3 minute read
Kutsua / La Huella
from BIHOTZEZ Nº 67
Las mejores cosas de la vida
El lema de la campaña “Las mejores cosas de la vida no son cosas” nos convocó y acompañó durante toda la jornada del Día de Caridad celebrado en Durango, el pasado 17 de junio. Nos invitamos a hacer un viaje, una excursión, un recorrido por distintos espacios de Durango. En cada uno de ellos tuvimos la oportunidad de descubrir esas cosas, las mejores de la vida, que no son cosas.
Uno de los espacios que visitamos fue el convento de San Francisco, muy cercano al de Santa Susana, ambos en la calle Komentukale. Actualmente el monasterio alberga una de las mayores comunidades de Clarisas de nuestra diócesis. Las 23 religiosas que prosiguen dedicadas a la oración y las obras sociales nos acogieron para dedicar un rato de nuestro itinerario a reflexionar sobre la solidaridad.
En un mundo habituado a valorar y sopesar todo según el número de bienes que produce decir como hoy decimos que “Las mejores cosas de la vida no son cosas” resulta sorprendente. O quizá no tanto.
Vimos un vídeo que recoge un experimento que realizaron con un grupo de jóvenes. Les preguntaron qué regalarían a las personas queridas. Muchas ideas, variedad, regalos caros, muy caros, cuando no hay límite para gastar,... Y sin embargo, la última pregunta hizo que cambiaran la idea que tenían pensada. Cuando les plantean que es la última oportunidad que tienen para regalar a la persona que más quieren ya no se piensa en el viaje para recorrer el mundo, ni en el chalé junto a la playa, ni en el último modelo de coche deportivo... En esa circunstancia se piensa en esas cosas, las mejores cosas de la vida, que no son cosas.
Uno de los jóvenes que participa en el experimento del vídeo lo expresa así: “Regalar tiempo es el mejor regalo, porque precisamente no lo puedes comprar”.
Quienes allí estábamos nos dimos un tiempo para pensar ¿Cuál es el mejor regalo que yo puedo hacer? ¿Cuál ha sido el mejor regalo que me han hecho?
Y lo escribimos en el papel que nos dieron a la entrada. Cada uno de esos papeles de diferentes colores los introdujimos en una caja envuelta, como si de un regalo
«Bizitzako gauzarik onenak ez dira gauzak» kanpainaren leloak deia luzatu eta Karitatearen Egunean elkartu gintuen denak, Durangon, joan den ekainaren 17an. Bidaia egiteko gonbitea luzatu genion geure buruari, Durangoko espazio ezberdinetan zehar txangoa, ibilbidea egiteko deia. Horietako bakoitzean, aukera izan genuen bizitzako gauzarik onenak deskubritzeko, gauza ez diren horiek hain zuzen ere.
se tratara. ¡Cuánta riqueza! Un montón de momentos, personas, experiencias, vivencias... Lo que no se puede comprar con dinero pero que nos hace realmente felices: las buenas amistades que siempre están dispuestas a echarnos una mano, celebraciones con quienes más queremos, un paseo por el campo, una sonrisa, compartir un rato con quien lo está pasando mal, esa llamada inesperada, el abrazo que nos anima en momentos de dificultad, una mirada cargada de ternura, el apoyo incondicional de la familia, la vida que se nos ha regalado...
Esos papeles de colores con toda la riqueza que contenían los presentamos a modo de ofrenda en la Eucaristía que compartimos. Dios estaba presente en cada uno de esos regalos.
Y así confirmamos una vez más algo que ya sabemos pero que muchas veces se nos olvida: podemos medir nuestra vida en euros, ver cuánto cuesta nuestra casa, nuestro coche, ver cómo está nuestra cuenta bancaria; esas pertenencias nos pueden dar pequeñas alegrías pasajeras pero no la felicidad.
Porque las mejores cosas de la vida no son cosas.
Mavi Laiseca
Dpto. Voluntariado Cáritas Bizkaia