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LA COFOE TAMPOCO SE LIBRA DE OBSTÁCULOS Y CRÍTICAS

POR CRISTINA MARTÍN GALILEA

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EstudiantedeRelacionesInternacionalenlaUniversidadComplutensedeMadrid ybecariadelMovimientoEuropeo.

La Unión Europea se ha visto inmersa en un contexto de pluralidad de crisis (la crisis migratoria, crisis del Estado de Derecho, bréxit ), agravado fuertemente por el covid-19, que ha puesto en entredicho la unidad de la Unión y el proceso de integración europea

Estos desafíos han puesto de manifiesto la profunda necesidad de iniciar un proceso de reflexión que permita conducir a una reforma de la que la Unión salga más reforzada y en la que se apueste por una mayor integración europea. Si bien la iniciativa fue propuesta por el presidente Macron en 2019, no sería hasta el 10 de marzo de 2021 cuando finalmente el entonces presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo, Antonio Costa, firmaron la Declaración Conjunta bajo el nombre de Conferencia sobre el Futuro de Europa: Compromiso con los ciudadanos para construir una Europa más resistente, por la que iniciaría el 9 de mayo la Conferencia. Se establece así un “ nuevo espacio de debate con los ciudadanos para abordar los retos y las prioridades de Europa”, en el que se promueva un marco participativo caracterizado principalmente por la organización de multitud de actos a diferentes niveles.

En primer lugar, la propia Declaración Conjunta que da lugar a la creación de la CoFoE ya incluye ambigüedades. No se deja clara la misión de la Conferencia, lo que da lugar a discrepancias entre las instituciones y los Estados miembros sobre su finalidad, ni tampoco se arroja claridad sobre el mandato de esta, así como una descripción de su organización institucional insuficientemente detallada Nos encontramos así una Declaración Conjunta bastante ambiciosa, que presenta una Conferencia de un amplio alcance, con multitud de temas a abarcar -y que pueden aumentar-, y con unos resultados con carácter abierto.

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Sin embargo, esta iniciativa europea no ha quedado exenta de ambigüedades, obstáculos y voces críticas que establecen un futuro incierto para la Conferencia

Asimismo, se ha señalado la falta de un liderazgo político en la Conferencia Aunque en la Declaración Conjunta se abrió la puerta a que la iniciativa estuviese “bajo la autoridad de una personalidad europea eminente e independiente, que actuara como presidente único”, dado la falta de consenso se acabó renunciando a esta opción quedando la Conferencia bajo la autoridad de una especie de troika, denominada Presidencia Conjunta, compuesta por el presidente del Parlamento, el presidente del Consejo y la presidenta de la Comisión Europea. Esta solución no encaja completamente con lo que se identifica por liderazgo político, y ya iniciativas europeas anteriores han puesto de manifiesto que es clave contar con un adecuado liderazgo político para el éxito y para poder realizar cualquier reforma o cambio en la Unión

También debemos destacar la falta de cobertura mediática de la Conferencia. A diferencia de otras actividades como la Cumbre por la Democracia organizada en diciembre por EEUU que gozó de un gran recibimiento en los medios de comunicación, la mayoría de los eventos y actos dentro del marco de la CoFoE pasan sin pena ni gloria

La falta de atención y de cobertura de los medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales, sigue siendo una preocupación latente y la manera de cómo dar visibilidad y popularidad a la Conferencia es una inquietud constante Se ha señalado que, sobre todo, son los principales actores políticos y partes interesadas de todos los Estados miembros los que deberían facilitar y hacer más esfuerzos de comunicación. Por último, los ciudadanos han utilizado el marco de la Conferencia para criticar que no se puede esperar años para hacerse eco de lo que piensan y demanda los ciudadanos europeos.

Además, señalan que, a pesar de la que la CoFoE está creada para fomentar la participación de todas las partes, todavía sienten que hay presente una “brecha” entre los responsables políticos y los ciudadanos y que sus propuestas no son tratadas con suficiente profundidad y exhaustividad

Por ello, entre las peticiones de los ciudadanos se encuentra la de convertir la Conferencia, o una herramienta similar, en un ejercicio permanente. Consideran que es esencial que exista un mecanismo que permita una continua y estrecha interacción entre los responsables políticos, las organizaciones de la sociedad civil y los ciudadanos

La institucionalización de la participación pública mediante formatos deliberativos y la implicación permanente de los ciudadanos puede mejorar los niveles de los procesos participativos y ampliar las oportunidades de ejercer cierta influencia real en la toma de decisiones, dado lugar a un sistema político más receptivo y eficaz.

El tiempo corre y cada vez queda menos para la clausura de la Conferencia, donde habrá que estar expectantes a los resultados que aún están por ver y que marcarán el destino de la Unión

A pesar de los límites y críticas mencionadas, tenemos que remarcar que la CoFoE es una iniciativa innovadora que pone en marcha un nuevo proceso de reflexión sobre el futuro de Europa, y que cuenta con el potencial para relanzar el proyecto de integración europea, reformar la Unión y abordar sus debilidades y deficiencias estructurales

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