tentativas contra el verbo 2.0
el gesto mudo
Carlos S. Olmo Bau. Estudio preliminar de MarĂa RodrĂguez MincholĂŠ.
Las plumas en la arena (tentativas contra el verbo, II)
Carlos S. Olmo Bau
1704181817981 ISSN: 978-0-244-30191-0 Primavera de 2017
La presentación de la plenitud del instante en las Tentativas contra el verbo de Carlos S. Olmo Bau María Rodríguez Mincholé
«Haiku es simplemente lo que está sucediendo en este lugar, en este momento.» Matsuo Bashō (1644-1694).
Siempre me ha gustado leer. Sin embargo, la literatura de la región me había resultado desconocida hasta el año pasado, que tuve la oportunidad de leer a escritores como Javier Marín Ceballos o de conocer a Carlos S. Olmo Bau, autor de la obra que voy a estudiar. A este último lo conocí una tarde, en un recital de poesía donde pude escuchar varios de sus poemas. De entre todos ellos, algunos me llamaron mucho la atención debido a que tenían muy poca extensión en palabras pero transmitían distintas emociones, todas ellas muy intensas. Pertenecían a una de sus obras, llamada Tentativas contra el verbo, que había sido publicada únicamente en formato online por decisiones propias. Finalmente, ante la curiosidad por sumergirme en el mundo de Carlos Olmo y conocer más acerca de estos peculiares poemas llamados haikus, decidí hacer mi monografía sobre esta obra que tanto llamó mi atención.
El autor Carlos Segundo Olmo Bau, licenciado en Filosofía por la Universidad de Murcia, utiliza la estela del haiku como una forma de evasión del mundo de la filosofía y la poesía elaborada. Dentro de esta poesía tiene dos obras, una en formato de plaquette llamada Cuaderno de Cabo de Gata y otro poemario llamado De otros tiempos y otras historias, que todavía no ha sido publicado. En estas obras refleja sus vivencias personales de todo tipo, presentándonos poemas muy diversos que abarcan desde temas amorosos y eróticos hasta existenciales o sociopolíticos. También es una persona con un alto compromiso social, que se manifiesta a través de los múltiples artículos o capítulos de otros libros de los que es autor. En su obra poética Tentativas contra el verbo presenta trescientos sesenta y cinco haikus acompañados de ilustraciones realizadas por él mismo con tinta china, junto con un artículo que relaciona el haiku con las artes marciales japonesas titulado Haiku y Wushu (la palabra y la espada). En ella el escritor reflejará temas similares a los de su poesía más elaborada, esta vez refugiándose en la sencillez y lo pasajero. Sus vivencias, sus sentimientos y su forma de expresarlos se encuentran unidos a las características clásicas del haiku para concebir un instante de una intensidad y capacidad suficientes como para impactar en el lector y desvanecerse en su momento de mayor esplendor. Acerca de la obra no se han realizado investigaciones anteriormente, por lo que me ha parecido muy interesante la idea de poder ser la primera persona en acercarme a ella con fines no recreativos. Otro motivo por el que he elegido esta obra concreta es por la intensidad que poseen los poemas del género haiku, la cual me resultó impactante y que contrasta con
la poca importancia que se les ha dado en el mundo occidental. Por ello me gustaría utilizar este proyecto como una reivindicación a favor de estos, que a pesar de que cada vez se trabajan más en centros de enseñanza y talleres literarios todavía son poco conocidos por una gran mayoría de la población. En mi estudio de la obra he elegido profundizar en el tema de la presentación de la plenitud del instante como centro de todo el proceso lírico. La idea de analizar este aspecto se me presentó tras investigar en diversas fuentes acerca del origen y evolución histórica del haiku. Este proceso evolutivo es de gran importancia, ya que el haiku que conocemos actualmente es totalmente distinto al que se presentaba en sus inicios en Japón en el siglo XV. Hoy en día el haiku es conocido como un tipo de estrofa que se rige por seguir un esquema métrico determinado por tres versos de cinco, siete y cinco sílabas cada uno. Sin embargo, el concepto de haiku va mucho más allá de lo que a su estructura se refiere. Gracias a las aportaciones del poeta japonés Matsuo Bashō, existen diversas normas que rigen el contenido de estos poemas, entre ellas las que sugieren que en un haiku ha de aparecer alguna referencia geográfica o a la naturaleza, así como referencias temporales a la estación del año o al mes en el que se encuentra el escritor durante la composición. No obstante, la diferencia más destacable es que Bashō, como practicante del budismo zen, consigue extraer estos poemas del ámbito lúdico al que estaban ligados en sus inicios y los lleva a un nuevo nivel: el espiritual. El budismo contempla la idea de que la verdad y la iluminación se encuentran alejadas de todo vocabulario y razonamiento lógico, basándose en la percepción y la observación del mundo como tal. Por ello los haikus se utilizarán como respuestas a preguntas de índole espiritual sobre la verdad del mundo llamadas “koan”, que se obtienen a
través de profundas meditaciones en el momento en el que se alcanza el estado de iluminación o “satori”. Tras esta iluminación se va a redactar la respuesta a la pregunta con la estética del haiku. Esto implica que el poema escrito será ciertamente el reflejo de un instante de iluminación, y por tanto, de plenitud vital. Finalmente, gracias a esta evolución nos encontramos que en los haikus actuales el instante se muestra como la base de la que emerge su realidad esencial. Por ello, mi problema de investigación en esta monografía se basa en estudiar cómo se presenta esta característica durante todo el proceso creativo de los haikus de Carlos Olmo, desde su elaboración hasta su recepción. Para esto, he realizado una entrevista al autor y he estado en contacto con él a través de mail con el objetivo de adquirir conocimientos sobre sus influencias, biografía y otros aspectos de interés literario. De la misma manera he consultado numerosas fuentes acerca del género haiku y sus características con el objetivo de relacionar los aspectos clásicos del haiku con las vivencias y los temas que nos presenta el autor, que van enlazados a lo largo de toda la obra mediante la presentación de instantes detenidos. El instante en el poemario Tentativas contra el verbo es el mayor protagonista en todos los haikus de los que se compone. Cada uno de ellos muestra la plenitud de un momento que el escritor plasma en el papel con el objetivo de inmortalizar unas sensaciones y el entorno que las inspira para transmitirlas al lector o incluso a sí mismo. Para poder comprender esto es necesario estudiar la influencia y la presentación del instante como motor de estos poemas en el proceso creativo, dividido en tres partes: la elaboración, la forma como justificación del contenido y la recepción en el lector.
En el proceso de creación, la elaboración es una de las fases más complicadas. En la obra estudiada, sin embargo, la elaboración se trata de un paso tan necesario como sencillo. A diferencia de otros autores, cuyos poemas son depurados varias veces hasta adquirir la forma y contenido deseados, Carlos Olmo se deja llevar por las palabras que lo inspiran, dejando de lado toda la posterior reelaboración que conlleva la escritura de un poema. A pesar de escribir una obra de haikus, los cuales tienen una estructura y número de sílabas definidos, en numerosas ocasiones abandona los esquemas métricos a favor de las ideas que le aparecen desde el primer momento, con el objetivo de mantenerlas como tales. Es por ello que ya en el inicio de la obra nos encontramos con el haiku 1, que rompe con las normas estructurales establecidas:
el sol de la mañana el cruce cansado de miradas la imposibilidad de amar(nos)
Como podemos observar, el esquema métrico de cinco-siete-cinco sílabas se pierde, siendo esta vez de siete, diez y nueve. Aquí el autor refleja un sentimiento de desamor en un lugar indeterminado bajo la luz del sol. Esa simple imagen es la esencia del instante que quiere plasmar. Si hubiese intentado limitar este poema al número establecido de sílabas hubiese tenido que cambiar de vocabulario y estructura oracional, lo que hubiese supuesto una alteración de la sensación que quiere transmitir, una perturbación del instante. Como un momento no puede cambiarse, si se realiza una pequeña variación en la expresión, el instante como imagen de ideas ordenadas mediante el lenguaje se modifica y el poema pasa a ser otro poema. La sensación creada en un lector depende de las palabras utilizadas, y un mínimo cambio puede provocar un sentimiento completamente distinto al deseado. Al mantener las palabras que
inicialmente concibe en su mente, describe el momento tal y como lo siente, deteniéndolo como si fuese una fotografía, aunque ello implique romper con las normas formales originalmente planteadas. Si nos damos cuenta, manteniendo totalmente esta estructura inicial plasma una instantaneidad impactante, sobre todo por lo real que es, gracias al impacto visual que transmite lo escrito. Se trata de una imagen muy abstracta ya que establece una relación sentimiento-ambiente. Una relación entre el sentimiento de impotencia ante un amor no correspondido o vencido por el paso del tiempo y su situación “geográfica”, que es bajo la luz de la mañana. Esta relación hace que el receptor del poema al leerlo conciba la sensación del calor del sol, que contrasta con el sentimiento desgarrador de incapacidad amorosa. Esto resalta una vez más la instantaneidad del haiku, ya que un autor que quisiese plasmar este mismo sentimiento en un poema elaborado hubiese utilizado metáforas y símbolos que reflejasen la decadencia de la situación. Sin embargo, mediante el sol de la mañana es capaz de transmitir la sensación de fluidez del mundo, del paso del tiempo independiente del estado de ánimo de la persona, de la inmediatez de la realidad. Pero lo esencial está presente no sólo en la inspiración y elaboración de estos poemas, sino también en el contenido, la propia estructura y los recursos que el autor utiliza como justificación de este primero. Podemos observar la importancia del instante si analizamos la individualidad de cada poema en el significado que recogen como conjunto. A diferencia de otros poemarios más específicos, en esta obra cada poema tiene su propio tema. De esta forma el autor nos presenta sus vivencias plasmadas en papel, abarcando todo tipo de temas como el amor, la inseguridad, el deseo, el miedo, la nostalgia o la soledad, entre otros 5. Como conjunto, lo único que los une es que tratan sentimientos y
situaciones presentes en la vida, y eso son los instantes. Y para reafirmar estos instantes, Carlos Olmo nos plantea una distribución muy original de los poemas, que aparentemente no siguen ningún hilo conductor. Sin embargo, estas características son parte del contenido, pues los haikus distribuidos así provocan la sensación de ser el reflejo de vivencias puntuales, siendo el hilo conductor de la obra la propia cronología de los poemas. También es imprescindible mencionar que el número de haikus no es un número al azar, sino trescientos sesenta y cinco, reflejando los trescientos sesenta y cinco instantes que son los días de un año. Se trata de una manera muy original de ver como la forma también determina el contenido. Otra manera de determinar el contenido a través de la forma se observa en algunas páginas en las que se nos presentan conjuntos de poemas con un mismo título, que nos informan de que el autor no se decanta por ninguna de las variantes. Esto está muy ligado a la elaboración de los haikus, en los que el autor escribe sus inspiraciones tal y como se le figuran, por lo que si de un mismo momento surgen dos o tres poemas diferentes, opta por tomar todos como válidos. De esta manera, tomando cada par de haikus como conjunto, podemos clasificar estos poemas en dos grupos: los que recogen una misma idea a través de dos composiciones diferentes y aquellos en los que subyacen ideas diferentes a pesar de proceder de un mismo momento. En el primer grupo, cada par de poemas refleja un mismo instante con unas únicas ideas. Por tanto, lo que realmente distingue un poema del otro es la expresión y el vocabulario. En este grupo nos encontramos con todos los poemas en los que el autor utiliza el recurso del cambio de idioma, como en los poemas 85 y 85 b, en los que el autor trata el mismo instante escritos uno en euskera y otro en castellano. Para comprender su relación con el instante es importante tener en cuenta el contexto biográfico
y geográfico del autor. Durante la producción del haiku, el autor se encontraba en Bilbao, ciudad en la que se habla tanto castellano como euskera. Esto es muy importante ya que mediante la expresión de una idea en dos lenguajes distintos hace referencia a que los sentimientos no entienden de idiomas y que cualquiera es válido como medio de expresión. Además reivindica la importancia de las lenguas cooficiales que dotan al país de una gran diversidad cultural. Es un recurso muy curioso porque permite evocar sensaciones a través del recuerdo de los lugares en los que fueron sentidas, mediante el uso del lenguaje tradicional propio del sitio en el que se escribieron los poemas a los que pertenecen. Este recurso únicamente va a cambiar la entonación y la fonética del mismo, pero no va a variar el contenido que quiere transmitir. Por otro lado, nos encontramos varios poemas en los que el escritor juega con la posición de los versos 1 y 3, de forma que altera también la estructura del poema e incluso puede aplicar ciertos matices a la hora de visualizar el contenido, pero la esencia del instante se sigue manteniendo por igual en ambos. Esto es observable en el caso de los poemas 135 y 135 b. viento de abril la arena que entra en casa lleva mis besos
arrastra un beso la arena que entra en casa viento de abril
En estos dos haikus el autor juega tanto con el cambio del orden de los versos 1 y 3 como con el cambio de vocabulario. Observamos que el primer verso del haiku 135 es el mismo que el tercero del haiku 135 b. Este verso deja clara la referencia temporal, que nos sitúa en el mes de abril. Es muy importante aclarar que no hace ninguna variación en esta línea porque
es la que certifica que ambos haikus reflejan el mismo instante. Además, cumplen con las normas establecidas por Bashō sobre las alusiones a la estación del año, en este caso a la primavera, y con las menciones a fenómenos naturales, como es el viento. Nos fijamos que el segundo verso se mantiene intacto en ambos poemas y quiere reflejar la imagen de la arena que entra en una casa por acción del viento. Por último, encontramos que el tercer verso del haiku 135 no coincide con el primero del 135 b en cuanto al vocabulario usado, pero ambos versos son acordes en relación al contenido. El verso del haiku 135 expresa que la arena que entra en la casa con el viento contiene los besos del autor, como una generalidad. Sin embargo, el verso del haiku 135 b hace referencia a un beso concreto del autor, por lo que se trata de una situación más específica. A pesar de estos pequeños matices la idea transmitida en ambos poemas es la de un instante en el que, a través de la arena que trae el viento en un día de primavera, lo cual es importante ya que la primavera se considera un símbolo de amor y deseo sexual, Carlos Olmo recuerda un determinado momento de pasión y plenitud amorosa. Por otro lado nos encontramos con el segundo grupo. Se trata del conjunto de todos esos poemas en los que el autor consigue, mediante diversos recursos, crear una diferencia destacable en las ideas que reflejan cada uno de ellos, aunque se correspondan con el mismo instante de inspiración creativa. Los recursos de este grupo son muy parecidos a los del otro, exceptuando el recurso de la escritura en diferentes lenguajes y abundando el cambio del contenido únicamente en un verso, como en los poemas 283 a y 283 b.
detrás de ti sólo soy una sombra en una esquina
no hay futuro solo soy una sombra en una esquina
En estos dos poemas podemos observar que, con un pequeño cambio, las sensaciones e ideas que transmite el instante varían completamente. La desigualdad más llamativa a primera vista es la diferencia existente entre los dos primeros versos de ambos haikus. En el haiku 283 a, el primer verso indica una posición de inferioridad, probablemente ante el ser amado. En el haiku 283 b, el primer verso se trata de una intensa afirmación que niega la existencia de un posible futuro. Ambas líneas ya dotan al conjunto de los haikus de un sentido distinto el uno respecto al otro. Sin embargo, lo que marca la diferencia más destacable a la hora de su comprensión no son estos versos, sino el acento en la palabra sólo, que hace que en el primer poema sea un adverbio mientras que en el segundo actúa como un adjetivo. Con este sencillo arreglo, el significado que aportan los poemas acerca de instante que corroboran es totalmente distinto. En el haiku 283 a el autor transmite la idea de que la majestuosidad que irradia la persona a la que se dirige es tan grande que él se siente tan insignificante como una sombra en una esquina. Sin embargo el haiku 283 b transmite una sensación de inseguridad respecto a una soledad futura. Como no hay un futuro definido, el poeta tiene miedo a sentirse solo y volverse como una sombra invisible, escondida y vacía en una esquina. Finalmente, dentro de los aspectos formales como base del contenido, encontramos un recurso imprescindible a lo largo de toda la obra: la omisión del verbo. Para procesar y comprender el contenido o visualizar los instantes que transmiten todos los haikus, es necesaria la introducción de muchos verbos en nuestro esquema mental del poema que son prácticamente omitidos en las composiciones. Esto se debe a que el haiku se trata de un subgénero lírico tan abstracto e inmediato que no requiere de la acción que transmite un verbo a una oración. Esta idea ha
sido la gran influencia de la corriente budista. El hecho de que esta busque la realidad del mundo lejos de la razón y del lenguaje hace que los poemas sean muy esquemáticos, por lo que no hay necesidad alguna de representar acciones. El resultado es que en la mayoría de las ocasiones los verbos puedan ser omitidos. Sobre todo si son verbos copulativos, el ser y estar, pues el propio haiku ya es en sí. Es esencia, es instante, no necesita reflejar nada más. Es por ello que el propio título de la obra, Tentativas contra el verbo, nos invita a dejar de lado todo aquello que esta palabra conlleva, a dejarse llevar por la esencia no de las acciones, si no de lo que subyace detrás de ellas. Nos invita a viajar a mundo estático, ingrávido, donde todo fluye gracias a su propia existencia. Esta ausencia de verbos se acentúa conforme evoluciona la obra. Observamos que en sus inicios, los poemas en su totalidad contienen mayor número de verbos que los finales. Esto se debe a que a lo largo de la obra va a haber una evolución, un ascenso. Se trata de un viaje en busca de la esencia del instante. En este viaje el autor va ir abandonando los verbos, siempre y cuando no sean imprescindibles para la comprensión del poema. El final podría equipararse a la desnudez, en la que la poesía se desprende de toda su ropa para desvelar su esencia pura. Esto nos recuerda a la poesía pura de Juan Ramón Jiménez o de Jorge Guillén, en la que abandonan cualquier tipo de ornamento a favor de la verdadera naturaleza del contenido. Por último llegamos a la fase final del proceso creativo que es la recepción. Se trata de la etapa más importante en toda la obra. Esto se debe a que en ella los poemas no están terminados hasta que no son recibidos por el lector, ya que este, independientemente de lo que haya plasmado el autor, va a aportar el matiz final al instante representado: su interpretación. Como son instantes reales, cada persona se va a sentir identificada con el
poeta de una determinada manera. Los recursos, la forma y la temática individual de cada haiku se unen actuando a favor de la adaptación personal a las circunstancias del poema.
resuenan voces más allá del recuerdo melancolía
Este haiku es un claro ejemplo de la ambigüedad. En él encontramos la esencia del instante en un ambiente melancólico debido a un recuerdo que no cesa en la mente del escritor. Sin embargo, cuando leemos este poema automáticamente nos lleva a moldearlo a nuestras propias circunstancias. El hecho de que el recuerdo que se menciona no esté determinado hace que cada lector coloque uno suyo en su lugar, ya que la memoria y la nostalgia siempre están muy presentes en nuestro interior. Es entonces cuando pasamos a formar parte del proceso creativo y el propio poema pasa a reflejar la plenitud de nuestro instante. Como resultado, tenemos unos haikus que a través de la sencillez, los recursos y sus temas universales crean una atmósfera íntima, mágica y plena, encabezada por la esencia del momento. . Tras haber leído y estudiado en profundidad Tentativas contra el verbo, podemos llegar indiscutiblemente a la conclusión de que en esta obra de Carlos Olmo todo gira en torno al instante. Esto justifica totalmente el hecho de que haya elegido la estela del haiku para presentar este tipo de contenido, pues tanto a nivel formal como en su evolución como género en el contexto histórico, el haiku es la representación más pura de la integridad del instante. Sin embargo, se trata de un instante especial. Cada poema se nos presenta como una plenitud momentánea, resultado de la unión de las
tres etapas del proceso de creación: la elaboración, el uso de la forma como parte del contenido y la recepción del poema. En la primera la elaboración refleja el instante como inspiración del autor en su lírica más pura. La segunda presenta cómo la estructura y recursos utilizados van a favorecer una mejor integración del instante como fundamento del contenido. Por último, se presenta la etapa del proceso perceptivo como culminación poética, en la que autor y lector se fusionan a través de la interpretación del instante en los haikus para poner fin a todo el proceso de creación. Estas tres fases son imprescindibles ya que sin una de ellas, los poemas perderían gran parte de su valor. Como hemos podido ver a lo largo del estudio, juntas aportan todos los factores y recursos necesarios para la recreación de un instante único, un instante con un matiz de permanencia. Cada uno de estos poemas es equivalente a un flash que impacta en el lector para después desvanecerse, pero no de forma total, pues siempre deja en lector una sensación de intemporalidad. Para terminar, podríamos reunir el conjunto de todo lo que recoge esta obra en uno de sus propios haikus, que plasma de forma sencilla todo lo que nos ha querido transmitir:
la eternidad no existe si no es en el momento
el gesto mudo
1 (366) medio desnuda afilada la piel desconocida
2 (367) acaba abril todo sigue su curso vuelve a llover
3 (368) estĂĄs aĂşn donde mis sueĂąos rompen lo cotidiano
4 (369) como medusas en un mar putrefacto a la deriva
flores deshaciéndose sobre el agua varada
5 (370) vuelve el rocío y la última noche queda sin fecha
6 (371) aún cuesta arriba con paso decidido por que tú aguardas
7 (372) y tu sonrisa detenida en la foto aún me alcanza
8 (373) la lluvia fina el viento del oeste la vida yĂŠndose
9 (374) mi mundo cabe por un instante al menos en tu sofĂĄ 10 (375) burlando noches buscando en cada esquina esa mirada
11 (376) entre papeles me pierdo al esbozar otro universo
12 (377) sĂłlo me queda aspirar a tu olvido noche quebrada
13 (378) sobre tu piel lenta coreografía gotas de agua
14 a (379 a)
14 b (379 b)
pruebo a fugarme
pruebo a fugarme
preso de las palabras
preso de las palabras
rompo la hoja
sólo te miro
15 (380) soy soledad en la noche que pesa y tú mi luz
16 (381) sólo me queda aspirar a tu olvido noche quebrada 17 (382) llego otra vez a una encrucijada siempre perdido
18 (383) hay garabatos en lugar de palabras siempre perdido
19 (384) fragua de adioses finaliza otro curso besos y lágrimas
20 (385) tierna mañana bajo un sol de verano una sonrisa
21 (386) te he escrito cuanto siento por tí sobre mi piel
arráncamela a tiras córtame lengua y manos
22 (387) contracorriente sólo me aferro a sueños cuando despierto
23 (388) en el fracaso las sombras se deshacen y urden matices 24 (389) de isla a isla un abrazo de sombras en el crepúsculo
25 (390) cada recuerdo un inmenso arcoiris no estás sola
26 a (391 a) en otras playas ante otros horizontes mirando al suelo
26 b (391 b) en otras playas ante otros horizontes mirando nada
27 (392) de nuevo insomnio el techo se hace eterno como tu ausencia 28 (393) juego de espejos detrรกs de cada foto sรณlo una fecha 29 (394) quema la arena bajo mis pies descalzos todo en silencio
30 (395) tras el diluvio esa tranquilidad amenazante
31 (396) pensando nada alrededor de un vaso el boli a mano
32 (397) líneas de fuga el dolor de la ausencia me arrastra a ellas
33 (398) como en pendiente aguanto el equilibrio cuando te beso 34 (399) tú y yo sabemos que nada nos espera sólo camino
35 (400) hago inventario de miradas y besos me pierdo aposta
36 (401) dulce ebriedad sin alcohol de por medio sólo tu cuerpo
37 (402) no busco estrellas superados los días me enfrento a noches 38 (403) la larga noche de un desierto en calma se extiende al día 39 (404) tras tu mirada un corazón convulso perdido en versos 40 (405) construyo sueños en los que paseamos bajo las olas 41 (406) en desventaja mis sueños se pelean con mis razones
42 (407) inesperada cárcel de la memoria vaso vacío 43 (408) todo es posible más allá del papel aunque esté en blanco 44 (409) de vez en cuando se eterniza el invierno desnudas ramas 45 (410) basta un instante tan sólo una mirada mis ojos ríen 46 (411) como el almendro cuando menos lo esperas me visto en flor
47 (412) te busco incluso tras el susurro que barre las últimas hojas 48 (413) la carretera y un vago sol de otoño te me devuelvan 49 (414) supero miedos para hacer equilibrios entre las sábanas 50 (415) estoy colgado en una pared vacía no soy ni espejo 51 (416) construyo sueños en los que paseamos junto a las olas
52 (417) por un instante se convierte el deseo en certidumbre
53 (418) florece en blanco y termina el invierno a medio camino
54 (419) entre la niebla una rama de almendro aún más blanca 55 (420) batalla eterna camino a la derrota noche de ruidos
al fondo algarabía entre líneas silencio
56 (421) amanecer como habiendo agotado todos los sueños
57 (422) y tras la sombra del bambú tu mirada abierta al mar 58 (423) sobre el sofá los ojos entornados tu piel brillante
59 (424) otoño en marzo en el suelo encharcado flores de almendro
60 (425) sabor amargo de victoria imposible sólo silencio
61 (426) a ras de suelo una tenue neblina como mis sueños 62 (427) entre las ruínas un ayer repentino sudor y lágrimas 63 (428) tierna mañana la mirada cansada se hace sofá
64 (429) ocres y grises dibujan un camino sin horizontes
65 (430) tan sólo el polvo que oculta el horizonte guía mis pasos
66 (431) junto a la orilla risas de madrugada sal en la piel 67 (432) granos de arena sobre mi piel desnuda susurra el mar 68 (433) sobre la arena contra viento y marea tus huellas libres 69 (434 ) como una alarma tus gritos en la noche pueblan mis sueĂąos
70 a (435 a)
70 b (435 b)
bajo los focos
bajo los focos
de espaldas a mis sombras
enfrentado a mis sombras
palos de ciego
golpeo a ciegas
71 (436) dejo la cama equilibrio inestable tambaleándome
como elefante herido en permanente huída
72 (437) y es sólo entonces en mitad de la noche cuando apareces
73 (438) los dos a solas abrazado a tu cuerpo te busco en vano
74 (439) curva tras curva a veces sólo a veces llega el olvido
75 (440) escrito a mano dejo cuanto deseo sobre tu piel 76 (441) bajo la lluvia un 'click' de resistencia y dignidad 77 (442) como el susurro lento e impercebtible de una semilla
78 (443) casi inaudibles mi ayer y tu maĂąana se reivindican 79 (444) en un ajuste de cuentas con la vida volvĂ a encontrarte
80 (445) sin madrugada despuĂŠs de tantas noches ya no hay palabras
sin saber que decirte sĂłlo aspiro a mirarte
81 (446) y de repente el regalo que ansiaba una sonrisa
82 (447) bajo la tierra suspiro por ideas que no son mĂas
83 (448) y amanecer con un viento de fuego en los pulmones
84 (449) en servilletas con membrete de bar se dan la mano pasados y futuros 'gracias por su visita'
85 (450) y mรกs allรก la palabra que somos la que seremos
86 (451) tras la ventana un inmenso horizonte contigo dentro
87 (452) na carballeira o vento dun antonte a mia sombra
88 (453) ô pe do río a bafexar do vento a señardá 89 (454) cierro los ojos llenas todo el espacio bajo los párpados 90 (455) augas e pedras un bico na cidade imaxinaria 91 (456) baixo as parras un microclima húmido bicos ocultos
92 (457) un novo día sobre a pedra negra a pedra branca
93 (458) el gesto mudo la realidad estalla hoja tras hoja
94 (459) y no hay palabras todo es abrazo y beso todo mirada
95 (460) tierna locura absoluta soledad sin horizontes
96 a (461 a) rosas de otoĂąo si tu mirar se apaga busca mis ojos
96 b (461 b) rosas de otoĂąo cuando menos lo esperas la vida vuelve
96 c (461 c) y si el maĂąana se tuerce demasiado busca mis ojos
97 (462) encrucijada parece equivocado todo camino 98 (463) findou un vento y o tempo de amar pero veu outro 99 (464) mi voz al viento amargas las palabras dulces los besos 100 (465) un haz de luz tu rostro iluminado entre las nubes
101 (466) la libertad a tan sĂłlo dos pasos y todo es vĂŠrtigo
102 (467) duro camino de la desesperanza al desengaño 103 (468) hay veces que la palabra no es nada sólo cansancio 104 (469) tonos grisáceos la madrugada intenta borrar la noche 105 (470) mirando al mar con el viento en la cara todo es futuro
106 (471) un porvenir un ayer calcinado este mañana
107 (472) muñecos rotos a la espera inútil de nuevas manos
108 (473) un mar de luz junto al acantilado equilibrismo 109 (474) de madrugada me burlo del insomnio pensando sueños 110 (475) sólo el silencio en mitad de la noche rompe este sueño 111 (476) sin resistencia sobre nuestras heridas luz y taquígrafos
112 (477) otra maĂąana es el mismo camino y no lo es 113 (478) y resplandeces como las flores de almendro bailando al viento 114 (479) si hay un tesoro al final del camino es tu mirada 115 (480) rompe mis noches y adormece mis dĂas esta locura
116 (481) tierno deseo de noches sin final bajo las sĂĄbanas
117 (482) sueño contigo con los ojos abiertos cuando no duermo 118 (483) romper el baile aunque sea en un sueño roto en la noche 119 (484) diario en verso bajo falsos bambúes latido auténtico 120 (485) en ese espacio donde habitan los sueños vive tu risa
121 (486) la periferia de corazón y mente lugar de encuentro
122 (487) sin mas palabras que tu mirada tierna la noche oscura 123 (488) con la distancia plenitud del deseo melancolĂa 124 (489) entre las sombras el recuerdo furtivo del porvenir 125 (490) todo es nostalgia imposibilidad del beso eterno 126 (491) alzar el vuelo y atravesar la tormenta pese al miedo
127 (492)
y la impotencia crece con cada paso que das al irte
128 a (492 a)
128 b (492 b)
la sencillez
la calidez
de caminar despacio
de caminar despacio
juntas las manos
las manos juntas
129 (494)
y ya aĂąoro tras los campos de almendro tu risa libre
130 (495)
ninguna lluvia puede borrar la huella que en mĂ dejas
131 a (496 a)
131 b (496 b)
la noche oscura
el gesto libre
la palabra cobarde
la palabra valiente
el gesto triste
la noche hĂşmeda
132 (497)
huyo hacia adelante con plena confianza en el fracaso
133 (498)
y mis palabras se pierden en el tiempo cruel desmemoria
134 (499)
con el reencuentro las palabras perdidas se tornan besos
135 (500) susurro al viento lo que ya sĂŠ que sabes por otros versos 136 (501) la misma luna y distintos reflejos nuestras miradas 137 (502) ya condenados a la sospecha perpetua resta vivir 138 (503) a mis espaldas un nuevo amanecer todo es camino
139 (504) la encuentro siempre en calles sin salida pero no ayuda
140 (505) oscura lluvia la huerta amortecida hacia la nada 141 (506) el viento borra las huellas del camino no tu presencia 142 (507) la soledad entre la multitud y tu recuerdo 143 (508) la crin al aire como yegua salvaje saltando muros
144 (509) las horas muertas tan sĂłlo tu mirada alegra el dĂa
145 (510) ando despacio por la ciudad desierta cuando amanece en el sol reflejado busco un posible encuentro 146 (511) la carretera lugar de encuentro y de huída 147 (512) en mi cabeza el eco de tus pasos y de tu risa despunta la mañana en calles sin final 148 (513) de nuevo hollados esos viejos caminos ¿vuelta o caída?
149 (514) amargo el tiempo en el que la distancia se hace paisaje 150 (516) ¿sueñan las aves en distintos destinos para sus vuelos? 151 (517) como dos árboles abrazados al cielo contra el futuro 152 (518) y no hay palabras todo es abrazo y beso todo mirada
153 (519) desnudo al sol el invierno ha huido por que estás tú
154 (520)
roto el silencio un otoño tardío bajo mis pies
155 (521)
miro al presente acumulando sueños para mañana
156 (522)
hojas caídas entre ellas y la tierra sueños ocultos
157 (523)
convierte en eco la palabra perdida viento desnudo
158 (524) nuestra mirada insegura memoria e incertidumbre
belleza de los dĂas anuncio de las noches
159 (525) cojo fragmentos de sueĂąos compartidos para ensayarlos
160 (526) sobre las dudas indefinible angustia la madrugada
161 (527) sobre el almendro crece la madrugada flores tempranas
162 (528) ¿qué hacer entonces si tu mirada rompe todo horizonte?
163 (529) en las esquinas el eco del silencio paso tras paso
164 (529) dulce recuerdo de furtivos aromas bajo las sábanas
165 (530) las viejas fotos han perdido su brillo pero da igual
el decisivo instante nos reúne sin cámaras
166 (531) cada mañana converso con la luna aunque no esté
167 (532) y coinciden el sueño de los días y el de las noches
168 (533) sueños truncados territorio de sombras bajo los miedos
169 (534) ansío sueños de futuras orillas en otras costas
nuestras sombras se cruzan cuando apago la luz
170 (535) ya condenados al permanente olvido de cuanto fuĂmos
171 (536) a la intemperie desnudo el corazĂłn viento del norte
172 (537) entre las sombras como fundido en negro contracorriente
173 (538) lento y tosco deambular silencioso como vacĂo
suspendido en la nada mi cuerpo abandonado
174 (539) paso tras paso ya casi a la vista otro horizonte cogidos de la mano al lado de la nada 175 (540) lunes tras lunes un paso detrĂĄs de otro el paraĂso 176 (541) cabe en tu espalda un tatu dibujado con mis deseos y mis sueĂąos se pierden recorriendo tu piel 177 (542) tras el olvido una esperanza amarga de redenciĂłn
178 (543) la misma ruta en dirección opuesta para el encuentro 179 (544) entonces vuelvo y disfrazado de árbol te doy mi sombra 180 (545) desesperado con la luz de la luna busco tu sombra 181 (546) y toda idea se disuelve en la nada cual lluvia seca 182 (547) un café sólo la inmensidad del mundo en una mesa
183 (548) entre tus dedos se escurre el universo hacia mi lengua 184 (549) y todo es alba y pase lo que pase nada irĂĄ mal 185 (550) sobre la mesa los pĂŠtalos de rosa caducidad
186 (551) en la terraza y en pequeĂąas macetas la vida entera 187 (552) con la distancia segundo a segundo la eternidad enorme el desencuentro la sonrisa fugaz
188 (553) entre las flores un beso hecho mirada hacia el futuro
189 (554) cierro los ojos y barre mis pensamientos un mar de dudas
190 (555) un alba rápida de sábanas caídas contra el reloj
en la fresca penumbra el brillo de tu cuerpo
191 (556) bajo tus pies el suelo que hollaré seguidamente
192 (557) con el poniente el abrazo y el beso tarde de encuentro 193 (558) y bajo el sol contra la soledad todo es camino 194 (559) junto al camino la hilera de cactus como frontera 195 (560) como horizonte el polvo del camino y tu recuerdo
196 (561) a ambos lados sobre la piedra piedra salto insolente
197 (562) de vez en cuando pequeños monolitos como aspirando a burlar la erosión y guiar nuestros pasos
198 (563) como tentáculos a la busca del sol y de la luna
199 (564) esas ramitas escaleras al cielo de tu mirada
200 (565)
sobre el asfalto un abrazo vacío cielo de ausencias
201 (566)
de vez en cuando atravieso la noche como buscรกndote
202 (567)
detrรกs del sol dos sombras abrazadas u un beso eterno
203 (568)
a mis espaldas demasiados kilรณmetros y un sol ardiente
204 (569)
justo a mi lado coronando la noche toda tu ausencia
205 (570) cuando amanece se convierte en rocío es sólo un sueño
nuestros cuerpos desnudos sobre la hierba húmeda
206 (571) cuando amanece crece hacia ti mi sombra aunque estés lejos
207 (572) bajo mis pies restos de la tormenta y de tu ausencia
208 (573) a ambos lados la inmensidad del mar jueves de otoño
209 (574) alzada a solas frente al viento del sur y la mar gris 210 (575) Âżcalcula el sol el tiempo de los besos y los abrazos? 211 (576) un mar de dudas abrazado a la playa de las miradas 212 (577) aquel balcĂłn y la mirada de ayer y de maĂąana
213 (578) frĂo silencio las calles enfangadas ahogado el paso
214 (579) viento del norte pese al sol aterido en una esquina 215 (580) bajo mi falda mis miedos y mis dudas y una promesa 216 (581) baĂąado en sol este campo sin plĂĄsticos verde de otoĂąo 217 (582) sin horizonte el viejo estrechamiento del arbolado
218 (583) un gorrioncillo Âżlas sobras del arroz o de la cerve?
219 (584) un beso tímido sobre la pared del bar nuestras dos sombras 220 (585) una sonrisa sin ninguna palabra entre bancales 221 (586) tiempo sin tiempo el vuelo de los platos entre las mesas
vorágine de gentes armonía de pasos 222 (587) retrospectiva combativa y amarga del día a día
con el viento de cara nómada de mi mismo
223 (588) entre las ramas el silbido del viento de madrugada recuerdo de tu voz memoria de maĂąana 224 (589) en la penumbra de los dĂas torcidos esa constancia
la del beso sincero la del abrazo intenso 225 (590) desamparadas alas de mariposas bajo la lluvia 226 (591) en la sonrisa detrĂĄs de la mirada el universo
227 (592) aún de noche mis pasos y tus pasos se dan la espalda
abrazados al eco engañando al día
228 (593) entre semillas extraña ontología del entusiasmo
la luz de la tierra el sudor y la risa
229 (594) entre puntadas y telas de colores una sonrisa
hilvanando futuros al calor de los besos
230 (595) bajo la lluvia los versos destrozados roto el papel
un maĂąana imposible con lĂĄgrimas de tinta
231 (596) bajo la lluvia empapada en negro una esperanza
232 (597) el alba rota del ayer al maĂąana un vuelo abierto
233 (598) dulce insolencia un alegre aleteo de madrugada
234 (599) bandadas de aves violetas y nocturnas un canto libre 235 (600) con tonos lilas la palabra y la pluma fuerte y rebelde 236 (601) entonces nada nostalgia de futuro entonces todo 237 (602) cuatro paredes el silencio absoluto de la mirada 238 (603) sรณlo un rumor detrรกs de la neblina oculto el mar
239 (604) en un crujido todos los porvenires hojas de hierba
240 (605) la noche ausente un silencio mecánico en el teléfono
241a (606a)
241 b (606 b)
sin más mañana
sin más mañana
el viaje reducido
el viaje reducido
a cruel recuerdo
a cruel recuerdo
cuando despierta la noche entre los sueños y la muerte
242 (607) en el abrazo la inmensidad del mar tarde de otoño
243 (608) frente a otro mar la mirada perdida sobre mi sombra 244 (609) desde el silencio la eternidad del alba y la vigilia 245 (610) triste maullido apoyado en la luna la noche en blanco 246 (611) aĂşn a lo lejos la cercana caricia del viento sur
247 (612) el mar a un lado sin posible retorno un puente inmenso
248 (613) largo verano el sol de medianoche la guĂa al mar 249 (614) sobre el papel un bosque de bambĂş y tu mirada 250 (615) a trazos simples en un papel distinto una sonrisa 251 (616) sobre la arena entrecruce de manos que no se tocan 252 (617) largos paseos contra la soledad lluvia de estrellas
253 (618) vaso de ginebra avejentado blues sin carreteras 254 (619) bajo la tormenta reafirmaciĂłn de un mar que se resiste 255 (620) inesperadas el encuentro y la tarde sendas sonrisas 256 (621) trucos de magia aĂşn con las cartas rotas todo es posible
257 (622) hĂşmeda huerta a la sombra del baile todas las risas
258 (623) bultos y sombras entre la oscuridad huellas y sueños 259 (624) dulce recuerdo en la orilla del río bajo una sombra 260 (625) sobre la lámina un bosque de bambú y tu mirada 261 (626) una mirada habitada por la luz rosas tempranas
262 (627) con el silencio como única respuesta otra mañana
263 (628) sobre raĂles la parada de ayer y el horizonte 264 (629) contra el sudor las paredes vacĂas y una luz tĂŠnue 265 (630) larga la noche plenitud de los dĂas un tierno abrazo 266 (631) over the rainbow some things before the last and all your mornings
267 (632) petite fleur tous les hiers el demain sur le trottoir
268 (633) lo cotidiano la oscuridad del día entre grilletes 269 (634) el ascensor los pasos y las llaves el miedo eterno 270 (635) entre sus manos la axfisia permanente del día a día 271 (636) las ilusiones como aquella alegría arrinconadas
272 (637) días de angustia y noches de terror la bestia al lado
273 (638) a media luz amputados los ojos para el maĂąana 274 (639) tras las paredes arrancado el pasado y el futuro 275 (640) la piel desnuda las huellas de la muerte aĂşn en vida 276 (641) el miedo propio la cobardĂa ajena condescendencia
277 (642) contra el silencio apenas un susurro abierto al mundo
278 (643) doble condena la permisividad la indiferencia 279 (644) contra la infamia un cerco de miradas todas las manos 280 (645) y desvelada en mitad de la noche la soledad 281 (646) la piel desnuda todos los deseos a contraluz
282 (647) iluminado tu cuerpo desnudo y mi presente
283 (648) un doble eco escaleras abajo en tu mirada 284 (649) el cuerpo ovillo entre sábanas frías ojos cerrados 285 (650) bajo tierra millones de zapatos y de destinos 286 (651) sólo una sombra de balcones con flores versos de ayer
287 (652) lejana playa maremágnum de ideas sobre el asfalto
288 (653) sĂłlo tu nombre ni calles ni paradas Madrid no es mĂĄs 289 (654) en los balcones basta ya de desahucios un grito unĂĄnime 290 (655) calles perdidas adoquines de ayer para el maĂąana 291 (656) apenas noche bajo la luz de un centro sin periferia 292 (657) en los museos texturas y colores yo en blanco y negro
293 (658) como si nada la multiplicidad de los carriles 294 (659) fin de verano avenidas vacĂas sin esperanza 295 (660) torres inmensas castillos de infortunio sobre la nada 296 (661) en la barriada con distinto latido la madrugada
297 (662) bajo la tierra un corazĂłn de hierro casi dormido
298 (663) luz y más luz en los escaparates las flores secas
299 (664) orín y blues oscuridad y esquinas para el sudor
300 (665) muros escritos agazapados versos en las paredes
301 (666) en la penumbra la caricia y el sueño hechos sofá
tus párpados caídos mis manos en tus pies
302 (667) a media tarde translĂşcido universo en la ventana 303 (668) lindando al mar los almendros en flor ya de camino 304 (669) dos horizontes el llanto de la noche sobre la tierra 305 (670) tras tu mirada un bosque de bambĂş y un futuro
306 (671) la luna llena sobre un trozo de papel la rosa ausente
307 (672) un sol lejano y una sombra alargada tarde de invierno 308 (673) entre las ramas un recuerdo infantil la abutarda 309 (674) luna tras luna el deseo de paz la noche eterna 310 (675) en el ahora por encima del tiempo aquella playa
311 (676) hoja tras hoja las sĂlabas perdidas en tu mirada
312 (677) sobre la piedra las palabras mojadas musgo y olvido
313 (678) los pies desnudos la mirada y la risa la noche mรกgica
314 (679) noches de mayo detrรกs de tu mirada la primavera
315 (680) los pies descalzos la caricia del viento el pelo en la cara
dias de sal y sol en mares de futuro
316 (681) entre el bullicio al lado de la mesa una sonrisa 317 (682) en mi memoria tus caricias y besos torpe nostalgia 318 (683) en un instante el beso y la sonrisa fugacidad 319 (684) bajo los pies silenciosa agonĂa el viejo rĂo
320 (685) la tarde eterna de espaldas a la calle la noche libre
321 a (686 a)
321 b (686 b)
tras la ventana
tras la ventana
el vacío de ayer
un recuerdo de ayer
mirada extraña
otro horizonte 322 (687) la mente en blanco
un paso detrás de otro y la arboleda 323 (688) último beso el llanto de la noche el alba muda 324 (689) la noche oscura detrás de los minutos el alba ansiada
325 (690) sonríe en sueños a la espera del alba allí estaré
326 (691) una esperanza al final de la noche como el rocĂo 327 (692) como un rizoma la sonrisa futura lluvia de otroĂąo 328 (693) el reloj roto en la noche de los dĂas un rosal negro 329 (694) marchita rosa sobre el salpicadero huellas de ayer 330 (695) amanecer en mitad de la niebla el alba rota
331 (696) eco lejano entre el duelo y la noche un haz de luz 332 (697) montaña abajo por los viejos caminos vientos del mar 333 (698) pequeños pasos en la ciudad sin límites nuevas miradas 334 (699) conciencia amarga de lo perdido andando nuevos umbrales 335 (700) noches tempranas un inmenso vacío bajo las sábanas
336 (701) mezcla de ayeres abandonada mirada tras los cristales 337 (702) venciendo al frĂo un abrazo altiplano y un beso dulce 338 (703) flores al alba sonrisas en la noche contra el insomnio 339 (704) aĂşn de noche el eco de tus pasos en el recuerdo
340 (705) ojos de gato en mitad del pasillo vida en la casa
341 (706) la noche helada en lugar de luciĂŠrnagas flores de almendro 342 (707) written on skin the caress of a poem and a faraway look 343 (708) viento del norte resquebrajada tierra bajo mis pies 344 (709) algo de arroz para los siete dĂas y nada mĂĄs
345 (710) la polvareda eco de los rincones acumulada
346 (711) sobre el papel el eco del bambĂş brisa de marzo 347 (712) patio interior latidos de invierno en las macetas 348 (713) a media noche tu voz como regalo felices sueĂąos 349 (714) entre los labios las viejas cobardĂas palabras mudas
350 (715) bajo el paraguas repertorio de ausencias y de recuerdos
351 (716) el cuerpo frĂo y los sueĂąos perdidos nadie en la noche 352 (717) paso tras paso detrĂĄs de una sonrisa otra mirada 353 (718) en esa orilla todas las ilusiones y tantas vidas derivas silenciadas fronteras de lo humano
354 (719) nuevas sonrisas esquina tras esquina paso tras paso los geranios en flor las ventanas abiertas
355 (720) noche cerrada a la espera de estrellas bancos del parque 356 (721) frente a los ojos el sol de la mañana sueños difusos 357 (722) contradicciones primavera en invierno las hojas muertas 358 (723) bajo la arena los sueños escondidos ambiguo mar
359 (724) nuevo desahucio junto al llanto y la rabia la rebeldía
360 (725) dulce la noche con los cuerpos sumidos en el deseo 361 (726) lluvia de sangre un boceto de lágrima en las entrañas 362 (727) entre mis sueños nuestros cuerpos ingrávidos entremezclados 363 (728) en las trincheras abandonados cuerpos palabras huecas 364 (729) atrás el mar el sol hecho cabello cuerpo la tierra
365 (730)
lonchas de cheddar sobre nuestras tostadas sendas sonrisas
Sobre este libro: “el gesto mudo” es, como bien dice el subtítulo, la continuación de “Tentativas contra el verbo”; e-book que también recogía 365 poemas breves en la estela del haiku y, ocasionalmente, el tanka japoneses. La doble numeración remite, precisamente, a esa continuidad. Como en aquella ocasión, se recogen todo un conjunto de impresiones trasladadas, tal cual., primero al papel, ahora a tu dispositivo electrónico. Instante y camino se dan la mano en estos momentos que pueden ser leídos como anuario desordenado de deseos, frustraciones, lamentos, alegrías, miedos e ilusiones; además de como reflejo del paso del tiempo y la huella que este deja en un entorno natural, ideológico y sentimental cada vez más amenazado. El primer volumen de “Tentativas contra el verbo” puede consultarse y descargarse gratuítamente en las páginas web de Issu y Calaméo.
María Rodríguez Mincholé realizó un estudio sobre “Tentativas contra
el
verbo”
en
el
seno
de
las
investigaciones
correspondientes al programa de Bachillerato Internacional del IES Alfonso X de Murcia. El texto que abre este libro es parte de ese trabajo de investigación.
Carlos S. Olmo Bau es el autor tanto de los poemas como de las ilustraciones contenidas en este libro. Además del volumen I de Tentativas contra el verbo ha participado con haikus de su autoría en el libro colectivo “Cartas a Japón. El paso de la embajada Tensho por la ciudad de Murcia” y en “Grito de mujer” (Bullas 2016). Sus haikus configuran también una iniciativa de arte urbano / arte efímero titulada “Po(e)sit” (poesía en posit). Ha publicado, igualmente, una plaquette artesanal, ilustrada a mano, bajo el título “Un mar de ausencias / Cuaderno de Cabo de Gata”. Ha sido antologado en “Cosmoanónimos 2.0” y “Contra. Poesía ante la represión”. Es, junto a Charo Serrano, uno de los impulsores de “el vuelo del flamenco”; revista literaria editada en Cartagena.