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ETTORE CHIAPPINI: UN LEGADO DE VALORES, AMOR FAMILIAR Y PASIÓN POR
from Constructiva 122
by CChC
LA CONSTRUCCIÓN
EN ABRIL NOS DESPEDIMOS DE DON ETTORE CHIAPPINI CHIARELLA, DESTACADO INGENIERO, CONSTRUCTOR, EMPRESARIO Y PADRE DE FAMILIA, QUIEN DEJÓ UNA HUELLA IMBORRABLE
EN LA INDUSTRIA Y EN AQUELLOS QUE LO CONOCIERON. PADRE DE NUESTRO CONSEJERO NACIONAL, GIAN PIERO CHIAPPINI, ESTE ITALIANO DE CORAZÓN CHILENO, DEJÓ UN LEGADO SIGNIFICATIVO EN EL PAÍS, LA REGIÓN Y EL GREMIO.
El 23 de abril, a los 90 años, nos dejó Héctor Chiappini Chiarella, destacado Ingeniero Mecánico, constructor, empresario y padre de familia, cuyo legado perdurará en la industria de la construcción y en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo. En honor a su memoria, en Constructiva quisimos recordar aspectos de su vida y obra, a través de los testimonios de quienes lo conocieron y de sus propias palabras, resaltando su carácter notable y actitud ejemplar frente a la vida.
“No sólo soy un italiano de corazón. Soy también un chileno de corazón”. Así se presentaba Ettore Chiappini, revelando sus sentimientos desde temprana edad, cuando llegó a Chile a los 7 años como inmigrante italiano con su dedicada madre, viuda de un oficial de la Fuerza Área Italiana, que encontró a temprana edad la muerte producto de una herida sufrida en batalla en las campañas italianas en el norte de África a fines de los 20 y comienzos de los 30.
A lo largo de su vida enfrentó adversidades y desafíos, convirtiéndolos siempre en oportunidades. Su trayectoria estuvo marcada por una profunda vocación de servicio y sólidos valores humanos, dejando una huella indeleble en todos aquellos que tuvieron el privilegio de cruzar su camino.
Desde sus primeros años en los Sagrados Corazones de Valparaíso hasta sus estudios de Ingeniería Mecánica en la Universidad Santa María, su calidad humana y profesional fue reconocida en todas las instancias sociales en que participó y las instituciones y empresas en las que trabajó.
Ettore demostró ser una persona de principios sólidos arraigados en su fe cristiana y en su amor por el prójimo. Siempre preocupado por los demás, dejó una marca profunda en la comunidad y, especialmente, en los integrantes del gremio de la construcción de la Región de Valparaíso, donde llegó a representar a Construcciones Aliter, una empresa socia, hace más de 50 años.
En una entrevista realizada por Marco Gambino en la Radio XKE -de la comunidad italiana en Chile- durante la pandemia, Ettore recordó sus primeros años en Chile: “Cuando llegué, era solo un niño de 7 u 8 años y pasé toda mi vida estudiando en el Colegio de los Sagrados Corazones (Valparaíso). Fue allí donde comencé a forjar mi camino en Chile. Aprendí los valores que me han acompañado a lo largo de mi vida: el respeto, la solidaridad y la perseverancia. Aunque al principio fue difícil adaptarme a un nuevo país, con una lengua y una cultura diferentes, encontré en mis compañeros y profesores un apoyo incondicional que me ayudó a superar cualquier obstáculo”.
Desde temprana edad, Ettore desarrolló una pasión por la construcción. Su interés por la arquitectura y la ingeniería lo llevó a reorientar sus estudios de Ingeniería Mecánica hacia este campo. Con esfuerzo y dedicación, y gracias a las circunstancias de la vida, se convirtió en constructor y comenzó una carrera en el sector.
Comprendiendo la importancia de la familia y el valor inmenso que tiene en nuestra existencia, Ettore valoró siempre a su esposa, Gloria Sanguineti, y a sus hijos, Carla, Gian Piero, Claudia y Daniela, “como mi mayor apoyo e inspiración. A través de los años, construimos una relación sólida basada en el amor, la comprensión y el mutuo respeto”.
La familia fue siempre el pilar fundamental en su vida. Desde pequeño, le inculcaron el valor de la unidad familiar y le transmitieron el amor por su país natal, Italia. A medida que creció y se desarrolló profesionalmente, Ettore nunca olvidó sus raíces italianas ni el amor que sentía por su país adoptivo, Chile. Se convirtió en un embajador de ambas culturas, fusionando lo mejor de cada una en su forma de ser y actuar.
Su amor por Chile se fortaleció a medida que descubría su belleza natural, su rica historia y su gente acogedora. Se sintió profundamente agradecido por las oportunidades que este país le brindó y decidió retribuirle con su trabajo y compromiso en la construcción. Quería contribuir al crecimiento y desarrollo de la Región y el país, dejando una huella positiva en la industria y en la sociedad en general.
A lo largo de los años, fue testigo de la transformación y el crecimiento de Chile, convirtiéndose en un lugar próspero y lleno de oportunidades. Se enorgulleció de formar parte de ese proceso, aportando sus conocimientos y experiencia para mejorar la infraestructura y la calidad de vida de las personas.
Pero más allá de los logros profesionales, su mayor satisfacción siempre fue brindar apoyo a quienes más lo necesitaban. Creía en ser solidario y generoso con quienes lo rodeaban. Buscó activamente oportunidades para ayudar a comunidades vulnerables, colaborando en proyectos sociales y contribuyendo al bienestar de muchos.
En resumen, su experiencia de vida estuvo marcada por el amor a su familia, el valor de la unidad y el compromiso con su país de adopción. A través de sus acciones y trabajo en la industria de la construcción, intentó dejar una huella positiva en la sociedad, construyendo no solo edificios, sino también puentes entre personas y culturas.
Chile le brindó una segunda oportunidad en la vida, una oportunidad para crecer, aprender y dejar su legado. Se sintió agradecido por todo lo que vivió y experimentó en este país y esperaba poder seguir contribuyendo a su desarrollo y bienestar.
Así fue la vida de Ettore Chiappini, un hombre cuyo legado trasciende su tiempo y seguirá inspirando a las futuras generaciones. Su dedicación incansable, su espíritu emprendedor y su amor por la construcción y la comunidad perdurarán en el tiempo. Ettore Chiappini fue un hombre notable, un constructor de sueños y un referente para todos aquellos que buscan dejar su huella en el mundo.
Descansa en paz, querido y admirado amigo Ettore. Tu legado perdurará. C