Templos de Costa Rica
CAMILO RODRIGUEZ CHAVERRI
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972.86
Rodríguez Chaverri, Camilo
R696t
Templos de Costa Rica: Cartago / Camilo
Rodríguez Chaverri. -- 1a ed. -- San José, Costa Rica:
C. Rodríguez Ch., 2008.
136 p. ; 14 x 21 cm.
ISBN: 978-9968-547-06-2
1. COSTA RICA - TEMPLOS - FOTOGRAFÍAS.
2. CARTAGO, COSTA RICA - FOTOGRAFÍAS.
3. COSTA RICA - ARQUITECTURA. I. Titulo.
Fotografía, Concepto, Prólogo y Producción Camilo Rodríguez Chaverri Diseño Gráfico y Coordinación Editorial Paula Garro Ramírez Traducción del Prólogo Ronald Alfaro Del Valle
Colaboración Especial Olga Cozza de Picado Luis Carcheri Óscar Chaves Esquivel Isidro Con Wong Jacqueline López Víctor Hugo Carranza Melvin Madriz Picado Jorge Hernández Javier Rojas Óscar Alfaro Juan Rafael Lizano Salvador Saborío Michelle Aubert Dr. Zilliam Céspedes Xinia Ramírez Centeno Juan Luis Ramírez Teresita Ángel Hugo Sánchez Marianela Villalobos Rocío Chaves Karolina Brenes Martha Castillo Natalia Pasapera Jehinny Orozco Zahyra Morales Katherine Sandoval Yelén Lamugue Rafael Ángel Rodríguez Ziane Matamoros Alfonso Robelo Margarita Herdocia Carlos Lachner Johanna Ortega Tatiana Murillo Gabriela Lavagni Marvin Mora Pedro Gómez Fuentes Norman Acosta Greivin Arrieta Priscilla Martínez Anabelle González Suárez Angélica Arguedas Yorleny Hernández Fernanda Campos Laura Vázquez Arcyr Esquivel Viviana Binns
William Gómez Manuel Méndez Presbítero Glenn Gómez Gerardo Corrales Amadeo Quirós Luis Mastroeni Gerardo Jiménez Vázquez Miguel Quirós Raúl Quesada Ángela Chaverri Felicia Morales Santiago Porras Álvaro Morales Yamileth Ramírez Jorge Garro Jorge Morales Marcial García Óscar García Juan Rolando Rodríguez Walter López Sara Chaverri Camila Morales Paula Chacón Gabriela Mora Chacón Diana Herrera Solís Crismy Hernández Luis Gustavo Marín Randall Palacios Carlos Odio Hans Bucher Juan Diego Castro Andrés Rodríguez Miguel Salguero Evelyn Ugalde Gabriela Salazar Flor Vargas Kathya Araya Wálter Valverde Helena Indira Rivas Laura Ramírez de la Peña Jose Joaquín Chaverri Carlos Lafuente Gilberto Hernández Mariana Jiménez Jesús Castro Yuliana García Ramírez Xiomara Aguilera
En honor a Sor María Romero Le debo esta obra al apoyo y el soporte de Sor María Romero, pues, a través de mi fe en ella, tuve y seguiré teniendo la certeza de que me acompaña y me ayuda. Visité su santuario y su tumba, en Barrio Don Bosco, Mata Redonda, San José, durante todo este año, semana a semana. Estoy seguro de que intercedió ante María Auxiliadora para que Nuestra Madre impusiera su mano sobre este proyecto tan grande en mi vida, y tan complicado por la cantidad de tiempo y de dinero que exigió de mi parte. También visité la casa donde nació Sor María Romero en Granada, Nicaragua, y la obra que lleva su nombre en Estelí, al norte de ese país, donde vive una tía mía, hermana salesiana, quien dirige la escuela para niños de la calle de esa ciudad. Rindo tributo a sor María Romero con estos libros que han significado un gran sacrificio y un esfuerzo muy enriquecedor. Sé que no hubieran sido realidad sin la energía y la ilusión que sentía por dentro cada vez que le pedía su colaboración especial para concluir esta bellísima tarea que me impuse con el objetivo de enaltecer el fervor de nuestro pueblo. Camilo Rodríguez Chaverri, editor, productor y fotógrafo de esta colección
Dedicatoria Para Monseñor Eladio Sancho, con quien entendí el peso simbólico del templo para cada pueblo. Para el Presbítero Dorilo Murillo, mi director espiritual. Para Jorge Jiménez Deredia, quien me explicó la importancia de los símbolos. Para Miguel Salguero, padre del periodismo rural en Costa Rica. Para mis maestros Alvaro Fernández Escalante, Alberto Cañas Escalante, Guillermo Villegas, Eladio Jara, Abel Pacheco, el Presbítero Armando Alfaro Paniagua, Eugenio Rodríguez Vega, Óscar Castro, Víctor Flury, Jacques Sagot, Armando Vargas Araya, José María Penabad, Salustio Pauta, Miguel Salguero y Enrique Obregón, así como a las grandes promotoras culturales Carmen Naranjo, Estrellita Cartín, Inés Trejos, Julieta Dobles y Myriam Bustos, por su estímulo edificante, su apoyo de siempre y sus enriquecedoras críticas. Para mis tíos, la hermana salesiana Sor María Elena Rodríguez y el Presbítero Carlos Antonio Rodríguez. Para Sor Bettina, Sor Santos, Sor Olga, Sor Guillermina, Sor Ellieth y Sor Amable, Hermanas Oblatas al Divino Amor, maestras de mi escuela, La Asunción de la Virgen María, en San Isidro de El General, Pérez Zeledón. Para Doña Mayita Suárez, gran compañera de viajes, incansable asistente en este proyecto, y para Paula Garro, esforzada e insigne trabajadora, encargada general del diseño de esta colección de libros, quien se entregó a este proyecto por muchos meses.
vine a abrir los ojos a pagar con palabras la vida que me dieron. De un poema del escritor Juan Carlos Vílchez
Lo importante no es lo que uno trae al llegar si no lo que deja o se lleva. De una dedicatoria del poeta Jorge Arturo
Costa Rica es un país muy grande; dicen que es pequeño, pero es grande; hay muchísimo para ver, aprender y descubrir. De una entrevista a Froilán Escobar
andaré la tierra como un romero buscando a Dios... De una canción de Víctor Manuel
¡Quien tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias! Libro del Apocalipsis
La iglesia es el cuerpo de Cristo, la plenitud de Cristo, que es quien lleva todas las cosas a su plenitud. Epístola de San Pablo a los efesios
¡Felices los que viven en tu templo y te alaban sin cesar! Libro de los Salmos
Templos católicos de Costa Rica, los grandes símbolos de nuestros pueblos Recorrí todo Costa Rica desde diciembre del año 2006 hasta enero del año 2008. En catorce meses de trabajo, recorrí el país entero, de punta a punta, de costa a costa, de frontera a frontera, fotografiando templos católicos. Me detuve en todos los barrios, caseríos, villas y pueblos que fui encontrando en el camino. Fotografié cerca de dos mil templos. Me maravillan los templos católicos de Costa Rica por diez razones que enumeraré a continuación: 1. Son el más valioso resultado del esfuerzo comunal. Surgen del trabajo de todos y todas en turnos, bingos, rifas, carreras de cintas, topes, cabalgatas y subastas. En todas estas actividades participa la gente de la comunidad, por igual, grandes y pequeños, pobres y ricos, cada quien de acuerdo a sus condiciones y circunstancias. 2. El templo católico es el símbolo estético más alto, más grande, más voluminoso, más rico de cada comunidad. Como símbolo, es el templo, el lugar de oración, lo más lujoso de la comunidad. El espíritu primero que todo. Dios en el centro del pueblo. 3. Lo más bello de casi todos los pueblos es su templo. Si uno escribe un artículo sobre Grecia, lo ilustra con la fotografía de su templo. Igual pasa en Coronado; Tilarán; Venecia, en San Carlos; Cahuita, en Talamanca; Tortuguero, en Pococí; Buenos Aires; Palmar Sur, en Osa, y casi cualquier pueblo que usted quiera poner de ejemplo. Tenemos templos bellísimos en todas las regiones, en todas las provincias, y en todos los cantones de Costa Rica. Ahora puedo decirlo con pruebas. 4. La gente de los pueblos se siente sumamente orgullosa de su templo. Hay gente protestante, evangélica, que me ha ayudado en sus pueblos para que pueda fotografiar sus templos católicos y no olvide alguno en particular. Ven el templo como un símbolo incluso más allá de la religión. 5. Por ser el símbolo del pueblo, genera sentido de identidad, sentimiento de pertenencia. Hay personas que esperan la publicación de las fotografías con ansias y que no me perdonarían que deje por fuera el templo de su pueblo.
Templos, pañitos de dominguear 6. Dice el gran intelectual costarricense Enrique Obregón que aquí hay templos con casas al lado, y que esa es la mejor definición de muchos pueblos. Lo que pasó en San José con el Teatro Nacional, que era un bellísimo edificio (lo sigue siendo) en medio de cafetales, ocurre en todo el país, pero no con teatros sino con templos. Otro ejemplo: uno no puede creer que pueblitos de Turrialba tan pequeños como La Pastora, Aquiares, Sitio de Mata, Guineal (Guadalupe) o Moravia de Grano de Oro tengan los templos, hermosísimos, magnánimos, majestuosos, bellos, que tienen. 7. Casi todos los templos católicos son viejos. Me alarma que, entre cerca de dos mil templos que he fotografiado, cuento los templos en construcción con los dedos de las manos y los pies. Como me ha dicho Monseñor Hugo Barrantes, arzobispo de San José, antes nos uníamos para construir templos, mientras que ahora algunos se reúnen para construir centros comerciales. Un pueblo demuestra su crecimiento con su “mall”. Ocurre en San Ramón, San Isidro de El General, Ciudad Quesada, Liberia y Guápiles. Antes lo demostraban con su templo. Es un llamado de atención. 8. El punto de referencia en todos los pueblos es la iglesia, el templo católico. Me emociona entrar a Ciudad Quesada y ver la imponente torre de su catedral, diseñada por el legendario pintor y arquitecto Teodorico “Quico” Quirós. Este templo se le debe al impulso del Padre Eladio Sancho, quien todavía vive, con 94 años de edad. Hace más de cincuenta años, él visualizó que la Zona Norte llegaría a ser diócesis, y que necesitaba una catedral. Más de uno creyó que estaba loco. La historia demostró que no. 9. Bajo el atrio del templo se organiza la comunidad también para construir el colegio, para desarrollar el centro agrícola cantonal, para que inicie la asociación de mujeres artesanas, para que se reúnan los alcohólicos anónimos o quienes inician un comité para construir un hogar de ancianos o un albergue de niños abandonados. No se reúnen ni en la escuela, ni en la plaza, ni en la cantina. Se reúnen en la iglesia. 10. En muchos pueblos no hay siquiera un centro comunal. En muchos pueblos, el único lugar donde se reúnen todos y todas, es el templo. Sólo en el templo caben. Es decir, en la casa de Dios cabemos todos y todas, sin excepciones. Nadie nos cobra por entrar. Todos estamos convidados a la fiesta del Señor.
El ejemplo del Padre Sancho Le debo este proyecto a tres personajes importantes de mi vida: Monseñor Eladio Sancho, el escultor Jorge Jiménez Deredia y el periodista Miguel Salguero. Le debo el libro a Monseñor Sancho porque, mientras escribí una biografía sobre él, me percaté de que San Carlos se siente orgulloso de su templo porque él, como sacerdote, los organizó y todos tuvieron que aportar esfuerzo en organización en los famosos “turnos de los cien mil pesos”, y en el trabajo manual, en la construcción. Una semana venían de Aguas Zarcas. Llegaban los lecheros y sus peones. La siguiente semana venían de La Fortuna, y así de todas las comunidades… El templo ayudó a unificar al pueblo. Después, en la zona de San Carlos creció el cooperativismo con éxito, y son grandes ejemplos la Dos Pinos, Coocique y Coopelesca. Por ese sentido de pertenencia y de unidad comunal que provocó la construcción del templo católico, Coopelesca hizo que San Carlos tuviera luz eléctrica veinte años antes que Guápiles, para mencionar a dos zonas rurales pujantes y progresistas, y notar las distancias… El Padre Sancho tardó treinta años construyendo el templo junto a su pueblo. Nunca aceptó ni un cinco por parte del Estado. Él entendió que la plata del Estado, en un país pobre, hace falta en escuelas, caminos y puentes. No tiene por qué ayudarle al pueblo en aquello que tiene que ver con el culto. Para eso, el pueblo puede organizarse. Como una gran gracia, don Espíritu Santo Salas, ministro de Obras Públicas del gobierno de don Mario Echandi, le mandó dos vagonetas de material. El Padre Sancho lo llamó y le dio veinticuatro horas para ir a recoger el material. -Señor ministro, preocúpese por los caminos y los puentes aquí en San Carlos. Pero entienda que el gobierno no tiene que meter las narices en asuntos de religión. Para el templo, yo tengo a mi pueblo organizado, le dijo el Padre a don Espíritu Santo.
Lo más bello y sublime El segundo inspirador, Jiménez Deredia, lo es porque este gran escultor y comunicador me hizo entender la importancia de los símbolos. Un gran símbolo católico es el templo. Las imágenes religiosas son símbolos. Un símbolo ayuda a entender lo que llevamos por dentro. La Virgen María, con su chiquito en brazos, fue más fácil de entender para los indígenas porque tenían a sus divinidades femeninas, entre ellas, las maternales. No somos únicamente materia, somos espíritu. No somos exclusivamente razón. Somos emoción, sentimiento… Tenemos alma. El espíritu nos engrandece, nos dignifica. El símbolo puede ser un puente en esa dualidad, espíritu y razón, alma e inteligencia, en que vive el ser humano.
El tercer gran inspirador de este trabajo, Miguel Salguero, padre del periodismo rural que hoy practico desde Guápiles, desde San Isidro de El General y desde Ciudad Quesada, demostró que Costa Rica tiene grandes tesoros en todos sus rincones. A la par de los parques nacionales, el gran tesoro de casi todos los pueblos es ese triunvirato maravilloso que integran el templo, la escuela y la plaza, es decir, el espíritu, la mente y el cuerpo. La salud del alma, el descubrimiento para el cerebro, el ejercicio para el organismo. En los tres casos, el asombro. De los tres símbolos, el más elegante, esbelto, alto, bello, armonioso, luminoso y sublime, es el templo. El templo es el gran símbolo de cada comunidad de Costa Rica. Es, para cada pueblo de nuestro país, lo que fueron y siguen siendo los castillos para los pueblos en Europa. Pero aquí el símbolo tiene en el centro a Dios, no al rey. Para nosotros, en el cristianismo, el rey es nuestro Dios. He ahí su grandeza. El templo católico nos recuerda en cada pueblo el peso del espíritu. Nunca conseguirá un mensaje así el centro comercial. Ni siquiera la escuela. Es el templo el que nos recuerda que somos hijos de Dios y que tenemos una dimensión espiritual que trasciende la carne. El templo sobrevive a muchas generaciones. Es el recuerdo de que nos puede esperar la vida eterna, que hay algo más grande, verdadero, luminoso, más allá de la muerte. Junto a los siete libros de fotografías de templos de Costa Rica, publicamos un libro de fotos de iglesias de Nicaragua, porque hay grandes nexos entre nuestro país y el país vecino, porque tienen bellísimos templos y porque creo que debemos tender puentes, extender lazos entre ambas naciones. De Nicaragua escribo en el prólogo de ese volumen. Gracias al BAC San José, a Toyota, a Purdy Motors, a la Librería Universal, a Teletica Canal 7 y a Diario Extra, los patrocinadores de este proyecto, así como a los copatrocinadores, entre ellos, Amnet, Complejo de Cines Magaly, CableTica, Conexión, TV Norte y Eucor, que creyeron en este proyecto, llegan hasta usted dos millares de templos católicos costarricenses, más casi trescientos templos católicos nicaragüenses, fruto de una de las aventuras más bellas de mi vida, gracias a la cual estoy más enamorado de mi país y del país vecino, y más orgulloso de la fe católica con la que crecí y en la que felizmente me conservo.
Camilo Rodríguez Chaverri Periodista y Escritor.
The Catholic temples of Costa Rica, great symbols of our towns I went for a drive round all of Costa Rica from December 2006 until January 2008. In 14 great months of work, I drove round the whole country, from north to south, from the east coast to the west coast, and from the Nicaraguan border to the Panamanian border, photographing our catholic temples. I made a stop in every neighbourhood, every hamlet and village that I found on my way. I took photographs of about 2000 temples. I must say that now, more than ever I am in awe with Costa Rica’s catholic temples for reasons, which I will proceed to enumerate: The temples are the most valuable result of the effort of each 1. community. They have come out of the effort of all the members of the community through “turnos” (communal fairs), bingos, raffles, Costa Rican ribbon races, “topes” (horse parades), cavalcades and auctions. People from the whole community take equal part in these activities, adults and children, the poor and the rich alike, each one according to their own conditions and circumstances. 2. The catholic temple is the highest, biggest, most voluminous and the richest aesthetic symbol in each community. As a symbol, the temple, being the place of prayer, is the most luxurious place in the community. Spirituality above all else. God in the town centre. 3. The most beautiful thing in almost any given town will be the temple there. If one were to write an article about, say, the town of Grecia, one will almost certainly illustrate it with a photograph of its temple. That is what happens with towns such as Coronado, Tilarán, Venecia in San Carlos, Cahuita in Talamanca, Tortuguero in Pococí, Buenos Aires, Palmar Sur in Osa, and almost any town that you might imagine to use as an example. With plenty of evidence at hand, I can now attest that Costa Rica has the most beautiful temples everywhere, in all the regions, provinces, and cantons. 4. The towns’ people are extremely proud of their temples. There were even non-catholic people who gave me their help, so that I could make a picture of the catholic temples in their towns, lest I forget one in particular. They all see the temples as something above and beyond religion. 5. As town symbol, the temple generates a sense of identity, a feeling of belonging. There are people who are eagerly awaiting the publication of these photographs and who would find it unforgivable if I left out the temple in their particular town.
Temples: A Town’s Sunday Dress The great Costa Rican intellectual, Enrique Obregón is said to have expressed the thought that here there are towns which consist of temples with houses round them or right next to them, and that such is the best definition of many towns in this country. As it once happened with San José and its National Theatre, which was then a beautiful building amongst the coffee plantations (it is still beautiful), the same thing happens all over the country, not with the theatres but with the temples. Here is another example: One sometimes finds it hard to believe that miniature towns such as La Pastora, Aquiares, Sitio de Mata, Guineal (Guadalupe), or Moravia de Grano de Oro, boast the oh, so beautiful, magnanimous, tremendously gorgeous temples that they do. 7. Almost all of the catholic temples are quite old. I find it alarming that among the nearly 2000 temples I have photographed, I can count the new temples or temples under construction with only my fingers and toes. As Monsignor Hugo Barrantes, archbishop of San José has said to me, in this country we used to get together in order to build temples in the good old days, now only some people get together and that is to build new shopping centres. A town now shows its progress through its Malls. It has happened in San Ramón, San Isidro Del General, Ciudad Quesada, Liberia and Guápiles. In bygone days, they showed progress through their temples. 8. In spite of this last aspect, the basic point of reference in any town is always its church, its catholic temple. It always moves me deeply to enter the town of Ciudad Quesada and behold the striking tower of its cathedral, designed by the legendary painter and architect Teodorico “Quico” Quirós. Over 50 years ago, father Eladio Sancho, who is still alive today at 94 years old, visualised how Costa Rica’s northern area would eventually become a diocese and how it would actually need a cathedral. Many a town fellow thought he was crazy. History has clearly demonstrated he was not. 9. It is under the temple’s atrium that the townspeople get organised to start the building of the new high school, to develop plans for the canton’s new agricultural centre, to get the association of artisan women actually started, for the Alcoholics Anonymous group to meet or for those who seek to create a committee to build a home for the elderly or an abandoned children’s shelter. They will not meet in a school, or in the park, or the football pitch, or the bar for that matter. They will meet in the church. Many towns even lack a community centre. In many towns, the only place where they will all meet is in the temple. It is in the temple where they will always fit comfortably. That is to say, ‘It is only in the house of God that we will all fit without exceptions. No one will charge us a fee to enter. We are all invited to the Lord’s party.’
Padre Sancho’s example I owe this project to three important personages in my life: Monsignor Eladio Sancho, sculptor Jorge Jiménez Deredia, and journalist Miguel Salguero. I owe this book to Monsignor Eladio Sancho. It was while I was writing his biography that I was able to see how San Carlos was proud of its temple because he, as their priest, organised them and they all had to make an equal effort, such as in the creation of the famed ‘‘Turnos’ of the 100 000 pesos’ (The 100 000 Pesos Town Fairs); not to mention the efforts in manual labour in the actual building of the temple itself. One week it was the milk farms’ men along with their willing farmhands from Aguas Zarcas who came. The next week it would be the people from La Fortuna, and thus with the rest of the communities. The building of the temple helped to unify the town. As a result, later in the San Carlos area, the cooperative movement was successfully created, DOS PINOS, COOCIQUE, and COOPELESCA all came into being. Due to the feeling of belonging and communal unity brought about by the building of the catholic temple, COOPELESCA made it possible for San Carlos to have electricity 20 years before Guápiles did, just to mention two of Costa Rica’s richest and most progressive rural areas. It took father Sancho 30 years to build the temple along with his parishioners. He never accepted a single ‘céntimo’ from the government. He knew that in a poor country it is the schools, roads and bridges that need government money the most. He knew that the government does not need to help its people in cult related matters. For those things, it is the people’s duty to get organised. Thinking it a great accomplishment, the then head of the Public Works Ministry, don Espíritu Santo Salas, sent up two huge trucks loaded with materials. Father Sancho called him up and gave him 24 hours to get rid of it all. -Mr. Minister, you will worry about the roads and the bridges up here in San Carlos. Nevertheless, please know that the government should not stick its nose in matters of religion. For the temple, I have organised my people- said father Sancho to don Espíritu Santo.
The most beautiful and sublime My second inspirer, Jiménez Deredia, is so because this great sculptor and communicator made me understand the great importance of symbols. One great catholic symbol is the temple. Religious images are symbols. A symbol helps us to understand that which we all have inside of us. The Virgin Mary with the child Jesus in her embrace was easier for the natives to understand because they had their female deities, amongst them the maternal ones. We are not all matter, we are also spirit. We are not exclusively reason. We are emotion, feelings… We have a soul. Spirit enhances us, it dignifies us.
My third inspirer for this piece of work, Mr. Miguel Salguero, father of Costa Rica’s rural journalism, which I put into practice from Guápiles and from Ciudad Quesada, demonstrated that Costa Rica hides great treasures in her nooks and crannies. On a par with the National Parks, Costa Rica’s great treasure is this marvellous triumvirate made up of the temple, the school and the pitch, that is to say, spirit, mind and body. The soul’s wellbeing, the brain’s enhancement, and physical exercise. And in all these three cases, the awe. Of these three symbols, the most elegant, most beautiful, most harmonious, most luminous, most sublime, the highest, the most graceful is the temple. The temple is the great symbol of each and every community in Costa Rica. It means the equivalent of what castles are to Europe for each and every town in this country. However, here the symbol has God at its centre, not a king. For us, in Christianity, Our God is the king. Therein lies the temple’s grandeur. The catholic temple reminds us in each town of the weight of the spirit. Never will you get this message in a shopping centre or mall. Not even at a school. The temple reminds us that we are the children of God that we have a spiritual dimension that transcends the flesh. The temple will outlive many generations. It is the reminder that eternal life awaits us, that there is something bigger, truer, and always eternal, beyond death. Along with the seven books with photographs of Costa Rica’s temples, we are also publishing a book with photographs of temples in Nicaragua, as there are great links between our country and our northern neighbour’s, as they have temples that are truly beautiful and because I believe we need to create bridges, extend our links between both nations. I am writing about Nicaragua in the prologue for that book. I want to thank BAC San José, Toyota, Purdy Motors, Librería Universal, Teletica Canal 7, Diario Extra, AMNET, CCM, CableTica, Conexión, TV Norte and Eucor, who believed in this project. Two thousand Costa Rican temples are making their way to the reader, in addition to over three hundred Nicaraguan temples, all of which is the result of one of the most beautiful adventures in my life. It is thanks to this adventure that I have fallen ever more deeply in love with my country and with our neighbour to the north, I am also prouder than ever of having been raised a catholic, and of still being one.
Camilo Rodríguez Chaverri Journalist and writer
Cartago
Cartago
Basﾃｭlica de los ﾃ］geles, Cartago
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Templos de Costa Rica
Aquiares, Turrialba
Espero ir pronto a verte; pero te escribo esto para que, si me retraso, sepas c贸mo debe portarse uno en la familia de Dios, en la iglesia del Dios viviente, la cual sostiene y defiende la verdad.
Ep铆stola primera de San Pablo a Timoteo
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Cartago
Compartimos el valor de la familia
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Templos de Costa Rica
Ruinas de Ujarrás, Paraíso, Cartago
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Cartago
Ruinas de Cartago
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Templos de Costa Rica
Catedral de El Carmen, Cartago
Estaba ya cerca la Pascua, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontrando en el templo gentes que vendían bueyes, y ovejas, y palomas, y cambistas sentados en sus mesas. Y hasta a los que vendían palomas, les dijo, Quitad eso de aquí, y no queráis hacer de la casa de mi Padre una casa de tráfico. Santo Evangelio según San Juan
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Cartago
Iglesia de los Capuchinos, Cartago
San Pablo, Oreamuno
Compartimos el valor de la purificaci贸n
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Templos de Costa Rica
El Tejar, El Guarco, iglesia nueva
El Tejar, El Guarco, iglesia vieja
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Cartago
ParaĂso
Orosi, ParaĂso iglesia colonial
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Templos de Costa Rica
Cachí, Paraíso
Birrisito, Paraíso
Para adorarle en su templo y contemplar su hermosura. Libro de los Salmos
Palomo, Cachí, Paraíso
Cervantes, Alvarado
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Cartago
Pacayas, Alvarado
Compartimos el valor de la humildad
Capellades, Alvarado, Cartago
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Templos de Costa Rica
Santa Teresa, Alvarado
Barrio Santa Elena, La Victoria, JimĂŠnez
La Pastora, Santa Cruz, Turrialba
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Cartago
Santa Cruz, Turrialba
San Blas, Cartago
Potrero Cerrado, Oreamuno
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Templos de Costa Rica
San Nicolás, Taras, Cartago
Cuando lleguen los días malos, el Señor me dará abrigo en su templo; bajo su sombra me protegerá. Libro de los Salmos
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Cartago
Ochomogo, Cartago
Compartimos el valor de la humildad
San Juan, Chicuรก, Oreamuno
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Templos de Costa Rica
San Esteban, Cartago
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Cartago
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Templos de Costa Rica
Hogar de Ancianos, Cartago
Me pondrá a salvo sobre una roca. Entonces podré levantar la cabeza por encima de mis enemigos; entonces podré ofrecer sacrificios en el templo, y gritar de alegría, y cantar himnos al Señor. Del Libro de los Salmos
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Cartago
Cot, Oreamuno, Cartago
Compartimos el valor de la humildad
41
Templos de Costa Rica
Tierra Blanca, Cartago
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Cartago
Antiguo Sanatorio Durรกn, Oreamuno
43
Templos de Costa Rica
Paso Ancho, Oreamuno
El Recreo, Turrialba
Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis días, y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré. Del Libro de los Salmos
Oratorio, Oreamuno
Los Ángeles, Llano Grande, Cartago
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Cartago
Llano Grande, Cartago, iglesia antigua
Compartimos el valor de la bondad
Llano Grande, Cartago, iglesia nueva
45
Templos de Costa Rica
Finca El Plant贸n, Santa Rosa, Oreamuno
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Cartago
San Martín, Oreamuno
San Rafael de Irazú, Alvarado
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Templos de Costa Rica
Santiago, Paraíso
¡Aleluya! ¡Alabad a Dios en su santuario! ¡Alabadle en su majestuosa bóveda celeste! Del Libro de los Salmos
Llano Grande, Pacayas, Alvarado
Guadalupe, San Pablo, Oreamuno
48
Cartago
Piedra Azul, Santiago, ParaĂso
Compartimos el valor de la grandeza
Quebrada Honda, JimĂŠnez
49
Templos de Costa Rica
Juan Viñas, Jiménez
La Victoria, Jiménez
50
Cartago
Naranjo, JimĂŠnez
San Juan del Sur, Turrialba
Jabillos, Pavones, Turrialba
San Pablo, Tres Equis, Turrialba
51
Tayutic, Platanillo, Turrialba
Templos de Costa Rica
Turrialba
¡Cuán hermoso es tu santuario, Señor todopoderoso! Del Libro de los Salmos
52
Cartago
La Suiza, Turrialba
Compartimos el valor de la pertenencia
Pavones, Turrialba
53
Templos de Costa Rica
Sitio de Mata, Turrialba, iglesia antigua (ubicada ahora en Hacienda Tayutic, Familia Ortu単o)
Sitio de Mata, Turrialba iglesia nueva
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Cartago
ChitarĂa, Pavones, Turrialba
Tres Equis, Turrialba
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Templos de Costa Rica
El Silencio, La Suiza, Turrialba
Pacayitas, La Suiza, Turrialba
¡Con qué ansia y fervor deseo estar en los atrios de tu templo! ¡Con todo el corazón canto alegre al Dios de la vida! Del Libro de los Salmos
56
Cartago
Mollejones, La Suiza, Turrialba
Eslab贸n, La Suiza, Turrialba
Compartimos el valor de la pertenencia
Pacuare, Tres Equis, Turrialba
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Templos de Costa Rica
Moravia, Chirripó, Turrialba
Feliz el hombre a quien escoges y lo llevas a vivir cerca de ti, en las habitaciones de tu templo. ¡Llénanos de lo mejor de tu casa, de la santidad de tu templo! digno de todo honor y de toda gloria por siempre”. Del Libro de los Salmos
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Cartago
Grano de Oro, Chirrip贸, Turrialba
Compartimos el valor de la convivencia
Santubal, zona ind铆gena, Turrialba
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Templos de Costa Rica
Tuis, La Suiza, Turrialba
Icotea, Tuis, Turrialba
Bajo Pacuare, Turrialba
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Cartago
Pil贸n de Azucar, Tres Equis, Turrialba, iglesia vieja
Pil贸n de Azucar, Tres Equis, Turrialba, iglesia nueva
La Flor, Tres Equis, Turrialba
El Sol de Chitar铆a, Tres Equis, Turrialba
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Templos de Costa Rica
Cien Manzanas, Tuis, Turrialba
Aun el gorrión y la golondrina hallan lugar en tus altares donde hacer nido a sus polluelos, Oh Señor todopoderoso, rey mío y Dios mío.
Del Libro de los Salmos
San Juan Bosco, Tuis, Turrialba
Cabeza de Buey, San Joaquín, Tuis, Turrialba
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Cartago
El Congo, Jiménez
Compartimos el valor de la pertenencia
Urasca, Cachí, Paraíso
Caballo Blanco, Cartago
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Templos de Costa Rica
Mata de Guineo, Tuis, Turrialba
Atirro, Turrialba
San Jerónimo de Cachí, Paraíso
Las Vueltas, Tucurrique, Jiménez
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Cartago
La Flor, Paraíso, Cartago
El Yas, Paraíso
San Francisco, Paraíso
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Templos de Costa Rica
Las Mesas, Paraíso
¡Aleluya! Alabad el nombre del Señor; alabadlo vosotros, siervos suyos, que estáis en el templo del Señor, en los atrios del templo del Dios nuestro Del Libro de los Salmos
La Fuente, Paraíso
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Cartago
Llanos de Santa Lucía, Paraíso
Compartimos el valor de la humildad
Dulce Nombre, Santa Teresita, Turrialba
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Oriente, Santa Teresita, Turrialba (en construcción)
Templos de Costa Rica
Sabanilla, JimĂŠnez
El Cas, Santa Teresita, Turrialba
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Cartago
San Rafael, Oreamuno
Palomo, Santa Teresita, Turrialba
Enero 2007
Noviembre 2007 (reciĂŠn pintada)
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Templos de Costa Rica
Capilla Santísima Trinidad, Cervantes, Alvarado
El Señor está en su santo templo. El Señor tiene su trono en el cielo, y con ojos bien abiertos vigila atentamente a los hombres Del Libro de los Salmos
Barrio El INVU, Cartago
70
Cartago
El Sauce, Turrialba
Pintura de Jorge Gallardo, donada por Jorge Rossi.
Compartimos el valor de la humildad
Santa Teresita, Turrialba
Noviembre 2007
Enero 2007
iglesia remodelada
71
Templos de Costa Rica
Guayabo, Turrialba
El Torito, Turrialba
72
Cartago
La Fuente Arriba, faldas del Volcรกn Turrialba, Turrialba
Bonilla, faldas del Volcรกn Turrialba, Turrialba
73
Templos de Costa Rica
La Fuente Abajo, Turrialba
La Orieta, Turrialba
¡Vamos, siervos del Señor! ¡Bendecid al Señor todos vosotros, que estáis en su templo por las noches! Del Libro de los Salmos
74
Cartago
Pacuare, Zona IndĂgena, Turrialba
San Antonio, Tayutic, Turrialba
San Juan Norte, Turrialba
Compartimos el valor de la alegrĂa
75
Templos de Costa Rica
Guineal, Guadalupe, Tayutic, Turrialba
Florencia, Turrialba
76
Cartago
Rivel, Tayutic, Turrialba
Canadรก, La Suiza, Turrialba
77
Templos de Costa Rica
Murcia, Turrialba
Bendito eres en tu santo y glorioso templo, digno de todo honor y de toda gloria por siempre. Del Libro de los Salmos
La Fuente, Finca Fuente Azul, Volcรกn Turrialba, Turrialba
78
Cartago
Santa Rosa, Turrialba
Compartimos el valor de la dignidad
La Central, faldas del Volcรกn Turrialba, Turrialba
79
Templos de Costa Rica
La Central, Finca La Silvia, faldas del Volcรกn Turrialba, Turrialba
Las Virtudes, Santa Cruz, Turrialba
Calle Vargas, Santa Cruz, Turrialba
80
Cartago
Las Abras, Santa Cruz, Turrialba
San Antonio, Santa Cruz, Turrialba
Guayabito, Santa Cruz, Turrialba
81
Templos de Costa Rica
San Isidro, El Guarco
Con tu amor vas dirigiendo a este pueblo que salvaste; con tu poder lo llevas a tu santa casa. Del Libro del Éxodo
82
Cartago
Palmital, El Guarco, iglesia nueva
Palmital, El Guarco, iglesia vieja
La Esperanza, El Guarco
Compartimos el valor de la familia
83
Templos de Costa Rica
Coliblanco, Capellades, Alvarado
La Lima, Cartago
La Lima, Cartago
Enero 2007
Diciembre 2007
La Cangreja, San Isidro, El Guarco
84
Cartago
Casa Mata, San Isidro, El Guarco, Iglesia Vieja
Barrio Espíritu Santo, Paraíso
Barrio Sagrado Corazón de Jesús, Cervantes, Alvarado
Puente Negro, Paraíso
Navarro de El Socorro, Dulce Nombre, Cartago
Navarro, Dulce Nombre, Cartago
85
Templos de Costa Rica
Villa Mills, Paraíso
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede permanecer en su santo templo? El que tiene las manos y la mente limpias de todo pecado. Del Libro de los Salmos
Macho Gaft, El Guarco,
La Luchita, El Guarco
86
Cartago
San Miguel, CachĂ, ParaĂso
Compartimos el valor de la pureza
Patalillo, Pacayas, Alvarado
Barrio Lourdes, Pacayas, Alvarado
87
Templos de Costa Rica
Palo Verde, El Guarco
La Estrella, San Isidro, El Guarco
La Damita, San Isidro, El Guarco
88
Cartago
Quebradilla, Cartago
Tabl贸n, Tobosi, El Guarco
89
Templos de Costa Rica
Sabana Grande, Tejar, El Guarco
Bendito eres en tu santo y glorioso templo, digno de todo honor y de toda gloria por siempre. Del Libro de Daniel
San Jerónimo, Cachí, Paraíso
90
Cartago
San MartĂn de IrazĂş, Alvarado
Compartimos el valor de la dignidad
Capilla Madre de Cristo, Madre de la Iglesia, San Isidro, El Guarco
91
Templos de Costa Rica
Rﾃｭo Conejo, Corralillo, Cartago
Llano Los ﾃ］geles, Corralillo, Cartago
Loma Larga, Corralillo, Cartago
La Guaria, Santa Elena, Corralillo, Cartago
Iglesia San Antonio, Corralillo, Cartago
92
Cartago
San Isidro de El Alambre, Corralillo, Cartago
San Juan Norte, Corralillo, Cartago
San Juan Sur, Corralillo, Cartago
93
Templos de Costa Rica
Copalchí, Quebradilla, Cartago, iglesia nueva
Iglesia Copalchí, Quebradilla, Cartago, iglesia vieja
Al cabo de tres días encontraron a Jesús en el templo, sentado entre los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que le oían, siendo un niño, se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Santo Evangelio según San Lucas
94
Cartago
San Joaqu铆n, Corralillo, Cartago
Compartimos el valor de la admiraci贸n
Corralillo, Cartago
95
Templos de Costa Rica
San MartĂn, Patio de Agua, El Guarco
Patio de Agua, El Guarco
Caragral, El Guarco
96
Cartago
Barrancas, Tobosi, El Guarco
San Francisco, Cartago
La Pitahaya, Cartago
97
Templos de Costa Rica
Dulce Nombre, Cartago
“Id, y puestos de pie en el templo contad al pueblo todo lo referente a esta vida nueva.” Libro de los Hechos de los Apóstoles
Lourdes, San Francisco, Cartago
Ciudad de los Niños, Lourdes, San Francisco, Cartago
98
Cartago
Vara de El Roble, El Guarco
Compartimos el valor de compartir
Navarro de Mu単eco, Cartago
99
Templos de Costa Rica
Ruinas, Dulce Nombre, La Unión
Capilla de El Divino Niño, San Rafael, Oreamuno
San Ramón, La Unión
Salitrillos, Concepción, La Unión
Dulce Nombre, La Unión
San Francisco, Concepción, La Unión
100
Cartago
Concepción, La Unión
Barrio Los Ángeles, Concepción, La Unión
Tres Ríos, La Unión
San Rafael, La Unión
San Vicente, La Unión
101
Templos de Costa Rica
San Miguel, La Unión
Yerba Buena, La Unión
Capilla Cementerio, Tres Ríos, La Unión
Barrio Herrán, Tres Ríos, La Unión
San Juan, San Diego, Tres Ríos, La Unión
Todos los días se reunían en el templo, y partían el pan en las casas y comían juntos con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y eran estimados por todos, y cada día añadía el Señor a la iglesia a los que iba llamando a la salvación. Libro de los Hechos de los apóstoles
102
Cartago
San Diego, La Uni贸n, iglesia vieja
Compartimos el valor de la sencillez
103
Templos de Costa Rica
San Diego, La Unión, iglesia nueva
Río Regado, Santiago, Paraíso
104
Cartago
Santiago del Monte, La Unión
Ajenjal, Cachí, Paraíso
Calle Mesén, La Unión
Iglesia del Colegio Sagrado Corazón de Jesús, Cartago
Río Azul, La Unión
105
Templos de Costa Rica
Calle Girales, La Unión
Prefiero ser portero del templo de mi Dios, que vivir en lugares de maldad. Del Libro de los Salmos
San Joaquín, Pejibaye, Jiménez
Plaza Vieja, Pejibaye, Jiménez
106
Cartago
Pejibaye, Jiménez
Compartimos el valor de la pertenencia
El Humo, Pejibaye, Jiménez iglesia nueva
El Humo, Pejibaye, Jiménez iglesia vieja
107
Templos de Costa Rica
San Antonio, El Duan, JimĂŠnez
108
Cartago
El Mora, Turrialba
Azul, Turrialba
San Martín, Turrialba
Loaiza, Cachí, Paraíso
109
Templos de Costa Rica
Tucurrique, Jiménez
Jesús entró en el templo y expulsó a todos los que allí estaban vendiendo y comprando. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas. Les dijo: –En las Escrituras se dice: ‘Mi casa será casa de oración’. Santo Evangelio según San Mateo
110
Cartago
El Carmen, La Suiza, Turrialba
Barrio Abelardo Rojas, Canad谩, La Suiza, Turrialba
Compartimos el valor de la purificaci贸n
El Seis, Peralta, Turrialba
Peralta, Turrialba
111
Templos de Costa Rica
San Gerardo, Oreamuno
Cipreses, Oreamuno
112
Cartago
Santa Elena, Corralillo, Cartago
Ca帽贸n, El Guarco
Tobosi, El Guarco
Iglesia de Hermanos Salesianos, Santo Domingo Savio, Cartago
113
Templos de Costa Rica
La Finca, Finca Fuente Azul, faldas del Volcán Turrialba, Turrialba
Ujarrás, Paraíso
Quircot, Cartago
Nosotros somos el templo del Dios viviente, como él mismo dijo: “Viviré y andaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.” Del Libro de San Pablo a los Corintios
114
Cartago
MarĂa Auxiliadora, Cartago
Compartimos el valor de la verdad
115
La Aventura
de un a単o de trabajo
Templos de Costa Rica LLano Grande, Pacayas, Alvarado
Bajo Pacuare y Santubal, zona indígena, Turrialba
Sanatorio Durán
San Martín, Oreamuno
Santubal, zona indígena, Turrialba
118
Cartago Grano de Oro, Turrialba
San Blas, Cartago
Con las Ăşnicas habitantes que quedan en Murcia, Turrialba
La Central, VolcĂĄn Turrialba
Santa Rosa, Oreamuno
119
Templos de Costa Rica Pacayitas, La Suiza, Turrialba
Volcรกn Turrialba, Turrialba
Iglesia de Aquiares, Turrialba
Grano de Oro, Turrialba
Si no hay camino, hay potrero
120
Cartago Marcial GarcĂa espanta un chancho entre Mollejones y Pacayitas de La Suiza de Turrialba
121
Templos de Costa Rica
122
Cartago
123
Templos de Costa Rica Zonas IndĂgenas
124
Cartago Zona IndĂgena de Turrialba
125
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Camilo Rodríguez Chaverri
Es periodista, escritor, editor y fotógrafo. Tiene estudios universitarios en Comunicación Colectiva, Administración de Negocios, Psicología y Cine. Trabaja en radio y televisión desde hace quince años. Produce programas de entrevistas. Ha sido director de diversos programas rurales y alternativos. Es profesor universitario, comentarista y consultor. Ha publicado más de sesenta libros.
Paula Garro Ramírez
Es diseñadora gráfica. Estudió en la Universidad Véritas. Antes de esta obra, diseñó el libro “A los pies de La Negrita”, de Camilo Rodríguez. Tiene a su cargo una nueva colección de libros de fotografías de este autor.