9.

i) Quedan prohibidas las Penas üfamantes, mutilación, azotes, marca, Palo, tormento, multa

excesiva, confiscación de bienes Y Ias penas trascendentales (artículo 22).

j) Non bis in ídem, no Pudiendo tener los iuicios criminales más de tres instancias, la Primera üsPo-

sición siendo de nueva aPlicación

y ya conocida la 24).

k)

La

segunda (artículo

autoridad

judicial

tiene competencia exclusiva en la aplicación de penas, pudiendo sólo

la

administrativa imponer correcciones disciplinarias (artículo 2 1).


Humberto Morales Moreno

1.4 Derecho de Propiedad. Ésta garantía se encuentra consagrada en eI artículo 27 de Ia constitución estableciéndose: La propiedad de las

personas no puede ser ocupada sin

su consentimiento, sino por causa de utilidad pública y previa indemnización. Baja de rango la distribución de competencias respecto alas expropiaciones, toda vez que el numeral lo

delega a categoría de ley reglamen-

taria. Un aspecto de suma importancia es que dicho numeral rompe con las tierras comunales, tanto de indios como eclesiásticas, causando

un grave problema jurídico a

los pueblos indios y dando el golpe de gracia a la Iglesia Católica, debiendo recordar que las anteriores constituciones les concedían el derecho a Ia propiedad: Ninguna corporación ciül o eclesiástica, cualquiera que

sea su carácter, denominación u

objeto, tendrá capacidad legal para adquirir en propiedad o administrar por sÍ bienes raíces, con Ia única

excepción de

los edificios

desti-

nados inmediata y directamente al servicio u objeto de la institución. Éste artículo, que continúa con Ia tendencia de la ley del 25 de julio

de 1856, significó una verdadera amenaza para la propiedad comunal

de los pueblos indios (Margadant señala: "es característico que, a pesar

de que los legisladores mexicanos federales y locales habÍan insistido tantas veces en Ia repartición de tierras comunales, en 1910 el 4L% de los pueblos conservaban su propiedad comunal, ante la fiereza con que la defendieron"s).

Lo anterior se ve robustecido con eI artículo 28, que impide los monopolios por primera yez en eI país: No habrá monopolios, ni estancos de ninguna clase, ni prohibiciones a título de protección a la industria. Fxceptúense únicamente, los relativos a la acuñación de moneda, a los correos y a los priülegios que, por tiempo limitado, conceda la ley a los inventores o perfeccionadores de alguna mejora (por tanto los monopolios del Estado no son considerados como tales, precepto que sobrevive hasta nuestros días.)

Finalmente, habremos de hacer mención que, a diferencia de las siete leyes constitucionales, en esta nueva constitución (artículo 29) se permite la suspensión provisional de garantías en los siguientes casos:

o

tengan hijos mexicanos, siempre que no manifiesten la resolución de conservar su nacionalidad.

Es importante hacer una observación. Parece que, de acuerdo a la interpretación de las fracciones invocadas, la nacionalidad meicana se adquiere por vÍa sanguínea, y

no por territorialidad como hoy en día. Las siete leyes constitucionales

también otorgaban la nacionalidad mexicana a los nacidos en territorio medcano de padres extranjeros, precepto que estuvo más acorde con el derecho de gentes y con la lógica moderna proveniente del código napoléonico. También es curioso observar que Ia simple adquisición

de bienes inmuebles en eI

país

otorgaba la nacionalidad medcana

2.2 Son ciudadanos mexicanos:

Los que teniendo la cualidad

de

I. Invasión.

mexicanos:

II. Perturbación grave de la paz

I. Hayan cumplido dieciocho años siendo casados, o veintiuno si no Io son (precepto que podría parecer ridículo hoy en día, pues sujeta a la ciudadaúa a las reglas de la emancipación ciül).

pública.

ilL Cualesquiera otros

que

pongan en peligro a la sociedad o en

conflicto.

Para dicho fin, el Presidente de la República habría de contar con la autorización del consejo de ministros, del Congreso o de la diputación permanente (si fuere el Congreso podrá autorizar al presidente para legislar en determinadas materias).

2. De los Mexicanos y de

II. Tener un modo honesto

de

üvir. Podemos observar que ya no existe Ia plutocracia, elimin¿indose el requisito de cien pesos de renta anual. Por otro lado, el Congreso de la Unión ya no tiene facultades para otorgar la ciudadanía meicana.

los

3. De las

obligaciones de los y medcanos de los ciudadanos.

ciudadanos mexicanos. 2.1 Son mexicanos:

I. Todos los nacidos dentro

o

fuera del territorio de la República, de padres mexicanos.

3.1 Son obligaciones de

los

mexicanos:

I. Defender la independencia, el

II. Los extranjeros que se territorio, el honor, los derechos naturalicen conforme a las leves e intereses de su patria (parece s

Floris Margant, Guüermo. krtroducción a

la historia del derecho mexicano. Editorial

Esfinge. México, D.F., 2003; P. 176.

federales.

Itr. Los extranjeros

que adqúeran bienes raíces en la República

necesaria Ia aclaración después de

casi cuarenta años de traición v desorden).


1a disputa por los derechos fundamentales. Tolerancia

tr. Contribuir Para los

gastos

publicos, así de Ia Federación como

del Estado

y

municiPio en

4. De Ia pérdida de la ciudadanía mexicana.

que

resida, de la manera proporcional Y equitativa que disponganlas leyes (la adopción de los principios de proporcionalidad e igualdad tributaria son importantes, pues se encuentran de acuerdo a la doctrina imPerante

en Italia respecto a las contribu-

ciones, aunque el Poder Judicial de la Federación se haya negado hasta la década de los cincuentas del siglo

pasado, a amparar a los contribuyentes respecto a Ia violación de dichos principios por parte del legislador).

Habremos de hacer mención que, a diferencia de las siete leyes constitucionales, la nacionalidad mexicana no puede perderse, y se disminuYen los casos en que la ciudadanía se

pierde (sin que existan casos de suspensión): I. Por naturalización en País

extranjero.

il

previa licencia del Congreso Federal, de conformidad a Io establecido en

eI artÍculo 12 excepción de los tÍtulos literarios,

municipalidad, manifestando la

5. De los extranjeros.

propiedad que tiene, o la Profesión o trabajo de que subsiste.

Los extranjeros se ven bastante

Alistarse

en la

guarüa

nacional.

Itr. Votar en las

populares, en

eI

elecciones distrito que el

corresponda.

IV. Desempeñar los cargos de elección popular de la federación, que en ningún caso serán gratuitos. 3.2.2 Prerrogativas de los

ciudadanos:

I. Votar en las elecciones

populares.

II. Poder ser votado Para todos los cargos de elección PoPuIar, y nombrado para cualquier otro empleo o comisión, teniendo las cualidades que Ia ley establece.

m. Asociarse Para tratar los asuntos políticos del País. IV. Tomar las armas en eI ejército o en la guardia nacional, Para Ia defensa de Ia república Y de sus instituciones.

non gratos que estuvieron antes en México, pero a la luz de las reformas actuales, se considera una rémora autoritaria que ya no tendría sentido en el tránsito acrual de México a una cultura democrática de respeto a los

gobierno de otro paÍs, o admitir de éI condecoraciones o funciones, sin

I. Inscribhse en eI padrón de la

tr.

pernicioso", sin Posibilidad de ejercer recurso alguno en contra de dicha determinación. Quizá se entenderÍa dicha determinación en virtud de todos los Personajes

derechos humanos.

científicos y humanitarios)

danos:

República de "expeler al extranjero

II. Por servir oficia]mente aI

constitucional (con

3.2 Son obligaciones de los ciuda-

y Libcrtad de Cultos en México-

üsminuidos en sus atrlbuciones, tal como hemos visto en el aPartado referente a las garantías individuales. El artículo 32 establece que Ios mexicanos serán preferidos a los extranjeros, en igualdad de circunstancias, para todos los emPleos, cargos o comisiones de nombramiento de las autoridades, en que no sea indispensable Ia calidad de ciudadano. EI artículo 33 establece que son extranjeros los que no posean leyes

determinadas Para ser mexicanos,

teniendo derecho a todas las garantías que establece Ia Constitución, teniendo la obligación de contribuir aI gasto público (disposición que fue eliminada Por la Constitución de 1917 Y que creó graves conflictos). Por último, es importante señalar que se incorpora aI derecho constitucional moricano la facultad del Presidente de la

y

Con eI grito de ¡Constitución

Reformas! Juarez Y su gabinete deciden turnar Ia circular del Ministerio de Justicia que da a conocer el 4 de üciembre de 1860la nueva LeY sobre Libertad de Cultos. La historiografía política coincide en señalar este hecho histórico, como la culmt nación del proceso de instauración det Ilamado Estado Iaico enMr$<icoEn realidad

d proceso de laicización

arranca cuando el derecho Púbhco Y civil fue capaz de flsminar la esfera de Io público y establecer los lÍmites

de Ia de Io privado, donde supues-

tamente, quedarÍa circunscito el tema de Ia libertad de conciencia Y el culto religioso. Así, los recursos de fuerza y eI asilo en los temPlos comenzó a desaparecer de la litigiosidad civil y penal de los nibunales mexicanos. Pero este acto secular del nuevo Estado Hberal mexicano tardarÍa mucho más de lo que nos imaginamos en llegar a su comPleta separación de Potestades entre lo que es de Dios Y lo que es del César.

Tan sólo eI registro civil de las personas no se generalizó como una prácüca de registro ciudadana sino hasta finales del siglo )ffi, Y


Humberto Morales Moreno

del

Ia ley que éI imponga, Iey que

paÍs, hasta fechas muy recienteso. Los regateos del clero católico por impedir a toda costa, como sucede

será justa porque se fundará en Ia

en muchas regiones aisladas

también con eI fuero militar, que los delitos cometidos por sus integrantes en materia de fuero común, sean consignados ante la autoridad civil competente hasta nuestros días, refleja el delicado tema de los fueros que el Estado Laico no ha logrado diluir de manera convincente hasta eI dÍa de hoy. Y no podría ser para menos, si recordamos la exposición de motivos del Ministerio de Justicia (hablando por Ias ideas de Juárez como Presidente)

para decretar no sóIo esta ley, sino todas las que comprendieron la Reforma:

"(...) si el clero mexicano, en vez de Ia conducta que se ha complacido

en seguir, hubiera favorecido, como

el de otros países, como eI de Italia en estos momentos, el vtlelo majestuoso de la democracia, para probar así que Ia religión cristiana se conforme grandemente con la elevación de la libertad, con los derechos de la soberanía, con el movimiento del progreso y con los tÍtulos eternos de Ia humanidad".

"México terminará su glorioso levantamiento contra la oligarquía secular que lo abrumaba(..) porque no se Ia inspirará una débil condescendencia, ni un despotismo ciego y feroz, sino la resolución firme de hacer que reine al fin sobre todos 6 Pa¡a constatar esta afirmación véase

la interesante tesis de José Luis

igualdad, por Ia que han combatido tres generaciones mexicanas. "T

Para que no hubiera duda de que el carácter laico del Estado no descansaba irreductiblemente en Ia separación de los asuntos eclesiás-

ticos de los públicos, sino en

el

imperio de la Ley constitucional, el ministro Juan Antonio de la Fuente firma la circular con la rúbrica: "Dios y Libertad".

El radicalismo en Ia manera en que se dio la separación de Ia Iglesia y del Estado en México tuvo mucho que ver con la acusación que los Iiberales puros hicieron del carácter antidemocráüco y antinacionalista de la Iglesia Católica en México en estos años. Fue más una manifestación política de denostación de Ios abusos del clero secular y de la curia"romana, que una convicción profunda de separación de Ias prácticas culturales emanadas de los cánones ante el nuevo derecho público y civil. Por estas razones

la disputa por los derechos fundamentales en México, entre los que se encuentran los de la libertad de conciencia, tolerancia,

El mejor homenaje que podemos rendir a Ia ilustre memoria de Don Vicente Rocafuerte es sin duda difundir su obra y reflexionar sobre su precursor alegato entorno a Ia Tolerancia, sustantivo tan escaso en el México de hoy en donde el prejuicio, el oscurantismo y la confusión cultural de los cánones respecto aI derecho público sigue retardando las ingentes reformas que una sociedad cada vez más organizada exige de cara al nuevo milenio global en eI que estamos insertos. No es una cuestión de derechas o de izquierdas el proceso de laicización del estado mexicano. Es cuestión de superar a la república barrocas por una que rompa con la simulación, el gatopardismo, Ia ficción democrática en Ios que estamos envueltos y que hacen de nuestras leyes actuales, verdaderos actos de regresión, incongruencia, ignorancia y acomodo servil y clientelar que cada día disipa la pobre

confianza que los ciudadanos tienen de sus gobernantes y legisladores.

históricas,

imprenta, ideas, educación, matrimonio, divorcio, aborto, etc., pasan por una fase de complejas negociaciones entre el derecho público y civil, los cánones de Ia iglesia católica

y eI reconocimiento del papel de Ia Iglesia-Estado como fuente de poder real que sigue determinando resoluciones legislativas en los tres niveles de gobierno de nuestro país.

Vega

Carreón, El Pueblo en la ideología liberal

ry

8 Para una discusión sobre el barroquismo y corporatiüsmo del Estado Mexicano véase el interesante trabajo de Annik Lemperiere, "De la República Corporativa a la Nación Moderna", en:

186I, Tesis de Licenciatura en Historia,

Ministerio de Justicia, con que se acompañó la Ley sobre libertad de cultos, apud en: Iosé María

Annino y Guerra (editores), Inyentando la

BUAP,2004.

Cajica (editor), op. cit. p..447.

Nación, FCE, México, 2003. pp. 316-346.

en el periodo de la Reforma. Puebla: I 854 -

7

Véase circular del


I

ARACAIDAS

Breve ensayo sobre la inexistencia de Pablo LatapÍ Manuel Gil Antón Algunavez propuse que lo importirnte era perder eI doctorado en una ceremonia en que se le concedía ese grado, en forma honorífica, a Pablo Iatapí. Era en Colima. Fue un día 25,

como hoy, pero de agosto del año pasado. Esa lección me la enseñó Santiago RamÍrez pues aI volver de sus estudios en Francia - con dos doctorados, uno en matemáücas y otro en filosofía - mostró a zu padre los diplomas con orgullo: el viejo, socarrón ( y en realidad muy contento) Ie dijo: bueno, pues

ahora sigue Io más difícil Sanüaguito: necesitas perder el doctorado. ¿Cómo? Don Santiago sonreía: sí, sé del empeño que pusiste en tus tesis, Ias noches duras estudiando, y eso

es valioso, pero hay que trabajar más, mucho más, para perderlo... ¿Por qué?

Mira, mi hijo: Ias personas a las que respetamos y de las que aprendemos más, perdieron, en su momento y enhorabuena, su doctorado. Nadie dice Doctor

Darwin, Doctor Marx,

Doctor

doctorado a causa del honor de su camino intelectual si no ha perdido el doctorado; no lo merece ni le es propio si requiere y aún exige, perdido en sus indicadores fatuos, que se le anteponga el grado, eI nivel 18 del SNI, un perfil deseable, millones de puntos y ser eI codo o eI peroné de un cuerpo académico ultra

consolidado y excelente de nivel internacional, reconocido incluso en la estación espacial donde llegó nuestro compatriota, José, hace unas semanas.

Al convidarme el COMIE a participar en este espacio dedicado a Pablo LatapÍ, tuve la necesidad de pens¿[ cómo hacer para decir algo

y con riesgo: expresar significa, en mi caso,

con sentido,

Io que

cuando a uno de nosotros ya no lo vemos donde solía estar. Y no va a llegar. Entonces entendí que hay dos caminos: escuchar a varios colegas

considere

poüemos saber. El filósofo alemán postuló $re el conocimiento de lo que las cosas, o Ias personas son, seráe han sido y les consütuye dg manera inmutable, no es parte del proyecto cognitivo humano. No es posüle lograrlo. El

reciente libro, nos han compartido su mirada sobre Don Pablo y la

mirada que Latapí generaba

en

a ellos. Ese es un modo. Sylvia,

Felipe y Susana ayer lo hicieron de manera ejemplar. Hay otro camino: postular su inexistencia.

Quizá fuera bueno en estos üempos de vanagloria tan en uso, que a nadie se le otorgue un

lo

apropiado, Pablo I-atapí no o<isüó o, al menos, no lo sabemos ni lo

conocimiento que nos es alcanzable

Darwin, Marx, Freud, Eisntein. Eso es lo importante. LatapÍ, Don Pablo,

los huesos. Basta su nombre.

según cada quien

jamás será absoluto. El saber de lo esencial en el senüdo fuerte de la palabra: aqudlo que hace que algo o alguien sea lo que es con independencia dd üem¡ro, hrgar, modo, relación, y que nunca cambia pues por eso se le llama sustancia Y se le distingue de lo accidental (esto sÍ,

torno

el grado, pues Io docto Io llevaba, como los que lo son, zurcido ya en

que no, requiere dotorado, Kant, y por otro lado un poeta, de esos que aún menos que en nuestro medio requieren algún blasón preüo a su nombre. Primero, Kant la tesis que ahora defiendo es que, desde un punto de üsta no trivial e importante para saber andar luego de haberle dicho adiós o por ahí nos vemos,

que, como ayer, al presentar su más

Freud... igualados decimos nada más

Pablo... No era necesario anteponer

de paciencia. Para dar fundamento y hacer inteligible esta propuesta hay dos veredas, o aI menos yo sé andar por dos senderos: la de la raz6n y la del arte. En una estará otro señor

DeI mismo modo en que

Ia

importancia de perder el doctorado, como tesis y proyecto intelectual, la premisa a sostener acerca de la

inexistencia de (un) Pablo Iatapi merece, y se los pido, unos minutos

v-¿¡iable) no nos es accesible. ¿Habrá esencias? Ia respuesta es eI silencio.

No es decicible, y permanece como pregrrnta sin solución a nuestro alcance, pues

si dijéramos que

sÍ,


Manuel GilAnton

es que llegamos a ellas, y si afirmáramos lo contrario, que no, es !Ue, en total contradicción con la negaüva,

- tal vez más importante - porque nadie es el mismo que fue la primera

llegamos a donde deberían estar y

vez al puente para lanzarse a las aguas. Cambia el río, cambiamos

no las hallamos.

nosotros:

A su juicio, y eD eso se basa toda la epistemologÍa moderna, Ia condición de posibilidad del conocimiento humano no es nouménica - esto es, de lo que las cosas o las personas son en sí - sino que siempre lo accesible es fenoménico, relativo a quien conoce, relacional: Io que son para nosotros, acotados nuesüos sentidos y categorías, ubicados en cierto ser y circunstancia en tratándose de otros: limitados, sí, bien marcados Ios

umbrales, es cierto, pero a su vez, en el quicio de esos límites, con margen para conocer lo que las cosas, los entes, las personas son y, como seres culturales, significan, no en sí, sino siempre y sin remed.io, o afortunadamente, para nosotros. Por eso Pablo Latapí no existió en tanto algo enunciable como esencia.

La esencia es por

definición

estática, su constitución central, dice

Aristóteles, es Io inmutable y esa es su deuda con Parménides. No hay, hubo ni habrá un LatapÍ uno, y sóIo uno, como es propio de esa acepción

de lo ya dado de una vez y para siempre, sino, en confluencia con Heráclito, siempre estuvo arrojado en el mundo (eso es existir) entretejido en multiples relaciones, en medio de Ia condición humana más profunda según los sabios: cambiando. Así: en gerundio. DecÍa Heráclito que nadie se mete dos veces en el mismo río, y Fernando Vallejo, ese extraordinario escritor colombiano, afirma que no

es por una, sino por dos razones. La más inmedÍata, la que sin duda

ponüÍa en Ia prueba ENLACE, es porque el río no es igual, siempre se

está en movimiento, pero la segunda

somos nosotros, srempre Iavidaes otra, siempre allá, máslejos, fuera de ti, de mí, siempre horizonte, üda que nos desvive y

enajena,

la dinámica, ese cambio

quenos inventaunrostroylo desgasta,

no nos define, eso sería esencialista: sólo nos delimita pero, aI hacerlo, produce eI milagro de hacernos

hambre de ser, oh muerte, pan de

posibles. ¿Quién es Latapí? ¿Alguien puede decir de é1, sin dejar lugar a

con los demás nos constituyen: sin ellas, socialmente no somos. Sin

duda, lo que lo constituyó de manera

ellas, si hay algo, es inasible. Y si no

esencial, absoluta,

inmutable,

sustancial en caso de que haya tal situación, congelado, sin posibilidad de cambio, salto, retorno, variedad y diferencia o reposo?

Sostengo, con

mi cuasi

tocayo

alemán, don Emmanuel, que bien sabemos que no podemos ni afirmar ni negar que eso haya existido o exista ahora. Lo que propongo pensar, y así

reconocer y recuperar con claridad lo que nos sucede con Ia ausencia, se puede basar, si la inclinación de

usted es filosófica, en la posición kantiana que postula al conocimiento como una situación siempre relativa. Pero también se puede asir por la arista más honda de la poesÍa. Lo dice, y vaya que bien, Octaúo Paz en Piedra de Sol. Ahí, talló eI poeta, en endecasíIabos, lo que hasta ahora

todos... "

Como

a todos, Ias relaciones

somos socialmente, no edstimos, no estamos arrojados ahí, entre los otros para ser nosotros. Hay un Pablo

hijo, hermano, tío, esposo, escritor,

üolinista, estudioso,

creyente,

amigo, maestro, colega, discípulo, adversario, empleado y muchas oüas líneas férreas simbólicas, y son vÍas de tren pues es preciso que haya, para que todo lo anterior sea posible, tren pal norte y tren pal sur: esto es, padres, hermanos, sobrinos como Paulina, su esposa, Iectores, escuchas, libros, dios, los carnales,

discípulos, colegas,

maestros,

crÍticos de todas las leches - mala y buena - jefes... Hay un Pablo, ügamos, que se construye (no que es, pero que por eso llegó a ser ese) en la relación con María Matilde, su compañera en la vida; otro con Felipe

ha sido un ejercicio intelectual: ¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?,

Martínez Rizo, Sylvia Schmelkes, Carlos Muñoz Izquierdo o Susana

¿cuándo somos deverasloque somos?,

Quintanilla, y tantos otros que están

bien mirado no somos, nunca somos

ahora entre nosotros; es otro más con esa muchacha que lo lee hoy, lejos, sin saber ni lo que es ni para lo que en su caso siwa el COMIE, sin haberlo visto ni escuchado, que Ie adivina, si se asoma, por la foto; y muchos otros: eI Latapí de los que discrepan de su noción de laicidad, y los que adhieren a ella, los que lo conocerán mañana, o en 20 años al

a solas sino vértigo y

vacío,

muecas en el espejo, horror y vómito,

nuncalavidaesnuestra, es delos otros, la vida no es de nadie, todos somos la vida, pan de sol para los otros, Ios otros todos que nosoüos somos, soy otro cuando soy, Ios actos míos sonmás míos si son también de todos, para que pueda ser he de ser otro, salir de mí, buscarme entre los otros, Ios otros que no son si yo no eisto, los otros que me dan plena etstencia,

no

soy,

no

hay

yo,

leerlo.

Los que lo recuerdan hablando en Mérida hace un par de años, los que le dicen Pablo, o Don Pablo,


Breve ensayo sobre la inexistencia de

Pam

l^qi

ü f pi los que no se atreven decir cómo decimos nosotros que n rrrárse... y los que al recor- nos veía. Como es irremediable lo ffi ahora lo piensan como carnal, anterior, no es propicio, creo, en rctro, Compañero, colega, distante un homenaje, intentar decir quién

modo de exponerlas. Tampoco son unívocos los libros u ohos te¡ftos: leer es desde un dónde y un quién

ü ltrt¡rno, duro o cariñoso, afable, üroso o terco, con los raspones lE da siempre estar en relación m oüo como empleado, jefe, imilrr, maestro, amigo, humano en ñb--. No somos subsistentes: ni f i ni usted. Si quitamos todas

de estudiosos, de

]r ¡elaciones somos imposibles: no G)s definibles si por ello se hace *<¡ón

a Io esencial como proyecto

qnitiro,

como sendero intelectual

Surcho menos afectivo. -lún si se es creyente, como Pablo xrr¡[¡i reconoce y no esconde nunca, ¡por fe se afirma tener un alma que IEnrurnece a pesar de estar tan lejos mo ahora, esa fe, de la que procede d aha, es una relación específica cm dios; tanto es así que dicen los Eoüogos que los seres humanos foeron hechos a imagen y semejanza de Dios, y para los agnósticos, bien sp sabe que, en su caso, Ios hombres hos hecho a dios, a todos los dixes de la historia, a nuestra tu¡egeny semejanza o desemejanza,

@enüendo del nivel de critica sobre la condición humana que nos sea accesible o reconozcamos... De esto se sigue que si Latapí no existió Ircr se, sino en relación con tantos v rtistintos, en diversos momentos, circunstancias y modos, cualquiera de esos tantos que hable de él no

tendrá más remedio que hablar de si mismo. ¿.Por qué hablar de uno es irremeüable cuando hay que hablar de otro, o del Otro? Porque todo otro es construido tn la relación posibie y especÍfica con el o ella, del mismo modo que ese otro, esa maraüIlosa otra nos conforma y moldea, a veces hiriendo o con dulzura, conduce a mirarnos en eI espejo de la mirada ausente y

fue, en esencia, Pablo Latapí. Así, a secas, sin contexto. Es en vano: hablaremos cada uno, de cada uno de nosotros recordando el vínculo sea cual sea eI que hubo, haya hoy

o

haya mañana.

Y

ese memorial

del vínculo, colegas, esa memoria de la relación singular con otro al que conformamos mientras nos ponÍa la cimbra de su construcción recÍproca, es uno de Ios caminos que señalaba al inicio, y suele ser, sólo en ocasiones muy especiales como ayer, un asunto público. Es dolor, duelo, vacío, memoria, silencio, recuerdo, sonrisa, coraje, incluso todo esto

mezclado con orgullo y alegría. No es Latapí: es nuestro reflejo en su mirar, porque sin el cemento o Ia argamasa de alguna cercaní4 de cierto modo de haber sido con é1, no habrÍa nada que decir. ¿Qué consecuencia üene aceptar la tesis de la no existencia de Latapí como esencia? A mi parecer, una es callar y dejar que eso que fue amistad, amor, distancia, colegialidad, discre-

pancia o Io que sea, quede en eI rincón ütal de lo que es nuestro y se comparte, insisto, a veces en voz alta pero con Ia voz quebrada, y en Ias más, se conserva en Ia memoria para compartir con uno mismo o Ios cercanos.

Pero hay otra

consecuencia:

independientemente del tipo de relación que se haya tenido con Latapí, nos es común, accesible no sólo a los que hemos sido contemporáneos en parte de su vid4 o

que a su vez varía. Como asociación

invesügadores

en eI campo de Ia educación,

de

sus actores, sujetos, espectadores o rehenes; de las estmcturas ; procesos en que se afanan, afeman o desde los cuales construyen sus üdas, esas obras, algunas condusiones, ciertas vetas son un referente compartible. Y si alguien afirmara que la obra está acabada, perdón, quizá les resulte poco elegante pero no hay remedio: si se afirma que Ia obra está acabada, repito, ;a l,a acabamos y Io acabamos de amolar Sylvia decía ayer que al leer el rrrás reciente libro de sumaestoyamigo, en ocasiones sabía por qué pemsana así, en oEas entendía que lo qe Pensaba era más daro al letr rma de las cu¡rFenta teccfurnes ú¡ertas, en algunas disatpaba o bforr poeÉr aducir que le fahaba cierta idamación-.-

I-a obr4 si no te sil¡endí meil" SyIüa, está como debe estar abicrtaY cuando Felipe propuso qre I¡rryí guardaba la utopía, esa que S€me[ dice que agi[Ta por d nmntq ernilá de acuerdo coneste escribtlorTrrx) hay nada más contrario a r¡na utopia

que su flrmPlimisnlq Qe su c*:rre, que cualquier consecth rnhrmce por buena que se tre conúa--- No h4utopÍa que se pueda lksm a cabo o fijarla con r¡arill,as de acrru dejaría

de serlo- Y o¡ando ha srcedido,

sabemos del infierno. tes ideas, las

propueshsr los argumentos tejidos en sus esaitos son la referencia a compartir, de las cuales disaepar

Ios que han sido cerc¿mos a su o coincidir, profundizar o camhia¡ andar por estos lares, sino a esos de n¡mbo sin pena alguna si así nos que vienen luego y venüán, flt conduce la elidencia aI respecto. obra, sus escritos, las ideas, los Quiero decirlo de una buena vez: argumentos, las convicciones 1- el no hay ni habrá peor actirud hacia


Manuel GilAnton

un intelectual complejo como

fue

Latapí, que entronizarlo o considerarlo perfecto, ni como persona ni como autor. vaya, no se sigue que eso le pase, sin que alguien salga en su defensa, cuando en 1995 escribió ese gr¿rn elogio a ser como somos,

donde cabemos tan ahgusto los tal cual somos, sombra y luz, tierra y maravilla: ese artÍculo gallegos,

que hay que valorar mucho, creo, y se llama - qué buen título - En defensa

de la imperfección. Sólo un párrafo si me dan permiso:"Nadie duda que la autoestima sea el fundamento del desarrollo de la persona y el sentido de logro su motor; pero las personas

avanzamos en nuestra maduración por desfiladeros riesgosos: madurar implica apoyarnos en Ia autoafirmación pero evitando la autocomplacencia; la primera fundamenta Ia indispensable seguridad, la segunda separa del prójimo, engríe e impide seguÍ creciendo. Madurar implica, a veces, competir pero sin perder por ello los lazos comunitarios; quien tenga alguna superioridad, tiene que

aprender

a hacérsela perdonar. Si

saberse bueno es peligroso, sentirse

llamado a la perfección es desqüciante. Y debe ser insoportable tratar a alguien que se cree excelente" La perfección no es humana. (P.100, Porque ya atardece, 2008)

Y si lo bien toreado es Io bien rematado: AI final de ese articulo propone un proyecto educativo que conduzca a los jóvenes a reconocerse vulnerables y lo hagan con

del humor, entonces, cito "...podrán cumplir decorosasentido

mente con el cometido azaroso de ser hombres, lejos de las frivolidades de la excelencia. (P.102, Idem) Por

ello, considero propio de

una

ceremonia como esta, indicar que no en pleno, sino en relativo pleno

uso de mis facultades

mentales,

discrepo del margen que concedía - cada vez menor a lo largo de su

vida, es cierto

- al impacto de Ia

investigación educativa en la acción política. Con Weber, a mi juicio "una

ciencia empÍrica no puede enseñar a nadie qué debe hacer, sino únicamente qué puede hacer y, en ciertas circunstancias, qué quiere..." pero el poder ha de ser responsable y su relación con el dilema entre medios y fines es muy compleja, por eso el político tiene una vocación diferente,

basada en hacerse cargo de sus actos y consecuencias, distinta a la del cientÍfico: Ia convicción y el rigor en la lógica de sus argumentos y contrastaciones con lo que ha de entender. Esto ocurre sÍ y sólo si se trata de buenos políticos y científicos. Pero que, dispuesto a discutir con otros esta complicada relación, me parece todo un proyecto muy necesario en nuestros días, su defensa de la imperfección y me considero adicto aI periodismo, ahora con grave síndrome de abstinencia. De un corpus, de una obra - por nunca estar acabada ni ser definitiva - siempre se aprende: si se la considera terminada y hecha, nada más memorizable, es que no valió la pena e inició su erosión desde que así fue concebida. Por lo tanto, . Negada la eistencia de un, uno, sólo y verdadero señor Pablo Latapí

del cual se pueda hablar sin atropellarlo con nuestra importancia: "soy el que sé Ia verdad, y ahí las va la neta..." . Sabedores de los cientos de Pablos que fue construyendo en su vida, cambiando, adaptándose, aprendiendo,

equivocándose,

pidiendo perdón o sin poder hacerlo como a veces nos pasa ... esto es, si renunciamos a ese viejo hábito

de creer que somos dioses para decir lo que sucedió en la vida de

otro, contamos con algo que es muy valioso: una obra debatible, abierta, imperfecta pero arrojada, que evolucionó, y con la cual se podrá dialogar,

enseñar, discutir, avanzar. Eso, cofrades en esto de andar vivos, es lo que aporta un intelectual, un indagador, un tipo que se la jugó con sus valores: sus escritos, referentes

compartidos o compartibles, de los cuales tomar distancia o sacarles raja, valiosos en la medida en que

sean superables, pues

lo

serán

(superables) si fueron avances en su momento. Y reconocer que a todos nos llegará el día en que, volviendo aPaz, "...las paredes invisibles, las máscaras podridas que dividen aI hombre de los hombres, al hombre de sí mismo, se derrumban por un instante inmenso y vislumbramos nuestraunidadperdida, el desamparo

que es ser hombres, la gloria que es ser hombres y compartir eI pan, el sol, la muerte, (Pero sobre todo, compañeros) ...eI olvidado asombro de estar vivos" (Piedra de Sol) Desde ahí, desde ese asombro que suele olvidarse, he procurado sostener que la existencia de la obra de Latapí pasa por dos condiciones: reconocer que no existió como alguien inmutable, sino todo lo contrario, y que su obra está abierta y aguarda nuestra lectura crítica, imperfecta sin duda, pero atenta. Hacerlo valdrá, a mi juicio, mucho Ia pena

Homenaje a Pablo Latapí Sarre Manuel Gil Antón Septiembre 25, 2OO9Veracruz, X Congreso del COMIE www,. educacioncontracorriente. org


PAIt{CAIDAS

Las miradas de un antropólogo Pedro Reygadas Robles Gil Es difícil decir algo sobre un texto académico cuando el prefacio

es realizado por un autor de las ciencias sociales contemporáneas tan reconocido como Alain Touraine. Éste sólo hecho, de alguna manera, cumple la función discursiva de

transmitf la importante autoridad de Touraine al texto de Ma. Eugenia Sánchez y Eduardo Almeida.

En realidad, en gran medida,

de intervención intercultural de un grupo mayor, el equipo PRADE en San Miguel Tzinacapan (que significa respectivamente "el que lo puede todo" y "el lugar de los murciélagos", dándonos muestras, desde el nombre mismo, de los procesos de

superposición cultural mexicanos), vecina de Ia más conocida y con frecuencia enfrentada ciudad de Cuetzalan. En 3000 hectáreas, una

frente a un texto como las veredas

jurisdicción nahua se reproduce

actuales en disputa en elmundo, que resume tres décadas de experiencia

en cuatro comunidades sobre todo como cafeticultores, en una cultura de brujos -curanderos, de redes de compaüazgo, de sistemas de c:rrgos y de seguimiento dd cido

de incertidumbre, de casi 500 cuartillas largamente elaboradas, informadas sobre los enfoques de investigación e intervención intercultural para la trasformación social, que integra saber popular y saber académico, sólo queda hacer un reconocimiento. Las ideas, los temas y los detalles tratados son tantos que el libro en cierto modo no se puede presentar, debe leerse y los convoco a eso. Ahora bien, tengo que cumplir mi papel y decir algo.

Primero que nada, creo que

debe aquilatarse la importancia del

libro. Creo en verdad que junto a los estudios de latinoamericanistas como Grossfogel, el trabajo de MarÍa Eugenia Sanchas y Eduardo Almeida es de los pocos que, después del

desencanto de la caÍda del muro de BerlÍn y de Ia emergencia de los

etnicismos y fundamentalismos, nos plantean una refledón compleja. El libro busca alternativas populares con profundidad radical, es decir, yendo a Ia raí2. En su caso, Ios autores lo hacen a partir del caso

ceremonial

anual

t

Muchos conocemos la zona por Cuetzalan, en donde se vende café de San Miguel en el florido mercado de los domingos. O Ia conocemos por las pirámides de Yohualichan, en

Ias que muchachitos de San Miguel nos cuentan con sabiduría notable Ia historia del sitio arqueológico totonaca que antecedió al Tajín. El enfoque del estudio es local, pero embona con la perspectiva de una ética global como la de Dussel, centrada, primero que nada, en la üda y, concomitantemente, en la democracia, en verdad popular y en la viabilidad.

Touraine resalta en su prefacio

que los autores estudian

la

comunidad a partir de tres crisis que nos dicen algo más allá de sóIo San Miguel, Ia crisis debida a la dependencia económico política, Ia crisis de identidad y la crisis ecológico demográfica. Es decir,

en 28 años el mundo y sus ideas han cambiado pero la terca dependencia y desigualdad siguen ahí- Se pone en relieve la importancia de comprendernos y resolvernos en la dimensión étnica e idenüta¡ia Y los autores nos hacen rrcr que estamos ya en el desasr,e pm no haber considerado ilrestrir dimensión destuctora crmr) animales racionales, gtnreradats de cultura en confaste relatico rm. el resto de [a natrraleza- Y porque la acnral idea del bienestar al qre la mayoría aspir4 está alej¿ida de lo viable y democrático. Rerylre modificarse en ñmcifu de ma sencitrez rligne, úmdorqrlao hs e)rcesos de rmm pocos en gilsto energético, agua, derrocle y des6rdicio. Es

necesario dejar auás, escriben

en el texto," el desarrollo civilizatorio que intentó independizar los sistemas económicos de los naturales, en aras de una prosperidad

selectiva y generadora de hambre, miseria y cambios climáücos". Esta "prosperidad" nos coloca hoy ante la terrible paradoja de que lo que debemos hacer en el largo plazo entra en conflicto con los resultados de un avance en el corto plazo, que todos los individuos y comunidades quieren palpar. El desarrollo, dicen con Ugo Pipitone, es una amenaza para la ecologÍa, el no desanollo es una amenaza para la üalidad social de Ia democracia.

Otro punto, no crucial, sino uno entre los muchÍsimos que sería

interesante comentar, es que los


Pedro Reygadas Robles GiI

autores consideran, en su mirada acerca de Ia duración, la importancia no sólo de lo estructural sino de los ingredientes emocionales, biológicos e intelectuales. Para mÍ esto es

Ia

crucial.

taria, el enriquecimiento y transformación del eqüpo de investigación ahora interétnico , la puesta en tela de juicio de las identidades culrurales hegemónicas y las mejores

La consideración de lo emotivo está en el nodo de Ia reflexión sobre la racionalidad, la vida social y la factibilidad de la vida humana en eI siglo )fiI, esa vida que, como señalan los autores, quizá en parte no podemos entender, porque las salidas de Ia acción no están en 100%

determinadas. En la experiencia de San Miguel, por ejemplo, ocupa un lugar central, en sentido negativo, la envidia que controla los comportamientos y a Ia que se contrapone Ia solidaridad. También son relevantes los

problemas del egoísmo y emociones asociadas

lidad, especialmente

a la

las sexua-

complicada

en ocasiones en el ámbito intrafamiliar. Pero destaca, sobre todo, que parte de lo investigado son las propias emociones del eqúpo de investigación, tan relevantes en tres décadas de esrudio.

Un detalle más, consecuente y terrible a la vez para mí, es cómo los autores aquilatan el cambio en, ya hoy, más de 30 años. La factibilidad, diríamos en Ia ética de Dussel, los hace ver que lo posible, como es claro, no era la utopía que incluso

engendro monstruos en el siglo XX, sino logros mucho más restringidos, horizontes "más prudentes y humildes": se pasa así del ecodesarrollo y el etnodesarrollo utópicos a la prevención de desastres, a la distancia intercultural respetuosa, al desarrollo real modesto de una supervivencia digna.

Y qúero recalcar que el libro recupera no solo la adecuación de la utopía a la realidad y el paso de

esperanza al desencanto, sino también la conquista de cambios concretos: la emergencia de la mujer

náhuat de san Miguel Tzinacapan, Ia elevación de la autoestima comuni-

concretas de la vida que hacen que el esfuerzo de casi tres décadas tenga sentido: el proyecto de una granja, una escuela, un beneficio de café, un centro de salud, etcétera En su sensatez, el libro, los investigadores y Ia comunidad

ven la importancia de buscar un camino en la globalización, una perspectiva popular que conforme nichos locales, regionales y sectoriales. Muchos otros coinciden con esto. Es importante aquilatar la llamada globalización como parte de nuesüas condiciones reales de existencia y saber aprovecharlas. El campo, por ejemplo -eI potosino por

supuesto también-, debe tener la capacidad de, en este mundo global, encontrar el nicho de mercado para cada producto, Ios productos que permiten adquirir y colocar mercancías con certificado de origen

tancia y dificultad de las autonomías indÍgenas; sobre el rol de Io étnico en

la construcción nacional; sobre los brujos-curanderos; sobre Ia flexibilización de Ia vida cotidiana indÍgena; sobre el conflicto entre corporativismo-sistema de cargos y ciudadanía; sobre el peso de Ia historia de la Colonia en la estructura social indÍgena; sobre la étnica autocritica de la investigación; sobre la cultura virtual y la producción desterritorializada; sobre Ia modificación de las relaciones de género en las comunidades indígenas; sobre la lengua, la religión o los coyotes, etcétera. Podríamos pasar horas recupe-

rando las ideas, Ias veredas y las indeterminaciones que se abren al leer este libro con voluntad de acción transformadora. Muchos son también los conceptos de interés que se desenvuelven: el etnodesarrollo, eI ecodesarrollo, Ia ciudadanía, el multiculturalismo, etcétera. En particular, me llaman mucho la atención Ia perspectiva y práctica de la coalición de culturas, de la horizontalidad intercultural y de la interdependencia, punto que destaca también Touraine. Es decir, resalta el largo proceso para reconocerse en Ia diferencia, y ya no como

exclusivos, encontrar las redes solidarias mundiales dela slow food

Arguedas, para buscar fundirse y desaparecer en el otro que al cabo

dúÍan los italianos. También requerimos de flexibilidad extrema para cambiar, cuando,

nunca se puede ser.

como por ejemplo es el caso de San Miguel, suceden crisis como la reciente en eI precio del café, provocada entre otros aspectos porque en los súbitos movimientos de capitales y mercancías a los que empieza acostumbrarnos Ia globali zaci6n, se inundó con café üetnamita barato el mercado mundial. Muchas son las apuestas y preguntas: sobre la necesidad, impor-

Para terminar este breve comentario y no abusar del auditorio, ya que somos muchos presentadores y lo más importante sería dialogar con los autores, diré algunas cosas que no son evidentes, una que no comparto y tres que comparto con el texto desde mi particular mirada de cientÍfico social, antropólogo y filósofo. El punto que no comparto es el uso en el libro de las expresiones provenientes de Guillermo Bonfil


Las miradas de rm anmqrólogo

del "México imaginario" y el pmfundo". Ambas nociones, por el contraste, son muy ¡*osas y tienen gran potencial histico, es decir, para interpletal hnenos. Además vienen al caso Ed libro, pero, en mi opinión, en d fudo, Bonfil estaba equivocado t flr aproximación a Ia cuestión H[lena y nacional, idealizaba no a d sentido posible, necesario ¡p msciente de, por ejemplo, la msmrcción de un tipo weberiano, ún en el sentido de que su visión

La aproximación forma parte de un

m

comunidad.

estaba, como Ia de María Eugenia Sinchez y Eduardo Almeida, pegada ela situación real de lo indio.

EI debate sobre el punto se ffiuentra en üversos autores, como HéctorDíaz Polanco. Y lo que resalta en la necesidad de una visión de lo indio como real, camhiante, dil'ersa, en parte criticable, producto de una sociedad ya estraüficada en ocasiones y que reqúeren un apoyo er<terno

lo mismo que una batalla por denüo y de los

democrática

propios grupos étnicos. En la crítica se resalta además el papel crucial de

lo colonial que

Sánchez

y Almeida

analizan. En cuanto a los tres acuerdos no enidentes, los primeros dos asuntos traftm de epistemologÍa eI tercero de un asunto metódico En Io epistémico las veredas de la incertidumbre, relaciones int erculturales y supervivencia digna es tn

texto que supone no una relación sujeto-objeto sino una investigación suj eto-suj eto. EI investigador modifica, interviene en el proceso intercultural que investiga y toma partido mucho más aIIá de una observación participante e incluso de Ia investigacion-accion típica. Hay un diáIogo investigativo, pero no ingenuo, se reconoce la jerarquía y se busca Ia coalición intercultural.

enfoque vinculado a

y otros

lo

que Morín

autores llaman "ecología de Ia acción". Es una perspectiva que me parece profunda y valiosa, construida desde la sinergia,Ia dialéctica y Ia multilinearidad. El texto se sitúa, en ese sentido,

en la esfera de Ia incertidumbre, de la indeterminación, del involucramiento del sujeto investigador como pafie del sistema investigado y desarrolla una estrategia de inserción, de implicación con una

El segundo asunto epistemo-

plinario. En cuanto al método, el torto se gestó en largos años de uabajo. Sin embargo, los autores no extraen de ellos consecuencias metodológicas y creo que ellas son importantísimas-

Nosotros, en el Council of Human Development, hemos reflexionado

acerca

disciplinario:

un

psicóIogo social

y una socióloga. Forman parte de un equipo más amplio integrado por diversos especialistas. Además, construyen la interdisciplina entre académicos y no académicos (campesinos, curanderos, etc.) Que manejan saberes de acción. Los autores avalan la perspectiva de Charles Taylor (en Modernidades, una interpretación geohistorica) de

que el análisis actual de la realidad demanda enfoques geohistoricos.

EI enfoque de Almeida y Sánchez es en realidad, además, antropológico y económico, y consideran lo biológico.

El entramado revela que

la

promesa del siglo XXI está, al menos enbuena parte, del lado de los inves-

de

Sistemas Dinámicos. Y creemos que estas perspectivas metodológicas son las que deben ensancharse. Con

ellos, Ias investigaciones sociales pueden trascender 1o estnrctr¡¡al y funcional p¿üa acenc¿rrse a rm estudio dinámico.

La reflexión

Iógico trata de las relaciones entre las

ciencias desde una perspectiva que es particularmente importante para la coordinación de Ciencias Sociales y Humanidades donde laboro. Los autores del Iibro son eqüpo mu-lti-

de eso en Ia Teoría

generalizadora

es que la perspectiva cenrada en eI dinamismo, en los prrocesos y cambios, no puede hacerse desde las técnicas de cortes parciales esporádicos. Ia dinámica requiere la multiplicación de l,as muestas y el cambio de enfoque dd estado al movimiento, de la esrurttra rcsultante a la organizmión generdora Iá constante intervención e irn¡estigación permite ad€mas de apreciar el cambio, la captación d€ l,a tomlidad social y no sólo de los elemcntos aislados. Así, lo antropológico, que suele carecer de miversalida4 alcanza una perspectivir glúal a través de la mirada de confimto, de la atención a los ncrros y a las üimsformaciones. Los estudios sociales dinámicos

son, por supuef¡to, más compli-

cados y más prolongados -en este caso extremo, de 28 años - pero en definitiva pamiten la comprensión

y

sólo Io social sino también el conoci-

sohrción de problemas que las perspectilas estaticas, de cortes periódicos, de anáüsis de sólo esmrcftlras y de componentes parciales, no permiten. Aunque no se descuidan los componentes del

miento natural, y que combinan el saber comunitario y el saber disci-

sistema cultural, como por ejemplo, al describir la función de Ia iglesia,

tigadores y/o equipos de investigación con formación interdisciplinaria de segundo grado en un doble sentido, es decir, que combinan no


Peüo Reygadas Robles Gil

la presidencia, la pila y la plaza en la comunidad de San Miguel. O al describir el fogón, el altar y el radio en el espacio domestico. El siglo )oO parece destinado a

abrir paso a perspectivas complejas como las que nos abren las veredas

de la incertidumbre, sólo con

el

sustento en ellas podremos caminar por las pistas de la supervivencia colectiva digna. Si es que podemos todavÍa superar no sólo la marginación, la explotación y la exclusión

sino también

el desencanto,

barbaries inéditas

las

y la "desmoder-

nizacion"

disociadora-degradante

de la economía y la culrura. Ojala y el texto sea fermento de pensamiento y solidaridad no sólo para San Miguel Tzinacapan sino para San Luis Potosí.

Hay que tomarse en serio al sujeto y ahondar en la visión compleja que comporta atender nuevas perspectivas acumuladas en los últimos años: las relaciones microfisicas de poder igual que la globalización en escala macro; integrar clase, etnia y sexo-genero; comprender la razón lógica y la

perspectiva emotiva; centrarse en la acción y estar abiertos a lo indeterminado; integrar saberes; movernos en nuevas perspectivas metodológicas.

Gracias

a

todos

y

gracias

los autores por compartirnos

a

su

experiencia. Gracias a la comunidad

de San Miguel Tzinacapan.

Nos

muestran, paradójicamente, que la

utopía que han debido abandonar se renueva, porque como decía Sergio Ramírez, la utopía sirve para caminar, aunque -ahora agregamosla vereda es siempre incierta.

j

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j


COTA,'BORADORES

X)NIFACIO BARBA ,/ Profesor del Departamento de Educación de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, México, ymiembro del Sistema Nacional de Investigadores y del Consejo Mexicano de Investigación Educativa, A. C., en el que ha sido

vocal y miembro del Comité Consulüvo- Obtuvo la Licenciatura en Ciencias de la Educación en la Universidad de Monterrey y d Doctorado en Educación Superior en la Universidad de Guadalajara

/

Licenciada en Pintura y Profesora Superior en Artes Plásticas, egresada de la Escuela de Artes. Facultad de Filosofía y Humanidades. Universidad Nacional de Córdoba. Ha coordinado talleres de plástica con diversos

AD,¡DREA FELDMAN TEICH

grupos humanos: Niños, jóvenes y adultos. Ha trabajado con jóvenes con severos trastornos de la personalidad (psicosis), jóvenes con síndrome de Dorm y niños autistas El eje de su trabajo profesional (artístico y docente) gira alrededor de símbolos arquetípicos presentes en las diversas culturas como una manera de rescatar valores fundamentales y esenciales del ser humano. Ha realizado exposiciones indiüduales en Argentina y México Y colectivas desde 1989 en Argentina, Paraguay, España, Méico, Inglaterra, Panamá.

nAYMUNDO GARCÍA GARCÍA / Doctor en ciencias polÍticas por Ia UNAM. Profesor-investigador de la maestría en ciencias políticas de la FDy CS de la BUAP, es miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Autor de varios libros sobre el proceso

electoral y el derecho electoral en Puebla F-s articulista de varios diarios nacionales ymiembm del consejo editorial de Caja negra- Rettis/ra de Ciencias Políticas y Humanidades de la FD¡IS de la BUAP.

/ Doctor en sociolqgía por la Universidad Libre de Berlin- hofesor-im¡estF gador del Instituto de Ciencias Sociales y llumani-

JORGE GÓNIEZ IZQUIERI)o

dades de la BUAP. Miembro del sistema Nacional de Invesügadores. Su ultimo libro es l-os ca¡ninu del racismo en México. Autor de varios artículos y capírulos de }ibros en México y en España.

,/ Doctora en filosofia por la Universidad de la Sorbona. Porfesora-investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Autora de varios libros y artículos de arbitraje y circulación inter-

TERESA MARTÍNEZ TERÁN

nacional. Es integrante del Consejo de redacción de Caja negra. Revista de Ciencias Políticas y Humanidades de la FDyCS de la BUAP. HUMBERTO MORALES MORENO / Profesor-investigador de la maestría en ciencias políticas de la FDy CS de la BUAP. Fxcoordinador del posgrado de Ciencias Sociales de la Facultad de Filosofía de la BUAP, ex asesor de Documentación y Análisis de Ia Suprema Corte de Justicia. Autor de varios libros y artículos sobre historia política de México en eI siglo )(IX. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

@


CoLaboradores

MIGUEL ÁNCET PÉREZ MALDONADO

ciencias políücas

/

MACSTTO CN

por la FDy CS de Ia

BUAp.

Exsecretario general de la UDIA de puebla. Exsubdirector de la reüsta Rer,rrelta de la UDIA. premio

Nacional de poesÍa joven Gutierre de Cetina. Actualmente se desempeña como agregado cultural de México en Nairobi. Es miembro del consejo de redacción de Caja negra. Revista de Ciencias Políticas y Humanidades de Ia FDyCS de

lítica, fitndador y director de Caja negra. Revista de ciencias políticas y humanidades de la BUAp.

Fundador y coorünador del Foro Latinoamericano de Educación Intercultural, Migración y Vida Escolar de Cuetzalan, Puebla (sexta edición en 2009). Su último libro es La educación básica como derecho social fundamental. escuelas, recursos y estudiantes indígenas 2000-2005 (2009).

la BUAP.

Úcron

/ Esrudios de maesrría en ciencias polÍticas en la maestrÍa de la FDyCS de la BUAP. Exdirector de El Universal de puebla y Tlaxcala. Director del periódico e-consulta en los estados de Puebla, Tlaxcala, Oaxaca y Veracruz. Premio nacional de periodismo 2007. Es autor de varios libros y artículos sobre la política en puebla y miembro del consejo editorial de Caja negra. Revista de Ciencias Políticas y Humanidades de la FDyCS de la BUAP.

RODOLFO RUIZ RODRÍGUEZ

MANUEL REyNoSo

,/

Maestro en ciencias

y doctor en sociopor logía el Colegio de México. Profesor-investigador de la UDLA de Puebla. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Autor de varios libros sobre la historia del pAN y articusociales por FI-{CSO México

lista de El Universa], exconsejero ciudadano del IFE de Puebla y miembro del consejo de redacción

de Caja negra. Revista de Ciencias políticas Humanidades de Ia FDyCS de la BUAp.

y

ÁuCEf RODRÍGUEZ ,/ Maesrro y candidaro a doctor en ciencias políticas por la IINAM. profe-

MIGUEL

sor-investigador de la maestría en ciencias política de la BUAP. Coautor del programa y fundador de

maestría en ciencias políticas de la BUAp, autor del programa de licenciatura en ciencias política de las BUAP, cofundador de la Reüsta Metapo-

/ Doctor en filosofía por la Universidad Católica de Lovaina. Decano de la Facultad de Estudios Generales de Letras de Ia pontifica

FIDEL TUBINO

Universidad Católica de Perú. Coordinador de la red internacional de estudios interculturales. Autor de varios libros e innumerables artículos sobre interculturalidad y multiculturalismo en América Latina y Europa.


Suplemento de Caia Negta

ยง


Á,*,, H*

De volver a

sf Jp .e-§s.s.,r &#&§.l y&u É"§lypp df

Est vus

l¿

§fillame al conseil

lu

cruzadas de

luchu

Por los setecientos millones de personas que Se mueren de hambre cada

üa

Oh ya veo que al son de tu flaua assené

se

unirán los ratones

Y los gatos y los penos y los que venden su p,elo Y los que compran comida pua peros

chanson de Guillaume v. 1098

Y nunca tuvieron pero

F¡trís hasa los huevos de este mundo moderno

Se

staf dt paenas tine werboohing

Big Siaer oh Tom Eifel d

unirán los cardenales y los obispos y los curu

De Notre-Dame y elJorobado y Esmeralda Y Mickey Mouse también

Estn man¿n¿

Oh sólo aamos esperando una palabn tuya pan leiantamos Desloc¡liza¡on las tumbas

De la c¿ma: te prometo llegu

Y ahora hay miles de c¿dáveres haciendo de mimo para turistas

Mienuas los jacobinos

se

ürgen al matrimonio

E induso más dlá si hace falta

hacen el muerto floando sobre el Sena

Yo me veía cantando por los furabales de Puís esta canción Y los vivos atraviesan

Y esaba solo

los puentes tan rápido pua llegar los primeros

Tan solo

A que el Minotauro les convierta en empleados del mes

Que sintonice a Carla Bruni por cuestiones de audiencia Pero entonces ni yo ni mi sombra seguíamos allí

¡Encantadora Circe!

En tan sólo 30 segundos les haces Hipotecar su añorada isla por un estudio en Marina Y nosotros

qu morimos d¿ aiair un

Y yo me decía Guillermo ya

D'Or

y un trm

bjanos bs unos de lts

Vino Martina vino Helena y vino Zaida Vino mi hermano üno mi madre y mi padre

d¿ ncrcancíds dproaechd

Incluso vino Apollinaire porque le había robado

hs raíhs

Elfuego de sus obras completas edición I¿ Pléiade

Y nos quedamos en los andenes esperando todavía

Y como tenía miedo les conté Ia historia

Ni siquiera los muenos vendrán en nuestra ayuda Joseph

De un banco que bordea tan rápido

[a tiena

Ignaa Guillotin: alega estar guillotinado

Monsieur Danton:

se la come a

Ludcy Luke y traicionan

Monsieur Mirabeau; ahora

que nunca ha visto ponerse el sol

a sus

Hermanos

Monsieur Marat

hora de que vengas

Y vinieron todos los que yo amaba

Otros Tbndrenos naesnos braz,os

es

p"§*§*§

es

un puente donde

es una estatua en la Place de la

se

$ vry $'sÍ,*ry{ryrxs /srf/# d-#$,S d

llora el pasado

d $,&1 &W

Conmrde

"Muse qui tiens les sommets de Puanse

Oh ni Bmediao )(VI sóh tú contintin luchdndt

Guide ma langue, et me chant la race

Boquiabieno dejaste al monaguillo al comprobarlo:

Des ro¡n FranVoys psuz de Francion

"Habcmus paparn et non papisnJaann:

Que duos habet et bene pendentes" (o lo que

§,WWW

es

Enfant d'Hector üoyen de nation"

lo mismo: "qué

Piere Ronsud,

huevos tienes")

o La

Franciade,

Dadme fuerru, Oh inmemoriables Musas que en los áticos

Oh tú Benediao X\y'Ies ya hora

2


Idr*A fantásticos, simpático Hijodeputa dd gobierno democrático Franas le denego la Diplomatura en Diplomáticos

De la torre Montparnasse habiúis Para

Si a la Gran Juana de Arco

a precios

I¿ habéis quemado üva en el fogón

cantu la cólera de Guillermo el día en que un

Por declara¡se Enviada del Gran Dios Sin adjunar los documentos que lo corroborasen

Por motivos burocráticos

Dadme fueuas, Oh Musas, y dad un

Qué no huéis con un pobre español, Oh vecinos Gabachos Que nos acusáis de llegar a casa c¿da noche borachos

lanzallamas llamas

Porque os juro que en Francia habrá más

Que en los Andes (y CIo que de

llamas)

Oh

Porque os juro que ya Cabreado estoy que

más

Aquila cuando

De

casa ya amos de las llamas

De

casa

De

Patroclín

Gabachos Blasfemos

Siempre fuisteis el peor azote pua nuestro pueblo:

por un me quitaste allá

esas

Tioya amas

Vinieron de Suecia miles de Suwos

en

Mascróa Gloriosamente ya niños ya

Oss arepentiréis,

Sólo por haber llegado a casa cada noche borrachos

llama los Andes porque andan bien

se

Y no nos tocaron los huevos

paju

Vinieron de Godia milCI de Godos

Yhabh alegrhpara todos

Oh Gabachos, de haber salido de

(Edad doradaque ya Bunuel

glorificó

l¿sc¿ux

Yvino de Francia un solo Franco Ytodos al baranco

Cuando no os colonizaban estís gentes de color Negro y erais tan blancos y

an limpios que dabais

Aunque pronunciuais igual de mal la letra

R)

resplandor

Oh Fnncos seguid tirándonos la frua Pero no nos enviéis más hijos de Fra¡cia

nacido nacidos Porque de bien nacidos es ser agradecidos Yya agradeció vuestro Ronsud el haber venido Os anepentiréis, Oh Gabachos, hasta de hacer

Ya nos quiso imponer Napoleón

(Nacimiento, por cierto, de bien

A su hermano Espinete Pero supo que sería peor

Dejarnos a Fernando el Siae

Por vía recta

De dios como

demuestra

Que vuestro RH sea mucho más que

Y

positivo)

a nuestra

uistocracia

Oh duquCIa que fuiste joven Y jugabu con Goyas

extático ofimático, el tínrlo de Diplomático

Os arepentiréis, Oh Gabachos que en el

Aún temes que de Francia

Monte Sanaí recibisteis el don

Resurjan y te roben

De no haberme concedido

las restantes joyas

Y obligume

a ser ahora tan

Para espanto de

poquito Diplomático

mi abuela y de

la Academia de

Bellu Letru

Costumbres

y

Pero has de sabei,

Que los primeros revolucionuios Fueron los funcionuios

francesa francesa Y como ella absolutamente sosa [a ley

Oh Duquesa que en los telediarios

Habias desde la era de los últimos Saurios,

es la ley me recuerda una filósofa

Que de la orden "Libenad

Más francesa que la tonilla a la

De su miserable

vid/

a los

praiüuios

sólo recibieion hasa "presidiarios'

Y, extrañados pero funcionuios, Fueron a l¿

Butilla a cumplir con

su deber

Si el Gran Vercingentorix

Galias Patria Por solicitula fuera de plazn Inmemorial Caudillo de las

Inmenso eror, Oh Duquesa, había que encontrar una cabeza de

Las denegasteis la Defensa de la

tutco Pero como en aquel entonces no habh ningrin turco

J


Tirüeron que cortiírsela al Rey

Y después de dos aios entre seres automáticos

Y la c¿bez¿ también

Me dicrn que no puedo

ser

diplomático

Por motivos burocráticos

Oh Duqueu, no quiero que te pongas tan triste

([a Duquesa

Oh Duquesa, ni que

está triste, la Duquesa esá pálida)

eres

mi unico apoyo

Piensa en todos Reyes que todavía existen

Mi

(Ia Duquesa estápáliü,la Duquesa

Piensa en el Rey del Mambo y en el rey de los ChistCI

Mi pastillita deAvecrem en la sopa Mi güinita amada entre los 6üos Mi uma de an sólo 2l gramos Mi número uno en los 40 principales

DelJueves y en el Rey de los Colchones

Elprincipio demiúrgico de este mundo

Yen los Dos Reyes Magos y en Muebles Rey

Y

Piensa en el Re¡ de Suecia

1

en el

está triste)

\

de

Chi¡re

Piensa en el Rey de Holanda y en el Mozambique

Beatriz en el in6erno gabacho

a este paso

ambién el final

Y en la familia Presley, Elvis e Isabel

Oh Duquesa, aTi, mi más mejor Musa Oh Duquesa, no quiero que tampoco te asombre

A ti, y sólo a Ti, desde la más desesperada de las desesperaciones

I¿ Dedaración Universal

te

de los Derechos del Hombre

DOONGO

Blanco pues estas cosas nunca son pan los pobres Por más que los Gabachos los defendieran sobre

[a propia sangre

de los pobres

Que los Gabachos me han jodido la üda Que se merecen ser quemados en el Infierno

Oh Duquesa, tú saba que esta gente

Que a falu de Infierno buenu son torras

Nunce fue buena con la gente de bien y de bienes

SOLICITO A qué vienen, Oh Gabachos,

esos Derechos del

Hombre

Como si ya el Hombre no tuviera Universalmente

Un lanallamas pua que arda Puís en condiciones

El Derecho de Permanecer en Silencio

ÁNantme, h 22-Man-2008 Y despues, Oh Gabachos, a qué vino la Comuna

Signe:

Mowieur Guilltrno Guilkume

De Puis como si en París no butua Como una Ola de nuestra inmonal Rocío Jurado que Dios tenga en su

Gloria

S 4

é v¡¿*n,add-*d,qf §,f-i'"§ t #'§'§ "§ /

L¡í

Á

s &'

fl Ld"d/Sd"d.d,-}

Siempre ese deseo, Oh Gabachos, de llamar la atención LlamémoslaTención, Oh Gabadros, pero cant¿d en Español

"Car vous marchez

Como el resto del Mundo, Oh Gabachos, no llaméis la atención

Ont besoin dé étre unis d'espe de lutter

Con vuestro franas de colegio privado

Pour expliquei le monde et pour le transformer"

sans

but sans savoir que les hommes

(Esta exhortación excluye a las fiancesas, daro CItá)

Paul Y por si fuera poco, nos anojasteis

«

fluud

Ia poaie doit avoir pour but

la vérité pratique

A la cabc¿a vuesuos más preciados sueños Y unos cuantos adoquines

I

En el 68 Y en el 69 que tambien ni conoces

Ya no crees en lo que digo y sin embugo

Oh Duquesa, Gran Historiadora de los Pueblos Salvajes

Todo lo que digo

es

rigurosamente falso

Tan falso como el amor de un uen de cercanías Y

ahoq Oh Duquca, dapues

(Sea

lo que

sea eso de

de antos siglos de Ignominia

Que abraza veinticuatro veces al día París

la Ignominia)

4

»


Idr*A Y usted que

Lo mismo que un tren de cercaníu Yo

sólo soy el hijo bastardo de una noc}e

Que cansada de esperar en la ventana lo montó con elceballo delpríncipe

Se

compleamente ilusionado

se queda

Y usted que se muere por entru bien adentro

Y usted que ya no puede volver atrás

uul

Buenos días mesié Guillermo Pase usté qué

tal está

Galopa, galopa, caballo del oeste

Esta noche tenemos

Galopa a todo ffote y no te pares

Suflé de sobornícolas debatiendo

Hasa que lleguemos a la tiena prometida ftands!(esto es ¡Sobre las raíca hegelianas del surrealismo

O me oigu gritar como una esclava del Demonio

Verídico) Galopa galopa, caballo de los

Y tú que te imaginas antidisturbios jubilados

díu

Venüendo adoquines

Galopa a todo üote y no te pues hasta

Que

me destro«.s las

Del68

entraías

Con garantía cenificada ante notario

O me des un hijo como el sol Pero salí yo, que soy castaño

Y el uen, que

es

Yyo que me imagino cómo sería la playa

de cercanías

Ya es tarde para reclamaciones

Bajo los adoquines

Y las palabras sólo son mentira

En el 69 Si hubié¡amos ganado la batalla

I Hoy los muenos

se

cueotan pot millones en París

Igud queso fuera un buire caroiero

Son ellos los que celebran el 14 de

Planeas por París cuando París no es más

Y ues colorines

Que el viejo cementedo de un continente v§o El paraíso adonde van los gusimos cuando mueren

Ni uno más

julio

Con fuegos de artificio

O cuando quieren viür la vida bohemia En ninguna nación Hay un día nacional que nos recuerde

Una nueva estación de cercanías Surge con cada nuevo

entiero

Y un nuevo foco apunando

A

veces

uno

se pone melancólico

Hacia la tone Eiffel

A

veces

uno

se pone cementerio

Es inevitable

Aquí la luz

es

Y entonces cantas

como la pism de un circo

u

Hay equilibristas con un muerto en cada mano

Como un Pienot triste canciones tristes de

Domadores de muertos todavía rebeldes

Que te hagan acordarte un poco menos de lo que nunca fue

Payasos que hacen reír a los

tierua

mueftos Y entonces canto Como un marsell& fi¡rioso canciones fruiosu de mi

Al especdculo de hoy

tiera

LA DESTRUCCIÓN CARIESTANA

Que me hagan acordarme un poquito más de lo que todavía

DE LOS CATETOS INFMCCIONATES

puede ser

Lo anuncian en los neones de todo Montmartre Puen y piensen no lo piensen y pasen ya

A la fre¡ca caroña 2

xI

e la

En los disturbios de

lu afueru

De Puis nadie

por qué laVrgen

sabe

Del Pilu no quiere ser francrsa Ni por qué quiere ser capitana

curoña fraca

si viene usted solo

De la tropa uagonaa

5


Á,,,.,

v

ilI Arde Puir

Malos tiempos pua la épica

Como si fuera sanJuan esa noche

Afirma

Ha quemad las fotos de una batia inaguantable

Citando afuistóteles olüdando a GolpCI Bajos

k

Monde en su versión diaria

Yen todo momento sacando de la tumba a Camus Ya no seré más el Si soy

Hijo

elAngelCaído

de las Tinieblas

es ya

hora de levanmrme

YYo que me ügo Viva lugo tiempo la muerte de la épica

GdaAudi

es

Y

lo ve todo por Ia televisión

san Jorge

la boca de un dragón multiforme

Que a nadie

Ni siquiera

se le ocurra hablar en

mi nombre

a mí mismo hablar en mi nombre

Qué cosa tan fea y qué falta de educación

,{¡de Puís Son malos tiempos para la épica Tormentas de fuego en los suburbios

Y pua la lírica y la dnmática

Sombrillas en lo alto de la torre Eiffel

Y en geneial

De

las

es el

Apocalipsis

esdrujulu y de las buenas costumbres

Somos nosotros quienes contenemos vuesua basura Y hace ya tiempo que no nos quema \nrestro daprecio

Yyo que me digo

Dacenderá el G-7 de todos los Apocalipsis

Ay

Demuiadaes la luz para un simple suburbio

Aquello sí que era un gran hombre

si volviera

Chula

de Gaulle

Si volviera la República o Robespiere

fude Puis

O si los Pegamoides

Y ten cuidado

Vivimos en un mal tiempo para la épica

Que si miras el fuego

a los ojos

Puedes mearte en la cama en

Habría que uumirlo de unavez

ata noche de san Juan

Es un mal tiempo un tiempo

Dicn

honible

que lloverá en Semana Sana

fude Puis Una

El Sacrosanto y Elecm Presidente Invoc¿ A la República y

a san Pedro y

lluviaüolenaydula

Como los ojos de un niño ahorcado

alfucíngelsan Miguel

Como la sonrisa de un niño ahorc¿ndo

Violena y dulce como el amor Oh vosotros pecadores de los suburbios Yo os maldigo a vosotros y a \n¡esuos hijos

Y

a los

Irjos

hijos de vuestros hijos

a

V

uder pua siempre

de la ciudad y de las zonas residenciales

Cada vez que abría la puena Desaparecía de mí

ponal

Pasó la muerte de azul con la guadaña

[a persona que había

Y con una metrall eu,K-47

Abieno elgrifo

fudíaPuís

Animales mitológicos

Abriendo

sus paraguas

Pero el fuego ya se ha extinguido

Despedazaban los espejos

Yvolvemos

Tiansparentes de mi baiera

a ser todos

muy felicCI

6


Y que del encuenüo nació un muñeco tan triste

Tiraban la sal por el váter Y creían haber llegado al

mu

lloru

Que hace

a los

niios

de todas las edadCI

Yo me dedicaba a abrir las ventanu

Yyo que extraño tanto a aquel Nuanjito amuillento

Imaginando que abría alguien

Que un día no quiso subirse al tren y que ya nunca más

Que pasuía con un barco Pua decirme adiós

ilI

Y Dios en la cocina

Era yo

Cantando

Erayo y mi familia y mis amigos

las saetas tristes

Erayo y mis amigos y Claudel

Que le había enseñado un Centauro El día en que hirieron su pobre corazón

Era yo y mi familia y mis amigos y Claudely la vecina del quinto izquierda que me pidió prestado su libro (y que no me lo ha

Y las agujas de mi reloj apostaban los años

devuelto todavía, por cierto)

Aver quien llegaba antes al número doce

Era yo y mi familia y mis amigos y Claudely la vecina del quinto izquierda que me pidió prestado su libro (y que no me lo ha

N

devuelto todaüa, por cierto) y el niño que le enseñaba sus órganos genitales masculinos durante el recreo Era yo y mi familia y mis amigos y Claudely la vecina del quinto

Los trenes de cercanías son los tentáculos de París

Izquierda que me pidió presado su libro (y que no me lo ha

A

veces paso de

Y desde dlí Pero no hay

devuelto todavía, a ver si te das por enterada) y el niño que

Villeneuve y üego hasta Montgeron

se divisa

le enseiaba la polla (abreviando) y el cantante chino del

todo París bajo mis piCI

que se enamoró (mi vecina, no el niño) comiendo rollitos de

ni rasuo del monte Geion

Ni un solo rastrojo lo recuerda

primavera Era yo y mi familia y mis amigos y Claudely la vecina delquinto

Yyo lo echo de menos lo mismo que un Fauno

izquierda que un versículo después sigue siir haberme

Al que expulsaron de Versalles mediando la palabra

devuelto el libro (a ver si te pasas por casa y te olvidas del cantante

A veces cuando compro una baguette toda blanca y pulida Lo que echo de menos

es

polla y el puto círntante chino y la camarera que le sirvió (a

al dios Pan y a su cohone

De Ménades furiosu que tan poco

se

chinoyyade puo...) yelniñoque leenseáaba la

mi vecina) y su hija (de mi vecina) y su compañero de clase (ignoro si le enseña el pinrlín) que ahora

parecen

es

alumno del niño

Exhibicionista (a¡ el tiempo) y un bielorruso que no conozco

A mi humilde y repeinada cajera de Auchan

¡

en

fin.

Y yo que echo tanto de menos a la Medusa

E¡a el mundo entero

Y a sus tendculos de serpientes furibundas

Lo que pediste al pedirme que me entregara enteramente

Los tentáculos de Puís son los uenes de cerc¿nías

Porque yo no soy enteramente y sí no

es

a

ti

con e$e mundo que

Me rodea A vecrs puo de Villeneuve y paso de Montgeron Ypaso de Hendayayllego

Y mi nomb¡e

es sólo una palabra si

no la pronuncian los demás

h*tZangoa

Y enZarugonno me encuentro

La pena de tu Dios

ñaPan

Fue que nadie pudiera mencionar su centésimo nombre

N

a la Medusa

ni tan siquiera

Por eso no tenía principio ni tampoco tenía

A mi humilde y repeinada cajera de Auchan

Me recordaba Con lo que

a

mi me gusa el sol cuando

Y hace que mi sombra

Dicen que Zuagoza Fue elegida por Puís pua la Expo

7

fin

a las noches en Islandia

sea larga como

se

pone

un camino


Á,** Y lo mejor de este camino

es se

mueve cuando yo me muevo

Para que pudieras descubrir tu Tioya

Cuando alguien me llama, por ejemplo, y me dice ven aquí Y me hace probar

sus palabras a veces llenas de

A precios que nunca imaginaste

miedo

Llenas de dolor y de miedo ala üda

Y

es

que no

se

borar ingenuamente

puede

Elllanto de la mujer mís hermosa

Yyo que soy tan

egoísta canto por ellos

Que hubo sobre la

tiera

Canto por Helene y canto por Martina Canto por mi madre y por el bieloruso Canto por unirnos y He üsto que

las

es

que estamos

un

Ay Puis, si hubieras ofrecido la manzana AAtenea

solos

palabru pueden hacernos llorar

O

a

Heia

AaEva

Ytú

que me pediste

Que me entregan enteramente Ya había perdido la ürginidad Y

lu

ganas de

A te la hubieras comido tú a

ti justo cuando Pero tuviste que

encontrula

tomu la Bastilla

Ahora no me pidas que teng3 compasión

Quien ha mordido la dena conserr¿ su sabo¡ enue los dientes Quien ha probado lka sangre ya no podrri dimentane de agua

I

Crisalina y de miel Yo le doy una rama y ella vuela como un pájuo

Vivo en la tiera y no soy la única persona en e$e mudo

Y me envía postales de los lugares más lejanos En las que siempre

Mis labios son la muralla de una ciudad

dibuja un cemino

se

Que yo sigo sin pensado

Que no me pertenece Igual que si fueras un Schliemann de bajo coste

al fondo esui el mu, siempre el

mu

y ella siempre, ella siempre esperando Descubres lo que fue Puír cuando Pa¡ís hace ya tiempo

Mientras rompen

Que perdió la guena deTioya

Que buscaban una orilla desde tiempos de Homero

a sus pies

lu

olas

Por mayoría absoluta inapelable Y justo cuando las olas amenazan con ahogule

Aquiles, el de los pies ligeros

Ella

se

mucha volando como un pájuo

Y nadie sabría decir desde la

Abrió un McDonaldt en los Campos Elíseos

En que rama acabuá

este

tiera

vuelo

Y dos Stubucks en la Place de la Concorde Y es que no

se

puede robar impunemente

Cada vez que alguien me

El amor de la mujer más hermosa

Yo le digo que es muy

Que hubo sobre la tiena

preguna

fiicil enconrrarla

Que basta con subirse al cercanías Y ya no bajuse hasta la última parada

Pero quién iba a pensar que aquel caballo

Daba c¿bida a los gestores más feroces

Y

De todo el Peloponeso

La encontré sosteniendo el mundo

es así

cómo un día

Igual que si fuera una manzana

Quien iba

a

pensu que abrirían

Yla vida fuera un mordisco

La puerta a los inversores Especuladores Operadores

De bolsa Hasta que Tloya udiera sin remedio

8


Por un lamentable error las citás del ensayo "Octaüo Paz e Isaiah Berlin: libertad a contracorriente", de Miguel Ángel Rodríguez, fueron omitidas. Solicitamos a nuesffos lectores paciencia y cornprerrsión. Con esta fe de erratas, en la que incluimos las citas fugadas, pretendemos subsanái parcialmente nuestra grave pifia. 1.

2.

Roger Bafia, El siglo de la melnnalía. Textu Españoles y Nooohispanu nbre las enfermedades ful alm¿ México, Universidad Iberoamerican4 7998, p.37. El nacimiento del romanticismo literario en Méxicq según David Huert4 puede ser ubicado hacia 1830 con Ignacio Rodríguez Galvián y Femando Calderón. Mientras que para Manuel Calvillq prologuista de Paisaje delose Manuel Othóry es v¡álida la división politica que dibuja el destino del romanücismo vinculado al liberalismo gobemante y, por oha partg el dasicismo unido al conservadurismo derrotado, Daüd Huerta Osostiene la idea de que no es posible afirmar esta identidad. Escribe en ese sentido que "...varios conservadores recalcitrantes son escritores audaces e irmovadores, mientras que algunos liberales se ciñen rigurosamente a los cánones académicos de la preceptiva tradicional...La crític4 por otra parte, ha señalado la absoluta inoperancia del esquema que situa y clasifica a los escritores del )(IX en consewadoresdasicistas y überales-romiánticos." lo cierto es que el romanticismo nace con el afán libertario del México Independienie. Así, María del Camen Millián, citada por Huert4 esoibe que el romanticismo ha "...llegado a México a través de España y Franci4 debe entenderse como un movimiento no solo literario sino tambien ideológico que tuvo lugar en Europa durante la ultima parte del siglo XVIII y la primera mitad del siglo )0X y cuyo orígenes literarios hay que buscar en Inglatena y Alemania." Tambien destaca la observación de que el romanücismo "... adopta en Méfco más como una actiü¡d ante la üda que como una filosofía o un sistema de ideas respecto al mundo y e1 hecho oeador." La llamada Academia de lntran y el Liceo de Hidalgo después son los principales traductores y promotores de la literatura y el pensamiento romántico inglés, alemrín y franés. ]ose Luis Mariínez, referencia obligad4 escribe que más de 100 revistas, la mayoría con temáticas del romanticismq pueden ser ubicadas durante el periodo que va de 7837 a7875. Cfr. José Manuel Othón, Paisaje,lJNA\[,1994, pp.V-)CffII (prólogo de se

3. 4. 5. 6. 7. 8.

10. 11. 12.

Manuel Calvillo) y Cumtu Románticos, UNAM, 1993, pp.V-XWI (prólogo de David Huerta). W.l. Goethq F¿Lsfq primera parte, "La noche", citado por Francisco Gil Villegas en Los profetas y el mesias. Luhács y Ortegn como precursores de Heidegger ar el zeitgeist de la moderuidqt (19UL1929) FCE/Colegio de Méxicq Méxicq 1996, p.15. Isaiah Berli+ Pensadora Rusos, Méúco, FCE 1985, pp 356-358. Las cu¡sivas son mías. Ibid. p.360 Michael Ignatie{, Isa iah Berlin. Su oída,España,Tawts,1999, p.48. IsnahBerlim, Conceptu y utegorías,Méxicq 1983, p. 41. JotmGtay, lsainh Bulin,Yalencía,7996, pp.767-275.81 ultimo capítrlo del libro nos ofrece una buena aproximación al estado del debate achral en tomo al liberalismo del pensador ruso-inglés. IsaiahBerlin, El seztído del¡realidad. Sobrelasifuasy suhistoria,España,\tarus,1998. P91. Octavio Paz, If inerarí0, México,FCE, 194, p.16. Ibid. p.16. Manuel ]osé Othón (1858-1906) no es uno de los poetas mefcanos del )ÍX, es la más profunda vocación romántica de la centuria ( En el sentido de voz irrenunciable. La primera piel). Othón nos legó el Himno fu lw buques y la Noche rústiu d¿ Walpurguis qrcbastarían para la trascendencia del poeta. Son la soledad creadora y la Naturaleza los hilos que tejen el destino del escritor potosino. Confesión de su romanücismo son el aleiamiento de la plaza pública y sus cantos a las voces del bosque. El inicio de los Himnos es revelador: En este suegadn ryartamimtolbju de cortesanns ambicionesllibre curn dejando al pensamientol quiero escuchar susutros unciones. No desenton4 ni en sentido ni en bellez4 el final del primer soneto de laNoche rústica,.qrc invita a platicar con las üdas de la noche prohtndaVenus se prendt elluminonbruhe..lSube al agriopeñón, y oirás unmigollo que dicmbs cosas enla nache.Enpalabtas de Alfonso Reyes es el "... lejanq dishaído y exático... - pero por encima de ello nos dice el estudioso de Goethe - Es el clásico. En la historia de poesía española es, al mismo tiempo, una voz conocida y nueva. Su verso tiene, iunto a las reminiscencias de Fray Luis, ecos de Baudelaire. Aprendió en los maestros definiüvos, no en los vanos dioses de la hora; hizo, como quería Chénier. versos antigpos con pensamientos nuevos." Cfr. Alfonso Reyes, Ruben Darb n México, en Obras completag México, FCE .,1980 (primera reimpresión), tomo IV, p. 301-315. Ibid., p.555 Alfonso Reyes, Goetfu y los reoolucionu, en Obras umpletos, Méxicq FCE., 1993 (primera edición), tomo XXVI pp.199-203.

!

13. 14.

15. Alfonso Reyes, La rcotción contra Goetlu, fbid,., p.%). 1.6. Octat¡io Paz. Memorias y Palabras. Cartas a Pue Gimt'mer.Ed. FCE,

Méxia,

1999, p.370.

17. OctavioPaz, Obras.., Tomo XIII, p. 155. 18. Un acontecimiento personal tal vez sea el antecedente que explique, de mejor manera, el espíritu oítico que Paz moshó en España. Imposible no recordar qug a principios de 1937, el escultor de -Piedra de Sol- había sido invitado a una "ceremonia de iniciación" con los Co¡r tunpuótuos .Enesa reuniór¡ a la que asistieron Xavier Villaumrti4 |orge Cuest4 Bemardo Ortiz de Montellanq Jose y Celestino Gorostiz4 SamuelRamos, Ocavio G. Barrer4 jaime TorresBodetyEnrique Gonziá-lez

Rojo mtre ohos, le adürtieron en tomo

a las contradicciones manifiestas entre sus opiniones políticas y sus gustos poeticos. En esa reuniór¡ nos dice Paz, "Se habló de las opuestas ideas de Goethe y Valéry acerca de la Íaducción poétic4 perq sobre todq se habló de Gide, ei comunismo y 1os escritores...Todos eilos eran parüdarios de la República; iodos también estab an el conia del mgagemenf de los escritores y aborrecían el "realismo socialista", prodamado en esos años como doctrina estética de los comunistas." Cfr. Octaüo Paz, México en l¡ obra de Octat¡io Paz. Generacianes y semblnnzas, T.il. Fondo de Cultura Económica, México, 1987, pp.f6A3. 19. OctawoPaz, La oha ooz.Poesín y fin de siglo,SeaBotal,Barcelon4 199Q p.56. 20. Bueno es aquí prevenir que cuando me refiero al escepticismq lo hago tomando en consideración la advertencia de Ortega y Gasset al respectoi es decir el hecho de que en el mundo contemporiáneo nuizá más ahora que nunca- esa definción ha quedado desgastada por sus usos y abusos. Enle admirado e indignadq el filósofo español esoibe que " ¡A cualquier cosa se llama escepticismo! ¡Como si el escepticismo pudiera ser un estado del espíritu congénitq esto es, regalado, con que uno se encuentra sin esfuerzo previo de su parte!" Remontándose a Greci4 para alumbrar sus raíces, nos describe lo incómodo que resultaban los escépticos. "...eran unos hombres terribles. Terribles, no porque ellos "no creyesen en nada" - allá ellos- sino porque no le deiaban a usted viviri porque venían a usted y le extirpaban la creencia en las cosas que parecían mas seguras, metiendo en la cabeza de usted como buidos aparatos quirurgicos, una serie de argumentos rigorosos, apretados, de que no había manera de zafarse. Y ello implicaba que previamente esos hombres habían ejecutado en si mismos la propia operaciór! sin anestesi4 en came viva -se habían concienzudamente descreílo ... Ya el filósofo era un hombre de extraordinaria capacidad mental y moral. Pero el escépüco 1o era mucho más, porque mienkas aquél se extenuaba para llegara a la verdad éste no se contentaba con esq sino que seguí4 seguía pensandq analizando esa verdad hasta mostrar que era vana. De aquí que iunto al sentido básico...resuenan en la palabra griega connotaciones como 'trombre hiperactivo", 'treroico", pero con mucho de "héroe siniestro", "incansable" y, por lo mismo "falgante" , con el cual "no hay nada que hacer". Era el humano berbiquí". Esta larga cita corresponde al tercer pensamiento

que Ortega dedica a "El pasado filosófico". Cfr. Jose Ortega Fondo de Cultura Económica, Méxicq 1977, pp.78-24. 21. Cfr. Emmanuel Kant, Filosofn fu la historia, 1a eüción y Gasset, Origen y Eílago de la flonfia, F ondo de Cnltura Económic a Méxtco, 7977, pp.78-24. 22. Cfr. EmmanuelKant, Filaofia de la historia, 1s ediciór! Colegio de México, 1941; 4a reimpresiór¡ Fondo de Cultura Económica, Méico, 7985,pp.76-77. 23. Aunque Taller y El Hijo pródigo son reivindicadas por Paz como eiemplos de la independencia de opinión que las publicaciones deben mantener, especialmente con respecto al Estadq confiesa como una "una falla moral y política" que ambas cayeron en el juego de no publicar ninguna oítica al régimen soviético. Cfr. Octaüo Paz., Sombra de obras, ka Barral. Barcelon4 la de, 1983; Méxicq 3¡ reimpresióry 1985,p.110-111.

24. El imperativo ütal debe leerse también en sentido Orteguiano; esto es, "región primaria y más profunda de nuestro ser". En zu "Alba de übertad" Octavio Paz escribe que '?a¡a un hombre de mi generacióry nuestro siglo ha sido un largo combate intelectual y político en defensa de la übertad. Primero en favor de la República español4 abandonada por las democracias de Occidente; después, en contra del nazismo y el fascismo; más tarde frente al estalinismo. La crítica de este ultimo me llevó a un examen más radical y riguroso de la ideología bolchevique. Desde hace más de treinta años rompí con el marismo-leninismo. Al mismo tiempq empecé a descubrir -mejor dicho: a redescubrir- la hadición liberal y demooáüca. E" ulCr" momento smtía ahacción hacia el pensamiento libertario; aún lo respeto pero mis afinidades más ciertas y profundas estiín con la herencia hberal".EnPequeñacronicade granles díos,FCE,Méyico,199Q p.167. También puede consultarse La ofia ooz ... hid,., p.57 e ltinumio, FCE., Tierra Firme, Méxicq 1993, pp.43-76 25. Ricardo Pozas Horcasitas, "La libertad en el ensayo político de Octavio Paz", en Vuelta, nún)37, agosto de 1997, p.32. Antes, el autor desanolló una rápida y concisa reflexión sobre el ensayo como género literario que, por su pertinenci4 aquítraemos a colación.Apunta PozasHorcasitas que "el ensayo es un producto de lamodemidad y, como tal, es un fruto literario problemáücq complejo y ambiguo fundado en la creatividad y en la reflefón individual (...) El ensayo...niega en su desarrollo la simpleza dogmática y la certeza infalible del credq visión reduccionista del mundo en la que se basan las ideologías toialitarias...Este género - nos dice- se construye desde el yo y en la responsabilidad de ejercerlo de manera frontal y no agazapada detras de "una verdad absoluta".

26. AdolfoCastañór¡"OctaüoPaz:laotrapoéticadelsurreahsmo",enFestSo:80añu dt Octaoio Pnz, ElTtczm de Virginia Ménco,1994, p.19. 27. Entrevista con Femando Savater. Cfr.Octavio Paz, Pasiin crítica, Selrr' Barua\ Biblioteca Breve, Barcelon4 1985, p.182. 28. Adolfo Castañór¡ Festejo: 80 añas..., Op. Cit., p.17. 29. Octatto P az, ltineraiu, Op, Cit. P.1.64



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