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Informe
from BIHOTZEZ Nº50
El nivel de progreso de una sociedad se mide por cómo atiende a sus menores
Según los últimos informes de Cáritas (2009) y de la Fundación Foessa (2008), el período de crecimiento económico experi- mentado hasta 2007 no ha reducido las tasas de pobreza infantil. La actual situación de crisis económica está teniendo un grave impacto, especialmente en las familias con menores a su cargo. La pobreza afecta a los menores de manera más crónica y se constata, además, un aumento creciente del número de hogares monoparentales. Los altos índices de pobreza infantil, fracaso y absentismo escolar tienen un enorme impacto social, actual y futuro, que requiere una urgente necesidad de actuar de diversas maneras, en clave personal, familiar, comunitaria y territorial. La evolución de la exclusión y vulnerabilidad de las/os más pequeñas/os influirá decisivamente en la cohesión y en la propia convivencia social.
Durante el pasado año, Cáritas Bizkaia ha trabajado en la elaboración del marco del Área de Familia, en el que se inserta el Programa de
Infancia.
El objetivo fundamental se ha centrado en favorecer en las familias y los menores, en riesgo de exclusión social, un proceso de promoción y desarrollo integral. La consecución de tales metas se fundamenta en el acompañamiento de itinerarios personales y grupales, que les permitan una adquisición de hábitos, habilidades, autonomía y la inserción sociolaboral y socioeducativa; apoyando y acompañando a los proyectos del territorio, generando espacios comunes de encuentro, formación y reflexión.
“La verdadera medida del progreso de un pueblo es la calidad con la que atiende a sus niñas/os: su salud y protección, su seguridad material, su educación y socialización y el modo en que se sienten queridos, valorados e integrados en las familias y sociedades en las que han nacido.” (Unicef, Centro de Investigación Innocenti).
Programa de Infancia de Cáritas Bizkaia
El programa, en el que trabajan desde técnicos acompañantes, coordinadores de proyectos, voluntarios y alumnos en prácticas, procedentes de centros universitarios y de formación profesional, pretende potenciar capacidades personales, sociales, educativas, afectivas y familiares de niños y niñas en situación de dificultad.
El trabajo se desarrolla sobre los factores de riesgo que pueden desencadenar situaciones de inadaptación o desprotección. Este recurso sirve de apoyo a la tasa educativa de las familias, centro escolares y servicios sociales, en coordinación con otras acciones y servicios de Cáritas. En la intervención que desarrolla el Programa de Infancia se trabaja desde entornos socializantes de los menores: familia, centro escolar y calle o barrio, en coordinación con otras entidades privadas. En la actualidad, representa un trabajo en red, ya que Cáritas Bizkaia coordina reuniones mensuales con otras nueve entidades que trabajan con la infancia en Bilbao y, en representación de la Confederación de Cáritas, participa en un foro de reflexión europeo con otros seis países sobre Infancia y Familia en situación de vulnerabilidad.
• Proyecto de apoyo socio educativo
Este programa se desarrolla a través de 18 proyectos, distribuidos por distintas zonas de Bizkaia. Con ellos se pretende potenciar y reforzar las capacidades, personales, sociales, cognitivas, educativas y familiares de los menores mediante actividades y dinámicas socio-educativas. Estos menores, de entre 5 y 16 años, suelen estar viviendo situaciones adversas y poco fa-
cilitadoras para su desarrollo y bienestar. Los menores tienen en los proyectos un lugar para ellos, lo sienten suyo; sobre todo porque allí son acogidos, escuchados y acompañados. Las personas que están con ellos reconocen sus potencialidades.
• Colonias urbanas y rurales
El objetivo fundamental reside en la creación de ofertas formativas, de ocio y tiempo libre, donde sea posible un trabajo directo con los menores para la creación de espacios alternativos de educación y convivencia. El entorno en el que se encuentran los menores a los que se dirige la iniciativa presenta multitud “Adin txikikoek de carencias: badute tokirik - El contexto en el que viven, marproiektuetan; ca una dificultad en su proceso beraien proiektu socializador. gisa sentitzen - El núcleo socializador más cercadituzte” no, su propia familia, también está sumido en graves dificultades, ya que son frecuentes las situaciones de desarraigo y desestructuración. El proyecto de colonia urbana intercultural se centra en un colectivo infantil residente en San Francisco, (Bilbao La Vieja y Zabala). Intenta dar una alternativa a la calle como contexto educativo y lúdico, fundamentalmente durante el período vacacional. La situación de multiculturalidad en la que coexiste la población gitana, marroquí, subsahariana, sudamericana, bilbaina… no garantiza la convivencia ni la inserción en la cultura y la sociedad vasca. Hay que educar sobre todo a la población infantil y juvenil, que suele presentar carencias familiares, escaso desarrollo de habilidades sociales, nivel escolar bajo y, en algunos casos, problemas con el idioma.
• Educación a través del deporte
La necesidad de ampliar su trabajo directo con menores en situación
Un modelo de intervención personalizado
• Para hacer de la persona el centro
Reforzando los procesos de formación para lograr no sólo su autonomía, sino también la responsabilización respecto a sí mismo y a los demás.
• Para mostrarle otra visión de sus propias necesidades
Estar en el mundo requiere además de tener, el estar bien física y psíquicamente; poder afrontar la vida y ser con sentido, sin que todo sea igual.
• Para acompañarle en el proceso
Valorar la necesidad del tiempo, apoyar la permanencia y ofrecer espacios humanizadores donde reconstruir el proyecto vital.
• Para crear una nueva sociabilidad
Reforzar el capital familiar dentro de los procesos de intervención social.
• Para abrir espacios de participación
Éstos serán también centros de deliberación y acción ciudadana
• Para ayudar a la reconciliación
Sanar heridas, afrontar duelos, restaurar vínculos, especialmente entre las personas y sus familias.
• Para enseñar a resolver conflictos
Especialmente en ciclos vitales complicados para la familia, fundamentados en buena medida en la adolescencia.
• Para potenciar la interculturalidad
Donde recrear una identidad propia, singular y plural. Antes de salir de la pobreza, hay que situarse fuera de ella.
• Para impulsar una integración social reflexiva
Establecer ciclos de calidad, cuidar la investigación, la innovación, el diagnóstico, el seguimiento y la evaluación .
• Para ofrecer espacios de solidaridad
Que los lugares de acogida sean de inclusión participativa, que no sean lugares sólo para estar.
• Para formar equipos
Donde complementar la actuación de profesionales cualificados y del voluntariado, cuidando su formación instrumental, humana y espiritual
• Para tener un enfoque transterritorial cooperativo
Crear vinculos entre la acción local y la cooperación interregional e internacional. de dificultad, sobre todo en el entorno del tiempo libre externo, se enfocó directamente al deporte. A través del deporte de equipo, y más concretamente del baloncesto, se pueden realizar valores y habilidades para la vida que apoyen, orienten y enriquezcan a los menores ante sus propias decisiones y vivencias, por lo que en Cáritas se valora como necesario un proyecto con el mundo deportivo desde lo educativo. Un espacio integrador y reforzador como es el deporte, fomenta la adquisición de actitudes para todos los ámbitos de la vida del menor creando puntos de referencia y de contraste en lo relativo al tiempo libre, saludable y educativo.
• Investigación
Para desarrollar un diagnóstico de vulnerabilidad familiar y un planteamiento de trabajo socio-familiar integral, se dispone de un Sistema de Indicadores de Vulnerabilidad del Sistema Familiar. Este sistema multidimensional recoge información de las necesidades que se consideran básicas para la persona en los distintos ámbitos de su vida, enmarcándose dicha información en un contexto social y temporal deteriorado. Por lo tanto, el sistema proporciona pautas de observación e indagación y nos acerca progresivamente a un conocimiento de la realidad familiar sobre la que se quiere incidir.
• Encuentros intergeneracionales
Dentro de las numerosas actividades complementarias se organizan espacios de encuentro entre niños, jóvenes y adultos, un acercamiento intergeneracional que estimula la convivencia y desdibuja barreras.
20 años de un programa que mira con entusiasmo hacia el futuro
Entrevista con María Berlanga, Ana Rosa Ortega y Miguel Ángel Esnaola, miembros del equipo del Programa de Infancia
Este año se cumplen 20 desde que comenzaron los tres primeros proyectos de apoyo escolar. ¿Qué sentimiento os produce mirar hacia atrás?
Ante todo un enorme agradecimiento. Es una historia gestada con mucha generosidad y entrega por parte de Mariví Ullate, responsable del Programa durante muchos años, y cientos de personas voluntarias. El valor de lo que ha significado para los niños y niñas queda escrito en lo íntimo de cada uno/a.
¿Qué planes de futuro tenéis?
¡Un montón!. Las oportunidades de la vida no pueden estar determinadas por las circunstancias del nacimiento. El compromiso de Cáritas con la infancia es firme y decidido. Es la mejor inversión. En primer lugar tenemos el reto de con-
solidar los proyectos de apoyo socio-educa-
tivo existentes, 18 en total, cuatro de los cuales empezaron el curso pasado. En las próximas semanas dos nuevos proyectos iniciarán su andadura, en San Ignacio (Bilbao) y Erandio. Estamos estudiando nuevas demandas: tres en Bilbao (Autonomía-Indautxu, Txurdinaga y Santutxu), en Galdakao y Zorroza y las que vayan viniendo. Otro gran reto es dar respuestas más integrales, acompañando a las familias, no sólo a los menores, en estrecha coordinación con los
Programas de Familia e Inserción Social y las
Acogidas. Estamos emprendido experiencias piloto en Basauri, Torre-Urizar, Rekalde, Portugalete y Erandio, para más adelante implantar ese estilo de trabajo en cada lugar. Supondrá reforzar los equipos, los acompañamientos y la formación. En esa dirección, vamos a seguir promoviendo encuentros intergeneracionales en torno al juego. Queremos tender puentes entre generaciones y posibilitar que la familia al completo pueda disfrutar con actividades no muy estructuradas pero donde el aprendizaje ponga en contacto con la vida. Fomentar la creatividad de los escolares es uno de los grandes retos de la educación, al que queremos dar respuesta colaborando con el Proyecto creAcer. El talento se distribuye igualmente en todos los grupos sociales y es un deber desplegarlo. Estamos apoyando la creación de un centro especializado en estimular la creatividad en las/los menores por medio de diversos talleres: escénico, musical, plástico y científico. Nos preocupan las dificultades crecientes en la relación entre padres e hijos/as adolescentes. Comenzaremos en breve a dar respuestas específicas, en principio por medio de la expresión corporal y el teatro, en el marco del Proyecto Expresarte, en Portugalete, Santurce y Bilbao. Otra línea de trabajo será fomentar la educación en el tiempo libre a través del deporte. Crear espacios integradores que les adentren en el mundo deportivo desde lo educativo, promoviendo una red social entre los PASE, los centros escolares y las entidades deportivas. Nuestros proyectos funcionan, en gran medida, por la comunidad sociable que se forma alrededor de la persona. Por último, nos gustaría seguir profundizando en la vinculación entre Cáritas y los Centros Educativos Superiores, en ámbitos como la formación, investigación, prácticas, voluntariado, etc.
¿No os asusta afrontar tantos retos?
Más que temor nos suscitan responsabilidad y la necesidad de un trabajo coordinado. La sociedad de mañana dependerá de las respuesta que hoy demos al cuidado de la infancia. En los primeros años de vida es cuando se pueden adoptar medidas que permitirán a los menores convertir en realidad sus aptitudes y, si acaso, romper el círculo vicioso de la desventaja.
Menos pobreza infantil en Euskadi
Umbral nacional
24,1 34,2 12,8 14,2 17,9 29 17,6 19,9 33,3 13,6 24,1 39,2 25 31,7 22,1 33,9 6,3 9,3
45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 (%)
España Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla y León Castilla-La Mancha Cataluña C. Valenciana Extremadura Galicia La Rioja Madrid Murcia Navarra País Vasco Umbral autonómico
24,1 22,9 21,6 15,3 22,6 40 19,7 19,8 23,6 18,5 22,7 17,9 22,9 32,3 26,9 31,6 17 14,7
(%) 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 La tasa de riesgo de pobreza infantil en Euskadi se sitúa en 9,3%, una de las más bajas del Estado, junto a la de la Comunidad Foral Navarra que registra un 6,3%, según datos del informe de Unicef. “La infancia en España 2010-2011”, en el que se analiza el impacto de la crisis en los hogares con menores. Según el informe, la pobreza afecta más a los niños y niñas, ya que su porcentaje es superior a la media de la población. La referencia comparativa es el umbral de pobreza estatal, donde se sitúa una familia de dos adultos y dos menores con unos ingresos anuales de 16.300 euros. Por comunidades autónomas, Euskadi registra una tasa de riesgo de pobreza infantil de 9,3%, siendo de los más bajos junto con Navarra (6,3%). A Navarra y a Euskadi les siguen comunidades con porcentajes también bajos, como Aragón (12,8%), Cataluña (13,6%) o Asturias (14,2%). Entre las comunidades con una tasa más elevada de riesgo de pobreza infantil se encuentran Extremadura (39,2%), Andalucía (34,2%), Murcia (33,9%) y Castilla-La Mancha (33,3%).
En los últimos 10 años, erradicar la pobreza infantil y evitar la transmisión de la pobreza de padres a hijos se ha convertido en uno de los ejes principales de las políticas de inclusión social de la Unión Europea (UE), pero todavía hay cerca de 20 millones de niños en riesgo de exclusión de pobreza en la UE, más del 20% del total, porcentaje que ha crecido en los últimos años (era poco más del 19% en 2005).
Contexto europeo
Rumanía Bulgaria Italia Letonia España Grecia Lituania Portugal R. Unido Polonia EU 27 Luxemburgo Hungría Malta 24
20 33 Irlanda Bélgica Estonia Francia Eslovaquia Alemania Austria Chipre R. Checa P. Bajos Suecia Eslovenia Finlandia Dinamarca 13
Sara, está terminando Ingeniería y lleva 12 años en Pilpiraka (Atxuri), 4 como responsable de ese proyecto.
¿Qué balance haces de estos años?
Empecé con 16 años y este compromiso ha marcado mi forma de ser. Es parte de mi vida. Me siento bien. Aquí todo es familiar, dinámico, único, con gente joven. El esfuerzo tiene su recompensa. Desde que entras en Pilpiraka te enganchas. Los chicos y chicas se apoyan en ti y se crea una relación de familia, bastante numerosa, por cierto, con unos 80 menores y unas 20 personas voluntarias.
Rosa, Yuber, Koldo y Juan (entre 8 y 9 años) ¿Os gusta venir al Centro?
Sí, mucho, porque aquí podemos hacer los deberes. También dibujamos, escribimos en la pizarra y jugamos en la plaza. Aprendemos más cosas. Los monitores nos tratan genial y cuando discutimos entre nosotros nos ayudan a llevarnos bien de nuevo y a pensar.
“¿Gustatzen al zaizue hona etortzea?”: ‘Bai, asko; hemen, etxerako lanak egiteaz gain, jolasteko, marrazteko... aukera ere badugu, eta gauza asko ikasten ditugu. Begiraleek bikain tratatzen gaituzte, eta gure artean eztabaidan hasten garen bakoitzean pentsarazi egiten digute eta berriro elkarrekin konpondu gaitezen lortzen dute’. Dos jóvenes estudiantes de Educación Especial y Derecho en la Universidad de Deusto, ambas con el nombre de Goizane.
¿Qué está suponiendo para vosotras participar como monitoras, todas las semanas?
A nivel formativo nos ayuda. Vamos adquiriendo experiencia para el día de mañana. Pero lo más importante es ver a los chicos y chicas tan necesitados de un apoyo que, en su casa, por diferentes motivos, no pueden proporcionarles totalmente. Tienen bastantes dificultades de concentración y de relación. Les percibimos “buscadores de abrazos”, reclamando la atención personal que les podamos aportar. Eso nos cuestiona mucho. Con frecuencia basta con estar a su lado para que se calmen y puedan trabajar. Son estupendos y un gran reto.