7 minute read

Test Byromat, nuevo hito de la oftalmología argentina

Durante el XXXV Congreso Panamericano de Oftalmología celebrado este año en Buenos Aires, el Consejo Argentino de Oftalmología presentó oficialmente el test Byromat: un instrumento de medición de la visión cercana desarrollado según las actuales normas y requisitos científicos (ver recuadro) para poder evaluar diferentes cualidades de la visión cercana, en escala logarítmica, de forma confiable y reproducible a nivel global. Es el primero creado desde su origen en idioma español y preparado para ser utilizado tanto para la actividad clínica diaria como para realizar exigentes estudios de investigación.

En diálogo con Revista MO, el Dr. Torres comparte los pormenores del desarrollo del Test Byromat que, confían, reemplazará paulatinamente a la instalada cartilla de lectura Jaeger que fue creada hace más de 150 años y ya no cumple con la mayoría de las normas requeridas.

MO -¿Cuál fue la motivación para desarrollar una nueva cartilla?

“UTILIZAR LA CARTILLA DE JAEGER NOS RESULTA FÁCIL Y ES CÓMODO, INCLUSO SABIENDO QUE NO ES DEL TODO PRECISA, PERO YA NO PODEMOS IGNORAR QUE SI LA UTILIZAMOS, NO ESTAMOS MIDIENDO LA VISIÓN DE CERCA DE ACUERDO A LOS ACTUALES ESTÁNDARES INTERNACIONALES”.

El desarrollo llevó aproximadamente tres años y estuvo bajo la coordinación científico-técnica del actual editor de la revista científica

Oftalmología Clínica y Experimental (OCE) que edita el CAO, el Dr. Rodrigo M. Torres quien, junto a su equipo de trabajo multidisciplinar, logró crear esta nueva herramienta accesible para todos los colegas de la Argentina y de Hispanoamérica.

RT- Hace tiempo observaba la gran dificultad que tenían diferentes colegas de la Argentina y de otros países de Latinoamérica al querer publicar trabajos donde la medición de la visión de cerca es importante. Generalmente, en Latinoamérica se utiliza el test de Jaeger, pero ya se demostró científicamente —con publicaciones que así lo avalan— que no es el ideal, principalmente porque existen incongruencias respecto al tamaño de los optotipos, dependiendo de qué versión de cartilla se utilice en cada país o región.

De esta manera, aunque la mayoría de los test de Jaeger utilizados en la Argentina sean comparables, no lo son con cartillas de Jaeger impresas en Brasil, Colombia o Perú. Para mejorar este aspecto, existen cartillas cuyos optotipos tienen tamaños desarrollados en escala logarítmica que desplazaron al test de Jaeger, inicialmente solo para actividades de investigación y, actualmente, también en la práctica clínica.

Si bien estos siguen las recomendaciones realizadas por el International Council of Ophthalmology (ICO), la realidad es que ninguno se logró popularizar en Latinoamérica. Un posible motivo es que resultan en principio algo más complejos que el test de Jaeger, por estar acostumbrados a este, o tal vez porque no se tomó conciencia de la importancia que tiene relevar correctamente un dato médico como es la agudeza visual de cerca.

MO- ¿Cómo se llevó adelante la tarea de investigación y desarrollo?

RT- La idea y las investigaciones fueron gestadas dentro de las actividades que hago en una pequeña estructura propia de investigación e innovación llamada ROMAT Creator Center. ROMAT viene de Research Open Mind All Terrain, que es lo que me gusta hacer: investigar sobre diferentes cosas (más allá de la oftalmología). Pero, justamente, para investigar en “todo terreno” hay que habituarse a interactuar con otros profesionales y armar equipos específicos. Más que “trabajar” en un ambiente multidisciplinario, es importante poder “pensar de forma multidisciplinaria”.

Para el desarrollo del test Byromat se involucraron colaboradores de diferentes profesiones (ingeniería, diseño gráfico, pedagogía, psicoanálisis, física, literatura y redacción), quienes fueron relevantes en diferentes etapas.

MO -¿Qué procesos atravesó el desarrollo del test Byromat?

RT- En este tipo de desarrollos hay varios pasos. Los primeros son los relacionados con los estudios de investigación, donde además se van verificando hipótesis (en este caso, acerca del funcionamiento), se van obteniendo resultados y se va rectificando o ratificando el camino inicial. Como el actual proyecto fue desde su inicio un producto que estaba destinado a obtener una protección de patente (un modelo de utilidad), recién ahora se han enviado a publicar los estudios de investigación realizados, en los cuales diferentes grupos podrán evaluar nuestra metodología, reproducirla, verificar los resultados y confirmar que el test Byromat cumple con los criterios establecidos por el ICO. Actualmente, se están evaluando certificaciones que nos ayudarán a jerarquizar nuestro producto a nivel global.

MO -¿Es viable su uso en pantallas?

RT- Sí, aunque el actual desarrollo fue específicamente creado pensando en un formato impreso. Inicialmente se evaluó la opción de hacerlo digital, pero aumentan las variables que pueden afectar la reproducibilidad del test y, por ende, la veracidad de resultados. Sin duda el tema de los test en pantallas digitales es muy importante, y es algo que está en camino.

MO -¿Cómo buscará el CAO distribuirla o ponerla al alcance de toda la comunidad oftalmológica local?

RT- Deseamos que la cartilla Byromat del CAO sea accesible para todos los colegas, y así lo haremos. En lo personal, creo que lo más relevante no será su costo, sino poder “desacostumbrarnos” a utilizar Jaeger. Para eso, recién estamos comenzando con una serie de actividades para que los colegas puedan incorporarla. Por ejemplo, en el número de septiembre de la revista OCE, encontrarán un artículo de revisión sobre las cartillas de lectura, su historia y evolución, donde también se comentará nuestra cartilla. También se están programando videos y charlas instructivas y demostrativas sobre su uso.

MO -¿Qué impacto creen que tendrá en la práctica local?

RT- Deseo que sirva para que todos los colegas sean más “metodológicos” a la hora de examinar a un paciente y que permita tomar conciencia de la importancia que tiene la toma de datos médicos como es, en este caso, la agudeza visual de cerca.

MO -¿Proyectan su extensión a otros países?

RT- Sí, estamos en eso. Esta cartilla fue creada específicamente para población de habla hispana y creemos que, hasta la fecha, es la mejor opción disponible, pero eso es algo que deberemos demostrar con el tiempo.

MO- ¿Hay otros test similares al Byromat que también cumplan los actuales requisitos en cartillas de visión cercana?

RT- Sí, el test de Bailey-Lovie, el MNREAD o el test de Radner, pero, si bien algunos están disponibles en idioma español, ninguno fue originalmente creado en nuestro idioma (son adaptaciones y traducciones) ni ofrecen la posibilidad de evaluar de forma mixta la visión cercana con optotipos de frases y de letras redondeadas (ver recuadro). Además, estas opciones tienen un valor de entre 150 a 170 dólares. Son productos importados que, dependiendo de la cantidad, tienen restricciones para su ingreso al pais y un costo extra por impuestos. Otras ventaja para Byromat, ya que es un reemplazo de importaciones.

Normas y requisitos científicos dispuestos por el Comité de la Función Visual del Internacional Council of Ophtalmology (ICO)*:

1. Tamaños, que deben progresar logarítmicamente.

2. Calibración de las condiciones de prueba, los optotipos y el diseño.

3. Distancia de la prueba precisamente especificada.

4. Se sugiere que los materiales de texto (optotipos) sean continuos.

5. Tipografía, se constituye en base a la altura “x” del cuerpo del carácter (considerando la altura de las letras minúsculas como “o”, “m “o “x”).

*En la versión impresa, modernas técnicas de impresión permiten obtener una desviación no superior a 0,03 milímetros.

This article is from: