NARRACIÓN
LAS MIL Y UNA NOCHES
El lejano Oriente fue también la cuna de "Las mil y una noches", célebre colección de cuentos que nos abre las puertas de un mundo lleno de encantos y alucinaciones, narraciones de aventuras fascinantes que proceden de siglos diferentes y cuya redacción definitiva es posterior al siglo XVI. "Las mil y una noches" es, pues, una creación colectiva de árabes, persas, judíos y egipcios, que escribieron en un estilo popular, lleno de expresiones que no pertenecen al árabe clásico, y aún a veces haciendo uso de dialectos, como en el cuento de "Aladino y la lámpara maravillosa", que fue escrito en dialecto siríaco. Esta colección de cuentos que pinta poéticamente la vida de los hombres del Oriente, y, particularmente, la astucia de las mujeres del harén, es una joya literaria y una "caja de Pandora", que encierra las figuras más inverosímiles de la imaginación y la fantasía. De principio a fin, los cuentos están cargados de un enorme poder sugestivo, a pesar de que la historia se inicia con un rey, quien en venganza del daño que le causó su primera esposa, da muerte a las demás una vez celebrada la noche de bodas, hasta el día en que contrae matrimonio con la hija del visir de su reino, con la joven y hermosa Schahrazada, quien, para evitar su muerte, relata a su hermana Doniazada y a su esposo, el rey, los episodios de una historia que se prolonga durante mil y una noches -y no mil-, seguramente debido a las supersticiones que los árabes tienen con relación a los números enteros, misterio numérica que se conserva hasta nuestros días.