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Miércoles 30.11.22
DESTINOS
El lugar donde habitan los pumas Chile. El Parque Nacional de Torres del Paine es un mundo aparte en la Patagonia chilena. Un paraje en el que cumbres graníticas se reflejan en lagos rodeados de vegetación
G. MARTÍN APARICIO
E
l Parque Nacional Torres del Paine se encuentra en la Patagonia chilena, a unos 330 kilómetros al noroeste de Punta Arenas, una de las ciudades más australes del planeta y antigua colonia penal, asentada en la orilla norte del estrecho de Magallanes. Al otro lado del mismo se encuentra la insular Tierra de Fuego, un mundo de canales e islas en el que al navegante Fernando de Magallanes le llamó la atención la cantidad de fogatas que vio, de ahí que bautizara al lugar con ese nombre que quema. Al sur de este archipiélago gélido se encuentra la Antártida. El fin del mundo queda cerca de Chile. En ese inmenso paraje, lejano y tan difícil de habitar como de llegar, se asentaron indígenas de las comunidades tehuelches, cazadores nómadas que recorrieron las pampas orientales en busca de guanacos y ñandúes, alacalufes, quienes navegaron en canoas por los canales de la Patagonia occidental, onas, cazadores de las pampas fueguinas, y yaganes, quienes navegaron por los canales del sur de la Tierra de Fuego hasta el Cabo de Hornos. Después se asentarían inmigrantes europeos, tan desubicados como ávidos de hacer fortuna en una tierra en la que la suerte era no volverse loco por la soledad. Colonos que se convirtieron en vaqueros de la pampa. Una vastísima llanura que se extiende entre Puerto Natales y la isla Grande de Tierra de Fuego. Una tierra dura, parda y silenciosa, salvo por el siseo del viento, en la que no hay más que árboles solitarios, ranchos, millones de ovejas y pingüinos. A lo largo del tiempo, en esta tierra en la que diferentes grupos de
personas se han empeñado en vivir, se ha pasado de la supervivencia de las comunidades indígenas, a la ganadería y ahora al turismo de naturaleza y aventura.
UNA TIERRA MUY RICA En el Parque Nacional Torres del Paine la toponimia geográfica es una sucesión de nombres nativos y europeos que honran a un puñado de personas que lo vivieron y recorrieron cuando no era necesario declararlo Reserva de la Biosfera por la Unesco para protegerlo y conservarlo. Los glaciares Grey y Francés, los lagos Pehoé y Nordenskjöld y el valle Bader son un puñado de ejemplos. Otros, un parque a los pies de un macizo en el que sobresalen formaciones rocosas esculpidas por la erosión de los glaciares; los Cuernos del Paine, de roca negra, y las espigadas y graníticas Torres del Paine. Cumbres que se elevan sobre los mismos glaciares que las cincelaron y que las nubes ocultan. A ras de suelo se suceden lagos de aguamarina, esmeralda, turquesa, zafiro y lapislázuli, glaciares, icebergs, ríos, bosques poblados por árboles barbudos, por sus troncos cubiertos de musgo y líquenes y sus ramas retorcidas, y extensas llanuras sobrevoladas por cisnes de cuello negro, cóndores, flamencos, caiquenes y frecuentadas por liebres, guanacos, ñandúes, zorros y pumas. El ínclito huésped del paraje. A los pumas es muy difícil verlos. Casi mejor, por lo que pueda pasar. Sin embargo, la vista del macizo prístino y granítico casi siempre se puede disfrutar mientras se recorre el parque, a pie o en coche. Un punto de partida puede ser el Hotel Río Serrano, a