SANANDO LO NO AFIRMADO Expresando el poder de un amor incondicional. Versión en castellano del artículo Healing the unaffirmed.
“La psiquiatría tarde o temprano seguirá al ejército de quienes desplazan el centro de las necesidades del individuo a las necesidades de la sociedad. La efectividad del individuo en el cumplimiento de su responsabilidad con respecto a las necesidades de la sociedad, será la meta del tratamiento, no su felicidad, o incluso su seguridad” (1) Las actitudes egoístas continúan invadiendo nuestra vida diaria, desplazando a las virtudes de sencillez, pureza y humildad. Vemos esas actitudes en el hombre occidental, en tanto que enfrenta cada situación y cada persona con abundancia de pensamientos, juicios, opiniones, comparaciones, y una actitud de “ya sé todo”.
Hace esto con el propósito de sentirse seguro y estar preparado para protegerse a sí mismo de lo desconocido; para hacer el mejor uso de ciertas circunstancias; para sacar ventaja de una oportunidad; para obtener información; para causar una buena impresión a otra persona. En definitiva, para desarrollar sus habilidades utilitaristas (2). Pero, en qué parte de la Biblia nos dice Jesús que hagamos eso? En su libro “Sanando lo no afirmado”, el Dr. Conrad Baars y la Dra. Anna Terruwe, confrontan las metas egoístas y las principales creencias sobre esto. Una situación de sólida afirmación auténtica se desarrolló rápidamente, apoyada en más de cincuenta años de evidencia clínica. Caso tras caso, ellos ilustran los efectos nocivos de no recibir afirmación amorosa en el hogar, proporcionando ejemplos de cómo esto atrofia el crecimiento de la vida emocional. Ha surgido actualmente una epidemia entre jóvenes y jóvenes adultos en los Estados Unidos quienes sufren la condición de “no afirmado” en diferentes grados.
Queremos proporcionar una visión general de la crisis de afirmación como se describe en este libro y dar algunas sugerencias prácticas sobre cómo ser parte de la solución. La forma más sencilla de describir a la persona no afirmada es comparando su desarrollo emocional e intelectual. Como sucede con nuestro cuerpo, cuando el corazón de un niño (entendiendo por ello las emociones y la mente intuitiva) no recibe adecuada atención, permanece no desarrollado. Ejemplos de esta situación son una madre que no abraza y conforta a su hijo, o el padre que no muestra preocupación amorosa y dedicada a su hijo. Para compensar posteriormente su vida emocional infantil, los niños se centrarán en sus capacidades intelectuales (entendiendo por ello la mente pensante y las emociones asertivas). Usarán su intelecto para pretender que son mayores en edad de como ellos se sienten, para procurar actuar adecuadamente y protegerse temerosamente de ser heridos por otras personas. Se guardarán a sí mismos de heridas teniendo gran cuidado de no desagradar a nadie, o usando sus talentos (e incluso a otras personas) para aparecer más importantes de lo que actualmente se sienten (3).
Mientras estos hombres y mujeres pueden lucir y actuar como adultos, en su interior están sufriendo. Sus vidas están llenas de egocentrismo, sentimientos de inferioridad, hipersensibilidad, inseguridad, ansiedad e incertidumbre. En sus relaciones hay una ausencia de compenetración emocional madura, que hace matrimonios, roles profesionales y amistades tensas y difíciles. Con sus relaciones tensionantes, aquellos hombres y mujeres terminan deprimidos, temerosos del mundo, percibiéndose como no deseados y no amados. Todo esto crea para ellos una prisión emocional (una que solamente puede ser abierta desde el exterior por otra persona que exprese un amor desinteresado, incondicional, auténtico y afirmante).
A estas alturas tú podrías estar diciendo: “Afirmación auténtica … personas no afirmadas … acaso están tratando de crear un nuevo lenguaje? Y, para que conste, no estoy hablando de cualquier tema superficial y esponjoso!” Quizás tendría mucho más sentido decir que esas personas deben llegar a aprender que nada puede dañar la opinión favorable y el afecto que sus seres queridos tienen hacia ellos. Esto es realmente amor incondicional y genuino. El Dr. Baars y la Dra. Terruwe son específicos cuando describen lo que es la verdadera afirmación sanadora. La afirmación es una actitud que una persona respira, no es simplemente algo que hace por otros. Además, es un estado de ser consciente y sentirse movido por la bondad de otro ser. La afirmación auténtica nunca es una técnica orientada a cambiar la voluntad o a condicionar la mente. Es una manera de estar presente con otra persona, de tener la atención plena en el ser del otro, permitiendo un crecimiento natural y el desarrollo a que ello da lugar (4). Es solamente con este tipo de amor y afirmación que esas personas pueden completar su jornada a la adultez. Los autores también resaltan cómo los hombres y mujeres tienen diferentes necesidades de afirmación a medida que maduran.
En su experiencia, mientras los hombres que se han visto privados de ternura maternal requieren dicho amor y afecto maternal en su camino a la sanación, las mujeres requieren de este afecto en un grado mucho menor. Los hombres, en cambio, tienen un deseo mayor de expresiones de cordialidad, dedicación, y un cálido interés en su bienestar (que es la naturaleza típica del amor paternal).
A través del apoyo firme y la constancia mostrada a través de sus palabras, entendimiento y cordialidad masculina, la afirmación de la figura paterna conduce al hombre a la madurez emocional (5). Las mujeres también necesitan este cuidado y preocupación paternal, pero encuentran más obstáculos en su camino a la sanación si no reciben primero las formas fundamentales de ternura maternal (empatía, cuidado, preocupación y caluroso afecto). Para nuestra generación de jóvenes y jóvenes adultos, es cada vez más un desafío proporcionarles la afirmación que desean desesperadamente y necesitan con urgencia. No es fácil competir con la abundancia de distracciones que ellos buscan con el propósito de no tener que ser conscientes de sí mismos y de sus necesidades frustradas. Debido a que ellos han sido conducidos a creer que “uno es malo, inferior, indeseado, despreciable, etc.”, es apenas natural para ellos tratar de apagar esos pensamientos y sentimientos. Estar ocupados todo el tiempo, la exposición constante a la televisión, la música fuerte (rock), drogas que obnubilan la mente y muchas otras cosas que destruyen la paz y serenidad, son las formas usuales de cerrarse a sí mismos a lo que temen, pero realmente no lo consiguen (6).
Así es que, cómo podemos afirmar a otros? Aunque el libro trae muchos más detalles, aquí van algunas ideas básicas. El primer paso es simple: No anule a los otros! Ejemplos de estas aproximaciones no afirmantes son criticar, regañar, señalar, menospreciar, encontrar y recordar errores del pasado y deficiencias presentes. Esos actos son negaciones directas y explícitas de la bondad del otro y lo golpean fuerte. El segundo paso es convertirse en alguien más abierto y sensible a lo que hay de realmente bueno en los otros. Poniendo en práctica la actitud de afirmación y expresando aprobación y admiración por la bondad de otro, usted produce sentimientos positivos de bondad y valor propio. Como tercer paso, debemos encarecer a otros hacer lo que es correcto, en lugar de tratar de agradar a todo el mundo. No es fácil hacer esta transición, pero es necesario por la salud de nuestras comunidades. Las maneras de mostrar nuestro amor inquebrantable son ilimitadas, desde animar fervorosamente a los otros en eventos deportivos, hasta seguir los consejos de la Biblia acerca de cómo amar a los otros (7). Finalmente, el Señor no guardó silencio sobre este tópico cuando, en Corintios 13:4 hace este reto: “el amor es paciente, el amor es amable, el amor no es envidioso, o jactancioso, o arrogante, o rudo”.
Con respecto a aquellos en formación para el sacerdocio y la vida religiosa, cada vez más y más su formación está aplicando métodos y sabias orientaciones halladas en la investigación del Dr. Baars y la Dra. Terruwe. En nuestro propio programa de formación sacerdotal, nos aseguramos de que cada seminarista reciba la afirmación auténtica que necesita para discernir plenamente su vocación y crecer a través del proceso formativo. Como cada joven es conducido al punto de total madurez emocional, ellos desarrollan un fuerte deseo de pasar este regalo a aquellos a quienes ministran. La forma más efectiva de afirmación siempre viene con la ayuda del Espíritu Santo, cuando usamos Sus dones (fe, conocimiento, sabiduría, profecía, lenguas, interpretación de lenguas, milagros, sanación y discernimiento de espíritus) para producir Sus frutos (amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, generosidad, fidelidad, mansedumbre y auto control) en otros.
Los autores son muy claros en que no están satisfechos con la simple restauración de sus pacientes a su nivel anterior de funcionalidad en la sociedad. Quieren ayudar a otros en la consecución de un nivel de felicidad proporcional a sus capacidades innatas y sus potencialidades. Aquellos que han probado la vida de afirmación, tienen un intenso descontento con las condiciones prevalecientes de la vida diaria y del ámbito de las relaciones, y un hambre universal de auténtica felicidad y amor. Dentro de la sociedad, cuando esta hambre no es satisfecha, los resultados son los más desgarradores: aborto, alcoholismo, divorcio y violencia. El Dr. Baars comentó que uno algunas veces se pregunta si hay personas suficientemente maduras y afirmadas para suplir a los padres que fallaron en dar a sus hijos una vida de amor afirmante. Probemos que él se equivocó!
Dr. Conraad Baars
Dra. Anna Terruwe RECURSOS
1. Baars, C., & Terruwe, A. (2003). Sanando lo no afirmado: Reconociendo el desorden de deprivación emocional. (Rev Upd ed., p. xv). Strathfield, Australia: Publicaciones San Pablo. 2. Baars, C. (2003). Sintiendo y sanando sus emociones. (Rev Upd ed., p. 166). Alachua, Florida: Fundación Bridge Logos. 3. Baars, C. (2003). Sintiendo y sanando sus emociones. (Rev Upd ed., p. 166). Alachua, Florida: Fundación Bridge Logos. 4. Baars, C., & Terruwe, A. (2003). Sanando lo no afirmado: Reconociendo el desorden de deprivación emocional. (Rev Upd ed., p. 74). Strathfield, Australia: Publicaciones San Pablo. 5. Baars, C., & Terruwe, A. (2003). Sanando lo no afirmado: Reconociendo el desorden de deprivación emocional. (Rev Upd ed., p. 93-99). Strathfield, Australia: Publicaciones San Pablo. 6. Baars, C. (2003). Sintiendo y sanando sus emociones. (Rev Upd ed., p. 168). Alachua, Florida: Fundación Bridge Logos. 7. Baars, C., & Terruwe, A. (2003). Sanando lo no afirmado: Reconociendo el desorden de deprivación emocional. (Rev Upd ed., p. 200). Strathfield, Australia: Publicaciones San Pablo.