Agro y TLC

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Agro y TLC Camilo RodrĂ­guez Chaverri


Primera edición, San José, Costa Rica, setiembre del 2007

© 2007, Camilo Rodríguez Chaverri ventanario@yahoo.com Entrevistas y redacción: Camilo Rodríguez Apoyo en edición periodística: Evelyn Ugalde Revisión final: Rafael A. Rodríguez Portada: Pintura de Isidro Con Wong Diagramación: Paula Garro R.

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paulagarror@yahoo.com

Agro y TLC


Dedicatoria Para papá, primer agricultor de mi vida Para don Álvaro Fernández Escalante, mi segunda padre Para don Miguel Salguero, padre del periodismo rural Para mamá, de Cervantes de Alvarado Para doña Mayita, amante del campo

Camilo Rodríguez Chaverri

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AGRADECIMIENTOS Muchas gracias a Martha Castillo, Walter López y José Antonio Yock, quienes hacen posible este libro.

Camilo Rodríguez Chaverri

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INDICE

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INTRODUCCIÓN

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PRÓLOGO

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RO­ DOL­ FO RO­ BERT DE CÉS­ PE­ DES

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JO­ SÉ MA­ NUEL SA­ LA­ ZAR NA­ VA­ RRE­ TE

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RODOLFO BARRANTES RODRÍGUEZ

41

LELO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ

45

CAR­ LOS MA­ NUEL “MA­ LO” VI­ CEN­ TE

52

MI­ GUEL SAL­ GUE­ RO

60

HANS BUCHER

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CARLOS ODIO

83

CARLOS MANUEL GONZÁLEZ

94

DELFÍN ABARCA MORENO

97

ROMANO ORLICH

109

STEVE ARONSON

132

GIOVANNI MASIS

139 JUAN RAFAEL LIZANO 153

RAFAEL MEZA

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ULISES BLANCO

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ALVARO ALPIZAR

Camilo Rodríguez Chaverri

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INTRODUCCIÓN Soy hijo, nieto, bisnieto y tataranieto de agricultores. Mi papá tiene una pequeña lechería y una granja en San Luis de Guácimo. Mi abuelo sembró café y caña en San Rafael de Poás. Mi bisabuelo es uno de los pioneros de Pital de San Carlos. Mi tatarabuelo fue agricultor en Belén y en Poás. Crecí en el campo. Mis primeros años transcurrieron entre San Isidro de El General, Pérez Zeledón; Cervantes de Alvarado; Turrialba y Guácimo. Luego, mi adolescencia transcurrió en Guápiles, que es el pueblo con el que más me identifico desde entonces. Admiro mucho a los grandes personajes del campo y de la agricultura. Este libro es una selección realizada entre cientos de mis semblanzas a grandes figuras de la zona rural. Tengo doce años de publicar entrevistas a estos grandes personajes. Desde hace una década, estos personajes pueblan las páginas de El Guapileño. Hace un lustro, también pueblan las páginas de OJO. Y han aparecido en muchos medios rurales en que me he aventurado, entre ellos Viva Limón, Cariari vive, Viva Siquirres, Huetar Norte, Viva Turrialba, Cartago vive y Viva El Oeste. También, sus historias han desfilado por mis programas de televisión en Repretel. canales 4, 6 y 11; canal 13, canal 2, canal 14, canal 16 y canal 36, así como en el programa Panorama, de la Cámara Nacional de Radio; “De cara a la realidad”, en Radio Columbia; “Vía subterránea”, de Radio Nacional, y en una cadena de emisoras rurales que se llama “Eslabón 81”. He aquí las historias de vida de grandes figuras de la agricultura, la ganadería y la vida fuera de la ciudad. Este libro trata acerca de sus vidas, sus cultivos, sus ideas, sus planteamientos y finalmente la relación de todo eso con el TLC con Estados Unidos. Son historias edificantes, que muestran un gran esfuerzo, una lucha incesante, un trabajo insigne. Espero que las disfrute mucho. Camilo Rodríguez Chaverri, periodista y escritor

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Prólogo

Un cambio de actitud Oscar Alfaro El país es sacudido por acontecimientos que son parte de un nuevo acomodo planetario. Hechos inesperados, aunque contengan elementos deseados, provocan temor e incertidumbre. Sin embargo, esto es superable si no fuera por esa indiferencia que se sigue refugiando en ese fatídico “ me importa a mí”, sabia síntesis de un conocido comediante que continúa alimentando un individualismo que carcome esa solidaridad colectiva, siempre omnipresente en la historia del pueblo costarricense y ahora notamos su ausencia. La negación a llamar las cosas por su nombre y a reconocer nuestras propias debilidades y carencias, impide el análisis sereno, reposado y transparente sobre hechos cuya fuerza desencadena procesos que tienen su propia dinámica, su propio ritmo. Dos personas que piensan de manera diferente si dejan caer la misma semilla, ésta producirá la misma planta. No basta entonces con solo pensar o decir con disimulos o susurros, bajo la sombra de esa fatídica frase “si lo repetís me quito”, sino de actuar, de hablar en voz alta para que todos nos oigan; de sembrar semillas diferentes para que en el universo de ideas y propuestas encontremos nuestras propias respuestas, individuales y colectivas. No hace mucho leí una frase escrita en un muro, “cambia de actitud y costa rica cambiará”. Tal vez quien la escribió tenía en mente esa pasividad que ha caracterizado la conducta de los costarricenses en los últimos años. Una pasividad que en términos de ciudadanía se limita esencialmente a reclamos y luego a quejas, cuando estos no son atendidos como se deseara. Encontré en esa frase un profundo significado. ¿Seguiremos siendo insensibles, ciegos y sordos frente a los cambios o en desesperados indefensos cuando la tragedia nos toca y necesitamos de la solidaridad del prójimo? O, por el contrario, convertirnos en activos protagonistas frente a los problemas del país que requieren de urgente solución, en lo económico, en lo social, en lo ambiental y en lo político. En esta hora difícil de nuestra historia tendremos que agudizar los sentidos para, con nuevas bríos e ideas, fortalecer esa vía costarricense que nos distingue: para organizar y articular la presencia ciudadana en la toma de decisiones trascendentes para nuestro futuro como pueblo y como país; para asumir nuevas actitudes que nos conduzcan a profundas reflexiones, no solamente para hacer reproches e interminables diagnósticos o para señalar responsables de errores 10

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pasados, sino, por sobre todo para apartar de nuestra vida ciudadana el miedo y los silencios que eluden compromisos. En las democracias más modernas el protagonismo activo de los ciudadanos y ciudadanas, gobernantes y gobernados, incorpora la dimensión que garantiza la cohesión social, el compromiso activo, individual y colectivo, en temas de interés común. Los cambios de nuestro mundo son hechos irreversibles. No podemos esconder nuestras cabezas, frente a procesos de globalización que seguirán su propia dinámica, su propio ritmo. Tendremos los costarricenses que encontrar la forma de pararnos ante el país y también ante el mundo, pero resolver antes cómo y desde donde. Si estamos en esto de acuerdo, y ponemos en primer lugar al país estamos entonces del mismo lado, del lado de las ideas, del lado del corazón, del lado de la patria. Esta sencilla tarea se construye con un cambio de actitud. En este libro, el periodista Camilo Rodríguez entrevista a una serie de personajes del agro y la zona rural que son grandes ejemplos de trabajo, de excelencia y de cambio de actitud ante las transformaciones que exige el mundo de hoy. De paso, les pregunta por el Tratado de Libre Comercio de Estados Unidos, y auspicia la aparición de planteamientos serenos, que llaman a la reflexión y no a la violencia. Eso es lo que necesita la Costa Rica que nos corresponde vivir.

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Ro­dol­fo Ro­bert De Cés­pe­des

Pio­ ne­ ro del cul­ ti­ vo de la pi­ ña en Cos­ ta Ri­ ca Es un ejem­ plo de gran pio­ne­ ro de la agri­ cul­ tu­ ra. Cos­ ta Ri­ ca es el pri­ mer pro­ duc­ tor de pi­ ña en el mun­ do y mu­ cho se le de­ be a su im­ pul­ so ini­ cial. Cuan­ do em­ pe­ zó a cul­ ti­ var pi­ ña to­ dos sus ami­ gos y tam­ bién los que no lo eran de­ cían que es­ ta­ ba lo­ co. Pe­ ro su em­ pe­ ño siem­ pre ha po­ di­ do tan­ to co­ mo sus sue­ ños. Ro­ dol­ fo Ro­ bert De Cés­ pe­ des na­ ció en San Jo­ sé el 14 de abril de 1926, hi­ jo de Jo­ sé Fran­ cis­ co Ro­ bert Du­ rán y Gil­ da De Cés­ pe­ des Var­ gas. Tu­ vo só­ lo un her­ ma­ no, Car­ los. “Pa­ pá era due­ ño del Al­ ma­ cén Ro­ bert, que es­ ta­ ba del Club Unión dan­ do la vuel­ ta has­ ta la ca­ lle cen­ tral. Iba des­ de don­ de es­ tá el Par­ que Isa­ bel La Ca­ tó­ li­ ca, has­ ta al fren­ te de la Igle­ sia del Car­ men. El al­ ma­ cén fue fun­ da­ do en 1888. Lo fun­ dó mi abue­ lo, Luis Ro­ bert. “Fui a la es­ cue­ la ale­ ma­ na has­ ta el oc­ ta­ vo gra­ do. Es­ ta­ ba de la Es­ ta­ ción del Atlán­ ti­ co cien me­ tros al sur, don­ de es­ tu­ vo el Edi­ fi­ cio . Lue­ go, nos de­ vol­ vie­ ron del se­ gun­ do año al sex­ to gra­ do por­ que no te­ nía­ mos el tí­ tu­ lo. En ese mo­ men­ to ya ha­ bía es­ ta­ lla­ do la gue­ rra y era pe­ ca­ do ha­ blar ale­ mán. “En­ tré en sex­ to gra­ do a la Es­ cue­ la Bue­ na­ ven­ tu­ ra Co­ rra­ les. Ya mu­ rie­ ron to­ dos mis com­ pa­ ñe­ ros. Des­ pués, es­ tu­ ve en el Se­ mi­ na­ rio. Ya mu­ rie­ ron to­ dos los que re­ cuer­ do, co­ mo Car­ los Ji­ mé­ nez, Ma­ rio Jo­ han­ ning y Ro­ dol­ fo So­ la­ no Or­ fi­ la. El úni­ co que re­ cuer­ do, y es el que es­tá vi­ vo, es Wer­ ner Sau­ ter. “Me fui pa­ ra los Es­ ta­ dos Uni­ dos, pa­ ra la Uni­ ver­ si­ dad de Cor­ nell, en It­ ha­ ca, Nue­ va York. Me fui en el año 44 y vol­ ví en el año 48, ba­ jo la re­ vo­ lu­ ción. Es­ tu­ dié Bio­ quí­ mi­ ca, y ter­ mi­ né es­ pe­ cia­ li­ zán­ do­ me Bio­ quí­ mi­ ca Ve­ ge­ tal y Fi­ sio­ lo­ gía Ve­ ge­ tal. “Cuan­ do vol­ ví, es­ ta­ ba es­ to com­ pli­ ca­ do por la re­ vo­ lu­ ción. Es­ tu­ ve me­ ti­ do ha­ cien­ do bom­ bas. Yo era li­ be­ ra­ cio­ nis­ ta, fi­ gue­ ris­ ta... Des­ pués se­ guí ha­ cien­ do va­ rias co­ sas, in­ clu­ si­ ve es­ tu­ ve tra­ ba­ jan­ do dos me­ ses con una or­ ga­ ni­ za­ ción de in­ ves­ ti­ ga­ cio­ nes que era del go­ bier­ no ame­ ri­ ca­ no. Los gas­ tos los cu­ bría la Uni­ ted Fruit Com­ pany. “Con esa or­ ga­ ni­ za­ ción tra­ ba­ ja­ ba en Pal­ mar Sur y en Gol­ fi­ to, en el área de la Uni­ted. Es­ tu­ ve prin­ ci­ pal­ men­ te en ca­ cao. Tam­ bién tra­ ba­ jé en Zent de Li­ món. En ese mo­ men­ to, la Uni­ ted era due­ ña de to­ do el país... “Es­ tu­ ve po­ co tiem­ po con esa or­ ga­ ni­ za­ ción, un año o año y me­dio. Era muy bo­ ni­ to. Las con­ di­ cio­ nes de tra­ ba­ jo eran muy bue­ nas. Pe­ ro re­ gre­ sé a San Jo­ sé, y de­ ci­ dí que lo que que­ ría era ser agri­ cul­ tor, que era lo que ha­ bía que­ ri­ do siem­ pre”.

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En Gua­ na­ cas­ te y en Gua­ te­ ma­ la “Me fui a Gua­ na­ cas­ te. Te­ nía co­ mo 24 años. Com­ pré un pe­ da­ zo de tie­ rra en Li­ mo­ nal de Aban­ ga­ res. Ha­ bía que via­ jar en tren a Ba­ rran­ ca, y de ahí se en­ tra­ ba en lan­ cha a Co­ lo­ ra­ do de Aban­ ga­ res, que era don­ de es­ ta­ ba la fin­ ca mía, pre­ ci­ sa­ men­ te don­ de es­ tá la ca­ rre­ te­ ra que va aho­ ra al puen­ te de La Amis­ tad. “Es­ tan­ do ahí me ca­ sé. La pri­ me­ ra se­ ño­ ra mía se lla­ mó Lui­ si­ ta Es­ qui­ vel Bul­ ga­ re­ lli. Se­ guí en la in­ ves­ ti­ ga­ ción y es­ tu­ ve pro­ du­ cien­ do se­ mi­ lla hí­ bri­ da de maíz pa­ ra la Fun­ da­ ción Roc­ ke­ fe­ ller. Era un cru­ ce con la va­ rie­ dad Ro­ ca­ mex. “Tam­ bién es­ tu­ ve pro­ du­ cien­ do arroz, y un po­ co de ga­ na­ do. No era muy gran­ de. Eran 180 hec­ tá­ reas fren­ te a la ca­ rre­ te­ ra In­ te­ ra­ me­ ri­ ca­ na. Fi­ nal­ men­ te, me de­ di­ qué de lle­ no al cul­ ti­ vo de la yu­ ca. Se ven­ día muy bien. La con­ ver­ tía en al­ mi­ dón. Pu­ se al­ mi­ do­ ne­ ras allá, y tra­ je de Bra­ sil seis va­ rie­ da­ des de yu­ ca por me­ dio de la Agen­ cia In­ te­ ra­ me­ ri­ ca­ na de De­ sa­ rro­ llo (AID). “A eso es­ tu­ ve de­ di­ ca­ do mu­ chos años, has­ ta que ya los hi­ jos se me hi­ cie­ ron gran­ des y hu­ bo que ve­ nir­ se pa­ ra San Jo­ sé por la es­ cue­ la. Em­ pe­ za­ ron la es­ cue­ la en San Jo­ sé. Co­ mo la vi­ da se me com­ pli­ ca­ ba mu­ cho si me iba pa­ ra allá, ven­ dí la fin­ ca. Es­ te ba­ rrio don­ de es­ ta­ mos, Ba­ rrio Es­ ca­ lan­ te, era la fin­ ca de no­ so­ tros. Vein­ te hec­ tá­ reas eran de los Du­ rán, de la fa­ mi­ lia de mi abue­ la. Por el la­ do de mi abue­ la éra­ mos mi­ llo­ na­ rios, y por el la­ do de mi abue­ lo so­ mos muy tra­ ba­ ja­ do­ res. “Te­ nía­ mos to­ do sem­ bra­ do de ca­ fé. Co­ mo era de no­ so­ tros, hi­ ce dos ca­ sas pri­ me­ ro, y dos ca­ sas des­ pués, pa­ ra al­ qui­ lar. Yo ur­ ba­ ni­ cé to­ do es­ to, des­ de la ca­ lle 25 has­ ta la ca­ lle 33, en­ tre la Ave­ ni­ da Ter­ ce­ ra y la Ave­ ni­ da Nue­ ve. Lo hi­ ce jun­ to a un tío que se lla­ mó Ma­ nuel Ro­ bert Du­ rán. “Yo se­ guía con el cuen­ to de la agri­ cul­ tu­ ra. La tie­ rra ha si­ do mi lo­ cu­ ra, has­ ta la lá­ pi­ da la ten­ go he­ cha. Es­ tu­ ve tra­ ba­ jan­ do con una em­ pre­ sa grin­ ga. La em­ pre­ sa se lla­ ma In­ ter­ na­ tio­ nal Mar­ ke­ ting. Me fui a Gua­ te­ ma­ la pa­ ra or­ ga­ ni­ zar la siem­ bra de ajo. Sem­ bra­ mos ajo en el de­ par­ ta­ men­ to de Hue­ hue­ te­ nan­ go. “Es una zo­ na in­ dí­ ge­ na. Or­ ga­ ni­ za­ mos el cul­ ti­ vo del ajo y una fá­ bri­ ca de ca­ jas pa­ ra em­ pa­ car el ajo. Me gus­ tó mu­ cho allá. Fue una ex­ pe­ rien­ cia in­ te­ re­ san­ te. Cos­ tó mu­ cho por la fal­ ta de una len­ gua en co­ mún. Los in­ dí­ ge­ nas no en­ ten­ dían ni es­ pa­ ñol, ni in­ glés, ni ale­ mán... Só­ lo ha­ bla­ ban sus dia­ lec­ tos. Esa zo­ na es re­ mo­ ta. Es­ tá­ ba­ mos ahí por­ que siem­ bran el ajo. Los sis­ te­ mas de rie­ go son muy in­ te­ re­ san­ tes. Se tra­ ta de los in­ dí­ ge­ nas Cu­ chu­ ma­ ta­ nos, de la Sie­ rra Ma­ dre. Era muy frío. En esa zo­ na no hay ve­ hí­ cu­ los ni hay na­ da. La fa­ mi­ lia se que­ da­ ba en San Jo­ sé. Es­ tu­ ve año y me­ dio sin ve­ nir. Era muy te­ dio­ so el tra­ ba­ jo. No ha­ bía ni si­quie­ ra ca­ ba­ llo, ni bue­ yes ni na­ da pa­ ra mo­ vi­ li­ zar­ se. Por los tri­ llos te­ nía­ mos que an­ dar en bi­ ci­ cle­ ta. Ahí usan un me­ ca­ pal. Es co­ mo

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una cin­ cha de ca­ ba­ llo que se ama­ rran a la ca­ be­ za, pa­ ra ba­ jar los ajos en la es­ pal­ da. To­ do el trans­ por­ te era por me­ dios hu­ ma­ nos. “Pa­ ra ba­ jar los ajos, uti­ li­ zá­ ba­ mos la fuer­ za de los in­ dí­ ge­ nas. Es­ ta­ ban tan acos­ tum­ bra­ dos a ba­ jar así, que al su­ bir te­ nían que echar­ le pie­ dras a los sa­ cos pa­ ra no per­ der el equi­ li­ brio. Era al­ go ho­ rri­ ble. Era una zo­ na muy pri­ mi­ ti­ va”.

Si­ guió con la yu­ ca “Es­ tu­ ve pro­ du­ cien­ do yu­ ca en Es­ par­ za, pe­ ro ya ha­ bía te­ ni­ do un pri­ mer con­ tac­ to con el sur. An­ tes de ir­ me a Gua­ te­ ma­ la, me fui al sur por­ que la fá­ bri­ ca de ca­ jas es­ ta­ ba en lo que es Vi­lla Neilly. Me fui a bus­ car don­ de sem­ brar­ la, pe­ ro no tu­ ve éxi­ to. Ahí hay una anéc­ do­ ta muy in­ te­ re­ san­ te: ´Sa­ pi´ Var­ gas era el pi­ lo­ to de AVE. Cuan­ do re­ gre­ sa­ mos de Gol­ fi­ to, co­ mo no ha­ bía otro me­ dio, me vi­ ne en AVE con Sa­ pi Var­ gas. Ve­ nía­ mos pa­ ra San Jo­ sé, vo­ la­ mos so­ bre Bue­ nos Ai­ res, por­ que ahí ate­ rri­ za­ ba el avión de AVE, y en aque­ lla zo­ na to­ do se ha­ cía por me­ dio de avión. La em­ pre­ sa era de Fer­ nan­ do Cruz, y la avia­ ción era muy im­ por­ tan­ te pa­ ra los pue­ blos por­ que no ha­ bía ca­ rre­ te­ ras. “Cuan­ do vo­ la­ mos so­ bre Bue­ nos Ai­ res, el cam­ po de ate­ rri­ za­ je es­ ta­ ba en las fa­ mo­ sas sa­ ba­ nas de ese can­ tón. Eran po­ tre­ ros abier­ tos. Cuan­ do vo­ la­ mos, vi to­ da esa zo­ na y me in­ te­ re­ só. Le di­ je a Sa­ pi que qué era eso. Me vo­ ló por en­ ci­ ma dos ve­ ces, y le di­ je, ´mi­ rá, de­ já­ me aquí, me in­ te­ re­ sa es­ to´. Me que­ dé ahí, y en­ con­ tré ha­ bía un za­ ca­ te que se lla­ ma­ ba ´za­ ca­ te de sa­ ba­ na´, na­ da más. Aque­ llo es­ ta­ ba de­ sier­ to. No ha­ bía un so­ lo ár­ bol en mu­ chas hec­ tá­ reas. Só­ lo ha­ bía es­ pi­ nas y cu­ le­ bras. Ha­ bía mu­ chí­ si­ ma ta­ ma­ gá. Era un te­ rre­ no abier­ to. “Se de­ cía que no cre­ cía na­ da. Son tie­ rras muy ro­ jas, con un al­ tí­ si­ mo con­ te­ ni­ do de alu­ mi­ nio y hie­ rro. Esas tie­ rras eran las que ha­ bía me­ di­ do Al­ coa pa­ ra el pro­ yec­ to fa­ mo­ so de fi­ na­ les de los años 60 y prin­ ci­ pios de los años 70. “Re­ sul­ ta que me que­ dé ahí. Es­ tu­ ve va­ rios días. No ha­ bía na­ da. Eran cua­ tro ran­ chos. Era un pue­ blo per­ di­ do. La po­ bla­ ción in­ dí­ ge­ na es­ ta­ ba en Sa­ li­ tre, Uja­ rrás, Bo­ ru­ ca y Té­ rra­ ba, o sea, en la pe­ri­ fe­ ria de Bue­ nos Ai­ res. “Me gus­ tó la co­ sa, y em­ pe­ cé a ver si po­ día com­ prar un pe­ da­ zo. No te­ nía due­ ño. Era una re­ ser­ va na­ cio­ nal. Es re­ ser­ va to­ da­ vía. Aho­ ra to­ do eso per­ te­ ne­ ce al Par­ que Na­ cio­ nal de la Amis­ tad, que vie­ ne des­ de Li­ món y pe­ ga con Pa­ na­ má. “To­ tal, me que­ dé ahí. Com­ pré unos de­ re­ chos que no exis­ tían, que no te­ nían va­ lor, bue­ no pa­ ra de­ cir­ le que con 13 mil co­ lo­ nes com­ pré to­ das las sa­ ba­ nas. Le com­ pré a los que de­ cían que te­ nían de­ re­ chos. To­ dos ha­ bían si­ do je­ fes po­ lí­ ti­ cos de ahí, los Ro­ drí­ guez, los Gam­ boa, ca­ si to­ dos de San Isi­ dro de El Ge­ ne­ ral... No cul­ ti­ va­ ban na­ da, no ha­ bía cer­ cas ni na­ da”. Camilo Rodríguez Chaverri

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Bue­ nos Ai­ res “Me pu­ se a reu­ nir to­ dos los pe­ da­ zos esos, y se hi­ zo el pri­ mer pla­ no de la sa­ ba­ na. Eso es Pin­ de­ co hoy en día. El in­ ge­ nie­ ro Ed­ gar Es­ ca­ lan­ te, her­ ma­ no de Ot­ to Es­ ca­ lan­ te, el de Lac­ sa, hi­ zo la me­ di­ ción y el pri­ mer pla­ no de to­ do aque­ llo, y se lo en­ tre­ ga­ mos al IT­ CO. Ahí en el IT­ CO hay que ha­ cer men­ ción de dos per­ so­ nas que fue­ ron muy im­ por­ tan­ tes. Una de es­ tas per­ so­ nas es Jo­ sé Ma­ nuel Sa­ la­ zar Na­ va­ rre­ te y la otra per­ so­ na es Yo­ yo Qui­ rós. Fue­ ron los que me ayu­ da­ ron a im­ pul­ sar el pro­ yec­ to. “Lle­ gué a Bue­ nos Ai­ res en el año 63, cuan­ do la erup­ ción del Ira­ zú. Co­ mo la tie­ rra es ro­ ja, pen­ sé que po­ día ser­ vir pa­ ra sem­ brar yu­ ca. Me lle­ vé diez ca­ mio­ nes de se­ mi­ lla de yu­ ca de Es­ par­ za a Bue­ nos Ai­ res. No ha­ bía ca­ sa ni na­ da. Yo vi­ vía en un ran­ cho. Sem­ bré la yu­ ca. Me lle­ vé un trac­ tor, ara­ mos unos pe­ da­ zos, y sen­ ci­ lla­ men­ te no cre­ ció na­ da. Pa­ só un año y las ma­ tas no pa­ sa­ ron de una cuar­ ta de al­ to. “No sir­ vió del to­ do. Pro­ bé maíz, pro­ bé arroz... No cre­ cía na­ da. To­ tal, en­ ton­ ces ya yo ha­ bía ad­ qui­ ri­ do la to­ ta­ li­ dad de la sa­ ba­ na y la ha­ bía cer­ ca­ do. Ha­ bía he­ cho al­ gu­ nos ca­ mi­ nos. Eso te­ nía al­ gu­ nas la­ gu­ nas enor­ mes, be­ llí­ si­ mas. Fi­ nal­ men­ te, te­ nía 300 hec­ tá­ reas en­ tre to­ dos esos de­ re­ chos, y no cre­ cía na­ da. “En­ ton­ ces, de­ ci­ dí po­ ner­ me a in­ ves­ ti­ gar qué era la co­ sa. Ya ha­ bía me­ ti­ do to­ da la pla­ ti­ lla que me ha­ bía ga­ na­ do, la ha­ bía me­ ti­ do ahí, don­ de es­ tá la ca­ sa mía y las em­ pa­ ca­ do­ ras de pi­ ña. Ahí es­ ta­ ba el cam­ pa­ men­ to de la ca­ rre­ te­ ra de la em­ pre­ sa que hi­ zo el tre­ cho de Pa­ cua­ re, en San Isi­ dro, has­ ta río Pla­ ta­ na­ res. “Los in­ ge­ nie­ ros de Bee­ che y Fait, tan­ to Fer­ nan­ do Bee­ che co­ mo Al­ ber­ to Fait, el ren­ co, fue­ ron com­ pa­ ñe­ ros míos en el Se­ mi­ na­ rio. Eran muy ami­ gos míos, y to­ dos los in­ ge­ nie­ ros tam­ bién. Ellos me in­ sis­ tían en que aque­ llo no ser­ vía pa­ ra na­ da. “Co­ men­ cé un tra­ ba­ jo de in­ ves­ ti­ ga­ ción en se­ rio. Lo co­ men­ cé so­ lo, y lo­ gré in­ te­ grar a la Uni­ ver­ si­ dad de Cos­ ta Ri­ ca. Yo es­ ta­ ba muy li­ ga­ do a la U. Allá es­ ta­ ba Car­ los Mon­ ge Al­ fa­ ro de Rec­ tor. Ca­ li­ che era muy ami­ go mío, y lo­ gré un arre­ glo con la Es­ cue­ la de Agro­ no­ mía. Yo les da­ ba la tie­ rra, el trans­ por­ te y la co­ mi­ da a los es­ tu­ dian­ tes de Agro­ no­ mía y de otras es­ cue­ las, con tal de que hi­ cie­ ran in­ ves­ ti­ ga­ cio­ nes en mi fin­ ca. Hay que men­ cio­ nar a dos pro­ fe­ so­ res uni­ ver­ si­ ta­ rios que me ayu­ da­ ron mu­ cho, Car­ los Ló­ pez Gu­ tié­ rrez y Ro­ ber­ to Gur­ dián Gól­ cher. “Co­ men­ za­ mos un pro­ gra­ ma de in­ ves­ ti­ ga­ ción pa­ ra ver qué era la co­ sa. Nos lle­ va­ mos un tiem­ po lar­ go, co­ mo tres años. Por ca­ sua­ li­ dad, por­ que en la vi­ da mía to­ do ha si­ do por ca­ sua­ li­ dad, lle­ gó un in­ ge­ nie­ ro que tra­ ba­ ja­ ba con Abo­ nos Su­ pe­ rior. Le de­ cían ´Tor­ pe­ do´, me pi­ dió cin­ cuen­ ta pe­ sos pres­ ta­ dos por­ que ve­ nía ´lim­ pio´, y me di­ jo que me de­ ja­ ba un sa­ co de abo­ no que lle­ va­ ba de mues­ tra. Él era muy ami­ go mío. Nos te­ nía­ mos con­ fian­ za. “Se co­ men­ za­ ron a ha­ cer te­ sis de gra­ do prin­ ci­ pal­ men­ te de la Fa­ cul­ tad de Agro­ no­ mía, Tec­ no­ lo­ gía de Ali­ men­ tos y Quí­ mi­ ca. Con el sa­ co 16

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de abo­ no hi­ ce lo si­ guien­ te: un mu­ cha­ cho que se lla­ ma To­ más es­ ta­ ba ha­ cien­ do la te­ sis de gra­ do. Re­ sul­ ta que se me ocu­ rrió a mí echar­ le al sue­ lo con un spray que hi­ ce, y un ato­ mi­ za­ dor de ace­ ro ino­ xi­ da­ ble, una apli­ ca­ ción de áci­ do sul­ fú­ ri­ co al diez por cien­ to. To­ más te­ nía que sem­ brar elo­ te. Es­ ta­ ba a car­ go del pro­ fe­ sor Car­ los Ló­ pez. Re­ sul­ tó que apli­ qué el áci­ do sul­ fú­ ri­ co, y que­ dó aque­ llo co­ mo ´Al­ ka Selt­ zer´. Car­ los di­ jo ´ya te pa­ seas­ te en To­ más´. Él sem­ bró fri­ jol, sor­ go y maíz. Era co­ mo una hec­ tá­ rea. Co­ mo a los cin­ co días, le di­ je al man­ da­ dor ´¿por qué no va a ver el te­ rre­ no de To­ más? Eso se lla­ ma un cua­ dro la­ ti­ no, pa­ ra su in­ for­ ma­ ción. Son pa­ ra los aná­ li­ sis es­ ta­ dís­ ti­ cos. “Allá hi­ cie­ ron 57 te­ sis de gra­ do, y creo que el man­ da­ dor ya ni me ha­ cía ca­ so con las te­ sis, pe­ ro re­ sul­ tó que se fue, son mu­ cha de­ ter­ mi­ na­ ción, y al mo­ men­ ti­ to vol­ vió vo­ la­ do y me tra­ jo una ma­ ta de fri­ jol, pre­ cio­ sa. Le pu­ se un te­ le­ gra­ ma a Car­ los Ló­ pez, que se fue­ ra pa­ ra Bue­ nos Ai­ res. Co­ men­ zó to­ do a cre­ cer bru­ tal­ men­ te. En­ con­ tré el pro­ ble­ ma: con só­ lo áci­ do sul­ fú­ ri­ co sa­ li­ mos ade­ lan­ te. Es que hi­ zo so­ lu­ ble al alu­ mi­ nio, en­ ton­ ces de­ jó li­ bre el fós­ fo­ ro. El alu­ mi­ nio te­ nía atra­ pa­ do al fós­ fo­ ro. Apli­ qué el sa­ co del in­ ge­ nie­ ro ´Tor­ pe­ do´ y me re­ sul­ tó muy bien. El sa­ co no te­ nía fór­ mu­ las ni na­ da. No su­ pi­ mos qué era lo que te­ nía. Así no más, des­ cu­ brí que to­ do el abo­ no que ha­ bía que usar te­ nía que ser con ba­ se en sul­ fa­ tos. El se­ ñor que vi­ vía en fren­ te te­ nía unas cua­ tro ma­ tas de pi­ ña y le co­ se­ cha­ ban. Le com­ pré las ma­ tas, las sem­ bré en la sa­ ba­ na, no cre­ cie­ ron, y la gen­ te di­ jo que esos sue­ los es­ ta­ ba ´su­ kia­ dos´ “Pe­ ro la pi­ ña hi­ zo el mi­ la­ gro. Yo te­ nía dos ae­ ro­ puer­ tos de za­ ca­ te, dos pis­ tas de ate­ rri­ za­ je”.

El mi­ la­ gro de la pi­ ña “Se­ gui­ mos la in­ ves­ ti­ ga­ ción, for­ mu­ la­ mos un abo­ no que se lla­ mó el fa­ mo­ so abo­ no de pi­ ña, que es el que se usa to­da­ vía, con ba­ se en sul­ fa­ tos, vol­ ví a sem­ brar pi­ ña y res­ pon­ día muy bien. En vis­ ta de eso, vi­ ne a Ta­ ca­ res de Gre­ cia y a la zo­ na de Ala­ jue­ la, com­ pré va­ rios ca­ mio­ nes de se­ mi­ lla de pi­ ña y co­ men­ cé a sem­ brar pi­ ña. Se sem­ bra­ ron co­ mo diez hec­ tá­ reas. Se fue au­ men­ tan­ do la siem­ bra. Le ven­ día la pi­ ña a Con­ ser­ vas del Cam­ po, que te­ nía una em­ pa­ ca­ do­ ra en Cin­ co Es­ qui­ nas. “En ese mo­ men­ to, ya es­ ta­ ba abier­ ta ´La Tro­ cha´. Pri­ me­ ro no ha­ bía puen­ tes. Ya des­ pués hu­ bo puen­ tes, y fue más fá­ cil. Les ven­ día a ellos. Se­ guí sem­ bran­ do. El Ban­ co Cré­ di­ to Agrí­ co­ la me fi­ nan­ ció. Hi­ ci­ mos una siem­ bra gran­ de, y otra y otra, has­ta que sem­ bra­ mos la to­ ta­ li­ dad de la sa­ ba­ na, pe­ ro el pro­ ble­ ma era el mer­ ca­ do. Era mu­ cha pi­ ña. Lo­ gré un con­ tra­ to con la com­ pa­ ñía ba­ na­ ne­ ra, con la Uni­ ted Fruit Com­ pany. Le en­ tre­ ga­ ba la fru­ ta em­ pa­ ca­ da en ca­ jas en Pal­ mar. Co­ men­ za­ mos a ex­ por­ tar la pi­ ña con mu­ cho éxi­ to, y así ocu­ rrió du­ ran­ te va­ rios años. Es­ to que cuen­ to es de los años 60.

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“Ima­ gí­ ne­ se que lo que pa­ ga­ ban por ca­ da pi­ ña era cin­ co cen­ ta­ vos de dó­ lar. Ya ha­ bía mer­ ca­ do. Ad­ qui­ rí otros pe­ da­ zos de tie­ rra y sem­ bra­ mos más pi­ ña. Con­ se­ guí un con­ tra­ to con una com­ pa­ ñía ale­ ma­ na, que era la due­ ña de Ba­ na­ ne­ ra Atlán­ ti­ ca. Con esa com­ pa­ ñía en Ale­ ma­ nia, cu­ ya mar­ ca era Un­ kle Tu­ ca, co­ men­ za­ mos a ex­ por­ tar vía Li­ món a Ham­ bur­ go. Pri­ me­ ro tu­ vi­ mos que em­ bar­ car la pi­ ña en Car­ ta­ go por­ que no ha­ bía ca­ rre­ te­ ra. Des­ pués se abrió la tro­cha a Li­ món. Iba de Tu­ rrial­ ba a Si­ qui­ rres. Una ca­ rre­ te­ ra ho­ rri­ ble. “A pe­ sar de eso, Iba ca­ mi­ nan­ do to­ do muy bien. Hay que ha­ cer hin­ ca­ pié que em­ pe­ za­ mos so­ los, con di­ ne­ ro de ori­ gen cos­ ta­ rri­ cen­ se. “Ellos pa­ ga­ ban me­ jor. Al­ can­ za­ mos a te­ ner en­ tre 500 y 600 hec­ tá­ reas de pi­ ña, to­ do lo que es Pin­ de­ co ahí en Bue­ nos Ai­ res. “La Uni­ ted Fruit Com­ pany me dio un via­ je a Ha­ wai, un via­ je ca­ rí­ si­ mo. Fui a co­ no­ cer. Es­ tu­ ve vien­ do los pi­ ña­ les, y tu­ ve ac­ ce­ so a to­ da la in­ for­ ma­ ción. Tu­ ve que de­ jar a mi her­ ma­ no Car­ los, quien era in­ ge­ nie­ ro agró­ no­ mo, a car­ go de la fin­ ca. “Me fui pa­ ra Ha­ wai, co­ no­ cí to­ do el mun­ do con el ben­ di­ to cul­ ti­ vo de la pi­ ña, y Ro­ dri­ go ´Ma­ cho´ Ca­ ra­ zo, sien­ do pre­ si­ den­ te, me dio el pre­ mio al mé­ ri­ to agrí­ co­ la del año. Por ahí es­ tá la me­ da­ lla y es de oro.

La sa­ tis­ fac­ ción de ser el pio­ ne­ ro “La sa­ tis­ fac­ ción que me que­ da es que fui el pri­ mer pro­ duc­ tor de pi­ ña, tan­ to que la gen­ te de Ta­ ca­ res de­ cía que ellos se ha­ bían re­ ti­ ra­ do de la pi­ ña por­ que ha­ bía lle­ ga­ do un grin­ go lo­ co y se ha­ bía pues­ to a sem­ brar pi­ ña en Bue­ nos Ai­ res. Me lo de­ cían a mí, y el grin­ go lo­ co era yo. La pi­ ña lle­ gó a ven­ der­ se a cin­ co cen­ ta­ vos ca­ da fru­ ta. “Me que­ dé con la tie­ rra un tiem­ po. En eso en­ tró un in­ ge­ nie­ ro del Mi­ nis­ te­ rio de Agri­ cul­ tu­ ra, Ra­ fa Ro­ drí­ guez. Yo te­ nía una fin­ ca gran­ de con ga­ na­ do. To­ do lo de­ más lo ha­ bía te­ ni­ do que ven­ der pa­ ra pa­ gar las deu­ das. Lle­ gó Ra­ fa a San Isi­ dro, se tras­ la­ da­ ba has­ ta Bue­ nos Ai­ res, y yo ya es­ ta­ ba in­ ves­ ti­ gan­ do con las Bra­ chia­ rias. Con­ se­ guí pro­ du­ cir la se­ mi­ lla, y eso me dio nue­ vas sa­ tis­ fac­ cio­ nes. Ra­ fa fue fun­ da­ men­ tal por­ que es agros­ tó­ lo­ go. Des­ pués de nues­ tro tra­ ba­ jo con la Bra­ chia­ ria, es­ tu­ ve pro­ du­ cien­ do he­ no. “En el año 80 le ven­ dí a Del Mon­ te Fresh lo que es­ ta­ ba en pi­ ña. Fue cuan­ do na­ ció Pin­ de­ co. Na­ ció en la fin­ ca que yo te­ nía allá. Una par­ te la ha­ bía ven­ di­ do an­ tes pa­ ra pa­ gar deu­ das a Fer­ ti­ ca y a Abo­ nos Su­ pe­ rior. Le de­ bía a me­ dio mun­ do. Fí­ je­ se que te­ nía tan­ tos em­ bar­ gos que me lle­ vé al al­ cal­ de a la fin­ ca. To­ dos los de los em­ bar­ gos me nom­ bra­ ban de­ po­ si­ ta­ rio a mí. Hu­ bo un día que hu­ bo 17 em­ bar­ gos. No se me ol­ vi­ da. Pe­ ro sa­ lí ade­ lan­ te de to­ do eso. A Don Car­ los Man­ hars­ ber­ ger tu­ vo que vi­ vir to­ do aque­ llo a mi la­ do. Era mi so­ cio. Él nun­ ca vi­ vió allá. Es­ ta­ ba al fren­ te de la Far­ ma­ cia Iris.

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“To­ da­ vía ten­ go allá ´Ga­ na­ de­ ra San Pe­ dro´, que era don­ de es­ ta­ ban las ofi­ ci­ nas, la ca­ sa y la em­ pa­ ca­ do­ ra. Eso me lo de­ jé yo. Son co­ mo 240 hec­ tá­ reas. Lo re­ par­ tí en­ tre los tres hi­ jos y Mi­ re­ ya. “Tu­ vi­ mos tres hi­ jos, dos mu­ je­ res y un va­ rón. Mis hi­ jas se lla­ man Gil­ da Ma­ ría y Ro­ xa­ na. Y mi hi­ jo va­ rón se lla­ ma Ro­ dol­ fo, es cu­ ra, lo co­ no­ cen co­ mo el Pa­ dre Ru­ di. Él es el me­ nor. Aca­ ba de lle­ gar de Ni­ ca­ ra­ gua. Di­ ce que aque­ llo es­ tá te­ rri­ ble. Es el su­ pe­ rior de la Or­ den de los Es­ co­ la­ pios, de los del Ca­ la­ sanz. Le to­ ca ver to­ da Amé­ ri­ ca La­ ti­ na. “Ten­ go cin­ co nie­ tos, Gil­ da Ma­ ría se ca­ só y se fue pa­ ra Ha­ waii. Tie­ ne tres hi­ jos, Me­ lis­ sa, To­ mas y Va­ lery. Ro­ xa­ na tie­ ne dos hi­ jos, la ma­ yor se lla­ ma Ta­ tia­ na y el se­ gun­ do, Mau­ ri­ cio. “Do­ ña Mi­ re­ ya Mu­ ri­ llo Nel­ son es mi com­ pa­ ñe­ ra y mi alia­ da. Nos ca­ sa­ mos ha­ ce 23 años, en el año 82. Ella era ín­ ti­ ma ami­ ga de mi pri­ me­ ra es­ po­ sa y de mis hi­ jos. Ella y mi pri­ me­ ra es­ po­ sa es­ tu­ vie­ ron jun­ tas en el co­ le­ gio. Eran co­ mo her­ ma­ nas. “Sé que ten­ go una his­ to­ ria muy in­ te­ re­ san­ te, dig­ na de Gar­ cía Már­ quez. Es así co­ mo te la con­ té, pe­ ro sin ahon­ dar en de­ ta­ lles. Es una his­ to­ ria en la que se pue­ de hi­ lar mu­ cho. “En los ini­ cios de la pro­ duc­ ción pi­ ñe­ ra, es­ tu­ vo a mi la­ do Car­ los Man­ hars­ ber­ ger, el otro pio­ne­ ro de la pi­ ña. Por el ape­ lli­ do le de­ cían ´Man­ gos ver­ des´. Era de ori­ gen aus­ tria­ co. Mu­ rió ha­ ce mu­ cho tiem­ po. Su far­ ma­ cia, la Iris, es­ ta­ ba fren­ te al mer­ ca­ do, en la Ave­ ni­ da Cen­ tral. Fue so­ cio mío du­ ran­ te mu­ cho tiem­ po. Pu­ so pla­ ta pa­ ra mis pro­ yec­ tos. Se lo agra­ dez­ co eter­ na­ men­ te”.

Tam­ bién ca­ fe­ ta­ le­ ro “Lue­ go me hi­ ce ca­ fe­ ta­ le­ ro. El mis­ mo in­ ge­ nie­ ro Ra­ fa Ro­ drí­ guez me pres­ tó el pri­ mer li­ bro so­ bre ca­ fé. Ahí es­ tá el ca­ fé sem­ bra­ do, en Bue­ nos Ai­ res. “Ten­ go al­ go más que con­ tar­ le, muy in­ te­ re­ san­ te: esa fin­ ca te­ nía una par­ te de 70 hec­ tá­ reas, que­ bra­ ba, en el cen­ tro, por don­ de pa­ sa el río Ló­ pez. Lo de­ jé que cre­ cie­ ra co­ mo mon­ ta­ ña es­ pon­ tá­ nea. Aho­ ra es­ tá lle­ na de mo­ nos Ti­ tí, hay cien­ tos, mi­ les, y to­ da cla­ se de bi­ chos. Mis po­ tre­ ros los ve el yer­ no mío, y lo de­ más es­ tá con ca­ fé. Un nie­ to mío, To­ mas, que es­ tá en Ha­ wai, se gra­ duó en la EARTH y se fue a ha­ cer un Doc­ to­ ra­ do, apro­ ve­ chan­ do que el pa­ pá y la ma­ má es­ tán allá. Aho­ ra se es­ pe­ cia­ li­ zó en fo­ lla­ jes y or­ na­ men­ ta­ les. Tal vez quie­ ra ve­ nir a pro­ du­ cir en Bue­ nos Ai­ res. Es­ tá por ver­ se. “Tam­ bién me me­ tí a pro­ du­ cir pe­ ji­ ba­ ye, pa­ ra me­ ter­ me en pal­ mi­ to. Me me­ tí con ochen­ ta hec­ tá­ reas. En eso fra­ ca­ sa­ mos. El más em­ bar­ ca­ do fui yo por­ que me me­ tí en gran­ de. Es que siem­ pre me me­ tía en gran­ de. To­ dos mis pro­ yec­ tos fue­ ron de di­ men­ sio­ nes enor­ mes... Los ren­ di­ mien­ tos de los que nos ha­ bían ha­ bla­ do no co­ rres­ pon­ die­ ron a los

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de la rea­ li­ dad. A pe­ sar de que se hi­ cie­ ron in­ ves­ ti­ ga­ cio­ nes gran­ dí­ si­ mas, fa­ lla­ mos en es­ te ca­ so... “Co­ mo po­ dés ver, yo no pue­ do de­ jar de pen­ sar en el cam­ po ni en la agri­ cul­ tu­ ra. La vai­ na fue ha­ ber que­ da­ do cie­ go, po­ co des­ pués de cum­ plir 70 años. En es­ tas fo­ tos de mi his­ to­ ria en la pi­ ña, po­ dés ver que hay te­ rra­ zas, que es­ tán en cur­ vas de ni­ vel pa­ ra evi­ tar la ero­ sión. To­ do eso lo ti­ ra­ ba yo con el trán­ si­ to. Tan­ tos años vien­ do por el trán­ si­ to al pu­ ro sol me da­ ñó la re­ ti­ na. Así fue co­ mo per­ dí un ojo. “Des­ pués me dio glau­ co­ ma. Me ope­ ra­ ron y en diez mi­ nu­ tos me de­ ja­ ron cie­ go. Me co­ bra­ ron 44 mil dó­ la­ res. Ima­ gí­ ne­ se. Ya cie­ go tu­ ve que de­ jar to­ do ca­ si a la ma­ no de Dios... “Lo im­ por­ tan­ te es que lo re­ cuer­ do to­ do y lu­ cho por vi­ vir con dig­ ni­ dad. Eso es lo me­ jor”.

Lo que pienso sobre el TLC “Creo que la mejor opinión la dio un funcionario del Banco Interamericano de Desarrollo: Costa Rica tiene un soporte, una estructura institucional que no tiene el resto de América Central, y eso le ayuda mucho a esquivar los riesgos. El mercado de Estados Unidos es muy importante para nuestros productos y, más allá de todo, tenemos que garantizarnos el mercado para lo que producimos”.

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Jo­sé Ma­nuel Sa­la­zar Na­va­rre­te

Pa­ dre del de­ sa­ rro­ llo agra­ rio Tie­ ne a un es­ cri­ tor en la len­ gua. A ve­ ces es un poe­ ta. Otras ve­ ces es al­ guien que es­ cri­ be cuen­ tos. Siem­ pre en­ tre­ tie­ ne con su pa­ la­ bra. Y pa­ re­ ce que hay una co­ ne­ xión cla­ ra en­ tre sus pa­ la­ bras y sus ojos. Cuan­ do son pa­ la­ bras pe­ que­ ñi­ tas, se cie­ rran co­ mo un puen­ te ele­ va­ do, y cuan­ do hay pa­ la­ bras que por­ tan ideas gran­ des, to­ da su ca­ ra se re­ su­ me en los ojos… Pa­ dre del Ins­ ti­ tu­ to de Tie­ rras y Co­ lo­ ni­ za­ ción (IT­ CO), ac­ tual Ins­ ti­ tu­ to de De­ sa­ rro­ llo Agra­ rio (IDA), Jo­ sé Ma­ nuel Sa­ la­ zar Na­ va­ rre­ te es mu­ cho más que un nom­ bre se­ lla­ do en la his­ to­ ria de cien­ tos de asen­ ta­ mien­ tos cam­ pe­ si­ nos. Uno de los ideó­ lo­ gos del Par­ ti­ do Li­ be­ ra­ ción Na­ cio­ nal, gran co­ no­ ce­ dor de la his­ to­ ria del de­ sa­ rro­ llo de di­ ver­ sas zo­ nas ru­ ra­ les y aho­ ra tam­ bién no­ ve­ lis­ ta, es un gran per­ so­ na­ je de nues­ tro país. Sa­ la­ zar Na­ va­ rre­ te na­ ció en San Jo­ sé el 16 de abril de 1928, y se crió en Ba­ rrio Mé­ xi­ co, por El Pa­ so de la Va­ ca. “Mis pa­ pás se lla­ ma­ ban Ma­ nuel Sa­ la­ zar Ri­ ve­ ra y Do­ ra Na­ va­ rre­ te Gri­ jal­ va. Mi ma­ má y to­ dos los Na­ va­ rre­ te eran de San­ ta Cruz de Gua­ na­ cas­ te, así que íba­ mos allá a pa­ sar to­ das las va­ ca­ cio­ nes. Ha­ cía­ mos gi­ ras a ca­ ba­ llo. “Era otro Gua­ na­ cas­ te. Ha­ bía que ir­ se a me­ dio­ día en fe­ rro­ ca­ rril, lle­ gar a Pun­ ta­ re­ nas, y es­ pe­ rar unas ho­ ras en el mue­ lle­ ci­ to has­ ta las 12 de la no­ che. En­ trá­ ba­ mos por el Gol­ fo de Ni­ co­ ya. Era un Gol­ fo de Ni­ co­ ya que no es­ ta­ ba con­ ta­ mi­ na­ do. Los del­ fi­ nes iban ju­ gan­ do con la lan­ cha. “Cuan­ do es­ ta­ ba ama­ ne­ cien­ do, lle­ gá­ ba­ mos a Bol­ són o a Ba­ lle­ na. Eran dos puer­ te­ ci­ tos. Ahí nos es­ pe­ ra­ ban con ca­ ba­ llos pa­ ra ir has­ ta San­ ta Bár­ ba­ ra de San­ ta Cruz de Gua­ na­ cas­ te. “Pe­ ro don­ de real­ men­ te nos cria­ mos fue en Ba­ rrio Mé­ xi­ co. Mi pa­ pá te­ nía una pas­ te­ le­ ría en el Pa­ so de la Va­ ca. Era muy tra­ ba­ ja­ dor. Se dio la des­ gra­ cia de que mu­ rió cuan­ do te­ nía 30 años de edad. Le dio una pul­ mo­ nía. El día que se le­ van­ tó de la gra­ ve­ dad de la pul­ mo­ nía mu­ rió del co­ ra­ zón. “Yo te­ nía dos años de edad. So­ mos cin­ co, tres her­ ma­ nas ma­ yo­ res y dos her­ ma­ nos. Mi her­ ma­ no Fer­ nan­ do te­ nía dos me­ ses de edad cuan­ do mu­ rió mi pa­ pá. Fer­ nan­ do es abo­ ga­ do y fue di­ pu­ ta­ do, Vi­ ce­ mi­ nis­ tro de Re­ la­ cio­ nes Ex­ te­ rio­ res, y Em­ ba­ ja­ dor en Na­ cio­ nes Uni­ das, Co­ lom­ bia y Ar­ gen­ ti­ na. “Nos cria­ mos co­ mo huér­ fa­ nos de pa­ dre, con una ma­ ra­ vi­ lla de ma­ má. Se­ gui­ mos un tiem­ po muy cor­ to con la pas­ te­ le­ ría, y lue­ go, por in­ fluen­ cia fa­ mi­ liar, el ne­ go­ cio se con­ vir­ tió en una fá­ bri­ ca de ro­ pa.

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“Cre­ cí en esa fá­ bri­ ca de ro­ pa. Tu­ ve que tra­ ba­ jar des­ de los 8 años de edad. Tra­ ba­ jé en la fá­ bri­ ca de ro­ pa y tam­ bién en una tien­ da. Es que ven­ día­ mos al de­ ta­ lle la ro­ pa que fa­ bri­ cá­ ba­ mos. La tien­ da es­ ta­ ba en el Mer­ ca­ do Cen­ tral, mien­ tras que la fá­ bri­ ca pri­ me­ ro es­ tu­ vo en Ba­ rrio Mé­ xi­ co y des­ pués al fren­ te de la tien­ da. “Nos pa­ sa­ mos a vi­ vir al fren­ te del Mer­ ca­ do Cen­ tral, con to­ das las aven­ tu­ ras de un chi­ qui­ llo en el am­ bien­ te va­ rio­ pin­ to y co­ lo­ ri­ do de un mer­ ca­ do. “Éra­ mos po­ bres por­ que el país era po­ bre. Ba­ rrio Mé­ xi­ co era un área re­ pre­ sen­ ta­ ti­ va de la po­ bre­ za de la Cos­ ta Ri­ ca de ese tiem­ po. Ahí vi­ vía­ mos, por ejem­ plo, Ós­ car Chá­ ves Es­ qui­ vel, quien lue­ go fue fun­ da­ dor de AL­ DE­ SA Va­ lo­ res y crea­ dor del Te­ rra­ mall; la ac­ triz Ana Pol­ tro­ nie­ ri; el Doc­ tor Luis Burs­ tin; el Doc­ tor Lev; Ma­ ría Eu­ ge­ nia Var­ gas So­ le­ ra, pri­ me­ ra jue­ za de me­ no­ res. Ba­ rrio Mé­ xi­ co es muy in­ te­ re­ san­ te. Otro as­ pec­ to es que lo más re­ pre­ sen­ ta­ ti­ vo del lla­ ma­ do hoy Art De­ co de la ca­ pi­ tal es­ tá en Ba­ rrio Mé­ xi­ co . “Es­ tu­ dié en la Es­ cue­ la Re­ pú­ bli­ ca de Ar­ gen­ ti­ na. Real­ men­ te en esa épo­ ca la es­ cue­ la pri­ ma­ ria era el cri­ sol de la de­ mo­ cra­ cia cos­ ta­ rri­ cen­ se. Uno te­ nía ami­ gos de to­ dos los es­ tra­ tos so­ cia­ les. Ami­ gos pa­ ra to­ da la vi­ da. “Tu­ ve un maes­ tro tan ex­ traor­ di­ na­ rio en quin­ to y sex­ to gra­ do, que fue quien me guió y me mar­ có la vi­ da en lo aca­ dé­ mi­ co y en lo hu­ ma­ no. Se lla­ ma­ ba don León Ávi­ la. Tam­ bién te­ nía otro muy bue­no, de Edu­ ca­ ción Fí­ si­ ca. Se lla­ ma­ ba May­ nard Koh­ kem­ per. Era un ale­ mán ex­ traor­ di­ na­ rio. “Ade­ más, en la es­ cue­ la nos en­ se­ ña­ ron a na­ dar en la pi­ la Vo­ lio, que que­ da­ ba por el Pa­ seo de los Es­ tu­ dian­ tes. “Na­ dé en po­ zas en Ti­ bás y Mo­ ra­ via, y en el río Vi­ri­ lla, cuan­ do no es­ ta­ ba con­ ta­ mi­ na­ do. Ha­ cía­ mos ex­ cur­ sio­ nes a Ojo de Agua, to­ dos los sá­ ba­ dos. Nos íba­ mos en fe­ rro­ ca­ rril y nos ba­ já­ ba­ mos en San An­ to­ nio en Be­ lén. To­ do lo de­ más era a pie. Uno de los de ese gru­ po era Da­ niel Odu­ ber. “Tam­ bién re­ cuer­ do que en esos años ha­ bía una re­ vis­ ta en que pu­ bli­ cá­ ba­ mos ar­ tí­ cu­ los en la es­ cue­ la. Eso me per­ mi­ tió ini­ ciar­ me en las le­ tras”.

En el Ban­ co Na­ cio­ nal “A los 15 años de edad me pre­ sen­ té a un con­ cur­ so en el Ban­ co Na­ cio­ nal pa­ ra en­ trar co­ mo em­ plea­ do de ofi­ ci­ na. En ese tiem­ po, era una gran dis­ tin­ ción. Se pre­ sen­ ta­ ron 62 as­ pi­ ran­ tes. Yo no ha­ bía al­ can­ za­ do ni la es­ ta­ tu­ ra de hom­ bre, pe­ ro que­ dé de se­ gun­ do en­ tre 62. “En­ tré al ban­ co el 3 de ma­ yo de 1943. Me lle­ va­ ron don­ de el ge­ ren­ te del ban­ co, Don Ju­ lio Pe­ ña Mo­ rúa, que ade­ más ha­ bía si­ do fun­ da­ dor del 22

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Ban­ co Cré­ di­ to Agrí­ co­ la de Car­ ta­ go. Era co­ mo una cu­ rio­ si­ dad den­ tro de la ins­ ti­ tu­ ción. “Pri­ me­ ro es­ tu­ ve en ´Cla­ si­ fi­ ca­ ción de bi­ lle­ tes´. Me to­ ca­ ba ela­ bo­ rar la lis­ ta de los bi­ lle­ tes re­ ti­ ra­ dos de cir­ cu­ la­ ción, e ir­ los a que­ mar en la azo­ tea del ban­ co. La je­ fa se lla­ ma­ ba do­ ña Joa­ qui­ ni­ ta. “Em­ pe­ cé a for­ mar­ me en ese ban­ co en el que ha­ bía mu­ cha mís­ ti­ ca, mu­ cho in­ te­ rés por me­ jo­ rar el ser­ vi­ cio pú­ bli­ co y una ho­ nes­ ti­ dad a to­ da prue­ ba. “Al mes de es­ tar en ´Cla­ si­ fi­ ca­ ción de bi­ lle­ tes´, me pa­ sa­ ron a Jun­ tas Ru­ ra­ les de Cré­ di­ to, que ha­ bía si­ do una idea de don Ju­ lio Pe­ ña Mo­ rúa. El je­ fe era el in­ ge­ nie­ ro Al­ fre­ do Her­ nán­ dez Vo­ lio, quien des­ pués al­ can­ zó un ma­ yor pres­ ti­ gio co­ mo Mi­ nis­ tro de Ha­ cien­ da de Don Oti­ lio Ula­ te. “Ahí tam­ bién tra­ ba­ ja­ ba don Elías So­ ley Ca­ rras­ co. Ha­ bía tam­ bién un in­ ge­ nie­ ro de ape­ lli­ do Man­ gel, pa­ pá del doc­ tor En­ ri­ que Man­ gel. Eran de un es­ fuer­ zo y una ca­ pa­ ci­ dad de tra­ ba­ jo in­ creí­ bles. “La idea era que hu­ bie­ ra una Jun­ ta Ru­ ral de Cré­ di­ to en ca­ da lu­ gar de Cos­ ta Ri­ ca. Ahí cap­ té más do­ sis de mís­ ti­ ca. Sien­ do ofi­ ci­ nis­ ta tu­ ve una in­ te­ re­ san­ te ex­ pe­ rien­ cia du­ ran­ te cua­ tro años. Una vez im­ por­ ta­ ron ma­ che­ tes, pi­ cos y pa­ las pa­ ra ven­ der. Yo es­ ta­ ba a car­ go de la ven­ ta de esas he­ rra­ mien­ tas. “Otra gran per­ so­ na con quien tu­ ve con­ tac­ to en el ban­ co fue Ro­ dri­ go Fa­ cio Bre­ nes. En ese mo­ men­ to, es­ ta­ ba tra­ ba­ jan­ do de se­ cre­ ta­ rio pri­ va­ do de don Ju­ lio Pe­ ña Mo­ rúa. Ro­ dri­ go y yo de­ sa­ rro­ lla­ mos una gran amis­ tad, lo que me per­ mi­ tió en­ te­ rar­ me de lo que se­ ría la vi­ da uni­ ver­ si­ ta­ ria, ve­ da­ da de mo­ men­ to pa­ ra mí por­ que no te­ nía ba­ chi­ lle­ ra­ to”.

Los he­ chos del 48 “Ma­ rio Cor­ de­ ro Cro­ ce­ ri era com­ pa­ ñe­ ro mío, y tam­ bién co­ no­ cía a su her­ ma­ no, Jo­ sé Ra­ fael. Un día me di­ ce ´¿no que­ rés en­ ro­ lar­ te?´. Le di­ je que sí, y me fui pa­ ra Car­ ta­ go. Lo­ gré en­ trar has­ ta la fin­ ca ´Mu­ ñe­ co´, de los Ma­ sís. No más lle­ gan­ do, nos di­ jo un se­ ñor ´pa­ ra atrás to­ do el mun­ do´. “Tu­ ve que de­ vol­ ver­ me a Oro­ si. En eso sa­ lió uno que fue co­ man­ dan­ te, Vi­ co Star­ ke, pe­ ro no me de­ jó ir­ me con él. Des­ pués re­ sul­ tó ser el co­ man­ dan­ te de la in­ va­ sión a Li­ món. “Tu­ ve que co­ ger un tren a San Jo­ sé. Cuan­ do lle­ gué, por di­ cha me lle­ va­ ron es­ con­ di­ do, por­ que ca­ ye­ ron va­ rios ´jee­ po­ nes´ y re­ gis­ tra­ ron la ca­ sa. Yo es­ ta­ ba es­ con­ di­ do en una ca­ sa a la vuel­ ta. Es­ pe­ ré has­ ta el día en que San Jo­ sé que­ dó sin guar­ dia. En­ ton­ ces, ahí en el ba­ rrio Mé­ xi­ co, le qui­ ta­ mos ar­ mas a al­ gu­ nos de ´Los Li­ nie­ ros´ de Car­ los Luis Fa­ llas, y nos fui­ mos a la ca­ lle. Yo te­ nía 20 años. “La re­ vo­ lu­ ción tie­ ne un sig­ ni­ fi­ ca­ do pa­ ra mí más allá del en­ fren­ ta­ mien­ to, y creo que sig­ ni­ fi­ ca más en otro sen­ ti­ do. Por­ que des­ pués del 48 vie­ ne el ca­ pí­ tu­ lo que es el de fon­do en mi vi­ da. Es­ tan­ do en el Camilo Rodríguez Chaverri

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ban­ co, me en­ te­ ro de un de­ cre­ to de la Jun­ ta de Go­ bier­ no que, por la si­ tua­ ción ex­ traor­ di­ na­ ria, per­ mi­ tía en­ trar a la uni­ ver­ si­ dad sin ser ba­ chi­ ller. Así que des­ de no­ viem­ bre de 1948, es de­ cir des­ de an­ tes de la in­ va­ sión ni­ ca­ ra­ güen­ se y del epi­ so­ dio bé­ li­ co de di­ ciem­ bre de ese año, or­ ga­ ni­ cé un gru­ po de cin­ co, al fi­ nal el úni­ co que usu­ fruc­ tuó eso fui yo, pe­ ro jun­ tos con­ tra­ ta­ mos un pro­ fe­ sor de ma­ te­ má­ ti­ cas, don Ber­ nar­ do Al­ fa­ ro Sa­ got, au­ tor de los li­ bros de ma­ te­ má­ ti­ ca pa­ ra se­ cun­ da­ ria. Por mi tra­ ba­ jo en el ban­ co a lo úni­ co que po­ día as­ pi­ rar era a es­ tu­ diar Cien­ cias Eco­ nó­ mi­ cas. “Ves, don­ de sí me me­ tí de lle­ no fue en con­ tra de la in­ va­ sión de la Guar­ dia Na­ cio­ nal de So­ mo­ za. Nos en­ tre­ na­ ron en la fin­ ca Lin­ do­ ra, de Mar­ cial Agui­ luz, jun­ to a Her­ nán Gon­ zá­ lez. Mar­ cial y Her­ nán for­ ma­ ron una com­ pa­ ñía. Car­ los Luis Val­ ver­ de fue ase­ si­ na­ do el 1 de mar­ zo de 1948. Por eso, el ba­ ta­ llón lle­ vó su nom­ bre. Los co­ man­ dan­ tes eran los her­ ma­ nos Agui­ luz, que tam­ bién ha­ bía vi­ vi­ do en Ba­ rrio Mé­ xi­ co. “Re­ cuer­ do a po­ ca gen­ te de ese tiem­ po, pe­ ro sí re­ cuer­ do que ha­ bía mu­ chos de la Le­ gión Ca­ ri­ be, que in­ cluía a mu­ chos pe­ rua­ nos y do­ mi­ ni­ ca­ nos. Éra­ mos un gru­ po de unos 110 hom­ bres, di­ vi­ di­ do en sub­ gru­ pos. El ame­ tra­ lla­ dor de mi gru­ po era un pe­ rua­ no. Nos fui­ mos en cua­ tro avio­ nes DC 3, uno pi­ lo­ tea­ do por Johnny Vic­ tory y otro por Pi­ lli­ que Gue­ rra. “Vo­ la­ mos has­ ta el cam­ po de ate­ rri­ za­ je en ´El Amo´, que era pri­ va­ do. Es­ tu­ ve en unas ba­ la­ ce­ ras ho­ rri­ bles. Re­ cuer­ do de una que du­ ró to­ da la no­ che, es­ tá­ ba­ mos al des­ cam­ pa­ do y nos es­ ta­ ban dis­ pa­ ran­ do con una ame­ tra­ lla­ do­ ra ca­ li­ bre 50, de esas que las mon­ tan en un trí­ po­ de. Lo que pa­ ró ese fue­ go y nos sal­ vó fue que em­ pe­ zó a llo­ ver du­ rí­ si­ mo. “Al­ guien muy en­ te­ ra­ do me di­ jo que Agui­ luz di­ jo que la ope­ ra­ ción de los avio­ nes era la más ries­ go­ sa que se ha­ bía rea­ li­ za­ do en las lu­ chas de Cos­ ta Ri­ ca. Es que nos ti­ rá­ ba­ mos del avión y de una vez a dis­ pa­ rar… “Es­ tu­ ve en­ tre los 110 es­ co­ gi­ dos pa­ ra ir a to­ mar La Cruz, don­ de es­ ta­ ba Cal­ de­ rón Guar­ dia. El ata­ que fi­ nal fue un 23 de di­ ciem­ bre. Por gran suer­ te, cuan­ do en­ tra­ mos el pue­ bli­ llo es­ ta­ ba va­ cío. Lo ha­ bían aban­ do­ na­ do. Re­ cuer­ do que ha­ bía trin­ che­ ras y co­ mi­ da que pa­ re­ cía es­ tar ca­ lien­ te. En las ca­ sas ha­ bían guar­ da­ do to­ do. Por ejem­ plo, en­ con­ tré una má­ qui­ na de es­ cri­ bir de­ ba­ jo del pi­ so. “Eso pa­ re­ cía co­ mo un pue­ blo fan­ tas­ ma. No ha­ bía na­ die. Ni de las fa­ mi­ lias ori­ gi­ na­ les ni de los ocu­ pan­ tes. Dor­ mi­ mos por cor­ te­ sía del pa­ dre, den­ tro de la igle­ sia. Nos aco­ mo­ da­ mos en las ban­ cas y ahí pa­ sa­ mos la no­ che del 24 de di­ ciem­ bre, y re­ ci­ bi­ mos el 25 de di­ ciem­ bre con un ór­ ga­ no in­ creí­ ble que ha­ bía en esa igle­ sia. Al­ guien em­ pe­ zó a to­ car por la ma­ ña­ na. “Ahí ju­ gó de to­ do, to­ man­ do en cuen­ ta que Es­ ta­ dos Uni­ dos a ve­ ces ju­ ga­ ba pa­ ra un la­ do y a ve­ ces pa­ ra el otro. En ese mo­ men­ to, cua­ tro avio­ nes de gue­ rra re­ sol­ vie­ ron el asun­ to, y los con­ se­ gui­ mos a un dó­ lar 24

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ca­ da uno. Hay que re­ cor­ dar que So­ mo­ za era pro yan­ qui. Yo no sé có­ mo fue que con­ se­ gui­ mos que nos die­ ran esos avio­ nes. “Des­ pués de la ope­ra­ ción re­ gre­ sé a San Jo­ sé, exac­ ta­ men­ te el 29 de di­ ciem­ bre“.

Uni­ ver­ si­ ta­ rio sin co­ le­ gio “El 3 de ene­ ro de 1949 em­ pe­ za­ mos a es­ tu­ diar ma­ te­ má­ ti­ cas con don Ber­ nar­ do Al­ fa­ ro. Es­ tu­ dia­ mos en los li­ bros cu­ yo au­ tor era el ex­ ce­ len­ te pro­ fe­ sor de nues­ tro cur­ so. En 15 días apro­ ba­ mos el pri­ mer año. Eso sí, to­ das las no­ ches, rum rum rum, es­ tu­ diá­ ba­ mos pa­ re­ ji­ to. “Hu­ bo al­ gu­ nos “años”, co­ mo el ter­ ce­ ro o el cuar­ to, que nos to­ ma­ ron más días. Pe­ ro en mar­ zo del 49 ter­ mi­ na­ mos quin­ to año. Así su­ pe­ ra­ mos ese que era un obs­ tá­ cu­ lo te­ rri­ ble. “En ese mes de mar­ zo lle­ go a la uni­ ver­ si­ dad, que que­ da­ ba don­ de aho­ ra es­ tá la Cor­ te Su­ pre­ ma de Jus­ ti­ cia. En­ tré a Cien­ cias Eco­ nó­ mi­ cas, en­ tra­ mos 200, y en di­ ciem­ bre de ese pri­ mer año ter­ mi­ na­ mos 60. Fi­ nal­ men­ te, lle­ ga­ mos a quin­ to año de ca­ rre­ ra só­ lo 15. En­ tre ellos éra­ mos com­ pa­ ñe­ ros el ex pre­ si­ den­ te Ro­ dri­ go Ca­ ra­ zo Odio; Raúl Hess; Éd­ gar Ji­ mé­ nez An­ dreo­ li; Je­ na­ ro Val­ ver­ de (qdDg), que es­ tu­ vo en la Ca­ ja Cos­ ta­ rri­ cen­ se del Se­ gu­ ro So­ cial; el re­ cor­ da­ do Ro­ dol­ fo So­ la­ no Or­ fi­ la (qdDg) y Ma­ til­ de Ma­ rín (qdDg) que fue di­ pu­ ta­ da, Por­ fi­ rio Mo­ re­ ra Ba­ tres y va­ rios otros, to­ dos ex­ ce­ len­ tes es­ tu­ dian­ tes y ami­ gos. “Y de los que ha­ bía­ mos en­ tra­ do sin ser ba­ chi­ lle­ res, só­ lo ter­ mi­ na­ mos dos, Wa­ lla­ ce Co­ ver y yo. Me gra­ dué fi­ nal­ men­ te de Ad­ mi­ nis­ tra­ ción de Ne­ go­ cios, y des­ pués hi­ ci­ mos un gru­ po de Eco­ no­ mía con Ro­ dri­ go Ca­ ra­ zo, Ro­ dol­ fo So­ la­ no Or­ fi­ la, Ma­ til­ de Ma­ rín, Raúl Hess y unos po­ cos más. Las otras dos ca­ rre­ ras en esa Fa­ cul­ tad de la UCR eran Ad­ mi­ nis­ tra­ ción Pú­ bli­ ca y Es­ ta­ dís­ ti­ ca. “Y vea las vuel­ tas del mun­ do: yo que tu­ ve esa di­ fi­ cul­ tad, años des­ pués lle­ gué a ser de­ ca­ no. El de­ ca­ no es el di­ rec­ tor por elec­ ción de la asam­ blea de los pro­ fe­ so­ res y de la re­ pre­ sen­ ta­ ción es­ tu­ dian­ tes de la Fa­ cul­ tad de Cien­ cias Eco­ nó­ mi­ cas con sus cua­ tro es­ cue­ las. “En esa épo­ ca, la úni­ ca uni­ ver­ si­ dad, por man­ da­ to cons­ ti­ tu­ cio­ nal, era la Uni­ ver­ si­ dad de Cos­ ta Ri­ ca. Ahí me hi­ ce muy ami­ go de Luis De­ me­ trio Ti­ no­ co, ´Me­ chi­ to´ Ti­ no­ co, que fue Mi­ nis­ tro de Edu­ ca­ ción del Dr. Cal­ de­ rón Guar­ dia. Era­ mos pro­ fe­ so­ res en la Es­ cue­ la de Cien­ cias Eco­ nó­ mi­ cas dan­ do el cur­ so de Prin­ ci­ pios de Eco­ no­ mía. “Yo mien­ tras es­ tu­ dia­ ba, tra­ ba­ ja­ ba en el Ban­ co Na­ cio­ nal, que era emi­ sor de bi­ lle­ tes, y lo fue has­ ta el mo­ men­ to en que se for­ mó el Ban­ co Cen­ tral, en 1950. Pa­ ra la for­ ma­ ción y los ini­ cios del Ban­ co Cen­ tral me tras­ la­ dé a es­ ta ins­ ti­ tu­ ción y fui pri­ mer ins­ pec­ tor de ban­ cos, jun­ to con tres com­ pa­ ñe­ ros más, ba­ jo la di­ rec­ ción de don Jor­ ge Ar­ tu­ ro Sáenz Bre­ nes, Au­ di­ tor Ge­ ne­ ral de Ban­ cos, y del Ge­ ren­ te Ge­ ne­ ral, don Án­ gel Co­ ro­ nas. “Des­ pués me fui a Bra­ sil du­ ran­ te un año, y es­ tu­ dié en el Cen­ Camilo Rodríguez Chaverri

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tro Su­ pe­ rior de En­ se­ ñan­ za Ge­ tu­ lio Var­ gas. Unas co­ sas que apren­ dí, de un pro­ fe­ sor que ve­ nía de Har­ vard, fue la ma­ te­ ria lla­ ma­ do re­ la­ cio­ nes pú­ bli­ cas, así que me tra­ je esas en­ se­ ñan­ zas. “A mi re­ gre­ so, en el 54, se for­ mó el IN­ VU, el pri­ mer ge­ ren­ te fue Ro­ dri­ go Ca­ ra­ zo. An­ tes, Ca­ ra­ zo era Di­ rec­ tor Na­ cio­ nal de Eco­ no­ mía del Mi­ nis­ te­ rio de Ha­ cien­ da, que en ese mo­men­ to es­ ta­ ba en los al­ tos del edi­ fi­ cio de Co­ rreos. “Así que fui a ha­ blar­ le cuan­ do su­ pe que iba a ser el ge­ ren­ te, y le di­ je que un com­ pa­ ñe­ ro de no­ so­ tros que­ ría ir­ se a tra­ ba­ jar con él, y fue cuan­ do me di­ jo ´no, no, quien quie­ ro que se ven­ ga con­ mi­ go sos vos´. “Así que fui el se­ gun­ do de a bor­ do. Es­ tu­ ve des­ de el pri­ mer día de la­ bo­ res del Ban­ co Cen­ tral, y lue­ go es­ tu­ ve des­ de el pri­ mer día de la­ bo­ res del IN­ VU. Era je­ fe del de­ par­ ta­ men­ to fi­ nan­ cie­ ro. “En el IN­ VU es­ tu­ ve cua­ tro años, creo que a par­ tir de 1954. Me to­ có la com­ pra de las pri­ me­ ras hec­ tá­ reas de los Ha­ ti­ llos. “Al­ go muy cu­ rio­ so es que en la Es­ cue­ la de Eco­ no­ mía, sien­ do yo es­ tu­ dian­ te o pro­ fe­ sor, ade­ más de a Ro­ dri­ go Ca­ ra­ zo, a Mi­ guel An­ gel Ro­ drí­ guez, co­ mo te con­ té, y a Ós­ car Arias, y des­ de jo­ ven­ ci­ llos, los tres de­ cían ´voy a ser Pre­ si­ den­ te de la Re­ pú­ bli­ ca´, co­ sa que ellos al­ can­ za­ ron. Al otro pre­ si­ den­ te que co­ no­ cí ahí, pe­ ro es otro ca­ so, fue a don Jo­ sé Joa­ quín Tre­ jos. “Don Jo­ sé Joa­ quín vi­ no a la es­ cue­ la des­ pués de es­ pe­ cia­ li­ zar­ se en Es­ ta­ dos Uni­ dos. El de él fue un ca­ so muy di­ fe­ ren­ te: le sa­ lió la pre­ si­ den­ cia ocho me­ ses an­ tes de las elec­ cio­ nes de 1966, por un pac­ to en­ tre los ex­ pre­ si­ den­ tes Cal­ de­ rón y Ula­ te, quie­ nes lo lan­ za­ ron con el le­ ma de ´las ma­ nos lim­ pias´. Don Jo­ sé Joa­ quín nos dio los cur­ sos de Geo­ me­ tría Uni­ ver­ si­ ta­ ria y Cál­ cu­ lo. Dos des­ cu­ bri­ do­ res de­ sa­ rro­ lla­ ron el cál­ cu­ lo, uno de ellos fue Isaac New­ ton. Yo era tan bue­ no en cál­ cu­ lo que in­ clu­ so pen­ sé ha­ cer­ me ma­ te­ má­ ti­ co, pe­ ro no se­ guí esa ca­ rre­ ra. Mien­ tras pa­ sa­ ba to­ do eso se­ guía de muy ami­ go con Ro­ dri­ go Fa­ cio, que fue pro­ fe­ sor mío en la Es­ cue­ la de Cien­ cias Eco­ nó­ mi­ cas. Era pro­ fe­ sor de Doc­ tri­ nas Eco­ nó­ mi­ cas. Él nos ha­ bla­ ba de có­ mo se for­ mó el pen­ sa­ mien­ to en Eco­ no­ mía”.

Del IN­ VU al CNP “En eso pro­ mul­ gan una ley pa­ ra reor­ ga­ ni­ zar el CNP. Nom­ bra­ ron de ge­ ren­ te a don Elías So­ ley Ca­ rras­ co, y él me lla­ mó pa­ ra ser sub­ ge­ ren­ te. Ahí ma­ ne­ ja­ ba to­ das las im­ por­ ta­ cio­ nes y ex­ por­ ta­ cio­ nes de gra­ nos y de ga­ na­ do. Te­ nía ex­ pen­ dios pa­ ra re­ gu­ lar los pre­ cios en to­ do el país, y agen­ cias de com­ pras de pro­ duc­ tos a lo lar­ go y an­ cho de nues­ tro te­ rri­ to­ rio. “Fue una ex­ pe­ rien­ cia muy en­ ri­ que­ ce­ do­ ra, co­ mo las jun­ tas ru­ ra­ les. Me to­ ca­ ba tra­ ba­ jar siem­ pre con in­ ge­ nie­ ros agró­ no­ mos, cam­ pe­ si­ nos y

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de re­ fi­ lón con abo­ ga­ dos. Fue a par­ tir del año 56. Te­ nía yo 28 años. A ese sis­ te­ ma lo hi­ cie­ ron de­ sa­ pa­ re­ cer. “El CNP era el due­ ño de la Fá­ bri­ ca Na­ cio­ nal de Li­ co­ res, y don Elías me di­ jo ´no quie­ ro te­ ner nin­ gu­ na re­ la­ ción con eso´. Así que me de­ le­ gó la ad­ mi­ nis­ tra­ ción de FA­ NAL, que te­ nía su di­ rec­ tor. Em­ pe­ cé a apren­ der, to­ do era mer­ ca­ do y ven­ tas. “Pa­ ra eso tra­ ji­ mos un con­ sul­ tor puer­ to­ rri­ que­ ño, y guia­ do por él com­ pra­ mos una fin­ ca de 30 hec­ tá­ reas en Be­ lén, que tie­ ne las me­ jo­ res aguas sub­ te­ rrá­ neas. Por ese te­ rre­ no pa­ sa­ ba el fe­ rro­ ca­ rril, y mag­ ní­ fi­ cas ca­ rre­ te­ ras, sin em­ bar­ go nun­ ca se ins­ ta­ ló ahí FA­ NAL. Un di­ pu­ ta­ do pa­ só una ley de que te­ nía que es­ tar en Gre­ cia, y así, el te­ rre­ no de Be­ lén ter­ mi­ nó con­ ver­ ti­ do en una fin­ ca re­ creo de los em­ plea­ dos del CNP. El Con­ se­ jo Na­ cio­ nal de Pro­ duc­ ción te­ nía de­ ce­ nas de agen­ cias de com­ pras de arroz, fri­ jo­ les y maíz en to­ do el país pa­ ra ase­ gu­ rar, en los he­ chos, bue­ nos pre­ cios a los pro­ duc­ to­ res de to­ das las re­ gio­ nes. Con­ ta­ ba ade­ más con ex­ pen­ dios de pro­ duc­ tos de con­ su­ mo po­ pu­ lar pa­ ra ha­ cer se­ gu­ ros, en los he­ chos, pre­ cios ba­ jos pa­ ra ben­ fi­ cio de los con­ su­ mi­ do­ res. To­ do eso, co­ mo los sis­ te­ mas si­ mi­ la­ res, fue­ ron des­ mon­ ta­ dos en años re­ cien­ tes por las in­ flu­ yen­ tes per­ so­ nas a quie­ nes esas rea­ li­ da­ des no les im­ por­ tan en lo más mí­ ni­ mo. “Co­ mo te he con­ ta­ do, es­ tu­ ve en ci­ clos de cua­ tro años en esas ins­ ti­ tu­ cio­ nes pú­ bli­ cas, y des­ pués ve­ nía de pro­ fe­ sor. Siem­ pre tu­ ve aun­ que fue­ ra un cuar­ to de tiem­ po, unas ho­ ras en la uni­ ver­ si­ dad. “En esa épo­ ca se re­ dac­ tó la ley del IT­ CO, la ley más gran­ de que se ha­ bía da­ do du­ ran­ te el go­ bier­ no de don Ma­ rio Echan­ di. Él ve­ tó la ley. “Ahí es que en­ tra en es­ ta his­ to­ ria Fer­ nan­ do Sa­ la­ zar Na­ va­ rre­ te, mi her­ ma­ no, que es abo­ ga­ do. Él fue di­ pu­ ta­ do del 62 al 66. Él ha­ bía tra­ ba­ ja­ do en la cam­ pa­ ña de don Chi­ co. Don Chi­ co era un hom­ brón. Te­ nía un ma­ ne­ ra re­ cia de ha­ blar, pe­ ro siem­ pre fue un gran hom­ bre. Ape­ nas que­ dó de Pre­ si­ den­ te, don Chi­ co me pre­ gun­ tó, ´Jo­ sé Ma­ nuel, ¿us­ ted qué quie­ re?´ Yo le di­ je que ha­ bía que crear el IT­CO. Mi te­ sis de gra­ dua­ ción uni­ ver­ si­ ta­ ria fue so­ bre ese te­ ma y se lla­ mó ´Tie­ rras y Co­ lo­ ni­ za­ ción en Cos­ ta Ri­ ca´. Don Chi­ co me res­ pon­ dió, ´en­ ton­ ces, es­ pé­ re­ se, us­ ted va a ser el pri­ mer ge­ ren­ te´. Igual que cuan­ do in­ gre­ sé al Ban­ co Cen­ tral o al IN­ VU, otra vez en­ tré con ´La Ga­ ce­ ta´ en la ma­ no: de nue­ vo es­ tu­ ve des­ de el pri­ mer día de la ins­ ti­ tu­ ción. “Hu­ bo un ses­ go que le di al IT­ CO que fue real­ men­ te dis­ tri­ buir tie­ rras ap­ tas pa­ ra sem­ brar, y al mis­mo tiem­ po im­ pe­ dir que fue­ ran ocu­ pa­ das tie­ rras que de­ bían ser des­ ti­ na­ das a par­ ques na­ cio­ na­ les. En las di­ fe­ ren­ tes ad­ mi­ nis­ tra­ cio­ nes se le dio tie­ rras a se­ sen­ ta mil fa­ mi­ lias. Aho­ ra la ins­ ti­ tu­ ción se de­ di­ ca pri­ mor­ dial­ men­ te a pro­ gra­ mas de ti­ tu­ la­ ción, pe­ ro dis­ tri­ buir tie­ rras era lo esen­ cial en aque­ llos otros tiem­ pos, aun­ que los tí­ tu­ los no se die­ ran in­ me­ dia­ ta­ men­ te. Me pa­ re­ ce que, en ese sen­ ti­ do, se ha des­ vir­ tua­ do la ra­ zón de ser de la ins­ ti­ tu­ ción.

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“Es­ tu­ ve en el IT­ CO con don Chi­ co, con don Da­ niel (Odu­ ber) y don Luis Al­ ber­ to (Mon­ ge). En los años en que no es­ ta­ ba en el IT­ CO, vol­ vía a la uni­ ver­ si­ dad. “Yo era de­ ca­ no y re­ nun­ cié pa­ ra ser je­ fe de cam­ pa­ ña de Da­ niel Odu­ ber. Yo era muy cer­ ca­ no a don Pe­ pe y a Da­ niel. En ese mo­ men­ to, Da­ niel era nues­ tro can­ di­ da­ to. Yo es­ tu­ ve en to­ dos los pri­ me­ ros con­ gre­ sos ideo­ ló­ gi­ cos del par­ ti­ do. Fui or­ ga­ ni­ za­ dor y di­ ri­ gen­ te de al­ gu­ nos de los pri­ me­ ros, jun­ to a Car­ los Jo­ sé Gu­ tié­ rrez (qdDg) y a Eduar­ do Li­ za­ no Fait. “Eduar­ do y yo tu­ vi­ mos una gran amis­ tad. Él tu­ vo un pa­ pel muy im­ por­ tan­ te du­ ran­ te las pri­ me­ ras dé­ ca­ das de la vi­ da de Li­ be­ ra­ ción Na­ cio­ nal. Di­ ri­ gi­ mos al­ gu­ nos de los pri­ me­ ros con­ gre­ sos ideo­ ló­ gi­ cos, en es­ pe­ cial el se­ gun­ do y ter­ ce­ ro. Par­ ti­ ci­ pé tam­ bién en al­ gu­ nos as­ pec­ tos de la re­ dac­ ción de la car­ ta fun­ da­ men­ tal con el Pa­ dre Ben­ ja­ mín Nú­ ñez, de quien tam­ bién fui muy ami­ go. To­ dos sa­ bía­ mos, eso sí, que la car­ ta fun­ da­ men­ tal y las co­ rrec­ cio­ nes de ese do­ cu­ men­ to rea­ li­ za­ das en los con­ gre­ sos era ma­ te­ ria que siem­ pre es­ ta­ ba en ma­ nos del Pa­ dre Nú­ nez. Esos años, los de los pri­ me­ ros con­ gre­ sos ideo­ ló­ gi­ cos del par­ ti­ do Li­ be­ ra­ ción Na­ cio­ nal, fue­ ron los años glo­ rio­ sos de Li­ be­ ra­ ción Na­ cio­ nal. Era cuan­ do de ver­ dad éra­ mos cre­ yen­ tes sin­ ce­ ros de esas ideas que po­ nía­ mos por es­ cri­ to. “Co­ mo fui je­ fe de cam­ pa­ ña de Da­ niel, él me pu­ so en la lis­ ta de di­ pu­ ta­ dos por San Jo­ sé. Los dos pri­ me­ ros pues­ tos los ocu­ pa­ mos Al­ fon­ so Ca­ rro Zú­ ñi­ ga y yo. Fui di­ pu­ ta­ do dos años. Al­ fon­ so fue pre­ si­ den­ te de la Asam­ blea Le­ gis­ la­ ti­ va y yo fui je­ fe de frac­ ción. Re­ cuer­ do que me sen­ ta­ ba en la pri­ me­ ra si­ lla, y del otro la­ do, en la pri­ me­ ra si­ lla se sen­ ta­ ba Ra­ fael Án­ gel Cal­ de­ rón Four­ nier, que cuan­ do eso era un mu­ cha­ cho jo­ ven y ya se sa­ bía que iba a ser Pre­ si­ den­ te de la Re­ pú­ bli­ ca. “En esa épo­ ca ba­ jo la guía de Da­ niel Odu­ ber, fui­ mos ver­ da­ de­ ros ne­ go­ cia­ do­ res. Da­ niel fue el pre­ si­ den­ te más par­ la­ men­ ta­ rio que he co­ no­ ci­ do. Él mis­ mo ne­ go­ cia­ ba to­ do. De­ di­ ca­ ba gran par­ te de su pen­ sa­ mien­ to a su ac­ ti­ vi­ dad par­ la­ men­ ta­ ria. Ca­ da se­ ma­ na me in­ vi­ ta­ ba a al­ mor­ zar en la ca­ sa pre­ si­ den­ cial con al­ gún lí­ der de la opo­ si­ ción. “Así se con­ si­ guió la crea­ ción del Puer­ to de Cal­ de­ ra, y la de Asig­ na­ cio­ nes Fa­ mi­ lia­ res,y va­ rias otras le­ yes im­ por­ tan­ tes. Esa es la ma­ gia que hay en ne­ go­ ciar”.

La pa­ sión por el de­ sa­ rro­ llo agra­ rio “Dos años des­ pués me fui pa­ ra el IT­ CO por­ que Da­ niel me lo su­ gi­ rió. En mi fa­ mi­ lia me di­ je­ ron, ´qué bru­ to, con lo que cues­ ta ser di­ pu­ ta­ do…´. Pe­ ro lo del IT­ CO es al­ go que lle­ vo mar­ ca­ do en mi his­ to­ ria, en mi co­ ra­ zón.

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“Da­ niel me te­ nía una con­ fian­ za enor­ me. Por eso, no me pu­ so nin­ gún mi­ nis­ tro en­ ci­ ma. En el IT­ CO tra­ ba­ ja­ mos con tan­ ta li­ ber­ tad que fue cuan­ do se com­ pró más tie­ rras en to­ do el país. “An­ tes, tra­ ba­ já­ ba­ mos con mu­ cha sol­ tu­ ra. Aho­ ra, hay to­ do ti­ po de con­ tro­ les. Sin em­ bar­ go, nun­ ca ha ha­ bi­ do más irre­ gu­ la­ ri­ da­ des que aho­ ra en las ins­ ti­ tu­ cio­ nes pú­ bli­ cas. “Es­ tan­ do de di­ pu­ ta­ do me en­ fren­ té a la Uni­ ted Fruit Com­ pany con una ley de ex­ pro­ pia­ ción de to­ das las tie­ rras in­ cul­ tas. El blo­ que prin­ ci­ pal es­ ta­ ba en la Zo­ na Sur. Así fue co­mo crea­ mos Co­ to Sur. Ad­ qui­ ri­ mos tie­ rras que lle­ ga­ ban has­ ta la fron­ te­ ra con Pa­ na­ má. Esa ex­ ten­ sión, la sem­ bra­ mos prin­ ci­ pal­ men­ te de pal­ ma acei­ te­ ra. Eran 30 mil hec­ tá­ reas. “Cu­ rio­ sa­ men­ te, tam­ bién hi­ ce amis­ tad con el hom­ bre más im­ por­ tan­ te de la Uni­ted, que era Ri­ chard John­ son. In­ clu­ so, él nos ven­ dió la se­ mi­ lla pa­ ra sem­ brar pal­ ma acei­ te­ ra. El pri­ mer se­ mi­ lle­ ro fue­ ron 30 hec­ tá­ reas de ma­ ti­ tas. De to­ do co­ ra­ zón se lo agra­ dez­ co a don Ri­ chard. Ese fue el ori­ gen de la enor­ me pro­ duc­ ción de acei­ te ve­ ge­ tal, por un va­ lor de mu­ chí­ si­ mos mi­ llo­ nes de co­ lo­ nes pa­ ra be­ ne­ fi­ cio de mi­ lla­ res de pe­ que­ ños co­ lo­ nos, que tie­ nen só­ lo en esa ac­ ti­ vi­ dad in­ gre­ sos de cen­ te­ na­ res de mi­ les de co­ lo­ nes por mes. “Ade­ más, en el otro ex­ tre­ mo del país, hi­ ci­ mos un tra­ ba­ jo muy in­ te­ re­ san­ te. En to­ do Si­ xao­ la for­ ma­ mos una em­ pre­ sa mix­ ta en­ tre la Uni­ ted y el Es­ ta­ do cos­ ta­ rri­ cen­ se. El tra­ to en­ tre la Uni­ ted y el es­ ta­ do cos­ ta­ rri­ cen­ se era mi­ tad y mi­ tad en la pro­ piead de la em­ pre­ sa, que se lla­ mó PAIS, S. A. Es­ tu­ ve en la jun­ ta di­ rec­ ti­ va de ese con­ sor­ cio que crea­ mos. Íba­ mos allá en el avión de la com­pa­ ñía. Fue un pe­ río­ do de va­ lio­ so apren­ di­ za­ je pa­ ra mí. “To­ da esa zo­ na es­ ta­ ba lle­ na de cam­ pe­ si­ nos, y les ayu­ da­ mos pa­ ra que se con­ vir­ tie­ ran en agri­ cul­ to­ res, en pro­ duc­ to­ res. “Des­ pués, du­ ran­ te el go­ bier­ no de don Luis Al­ ber­ to tra­ ba­ jé con el ran­ go de Mi­ nis­ tro de De­ sa­ rro­ llo Agra­ rio. Don Luis Al­ ber­ to y don Chi­co me ayu­ da­ ron. Sin em­ bar­ go, de­ bo ad­ mi­ tir que el hom­bre más in­ te­ re­ sa­ do en dis­ tri­ buir la tie­ rra y en fun­ dar par­ ques na­ cio­ na­ les fue Da­ niel. “Así es­ tu­ ve, en­ tre los al­ tos car­ gos y la uni­ver­ si­ dad, has­ ta que me pen­ sio­ né. “Creo que el de­ sa­ rro­ llo agra­ rio tu­ vo un gran mo­ men­ to his­ tó­ ri­ co. Fue un pri­ vi­ le­ gio pa­ ra mí es­ tar in­ vo­ lu­ cra­ do con el IT­ CO en esa épo­ ca. To­ do se hi­ zo con ba­ se en la ley, sin vio­ lar la pro­ pie­ dad pri­ va­ da. Aún aho­ ra, hay mu­ chos pro­ pie­ ta­ rios que es­ ta­ rían dis­ pues­ tos a ven­ der sus tie­ rras pa­ ra que las dis­ tri­ bu­ yan. Hay mu­ chas ac­ ti­ vi­ da­ des en ma­ la si­ tua­ ción, la ga­ na­ de­ ría, el ca­ fé… Pe­ ro de­ be­ mos creer en el agro, por­ que es par­ te del al­ ma, del ser cos­ ta­ rri­ cen­ se. Pa­ ra me­ jo­ rar la dis­ tri­ bu­ ción de las tie­ rras, ha­ bría que de­ di­ car mu­ chos más re­ cur­ sos. “Otra gran co­ sa que co­ men­ zó con el IT­ CO fue la crea­ ción de par­ ques na­ cio­ na­ les. Cos­ ta Ri­ ca ha sa­ bi­ do crear ins­ ti­ tu­ cio­ nes en mo­ men­

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tos en que hay re­ tos his­ tó­ ri­ cos. En ese mo­ men­ to, el re­ to fue de­ cir ´aquí no en­ tra­ rá na­ die: es­ tas tie­ rras se­ rán pa­ ra par­ ques na­ cio­ na­ les´. “El pri­ mer par­ que na­ cio­ nal crea­ do fue Ca­ bo Blan­ co. Ha­ bía un de­ par­ ta­ men­ to del MAG, que en esa ma­ te­ ria no ma­ ne­ ja­ ba mu­ chos re­ cur­ sos. Yo lla­ ma­ ba al di­ rec­ tor y le de­ cía ´aquí le ten­ go otro nue­ vo par­ que na­ cio­ nal, va­ mos a ver­ lo´. “Rei­ te­ ro que se le dio tie­ rra a 60 mil fa­ mi­ lias. Hay gen­ te que cree que la tie­ rra se vol­ vió a con­ cen­ trar. Eso no es cier­ to. Es cues­ tión de ir a ver a Ca­ ria­ ri, por ejem­ plo. En Ca­ ria­ ri se con­ cre­ ta lo que pa­ ra mí era el ideal: crear re­ gio­ nes de de­ sa­ rro­ llo, de­ mo­ cra­ ti­ zar la pro­ pie­ dad y dis­ tri­ buir la tie­ rra. Un pen­ sa­ dor ar­ gen­ ti­ no di­ jo que ´go­ ber­ nar es po­ blar´. Eso es lo que se hi­ zo con ba­ se en el IT­ CO en al­ gu­ nas re­ gio­ nes, co­ mo Co­ to Sur, Ca­ ria­ ri, Río Frío y Si­ xao­ la. “Cla­ ro. Te voy a con­ fe­ sar que es más fá­ cil ha­ cer­ lo en el Atlán­ ti­ co que en el Pa­ cí­ fi­ co. El Pa­ cí­ fi­ co his­ tó­ ri­ ca­ men­ te tien­ de a las fin­ cas gran­ des. Uno ha­ ce re­ co­ rri­ dos en Gua­ na­ cas­ te y atra­ vie­ sa in­ men­ sas ex­ ten­ sio­ nes sin gen­ te, y sin gen­ te no hay pro­ gre­ so. El pro­ gre­ so lo en­ cuen­ tra uno en el va­ lle de Pal­ ma­ res, en el va­ lle de El Ge­ ne­ ral, en Ca­ ria­ ri, en San Car­ los. ¿Por qué? Por­ que hay mu­ cha gen­ te. “Hay un gran poe­ ta, Jo­ sé Co­ ro­ nel Ur­ te­ cho, que le ha­ ce un gran poe­ ma al Can­ tón de San Car­ los. Era un gran ad­ mi­ ra­ dor de Cos­ ta Ri­ ca, te­ nía una fin­ ca en Los Chi­ les en la fron­ te­ ra, pe­ ro la pro­ pie­ dad es­ ta­ ba ubi­ ca­ da en te­ rri­ to­ rio cos­ ta­ rri­ cen­ se, y es­ ta­ ba do­ ta­ da con un ca­ nal pa­ ra sa­ lir al Río San Juan cer­ ca de San Car­ los de Ni­ ca­ ra­ gua. Ese poe­ ma so­ bre la re­ gión cos­ ta­ rri­ cen­ se de San Car­ los ha­ bla de la can­ ti­ dad de gen­ te, de las nu­ me­ ro­ sas fin­ cas y de la abun­ dan­ te pro­ duc­ ción. “Yo fui a una gi­ ra a la fin­ ca del poe­ ta con Da­ niel Odu­ ber, Her­ nán Ga­ rrón, y Ós­ car Arias. Dor­ mi­ mos en la ca­ sa del se­ ñor Jo­ sé Co­ ro­ nel Ur­ te­ cho. De ahí, se­ gui­ dos por pe­ rio­ dis­ tas de to­ da la pren­ sa na­ cio­ nal, sa­ li­ mos a las seis de la ma­ña­ na pa­ ra atra­ ve­ sar Cos­ ta Ri­ ca de fron­ te­ ra a fron­ te­ ra por el Nor­ te. Lle­ ga­ mos a las 2 de la tar­ de al Río Si­ xao­ la en la fron­ te­ ra con Pa­ na­ má. Nos fui­ mos por den­ tro, pa­ sa­ mos por La Unión de Guá­ pi­ les, y nos ser­ vi­ mos de los ta­ blo­ nes que ha­ bían si­ do co­ lo­ ca­ dos en los puen­ tes del fe­ rro­ ca­ rril del Atlán­ ti­ co.

La Gran Ser­ pien­ te Ver­ de “Siem­ pre me ha gus­ ta­ do es­ cri­ bir. No obs­ tan­ te, fue has­ ta des­ pués de vie­ jo que sa­ qué tiem­ po pa­ ra ha­ cer­ lo sis­ te­ má­ ti­ ca­ men­ te. Ha­ ce unos años pu­ bli­ qué la no­ ve­ la ´La Gran Ser­ pien­ te Ver­ de´. Re­ sul­ ta que em­ pe­ cé a in­ cli­ nar­ me por es­ tu­ diar la ´Yu­ nai´ des­ de ha­ ce mu­ chos años. Así que co­ lec­ cio­ né do­ cu­ men­ tos y li­ bros, hi­ ce in­ cur­ sio­ nes, re­ vi­ sé los pe­ rió­ di­ cos, y me me­ tí de lle­ no en la Bi­ blio­ te­ ca del Con­ gre­ so de los Es­ ta­ dos Uni­ dos, en la que hay una sa­ la de lec­ tu­ ra ba­ jo una gi­ gan­ tes­ ca cú­ pu­ la. Lo mis­ mo hi­ ce en el Mu­ seo Bri­ tá­ ni­ co. Es de­ cir es­ tu­ ve en las me­ jo­ res 30

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bi­ blio­ te­ cas del mun­ do, en las que se en­ cuen­ tra una can­ ti­ dad in­ creí­ ble de in­ for­ ma­ ción en do­ cu­ men­ tos y li­ bros. Más tar­ de, con ba­ se en to­ da la do­ cu­ men­ ta­ ción, me en­ tró la ga­ na de pu­ bli­ car un li­ bro en for­ ma de no­ ve­ la. Fue un atre­ vi­ mien­ to. He te­ ni­ do la gran suer­ te de que hay al­ gu­ nas per­ so­ nas muy cul­ tas a quie­ nes les ha gus­ ta­ do mu­ cho el li­ bro, en­ tre ellos Ro­ dol­ fo Gur­ dián, Al­ ber­ to Ca­ ñas y Ma­ rio Gon­ zá­ lez. “Aho­ ra, ade­ más de es­ cri­ bir, pa­ so mu­ cho tiem­ po en La Unión de Guá­ pi­ les, don­ de ten­ go una fin­ ca. Me gus­ ta mu­ cho tra­ ba­ jar con tran­ qui­ li­ dad. He es­ ta­ do en me­ dio de los vai­ ve­ nes de la po­ lí­ ti­ ca. Eso le ge­ ne­ ra a uno mu­ cha pre­ sión. Por ejem­ plo, en el año 66, des­ pués del go­ bier­ no de Don Chi­ co, cuan­ do per­ di­ mos con Da­ niel, me que­ dé sin tra­ ba­ jo. “He ja­ la­ do mu­ cho ha­ cia el Atlán­ ti­ co, es­ pe­ cial­ men­ te ha­ cia Guá­ pi­ les. Cuan­ do me en­ con­ tré esas tie­ rras, fue tan­ to el amor que nos ins­ pi­ ró que íba­ mos ca­ da ocho días. Nos íba­ mos has­ ta Tu­ rrial­ ba en ca­ rro, de ahí a Guá­ pi­ les en tren, lle­ gá­ ba­ mos a las 6 y me­ dia de la tar­ de, y nos que­ dá­ ba­ mos en una ca­ si­ ta de un se­ ñor Mo­ li­ na. Que­ da­ ba al fren­ te de las pal­ me­ ras. Al día si­ guien­ te, sa­ lía­ mos de Guá­ pi­ les ha­ cia la fin­ ca que es­ tá si­ tua­ do en el dis­ tri­ to lla­ ma­ do La Unión. Des­ pués, me hi­ ce un cuar­ to con ba­ ño y ca­ ma­ ro­ tes, ahí en el cen­ tro de Guá­ pi­ les. Fue en el año 66. “Te­ nía­ mos ga­ na­ do ahí en La Unión, pe­ ro una vez se me sa­lió un to­ ro, cho­ có con­ tra un ca­ mión, era un to­ ro de 700 ki­ los y me me­ tió en un pro­ ble­ ma. Así que qui­ té to­ do el ga­ na­ do y has­ ta los cua­ tro ca­ ba­ llos que te­ nía. “Ya no quie­ ro na­ da que ca­ mi­ ne fren­ te a una au­ to­ pis­ ta. Me de­ di­ qué a sem­ brar ár­ bo­ les. La prin­ ci­ pal ven­ ta­ ja de los ár­ bo­ les es que no ca­ mi­ nan, no hay que pen­ sar en que se le pue­ den atra­ ve­ sar a un ca­ mión. Só­ lo que en un cul­ ti­ vo fo­ res­ tal hay que es­ pe­ rar ocho o nue­ ve años. Por aho­ ra siem­ bro los ár­ bo­ les lla­ ma­ dos chan­ cho o bo­ ta­ rra­ ma, de los que ten­ go bue­ na se­ mi­ lla en la fin­ ca. “Mis hi­ jos es­ ta­ ban chi­ qui­ llos. Nos íba­ mos to­ dos y al día si­ guien­ te el úni­ co tren que en­ tra­ ba era el de las 10 de la ma­ña­ na y sa­ lía a las 2 de la tar­ de. Era só­ lo un ser­ vi­ cio dia­ rio. En­ ton­ ces, si no sa­ lía­ mos a las 10 de la ma­ ña­ na, nos to­ ca­ ba que­ dar­ nos en Tu­ rrial­ ba, dor­ mir ahí y to­ mar un bus has­ ta el si­ guien­ te día. “Aho­ ra me que­ da a una ho­ ra de San Jo­ sé, ter­ mi­ né sem­ bran­ do ár­ bo­ les, es lo que es­ toy ha­ cien­ do, mi­ les de ár­ bo­ les. “Al­ go de­ ci­ si­ vo en to­ dos mis años ha si­ do mi ma­ tri­ mo­ nio con Vir­ gi­ nia. Te­ ne­ mos dos hi­ jos, Jo­ sé Ma­ nuel y Syl­ via. Jo­ sé Ma­ nuel fue Mi­ nis­ tro de Co­ mer­ cio Ex­ te­ rior de Jo­ sé Ma­ ría Fi­ gue­ res, es­ tu­ dió Eco­ no­ mía en Cam­ brid­ ge, In­ gla­ te­ rra. Una uni­ ver­ si­ dad de 800 años de his­ to­ ria, en la que Jo­ sé Ma­ nuel al­ can­ zó di­ ver­ sos tí­ tu­ los, in­ clu­ so el de doc­ tor. Aho­ ra es­ tá en el de­ par­ ta­ men­ to de Co­ mer­ cio Ex­ te­ rior de la OEA en Was­ hing­ ton, Es­ ta­ dos Uni­ dos.

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“Syl­ via es­ tu­ dió ma­ te­ má­ ti­ cas y es­ ta­ dís­ ti­ ca, y es­ tá de ge­ ren­ te de una em­ pre­ sa que im­ por­ ta pie­ zas es­ pe­ cia­ li­ za­ das pa­ ra Odon­ to­ lo­ gía, que se lla­ ma Im­ plan­ tec”. Jo­ sé Ma­ nuel Sa­ la­ zar Na­ va­ rre­ te re­ fle­ ja se­ re­ ni­ dad y tran­ qui­ li­ dad en su ros­ tro, es­ pe­ cial­ men­ te cuan­ do ha­ ce una sín­ te­ sis de su vi­ da “lo µás im­ por­ tan­ te de mi vi­ da es que me con­ sa­ gré con ple­ ni­ tud al ser­ vi­ cio en ins­ ti­ tu­ cio­ nes pú­ bli­ cas. En aque­ llos tiem­ pos la la­ bor de un ser­ vi­ dor pú­ bli­ co en los car­ gos de más al­ ta res­ pon­ sa­ bi­ li­ dad si­ ni­ fi­ ca­ ba ina­ go­ ta­ ble tra­ ba­ jo y po­ cos be­ ne­ fi­ cios, no co­ mo aho­ ra. An­ tes se de­ sem­ pe­ ña­ ba uno con gran idea­ lis­ mo, es­ pí­ ri­ tu de sa­ cri­ fi­ cio y com­ ple­ ta ho­ nes­ ti­ dad”. Mu­ cho de eso ha­ ce fal­ ta en la ac­ tua­ li­ dad, evi­ den­ te­ men­ te.

Lo que pienso sobre el TLC “Yo como economista creo en los grandes mercados. El país es muy pequeño. El país vive y necesita de los grandes mercados. EL TLC con Estados Unidos es un contrato – ley con el más grande mercado del mundo y el más grande mercado para nuestros productos”.

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Rodolfo Barrantes Rodríguez

La visión del mayor productor de leche Es uno de los empresarios más visionarios de Costa Rica y un símbolo de la producción lechera y de la Cooperativa Dos Pinos. Su nombre es señal de excelencia en la producción, y de la mano del trabajo y la visión, ha levantado un grupo de empresas que llevan su sello personal. Lo digo yo, porque es incapaz de decir algo así de él mismo. Rodolfo Barrantes Rodríguez nació en Alajuela, hijo de don Gilberto Barrantes y doña Lidia Rodríguez. “Don Gilberto, mi papá, era farmacéutico. Había querido ser médico, pero cuando eso no había escuela de medicina en Costa Rica. “Nunca tuvo farmacia, sino que se dedicó al comercio. Tuvo el Almacén Barrantes, que fundó junto a su papá y sus hermanos, donde ahora está el supermercado Tikal. Hacía mucho de farmacia. Vendíamos de todo lo que había que procesar, tintura de yodo, con base en yodo metálico y alcohol, pomadas, ungüentos… “Después, le compramos una finca en San Carlos a un señor Méndez. Se llama ´La Josefina´, porque así se llamaba mi abuela paterna. Cuando ellos la fueron a inscribir, existía la galleta ´La Josefina´, y ya la habían registrado. Entonces se llamó Agrícola Industrial La Lydia, S.A., pero, de por sí, el lugar es conocido como ´La Josefina´ porque está en un barrio del distrito de Pital que ya es conocido con ese nombre. “El papá de mi papá, mi abuelo, José Barrantes Arguedas, había tenido muchas fincas en Alajuela y en La Garita, y le inculcó a papá el amor al campo. Papá vivió en Alajuela toda la vida, y sabía que tenía que trabajar para salir adelante. Mientras tanto, algo parecido le ocurría a mi mamá, porque el abuelo Luis había perdido mucho del capital que tenía. Lo perdió en el año 29. Él tenía la finca La Florida´, en San Carlos, y la perdió, donde ahora está el ingenio Santa Fe, a la salida de Ciudad Quesada hacia Aguas Zarcas. También fue de él la finca ´La Fama, donde ahora están los piñales de Rodrigo Montealegre. Bueno, y el abuelo Luis tenía varias fincas en Poás. Era un viejo muy ordenado. Tenía su propia moneda, los famosos boletos de antes. Eran unas monedas grandes, de un material muy bueno, y tenían el valor impreso así como el nombre de mi abuelo. Hasta en Alajuela se cambiaban por dinero y por bienes. “Todavía en esos años había una porción de trueque en el intercambio de bienes y servicios en el país. Costa Rica es un país muy joven, muy fácil de enderezar, pero no lo quieren enderezar. “La salida a los problemas del país debe darse a través de una transformación violenta de la educación. Hay que pagarles bien a los Camilo Rodríguez Chaverri

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maestros y que rindan cuentas. La educación debe profesionalizarse. Recuerdo a una maestra de San Rafael de Poás. Se llamaba María Francisca Picado. Era la esposa de mi tío Miguel Ángel, hermano de mi mamá. Qué buena maestra. Con esa mujer sí se aprendía. Hemos perdido mucho de la educación nuestra. Perdimos la mística y el sentido de la excelencia. De Pepe Figueres para acá se descompuso la cosa en educación”.

Entre Alajuela, Poás y Pital “Nosotros crecimos en Alajuela, pero yo iba a Poás todos los veranos y a Pital también. Iba un mes a cada lado. “En esos años no había ganado en el país. Todo venía de Nicaragua. Papá, que en ese momento no tenía muchos recursos, empezó a ver cómo hacía para meterse en el negocio del ganado. Papá nació con el siglo, el 21 de marzo de 1900. En este momento tendría 105 años. “Para ir a ´La Josefina´, salíamos de Poás de Alajuela, de donde era mi mamá. Ellos se casaron muy jóvenes. Papá tenía 25 años, y estaba recién graduado de la universidad. El abuelo Luis, el papá de Lydia, mi mamá, tenía finca en San Rafael de Poás, al frente de la escuela. “Me tocó ir a San Carlos a caballo. Salíamos a ´La Vieja´ en caballo, bajando por ´Ron Ron´. Salía uno por el cementerio, bordeando los cerros. El papá de Limberg Quesada era uno de los fundadores del pueblo. Tenía su hotelito. Ahí cambiábamos caballo, y cargábamos canfín, sal, alambre de púa, arroz y poco más. El resto se conseguía en la finca. “Se comía olla de carne mañana, tarde y noche, con carne de venado, guatusa, zorra, tepezcuintle, cariblanco y pava. Había pavas como del tamaño de un zopilote. Se bajaban de un balazo. Era como comer gallina. Había gallinas de monte, pizotes… Usted los ve ahora en manada, pero después de cierta edad se apartan del rebaño, o porque un macho les quita las hembras o porque se sienten cansados. Se hacen grandotes y sedentarios. “Pasábamos un mes o dos meses en la finca. Iba toda la familia. En esos años, mi papá se iba para Nicaragua a traer ganado. Hacía unas arriadas enormes de ganado. Estaba de presidente Anastasio Somoza Debayle, lo apadrinaba el papá de don Jaime Solera Bennet, quien le prestaba la plata. Hacía arriadas hasta de mil novillos. “Se necesitaba casi cien arrieros, es decir, diez novillos por arriero, para andar entre la montaña. Sólo él y otro andaban a caballo. Era tan duro eso que papá nos contaba a nosotros de la forma cómo llevaban la comida. Por ejemplo, las arepas las tenían que hacer de trigo, porque el maíz se descomponía”.

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Padre visionario “Papá era un hombre sumamente emprendedor y muy visionario. Hizo unos ´denuncios´ enormes. Era muy ambicioso. Llegó a tener muchas hectáreas de montaña en Sarapiquí. Fue socio del expresidente Mario Echandi en tierras y en minas, y con la ex ministra Estela Quesada también tuvo negocios, en Cerro Chato, con extracción de azufre. “Cuando el comunismo adquirió fuerza, los comunistas comenzaron a hacer un despliegue fuertísimo de poder. Como medida, el gobierno permitía que las tierras que no estaban cultivadas se perdieran. Empezaron a dar préstamos para botar montaña, porque aquí se consiguió botar montaña con el auspicio del Banco Nacional. La tierra tenía mucho más valor potrero que bosque. “Y papá se encargó de llevar crédito hasta los pueblos de San Carlos. Fue el fundador de las agencias bancarias de Pital, Aguas Zarcas y Venecia, así como presidente de la junta directiva del Banco Nacional en Alajuela y en San José, y director del Banco Central… Era un hombre de números, y muy patriota. “Me acuerdo que a uno jovencillo lo levantaban a las 5 y media para ir a la escuela y el colegio. A esa hora ya papá estaba atendiendo consultas, porque pasaba mucho del tiempo de él dedicado a ayudarle a la gente. Tenía un carisma muy especial, la gente lo quería mucho, era sumamente servicial. “También recuerdo cuando mis abuelos maternos se fueron de San Rafael de Poás a El Llano, en Alajuela. Mi abuelo Luis compró la finca San Luis, del finado Pinaud, francés. Tenía una casa muy bonita. Abuelo la tumbó e hizo una casa más bella todavía. Abuelo había entrado en una invalidez física impresionante. Quedaban nada más que las mujeres, mi mamá y sus hermanas, y Gilbertillo, que era el menor de los hombres. Después, él tomó los negocios de la familia. “Fui a la Escuela Ascensión Esquivel de Alajuela, estuve interno en el colegio San Bosco, en el barrio San Bosco, de ahí me pasaron a La Salle, semi interno, me expulsaron por conducta y me fui al Instituto de Alajuela. “Cuando terminé el colegio me fui a estudiar en Estados Unidos. Obtuve un bachillerato en ganadería de carne y de leche en la Universidad de Florida en Gainesville, una maestría en Ciencias Genéticas, y tenía una beca para irme a la Universidad de Wisconsin a sacar un doctorado en genética, pero papá estaba mal económicamente, y me dijo que me viniera a ayudarle. Mi hermano Carlos Manuel estaba en otras cosas, dedicado a la pesca y al turismo; mi otro hermano, Gilberto, estaba muy jovencillo. Mi hermano Carlos Manuel fue fundador de Parismina Tarpon Ranch, y abrió el mercado del turismo para la zona de las barras de Colorado y Parismina. Los turistas pescaban en las lagunas. Por años de años vinieron toda clase de personajes mundiales a

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pescar los sábalos más impresionantes del mundo, sábalos de 200 libras”.

De la finca a las mangueras “Me gradué en el año 63. Me vine directamente para la finca. Empecé a trabajar en ´La Josefina´. Trabajé con mi papá muchos años… “Como había trabajado en la finca con maquinaria, y uno vivía comprando repuestos y cosas, me di cuenta que había una buena oportunidad en el mercado, y era poner un lugar para la venta de bandas transportadoras, mangueras industriales, secadores refrigerativos, fajas automotrices y lubricantes. “En un garage fundé Central de Mangueras, en Barrio México. Le pedí a papá que me fiara, él me fió con mucho gusto. Tenía unos 36 años de edad. Empecé solo con Ana Cristina, mi esposa, que en ese momento era secretaria de don Walter Kissling, en Kativo. “Mi esposa siempre me ayudó durante todo el tiempo en que no me alcanzaba la plata. Fue muy valiente. Le daban las dos, las tres de la mañana trabajando conmigo. Al día de hoy igual. Central de Mangueras acaba de cumplir 25 años, y ella sigue trabajando igual. La vida ha sido dura. “En la década de los 80, me había pasado de un garajito de la Uruca, donde pagaba tres mil pesos al mes, adonde Ayub, frente a Faco. Vino un fenómeno muy especial. No lo había visualizado. Empezó la devaluación fuerte y ese proceso me favoreció. Como me había educado en Estados Unidos, tenía un concepto más global de los negocios. Me fui a la sede central de la Good Year, en Ohio, Estados Unidos. Me fui a consultar qué era lo que había que hacer para vender sus productos. Me atendió David Foster, director financiero de la Good Year Internacional. “Good Year se estaba convirtiendo en una empresa global. Él me dijo, ´Rodolfo, we are going global, lo que le está pasando a su país, le está pasando a muchos países´. “También me dijo ´la moneda de su país va a empezar a devaluarse, cómprese unas calculadorcitas, haga lista de precio en dólares, no le crea a nadie que la moneda se va a mejorar, compre dólares tres veces al día, compre por la mañana, al medio día y en la tarde, no le haga caso a nadie que le diga lo contrario, tenga muchísimo cuidado con la especulación, gánese lo correcto, yo le voy a dar a usted crédito, usted se va a hacer rico en menos de dos años, la competencia se va a asustar y va a dejar de comprar…´. “Me dio 200 mil dólares de esa época en productos. El negocio se disparó. Creció de 22 empleados a 60 empleados. Ya no cabía ahí.

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Compré otra propiedad, en La Uruca, la construí, y pude hacer más inversiones en otros campos. Las cosas salieron. “Ahora la situación es diferente. La economía del país está estancada, y así va a seguir siendo, hasta que no haya alguien con sesos en el cerebro que cambie este país. La devaluación es una enfermedad. Es una cosa punible como ninguna. Los que están exportando en dólares están felices, pero el resto del país está jodido. “Ya cuando estaba muy bien con ´Central de Mangueras´, me llamó mi papá. Me fui a ayudarle en la finca. Con muchísimo esfuerzo, terminé comprando la finca”.

El regreso al campo Como dice don Jorge Pattoni, gerente general de la Cooperativa Dos Pinos, Rodolfo Barrantes es el mayor productor de leche en Centroamérica, el mayor productor por vaca en bajura, 18 kilos por vaca, y el que le entrega más leche a la Dos Pinos. “Te quiero hablar de mi papá. Mi papá construyó una sala de ordeño y compró un tanque de 13 mil litros. Prácticamente nunca lo pudo llenar él. La primera vez que estuve al lado de él, las condiciones eran muy difíciles. No había caminos, pero crecimos bastante. Cuando volví, años después, le dimos realce a la producción. Y ahora que me quedé solo hice modificaciones de fondo, puse semiestabulación… No es un gran negocio, el negocio de ganado, en términos generales, es de regular a malo, pero es muy bonito. “Hay dos facetas del negocio que son válidas: usted mantiene y conserva la tierra, y si usted trabaja muy bien, mantiene y conserva los inventarios. Mi abuelo Luis decía que se llama ganado porque al día siguiente vale más, siempre engorda. “Como me formé profesionalmente en ese campo, conocía todas las disciplinas del negocio. Mi formación también ha sido de números y de cuentas muy cuidadosas. Creo en el flujo de caja. Creo en la inversión. Nada se hace si usted no invierte. También creo en los riesgos calculados. “Siempre se alegó que había mucha presión internacional, que había mucha leche, que los precios internacionales no permitían competir. Lo que siempre les he dicho es que hay que fiarle al productor los aportes, para que se le convierta en un negocio normal, con utilidades de la parte industrial. “Hemos visto cómo los negocios que tienen que ver con tierra empiezan a ser muy buenos, porque hay una explosión demográfica muy grande, de gente que consume, que antes no consumía, y se presenta muy bien una oportunidad de crecimiento industrial”.

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El país “Para arreglar este país se necesita tres cosas. La primera es transformar la educación, que los educadores ganen dinero, que sean un lujo para el país. La segunda es la rendición de cuentas, que cada palo aguante su vela. También hay que simplificar el Estado, hacerlo más chiquito, más eficiente y atacar la corrupción, tanto pública como privada. Sé de los sinsabores que tengo que pasar para competir por culpa de la corrupción privada. La gente está acostumbrada a dar propinas para que las cosas se le faciliten. “¿Quién falla más: el asalariado o el empresario? Seamos justos. La realidad es que los empresarios tampoco tienen toda la culpa. Es desesperante el sistema, que le pone trabas a todo. Los empresarios se impacientan. “El día en que, en este país, las cámaras hagan una campaña para que Costa Rica sea decente, todo va a cambiar, pero a la corrupción privada no se le da tanta importancia. “Este país está casi llegando a 19 mil millones de dólares de Producto Interno Bruto (PIB). Si se arreglara la infraestructura, este país se perdería de vista. Pero hay carreteras de dos vías, con transporte a 20 kilómetros por hora “Si este país se educara verdaderamente, no creo que este país requiera de mucho esfuerzo para salir adelante. Si uno empieza ya, la transformación se va a dar rápidamente. Este país es de gente trabajadora. Tiene iniciativa. Costa Rica empezó produciendo y exportando cuatro productos, y ahora tiene más de 5 mil productos de exportación. Ya hay hasta universidades de ticos en China. “En el mundo, el que va a salir adelante es el que tiene más iniciativa, más visión, más trabajo, más ahorro… Aquí hay instituciones que usted las puede cerrar mañana y le hace un favor al país. Además, en Costa Rica no hay razón para que haya pobres. Es responsabilidad del Estado que cada quien tenga una vivienda. Es una obligación del Estado que cada quien viva dignamente. Eso tiene que salir de la economía nacional. “La tarea de cada quien es trabajar mucho y pensar lo que hace. Yo estoy en actividad, en San Carlos con ´La Josefina´; en Fraijanes con ganadería de leche; además tenemos una urbanización de Pital, estamos empezando a hacer casas; tenemos dos tajos, estamos empezando a explotarlos; iniciamos las siembras de piña; contamos con un tallercito de ebanistería, y aprovechamos toda la madera de la finca y sembramos de madera todos los rinconcitos que no se puedan usar como tierra agrícola… Aparte de eso está Central de Mangueras, que es un gran esfuerzo en el que mi esposa está al frente. Sin duda, este negocio se lo debo a ella”.

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“Trabajo de 12 a 14 horas” “Trabajo entre doce y catorce horas al día. Me levanto a las 6 de la mañana, desayuno cereal con leche y banano, no tomo café… Me meto a trabajar. Paso la mitad de la semana en San Carlos, estoy en comunicación constante con la empresa y pego la computadora a la hora que sea. Se desplaza uno muy bien. “También me he metido en otras actividades. Por ejemplo, una vez me metí en una bananera. Cogí una finca de 75 hectáreas. Producía 1400 cajas por hectárea. La amplié, la llevé a 170 hectáreas, y la entregué con 2600 cajas por hectáreas. Es una finca que está en San Luis de Guácimo. La compró la compañía bananera San Luis. “Es que si usted es lechero, es bananero, es piñero y, además de eso, es comerciante, usted puede hacer lo que sea. Se requiere orden contable, disciplina, trabajo, buenas relaciones laborales, no creer en la rotación de personal, tener visión, e invertir para crecer… Con las empresas hay que producir progreso. Es la obligación de todo ser humano. Todo se hace a punta de esfuerzo, trabajo y colaboración de otras personas. Todo el que quiera trabajar sin colaboración de otra gente está muerto. Para eso, la organización es fundamental. “El principio de delegación de funciones es el más delicado de todos, pero es el más importante. Uno tiene que andamiarse fuertemente con las diferentes personas con las que uno va haciendo y reforzando la organización. Al final de cuentas uno va diciendo, va orientando… Uno tiene la voz cantante, predominante, pero las más de las veces todo sale sólo si la gente está estimulada. A como uno ama el trabajo, todos también deben amarlo. Eso implica que todos deben tener un trabajo bien remunerado. Los controles sí ayudan, pero más ayuda una buena relación humana y laboral. Es fácil decirlo, pero para aprenderlo uno necesita estar pendiente todos los días de todos los detalles, y entonces todos los días aprende uno algo”.

Lo que pienso sobre el TLC “Soy un creyente de que la forma más eficiente de generar progreso en cualquier ámbito o sector es a través de la libre competencia. Ese es un principio. Las tendencias mundiales son muy claras en ese sentido. El país puede surgir más rápidamente si la competencia lo obliga. El TLC trae oportunidades, y nos obliga a competir, a sacar lo mejor de nosotros. En el caso de la leche, los precios están muy buenos. Estamos leche en polvo a más de cinco mil dólares la tonelada. La leche, como un medio de desarrollo, está pasando por un muy buen momento. El maíz y la soya se están utilizando para etanol. Eso generó un pequeño desbalance. Pero el valor de esos granos nos permite Camilo Rodríguez Chaverri

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vender el producto a precios más altos. Si logramos transformar nuestras fincas para hacerlas más eficientes, para aprovechar la luz y la lluvia, tendremos más pastos verdes. La cooperativa Dos Pinos está trabajando en un censo ganadero, para saber de cada productor cuánto produce, cuál es el rendimiento, la reproducción, la rentabilidad por hectárea… En este momento, la Dos Pinos puede colocar toda la leche que recibe, y podría vender más. Somos líderes en América Central. Somos líderes en América Latina. Deberíamos estar buscando los mercados de Rusia, de China, conquistar todo el Caribe… En el caso de los quesos, los yogur, la natilla, tenemos calidad mundial. Siento el momento en que podemos conquistar el mercado ruso. Puede ser más atractivo que China, tienen petróleo, gas natural, minerales, menos población… El futuro de la leche lo veo bien en el mediano y en el largo plazo. La desgravación en materia de leche nos da muchos años para estudiar, para mejorar, para entrar en mayores procesos de automatización. Estamos en condiciones iguales a una gran cantidad de empresas mundiales. Sin TLC perderíamos el liderazgo en América Central. Sin TLC tendríamos mucho menos inversión extranjera. Sin TLC, corre en peligro la Iniciativa de la Cuenca del Caribe, porque los otros países de América Central reclamarían porque ellos sí firmaron el TLC. Sin TLC con Estados Unidos, tampoco podríamos tener con facilidad un TLC con la Unión Europea. Costa Rica es un país que tiene condiciones para que vengan empresas de todo el mundo. Instituciones como el ICE y el INS pueden tener éxito, pero si tienen competencia. No veo cómo uno no puede tener éxito ni riqueza si no es organizado, si no trabaja muchísimo, si no tiene un plan de negocios a largo plazo. Soy el primer productor de leche porque en la finca tenemos criterios de excelencia, de mejoramiento continuo, de creatividad y de calidad. Igual, ahora que estamos metidos en piña, mientras el promedio anual anda en 5 mil piñas por hectárea, el nuestro es de 8800 piñas. Por eso, creo que Costa Rica puede competir. Tenemos todo para desarrollar a Costa Rica, y el TLC con Estados Unidos es fundamental para lograrlo”.

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Lelo Rodríguez González

Lechero Tradicional No conozco a otra persona que a los 85 años sea tan laboriosa y tan esforzada como él. Trabaja al campo, cuida de sus vacas, le da de comer a los cerdos, está pendiente del funcionamiento de la finca y le alcanza el tiempo para leer y enterarse de lo que ocurre en el país y en el mundo. Ha sido trabajador y sacrificado desde siempre. Tanto que entró a San Carlos en una época en que no había ni luz eléctrica ni camino. Se venía a caballo desde Poás de Alajuela, y pasaba largas temporadas solo, mientras hacía su finca. Filadelfo Rodríguez González, mejor conocido como Lelo Rodríguez, nació el 3 de junio de 1920. “Estoy entrado a los 85 años”, nos dice, no más iniciando. Nació en San Rafael de Poás, en una familia de nueve hermanos, Miguel Ángel, Marta, Lidia, José Luis (“Chevico”), Alicia, Ana María, Eladio y Gilberto. Sólo viven Alicia, Ana María y él. Hijo de Don Luis Rodríguez, finquero de Poás y luego de San Carlos, y de Carolina González, quien llegó a vivir 105 años, Lelo creció en un hogar de muchas tradiciones, mucho trabajo, disciplina, valores y orden. “Dicen las malas lenguas que papá heredó más, porque Don Santiago, mi abuelo, lo dejó en medio de todas las mujeres, y él les compró a ellas. La finca era famosa por grande y bien manejada. Se llamaba Ratoncillal. La otra finca se llamaba Ruperto, y se llamó así porque antes fue de un hombre que se llamaba Ruperto. “Mi abuela Genoveva decía que, en la herencia, había que dejarle más a papá, porque toda la vida fue renco, pero era el que tenía más visión de todos los hijos, y fue el que hizo más capital. “A los años, papá adquirió un derecho en Villa Quesada, donde ahora está el ingenio Santa Fe y la cooperativa Dos Pinos. La finca se llamaba La Florida, porque la quebrada se llamaba La Florida. Papá se vino para San Carlos en el año 1910. Se venía a caballo desde Poás. “Viajé muchísimos años a caballo, fui el que más viajé de todos los hermanos. Todos los meses entraba y salía. Nos veníamos al principio, antes de que papá tomara por Río Cuarto. Viajábamos por Villa Quesada. Era más fácil venirse que irse porque era bajando. “De Poás a Villa Quesada durábamos ocho horas con una bestia buena. En cambio, para afuera gastábamos diez horas”.

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Casi nace sobre un caballo… “Empecé a venir como de 6 años. La primera vez vine en carreta con Vita, una sobrina de papá que él crió. Cuando tía Joaquina iba a morir le dijo a su hermano Luis que se dejara a Vita. Y Vita se convirtió en el brazo derecho de mamá. Fue la que vi más como madre. Cuando compré esta finca, me la traje a ella. Se vino para acá muy resentida con papá porque no le había dejado herencia. Traía todas las cosas en dos sacos de gangoche. “En ese tiempo, las cazadoras, que eran los buses de antes, llegaban hasta La Marina. Venían de Villa Quesada a La Marina. El camino de La Marina para acá era indecente. Había piedras que las tocaba uno con los estribos. Apenas pasaba una carreta entre piedra y piedra. “Estudié en la escuela de San Rafael de Poás, que se llama Luis Rodríguez en honor a mi papá, que donó el lote donde la construyeron. Cuando estaba en esa escuela, daban hasta cuarto grado. Nos pasaron quinto y sexto grado a San Pedro de Poás. Ahí daba clases María Francisca Picado, que fue mi maestra. Don Lelo era el director. Ese señor era ejemplar. Imagínense que no tuvo ni segunda enseñanza, y hablaba varios idiomas. Hay un monumento a él en Poás. “Don Lelo también era el médico del pueblo, era el primero que veía a cualquier enfermo. Cuando alguien se agravaba, y había que mandar a llamar al médico a Alajuela, lo primero que hacía era preguntar ´¿y qué dijo don Lelo?´. Es más, cuando un médico tenía que ir a Poás a operar a alguien de emergencia, quien lo asistía era Don Lelo. Decía don Lelo que los chinos armados con palos dominaban el mundo. En casa todos fuimos muy amigos de los animales y de las fincas. Crecimos en el monte. Es más, yo me puse zapatos cuando ya iba para el colegio. Antes andaba descalzo. Fui descalzo a la escuela. Me acuerdo que me venía de dejar las vacas y tenía que dejarle la leche a abuela, la mamá de mi papá, mi abuela Genoveva, de la que hablé hace un rato. Tengo buena memoria para los nombres, muy difícil mejorarla, pero olvido otras cosas, por ejemplo, guardo todo y después no sé dónde lo guardé. “Como me gusta tanto leer, guardo cosas que he leído y me han interesado. Por ejemplo, tenía recortes desde el tiempo de Don Ricardo Jiménez, recortes de ´El Diario de Costa Rica´ y de ´La Tribuna´. Admiro la pluma que tuvo siempre Don Ricardo. Él escribía los martes, y ese era el día que se vendía más La Tribuna. “Enrique Benavides fue el escritor que después más se asemejó en el sistema de escribir de Don Ricardo. Lo curioso es que Don Ricardo no hablaba en tribuna. Nunca fue buen orador.

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“Una vez fue a Escazú, lo pusieron a hablar porque había inauguración de un puente sobre un barranco, y sólo les dijo ´ya hice el puente, ahora hagan el río´. “Me acuerdo de muchas cosas porque recorto todo, y leo mucho. Tenía un montón de recortes y cuando mis papás se pasaron de San Rafael de Poás a Alajuela, quemaron la casa de madera donde vivían y ahí se quemó eso. También lo recuerdo porque antes la distracción mayor eran las bolillas de piedra, las bolinchas, y yo tenía más de cien. Las tenía en una bolsa. Cuando quemaron la casa, se quemó la bolsa, pero no las bolillas. Logré recuperarlas”.

A la finca a los 15 años “Me salí del colegio porque no me gustaba mucho estudiar. En cambio, me gustaban mucho las fincas. Yo sabía que no me iban a dejar más de tres años, así que pensé para estar dos o estar tres años, mejor me voy ya´. “Le escribí una carta a papá, para que me trajera a la finca. Ya él sabía que no iba a seguir en el Seminario. Además de que me interesaba más la finca, me acuerdo que me agarré con Carlillos Tinoco. Es que, como me puse zapatos hasta que entré al colegio, indudablemente andaba mal. Él me dijo ´lora´, entonces le dije ´venga, y me lo dice en la cara´, y bajamos las gradas dándonos. “Apenas salí del colegio me fui a trabajar en San Rafael de Poás. Trabajé en café y en potreros. Tenía bestias. “Cuando iba a cumplir 15 años, papá me espantó para San Carlos porque compró la finca de Don Miguel Carballo, uno de los primeros hombres de campo que llegó al Congreso. Era muy amigo de Calderón Guardia. “Papá compró la finca en 7 mil colones, a los dos lados del río Tres Amigos. Me vine a vivir a la finca. Viví en un rancho grande como seis o siete años. Después yo hice una casita pequeñita. Arriba tenía dos cuartos grandes. En uno de los cuartos vivía el peón, un nicaragüense que se llamó Marciano Condega, y en el otro cuarto dormía yo. Marciano y la esposa me vendían la comida. “Estuve como siete o tal vez ocho años entre la pura montaña. Mi hermano Chevico (José Luis) estaba en la finca de al lado. Chevico era muy inteligente. Sin embargo, su más grande error fue cuando mi papá nos fue a dar la herencia, que dijo que quería que todo estuviera en una sociedad. Entonces a Chevico se le ocurrió que no. Gilberto quiso la sociedad con nuestras hermanas, pero Chevico no quiso. Por culpa de su ocurrencia, Miguel Ángel tampoco quiso, porque lo respetaba mucho y decía que era el más inteligente. Quedamos afuera de la sociedad Chevico, Miguel Ángel y yo. Nos dieron una

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platilla en efectivo y nos tocó trabajar más duro. Lo mejor hubiera sido quedarnos adentro y salirnos después. “A Miguel Ángel, a Chevico y a mí nos tocó un cheque por 85 mil colones a cada uno. Vea cómo valía la plata que con ese cheque pagué esta finca. La tenía recién comprada. Eran 324 hectáreas, más de 400 manzanas. Después le di a Horacio, mi hijo mayor, una parte abajo, donde está Omar Morales, un maestro muy amigo mío, a quien lo puse en sociedad con Horacio. Después le vendí a Omar la parte de Horacio. “La finca me costó 64 mil colones. Adelanté como 30 mil ó 40 mil pesos. Tenía una economía de 24 mil y tenía unos novillos gordos. Con los novillos ajusté a 40 mil, y pagué después los 24 mil que me faltaban. Hice la casa varios años después. La vida no era tan fácil como ahora. Aquí donde estamos sentados era un potrero de 60 manzanas, unos guayabales. “Siempre me acompañó el consejo de ´Chico´ Rodríguez, que era primo mío y fue el ´manager´ mío de toda la vida. Viene un día de Corpus Christie. Estaba yo donde Chico Rodríguez. Yo padecía de paludismo. Ahí me dio el frío y la calentura. Le dije a Chico que el paludismo me daba de día por medio. Chico me dijo que fuera donde Don Alberto Lizano, que curaba donde Don Porfirio Rojas. Venía de Zarcero, no era doctor, era farmacéutico. Llegó a Zarcero en 1923. Venía a Villa Quesada a curar. La gente le tenía más fe que a los doctores, llegué y me dio unas pastillas de quinina. No sé qué más me dio, pero me curó del paludismo. El paludismo aquí en San Carlos era algo terrible. Se ponía uno amarillo amarillo, y hasta la vista se le nublaba. Si a una persona tengo que agradecerle yo más que a mi papá incluso es a Chico Rodríguez. El paludismo estaba en ´Tres Amigos´. Como compré la finca en Aguas Zarcas, me salvé porque ahí no había. No tuve que sufrir más por eso”.

Lo que pienso sobre el TLC “Los que se oponen al TLC con Estados Unidos son quienes no quieren cambiar, no quieren dar más, no quieren trabajar más duro. Es el caso de los sindicatos, que son una peste para Costa Rica. Toda la gente que me parece nociva para el desarrollo del país está en contra del TLC. Por eso, me doy cuenta de que estoy en el bando correcto, con los que son trabajadores, esforzados, ingeniosos, inteligentes. Costa Rica tiene que venderle sus productos a Estados Unidos. Estamos muy lejos de los otros países grandes, y no hay otro tan grande como Estados Unidos. Tenemos mucha suerte. No podemos darle la espalda a esa suerte. Yo estoy con el Sí”. 44

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Car­los Ma­nuel “Ma­lo” Vi­cen­te

La ma­ no de­ re­ cha de Don Pe­ pe Es­ te cuen­ to es fa­ mo­ so: Don Pe­ pe de­ cía “¿có­ mo se­ rá de ma­ lo, ´El Ma­ lo´ Vi­ cen­ te, que sien­ do tuer­ to, no le di­ cen ´El Tuer­ to´ Vi­ cen­ te, si­ no ´El Ma­ lo­ ´Vi­ cen­ te´?”. Al ha­ blar con él, no pa­ re­ ce tan ma­ lo, la ver­ dad, y al con­ sul­ tar­ le su his­ to­ ria tam­ po­ co. Lo que pa­ re­ ce es au­ daz, in­ ge­ nio­ so, atre­ vi­ do, ágil, leal y con un gran sen­ ti­ do po­ lí­ ti­ co. Si Don Pe­ pe era el prín­ ci­ pe, el ´Ma­ lo´ Vi­ cen­ te era su Ma­ quia­ ve­ lo. Fue la fa­ mo­ sa ma­ no de­ re­ cha de Don Pe­ pe, quien le ayu­ da­ ba a or­ ga­ ni­ zar cam­ pa­ ñas y ga­ bi­ ne­ tes, quien es­ ta­ ba a la par de él cuan­ do el cau­ di­ llo se sen­ tía mal, y, se­ gún cuen­ tan las ma­ las len­ guas, tam­ bién cuan­ do se de­ pri­ mía. La le­ yen­ da en el par­ ti­ do Li­ be­ ra­ ción Na­ cio­ nal­ —que me han con­ ta­ do mu­ chos, en dis­ tin­ tos mo­ men­ tos, cir­ cuns­ tan­ cias y lu­ ga­ re­ s—es que a Don Pe­ pe nun­ ca se le vio de­ ma­ sia­ do tris­ te ni do­ li­ do por­ que ´El Ma­ lo´ se lo lle­ va­ ba en sus mo­ men­ tos más di­ fí­ ci­ les y es­ ta­ ba con él has­ ta que se com­ pu­ sie­ ra. Por eso son mu­ chas las his­ to­ rias que se guar­ dan acer­ ca de las vi­ si­ tas de Don Pe­ pe a Gol­ fi­ to, don­ de ´El Ma­ lo´ Vi­ cen­ te em­ pe­ zó sien­ do far­ ma­ céu­ ti­ co y ter­ mi­ nó sien­ do te­ rra­ te­ nien­ te y co­ mer­ cian­ te, in­ clu­ so a su pe­ sar, por­ que, co­ mo él mis­ mo di­ ce, ´lo que me gus­ ta es la po­ lí­ ti­ ca´. De los vie­ jos lí­ de­ res de su par­ ti­ do, es el que per­ ma­ ne­ ce más ac­ ti­ vo, y el que más se de­ ja ver en ma­ ni­ fes­ ta­ cio­ nes po­ lí­ ti­ cas. Por ejem­ plo, lo re­ cuer­ do muy bien en la re­ cien­ te pre­ sen­ ta­ ción de un li­ bro de otro de los gran­ des de Li­ be­ ra­ ción Na­ cio­ nal, En­ ri­ que Obre­ gón, en el Edi­ fi­ cio Coo­ pe­ ra­ ti­ vo, y tam­ bién du­ ran­ te la pre­ sen­ ta­ ción de la pre­ can­ di­ da­ tu­ ra de Ós­ car Arias. Él y Obre­ gón eran los úni­ cos le­ gen­ da­ rios del par­ ti­ do que es­ ta­ ban ese día en el Bal­ cón. Ade­ más, Vi­ cen­ te es uno de los mo­ to­ res del Gru­ po Raí­ ces, que bus­ ca res­ ca­ tar la esen­ cia de la so­cial­ de­ mo­ cra­ cia cos­ ta­ rri­ cen­ se. Lo vi­ si­ to en su ca­ sa en Sa­ ba­ ni­ lla, a una cua­ dra de la UNED, si­ guien­ do el ca­ mi­ no ha­ cia el es­ te. La ca­ sa es el si­ tio don­ de vi­ ve un hom­ bre que no es­ tá so­ lo por­ que tie­ ne to­ dos sus es­ pa­ cios po­ bla­ dos de fan­ tas­ mas. Me cuen­ ta que la em­ plea­ da do­ més­ ti­ ca es­ tá en Ni­ ca­ ra­ gua, de pa­ seo don­ de sus pa­ dres, y que aca­ ba de de­ jar la bi­ lle­ te­ ra bo­ ta­ da. Por un mo­ men­ to me de­ ja en la puer­ ta y se me­ te den­ tro del ca­ rro, un Kia Spor­ ta­ ge vie­ jo, pa­ ra bus­ car al­ go en el pi­ so y de­ ba­ jo de los asien­ tos. Me di­ ce que só­ lo me pue­ de ofre­ cer ca­ fé y le di­ go que no se preo­ cu­ pe. Me lo cree, por­ que en­ ton­ ces res­ pi­ ra tran­ qui­ lo, y em­ pie­ za a mos­ trar­ me las pin­ tu­ ras de su ca­ sa. Camilo Rodríguez Chaverri

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Ha­ go un re­ co­ rri­ do por la sa­ la. Pri­ me­ ro que to­ do me sor­ pren­ de la sen­ ci­ llez y la hu­ mil­ dad de la vi­ vien­ da. Lue­ go, ce­ le­ bro el he­ cho de que pa­ re­ ce un ho­ gar pa­ ra el ar­ te. Es la ca­ sa de un po­ lí­ ti­ co, pe­ ro tam­ bién de un gran pin­ tor. Ten­ dría que fir­ mar ´Car­ los Ma­ nuel Vi­ cen­ te´, y no co­ mo real­ men­ te se lla­ ma, por­ que sus obras no son las de un ´Ma­ lo´, no hay per­ ver­ sión en sus pin­ tu­ ras, no hay muer­ te ni do­ lor ni fan­ tas­ mas ni mons­truos ni bes­ tias os­ cu­ ras o te­ ne­ bro­ sas. Es una pin­ tu­ ra de luz, de co­ lo­ res vi­ vos, una pin­ tu­ ra im­ preg­ na­ da de la fres­ cu­ ra tro­ pi­ cal de nues­ tra na­ tu­ ra­ le­ za. La sa­ la y el co­ me­ dor son un po­ co os­ cu­ ros, pe­ ro pa­ re­ ce que eso es pa­ ra am­ bien­ tar me­ jor el pu­ ña­ do de obras de gran­ des ar­ tis­ tas que cuel­ gan de sus pa­ re­ des. Las obras es­ tán a to­ no con las som­ bras del lu­ gar. Tie­ ne tres cua­ dros de Mar­ ga­ ri­ ta Bert­ heau; dos de Mar­ ga­ ri­ ta Gó­ mez, una pin­ to­ ra de Gol­ fi­ to; dos de Jor­ ge Ga­ llar­ do, y dos sketchs tam­ bién de Ga­ llar­ do. -Una de es­ tas de Ga­ llar­ do me la re­ ga­ ló Da­ niel Odu­ ber. Al la­ do tie­ ne un quet­ zal que pin­ tó él, que pa­ re­ ce una fo­ to to­ ma­ da en me­ dio de la nie­ bla, y que cap­ tó la ima­ gen mis­ ma del mo­ vi­ mien­ to; otra pin­ tu­ ra de él es la de un ni­ca cru­ zan­ do la fron­ te­ ra, y otra más de él, el re­ tra­ to de una mu­ jer. Se de­ tie­ ne a ver­ la, co­ mo si es­ tu­ vie­ ra pen­ san­ do en de­ cir­ me o no lo que si­ gue… -Es­ ta pin­ tu­ ra es en ho­ nor a una mu­ jer que se fue a un pu­ te­ ro de Gol­ fi­ to pa­ ra con­ se­ guir los pa­ ses del avión pa­ ra sa­ lir pa­ ra Nue­ va York, don­ de aho­ ra es ho­ no­ ra­ ble. Me pa­ re­ ce una gran me­ tá­ fo­ ra y un ejem­ plo de su­ pe­ ra­ ción. Por eso la pin­ té. Más allá hay una he­ li­ co­ nia que él pin­ tó, y cuan­ do le ce­ le­ bro su gus­ to por las flo­ res tro­ pi­ ca­ les, me cuen­ ta que tie­ ne cin­ cuen­ ta pin­ tu­ ras más en el Ho­ tel Las Ga­ vio­ tas, de Gol­ fi­ to, el cual si­ gue sien­ do de su fa­ mi­ lia. An­ tes de sen­ tar­ nos a ha­ blar, tam­ bién me mues­ tra una ca­ ri­ ca­ tu­ ra de él, que es una obra de ar­ te de Ro­ ge­ lio Ló­ pez y otra en la que sa­ le co­ mo Ne­ rón, con la ´Pe­ ni´ atrás. -Es que una vez di­ je que iba a que­ mar­ la por­ que es una ver­ güen­ za na­ cio­ nal. “Des­ pués, con el Mu­ seo de los Ni­ ños me de­ mos­ tra­ ron que cual­ quier si­ tio pue­ de trans­ for­ mar­ se pa­ ra bien. Ad­ mi­ ro mu­ cho a Glo­ ria Be­ ja­ ra­ no por lo que hi­ zo en la ´Pe­ ni´. Un día me di­ jo Cal­ de­ rón que por qué no me ha­ cía cal­ de­ ro­ nis­ ta, y le con­tes­ té que cal­ de­ ro­ nis­ ta nun­ ca, pe­ ro ´glo­ ris­ ta´ sí”, di­ ce. Ya sen­ ta­ dos en la sa­ la, cuan­ do em­ pe­ za­ mos a ha­ blar, cues­ ta un po­ co que don Car­ los Ma­ nuel se aco­ mo­ de: se sien­ ta por aquí, se sien­ ta por allá, has­ ta que, cuan­ do ya es­ tá ha­ blan­ do de po­ lí­ ti­ ca, me con­ fie­ sa que aca­ ba de pin­ tar una ca­ ri­ ca­ tu­ ra de Don Chi­ co Or­ lich, que si la quie­ ro ver. Le di­ go que sí, y sa­ le de la sa­ la, por un pe­ que­ ño jar­ dín. Va en ca­ rre­ ra, co­ mo un ni­ ño que quie­ re mos­ trar su nue­ va tra­ ve­ su­ ra. Allá al fon­ do, so­ bre la puer­ ta de lo que pue­ de ser un cuar­ to, una bo­ de­ ga

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y un es­ pa­ cio pa­ ra el jue­ go de los ni­ ños, es­ tá la ca­ ri­ ca­ tu­ ra. Es de una ca­ li­ dad im­ pre­ sio­ nan­ te. -Só­ lo me fal­ tan la de Da­ niel y la mía. Quie­ ro te­ ner en mi ofi­ ci­ na una ca­ ri­ ca­ tu­ ra de los cua­ tro: Pe­ pe, Chi­ co, Da­ niel y yo. Bue­ no, tam­ bién quie­ ro agre­ gar a ese gru­ po a Be­ to Ca­ ñas. Ce­ le­ bro aque­ lla ma­ ra­ vi­ lla de ca­ ri­ ca­ tu­ ra, y le pi­ do que por fa­ vor me mues­ tre la de don Pe­ pe, que fue la pri­ me­ ra que rea­ li­ zó. Va­ mos al se­ gun­ do pi­ so, y ahí es­ tá Don Pe­ pe, tan águi­ la co­ mo siem­ pre, en la pa­ red de su ofi­ ci­ na. -Aquí, al fren­ te de la de Pe­ pe, irá la de Chi­ co, y en es­ tos días em­ pie­ zo la de Da­ niel. La úl­ ti­ ma va a ser la mía.

Le­ yen­ da en per­ so­ na Car­ los Ma­ nuel Vi­ cen­ te na­ ció en el Ba­ rrio del Car­ men, San Jo­ sé, el 13 de abril de 1924. “Na­cí en épo­ ca de tem­ blo­ res. Na­ cí en una tien­ da de cam­ pa­ ña, en el jar­ dín de la ca­ sa de mis abue­ los. Del mie­ do que se ca­ ye­ ra la ca­ sa pu­ sie­ ron una tien­ da. En abril del 24 hu­ bo un tem­ blor muy fuer­ te en San Jo­ sé. “El ape­ lli­ do Vi­ cen­ te vie­ ne de So­ ria, Es­ pa­ ña. Mi pa­ pá era cas­ te­ lla­ no, y mi ma­ má, cos­ ta­ rri­ cen­ se. Mi pa­ pá se vi­ no por­ que Es­ pa­ ña es­ ta­ ba en gue­ rra con Ma­ rrue­ cos. En ese mo­ men­ to, las fa­ mi­ lias que po­ dían sa­ ca­ ban a sus hi­ jos pa­ ra que no tu­ vie­ ran que en­ fi­ lar­ se en la gue­ rra. “Mi pa­ pá se lla­ mó Se­ cun­ di­ no Vi­ cen­ te Ola­ ya. Era co­ mer­ cian­ te, te­ nía agen­ cias de mer­ ca­ de­ ría es­ pa­ ño­ la, im­ por­ ta­ ba mer­ ca­ de­ ría de su pa­ tria, vi­ nos, co­ ñac, la­ te­ ría… “Mi ma­ má, Clo­ til­ de Cas­ tro Sa­ bo­ río, se gra­ duó de maes­ tra, pe­ ro nun­ ca ejer­ ció, por las cos­ tum­ bres de an­ tes, que re­ za­ ban que la mu­ jer de­ bía es­ tar al fren­ te del ho­ gar. “Éra­ mos cua­ tro her­ ma­ nos, pe­ ro mu­ rió Fer­ nan­ do. Vi­ vi­ mos to­ da­ vía Ma­ ría Fe­ li­ cia, Ama­ lia y yo. “Cre­ cí en San Jo­ sé. Fui a la Es­ cue­ la Bue­ na­ ven­ tu­ ra Co­ rra­ les. Per­ te­ ne­ cí a un gru­ po que es­ tu­ vo jun­ to los seis años de pri­ ma­ ria y los cin­ co años del Li­ ceo de Cos­ ta Ri­ ca. En ese gru­ po es­ tá­ ba­ mos Lau­ rea­ no Echan­ di Vi­ cen­ te (des­ cu­ brí que era pri­ mo mío cuan­ do pa­ só lis­ ta la maes­ tra, en pri­ mer gra­ do); Ro­ dol­ fo Vi­ no­ cour, Fer­ nan­ do Zum­ ba­ do, Eduar­ do Ya­ mu­ ni, Jor­ ge Ar­ tu­ ro Mon­ te­ ro, y el Doc­ tor Lo­ ría Cor­ tés… Yo era un es­ tu­ dian­ te más o me­ nos, de re­ gu­ lar pa­ ra arri­ ba. “Es­ tan­ do en el co­ le­ gio in­ gre­ sé al Cen­ tro pa­ ra el Es­ tu­ dio de los Pro­ ble­ mas Na­ cio­ na­ les. Yo era de los me­ no­ res. En ese tiem­ po los me­ nor­ ci­ llos éra­ mos Car­ los Jo­ sé Gu­ tié­ rrez, Jor­ ge Ar­ tu­ ro Mon­ te­ ro y yo. A mí me me­ tie­ ron ahí Car­ los Mon­ ge e Isaac Fe­ li­ pe Azo­ fei­ fa. A mí me re­ clu­ tó Car­ los Mon­ ge. Es­ ta­ ba en Cuar­ to Año. “En esos años, el Li­ ceo de Cos­ ta Ri­ ca era la uni­ ver­ si­ dad por­ que no ha­ bía uni­ ver­ si­ dad. Te voy a dar un ejem­ plo: va­ rios in­ ten­ tos de tra­ ta­ do Camilo Rodríguez Chaverri

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de lí­ mi­ tes con Pa­ na­ má que ne­ go­ ció León Cor­ tés, los li­ ceís­ tas se los echa­ mos aba­ jo con el apo­ yo de to­ do el país. “Tam­ bién nos opu­ si­ mos al re­ gre­ so de los je­ sui­ tas en el tiem­ po de Cal­ de­ rón Guar­ dia, y en­ fren­ ta­ mos otros pro­ ble­ mas na­ cio­ na­ les con des­ fi­ les, pro­ tes­ tas, dis­ cur­ sos...”.

En la re­ vo­ lu­ ción Es­ tu­ ve en la re­ vo­ lu­ ción del 48. Te­ nía con­ tac­ to con Don Pe­ pe. Lo co­ no­ cí en su fin­ ca, ´La Lu­ cha´. A ve­ ces acom­ pa­ ña­ ba a mi pa­ dre a ven­ der mer­ ca­ de­ ría de la que él im­ por­ ta­ ba. Co­ gía­ mos el ca­ ba­ llo en ´El Pi­ pio­ lo´, en Pla­ za Ví­ quez, y pa­ sá­ ba­ mos ocho días a ca­ ba­ llo, cam­ bian­ do bes­ tia ca­ da dos días. Íba­ mos a pue­ blos co­ mo Can­ de­ la­ ria y San Cris­ tó­ bal, que es el pue­ blo que es­ tá al la­ do de la fin­ ca de Don Pe­ pe. “Cuan­ do eso no ha­ bía elec­ tri­ ci­ dad en mu­ chos pue­ blos. Por eso es que pa­ pá ven­ día mu­ chí­ si­ ma pa­ ra­ fi­ na. Tam­ bién lle­ vá­ ba­ mos ja­ bón en ba­ rra, vi­ nos, la­ te­ ría… Pa­ pá le ven­ día al co­ mi­ sa­ ria­ to de ´La Lu­ cha´, y cuan­ do yo lo co­ no­ cí, ya Don Pe­ pe era muy ami­ go de mi pa­ dre. “Don Pe­ pe siem­ pre di­ jo que era ex­ tra­ ño que él y yo nos lle­ vá­ ra­ mos bien, por­ que pa­ pá es de Cas­ ti­ lla, y los cas­ te­ lla­ nos y los ca­ ta­ la­ nes no se lle­ va­ ban bien. So­ mos la ex­ cep­ ción. “Co­ mo lo co­ no­ cí en ´La Lu­ cha´, cuan­ do de­ ci­ dí me­ ter­ me con él en la re­ vo­ lu­ ción, que ni lo pen­ sé mu­ cho, fui a bus­ car­ lo. Él me en­ car­ ga­ ba al­ gu­ nos pla­ nes, pu­ ro tra­ ba­ jo de con­ fian­ za, pe­ ro na­ da es­ pec­ ta­ cu­ lar. “El tra­ ba­ jo mío en la re­ vo­ lu­ ción fue muy des­ te­ ñi­ do, pe­ ro yo creo que fue fun­ da­ men­ tal: te­ nía que lle­ var gru­ pos de com­ ba­ tien­ tes en ca­ mi­ na­ tas noc­ tur­ nas. “Em­ pe­ za­ mos a ca­ mi­ nar des­ de Pu­ ris­ cal, des­ de Es­ ca­ zú… Ca­ mi­ ná­ ba­ mos de no­ che cuan­ do los po­ li­ cías es­ ta­ ban dur­ mien­ do. La ca­ mi­ na­ ta co­ men­ za­ ba a las nue­ ve de la no­ che. Los lle­ va­ ba has­ ta una le­ che­ ría, que se lla­ ma­ ba ´Lon­ dres´, en­ tre Tar­ ba­ ca y San­ ta Ma­ ría de Do­ ta, por Vuel­ ta de Jor­ co. Ahí Don Pe­ pe ya man­ da­ ba en el gru­ po. “Don Luis Ale­ jan­ dro era un gran con­ ver­ sa­ dor. Cuan­ do en­ tró la re­ vo­ lu­ ción y vio que yo es­ta­ ba en­ ro­ la­ do, me di­ jo, ´mi­ re, Car­ los Ma­ nuel, pien­ se bien su fu­ tu­ ro, me pa­ re­ ce que la far­ ma­ cia no es la pro­ fe­ sión más apro­ pia­ da pa­ ra in­ gre­ sar a la po­ lí­ ti­ ca, us­ ted tie­ ne que es­ co­ ger en­ tre la po­ lí­ ti­ ca y la pro­ fe­ sión´. “Se­ gún yo, en ese mo­ men­ to es­ co­ gí la pro­ fe­ sión y me fui a pro­ bar suer­ te en Gol­ fi­ to, en 1948. An­ tes, mi pa­ pá es­ tu­ vo muy mal eco­ nó­ mi­ ca­ men­ te, y que­ ría que yo fue­ ra agen­ te via­ je­ ro, pa­ ra que le ayu­ da­ ra. Yo lo que que­ ría era es­ tu­ diar.

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Gol­ fi­ to, años 50 “Des­ pués de la re­ vo­ lu­ ción, me fui pa­ ra Gol­ fi­ to. Ahí pu­ se la far­ ma­ cia. Gol­ fi­ to era co­ mo un pue­ blo ame­ ri­ ca­ no, de los que sa­ lían en las pe­ lí­ cu­ las de va­ que­ ros. Es­ ta­ ba ais­ la­ do de Cos­ ta Ri­ ca. No ha­ bía ca­ rre­ te­ ra. Era un en­ cla­ ve ba­ na­ ne­ ro, y tam­ bién era un pue­ blo muy lin­ do, muy pin­ to­ res­ co. Cuan­ do me fui pa­ ra allá, ha­ bía só­ lo una far­ ma­ cia. La mía fue la se­ gun­ da. “Mi tran­ qui­ li­ dad en la far­ ma­ cia du­ ró po­ co. Un día, abrien­ do el Dia­ rio de Cos­ ta Ri­ ca, que por aque­ llos días era el dia­ rio más leí­ do, en una pá­ gi­ na ve­ nía mi fo­ to, quién sa­ be de adon­ de la co­ gie­ ron. Ya ve­ nía de can­ di­ da­ to a la Asam­ blea Cons­ ti­ tu­ yen­ te por el Par­ ti­ do So­ cial­ de­ mó­ cra­ ta. A mí no me di­ je­ ron na­ da. Na­ da más me pu­ sie­ ron ahí. “No que­ dé. Creo que iba de sé­ ti­ mo y sa­ ca­ ron has­ ta el quin­ to. En­ tre los que que­ da­ ron es­ ta­ ban Ro­ dri­ go Fa­ cio, Luis Al­ ber­ to Mon­ ge, Fer­ nan­ do Four­ nier… “Lue­ go, vol­ ví a ser can­ di­ da­ to a di­ pu­ ta­ do por Pun­ ta­ re­ nas, por el par­ ti­ do So­ cial De­ mó­ cra­ ta, en el año 49, y per­ dí. “En el año 53 ya ba­ rri­ mos. Sa­ li­ mos 30 di­ pu­ ta­ dos li­ be­ ra­ cio­ nis­ tas de los 45 que com­ po­ nían en ese mo­ men­ to la Asam­ blea Le­ gis­ la­ ti­ va. Ca­ da vez que ha­ bía una dis­ cu­ sión, Luis Bo­ ni­ lla Cas­ tro ter­ mi­ na­ ba la dis­ cu­ sión ra­ pi­ di­ to y de­ cía ´pa­ ra eso te­ ne­ mos ma­ yo­ ría´. Esa asam­ blea fue muy pe­ lea­ da por­ que ahí es­ tu­ vo Ma­ rio Echan­ di, co­ mo di­ pu­ ta­ do de opo­ si­ ción. Era un di­ pu­ ta­ do muy ague­ rri­ do. “En­ tre los 45 di­ pu­ ta­ dos, re­ cuer­ do a al­ gu­ nos que des­ ta­ ca­ ron mu­ cho, co­ mo Ot­ tón Acos­ ta, Ma­ rio Echan­ di, Es­ te­ la Que­ sa­ da, Ra­ fael Pa­ rís, Ri­ car­ do Car­ ba­ llo, Joa­ quín Ga­ rro, Luis Bo­ ni­ lla, Car­ los Al­ ber­ to Sa­ la­ zar Bal­ di­ ce­ da… “Me pu­ sie­ ron ´El Ma­ lo´ la pri­ me­ ra vez que fui di­ pu­ ta­ do. Don Oti­ lio Ula­ te lo­ gró in­ tro­ du­ cir una con­ sul­ ta so­ bre la ree­ lec­ ción pre­ si­ den­ cial. En­ ton­ ces Don Pe­ pe nos lla­ mó a to­ dos sus di­ pu­ ta­ dos pa­ ra pe­ dir­ nos que vo­ tá­ ra­ mos a fa­ vor del ple­ bis­ ci­ to. Ula­ te que­ ría vol­ ver a ser pre­ si­ den­ te. Eso fue en el 53. Le di­je a Don Pe­ pe que era muy di­ fí­ cil que pa­ sa­ ra por­ que re­ que­ ría 30 vo­ tos, y con só­ lo un vo­ to del par­ ti­ do que fa­ lla­ ra no pa­ sa­ ba. “Ha­ bía al­ gu­ nos di­ pu­ ta­ dos que no que­ rían, por­ que eran or­ li­ chis­ tas, es de­ cir, que iban con Chi­ co. En­ tre esos me en­ con­ tra­ ba yo. En reu­ nio­ nes pos­ te­ rio­ res, yo con­ ta­ ba có­ mo es­ ta­ ba la po­ si­ ción de los cal­ de­ ro­ nis­ tas, je­ fea­ dos por Ot­ tón Acos­ ta, to­ dos en con­ tra del ple­ bis­ ci­ to, y otro gru­ po de cal­ de­ ro­ nis­ tas au­ tén­ ti­ cos, don­ de es­ ta­ ban el ge­ ne­ ral Vo­ lio, Ju­ lio Mu­ ñoz, Gui­ ller­ mo Ji­ mé­ nez Ra­ mí­ rez, Ma­ rio Sa­ la­ zar Fá­ bre­ ga, tam­ bién to­ dos en con­ tra del ple­ bis­ ci­ to, y en­ tre los li­ be­ ra­ cio­ nis­ tas ha­ bía unos diez que lo es­ ta­ ban pen­ san­ do. Ca­ da vez que yo da­ ba un in­ for­ me al pre­ si­ den­ te so­ bre el ple­ bis­ ci­ to, no de­ cía cuál era mi po­ si­ ción. In­ for­ ma­ ba de la po­ si­ ción de los de­ más. En eso, Ot­ to Cor­ tés que­ dó pre­ si­ den­ te de la Asam­ blea Le­ gis­ la­ ti­ va, y se preo­ cu­ pó por­ que, se­ gún Camilo Rodríguez Chaverri

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él, yo es­ ta­ ba ma­ ni­ pu­ lan­ do pa­ ra que no pa­ sa­ ra el ple­ bis­ ci­ to, y no sim­ ple­ men­ te in­ for­ man­ do so­ bre la si­ tua­ ción. En una de tan­ tas me bau­ ti­ zó con el nom­ bre de ´Ma­ lo´ Vi­ cen­ te”.

Al la­ do del es­ tra­ te­ ga “Pa­ sé cin­ cuen­ ta años al la­ do de Jo­ sé Fi­ gue­ res, el más gran­ de es­ tra­ te­ ga que ha te­ ni­ do es­ te país. Aho­ ra es­ toy es­ cri­ bien­ do un li­ bro so­ bre mi re­ la­ ción con él. Pien­ so que hay mu­ chos de­ ta­ lles im­ por­ tan­ tes. Por ejem­ plo, fue muy im­ por­ tan­ te que Cal­ de­ rón Guar­ dia lo echa­ ra. Lo echó y lo mar­ ti­ ri­ zó. Ade­ más, fue im­ por­ tan­ te el he­ cho de que él in­ sis­ tía en que la opo­si­ ción es­ tu­ vie­ ra uni­ da. Por eso, des­ pués de to­ dos los con­ tac­ tos que hi­ zo en Mé­ xi­ co, se vi­ no pa­ ra acá, y es­ tu­ vo en una con­ ven­ ción con­ tra Ula­ te y Cas­ tro Cer­ van­ tes. Lue­ go, cuan­ do hu­ bo se­ gun­ das nup­ cias, di­ go se­ gun­ das elec­ cio­ nes, los fi­ gue­ ris­ tas vo­ ta­ mos por Ula­ te. “To­ do es­ ta­ ba pla­ ni­ fi­ ca­ do. Era una es­ tra­ te­ gia per­ fec­ ta. Fi­ gue­ res lo te­ nía to­ do pla­ nea­ do des­ de que es­ ta­ ba en el exi­ lio, pen­ só qué iba a ocu­ rrir in­ clu­ so has­ ta cuan­ do en­ tró en la jun­ ta de go­ bier­ no. Esa jun­ ta de go­ bier­ no ya te­ nía ca­ be­ za de Don Pe­ pe. Él de­ cía que ha­ bían ga­ na­ do la re­ vo­ lu­ ción por­ que su ejér­ ci­ to era so­ brio, y el otro era un ejér­ ci­ to de sol­ da­ dos al­ co­ ho­ li­ za­ dos, y que la otra ca­ rac­ te­ rís­ ti­ ca que los hi­ zo ga­ nar es que ha­ bía una es­ tra­ te­ gia de­ fi­ ni­ da. Si te po­ nés a com­ pa­ rar las fuer­ zas, los del go­ bier­ no te­ nían ar­ mas pa­ ra ga­ nar, pe­ ro la gen­ te de Fi­ gue­ res su­ po ha­ cer uso de sus re­ cur­ sos. “Él de­ cía que que­ ría la se­ gun­ da re­ pú­ bli­ ca pa­ ra aca­ bar con la sin­ ver­ güen­ za­ da, pa­ ra que se res­ pe­ ta­ ra la vo­ lun­ tad po­ pu­ lar y la li­ ber­ tad elec­ to­ ral y pa­ ra lu­ char con­ tra la po­ bre­ za. “Co­ no­ cí a los dis­ tin­ tos ´Don Pe­ pe´, por­ que el del 48 es dis­ tin­ to al del 53 y dis­ tin­ to al del 70. El ´Don Pe­ pe´ del 53 es­ tu­ vo al fren­ te de un go­ bier­ no muy du­ ro, muy di­ fí­ cil. Hu­ bo dos in­ va­ sio­ nes. La pri­ me­ ra fue muy pla­ nea­ da: nos in­ va­ die­ ron 400 cal­ de­ ro­ nis­ tas en­ tre­ na­ dos en Co­ yo­ te­ pe, en­ tre ellos es­ ta­ ba Don Abel, ac­ tual Pre­ si­ den­ te de la Re­ pú­ bli­ ca, y la par­ te pro­ pia­ men­ te bé­ li­ ca fue com­ pli­ ca­ da. La so­ por­ ta­ ron fi­ gu­ ras co­ mo Ma­ rio Char­ pan­ tier, Da­ niel Odu­ ber, Frank Mars­ hall, Mar­ cial Agui­ luz y Vir­ gi­ lio Agui­ luz. Ellos so­ por­ ta­ ron la par­ te mi­ li­ tar. A no­ so­ tros, co­ mo di­ pu­ ta­ dos, nos to­ ca­ ba vo­ tar el pro­ yec­ to que fi­ nan­ cia­ ba las ar­ mas que ya se ha­ bían com­ pra­ do… Fue una si­ tua­ ción muy di­ fí­ cil, te­ nía­ mos ma­ yo­ ría, y ha­ bía ru­ mo­ res de que iban a in­ va­ dir Cos­ ta Ri­ ca des­ de Ni­ ca­ ra­ gua. Se de­ cía que ya es­ ta­ ban esos 400 cos­ ta­ rri­ cen­ ses y ni­ cas allá, lis­ tos. La ver­ dad es que en­ tre los gue­ rri­ lle­ ros ha­ bía tan­ tos ni­ cas co­ mo ti­ cos. “El go­ bier­ no de Cos­ ta Ri­ ca es­ ta­ ba de­ sar­ ma­ do y no con­ ta­ ba con con­ di­ cio­ nes pa­ ra ha­ cer­ le fren­ te a esa re­ vo­ lu­ ción. Si se man­ da­ ba un pro­ yec­ to de ley, au­ to­ ri­ zan­ do al go­ bier­ no a com­ prar ar­ mas, era muy 50

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po­ si­ ble que los cal­ de­ ro­ nis­ tas ade­ lan­ ta­ ran la in­ va­ sión pa­ ra to­ mar­ nos in­ de­ fen­ sos. Así que ha­ bía que com­ prar­ las de ma­ ne­ ra irre­ gu­ lar, y apro­ bar el pro­ yec­ to de ley cuan­ do se pro­ du­ je­ ra la in­ va­ sión. “Pa­ ra eso, el pre­ si­ den­ te que­ ría te­ ner se­ gu­ ri­ dad de que el pro­ yec­ to se iba a apro­ bar. Otra vez, co­ mo en el ca­ so de lo de Ula­ te y la ree­ lec­ ción, me to­ có ha­ cer ´lobby´ con to­ dos los di­ pu­ ta­ dos, pa­ ra es­ tu­ diar la si­ tua­ ción y ob­ te­ ner su res­ pal­ do en el mo­ men­ to en que se apro­ ba­ ra. “Cuan­ do vi­ no la in­ va­ sión de Co­ yo­ te­ pe, es­ ta­ ban va­ rios di­ pu­ ta­ dos en el fren­ te. Yo es­ ta­ ba en La Cruz, igual que Du­ vi­ lio Ar­ güe­ llo Vi­ lla­ lo­ bos, de San­ to Do­ min­ go de He­ re­ dia; ´Pi­ quín´ Ga­ rro, Car­ los Al­ ber­ to Sa­ la­ zar, Al­ ber­ to Qui­ rós Sas­ so… Es­ tá­ ba­ mos allá co­ mo diez u on­ ce di­ pu­ ta­ dos y nos man­ da­ ron a traer pa­ ra ha­ cer quó­ rum y apro­ bar lo de las ar­ mas. “Ya las ar­ mas es­ ta­ ban en Cos­ ta Ri­ ca. Las tro­ pas que fue­ ron a com­ ba­ tir a Gua­ na­ cas­ te pa­ sa­ ron por las ar­ mas al ae­ ro­ puer­ to. Eran fu­ si­ les ´M 1´ y ´M 3´, ame­ tra­ lla­ do­ ras y dos o tres avio­nes de gue­ rra. Ya cuan­ do es­ to de la in­ va­ sión no ha­ bía ejér­ ci­ to en Cos­ ta Ri­ ca. Así que la de­ fen­ sa en con­ tra de la in­ va­ sión la hi­ ci­ mos con pu­ ros vo­ lun­ ta­ rios. “Ten­ go muy pre­ sen­ te ese pri­ mer go­ bier­ no cons­ ti­ tu­ cio­ nal de Don Pe­ pe. Hu­ bo mu­ cha vio­ len­ cia en el país, por­ que to­ da­ vía es­ ta­ ba re­ vuel­ to to­ do lo de la re­ vo­ lu­ ción, pe­ ro tam­ bién hu­ bo mu­ cha ac­ ti­ vi­ dad po­ si­ ti­ va. Re­ cuer­ do la lu­ cha por crear el Ins­ti­ tu­ to Na­ cio­ nal de Vi­ vien­ da y Ur­ ba­ nis­ mo (IN­ VU) y el Ins­ ti­ tu­ to Cos­ ta­ rri­ cen­ se de Tu­ ris­ mo (ICT)…”.

Lo que pienso sobre el TLC “No hubo antes una potencia como Estados Unidos. Tiene un poder impresionante. Sin embargo, es la potencia más cercana a nosotros, y es la menos inhumana. El imperio británico fue nefasto. También lo fue el imperio chino. Y el imperio español igual. A Costa Rica no le gusta el antigringuismo. No es algo natural de su historia. Lo natural es que aprovechemos la cercanía con Estados Unidos. Es una gran oportunidad. El TLC con Estados Unidos es una gran puerta para nosotros”.

Camilo Rodríguez Chaverri

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Mi­guel Sal­gue­ro

El es­ cri­ tor que nos res­ ca­ ta Vi­ ve en la bo­ ca de los atar­ de­ ce­ res. En un lu­ gar don­ de pa­ re­ ce que de­ sem­ bo­ can los co­ lo­ res del cie­ lo. Si las nu­ bes ro­ sa­ das y ce­ les­ tes del fir­ ma­ men­ to se con­ vir­ tie­ ran en olas, gol­ pea­ rían en el pa­ tio de su ca­ sa. Allí don­ de hi­ zo su ran­ cho, vi­ vie­ ron al­ gu­ na vez los Prín­ ci­ pes de Pru­ sia. Pe­ ro lo su­ yo no es un cas­ ti­ llo, ni un pa­ la­ cio. Es co­ mo la ca­ sa que le­ van­ ta­ ban con ho­ jas de pal­ ma los pri­ me­ ros co­ lo­ nos de San Car­ los, San Isi­ dro de El Ge­ ne­ ral o Ca­ ria­ ri. Con su ma­ no de hom­ bre de cam­ po y su vi­ sión de lo cam­ pe­ si­ no, no ha de­ ja­ do en el pai­ sa­ je ni si­ quie­ ra ves­ ti­ gios del pa­ so por ese lu­ gar de los so­ bri­ nos del Kái­ ser Gui­ ller­ mo II, el em­ pe­ ra­ dor ale­ mán que lle­ vó a su pue­ blo a la Pri­ me­ ra Gue­ rra Mun­ dial. Al lle­ gar, nos re­ ci­ be una mú­ si­ ca fol­ cló­ ri­ ca que se va cam­ bian­ do de ca­ mi­ se­ ta. Pri­ me­ ro es del Pe­ rú, lue­ go de Co­ lom­ bia, de Ecua­ dor, de Bo­ li­ via. Ha­ bía ido has­ ta el ca­ rro por no­ so­ tros. Cuan­ do lle­ ga a la puer­ ta, to­ ma un pa­ lo en­ tre las ma­ nos, con el que abre el pi­ca­ por­ te, que él in­ ven­ tó. -Es­ te es el con­ trol re­ mo­ to de la puer­ ta de mi ca­ sa, di­ ce mien­ tras ha­ ce alar­ de del pa­ lo mal­ tre­ cho. En la plan­ ta de aba­ jo, abier­ ta, con só­ lo una ma­ lla co­ mo pro­ tec­ ción, hay un cer­ co de pos­ tes de te­ ca. Más que pos­ tes, son va­ ri­ llas. Ha­ cen las ve­ ces de pa­ re­ des. Y en­ ci­ ma de ellas, apa­ re­ ce el atar­ de­ cer en lla­ mas, a tra­ vés de la ma­ lla. So­ bre un pos­ te gran­ de, en uno de los vér­ ti­ ces de la ca­ sa, una pin­ tu­ ra de Ole­ ga­ rio Me­ na son­ ríe. -Esa pin­ tu­ ra la hi­ zo Roy, uno de mis hi­ jos, di­ ce Mi­ guel Sal­ gue­ ro, con una me­ dia son­ ri­ sa, que es la tí­ pi­ ca mue­ ca de agra­ do de los pa­ dres or­ gu­ llo­ sos de la obra de sus vás­ ta­ gos. Sal­ gue­ ro tie­ ne mu­ chos hi­ jos. 13 hi­ jos pro­ pia­ men­ te di­ chos, y 26 li­ bros que ha pa­ ri­ do en me­ dio de sus an­ dan­ zas, sus aven­ tu­ ras y sus odi­ seas en la pa­ tria ti­ ca. Fren­ te a la fo­ to, so­ bre el cer­ co de va­ ri­ llas de te­ ca, hay do­ ce cho­ ne­ tes. Son to­ dos los som­ bre­ ros que ha usa­ do en sus pro­ gra­ mas de te­ le­ vi­ sión y en sus pe­ lí­ cu­ las. Pa­ re­ cen do­ ce cam­ pe­ si­ nos de ro­ di­ llas, que ha­ cen una re­ ve­ ren­ cia al pa­ so de una da­ ma.

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Tres gran­ des de la cul­ tu­ ra Y jus­ to al la­ do del re­ tra­ to, co­ mo si es­ tu­ vie­ ran des­ can­ san­ do, hay cua­ tro o cin­ co fo­ to­ gra­ fías. Cual­ quie­ ra ju­ ra­ ría que res­ pi­ ran. En una de ellas apa­ re­ ce don Mi­ guel jun­ to a Car­ men­ ci­ ta Gra­ na­ dos y a Abel Pa­ che­ co. Si hu­ bie­ ra que ha­ cer­ le un pie de fo­ to, ha­ bría que agre­ gar un ró­ tu­ lo, al sur del mar­ co, y de­ be­ ría de­ cir “Tres mos­ que­ te­ ros cu­ ya ar­ ma es la pa­ la­ bra y cu­ yo es­ cu­ do es el pue­ blo”. La pie­ za en­ te­ ra no tie­ ne di­ vi­ sio­ nes. Es un sa­ lón enor­ me, con una me­ sa al cen­ tro. En las pa­ re­ des del cer­ co que no tie­ nen fo­ tos o som­ bre­ ros, hay una re­ fri, un mue­ ble de co­ ci­ na y unas es­ ca­ le­ ras. En el úl­ ti­ mo vér­ ti­ ce, ca­ si a lo le­ jos, un cua­ dro le re­ cuer­ da a don Mi­ guel ´Los se­ cre­ tos de Iso­ li­ na´, uno de los an­ to­ jos de su es­ pí­ ri­ tu que ha lle­ va­ do al ci­ ne. Y en el co­ ra­ zón del la­ do que me que­ da al fren­ te, hay dos obras de Che­ pi­ to Ure­ ña, in­ sig­ ne y po­ co va­ lo­ ra­ do pin­ tor de San Ra­ fael Aba­ jo de De­ sam­ pa­ ra­ dos. En me­ dio de la mon­ ta­ ña que res­ guar­ da su ran­ cho, lle­ gan al­ gu­ nos gri­ tos, o lo que que­ da de ellos a la dis­ tan­ cia. “Es que aquí hay una ga­ lle­ ra”, ex­ pli­ ca Sal­ gue­ ro. “Eso de po­ ner a los ga­ llos a pe­ lear no me gus­ ta. Ya es­ tán a pun­ to de mo­ rir, y has­ ta los so­ plan con tal de que si­ ga esa fies­ ta ho­ rro­ ro­ sa. Es una bar­ ba­ ri­ dad”. Mi­ guel Sal­ gue­ ro an­ da ves­ ti­ do de lo que es du­ ran­ te los fi­ nes de se­ ma­ na, un ´amo de ca­ sa´. Pan­ ta­ lo­ ne­ ta que de­ ja al des­ cu­ bier­ to las pier­ nas ma­ ci­ zas de es­ te hom­ bre de 69 años bien es­ con­ di­ dos; ca­ mi­ se­ ta blan­ ca, abier­ ta al pe­ cho, y bra­ zos que han si­ do agra­ de­ ci­ dos con el sol de los ochen­ ta lu­ ga­ res don­ de ha vi­ vi­ do su due­ ño. An­ da des­ cal­ zo, y sus pies re­ cuer­ dan las le­ yen­ das de los cam­ pe­ si­ nos de an­ ta­ ño, que co­ no­ cían los za­ pa­ tos y los cal­ zon­ ci­ llos el día de su Pri­ me­ ra Co­ mu­ nión, y que, de ahí en ade­ lan­ te, ape­ nas ´cal­ za­ ban´ pa­ ra ir a mi­ sa los do­ min­ gos. Cuen­ tan que era usual ver­ los ve­ nir de la igle­ sia con los za­ pa­ tos al hom­ bro y que, al fi­ nal de sus vi­ das, te­ nían tal ´ca­ llo´ que po­ dían mo­ ler el cu­ lo de una bo­ te­ lla con la plan­ ta de los pies. Nos ofre­ ce unas ga­ lle­ tas de na­ ti­ lla, y cuan­ do sa­ ca un pla­ to, vie­ ne en el cen­ tro, co­ mo si fue­ ra un pla­ ti­ llo, una la­ gar­ ti­ ja co­ lor ca­ fé, de las que ha­ cen bu­ lla. Sin sor­ pren­ der­ se mu­ cho, la qui­ ta con cui­ da­ do, al­ go que de se­ gu­ ro ha­ ce muy se­ gui­ do.

Que lo de­ jen ha­ blar Con él es muy di­ fí­ cil pre­ gun­ tar. La ter­ tu­ lia siem­ pre se va por don­ de le plaz­ ca. Nos in­ vi­ ta a la se­ gun­ da plan­ ta, y acla­ ra que no es se­ gun­ do pi­ so. Arri­ ba, aque­ llo es co­ mo an­ dar en bar­ co. El ran­ cho es obe­ dien­ te y se mue­ ve al son de sus pa­ sa­ je­ ros.

Camilo Rodríguez Chaverri

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De nue­ vo, es una so­ la pie­ za. Pe­ ro don Mi­ guel pu­ so unos pos­ tes de más, en for­ ma cua­ dran­ gu­ lar, acos­ tó so­ bre ellos una man­ ta, y así na­ cie­ ron los dos apo­ sen­ tos. En­ tra y sa­ le de su ha­ bi­ ta­ ción, y nos in­ vi­ ta a en­ trar. No hay puer­ ta. Bas­ ta con co­ rrer una es­ qui­ na del man­ tea­ do pa­ ra su­ mer­ gir­ se en su más ín­ ti­ mo re­ duc­ to. So­ bre la ca­ ma hay re­ vis­ tas, re­ cor­ tes y fo­ tos de mu­ cha­ chas en tra­ je de ba­ ño. Ni se in­ mu­ ta. Con la fa­ ma de ga­ lán que tie­ ne, sa­ be que en aquel des­ cu­ bri­ mien­ to no hay no­ ve­ dad. Al sa­ lir de aque­ llo, que pa­ re­ ce un pe­ que­ ño cam­ pa­ men­ to den­ tro de un ran­ cho, una tien­ da de cam­ pa­ ña que ani­ dó en una ca­ sa, nos ofre­ ce asien­ to. Al fren­ te, ya la no­ che se co­ mió las na­ ran­ jas, los li­ mo­ nes, las gua­ ya­ bas y las mie­ les del atar­ de­ cer. Aho­ ra el cie­ lo tie­ ne una ca­ ra ne­ gra y pla­ na, con mu­ chos ojos. En el ho­ ri­ zon­ te, una hi­ le­ ra de lu­ ces pa­ re­ ce el ma­ qui­ lla­ je so­ bre las ce­ jas de la no­ che. Es Pun­ ta­ re­ nas. La len­ gua de tie­ rra tie­ ne fue­ go por las no­ ches. La luz per­ mi­ te un es­ pec­ tá­ cu­ lo de in­ so­ len­ te her­ mo­ su­ ra. De pron­ to, un tro­ zo de luz se des­ pren­ de, y em­ pie­ za a flo­ tar en la no­ che. “Es un cru­ ce­ ro que va sa­ lien­ do de Pun­ ta­ re­ nas”, ex­ pli­ ca don Mi­ guel. Se que­ da em­ be­ bi­ do en el es­ pec­ tá­ cu­ lo de al­ go que pa­ re­ ce una fies­ ta de lu­ ciér­ na­ gas, se zam­ bu­ lle en el ho­ ri­ zon­ te, y en­ ton­ ces se le sa­ le el duen­ de, el poe­ ta que le vi­ ve por den­ tro. “Pa­ re­ ce un por­ tal flo­ tan­ te”, di­ ce don Mi­ guel, y un hon­ do sus­ pi­ ro le po­ ne ex­ cla­ ma­ ción a su ver­ bo.

Co­ mo cuan­ do chi­ qui­ llo Ya, ba­ ña­ do en su in­ te­ rior, res­ pi­ ra su his­ to­ ria, en­ tre bo­ ca­ na­ das de pa­ la­ bras. El ran­ cho en el que vi­ ve pre­ ten­ de pa­ re­ cer­ se al ran­ cho en que na­ ció, en Güai­ til de Acos­ ta. La úni­ ca di­ fe­ ren­ cia es que en aquel don­ de vi­ vió sus pri­ me­ ros años el pi­ so es la tie­ rra ba­ rri­ da, mien­ tras que es­ te tie­ ne un pi­ so ru­ di­ men­ ta­ rio y po­ bre, pe­ ro pi­ so al fin y al ca­ bo. “Yo que­ ría que es­ ta ca­ sa tu­ vie­ ra el pi­ so de tie­ rra, pe­ ro aquí el sue­ lo es muy ar­ ci­ llo­ so, y cuan­ do se mo­ ja se ha­ ce una mel­ co­ cha. No es co­ mo el de Acos­ ta, que us­ ted lo mo­ ja y lo ba­ rre, y en­ ton­ ces de ver­ dad que no ha­ ce fal­ ta pi­ so.”. Es­ te hom­ bre son­ rien­ te y di­ cha­ ra­ che­ ro lle­ gó has­ ta cuar­ to gra­ do de la es­ cue­ la, pe­ ro tie­ ne a su ha­ ber ca­ si tres de­ ce­ nas de li­ bros. Ra­ pi­ di­ to se echó a la ca­ lle. A los 10 apren­ dió la vo­ ca­ ción del an­ da­ rie­ go en­ tre Emi­ lio Sal­ ga­ ri, los Du­ mas, Jo­ sé Ma­ ría Pe­ re­ da y Víc­ tor Hu­ go; a los 12 leía El Qui­ jo­ te y Mar­ tín Fie­ rro, y a los 14 aga­ rró un fu­ sil, que era más gran­ de que él, y se echó al mon­ te, de­ trás de don Pe­ pe.

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Mi­ guel Zú­ ñi­ ga Díaz, que en ese en­ ton­ ces to­ da­ vía no se ha­ bía en­ ca­ ra­ ma­ do el “Sal­ gue­ ro”, fue el sol­ da­ do más jo­ ven de la Re­ vo­ lu­ ción del 48. A la vuel­ ta, si­ guió de pre­ coz y de fo­ go­ so. A los 17 se ´jun­tó´ por pri­ me­ ra vez. Una bai­ la­ ri­ na le ro­ bó el co­ ra­ zón. De aquí pa­ ra acá ha echa­ do en sus al­ for­ jas cin­ co ma­ tri­ mo­ nios, y una que otra tra­ ve­ su­ ra. Pre­ ci­ sa­ men­ te de un di­ vor­ cio ve­ nía cuan­ do ca­ yó por es­ tos rin­ co­ nes de Ba­ rran­ ca. “Ca­ da vez que me di­ vor­ cio me voy sin na­ da. To­ do lo de­ jo. Así me pa­ só cuan­ do me vi­ ne pa­ ra es­ te la­ do de Pun­ ta­ re­ nas. Pe­ ro ra­ pi­ di­ to me pu­ se a le­ van­ tar es­ ta ca­ sa con uno de mis hi­ jos. 15 días des­ pués ya es­ ta­ ba me­ ti­ do en es­ te ran­ cho.”, cuen­ ta. “Y eso que du­ ra­ mos dos se­ ma­ nas por­ que no qui­ se me­ ter ma­ qui­ na­ ria pe­ sa­ da, no qui­ se que me me­ tie­ ran aquí un ´back hoe´ y que le die­ ra mu­ cha vuel­ ta al sue­ lo”.

En Ho­ jan­ cha co­ mo en Ba­ rran­ ca Igual le ocu­ rrió cuan­ do an­ du­ vo por Ho­ jan­ cha. Has­ ta allá fui a vi­ si­ tar­ lo ha­ ce un par de años. Vi­ vía en una ca­ si­ ta de ma­ de­ ra, y en la sa­ la y el co­ me­ dor no te­ nía más ador­ nos que cien­ tos de sus li­ bros, or­ de­ na­ dos por ta­ ma­ ño y has­ ta por co­ lor. “Cuan­ do me fui pa­ ra Ho­ jan­ cha, ape­ nas lle­ va­ ba lo que me ca­ bía en el ca­ rro. Al­ qui­ lé una ca­ sa por te­ lé­ fo­ no, sin co­ no­ cer­ la. Me co­ bra­ ron 20 mil pe­ sos. Cuan­ do lle­ gué allá, pe­ dí que me man­ da­ ran una me­ sa de co­ me­ dor por en­ co­ mien­ da. “En el ca­ rro ape­ nas me al­ can­ za­ ba pa­ ra car­ gar una col­ cho­ ne­ ta, una al­ mo­ ha­ da, unas ca­ jas de li­ bros y una má­ qui­ na de es­ cri­ bir”, re­ cuer­ da. To­ do eso se ex­ pli­ ca des­ de su in­ fan­ cia. No só­ lo de­ vo­ ra­ ba li­ bros, si­ no que tu­ vo un ta­ ta que, a pe­ sar de las li­ mi­ ta­ cio­ nes, con­ ta­ ba his­ to­ rias de Que­ ve­ do, Del Cam­ po y Jo­ sé Her­ nán­ dez. En él y en su vi­ da trans­ cu­ rre to­ do co­ mo si fue­ ra una ter­ tu­ lia, sin or­ den, sin pri­ sa, pe­ ro con ren­ glo­ nes y tri­ llos. Uno de sus clá­ si­ cos, el pro­ gra­ ma de te­ le­ vi­ sión ´El fo­ gón de Do­ ña Chin­ da´, na­ ció de esa ma­ ne­ ra. “Yo les ex­ pli­ ca­ ba a los ac­ to­ res lo que que­ ría. El úni­ co guión que te­ nía, lo an­ da­ ba por den­ tro, en la ca­ be­ za. Yo ex­ pli­ ca­ ba lo que que­ ría, y des­ pués ca­ da uno ha­ cía lo que me­ jor le pa­ re­ cie­ ra. Siem­ pre le he te­ ni­ do mu­ cha fe al ta­ len­ to y a la im­ pro­ vi­ sa­ ción”. Em­ pe­ zó es­ cri­ bien­ do co­ mo ´Ca­ mi­ lo Ure­ ña´ y fir­ ma­ ba des­ de Do­ ta. En ese pue­ blo más de uno se in­ ven­ ta­ ba la au­ to­ ría de sus no­ tas, co­ mo tam­ bién ocu­ rría con ´Ca­ mi­ lo Ga­ la­ gar­ za Ca­ bal­ ce­ ta´, seu­ dó­ ni­ mo con el que fir­ ma­ ba Var­ gas Ge­ né des­ de Cu­ ru­ ban­ dé de Li­ be­ ria. En su pri­ mer li­ bro, ´Co­ noz­ ca­ mos Ti­ co­ lan­ dia´, una co­ lec­ ción de sus es­ tam­ pas, el en­ ton­ ces di­ rec­ tor de La Na­ ción, don Ri­ car­ do Cas­ tro Camilo Rodríguez Chaverri

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Bee­ che (qdDg), en el pró­ lo­ go, di­ bu­ ja el pri­ mer pai­ sa­ je de nues­ tro don Mi­ guel. “Ha­ rá al­ go más de tres años em­ pe­ zó a lle­ gar a nues­ tras ofi­ ci­ nas del pe­ rió­ di­ co un jo­ ven sen­ ci­ llo, mo­ re­ no, de mi­ ra­ da vi­ va, de an­ dar fir­ me, y de un as­ pec­ to sim­ pá­ ti­ co, nos ve­ nía a de­ jar, ca­ si con ti­ mi­ dez, sus ar­ tí­ cu­ los cos­ tum­ bris­ tas, que son ver­ da­ de­ ros cua­ dros de la vi­ da na­ cio­ nal. Al leer­ los, no se nos es­ ca­ pó su va­ lía. Bien es­ cri­ tos, re­ ve­ la­ do­ res, de un gran co­ no­ ci­ mien­ to de la vi­ da y las cos­ tum­ bres de nues­ tros cam­ pe­ si­ nos, de­ no­ ta­ ban a la vez la ex­tro­ ver­ ti­ da ima­ gi­ na­ ción de su au­ tor”. Al la­ do de la in­ co­ rre­ gi­ ble ´Men­ cha´, la cá­ ma­ ra fo­ to­ grá­ fi­ ca que ro­ dó por el país jun­ to a él, y que hi­ zo le­ yen­ da, don Mi­ guel ha he­ cho pa­ tria di­ bu­ ján­ do­ la, re­ tra­ tán­ do­ la, co­ mo si Dios le man­ da­ ra a in­ ven­ tar­ la en la voz y la des­ bor­ da­ da ima­ gi­ na­ ción de los cam­ pe­ si­ nos y las mu­ je­ res de los pue­ blos de es­ te país que él co­ no­ ce me­ jor que to­ dos y más que cual­ quie­ ra.

Mi­ guel Sal­ gue­ ro ya es le­ yen­ da Mi­ guel Zú­ ñi­ ga Díaz, co­ no­ ci­ do co­ mo Mi­ guel Sal­ gue­ ro, na­ ció en un ran­ cho de pal­ ma, en Güai­ til de Acos­ ta. Co­ rría el año 1933. Sus pa­dres, Ve­ ne­ ran­ do Zú­ ñi­ ga Ji­ mé­ nez y Her­ me­ lin­ da Díaz Ure­ ña, ha­ bían emi­ gra­ do un año an­ tes de De­ sam­ pa­ ra­ dos , adon­ de re­ gre­ sa­ ron cuan­ do Mi­ guel te­ nía dos me­ ses de edad, en una so­la jor­ na­ da a pie, des­ de Güai­ til has­ ta San Mi­ guel. El ni­ ño fue cre­ cien­ do en­ tre ca­ fe­ ta­ les, mil­ pas y fin­ cas de le­ che­ ría, en Sa­ li­ tri­ llos, Las Me­ sas, Sau­ rez y El Ce­ dral, en el can­ tón de Ase­ rrí. Tam­ bién vi­ vió en el cen­ tro de De­ sam­ pa­ ra­ dos y lue­ go tu­ vo su re­ si­ den­ cia du­ ran­ te va­ rios años en la Ha­ cien­ da El Sa­ li­ tral, que fue pro­ pie­ dad, en­ tre otros, del Fun­ da­ dor de la Re­ pú­ bli­ ca, Doc­ tor Jo­ sé Ma­ ría Cas­ tro Ma­ dríz. El abue­ lo de Mi­ guel, Juan Pe­ dro Díaz, fue man­da­ dor du­ ran­ te 40 años en El Sa­ li­ tral, su pa­ pá y sus tíos tra­ ba­ ja­ ron co­ mo peo­ nes allí, du­ ran­ te mu­ chos años. Des­ de La Ca­ le­ ra, una ca­ so­ na en lo al­ to de Sa­ li­ tral, Mi­ guel fue a la Es­ cue­ la Re­ pú­ bli­ ca de Pa­ na­ má, en San An­ to­ nio, has­ ta cuar­ to gra­ do; fue la úni­ ca edu­ ca­ ción for­ mal que ha­ bría de re­ ci­ bir, en vis­ ta de que la fa­ mi­ lia de­ ci­ dió tras­ la­ dar­ se en 1945 a la re­ gión de El Ge­ ne­ ral. En Pé­ rez Ze­ le­ dón vi­ vió en ran­ chos pa­ ji­ zos y prác­ ti­ ca­ men­ te ba­ jo el ale­ ro de la sel­ va, en La Gua­ ria, la Fi­ la de San Juan, la Ce­ bo­ lla­ na y las Nu­ bes de San Ra­ món. En 1948 es­ ta­ lla la Re­ vo­ lu­ ción y se in­ cor­ po­ ra a las fi­ las de Fi­ gue­ res. Tie­ ne ape­ nas 14 años. Cuan­ do triun­ fa, el jo­ ven sol­ da­ do fue con­ de­ co­ ra­ do en De­ sam­ pa­ ra­ dos , su fo­ to­ gra­ fía y tes­ ti­ mo­ nio fue­ ron pu­ bli­ ca­ dos en el Dia­ rio de Cos­ ta Ri­ ca y La Na­ ción.

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Man­ da­ de­ ro y agri­ cul­ tor Lue­ go tra­ ba­ jó co­ mo man­ da­ de­ ro en el Re­ gis­ tro Ci­ vil, y en Co­ rreos y Te­ lé­ gra­ fos de la Y Grie­ ga, fue guar­ da ra­ so en una co­ lo­ nia agrí­ co­ la-mi­ li­ tar en la Cin­ cho­ na de Sa­ ra­ pi­ quí, de don­ de pa­ só nue­ va­ men­ te a San Jo­ sé y más tar­ de a San Isi­ dro del Ge­ ne­ ral . En es­ ta nue­ va eta­ pa se de­ di­ có un tiem­ po a la agri­ cul­ tu­ ra en San Ra­ fael Nor­ te de Pé­ rez Ze­ le­ dón; lue­ go via­ jó a San Jo­ sé, con­ si­ guió una be­ ca pa­ ra es­ tu­ diar en el Co­ le­ gio Sa­ le­ sia­ no de Car­ ta­ go, pe­ ro no se adap­ tó. Un mes des­ pués de su in­ gre­ so, se unió a un sa­ cer­ do­ te sa­ le­ sia­ no pa­ ra ins­ ta­ lar un ci­ ne, con una vie­ ja má­ qui­ na del re­ li­ gio­ so, en la Arro­ ce­ ra La­ ra, si­ tua­ da a 100 me­ tros del mer­ ca­ do de Ala­ jue­ la. Lue­ go tu­ vo ci­ nes de 16mm en Río Se­ gun­ do y Ca­ rri­ zal de Ala­ jue­ la, así co­ mo en San Mi­ guel de De­ sam­ pa­ ra­ dos y en La Cruz de Gua­ na­ cas­ te. En 1950 co­ no­ ció en He­ re­ dia a don Eduar­ do Den­ go, don Ya­ yo, con quien se aso­ ció pa­ ra ha­ cer siem­ bras de pa­ pas, fri­ jo­ les, maíz y otros cul­ ti­ vos, en San Ra­ fael Nor­ te de Pé­ rez Ze­ le­ dón. De nue­ vo en San Jo­ sé en­ tra a tra­ ba­ jar en el Res­ guar­ do Fis­ cal y se tras­ la­ da, co­ mo guar­ da ra­ so, con per­ mi­ so del Pa­ tro­ na­ to Na­ cio­ nal de la In­ fan­ cia, a La Cruz de Gua­ na­ cas­ te. Fue en es­ ta re­ gión don­ de, años más tar­ de, tu­ vo la idea de re­ co­ rrer el país pa­ ra dar­ lo a co­ no­ cer por me­ dio de la pren­ sa.

Es­ cri­ tor de cuen­ tos y le­ yen­ das De re­ gre­ so a San Jo­ sé, en­ tró a tra­ ba­ jar co­ mo man­ da­ de­ ro y “mu­ cha­ cho de ofi­ ci­ na”, en el al­ ma­ cén de la Jun­ ta de Pro­ tec­ ción So­ cial de San Jo­ sé. Fue en esa épo­ ca cuan­ do apren­ dió a es­ cri­ bir a má­ qui­ na. Du­ ran­ te las no­ che es­ cri­ bía cuen­ tos y no­ ve­ las. Su pri­ mer cuen­ to fue pu­ bli­ ca­ do en ´Ha­ ble­ mos´, una re­ vis­ ta edi­ ta­ da en Nue­ va York, y que dis­ tri­ buían los pe­ rió­ di­ cos en Amé­ ri­ ca La­ ti­ na; La Na­ ción lo ha­ cía en Cos­ ta Ri­ ca. En 1955, cuan­ do el país fue in­va­ di­ do des­ de Ni­ ca­ ra­ gua por exi­ lia­ dos po­ lí­ ti­ cos , mar­ chó has­ ta el Pe­ lón de la Al­ tu­ ra, Li­ be­ ria. Ter­ mi­ na­ da la ac­ ción, fue en­ via­ do co­ mo Je­ fe de Des­ ta­ ca­ men­ to del Res­ guar­ do Fis­ cal en aquel pues­ to fron­ te­ ri­ zo. De re­ gre­ so en San Jo­ sé fue nom­ bra­ do je­ fe del de­ par­ ta­ men­ to de Li­ cen­ cias de la Di­ rec­ ción Ge­ ne­ ral de Trán­ si­ to. En 1957 re­ nun­ ció pa­ ra de­ di­ car­ se a pe­ que­ ñas in­ dus­ trias , co­ mo una he­ la­ de­ ría y una fá­ bri­ ca de cos­ mé­ ti­ cos “ca­ se­ ra”. Tam­ bién tu­ vo una pul­ pe­ ría en Ba­ rrio Cu­ ba y una la­ van­ de­ ría de ro­ pa. Lue­ go tra­ ba­ jó co­ mo agen­ te via­ je­ ro de un al­ ma­ cén de Pun­ ta­ re­ nas, y en 1959 pa­ sa a rea­ li­ zar esas la­ bo­ res en el Al­ ma­ cén Zú­ ñi­ ga y Co., Camilo Rodríguez Chaverri

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que dis­ tri­ buía los pro­ duc­ tos Wes­ ting­ hou­ se; tiem­ po des­ pués co­ men­ zó a dis­ tri­ buir apa­ ra­ tos de te­ le­ vi­ sión, ya que ese in­ ven­ to fue in­ tro­ du­ ci­ do en esa épo­ ca al país. Tu­ vo mu­ cho éxi­ to y ga­ nó el pre­ mio al me­ jor ven­ de­ dor del año. En esa épo­ ca co­ men­ zó a en­ viar co­ la­ bo­ ra­ cio­ nes en for­ ma más asi­ dua a los pe­ rió­ di­ cos La Pren­ sa Li­ bre, La Re­ pú­ bli­ ca y La Na­ ción.

En­ tre li­ bros y po­ tre­ ros Des­ de pe­ que­ ño so­ ñó con ser es­ cri­ tor. Cuan­ do iba a de­ jar unas bo­ te­ llas de le­ che a la ciu­ dad de San Jo­ sé, pa­ ra el con­ su­ mo del pa­ trón de El Sa­ li­ tral, que vi­ vía en Ba­ rrio Oto­ ya, apro­ ve­ cha­ ba pa­ ra vi­ si­ tar las li­ bre­ rías y com­ prar li­ bros. Así le­ yó a los clá­ si­ cos es­ pa­ ño­ les y al­ gu­ nos fran­ ce­ ses. Cuan­ do la fa­ mi­ lia se tras­ la­ dó a las mon­ ta­ ñas de El Ge­ ne­ ral , se sus­ cri­ bió al Dia­ rio de Cos­ ta Ri­ ca, que re­ co­ gía ca­ da ocho días, cuan­ do ba­ ja­ ba a San Isi­ dro a ven­ der hor­ ta­ li­ zas y gra­ nos. Las di­ ver­ sas lec­ tu­ ras, uni­ das a los cuen­ tos y le­ yen­ das que le con­ ta­ ba su pa­ dre y a las mil anéc­ do­ tas que, con un for­ mi­ da­ ble hu­ mor, le na­ rra­ ba su ma­ dre, des­ per­ ta­ ron en el mu­ cha­ cho la ima­ gi­ na­ ción y los de­ seos de es­ cri­ bir En 1961, el pe­ rió­ di­ co La Na­ ción le pu­ bli­ ca sus pri­ me­ ras “es­ tam­ pas tí­ pi­ cas”. Otón Acos­ ta es­ cri­ bió en un ar­ tí­ cu­ lo que aque­ llas ´es­ tam­ pas tí­ pi­ cas´ eran “ver­ da­ de­ ros cua­ dros de cos­ tum­ bres”. A raíz de los elo­ gios de don Ma­ nuel For­ mo­ so en su co­ lum­ na de La Na­ ción, Mi­ guel pro­ po­ ne a don Ri­ car­ do Cas­ tro Bee­ che la crea­ ción de un su­ ple­ men­ to. Na­ ce “Co­ noz­ ca­ mos Ti­ co­ lan­ dia”, más de 300 es­ tam­ pas tí­ pi­ cas, y tam­ bién na­ ce “Vi­ da en Ti­ qui­ cia”, un su­ ple­ men­ to que ha­ bría de sig­ ni­ fi­ car­ le, dos años más tar­ de, el se­ gun­ do Pre­ mio Na­ cio­ nal de Pe­ rio­ dis­ mo Joa­ quín Gar­ cía Mon­ ge. Co­ men­ zó así una lar­ ga ca­ rre­ ra pe­ rio­ dís­ ti­ ca que se ex­ ten­ dió al ra­ dio, ci­ ne, pren­ sa es­ cri­ ta y la te­ le­ vi­ sión. Tam­ bién fue di­ pu­ ta­ do con el Par­ ti­ do Unión Ge­ ne­ ra­ le­ ña (PU­ GEN) y can­ di­ da­ to a la Pre­ si­ den­ cia de la Re­ pú­ bli­ ca “sin un cin­ co en la bol­ sa”. “En la Tien­ da El Glo­ bo me fia­ ron la te­ la pa­ ra 125 ban­ de­ ras. Des­ pués de las elec­ cio­ nes, fui a pa­ gar­ las. Y un día que es­ ta­ ba en mi pro­ gra­ ma de ra­ dio ´Aló pue­ blo´, un se­ ñor lla­ mó y di­ jo que ha­ bía es­ ta­ do ahí, cuan­ do yo pe­ dí fia­ do, y que lue­ go ha­ bía ido a ave­ ri­ guar si ha­ bía pa­ ga­ do. Vea us­ ted, en to­ do se fi­ ja la gen­ te”.

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Lo que pienso sobre el TLC “Costa Rica necesita un mercado para sus productos. Estados Unidos es el país más rico del mundo, y estamos cerca de sus costas. Tradicionalmente ha sido el principal comprador de nuestros productos. Además, históricamente, ha sido un país amigo. Hay que ser prácticos: no podemos quedar por fuera de un tratado con el país que nos compra casi la mitad de todo lo que producimos”.

Camilo Rodríguez Chaverri

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Hans Bucher

Pionero del palmito en Costa Rica Ha sido el pionero de la industrialización de la tortilla en Costa Rica y el padre del cultivo del palmito. Ha estado al frente de la empresa Demasa en nuestro país durante 30 años, ha sido Bombero Voluntario durante décadas y estará por varios periodos en la Junta Directiva del INS. Hans Bucher Chévez es un gran forjador de desarrollo en nuestro país. Hans Bucher Chévez nació en San José un 23 de junio, hijo de Paul Bucher Degen, quien vino de Heildelberg, Alemania. …”Se vino porque mi abuelo, Joseff tenía un abastecedor de alimentos muy grande en Heilderberg, a principios de los años 30”. Era una familia media, acomodada. Mi abuelo le dió un dinero a mi papá para que viniera a comprar una finca de café en Costa Rica, y que eventualmente pudiera mandarle café para el abastecedor que él tenía allá. “Vino a Costa Rica, conoció a una tía mía que se llamaba Virginia Chévez Orozco, pero mi mamá finalmente fue quien se casó con El. Mi madre se llamaba María del Pilar… El Chévez de mi abuelo, Zacarías Chévez Ocampo, viene de Bagaces. Mi abuela, Odalía Orozco Castro, era nieta de José María Castro Madriz. “Mi papá llegó a Costa Rica de 23 ó 24 años, compró una finca allá por Naranjo. Después la vendió, y se dedicó a representar firmas de productos alemanes aquí en Costa Rica, entre ellos la Telefunken. Le iba muy bien hasta que vino la Segunda Guerra Mundial. Todos los negocios de alemanes fueron intervenidos por lo que en aquel tiempo se denominó ´La Junta de Custodia´, institución gubernamental; muchos de los alemanes a raíz de esta medida perdieron sus empresas y capital. También los aislaron en lo que se llamo el ´Campo de Concentración´, quedaba en donde hoy en día está el Mercado de Mayoreo, sobre Avenida 10; las condiciones en que estaban eran muy precarias. Por esta razón, mi papá que también lo habían recluido, desarrolló una infección en un oído, que se le agravó y mediante dictamen médico expedido, mi abuelo, que era muy amigo del Doctor Calderón Guardia, Presidente en ese momento, le presentó el caso. Y el Doctor le concedió que mi Padre saliera del Campo de Concentración, con la condición de que se quedara recluido en su casa de habitación. “Hice el primer grado en la Escuela Julia Marín, en San Isidro. Somos tres hermanos y una hermana, Paul, Manfred y Erica. Todos casados y con lindas familias. Yo soy el mayor. “Después de la Segunda Guerra Mundial, la familia de mi mamá continuó apoyando a mi papá. Tenía un tío, Alfredo Chévez Orozco, 60

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que ayudó mucho a mi papá. Gracias a eso, mi padre se enroló en el negocio de la madera, básicamente en cuanto a exportación a Europa. Le fue muy bien. Obviamente era un trabajo muy duro, un trabajo de campo, de ir a la montaña. Lo último que hizo fue colaborar con don Ángel Nieto en Equipos Nieto, como asesor de Don Ángel, hasta que murió. Lo mató el cigarro. Se fumaba como cuatro paquetes diarios. Murió como de 64 años. “Después de que hice primer grado en San Isidro de Coronado, nos vinimos a vivir en Guadalupe. Hice la primaria, de segundo a sexto grado, en la Escuela Pilar Jiménez. Luego hice la secundaria en el Colegio Seminario. “Yo era de los inquietos, de regular rendimiento. Después salí y comencé a estudiar Licenciatura en Química en la Universidad de Costa Rica”.

Sus inicios en DEMASA “Sinceramente, cuando ponderé lo que me estaban ofreciendo con la posición que yo tenía en ese momento, no le encontré mucho atractivo, pero me invitaron a México para que conociera la empresa. En México se dedicaban a hacer harina de maíz en varias plantas a lo largo de México, y eran dueños de la fábrica de aires acondicionados Carrier. “Vi que era una empresa de una solidez evidente, de una gran proyección. Tenían planes muy concretos para Costa Rica. El nuestro fue el primer país al que se atrevieron a salir. Con Costa Rica, empezaron para DEMASA las operaciones transnacionales. “Uno podría preguntarse por qué Costa Rica. Es que, en ese tiempo, cuando llegaron a Costa Rica, Don Daniel Oduber era el Presidente cuando las operaciones comenzaron, pero la compañía Demasa se fundó en el año 72, en febrero, y estaba Don José Figueres Ferrer de Presidente. Siendo Don Pepe el Presidente, Don Luis Echeverría, el Presidente de México, invitó a Don Pepe para que visitara México. No lo invitó a llegar a Cancún, que era el proyecto de desarrollo de Don Luis. Entre los asuntos que llevaba Don Pepe estaba el proyecto de enlatar en conserva la olla de carne tan nuestra, con el propósito de solicitarle ayuda tecnológica al Gobierno Mexicano en ese sentido. “Decía Don Pepe que ese era un plato sumamente nutritivo, que tenía todos los ingredientes de la alimentación, y que su pueblo necesitaba una mejor alimentación. Decía que si la industrializaba, podía hacerle llegar la olla de carne a todo el pueblo. Lo que él buscaba era una mejor nutrición del pueblo. Don Luis consultó con sus asesores. No disponían de una tecnología para ayudar a Don Pepe en su solicitud, pero Don Luis aprovecha y le dice a Don Pepe, ´mire, yo tengo un amigo que es un gran industrial aquí, en México, y que me ha Camilo Rodríguez Chaverri

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estado insistiendo en que le permita a desarrollar un proyecto para la industrialización de la tortilla, incorporándole un nutriente con base en soya que le sube el nivel de proteína en una forma muy importante. Esa sería una vía para llevarle una mejor nutrición al pueblo, pero no le he permitido desarrollar ese proyecto en México porque tengo el temor de que si ese proyecto se desarrolla aquí, va a generar un desplazamiento muy grande de mano de obra no calificada´, le dice Don Luis a Don Pepe, y le agrega, ´si a usted le parece, puedo llamar a ese señor, a ver si usted quiere llevar a la práctica ese proyecto en Costa Rica´. “Así fue como mandaron a llamar a Don Roberto González Barrera. Don Roberto le explica el proyecto a Don Pepe, qué es lo que él busca. A Don Pepe y a sus asesores les gusta el proyecto, “En aquel instante estaba en su auge el Mercado Común Centroamericano. Las señoras que tradicionalmente hacían tortillas en Costa Rica , no eran reemplazadas cuando se retiraban, por cuanto había mucha oportunidad de trabajo en las industrias de integración Centro Americana. “En Costa Rica había una demanda muy grande en fábricas de maquila y en diferentes manufacturas dedicadas al Mercado Común Centroamericanas. La oferta de tortilla venía declinando , pero la demanda siempre estaba presente.. En San José sólo se conseguía tortillas en los mercaditos de Plaza Víquez y en el mercado de la Coca Cola, y hasta las diez de la mañana. Después no era posible. “Vieron que, agronómicamente, Costa Rica nunca iba a ser una región para producir trigo, pero sí maíz. El maíz nos salía más barato, más sano y con mano de obra nacional. Entonces, se vinieron a hacer los estudios sociológicos y los estudios de mercado, y a mediados del año 73 se llegó a la conclusión de que efectivamente sí se podía llevar adelante el proyecto”.

Historia de la tortilla Industrializada “La tortilla se iba a hacer con una harina proteinizada con base en soya. El ingrediente se llamaba NUTRISOY 40, y era inodoro e incoloro. No le cambiaba las propiedades a la tortilla, pero si le incrementaba en forma importante el contenido de proteínas El grupo tampoco había tenido la experiencia de producir tortillas en escala industrial, ni contaba con las facilidades de ahora. Se alquiló un bodegón en San Francisco de Dos Ríos a Miguel Ángel González Volio. Se instaló una batería de 70 máquinas de hacer tortillas. Eran de las únicas máquinas que habían disponibles en el mercado Mexicano, para hacer tortillas.. Cada máquina producía cuarenta tortillas por minuto. Era por sistema de troquelado.

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“Estábamos aprendiendo como empresa. Yo ya era el gerente general. Contábamos con todo el apoyo de todo el equipo técnico de Gruma en México, que era lo más capacitado en productos derivados de maíz de México”. “Le puedo decir que en los primeros tanteos, los primeros seis meses, la tortilla se producía en una forma experimental. No estábamos comercializando ni vendiendo. Estábamos en un desarrollo de prueba y error. Al año ya la tortilla duraba como ocho horas, pero no era la optima. No era un producto razonable para el mercado todavía. Hasta que finalmente se logro alcanzar el punto que se buscaba de calidad, presentación y gusto. “A todo esto el grupo en México sí tenía una experiencia en manufactura de harina de maíz. Como esa tecnología de maíz tiene que ver con un producto muy propio de Mesoamérica, no era una tecnología que existiera en Europa ni en Estados Unidos ni en algún país desarrollado. Gruma desarrolló su propia tecnología para molinos de harina de maíz. Paralelamente, se comenzó a desarrollar los equipos para la fabricación de la tortilla. Al final, ya se desarrolló una tecnología de avanzada, después de un año y medio, y finalmente se logró llegar a una tortilla totalmente aceptable al público. “Aquello fue un boom. Ya cuando salimos al mercado, a finales del año 74, el paquete de doce tortillas se vendía a 25 centavos. La gente estaba feliz, y empezó a comprar y a consumir. En la Meseta Central la tortilla siempre ha sido pequeña, en Guanacaste son más gruesas, pero es un asunto cultural. Si usted va a Santa Cruz, en Santa Cruz se consume más la tortilla de maíz amarillo que de maíz blanco. “Primero la gente compró para ver de qué se trataba. Empezamos con una publicidad muy agresiva, comunicando que eran ´higiénicas, blancas, suaves y sabrosas´. Se fue desarrollando un mercado. Cuando el mercado comenzó a tener signos de consolidación, le pusimos al paquete lo siguiente: ´Tortiricas, Ricas en Proteínas´. En aquel momento, que sacamos el paquete en ese mensaje, las ventas comenzaron a bajar. “Nos llamó la atención la baja, empezamos a estudiar la situación y nos enteramos de que la gente no comprendía bien el concepto de proteína. Hicimos un comercial animado para television, con un muñequillo que se llamaba ´Prote´ y la muñequilla se llamaba ´Ina´. Era una inducción para que los consumidores comprendieran cuál era la función de la proteína en el organismo humano. Sin embargo, el comercial no fue bien comprendido, continuo el efecto negativo. Tuvimos que hacer un estudio de mercado muy rápido. Y descubrimos que la gente interpretaba el concepto de proteína como si fuera una medicina. Y como a nadie le gusta estar enfermo, no tenían porque adquirir un producto con ´contenido medicinal´. “Le quitamos la leyenda de la proteína al paquete. Y la respuesta positiva del público no se hizo esperar, las ventas recuperaron su ritmo mas que normal. Con eso invertimos más en Mercadeo, se proyectó Camilo Rodríguez Chaverri

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la tortilla en iguales condiciones de la tortilla tradicional y corriente, sólo que con base en harina de maíz. En ese tiempo la harina la importábamos a Acaponeta, México, que queda cerca de Veracruz”.

La harina de Costa Rica “Para el año 78, ya Gruma, nuestro grupo, Grupo Maseca, en su división tecnológica, produce unos equipos preciosos para la fabricación de tortilla. Entonces, la demanda de harina de maíz para tortilla y otros usos alimentarios, justificaba producirla localmente aquí. Se instaló el molino de harina de maíz en Pavas, y simultáneamente se hizo la estructura civil para fabricar las tortillas , con equipos altamente avanzados de Tecnomaíz, la división tecnológica nuestra. Se desarrollaron y se ajustaron los equipos, se trajeron tres líneas de producción, cada una producía 600 tortillas por minuto, y de producir 40 pasamos a 600 tortillas por minuto o 1800 por minuto. Se instaló aquello que parecía la NASA. Era una instalación preciosa. Se instalaron las máquinas, se hicieron las pruebas, y me dieron instrucciones de que, como la tortilla se iba a producir en Pavas, fuera desinstalada la planta de San Francisco. Fue una de las pocas veces que desobedecí. Pensé, ´es mejor pedir perdón que pedir permiso´. Más bien mandé un mecánico a San Francisco para que tuviera aquellas máquinas como un ajito. Dado que era un factor de seguridad, mientras nos ajustábamos a los nuevos equipos, debíamos tener esas máquinas al lado, por si acaso pasaba algo. Comenzamos a producir aquí, y como a las tres semanas de estar produciendo constantemente, en turnos de doce horas, posiblemente los metales del horno comenzaron a presentar fallas… Aquella decisión de sostener los otros equipos, aunque fueran viejitos y pequeños, nos salvó. Mientras hicieron las correcciones del caso en las máquinas nuevas, seguimos produciendo en las máquinas viejas. “El consumo fue creciendo por varios factores: en los años 80 pensamos en romper la producción centralizada, y llevamos fábricas a muchos pueblos, diseminamos la producción en muchas franquicias repartidas en todo el país. Le pusimos el comercial del porqué: la tortilla llegaba a los consumidores más frescas y calientitas. Tuvimos fábricas en Limón, Guápiles, Puntarenas, San Carlos, San Isidro del General, Liberia, Nicoya, San Vito, Coto… En el Valle Central teníamos cuatro. “Aquí fue donde el Grupo adquirió el conocimiento tecnológico aplicado y mercadológico. Todo esto se le llevó de aquí a México y a Estados Unidos. Lo tuvimos descentralizado más o menos unos diez años, hasta que los equipos nuestros de producción centralizada se llegaron a perfeccionar tanto que la tortilla puede pasar 200 horas

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a temperatura ambiente sin ninguna afectación de sus propiedades. Curiosamente, la descentralización se está dando ahora en México”.

Costa Rica como escuela “En Costa Rica, se dio el salto a otros productos en Demasa. Nosotros ya teníamos la tortilla y la harina de maíz, visitábamos 11 mil pulperías, cada dos días. Teníamos una fuerza de distribución como en ese momento no existía otra en Costa Rica. Además, teníamos una disponibilidad de espacio, y comenzamos a pensar en otros productos para aprovechar la red de distribución, dentro de un protocolo determinado, porque la política de Don Roberto González Barrera, él mismo la resume en una frase, ´estoy en el negocio de los alimentos, y nunca aceptaré manejar ni cigarrillos ni licor´. “Vimos la oportunidad de entrar en el arroz. Se compró arrocera Los Cipreses. Fue allá por el 78. Pero vimos que no tenía sinergia con lo que nosotros teníamos, porque el arroz se vendía en sacos. Una pulpería compraba un saco cada quince días. Innovamos en este mercado empacando el arroz. Antes, el arroz se vendía del saco a una bolsa de papel. “Con llevarlo en bolsas plásticas pequeñas, lo llevamos en medios de distribución, y conseguimos una optimización de la calidad. Además, pudimos trabajar con la diferenciación del producto y las distintas calidades. “Vimos que al ser la tortilla un producto perecedero, Tenía una cadencia de compra distinta. Vimos que era necesaria otra fuerza de venta, distinta. Nuestra fuerza de ventas iba muy bien para vender, por ejemplo, la harina de maíz. No pudimos salir con Maseca, que es nuestra marca, porque alguien había registrado a nombre de él Maseca, y nos llevó un litigio de varios años para ejercer nuestros derechos. Mientras tanto, nació MasaRica, a la par de TortiRica. “Ya con la concientización de la gente, lanzamos un arroz de alta calidad. El arroz tiene el precio controlado hasta hoy día, pero cuando es 90 por ciento entero, 10 por ciento quebrado, el precio se libera. Nosotros sacamos uno de relación 95-5, con mayor calidad. Es arroz Luisiana, un arroz que se posicionó en el mercado, y todavía hoy es líder. “Seguimos investigando qué otra cosa podíamos desarrollar, y vimos los snacks. Comenzamos adonde originalmente tuvimos la tortillería, e instalamos una fábrica de snacks Tosty. Lo primero fue las papas, Papitosty. Luego Tecnomaíz en Mexico desarrolló una tecnología propia en diferentes productos, para producir diferentes tipos de snacks con base en maíz, tanto extruídos, como horneados y fritos.

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“Aquí también estamos desarrollando una tecnología en la producción del concepto de nachos, tostados de maíz. Es una tecnología industrializada. “Tenemos ahora 180 presentaciones de diferentes productos, y hasta aquí hemos hablado sólo de Costa Rica, pero estamos produciendo snacks Tosty en Guatemala y próximamente lo haremos en El Salvador”.

Costa Rica, gran laboratorio “Gruma toma Costa Rica, en aquellos días, como un gran laboratorio, como una gran universidad. Hasta ese momento, el grupo de México vendía la harina de maíz, igual que se vendía el arroz aquí, en sacos. En Costa Rica aprende a mercadear en bolsas, y aprende a proyectarse para aplicar la harina de maíz en otros usos, no sólo tortillas, sino en toda la gama alimentaria. “Siempre hemos sido los pioneros desde Costa Rica. Lo que estaba ofreciendo Costa Rica era el vehículo y el mercado. La tecnología y su desarrollo siempre la aportó México, a través de Tecnomaíz. “Luego, en el año 78, compramos Del Campo, y conservas Durkee, que era de los señores Holtermann. La fábrica estaba por Jardines del Recuerdo. Fusionamos las dos en Del Campo. Del Campo tiene la fabricación de envases de hojalata, y vendíamos latas para envasar betún, atún, pintura, sardinas, mientras que teníamos el consumo cautivo en los néctares de frutas, vegetales en conserva y frutas en conserva. “Todo empezó bajo la marca ´Del Campo´ y la marca ´California´. De nuevo, fue en Costa Rica que empezó todo. La marca California la exportábamos a América Central y Panamá. Fue un negocio muy atractivo en néctares: se consumía por mes más o menos 36 mil cajas de 96 unidades cada una. “Viene el colapso económico de los años 80, que fue un colapso a nivel latinoamericano. “Todas las materias primas eran importadas: vegetales, hojalatas, concentrados… Los costos se triplicaron. Al ser como, en efecto, lo son, productos suntuarios, que no son de la canasta básica, hubo una reducción drástica, como de diez veces, en su consumo. La gente empieza a ahorrar en aquello que no es básico. El negocio estaba al borde del colapso. “En el año 79 nos dimos a la tarea de rescatar la empresa ´Champiñones de Costa Rica´. La operamos como por dos años. Las instalaciones estaban muy deterioradas cuando las tomamos en arriendo al Banco Centro Americano. No fue posible sacar adelante ese proyecto. “Fue en los años 80 fue que nació ´Tosty’ como tal. La marca se desarrolló en ´focus group´ en México, con estudios de consumidor. 66

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Nació como resultado de la contratación de una agencia para que desarrollara una marca atractiva para la juventud en Costa Rica. “Entre las opciones que se nos dieron estaban varias pero la escogida fue Tosty, la que seleccionamos. En ese momento, en el mercado de snacks estaba sólo ´Alimentos Jacks de Costa Rica´ y la fabricación artesanal de papas fritas, biscochos, yuca, plátanos… Salimos de la crisis que azoto al país y ahora continuamos con el liderazgo en el mercado”.

Pioneros en Palmito “Don Roberto, que es un hombre de una visión mercadológica ´mágica´, determinó que en Costa Rica podíamos desarrollar el cultivo del palmito. Le tomó una gran fe grande al palmito. Don Roberto que ha sido un enamorado de este país. Él se dió cuenta que aquí se podía producir palmito y que el palmito presentaba un gran potencial de consumo en el mundo. “Brasil, que en aquella época abastecía la demanda mundial comenzó produciendo palmito silvestre, de dos variedades de palma que se llaman ´Euterpe edulis´, ya limitada por los conservacionistas, y ´Ashaí´, que es el que todavía procesan. “En Costa Rica, ni en ningún otro país del mundo, todavía nadie sembraba palmito. Somos pioneros en el mundo en el cultivo del palmito, es decir, en el palmito como producto agrícola. Lo que hacía Brasil era sacarlo de la Amazonia en su forma silvestre. “A don Roberto se le ocurrió un día que lo probó. De una vez dijo ´esto tenemos que desarrollarlo, este es el aporte que le tenemos que dejar a Costa Rica´. Brasil todavía tenia el dominio de los principales mercados, que es Francia y Europa en general, y nosotros decidimos visitar Brasil para ver cómo era la industria brasileña. Vemos que la materia prima (palmito) es silvestre, que es una inmensidad en extensión. En el Delta del Amazonas, hay una isla que se llama Marajó, de 50 mil kilómetros cuadrados. Toda la isla estaba poblada de Ashaí. A eso había que agregarle lo que existe en la Amazonía. “Lo que tienen son sistemas de corta y de una preelaboración en condiciones poco higiénicas. Van avanzando con equipos portátiles de preelaboración, de acuerdo a como van cortando. Por eso es que le dan un contenido de acidez tan alto, para prevenir el desarrollo de microorganismos. “Al regreso de Brasil se estudió y planificamos, un desarrollo agrícola muy selectivo. Estudiamos ´¿qué vamos a plantar?´. Seleccionamos el pejibaye por su desarrollo rápido , su productividad y gran gusto al paladar. En Brasil también existe la variedad del pejibaye, que se conoce como ´pupuna´”.

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Palmito de pejibaye “Desde el principio, nos decidimos por el palmito de pejibaye porque el palmito gris proviene de una palmera que hay que esperar 18 años, al cortarla se muere y se obtienen únicamente 200 gramos aprovechables. Imagínense qué sacrificio. En cambio, el pejibaye es una cepa, como el banano. Tenemos cepas en producción actualmente de 25 años que todavía producen. “Compramos una finca en Sarapiquí. Se llama Indaco, Industrias de Desarrollo Agrícola, una finca de 980 hectáreas… Comenzamos a desarrollar, a investigar, no sabíamos del producto y nadie más sabía. Estábamos descubriendo todo conforme cultivábamos. “Desarrollamos diferentes tecnologías, con la ayuda de un magnifico equipo de Ingenieros Agrónomos. Comenzamos a estudiar el mercado. Cuando se tomó la decisión de vender al mercado de Francia, muchos de los compradores franceses, no sabían ni donde estaba Costa Rica. Nos vimos obligados a tener unas bodegas en Francia para entregar el producto desde ahí y comenzar a desarrollar confiabilidad. “En la producción todo era manual , y de nuevo Tecnomaíz, con su equipo de técnicos e ingenieros, comienza a desarrollar equipos para el proceso del palmito con el resultado de que, hoy en día, nosotros tenemos la tecnología de palmito más avanzada en el mundo. Tenemos la fábrica como la unidad de producción más grande del mundo. Procesamos por turno 150 mil palmitos cada 8 horas. Tenemos una participación del mercado mundial del 24 por ciento. Somos líderes. “Por aquellos tiempos Brasil era el líder de mercado mundial en el palmito, sin embargo tenia una economía muy desordenada, la inflación era del doscientos cincuenta por ciento mensual, tres mil por ciento anual. Las exportaciones, particularmente, la de palmito servía mucho para la generación especulativa de dólares, ya que la devaluación era “galopante”. Cuando el Presidente Cardoso llega al poder , en Brasil, uno de sus primeros compromisos fue enderezar la economía y con su plan del Real, logra controlar la inflación al orden de 8% anual, cambia la moneda, del Cruzeiro al Real, el Real con un valor de uno a uno con el dólar de Estados Unidos. Reajusta el salario mínimo de 80 Cruzeiros por mes a cien Reales; todas estas acciones le generan un poder adquisitivo al brasileño, que en un plazo muy corto se le quintuplica, como ejemplo puedo recordar que los vehículos usados eran mas caros que los nuevos, pues los usados estaban disponibles en forma inmediata y por los nuevos había que esperar dos o tres meses. Pues bien con esta recuperación del poder adquisitivo, el brasileño que es un gran consumidor de palmito, absorbe para su consumo, toda la producción de palmito, por lo tanto elimina la oferta exportable, casi de un día para otro. Deja el mercado internacional desabastecido. 68

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“Demasa, que por aquellos días tenía su planta de palmito en “Del Campo”, en San Francisco de Guadalupe, ya había desarrollado una tecnología adecuada para el volumen que se manejaba”.

Del fomento a la crisis “Con ese panorama enfrente, se decide fomentar la siembra de palmito, se diseña y se hace la planta en Guápiles, se invirtió 20 millones de dólares, se compró otra finca, Agropalmito, con lo cual completamos el abastecimiento de 1200 hectáreas nuestras, más seis mil hectáreas de productores independientes. Comenzamos a fomentar el palmito. El mercado mundial de palmito es un mercado pequeño como todo mercado de “delicatessen”. El mercado mundial, sin incluir Brasil, es de unos 80 a 100 millones de dólares por año. Este producto es una especialidad, es como un caviar. Otros productores locales e internacionales comienzan a participar. El Consejo Nacional de Producción organiza una serie de productores en Guácimo, les financia una fábrica, un señor Arias en Guápiles también, hacen lo suyo… “El problema es que, en el mercado del palmito, 30 ó 40 clientes consumen el 80 por ciento. Lo que hacen los nuevos competidores es que bajan el precio, también comenzaron a producir en Ecuador, Bolivia, Peru y Venezuela. Ecuador que es el primer exportador de banano, tenía unas tierras listas que eran de banano, y un costarricense que sabe mucho de palmito, el Dr. Jorge Mora Urpí, les ayudó y desarrolló plantaciones de palmito. “Aquí en Costa Rica, un trabajador de campo, tiene un salario mínimo de 300 dólares más las garantías sociales,(que equivalen a un cincuenta y cinco por ciento adicional al salario), en Ecuador gana 100 dólares y las garantías sociales son sólo el doce por ciento… Aquí en Costa Rica, el promedio de horas laborales son siete horas por día, allá en Ecuador son 12 horas… Eso se debe a que las horas luz son mucho más, porque están en el ecuador del planeta, y la planta se desarrolla con más vigor. “El mercado de un delicatessen no se expande en forma amplia. Cuando la oferta excede a la demanda, se bajan todos los precios, y para darle más problema al proyecto, Argentina, que es el segundo consumidor en importancia en el mundo, después de Brasil, sufre un colapso en su economía: de consumir casi un millón de cajas de palmito por año, pasa a 50 mil cajas por año. Quedan 950 mil cajas, en inventario, sin venta. Ecuador le vendía a Argentina. Como se queda sin ese mercado, lo vende a precios bajísimos y con aquello desajustó el comportamiento del mercado. “Antes de todo eso, nosotros vendíamos la caja a 30 dólares. Ahora la vendemos a 21. Todos los demás se vieron en grandes dificultades, Camilo Rodríguez Chaverri

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varios tuvieron que cerrar operaciones. Nosotros sobrevivimos, y sobrevivimos porque tuvimos clientes leales y un producto, en su calidad muy superior. Sin embargo nos vimos afectados en precios de venta y en costos, sobre todo porque se trata de una inversión muy grande… Gracias a Dios sobrevivimos y seguimos siendo líderes en el mercado”.

El pan “Fue al principio de los años 90, cuando decidimos incursionar en el negocio del pan a raíz de que Gruma, Grupo Maseca, había desarrollado una sociedad con ADM, Archer Daniels Midland, que es uno de los manejadores de granos más grandes del mundo. Son muy fuertes en trigo, y tenían unos molinos de producción de harina de trigo en México, que los opera Gruma. Eso despertó en el directorio de Gruma la conveniencia de incursionar en el negocio del pan, para comenzar en el negocio del trigo. “El proyecto se desarrolló en Costa Rica. Nos dimos a la tarea de estudiar varias panaderías tradicionales, de buen nombre, que tuvieran una buena posición de mercado, para hacerles una oferta de compra. Fue así como primero se compró la Panaderia Schmidt. Estaba en la entrada de Pavas, en la boca de La Sabana. También compramos Panadería Camacho. La planta central estaba en Desamparados, y Panadería Roca, que estaba en El Coyol de Alajuela. Asimismo, compramos la fábrica de repostería Arrorrico, cuyo nombre proviene de ´arrollado rico´. “Arrorrico tenía unas instalaciones muy amplias, muy bien diseñadas, en el Parque Industrial Zeta, en La Valencia de Heredia. Las instalaciones se ajustaron y ampliaron para fusionar e instalar las panaderías que se compraron. Trajimos una maquinaria de producción de Estados Unidos para la fabricación de las diferentes modalidades de pan y de repostería. Se contrató a unos técnicos panificadores de Estados Unidos para que nos dieran la transferencia tecnológica. “Fue cuando se desarrolló la marca Breddy, para panes cuadrados, panes de hamburguesas y de hot dogs. Fuimos los primeros que trajimos al país la modalidad de distribución a través de unos furgones especiales para repartir pan. Eran rojos. Ya Bimbo estaba en el mercado. “Formamos una compañía que se llamada Detrisa, Derivados de Trigo, S.A. Era la dueña de Breddy. Mientras tanto, se hizo una fábrica en Lagunilla de Heredia con una inversión cercana a los 8 millones de dólares. Además de producir los panes que ya hemos mencionado, esa fábrica estaba acondicionada para producir el pan Baguette, congelado, precocinado. Introdujimos esa modalidad de pan. “Con Breddy nos fue muy bien. Tuvimos 70

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un aprendizaje muy costoso por la asimilación de la tecnología y la inversión del proyecto. Tomamos el liderazgo aquí en Costa Rica, y se comenzó a proyectar la fabricación de pan en México y en los Estados Unidos, pero a nivel de las cúpulas empresariales, de Gruma y de Bimbo, conversaron sobre el negocio y Bimbo le hizo una oferta a Gruma de compra de las operaciones de pan, fue una buena oferta económica, y se decidió venderle la operación de pan a panificadora Bimbo. Fue una experiencia valiosa e interesante para nosotros. “Don Roberto González ha invertido unos 65 millones de dólares en Costa Rica, y de sus empresas nunca ha repatriado un centavo de utilidad, todo lo ha reinvertido en Costa Rica. Me parece que eso es un gran ejemplo y ha hecho que, 30 años después, yo me sienta muy orgulloso y muy satisfecho de lo que hemos conseguido”.

Su ejemplo como bombero voluntario “Además de trabajar en DEMASA, algo que me ha realizado es que he sido bombero voluntario. Empecé cuando era estudiante del Colegio Seminario. Teníamos un grupo de compañeros muy unidos, entre los que se encontraba Arturo Echandi. Un día decidimos acercarnos al Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Barrio Luján. Entonces, nos dieron oportunidad de entrar como aspirantes. Como éramos menores de edad, teníamos que llevar permiso de los padres. Era un permiso por escrito. “Me dieron de alta el 13 de mayo de 1953, es decir, ya era bombero voluntario en propiedad. Ahí comenzamos una etapa preciosa, en este país no se hace ningún servicio social ni civil, salvo en ciertas profesiones. Por eso, los Bomberos me ayudaron a disciplinarme. Diría que mi estadía en el Cuerpo de Bomberos me ayudó mucho en mis estudios. Mientras estaba ahí, estudiaba. Uno se quedaba en un salón y aprovechaba para estudiar, y a la vez estaba prestando servicio. Si había una alarma, iba a atenderla. “Estuve en mucho incendios, entre los que cuento el incendio de La Gloria, en el incendio del Pasaje Jiménez, en el incendio de las bodegas de la Liga de la Caña, cuando estaban en San Pedro, y en el incendio del mercado de Heredia. Estuve varias veces en peligro, en el Pasaje Jiménez se me hundió el techo y tuvieron que sacarme. A los cinco o seis años, me pasaron de Jefe a la Estación de Voluntarios de Barrio México. Después me dieron el grado de teniente y me hicieron instructor general del Cuerpo de Bomberos Voluntario. Me tocó organizar toda la estructura de los bomberos voluntarios del Aeropuerto Juan Santamaría. Ya me había nombrado Capitán. Después me dieron el grado de Mayor, y me dieron una zona del país, la Zona Metropolitana. Era Mayor del Cuerpo de

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Bomberos Voluntarios, grado que todavía conservo. año 89. Estuve activo 36 años”.

Me retiré en el

En el INS “El Instituto Nacional de Seguros es una gran institución. Entré de miembro de la Junta Directiva del INS en junio del año 82, con Don Luis Alberto Monge como Presidente de la República. Permanecí en funciones hasta el año 90, y don José María Figueres Olsen me nombró en el año 1994, por otro periodo. Posteriormente, Don Abel Pacheco de la Espriella me nombró por un periodo mas. “El INS tiene una actividad tan diversa que nos toca ver todo, nos toca ver bomberos, aseguramiento, re-aseguramiento, administración y finanzas, TLC. A fines de este mes asistiré a un seminario acerca de la globalización del negocio de los seguros. Van a estar las compañías más renombradas del mundo en seguros. “Costa Rica es el país de Centroamérica que más aseguramiento per capita tiene. La generación de primas en Costa Rica anda cerca de los 500 millones de dólares. Creo que la suscripción del TLC, en donde habrá una apertura del mercado de los seguros, por lo tanto, una eliminación del monopolio de los seguros, será beneficioso, pues el mercado nacional se va a beneficiar por una oferta más diversificada y por una mayor actividad competitiva en todos los seguros, de vida y los de protección material. Pero, obviamente, dentro de las reformas, todo esto debe estar regulado por una superintendencia de seguros. “Al INS, que es por lejos, la compañía más grande de seguros en América Central, la compañía de mayor experiencia y de gran solidez, se le abre la posibilidad de participar en el negocio de los seguros de los países Centroamericanos, ya sea con apertura de sucursales o con alianzas estratégicas con compañías existentes. No tengo ninguna duda de que el INS va a tomar el liderazgo de los seguros en América Central, y que el TLC va a generar un fortalecimiento para la institución. “El mundo de los seguros es un mundo donde la rutina no existe. Todas las protecciones de seguros tienen que ajustarse a las necesidades de quien las requiere. No son fórmulas hechas que se aplican de forma irrestricta. Cada aseguramiento es una aplicación distinta. “En el INS tuve la oportunidad de organizar el Puesto de Bolsa del INS, ya traía algo de experiencia en ese campo, pues se nombró desde 1984 hasta 1988 en la Presidencia del Puesto de Bolsa de Valores de CODESA, en donde se efectuaba todo el manejo bursátil de las instituciones de Gobierno.

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“Por todo lo que le he contado soy una persona realizada, feliz… Amo la vida y tengo gran cariño por mi familia. Junto a mi señora, Tulia Coto Gómez, vivo en Sabana oeste. Tenemos un hijo, Karl Hans Bucher, quien es ingeniero industrial, y trabaja en Demasa. Está en el departamento de Mercadeo, dedicado a supermercados. Él tiene 29 años. Yo no quería que trabajara con nosotros, para que tuviera algunas otras experiencias antes. Don Roberto fue el que me sugirió. Es curioso. Yo estoy en esta compañía desde antes de que mi hijo naciera. Mi hijo sólo ha conocido un trabajo de su papá, y Don Roberto lo vio nacer, crecer, estudiar y hacerse un hombre. “Me ha tocado la interesante experiencia de que Don Roberto decidiera asignar a su hijo, Roberto Gonzalez Alcala a la operación de Centro América, en Demasa. Asignación que duró seis años. Ahí pude apreciar la capacidad y tenacidad de Roberto hijo, quien no sólo aprovechó al máximo esa experiencia, sino que le sacó provecho, para hoy en día tener los méritos de ocupar la posición de Director General en toda la operación de Gruma en México, que ha desempeñado con gran éxito. “A mediados del año pasado, me acogí al retiro de la CCSS. La Dirección de Gruma me solicitó que no me separara de la empresa, sino que me quedara en la Presidencia del grupo, con la responsabilidad de asesorar las operaciones. En la Dirección General nombraron al Ing. Rafael Abreu, quien vino de Venezuela y tiene mas ocho años de compartir con nosotros. Habiendo ocupado diferentes posiciones en la organización. Es una persona muy profesional y de gran capacidad con un gran futuro por delante.

Lo que pienso sobre el TLC “El TLC con Estados Unidos es bueno. Sigo pensando que es una magnífica herramienta para ser usada en forma oportuna, de manera adecuada. El TLC no es el cuerno de la abundancia. Hay que ver que la Iniciativa de la Cuenca del Caribe ha sido fundamental para consolidar nuestras exportaciones porque hay un mercado seguro. El TLC viene a consolidar la misión de aumentar lo que exportamos, lo que garantiza mayor empleo y mayor inversión”.

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Carlos Odio

Padre de los cítricos en San Carlos Ha sido una figura mundial en el tema del procesamiento de cítricos y es el motor de la producción de naranjas en San Carlos y Sarapiquí. Carlos Odio es un gran ejemplo de empresario con vocación social y de hombre visionario y valiente que pone sus ideas al servicio de las comunidades. El padre de Ticofruit tiene una historia insigne en industrias de Estados Unidos y Brasil. Por mucho tiempo, fue el más importante vendedor de maquinaria para el procesamiento de frutas en todo el mundo, y dejó sus altos vuelos planetarios con el único objetivo de volar alto en nuestro país. Hoy se le debe buena parte del crecimiento de la Zona Norte. Carlos Eduardo Odio Soto nació en San José, el 29 de noviembre de 1941. Es hijo de un ilustre abogado, distinguido jurista costarricense, Rodrigo Odio González, y de Adelita Soto Pinto, ama de casa. Por parte de su madre, es tataranieto del legendario Tata Pinto. “Mi mamá, Adelita, nació en Nueva York, de padres costarricenses, y siempre se dedicó mucho a la caridad. En un momento dado fue declarada ´mujer del año´. Trabajaba en un hogar de ancianos, por Guadalupe, y en un albergue para niños. “Somos tres hermanos, dos hermanas y yo. Silvia es la mayor y Marcela es la menor. Pasaba ayudando durante varias mañanas o varias tardes. “Estuve en kínder y primer grado en la Escuela Metodista. El resto de la primaria estuve en la Escuela Buenaventura Corrales. Iba a la escuela en tranvía. “Recuerdo que en la clase tenía dos compañeritos descalzos. En ese tiempo, en la escuela cada quien pagaba lo que podía. Entre mis compañeros de escuela estaba Eleazar Calvo, hijo del fundador de ´La Casa de las Revistas´, quien también se llama Eleazar Calvo. Él pagaba diez colones; después, dos de nosotros pagábamos cinco colones, hasta llegar a los descalzos, que pagaban una peseta. “En la escuela teníamos una maestra para todo. Estuve con la misma maestra desde segundo grado hasta sexto grado. Se llamaba Doña Claudia Brautigan. Fue una buena influencia en mí. Me acuerdo que yo era muy bueno en matemáticas. Terminaba el examen primero que todos. Entonces, ella me corregía mi examen, y después yo corregía los otros. Fue una forma de incentivar lo que me gustaba, porque me costaba mucho leer, pero era buenísimo en matemáticas… “De mis compañeros de la escuela recuerdo a Harry Zurcher y a Roberto Rivera, quien fue mi íntimo amigo de toda la vida. Ya murió. Era como un hermano para mí. Yo era tres días mayor que él. Vivíamos 74

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a 25 metros de distancia. Éramos inseparables. Otros compañeros que recuerdo son José Luis Sáenz, Gabriel Arias, Rodrigo Madriz, Eugenio Jiménez y Luis Guillermo Castro. “Después estuve en el Colegio Saint Francis. Ahí, fui compañero de clase de Óscar Arias Sánchez. En el colegio, tuvimos de compañeros a Carlos Manuel Pacheco Sánchez, primo hermano de Óscar, y a otros nuevos, como Álvaro Johanning, Juan Antonio Simón, Juan Antonio Echeverría y Darril Dejong. “Conformábamos una clase muy unida. Éramos poquitos. Cuando nos graduamos éramos sólo 21. Además, era un colegio sólo para hombres. En esas condiciones, se desarrolla una amistad muy fuerte entre todos, porque estamos todos entre cuatro paredes y con los mismos enemigos comunes, que eran los curas. “Hablemos detenidamente de don Mario Fernández Alfaro porque es el mejor profesor que he tenido en mi vida. Él me daba clases de matemáticas. Me dio clases de segundo año a quinto año. Fue un gran maestro para mí. Fue un gran profesor”.

Estudios fuera del país “Cuando salí del colegio, me fui para Italia. Quería estudiar Arquitectura en la Universidad de Roma. Estuve en Arquitectura de enero del 59 hasta junio de ese mismo año, cuando se terminó el curso escolar. Entonces, me pasé a Ingeniería Civil, pero esa universidad era muy desordenada. Estuve en Roma solamente hasta diciembre, vine a pasar Navidad en Costa Rica, y me fui a estudiar a Estados Unidos. Allá estudié Ingeniería Civil e Ingeniería Industrial, un poquito mezcladas. Estuve en la Universidad de Perdue. Resulta que esa universidad no daba dos títulos en ingeniería a un solo estudiante, es decir, no daba dos bachilleratos, pero yo hice bachillerato en las dos. Tuve que asumir el riesgo de que me dieran sólo un título. Le voy a explicar cómo fue que hice. Empecé en bachillerato en Ingeniería Civil, pero mientras tanto llevaba algunos cursos de Ingeniería Industrial. Cuando me faltaba poco para terminar Ingeniería Civil, me metí en la Ingeniería Industrial de lleno, y cuando iba terminando, agarré los cursos que me faltaban en Ingeniería Civil. “Era una universidad impresionante. Imagínese que, cuando yo estudiaba allá, el presupuesto de la Universidad de Perdue era un poquito más grande que el presupuesto del Estado de Costa Rica en ese entonces. “Es una universidad con mucha historia. Por ejemplo, la televisión empezó en Perdue. Ahí dieron los primeros pasos para este medio de comunicación. Además, Neil Amstrong, el primer hombre que puso un pie en la luna, estudió en Perdue. De aquí, hay gente muy valiosa que

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se formó allá. Por ejemplo, Rafael Carrillo estudió allá. Salió un mes antes de que yo entrara. “Estudié cinco años allá. En esos cinco años saqué las dos carreras. Lo conseguí porque siempre tomé todos los cursos de verano a lo largo de cuatro años. Mientras permanecí estudiando allá, también estuvo Max Koberg, quien estudió Ingeniería Eléctrica. Y cuando yo ya estaba saliendo llegó Konrad Koberg. “Después de que terminé, me vine para Costa Rica en agosto y me casé en enero del siguiente año. Conocí a quien es mi esposa un par de años antes de terminar la carrera. Fuimos novios por correspondencia. Mi esposa se llama Cecilia Victoria Trejos Facio. El teléfono era carisisísimo. Debido a eso, la realidad es que en esos años no había teléfono. Lo nuestro fue lo que se llama el amor epistolar. Yo venía todos los años y pasaba Navidad aquí. También pasaba aquí un mes a medio año. Pasaba aquí el mes de agosto, porque en ese mes la universidad no ofrecía cursos de ningún tipo“.

Primeras experiencias profesionales “Empecé a trabajar apenas llegué. Primero trabajé en el Ministerio de Industria y Comercio, en el Departamento de Ingeniería Industrial. Me pagaban dos mil colones al mes, es decir, 300 dólares al tipo de cambio de ese momento. Era poquísimo. “A los tres o cuatro meses de estar ahí, me nombraron jefe del departamento. Entonces, pasé a ganar 400 dólares. Después me ofrecieron trabajo en una empresa que montaron unos norteamericanos, y empecé a levantarme. “Me casé cuando ganaba 400 dólares. Se me presentó una gran oportunidad de trabajo que vino a hacer la diferencia. Yo trabajaba en el Ministerio de Industria y Comercio, como le conté. Mi función era asistir a los inversionistas extranjeros, con el apoyo de la Agencia Interamericana de Desarrollo (AID), que tenía su oficina ahí mismo. Mi labor era darles toda la asistencia que pudieran requerir. Uno de ellos fue un grupo que vino aquí para poner una fábrica para hacer jugo deshidratado de piña, banano y tomate. Luego de unos meses de relación con ellos, de llevarlos a las zonas, de andar con ellos para allá y para acá, me ofrecieron trabajo. “Asumí la gerencia de operaciones de esa empresa, que se llamaba ´Productos Deshidratados de Costa Rica´. Era de un grupo de inversionistas de Florida, Estados Unidos. Escogimos Buenos Aires de Puntarenas, en la Zona Sur, porque estaba junto a los piñales de Rodolfo Robert. Entonces, provisionalmente hicimos una fábrica para procesar sólo piña. Empezamos haciendo cubitos de piña. Toda la materia prima se la comprábamos a Rodolfo Robert. Él era el que me

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ayudaba a mí. Don Rodolfo era el que me enseñaba todo lo que era la vida de la piña y sus características. “Lamentablemente estos inversionistas no lograron financiar la operación de la deshidratación de jugo. Su objetivo era llegar a hacer jugo en polvo, pero no lograron financiarlo. La verdad es que lo que tenían aquí representaba una pequeña inversión para cada uno de ellos y desistieron de lo que estaban haciendo. Era una inversión en cubitos de piña que, por sí sola, no se justificaba. “Se fueron y me quedé sin trabajo. Busqué empleo durante algunos meses. Tenía un hijo y otro en camino. Era una situación angustiante. Dos de los socios de esa operación tenían una empresa en Tampa, Florida. Era una empresa de investigación, desarrollo y consultoría para la industria cítrica. Además, uno de ellos tenía la fábrica de equipos más importante para la industria cítrica. Cuando se fueron de aquí, me habían ofrecido trabajo. A los meses, no tuve más tren que aceptar su oferta. “Empacamos y nos fuimos para allá. Le dije a mi esposa que nos íbamos por un par de años, que necesitábamos irnos porque yo sentía que no sabía nada y que me parecía que una experiencia allá me iba a ayudar a aprender algo que me fuera útil después”.

Inicios en Estados Unidos y Brasil “Me fui a trabajar a la empresa de investigación y desarrollo Redd Laboratories. Al año, vendieron Redd Laboratories, pero no me vendieron a mí. Por eso, me pasaron a la empresa que fabricaba la maquinaria. Se llamaba Gulf Machinery Company. Se llamaba así porque estaba en un lugar que queda pegado al Golfo de México. “Tenían muchos negocios en América Latina. Yo era el único que hablaba español. Entonces, conforme fui adquiriendo experiencia, me convertí en el ingeniero que instalaba las fábricas en América Latina. La primera fábrica que instalé fue en México. Después fui participando más en el diseño y en la venta. “Alrededor del año 73, el dueño de Gulf Machinery Company, Charlie Walker, y yo, montamos una fábrica en Brasil para hacer esos equipos. La montamos en Sao Paulo. Le pusimos de nombre GUMACO, que es una palabra compuesta por las dos primeras letras de las palabras ´Gulf Machinery Company´. Ya ahí me convertí en socio. “Yo me encargaba de la empresa en Brasil, pero vivía en Florida. Pasaba dos semanas al mes en Brasil. Entonces, yo también veía todo el negocio de exportación de Gulf Machinery Company. Vendíamos en Oriente, en Japón, principalmente. En Europa también vendíamos mucho. Vendíamos mucho en Polonia. Les vendimos muchísimas plantas para procesar manzanas. Asimismo, vendíamos muchísimo Camilo Rodríguez Chaverri

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en Israel e Italia. En ese momento, yo era el único que vendía afuera, porque hablo español, inglés, italiano, portugués… “No sólo era socio de la mitad en Brasil sino que me había hecho socio del 10 por ciento de las operaciones en Florida. Estamos hablando del final de los años ochenta. Cuando Charlie Walker se retiró, sus hijos entraron a dirigir las empresas. Entonces, nos separamos, yo me quedé con la empresa brasileña y los hijos de Charlie con la empresa en Florida. “Me quedé viviendo en Florida por la fuerza de la costumbre. Ya para entonces estábamos iniciando Ticofruit… Pero Ticofruit merece un capítulo aparte en mi vida“.

La venta de GUMACO “Empecé Ticofruit con Charlie Walker. Todo empezó porque GUMACO se fue haciendo grande, grande… Llegó a tener mil empleados. Producíamos equipos no sólo para la industria cítrica sino para la industria de jugos de frutas en general. Ya producíamos equipos para café, para leche, para cervecerías, para la industria petroquímica… “En un momento dado éramos los mayores consumidores de acero inoxidable en Brasil. En ese momento, ya yo era el dueño. Aprendí el portugués y se me olvidó el italiano en el camino. Se me confundieron las lenguas. También llegamos a ser los mayores productores de bandejas para columnas de destilación para la industria petroquímica. “En el camino, los hijos de Charlie Walker se separaron, uno se quedó con las propiedades, el otro se quedó con el negocio, no tenía la preparación académica adecuada para lo que estaban haciendo y acabaron con el negocio. “Entre ellos y nosotros suplíamos más del 95 por ciento de los evaporadores en que se concentraba el jugo de naranja en el mundo entero. Cuando ellos quebraron en Florida, dejaron descubierto un gran mercado. Eso representaba un gran peligro para mí, porque generaba las condiciones para que se me metiera alguien ahí y después se me fuera por todo el mundo. “Por eso, abrimos GUMACO en Estados Unidos, precisamente adonde habían sido las instalaciones de Gulf Machinery Company, y empezamos a funcionar con la colaboración de muchos trabajadores de Gulf Machinery Company. “Eso fue a principios de los noventa. Ya para el año 97 me empezó a quedar muy grande todo eso. La empresa me quedaba grande a mí. El mercado brasileño lo atendía GUMACO muy bien, pero el resto del mundo lo tenía que atender yo personalmente, sobre todo en el aspecto de ventas. Teníamos muy buenos ingenieros que instalaban y atendían problemas, pero yo era el que vendía. En ese momento, 78

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yo ya tenía Ticofruit, las operaciones en Brasil y las ventas en todo el planeta. Tenía que andar por todo el mundo. Así que tenía que pasar la mitad del tiempo en Brasil, la mitad del tiempo en Florida, la mitad del tiempo en Costa Rica y lo que sobraba viajando por el mundo. Para esas tareas necesitaba por lo menos el doble del tiempo. “En eso, encontré una multinacional en Florida, le expliqué a sus ejecutivos que nosotros en GUMACO necesitábamos cobertura de mercado y penetración a nuevos mercados con nuevos productos. Ellos tenían oficinas en París, en China, en casi en todo el mundo menos en América del Sur, donde nosotros ya éramos líderes indiscutibles. Curiosamente, las líneas de ellos, que ellos vendían en casi todo el mundo, no las vendían en América del Sur. “Así que les vendimos. En octubre del 97 le vendí todo a ellos y me quedé nada más con Ticofruit. En ese momento era lo único que me interesaba. Ocho años después, sigue siendo así”.

Ticofruit, ese gigante “Durante el gobierno de Rodrigo Carazo nosotros fuimos a hablar con nuestros clientes de Minute Maid, subsidiaria de la Coca Cola. Ya eran grandes productores y grandes procesadores de cítricos en los Estados Unidos. “Los ejecutivos de Minute Maid habían expresado interés en expandirse fuera de Florida. Hablamos con ellos sobre la posibilidad de que vinieran a Costa Rica a sembrar y procesar cítricos. Todas las fábricas de ellos tenían muchísima maquinaria nuestra y equipos producidos por nosotros. Teníamos una buena relación. “Fuimos juntos a ver la zona de Buenos Aires de Puntarenas, donde estaba Rodolfo Robert. Todo esto que cuento fue antes del surgimiento de Pindeco. Pensamos que Don Rodolfo nos podía ayudar a desarrollar una citricultura. “A los de Minute Maid les gustó mucho pero concluyeron que no eran desarrolladores. Entonces, fuimos a hablar con Tropicana, en Bradenton, al sur de donde estábamos nosotros, a unos 90 kilómetros. Fuimos a hacerles la misma presentación. A todo esto me acompañaba Charlie Walker. Es decir, que hace un rato nos adelantamos en la historia, y ahora estamos devolviéndonos. Todos estos primeros acercamientos se dieron cuando todavía estaba vivo mi socio de siempre. “Charlie lo hacía por ayudarme a mí. Él tenía muy claro que yo lo que quería era traerme para Costa Rica ese bienestar que había visto en México, Brasil y Argentina. Yo quería traer eso mismo a mi país. Para entonces Charlie Walker y yo éramos íntimos amigos. Yo lo quería como un segundo papá, y él a mí me veía más cercano, incluso, que

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sus hijos, sobre todo en algunos aspectos, entre ellos, el trabajo y los proyectos… “Para que usted tenga clara la dimensión de todo lo que hablamos, quisiera decirle que Charlie Walter y el Doctor Redd eran las máximas autoridades mundiales en este campo. Ellos hicieron la primera fábrica procesadora de cítricos en Brasil en el año 63. Un año después, en 1964, Brasil exportó un millón cuatrocientos mil dólares en jugo de naranja concentrado. Y sólo veinte años después, en 1984, Brasil exportó mil cuatrocientos millones de dólares en jugo de naranja concentrado, es decir, mil veces más. “Le decía que yo siempre quise traer ese bienestar. Por ejemplo, vi pueblitos en Brasil, en 1969, que eran miserables, y vi cómo fueron evolucionando y cómo fue mejorando la vida de toda esa gente. Yo iba a Europa y veía en Alemania y en Holanda que el desarrollo le llega a la gente. Uno va por la carretera y ve las parcelas de diez o veinte hectáreas, sembradas con algún cultivo, y en medio una casota de dos pisos y un Mercedes Benz. Es decir, uno ve que hay gente que vive bien con veinte hectáreas de tierra. En cambio, en mi país hay gente que se muere de hambre con cuarenta hectáreas de tierra. Eso se debe a que no les hemos dado la oportunidad de producir algo que valga. Muchos de nuestros agricultores viven en una pobreza tan extrema que digo yo que ni soñar pueden…“.

La oportunidad de soñar “Queríamos traerles la oportunidad de soñar. Soñar puede ser muchas cosas. Puede ser soñar que sus hijos tengan una bicicleta para ir a la escuela… El buen soñador va evolucionando. Empieza soñando con la bicicleta de su hijo y termina soñando con la universidad para ese mismo chiquito. Cada quien puede ir orientando sus sueños de acuerdo a sus posibilidades. “Yo pensaba y me decía a mí mismo, ´la industria cítrica sería una excelente solución para parte de ese problema en Costa Rica porque es un cultivo totalmente factible en tierras bajas, rojas, poco fértiles, como las de Los Chiles o Guatuso, donde las posibilidades son muy limitadas: los ponen a producir frijoles y si llueve cuando no debe, pierden la mitad del arroz, y en la administración pasada, el hijo del presidente exportaba un montón de arroz y nuestros agricultores no podían vender el de ellos. Por eso viven en ranchitos… “A precios de hoy, una hectárea de cítricos debe producir entre 1500 dólares y 2500 dólares al año, de modo que si esa gente tuviera cuatro hectáreas de cítricos, tendrían un ingreso de unos diez mil dólares al año, que les permitiría vivir una vida que nunca se han imaginado poder llegar a tener.

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“Ya sea mil o cinco mil, nosotros podemos garantizarles que les compramos la totalidad de la producción, porque la vendemos en Estados Unidos, la mayor parte a Minute Maid. “Somos procesadores exitosos. Nosotros tenemos un reporte de una auditoria técnica de Minute Maid que nos llena de satisfacción. El informe de esa auditoría llegó a la junta directiva de la Coca Cola. En el documento, el auditor dice que ´Ticofruit produce el mejor jugo de naranja que se importa en los Estados Unidos´. “De modo que mercado requete-tenemos. También tenemos toda la logística para llevar ese jugo desde Costa Rica hasta Florida, Estados Unidos, sin necesidad de envase, en granel, como transportan el petróleo, sólo que a una temperatura de menos 12 grados centígrados. En Tampa, Florida, una terminal recibe ese jugo, lo almacena y lo distribuye. En esa terminal tenemos un laboratorio del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos que certifica todo el jugo que sale de ese lugar. Es decir, que nosotros nos metimos en serio. Con Ticofruit, no es jugando la cosa“.

“Costa Rica tiene grandes oportunidades” “La industria cítrica en Costa Rica empezó así: después de muchas tentativas, con Minute Maid, con Tropicana, con muchísimas empresas, y después de que todas las empresas manifestaran que no tenían interés en producir, sino en procesar, pues cuentan con las facilidades para comprar todo lo que procesan, después de mucho tratar, le dije a Charlie Walker, mi socio, que por qué no lo hacíamos nosotros mismos, que teníamos suficientes dividendos para hacer la inversión en Costa Rica, y que teníamos que hacerlo sin un estudio de factibilidad, porque si lo hacíamos ni yo iba a querer hacerlo… Inmediatamente me dijo que sí. No pasó ni un minuto entre el momento en que terminé de expresarle mi propuesta y la respuesta de Charlie. Él me dijo ´hagámoslo´“Entonces, sin que hubiera naranjas, hicimos una planta procesadora para que fuera el catalizador que indujera a muchos a producir cítricos. El primer año, en el año 1989, nosotros procesamos 20 millones de naranjas, que son aproximadamente 85 mil cajas. En cambio, hoy procesamos 20 millones de naranjas al día, pero la planta tiene capacidad para procesar treinta millones de naranjas al día, lo que serían 138 mil cajas, más o menos. El 25 por ciento se produce en Nicaragua y el 75 por ciento aquí. “Esto que tenemos en San Carlos es un plantómetro. Fuera de Estados Unidos y de Brasil, tenemos la fábrica más grande por mucho. Quitando la planta nuestra, la que le sigue en tamaño es una quinta parte de la nuestra. Me da mucho orgullo decirlo: esta es la planta más grande del mundo fuera de Brasil y de Estados Unidos. Camilo Rodríguez Chaverri

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“Lo hicimos sin el apoyo de los gobiernos y en medio de la travesía por la peor crisis de la industria de los cítricos. La crisis duró cinco largos años. Esta crisis terminó hace un año, y ha sido la peor crisis de la industria cítrica en su historia“.

Lo que pienso sobre el tlc “Cualquier universidad mediana de Estados Unidos tiene un presupuesto más grande que el de Costa Rica. Cualquier ciudad grande, como Nueva York, tiene una economía decenas de veces más grande que la de Costa Rica. Miami y Chicago mueven treinta o cincuenta veces más dinero que nuestro país. El TLC con Estados Unidos es un negocio para nosotros, no para ellos. Estados Unidos quiere un TLC por un asunto de seguridad: o nos ayudan a estar bien, o nuestra gente pobre se les mete en su país. “El TLC con Estados Unidos es fundamental para mi sector: sin TLC, no podríamos competir con las naranjas de Brasil o de Florida. Sin TLC, tendría que cerrar mi empresa y dejar sin trabajo a unas cinco mil personas en la Zona Norte, sobre todo en Aguas Zarcas y Pital de San Carlos, y en el cantón de Los Chiles, que es uno de los más pobres del país. “Quienes quieren dar a entender que el TLC representa un cambio están equivocados. El cambio viene si no se aprueba el TLC. Sin TLC, el país experimentará cambios para mal, cambios por falta de empleo, por falta de inversión, por falta de oportunidades para la gente joven y los nuevos profesionales. “Pero si quiere se lo resumo en dos frases: si no aprobamos el TLC con Estados Unidos, mi empresa se tendrá que ir para Nicaragua, porque desde aquí no podríamos venderle jugo de naranja a Estados Unidos con las condiciones necesarias para competir y que nos vaya bien”.

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Carlos Manuel González

“El placer mío es dar trabajo” -El placer mío no es que digan algo de mí. El placer mío es dar trabajo. Esta es la frase con que inicia la entrevista don Carlos Manuel González, propietario de la Hacienda El Pelón de la Bajura, legendaria en la producción de arroz. A sus 81 años sigue pendiente de la producción de dos mil quinientas hectáreas que tienen en esa hacienda, así como de tres mil hectáreas de melón entre Filadelfia, El Pelón y La Cueva, camino a La Cruz. Además, ahora produce tilapia y tiene una procesadora de productos picantes en Paraíso de Cartago. Como si todo eso fuera poco, sus hijos heredaron ese espíritu de trabajo. Están al frente de grandes proyectos de producción de melón en Guanacaste y de piña en el Caribe. Ex combatiente del 48, de la revolución y de la contrarrevolución, ingeniero civil de Georgia Tech, miembro fundador de la Junta Directiva del Servicio Nacional de Riego y Avenamiento (SENARA), don Carlos Manuel es un gran ejemplo de todo lo que se pudo conseguir en el agro costarricense gracias a la nacionalización bancaria y a lo aquí se conoció como banca de desarrollo. En la entrada de su oficina, en un elegante pero sobrio edificio de Santa Ana, ubicado detrás de las instalaciones de MATRA, empresa de la que también es socio fundador, nos espera este señor que no aparenta los años que tiene. Anda en mangas de camisa, y ni por asomo aparenta ser el dueño de una gran operación agropecuaria de las magnitudes de todo lo que ha creado. Quizás lo más importante para la historia de nuestro agro es que ha generado un gran ejemplo de producción integrada de manera horizontal y vertical, es decir, producción agrícola; a partir de ahí, procesamiento agroindustrial, y estructura de ventas directas en puntos de detallistas a lo largo y ancho del país, uno de los primeros casos de venta de arroz en bolsa pequeña y con marca, en este caso la marca Tío Pelón. Nos espera en un corredor. Había tratado de concertar una cita con él por muchos medios, pero siempre fue imposible contactarlo. Hasta que conversé del tema con el ministro de Trabajo, Francisco Morales, quien me consiguió una reunión con don Carlos Manuel y me dijo que él iría conmigo. De hecho, llegó diez minutos antes, y me esperó en la entrada del edificio. Ya en el zaguán del segundo piso del edificio, don Carlos Manuel nos muestra algunas fotografías. Hay ocho o diez fotos maravillosas pues retratan los primeros años de la Hacienda El Pelón…

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Entre otras cosas, vemos un camión militar que usaron en la finca, un tractor de llantas, una imagen de Chuspín Montero mientras se volaba unos troncos con dinamita y una de la cosechadora de arroz marca Massey Harris, que fue la primera máquina autopropulsada que llegó a Costa Rica. Al lado de cada foto hay información. Dentro de la información de esta última foto, dice que esta máquina fue transportada de San José a El Pelón en tres vuelos de Taca y que quien aparece en la foto es el operario Antonio Loáiciga. La foto es de 1950. Me comenta don Carlos Manuel que don Antonio llegó a ser el administrador general de El Pelón en los últimos treinta y cinco años. “Los solidaristas tienen finca aparte, ya aprendieron que economizar es la única manera de tener reservas necesarias para cuando viene una emergencia. Ese tema, el del solidarismo y el hecho de que ellos también son dueños de una empresa, se los inculcamos mucho a los trabajadores y a nuestra gente. Les decimos que la empresa es de ellos, tanto como de nosotros, porque son ellos los que la aprovechan”.

“La empresa existe para dar trabajo” “La empresa existe para dar trabajo y llevar bienestar a la comunidad. Así es. Gastar tiene un límite. Yo no puedo gastar más de lo que necesito. Yo no puedo andar más que en un carro. No se puede manejar dos carros a la vez ni dormir en dos camas. “Es decir, que si la empresa está bien, ellos están bien porque la empresa no se limita a darnos bienestar a nosotros. La gente lo siente así. Si los trabajadores tienen que trabajar un sábado o un domingo, toman la decisión sin que nadie se los pida. Tienen iniciativa. ¿Por qué es? Porque se sienten codueños. La gente va a decir ´¡qué mentiroso!´, pero hay que vivirlo para entenderlo. “Entre las cosas que le puedo decir es esto que sigue, escríbalo: cuesta mucho que un agricultor tenga dinero, especialmente un agricultor pequeño, porque la eficiencia viene cuando se hace más grande. El agricultor pequeño no puede tener un ingeniero agrónomo a su disposición. En cambio, un agricultor grande sí. “En la agricultura, la verdad es que compiten entre los grandes. Pero, por ejemplo, los vecinos de ´El Pelón de La Bajura` se hicieron parceleros. Hay como ochenta. Hace muchos años frecuentamos esas tierras. Con ellos vi lo que era pobreza. No todo el mundo conoce lo que es la pobreza. Conocí la pobreza de gente que tenía que robar para llevar algo a su casa. Me tocó vivir muy cerca de ellos y conocí las angustias que vivían por la pobreza… “Me propuse ayudarles. Por ejemplo, El Pelón ayuda a cosechar el arroz de sus vecinos, que tienen parcelas de cinco o diez hectáreas. 84

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Ellos no tienen recursos para contar con un ingeniero agrónomo, pero yo sí. Entonces, el ingeniero agrónomo de mi hacienda, les ayuda. “Las cuatro empresas grandes hicimos un canal por concesión. El SENARA estaba botando el agua en el río Piedras porque se le terminó el dinero para llevarla hacia el Oeste. Así que entre El Viejo, Catsa, los Stewart y nosotros tomamos por concesión el agua. “Hicimos el canal a pagar en ocho años. SENARA nos da el agua gratis, por el trabajo que hicimos. Ellos después siguen administrando el canal, pero mientras tanto, en esos ocho años, lo administramos nosotros. Ese canal nos dio más agua para nuestros proyectos, pero, además, a toda la gente que estaba de camino se les dio el agua. Era parte del compromiso. Era lo menos que podíamos hacer”.

Nieto de don Cleto González Víquez Don Carlos Manuel González es nieto del ex presidente de la República Cleto González Víquez, e hijo de Guillermo González Herrán, que fue al hijo que el gobierno quería becar, lo que provocó que don Cleto enviara una carta memorable, un verdadero tratado de honestidad, de dignidad ante la función pública y de respeto a la patria. (Publicamos la carta en recuadro, puesto que también es muy importante para don Carlos Manuel, quien la tiene en un marco en la sala de sesiones donde nos reunimos). -Conocí a mi abuelo, don Cleto. Yo tenía 12 años cuando él murió. “Me impactó de mi abuelo su humildad. Por ejemplo, en la carta de don Rafael Rodríguez, en la que rechaza cualquier posibilidad de que el gobierno becara a sus hijos, dice, ´por naturaleza, soy rebelde a lo aparatoso, especialmente cuando se trata de lo que tiene que ver conmigo`. (para leerlo tiene el marco en las manos). “Yo iba relativamente poco donde mi abuelo, una vez cada semana o cada quince días. A mí me gustaba mucho oírlo hablando. Le preguntaba cosas. Lástima que no aprecié lo que él era en toda su dimensión porque yo estaba muy chiquillo. Eso de la humildad de él era algo muy natural en su personalidad. Salía de la oficina de presidente y se iba a la casa solo, a pie. Son cosas que ahora no se ven. “Mi papá se dedicó toda la vida a exportar café. No fue político. Yo tampoco lo he sido. Estudié la Escuela Buenaventura Corrales, donde estudiaban el hijo del rico y el hijo del pobre. No había escuelas privadas. A esa escuela donde yo estudié iban los descalzos. Eso es muy bueno. Es el crisol donde se mezclaban todas las clases sociales. Los escritorios eran dobles, es decir, uno se sentaba a la par de otro alumno. Entre mis compañeros, recuerdo que estaban Eduardo Yamuni y Romano Orlich. Camilo Rodríguez Chaverri

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“Después, estuve en el Colegio Seminario durante dos años. Luego me mandaron a un colegio militar a Estados Unidos porque mi papá quería que aprendiera inglés. Después estuve un año en la Escuela de Derecho. Lo que me pasó es que no me fue bien. Ahí hacen examen una vez al año, y, bueno, no lo hice bien. Eso fue lo que me pasó. ¿Para qué le voy a mentir?” (Interrumpe don Francisco Morales. De manera muy ceremoniosa, dice, ´en ese momento murió el abogado y nació el agricultor`). Retoma don Carlos Manuel la historia. “Me fui a Estados Unidos. Me hice ingeniero civil en el Instituto Tecnológico de Georgia, en el estado de Georgia, en la ciudad de Atlanta. A esa universidad la conocen como Georgia Tech. “Estuve tres años y me alcanzó el tiempo para graduarme. Fue en el tiempo en el que las clases eran seguidas, sin vacaciones. Estudié seguido, seguido, intenso, sin parar… En tres años saqué el título, a pesar de que era una carrera de cuatro años”.

El destino lo puso en El Pelón “Me vine al país a trabajar. Comencé trabajando en Ingeniería, pero muy pronto, por cuestiones familiares, mi hermano y yo decidimos comprar la finca de El Pelón a los diferentes socios. MI hermano se llamaba Álvaro González”. (Interrumpe don Francisco Morales, para explicarme por qué es tan importante Álvaro González para la historia de Costa Rica. “El hermano de Carlos Manuel fue el que le llevó una carta a Don Pepe desde la casa del doctor Valverde Vega, donde estaba Otilio Ulate, hasta su finca, La Lucha. Era un papel de don Otilio. Me lo contó don Pepe. Según la versión de don Pepe, el papel decía ´abra usted el frente sur, que yo voy a abrir el frente norte`”). Don Carlos Manuel escucha a don Francisco con mucha atención y retoma el hilo de su historia. “Otro nieto de don Cleto era don Hernán González, el escultor, que también estuvo en el 48, y fue ministro de Cultura, “Pero déjeme seguir con la historia de El Pelón. Mi papá tenía unas acciones en esa hacienda. Ya él había muerto. Murió muy joven, cuando yo tenía 19 años. Mi tío Fernando Alvarado Chacón, hermano de mamá, también tenía unas acciones ahí. “Fernando Alvarado Chacón fue muy rico, pero al final no. Él creía mucho en la gente, conseguía plata prestada y, en ese tiempo, en que no existía la nacionalización bancaria, si no había garantías, todo era mucho más difícil. Eso fue lo que le pasó. Antes prestaban la plata con intereses muy altos y las empresas pequeñas y nuevas no aguantaban.

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“Entonces, la verdad es que nos metimos en El Pelón porque queríamos hacer algo en la vida, y teníamos necesidad de hacerlo”.

“Soy hijo de la nacionalización bancaria” “Soy hijo de la nacionalización bancaria. Cuando mi hermano y yo empezamos en El Pelón, que, en ese momento, no producía, acababa de pasar la revolución. Antes de que Pepe (Figueres) nacionalizara la banca, los bancos prestaban dinero a la gente pudiente y del Valle Central. Costa Rica era el Valle Central, y los bancos eran privados. Todo se limitaba a que le daban la plata a los más acaudalados. “Con la nacionalización bancaria, este país cambió. Hicieron las juntas rurales de crédito, y empezaron a dar crédito controlado, crédito a la gente pobre del campo. La plata era de los bancos nacionalizados, los bancos del Estado, pero las juntas rurales determinaban a quién le daban el dinero y cuánto le daban. El control era comunitario, de las juntas rurales. “En cambio, antes de Pepe, cuando un pobre quería pedir plata, le pedían garantía. Entonces ponía de garantía el ganado, en ese momento le decían, ´bueno, pero necesitamos un fiador`. Era un fiador además de la garantía. El pobre conseguía al fiador, que tenía que ser un viejo rico, que tuviera capital y propiedades que respondieran. “Entonces, al final, uno pagaba el seis por ciento o el ocho por ciento al banco, pero, además, lo que se acostumbraba es que había que pagarle el seis por ciento al fiador, que no ponía nada, nada más que su firma, porque la operación estaba garantizada. “Sigamos con El Pelón. En agosto del 48 tomamos la finca, y comenzamos a sembrar un poco para cosechar a fines de ese año. Eran como cuarenta o cincuenta hectáreas. Ahora, cincuenta y seis años después, sembramos dos mil quinientas hectáreas, dos veces al año. “La finca es de 3800 hectáreas, de tierra fértil, cultivable, como tres mil más de tierra ondulada y bosques de altura, que los tenemos en conservación. Además, tenemos la ganadería. “La finca estaba hipotecada a un usurero. Se le pagaba el dieciocho por ciento al año. La teníamos hipotecada por 250 mil colones de aquel tiempo. La hipoteca vencía en enero del año 50. Ya sabíamos que nos la iban a quitar…”.

“Salvamos la finca” “Ya la nacionalización estaba comenzando. Por eso, yo digo que Don Pepe nos salvó. Se le expuso nuestra situación al Instituto Nacional de Seguros, la situación de los intereses que pagábamos al usurero. Camilo Rodríguez Chaverri

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Dijimos quién era, con nombres y apellidos. Recurrimos al INS porque los bancos tenía limitaciones de alguna naturaleza, y ya no podían prestarnos más plata. Pero el INS nos prestó porque los bancos ya eran del Estado, y las circunstancias nuevas se lo permitían. “En la revolución, como yo era Ingeniero, y estaba también la guerra en Europa, por lo que a los ingenieros que nos estábamos graduando, nos habían dado un curso de demolición. Tuta Cortés se dio cuenta de esos conocimientos míos. Serví para hacer ciertos trabajos con bombas, además de conseguir la dinamita, pero me prometí no hablar de esos temas. “Bueno, comencé con Marcial Aguiluz. Pensamos que el Ferrocarril Eléctrico al Pacífico podía movilizar tropas. Por eso, era fundamental mantener el ferrocarril sin caminar. “En diciembre del 48, para la primera invasión, vine de Guanacaste y me devolví con la tropa ´Batallón Carlos Luis Valverde`, que dirigía Marcial Aguiluz. Nos fuimos a Liberia. Había que ir hasta El Amo. Nos fuimos caminando. Había que llevar todos los tiros al hombro, desde Liberia hasta ´El Amo´. Eso lo cuenta uno y creen que es un mentiroso. En ´El Amo´ llegamos casi por la noche. Ahí dormimos. ´El Amo´ era un campo de aterrizaje. Los que venían de Nicaragua lo tenían bloqueado. Llegamos doscientos cincuenta hombres. Dormimos a lo largo del campo de aterrizaje. En la mañana siguiente, vimos cómo estaba todo, y mandamos a limpiar el campo. Los que estaban limpiando fueron víctimas, porque los del otro lado estaban escondidos y atacaron. Empezamos una batallita muy corta. Debe haber sido de una hora. Había unos muchachos que andaban con los morteros. Comenzamos a tirar morterazos al otro lado. Los del otro lado salieron huyendo. Eran unos cuantos de Calderón Guardia y un montón de nicaragüenses. Para ese tiempo, hacia la costa, en Murciélago, murieron Jaime Gutiérrez Braun, el doctor Facio, un periodista Cordero Croceri, y un Vargas Gené. “Como fuimos revolucionarios, y el INS tenía una plata, dijeron ´vamos a prestar esta plata a estos muchachos`. Era un crimen que les quitaran la propiedad a unos muchachitos por un usurero que prestaba al 18 por ciento. “A las dos semanas, llegó el abogado del prestamista. Los prestamistas, que eran señorones, no aparecían quitando propiedades, sino que mandaba a dos personas a los que endosaba. Eran dos testaferros. Ellos hacían el trabajo desagradable de quitar propiedades y dejar a la gente en la calle. Así es como los prestamistas se hicieron de plata cobrando altos intereses, y sin dar prórrogas. (De pronto comenta don Chico, “eso era lo que decía Víctor Julio Niño”.) Luego dice don Carlos Manuel, “nadie le da el gran mérito a Pepe, el mérito de haber nacionalizado el capital, para que lo usaran todos en oportunidades iguales, los que lo necesitaran…

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Mientras don Chico habla, don Carlos Manuel se pone de pie, camina a otra oficina y regresa con unas fotografías. Me muestra una foto del ´Batallón Carlos Luis Valverde Vega`, una foto de él con Hernán González en La Cruz y una foto de los primeros combatientes que se juntaron con Marcial Aguiluz para conformar este batallón. Dice don Carlos, “fue aquí por Santa Ana, abajo, del Ingenio Ojo de Agua para abajo, por donde está La Reforma. Ahí fue que nos juntamos”.

La finca era un suampo “La finca era un suampo. En el invierno, el agua llegaba prácticamente hasta una casa, que era la única casa que había. El río Tempisque no tenía una salida rápida, cuando el terreno es muy plano, los ríos comienzan a serpentear. Cada vez que el agua cambia de dirección, como que se queda paradita, y empieza la sedimentación. “Comenzamos a hacer un canal a mano, pequeño, después se consiguió una draga, se comenzó a hacer un canal dragando, poco a poco se fue secando. Al secar fuimos mecanizando más, fuimos poco a poco... “El pelón da otro paso, no sólo seca la tierra y maneja riego. Cuando nosotros comenzamos, el precio del arroz, lo manejaban los comerciantes de San José, era un gremio así (cerrado), el que vino a estabilizar los precios fue el Consejo Nacional de Producción. “Yo viví el venir a vender arroz, los comerciantes se hacían señas los jodidos. San José era una ciudad muy pequeña, todo estaba en manos de grandes comerciantes, unos cinco o seis eran los que manejaban todo. “Sólo los que estuvimos allá abajo y después salimos adelante, sabemos lo que significó el cambio que vino con Pepe. “Fuimos poquito a poco, siempre con arroz y ganado. No sólo secamos la tierra, sino que utilizamos el agua en el riego, para la zona seca o zona secana, que llaman. Ahí aprendimos los beneficios que tiene una tierra drenada y con riego. Uno sabe que no va a llover. Hay seis meses en que no llueve”. (Interviene don Chico: “cuando habían hasta dos cosechas al año de arroz inundado, Carlos Manuel inicia la segunda etapa, la agroindustria del arroz. Monta la etapa de procesar el arroz y comercializarlo). “Lo comencé con mi hermano. Comencé a procesar el arroz y a venderlo. Tuvimos que verticalizar la producción. Antes tenías que estar en manos de intermediarios que se quedaban con la plata. Pasamos como diez años sólo vendiendo el arroz, para que otro lo procesara. Pero, llegó el momento en que hubo que pensar en todo el proceso”.

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Surge Tío Pelón “La carretera a la zona de Liberia llegó hasta el año 57. Es cuando tenemos la inquietud de integrar el proceso y comenzamos a hacer todo procesado. De ahí sale la marca ´Tío Pelón`. Me imagino que quiere preguntarme de adónde salió la palabra ´tío`. Mucha gente me lo ha preguntado, me preguntan que por qué el ´tío`. Resulta que en Estados Unidos estaban vendiendo un arroz ´Uncle Ben`. Entonces, como para estar a la moda, le pusimos ´Tío Pelón`. “Antes de la carretera, nos trasladábamos a Liberia en avión, y de ahí a caballo a El Pelón. Durábamos tres horas sin parar. “En el año 56, ya comenzó el camino de Lagarto para Liberia. Antes de la carretera, sacábamos el arroz por lancha. El arroz se trasladaba de un lado del río Tempisque al otro por andarivel. Pasábamos por La Hacienda El Viejo hasta Ballena. De ahí, se iba en lancha hasta Puntarenas, y de Puntarenas en tren hasta San José. “Había un lugar que se llamaba ´Cansa`. Esa era una arrocera al final de la Avenida 10. En los años finales de la década del 50, casi los 60, empezamos a procesar. Antes lo vendíamos en sacos, sin marca. La marca nació a finales de los 50. “En los años 60 comenzamos a comercializar en serio. No tuvimos muchos enemigos. Nos posicionamos muy bien. Fuimos de los primeros que vendimos con marca. A la gente le gustó. El arroz guanacasteco es mejor porque en Guanacaste hay más sol. El sol es básico para secar, para endurecer. El sol es la vida; si no hay sol, no hay nada verde; si no hay sol, no vivimos. “Costa Rica tiene siete climas. Tanto clima hace que tengamos de todo en la agricultura. Mire al Ministro de Trabajo, Francisco Morales. Es un abogado que ya aprendió algo de agricultura…”. (Los dos se ríen)

Solo, en el timón “En el año 75, le compré a mi hermano su parte, me endeudé de nuevo y seguí trabajando para pagarle. Le compré a mi hermano porque mis dos hijos me lo pidieron. Ellos ya querían ser parte del negocio. Son dos hijos y dos hijas. Mis hijos, Carlos Enrique y Fernando, salieron muy trabajadores en estos campos. “Empezamos en melón hace casi veinte años, en el año 87”. (Don Chico Morales inicia el relato con respecto al melón. “José Miguel Alfaro, Vicepresidente de Rodrigo Carazo, trajo una misión israelí. Empiezan la experimentación con melón en Cañas. La misión funcionó bajo el mando de DAISA, la Dirección Agroindustrial Sociedad Anónima, que era una subsidiaria de CODESA. Luego inician dos

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empresarios muy fuertes, Tony Orlich, con sus yernos, y Carlos Manuel González con sus hijos”). “En cuanto al melón, se encontraron con un estadounidense que quería producir melón en Costa Rica. Se llamaba Jay Nikols. Con él comenzamos en ´El Pelón`. Voy a decirte una cosa que mucha gente no lo cree, comencé más que todo porque la producción de melón genera mucho trabajo. Casi todo es manual. Se podía dar empleo y especialmente en la época seca. En Guanacaste, cuando no estaba el riego, en la época seca la gente pasaba penurias. Dar trabajo en la época seca para mí era una gran cosa, y, bueno, claro que nos sonó la flauta. “Después el señor Nikols le vendió a Del Monte, y Del Monte es dueño de la mitad de la compañía. En ese proceso, todo es vertical. “Tenemos como tres mil hectáreas de melón, en Filadelfia, El Pelón y Finca La Cueva, de Liberia hacia la frontera. “En la piña se metieron los hijos solos. Tienen bastante en el Caribe. Ellos industrializan una parte de la piña. La secan. La venden deshidratada. El melón, en época de cosecha, genera trabajo como a tres mil personas. En cuanto al arroz, genera a unas cuatrocientas plazas de empleo. El melón genera muchísimo trabajo. Eso fue lo que más me gustó. El agua que se usa en melón es muy poca en relación al hectariaje. Todo es riego por goteo. “Ahora también nos metimos en tilapia. Comenzamos porque cuando entró el agua del SENARA a El Pelón, había que buscarle el uso al agua al máximo. Entonces, ahora usamos agua en tilapia y de ahí pasa a los arrozales. Ya va un poco fertilizada, va usada.” (Don Chico dice, “El Pelón, como La Lucha, se preocupó para que el trabajador y su familia tuvieran casita, educación. El Pelón tiene escuela de primaria. Don Carlos empezó a convencer a los peones para que tuvieran menos hijos). Lo interrumpe don Carlos Manuel. “Sí, quiero decirlo, dejarlo claro,” dice don Carlos Manuel. “Se debe traer a este mundo los hijos a los que uno pueda darles educación y cultura. Eso hay que entenderlo. En eso, me he empeñado en ayudarle al campesino”. (Dice don Chico, nuevamente: “de lo contrario, ayudás a un pobre y nacen diez más”). -Mientras no se controle la natalidad, no se saldrá de la pobreza, especialmente porque el pobre es el que más hijos tiene, y más por el machismo. En el campo se ve mucho de los hombres que le pegan a la esposa, por ejemplo. “En Guanacaste, la gente bebía mucho guaro. Pero he visto que, con respecto al guaro, si hay buen trabajo, la gente toma menos. Un carajo que no tiene nada que hacer, que está de vago, toma para olvidar. “Algo que me hace sentirme muy satisfecho es el éxito que ha tenido la Asociación Solidarista de El Pelón. El solidarismo es una Camilo Rodríguez Chaverri

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maravilla. Con decirte que la asociación me ha prestado a mí más de treinta millones. La verdad es que prefiero pagarle intereses a la asociación que a un banco…”.

“Trabajo todos los días” “Trabajo todos los días. He tenido una disciplina de trabajo de siempre. Es lo único que hago. Es una felicidad trabajar. Mi gran satisfacción es dar trabajo.” (Don Chico dice, “Don Pepe juzgó a un buen empresario por la cantidad de empleos que generaba…”). Don Carlos Manuel González agrega, “un buen empresario se preocupa por el entorno social, no sólo por su empresa. Estuve en la Junta Directiva de SENARA como en cuatro gobiernos seguidos. Fui nombrado por el Presidente Monge y el Ministro de Agricultura, que era Chico (Morales)”. Complementa don Chico, “creo que el éxito de SENARA se debe al acierto de ponerlo en manos de don Carlos Manuel González y del ingeniero Carlos Corrales, que venía de hacer la represa del Arenal.” Don Carlos Manuel habla otra vez: “voy a contarte lo único de lo que sí me siento muy orgulloso de mi trabajo en SENARA… Yo puse el sistema de cobro de agua. Se hizo por hectárea apta para riego, y no por consumo. Puse lo que llaman ´el cannon´. “La razón fue que mucha gente estaba esperando que llegara el agua sólo para comercializar la tierra. Una tierra con agua vale dos o tres veces más. “Al ponerle ´el cannon´, la gente la ponía a producir o se la daba a quien produjera. “No se puede especular con algo que le da el Estado y lo vende. Esa actitud de algunos finqueros era inadecuada. Ganaba porque el Estado puso el agua, pero el Estado puso el agua para que hubiera trabajo y producción, no para que se hicieran ricos especulando con tierras. Aquí todo el mundo ha ganado plata con especulación de tierras y no tributa”. (Dice don Chico, “cuando Luis Alberto era candidato, don Carlos Manuel no lo conocía. Eran medio conocidos del 48, pero los empresarios desconfiaban de Luis Alberto por su pasado sindicalista. Entonces, yo quise juntarlos. Nos lleva Carlos Manuel a Luis Alberto y a mí a El Pelón. Le pregunto en el carro, atrás, mientras ellos iban adelante, ´don Carlos Manuel, ¿cuanto vale esta finca?`, y él me contestó, ´Luis Alberto, una vida`.”) Habla don Carlos Manuel:“crecí entendiendo que el trabajo y la honestidad debían ser mis herramientas. Lo que más me llena de don Cleto, mi abuelo, es que fue un hombre de origen pobre. Repartía

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periódicos para ayudarse a estudiar. Como decían antes, nació descalzo. “Vea ese rótulo. Habla de un equipo excelente. Es una filosofía que estamos promoviendo para que todos en El Pelón entiendan que el equipo es fundamental. La finca es de todos. Las clases las da un muchacho que nació en El Pelón. Es ingeniero industrial. La filosofía dice, ´o somos excelentes o no servimos`. Esa es la verdad. Este muchacho que nació en El Pelón. Es hijo de un operario que trabaja en la arrocera. El muchacho estudió y salió adelante. “He querido mostrarle eso mismo a mis hijos. Salían de la escuela, y los montaba en un tractor para que fueran a trabajar, para que se rozaran con los peones. “También industrializamos chile picante porque nos encanta producir y dar trabajo. ¿Sabe que es lo mejor de ese caso? Tengo como catorce agricultores de Bagaces para arriba, los puse a producir, les pago el chile en dólares… Lo industrializamos en Paraíso de Cartago. “Pero creo que casi todo se lo debemos a El Pelón. Esa finca es una bendición. Imagínese que ahora encontramos mármol. Véalo. (Nos muestra un adorno de mármol). Es sacado de la finca. Yo no sé, hay que buscar una empresa que sepa, pero si ese mármol está en la finca, hay que aprovecharlo”. Inédito, junio 2006.

Lo que pienso sobre el tlc “El TLC con Estados Unidos es muy necesario para continuar como hemos estado exportando, y tener más seguridad. Es preferible saber con lo que uno va a luchar, y que todo esté sobre la mesa. Si no pasa el TLC, se acaba la producción de melón. Nicaragua, Honduras y Guatemala van a presionar para que nos pongan impuestos. No aceptarán que compitamos contra ellos si no ingresamos al TLC. En cuanto al arroz, es indispensable para la alimentación general. China y Estados Unidos exportan menos que antes. Hasta los arroceros pueden tener grandes oportunidades. El precio es igual o menor que el importado, pero sin tomar en cuenta los impuestos. Esto fomenta la producción de arroz, aunque no se va a ver en un año. Estamos produciendo más arroz, luchando por ser eficientes, mejorando los sistemas de producción”.

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Delfín Abarca Moreno

Forjador de grandes sueños Lleva luz en la sangre. El 6 de enero cumplió 93 años don Delfín Abarca Moreno, gran pionero de la formación cultural en la Zona Atlántica. “Soy primo hermano del Doctor Moreno Cañas”, dice don Delfín, para que sepamos con quién es que estamos tratando. Nació en 1912, en San Gabriel de Aserrí, hijo de Don Ignacio Abarca Villarreal. “Éramos nueve hermanos, seis hombres y tres mujeres... Mis papás se dedicaron a la agricultura, y de ahí nunca salieron, porque les pasó las mías: no tuvieron estudios. “También, al igual que yo, mi papá pasó toda la vida trabajando. Fue servicial y siempre estuvo dedicado a la comunidad. Guardo como tesoros muchas historias de todo lo que él desempeñó en la comunidad. Él era de San Juan de Dios de Desamparados, pero trabajó y vivió en San Gabriel. “Fui hasta cuarto grado de escuela, nada más. Afortunadamente me pasaron a segundo grado en el primer año que estuve en la escuela. Fui al tercero y pasé del tercer grado al cuarto grado. En ese momento, no había más. Después, cuando ampliaron las maestras, llegó un maestro buscando alojamiento y comida. Papá le ofreció darle todo con tal de que me diera lecciones aparte. “Los primeros años de mi adolescencia me tocó trabajar en las fincas de papá, con machete y pala. Luego, me dio la chifladura por estudiar música, y logré hacer una filarmonía en San Gabriel de Aserrí. Fue un gran logro de mi vida, y fue hace tanto que ya han fallecido cuatro de los músicos. “Fui maestro de música como 36 años. Empecé dando clases en 1943. Comencé a dar unas lecciones de canto en la escuela. El director que había en ese momento me conocía muy bien. Inicié dando lecciones hasta cuarto grado. Le tocamos a Don Pepe Figueres. Fuimos a San Antonio de Belén, Aserrí y Desamparados. “Después de eso, con el entusiasmo de la filarmónica me dio por estudiar armonía y composición de música. Todas las semanas recibía una lección. Era un profesor de apellido Paéz. Pasaba medio día en clases. Luego, di unos cursos de verano hasta que me dieron un título de maestro de canto. “Fui maestro en San Gabriel y en San Ignacio de Acosta...”, saca un papel que dice, “nombrado por acuerdo número 216 del 5 de agosto de 1943, expediente 8117. “Cuando salí de la escuela, trabajaba en carpintería. Por las tardes daba lecciones a los muchachos, enseñé mucho de instrumentos de viento y algo de cuerda”.

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Maestro de música “En el año 44, me trasladaron de San Gabriel a San Ignacio de Acosta, y llegué como maestro de música a Vuelta de Jorco. En ese tiempo formé la Escuela de Filarmonía de San Gabriel, y en San Ignacio me tocó dar lecciones como maestro de filarmonía, con un estilo diferente a la que había. Logramos que fuera reconocida por los vecinos. Estuvimos en San Antonio de Belén y en Desamparados. “A la vez, yo contrataba algunas construcciones. Me ayudaban mucho. Hicimos varias construcciones. Trabajé en la construcción de la Iglesia de Tarbaca. El altar todavía existe. En La Legua de Aserrí también ayudé para la construcción de la iglesia. “Hice todas las puertas y las ventanas de la iglesia de Güatil, y trabajé en San Andrés y en Vuelta de Jorco. El director de la filarmónica era yo. “En el año 44 me trasladaron a Acosta. Duré 13 años en Acosta. En el año 92 se le ocurrió a la municipalidad hacerme un homenaje. “A mí me tocó la revolución del 48. Era empleado de la municipalidad por la filarmónica. Me nombraron en la junta electoral regional. “Yo era del Partido Republicano, pero conocía muy bien a Don Pepe. Con la filarmónica íbamos a Santa Elena, a San Cristóbal, prácticamente íbamos cada vez que nos daba la gana. “Más de una vez fui a San Cristóbal para tocar en el tiempo de las fiestas patronales. En ese tiempo se hacía mucho...”.

Ganadero “En el año 55 comencé a comprar unas vacas ahí. No era una lechería en forma. Soltábamos los terneros. Paría la vaca y se soltaba el ternero. Así logré hasta construir un galerón de 49 cepos. “Me dediqué al desarrollo de los terneros. Sacaba la leche que dieran, y se dejaba el ternero para que se desarrollara hasta los ocho meses. Después me dio por traer animales. Compré un semental. Fue el origen del entusiasmo de los ganaderos en la zona. Fui promotor de la cámara de ganaderos de aquí. Se hicieron varias ferias ganaderas. “No había control de la cuestión de madera en ese tiempo. Había un beneficio de café y un aserradero circular. Reformé el beneficiuo y el aserradero. Entonces, aserrábamos madera y la jalábamos con una mula hasta Peralta. “Cuando compré la finca, había una cédula hipotecaria de 120 mil colones. Comencé a cuidar las crías que iban naciendo. Ya la música había quedado en el pasado. Sin embargo, siempre he tenido instrumentos en la casa, un violín y un piano.

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“En la escuela de Tres Equis comencé a dar clases ad honorem. Hice el himno de la escuela. Ese era como el hobby. En el año 64 logramos que se diera un espacio para reunirnos en la parte alta del beneficio. Ahí era que dábamos lecciones. “Primero era una escuela unidocente. Les hice algunas canciones. Me la pasaba entre eso y la finca. Estuve al frente de la finca desde el año 55 hasta el año 81, o sea, 26 años. “En ese tiempo lográbamos más por las comunidades. Así se hizo ese caserío que ahora es hasta distrito. “En la vida he hecho buenos negocios, uno de ellos con los dueños de ´La Nación´, los Jiménez, y con Rodolfo Peters. Cuando no había comisiones ni asesorías, también hice un negocio con el finado Florentino Castro, donde está Autos Xiri. Le compramos a Florentino Castro la finca La Pacífica, donde ahora se colinda con Autos Xiri. “En la finca tuve experiencias con café, madera y ganado. En el año 81 le vendí la finca a Ovidio Pacheco y a mi hijo, Heriberto Abarca. Les vendí con 200 y pico de reses. También tenía cafetales. Llegué a coger 94 fanegas de café ahí”.

Lo que pienso sobre el TLC “Yo veo que a Costa Rica le conviene el TLC con Estados Unidos. Ese país es el más poderoso del mundo y el más rico. Hay que estar bien con ellos. En materia de exportaciones, dependemos mucho de Estados Unidos. Cuando estuve en la federación de cooperativas, Estados Unidos siempre nos ayudó cuando bajaban los precios del café o cuando no le podíamos vender a Europa. Estados Unidos creó una bolsa del café y siempre nos pegó una salvada. Siempre hemos sido países amigos. Estamos muy cerca de ellos y deberíamos aprovechar la oportunidad para venderle cada día más de nuestros productos”.

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Romano Orlich

El roble de Sarapiquí Él es la leyenda viva entre los agricultores de Sarapiquí, que entraron a esta zona cuando era inhóspita, y había que andar en mula y a pie, por entre trillos y montañas, para empezar a soñar con una finquita. Ahora, después de tener fuerza y paciencia durante más de medio siglo, Don Romano Orlich es querido y muy respetado productor bananero en la zona norte. Nos encontramos en su oficina de San Pedro de Montes de Oca. Me recibe un señorón, grande y fuerte, que parece muchos años menor de los que lleva entre pecho y espalda. En su oficina, lo primero que llama la atención son tres pinturas de Margarita Facio. En cada una hay un árbol querido por don Romano. “Son los tres árboles típicos de Costa Rica, el Corteza Amarilla, el Malinche y el Roble Sabana”. Son tres óleos del año 83. Atrás, en la otra pared de la oficina, que me queda a la espalda, hay una prueba de editor de Don Paco Amighetti, un paisaje de Rafael Solís, una casona vieja de las típicas de Escazú y trapiche de bueyes de Barrantes. Hay fotos de la mamá; de su esposa, Jessie Montejo Ortuño, prima de Fernando Ortuño e hija de Manuel Montejo, quien fuera gerente del Banco de Costa Rica; una foto de su hermano Luis Orlich, que falleció en un accidente aéreo en el año 58 en Zent, Limón, en una avioneta, cuando iba para un carnaval de Limón, y también hay fotos de sus nietas. -Son cuatro nietas, Gina, quien está casada; Éricka, que estudia Biología Molecular en Suiza y está sacando su doctorado, así como Mónica y Stephanie, que son estudiantes universitarias en Carolina del Norte. Sin colocar, hay una pintura de una casita en medio de un potrero, con la montaña al fondo. -Esta es la primer abra de montaña que hice yo, en 1949. Es decir, que tiene 56 años de trabajar al campo, muy fuerte, para surgir como finquero y como productor. Romano Orlich Carranza nació en San José el 14 de diciembre de 1925, pero podría pasar por un hombre de 65 años. -Gozo de muy buena salud. Debe ser el trabajo el que me conserva. Sus papás fueron Romano Orlich Zamora y Celia Carranza Volio, sobrina del legendario general Jorge Volio . -Soy sobrino nieto de Jorge Volio. Los Volio son una única familia. También venimos de don Miguel Carranza, hermano de don Bruno

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Carranza y quien trajo la primera imprenta a Costa Rica. Por ahí tengo el pedigrí. “Crecí en San José y San Ramón, fui a la Escuela Buenaventura Corrales y al Liceo de Costa Rica. En la escuela y en el liceo, tuve algunos compañeros inolvidables como Eduardo Yamuni, Fernando Zumbado, Rodolfo Vinocour, el doctor Salvador Gurdián, el doctor Alejandro Mayer, Armando Araúz, el doctor Manuel Waserman, el doctor Rodrigo Loría Cortés y Carlos Manuel González, el de ´El Pelón de la Bajura´. “En la escuela era buen estudiante, entre bueno y muy bueno, no excepcional, eso sí. Me gustaba mejenguear. Nunca fui un deportista muy connotado. Mejengueaba mucho, y era muy peleoncillo. No era muy especial. Era un carajillo común y corriente. “Vivíamos en el Barrio Amón. Éramos cuatro hermanos, todos hombres. Murieron dos, el mayor y el menor, queda el Doctor Claudio Orlich y quedo yo, que soy el segundo. Los dos que murieron eran Alberto, dos años mayor que yo, y el menor Luis, abogado, dos años menor que Claudio, por lo que tendría 75”.

Vida vibrante “Del colegio me fui para los Estados Unidos, a la Universidad de Cornell, donde me hice agrónomo y saqué mi especialidad en Zootecnia. “Cuando llegué de la universidad empecé a trabajar en el Ministerio de Agricultura, con Don José Joaquín Peralta, Quincho Peralta, en el gobierno de Teodoro Picado. Me tenían en la sección de ganadería, marcando vacas en la plaza de Alajuela. Había un programa de vacas no aptas para la cría. “Renuncié porque me fui con Alfredo Volio a la ´Huelga de los Brazos Caídos´, en Cartago. Siempre he sido peleón. Ahí conocí a todos los viejos importantes de Cartago, Orontes Gutiérrez, Carlos Piedra, José Miguel Jiménez, Mario Vargas… “Me fui a trabajar a San Ramón donde papá manejaba las fincas de la familia. Ahí es donde viene la parte chistosa de la vida mía. En el 46 empecé a trabajar con el IICA, cerca de Turrialba. Trabajaba con el doctor Road. Estábamos en la campaña de Ulate, un día le dieron las quejas a la administración del IICA, porque según denunciaron, yo usaba el carro del IICA para ir a Turrialba a las reuniones políticas… Me quitaron el carro, me prohibieron usarlo, y entonces compré un caballo. Me movía a Turrialba en caballo. Dejaba el caballo en Aragón. “Un día estábamos en la reunión. Por cierto que ahí estaba el papá del diputado Luis Ramírez Villalobos. El señor era farmacéutico en Turrialba. Estábamos en una reunión con él, que era secretario 98

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del grupo. Hacíamos las reuniones en la lechería de Sergio Castro, y empezó un tipo a ofender. Era un mariachi. Bajé a ver qué era la carajada, y nos agarramos. Me acomodó el primer sopapo, me tiró contra un horcón, y me le fui encima con toda la saña. Lo agarré a pescozones y lo volé al suelo, y le di por la cara. Al día siguiente me encontré con el doctor Sotero Antillón, y me contó que me iban a acusar, por todo lo que le di. Me jalaron para la Alcaldía, me encerró el jefe político que había entonces, de apellido Mejía. Como ya venían las elecciones me quitó la cédula, para que yo no votara, pero nos habían dicho que hiciéramos duplicados de cédula, por si la policía empezaba con la política de quitarnos la cédula. Yo tenía un duplicado. Me acuerdo de la congoja de ese viejo cuando me vio entrar el día de las elecciones. Mi primer voto fue en Turrialba, y voté por Otilio Ulate. Fui tan utalista, que antes, en la convención, en la campaña de Pepe y Otilio, yo iba con Ulate. “Es que la casa de mi mamá estaba a la par de la casa de Ulate. Ahí nos conocimos. Crecí a la par de don Otilio. Lo conocía muy bien. Es más, yo le decía Otilio y bromeaba con él. En eso me fui para San Ramón y dejé de verlo. “En Turrialba, conocí a Jorge González. Nos paseábamos por la acera de la tienda de Jorge, frente al parque de Turrialba. Él estaba casado con Nora Murillo, de San Ramón. Por eso, nos llevamos muy bien. “Nos paseábamos ofendiendo por la acera de Jorge y los mariachis se paseaban ofendiendo por la acera del parque. Un buen día que estábamos gritándole cosas a los mariachis, íbamos tres y al frente había otros tres; me dice Marcos Castro, nieto de don Florentino Castro, que me agarre yo con un machillo, rubiecillo. Me dije, el desgraciado de Marcos, ´mirá, no nos dejemos ofender, Romano, vos cogé a ese machillo´. Y me voy yo, muy contento, porque era más chiquitillo que yo. Me le fui a enfrentar, me dio un primer pescozón, y ´goodbye´, me puso a dormir. Me desperté en la madrugada. El tal machillo era Longardes, el campeón nacional de boxeo. Fui el día que me fue peor con los mariachis”.

De Turrialba a San Ramón “De ahí pasé a San Ramón, a las fincas de la familia, pero me echaron el 8 de diciembre del 48, porque el marzo anterior me había enrolado con Chico en la revolución. “Estuve en ´La Paz´, en San Ramón, con Chico. Estábamos José Luis Cabada, quien era ingeniero y después fue director del SNAA; José Antonio del Barco; Lisímaco Azofeifa, que estuvo en los ferrocarriles; Miguel Ruiz Herrero, que después se hizo mariachi; Fidel Tristán; Rodrigo Valverde Acosta, que era un carajillo joven, de 14 ó 15 años… Camilo Rodríguez Chaverri

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A Rodrigo lo comisionamos para que cortara las líneas del telégrafo. Por eso no pudieron avisar de la entrada a San Ramón. “Recuerdo que después nos atacó Áureo Morales, que vino a tomar la plaza de San Ramón. Estuvimos en ´La Paz´ como cinco o seis semanas, desde el 1 de marzo hasta que salimos, a mediados de abril. “Mi tío Aquiles Orlich era calderonista. También era tío de Chico (Orlich). Es que los Orlich Bolmarcich y los Orlich Carranza éramos figueristas y revolucionistas, mientras que los Orlich Ramírez y los Orlich Jenkins eran calderonistas. “Es que a Costa Rica llegó mi abuelo, que también se llamaba Chico Orlich, tuvo aquí seis hijos, dos mujeres y cuatro hombres. Sólo el papá de Chico se casó con una italiana. Los demás se casaron aquí: uno con una muchacha Jenkins de Atenas, Aurelia Jenkins, el hijo se llama Nicolás; otro con Blanca Ramírez, el hijo se llama Aquileo; otro con Georgina Bolmarcich, la italiana, la mamá de Chico, y papá, que nos tuvo a nosotros. “Para el 48, la familia se dividió. Dos tíos eran mariachis: Aquiles era muy revuelto, bueno, todos nosotros somos muy revueltos… Imagináte que un hijo de Aquiles estaba con el otro bando. Se fue para Nicaragua y se enfiló con los de Coyotepe, para la contrarrevolución. “Pero mejor te cuento la historia como es. Chico y yo participamos en la revolución. Como los demás. Nos ganamos el derecho peleando. Incluso vinimos a San José, después de la revolución, y desfilamos. “Cuando empezó la junta de gobierno, yo estaba en San Ramón, pero a finales del 48 me echaron. Me echó el resto de la familia, los que eran mariachis, porque dominaban en la compañía. “La historia de las divisiones entre hermanos venía de una generación antes. Mi papá, Aquiles y Nicolás eran antitinoquistas, y en el 18 participaron en la revolución contra los Tinoco. Eran los líderes de San Ramón. Es la sangre. Ese es el problema. Pepe (Figueres) en el sepelio de mi abuelo, dijo que los hijos de don Chico, entre ellos tío José, Nicolás, Aquileo y Papá, pelearon contra los Tinoco, y la siguiente generación, o sea, Chico y yo, peleamos contra la dictadura de Calderón y Picado… “Te iba contando que me echaron de la finca en San Ramón. Y, bueno, me hicieron un gran favor, porque fue cuando me metí a Sarapiquí”.

En Sarapiquí “Me dijeron que en Sarapiquí había tierra libre. Me echan mis tíos y mis primos, y me vengo para Sarapiquí. Llegaba caminando hasta Chilamate de Sarapiquí. Me venía a pata desde Vara Blanca. Así llegué la primera vez. Después me fui adentrando más. Llegábamos 100

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a Cinchona, después llegamos a Cariblanco, después bajábamos el Congo y llegábamos hasta San Miguel. En ese ´telele´ ya nos dio el año 53, y Chico Orlich era Ministro de Obras Públicas en tiempos de Figueres, en la primera presidencia legítima de Figueres. Chico nos consiguió unos bonos de café. Nos los dio para hacer caminos, pero con la condición de que no se podía perder plata. Chico era muy estricto. Teníamos que retirar los bonos del ministerio, vendérselos a don Mariano Tovar o a don Porfirio Morera, de Alajuela. Nos cobraba hasta el 36 por ciento de descuento. De esa forma empezamos a trabajar en los caminos y llegamos hasta La Virgen. Tenía yo 23 años. Así que ahora tengo más 56 años de vivir en Sarapiquí. “La finca se llama ´La Rebusca´. Antes de ´La Rebusca´ estuve en Chilamate. Ahí me tocó hacer finca, arrear ganado, sacar ganado a Alajuela, con unos peones famosos, Basurita y Chepe Lucas, los famosos arrieros de Río Cuarto. Nos volábamos tres días caminando de Chilamate a Alajuela, tres días en el camino, con una gran arrea de 12 vacas, de 200 pesos cada vaca… “En el corral de Gilberto Barrantes empotrerábamos, Gilberto vendía el ganado en la plaza, en Alajuela, fui muy amigo de él, que era el lechero más modernizado y más emprendedor de la zona”.

“Decían que estaba loco” “Cuando me metí a Sarapiquí decía mi abuela que estaba loco. Pasaba una temporada y venía otra… Seguíamos abriendo montaña. Había mucho animal. Tal vez una anécdota. Ya me había casado, y mi mujer me regaló un reloj Seiko Cinco, con números fosforescentes. Una noche, habíamos estado hablando de casería, que el tigre aquí y que el tigre allá… Apagamos la candela como a las siete para dormir, porque uno se acostaba muy temprano y se levantaba de madrugada. Me dormí. Yo me dormía sobre el brazo. En la noche, sentí algo que me chupaba la planta del pie, me desperté espantado de ver un lamparón verde, y pensé, ´jueputa, me comió el tigre´. Uno arrollaba el pantalón y lo ponía de almohada. Cuando hice a levantarme, quité el reloj de la visión y se fue el tigre. Agarré el foco y la pistola, me preparé para enfrentarme con el bicho, y era un ternero. Se había soltado el condenado ternero. Yo no me había bañado y me estaba chupando la sal del pie. Al principio yo pensé que era el tigre porque vi de golpe lo fosforescente del reloj. “En aquellos años, la vida del campo era muy difícil. Imaginate que al principio vivía en un rancho. Así pasé unos tres, cuatro o cinco años. Después uno va haciendo casillas… “Cuando la cosa iba mejorando, me vine de la montaña para el Ministerio de Agricultura, en el gobierno de Otilio, en el 52. Claudio Volio era el ministro, y era pariente mío. Yo era encargado de ganado Camilo Rodríguez Chaverri

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de carne. Estuve un tiempo entre el ministerio y las fincas, porque nunca dejé de ir a la montaña, aunque fuera de viernes a domingo. Qué va. Si ya me iba costando mi tiempo y un esfuerzo de los diablos”.

Padre de Los Diamantes “Siempre jalé más hacia la zona. Por ejemplo, a mí me tocó recibir la Estación Experimental Los Diamantes, en Guápiles, cuando la entregaron los gringos, porque esa finca había sido de los gringos para producir hule para la Segunda Guerra Mundial. Entré en una avioneta de Míster Ellison, el Macho. Yo trabajaba en Stica, que era como una agencia de cooperación de Estados Unidos. STICA significaba ´Servicio Técnico Interamericano de Cooperación Agrícola´. Era parte del famoso ´Punto Cuatro´ de Truman, que dio pie a que nacieron la Agencia Interamericana de Desarrollo (AID). “Cuando recibimos Diamantes, no se había abierto la cuenta bancaria, así que la primera planilla de Diamantes, siendo ya del Estado, la pagué de mi bolsa. Me acuerdo como hoy que fueron 70 mil pesos. Nos llevó Roberto Alfaro en una avioneta. “También me tocó inaugurar los programas de inseminación artificial en El Alto de Ochomogo. También hicimos la Estación Experimental de Capulín, en Liberia, y la primera exposición de ganado en Liberia. En ese momento ya estábamos en el gobierno de Figueres. Recuerdo que me mandó Pepe a Estados Unidos a comprar cien toros, para un programa grande de mejoramiento en Guanacaste. Fui con David Stewart, y nos costó mucho conseguir cien toros buenos, así de golpe, rápido… “Seguí en el ministerio, fui director general y viceministro con Pepe. Después fui ministro un tiempito cortico, tal vez ni mencionarlo porque fue muy corto el tiempo, supliendo ausencias, nada más. “Después, en el gobierno de Chico, él me nombró presidente del ITCO. Salazar Navarrete era mi gerente cuando yo era presidente de la junta del ITCO. La otra pieza clave del ITCO fue Yoyo Quirós. Como hermano yo de Yoyo. Don Elías Soley Carrasco era el Ministro de Agricultura, y don Eduardo Lizano Fait estaba en Planificación, o algo así, con un señor Eugenio Vargas, que era el boticario de Nicoya, y José Francisco Jiménez Lutmer… Ve cómo me acuerdo de todos los nombres. “El Instituto de Tierras y Colonización (ITCO), que después se llamó IDA, nació con Chico, y ahí me tuvo Chico hasta que nos echó Trejos”.

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Cariari “Abrimos Cariari… Hubo un momento en que perdimos las elecciones. Entonces, estábamos con el proyecto de Cariari entre manos. Dijimos que se iba a terminar Cariari, que teníamos que terminarlo nosotros. Por acuerdo de la junta, concentramos todo el equipo del ITCO en Roxana y La Rita. Arrancamos trabajando 24 horas diarias, con tres turnos de trabajadores. Sólo se paraba para engrasar y seguíamos. Ahí se afincó Ramiro Castillo, se casó con Nora Arias, y andaba feliz con un D 6 nuevo. Se encargó de la coordinación a Rodrigo Chaves, de Atenas, quien ya trabajaba en el ITCO. “Mientras tanto, yo pasaba a ratos con la finca. Iba sábados y domingos, iba por Vara Blanca… Ya en el año 66 me desentendí completamente del gobierno. Me había separado del ministerio antes, un año antes. “Después de ayudar en los gobiernos de Otilio, Pepe y Chico, siempre en agricultura, me quedé en Sarapiquí, no volví a San José. Empecé a producir ganado. Tenía esa finca de Chilamate, y mi papá tenía otra en San Miguel. Los dos teníamos cría de ganado. He sido ganadero toda la vida. Es lo que más me gusta. Tengo finca de ganado. Debo reconocer que me gusta más que el banano, pero la producción bananera también me interesa mucho. Lo que pasa es que el ganado es tranquilo, el banano es muy dinámico… Al ganado con sólo verlo comiendo usted descansa. “Me hice bananero en el año 90. Le vendí la mayor parte de mis fincas de ganado a Chiquita. Me las pagaron muy bien. Uno como agricultor viene a ver la plata cuando vende. Antes no ve nada. Ya había tenido otros negocios en San José, tuve una famosa empacadora de carne que se llamó Pecosa, en Barranca de Puntarenas, la mejor planta empacadora que ha habido aquí en Costa Rica, por lo menos en el momento en que yo la tuve. La tenía con un cubano, Alberto Roque. “Ya había hecho mucho como ganadero, y empezar como bananero me llamaba la atención. Incluso, antes de tener la empacadora de carne, fui gerente de Montecillos durante un año. Oiga esto: fui reelecto con 107 votos contra 3, pero no me dejaron ocupar el cargo porque era con una terna que había que presentarle al Consejo. Yo era contrario al gobierno, estábamos en el gobierno de Trejos, entonces Rodrigo Riggioni, que era gerente del CNP, la institución que manejaba Montecillos, y ´Macho´ Iglesias, Guillermo Iglesias, el Ministro de Agricultura, decidieron que, a pesar de que gané la terna, no debía ser yo el gerente. Rodrigo, que era amigo mío, me dijo ´Romano, vos ganaste, pero perdonáme, tenemos instrucciones del gobierno de que no ocupés la gerencia´. Entonces nombraron a Luis Felipe Ramírez, el vendedor del ganado de los Riggioni en Alajuela. “Después estuve en Pecosa varios años, no recuerdo cuántos. Matamos mucho ganado. Exportábamos la carne. Imaginate que hice Camilo Rodríguez Chaverri

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junto con Miguel Ángel Rodríguez la primera exportación de carne a Israel en tiempos de Daniel Oduber. “El embajador de Israel y Daniel se empeñaron en que había que hacer una negociación a cómo diera lugar entre los dos países. Entonces, a pesar de los precios altos de la carne de Costa Rica, hubo un acuerdo entre gobiernos de que había que comprarnos. Nos compraron 5 mil toneladas. “Como no podía producir toda la carne en Pecosa, invité a Miguel Ángel, que era mi competidor, para que tomáramos ese reto juntos. Él empacaba en Gisa, en Guanacaste. Su empacadora era más grande que la mía, pero yo fui el que hice el negocio. Lo invité a formar parte del reto, y la verdad es que Miguel Ángel era un carajo muy trabajador. Siempre fue muy ambicioso y muy agradable, muy educado y era aun un tipo joven. El suegro de él, Manuel Emilio Clare, había empezado con el negocio de la carne. Así fue como Miguel Ángel empezó a trabajar en eso, porque él nada que ver con agricultura ni ganadería, es economista y abogado. “Había muchas plantas empacadoras y poco ganado, así que en tiempo de Daniel Oduber, Juan Arrea, que era gerente del Banco Central, empezó a decir que eran muchas plantas para poco ganado. Se hizo un negocio que yo creo que lo idearon entre Tomás Batalla y Miguel Ángel, para eliminar una planta empacadora, Tomás Batalla tenía una en Alajuela; Miguel Ángel en Guanacaste; Roberto Rojas estaba con ´El Arreo´, con un grupo de ganaderos, Santi Ovares, Ronald Lett, Quintín Rojas, de San Carlos; Fernando Retana, Herrera de Venecia, Chale Guillén… Pero prácticamente los dueños eran Roberto y Santi. Además, la Cooperativa Montecillos tenía una planta en Barranca y otra en Alajuela, y nosotros también… “Se decidió que había que eliminar una empacadora, que había muchas. La verdad es que la única empacadora que no estaba en proceso de ruina era la nuestra. Era la única que tenía valores libres, patrimonio… Entonces el Banco Central, con Juan Arrea al frente, prestó la plata para cerrar Pecosa. Fue un buen negocio para todos. Era la única que se podía cerrar. Había que entregar bienes, todos los demás estaban en proceso casi de quiebra… “De nuevo, eso lo habíamos hecho de la nada, con base en el nombre y en el crédito. Había conseguido algo de plata con Codesa y Daniel me ayudó. Al final, hubo que vender. Yo no me puse de tonto a pelear. Hice efectivo parte del patrimonio. Eso me permitió comprar más fincas en Sarapiquí…”.

La Rebusca “Con la plata que me dieron de la venta y el cierre de la empacadora de carne, compré ´La Rebusca´ a Fabio Ruiz. Se llama ´La Rebusca´ 104

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porque la compré muy barata y en muy buenas condiciones. Después compré ´La Chamaca´ a un carajo Avendaño, que le decían ´Chamaco´ Avendaño (qdDg). Se llama Chamaca en honor a Chamaco. Y también compré ´La Chiripa´. Se llama así porque fue un chiripazo comprarla. La iba a rematar el Banco. “Llegué a tener mil cabezas de ganado ahí, entre las tres fincas. Después, como te conté, Chiquita me compró la mayor parte de esas tierras. A Chiquita le vendí lo que hoy es Cocobolo, Gavilán y Roble, tres fincas de banano de Chiquita. Le vendí ´La Chiripa´ al ITCO, y el ITCO la loteó. Yo sólo me dejé ´La Rebusca´, porque al hacer el muestreo de suelos para banano, el Doctor Gaugel, que era el especialista que estaba probando los suelos de esta finca, me dijo ´esto es pura mantequilla´. Entonces, yo me la dejé porque era la mejor tierra, porque me puse a pensar, ´Chiquita me está comprando, Chiquita, bueno, la Yunai, como decíamos nosotros, no se llamaba Chiquita, se llamaba United Brands, tiene cien años de estar en banano, conocen el negocio, me están comprando porque el negocio es bueno y yo me estoy dejando el mejor pedazo, no tengo nada que perder´. “´La Rebusca´ es una finca de 123 hectáreas. Tengo sembrado de banano 101 hectáreas. Aquí vivo yo. Aquí atiendo a mis amigos. Paso aquí de miércoles a domingo. Ahora los martes voy a la Junta Directiva de CORBANA, soy el presidente de la junta, y es una experiencia muy bonita, muy interesante. Me ha tocado una época de gran cambio, tiempos muy duros para la industria. Por mi formación profesional le he dado mucho énfasis y en cierto modo he reorganizado lo que es investigación y asistencia técnica. “Mi formación profesional fue fundamentalmente en investigación y trabajé mucho con STICA dando asistencia técnica. Me di cuenta de la necesidad del campesino de que le lleven la asistencia técnica. “Tengo una anécdota sobre esto, que he escondido hasta ahora, la he guardado como un secreto. La Standard Fruit Company tenía como gerente a Joel Lloyd. En Diamantes se firmó un contrato de una hectárea de banano de una nueva variedad, que se llama Valery. Era el banano para empacar, el primero para exportar en cajas… “Yo era director de la Estación Experimental Los Diamantes. Estábamos en tiempos de Figueres, con Yoyo Quirós de Ministro de Agricultura. A la par de esa hectárea se sembró otro lote, como que a escondidas. Esa hectárea tenía un contrato muy cerrado. No se podía tocar, ni repartir. Se tenía para investigación y era un asunto secreto de la Standard, pero a escondidas. A la par fuimos sembrando otro lote con hijos de ahí. Ese segundo lote no tenía contrato. Para esos años, yo soy presidente del ITCO, y en ese momento también director de Los Diamantes… Yo recordé que Chico en su campaña ofreció sembrar Bataán, y pensé que teníamos que sembrarlo con esta variedad nueva”.

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El robo de la semilla “En eso Chico me pide que hay que sembrar Bataán, y yo ni lerdo ni perezoso. Yoyo me dice ´Romanito, ¿por qué no nos llevamos un poco de semilla?´. El ingeniero Juan Rafael Lang, quien después fue subgerente de CORBANA, trabajaba conmigo en Los Diamantes, e ideamos la manera de sacar la semilla para Bataán. Hasta el tren era operado por Standard. El jefe de los trenes era Alberto Amador, y le bailamos la sueca. ”Te cuento nuestra fechoría: le pedimos dos carros de ferrocarril para transportar el menaje de casa de Juan Lang a Bataán; en la noche lo cargamos de banano, y se fue la semilla de la Standard para Bataán. La sembramos, tranquilamente, y de pronto, me llama Chico a la Casa Presidencial, y me dice, ´Romanillo --sólo así me decía-- venite, porque hay una gran torta aquí y dicen que es culpa tuya´. Me voy yo para la Casa Presidencial, iba asustado, entré por la guardia presidencial y me dice la secretaria, con la mano, que me van a barbear. Entré más asustado de lo que venía. Estaba Chico sentado en el escritorio. También estaban Mario Quirós Sasso, que fue el primer Ministro de la Presidencia; Mariano Anderson, el abogado de la Standard; Mister Lloyd y el embajador americano, que era medio mexicano. “Me dice Chico, ´Romanillo, estos señores te acusan de que vos les robaste un banano´. Chico era ronquetas para hablar, y cuando quería enojarse o hacer teatro, se ponía más ronquetas. ´Dicen que vos les robaste un banano especial de ellos y que había un contrato en el que decía que no se podía tocar´. Yo le contesté ´Chico, yo no me he robado nada´. Se mete Míster Lloyd ´no estamos acusando de robo, posiblemente usted ignoraba que hay un contrato por el cual la semilla no puede propagarse…´. Le contesto ´no, Míster Lloyd, yo soy el Director de la Estación Experimental Los Diamantes, no ignoro ese contraro, pero resulta que el banano que me llevé, no es el del contrato, el suyo ahí está, usted lo puede ver, no me he robado nada´. -Usted debe comprender que el material se pasó de ese lote a otro, dijo Lloyd -Sí, Mister Lloyd, usted debe comprender que el lote de la par es del gobierno de Costa Rica. “Él argumentó, yo argumenté, al final, dije, ´me cago en todo, si no me quieren entender, ya me voy´. Entonces dice Chico, ´jueputa Romanillo, qué jeta más sucia´. Todo el mundo se esmoreció de la risa, el embajador, Lloyd y el abogado también. Hasta ahí llegó el pleito”.

Dinamismo bananero “Destaco de la producción bananera lo dinámica que es. Como costarricense, me gusta que la producción bananera produce mucho 106

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bienestar social. Tengo más de 200 trabajadores y tengo 260 hectáreas. Tengo otra, Pénjamo, que la compré después, en Zapote de Sarapiquí. Otra anécdota curiosa es que siendo presidente del ITCO, le compramos a un grupo formado por Gilberto Barrantes, Alfredo Volio, Juan Arrea y Guido Goicoechea, que eran directores del Banco Nacional. Les compramos esas tierras para formar la Colonia González Flores. “Ese grupo había comprado a cien colones la hectárea, y nosotros le compramos a ellos a 200 colones la hectárea. Les compramos 10 mil hectáreas. Don Otilio Ulate nos acusó de que estábamos malversando los fondos del ITCO, pagando caprichos. Después, la tierra se volvió a concentrar, que ha sido la gran desgracia: el ITCO y de la reforma agraria en Costa Rica, que se reparte tierras y a la vuelta de los años están en manos de unos pocos. Bueno, esas mismas tierras yo le compré después a BANACOL, que había comprado 700 hectáreas. De esas tierras, yo compré 200 hectáreas, como a mil quinientos dólares la hectárea, en el 90, cuando le vendí las otras a Chiquita. Las vueltas que da la vida… Esa finca se llama Pénjamo. Tengo 160 hectáreas sembradas y 40 hectáreas de bosque. “Todavía trabajo absolutamente todos los días. Veo las fincas, todos los días camino todas mis fincas a pie y a caballo, tanto las fincas de banano como la finca de ganado, que se llama Pochote, y está en las Marías”.

Mi lindo Sarapiquí “Sarapiquí me gusta mucho. Ahora está cerca, ahora es un juguete. Voy y vengo de San José a Sarapiquí y al revés en cualquier momento. Le debo mucho a Sarapiquí, porque no soy de una familia pobre, pero yo no tenía plata. No tenía un cinco, era un asalariado… He llegado a tener a punta de trabajo. Son cincuenta y cinco años de estar metido en Sarapiquí y le debo a Sarapiquí las finquitas que tengo”, dice don Romano, sentado en su escritorio. Detrás, tiene dos pequeñas esculturas de toros, que son un recuerdo de Estados Unidos. “Ahora tengo 350 cabezas, en una finquita de 143 hectáreas, unas 225 manzanas. Me gusta la bananera, pero el ganado también me hace feliz. “Una ventaja que he tenido es que tengo a un hijo, Romano, el menor, que me apoya en todos los proyectos. Como acaban de pasar inundaciones, ahí estuvo mi hijo Romano limpiando barro. Él es el gerente de las fincas, y yo soy el presidente, el toro que más mea, como dicen. “También tengo dos hijas, la hija mayor, Jessie María, y la menor, Elizabeth. Las dos viven en Curridabat, una es microbióloga, y la otra es la Presidenta Municipal de Montes de Oca. Camilo Rodríguez Chaverri

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“La verdad es que mi familia me ha hecho feliz y lo que tengo me tiene disfrutando mucho de la vida, entre el banano y el ganado paso muy bien siempre. Creo que se me nota lo bien que me siento”.

Lo que pienso sobre el TLC “Hay que votar por el TLC con Estados Unidos. No todo me gusta. Creo que es importante. No es perfecto. Creo en la seguridad alimentaria. Desgraciadamente el país tiene menos agricultores, pero el TLC es fundamental para la industria y el comercio. También es importante para los agricultores que exportan a Estados Unidos. Por eso, le estamos tirando parejo a favor del TLC porque es necesario para Costa Rica. El país no puede quedarse fuera del TLC con Estados Unidos. Definitivamente”.

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Steve Aronson

Transformador de la industria del café Costa Rica pasó 184 años exportando café sin valor agregado. Vendíamos sacos de café en grano, y todo lo que tenía que ver con empaque, subproductos y diferenciación se hacía en otros países. Steve Aronson es el pionero en la concepción y la implementación de una marca de café para exportación. Hay un antes y un después de él en la historia del café en nuestro país. Me lo encuentro en una reunión, conversamos, le cuento que soy nieto y bisnieto de señores que cultivaban café en Poás, y que creo que a él se le debe el hecho de que Costa Rica tenga una nueva a ´ utoestima´ en cuanto al cultivo del café. De antemano no sólo conocía las maravillas que ha conseguido con el Café Britt , con el café hecho delicatesen, sino la magia del ´coffee tour´ y ese encanto de que un empresario agroindustrial abra una sala de teatro al público en las afueras de Heredia. Nos ponemos de acuerdo y me espera un sábado en el centro de operaciones de su empresa. Cuando llego me dicen que anda dando un paseo en bicicleta. Al rato lo veo llegar, con licra y un casco. Parece de verdad. Me saluda y se excusa para irse a bañar. Se baña en un baño sencillo, dentro de su empresa. Al rato sale, se dirige a la tienda de Café Britt y sale con una camiseta negra, nueva, que acaba de pasar por la caja registradora, y que lleva el sello de su calidad. Entonces se sienta conmigo, en la cafetería del lugar, con un desayuno enorme y un plato de frutas, le digo que me interesa la historia de su vida y cómo vino a transformar completamente el negocio del café en nuestro país, suspira, y antes del primer bocado empieza a hablar. Don Steve nació en Nueva York el 10 de julio de 1947. Sus papás son Rafael Aronson, arquitecto, y Henny Fletcher, profesora de gimnástica. Viven en Florida. “Tengo una hermana. Mi hermana fue la persona que hizo la primera venta de café Britt en Estados Unidos. Todavía tiene a este cliente. Se llama Legal Seafoods. Es una cadena de restaurantes que simboliza a Boston. Por ejemplo, sirvió la comida en la cena de inauguración de los últimos siete presidentes. Esta cadena tiene 12 años de vender café Britt”, explica Don Steve, quien no más inicia y ya habla de su café. “Crecí en los alrededores de Nueva York, y en Connecticut. Pasé la niñez en la ciudad de Nueva York, y la adolescencia en la paz de Connecticut. Cuando entré a la universidad, empecé con Cultura Rusa y con Filosofía. Estoy ensenando filosofia en el Colegio Europeo, un

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colegio bilingüe que fundó mi senora Anne. Pero terminé en Economía Agrícola, el último año decidí que debía tener alguna carrera útil. “Estudié en Michigan Cultura Rusa, Russian Studies. Era más que todo Filosofía y Literatura. Después fui a Francia, donde entré en un Instituto de Economía y Política, y cuando regresé obtuve la licenciatura en Economía en Michigan. Posteriormente me fui a trabajar. Después de cinco años, entré a Stanford para sacar una Maestría en Economía Agrícola Tropical. Hice predoctorado, tomé exámenes, pero me dio pereza escribir una tesis para el doctorado”.

Colombia “Cuando me gradué en Michigan hice un trabajo sobre la relación entre estructura social y cultivo. Escogí tres pueblos en Colombia, un pueblo arrocero y de grandes extensiones de arroz:; otro cafetalero, de pequeños productores; el tercero era en la montaña, un pueblo de agricultura mixta. “Traté de entender cómo el tipo de vida agrícola contribuye a la organización social y política. Era en los años 60. La violencia empezó del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, quien murió en 1948. La violencia duró unos 20 años. Hubo una guerra civil. Vecinos mataban a vecinos por su creencia política. Como era una cosa sin sentido, le llamaban simplemente ´la violencia´, y no ´guerra civil´. “Pero cuando llegué habían declarado la paz, en el año 69. Las personas en el pueblo estaban tratando de vivir juntos, de tener un contrato social. “Era el campo, estuve viviendo en Saldania, Tolima, que era como decir Cañas; en Montenegro, un pueblo cafetero, como decir Palmares, y en Yolombó, Antioquia, que es tal vez como es Zarcero.. “La gente vivía de sus gallinas, sus hortalizas, un poco de frutas, cosas que sembraban para comer, lo que la gente podía sembrar . Un poco más abajo había azúcar, había trapiches. “Estuve como tres meses y medio. Hablaba francés bien, y había tomado cursos de portugués en la universidad. Ya hablando todo el día español y viviendo ahí, yo entendía. Con francés y portugués uno como que entiende. “Lo que tenía en la cabeza era la idea de contrato social, la inquietud de cómo es que la gente se pone de acuerdo para vivir. Eran los años 60. Estaba la Guerra de Vietnam. Estaba todo revuelto en Nueva York, y en Francia también. Todos los universitarios estaban contra la guerra. Yo también, aunque era demasiado serio para ser hippie. “En Colombia, como era un lugar pos guerra, la gente había pasado años matándose entre sí. Escogí Colombia, y estaba fascinado con la inquietud de cómo generar contrato social en un país que viene 110

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de la guerra. Si usted quiere ser médico, es bonito ir a una sala de emergencias. Igual, si yo quería ver cómo vivir en el trópico poniéndose de acuerdo, nada mejor que Colombia. “¿Qué era la Guerra de Vietnam? Era un país grande, Estados Unidos, tratando de obligar a los campesinos de un país pequeño, a los campesinos vietnamitas, a vivir con los parámetros de Estados Unidos. Estábamos en contra de ese atropello. Para nosotros, los muchachos de 20 años, esa era nuestra misión en la vida. “No tuve que ir al ejército porque estuve primero en Francia y luego en Colombia. Me salvé por estar fuera del país. Cuando estuve en Francia fui varias veces a Rusia como guía turístico. Mis papás son de Lituania, nacieron allá. Se vinieron para América después de la Segunda Guerra Mundial. Cuando nacieron mis papás, Lituania era un país independiente. Después pasó a ser comunista, y lo anexaron a Rusia. Luego Hitler sacó a los rusos, y más tarde los soviéticos sacaron a Hitler. “Mis papás son judíos, los persiguieron, y mataron a toda su familia. En Lituania sobrevivió el 3 por ciento de la población judía. Toda la vida han tratado de olvidar los horrores de la guerra. Algo que ayuda es que los sobrevivientes son como una sola familia. “Pues bien, volviendo a nuestro relato, una amiga de mi mamá se casó con un tico, de Alajuela, así que yo tenía la experiencia desde niño de conocer a mucha gente de Costa Rica”.

Costa Rica “Regresé por tierra de Colombia a Estados Unidos. Pasé entonces donde los papás de este señor que se casó con mi tía, en Alajuela. Resulta que vivían frente a la catedral y tenían una ferretería. “Así que estaban inmersos en la vida de Alejuela. Me quedé con esa gente. Al tiempo, ya cuando regresé a Costa Rica los vi de nuevo. Al marido lo vi una vez, cuando pasé, luego él murió. En cambió ella murió cuando ya yo estaba de vuelta aquí. La enterré. Se llamaba doña Matilde Pisa. Murió el día en que nació mi tercer hijo. “Lo que pasó es que regresando de Colombia vi una diferencia entre los dos países. En Colombia había mucho miedo, muchos cuentos entre la gente. A veces se subían en el bus, con una ametralladora, y le preguntaban a la gente ´¿ustedes son liberales o conservadores? Pero los tipos no decían qué eran ellos. Entonces, ¿qué podía decir uno? “La gente solía matar a los conservadores, a los campesinos conservadores, y luego les hacían la corta de corbata. Eso quiere decir que le cortaban el cuello y le sacaban la lengua como si fuera una corbata.

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“Costa Rica era un respiro. Llegué aquí en los años en que la policía andaba con desternillador para sacar la placa de los carros. En cambio, en Colombia la gente de seguridad andaba con ametralladoras. En esos años, aquí las casas permanecían con las puertas abiertas. Tomé el bus y me fui para el norte. “Estaba con la idea de buscar contrato social, y vi que en Costa Rica sí se notaba el respeto entre la gente, y no había violencia. “Una de las cosas que me preocupaba mucho es que la idea que se estaba construyendo en Estados Unidos es que para que uno pudiera pasar de niño a adulto tenía que matar a unos campesinos vietnamitas. Era como un requisito. El gobierno americano te estaba forzando. Matar campesinos de un pequeño país era como parte de ser un buen ciudadano americano. Vélo de esta forma: es muy diferente decir, ´ tienen que aprender cómo defender su país y cómo defender su familia´, a que le enseñaran a uno a tener armas para ir a un pueblo lejano, quemar los ranchos y matar a la gente... Era como un requisito para acceder a la ciudadanía. Yo pensaba que eso era terrible. Hay que recordar que vengo de una familia que ha estado del otro lado, una familia perseguida. Yo no estaba interesado en ser un instrumento de esa violencia. “Costa Rica era un mundo muy especial. Vi a este país como una isla de paz y de entendimiento. Además, estaba en el trópico, y a mí me gusta el clima caliente. Ese era mi ideal: estar en un lugar con clima caliente, no tener nieve, no tener que andar con abrigos, poder levantarme y salir a cualquier hora a hacer bicicleta. “El otro cuento tico que me llama la atención, es que todo esto se dio durante la guerra del fútbol, entre El Salvador y Honduras. Hice ´a dedo´ el viaje de aquí a Estados Unidos, tomé Ticabús en Nicaragua, y cuando tomamos la frontera de Honduras, los soldados hondureños paraban el autobús para ver si había salvadoreños en el bus, el chofer era tico, el soldado entra con sus armas y con granadas, bien vestidito para guerra, y el chofer del bus estaba muerto de miedo... Se vuelve hacia mí, y me pregunta ´¿qué es esto?´ Ese chofer no conocía esas armas. No las había visto nunca. Me quedé impactado de que lo que había en Costa Rica era pacifismo real. Costa Rica en el año 69 era muy rural. La idea de no tener ejército realmente existía. Era un orgullo nacional”.

Catador de café “Fui a Estados Unidos, tenía que presentar mi tesis en Michigan, y regresé para la graduación. En los cinco años que transcurrieron entre ese tiempo y Stanford, hice un aprendizaje como catador de café en Nueva York. Empecé a trabajar con una compañía de importación 112

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de café. Empecé a viajar por América Latina. Esa era mi meta: volver aquí, quería volver con un ´expertise´. Un catador es un inspector de calidad. “Cuando hicieron las Torres Gemelas, el Wall Trade Center, pasaron todas esas oficinas para allá. Ahí estaban el Centro Comercial Internacional de Especies, las empresas de café, cacao, azúcar... Antes, cuando empecé, había una calle sólo de empresas de café. Todas las casas de esa calle estaban convertidas en oficinas. Todo eso fue lo que pasó a las Torres Gemelas. Estaban en construcción cuando yo estuve trabajando ahí. “Volví a América Latina como empleado de una compañía. Primero trabajé en México, donde encontré a mi señora, Anna Laarman, en Cuernavaca. Ella es una holandesa francesa. Después trabajé en Brasil; después en Ecuador, y finalmente me propuse abrir una oficina en Costa Rica. “Pero antes de abrir la oficina en Costa Rica fue que me fui para Stanford. Había estado en la etapa de aprendizaje. Me fui a estudiar. Por eso, cuando llegué a Costa Rica ya venía como gerente. Vine con la compañía, y conformé una exportadora. Exportaba el 10 por ciento del café del país. Aprendí con una compañía grande. Ese es mi pequeño secreto: yo era como piloto de 747, pero el avión no era mío. “Cuando me independicé, ya estaba en otro nivel. Pasé dos años como fundador y gerente de una empresa muy importante del país. Era plata ajena. Mi mérito fue el establecimiento de una organización. “Estando en Costa Rica, pasé con esa empresa del año 76 al año 79. En ese tiempo conocí todas las zonas cafetaleras del país. Anduve por todo el país, financiando gente por todo lado. Hicimos un beneficio en Pejibaye de Pérez Zeledón, más allá de San Isidro de El General. También trabajé bastante en Orosi. A raíz de esto terminé siendo socio de la gente de Orosi. Asimismo, trabajamos bastante en Heredia. Yo tenía mi centro de operaciones en Heredia. Mi casa está en la entrada de Tanque 90, que era donde estaba el agua para todos los beneficios. Yo tenía una oficinita a la par de la casa. “Todavía están la oficina y la casa, pero ya no están los beneficios. Nosotros hicimos revivir uno de los beneficios para uso con el café mío, y para el Coffee Tour, que es como un hobbie, como un sueño mío. “Ahora los beneficios de Heredia son supermercados: Hipermás está donde estuvo un beneficio; el lugar donde está Automercado estaba un beneficio; Plaza Heredia era un beneficio, y había otro donde ahora hay un centro comercial por detrás de la Iglesia. También hay una urbanización que se llama ´Los 4 Angares´ y que era un beneficio. Hasta hay un parqueo en Heredia que era un beneficio”.

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Volando solo “En el año 79 mi compañía me ofreció un ascenso. Me ofrecieron la posibilidad de trabajar en el piso 25 de un edificio, en Nueva York,. Ellos me lo ofrecieron como un gran privilegio, como un premio, pero yo pensé que para tener áreas verdes tenía que vivir a hora y media de la oficina. Ellos pensaron que era un gran ascenso, y yo pensé que me quitaba calidad de vida. “Yo tenía aquí una finquita, tres niños y mi esposa... Ella creció en las montañas, en el campo, en los Alpes franceses... Creció en un pueblo pequeñísimo, donde los vecinos iban al mercado con sus vegetales al hombro”. En eso estamos cuando se llena el restaurante. Entran más de cincuenta turistas. Él recibe a esa multitud con una interjección de sorpresa. Emana un largo soplido, una especie de suspiro eufórico. Pregunta que de adonde vienen esos turistas, y un actor del ´coffee tour´ le contesta, ´hoy hay para todos los gustos´. Después de un rato, continuamos con la historia).”En el año 79 decidí renunciar. Un señor tico alemán, Jurguen Kitzing, que era uno de los antiguos exportadores de aquí, me ofreció hacer una sociedad. Él tenía el beneficio Ruppin, en San Joaquín de Flores, que era el beneficio seco más grande del país. Su papá había sido el socio de Steinvorth. Era de la generación de Pepe Raventós; de los Peters y de Otto Kloti, un suizo que vive en Palmares; también de Arturo Lizano... Había cuatro o cinco personas que controlaban la exportación de café en Costa Rica. “Me asocié con Kitzing. Ya él estaba de salida. Poco a poco le fui comprando la empresa. Es una historia de once años. La empresa iba evolucionado. Hicimos la sociedad en Orosi, pero iba evolucionando hacia una empresa exportadora y beneficiadora. Es la evolución natural de 40 años de historia. Al tenerme a mí como socio, encarrilé la empresa hacia lo que yo conocía mejor. Después Kitzing se fue, el beneficio seco se cerró, y los tiempos cambiaron: hicimos Beneficio Tres Volcanes, y nos asociamos con Fernando Batalla en Orosi. “Hay que entender lo que es la evolución de la industria. En los años 70 y 80, la sabiduría convencional llevaba a pensar que no había que respetar lo que era la fuerza de Costa Rica: pequeños productores con café de calidad, que buscaban nichos... Y empezaron a pensar en que lo ideal era cambiarlo todo por producciones más grandes”.

Nadar contra corriente “Lo que pasa es que yo, sin jactarme mucho, empecé a nadar contra esa corriente. Sobre todo, empecé a nadar contra corriente en el año 85 y en el año 86. Fui el único suplidor de Starbucks y Seattle’s Best 114

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Coffee . En cambio, los torrefactores gourmet no eran importantes para los demás exportadores. En los años 80, había la plata que usted quisiera para desarrollar la industria cafetalera. Teníamos dos fuentes muy importantes: por un lado, la Agencia Interamericana de Desarrollo, que no sabía qué hacer con la plata para fortalecer Costa Rica contra los sandinistas, y financiaban renovación de cafetales y cooperativas ... Ellos pensaron en la cantidad, yo pensé en la calidad. La otra fuente era la plata del reciclaje de petrodólares. Para las ´comodities´ era el mejor dinero. Si usted tenía grandes proyectos con grandes empresas le daban dinero. Es cuando usted ve en la historia cafetalera costarricense la creación de los super beneficios, caracterizada por la expansión, la concentración y la mecanización. “Había financiamiento de las variedades de alto rendimiento, y había megaproyectos de agroindustria en el café. Costa Rica tenía imagen de café oro, y lo estaba echando a perder por producir mucho, concentrando beneficios, botando siembras viejas, haciendo beneficios de gran cantidad, y con procesos de producción en los que se premia la cantidad en lugar de la calidad. “Si usted quiere ver un elefante blanco, vaya a San Juan de Santa Bárbara, o vaya a la ex Meseta, en San Marcos de Tarrazú... San Juan de Santa Bárbara está hecho para beneficiar 250 mil fanegas. Lo hacía en los años 80. Hoy está lleno de gorgojos y pasto. La misma cosa ocurre en San Marcos de Tarrazú, donde hay café tan fino... “Se hicieron beneficios con todo lo necesario para destrozar la calidad: secar el café en ocho horas a temperaturas altas, sacar la miel con maquinas en lugar de sacarlo en tanques con el café reposado... “Se abandonó la tradición, y cambió la forma de operar bien en la industria. En los años 80, lo que importaba era quién podía exportar más, y quién podía ir a la Bolsa de Nueva York. “Yo tenía otra visión y otra necesidad: me gustó la idea de rescatar. Soy un poco romántico. Me gusta el café, me gusta la tradición... ¿Para qué me meto en esto? Me gusta la idea de que el café de Tarrazú tiene un sabor diferente al de Palmares, y que genera una sensibilidad diferente. “Soy un catador, trabajo con el producto. En ese momento, ya no era parte de una multinacional. Estaba chiquitillo como empresario y tenía que especializarme. Si me ponía a competir con los grandes no podía sobrevivir. “Así que yo iba concentrándome en los cafés finos, en el mercado de nicho, que era muy chiquito. Nadie pensaba en eso. Te hago un pequeño paréntesis: la gente que empezó el movimiento gourmet es gente de mi generación. Son muchachos de los años 60 que andaban buscando cosas diferentes. Era gente con la que yo tenía una comunicación cultural. Los otros exportadores los veían como Camilo Rodríguez Chaverri

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gente rara. Yo sí estaba conectado con ellos, yo sí entendía qué era lo que querían los de Starbucks. El comprador de la compañía grande va en la noche a tomar licor y a ver mujeres en clubes nocturnos. Eso no es mi vida. En cambio, el comprador del gourmet se quedaba en mi casa, íbamos al teatro o a subir el volcán Barva. Es otro mundo”.

Exportador de los cafés más finos “A finales de los 80 y a principios de los años 90, nosotros éramos el principal proveedor de cafés finos de Costa Rica en Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Japón, Israel, los países árabes y Escandinavia. Buscamos en cada país el torrefactor de lujo. Ese era nuestro nicho. “Ahora se ve como un cuento, se ve sencillo, pero no era tan sencillo. Pasamos diciendo que Costa Rica tiene el mejor café del mundo y uno llegaba a los hoteles de aquí a tomar café adulterado. Era un ejemplo de que ´casa de herrero, cuchillo de palo´. “Decir ´café puro´ es nada, es apenas el primer paso. Es decir ´no somos criminales´. La clase de gente que no son criminales es muy grande. La clase de gente excepcional es muy poca. “Empezamos a ver que estábamos exportando café oro a gente que tenía negocios de gourmet, y en este país no existía ese negocio. No existía la posibilidad de tomar lo mejor que producía este país. “Café Britt nació como tal hace 20 años. Britt es el nombre de una mujer sueca. Los escandinavos entienden que ´Britt´ es una rubia bonita. Fuera de aquí, si uno dice Britt a un americano, o a un europeo, la idea que genera es que es una mujer escandinava, rubia, bonita... Como Britt Eklund-la estrella de la película de James Bond, ´The man with the golden gun´. “La idea es que teníamos que generar una idea a través de un nombre y Escandinavia es el lugar donde están los compradores más exigentes y el consumo per cápita más alto del mundo. A mí se me ocurrió el nombre. “Los primeros cinco años vendimos aquí, y tratamos de vender afuera. Éramos exportadores de café oro. No teníamos la maquinaria ni el mercado. Durante los primeros cinco años, Café Britt era más que todo como una pequeña subsidiaria de ´Beneficio Tres Volcanes´. Era como mi trapito de dominguear. Teníamos quince clientes: el Hotel Cariari, el Teatro Nacional, Le Chandelier, unos hoteles en Manuel Antonio, y uno que merece ser mencionado, Soda Pintico, en el sótano del Centro Colón, una soda sencilla, de gallo pinto... El señor, el dueño, es un fanático del buen café. La soda todavía existe y todavía compra café Britt.

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“Ese 5 por ciento que vendíamos como café gourmet fue creciendo. Poco a poco el negocio de café tostado fue cambiando por el negocio de café oro. El proceso empezó a acelerarse con el Premio Nóbel de la Paz y el descubrimiento de Costa Rica como destino turístico. “No me cabe duda que Café Britt se disparó con el Plan de Paz. Con el gobierno de Óscar Arias empezó a venir gente, y empezamos a arreglar este lugar para que la gente viniera. A principios de los años 90 no había nada que hacer en Costa Rica, San José Palacio estaba quebrado, el Corobicí era ´Play Boy´... Hacía falta muchísimo en turismo”.

Coffee tour “Compramos esta finca en el año 90. En el año 91 inauguramos el Coffee Tour. La gente decía que estaba loco. La idea ha sido cómo mostrar el proceso del café. Aquí ningún torrefactor quería mostrar su fábrica. Es que cualquier actividad que usted hace, la parece algo ordinario, pero si se la muestra a alguien más, a esa otra persona le puede parecer algo fuera de serie. “El catador escupe café, pero si usted pone a un turista, y le explica qué es catar, y cómo cambia el café de un lugar a otro, entonces lo entretiene y le enseña algo. Para alguien que no hace trabajos en cuero, ver ese trabajo le puede resultar muy atractivo. La idea consiste en mostrarle a la gente todo lo que está detrás de una taza de café. Pusimos a la gente a coger café, a cosechar café, y decidimos hacerlo con un guión. Cuando empecé, pusimos a guías turísticos, pero inventaban la información. Usted sabe que el tico siempre lo sabe todo, y lo que no sabe, lo inventa. Por eso me puse a pensar, y me dije ´¿quiénes tienen la formación profesional para estar orgullosos de decir la misma cosa todos los días sin aburrirse? Sin duda que lo que necesitábamos era actores y actrices. Los primeros actores fueron Marco Martín y Ana Álvarez, quien ya no es actriz, es la dueña del Hotel Valladolid. Ella es sicóloga, es una muchacha muy inteligente, y cuando más joven era actriz. “Jacqueline Steller vino poco después, y también estuvo Aurelia Dobles. Hemos tenido muchos actores conocidos. La idea es que, ya que tenemos actores, hay que conseguir un dramaturgo, para que escriba un guión. Así fue como surgió nuestro contacto con Jorge Arroyo, de Alajuela. Dionisio Echeverría era el productor, buscó las luces, diseñó el teatro... Ya él no vive, y nuestro teatro lleva su nombre. “Empezamos a comunicarnos en el mundo con los potenciales compradores, y en el 91 el Icafé quería hacer algo, un tipo de promoción de café, nos dijeron ´embárquense ustedes´, y pusimos un stand en el Camilo Rodríguez Chaverri

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aeropuerto. Era un stand pequeñito. Ahí regalábamos café. Había una tienda muy fea, de empresas comerciales, subsidiaria de Aviación Civil, que vendía camisetas y café. Como alguien me dijo una vez, no era ni empresa y ni era comercial. Además, el IMAS vendía ´Duty Free´. “A partir de nuestra experiencia en el aeropuerto empezamos a ser conocidos, y empezamos a tener clientela del exterior. Luego empezamos en el Automercado. En los años 80, Automercado era el centro de Los Yoses. Irrumpimos ahí y entramos en los supermercados de lujo de los años 80, que eran Yaohan y Muñoz y Nanne. “Fuimos adquiriendo cierto ´expertise´ en suplir a los hoteles y restaurantes, por lo que crecimos como empresa mientras creció el turismo. Levantamos conforme creció la oferta de turismo, crecimos en hoteles y restaurantes. “La primera etapa de Café Britt fue como hermana de Beneficio Tres Volcanes. La segunda etapa fue después del Plan de Paz y el Premio Nóbel, y la tercera etapa empieza en el año 2000 o poquito antes. Empezamos a abrir el capital, vendimos beneficio Tres Volcanes, trasladé a los mejores ejecutivos, como Pablo Vargas, Marianela Monge, Elieth Sanchez y Carmen Lidia Chavarría, para café Britt, y me comprometí con esta empresa”.

Volando alto Seguimos en la cafetería de Café Britt en las afueras de Heredia. Empieza a hablar una muchacha en español y en inglés. Aparece también en una pantalla proyectada sobre la pared. Le enseña a los turistas cómo se prepara un capuccino y un expresso cubano. Él se detiene a escucharle, con una sonrisa de profunda e innegable satisfacción. Cuando la muchacha termina la demostración, sigue con su relato. “Después tuvimos el contrato de Wall Mart, más bien con The Sames Club, que es como el Pricemart de Wall Mart. Hay 450 cincuenta de estos en Estados Unidos, y cada uno vende al menos un millón de dólares por día. “En esto nos ayudó la suerte. Un ejecutivo conoció café Britt, y fue la persona que nos contactó con la gente que nos dio el primer contrato. El señor tomó café Britt en un barco pesquero. El capitán pasaba seis meses dedicado a la pesca deportiva, y los otros seis meses aquí. Como pasa seis meses al año en Quepos, se hizo aquí de una novia y la novia le ayudaba en Florida con los barcos. Allá invitó a un señor a pescar, a ese señor le gustó el café que le sirvieron, preguntó por ese café, y la novia de su anfitrión le dijo ´yo conozco al dueño´. Una casualidad más: ella es una de las fundadoras de A ´ zafrán´,

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en Plaza Mayor, y yo le vendía café a Azafrán. Después de un tiempo de conocernos ahí fue que pasó a ser la novia de este pescador. “Nosotros finalmente trabajamos con una empresa que se encarga de desarrollar productos nuevos para Walmart. Para entrar a WalMart abrimos el capital. Al capitalizar la empresa nos convertimos en una empresa más moderna, con junta directiva. WalMart exige una serie de cosas más estructuradas. En ese entonces, la gente con quien trabajamos en Estados Unidos tenía como campo de labores el buscar compañías con buenos productos pero sin producción en escala. Es decir, esta empresa preparaba a las empresas, nos mostraba cómo hacer diseño de las cajas, cómo llenar los requisitos... Esta empresa está en Arkansas, Estados Unidos. Ahí, en pocas palabras, nos explicaron cómo podía hacer una empresa pequeña para tratar con un monstruo. Lo forman a uno en cosas muy sencillas como que la tarima tiene que ser de un cierto tamaño y una cierta medida, y que si no es de ciertas dimensiones, la rechazan en la bodega. “En WalMart todo está sistematizado y en línea. Uno sabe a las diez de la noche cuánto vendió en el día. Perdimos ese contrato porque tuvimos éxito. Una compañía mucho más grande que la nuestra ofreció un mejor precio y mejores condiciones. Es que les abrimos la categoría de café gourmet. Fue otra enseñanza “Vendimos durante un año y medio. Lo importante es que WalMart que nos puso en el mundo, nos obligó a profesionalizarnos y nos enseñó como hacer logística. Tuvimos que entregar a 150 puntos en Estados Unidos, desde Texas hasta Minnesota, desde Florida hasta Alaska. Curiosamente, uno de los mejores puntos de venta estaba en Alaska. Ese Estado tiene como 150 mil habitantes, y donde hay frío, la gente toma mucho café. Además, en San Francisco el consumidor tiene mucho de donde escoger, en cambio, en Alaska una bolsa de dos libras de café en un saquito de cabuya era algo fascinante, mucho más atractivo que en otros lugares. Se fue nuestro contrato con WalMart, pero ya la empresa era otro mundo”.

Gran visión Detiene lo que iba diciendo para mostrarme a Álex Elizondo, uno de sus colaboradores. “Hace dos generaciónes, su familia no usaba ni siquiera zapatos. Sus papás entregaban el café en carretas. Son de Pérez Zeledón. Yo los conocí allá. Él vino a trabajar en la empresa sin identificarse. Después me di cuenta de donde venía. Él se ha ido superando y ahora es el responsable de capacitar a nuestros trabajadores en los restaurantes y hoteles en Costa Rica y el Caribe. Les enseña cómo hacer un buen café. Esto es Costa Rica:

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si tenemos verdaderas oportunidades para las personas, la gente las aprovecha. “Te estaba contando lo que pasó alrededor de nuestro contrato con WalMart. Nos convertimos en una empresa moderna. Cuando cayó lo de WalMart, teníamos una actitud diferente. Tratamos de ver cuáles eran nuestras fuerzas. El área de crecimiento más importante para Café Britt es venderle a gente con nombre y apellido. Vimos que nuestro futuro era desarrollar internet y desarrollar ventas directas. Decidimos poner stands en los Automercado, y empezar a concentrarnos en crear puntos de venta, o sea, no dejar que otros vendieran nuestro producto, venderlo nosotros. Esto lo aprendimos porque el fracaso en WalMart era que el comprador era un funcionario de una compañía. Es decir, yo estaba tratando con un ejecutivo, no estaba tratando con mi cliente, con quien consume Café Britt. “Cuando uno trata con una compañía grande, debe saber que el ejecutivo puede cambiar el comprador cada seis meses. Lo único que les importa es comprar barato. Son tus amigos por un centavo de dólar. “Es como lo que te dije hace un momento sobre el café oro: el comprador que va a los puteros compra cualquier café, y el que iba a mi casa y se interesaba por el teatro y la naturaleza era el compraba café oro. El primero es un burócrata, y está llenando un puesto mientras sube de puesto; el otro está en lo que más significa en su vida. “Te pongo un ejemplo del comprador de café oro: el fundador de Seatle Best Coffee, uno de los íconos de café gourmet, terminó vendiendo su compañía, compró una finca en Poás, y se casó con una colombiana que, por su parte, tiene una finca de café en Frailes. Vive aquí seis meses al año. Es gente con sensibilidad. Está en proyectos de cómo hacer café más amigable con la naturaleza. Mientras tanto, el comprador de una compañía gigantesca ahora está jugando golf o tomando cruceros y viene como un turista de cruceros para acá. “En la tercera etapa, nos concentramos en aprender a ser vendedores. Lo que se puede decir es vendedores en detalle, lo mismo que internet. Invertimos muchísimo en tecnología. Eso es parte de nuestro éxito en hoteles y en las tiendas del estilo del aeropuerto. Tenemos doce personas trabajando exclusivamente en tecnologías de información. Todo está conectado. Trabajamos en línea hasta de noche. A las 3 de la mañana el aeropuerto está abastecido de todo, para el día que inicia. Igual ocurre con el Aerial Tram, el Four Seasons, el Marriott... Tenemos 18 tiendas”.

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La ruta del café “La primer tentativa fue en Poás. Habíamos exigido que la plata de la tienda se quedara en el parque nacional. La plata era un porcentaje por persona, pero entró en caja única del Estado, y se empezó a hacer muy político. Dijimos ´no necesitamos esto´, quisiéramos hacer algo muy bonito en Poás. “En Poás éramos bastante chapas, pero aprendimos mucho. Tuvimos errores de decoración de la tienda, y la forma que aprendimos más fue contratando gente que sabía buscar profesionales que sepan lo que están haciendo. “Hay que preparar gente pero también buscar gente. Al gerente de ventas lo robamos de Cefa, Pablo Vargas estaba estudiando en la otra universidad de Michigan que es importante... Michigan tiene dos universidades. Hay una gran rivalidad entre mi universidad y la universidad de Pablo, tanto como Saprissa y La Liga en el futbol de aquí. Me llamó de su habitación en Michigan, me dijo que estaba estudiando el tema del café en Costa Rica, vino e hizo una pasantía conmigo. Escribió una tesis sobre café. Lo que estudió fue los problemas a raíz de la ley de café. Hizo muy buen análisis. Pablo tiene una gran cualidad humana: es un tipo con una base moral muy rica, es una persona muy sana, es un católico moderno... Yo creo en los principios, pero no soy tan religioso. “Para no salirme del tema, hay que saber que el personal es fundamental para uno”.

El museo del café “En el beneficio que revivimos quiero hacer el museo del café. La idea es hacer algo que no sea de café Britt, que represente al país, un museo que cuente la historia del café del país, un museo al aire libre, con un cafetal, un beneficio y todo el Valle Central delante de sus ojos. “Uno dice en Alemania que es de San Marcos de Tarrazú y le mandan un Mercedes, pero lo dice en San José y le dicen ´polo´. Le hemos enseñado al mundo cómo producir cafés finos, la técnica que hay en el país es impresionante, la gente que sabe de verdad en este tema es suficiente como para manejar el café de América Latina. “Un pequeño ejemplo: el café mas caro del mundo es el café de Hawai, el café kona. Los costos de producción son elevadísimos. La gente lo considera super gourmet. El procesamiento del café de Hawai es hecho por dos compañías ticas, la maquinaria la hicieron aquí y las enseñanzas a los beneficiadores provienen de Costa Rica. Hay ejemplos por todo lado. En Brasil, toda la revolución del café de Camilo Rodríguez Chaverri

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calidad proviene de aquí, usted va a Minas, y se jactan de eso, dicen ´nosotros tenemos un beneficio exactamente como los de Costa Rica´. Al mismo tiempo que Costa Rica crece en imagen, como marca en el mundo, una imagen extremadamente fuerte, al mismo tiempo, adentro hay un sentimiento de comején por todo lado, hay comején, tenemos un sistema de educación que está cayendo en pedazos, un sistema de salud que está cayendo en pedazos a pesar de que contamos con los mejores médicos de América Latina, hay gente de lo más inteligente, personas muy capaces. La situación de la educación pública obliga a la gente a buscar colegios privados. Mi señora fundó el Colegio Europeo. Es el primero que da bachillerato internacional como parte del currículo. Hay otros dos, el Lincoln y el Británico, en los que el bachillerato internacional es una opción, pero en el Colegio Europeo es una condición desde que el estudiante ingresa. “ “Vea que tiene la misma dinámica por la cual le pusimos el nombre de Britt a nuestro café. Si le hubiéramos puesto nombre tico nadie hubiera creído que era buen café. La autoestima del tico viene de lo que el extranjero diga de él. El orgullo está mal puesto. Hay una relación de amor odio con el extranjero...”.

Mauro y Álex Nos saluda un muchacho. Se llama Mauro. Don Steve me cuenta que el muchacho está aquí desde los 16 años de edad. “En el año 90, su papá se lo llevó para Los Ángeles, vino, la mamá de él era empleada en la casa de nuestro gerente de Producción. Un día me dijo el gerente, ´ella tiene un hijo muy listo, habla inglés´... Lo pusimos a trabajar, empezó jalando cajas, estudió contabilidad y cómputo, trabajó en contabilidad, luego Intel lo contrató, y más tarde volvió. Ahora es el entrenador de los nuevos empleados, el encargado de relación con el cliente, el Customer Service Manager. cuenta don Steve, cuya empresa apareció entre las cien empresas de América Latina más amistosas para trabajar y las cien empresas más innovadores de América Latina. “Ahora estamos en una nueva etapa, que es exportar el modelo. Lo hicimos en Perú. Conseguimos el contrato del aeropuerto en Lima, y tenemos tres tiendas en el aeropuerto. Abrimos el primero de febrero, y ya tenemos 80 trabajadores. Estamos en el Marriott de Lima, y tenemos un torrefactor. Allá hicimos un montón de productos nuevos, hicimos chocolate con lúcuma, porque la lúcuma para el peruano es la tapa. “Nuestra idea es que después de 20 años ya afinamos un cierto modelo. Tenemos claro cómo es un buen torrefactor. Hay un excelente café en Perú. Para montar la empresa, en un momento tuvimos 50

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personas de acá allá. Ahora sólo son ocho. Ya estamos vendiendo medio millón de dólares por mes. “El café Britt de Perú es muy peruano. La gente sabe que es una compañía tica, pero la imagen que queremos es la de una compañía tica que está dando valor agregado al café peruano y a los productos del campo peruano. “Los peruanos están súper orgullosos de su país. Estamos trabajando mucho con ese concepto. Para crecer en algún país, nuestro modelo nos dice que se necesita que sea un país productor de café, con buen café y que tiene mucho turismo. Algunos países a los que quisiéramos ir es a Panamá, Guatemala y México. Por ejemplo, México tiene buen café, es poco, pero hay que descubrirlo. Yo voy a descubrirlo. Pasé mucho tiempo comprando café. Es algo que conozco. “Tengo cinco hijos, Marie, de 30 años, quien estudió agronomía en Francia, se interesó en Fitopatología. Empezó a especializarse en una enfermedad, en una planta, una enfermedad que es como el cáncer, que actúa como el cáncer, y tiene la misma estructura molecular. Muchas enfermedades son hongos y bacterias, esta no. Ésta actúa como una mutación, que hace que la célula pierda el sentido del buen vecino, se multiplica y empuja a las de más afuera... Está en Finlandia. Es doctora en Biología Molecular. “El segundo se llama Felipe, tiene 29 años, es el encargado de la parte comercial del café. Yo soy el encargado de velar por el café, él es el encargado del comercio de ese café; Benjamín, es el que hace logística, trabaja en producción, hace que las cosas funcionen, Felipe hace que se venda. Montó todo lo de Perú. Tengo dos hijos más: Jeremías, quien es el gerente financiero del colegio, y Catherine, que es profesora. “Como no tengo trabajo, no soy el jefe de nadie. Ese muchacho que está ahí al frente es el supervisor de lo que son los puntos de venta, se llama Diego Ugalde. Entonces, soy como asistente de él. Yo he estado en los supermercados. Hablo con las muchachas, les pregunto detalles de su trabajo. La semana pasada pasé viendo cafetales en Santa María de Dota”. Le digo que se le nota tranquilo y feliz... “Estoy haciendo lo que me gusta. Casi no hay momento en que no haga lo que me gusta. He tratado de hacer eso toda mi vida. Hago muchas reuniones. Estoy en contacto directo con todos mis compañeros de trabajo. Cuando llegan a cumplir tres meses en la empresa les invito a tomar café conmigo Hago grupos de ocho muy mezclados. Tenemos casi 500 personas trabajando en Café Britt. Los conozco a todos. A todos los he tenido al frente... A los que no conozco es porque tienen menos de tres meses de estar en esta empresa, que es parte de mi familia”.

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Segunda Parte

Entrevista de Televisión -Durante 165 años, Costa Rica exportó café sin valor agregado. Muchos aseguran que hay un antes y un después en la historia del café de Costa Rica. Yo pienso que hay un antes y un después de Café Britt y de don Steve Aronson que vino a revolucionar sin duda la industria del café. Principalmente por las presentaciones que es el valor agregado que le da a un producto costarricense que tiene estatura mundial. -Don Steve ¿Cómo fue que usted llegó a Costa Rica? -Bueno llegué con mochila, como un estudiante de Universidad. Yo estaba terminando mi trabajo universitario en Colombia. Hice estudios de Economía Agrícola, y decidí regresar a Estados Unidos por tierra, pidiendo “ride”. Mi aventura empezó en Colombia donde llegué en barco hasta Panamá, para después subir hasta Michigan. Llegué a Costa Rica en el año 69 cuando estaban terminando de construir la Carretera Panamericana en el sur del país. Mi primera noche la pasé en Buenos Aires, de Puntarenas. Recuerdo que dormí en un trailer. Al día siguiente me bañé en el río y desayuné en un restaurante chino. Me encantaron dos cosas de esta zona: la belleza del país y la amabilidad de la gente. Yo había pasado tres meses en Colombia, que es un país que ha pasado por todo lo que es la violencia de los años sesenta. Entonces me impresionó mucho que Costa Rica tuviera un contrato social que funcionaba. En aquel entonces era no solamente el país sin ejército, sino que era el país con policías que no tenían armas. Entonces era también durante la época de la guerra de Vietnam y yo estaba impresionado con un país donde que no obligara a sus ciudadanos a ser soldado, porque en Estados Unidos, al cumplir 18 años, automáticamente los jóvenes debían estar en el ejército. En ese momento, en el año 69, me dije que talvez este sería el lugar para hacer mi familia. Regresé en 1973, después de haber trabajado cuatro años aprendiendo a ser catador de café y como comerciante en Nueva York. Hice todo lo que es el entrenamiento básico de un profesional en café. Regresé a Costa Rica como comprador. Luego pasé como seis años viajando por Latinoamérica usando a Costa Rica como base. Y algo interesante es que convencí a la multinacional en la que trabajaba en ese entonces de que usaran a Costa Rica como base, principalmente por la calidad de las telecomunicaciones. En ese 124

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entonces, Costa Rica era el único país en Latinoamérica donde había teléfonos en cualquier parte del país. Inclusive tuve mis oficinas en Getsemaní de San Rafael de Heredia, o sea, a unos cuatro kilómetros de Heredia. Era una oficina de compra de café que buscaba lo más especial en el mundo. En el 79 me independicé. Seguí trabajando como tradicional exportador, como beneficiador de café. O sea trabajando preparando materia prima para las industrias del mundo. Cuando me independicé, empecé con unos ahorros que tenía junto con los de un socio. Todo nuestro dinero lo vimos en la bodega, eran como cincuenta sacos de café en la bodega. Ahí estaba todo nuestro capital. Cuando empezamos, decidimos que el futuro era el café de alta calidad. Lo que debíamos hacer era salir del mercado de materias primas y buscar formas de agregar valor o buscar los clientes que estaban listos para comprar un producto por sus características y no por su precio. Si uno no tiene dinero, era muy difícil, porque el mundo de materias primas es un mundo en que la gente mueve mucho dinero y las cosas se venden por el precio. En el mundo de productos de valor agregado se vende el producto por sus características, por lo que eso fue lo que hice y me dediqué a vender los cafés de Costa Rica a los compradores pequeños que tenían boutiques. A aquellos que tenían tienditas y vendían productos a los cafés verdes de beneficios específicos y áreas específicas. En los años ochenta me di cuenta de algo que era una contradicción extraña. El gran orgullo del tico le hacía decir frases como “nosotros tenemos el mejor café del mundo y lo exportamos a Alemania y a otros países y nosotros tomamos lo que resta, lo que no podemos exportar”. Esto era parte del ADN del tico y yo lo percibí como una falta de autoestima. Recordé que cuando estudiaba en Francia uno se emborracha con los mejores vinos y la gente dice “Ah qué bueno, ese es el producto de nuestro terruño” y en Costa Rica lo que estamos diciendo es “Ah éste café que no se puede exportar es el que vamos a tomar y vamos inclusive a echar azúcar y otras carajadas a ese producto”. No estaba de acuerdo con esto y entonces, de nació la idea de Café Britt.

-Porque Café Brito nació primero para el mercado interno, verdad? -Café Britt nació con la idea de tostar y empacar el mejor café de Costa Rica, y no solo café de exportación, sino los mejores cafés de exportación que también se pudieran vender en el mercado interno. Esta era la idea desde el comienzo. Nuestro enfoque es que estamos exportando café verde, café en oro, café crudo para ese comprador que tenía una tienda o para aquel que tuviera una tostadora pequeña. Era para un experto, que al tomar su café de la mañana se diera cuenta de la calidad. Empezamos a convencer a los hoteles y restaurantes. Camilo Rodríguez Chaverri

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Fue muy difícil, pero rápidamente logramos convencer al Hotel Cariari y al Hotel Costa Rica, que en ese entonces era realmente el Gran Hotel Costa Rica. Así llegamos al Teatro Nacional.

-¿Esto sucedió en los años ochenta? -Sí en los ochenta. Esto fue en los inicios, pero también empezamos a hacer las primeras cafeterías en Costa Rica, por ejemplo El Ruiseñor. Nosotros montamos El Ruiseñor porque pensamos que teníamos que tener un lugar donde la gente llegara a tomar buen café. Entonces decidimos buscar a la gente que hacía buena pastelería. En esos años ochenta estamos hablando de antes del boom turístico.

-También ayudó el Premio Nobel de la Paz para Oscar Arias -Si. Nuestra primera exportación fue muy chistosa. Era una exportación impulsada por Oscar Arias para la gente del terremoto de San José, California. Arias quería regalar algo a los ciudadanos de San José, California de parte de los ciudadanos de San José, Costa Rica. La idea era regalarles café tostado, para poder tomarlo. Esta fue una de las primeras exportaciones y fue el comienzo del fin de la estructura legal que existía en el Instituto del Café. En esas épocas los cafetaleros debían entregar el 9% de su producción al Instituto del Café para que sea puesto en baños de agua con tinte azul para venderse en remate, y éste era el único café que podían tomar los ticos. Además solamente se podía comprar en el Instituto del Café. Cuando nosotros empezamos a tostar café de exportación, tuvimos que comprar el café en Limón, y pagar los impuestos de exportación y todo para poder volverlo a importar a Costa Rica. Era la única forma que teníamos de tostar café de exportación. Y con esa exportación a San José, el Instituto del Café aflojó el reglamento, dejándonos tostar café de exportación siempre y cuando sean pequeñas cantidades. Cuando hicimos la fábrica en 1991, pasamos de ser una tostadora en un garaje a una bodega en Barrio Turnón. Cuando hicimos la tostadora nos dimos cuenta que era imposible crear una marca en Estados Unidos o en Europa, entonces pensamos que había un pueblo entero que llegaba a Costa Rica desde el mundo, todos los años, que eran los turistas. Entonces nos concentramos en crear una marca a través de los visitantes a Costa Rica. Y esto es lo que impulsó nuestra exportación.

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-Las personas se han dado cuenta de cómo ustedes han ido cambiando y cómo en su empresa hay valor agregado, ¿verdad? -Bueno, nosotros empezamos con una idea muy sencilla, el empaque verde que sigue siendo el de mayor venta en Costa Rica. Luego cuando hicimos Café Britt oscuro y pensábamos en que esto iba a ser un clásico. Por varias razones, primero porque el sabor del café iba a ser igual los doce meses del año y dos porque el sabor del café va a representar lo mejor que se produce en Costa Rica. Nuestro éxito viene de que estamos constantemente mezclando y creando. Las cosechas varían en el sabor. En los años noventa nos dimos cuenta de que hay un cambio en el mundo con respecto a la sofisticación del café. Café Britt es parte de un movimiento general que creó una categoría nueva del café. Al inicio el café era como la droga que uno toma en la mañana, pero en los años noventa empezó todo ese movimiento de gourmet y la gente empezó a conocer de donde venía el café y a celebrar las diferencias. Empezó a buscar algo no tan comercial. Entonces empezamos a celebrar las diferencias de las micro regiones de Costa Rica. Recuerdo que en una ocasión mientras iba en taxi hacia nuestra fábrica en Heredia le pregunté al taxista si había probado Café Britt? y el taxista me dijo: “no, yo solo tomo café nacional”. Hasta cierto punto me dije “hemos hecho algo bien”. Porque para poder convencer al costarricense que este producto era un producto premio, pues teníamos que hacer un empaque que pareciera importado. Hay que ser abierto y adaptarse a los cambios que existen en el mundo. El mundo no es estático, el consumidor no es estático, si una empresa es estática, pues se queda atrás.

-¿De qué manera hubo que cambiar también la forma de ser del costarricense para enfrentar el mundo? ¿Cómo han tenido ustedes que romper barreras mentales o culturales? -Una cosa que siempre me llama la atención es la diferencia de la relación de nuestra empresa con sus empleados, comparado con la relación que yo tenía como empleado cuando estaba exportando café en Oro. Nosotros, cuando teníamos la compañía de café en Oro, llegamos a exportar un 10% del café del país, que eran 220 mil fanegas y teníamos como 100 empleados. La mayoría eran trabajadores, gente que manejaba montacargas, que jalaba sacos y solamente había 15 en la oficina. En este momento, nosotros trabajamos alrededor de 40 a 50 mil fanegas, en volumen de dinero, somos dos veces más grandes que la compañía que manejaba las 200 mil fanegas y tenemos en este momento más de 800 empleados. La gran mayoría de estos Camilo Rodríguez Chaverri

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empleados son universitarios, gente que habla inglés, en mercadeo, arquitectos, hasta un doctor tenemos. Además tenemos gente en una fábrica de chocolate, actores y demás. Esas 50 mil fanegas han dado la posibilidad de desarrollo a una cantidad bastante grande de familias costarricenses. Estamos produciendo café que se vende en los Hoteles Four Seasons en el Caribe y en varios de los mejores hoteles de Perú, Chile, Florida, Boston. Estamos compitiendo con el mundo. Esas 800 personas lo que están haciendo es produciendo un producto, un servicio y una entrega que puede tranquilamente competir con cualquier compañía buena en el mundo.

-Después del café, usted empezó a trabajar con chocolates y a combinar con otros productos. -Si, tenemos mercado además en Chile, donde contamos con 110 empleados y en Perú. La idea de Café Britt ha sido siempre vender a gente con nombre y apellido. Nosotros pensamos que nuestra fuerza como marca es el contacto directo con el cliente, por eso nuestro lema es “De la plantación a su taza”. Nosotros decimos que somos el único intermediario que necesita la mata de café para llegar al consumidor y somos el único intermediario que necesita el artesano costarricense para llegar al comprador. Somos el único intermediario que necesita el que produce cacao para llegar al cliente final. Entonces se considera como un desarrollo viéndolo con la visión 20/20 que siempre uno hace cuando ve la historia. Por eso era bastante lógico que creáramos un sitio web donde tenemos alrededor de 150 mil clientes que nos compran por Internet. Gracias a este sitio llevamos nuestro producto directamente a la casa del cliente. Con respecto al chocolate, yo siempre he trabajado igual con cacao que con café. Yo era el principal exportador de cacao del país y tenía oficinas en Bribrí, en Cahuita y en Siquirres, donde tenía bodega. Mi segundo sueño era poder hacer un producto de chocolate combinado con el café. A finales de los años noventa lo logré. Actualmente, Café Britt tiene toda una línea de chocolates finos. Todo viene siendo la misma filosofía, dar valor al producto nacional en todo aspecto. No solamente en producción, sino también en distribución, en mercadeo y en servicio. Vender a gente con nombre y apellido.

-En este momento tienen tiendas en Costa Rica, en Perú y en Chile. -Además en Curazao y en las Islas Vírgenes Americanas. Tenemos un total de 45 tiendas en otros países.

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¿Qué le preocupa de la Costa Rica de hoy? ¿Qué le inquieta? ¿Qué está bien en Costa Rica y qué está mal? -Lo que más me preocupa en Costa Rica es lo que en un principio fue lo que más me atrajo de estas tierras. Era un país donde hay un contrato social que funcionaba, pero creo que los debates que se están dando ahora, me dan la sensación de que ya no está funcionando tan bien. Y digo esto, porque creo que mucho del debate no es honesto. Entiendo que hay gente que están diciendo cosas sobre el Tratado de Libre Comercio que no están en el documento del TLC y están llegando a conclusiones que sirven nada más para espantar al público costarricense. Y lo están haciendo en una forma en la que usan la violencia verbal y con una forma poco honesta de expresarse. Por ejemplo, el otro día escuché a alguien que estaba diciendo que con el TLC Costa Rica no va a tener agua porque las multinacionales van a sacar toda el agua del país. A muchos les da miedo jugar en las Ligas Mayores. Nosotros estamos jugando contra las grandes compañías de café en el mundo, jugamos en el Internet, vendemos nuestro café en los mejores hoteles, y restaurantes del mundo. Tenemos un grupo de aproximadamente 800 costarricenses y acabamos de montar una compañía en Chile con cien personas. Gente de aquí pusieron en el aeropuerto en Chile una tienda que se convirtió de las más importantes en el aeropuerto de Santiago. Allí todos los productos son costarricenses. ¿Qué hizo Franklin Chang cuando fue al espacio? ¿Qué estaba haciendo la Selección cuando quiso ir a la Copa Mundial? Pues lo que estaban haciendo es atreviéndose a jugar el mundo. Lo que siento es que falta diálogo sobre el TLC. Es por eso que hay un grupo de gente que dice “nosotros no podemos”, o “si abrimos nuestras fronteras al comercio libre los grandes van a aplastarnos”. Y lo que realmente va a pasar es que el tratado regulará y abrirá los mercados. En este momento tenemos barreras arancelarias contra nuestros chocolates en Estados Unidos. Si se pierde la Cuenca del Caribe, el café tostado no va a entrar en Estados Unidos y todos los otros productos que nosotros vendemos van a tener una serie de trabas que en este momento no tienen. Yo creo que hay que aceptar el hecho de que estamos en el mundo del comercio abierto y que es la única forma en que podemos crecer como país y crear riqueza. Lo que me preocupa es que hay universitarios y sindicalistas y una serie de gente muy inteligente, que en vez de mirar que el mundo es así y que debemos lidiar con esta realidad, se concentran en decir cosas que espantan a la gente

-¿Qué puede pasar en Costa Rica si no se aprueba el TLC con Estados Unidos? Camilo Rodríguez Chaverri

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-Bueno, se van a ir muchas de las divisas que están en el Banco Central y va a darse una devaluación, va a crecer la inflación y los planes de inversión que tienen las compañías internacionales se van a aplazar. Entonces tendremos problemas parecidos a los que se dieron a principios de los años ochenta, como falta de divisas y probablemente una fuga de cerebros bastante grande. Se va a dar la situación de que en vez de tener gente que viene de Nicaragua a Costa Rica, vamos a tener los graduados universitarios del Tecnológico de Cartago huyendo hacia Nicaragua.

-Cuando uno le pregunta a la gente que está en contra del TLC y cuando las encuestas preguntan sobre el TLC con Estados Unidos hay una primera cuestión que es ¿Se van a afectar los agricultores, pequeños y medianos, la pequeña empresa, agrícola y rural? Tenemos en el imaginario colectivo que este es un país de campesinos y que esos campesinos van a sufrir por el TLC. Pero yo he hecho entrevistas aquí a productores de naranja, de piña, de chayote, de hortalizas en general, de leche, de café y todos hablan bien del TLC. Bueno, ¿De qué manera el TLC viene a consolidar oportunidades para el sector agrícola? -Yo creo que lo que va a afectar es a todos los pequeños campesinos que producen trigo en Costa Rica. Ellos si van a sufrir. Pero la mayoría de los productos que produce el campesino costarricense son productos que se exportan y la posibilidad de abrir más mercado a un agricultor es positivo. Cerrar los mercados a él es negativo, y algo que siempre me llama la atención, porque lo he escuchado varias veces en las discusiones anti TLC es que lo que realmente van a sufrir son los agricultores de Cartago porque no van a poder ya competir con las papas importadas. Y la papa está fuera del TLC. Entonces, si uno escarba en esos argumentos, no tienen base. Por eso le digo que no son honestos.

-Usted le recomendaba a la gente invertir en Costa Rica por la calidad de las telecomunicaciones ¿Qué piensa de las telecomunicaciones ahora y cómo pueden cambiar con el TLC con Estados Unidos? -Creo que ningún monopolio es productivo. Creo que lo que ha pasado en Costa Rica es que para desarrollar las telecomunicaciones se necesitaba concentrar recursos en una sola área, pero en este 130

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momento lo que tenemos es un mundo de telecomunicaciones que está cambiando extremadamente rápido y que necesita algo de competencia para poder justamente revitalizarse. Si uno no tiene interacción con el exterior y con el mercado, pues uno muere.

-El otro tema es el de los seguros. Usted tiene que ver con seguros de cosechas, tiene que ver con toda la experiencia en seguros en un campo agrícola tradicional importantísimo del país. ¿Qué puede significar la apertura de seguros? -Mejor servicio, más barato y con más variedad de productos. La apertura del sistema bancario en el país, lo que nos ha dado es un Banco Nacional y un Banco de Costa Rica mucho mas fortalecido, porque ellos son jugadores dentro de un campo que es mucho mas variado. Esto mismo va a pasar con los seguros. Vamos a tener la posibilidad de escoger.

-Quisiera que me hable de la calidad del recurso humano en su empresa. De ese ser humano que está detrás de Café Britt y que ha hecho una diferencia. Yo recuerdo ejemplos que usted tiene de muchachos que son hijos de cafetaleros o de peones y que han desarrollado todo un crecimiento profesional a partir de su esfuerzo y de la estructura que el Estado le ofrece. -Bueno, el recurso natural más importante que tiene Costa Rica es su gente. A veces me sorprende que existan universitarios que no se dan cuenta de que ellos son los que están cuidando, abonando y haciendo crecer este recurso natural. En Café Britt le damos la posibilidad a la persona de ir a donde puede llegar. Por ejemplo, tenemos una señora que empezó limpiando baños, pero aprendió inglés y contabilidad y ahora es gerente en la tienda más importante que tiene la compañía. Tenemos un muchacho que también habla muy bien inglés y que es el que entrena a toda la gente de los hoteles. Viaja a los restaurantes más finos del mundo para explicar cómo usar la máquina expreso y cómo hacer las mezclas. La cuestión es que hay que dar la posibilidad y el costarricense va a responder a ello. Si decimos que no podemos, entonces no vamos a poder, tan sencillo como eso. En nuestra compañía esto ha sido prácticamente la fuerza más grande y también lo que nos ha inspirado. Tenemos mucha que gente que han hecho sus estudios estando en la empresa y les pagamos entre el 50% y 90% de sus estudios.

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Giovanni Masís Giovanni Masís es el presidente de la Corporación Hortícola Nacional -Primero explíquenos ¿qué es la Corporación Hortícola Nacional? ¿A quiénes representa? -La Corporación Hortícola Nacional es una organización creada por la Ley 76-28. Es un ente público no gubernamental, que nació con la idea de establecer un régimen de equidad en las relaciones de producción entre productores, comercializadores, industrializadores y el mismo consumidor. Se creó para buscar espacios donde todos los actores de la agro-cadena tengamos una participación equitativa, justa y se genere riqueza. Donde se vea beneficiado todo el sector hortícola costarricense.

-¿Quiénes están ahí? ¿Cuáles productores? -Bueno, tenemos productores privados, cámaras, empresa privada y asociaciones. En esta idea del gremio corporativo agremiamos unas 12.000 personas del sector hortícola costarricense.

-¿Cuál es la diferencia entre lo que ustedes producen y lo que producen otros agricultores? ¿A quiénes clasifican dentro de la familia de la Corporación Hortícola Nacional? -Nosotros clasificamos dentro de la familia de la Corporación Hortícola a aquellos productores que producen follajes. Flores como la coliflor, brócolis y los nabos y frutos comestibles como los tomates, chiles y pepinos.

-¿Son productos de plantas pequeñas? -Exactamente. Y después hay un sin número de hortalizas, bulbos como cebollas, raíces como papas y zanahorias. Ahora, la ley también nos obliga a cobijar raíces y tubérculos. No obstante es un sector que creo que está bien representado por las cámaras.

-Los tubérculos son ñame, ñampí, yuca, malanga y tiquisque, entre otros. ¿Dónde están ubicados estos productores? 132

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-Bueno el 85% de la producción hortícola costarricense, por una cuestión natural, está concentrada en Cartago. Sin embargo, tenemos producciones importantes, por ejemplo en Alfaro Ruiz. Ahora, hay especialidades. Tenemos por ejemplo en Guayabo de Bagaces que produce chile picante de excelente calidad. Es una productora de cebollas excelente. Yo creo que ahí está ubicada la mejor cebolla nacional. Con respecto al tema del tomate. Tenemos la producción más alta de tomate en la Meseta Central, que no está concentrada en Cartago.

-¿Está en Tacares de Grecia? -Si, en Grecia, pero también en Naranjo, San Ramón, Barva, Santa Bárbara y todos esos alrededores. Tenemos una producción interesante. Ahora se ha dado un resurgimiento, precisamente en esta actividad, en todo el país. Hay producciones importantísimas de hortalizas en San Vito de Coto Brus. Este esquema de ambiente protegido induce al país a producir hortalizas.

-En Poás, por ejemplo. -Exactamente. Creo, que el país se convierte en un escenario importantísimo para la producción de hortalizas. Ahora ¿por qué ha habido una proliferación de ellas? Por los hábitos de consumo, hace diez años consumíamos menos hortalizas. Ahora los últimos estudios arrojan que las hortalizas se han convertido en los vegetales de mayor consumo per. capita. Lo hemos mencionado hasta la saciedad. Hace diez años la ensalada era repollo con tomate, y lo consumíamos los domingos. Hoy por hoy se consumen licuados de hortalizas en el desayuno, como por ejemplo: apios con perejil, pepino, piña mezclado como antioxidantes.

-¿Los mini vegetales forman parte de la Corporación? -Claro que si, porque son mini tomates, mini cebollas, mini remolachas. Es una familia muy grande, una familia que obliga a la Corporación Hortícola a cobijar, así como CORBANA cobija al banano, LAICA al azúcar, nosotros tenemos que cobijar todo este amplio universo del país.

-¿Cuál es la realidad del sector hortícola costarricense? ¿Cuáles son los principales problemas que tiene el sector?

-Hay una realidad nacional que aqueja a todo el sector agropecuario. Las hortalizas en los últimos veinte años, al igual que a muchos otros Camilo Rodríguez Chaverri

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sectores, estuvieron de la mano de Dios. Toda una serie de cambios institucionales, económicos y políticos que se han dado en el país, tanto en el contexto nacional como internacional, no cumplieron con el verdadero mandato de la modernización institucional que definitivamente se requería en su momento. Precisamente para dar instrumentos y herramientas para que el sector hortícola evolucionara y respondiera a las necesidades, no solo del mercado nacional, sino del mercado internacional. No podemos concebir, hoy por hoy, que tengamos actividades con un futuro exportador con grandes limitantes. Hablo de los tomates, los pepinos y los mini vegetales. Estos son productos que tienen un futuro y un mercado increíble.

-¿El mercado es hacia fuera? Sí, hacia fuera. Pero el esquema de financiamiento no traslapa una realidad del productor. Precisamente conversaba con el sector tomatero sobre ¿qué va a pasar si el tomate gusta en los Estados Unidos y a un productor de tomate le dicen que produzca treinta o cuarenta contenedores por semana? No tenemos esa capacidad para producir esa cantidad de contenedores por semana para el mercado de exportación, precisamente porque no se le preparó las condiciones hace veinte años. La asistencia técnica fue para un mercado local. La inteligencia de mercado ha respondido a una obligación impuesta a un empleado público, pero que no respondió a la necesidad propia del actor, que es el que produce. No podemos concebir que si un exportador quiere abaratar costos, se haga si tenemos más del 90% de la red vial rural destruida y despedazada. Yo no puedo concebir que el servicio fitosanitario del Estado tenga las limitantes que tiene. La investigación se le ha endosado al sector privado. Ha sido el productor independiente el que la ha desarrollado. Necesitamos de un acompañamiento más serio. Que se haga una investigación que se adapte a lo que el entorno internacional obliga. Hay una realidad hacia fuera que dice que Costa Rica tiene grandes oportunidades. El problema ha sido a lo interno. Creo que los tratados como tal, son buenos. Es la opción para que el productor nacional pueda hacer crecer más sus fronteras. Pero aquí tenemos un serio problema interno. Yo no puedo concebir, hoy por hoy, que siendo productor agrícola que se ha convertido en un pequeño empresario, dueño de una micro empresa, no tenga opción al crédito. Se habla y con aplausos se dice de que tres empresas o cuatro empresas son las que en el país dan mayor cantidad de empleo, pero el empleo más grande lo generan el 86.5% de las micro empresas. Entonces hay cosas que dicen que el productor ha demostrado ser eficiente, que ha demostrado ser competitivo y que ha invertido por sí mismo. El problema ha sido a lo interno. Hay cosas para maximizar, precisamente esas 134

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condiciones que tenemos y no lo logramos, por las trabas internas. Pongo un ejemplo con los mini vegetales. Tenemos una comunidad como Cipreses de Oreamuno, que se ha convertido en una comunidad modelo segura para el país. ¿Pero cómo va ser posible que esa gente, cuando las ventanas se abren para Europa y Estados Unidos no puedan aprovecharlo? Porque precisamente la capacidad instalada que tienen ellos es mínima. Se necesita meterle un ambiente protegido. Tenemos una zona lluviosa y cuando ellos van a que le financien una hectárea les cobran 140 millones de colones, para techarla. Los proyectos en el país se financian sobre la base de las garantías y no es una base de viabilidad, aunque está hartamente demostrado que el negocio de los mini vegetales es un negocio redondo. Entonces ¿por qué no tomar ese modelo de Cipreses, instalarlo en Zarcero, en San Ramón, en Guayabo de Bagaces o en aquellas zonas donde los índices de pobreza son enormes y que son zonas rurales? O sea, el problema precisamente lo tenemos aquí, a lo interno. Definitivamente es lo que considero que hay que trabajar con mucha actitud. Al mirar el Plan Nacional de Desarrollo de este gobierno, se analiza y hace que tomemos conciencia de que hay una identificación de la verdadera problemática del país, no solo en el tema agrícola, sino en muchos temas que aquejan a la realidad nacional. El asunto está en ¿cómo hacerlo?

-Hablemos sector por sector. ¿Cuáles problemas particulares tienen los tomateros, la papa, la zanahoria y los minivegetales ¿A quién le están vendiendo? ¿Cómo lo están vendiendo? ¿De qué manera pueden venderlo mejor? -La Corporación Hortícola ha tenido que entender varias cosas. Precisamente porque es el sector más informal del país, a diferencia de los demás sectores. Este sector no maneja facturas, la comercialización es informal. Por lo tanto, dentro de todo este proceso de mandato de Ley de Integración, hemos tenido que aceptar y reconocer que la organización lo que tiene que abrir es espacios. Precisamente para que sean los productores los que exporten, y ellos vean las verdaderas oportunidades. Producto por producto. Por ejemplo la papa es un producto sensible en el país y es el producto hortícola de mayor importancia, seguido por tomate. La papa es un asunto con un tema simple. A lo interno altos consumidores con una importación masiva de papas agroindustriales dicen que en el país no se pueden producir. El problema no es que no se puedan producir, el detalle es ¿que hace 50 años nos enseñaron a comprar papa lavada? El mundo desarrollado compra papa setillada, papas con tierra. Se ha dicho hasta la saciedad que no podemos comprar papa lavada, porque Camilo Rodríguez Chaverri

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se ponen verdes y se llenan de solanina y de veneno. Entonces tenemos investigadores tan buenos en el país, que tenemos que producir una papa que sea blanca o amarilla para que responda al requerimiento óptico del comprador. Y a pesar de esa situación tan complicada, somos suficientes en el país, con un requerimiento de importar únicamente una vez al año. ¿Qué pasa si nosotros junto con el Ministerio de Salud le demostramos al país que Costa Rica tiene que consumir papas setilladas, papas con tierra, así como lo hace el mundo desarrollado? Tengo plena seguridad que los tonelajes que alcanzamos por área con esas variedades que nosotros producimos, son altos. En el momento que nosotros produzcamos papas industriales para venderle al consumidor nacional, ya no importando el color, sino la calidad, Costa Rica alcanzará un tonelaje por área muy parecido al que tiene Holanda y el mismo Canadá. Y podemos ser competidores fuertísimos en el CARICOM. Ahora bien, no obstante hay un interés de Italia de importar papa, específicamente semillas de papa. Con respecto al tema de la zanahorias, nosotros hemos llamado a la zanahoria, el melón de altura. Costa Rica empezó a incursionar exportando zanahoria hace unos tres años. El año pasado Costa Rica cerró con una cantidad de contenedores importados que sobrepasaban los 350 contenedores, exportando a Centroamérica, a Puerto Rico y al CARICOM. Con los tomates, Costa Rica tiene lo que no tiene Centroamérica. Lo que muy poco tiene México y Chile por una condición natural. Costa Rica produce el mejor “tomate bola”. Ahora se ha empezado a incursionar exportando tomate a Puerto Rico y a los Estados Unidos. Entonces nos convierte a nosotros en competidores en ciertos rubros importantes y por lo consiguiente tenemos mini vegetales. Hay temas en los cuales, los agricultores como nosotros, tenemos que incursionar con un valor agregado, como es en el caso de coliflores, brócolis y otro tipo de hojas. Precisamente por las condiciones climáticas y si no tenemos las condiciones idóneas para producir, manejando el ambiente. De ahí es lo que considero que estas hortalizas tienen un mejor futuro precisamente agroindustrial. Entonces, el sector hortícola tiene grandes oportunidades, por lo que tiene cómo hacer las cosas bien. El asunto es cómo hacer click para que todos los actores que estamos dentro de la actividad, como por ejemplo instituciones públicas, el Ministerio de Salud, la Corporación Hortícola, los productores y los exportadores trabajen en conjunto. ¿Cómo es posible que para que un contenedor salga, tenemos que ir a pedirle una cita al servicio fitosanitario del estado? Esto hace que estemos condicionados y que se retrase todo.

-No puede ser! Ustedes pueden ser exitosos productores, pero si el servicio fitosanitario del estado les atrasa la exportación se convierte en una barrera. 136

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-Claro. Ahora bien, hay que entender también lo que está pasando en el servicio fitosanitario del estado. Porque hay gente buena y con toda la mejor disposición. Pero los techos presupuestarios que ellos tienen son mínimos. Yo lo he mencionado. Así como en este momento se habla de que al ICE y al INS hay que soltarle amarras para que sean más competitivos, hay además ciertas entidades públicas del estado que también hay que soltarles las amarras. Si en este momento nosotros exportando, generamos al país más de mil millones de dólares y sumándole la actividad agroindustrial, llegamos a casi mil trescientos millones de dólares, eso significa que es una actividad importantísima para el país. Si la agricultura como sector se ha ampliado, y se amplia la verdadera participación del PIB del 10% a casi un 28%, eso significa que somos una actividad importante. A nuestro país hay que verlo dentro del contexto real. Costa Rica no puede dividir lo urbano de lo rural. Por ejemplo, si das un paseo en auto desde San Pedro hasta Santa Bárbara de Heredia te encontrarás café, tomates o chiles. Somos un país con una condición especial. Tenemos una vocación agrícola. Para mi criterio es un potencial que tenemos que explotar. Hace 20 años, Costa Rica se insertó en los procesos de globalización y de manera unilateral aceptó eliminar aranceles, entra dentro de las disposiciones de invitación a la OMC, se convierte Costa Rica en el tercer receptor de inversión extranjera y también se convierte en el país de mayor apertura de Latinoamérica y fortalece un comercio exterior. Pero ahora, ¿cómo es posible que al Ministerio de Agricultura y Ganadería y a muchos otros ministerios que tienen que ver con la producción, los tengamos caminando a pata y descalzos?

-¿Qué piensa usted del TLC con Estados Unidos? -El TLC es importante para el país, es nuestro principal socio comercial. Hay una relación muy estrecha. Creo que el tema de telecomunicaciones, el de seguros y el de la propiedad intelectual son temas que son adversos.

-¿Y el tema agrícola? -En el tema agrícola no, porque si nosotros vemos las 440 mil hectáreas que el país produce, un 48% son productos tradicionales: banano, café y caña. Tenemos un 14% de frutas que son altamente exportables, un 9% de otros productos que son precisamente raíces y follajes. Un 4% que son raíces y tubérculos que son exportables. Camilo Rodríguez Chaverri

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Quedamos únicamente un 6% de hortalizas sensibles: papas y cebollas excluidas del TLC y un 19% de granos básicos: arroz, frijoles y maíz. Dejamos de comer tortillas hace 25 años, los molinitos y las maquinitas desaparecieron, nos convertimos en comedores de pan, importamos maíz amarillo. Con respecto a los frijoles, el competidor o la amenaza que tenemos no son los Estados Unidos, es Nicaragua. Queda únicamente arroz, un 60% en manos de 4 personas y un 40% en pequeñitos productores, donde hay un techo de más de 20 años, donde Costa Rica puede darle vuelta a eso. Hay que buscarle otro tipo de valor agregado a este producto. Entonces el problema no es el CAFTA, no, es a lo interno resolver cómo implementar que el sector agrícola potencialice las oportunidades que tiene.

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Juan Rafael Lizano El ingeniero Juan Rafael Lizano fue Ministro de Agricultura del gobierno de Rafael Angel Calderón Fournier y Ministro de Seguridad en el gobierno de Miguel Ángel Rodríguez. Por un tiempo, fue representante de Costa Rica en el Banco Centroamericano de Integración Económica durante el gobierno de Abel Pacheco. También es productor agrícola. Fue representante de la Escuela de Agronomía en el Consejo Universitario y fue representante estudiantil en el Consejo Universitario siendo estudiante de agronomía. Ha sido productor de leche, ahora es productor de helechos y follajes, tiene producción de palma en Palmar Sur y ha estado en una serie de actividades muy interesantes, por ejemplo tiene una empresa en sociedad de productos agrícolas químicos. También ha estado en la Cámara de Agricultura y ha sido presidente de la Cámara de Agricultura varias veces. Ha sido presidente de la Unión de Cámaras, de donde llega como representante de la Cámara de Agricultura y está ahora en UNCAEB. Es una persona interesante para conversar sobre el TLC con Estados Unidos. Por su liderazgo, por su capacidad y su experiencia. Incluso se ha pensado que es presidenciable, porque muchas veces se ha mencionado su nombre como candidato de su partido. ¿Por qué considera usted que el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos es importante para el país? ¿Cómo está el agro costarricense ahora? ¿De qué manera viene a ayudarle? Es importante su opinión porque además usted estuvo en CINDE tantos años durante los ochenta, en épocas en las que se inyectaba un millón de dólares por día a la economía costarricense, o sea un 2% del PIB. -Yo creo que el país no puede quedarse trabado. El país tiene que caminar y una forma de caminar es haciendo Tratados de Libre Comercio, no solo con Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, también con la Unión Europea y con países de Suramérica, con China y con todo el mundo. Nosotros tenemos que incorporarnos a la economía mundial para desarrollar el país. No puede subsistir un país sin vender, sin desarrollarse. Si mi mercado fuera cuatro millones de habitantes que hay en Costa Rica, para los que sembramos helechos, por ejemplo, posiblemente con menos del 1% se llenaría el mercado. Y le cuento que somos el país que más helechos exporta en el mundo.

-Entiendo que además Costa Rica es el primer productor de piña en el mundo, el mejor productor de banano, uno

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de los mejores productores de café, el mayor productor de chayote ¡Somos sumamente exitosos! -Somos exitosísimos. Yo empecé en esto en los años ochentas, desde CINDE con un consejo que teníamos que se llamaba el Consejo Agrícola Agroindustrial Privado, el CAAP, donde empezamos a hacer estudios, no de producción para afuera, sino de mercado para adentro. De ahí salieron muchas cosas muy interesantes: fresa, plantas ornamentales, palmito, piña y muchos de estos productos que se originaron desde finales de los ochenta y los principios del noventa. Para mí, Costa Rica se ha incorporado con un gran éxito al mercado internacional, es el país que exporta más agricultura per. capita de América Latina. Es decir, no somos principiantes, somos campeones. Por eso es que me parece que el TLC, por lo menos en el campo agrícola es interesantísimo para este país. Costa Rica exporta a Europa el 64% de las exportaciones de todo Centroamérica, entonces ahí tenemos otro mercado. Cuando yo visito algún país de Europa en función de los productos que vendemos o que compramos, siempre me dicen los europeos ¿qué están haciendo ustedes ahí con el mercado más grande del mundo a pocos kilómetros y con dos puertos que dan la posibilidad de entrar por la costa oeste y por la costa este? Ustedes tienen todo el mercado, todo lo que quieran. Lo que tienen que hacer es establecer reglas del juego y lanzarse a una exportación masiva. Tenemos que mejorar puertos, porque estamos claros de que estamos un poco débiles en eso. El Pacífico está empezando un poco mejor, el Atlántico no. Pero eso es el sentimiento que hay que darle a la gente. Este no es un tratado de pleito. Ya se dijo que no es inconstitucional. Es un tratado de ilusión. Un tratado de buscar un montón de mercados nuevos donde podemos penetrar con reglas justas. Donde nos permiten tanto invertir allá, como ellos invierten aquí. Usted podría pensar en que el ICE podría dominar la producción de energía eléctrica en Nicaragua y esa empresa es del Estado y podría hacerlo, nadie se lo impide. Y con el tratado lo harían con muchas más posibilidades porque tienen los técnicos, la tecnología, la experiencia y todo para hacerlo. ¿Por qué no liberamos un poco estas empresas como se hizo con los correos de Alemania DHL? Son empresas del estado alemán, o del estado y los empleados. Entonces a mí me parece, que lo que debemos buscar es cómo vamos a tener mucho más mercado, mucho más comercio para que este país se levante. Si lo que hacemos es comprar y vender lo que producimos tendríamos excedente en todo, absolutamente en todo. Y ya estamos llegando a topes, porque somos un país que ya nos reclaman. Por ejemplo hemos tenido, creo que dos protestas o acusaciones en la OMC, una de India y otra de Brasil, por estar protegidos por el CVI, la Cuenca del Caribe, y exportar a Estados Unidos con privilegios siendo un país gran 140

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exportador. Esos son anuncios con los que hay que tener cuidado, y eso nos tiene que llevar a firmar el TLC en el cual garanticemos los mercados a través de las leyes y de un mercado justo.

-Usted fue un Ministro de Agricultura exitoso. También trabajó en el Banco Centroamericano de Integración Económica, en CINDE. Es agrónomo, es productor, no solo productor agrícola sino agroindustrial y productor industrial para el agro ¿Qué gana Costa Rica de aprobar el TLC y qué pierde de no aprobarlo? -Hay una cosa que es muy importante, nosotros entramos a los mercados americanos por una concesión dada por el presidente de los Estados Unidos, que como dice Ottón y alguna gente, nunca se va a acabar. Bueno ¿por qué no se va a acabar? ¿por qué si los Estados Unidos tienen un convenio con todos los países a los que exporta, como con Chile, con toda Centroamérica, con República Dominicana y no sé con cuantos TLCs más, por qué va a mantener un privilegio a un país que exporta mucho, que es competitivo y que no quiere ceder en las importaciones? Un Tratado de Libre Comercio es una negociación comercial donde yo doy y a mí me dan, no solo me dan. Eso se acabó en el mundo. Entonces para yo tener acceso a un mayor mercado, tengo que abrir el acceso de mi contraparte. Nosotros estamos abriendo un acceso a 4.5 millones de habitantes y a nosotros nos están dando un acceso a casi 300 millones de habitantes. La economía de Costa Rica es 57 meses menos que la economía sólo de la ciudad de Nueva York. Entonces estamos teniendo una gran posibilidad de aumentar todo nuestro caudal, de exportaciones, de trabajo, de tecnología, de los muchachos que están en la universidad, de nuestros hijos, de nuestros nietos, de poder tener trabajo y poder salir adelante. ¿Que pasaría si gana el No? Que se mantenga el statu quo como está es difícil, pero digamos que se logra, pero en el momento en que la Cuenca del Caribe empiece a tener problemas porque países que han firmado TLCS y que le han cedido cosas importantes a los Estados Unidos digan: “Bueno señores, nosotros cedimos para que ustedes nos den mercado y estos señores no ceden, no le dan mercado a usted y ustedes les da el mismo trato”. Posiblemente eso se acabe. Entonces ¿qué pasaría con un No? Que podríamos perder o tener que pagar impuestos en los Estados Unidos como pagamos algunos productos en Europa, por ejemplo banano. Entonces aquí hay que empezar a tener seguridad en nuestros mercados para la inversión, no solo de los grandes transnacionales, sino de los mismos empleados costarricenses y de los trabajadores que poco a poco vayan haciendo sus empresas

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o sus encadenamientos empresariales. Para que inviertan con la seguridad de tener mercados seguros, con reglas establecidas.

-¿En cuáles campos ganamos y cómo podemos asumir retos distintos en el futuro en el ámbito agrícola con un TLC? -Yo creo que ganamos en el campo en que aseguramos nuestro mercado. Yo le voy a contar un cuento un poco largo. Yo fui Ministro de Agricultura y me tocó hacer cosas muy duras, por ejemplo, quitar los impuestos al maíz y cerrar las importaciones que hacía el CNP, que era el único importador de soya y de trigo. Existía la empresa Los Molinos de Costa Rica, que es una empresa mexicana-costarricense, que no podía importar. Había que importar el trigo, lo que era una cosa rarísima. El Estado costarricense se metía a hacer cosas que no debía, tenía ciento y pico de estancos y todos los días se perdía plata. Era un robadero espantoso, casi incontrolable. Cerramos los estancos y las plantas del CNP y me dijeron “todo el mundo se va a morir”o “se va a acabar el país”. Liberamos la importación de maíz y lo que se logró fue darle un inmenso crecimiento a la leche, de la cual somos exportadores en todo Centroamérica. También se ayudó a productos como el pollo, a los huevos, a todas estas industrias agrícolas y además a los pequeños agricultores de maíz que no eran triunfadores. Ellos eran personas que tenían muchos problemas, porque eran precios subvencionados por ley, o sea usted y yo y todos teníamos que pagar mucho más alto el pollo, la leche y la carne, porque teníamos que subvencionar a estos agricultores. Se transformaron posiblemente en pequeños productores de yuca, de raíces y tubérculos, de camote, yuca, ñampí, ñame y muchos en algunas flores tropicales. Se empezó a trabajar en la parte de Guácimo, por ejemplo, en Río Jiménez, en Pejibaye de Pérez Zeledón. Así el país empezó a despertarse y se lanzó a la exportación de productos que jamás hubiéramos soñado exportar. Y logramos dominar muchísimo el mercado centroamericano y entrar. Se dejó la posibilidad de que el que quería sembrar maíz, sembrara maíz blanco, que es el que se usa en las tortillas y nunca, ni tan siquiera en eso fuimos autosuficientes, seguimos importando maíz blanco. Entonces, lo que no es negocio, lo que no puedo producir con eficiencia y con rentabilidad, pues es mejor comprarlo y producir lo que podamos producir con eficiencia y rentabilidad.

-Hay un sector que dice abiertamente que desconoce el fallo de la Sala Constitucional, que desconoce el referéndum como medida o como recurso de democracia directa, por ejemplo el Rector del Instituto Tecnológico donde se está 142

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generando una gran cantidad de ingenieros, ¿Qué piensa usted de todo eso? -A mí me parece el contra sentido más grande. Un rector es el que maneja a los profesores, a las cátedras, -aunque las cátedras son libres-, es el que guía a la institución y no puede ser que un rector de un Instituto Tecnológico que habiendo o realizándose el TLC y llegando a la firma, en un sector que va a ser muy beneficiado porque van a darse muchos empleos en la parte tecnológica. Es un gran contrasentido que esté en contra de que sus alumnos tengan trabajo, que tengan posibilidad a acceder, de dar sus conocimientos y entrar en un mundo más técnico y más intelectual. Yo me pregunto ¿qué será de estos muchachos? ¿deberán irse a trabajar a otros países o irse a países industrializados? Con respecto a los del NO, he visto dos cosas que hay que señalar. El PAC, don Ottón Solís y don Guido Vargas de UPA Nacional, han dicho que ellos reconocen la institucionalidad del país y si no están de acuerdo con el fallo, pero es el fallo de un tribunal del país y que van a apoyarlo. Pero me impresiona que este señor que es rector del Tecnológico y de un comité de alianza del NO, hable de que no va a reconocer los fallos ni la institucionalidad del país, que van a ir a las calles o que quedan muchos métodos. Existimos muchos hombres y mujeres en este país que no vamos a permitir bajo ningún concepto que ningún charlatán de éstos, -porque son charlatanes cuando hablan así-, vengan a amedrentar el país y decirle que si el SI gana, ellos no lo van a aceptar y que van a desconocer la institucionalidad de este país, eso no lo vamos a permitir en ningún campo. Existimos gente responsable, seria, que hemos luchado por la institucionalidad de este país, y queremos que este país siga un camino recto, siga un camino institucional, donde se respeten las leyes de la República y eso lo vamos a hacer cumplir.

-¿Qué puede significar para el futuro de Costa Rica el desconocimiento de las instituciones? -Eso es gravísimo. ¿Qué quieren, un Estado que no se rija por la ley y que se rija por las calles? Yo no entiendo eso. Aquí no ha habido fraudes, no ha habido acciones por las cuales debemos decir que hay corrupción en la Corte Suprema de Justicia o que la Sala Cuarta ha sido comprada. No, ha sido un fallo hecho por los señores magistrados que están ahí con toda su conciencia y ha sido un fallo dividido, lo que significa que hubo discusión. ¿Qué pasaría si cada vez que un juez condena o hace un fallo civil o un fallo penal, la gente no lo acepta? ¿Qué, va a ir a matar al juez o a pelearse a matar al que le ganó el juicio? No, las leyes se respetan, los juzgados se respetan, la Corte Camilo Rodríguez Chaverri

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se respeta, el Tribunal Supremo de Elecciones se respeta, porque son instituciones que este país ha logrado a través de muchísimos años y de muchísimas luchas, instalar, instaurar y respetar.

-Usted tiene mucha experiencia en el ámbito agroindustrial. ¿Qué puede significar no aprobar el TLC para los próximos años para los sectores más importantes del país? ¿Cómo visualiza usted la agricultura de Costa Rica de ganar el NO, en el Referéndum? -Mire, yo creo que se estancaría, no habría muchos más mercados. Habría que ir a pelear mucho más los mercados europeos, que no son los mercados naturales nuestros, son mercados mucho más largos, de mucho más difícil acceso, donde hay una competencia con los países asiáticos y africanos que tienen los mismos productos. Aunque hemos logrado una penetración importante, no es el mercado natural. Claro que hay que hacer un TLC con la Comunidad Económica Europea y hay que estar con ellos. Pero yo creo que el mercado natural de nosotros es ese inmenso mercado americano con la capacidad de pago que tiene. Es el mercado que más puede darnos desarrollo a través del comercio y la producción. Cuando decimos comercio, tenemos que hablar que hay producción en todas sus etapas. Cuando usted ve una finca, por ejemplo donde se siembre piña, hay una fonda donde hay un montón de gente que cocina, que da trabajo, que vende comida. ¿A quién? A toda la gente relacionada con la actividad, a los traileros, a las casas comerciales que venden los agroquímicos, a los que venden los repuestos en la maquinaria, a los que trabajan en la cadena de repuestos, en la cadena de vender tractores, de vender llantas. En el diesel, por lo tanto, hasta RECOPE se beneficia. En fin, no es el productor de piña por sí solo, es una actividad que da cascada para todo el que está metido en ese proceso productivo, que no es solo el que está en la piñera, ni solo el que está en la empacadora. No, hay un grupo de gente más desde afuera, que está influenciado directamente por la producción y la productividad de esa unidad de producción. Igual que en la industria, el comercio también se beneficia, lógicamente porque también habrá más importación de bienes para hacer la producción. Entonces es un crecimiento de la economía, no es el crecimiento de unos pocos.

-¿Qué piensa usted del sector arrocero? -Mire, el sector arrocero tiene un problema. Primero el 80% de la producción lo produce el 20% de los arroceros, o sea, es un grupo de gente muy fuerte produciendo arroz. En segundo lugar tiene una 144

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protección de veinte años con cinco años sin ningún problema, donde no empieza la degravación, donde la cuota de importación es menor que la cuota promedio que se ha venido importando en los últimos seis o siete años. Tiene 20 años para la degravación. Si en 20 años no podemos ser mucho mejor productivos, estamos fregados. Yo creo que el sector arrocero va a sobrevivir, sobre todo dentro de 20 años, no ahora, ahora van a seguir todo igual. La gente cree que se vota el Referéndum y se aprueba el TLC y todo cambia. No, todo sigue igual. Esto es un proceso largo en que las cosas van a empezar a funcionar poco a poco, no es que el año entrante se va a exportar mucho más. Lo mismo va a suceder con los arroceros, van a seguir produciendo y van a seguir produciendo en los próximos 5 años sin ningún problema. Después tendrán 15 años de degravación, pero actualmente si se importa arroz. Creo que la importación que dice el TLC son cincuenta mil toneladas, es decir, que estamos abriendo un pedacito. Y además existen, mientras esté la protección, las salvaguardas agrícolas. El gobierno las puede invocar. Quedan todas las salvaguardas de la OMC (Organización Mundial del Comercio), y la OMC está sobre los tratados, porque es un tratado multilateral. Entonces el país siempre va a tener su defensa. Además el presidente puede salirse del tratado, con seis meses de anticipación y no va ni al Congreso. Entonces los arroceros, creo que lo que tienen que hacer es mejorar su tecnología, mejorar su semilla, exigirle al gobierno o pedirle al gobierno una financiación mejor para convertir sus áreas en áreas de riego para lograr producciones mucho mayores y poder competir. Eso es lo que hacemos todos los demás en todas las otras actividades. Yo creo que lo pueden hacer porque son muy buenos.

-Yo quisiera que por su experiencia nos ayude un poco a hacer un diagnóstico y a hacer un recorrido por el sector agrícola costarricense. Bueno ¿Qué está pasando sector por sector y cómo podemos enfrentar los retos del mundo de hoy? Por ejemplo, el sector bananero, el sector piñero y el sector melonero. -Tal vez hay un sector que usted no nombró y que podríamos empezar, que es el primer cultivo de exportación de este país, que es el café. Es el primer producto de exportación que lleva Costa Rica a Inglaterra a través de Chile. Vea qué cosa más rara. Y con eso miles de miles de costarricenses llegaron al mercado de Londres, cuando había que ir en barco de vela y duraba como seis meses el barco en llegar a Europa. Bueno, esos cafetaleros que fueron insignes en este país, en el siglo antepasado, abrieron los mercados y abrieron la mentalidad de este país. Empezaron a pensar en un país exportador. Camilo Rodríguez Chaverri

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Y es muy interesante ver cómo se están defendiendo ahora con los cafés especiales.

-El caso de Tarrazú. Britt empezó todo. -Si, todo lo que le venden a Starbucks, por ejemplo, son precios mejores que los precios del mercado internacional. Así el cafetalero poco a poco va tratando de tener productividad, al mismo tiempo que calidad. Incluso está cambiando sus métodos de cosecha, cogiendo sólo café maduro y llevando café verde, pintón aparte o dejándolo para el final o recogiéndolo sin que le baje su calidad. Porque la calidad empieza a valer más que la cantidad. También están los cafés orgánicos, que tienen un mercado interesante en el mundo y que puede ser mercado para algunos agricultores. Hace poco usted vio que una familia de Acosta logró la venta de 10 o 12 quintales a dos mil dólares. Eso es increíble, cuando el café está a 110 o 130 y los especiales un poco más caros. Entonces ahí tenemos una actividad que se está defendiendo, que va saliendo adelante, que puede y ya es una actividad que no es de grandes, es una actividad de mucha gente.

-Y ha entendido la importancia del valor agregado. -Con las pequeñas parcelas de café de la Meseta Central, de todos los cantones grandes, del Norte de Heredia, el Norte de Alajuela, Naranjo, Palmares, San Ramón, San Isidro del General y por supuesto de uno de los cantones más productores de café, San Vito de Coto Brus y toda la zona de Los Santos. Son agricultores que han educado a sus hijos médicos, ingenieros, de todo, a base del café. Además el café es base en la historia nuestra como parte de la democratización de este país. Me imagino que un tratado le abrirá más posibilidad de que haya compradores más pequeños. Posiblemente habría muchos compradores pequeños a nivel de Estados Unidos a Europa, que comprarían café especializado. Pero el problema es quién mantiene el inventario ¿el cafetalero pequeño de aquí o el cafetalero pequeño de allá?, entonces eso es un problema por el cual a veces es más difícil la exportación directa de cafés especializados y esto le pasa a algunas trasnacionales como Starbucks. El banano fue un producto de grandes compañías, en los años setentas y ochentas. Hubo mucha gente que entró a la producción bananera con contratos con transnacionales o sin contratos. Tuvo una gran decadencia a finales de los noventas y principios de los años dos mil. Pero va recuperándose, en una forma muy importante, a base de productividad 146

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y de orden. Además de que las compañías contratantes cumplan sus contratos. En fin, es un producto que le veo futuro, que imagino mantendrá su producción y su exportación sin ningún problema. Piña es el fenómeno. En 10 años la piña ha llegado a tener la extensión del banano, es casi el mismo número de hectáreas y un poco más de trabajadores. Hay piñeros pequeños, por ejemplo un programa con Holanda llamado PROAGROI, que ahora lo maneja una directiva compuesta por agricultores, por la EARTH y por el Banco Centroamericano que financia a pequeños y entran a mercados especializados de Holanda. Esta gente ya está exportando una gran cantidad de furgones, increíblemente se han ido incorporando al mercado internacional directamente. Ellos pueden tener 1000 o 1200 productores en esta actividad tan grande. Melón es una actividad totalmente estacional, es una actividad básicamente para las áreas secas como Guanacaste.

-¿Y somos productores importantes en el mundo? -Somos productores, no sé en el mundo. Para nosotros es importante tener las 3500 hectáreas que se siembran. Muchas veces se usa como segundo producto el arroz, otras veces es el único producto, va obteniendo un mercado, a la par del melón se va papaya, se va sandía, que son productos que no se exportaban y ya se exportan. La papaya tiene un excelente mercado. Por lo menos para mi, comerme una papaya es más sabroso y un melón que comerme una manzana o una uva. Son como más suculentos, tienen más jugo, es más rico. Tienen mercados inmensos. Es cuestión de llegar a los mercados. Imagínese si pusiéramos a los chinitos de China continental a comerse un banano al día, no alcanzaría todo Centroamérica sembrada para vender banano. Bueno, es cuestión de mercadeo. Entonces yo veo una agricultura próspera, que camina bien. Si usted se va al norte de Cartago, es increíble lo que uno ve. En primer lugar casas bonitas como se las merecen todos los agricultores. Una vez cuando yo era ministro, fuimos con alguna gente, creo que era un banco internacional y me dijeron “pero viven muy bien los agricultores, tienen casas muy bonitas de cemento y todo” y le digo yo “y debieran tener piscina y tres carros, porque son los que más trabajan, son los que más se esfuerzan”.

-Es lo que don Carlos Odio de TicoFruit. “Yo voy a Europa, voy a Suiza y paso y hay una finquita de sesenta hectáreas, una casa enorme y un Mercedes Benz. Sigo y la otra casa es enorme y hay un Mercedes Benz y lo que hay al lado es una

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finca de sesenta hectáreas” ¿Bueno, porqué allá viven así y los nuestros no viven tan bien? -Bueno, eso es lo que tenemos que hacer, hacerlos vivir así. Ahora usted sube al norte de Irazú, a Zarcero con el nuevo programa que tiene de ambientes controlados, -que es algo que hay que ponerle mucha atención-, creo que ahí está un gran futuro para el agricultor de este país. Usted ve la gente produciendo zanahoria para la exportación, hay contratos, por más de mil hectáreas. Vea Giovanni Masís y su corporación agrícola exportando nueve contenedores de zanahoria a la semana. Y pensar que antes la zanahoria había que echárselas a las vacas, porque no había mercado. El mercado de 4 millones de habitantes que nosotros queremos sostener, posiblemente con la producción de la mitad de lo que se siembra o la tercera parte en hortalizas, estaría lleno y botando los precios. Entonces la exportación hace que haya una estabilidad mejor de precios y los agricultores puedan tener mejores rendimientos de sus parcelas, de sus fincas y lograr tener una vida mejor. Por eso pienso que no debemos buscar la exportación por exportación, debemos buscar la exportación por tener mejores precios, más educación, mejores ingresos, mejor nivel de vida y hacer que nuestros campos sean dignos como son los campos europeos.

-Existe la idea generalizada de que este es un país de agricultores, que nuestra raíz es una raíz campesina, aunque ya el porcentaje de la agricultura sea más bajo que lo que fue históricamente, pero también existen en las encuestas que yo he estudiado del TLC, entre la gente que está en contra, la siguiente respuesta: “estoy en contra porque afecta al agro y porque afecta a la pequeña y mediana empresa”. ¿Qué le contestaría usted? -No afecta al agro. Es que ahí es donde se está tergiversando toda la política del TLC o digamos la esencia. El agro no tiene porqué afectarse, lo que estamos es abriéndole mercados. Hay 5 o 6 productos entre los que va a haber importación, pero de los cuales somos exportadores actualmente, con absoluta libertad. Es decir, si fuéramos poco competitivos, pues no exportaríamos, o sea estaríamos importando principalmente. DE esta forma estamos compitiendo con los precios mundiales. El agro no tiene porque tener temores, lo que tiene que ser es más eficiente y productivo. El sentimiento de todos nosotros es que siempre alguien en la familia fue un agricultor o tenemos raíces agrícolas o nuestros antepasados trabajaron en agricultura, aunque no hayan tenido acceso a tener la tierra. Eso es 148

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muy importante porque antes, la economía era capital, sierra y trabajo, ahora hay una variante nueva que es conocimiento, que es el cuarto gran filo de la economía. Entonces debemos tener agricultores que puedan seguir produciendo agricultura, pero que le den conocimiento a otros, para que tengan el capital más invaluable que en este momento hay, que es el saber, el entender, el conocer, el ser profesionales, el ser tecnólogos. Ser educados para acceder a mejores trabajos. Nunca va a ser un país solo de empresarios, es imposible, no todos nacimos para ser empresarios, hay unas empresas que se van adelante y otras que no, pero eso ha pasado toda la vida y en todos los momentos. Usted ve un agricultor triunfante y a la par ve un agricultor perdiendo su finca, bueno las tierras son iguales, los mercados son los mismos, la tecnología está al acceso a todos, pero unos pueden trabajar mejor que otros. Igual en industria, igual en comercio. Abren una pulpería y la cierran y otra se convierte en un supermercado. Esa es la individualidad. La gente no es toda igual, no fue hecha igual, entonces, pues lo que hay que producir es trabajo para todos.

-Hablemos de la producción de helechos, de las plantas ornamentales y de la palma ¿Qué está pasando en el mundo hoy, y en ese mundo en el que usted está inmerso? -Mire, la producción de helechos, hemos llegado a un tope muy alto, ya somos muy grandes. Hay que tener cuidado. Ahora como que no vale la pena invertir más porque si usted produce más, lo que bajan son los precios.

-¿Y con quiénes compite Costa Rica? -Un poco con Guatemala, con Nicaragua, y con el mayor productor del mundo que es Estados Unidos, pero que no exporta. Nosotros somos el mayor exportador, que eso es muy importante. En ornamentales creo que el mercado americano puede ser inmensamente grande.

-O sea, podemos crecer. -Si. En helechos se exporta un 80% a Europa y un 20% a Estados Unidos, un mercado que no hemos entrado porque Florida tenía una producción muy alta, pero puede llegar un momento en que pase lo que le está pasando a las naranjas, que eso se convierta en ciudades y en parques. Entonces ahí puede ser que se vuelva a abrir un campo. Camilo Rodríguez Chaverri

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En follajes creo que hay un mercado importante, incluso Japón está empezando a ser interesante. Y en palma, yo creo que hay un déficit de aceite en el mundo y está la posibilidad del diesel a partir de fuentes naturales, y no de fuentes que se acaban como es la fuente de los fósiles. Entonces ahí tenemos un mercado increíblemente grande, todavía el precio que se usa para el biodisel es un poco inferior o muy inferior al precio del aceite. Nosotros tenemos un mercado de palma inmenso en México. Creo que hay compañías que tienen una gran exportación de plantas de palma a México y a todo el mundo.

-Hablemos del día R, el día del Referéndum. Usted está trabajando por el TLC y me parece que en el SI debe de ser muy complicado porque, en el No hay sobre todo un partido localizado, que es el PAC, y gente que está alrededor de los sindicatos y el PAC, pero en el SI hay varios partidos. -La Alianza del SI es una alianza muy heterogénea. Estamos con el SI gente que siempre hemos estado en frente, sin embargo estamos trabajando juntos, que eso es lo importante. En el SI está el Partido Liberación Nacional, oficialmente incorporado como partido, está el Partido de los Libertarios con Otto Guevara a la cabeza, también incorporado como partido, están los Socialcristianos del SI, que no quiere decir que sea el Partido Unidad Social Cristiana, y ahí está representados por doña Lorena Vázquez, Jefe de Fracción y por don Rodolfo Méndez. También hay dos partidos ms pequeños, el del señor Echandi, el Unión Nacional y el de Guyón Massey. Entonces la labor del Si es tomar todos los esfuerzos que ellos tienen, más los esfuerzos que los empresarios quieren dar. Programas como los que tiene la Cámara de Industrias y los que tiene AMCHAM. Este tipo de programas, para, primero instruir. Eso es lo que hay que hacer, primero educar, instruir, enseñar, organizarse y votar. Es la primera vez que un país vota en un Referéndum. ¿Qué es un Referéndum? Hay que explicar qué es un Referéndum. Bueno, es una oportunidad democrática que tienen todos los costarricenses de decidir cuál es el país que quieren tener, si quieren tener un país para adelante, un país de empleo, un país que crece económicamente y que esperamos lograr disminuir la pobreza y hacer un poco más de justicia social, o un país que se quede igual y que no camine. Entonces en esto, tenemos una organización ya organizada, es una organización como la que tenemos en las elecciones. Será difícil porque esperamos que sea una votación masiva.

-Me parece que además va a despertar al país ante el abstencionismo de las últimas elecciones. Este es un ejercicio que le va a ayudar a la democracia. 150

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-Le va a ayudar a la democracia. Imagínese que si votara el 80%, va a ser la votación más masiva o más grande que ha habido en el país y mover eso no es tan fácil, pero todo tiene su esfuerzo y en eso estamos. Nosotros sabemos que vamos a mover a los del SI y los del NO, pero vamos a mover este país a votar para que solo a cada ciudadano, con su conciencia, escoja qué es lo que quiere, un país moderno o país para atrás. Y la organización está caminando, hay muchísima gente trabajando, hay un comité de estrategia, hay un comité de propaganda, hay un comité con los partidos políticos, hay toda una organización del día que hemos llamado R, normalmente se llama el Día E en las elecciones, este para nosotros va a ser el Día R que es el día del Referéndum. Primero en el país, porque creo que en este país solo hubo un plebiscito en la Campaña del 53 con don Otilio Ulate.

-Pero nunca un Referéndum. -Nunca hubo un Referéndum. Bueno, éste es el primer Referéndum, que creo que va a ser observado por toda Latinoamérica. El primer país que decide un tratado comercial a través de un Referéndum. Bueno, qué dicha, ojala estemos educados y estemos preparados para, con toda la conciencia y con toda la información que tengamos, tomemos la mejor decisión, que para mí es el SI.

-¿Qué ha significado para una persona de partido como usted que ha trabajado tantos años, que tiene tanta experiencia y para una persona de empresa esa dinámica ahora de montar tanta gente tan disímil. -Mire, muy interesante. En primer lugar, yo un nunca fui al Congreso, normalmente los que han ido al Congreso mantienen más relaciones con los otros partidos. Creo que no hubiera podido estar, porque tengo un temperamento demasiado inquieto y estar ahí sentado en una sesión, posiblemente salga corriendo, pero lo interesante es que hablamos nada más del TLC, nada más hablamos del Referéndum, no hablamos de las cosas que nos desunen, sino de las cosas que nos unen. Y viera qué interesante, en estos cinco partidos hay más cosas que nos unen, que nos desunen. Sobre todo en la visión de lo que queremos de país, para adelante, para los próximos años. Es interesante ver las diferentes personas hablando de lo que queremos hacer y así todos hemos llegado al convencimiento de lo que queremos: un país diferente.

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-A raíz de esto, ¿Cree usted que Costa Rica tiene un Proyecto País? ¿O no? ¿O cada sector tiene un proyecto diferente? -Mire, yo lo que siento es que el Proyecto País en este momento es el TLC, raro ¿verdad? Muy extraño, porque no hay en discusión nada más. El TLC trae como consecuencia leyes que van a cambiar el país, como la Ley de Apertura de Telecomunicaciones y la Ley de Apertura de Seguros. Van a cambiar algunas cosas. Van a decirle al país también que hay otras gentes que pueden hacer las cosas mejores y también van a haber supervisiones como son, las de Telecomunicaciones o la supervisión de seguros. En esto a nadie se le puede dividir, como lo que pasó con la Banca. Yo no se si usted se acuerda la oposición tan dura que tuvo don José María Figueres, siendo presidente cuando abrió los depósitos, las cuentas corrientes a los bancos privados. Bueno y eso no ha sido malo para el país, ha sido bueno. Los bancos nacionales han crecido, son mejores, son más activos, tienen más capital, tienen un porcentaje del crédito mayor. En fin, yo creo que este tipo de país que queremos los que estamos en el Sí, es un país mejor, un país en que se puedan hacer las cosas. Este país ha llegado a un punto, en que todo está amarrado, es muy fácil parar la Asamblea Legislativa, hacer un pirateo ahí, parar todas las leyes porque no estoy de acuerdo. Si la Asamblea Legislativa fue electa por el pueblo, debiera votar las cosas en función de cómo fue electa o en función de la conciencia de los diputados, pero debieran votarse ¿Cómo es que no se votan las leyes? Las leyes son para votarlas. La Asamblea está para aprobar o no aprobar, pero no para dejar todo en el aire por unos cuantos cascarrabias que no quieren que las cosas caminen. Si el país decidió poner a don Oscar y salir adelante con un país diferente, pues hay que dejarlos gobernar.

-¿Se han adueñado los sindicatos de algunos sectores? - Creo que el Sindicato de Empleados del Ministerio de Agricultura, creo que está con el Si. Hay algunos otros sindicatos que creen que el SI es algo que les va a beneficiar. Imagínese que las leyes laborales quedan muy claramente establecidas que se respetarán y las nuevas leyes laborales que se hagan en el país serán respetadas por el TLC.

-En el ambiente también. - En el ambiente queda todo, absolutamente respetado. Las leyes nuestras son leyes en el ambiente muy fuertes, posiblemente más fuertes que las americanas. 152

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Rafael Meza Rafael Meza es un destacado productor de chayote. El chayote es un cultivo que representa muy bien lo que pueden hacer los agricultores de nuestro país. En pequeñas propiedades han generado, sobre todo en el Valle de Ujarrás, todo un desarrollo chayotero, fundamental para toda esa región, la principal fuente de trabajo de toda esa región y también para el país. Y competimos de tu a tu con el chayote de México y su exportación a Estados Unidos es fundamental. Rafael Meza es un personaje de la zona. Hay gente que le dice “Conejo”, de cariño, pero también en el sector le dicen “Don Chayote”, debido a sus participaciones en medios de comunicación hablando de este cultivo. -Para mi es una satisfacción poder hablar precisamente de lo que yo produzco, que es mi orgullo, siento que me corre eso de “Don Chayote” por la sangre. Sin embargo, quiero empezar haciendo una relación histórica de cuándo empezamos a producir chayote para la exportación. Fue en el Valle de Ujarrás, exactamente en Paraíso, de Cartago. Allá por los años setenta, algunos abuelos míos, empezaron a hacer del cultivo del chayote un producto que podía abrirles los espacios en el mercado internacional de los Estados Unidos. Fue así como allá por el año 72 cuando se hizo la primera exportación de chayote a ese mercado. Si bien es cierto, el chayote en ese tiempo se sembraba en la zona, pero no con la tecnología que se empieza a hacer a partir de los años setenta, cuando ya dejaron esos abuelos de sembrar chayote en carriles al suelo, sino que empezaron a crear alguna infraestructura. Recuerdo por ejemplo la bendita malla que hoy usamos precisamente para la plantación y se encarga de aislar los frutos del contacto del suelo. Eso es tecnología propia, desarrollada en el Valle de Ujarrás. Precisamente nuestros competidores nos la han venido a robar. En el caso concreto de los mexicanos, que es unos de los grandes competidores nuestros hoy en el mercado de los Estados Unidos.

-¿Qué le pasa a los productores nuestros? Hemos desarrollado nosotros la tecnología y otros han venido detrás a buscarla. -Así es. Esa es la realidad en nuestro país. A veces nosotros hasta nos disgustamos con las autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), pero creo que son cuestiones internacionales y Camilo Rodríguez Chaverri

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nosotros no podemos cerrarnos a dar a conocer nuestra tecnología. Pero ¿por qué nos hemos dejado? Porque muchas veces estos productores mexicanos los ha traído el mismo MAG de Costa Rica, precisamente a compartir nuestra tecnología. Hoy día no dejan de ser un problema para nuestra producción.

-¿Qué producía antes el Valle de Ujarrás? ¿Y cómo fue pasando a otro cultivo? -Históricamente yo conozco de la producción de tabaco, en aquellos tiempos de los tatarabuelos. Después pasó a producir café y caña, luego se empezó a diversificar con frijoles, tomates y chile. Por último se empezó con el chayote que es lo que más ha venido a darle cierta estabilidad. Hay que reconocer que cuando se construye la represa de Cachí, el Valle de Ujarrás se partió en dos. Esto ocasionó que muchas tierras aptas para agricultura fueron absorbidas por ese gran lago que hoy produce electricidad. Creo que los paraiseños y principalmente los productores nos hemos caracterizado precisamente por andar buscando alternativas, y una de ellas ha sido el chayote. Yo de joven era un simple peón agrícola. Inclusive estudié en el Colegio Nocturno para poder sacar el bachillerato. Luego de que me gradué intenté meterme a estudiar Ciencias Agrarias a la Universidad Nacional, pero realmente no me fue muy bien, por varias razones. Una de ellas fue que mis padres no tenían la posibilidad de pagarme los estudios y por otro lado creí que con el bachillerato quizás podía conseguir un puesto en alguna institución del estado, pero con el pasar de los días me di cuenta de que no era fácil, y que realmente lo mío estaba en la tierra. Y lo digo con toda franqueza, gracias a Dios, los primeros años fueron muy duros. Durante mi juventud, hasta los 25 años era peón de mi familia. De mis tíos, unos que se dedicaban al café y otros a la caña o el tomate. Ahí yo aprendí, lo que era la agricultura. Allá por el año 85, se me abrió una posibilidad y me contrataron en una exportadora de chayote. Para ese tiempo fue cuando aprendí que no era cosa de otro mundo exportar y que era cuestión de animarse a cruzar el río. No es tan fácil, hay en el camino muchas piedras, pero precisamente ahí es donde se forman los valientes. Uno se prueba cuando es capaz de superar las adversidades que se le presentan en el camino. Y eso es lo que hemos hecho los productores de chayote, y por eso nos enorgullecemos en decir que hoy día somos los exportadores número uno de chayotes a los Estados Unidos y que inclusive creemos que a nivel de América Latina, somos el país número uno, casi diría que en el mundo. Porque en el caso mío, concreto. Todas las semanas exporto entre 700 y 900 cajitas de chayote a Europa durante todo el año. Eso me enorgullece. Gracias a esa actividad también tuve la posibilidad de conocer el Viejo Mundo. Mis chayotes están en 154

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los principales anaqueles en Inglaterra. Pero también, se que hay pequeños productores de chayote que nos han quedado rezagados. Precisamente hoy día que se habla de las agrocadenas. En el sector tenemos que ver cómo nos reincorporamos.

-¿Cuántos chayoteros tiene el Valle de Ujarrás? ¿Cuántos chayoteros tiene Costa Rica? -El área de chayotes se ha agrandado, inclusive hoy sembramos chayotes en Cervantes de Alvarado. Nosotros hablamos de que hay alrededor de unos 350 productores de chayote, con unas 550 manzanas. En condiciones normales exportamos alrededor de 20 a 22 contenedores con chayotes por semana, durante todas las 52 semanas del año. Por eso el Valle de Ujarrás tiene esa ventaja ¿Por qué? Porque el chayote puede darse en cualquier parte del país, pero precisamente es estacionario, o sea, va a depender mucho de los climas, en cambio en Ujarrás se produce las 52 semanas del año. Por lo que haciendo una buena planificación de siembra y de comercialización se puede estar todo el año inmerso en ese mercado.

-¿Cuáles son los cuidados que debe tener el chayote? ¿Y de qué manera ustedes siendo pequeños productores, pueden dar la talla en el ámbito internacional? -A partir de lo que sucedió en Estados Unidos con las Torres Gemelas, vinieron nuevas normas, sobre el bioterrorismo, la inocuidad y la seguridad alimentaria. Todos los que estamos inmersos en la exportación de chayote tenemos que tener cuidado con esas cosas, si queremos seguir estando en el mercado. Porque, precisamente si no hacemos las buenas prácticas agrícolas y de manufacturación, eso nos va a traer problemas en el mercado internacional. Por eso yo digo que por los menos unos 80 o 100 pequeños productores nuestros se han quedado rezagados, porque precisamente las nuevas disposiciones y las nuevas situaciones conllevan a un mejoramiento. A un poco más de inversión y es allí donde aparece el problema de siempre, el precio. La complicación siempre ha estado. Hoy día nosotros no podemos darnos el lujo de decir que vamos a ponerle el precio nosotros, porque tenemos competidores.

-¿Quiénes producen chayote en el mundo? ¿Contra quiénes competimos? ¿Contra cuáles productos? -Nuestro competidor número uno es México y principalmente nos afecta mucho en el mercado de Los Ángeles. Cuando los mexicanos Camilo Rodríguez Chaverri

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tienen exceso de producción se van a Los Ángeles y en pocas horas están allá. Inclusive en este momento tenemos un problema serio, hay mucho chayote mexicano en la zona de Los Ángeles, y el precio está por el suelo, mientras que usted va a una ciudad como Miami, Nueva Jersey y ahí si hay un precio más atractivo. Sin embargo, siempre el chayote nuestro sigue siendo el número uno.

-Nosotros producimos chayote, también México, y ¿quién más produce? -Panamá ha intentado producir. Otra cosa que nos alarma es que Nicaragua y Honduras están tratando meterse a la producción de chayote. Con los agravantes de que nosotros ya estamos dentro de la lista de los países en desarrollado, entonces ya aquellas ayudas internacionales al sector agrícola, no llegan. Entonces usted va a Nicaragua o a Honduras y ve que las organizaciones y el mismo gobierno norteamericano les está ayudando a impulsar para que precisamente incursionen en este tipo de agricultura. Sin embargo, yo siempre digo que nosotros no debemos de desmayar y de sentirnos preocupados, siempre y cuando estemos en avanzada. Siempre y cuando estemos renovando, creando nuevas cosas.

-¿El chayote costarricense es el mejor chayote del continente? -Si. El chayote de exportación número uno es el que producimos en Costa Rica. Inclusive en el mercado de Estados Unidos un comprador pregunta si es de acá.

- ¿Cómo podemos generar una expansión del cultivo del chayote? ¿Cómo podemos hacer que más productores se beneficien de ese cultivo que se da en poca tierra y que genera mucho crecimiento? y ¿de qué manera puede crecer el mercado del chayote en el mundo? -Yo me he manifestado estar de acuerdo con el Tratado de Libre Comercio y no solo con los Estados Unidos, sino con los tratados de Europa, con China, con la India, con quien sea.

-¿Por qué Tratados de Libre Comercio? -Porque precisamente yo soy de los convencidos. Yo trabajé de peón, viví a la par de mis tíos, con mis familiares conocí lo que era 156

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sembrar tomate, chile y café para el mercado nacional. Los primos que quedan hoy día, realmente están en una situación difícil económica, principalmente por culpa del café porque precisamente no tuvieron la visión, ni la capacidad de dar ese paso que si dieron muchos paraiseños con el chayote. Había un familiar mío que cortar una mata de café o perder un cañal era como sacarle un ojo. Ellos no tuvieron la capacidad de leer lo que estaba pasando en el mundo y lo que estaba pasando en la agricultura del Valle de Ujarrás.

-Cuando uno estudia la manifestación del 26 de febrero en contra del TLC con Estados Unidos, se da cuenta que lo que más había ahí eran agricultores o representantes del sector agrícola y gente que dice en las encuestas, cuando les preguntan quiénes se van a perjudicar, siempre dicen de número uno: los agricultores. ¿Cree usted que se van a perjudicar o por el contrario se pueden beneficiar los agricultores con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos? -Nosotros somos muy buenos agricultores, pero pésimos empresarios. Y precisamente la única salida de nuestra agricultura es precisamente que esta agricultura tenga mercados internacionales. Porque con la producción de chayote que nosotros tenemos, de 20 contenedores por semana, el mercado nacional con uno o dos estaría saturado y esa actividad desaparecería. Ahora hay algunos sectores que talvez con el tratado se van a ver perjudicados y no vamos precisamente a decir que no.

-Bueno, pero dejaron la papa por fuera, la cebolla por fuera. -El problema también, es que yo siento que a nivel de la agricultura nuestra, los detractores del Tratado de Libre Comercio se han dejado decir barbaridades, como que ya no vamos a poder usar genéricos y que vamos a tener que comprar solo productos de marca.

-¿Y usted cree que eso es mentira? -Hasta por donde yo creo, lo que yo he oído y he conocido, para mí eso es falso.

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-¿Pueden estar mejor los chayoteros con TLC o sin TLC con Estados Unidos?

-A nosotros nos preocupa lo de no firmar el TLC porque estamos acudiendo a la Iniciativa de la Cuenca del Caribe y es cuando me pregunto, ¿qué pasaría si no firmamos el TLC y que por cualquier razón fitosanitaria las autoridades en agricultura de Estados Unidos dicen que el chayote apareció con alguna cosa y que no puede ingresar? Entonces nos dicen que tenemos que pagarle un arancel y resulta que el competidor número uno de nosotros que es México, sí tiene Tratado de Libre Comercio. Eso nos pone en desventaja.

-Si claro, lo que pasa es que ellos no producen tan bien como nosotros. -Exactamente, además ellos son muy estacionarios, en México cae nieve, y en cambio aquí contamos con un clima privilegiado, que es una de las cosas que nosotros tenemos que agradecerles al Ser Supremo. De vez en cuando nos meten algún sustillo, pero no tan drástico como en otras partes de América Latina.

-Don Rafael, usted era peón agrícola, luego estudió en un colegio nocturno, ahora es un empresario exitoso y le vende a Inglaterra. ¿Cuáles fueron los componentes que hicieron la diferencia? -Vea, yo creo que la diferencia está precisamente en la educación. ¿Por qué? Porque gracias a Dios, logré acceder al conocimiento estudiado la secundaria en un colegio nocturno. Ese empujoncito de la educación primaria y secundaria fue muy importante porque me ayudó a formarme y después sentí la necesidad de llegar a hacer algo en mi vida. También le agradezco a la madre tierra, porque es ella la que me da de comer. A mí me conocen todos en el Valle, los productores de chayote saben que empecé siendo un simple comerciante, con un carro que daba vergüenza y pena. Y aún así monté mi primer galeroncito y así empecé a surgir. Ahora tengo treinta manzanas propias de tierra. Hago hincapié de que yo lo que hago es comprar la tierra. Gracias a Dios me ha dado la posibilidad del negocio, a hacer la infraestructura y se lo doy a pequeños agricultores. La única condición que yo les digo es que produzcan chayote de exportación.

-¿Y hasta en política trabajó? -Si. Es algo que yo le agradezco a la educación, el hecho de haber andado en política. 158

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-El TLC con Estados Unidos podría establecer mayores garantías para que le paguen bien a los productores de chayote. -En esto del precio fijo falta una cuestión de manejo propio del sector. Imagínese que en el Valle de Ujarrás hay veinte plantas empacadoras, pero son solo siete firmas exportadoras. Tan fácil como que esos siete se sienten y marquen la cancha allá. Pero yo siento que la cuestión del manejo y de la comercialización, más que todo radica, precisamente en que todos los actores nos sentemos en la misma mesa y busquemos la mayor justicia o el mejor acto solidario entre las partes. Ni que el comerciante se coma al productor, ni el productor quiera tampoco sacarle los ojos al comerciante. Que hablemos con carta abierta. Por ejemplo, en el Valle de Ujarrás, cuando la situación de la producción del chayote es mala, eso incide en todo el cantón de Paraíso.

-¿Qué podría significar, por ejemplo, para el Valle de Ujarrás que hubiera un caos en la producción de chayote? -Yo ni quisiera pensar en eso. Imagínese ¿qué nos pondríamos a producir? ¿Chiles, tomates, vainicas, ayotes tiernos? Yo siento que nosotros lo que debemos de buscar es mejorar y buscar las formas para incorporar la tecnología de punta en el sector. Aquí, con respecto al chayote, en este momento, nosotros tenemos un problema, que lo llamamos “blanqueamiento”. Eso significa que estamos dejando de exportar por semana de dos a tres contenedores. Multiplíquenlos por 52 semanas del año, que serían aproximadamente 200 contenedores. Estamos hablando de por lo menos un millón de dólares del sector, que se pierden por una enfermedad que nos está afectando. Y desgraciadamente a quien afecta más es a esos pequeños productores.

-Cuando usted defiende el TLC con Estados Unidos, hay algunos sectores agrícolas que lo atacan ¿Qué piensa de quienes se oponen al TLC con Estados Unidos? -El problema es la falta de comunicación, les han vendido una idea.

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-¿Le tenemos miedo a la competencia, a producir? -Eso es lo que yo creo. Pero ¿qué mejor que uno pueda producir y que además de que esté en el mercado nacional, vaya a estar también en el mercado internacional? ¿qué mejor ganancia vamos a querer? Si precisamente, uno de los grandes problemas de los productos como el chile y el tomate, es para consumo nacional. Por ejemplo hoy en día por una fila de 18 kilos de tomates le dan dos mil pesos. Y pregúntele a un tomatero ¿cuánto le cuesta producir?

-Por eso es fundamental exportar contenedores a Estados Unidos, ¿es la única salida? -Exactamente. Y así todos y cada uno de los productos, como el culantro, la lechuga, el brócoli y demás. Lo que hay que hacer es investigar y buscar variedades que nos hagan competitivos por área. Porque ese es el otro gran reto. Nosotros producimos entre 60 y 80 mil kilos por hectárea al año de chayote. ¡Somos exitosos!

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Ulises Blanco Ulises Blanco es un conocido dirigente de la ruralidad, conocido dirigente agrario, un campesino, originario de la zona sur y que tiene muchos años de vivir en Guápiles. Él es del sector agrario y es uno de los dirigentes de este sector que apoya el TLC con Estados Unidos.

-¿Cómo es el mundo de hoy? ¿Cómo es la Costa Rica de hoy? ¿Cuáles son sus grandes preocupaciones con respecto a esa Costa Rica? -El mundo de hoy lo percibimos desde donde uno vive. Es un mundo muy dinámico, donde se acortan las distancias y el conocimiento se vuelve más horizontal, o sea la gente sabe más, especialmente la juventud, tiene conocimiento muy vasto de muchas áreas. Hay una necesidad de acercarse al mundo, o sea una necesidad de quitar fronteras y barreras. Yo creo que ha sido un esfuerzo de la humanidad acercarse. Creo que las fronteras las ponen los grupos de interés, pero que el ser humano es sociable, es amigable, le gusta compartir, le gusta mostrar al mundo lo que tiene y disfrutar de las posibilidades del mundo. Este proceso de acercamiento mundial, o de integración mundial, me parece que se acelera con la tecnología. En zonas rurales puede haber alguna dificultad con la tecnología, sin embargo uno ve que la juventud está muy al día, muy actualizada con todo el avance tecnológico, especialmente con los sistemas de comunicación. Eso quiere decir que un joven costarricense casi sabe lo mismo que un joven de cualquier otra latitud del mundo. Para mí que el mundo se acelere en su integración, significa también una conducta de consumo globalizado. Ahí es donde uno llega a cuestionarse o a preguntarse si los jóvenes de hoy que consumen productos de marcas mundiales, tienen o no ese derecho o esa necesidad. Digamos que no es una necesidad física, pero talvez si emocional, de que un joven quiere ponerse un traje de marca o usar tenis de marca y eso yo no lo veo nada más como un síntoma de querer ser igual. De igualdad, no de diferenciación. Y que los seres humanos quieran parecerse unos a otros me parece un síntoma positivo también. Porque si bien es cierto que los seres humanos tenemos diferencias, tal vez de personalidad, o diferencias de concepción, de acuerdo al grupo social en que vivamos, en esencia los seres humanos somos iguales.

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-En medio de esto, usted tiene muchos años de ser dirigente del sector agrícola. ¿Cómo estaba este sector hace 20 años, hace 15 años, hace 10 años, cómo está hoy? ¿Qué espera usted para el futuro? -Mire el tema agrícola o agropecuario es un tema esencial para la humanidad, pues recordemos que es de donde se sustenta la alimentación del mundo. El avance tecnológico ha aumentado la “productividad” y “productividad” no es sinónimo de rentabilidad, eso tiene que quedarnos muy claro. A veces se produce mucho pero las utilidades no son muchas. Pero sí hay que reconocer que los avances tecnológicos lo que han hecho es aumentar la productividad. Y uno como productor, puede cuestionarse porque si hay mucha oferta, podemos decir: “bueno lo que pasa con mucha oferta es que se reduce la demanda y los precios bajan”. Pero gracias a ese esfuerzo tecnológico, uno puede comenzar a pensar en que “¡qué bonito, la humanidad tiene capacidad para producir los alimentos para toda la humanidad!”. Ahí hay un tema muy importante y es que el mundo produce alimentos en cantidades abundantes, y el problema es de distribución de esos alimentos y por ende de distribución de los medios productivos. Estos son temas bien diferentes: ¿cómo se distribuye la alimentación en el mundo? y ¿cómo se distribuyen los bienes productivos? Yo creo que para beneficio de la humanidad, la producción de alimentos a nivel mundial, gracias al avance tecnológico, fue dar alguna seguridad alimenticia. Sí habría que cuestionarse los mecanismos de distribución, con respecto a los avances tecnológicos. ¿Qué es lo que hay que hacer? Entender que la producción debe ser de calidad y competitiva en el mercado, sin importar el sistema productivo que utilice, si es orgánico, o es convencional, o si se usa tecnología de una forma o de otra. Lo importante es que el productor tiene que entender que si él quiere producir para una oferta mundial tiene que producir alimentos de muy buena calidad. Eso implica, que habría que hablar entonces en términos de calidad ¿Qué entiende el consumidor por calidad? Y también si habría alguna diferencia en el precio que se paga. En Costa Rica la agricultura ha llevado el mismo ritmo del mundo. Hace 20 años la producción era un poquito más convencional, pero hubo un gran aumento de tecnología y en Costa Rica la agronomía dichosamente es muy buena. Aquí hay muy buenos ingenieros agrónomos, muy buenas escuelas de agronomía y dieron avances muy importantes en cuanto a productividad, casi en todos los cultivos, incluso en granos básicos. Aquí tal vez el que se descartó por asuntos que yo creo que fueron más políticos que económicos fue lo de granos básicos, concretamente los frijoles, maíz y el sorgo. Pero esos productos me parece que hay posibilidad de producirlos 162

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con la tecnología adaptada al país, en volúmenes significativos. Ese productor que antes era productor extensivo y que tuvo que ser más intensivo, es lógico que hay que aplicarle un poco de inversión de capitales, o sea mejorar su equipo, mejorar su estructura productiva. Eso se logró en los últimos 20 años. Un fenómeno negativo que ocurrió en los últimos años es que la producción se concentró en pocos productores. Es por eso que en el asunto de competitividad y en el asunto de eficiencia debemos prepararnos mejor. Cuando los políticos desisten un poco de incentivar la producción con poca tecnología, lo hacen porque insisten en la parte académica y en que la eficiencia productiva debe mejorarse. Dicen que la competitividad debe estar inmersa, pero se olvidaron un poco lo que es la cooperación. Se olvidaron un poco del pequeño y mediano productor y más que eso, se olvidaron de que los instrumentos que usa ese sector de la población, son un poquito diferentes a los instrumentos que usan las empresas formales o las empresas que tienen capital de inversión. Y eso fueron decisiones políticas, equivocadas, pero pensadas. Tal vez yo no sé si equivocadas. Aquí yo me atrevo a lanzar una crítica al sector político de este país: yo si creo que en este país no se perdió el rumbo del país, lo que hubo fue cambio de rumbo. En los ochenta se desestimó la sociedad que venía creciendo para, con el discurso de eficiencia, crear una nueva sociedad más productivista, o sea con mayor volumen productivo por área, pero no se fijaron en la distribución de esa producción. Este es un tema muy complicado porque son decisiones políticas. Pero a nivel tecnológico, yo creo que el país está muy bien. Por otro lado, hay que recordar que el país tiene muchísimas ventajas. A nivel mundial, Costa Rica tiene muchas ventajas, por los microclimas, por las regiones, las micro regiones donde el abanico productivo es muy vasto, pese a que gran parte del territorio nacional es de vocación forestal. Este es un tema económico muy importante, especialmente en las zonas rurales, pero ¿qué pasa si vemos lo forestal nada más como asunto de ambiente?

-Por ejemplo nunca hemos pensado en la producción forestal, es decir, el país tiene vocación en sus tierras, ¿por qué no produce árboles como lo produce Chile, por ejemplo? -Es correcto. Ahí dejaron esas grandes vetas de la producción nacional que están todavía latentes, suelos que son sumadamente aptos para la producción forestal y de donde se puede obtener una gran economía sostenible.

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-Y muy pobres para otro tipo de producción. -Claro. Y el Estado, no ha hecho un esfuerzo de decisión política formal, para decir, “vamos a declarar distritos forestales o regiones forestales”, como se declararon regiones cañeras o regiones cafetaleras. Ese es un gran tema, el tema de territorio que está listo para asumir responsabilidad económica. Yo pienso que una economía forestal talvez es una economía de las más sólidas que hay en cuanto a labores agrícolas. El otro tema es que el territorio de vocación agrícola, que es muy poco, porque comparado con la plataforma nacional, lo que se llaman suelos arables de Costa Rica, es bastante poco. Tienen una gran diferenciación entre lo que es el clima seco y los climas húmedos, o sea la región del norte y la de San Carlos, un poco, porque son climas muy lluviosos, por lo tanto los cultivos de “labrantio fuerte” son de riesgo por la erosión. Bueno, ahí es donde uno a veces cuestiona si la piña es buena llevarla a los lugares donde la escorrentía fluvial es muy fuerte. Es un tema, que yo creo que agronómicamente debe corregir un poco. Como cuando se corrigió el paquete tecnológico de los bananales, que era dejar los caños con cobertura forrajera boscosa y no llegar hasta el puro caño o al puro drenaje a pura pala, como lo hacían antes. Yo creo que la ingeniería agronómica de este país tiene que estar repasando constantemente y avanzando en nuevas propuestas. Hacer correcciones de esas labores culturales en los cultivos. Pero para beneficio del país, de los costarricenses y porqué no del mundo, hay que insistir en que en Costa Rica hay muy buena vocación profesional, o sea tenemos buenos profesionales, gente muy abierta, gente que investiga, gente que propone, y además buenas universidades. Ahí tenemos la EARTH en el Atlántico, que está haciendo buenas propuestas al respecto, sin restar las otras universidades que también dan agronomía.

-Siempre me ha llamado a mí la atención don Ulises Blanco porque es un dirigente y un gran intelectual de mi pueblo, de Guápiles. Tenemos en común una niñez en la zona sur, él entre Pérez Zeledón y San Vito de Coto Brus, y yo en Pérez Zeledón. Pero luego los dos nos fuimos para Guápiles, yo me fui mucho más joven que él. Hice el colegio en Guápiles, y ahí lo conocí. Vamos a devolvernos un poco para hablar de sus orígenes, don Ulises, ¿Dónde nació usted? ¿Dónde creció? ¿Cómo fue su niñez, su adolescencia? Porque a mí me llama la atención ése agricultor estudioso que es usted.

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-Bueno, es cosa interesante porque mi papá y mi mamá eran de Los Santos, uno de Santa María y otro de San Marcos. Como “la frontera agrícola” había colapsado desde la época de los cuarenta, ya no había más espacio agrícola, y mi papá se fue para Pérez Zeledón en busca de horizonte. Éramos hijos de familias muy pobres, y cuando llegamos a Pérez Zeledón todavía había bastante dificultad de abrir espacios y por eso mi papá decidió irse para San Vito. Yo iba a cumplir 6 años. Fue una experiencia de vida sumamente interesante.

-Era el San Vito de Vito Sansonetti, de los italianos. Porque era como una comarca italiana, eran más italianos que costarricenses. -Cuando yo llegué, que me tocó “la dicha” de vivir en el San Vito centro, era realmente una comunidad interesante, era un pueblo muy lindo enclavado en una montaña. En un bosque a quince minutos del centro de San Vito. Allí la fauna era brava, había leones, tigres, dantas y saínos. Todo eso estaba ahí, del Río Java para abajo. En cambio en la ciudad era muy interesante, porque nosotros, en Pérez Zeledón, estábamos acostumbrados a ver pueblos de pobres, pueblos campesinos. En cambio ahí era un pueblo que ahora lo recuerdo más como un pueblo europeo, con casitas bien hechas, todas de madera, pero muy bien construidas. Donde no tenían luz eléctrica, ni teléfono. Era una comunidad cerrada, nada más para los italianos y donde los ticos éramos los menos. Cuando yo llegué la escuela era privada. Era un convento. Allí los ticos éramos minoría. Cantábamos el himno nacional a Italia, cosa que era interesante. ¿Cómo uno en Costa Rica va a vivir en un enclave donde le obliguen a cantar el himno a otro país? Sin embargo eso me dio una niñez muy interesante, talvez no de competencia, sino de igualdad. Porque al final ¿qué veíamos nosotros en los italianos? Gente con costumbres un poquito diferentes, pero se alegraba o sufría igual que nosotros. Hubo momentos de escasez, y por dicha al final ellos tenían los recursos productivos. Volvemos a lo mismo. Porque ahí hay que reconocer que la SICA (Sociedad Italiana de Colonización Agrícola), la compañía italiana que entró a hacer la colonia cafetalera, traía muchos recursos financieros y esos recursos eran para los colonos que en teoría eran mitad costarricenses y mitad italianos, lo cual no se cumplió del todo. Eso no se cumplió, la SICA quedó debiendo ese colonato. Incluso mi papá se fue para esa región pensando que iba a ser colono de la SICA, pero nunca le dieron parcela. Pero bueno, ahí me hice joven y después nos fuimos.

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-¿Y su papá tenía tierra ahí? -Bueno mi papá después se hizo de parcela a puro jornal, porque los suelos eran muy baratos. Una cosa muy interesante es que yo a los once años ya tenía parcela, porque mi papá me compró una finquita pequeña. Nos dio una parcelita a todos los hijos varones y nos dijo, “no es para que hagan dinero en esto, es para que acostumbren a tener y a trabajar la tierra”. Es una cosa de principios, y desde esa época yo, gracias a Dios, y al país donde vivo, nunca he dejado de tener mi parcela. A veces un poquito más grande de la que necesito, pero eso es un apego a la tierra, es vocación. Soy de los que aprecian al primero de los recursos, la tierra. Así es que, después trabajé mucho en la parte baja. Estuve trabajando ahí en el sur, luego como administrativo en Palmar en la Compañía donde estuve un tiempito y después estuve también probando un poco la educación.

-Usted era egresado del Colegio Agropecuario. -Yo fui egresado del Colegio Agropecuario del Sur, de San Vito, con muchísima dificultad porque fue un colegio que nació a puro esfuerzo. Algunos líderes de esa región, una generación de sanviteños que ya habían dejado de ser colonia, y que ya sentían el principio de identidad propia de un Coto Brus que ya era cantón hicieron el colegio y trabajaban para poco a poco ir mejorando. Después me tocó participar en la vida pública, de Coto Brus, que fue cosa interesante porque cuando yo asumí un “puesto político”, San Vito no tenía una pulgada de asfalto y no había teléfono.

-¿Y cuál fue el puesto? -Yo fui Presidente Municipal, por tres años.

-¿Siendo muy jovencito? -Si muy joven. Entonces resulta que no había asfalto, no había teléfono, no había luz, no había agua, no había nada y nuestros pleitos era porque nos preguntábamos ¿cómo nosotros pertenecíamos a un país donde se suponía había desarrollo y estábamos aislados? Recuerdo que los primeros esfuerzos fueron por hacer que el ICE entrara a asumir la responsabilidad de electrificar. Luego que pusiera teléfonos, por lo menos teléfonos públicos. Primero se logró que colocara dos teléfonos en el parquecito humilde que había. Luego se empezó a ver cómo llevábamos los primeros “bagonetaditas” de asfalto porque se logró un proyecto de asfalto interno. Después se empezó a 166

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ver cómo se mejoraba el asunto de salud porque el único hospitalito que había estaba metido en una casa que era de los italianos y que le decíamos “era un club”. Había sido de italianos y después se pasó a un salón parroquial. Entonces la parroquia le había donado al pueblo un galerón, que había sido también parte del colegio. Entonces teníamos un desorden y una tristeza, por lo que obligamos a que la Caja asumiera su responsabilidad y construyeron la pequeña clínica. Fue muy emocionante esa época porque era lograr que Coto Brus se viera como un cantón y no como la colonia que había sido.

-Bueno, ahora el tema es la ruralidad ¿Cómo era la vida de los campesinos entonces y cómo es ahora? -Una cosa que a mi me queda de recuerdo, es que antes uno puede decir que había más escasez de algunas cosas. Escasez monetaria y de cosas suntuarias. Hoy la juventud rural tiene acceso a un montón de recursos tecnológicos y a un montón de facilidades que antes jamás las teníamos. Pero que el campesino de hoy, también puede usar la tecnología con un poquito de esfuerzo, entonces como que la vida se le facilita un poco al campesinado de hoy. Claro que las necesidades de hoy son otras. Recordemos este país no fue que perdió el rumbo, sino que cogió otro rumbo. Aquel estado fuerte que teníamos antes de los ochenta, se convirtió en un Estado, diríamos no más débil, sino más confuso, más entreverado, sin hacer obra social, sin asumir su responsabilidad de la distribución de la riqueza. Lo primero que hizo fue abandonar el desarrollo de la zona rural. Abandonó toda responsabilidad de la zona rural. No se volvieron a hacer caminos o puentes, con la excusa de que como la ley dice que los caminos son asunto de los municipios, entonces el MOPT no se mete a los caminos municipales o a los caminos rurales. Y hay comunidades en este país que tienen veinte años de que no le pasa una máquina o un tractor, una niveladora a sus caminos. Y antes, cuando yo era joven, era una obligación del Estado, incluso en lugares como los que yo viví, el Estado hacía obra pública en cualquier rincón de donde uno viviera, ahí estaba el tractor del MOPT o estaba la niveladora o estaban las vagonetas. Y hoy por hoy, todo eso se perdió. También la fuerza de la agricultura. En aquel entonces, era una agricultura muy distributiva, el Estado colaboraba mucho con la intervención, tanto de sustentar precios, como en facilitar créditos. Un tema que ahora también tema nuevo, que es el acceso a las semillas. Recordemos que la semilla es parte vital en un proceso productivo agrícola y la semilla que produce uno en el campo es una semilla que aunque uno hace un esfuerzo por mejorarla, pues realmente a nivel tecnológico se mejora mejor. El CNP, Consejo Nacional de la Producción asumió la responsabilidad de Camilo Rodríguez Chaverri

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la distribución de las semillas. En Costa Rica hay una buena oficina de semillas donde se producen de muy buena calidad y entonces el Estado tomó ese rol de que había que mejorar las semillas de maíz, de arroz, de frijol. Se compraban en el Consejo Nacional de Producción, incluso se la dejaban a nivel de cantón y le compraban la cosecha. Los famosos “Precios de Sustentación”. Entonces había una ruralidad, diríamos con un flujo de capital interesante.

-¿Qué es lo que pasa con los agricultores hoy y por qué en ése contexto usted apoya el TLC con Estados Unidos? -Yo insisto, en que el productor tiene dos motivos de por qué producir, uno por manutención, para sustentar su familia. Y en este punto uno puede pensar en que si los mercados son cerrados, no hay problema. Pero el otro motivo por el que se produce, es para obtener ganancias, obtener utilidad y eso implica asegurar un mercado que le garantice, no solamente un precio adecuado, sino una oportunidad de venta, o sea una venta eficaz. Y eso está claro, la capacidad productiva del país es muy grande y no tenemos capacidad de consumo de todo lo que producimos. Entonces, cualquier productor que quiera producir algo, tiene que pensar que, aunque sea para consumo nacional, va a haber muchísima presión de producto, que entonces es mejor abrir fronteras. Además la experiencia de Costa Rica a nivel de producción para exportar, es muy amplia, es muy vasta, es muy rica. Si este país no hubiese abierto fronteras, si no hubiese abierto espacios para vender hacia fuera, estuviéramos con grandes problemas económicos. La bonanza que la sociedad vive, se puede decir que se debe a las decisiones políticas que se tomaron, pero también hay que reconocer que el mundo se sustenta por comprar y vender bienes. El intercambio de bienes y servicios y la movilidad de la humanidad han sido principios eternos y no podemos negarnos a ellos. Desde que yo recuerde, o desde que uno lee cualquier libro de historia, uno se da cuenta que el esfuerzo de la humanidad es por intercambiar, por comerciar, por extender lo que tiene. Y es aquí donde yo me digo que las cosas más eternas de la sociedad, como puede ser el aspecto religioso, o el aspecto cultural, son cosas que no tienen frontera. Entonces ¿por qué la producción va a tener fronteras? No puede tener fronteras. Cuando uno produce algo, uno sueña un consumidor feliz, consumiendo aquel producto, pero no precisamente tiene que ser uno nacionalista para creer que nada más un tico puede comer lo que uno siembra, no, puede ser un chino, puede ser un gringo, puede ser un alemán, puede ser cualquiera. Un productor es feliz cuando siente que su producción es bien comprada. Esa es la felicidad real de un productor. Es como un escritor que disfruta cuando sus obras son leídas y son apreciadas por la sociedad. Así es que desde esa 168

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perspectiva, abrir los mercados es una medida oportuna y es una medida necesaria en el mundo de hoy. Yo creo que la gente a veces ve cosas muy puntuales, como que polariza o se atemoriza. Yo a veces me pongo a pensar por qué alguna gente dice que no. Y veo que hay varios temas, varias ventanas. Algunos, especialmente a nivel dirigencial, dicen que no porque es un espacio de pertenencia que a ellos les queda, especialmente cuando son de grupos políticos. Y aquí yo creo que la política partidista es la que a veces asoma en estas mesas de decisión nacional y a veces sirven como elementos retardatarios para la toma de decisiones. Bien y si un partido político tiene interés de hacerse de un grupo de electores, es muy fácil poner el discurso opuesto a lo que existe para ver quiénes están en aquel grupo. Entonces uno ve que a veces hay dirigentes en este país que son políticos, pero que siempre andan con el tema de negar las cosas, que dicho en palabras sencillas, sirven como elementos retardatarios al proceso de desarrollo de una sociedad. Y yo creo que tienen que existir, porque esos serían los polos de medida. Bueno, si no existiera la gente que se opone a algo, pues no habría cómo progresar en el avance de una sociedad.

-Ahora, según las encuestas, quienes se oponen al TLC con Estados Unidos insisten en que sufren el agro y la pequeña y la mediana empresa. ¿Sufre el agro con el TLC con Estados Unidos o no? -No, no, de ninguna forma va a sufrir el agro porque el esfuerzo que estamos haciendo los agricultores en las zonas r u ra l e s p o r p ro d u c i r h o y , v a n a s e g u i r s i e n d o e l m i s m o . Si analizamos la agro cadena, cultivo por cultivo, se que ningún cultivo se ve amenazado. Los que más pueden tocar a la amenaza, como puede ser la producción de granos básicos, tienen espacios largos concedidos. Y ahí yo apelo, otra vez, a la bondad del suelo costarricense, a la bondad de los productores y a la bondad de los técnicos de este país. La productividad de este país, que puede ser lo que se cuestione. Si se puede competir con los países grandes y además se va a mejorar en muchas áreas. El productor tiene que ser inteligente, para entender que si en un cultivo puede tener riesgos, pues puede tender hacia otros cultivos que tengan menos riesgos. Yo creo que es un asunto de acomodar la situación a un ejercicio de cambio y que el productor tiene que entender que, uno a veces tiene que cambiar por circunstancias de mundo, no por circunstancias precisamente de que si yo quiero o no quiero.

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-Cuando hablan de este tema, algunos sectores sindicales dicen “estamos vendiendo el país por chayotes y verdura. Bueno, ¿cuán importante es el mercado de Estados Unidos para nuestros agricultores? -Yo diría que es uno de los mercados más grandes y que es un mercado natural, -porque siempre le hemos vendido-, es Norteamérica. Además recordemos que es un mercado con mucho consumidor, y mucho consumidor latino, que eso es un asunto que los del norte tienen que valorar. No es solamente porque es un mercado que está cerca de nuestro territorio, sino que tiene ya una capacidad infraestructural ya instalada y probada. Hay una población latina allá bien asentada con capacidad de compra. En otras palabras, renunciar a un mercado como Norteamérica me aparece una actitud o muy ingenua o muy mal intencionada. Porque aquí hay que ver que también a veces no es la pasión solamente, sino la mala intención. Hay una cosa de lo que a mi si me preocupa, es de que en esta discusión del TLC salen actitudes como muy patrioteras, no son patriotas, no. Creer que se va a vender el territorio o de que se van a hacer concesiones más de lo que un tratado de Libre Comercio tiene, eso es una actitud patriotera. Costa Rica sigue siendo un país con toda su capacidad de gestión como país y que haga alianzas con países más fuertes que él no significa que uno se ponga en el lado del débil, es sencillamente entender que las relaciones económicas tienen que darse con las sociedades de mayor consumo o, por lo menos que haya una simetría en la posibilidad de compra y venta. Yo lo que si veo en esto, es que en este país se han hecho muchos tratados y no veo grandes diferencias entre el tratado que se va a firmar con Norteamérica y los que ya existen, que talvez algunos cuestionan algunas de las cosas y ven debilidades que no existen. Porque está demostrado, por ejemplo, que el TLC mentira de que rozaba la Constitución, bueno pero para los que creen de que roza la Constitución, aunque la Sala Cuarta diga que no, ellos van a seguir diciendo que sí. Es un asunto como de credo y los credos son muy complicados de debatirlos. Hay personas que van a creer eternamente que este TLC está mal negociado, pero estoy seguro que esas mismas personas si se hubiera negociado otro tratado, también lo verían mal, porque a la larga no es si está mal o no está mal negociado, sino quién lo negoció. Y repito, dichosamente estas personas existen en la sociedad, tiene que haber de todo, porque eso lo que le tiene que dar es más capacidad a la gente que quiere proponer cosas para mejorar las propuestas. Debemos entender que esos grupos de personas que siempre pasan cuestionando la propuesta de la mesa, que yo recuerde nunca han propuesto nada.

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-Algunos de esos sectores lo pueden llamar incluso a usted hasta traidor de los intereses agrarios, UPA Nacional, por ejemplo está en contra del TLC, hay sectores, Oscar Campos, también está en contra del TLC. ¿Qué piensa de la posición de ellos?, ¿a qué se puede deber esa posición? -Para mí es claro que los políticos que están ahí, lo que quieren es su banco político para estar con un grupo de pertenencia y en eso yo no los critico, tienen todo el derecho. Pero lo que si no entiendo es, por ejemplo como algunos de ellos, concretamente el grupo liberacionista que dice que no, tienen esa postura si recuerdo que fue el mismo Liberación Nacional en la década de los ochenta el que le cambió el rumbo del destino a este país. Entonces por qué renuncian a lo que ellos mismos estuvieron de acuerdo durante veinte años. Que quieran renunciar ya y decir que quieren otro rumbo para este país, yo estoy de acuerdo, pero entonces que lo planteen desde un punto de vista de debate político, no de un acto concreto como es firmar un tratado comercial más y que eso lo conviertan en debate político. Yo no estoy diciendo que no haya debate político, lo que creo es que se deben apartar las situaciones y entender que este país necesita un gran debate político, claro que si. Pero decir que no necesita apertura, me parece que no es cierto y lo que sí me preocupa es gente que siempre estuvo a favor de una apertura y que de pronto diga que no, como UPA Nacional. Todo el mundo sabe que la institucionalidad de este país hay que remozarla, hay que mejorarla, hay que hacerla más competitiva. Resulta que ahora UPA defendiendo lo que otrora atacaba. Entonces ellos son los que han cambiado, yo no, yo eternamente quiero un país más eficiente, un país más libre, con mayores oportunidades, con más progreso y más equidad. Yo no soy conservador, nunca lo he sido y me parece que defender lo que existe y querer que el país esté como una fotografía, que no pase nada, es difícil. Tenemos veinte años de que en este país no pasa nada. No, no tienen que pasar cosas. A mi no me importa si caminamos para la derecha o para la izquierda o para el centro, lo que debe importarnos es que caminemos y tener la inteligencia para ver si el camino que llevamos podemos mejorarlo o no, pero no asustarnos y quedarnos frenados, como hemos estado hace veinte años. Y yo sí insisto, es que una sociedad toma decisiones, pero la misma sociedad tiene el derecho de después enderezar esa situación. Si Costa Rica era un estado social de derecho, hace veinte años, era el llamado estado Empresario. Esa dinámica se cambió en los ochenta por un estado “más delgado”, un estado “más controlador”, un estado “que dicen que va a facilitar”. Ese cambio de dirección política lo dieron los políticos. Si queremos otra vez volver a un Estado Empresarial o a Camilo Rodríguez Chaverri

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un estado como yo deseara que fuera un Estado Corporativo, que es como un estado donde se produce bienes y servicios, hay que trabajar para ello. Porque tenemos derecho los costarricenses a nivel del Estado de producir bienes y servicios. Pero entender que la utilidad de la producción de esos bienes y esos servicios sirve para sustentar actividades que perse no son rentable. Pero lo primero entonces que Costa Rica tiene que ponerse de acuerdo es ¿qué producimos? y ¿para qué producimos? Por ejemplo, un tema que me ha apasionado en los últimos años, es el tema de la Reforma Financiera. En este país la Banca Pública es muy buena, pero ¿qué ganamos con el montón de utilidades que hace la Banca Pública de este país? No hay una política clara que diga, con las utilidades del Banco Nacional, vamos a hacer tales obras públicas o vamos a hacer tal ejercicio de desarrollo. No hay, sino que esas utilidades quedan ahí navegando, gasto para todos o para nadie. Las utilidades del ICE, primero, ¿Tiene el ICE utilidades? Si o no. Si no tiene ¿Porqué no las tiene? Siendo una institución que genera servicios de los más rentables en el mundo ¿Porqué no tiene utilidades el ICE? Ah, porque cobra poco, no, es porque es ineficiente produciendo. ¿Por qué es ineficiente? Porque es monopolio, bueno, quitemos la palabra monopolio, hagamos un examen de conciencia. Si una empresa con el patrimonio que tiene el ICE, con la gran capacidad productiva que tiene el ICE, tiene que dejar utilidad. Y entonces yo como costarricense digo, el ICE debe ser de nosotros los costarricenses, pero tenemos derecho a que sea una institución eficiente, que deje utilidades y entender que esas utilidades tienen que tener un destino claro, no para poner más burocracia, ni para mantener privilegios o para favorecer algunas élites. No, puede hacerse un programa y decir que el 10% de las utilidades del ICE vamos a dedicarlos para mejorar la educación en las zonas marginales ¿Por qué no? Eso es un estado corporativo, pasar de una actividad económica a otra actividad con una política clara.

-¿Cuáles son los retos del sector agrícola y de todas las instituciones conexos dentro de eso que usted llama Estado Corporativo para que el agro costarricense, la ruralidad, los campesinos, en fin la zona rural se vean beneficiados con el TLC con Estados Unidos? -Mire, hay que hacer muchísimo, Por ejemplo, a mí me sorprende todo lo que hay que hacer en este país y que estemos amarrados de pies y manos. Lo que habría que hacer con gran urgencia, es soltar recursos financieros, para mejorar la institucionalidad del sector productivo. Y por supuesto, mejorar institucionalidad implica, también revisar su misión, porque hay instituciones que están o que quieren 172

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hacer los mismo que hacían hace veinte años y ya no tiene sentido. Entonces, debemos mejorar o revisar la misión de las instituciones del sector productivo, mejorar sus estructuras y tirarlas al campo. Tirarlas al campo, donde paralelo tiene que acompañarse con recursos financieros para la producción, que es una queja que hemos tenido en los últimos años. En este país hay recursos financieros para todos y para todo es fácil sacar recursos financieros. Si en estos momentos yo estoy aquí y quiero ir a comprar un automóvil, en una hora lo tengo, pero si quiero ir a comprar un chapulín para ir a arar, no es tan fácil, tengo que hacer un plan de inversión y tengo que hacer un montón de cosas. Entonces en este país se nos olvidó invertir en la producción. Hay capital de inversión o capital de gasto para todas las actividades humanas, hasta para pasear, por ejemplo uno puede financiarse un viaje a cualquier parte del mundo, pero para producir no. Bueno, hay que entender que la producción es básica. Luego, el Estado tiene que hacer un esfuerzo, pero duplicarlo o triplicarlo. Esto por medio de la comercializar. Los pequeños y medianos productores, a veces producen con mucha eficiencia muy buenos productos, pero les es muy difícil llegar a los mercados. Y esa es una tarea que tiene que ser del Estado, no se debe quitar esa responsabilidad. Lo que yo digo es que a veces parece que el Estado costarricense, realmente evadió todas las responsabilidades sociales y todas las responsabilidades económicas hacia la población. En este momento, con el Tratado de Libre Comercio implica que Costa Rica dedique recursos técnicos, humanos y financieros a promover la venta de los productos, especialmente de la pequeña y mediana producción agropecuaria. Por supuesto mejoraron un poco, aplicando en el campo las propuestas tecnológicas que hay de los diferentes productos y no perdieron de vista la investigación. Aquí la investigación en el campo agropecuario tiene que acelerarse, porque repito hay buenos investigadores y en todos los campos se ha avanzado, pero muy lento, no es como se necesita.

-¿Qué ocurriría de no aprobarse el TLC con Estados Unidos? -Sencillamente seguimos siendo iguales. Los ricos no necesitan el TLC. ¿DEMASA necesita un TLC? ¡No! DEMASA está aquí sin TLC y puede estar en cualquier país sin TLC. O las bananeras, ¿necesitan TLC? ¿Las grandes piñeras necesitan TLC? Esas no lo necesitan. Los ricos y las multinacionales no necesitan un TLC. Quienes necesitan un TLC son los pequeños y medianos productores que si tienen que ir a entrar a un mercado que por sí es difícil de entrar. Entonces, ¿qué es lo que pasa con los pequeños y medianos productores si no hay una nueva oportunidad? Seguir siendo lo que somos ahora, seguir con unos niveles de productividad muy bajos, con una desesperanza porque no Camilo Rodríguez Chaverri

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tenemos un mercado. Lo que está pasando es lo que ya todos saben, en la ruralidad se empobrece la gente. Un empobrecimiento increíble. Y por supuesto en la urbanidad un enriquecimiento increíble. El estirar las clases sociales por el ingreso, es el peor fenómeno que ha sufrido este país en los últimos 20 años. Y yo no veo mecanismos cortos y rápidos, de poner en ejercicio eso de acortar esas distancias, si no es acelerar la producción y la productividad en pequeña escala, en manos de propietarios costarricenses, donde el Estado intervenga, pero con ganas. Y para eso, necesitamos no solamente el TLC con Estados Unidos. Necesitamos todos los TLCS que se puedan, porque los costarricenses somos capaces de producir mucho y en mucha cantidad, el asunto es dónde lo vendemos y cuál es el precio que nos pagan por ello.

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Álvaro Alpízar Antillón -Álvaro Alpízar Antillón es el gerente, propietario y presidente de la empresa Rex Cargo, que forma parte de la familia de Rex Internacional. -¿Cómo nació la empresa? ¿Y cuándo nació? - La empresa nació en 1975, la fundó mi papá, Álvaro Alpízar Obando y pasó a mis manos en 1992. La empresa nace como una agencia de carga internacional en Costa Rica, básicamente haciendo gestión de documentos de exportación de mercancías, principalmente hacia los Estados Unidos. En el año 93 iniciamos un proceso de diversificación, donde empezamos a crear una serie de divisiones y comenzamos a incorporar en la organización una serie de conceptos que en ese momento eran relativamente novedosos, como lo son la administración de inventarios, el manejo y la especialización en el manejo de mercancías perecederas. Quisimos especializarnos en el manejo de mercancías perecederas, básicamente porque manejábamos algo que desde el momento en que se corta se empieza a morir y que tiene que llegar con un tiempo definido a todas partes del mundo. Logrando manejar eso, básicamente uno puede manejar cualquier cosa y requiere de una inversión. Es muy importante cuidar los controles en temperaturas, en humedad relativa, el control de plagas y los tiempos de entrega. Muchas veces son organizaciones muy grandes las que compran nuestros productos y tenemos que coordinar las entregas a domicilio en ventanas de 30 minutos, si llegamos 5 minutos después de la hora que hay que llegar a determinado supermercado, ya nos tenemos que esperar a que nos asignen otra hora para poder descargar en los andenes.

-A mí me impresiona porque era una empresa pequeña que ha crecido en sus manos. -Cuando yo asumí Rex Internacional éramos 21 funcionarios y teníamos operaciones solamente en Costa Rica. Hoy tenemos operaciones en todo Centroamérica y estamos en el proceso de abrir una oficina también en Miami. Hoy contamos con alrededor de 250 funcionarios en todo Centroamérica. Eso significa que hemos crecido más de diez veces.

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-¿Cómo logró ese éxito en tan sólo quince años? -La especialización fue la clave. Tomamos la decisión de ser los mejores. Ese fue nuestro compromiso. Somos una empresa de servicios y nuestros activos cualquiera los compra y los vende, pero lo que no se reproduce fácilmente es la cultura, los procesos, los compromisos de las personas que trabajan en la organización por llevar satisfacción a sus clientes. Decidimos enfocarnos en esos aspectos, especialmente porque veíamos la competencia de organizaciones extranjeras que venían a instalar sus operaciones en nuestra región. Para competir teníamos que estar en capacidad de ofrecer un servicio diferenciado, algo que llamara la atención.

-¿Qué son productos perecederos? ¿Qué cuidados requieren? ¿De qué manera la cultura costarricense ayuda en el manejo de estos productos? ¿Cómo han tenido que ir cambiando con el tiempo? -Bueno, es una gama muy amplia de productos. En nuestra organización manejamos desde flores frescas, flores tropicales, plantas ornamentales, follaje, frutas, vegetales, especias, pescado y mariscos, peces vivos y demás. En realidad es una amplia gama y cada uno requiere de manejos particulares. Por ejemplo, la temperatura, la humedad relativa y la cadena de frío es muy importante que no se interrumpan nunca, especialmente si son productos para consumo humano. También los productos que son para aplicaciones ornamentales se deben cuidar, porque los cambios abruptos de temperatura y humedad, afectan el tiempo de vida que tienen en los distintos países. Eso afecta el valor que tienen a la hora de venderlos y a la hora de competir con otros países. La seguridad es importante, en algunos casos estamos manejando productos que solamente los exporta determinada empresa o han sido creados por determinada finca u organización y pues es importante que esos bienes no vayan a caer en manos de algún competidor que quiera reproducir o que quiera aprovecharse de ese material para reproducirlo ilegalmente. Y el tema más grande con el que lidiamos a diario es el tráfico lícito de mercancías, especialmente a Estados Unidos y Europa, pues es un foco importante de interés para personas que quieren utilizarlo para mover tráfico ilícito, específicamente con drogas. Para eso tenemos una división de nuestra organización que se llama “Intercargo”. Se dedica a buscar drogas, explosivos y lo que es contrabando en general. Para encontrar drogas en las mercancías de exportación, tenemos una serie de equipos. Por ejemplo, tenemos la máquina de rayos X 176

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de túnel móvil más grande de América Latina y del Caribe, una de tres en el mundo. Es como las máquinas de rayos X que se ven en los aeropuertos, solo que mucho más grande y con la ventaja de que es móvil, tiene su propia fuente de poder. Es un equipo que debe estar calibrándose regularmente. Por el hecho de ser móvil, tiende a requerir de cuidados especiales, tiene además su propia planta de poder y lo atiende solamente personal especializado.

- ¿Qué piensa usted de la cultura de los agricultores ­ costarricenses, de los productores con quien usted tiene que convivir todos los días? ¿Cómo son esos agricultores? ¿De qué manera el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos puede ser una oportunidad para ellos? -Además de experimentar el crecimiento de mi empresa, me ha tocado ver varias veces cómo agricultores de las zonas más alejadas del país han salido adelante. He visto como han desarrollado pequeñas y grandes empresas a partir de la oferta de sus cosechas, especialmente al mercado de los Estados Unidos y Europa. Es impresionante cómo el mercado costarricense, definitivamente no tiene la capacidad para consumir la gran cantidad de productos que nosotros podemos generar, y que con el beneficio de poderlos vender a un mercado más grande, los agricultores se pueden aprovechar de eso para desarrollar sus pequeñas empresas. La cultura costarricense también es un factor importantísimo, porque uno ve que el exportador o el agricultor costarricense, talvez no ha sido educado en las mejores universidades, sin embargo, en la universidad de la vida, ellos manejan muy bien sus cultivos. Tienen una relación muy estrecha con sus terrenos, con la humedad, con las temporadas, y entonces tienen la capacidad de, en forma empírica, producir cosechas de muy alta calidad. Es gente que no solo se preocupa de aprender acerca de su cosecha, de los procesos y de los procedimientos para vender al extranjero, sino que se preocupan por aprender inglés y superarse.

-¿Y qué puede significar el TLC con Estados Unidos para esos productores? ¿Y qué significa para su empresa? -Para estos productores significa la confianza de que pueden planificar a largo plazo el bienestar de sus familias, de sus organizaciones y de sus comunidades. Significa que tendremos la seguridad de que el mercado más grande y más importante del mundo estará dispuesto y abierto para que sigamos comercializando nuestros productos. También se tendrá la posibilidad de hacer ventas directas, inclusive pasando por encima a intermediarios que hoy controlan Camilo Rodríguez Chaverri

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las facturaciones internas en los Estados Unidos. Además le da al consumidor en los Estados Unidos la tranquilidad de que éste le puede comprar directamente al productor en Costa Rica y que hay reglas claras en el caso de que tuviera dudas en cuanto a la capacidad de cumplimiento o a la capacidad de que un exportador costarricense le pueda honrar un contrato y que él pueda reclamar sus derechos.

-Usted dice que están a punto de abrir una oficina en Miami, a propósito del TLC con Estados Unidos. -Si, nosotros entendemos que el Tratado de Libre Comercio ofrece oportunidades en ambas vías. En el pasado las empresas extranjeras se han instalado en nuestros países con los beneficios que obtienen de sus estructuras de país desarrollado, a nivel, especialmente lo que es financiamiento, acceso a tecnología, etc. Con el tratado, nosotros hemos identificado la oportunidad de exportar nuestro modelo a los Estados Unidos. Un modelo basado en la calidad y en la satisfacción del cliente. Donde nosotros mismos hemos desarrollado nuestra propia tecnología y nuestro propio modelo de servicios que cuando lo comparamos con organizaciones de calibre mundial, vemos que no andamos tan perdidos y que es algo que el mercado norteamericano pudiera estar dispuesto a contratar. El servicio personalizado que nosotros hemos desarrollado en nuestras operaciones es difícil de encontrar en mercados tan grandes. Nuestro enfoque en lo que es el capital humano, pues nos ayuda a asegurarnos de que ese principio de servicio personalizado sea algo que podamos exportar y que podamos sostener independiente del mercado donde lleguemos. Ahora nos estamos limitando a llevar mercancías a los puertos de ingreso de los Estados Unidos y ahí lo toman empresas americanas y hacen la entrega final por un subcontrato nuestro a los distintos puntos dentro de los Estados Unidos. La idea es que esa última fase pues la hagamos nosotros también.

-¿Qué pasaría en nuestro país de no aprobarse el TLC con Estados Unidos? -Sería como enviarle un mensaje a los inversionistas nacionales y extranjeros de que Costa Rica ha escogido nadar en contra de la corriente económica mundial. No sé cómo lo tomaría un inversionista o un comprador extranjero porque según entiendo Costa Rica, podría ser el primer país en el mundo en rechazar un acuerdo comercial con los Estados Unidos. Nosotros hemos fundamentado desde los ochentas nuestra economía básicamente a la venta de productos hacia los Estados Unidos. Si cambiamos de timón, no veo otro mercado que 178

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lo sustituya, porque estamos ubicados exactamente donde tenemos que estar para atender ese mercado y no otros. El transporte aéreo y el transporte marítimo desde Costa Rica hacia los Estados Unidos es una ventaja comparativa y competitiva que no la tendríamos, por ejemplo si se pensara en sustituir el mercado americano con China o con Europa. Yo creo que sería nefasto para nuestra economía y varios de los agricultores a quienes yo aprecio mucho y he visto crecer y desarrollar sus operaciones, pues se verían afectados muy fuertemente por esa situación. Yo en realidad no creo que nuestro país esté en condiciones de cerrarle las puertas a las oportunidades. El hecho de tener el comercio garantizado con los Estados Unidos es algo que nos da la seguridad de generar inversiones, de generar planes de largo plazo, de desarrollar estrategias y de ¿por qué no?, pensar en exportar productos y servicios hacia los Estados Unidos.

-Tiene centros de acopio ¿Dónde están estos centros de acopio? ¿Cómo ha hecho usted para desarrollar la empresa y llevar bienestar a las comunidades? -Nuestros centros de acopio están ubicados en San Antonio de Belén, en la Zona Franca Zaret en Puntarenas y en Liberia. Sin embargo, el año pasado compramos un terreno para construir una terminal en Heredia, y en Limón. La última que abrimos fue en Guápiles. La terminal en Belén es muy funcional y todavía llena las expectativas nacionales y extranjeros. ¿Por qué queremos estar cerca de las comunidades? Bueno, lo usual es que nosotros obliguemos a los exportadores rurales a que asuman el riesgo y el costo de trasladar sus productos al Valle Central para ser procesados y exportados. Eso, digamos que no es problema para el gran exportador, para el gran productor. El gran productor llena un trailer y ese trailer tiene un costo que se divide entre 15 toneladas de producto. Pero el pequeño exportador es quien agrega mucho más valor, porque le tiene un cuidado especial a las mercancías que produce. Se preocupa por la calidad de lo que exporta y por ponerle atención a que sus mercancías vayan libres de plagas. A este gran productor se le hace muy difícil pagar un camión de Guápiles, digamos al aeropuerto Santamaría por doscientos o trescientos kilos de producto. Eso incrementa muchísimo el valor del costo y lo que normalmente están haciendo estos exportadores, es entregándole mercancías a un intermediario que se encarga pues de consolidar y de hacer una oferta directamente a algún intermediario en Estados Unidos que posteriormente procede a vendérselo ya a los consumidores finales. Estas terminales le dan al exportador la facilidad de que tiene muy cerca de sus fincas o de sus plantas, un lugar donde se recibe la mercancía y se le da todo el proceso como si Camilo Rodríguez Chaverri

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estuviera en el aeropuerto. Otra ventaja es que tiene sus documentos de embarque en muy pocos minutos después de entregada la carga en nuestra Terminal. Puede notificar a su comprador en cualquier parte del mundo, exactamente qué es lo que va a exportar, además tiene inspección del Ministerio de Agricultura. De manera de que si la mercadería, por alguna razón no está apta para el transporte, pues no tiene que asumir el costo de llevarla hasta el Valle Central para que sea destruida en una inspección en el Valle Central, sino que ahí mismo tiene la opción de remplazarla. Uno de los costos más grandes con el que tiene que vivir un exportador nacional, tiene que ver con la mercancía que llega a distintos puertos en los Estados Unidos y se le encuentran plagas, esa mercadería se destruye y ese exportador tiene que asumir el costo. No solamente de la mercancía o de la mano de obra que va incorporada en ella, sino además del transporte al aeropuerto o al puerto, el transporte internacional y el costo de la destrucción de esa mercadería en el puerto de arribo. La idea es pues que se tenga la posibilidad de evitar esos costos adicionales que al final de cuentas pueden hacer que un exportador tenga o no éxito al final.

- ¿Cómo ve la lucha del TLC y qué espera? -Bueno, yo la veo bastante emotiva. Creo que aquí Costa Rica tiene que tomar una decisión. Será en el referéndum donde todos vamos a tener claro cuál es la decisión de los costarricenses. Si vamos a seguir por la vía de las condiciones claras, del enfoque del fortalecimiento de una estructura que se viene desarrollando desde los años ochentas o si por el contrario queremos tomar la decisión de entrar en una fase muy emocionante y necesaria a estas alturas. Yo siento que al final de cuentas, el costarricense entiende que los Estados Unidos es un mercado en el que queremos estar y competir. Entiende que ahí hay oportunidades. Y finalmente, creo que la mayoría de los costarricenses va a apoyar el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Eso nos va a permitir a todos encender un montón de lucecillas que hemos venido apagando o hemos tenido a media luz, mientras se resuelve este proceso. Luego del referéndum, Costa Rica entrará en una fase de desarrollo acelerada. Tenemos las mejores condiciones a nivel regional para sacarle provecho a ese Tratado de los Estados Unidos. No solamente con lo que hemos venido exportando e importando a la fecha, sino con una serie de productos y servicios nuevos que anteriormente no habíamos podido colocar.

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