YuujinMote Autor: Sekaiichi |Artista: Tomari Traducción desde el japonés: Fuyu Traducción desde el inglés: Moge-ko Capítulo 2 – Compinche y Protagonista Era primavera, durante mi segundo año en la preparatoria. La estación en la que caen los pétalos de Sakura. No puedo decir que me guste del todo. La temporada de nuevos encuentros. En otras palabras, diversos cambios ocurrirán en las relaciones ya existentes. Para los estudiantes de preparatoria, eso es un hecho que no cambiará. Era el día de la ceremonia de ingreso. Una vez llegué al instituto, me metí en la gran multitud para ver las listas con las clases fijadas cerca de las puertas del instituto. Mientras intentaba abrirme paso por el jaleo, accidentalmente pasé rozando a un estudiante en el alboroto. "Oh, lo sien... ¿¡Hyaah!? ¿¡T-T-T-T-Tomoki!? ¡L-l-l-lo-lo siento, fue mi culpa, lo siento muchooo!” En el momento en que se dio la vuelta y me vio, se asustó tanto que incluso hasta yo me sentí mal. Luego siguió disculpándose. No tienes por qué hacerlo, no te preocupes.
Era lo que pensaba decir, pero... "¿¡Hm!? ¿¡T-Tomoki-kun!? ¡Oigan, abran paso!" Gracias a que se pronunciaron esas palabras, todos me miraron. Y luego, a causa del miedo, se apartaron de mí. El único que quedaba era el tipo disculpándose fervorosamente hace unos momentos. "Joder, sí es Tomoki..." "Whoa, ¿ese tipo chocó con Tomoki?" "Está más que muerto, lo siento por él..." Ellos vieron con curiosidad al tipo disculpándose profusamente ante mí. Es normal que la gente hable a mis espaldas, pero me deprime un poco ver que esto suceda en el primer día de clases. ...En este instituto, soy temido como un infame delincuente. Y la razón es obvia. "Pero wow, Tomoki sí que se ve aterrador..." Luzco aterrador. Mis ojos eran amenazantes desde el día en que nací, y hay una cicatriz debajo de mis párpados por una vieja herida, lo cual me hizo ver más malvado.
Gracias a esta cicatriz, pasé de ser alguien que solo parece un tipo malvado, a un villano en toda regla. "¡L-Lo siento, Tomoki-kun!" No le respondí más que un simple "eso basta" al chico y sus disculpas exageradas. Mientras él soltaba un suspiro de alivio, pasé a su lado y eché un vistazo rápido a la lista de las clases. Quería revisar la mía de una vez por todas e irme. Era lo mejor que podía hacer, por mí y por todos los demás. Eché un ojo al tablón de anuncios y encontré mi nombre al instante. Segundo año, Clase A. La clase en la que pasaré un buen de tiempo el año que entra. Mientras estaba a punto de chequear si cierta persona estaba en la misma clase que yo... "Yuuji, de nuevo estamos en la misma clase. Tengamos otro buen año." La voz de un chico se oyó desde atrás. No necesitaba girarme para saber quién era. ...Porque solo un amigo mío me llamaba de forma tan casual. "Sí, lo mismo digo, Ike... Espera, ¿cuándo llegaste aquí?"
Cuando me di la vuelta, encontré a mi único amigo. El protagonista de este universo, Ike Haruma. Una figura atractiva, de gran intelecto, impecables reflejos, y excepcionales habilidades de comunicación. Dios claramente tenía a sus favoritos. Es todo un galán, quien justificaría ese tipo de declaración. Si yo no estuviera cerca, apuesto a que la multitud ya estaría rodeándolo. "Hace un momento nada más. Destacas un montón, por lo que te encontré enseguida." "¿No es porque no hay nadie cerca?" "Ahora que lo dices, supongo que tienes razón." Responde Ike, sin vacilar a mi auto-desprecio. Una sonrisa refrescante acorde a él, aparece en su rostro. "Pues, me adelantaré a clas... olvídalo. Mataré algo de tiempo antes de ir a clase. Nos vemos." Después de todo, cuando estoy en el salón, el clima se pone muy tenso. Para evitar esas situaciones, rara vez me hallo en clase. Quería venir en punto al instituto, como siempre, pero encontrar mi nueva clase toma tiempo. Si llego tarde, esa sería otra adición a mi porfolio como delincuente, y haría que el resto me temiera aún más.
Quería evitar eso. "Hm, claro. Nos vemos." Responde Ike casualmente. Me marché enseguida. El gran vacío desapareció casi al instante. Y sorpresivamente, la multitud rodeó a Ike en un santiamén. "¡Ike, estoy en la misma clase que tú!" "¡Yo igual! ¿¡Quieres intercambiar contactos de LINE!?" "Ah, te me adelantaste... ¡I-Ike-kun! ¿Te gustaría intercambiar también conmigo?" Y ahí lo tienen, una escena que jamás me pasaría incluso si rehiciera mi vida unos cientos de veces. Nunca sentí envidia, ni en ningún momento pensamientos como "¿por qué sólo él?" pasaron por mi mente. Y eso es porque soy su amigo. Ver a mi amigo feliz, me hace feliz. ☆ Ignorando las tonterías de mis nuevos compañeros de clase, estaba a punto de irme a casa luego del instituto, cuando... "Yuuji, ¿estás libre ahora?"
Quien dijo eso fue obviamente Ike. "¿Hm, por qué?" Me detuve para responderle, aunque la verdad me gustaría volver a casa lo antes posible. Quiero decir, el siempre popular Ike está hablando con el perennemente odiado. Sobresalimos como como gallinas en corral ajeno. "La clase se reunirá más tarde para una pequeña fiesta. ¿Te apuntas, Yuuji?" Noté que todos estaban tensos a nuestro alrededor mientras él pronunciaba esas palabras. Mis compañeros de clase nos miraban nerviosos. Suspiré y negué con la cabeza, para luego darle mi respuesta. "Lo siento, tengo cosas que hacer." Luego de escuchar mi contestación, se sintió como que Ike tenía algo para decir, pero decidió asentir al fin y al cabo. "Oh, entiendo. Siento molestarte. Nos vemos mañana entonces." "Sí, nos vemos mañana." Pude sentir como el ambiente se aligeró en unos segundos. Cuando estaba a punto de salir del salón, "Oh cierto, Yuuji."
Ike me llama nuevamente. "¿Ahora qué?" "No, no es la gran cosa. Solo quería decirte que mi hermana se matriculó en este instituto. Así que por favor, cuida de ella si es posible." Dice Ike, con una sonrisa amable. "...Vale." Di una respuesta breve, antes de darme la vuelta y alejarme. ...Aunque, pensándolo bien, quizás no sea necesario que cuide de su hermana. La mayoría de las chicas que ven mi cara se ponen nerviosas y no pueden hablarme directamente. E incluso si se trata de la hermana de mi amigo Ike, no creo que ella sea la excepción. ...En ese momento, jamás pensé que esa hermana suya se me confesaría.