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PACTO VERDE EUROPEO: REMAR JUNTOS HA
Modelo De Producci N Energ Tica Sos
POR ARITZ CASTRO LANDAZURI
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Estudiante de Derecho y Relaciones Internacionales en Deusto
Desde que a principios de año la prensa publicara el borrador de la Taxonomía de la UE para actividades sostenibles, mucho se ha discutido sobre energías renovables. La taxonomía establece criterios para considerar una inversión como sostenible, tal y como establece el Reglamento 2020/852 y, posteriormente, la Comisión Europea desarrolla mediante actos delegados Pero, más allá de las polémicas sobre la inclusión o no de la energía nuclear y el gas como energías verdes, lo cierto es que las energías renovables deben abrirse paso en toda la Unión. Así se recoge en el Pacto Verde Europeo y es que, para llegar al objetivo de emisiones neutras para 2050, es imprescindible transicionar a un mix energético compuesto mayoritariamente por energías renovables. Este objetivo debe conseguirse en todos los Estados miembros de la Unión Europea, aunque lo cierto es que aquí, como en muchos otros aspectos, las diferencias entre los Estados son evidentes Si echamos un vistazo al porcentaje del consumo bruto final de energía en 2020, vemos que en la Unión Europea ese porcentaje es del 22,1%. Y, si bien muchos Estados están cumpliendo con sus objetivos o incluso están por encima de ellos, no podemos obviar que la situación es muy diferente según el Estado miembro que observemos Así, mientras el 60,1% del consumo energético en Suecia provino de energías renovables, ese porcentaje era solamente del 10,7% en Malta, del 11,7% en Luxemburgo o del 13% en Bélgica Muchos de estos porcentajes bajos derivan de la excesiva importancia de energías no renovables en los mixes energéticos de algunos países. Por ejemplo, en Chipre, en 2019, el 90% de la energía disponible provenía del petróleo, mientras que para Malta era el 87% y Luxemburgo un 65% Por el contrario, países como Suecia tienen en su mix un 41% de energía producida por las renovables. Como el propio Pacto Verde Europeo indica, es esencial que descarbonicemos nuestra producción de energía para poder cumplir con el objetivo de emisiones climáticas neutras en 2050 y eso no puede llegar a realizarse si no conseguimos que todos los Estados miembros incrementen la importancia de las energías renovables, como la solar o la eólica, en sus respectivos mixes. Ahí es donde entra en juego otro de los elementos esenciales del Pacto, que es el Mecanismo para una Transición Justa Se trata de apoyar firmemente con financiación y soporte técnico a las regiones más afectadas. Para ello, la UE ha dispuesto dentro de ese Mecanismo 17.500 millones de euros en un Fondo de Transición Justa, con cargo al presupuesto de la Unión Este Fondo se estructura a través de subvenciones a proyectos, cuya cuantía aumenta en la medida en que las regiones donde se llevan a cabo son menos desarrolladas, llegando hasta un máximo de cofinanciación del 85% Eso sin olvidar las demás iniciativas de financiación como el Fondo Europeo de Desarrollo Regional o el Fondo Social Europeo Plus.
En definitiva, con el 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea viniendo de la producción y el uso de la energía, estamos ante el gran caballo de batalla contra el cambio climático y por el cumplimiento de los objetivos del Pacto Verde Europeo Y esto, conlleva que todos los Estados Miembros asuman que, más allá de una taxonomía que declara ciertas inversiones como verdes, deben remar hacia un mix energético más sostenible. En ello está la Unión Europea con esta clase de iniciativas y así ha conseguido que, en 2019, más de un tercio del total de energía producida en la Unión fuera de origen renovable Además, el peso de la energía renovable en el total de energía producida ha estado en constante aumento en los últimos años, lentamente reemplazando la producción de energía con otras fuentes no renovables y más contaminantes. Por ello, se debe sumar a todos los Estados miembros de la UE al carro de la energía renovable, consiguiendo que la transición hacia el nuevo modelo energético sea más rápida y justa, de la mano de fondos europeos