UMBRAL ANAERÓBICO – CARLOS SANCHIS SANZ
FASCITIS PLANTAR: “UNA HORMA EN TU ZAPATILLA” Según las estadísticas, la fascitis es la causa más frecuente de dolor plantar o dolor en la zona del talón en deportistas, y de entre todos los deportistas son los corredores los que más la padecen debido a la cantidad de impactos que absorbe el pie en cada entrenamiento. “El dato: El 10% de la población general sufre este problema en algún momento de su vida”
¿QUÉ ES LA FASCITIS PLANTAR? La fascitis, como su nombre indica, no es más que la inflamación de la fascia o aponeurosis plantar. Este elemento fundamental de nuestro pie, es una estructura de tejido conjuntivo fibroso, que se origina en la tuberosidad medial del calcáneo (el talón), y tiene tres diferentes porciones (medial, lateral y central), pero la más grande de ellas es la central.
Y digo que es importante y fundamental porque constituye el principal soporte estático del arco longitudinal del pie (el “puente” del pie): recibe toda la tracción y tensión que éste soporta. MECANISMO DE LA FASCIA PLANTAR Cuando el pie llega al final de la fase de apoyo, los dedos se flexionan como se puede ver en el dibujo de la derecha. Esta acción tira de la fascia plantar y aplica una fuerza al arco del pie, lo que proporciona la estabilidad necesaria para realizar la propulsión.
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UMBRAL ANAERÓBICO – CARLOS SANCHIS SANZ De esta forma empezamos a entender cuán importante es para los corredores, si consideramos que a una velocidad de 4 min/km se dan 115 pasos aproximadamente y un entrenamiento normal podría durar alrededor de 1 hora, por lo que en un entrenamiento común se llegan a dar unos 6900 pasos, 6900 impactos que el pie tiene que absorber. Y es que, aunque la fascia plantar se alarga con el aumento de la carga de entrenamiento y actúa absorbiendo estos impactos, su capacidad de dilatación es limitada (en especial al disminuir la elasticidad con los años) y al final acaba pasándonos factura en forma de lesión.
CAUSAS DE LA FASCITIS PLANTAR Como todas las lesiones, nunca tiene una única causa posible, sino que puede deberse a multitud de factores e incluso la combinación de varios de ellos. Según la bibliografía científica, las causas más probables son las siguientes: Entrenamiento o uso excesivo: pasar horas entrenando cuando no se está acostumbrado, o entrenar a intensidades demasiado altas puede provocar la fascitis. Del mismo modo, por ejemplo, aquellas personas que trabajan mucho tiempo de pie tienen riesgo de sufrirla al mantener todo el día la tensión en la fascia plantar. Los “pies planos” suelen asociarse con problemas de fascitis plantar. Del mismo modo un corredor pronador es más propenso a sufrirla porque aumenta la tensión en la fascia plantar. Los espolones óseos NO son la causa de una fascitis plantar, aunque existe una creencia general de que así es. La fascitis plantar, o más bien su dolor característico, puede deberse a causas mecánicas (como las que he nombrado antes) o como síntoma de otros trastornos como la artritis reumatoide, el síndrome de Reiter o la gota. Se considera la obesidad como un factor que predispone a este tipo de patología.
SÍNTOMAS DE LA FASCITIS PLANTAR Parece ser que los síntomas de esta patología están claramente definidos y los deportistas lo pueden describir como: Un dolor mordiente desde el talón que se irradia por la planta del pie. Dolor y rigidez al levantarse por la mañana, reanudar el movimiento tras un rato de reposo, después caminar mucho rato, al subir escalar o incluso al elevar los dedos de los pies. En el caso de los corredores: se produce dolor al empezar a correr, desaparición del dolor durante la carrera y reaparición del dolor al dejar de correr. (Cuando pasa esto, los corredores intentan compensarlo haciendo el apoyo sobre la región lateral de los pies o apoyando más tiempo sobre los dedos para reducir la presión en el talón)
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Ilustración 1 - Dolor de la fascitis plantar - Origen de la fascia plantar
TRATAMIENTO DE LA FASCITIS PLANTAR Hay que decir que la fascitis plantar raramente causa problemas de por vida, después de un tratamiento conservador, el 90-95 % de pacientes se recuperan por completo. Sin embargo, si hay que resaltar que la recuperación puede alargarse entre 6 y 12 meses, durante los cuales se recomienda: Acudir a un especialista (podólogo) para que analice nuestro problema y nos recomiende el calzado apropiado o, si es necesario, las plantillas adecuadas. Realizar estiramientos (antes, durante y después del ejercicio). Poner especial atención a los estiramientos del gastrocnemio y sóleo, asi como al estiramiento directo de la fascia plantar (hiperextendiendo los dedos del pie con este apoyado en el suelo). Reducir las actividades que producen impactos repetidos sobre la zona de la lesión (si somos corredores no hace falta dejar por completo el deporte, pero sí reducir el volumen de entrenamiento y aprovechar para practicar otro tipo de actividades) Procurar no estar de pie sobre superficies duras durante mucho tiempo. Crioterapia: la aplicación de frio alivia el dolor, por lo que podemos utilizar el “truco” de congelar una botella o lata y, poniéndonosla debajo del pie, rodarla con la planta durante unos 20 minutos. En el momento que se noten molestias o dolores que se correspondan con la fascitis, el procedimiento es el siguiente: Descanso y hielo durante 72 horas. Tras estos días, aplicar calor antes del ejercicio y hielo después del mismo. Además, deberemos cumplir las recomendaciones conservadoras mencionadas justo antes.
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