War. The appropriate response is an outstretched hand* Glòria Picazo * "GUERRA. La respuesta adecuada es una mano extendida". El título corresponde a una obra de John Baldessari presentada en la Österreichische Triennale zur Fotografie, Graz, 1993.
1
Magiciens de la terre, Paris, Centre Georges Pompidou, 1989, p. 155.
2
DE ANGELIS, Rita, La obra pictórica completa de Goya, Barcelona, Noguer, 1975, p. 128.
El artista chileno Alfredo Jaar acompañaba la presentación de su proyecto La géographie, ça sert d’abord à faire la guerre, pensado para la controvertida exposición Magiciens de la terre (París, 1989), con un texto conciso en el que aludía al tema de la diferencia afirmando que las fronteras son todavía hoy muy sólidas, "de allá para aquí", y que tal vez un esfuerzo como el de esta muestra sirviera para que se fueran abriendo las fronteras que se extienden "de allá para aquí". A pesar de que aparentemente el proyecto de Alfredo Jaar hacía referencia a África, y al hecho constatado de que este continente se ha convertido en un de los lugares donde van a parar más residuos tóxicos provenientes de los países desarrollados, para el propio artista: "Este proyecto no trata ni de África ni de Residuos. Más bien he intentado examinar y afrontar el Vacío, esa separación que se amplía considerablemente entre «nosotros» o «ellos», esa «distancia» sorprendente que a pesar de todo no es sino de orden mental. Este proyecto trata de «nosotros» y de «ellos» de manera completamente simultánea porque ninguna otra alternativa parece suficientemente real" 1. Esta distancia entre "unos" y "otros", que con el tiempo se vuelve diferencia, a menudo ha sido entendida desde la confrontación y no desde el respeto, hasta el punto que ha sido el agravamiento de estas diferencias lo que las ha hecho desembocar en enfrentamientos bélicos. La "guerra", como zona de conflicto, de diferencias y de violencia llevada hasta el extremo del horror, ha sido uno de los motivos recurrentes a lo largo de la historia del arte, aunque tratado desde puntos de vista bastante diferenciados: desde el tratamiento épico y de exaltación de gestas heroicas, hasta el papel de cronistas adoptado por ciertos pintores y más adelante por muchos fotógrafos, pasando por el papel comprometido de muchos artistas de la época moderna. En este último caso, sería bueno citar a Francisco de Goya como el artista que inició una toma de posición diferente delante de la agudización de las diferencias, la crueldad de la guerra y la esterilidad de todo conflicto bélico. Una pintura como El 13 de mayo de 1808: fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío que Goya pintó en 1814, ilustra la insurrección de Madrid contra la tropas napoleónicas, y además se ha convertido en uno de los símbolos artísticos que denuncian la violencia de la guerra y las muertes injustas. Curiosamente, sin embargo, Goya recibió el encargo del Consejo de Regencia de pintar "las más notables y heroicas acciones o escenas de nuestra gloriosa insurrección contra el tirano de Europa" 2. Nuevamente, conceptos como denuncia y heroicidad se deslizan por zonas de conflicto y ambigüedad, si se considera que una guerra siempre acumula perdedores, sea quien sea el vencedor. Otros ejemplos nos llevarían a hablar, concretamente, del caso de la Guerra Civil española, que fue motivo de numerosas denuncias por parte de los artistas plásticos. La obra emblemática de Pablo Picasso, Guernica, no fue un caso aislado, ya que el conflicto español provocó una fuerte reacción, y artistas como Marx Ernst, Georg Grosz, Oskar Kokoschka, André Masson, Renato Guttuso, Aligi Sassu, Jonh Heartfield, Joan Miró etc., ofrecieron una respuesta desgarrada a la situación del pueblo español, a veces con la sátira despiadada de Grosz, a veces con el expresionismo violento de Guttuso o Masson. Las respuestas de rechazo por parte de los artistas podrían ser muy numerosas a lo largo del siglo XX, pero tal vez el hecho que ha