IBERIA EN LA UE

POR LUIS YÁÑEZ-BARNUEVO

Exeurodiputado

Presidente de honor del Consejo Andaluz del Movimiento Europeo

Del logro de Pedro Sánchez y Antonio Costa en la cumbre de la UE en Bruselas, se ha destacado, como es natural, el contenido: el Consejo Europeo ha autorizado a España y Portugal a tomar medidas que permitan controlar y reducir los precios de la electricidad, con carácter excepcional y temporal.

Pero los analistas se han detenido menos en destacar otro hito fundamental: creo que es la primera vez que los dos países ibéricos, que no en vano ingresaron juntos en Europa el uno de enero de 1986, promueven solos y unidos una iniciativa tan importante. En su ardua tarea previa habían logrado el apoyo de otros países, como Italia, Bélgica, Grecia, países bálticos, etc, pero la batalla final ha sido exclusivamente ibérica.

Y eso es lo que quiero resaltar, que los países ibéricos han visualizado algo que a veces se olvida o no se pone en valor, a saber, que la coordinación de España y Portugal, tanto bilateralmente como sobre todo en el seno de la UE, no solo suma sino que tiene un efecto multiplicador. No en vano ambos países suman cerca de sesenta millones de habitantes, la tercera potencia de Europa

Es sabido que los tratados de la Unión, su rica legislación y su praxis cotidiana favorece y estimula la puesta en común de proyectos e iniciativas de dos o más países miembros y de las regiones que las componen, como ocurre ya con el Benelux o los países escandinavos Por el contrario, la UE desestimula e incluso combate los proyectos secesionistas, como ocurrió con el procés del secesionismo catalán en 2017, que no contó ni con un solo apoyo en la UE

Por supuesto que esta idea que expongo no es nueva, baste citar la creación y desarrollo de las cimeiras o cumbres creadas en 1983, cuyo desarrollo ha permitido una mayor y mejor comunicación entre España y Portugal, que hasta entonces vivían de espaldas y con una desconfianza mutua, heredera de siglos de incomprensión.

Pero aún queda mucho que hacer para que la isla ibérica deje de ser una “balsa a la deriva” como en la brillante metáfora de José Saramago. Por ejemplo, es increíble que aún no exista una o varias líneas de Alta Velocidad que comuniquen España y Portugal y a la península ibérica con el resto de Europa. Con el respaldo y en el seno de la UE, tenemos que recuperar el IBERISMO, como idea motriz del futuro de nuestra península. La idea tópica de que la “unión hace la fuerza” cobra un sentido muy especial que los Gobiernos de España y Portugal y sus instituciones, empresas, sindicatos, Comunidades Autónomas, partidos políticos, intelectuales, universidades, etc, se ponen a la obra Todo esto tiene más valor en los territorios fronterizos. En el caso de España, Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Galicia

Pensemos más en términos binacionales, en un iberismo fructífero, escribamos más sobre ello, fomentemos el turismo de Portugal en España y de España en Portugal

¡La tarea es inmensa pero muy hermosa y beneficiosa para todos!