lo que piensa carlota by Carlota de Dios

Colecci贸n de opiniones hasta 2011

1. En clave de Re 2. Ajo y pimentón 3. Apatía vs Hypatia 4. ¡Compra! 5. Cuando el final es el principio 6. La madre 7. Estado de bienestar 8. De pueblo o de barrio 9.Efímero 10. El capital más caro 11. El gran cambio 12. El origen de la crisis 13. El poder de la persona 14. El sentido de la vida 15. El valor no tiene precio 16. Es, ¡“ovarudo”! 17. Escoleia 18. El examen final 19. Inacción y omission 20. La docencia como la política 21. La fuerza invisible 22. La niña bonita 23. La reina se hace, no nace 24. Mala memoria 25. Sororidad, MAMMA MIA! 26. Emprender se escribe con A 27. Doble A 28. Creanlo!

29. Mentir tiene premio 30. Pecado de omisión 31. Signos de identidad: Cuando eres alguien. 32. Un cuarto a espadas 33. Y tú, ¿Qué me das? 34. ITER, camino al futuro 35. Propósito y compromiso 36. Victimas del consumismo 37. Mientras tengamos algo que vender 38. Dar desde lo individual 39. Garduña 40. Responsabilidad social, Responsabilidad personal 41. Coger el testigo 42. De disyuntivo a copulativo 43. Cada vez nos queda menos 44. ¿Con sentido o sin sentido? 45. No es lo que parece 46. Dos estigmas 47. Experiencia y anticipación 48. Se escribe con C 49. Paradójico 50. El precio del valor 51. La cuenta atras 52. Tú puedes 53. Sin el no soy nada 54. Querida disciplina 55. Regreso al pasado 56. Poca vergüenza

Cuando era niña mi madre deseaba que yo aprendiera, que tuviese la oportunidad de contar con todas las oportunidades que a ella le fueron negadas. En su época, si eras mujer, lo normal era enseñarte otras cosas, cocinar, bordar, arreglarte, cuidar y organizar una hogar, atender a un marido, limpiar cuberterías, poner mesas, decorar estancias, etc.

Pero lo de leer, estudiar, viajar, crear, emprender, o todo aquello que significase ser independiente de un hombre te estaba negado. En música existen unas cosas que se llaman claves y que son imprescindibles para poder escribir, leer o crear obras maestras. Hay una relación entre las claves y la música, marcan o determinan los modelos de componer y la forma de sonar. Implican o condicionan la forma de hacer. Ayudan a escribir las creaciones de los grandes maestros y genios, posibilitan interpretar a los grupos de profesionales y permiten dirigir por ser en base a ellas que se hizo posible la consecución de la creación de la partitura. Pero entre las claves musicales no existe la clave de RE, existe Sol, Fa,… Por ello, voy a reclamarla para erigirla en la clave de los nuevos tiempos.

Pero sobre todo, en la clave de las personas que ya han pasado una parte importante de la vida, de su vida.

Personas que ya han superado varias etapas porque han superado los cuarenta. Y de repente, se dan cuenta que han de REvisar lo que han aprendido y como han vivido. En ese tiempo donde sientes que necesitar REpensar tus vivencias, REcuperar tus raíces, REvivir experiencias, REleer viejos libros, REconstruir relaciones, REaprender formas de afrontar la vida, REgenerar tu alma, REavivar la ilusión, REencontar viejas amistades, REponer fuerzas y forma física, REcomponer las formas de pensar y sentir, REstructurar tus hábitos rememorar emociones, REstaurar la armonía, REpensar tu misión, REfrenar la ira, REconquistar la paz. Y cuando inicias esa nueva vida, ese nuevo ímpetu sereno y calmo es como si REnacieras a otra vida la de esa última etapa: la madurez que te llena y se expande para ser luz de tu entorno. Eso es lo que yo llamo iniciar tu REsurrección como persona. El camino de la liberación personal e interior que te conduce a la felicidad. REcreate y REnace cada día!

Simple pero real, algo con lo que todo cambia. Lo insípido y lo pobre se convierte en sabroso.

El recurso de los pobres para dar lo que no tienen a su vida cotidiana. Cuando pienso en estos dos ingredientes, rememoro un olor a frío, pobreza, escasez, dureza de piel y posiblemente de alma. Gente seca y ahumada por el sacrificio. Gente resignada a lo poco, poco placer, poco calor, poco amor, poco respeto, poca inquietud, poca pasión y mucha resignación, poco espíritu de lucha. Conservar la nada, mantener el rol y como mucho, aspirar a que tus descendientes se liberen del ajo y pimentón. Pero un error, un triste y lamentado o lamentable error. Lo que vives, lo que mamas, permanece en el fondo de tu ser. Es decir, por mucho que quieras olvidar el ajo y el pimentón, eliminas su percepción externa pero en el fondo ese olor interior forma parte de ti, de tu raíz, de tu vida, de tu esencia más intima. Ese olor es lo que quieres aunque no te guste, aunque te quieras alejar. Ese olor es tu niñez escasa, sacrificada, es desgarro de alejarte del calor, la ternura, de romperte, de endurecerte de otro modo, de prepararte para alejarte de lo tuyo, para conquistar lo de otros, lo que otros soñaron a través de ti, lo que otros que se secaron esperan recuperar en tu falta de olor y sabor. Y de repente, te ves y descubres que no tienes olor que cometiste un error peor que el de ellos, que renunciaron a todo para que olvidaras ese olor. 8

Y te das cuenta que estas vacío, te haces consciente de las cicatrices que olvidaste mientras te desprendías del olor, te sientes con una dureza de piel y de alma y te preguntas ¿para qué?

Tu cumpliste tu misión, ya no hueles, pero ¿quien la cumplirá por ti?. Tu mismo, recuperando ese sabor y descubriendo que quizá puedes trasformar tu vida; en algo sentido, apreciado, asumido, querido y sobre todo, aceptado. Eso es lo más importante, darse cuenta del poder de transformación, de cómo lo escaso puede ser lo justo, lo insípido sabroso, lo simple lo que llena, el sacrificio la fuente de formación de tu valor.

Sentirte lleno con la nada, eso finalmente es la libertad, la felicidad, la independencia de tu sentimiento y el altruismo del hacer por que quieres y crees. Tú, tu propio señor, tú, tu juez, tú, tu mejor amigo.

La apatía es la enfermedad que asola a la ciudadanía española especialmente en los últimos tiempos. Se define en el diccionario como “aspecto intrínseco de una persona que muestra desinterés o una actitud negativa o desanimo ante determinados estímulos que lo rodean”. Hoy, en un momento en el que tenemos todo a nuestro alcance, sufrimos de una apatía tal, que no somos capaces de presionar a quienes están a nuestro servicio para que cumplan con sus cometidos. Al final, esta apatía se contagia y nos convertimos en una sociedad amorfa y pancista que no se mueve, que no responde y, lo que es peor, que acepta como normal una situación tan crítica como la que estamos viviendo ahora a nivel político, económico y social. Frente a actitudes como esta, destacan figuras históricas recuperadas para la memoria como la de Hypatia de la película “Ágora” de Amenábar, que nos recuerdan el compromiso de una mujer con la coherencia, la ciencia y el conocimiento como forma de abordar problemas sociales y políticos que hoy lamentablemente siguen vigentes en nuestros días: el fanatismo y la desigualdad, la pobreza, la diferencia de culturas, la crisis de valores y la lucha por el poder a cualquier precio y el resurgir fanático de otras opciones. Un claro ejemplo de cómo no ser apáticos y como abordar, desde el conocimiento y el compromiso, los grandes problemas con dignidad hasta el final. Hoy, en los inicios del siglo XXI tenemos otra Hypatia, en este caso americana. 11

Su nombre es Elinor Ostrom y es también “la primera mujer en la historia, en este caso, en recibir el Nóbel de Economía”. Es una científica política y también ha sido criticado su reconocimiento, dicen que por no tratarse de una economista, deseo que no por su condición de mujer o lo innovador de su mensaje. Algunos ejes de su aportación resultan especialmente interesantes en los tiempos que vivimos y en esos ejes, todos debíamos inspirarnos.

Ostrom dice: “Los mercados pueden fallar, pero las soluciones del gobierno también podrían no funcionar”. Aunque pueda sonar derrotista, su mensaje es optimista, y se centra en el poder del auto-gobierno para salir con éxito incluso en las situaciones más difíciles. El trabajo de esta humanista y científica, está guiado por la lógica de la elección humana:”una sociedad autónoma debe estar compuesta de ciudadanos plenamente capaces de adoptar las preocupaciones del pensar y los problemas del vivir”. Algo que está claramente reñido con el sentimiento de apatía que nos invade actualmente. Su mensaje es que “la esperanza no se encuentra en el estado, sino en la gente y que una sociedad de individuos libres y responsables que son capaces de formar asociaciones voluntarias, resolverá los dilemas por medio del auto-gobierno”.

Es nuestra responsabilidad, como ciudadanos y ciudadanas, el pasar a la acción. Trasformar la apatía en un compromiso personal como parte de la solución a este tiempo de crisis que vivimos y eso, está en gran medida en nuestras manos. 12

Hace no muchos días, un domingo por la mañana paseando por el Paseo Marítimo de nuestra ciudad, escuche un comentario entre la gente que tranquila y afablemente tomaba el sol: “En este país robar mucho no cuesta caro ¿qué ha sido de todos esos ladrones de guante blanco que han estafado a tanta gente de buena voluntad y pocos recursos y que depositó en sus instituciones o empresas su confianza? ¿Dónde están los artífices del caso Malaya, del Forum filatélico, y de inmobiliarias que han recibido reconocimientos y premios por su trayectoria empresarial? ¿Donde están los Roca, de la Rosa, Roldan ….. y tantos otros, qué ha sido de ellos?” Días después en esas conversaciones que escuchas entrecortadas, en paradas de autobús, en los vagones del metro o en bares donde entras a tomar café sigues oyendo a gente corriente preguntarse qué es esto de la crisis financiera, ¿cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo los que se supone que deben estar al corriente no han estado o si lo han estado, qué han hecho? Gente que pregunta y se pregunta si los ahorros de toda una vida estarán seguros donde los depositó o si cobrará su nómina el mes que viene porque su vecino hace tres que no cobra. Y se preguntan por qué el estado, nuestro estado y los de los demás países, porque esto es algo global, eso lo hemos entendido todos, salen a la palestra a salvar los agujeros que han creado esos altos ejecutivos que hablan muchos idiomas y viajan en buenos coches y bussines y que retirados dejaron el marrón a otros que tratan de buscar soluciones imposibles.

Y la gente se pregunta ¿y de nosotros?, que somos muchos pequeños trabajadores, profesionales, comerciantes o empresarios ¿Quién se acuerda? Reflexionando llegue a una conclusión muy obvia, casi de Perogrullo. Hemos de ser nosotros mismos. Nosotros mismos tenemos y debemos promover los cambios a base de pequeñas pero múltiples decisiones y actuaciones. Hemos de ser nosotros los que asumamos nuestras responsabilidades. Responsabilidades que van más allá de hacer lo que debemos hacer todos los días, que por supuesto. Hemos de recuperar, y hemos de hacerlo cada uno de nosotros, “la Adultez”. Hemos de elegir y decidir por nosotros mismos. Hemos de decidir y obrar de acuerdo a como pensamos. Hemos de ser coherentes con lo pensamos y creemos. Hemos de ser coherentes con nuestros valores y principios y hemos de hacerlo aunque nos resulte difícil. Hemos de recuperar el poder de decidir por nosotros mismos, el poder de equivocarnos o acertar. Pero hemos de obrar y perder el miedo. Y ese decidir, es decidir a quién compramos, qué compramos o dónde compramos. Porque en esta sociedad de consumo, en esta en la que vivimos usted y yo, decidir: qué, a quién, cuándo y dónde compras es la forma más efectiva y práctica de manifestar tu opinión y tu voluntad. Por eso, en estos tiempos de parálisis y terror a comprar, cada consumidor sólo decidiendo eso ya decide mucho.

Y voy a dar algunos ejemplos que pueden ilustrar lo que digo. En estas fechas que se acercan hemos de comprar y decidir qué comprar, dónde y a quién comprar o incluso cuánto gastar. En este tiempo hemos de hacer eso que muchos hacíamos cuando los recursos eran escasos. Elegir aquello que es necesario, eso que añade valor por el detalle y lo que significa de haber pensado en esa persona a la que va destinado. También decimos cosas cuando regalamos una cosa u otra o cuando consumimos una u otra. Elegir productos seguros y responsables. Elegir marcas que se comportan correctamente. Seleccionar fabricantes serios y con valores. Fabricantes o distribuidores que generan puestos de trabajo y crean riqueza. Favorecer cuando compramos a nuestro entorno próximo. Seleccionar racionalmente qué compramos y en qué gastamos. Estas Navidades no debemos no comprar. Este año hemos de comprar con cabeza y con la certeza de que cuando compramos es como cuando votamos. Ofrecemos nuestra confianza a un fabricante y damos y generamos riqueza a quien le compramos. Por eso ¡COMPRA! pero quizá de forma diferente a como lo venias haciendo.

A lo largo de años de cultura de carácter predominante del varón en nuestro país las mujeres hemos sufrido al llegar la cincuentena una rara sensación que brotaba de nuestro ser más profundo, sentíamos que llegábamos al final. Recordemos que en España hasta 1975 una mujer no podía disponer de sus bienes sin el consentimiento de su padre o marido y dependiendo de en que zona geográfica nos encontrásemos, todas recordaremos ese “lo que diga el meu home” que escuchábamos en nuestra niñez y adolescencia. Sentíamos que llegábamos al final, al final de la razón última de nuestra existencia: conquistar hombres, atenderlos, darles hijos, criarlos y cuando ya estaban en condición de volar, sentir una perdida ya denominada hace tiempo “síndrome del nido vacío”. Eran años de sentir el final de la turgencia de las carnes, el final de ser el centro de la existencia de la familia, el centro de las atenciones de un marido que en muchos casos busca fuera de casa la sensación de que su potencia no muere y que es capaz de conquistar mujeres más jóvenes. Y es, hasta el final de nuestro ritual mensual de la menstruación. Dejamos de ser eso que nos decían de jovencitas “mujeres” para convertirnos en ¿qué? Nos asaltan las dudas y nos sentimos desconcertadas. Lógico, si tenemos en cuenta que las hormonas que nos han afectado el carácter desde siempre, ahora empiezan a ser cambiantes y juguetonas.

Lógico, si vemos a nuestro alrededor tantos cambios y físicamente los sentimos sin saber muy bien como interpretarlos. Surge en nosotras la paradoja de recurrir a modelos antiguos donde estábamos en el final de la última razón de la existencia o en el principio de algo que no acertábamos a identificar, pero que sí sentíamos en lo profundo de nuestra entraña. Pero gracias al devenir de los tiempos, a los avances médicos y farmacológicos, a la cosmética, a la capacidad de entendernos entre nosotras, a perder el miedo a ser nosotras y no ellos, pero sobre todo, a la postura comprometida de tantas mujeres anónimas que han posibilitado los silenciosos y grandísimos avances que las mujeres hemos logrado en los últimos 35 años, hoy las mujeres a los 50 estamos en disposición de considerar que estamos no al final, sino al principio de muchas cosas. Por fin sentimos que somos dueñas de nuestro tiempo, de nuestros sentimientos y de nuestro cuerpo. Hemos de aprender a identificar otros referentes pero, sobre todo, hemos de recuperarnos a nosotras. Hoy a los 50 “estás estupenda” o lo puedes estar y quizá estás en el mejor momento profesional. Tienes experiencia, madurez, equilibrio, capacidad de resolver infinidad de asuntos de diverso tipo, de hacer varias cosas a la vez, de trabajar en red con otros, de escuchar y de tratar de conciliar, de perdonar y comprender determinadas actitudes aunque no las aceptes y, sobre todo, la capacidad de gestionar eso que ahora a tantos desconcierta: el cambio permanente. 19

Las mujeres disponemos de algunas ventajas que debemos aprovechar y debemos hacerlo ahora, para no perder lo que hasta ahora hemos conseguido. Es el momento de culminar y para ello es muy importante no estar y no sentirse sola. Es importante dar valor a la amistad femenina, tantos años sin cultivar por la rivalidad inculcada. Es el momento de ser asociativa, de fomentar la cultura de la cooperación desde la coincidencia de intereses y sobre todo, de sentimientos. Ese es uno de los papeles de la Asociación de Empresarias y Profesionales de la Comunidad Valenciana: Ser un vínculo de unión entre mujeres con intereses y dificultades similares. Queremos ser punto de encuentro para que las mujeres profesionales y empresarias compartamos experiencias y contemos con un soporte específico tanto desde lo profesional como desde lo humano.

Hoy muchas mujeres profesionales, a título individual, han hecho mucho por dar visibilidad a la mujer. La Asociación de Empresarias y Profesionales pretende hacerlo desde lo colectivo y es su compromiso trabajar para ello. Desde valores como la diversidad, la integridad y la profesionalidad pretendemos que para muchas profesionales y empresarias, también “los 50” sean un bonito principio, el de la plenitud de nosotras mismas. El principio del protagonismo de nuestra vida.

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Madre, que bella palabra femenina y cuantos significados a explorar en ella, especialmente en los tiempos de crisis que vivimos. Acabo de leer un libro que en sus primeras páginas decía “la Madre, es la fuente de la creación y ahora su fuerza se está desatando en el mundo”.

En la segunda parte de la frase me vino a la mente la última tragedia de Haití y las catástrofes naturales, que en muchos casos se deben a la agresión a la que nuestra civilización somete a la Madre Naturaleza. Y lo necesario que es darnos cuenta de la importancia de preservarla y respetarla, como debemos respetar y amar a La Madre. También, me vino a la cabeza que queda ya pocos días para que se celebre la semana internacional de la mujer. En pocos días 24 asociadas viajaremos a Nueva York para asistir a los actos organizados por la BPW, que pretenden descubrir otras visiones y conocer otras situaciones que afectan a las mujeres del mundo. Así como fomentar la creatividad, tan necesaria para acometer los cambios necesarios que nos permitan salir de la crisis en que el mundo está inmerso. Este encuentro con otras mujeres del mundo será también un punto de enriquecimiento y aporte de otras visiones, que no dudéis compartiremos con vosotras.

Y en la línea de descubrir otras visiones quiero remitiros a nuestra evap, y en concreto a ese II Congreso de Mujeres Liderando el Milenio, que preparamos para el próximo octubre. .

Un congreso donde abordaremos otras formas de entender las soluciones y cambios que debe producir este mundo, que es de todos. Y decía el libro: “La revolución de La madre que tiene lugar en nuestro tiempo, aboga por la vuelta de la divina feminidad al frente de la espiritualidad en todo el mundo y por el sublime potencial de iluminación como piedra angular de la vida humana. Para sanar nuestra enfermedad patriarcal e inspirar en este momento crucial un cambio absoluto en nuestro corazón.” Andrew Harvey, el autor del libro del que os hablaba, es un hombre con sensibilidad como existen muchos. Porque el reto al que hoy se enfrenta nuestra sociedad es común y requiere de la diversidad y la integración de ambos géneros para afrontarlo. Pero, ha de hacerlo desde algo por lo que venimos luchando mucho tiempo; la igualdad, o mejor dicho la no discriminación por razones de género. Porque sin igualdad y sin respeto a la diferencia, la sociedad pierde. Y eso ya lo saben muchos hombres.

Por eso en nuestro congreso contaremos con hombres que comparten con nosotras el compromiso de un mundo mejor y más humano para todos. Esperamos que todas sintáis este Congreso como un hito, como una oportunidad de aportar e integrar talento y soluciones desde otra forma de hacer las cosas pero sobre todo para reafirmar el compromiso con la sociedad y el entorno que nos rodea desde un punto de vista que la mujer siente y percibe, porque somos madres y seremos las aliadas de esa MADRE de la que hablaba el libro. 23

A lo largo de nuestra vida en muchas ocasiones hemos ido sintiendo dolor interior, incomprensión del entorno y finalmente una sensación de infelicidad difícil de definir pero que nos inspira una necesidad de huir de lo que hacemos: El trabajo, la familia, los amigos, donde vivimos o con quien. Sentimos una sensación de nausea o de insensibilidad que resulta incompatible con el bienestar emocional. Y ese disconfort acaba por afectar a nuestras relaciones, nuestro trabajo, y en general todos los aspectos de la vida. Desde fuera cumplimos con lo que se supone se espera de nosotros, pero no ponemos emoción, pasión, ni lo mejor de nosotros mismos; que finalmente es lo que nos hace sentir bien o lo que nos hizo sentir bien. Digamos que esa manifestación se produce en una etapa de la vida que resulta difícil identificar con una edad concreta por que pasa a cualquiera. Desconozco si sucede de igual modo en todos los sexos pero mi experiencia me muestra un sentimiento de mayor intensidad en las mujeres. Es posible que seamos capaces de verbalizarlo entre nosotras y quizá de identificarlo por experiencia propia. Como persona que lo ha experimentado siento la obligación de compartirlo por si en algún caso puede ser ayuda para otros en su superación.

Yo lo definiría como una enfermedad de nuestro tiempo, que no es causa de baja laboral pero que afecta en algunos casos de forma tan intensa que se manifiesta somáticamente y que es difícil superar sino se produce el tratamiento adecuado.

Y ese tratamiento por doloroso que resulte esta dentro de nosotros mismos. En indagar que hay en el fondo de ese sentimiento: miedo, necesidad de reconocimiento, inseguridad, querernos poco, esperar de los demás lo que nosotros no nos damos, exigir de los demás lo que no tenemos, …… La lista sería interminable pero al final se podria resumir en que "no nos queremos lo suficiente y que no estamos seguros ni orgullosos de cómo somos". No en el fondo, aunque si lo parezca en la forma. La primera forma de saber si te quieres es saber si te aceptas, si aceptas lo que no te gusta de ti y aún así, lo quieres no por la perfección sino por la pertenecía. Somos como somos y tenemos defectos que debemos identificar y desear cambiar por nosotros mismos, no por lo que los demás esperan de nosotros. ¿Nos hemos preguntado? ¿que es importante para nosotros y que estamos haciendo por defender esos valores?. Nuestros valores, no los de la sociedad, los del entorno. Luego preguntémonos ¿hasta donde estamos dispuestos a perder por esa coherencia interna?. Quizá cuando respondamos a esas preguntas y empecemos a trabajar internamente, hayamos hecho un clic que haga que comencemos a sentirnos mejor. Al final es más una guerra con nosotros mismos, que una postura de Calimero, más propia de un comportamiento infantil y victimario propio de estos tiempos que vivimos.

Con nosotros mismos el avance es doloroso pero también más fructífero. El avance es costoso pero hay avance. Te empiezas a sentir bien sobre todo por que empiezas a relacionarte de forma diferente con todo. Lo que no le recomiendo a nadie es permanecer inmóvil hasta la anhedonia, hasta la insensibilidad, hasta la nausea cronificada, hasta la resignación negativa.

Tienes que hacer algo para salir de un lugar y un estado que no te hace feliz, y puedes hacerlo, sólo contando contigo. con la intención y el proposito. A veces consuela saber que no estamos solos y que contamos con más apoyos de los que esperábamos. Eso es tener pocos, pero tener amigos que nos quieren. Eso a veces vale como impulso, como espita para ponerse en marcha, pero el esfuerzo lo haces tu.. Es cuestión de tomar una decisión y aprovechar todo eso que esta a nuestra mano. Es luchar por conseguir el autentico ESTADO de BIENESTAR.

Lo mires como lo mires al final, nos guste o no, todos somos de pueblo o de barrio. Ante tan gran obviedad o perogrullada se esconde una gran verdad. Al final lo que hay es lo que hay, nos guste o no nos guste. Así que podemos empezar a preguntarnos porque no nos gusta que nos definan o califiquen así. Por que cuando alguien le dice a alguien “eres de pueblo” o “eres de barrio”, no suele ser dicho o interpretado en tono positivo. Y en realidad, se dice o percibe como peor casi siempre cuando se siente uno inseguro o acomplejado. Cuando se tiene una baja autoestima. Cuando la mirada es negativa y no positiva de la realidad que nos rodea. Cuando se vive instalado en los me gustaría o debería ser desde una perspectiva victimista y pasiva. Deberíamos, contrariamente ver “el es” como una oportunidad y para ello necesitamos de muna mirada correcta. Si miramos desde una buena aspiración de mejora sabríamos identificar en los que hoy es, los ingredientes que nos permiten la construcción del mañana que queremos. Cuando alcanzamos esa capacidad los seres humanos, que nos consta a los que somos mayores que si nos viene dada al nacer la perdemos con el proceso de educación actual, a base de sudor y lagrima, es cuando estamos capacitados como personas a alcanzar EL PODER, un poder autentico porque es el que nos capacitara para poder trasformar lo que nos rodea en algo mejor para todos. Porque es un PODER que sabe que si no es bueno para los demás no es bueno para mi. Un poder que contribuye con o sobre lo bueno que hay.

Que es tan noble y generoso que aprovecha lo que otro hizo bien para mejorarlo, que convierte lo bien hecho en excelente por un bien mayor y con independencia de que el que lo hizo pensara exactamente como nosotros. Un poder que es el poder al que los grandes hombres y mujeres aspiran. Así que volviendo a la dicotomía del título. A partir de ahora descubrir la grandeza de alguien puede ser tan sencillo como si al preguntarle ¿tu eres de pueblo o de barrio? La respuesta refleja todo lo bueno que expresa esa pregunta, la grandeza de lo pequeño, de lo propio de lo autentico. Porque eso será signo o señal de aceptar, querer, proteger y mimar la esencia de nuestras raíces. Esencia que nos ayuda a sentir orgullo por lo nuestro, a rebajar el ansia megalómana, a valorar las relaciones humanas, el pequeño comercio, la cultura, los oficios, el vecindario, la cooperación y las sinergias entre personas.

Así que, desde ahora ser de pueblo o ser de barrio será un orgullo y lo será más que nunca en un mundo globalizado y deshumanizado. Y para terminar decir que naci y crecí en un barrio, me gustan los barrios y me quedo en mi barrio. Yo soy de barrio y mi madre es de pueblo.

Todo es efímero. Muy efímero. Es algo que todos hemos oído, hemos leído o hemos visualizado pero que cotidianamente olvidamos.... Y hacemos mal.

Es como perder la dimensión, es como perder la orientación de donde estamos, que somos, que hacemos, para que vivimos. Solo en algún pequeño momento de lucidez somos capaces de ver, de observar, de percibir....lo efímero de la vida del hombre.

¿Has mirado alguna vez una ventana de un edificio antiguo del siglo xi , por ejemplo, o un árbol centenario de un parque? ¿Te has preguntado lo que el ha podido ver o lo que por él ha podido pasar?. Generaciones y generaciones, momentos de dolor y felicidad, y después..... Todo ha pasado y ha quedado la nada de lo alguien sintió. Eso si, queda el árbol y la ventana. Eso es realmente lo efímero. Y lo perdurable. Tu eres efímero y el resto lo perdurable. Algún día cuando sientas el stress, el dolor o el gozo piensa en lo efímero y te darás cuenta de lo que somos los hombres.: nada o polvo o espíritu, tu eliges en función de tus creencias.

Date cuenta de que las cosas materiales, esas a las que das tanta importancia quedan y tú te vas. De ti depende que lo que quede sea relevante o trascendente. De que las cosas estén impregnadas de ti, tengan tu espíritu, tu impronta o que simplemente sean anónimas, sin vida.

Solo quedan esos valores que perduran en el tiempo a través de tus obras: obras, pueden ser de arte, de caridad, filosofías, o publicas pero es lo único que queda. Mediante lo que se trasciende. Por tanto por que nos preocupamos tanto de lo que no podemos llevarnos y al dejarlo no es relevante por su carácter efímero e impersonal y tampoco de lo que debemos dejar. O aquello que nos hace trascender. A determinada edad deberíamos plantearnos, que hemos de hacer para trascender, para ayudar a los que vienen detrás. Lo que sabemos, lo que creamos, lo que mejora la vida de otros, lo que ayuda a crear un mundo mejor. Dejar de mirar nuestro ombligo o lo que nos resulta cómodo o conveniente, para comprometernos con esos valores o esas obras que solo a nivel individual podemos hacer. Eso, es combatir lo efímero. Contra lo efímero, la impronta. Tu impronta personal. Eso es lo que nos queda.

Si hay algo que me parece estimulante es el reto intelectual y la capacidad de aprender, nos ayuda a mantenernos jóvenes y a disfrutar más de la vida.

Y para mantener viva la mente nada como no dar nada por supuesto, hacer suposiciones si, pero luego validarlas y comprobarlas. Seguro que al leer este titular se les ha venido a la cabeza algo económico, algo material. Un bien o activo tangible que tiene un buen precio y al final es posible tengan razón pero quizá no como pensaban. Así que voy compartir con ustedes una reflexión que me hacia a mi misma el otro día. A mi me enseñaron que existían 7 pecados capitales. Y que siempre pagas un precio cuando lo cometes. Un precio que no tiene que ver con rezar, confesarse y demás pero sí tiene que ver con el resultado final que obtienes en tu satisfacción personal y eso que todos buscamos que se llama felicidad. Dicho de otro modo, el pago tiene que ver con como te sientes y secundariamente con como afecta eso a los que te rodean. Eso que muchos libros de autoayuda llaman la autoestima, la autorrealización, el autoconocimiento, y el resto de autos. Porque cuando algo te domina, tú no controlas, te acaba haciendo infeliz y acaba haciendo infeliz a tu entorno. Un envidioso no es feliz como no lo es un iracundo, avaricioso, o el resto. Y además tiene consecuencias que van más allá.

De todos esos pecados capitales, que no dejan de ser infracciones a las virtudes que definen lo éticamente correcto desde la edad media, el principal y el origen de “todos” los demás es la soberbia. Y la virtud que trasgrede es la humildad. Por que soberbia es vanagloria, jactancia, fausto, altanería, ambición, presunción, desobediencia, falta de respeto, ….y un largo etcétera. Cuando somos soberbios dejamos de aprender porque dejamos de escuchar, dejamos de prosperar por que dejamos de mejorar, y estamos en los preámbulos del fracaso. Hoy las personas, las empresas, los colectivos, los dirigentes, los políticos, los estudiantes, todos estamos pecando de soberbia. Nuestro mundo, el occidental peca de soberbia y ese es el precio que estamos pagando. Por eso estamos en crisis. Porque el modelo bajo el que nos hemos comportado es soberbio. Y como somos tan soberbios cuando algo debe cambiar en lugar de mirar en nuestro interior, de detectar nuestras debilidades miramos al otro y le culpamos o le exigimos. Sólo siendo capaces de ver nuestros errores, siendo capaces de reconocerlos en privado y si es necesario en público seremos capaces de remediar muchos de nuestros males. Porque siendo humildes, aprendemos, mejoramos, respetamos, nos realizamos y quizás hasta triunfamos. Porque al final sólo saldremos de esta crisis que no solo es económica y financiera, cuando seamos todos más humildes. Porque el pecado capital que más caro pagamos es la soberbia. 36

En estos tiempos estamos abrumados por la profusión de cambios que debemos hacer. Muchos ya hemos asumido que hay que vivir con el cambio y que eso será en este nuevo milenio “el pan nuestro de cada día”. Cambios de modelo económico para salir de la crisis, cambios en la forma de relacionarse, aprender a cooperar y respetar para promover el dialogo constructivo y enriquecedor, apostar por la conciliación como vía de mejora del stress y la competitividad empresarial. Cambios en los planteamientos empresariales, cambio de un modelo que trabaja sólo en el corto plazo a uno que integra con éste el medio y largo plazo. Cambio en la forma de liderar, cambio a una comunicación transparente y comprometida con los diferentes públicos. Cambios en el modelo de enseñanza a uno que nos permita salir del pelotón de cola para avanzar a otros que nos catapulten a profesionales que añadan valor e innovación a las empresas y organizaciones. Cambio en la cultura que nos ayude a prevenir y evitar la violencia en todos sus ámbitos, la de género, la juvenil, la que sufren los mayores, los diferentes, etc. Cambio que permita integrar lo local y próximo con lo que nos une y enriquece. Cambio en la forma de estimar el éxito y los caminos que nos conducen a la felicidad y la armonía.

Cambio, cambios, demasiados cambios ¿Verdad?. Pero cambiar es importante y, empieza a ser urgente. En los últimos tiempos creo que demasiadas personas tenemos asumido que hemos de cambiar y el problema radica en saber por dónde empezamos. Yo se por dónde empezaré después de mucho meditar, lo he llamado el GRAN CAMBIO, pues es el origen de todos. Y cuando haces ese cambio, todos los demás vienen por añadidura. Un cambio que hace que pierdas el miedo, que sientas optimismo, que vivas cada día como una gran oportunidad de mejora y que además sólo depende de ti, sí de ti. Dicen que una vela enciende a otras y eso me gustaría que fuesen estas líneas llenas de optimismo ante lo desconocido. Ese Gran Cambio es darte cuenta que solo hay una cosa que puedes controlar, tu propio cambio. El cambio a comprometerte con lo que haces, a mejorar tu formación, a dar lo que tienes a otros para el bien común, a respetarte a ti mismo, a perdonarte los errores por que de ellos aprendes a mejorar, a cuidar tu salud, a aceptar la limitación humana, a ser exigente contigo y a la vez comprensivo. A nunca hacer a otro lo que no te gusta que te hagan a ti, a no murmurar y hablar mal de otro, a cuidar el entorno a ahorrar no sólo con lo tuyo sino con lo de la comunidad….. Este es el Gran Cambio y sobre todo es el único que podemos hacer y controlar. Estoy segura que es difícil pero vale la pena. Porque es un cambio que te hacer sentir seguro, competente, y confiado en el futuro.

Hoy día de la Inmaculada Concepción en misa y escuchando con eso que llaman escucha activa he creído comprender, oyendo la primera lectura del Génesis el sentido de eso que siempre se ha llamado PECADO ORIGINAL.

Los hombres comieron del árbol y al hacerlo se dieron cuenta que estaban desnudos y se cubrieron. Al aparecer Yahveh- Dios se escondieron entre la arboleda. Y dios les llamo y el hombre contesto: oí el ruido de tus pasos por el jardín y tuve miedo porque estoy desnudo y me escondí. Y díjole Dios ¿Quién te ha dicho que estabas desnudo? ¿Comiste quizá del árbol que yo te prohibí que comieses?. Respondió el hombre: Ha sido la mujer que pusiste a mi lado la que me dio el árbol y comi. Dijo Yahveh- Dios a la mujer: la serpiente me engaño y comí”. Y ante esta lectura yo me pregunte ¿Cuál fue el pecado original? ¿caer en la tentación de querer ser cómo dioses? ¿esconderse para no afrontar lo hacho? ¿negar la responsabilidad de los actor y carecer de la capacidad de reconocer el error y asumirlo, confesando humildemente que se había infringido una ley? O ¿diferir o delegar sobre otro la culpa de forma inmadura e infantil? Yo, sinceramente creo que el pecado es probablemente un compendio de todas pero el ORIGEN es, la no asunción de nuestra responsabilidad. Es ella la que nos conduce a la mentira, a la culpabilización de los demás de lo que es nuestra responsabilidad.

Es el origen de la soberbia que nos hace creernos como dioses, de la sensación de vulnerabilidad y vergüenza que nos produce ser conscientes de nuestras limitaciones, de la cobardía y mezquindez de culpar a los otros de nuestras miserias, de mentir, de no afrontar con humildad que nos hemos equivocado y de admitir con dignidad que haciendo uso de nuestra libertad y voluntariamente, erramos y posteriormente fuimos conscientes de lo hecho y de sentirnos culpables de haberlo hecho. Creo que ese es el pecado original, esa es la base de nuestros pecados: no ver que como seres hechos a semejanza de Dios estamos para asumir nuestra responsabilidad. Primero con nosotros mismos y luego con los demás. Y cuando eso lo tenemos claro, somos capaces de erar pero sobre todo somos capaces de reconocer y rectificar, de pedir perdón y asumir. No de escondernos, culpar a otros y mentir.

Creo, que lo que Dios nos quiso decir después fue que los seres humanos debíamos aprender una lección y que para ello nos iba a poner pruebas muy duras para que tuviésemos la oportunidad de entender desde lo profundo de nuestra alma que su mensaje es de liberación. Y la liberación se produce en el mismo momento en que nos hacemos responsables, que no es lo mismo que culpables. Entre otras cosas porque cuando te sientes responsable de tus actos y tu vida no existe sentimiento de culpa en ti y por eso no tratas de hacer culpables a los que te rodean.

Eres limpio de corazón y cuando lo eres es cuando de verdad empiezas a ser a imagen y semejanza de Dios. Eres un ser libre de mancha. Y ahora me pregunto yo ¿a que esperamos para descubrirlo? No les parece que todo empezaría a cambiar si todos y cada uno de nosotros empezáramos a asumir nuestra responsabilidad?

Esta mañana he querido estar en la plaza del 15 de mayo. Creo que nadie debe cerrar ojos y oídos a lo que significa este movimiento que comenzó, según se dice, siendo espontaneo y se ha consolidado en algo que nadie podía imaginar hasta pocos días. Es un buen ejemplo de la fuerza de la comunicación 2.0, de la gran oportunidad que ofrece a las personas de tomar las riendas de su destino, de la importancia de no renunciar a los sueños, de la necesidad de plantearse que hemos de cambiar y que ese cambio empieza por uno personal. Mi opinión sobre lo que significa es positiva, es la esperanza y un inicio de una nueva forma de hacer, colaborativa, respetuosa, responsable y diversa. Pretender básicamente que profesionales de la política abran sus oídos y den señales de que también ellos han iniciado un proceso de adaptación a un nuevo modelo. Hemos pasado gracias a Internet a una forma de comunicación que no solo habla sino que también escucha. Un modelo de dos direcciones, un modelo que equipara a las personas, un modelo que nos permite compartir ideas y recursos y colaborar con otros. Pero significa además que Internet no es un enemigo de la relación personal ya que gracias a él miles de personas han sido capaces de salir de casa y acercarse a otros. Se ha recuperado la plaza de cada localidad como lugar de encuentro y desarrollo de actividades.

Me he encontrado con un fotógrafo, profesional de las Provincias, que capturaba imágenes que enseñen lo que pasa en un día de reflexión que como reza en una pancarta se ha convertido en una jornada de inflexión. Me decía que la gente que ha fotografiado es de todas las edades, de todas las clases sociales y de todas las razas y que se han encontrado en la plaza de su ciudad para compartir sentimientos y emociones. Bello es la palabra que define algo así. Al salir he pasado por una librería y me he comprado un librito, vale 3 euros. El beneficio de su venta va a la Fundación Cultura de Paz y lo escribe un hombre que admiro: Federico Mayor Zaragoza. El titulo es poderoso “delito de silencio”. Lo recomiendo para leer y releer de vez en cuando. De él he seleccionado un fragmento: “Ha llegado, por fin, el momento de los pueblos, de las mujeres y los hombres del mundo entero que toman en sus manos las riendas de su destino. Ha llegado el momento de no admitir lo inadmisible. De alzarse. De elevar la voz y tender la mano.” No se equivoquen los políticos profesionales, no es cuestión de partidos mayoritarios o minoritarios. No se confundan los ciudadanos. No es cuestión de derechas o izquierdas. No es cuestión de progresismo. No es cuestión de a quien votas o si no votas. Es algo por encima de ello. La gente que ha pasado por la plaza es diversa. Yo voy a votar y soy 15M.

Todos los profesionales hemos tenido que afrontar que hoy hay amateurs en cualquier profesión y eso lo saben bien los periodistas y publicitarios. Y los buenos saben que eso es un estimulo y una oportunidad para mejorar y cambiar para añadir valor, para preservar su modo de vida. Es hora de que los políticos vean que ellos son también humanos. Y esto se arregla solo contando con lo mejor de cada uno en un proyecto común, construir un mundo mejor.

Nuestra vida es un viaje en busca de un sentido personal y único. La vida es un proceso que nos conduce a un destino final común la muerte. Esto lejos de deprimirnos debería estimularnos ya que en fondo ser consciente de ello nos libera. Dicho de otro modo nos hace libres. Ya que nos libera de las cadenas de lo material y de la esclavitud de la posesión. Pero lo cierto es que empezamos este viaje en muchas ocasiones sin saber cuál es el sentido del mismo. El entorno, las personas, la sociedad, nos van sin querer conduciendo a unos caminos que muchas veces por no decir todas son sus caminos pero no nuestro camino. El hombre es un ser social, sin duda, pero hemos de aprender que ser social no está reñido con ser individuo. Siendo críticos, los últimos 100 años hemos andado un camino que nos ha conducido a algo llamado estandarización y uniformidad donde los grupos, las organizaciones han olvidado la importancia del ser único que es el ser humano. Esos grupos han sentido la amenaza ante cualquier elemento que sentía amenazaba su supervivencia, han sentido miedo de la incertidumbre que supone empoderar a los individuos y no ejercer sobre ellos un control. Han hecho lo que venimos haciendo a lo largo de siglos matar la libertad individual como la capacidad de elegir y hacerlo de forma responsable.

Y lo triste de todo ello es que nos han quitado la capacidad de ser libres entregándonos aparentemente la libertad. Desconozco si lo han hecho consciente o inconscientemente, pero lo han hecho. En teoría somos la civilización que más libertad hemos conquistado, pero parece que estamos paralizados y nos cuesta asumir eso que caracteriza a un ser libre: la responsabilidad, el compromiso, la generosidad, la capacidad de amar y dar sin esperar nada a cambio.

Últimamente me siento optimista, ya que muchos seres humanos están despertando de ese letargo, muchas personas están iniciando un nuevo camino de liberación y sobre todo muchas personas están tomando una postura activa y comparten todo eso que han aprendido con otros. Eso probablemente no es nuevo y ha sucedido siempre desde el origen del hombre, pero lo cierto es que hoy existe una gran diferencia: tenemos la red. Internet ha supuesto un gran y profundo cambio en la liberalización de los seres humanos, la capacidad de compartir y de intercambiar y de viralizar o contagiar de forma rápida los cambios.

Me siento muy feliz de pensar que por fin algo escapa al control de todo aquello que limita la libertad. Ahora cada uno de nosotros tenemos una responsabilidad con nosotros mismos y con los demás. Hemos de decidir que queremos ser y hemos de saber que en nuestra mano está la capacidad de hacerlo. Que solos no podremos pero que ahora estamos en disposición de hacerlo con otros de forma fácil, rápida y compartida. Mi mensaje hoy es que aprovechemos las nueva tecnologías para compartir nuestro sentido de la vida. Eso que cada uno ha venido a hacer en ese viaje que es vivir. Y que cuando encuentras has llegado a tu destino: sentirte feliz y crear felicidad a tu alrededor. Crecer y ser abono. .

La gente que como yo era de la juventud de los ochenta y de la movida madrileña, de Rockola, de Alaska, Mecano, Almodóvar, y todo el cambio social que recuperamos en música y moda como si desde entonces nos hubiésemos quedado estancados en la nada o casi. Bien pues aquella generación recordara aquella canción de Radio Futura que decía “hace falta valor”. El otro día, uno más de los que escuchas las mil noticias sobre la crisis y posibles recetas o no para salir de ella, me quede pensando que aquel grupo hacia muchos años ya lo había dicho, cantando: Hace falta valor. Me apasionan las palabras y las del idioma español son tan ricas, tienen tantos significados. Bien pues si pensamos en “el valor” unos dirán que se trata de arrojo, coraje, valentía, avance, “fortaleza moral que permite arrostrar peligros y dificultades o acometer empresas” así lo define el diccionario …y ninguno de nosotros pondrá en duda que en momentos de cambio, de incertidumbre, de cambio de modelo, de tiempos de crisis, el valor es clave para poder convertir esta situación en oportunidad y construir un futuro mejor.

Pero esta palabra posee también un significado objetivo: “cantidad o magnitud que corresponde a una cosa” hablamos entonces del valor de una casa, moneda, etc. valor es también un billete de banco, una acción o efecto que representa una suma de dinero. En fin muchas cosas que podríamos definir como tangibles o palpables hasta que pasa lo que pasa y pierden parte de su “valor” o quizá nunca lo tuvieron o no ese que le dábamos y ahora no le damos. 53

Ahí entran los otros significados de la palabra que son los que nos dan la pista. “cualidad que hace a una cosa susceptible de estimación”, “cosa que tiene calidad según una consideración personal o social”, “juicio por el que se afirma que alguien o lago es más o menos digno de estima”,…. Bien lo que se nos dice es que el valor es subjetivo y la adjudicación de un precio o cantidad a un valor subjetivo o cualitativo depende de nosotros, las personas o la sociedad.

Quizá esta crisis, que algunos pensamos, es más que nada de valores morales y de cambio de precio o estimación del tipo de valores. Ahí tenemos la solución. Cuando hablo de valores morales me refiero a la responsabilidad, la honradez, el compromiso, la generosidad, etc, que más allá de un sentimiento religioso dotan al individuo de autoestima, flujo y plenitud y convierte a las sociedades y colectivos que los incluyen en capaces de arrostrar o acometer empresas arriesgadas como vía de crecimiento personal y social. Lo que permite a las empresas o sociedades ser sostenibles o perdurables en el tiempo. Eso que hace en lugar de culpa y depresión las personas sientan alegría y ganas de aprender del error. Eso que da la capacidad de recuperase del desaliento, de ver lo bueno y potenciarlo y ver lo malo y aprender y corregir. Capacidad de redireccionar, de ir perdiendo y seguir intentándolo. Y de hacerlo disfrutando. Eso es fluir y ser feliz. Eso que hace a un pueblo o colectivo decir NOSOTROS PODEMOS y que puedan. Es lo que hizo posible a David vencer a Goliat.

Pero esto que es básico, es solo la base sobre la que realizar el cambio de valores que estarán en alza y de hecho ya lo están. Son esos valores intangibles, son las ideas, la innovación, el pensamiento, la estrategia, la comunicación, etc. Eso que es difícilmente copiable y que cuanto más inviertes en él, más y más creces. Por que inviertes en competencia. Poner en valor algo que según mi modesta opinión en nuestra sociedad y Comunidad hemos tenido poco valorado. Y me atrevo a decir esto porque ¿Cómo se sabe lo mucho o poco que valoras algo? Pues por el precio que estas dispuesto a pagar por ello. Y contéstense a si mismos ¿Cuánto estamos pagando por las ideas, el talento, la innovación, la creatividad, el pensamiento, la investigación, …? ¿Cuánto pagamos a profesores, doctorandos, investigadores, y todo tipo de personas con talento? ¿Qué capacidad de respeto tenemos por el talento y las ideas? Poco, se lo digo yo, poco. Llevo más de 20 años dedicada al negocio de la comunicación publicitaria y vaya si se piensa e idea en él. Y en todo este tiempo, he encontrado poca gente respetuosa con él, bien pagando o bien escuchando y analizando. Es mucho más frecuente decidir ponerse a pensar y dar ideas y juzgarlas desde la más absoluta inconsciencia, como si para eso todos sirviesen y se hiciese en un ratito. Es mucho más sencillo entender la creatividad y la publicidad como un complemento accesorio, como un lujo del que prescindir o en gastar cuando a uno le sobra el dinero o le apetece ser conocido. No se nos percibe como profesionales serios y rigurosos, salvo excepciones. De esto todo el mundo entiende.

He visto en estos 20 años desaparecer sectores, empresas, y todas decían y hacían lo mismo: “esto es un ciclo que cambiará” “ ahora voy a invertir en fabricas, en maquinas, en…..” cosas tangibles, valiosas si, pero complementadas con el resto. Eso solo es necesario pero no suficiente. Cuando alguien me decía que no invertía en comunicación o publicidad por que no tenía dinero, yo siempre contestaba que no es problema de dinero es problema de mentalidad. De actitud. No se trata de invertir mucho se trata de hacerlo con inteligencia y estrategia. Así siempre funciona, eso si hay que dar un poco tiempo. Pero en una tierra como esta eminentemente agrícola eso ya debería saberse y sobre todo no olvidarse. Así que los que le dan valor permanecen, fíjense. Pueden pasarlo peor o mejor pero sobreviven, se reinventan, se rodean de talento e invierten en él. En este momento es momento de dedicar tiempo a pensar antes de actuar, de buscar talento y ponerlo en valor. De respetarlo, de potenciarlo, de pagarlo. Es momento de descubrir el valor de lo intangible. De eso que hace que las empresas crezcan, las marcas tengan y mantengan reputación, de que todos tengamos futuro. Y ese talento, no pasa nada, no lo tenemos todos. Por eso hay que ser humildes y buscarlo y no sentirse mal, haciéndolo crecer. Por que invertir en talento y en intangibles es hoy la única salida a esta crisis.

Y además es algo difícil de copiar porque el talento es capaz de cambiar antes de que se te plantee la necesidad de hacerlo si lo tienes integrado y pegado a ti. Es como la energía ni se crea ni se destruye solo se trasforma. Búsquenlo como los buscadores del oeste buscaban el oro. Inviertan en los nuevos valores, ahora más que nunca. Estoy segura que no se arrepentirán. Aquí en esta Comunidad hay mucho talento y no necesitamos salir fuera. Solo hay que abrir los ojos. El valor, sobre todo el intangible, no tiene precio por eso no se paga. Pero sin él nuestra sociedad no sobrevivirá. El día en que empecemos a pagar por ese valor será el día en que habremos empezado a salir de este tiempo de crisis y entraremos en él de la gran oportunidad. Pongámoslo en “VALOR” entre todos.

Se dice que las palabras tienen significados y que el lenguaje traduce pensamientos y actitudes. En los últimos tiempos todos estamos abrumados por los retos y situaciones que el futuro nos presenta. Tiempos que todos sentimos requieren de nuevos modelos y formas de hacer y pensar. Necesitamos no sentirnos condicionados por el pasado y las maneras de hacer que posiblemente hayan funcionado y que ya no funcionan. Esta situación que hace que se pierdan referentes y que la incertidumbre sea el signo de los tiempos requiere de cambios mentales. De perder ese miedo a lo nuevo y no probado. Creo que fue Einstein quien dijo que “la locura es pretender obtener resultados distintos haciendo lo mismo”. Yo comparto ese pensamiento y hago apología de probar nuevos comportamientos y formulas para dar solución a las necesidades que claman nuevas salidas. En este contexto, mi experiencia me dice que cobran especial relevancia palabras como: Cooperación, generosidad, responsabilidad, compromiso, austeridad, sostenibilidad, y una larga lista de principios que en algún lugar dejamos al borde del camino que hemos recorrido. Son los sencillos, pequeños y colectivos que lo han pasado mal, que han tenido que pelear duramente para conquistar derechos al tiempo que cumplían deberes y exigencias, los que repletos de optimismo a cada pequeño logro de las personas que los integran, se convertían en estimulo del resto. Esos, son a los que deberíamos volver la vista.

En estos tiempos es necesario parar y observar, analizar y revisar. Tiempos donde si abrimos ojos y oídos conoceremos logros de personas que han tenido y tienen, fe en sí mismas y su entorno próximo, que se comprometen con ellas mismas y desde la generosidad y la ambición del logro beneficioso para la sociedad, apuestan y arriesgan proyectándose a su alrededor y contagiando algo distinto a la gripe A, una certeza: “Si podemos, porque creemos y lucharemos”. Yo pertenezco a uno de esos colectivos, somos mujeres profesionales y empresarias que sabemos que es difícil conciliar la vida personal y la profesional, que tenemos que renunciar desde la libertad, a unas cosas para obtener otras, que estamos apostando por el futuro con responsabilidad e integridad y desde la riqueza que nos aporta la diversidad. Estamos viviendo lo mismo que el resto de personas, pero entre nosotras sabemos que desde la sororidad y la cooperación podemos seguir avanzando hacia un futuro más justo, limpio, responsable y sostenible. Reclamamos la equidad de trato, el respeto a las personas y sobre todo mantener el bienestar de los menores y los mayores. Y lo hacemos porque nosotras, no solas ya que en los hombres que nos acompañan vemos compañeros de viaje, sentimos y vivimos con una gran implicación y dedicación un compromiso con su bienestar.

Porque una sociedad se debería de valorar en la medida que obtiene el bienestar de aquellos que más ayuda y dedicación exigen. Unos porque representan el futuro de esa sociedad y otros porque gracias a ellos disfrutamos de muchos avances y conquistas, y se lo debemos. Para que todos ellos sigan disfrutando del estado de bienestar que fundamentalmente deberíamos entender es para ellos. Los demás, los de en medio, debemos dar lo mejor de nosotros.

Estoy segura que cuando entendamos que sólo es necesario que cada uno de con generosidad lo mejor de sí mismo, habremos llegado al inicio de la salida de este tiempo de incertidumbre. Ese día, será el día en que lo veremos con un optimismo realista, el optimismo de las personas que se sienten seguras porque sencillamente se saben capaces de afrontar los retos desde el respeto y la responsabilidad. Y eso es, lo que yo llamo, “Ovarudo”, que es una palabra inventada y como supondrán los etimólogos procede de la gónada femenina: el ovario.

Siempre digo que soy una gran ignorante y hoy me gustaría compartir una prueba de ello. Hace tiempo leí un libro que siempre que puedo recomiendo. FLOW en ingles o Fluir en español. Lo escribió MIHALY, su apellido soy incapaz de escribirlo como soy incapaz de decirlo. Su planteamiento lo comparto totalmente. y vincula la felicidad del individuo a la capacidad de fluir. Según sus palabras " eres feliz cuando estas donde quieres estar. Eso es estar en estado de flujo" "hacer lo que eliges hacer y disfrutar cada momento de lo que haces" Pero ¿que es fluir?.es cuando existe un equilibrio entre tus habilidades y los retos que tienes delante. según sus propias palabras "te sientes bien cuando tus destrezas están optimizadas". MIHALY explica, en una entrevista con Punset en el programa redes , que los seres humanos nos diferenciamos del resto de especies porque tenemos la capacidad de elegir en que usamos el tiempo libre. Y en el incluye dos cosas, el ocio y la ESCOLEIA. Esta última palabra es el origen de la escuela. Y conocer su origen igual nos ayuda a reenfocar eso que cada vez más gente cita como la clave para este nuevo milenio: la educación.

Estamos entrando en una nueva era, una era que se caracteriza por el alargamiento de la vida de la gente. y eso conlleva el incremento de el tiempo libre. El saber cómo disfrutarlo para obtener la felicidad tiene mucho que ver con la ESCOLEIA.

Quizรก si descubrimos que hacer en nuestro tiempo libre que nos conduzca al estado de flujo habremos dado un gran paso. Un paso que nos ayude a evitar las drogadicciones, los botellones, la barbarie, la violencia, la injusticia, la .... Todo eso que hoy crece en nuestro entorno como la mala hierba.

Se acerca el mes de septiembre y los exámenes serán uno de los primeros hitos tras las vacaciones. Los exámenes son algo con lo que todos estamos familiarizados y no se nos escapa que existen parciales y finales. Los parciales nos ayudan a ir eliminando materia para que la vida nos resulte más llevadera y podamos o tengamos mayores posibilidades de aprobar el Examen Final, el gran momento de la verdad. Cuando los aprobamos sentimos liberación y alegría por la superación. Sentimos que podemos avanzar y afianzar nuestra seguridad ya que nos capacitan para ser mejores en algo. Pensaba en los exámenes finales y no se porque los asimile a la muerte. Sí, a la muerte. Y lo hice, al leer una frase que me hizo pensar: “solo cuando entiendes la muerte y la quieres, amas la vida.” Hay pocas cosas tan ciertas como que en la vida te debes preparar para la muerte. Ese es el sentido de la vida, ese es el aprendizaje que debemos realizar. Esa es la gran asignatura que debemos aprender. Por que cuando mueres, es como cuando te examinas o apruebas o repites. Pero, ¿Qué hacemos? La mayoría perdemos el tiempo y en lugar de aprender, perdemos nuestra vida en afanes estúpidos. Nos dejamos embaucar por mentiras y alucinaciones, nos vendemos por cosas efímeras y materiales, cultivamos nuestros egos y somos esclavos del miedo. La paradoja de que cuando más libertad deberíamos haber conquistado más esclavos somos. Y la realidad es que nuestra sociedad muestras claros síntomas de enfermedad y de infelicidad. 66

Pero la vida y la madre naturaleza, en su primigenia inteligencia, nos van dando oportunidades, nos hablan y nos dan la opción ante las dificultades, catástrofes y retos de ver más allá. Son lo que yo llamo exámenes parciales, son la gran oportunidad de afrontar desde la honestidad dónde está nuestro error. Son la oportunidad de descubrirlos y trasformarlos en formas de avanzar y crecer como personas. Mirar a nuestro interior y afrontar nuestros miedos y miserias, para catapultarnos hacia arriba, para liberarnos de ellos y ayudar a otros a liberarse. Primero uno mismo, luego a los demás. Cuando aprendes a ver en cada reto, en cada sufrimiento la oportunidad de mejorar porque es la oportunidad de aprender, es cuando superas los exámenes parciales. Hay quien lo ha llamado RESILENCIA o experiencia de fluir, otros lo llaman éxito, una forma autentica de éxito.

Las religiones desde el principio de los tiempos del hombre dicen lo mismo. La muerte es lo que nos une a todos los hombres porque, lo queramos o no, es nuestro destino seguro. Ante la muerte todos somos iguales. No deberíamos olvidarlo. Nada podemos llevarnos, así que deberíamos preocuparnos por lo que podemos dejar.

La muerte es la forma de que el hombre se libere de las cadenas, porque cuando piensas que te puede llegar en cualquier momento te das cuenta de lo que es realmente importante. Dicen que el que aprende a morir, aprende a no servir. Ese es nuestro autentico examen final, así que este mes de septiembre además de pensar en lo de siempre, banalidades, estaría bien aprobar ese examen. Darnos cuenta que aceptar nuestra muerte, nos permite desembarazarnos de mucho de lo insignificante y que el arte de morir, tiene mucho que ver con el arte de vivir y que uno, muere en función de cómo ha vivido.

No quisiera terminar sin un mensaje de optimismo o ¿no?, dependerá de cada lector o lectora. “Nadie muere antes de hora” y la magia de la vida es que no sabemos cual es la hora, así que ese es un buen motivo para aprobar cuanto antes nuestro Examen Final.

Dos pecados de nuestro tiempo. No hacer y no decir. Desidia y pasotismo. Ambas cosas traducen un mismo origen la falta de compromiso. La falta de responsabilidad, de madurez y de capacidad. Y me pregunto como con esos ingredientes cocinaremos algo decente y digno. Hemos creado entre todos una sociedad incapaz de dar un paso al frente cuando ese paso significa desmarcarnos de lo políticamente correcto, que suele ser lo tibio y fofo. Es como si estuviésemos anestesiados, y nada o casi nada nos hiciese reaccionar por terrible o por injusto que sea. Ese adormecimiento está llegando a límites que rayan la estulticia más profunda.

La intelectualidad es más escasa que nunca en un mundo de personas que saben leer pero olvidaron pensar. Que disponen de toda la información y no saben que hacer con ella. Que tienen en su mano la investigación y la última tecnología y son incapaces de hacer algo relevante con ella. El problema es que como decía un catedrático de Anatomía cuando yo estudie: lo que no se usa se atrofia. Y de no usarlo se nos está atrofiando. Bueno, no exactamente. Se nos está atrofiando a aquellos que vivimos en el primer mundo.

Los de los terceros mundos o países emergentes empiezan a darnos lecciones, si lo miramos desde la no prepotencia, de lo que es avanzar en muchos campos. Yo aún recuerdo e incluso escucho frases de desprecio por todos esos países y sus habitantes. Que por otro lado pronto serán nuestros dueños.

Ayer sin ir más lejos hablando con un empleado de un banco le decía, ¿Cuándo hablas con la gente te dicen las cosas que te digo yo? Su respuesta fue: “no”. Y yo le dije ¿pero es cierto lo que digo? Y su respuesta: “sí, pero la gente tiene miedo a saber y oír”. Es como si con esa actitud fuésemos a cambiar la realidad. Cuando está solo se trasforma desde la acción y el compromiso. Yo pensé miedo de oír, pero si oírlo lo único que puede hacernos es evitar una catástrofe mayor. Somos una civilización cobarde y temerosa de enfrentarnos con la realidad y esa es la razón por la que la clase política nos engaña y no nos exige. Todos somos culpables de lo que pasa y lo que es peor de lo que nos pasará. Por que como dice mi madre “hacientes y consintientes pagan culpa por igual”. Así que menos criticar y mas hacer y comprometerse, más decir sin miedo. Eso sí con espíritu constructivo. Estamos a tiempo. Yo que soy una impenitente optimista, así lo creo. Pero se nos acaba el tiempo.

Este 1 de enero de 2011 mi deseo para todos y todas es que seamos capaces de perder el miedo a hablar y a comprometernos con nosotros mismos en dar de nosotros lo mejor posible para el bien común que empieza por el sentido de la responsabilidad y disciplina personal. Bienvenidos al nuevo año y al nuevo espíritu que nos salvara. Feliz nuevo año.

Creo que a nadie se le escapa la obviedad de que es imposible dar lo que no tienes. Y esa es una clave que olvidamos demasiadas veces en una sociedad que esta mas basada en el pedir y exigir que en el dar. Muchos de los problemas y dramas que hoyAñada un evento para hoy encontramos radican en ese planteamiento. Planteamiento que por otros lado pocas veces analizamos desde la autocrítica personal pues poco acostumbrados estamos a ello. Mas bien somos proclives a criticar al de enfrente. Síntoma una vez mas de la poca exigencia que tenemos con nosotros mismos. Lo fácil parce ser la clave. Porque lo difícil lo hemos asimilado a malo y perverso. Pues creo que lo difícil, a mi me gusta llamarlo Retos. Son la clave para la EVOLUCION, el progreso y desarrollo personal y el espíritu de aprendizaje continuo que es necesario para sobrevivir en la sociedad actual. Vivir y disfrutar de la vida radica en desarrollar capacidades que te facilitan a superar retos y llegar a eso que se llama estado de fluidez. Dicho esto, cuando tu misión en la vida es dar y orientar o guiar el desarrollo individual o social parece lógico que los responsables de ello deban contar con determinados rasgos o capacidades que permitantanme no son posibles sin experiencia, por muy brillante que alguien sea. No digo que sea una cuestión de edad necesariamente ya que hay personas mayores que en esto de lo que halo son menos que niños. 74

Digo que para poder cumplir con éxito la misión docente o política drenaríamos contar personase capaces de dar lo que en cada momento un alumno opas necesita. Y para ello es necesario tener eso que debes dar. Así que para poder seleccionar a quien nos guíe el criterio probablemente sea su capacidad de dar y no tanto de prometer. Su capacidad de entrega y no de recoger. Su talante de afrontar y no su imagen elaborada. Su capacidad de exigir directamente relacionada con su capacidad de dar y entregar. En fin, que probablemente necesitemos distinguir dos áreas criticas en la construcción de nuestro futuro la de los docentes que empoderen individuos competentes y la de los dirigentes políticos que empoderen sociedades y grupos competentes y no dependientes.

En los últimos días somos cada vez más concientes de que vivimos “tiempos revueltos”, no me gustaría denominarlos difíciles. La dificultad, para según quien, es un valor y una gran oportunidad. La dificultad depura, exige, destaca, es un crisol y principalmente obliga a realizar un profundo esfuerzo en algo que es clave para la supervivencia: la adaptación y la innovación a las nuevas circunstancias como forma de mejora. Solo si mejoras y adaptas, sobrevives. No se me entienda mal, no es cuestión de fortaleza física es cuestión de actitud de lucha y voluntad de triunfo, de “recursos mentales”. Pero eso, permítanme, no es nuevo. Ha pasado a lo largo de la historia en miles de ocasiones y periodos. Personas, y organizaciones lideradas por ellas, han sido capaces de cambiar y promover nuevas formas de hacer. Pero para mi, hay una diferencia más profunda en el tiempo actual, algo que lo hace diferente a otros ya vividos. En los últimos tiempos he notado, igual por mi condición de mujer, al leer o escuchar los medios de comunicación, que algo está cambiando y emergiendo, empieza a hacerse visible; y lo hace desde la necesidad de una forma diferente de abordar la vida y especialmente los problemas con los que nos encontramos al vivirla.

Son, y quizá también parta de mi formación como médico, los signos y los síntomas los que te conducen a la elaboración de un diagnóstico.

Signos como ver cada vez más fotos de hombres poderosos que se rodean de mujeres en sus fotos públicas. Veo que el país más poderoso, hoy por hoy, del mundo occidental, en los congresos de sus principales partidos políticos, ha tenido rostros femeninos inundando las publicaciones del mundo. Mss Clynton o Mss Obama. Ahora Mss. Palin y Mss Mccain.

Unas en primera línea, otras en su rol tradicional, pero todas visibles, todas portada. Y si no, revisen los dominicales o suplementos de los principales diarios de este país de los últimos tiempos, o recuerden los informativos de radio con trozos de discursos de ellas. Y por favor no se pierdan el seguimiento de las futuras elecciones y su campaña electoral, verán como se centran en ellas, como conocen sus caras, oyen sus voces y asisten a los ataques que les dirigen a ellas y que nunca se hubiesen atrevido a hacer a los hombres. Veo también en nuestro país mujeres comprometidas que con claridad y sin complejos proclaman sus posturas sin la tibieza de la que hacen gala nuestros varones. Veo, sin ir más lejos en el especial Economía del pasado fin de semana, que 12 firmas eran femeninas y 7 masculinas; y 2 entrevistas en profundidad estaban realizadas a mujeres, una vasca y otra valenciana, una del sector de la comunicación y otra empresaria.

Me gustaría resaltar algunas expresiones citadas en las entrevistas a estas dos mujeres que creo nos dan pistas de dónde estarán las claves en los próximos: “las redes sociales están influyendo muchísimo”: eres visible si te agrupas; “aprendí que lo más importante son las personas y las convicciones”: la humanidad y los valores son cada vez más importantes; “si haces un buen trabajo logras resultados”, hacer bien las cosas tiene premio” para salir de la crisis pensar con otras claves”: necesidad de cambiar la forma en que hacemos las cosas. Pero también, ese mismo día, en este mismo diario, podíamos leer “a pesar de la tan aclamada igualdad, ellos y ellas son completamente distintos también a la hora de enfrentarse a su carrera y expectativas laborales.”, que “una meta es adquirir la igualdad económica entre hombres y mujeres”, y aunque “más mujeres que hombres participan en programas de formación continua”, el resultado final es que “aunque cada vez más mujeres ocupan puestos de responsabilidad, siguen estando en franca minoría”. La realidad, los hechos nos dicen que cada vez hay más mujeres visibles, cada vez hay más mujeres que sólo estando y luchando desde su día a día promueven cambios de forma de pensar, de forma de afrontar o de formas de hacer que posiblemente se adapten a estos nuevos tiempos y sean formas de dar soluciones a los nuevos retos. No me gustaría que ningún hombre se sienta excluido porque hay muchos que ya piensan y actúan de este modo y posiblemente ya hayan conseguido excelentes resultados. 79

Todos y todas hemos de aprender a expresar y respetar nuestras ideas, valores y principios. Hemos de perder el miedo a “el qué dirán de nosotros”, toda ideología es válida si se expresa y defiende con respeto y desde el diálogo. Pero también hay que saber que no debemos permitir determinadas cosas. No tolerar y no permitir lo que es o significa un ataque a la dignidad humana o su integridad física o psíquica. Esta es otra gran responsabilidad en los tiempos que vivimos, tan grande o más que la de respetar la libertad de expresión. Y es aquí donde también tenemos un reto o dificultad según quien lo mire: Mujeres u hombres, mayores o pequeños, blancos o negros, cristianos o musulmanes; todos tenemos que aprender a entender que todos necesitamos respeto.

Una de las claves para poder alcanzar ese nivel de diálogo y respeto pasa inexcusablemente por que se reconozca tu existencia como tal y en ello es muy importante ser reconocido como un interlocutor, eso que yo llamo: “ser visible”. Ser visible, ese es el objetivo de quien desee aportar soluciones, de quien desee un futuro, de quien quiera promover cambios. Hacer visible el papel de la mujer empresaria y profesional, es uno de los objetivos de la Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia. Por eso, desde ella otorgamos un premio a mujeres, como Maria José Hidalgo, presidenta de Air Europa, que el próximo 1 de octubre recoge su premio en Valencia. Pero sobre todo, estimulamos a todas las mujeres que desde una profesión o una empresa hacen y construyen valor. Por eso, en la invitación al acto de entrega del citado premio se lee “cada una con su luz, construyendo un mundo de igualdad” y de respeto y de optimismo y de futuro. 80

Hoy día 15 de abril se celebra el Equal Pay Day. Una conmemoración con un nombre en inglés porque es de ámbito Europeo. Todos, incluida yo, ante ese nombre nos preguntamos y ¿qué conmemora? y ¿cómo dice que se llama?. Cuando te lo explican, cuanto menos, te resulta curioso e interesante pero los que nos dedicamos a la comunicacion percibimos la dificultad que tiene introducir ese nombre y hacer llegar con él, el mensaje de un día. Así que decidí escribir sobre él y compartir estas líneas. Pensé que me gustaría hacerlo memorable y vincularlo a lo que de hecho lo esta: las mujeres profesionales, las que perciben un salario por su trabajo. El número 15 a nivel popular siempre se ha llamado “la niña bonita”, eso lo saben bien los aficionados a la lotería. He de reconocer, que desconozco el origen de esa vinculación pero me pareció genial vincular el Equal Pay Day en inglés con “la niña bonita” en español.,

Y más que una casualidad, creí que se trataba de un sincronismo ya que Equal Pay Day conmemora la existencia de una desigualdad que muchas mujeres hemos vivido sin acritud pero con sentimiento de injusticia. Si hay que ahorrar se ahorra, pero todos. Todo el mundo ha escuchado o leído en algún medio de comunicación que existe una “Brecha salarial” entre hombres y mujeres. O dicho en “roman paladino” que a mismo puesto una mujer cuesta un 17% menos de media que un varón.

Este porcentaje es lógicamente una media y sólo se calcula tomando como base a aquellas mujeres que cobran un salario. No se cuentan aquellas que trabajan gratis, en sus empresas, casas, etc. Existen muchas, muchas mujeres trabajadoras que lo que reciben es: nada por su trabajo, trabajo que tiene un gran valor y bien lo sabemos los que debemos subcontratarlo. Son todas esas mujeres que trabajan en sus casas y no reciben salario alguno. Mujeres que no se jubilan nunca y a poco que se descuiden sólo tienen derecho a una parte de la jubilación de sus maridos, escasa y en función de su estado civil y no de sus méritos. Pero ese no es el tema de hoy. Hoy hablamos de la desigualdad en las percepciones dinerarias no sujetas a convenios, faltaría más que se recogiesen esas diferencias en estos. Pero así es la vida una cosa es lo de derecho y otra muy distinta lo de hecho. En la igualdad de derecho hemos avanzado mucho las mujeres pero nos queda aún mucho que progresar en la de hecho. Es por ello, que las Asociaciones y las Federaciones de mujeres deben trabajar para hacer desaparecer ese GAP. Es por ello, que se promueven actividades y conmemoraciones como está: El Equal Pay Day. Equal Pay Day es el primer día que las mujeres que trabajamos comenzamos a cobrar, del 1 de enero a al 14 de abril lo hemos hecho gratis. Por eso lo celebramos. A partir de ahora recuerden que en primavera, cuando florecen las flores muchas niñas bonitas, el 15 de abril celebramos el primer día del año que comenzamos a recibir dinero por nuestro trabajo. 83

He vivido más de la mitad de mi vida, en el mejor de los casos y viendo las expectativas de vida que se publican por parte de organismos que de eso saben. Y con todos esos años a la espalda he aprendido algunas cosas.

He aprendido que lo que hace que sigas vivo es la curiosidad permanente. Ese mirar inquieto que te hace sentir que existen caminos que están por abrir y que eso es lo que caracteriza una mente innovadora. He aprendido que nunca es tarde para afrontar nuevos retos aunque nos prejubilen cuando mejor estamos. He aprendido que mientras hay vida hay esperanza de cambiar lo que no te gusta. He aprendido que los valores es lo que dejas y permanece. He aprendido que la máxima satisfacción la encuentras cuando te sientes capaz de casi cualquier cosa y no cuando tienes muchos euros en el banco. He aprendido que esa capacidad es lo que te otorga la libertad. Pero eso que yo he aprendido con los años, me sorprende que no suele ser lo que se enseña hoy. He aprendido que cuanto más das más recibes, sobre todo de lo que no es material. Y que nuestra responsabilidad es pensar que en nuestra vida algo hicimos que sirvió a los demás. A quien me quiere oír le digo desde la humildad que hemos hacer el cambio y dejar de pensar con el paradigma pasado presente y empezar a pensar con el presente futuro. Por en el mundo que vivimos han cambiado cosas que ya nunca serán como fueron.

Es muy importante saber, conocer el pasado, pero casi tan importante o más es abrir tu mente a nuevas formas de afrontar el presente y por supuesto el futuro. Es importante saber pero tan importante como saber es interpretar y reinterpretar el saber. De Bono ya lo dijo con su “pensamiento lateral” y otros como Gary Hammel en “liderando la revolución”. El otro día leía o escuchaba, nunca recuerdo bien, que es que el problema de la juventud española está en que no hace bien la trasformación de la información a conocimiento y de este a la innovación. Y eso es cuestión como tantas cosas en la vida de mentalidad no de recursos. Pero a estas alturas de la lectura ustedes dirán que a que viene el titulo del articulo con lo que vengo contando. Pues bien, viene a que en esa actitud tiene mucho que ver la autodisciplina, el no creérselo, el no confiarse en que con lo conseguido debemos conformarnos, es la actitud de los líderes. El otro día visitando Bioparc, y charlando con un biólogo sobre una especie muy rara que vive en este trozo de África en Valencia: las ratas topo. Me explicaba que se trata de comunidades que funcionan en torno a una líder: la reina. Yo ante mi gran ignorancia biológica le pregunte que si la reina nace o se hace. Y me respondió que se hace. La reina es la mejor dotada, es la que no descansa y no para por que si para y se engorda y apoltrona se la comen.

Me pareció una lección interesante, yo viendo haciendo una sesión de zooinmersión y aprendiendo, para que luego digan que estos sitios son para los más pequeños.

Una comunidad que no puede permitirse si quiere sobrevivir que su reina se relaje. Debe seguir siendo la mejor y eso es también cuestión de trabajo y disciplina. Nada que no sepamos pero que con frecuencia olvidamos. Vivimos tiempos de cambio así que a ver si aprendemos algo de las ratas. Que para ser reina debes esforzarte y que más que nacer te haces a base de exigencia y disciplina.

La enfermedad de nuestros días. Pero no solo de las personas de una determinada edad, lo realmente preocupante es que la sociedad en general carece de memoria. El otro día alguien me decía que dicen que existe una generación perdida, es esa que va de los que hoy tienen 25 a los que tienen 35. Y que más que una generación de hijos lo que se perdió es una generación de padres. Según estudios recientes sobre el consumo de la píldora del día después, resulta que en España

No estoy ni nunca estare a favor de pohibir, ahora bien tampoco estoy a favor de dar acceso a aquellos que no están capacitados a aquello que puede hacerles un daño irreparable. Yo vivi la época de apertura de estae país, la de que fumar porros era alentado como forma de modernidad y progreso, la de el LSD y similares. Hoy muchos de mis amigos de entonces han sido victimas de aquello, hoy la aolescencia fruto de la procreación de aquella generación pierde su capacidad de pensar y crear en manos de esos beneficos porros. Lo siento pero ya lo veía entonces y lo sigo viendo ahora. La imprudencia y la irrewsponsabilidad de acciones y medidas que solo pasado el tiempo se comprueba son dañinas y lesivas.

No podemos permitirnos más irresponsabilidad, no podemos tener tan mala memoria, no podemos ser tan sumisos que admitamos toda la basura con que nublan los cerebros de la gente. No podemos permanecer callados ante tanto desman contra las personas. No se trata de prohibir, se trata de formar. Por que la droga o el sexo no es malo y dañino si al que encuentra es a una persona madura y formada. Esa es la mejor prevención. Amueblar bien la cabezas, para crear individuos libres. Y esa libertad es la que te permite decir “esa mierda te la metes tu”, el culo se lo tocas al elefante de BIOPARC” y mi cuerpo es mio y porque lo respeto yo exijo que me lo respetes tú.

Mamma mia, una película vitalista, optimista y positiva que recupera el estilo de los musicales. Pero si solo fuese eso no estaría escribiendo sobre ella. Representa a tres mujeres maduras que se reencuentran con motivo de un acontecimiento familiar, la boda de una hija. Mujeres independientes, “la que colecciona maridos” y representa la mujer que se cuida y para la que su aspecto es parte de su vida. Rica, divertida y cosmopolita. “La solterona, triunfadora en el mundo intelectual” , para la que el aspecto es algo secundario. Y” la estupenda protagonista” que es el testimonio de una juventud hippie y alocada que toma el compromiso de asumir una maternidad en soledad alejada de su familia y cultura.

Tres mujeres muy diferentes, que en 20 años han recorrido 3 caminos divergentes pero que no fueron capaces de alejarlas en la complicidad de una amistad femenina. Ellas siempre están ahí para cuando son necesarias. Eso es lo que hoy se llama SORORIDAD, o la capacidad de hermanarse entre mujeres. Algo importantísimo para una vida plena. Contar con apoyos de tus congeneres, con el afecto y la comprensión que desde la similitud de genero se puede aportar. Este película es un buen ejemplo o una buena ilustración de lo que es la SORORIDAD. Y lo es tanto que no conozco a ninguna mujer que la haya visto que no la haya disfrutado e incluso repetido. Por ese sentimiento positivo que da la complicidad y por ese no perder los valores de la juventud: la alegría y la ilusión por vivir tengas la edad que tengas y sea cual sea tu circunstancia. 92

Es esa juventud, ese humor, ese positivismo que reflejan y se trasmiten lo que hace que esa relación, la que mantienen los personajes de esta película, sea una buena forma de entender la vida. Es por ello por lo que me parece recomendable ver esta película. Yo de hecho la comprare en cuanto salga y estoy segura que me la pondré cuando navegue en aguas de tristeza y pesimismo como ya hago con su banda sonora. Aunque para mucha gente será cursi yo reivindico sin complejos ese espíritu que refleja la película. Un canto a la complicidad entre mujeres que ofrece el testigo a las otras tres jóvenes mujeres que aparecen en la historia. Un creer en las relaciones interpersonales de todo tipo. Un tolerancia de aceptar diversas formas de afrontar la vida y de recuperar sentimientos que parecían perdidos. Es una buena película en tiempo de crisis entendiendo como crisis el cambio. Por que en todas las crisis lo que subyace es una crisis mucho más profunda la de los valores. No me gustaría terminar sin resaltar que bueno permanece. Una estupenda actriz que soporta el paso de los años de forma digna y encomiable. Que parece hacerlo todo bien y atreverse a cantar o bailar además de interpretar. Siempre me gusto Meryll. Y no voy a referirme a ABBA, los grandes que después de más de 20 años son completamente actuales y conquistan a quien s eles pone a tiro.

Sus canciones son compartidas por todos, sus letras trasmiten buenas vibraciones en un mundo de vacíos y tristezas. Una película finalmente que nos enseña a echar la vista atrás, con alegría y positivismo. Sin rencores y poniendo el foco en los buenos recuerdos o no tan buenos pero ya superados. Una lección de respeto a las individualidades, decisiones, o diferencias en la forma de afrontar la vida, que son toda una lección sobre como enfocar diferentes momentos vitales.

Hoy se celebra el Día del Emprendedor: "Una iniciativa de la DGpyme para fomentar la cultura emprendedora y poner de manifiesto la importante contribución de los empresarios al desarrollo económico y social de nuestro país, así como transmitir a los jóvenes la idea de que llevar a término una iniciativa propia, a través de una nueva empresa, es un reto personal estimulante y una oportunidad de empleo". Emprender se conjuga con A, con A de avanzar, con A de atreverse, con A de arriesgar, con A" de autoempleo con A de autónom@ o con A de autoestima, de autoconocimiento o de autodisciplina... Una letra que es pionera, es la primera de los alfabetos de muchos idiomas y una de las más usadas. Una letra que no por primera, en nuestra lengua es relegada al final de las palabras que identifican lo femenino. ¿Han pensado que la A es una letra femenina? Una letra positiva, abierta, sonora. Una letra que no pretendemos que suponga una discusión o motivo de disputa y desencuentro. No voy a entrar en esa polémica, no voy a entrar en que hoy es el Día del Emprendedor y no de la Emprendedora. Día promovido por un Gobierno que defiende la igualdad y que olvida la A. Pero gracias a nuestra forma de afrontar tanto el presente como el futuro estamos seguras de que los hechos hablarán en femenino. Esa discusión podría ocultar una realidad que ya dice mucho de si "emprender" se escribe con A, con la A que define lo femenino.

Además aumentan las mujeres que han empezando a crear microempresas, empresas que, según dicen los expertos en economía, están siendo más y serán en el futuro un gran generador de empleo. Por no hablar de los sectores emergentes de servicios que serán los grandes motores de la economía de los próximos años. Sectores creadores de riqueza en trabajos que antes se hacían por nada, que antes las mujeres hacíamos gratis. Eso que los Toffler llamaron el "prosumo" y que es el cuidado de mayores, enfermos crónicos o niños; limpieza, cocina, etc.

Mucho hay escrito de que el futuro está en el autoempleo, de que las microempresas son creadas cada vez por más féminas, que las mujeres que emprenden lo hacen desde modelos basados en la sostenibilidad, la cooperación o la conciliación. Del cambio de una rentabilidad económica propia de un modelo masculino a una rentabilidad social y financiera más femenina. Se dice que los microcréditos dados a mujeres siempre son devueltos, se habla de austeridad en la gestión... En 2007 ya éramos casi un millón de autónomas en España y en estos días, en que los medios de comunicación anticipan crisis, cada vez más se habla del autoempleo como el motor del crecimiento económico, de que la solución está en las microempresas o en los autónom@s. Sólo en la Comunitat Valenciana las mujeres somos el 50% de los 200.000 autónomos existentes. Además aumentan las mujeres que han empezando a crear microempresas, empresas que, según dicen los expertos en economía, están siendo más y serán en el futuro un gran generador de empleo. Por no hablar de los sectores emergentes de servicios que serán los grandes motores de la economía de los próximos años. Sectores creadores de riqueza en trabajos que antes se hacían por nada, que antes las mujeres hacíamos gratis. Eso que los Toffler llamaron el "prosumo" y que es el cuidado de mayores, enfermos crónicos o niños; limpieza, cocina, etc.

Escrito 5 de mayo de 2008

Hace no llega a un año, el pasado día 5 de marzo "día del emprendedor", se publicaba un artículo de opinión en las páginas de este diario titulado Emprender se escribe con A, que escribí entonces. En él explicaba que un día como este, debería recibir una denominación que tuviese en cuenta que emprender es algo que hoy se hacía y mucho, también desde lo femenino.

Bajo ese eslogan reclamábamos desde la Asociación de Empresarias y Profesionales, a la que pertenezco, el uso del lenguaje como forma de expresar el compromiso de la sociedad y sus poderes públicos, sean nacionales o autonómicos, con la igualdad de derechos del colectivo de mujeres emprendedoras. Y además de aquel artículo también realizamos otras acciones enmarcadas en esa acción como unas chapas que much@s lucimos aquel día donde era muy visible una "A". Con ello pretendíamos desde la comunicación, promover un cambio en la "expresión" que se correspondiese con el cambio real que hace ya mucho es manifiesto en el ámbito profesional, académico y empresarial. No llega a un año después, estamos orgullosas de comunicar y compartir con tod@s vosotr@s, que este año el Día del Emprendedor se llamará: el día de la Persona Emprendedora.

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El pasado viernes 16 en el primer encuentro del año, de los que programamos desde la Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia, Carmen Caffarel, primera mujer que dirige el Instituto Cervantes, nos decía que "no existen palabras neutras". Y al hilo de ello, pensé que en aquel artículo señalaba todas aquellas se inician con A: avanzar, autonomía, arriesgar, autodisciplina, autoestima, amistad... Esa letra que es la primera del alfabeto y que se vincula como terminación a lo femenino. Pensé que además muchas palabras que terminan con la letra A expresan conceptos llenos de aspectos positivos. Esperanza, lucha, paciencia, prudencia, ternura, entrega, inteligencia, diplomacia, persona, familia, empatía, …… En fin, que existen muchas palabras que representan valores muy femeninos, valores muy necesarios y más en los tiempos que vivimos. Tiempos en que la sociedad debe cambiar sus modelos. Modelos que no son capaces de dar solución a las nuevas necesidades sociales. Modelos con grandes valores masculinos que han servido durante mucho tiempo: lo grande, lo potente, lo rígido, lo formal, lo lineal, lo vertical, lo racional... deben transformarse. Y en eso, el contar con "lo femenino", el ponerlo en valor, es clave. No queremos enfrentar, queremos cooperar, complementar y hacerlo desde el respeto y la igualdad. La dualidad es un valor, las dos caras de una moneda. Lo femenino colaborando con lo masculino.

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Tenemos por delante un gran camino por recorrer, pero alienta saber que avanzamos y como dicen otras grandes mujeres: "No olvidemos que nunca debemos desandar el camino". Que nunca debemos olvidar que las conquistas obtenidas se las debemos a muchas mujeres que desde la generosidad lucharon por conquistar logros y que nosotras estamos aquí para que las que nos sucedan sigan avanzando. Porque quedan muchos caminos por abrir y más en el tiempo que vivimos. Existen, como decía Carmen también, y todas sabemos, muchas mujeres, millones, que por el hecho de serlo tienen vedados muchos campos o posibilidades de desarrollo. No podemos olvidarlo, porque eso en un mundo global lo tenemos cada vez más cerca y debemos influir y luchar para cambiarlo.

No podemos olvidar, ni debemos hacerlo, que en nuestro mundo cada día hay cientos de mujeres que sufren maltrato físico o psíquico que quizás es más difícil de detectar y descubrir. Y que lo sufren por querer conquistar parcelas de su vida que ellas consideran importantes. ¿Cuántas de nosotras nos hemos sentido o nos sentimos culpables por dedicarnos a nuestro trabajo, a nosotras o por triunfar en lo profesional, cuantos comentarios desafortunados, ataques, etc.?. Mucho nos queda por hacer, pero tenemos la Fuerza y la Voluntad de seguir avanzando. Y estas dos A, las del final de "persona" y de "emprendedora", deben alentarnos a Avanzar. ¡Ánimo! Publicado 28-1-2009

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Esta mañana estaba en mi despacho y… ¡no me lo podía creer!. De fondo en lugar de hilo musical teníamos puesta una emisora de radio convencional y escuche una voz de mujer que decía que era de una asociación de mujeres y que reivindicaba….Puse atención por 2 razones. Primera porque formo parte de una Asociación de mujeres, la de Empresarias y Profesionales de Valencia y la segunda porque me dedico a la comunicación/ publicidad como profesión. Desde la Asociación de Empresarias y Profesionales estamos trabajando por la visibilidad de la mujer en el mundo empresarial y profesional, estamos haciendo un importante y serio esfuerzo por conseguir visibilidad femenina en un mundo hasta hoy copado por hombres y en eso los medios son importantísimos. Perseguimos la visibilidad de las mujeres que trabajan y se esfuerzan cada día por hacer bien su trabajo y conseguir que sean reconocidas en lo monetario y en su rol de profesionales y no por lo monas o elegantes que van, o los vestidos que lucen o las operaciones de estética que se realizan. Mujeres que además de nuestra jornada laboral normal tenemos una segunda jornada en el hogar o con nuestros hijos o padres en función de la edad. Mujeres que tratamos de encontrar el equilibrio y la conciliación sin morir en el intento. Mujeres empresarias que sabemos que la crisis es algo serio y no banal, que requiere esfuerzo y compromiso para mantener los puestos de trabajo o mejorar procesos o competencias. Pues bien, tras esta aclaración les explicaré que la voz reclamaba el derecho en la crisis a cuidar la ropa, vestir elegantes, a gustar más,…..” no me lo podía creer… 104

Estaba expectante por saber cual era el final de esa cuña de publicidad y que empresa hacia una “tan mala publicidad”, desde mi punto de vista. Y ahí entra mi otro rol, el de publicitaria o comunicadora de 25 años de experiencia en ese sector. En ellos, siempre he defendido que la publicidad o la comunicación persuasiva puede ser mala o buena y que los consumidores debemos premiar o castigar lo buena o mala que nos parece comprando o no a quien lo hace bien o mal. Siempre he dicho que la comunicación es poderosa y enseña o destruye valores, que los profesionales de la comunicación tenemos responsabilidad de lo que hacemos o recomendamos, que tenemos la obligación de formar a nuestro entorno para que trasmita los valores de la empresa, del que la firma o del profesional que la crea, …… Todo eso es lo que pretendo trasmitir a mis alumnos de 5º de publicidad, recordar a mis colaboradores en mi pequeñita empresa o promover junto a mis compañeros del Colegio de Publicitarios y RRPP de la Comunidad Valenciana, la importancia de la buena comunicación como forma de construir reputaciones empresariales. La comunicación como profesión, incluida la publicitaria, es tan importante como la medicina. Sólo que su ámbito es diferente. Y es algo serio, muy serio. Cada vez que alguien me dice que la publicidad es maligna, y poco seria o creíble, defiendo que en publicidad como en política, finanzas, etc. hay de todo y desgraciadamente en muchas ocasiones pagan justos por pecadores. Y finalmente todos.

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Pero una sociedad madura y democrática como la nuestra tiene muchos resortes que debe usar para reclamar y penalizar, para que no convenga hacerlo mal. Eso es lo que yo creo y por lo que voy a luchar, porque salir de esta crisis que además de financiera, económica y…., es de valores, requiere de la recuperación de algunos como la responsabilidad. Hemos perdido la conciencia de que cada uno de nosotros tenemos poder. El poder de decidir que hacer y no hacer. De elegir a quien compramos, votamos, creemos o en quien confiamos. Porque salir de la crisis es responsabilidad de todos. Hay mucha, mucha gente sería, honesta, comprometida y generosa. Gente sabia, atrevida, emprendedora y en muchos casos anónima, esa, es la que quiero elegir. Yo ya se a quien no compraré y les invito que decidan una vez vean y analicen. Y si algo no les gusta hagan como yo, decidan no comprarles. En este mundo algunas empresas sólo entienden eso, si les compran o no. Es como determinados programas de televisión que si nadie viera retirarían de emisión. Así de fácil.

Y voy a terminar y lo voy a hacer sin decir quien firmaba la campaña de radio que oí y que luego me entere también se emitía en televisión. Y cuando me lo contaban, decían: que vergüenza, es que en la publicidad no saben que hacer para llamar la atención, ….. en fin, que descubrí que había más hombres y mujeres como yo.

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Y no voy a decir su nombre porque en comunicación y en la asociación decimos que “lo que no se nombra no existe” y yo no hago publicidad de algo que no se lo merece. ¡Créanlo! Esa es mi decisión también.

Texto de la cuña y el spot: “La Asociación de Mujeres que con Todo Este Tema de la Crisis Quieren Cuidar su Ropa Más que Nunca para Seguir Vistiendo Elegante Sintiéndose Guapas”

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El otro día leía en periódico la convulsión producida por las declaraciones del presidente de la cámara de comercio de Valencia por llamar “embusteros a los políticos”. Me quede meditando y recordé que no hacia mucho le dije a mis amigos en una charla que era lamentable pero en el tiempo que vivíamos mentir tenía premio y todos éramos responsables de ello. A la pregunta de ¿Por qué hemos llegado hasta aquí? Hay una clarísima respuesta, porque hemos vivido y alimentado entre todos una GRAN MENTIRA. Y porque mentir ha sido tradicionalmente premiado en nuestra sociedad. Premiamos a la bolsa cuando las empresas aunque mientan nos dan buenos resultados aunque sean malos, por eso se maquillan las cuentas y se hace creatividad financiera, por eso de crean burbujas, y por esa misma causa cuando nos cuentan lo que es la verdad si no nos gusta las castigamos. Así que harían ustedes si fuesen directivos de empresas que cobran en función del valor de la acción. Pues evidentemente lo que hacen la mayoría de ellos, mentir, cobrar y largarse. Pero nosotros alimentamos ese comportamiento. De hecho premiamos con nuestro voto cada 4 años a aquellos que nos cuentan lo que queremos oir, a aquellos que nos pintan paraísos rosas, donde lo fácil y bonito es predominante. No nos gusta que nos hablen de esfuerzo, de realidades feas, de sacrificios, etc. Asi que que hacen los que desean legar o seguir estando en el poder: mentir.

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Pero yo me pregunto ¿son solo ellos responsables o los que condicionamos esos comportamientos también lo somos?. Mi respuesta a mi misma es que TODOS, somos responsables, TODOS. Y hasta que no seamos capaces de afrontar la realidad, la responsabilidad y el compromiso de poner cada cual lo mejor de si mismo o su colectivo para encontrar soluciones, la crisis no tendrá fin. Por eso ante la declaración del Sr. Virosuqe no entendí el escándalo. Sentí que yo también era parte de los que fomentan la mentira, me sentí coparticipe de la mentira. Tristemente hemos asumido y tenemos tan incardinado ese premiar al que nos mienta si lo que nos dice nos gusta que hemos olvidado que todos con ese comportamiento la fomentamos. Hemos de cambiar y poner en practica que eso que es la madurez que hace que podamos aceptar la realidad por dura que sea y que no castigaremos a quien nos la muestre. Castigaremos a quien no intente buscar soluciones sostenibles y sensatas, que nos pida y exija participar de ellas y para ellas. Hemos de empezar a premiar a quien nos hable de y de testimonio de mesura, austeridad, ahorro, esfuerzo, rigor, etc. hemos de cambiar a una mentalidad de medio y largo plazo y no de cortos y efímeros.

Ante declaraciones como estas deberíamos reflexionar y mirar en nuestro interior, en lugar de escandalizarnos u ofendernos. Deberíamos aprender a ver que necesitamos ser una comunidad, nación, pueblo o como nos queramos llamar adulta. Por que ser adulto implica asumir la verdad por dura que sea.

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Ese es el camino que nos conducirรก a una nueva forma de abordar la vida, de escribir otro ciclo de la historia, un ciclo donde Mentir ya no tendrรก premio.

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La acción y la proacción son las caras de lo que emerge, de lo que crece o de lo que progresa. Son caras del presente pero sobretodo son caras de lo que posee futuro. A lo largo de la historia el compromiso, la implicación, el riesgo, la apuesta, la desvergüenza (la santa desvergüenza), han sido la expresión del amor, la caridad, la fe, y todos aquellos valores tan propios de las religiones. Y especialmente de la cristiana. Es en los momentos en que perdemos la alegría, sentimos la tristeza, miramos a otro lado, somos hipócritas, nos escudamos en los demás o en los tiempos que vivimos, cuando expresamos la decadencia de una cultura, de un pueblo, de una civilización o de una religión. En resumen, cuando la culpa es siempre del otro, del de al lado. Son tiempos en que somos incapaces de la autocrítica y por tanto de la rectificación o de eso que, me enseñaron, es el propósito de la enmienda y que hoy es un pilar de los sistemas de calidad que muchas empresas modernas. Estos signos o síntomas son la clara expresión de la incapacidad del hombre de vivir su dimensión más espiritual. Es entonces, cuando las peores cosas emergen de los individuos en una búsqueda desesperada por encontrar la felicidad y la realización por caminos erróneos.

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Es en esos momentos, donde se observa la decadencia. Por que decadencia es cuando cada vez tienes menos fieles, cuando son cada vez más mayores, cuando ya no eres capaz de apasionar, de seducir o de arrastrar con tu discurso. Es cuando, en las palabras de la sociedad de mercado donde vivimos, no tenemos un producto atractivo, cuando no somos capaces de satisfacer las necesidades de nuestros consumidores potenciales o de nuestros actuales clientes. Todo ello es muy fácil de ver y detectar, simplemente a través de los signos de expresión o el estado en que encontramos muchos de los símbolos que desde siempre han sido una forma de expresar el poder o la capacidad de influir en este mundo. Nuestro mundo esta perdiendo espiritualidad y se aleja de la religión católica básicamente por su incapacidad para poner caminos o abrir vías de acercamiento. Necesitamos ofrecer esperanza en una sociedad que la demanda. Necesitamos ofrecer una salida a ese caos que acecha al hombre moderno en la sociedad occidental Y necesitamos hacerlo si no queremos que otros ofrezcan caminos equivocados: adicciones, drogas, consumismos, fanatismos, etc..

Pero a estas alturas de lectura la pregunta es clara ¿Y a que viene todo esto?. He visitado Malta. Y perdón por mi gran ignorancia, he sufrido una visión que me ha sorprendido y que ya no recordaba, quizá por no haberla vivido.

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Muchos templos, muchos santos, muchos fieles, iglesias muy adornadas, iglesias muy llenas, códigos de conducta a la entrada de las mismas. Un fervor que yo a mis 48 años no recordaba de una forma tan clara y abierta. He visto niños, jóvenes, de piel clara, de piel oscura, y les he visto vibrar y arrodillarse con alegría. Y además no era en una iglesia evangélica, ni en un templo budista, ni en una mezquita árabe, ……..He visto participar de eso tan importante que es para un creyente, la celebración de la eucaristía. En ese ámbito de fiesta, de celebración, de alegría me llamo especialmente la atención la cantidad de iglesias y sobre todo la calidad de su conservación y la profusión de adornos y engalanamientos. No creo haber visto nunca un grado de cuidado y estado mejor en un “templo de pueblo”. Pero lo curioso es que dicho cuidado y conservación contrastaba con el grado de riqueza de sus fieles. Es decir, no eran tan ricas las iglesias por ser sus ciudadanos muy ricos, que quizá. No era un problema de lo ricos o poblados de sus pueblos era como tantas cosas en la vida, cuestión de algo más profundo: la mentalidad. Esa mentalidad que hace que sean posibles los milagros, las proezas o los imposibles. Eso que es la base de la creencia en algo más que nuestra pobre humanidad. Eso que nos diferencia de otros animales y que se llama inteligencia, alma o espiritualidad. Eso que hace que avancemos en lugar de retroceder. Eso que nos llena de orgullo, del buen orgullo.

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Y a la vuelta, de vuelta a casa encontrarnos con la realidad de nuestro país. Un país viejo, una cultura confundida, unas raíces perdidas, unas iglesias caídas, vacías, y con gente de dos tipos. Los que desaparecerán, testigos de otra época, memoria de un pasado ruin, incapaces de ver que no dejan el testigo. O imposibilitados a ser conscientes, de los que nunca pensaron “que todo lo que dieron eran peces y que esos peces no han sido capaces de saciar el hambre profundo de esos hombres y mujeres que fueron sus hijos y serán sus nietos”.

Somos muchos los cristianos o como dice mi madre católicos, apostólicos y romanos que estamos dormidos, atrofiados o no comprometidos y recordando mi infancia, recordé que también se peca por omisión.

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En un mundo standarizado como el que vivimos y dentro de la uniformidad propia de estos tiempos, surge con curiosidad una paradoja: la eliminación, olvido y dejación de aquellos signos de identidad que nos resultan propios, frente a la recuperación y exaltación de los suyos, por parte de determinadas culturas emergentes y de cuyos valores se sienten orgullosos sus miembros. Es, y resulta curioso que civilizaciones o culturas, como la nuestra, de siglos de antigüedad; envidiadas y hasta compradas en sus manifestaciones por civilizaciones recientes y noveles carentes de esos signos, estemos haciendo una dejación que raya en la indecencia y en la ignorancia y que denota claramente la decadencia y falta de orgullo que precede a la desaparición de las civilizaciones. Pero lo que surge en la reflexión sobre esa realidad es siempre la misma pregunta ¿Por qué? La respuesta es la mala gestión de las emociones primarias individuales que confunden a las personas o las manipulaciones sufridas a lo largo de los años que han convertido a dichos signos en portadores de significados mediocres y pobres. Es la identificación con dichos signos de las más profundas miserias humanas. Pasa y pasará, y es la raíz de la desaparición de muchos de ellos.

En culturas inteligentes y de altas miras eso no se produce. Es solo la ignorancia y pobreza de espíritu lo que subyace siempre en la desaparición de estos signos, muchas veces propios de culturas o religiones que entran en decadencia. 118

¿Que hacer ante ello? Pues claramente proceder a recuperarlos elevando las miras. Darse cuenta que perdiéndolos todos perdemos y que los perjudicados finalmente serán todos aquellos que por obra u omisión permitieron su desaparición, a quienes las generaciones futuras culparan de su ignorancia y pequeñez. Actitudes que no les permitieron hacer aquello que deberían y que no es otra cosa que la preservación de esos signos, como memoria de lo que fue y que conformaron la identidad de ese pueblo o cultura. Es recuperarlos, la forma de aprender que debe y que no debe hacerse, como forma de mejorar el mundo que nos toca vivir y que no es propiedad de ninguna de las generaciones que sucesivamente los vieron y vivieron. Por que nunca con la desaparición de estos mejoraremos las formas de vida, ni eliminaremos los comportamientos humanos que identificamos con ellos. Es manteniéndolos y recordándolos cuando podremos progresar y mejorar. Fueron los hombres y no los signos los causantes de los hechos. Pero ¿a que viene todo esto?. Al deterioro de esos signos que vivimos cada día en nuestros pueblos y a la falta de unión popular en el proceso de su recuperación, cuando aun es posible. Este verano he vivido un hecho que me ha hecho escribir estas líneas y reflexionar sobre las razones `profundas que hacen o dificultan el mantenimiento de esos signos.

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El lugar: Santibáñez de Vidriales en Zamora. El signo una vieja iglesia que sufre el deterioro progresivo desde hace más de 35 años y el hecho la poca sensibilidad a lo largo de ellos de la gran parte del pueblo que no ha sido hasta ahora capaz, de forzar a las Administraciones locales, autonómicas, nacionales o eclesiásticas para su recuperación. No vale, el “no hay dinero”, pues lo hay para otros menesteres. No vale el que “la responsabilidad no es nuestra”. Lo que vale es que empecemos a pensar que cuando perdemos esos signos perdemos todos, parte de nuestro patrimonio. No es ahora momento de entrar a valorar lo que todos sabemos es deleznable, como los comportamientos de personas que hicieron posible con sus conductas el deterioro y perdida de no solo el edificio sino de su contenido. No es momento. Y no lo es, porque incidiendo en ello no estamos haciendo sino ahondar en su declive. Es el momento de olvidar para reconstruir lo que otros dejaron perder. Es momento de dar una lección a la historia de cambiar el destino que otros marcaron y que significa nuestro declive como pueblo y el orgullo de poseer y sentir como común. Nuestra raíz cultural, nuestro sentido y orgullo de pueblo. .

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Es nuestra obligación personal e individual luchar por la recuperación de aquello que nos pertenece. Es nuestra obligación demostrar que en un nuevo milenio hemos aprendido algo que generaciones pasadas olvidaron. Que hay cosas que deben estar siempre por encima de la pequeñez de las ideologías, por que sencillamente deben sobrevivirlas y dar testimonio en la historia de la existencia de un pueblo: sus signos de identidad.

Es por ello que debemos pensar en esa pequeña iglesia, “sin gran valor artístico” para algunos, como lo que al final de su existencia se ha convertido, en el único signo de identidad de un pueblo. En este agosto de 2006 he querido dejar constancia de estas líneas para ver si pasados los años ese pueblo fue capaz de recuperar su único signo de identidad. Y antes de terminar decir que escribo estas líneas desde el amor a un pueblo que no es el de mi nacimiento ni crianza pero que siento como cercano a mi corazón por mis experiencias y por las personas que si lo son y por las que siento gran aprecio. A veces es responsabilidad del extraño demandar lo que solo es posible ver desde fuera. Es por ello que este verano sentí la alegría de experimentar el posible nacimiento de una Asociación para rehabilitar esa “vieja iglesia”. Desde estas líneas desear que crezca ese espíritu popular que es la única esperanza de nuestro futuro. Porque únicamente ese espíritu y ese compromiso son capaces de cambiar la historia. 121

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Me he sentido indignada como ciudadana, como persona, como profesional y como empresaria, cuando esta semana leí en los diarios la querella que el PSPV ha presentado contra 5 empresas, 5 políticos, varios imputados aún no juzgados, y algún trabajador o trabajadora. Y me sentí profundamente indignada porque, según mi modesto entender, estaban mezclando “churras con merinas” y con esto no quiero decir que unos sean buenos y otros malos. Yo no tengo datos ni voluntad de juzgar y soy la primera en reclamar a voz en grito transparencia y honorabilidad, como claves para salir del marasmo en que todos nos vemos inmersos, unos por unas razones y otros por otras.

Escribo esto que para muchos no será políticamente correcto, por varias razones: Por ser coherente con lo que digo y pienso. Hay que tener el valor de defender lo que crees. Y yo creo que no todos somos iguales y la mayor injusticia es meter juntos y revueltos a todos en el mismo saco. Porque siento que mi voz no se la vendo a nadie. No conozco a muchos de ellos, nunca me han dado nada sin un duro trabajo y, para mí, es deleznable la corrupción, pero aún así me parece que con que uno sólo sea inocente, el resto debería ser prudente. Porque soy una trabajadora y una persona comprometida con lo que considero buenas personas. Y es posible que alguna de las incluidas en la lista sea una persona trabajadora, leal, honrada y seria. Y sólo con que haya una, se merece todo mi respeto.

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Porque soy una profesional de la medicina y la imprudencia cuesta vidas, por eso un buen médico es prudente y antes de hacer o decir algo, valora el beneficio que produce y el daño que causa y luego, desde el rigor, decide y actúa.

Porque soy una profesional de la comunicación y sé que una reputación cuesta mucho de ganar y poco de perder y que es muy injusto y debería ser castigado, cuando se cuestiona sin pruebas la honorabilidad de una persona o entidad. Se puede hacer mucho daño y esté no ser reversible. Mucha gente de la calle juzga fuera de los tribunales, lamentablemente. Porque soy empresaria y, en una situación como la actual, no hay derecho que, en lugar de preocuparse por generar empleo, dar soluciones a autónomos, a pequeñas empresas y potenciar la labor de los buenos empresarios, nos dediquemos a demonizarlos.

Prudencia, señores, que la imprudencia temeraria en comunicación y el mal uso de la justicia debería penalizarse, más si cabe. Leyes para que nos protejan de gente inconsciente que puede ocasionar un gran daño. Los delincuentes que lo paguen, pero después de ser juzgados y de que esté probado el delito.

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Y comprendí cosas que mucha gente se pregunta ¿Cómo después de todo lo que pasa, si mañana hubiese elecciones, no las ganarían? ¿Cómo es que aumenta el descontento y desencanto con la clase política que debe ayudarnos a salir de la crisis? ¿Cómo los jóvenes van a querer ser empresarios si estos son unos explotadores o unos ladrones o corruptos? Y constaté algunas cosas que muchos ya intuyen. Comprendí que, a algunos políticos sólo les importa lo que les beneficia a ellos y que les es indiferente el daño que puedan causar con lo que dicen o lo que callan. Comprendí que seguimos mirando nuestro ombligo y que el bien común y el beneficio de otros nos resbala. Y mi indignación pasó a reflexión y, de esta, llegué al optimismo realista que me dice que la calle es mucho más sabia y se defiende de los seres que no están a su altura, pues estando para servir, sólo se sirven a ellos mismos. Las personas anónimas son la esperanza. Y por ellas quiero echar mi “cuarto a espadas”. ¡A trabajar, porque con los trabajadores serios, no podrán! Para los que no lo sepan, “echar un cuarto a espadas” es intervenir en una discusión o controversia aportando la propia personal opinión. El cuarto a espadas ¿tiene que ver con el juego o con la milicia? Las apuestas se inclinan por lo primero, pero fallan. El origen de tal expresión está en el acto de pagar a ciertos maestros de armas que, a finales del XVIII y principios del XIX, viajaban por los pueblos ofreciendo en público su lección. El interesado en recibirla depositaba una moneda de cuarto en el platillo o el sombrero: su cuarto a espadas.

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Me gustaría empezar con una frase que es para mí como un faro y, lo es tanto, que la usé la primera vez que hice una comunicación de mi pequeña empresa. Fue en la primera felicitación de Navidad: “dar más de lo exigido es lo que diferencia al excelente del meramente adecuado”. La dijo un hombre que admiro. Su nombre es Peter Druker y supongo que es por todos conocido. Para aquellos que no lo conozcan, decir que es un vienés nacido en 1909, un hombre de “visión pluridimensional y sintética” que se adelantó a la opinión intelectual de su tiempo, y el primer científico social que usa el término “postmodernidad”. Además se le estudia en las escuelas de negocio y es un precursor de la conceptualización y desarrollo académico del marketing. Apostaba por el “generalismo” que combinaba con su “pragmatismo” y pensaba que los directivos son “los que innovando crean y se adelantan al futuro trasformando los retos en oportunidades económicas”.

¿No pensáis que es un hombre de total actualidad? Pues también creía firmemente que los líderes no sólo nacen, que sí, pero pocos, casi mejor “se hacen”. Porque “el liderazgo puede y debe aprenderse”. En sus escritos decía que todos los líderes eficaces tenían claras cuatro cosas sencillas:

Un líder es alguien que tiene seguidores.

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Un líder no es alguien a quien se quiera o admire. Es alguien que produce resultados.

Son muy visibles. Establecen ejemplos. Saben que el liderazgo no es rango, privilegios, títulos o dinero. Es RESPONSABILIDAD.

Bien, y ¿a que viene todo esto?, a unas conversaciones que mantenía hace unos días con dos personas muy diferentes, ambas mujeres. Una era una empresaria, Presidenta de una Asociación, a la que le preguntaban ¿qué ofrece su Asociación a una posible asociada? Y ella contestaba: “Mas bien yo siempre hago la pregunta a la inversa ¿qué va usted a aportar en nuestra Asociación? Aquí los que estamos lo hacemos desde el voluntariado porque creemos en nuestro rol y queremos prestigiarlo y defenderlo”. Me encantó la respuesta, pues creo define bien la diferencia entre una postura activa/proactiva, con el firme propósito de modificar una situación con la que no se está de acuerdo y otra pasiva y resignada o pancista. Indica algo básico para escribir un futuro: Compromiso.

Unos días después en otra conversación, en este caso con una recién licenciada en Publicidad y hablándole del Colegio de Publicitarios, nuestro colegio, me dijo cuando yo le pregunte “¿por qué no te colegias?” “Porque no sé que me da el Colegio”. Y entonces recordé la conversación que os he contado.

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. Y le dije: “Estar en el Colegio es una forma de compromiso con una profesión. Y lo es porque, por desgracia, la profesión de publicitario hoy carece del prestigio del que gozan otras profesiones. Y ello se debe a que se trata de una profesión reciente, se trata de una profesión que se percibe como prescindible, y en muchos casos como manipuladora y poco sería. Para dotar de prestigio y visibilidad a una profesión es necesario que existan muchos profesionales con prestigio y buen hacer. Es la suma de esos prestigios lo que construye una imagen de colectivo profesional responsable y comprometido. No es el Colegio, somos cada uno de los que lo integramos los que creamos una Reputación”.

Esa es nuestra responsabilidad y eso me lleva a la frase con la que inicio mi escrito. El Colegio es lo que seamos los colegiados. Y eso es Responsabilidad. La primera responsabilidad es ser conscientes de nuestras limitaciones personales o profesionales y tratar de encontrar soluciones para eliminarlas; y la segunda, es compartir conocimientos, inquietudes y sobre todo, valores y principios. Necesitamos ser buenos, los mejores. Necesitamos ser muchos y necesitamos sentir que formamos parte de algo superior: una Profesión. Eso es el Colegio. En el Colegio debes estar porque crees y quieres, no porque debes o tienes. Tienes que estar para dar primero y para que te den después.

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En este Colegio tenemos algo que, permitidme, es muy importante: Tenemos una generación de publicitarios que nos ofrecen su experiencia y sus vivencias. Personas que están porque quieren dar y dan para que otros tengan un futuro mejor. Pero con eso no es suficiente. Tenemos y queremos tener más. Tenemos jóvenes licenciados con una formación académica y tecnológica excelente que deben entender que eso es valioso pero no suficiente, y que el Colegio es el marco donde pueden encontrar esa orientación y esa experiencia que les complemente. Simplemente porque el Colegio es para ellos, para que dentro de unos años ellos, y otros que les continúen, disfruten de una profesión respetada. Por eso los jóvenes, los licenciados, debéis estar en él. Necesitamos empezar a ver que en el Colegio estamos/estáis para dar. Me gustaría que algún día alguien me dijera “vengo a colegiarme para dar…..” Ese día será el día en que un click nos indicará que estamos en el camino, porque todos estaremos comprometidos en él. Comprometernos con el Colegio es el paso para tener un Colegio lleno de valor para todos. De hecho, el otro día cuando estuve su sede ya casi cuando estaba a punto de irme, el Colegio me preguntó: ¿y tú que me das? Y yo confieso, que lo estoy pensando.

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Significa en latín, CAMINO. Siempre he pensado que los nombres indican su destino, eligiendo un camino que transitar. Y si lo hacen los de los hombres lo hacen sus comunidades. Esos caminos con hitos y metas definidos quedan cuando esos hombres desaparecen y hablan de ellos a los que les sucederán. Caminos como las calzadas romanas que jalonan nuestra Europa, tiras de asfalto que representan la emergencia y preponderancia de la sociedad industrial. Miles de cableados que emergen como las autopistas de la información en este nuevo milenio. Lo cierto es que son los caminos los que definen y cuentan. Son memoria de los que los trazaron, recorrieron y crearon. Los caminos respondían a la necesidad de abrirse y comunicarse, a la necesidad de obtener energías, de trasportar bienes, de explorar nuevos territorios, de conocer, de conquistar, etc. El pasado sábado vi un reportaje realizado por Mayte Pascual sobre un proyecto llamado ITER. Hablaba de energía limpia, de FUSION en lugar de FISION como forma de obtención para el futuro.

Me pareció interesantísimo, pero sobre todo me pareció comunicacion y no basura. Creí ver una expresión de eso que Flusser llama “la comunicación”, y por ende discurso y dialogo, frente a la basura a la que los medios nos enfrentan cada dia.

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Vi en este proyecto, un proyecto capaz de aglutinar gente de diversas procedencias, vi ciencia integrada con praxis y solución de problemas cotidianos, vi compromiso con una idea, vi respeto por el entorno y sobre todo vi, UNA nueva forma de abordar las necesidades en este nuevo milenio. Mucho hablamos de la globalización, del agotamiento del planeta, del la relevancia cada vez mayor de la energía para nuestra civilización. Lo cierto es que hemos estado agostando el planeta para exprimir su energía por un camino que es la FISION y la destrucción y a más consumo y más civilización más destrucción. Y resulta que la FUSION es una forma de obtenerla, limpia, y constructiva. FUSION suena a alquimia, suena a tiempo, suena a bueno, suena a integrador, a respetuoso a solidario, a compromiso, a colectivo gracias a la unicidad de individuo que aporta y añade al común. Me gusto ese nombre y esa forma, me pareció armónico y holístico, me pareció un nuevo camino.

Un camino basado en el respeto a la diferencia, al respeto a nuestro entorno, a la inteligencia frente a la fuerza, a la reutilizaron y no el despilfarro, a la esperanza y el talento. Pensé que era un buen nombre ITER, y que es paradójico que un término latino nos conduzca a la solución en la era del ingles.

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Donde lo primigenio nombra el futuro. Donde el camino es la FUSION, máximo exponente de la unión.

Unión o fusión, en ello deberían pensar en Europa los políticos del mismo modo que los científicos. Solo desde la unión y la fusión es posible que nuestra civilización tenga un futuro. Y que ese, sea el camino que debamos transitar en los años que vengan. ITER suena al camino del futuro.

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Siempre me han gustado estas dos palabras. Y ambas comparten una silbaba PRO.

Estoy leyendo un libro que me tiene enganchada. Hace un año que lo compre y lo hice porque leí, no recuerdo donde que no convenía perdérselo. Me costo encontrarlo, de hecho tuve que encargarlo. Cuando llego me sorprendieron varias cosas. La primera las 1.252 paginas, la edición de una editorial argentina, llamada grito sagrado y finalmente que estaba impreso en China. La escritora es Ayn Rand y el libro "La rebelión de Atlas" y se publico por primera vez en 1957. Pues en este libro leí una frase que me voy a permitir reproducir: "Francisco, ¿Cual es la clase mas depravada de ser humano? , - el que no tiene propósitos" Y ahí es donde reapareció en mi mente la palabra, no he dejado de pensar en que hoy carecemos de propósitos y al carecer de ellos no damos el paso siguiente, comprometernos. Propósitos y compromisos imprescindibles para desarrollar proyectos. Proyectos de vida y de organizaciones. Una sociedad con proyectos es una sociedad con futuro. Porque una sociedad con proyectos es una sociedad de miles y millones de individuos con un propósito en su vida y comprometidos en avanzar hacia el.

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Una sociedad con proyectos y de individuos con propósitos es una sociedad de valientes, de personas responsables de sus destinos y de sus entornos. Son personas sin miedos y que luchan con ellos mismos para mejorar.

En este libro se refleja todo esto, una sociedad decadente de seres taimados y débiles y de otros fuertes y valientes. Y de mucho de lo que hoy vivimos y ya se veía en la mitad del siglo pasado. Entonces ya estaba creciendo lo que hoy nos abruma con raíces y troncos robustos. Vivimos tiempos de cambio pero cortar raíces y troncos como esos será doloroso. Necesitaremos más que nunca de hombres y mujeres con propósitos firmes, capaces de comprometerse en desarrollar proyectos que promuevan un futuro para generaciones futuras.

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Eso es lo que pienso de los incidentes de Inglaterra de estos días. La falta de principios y la mala educación en valores, la mala integración de las diferencias de raza, status o cultura. Todo es consecuencia de una profunda crisis que tiene sus ondas raíces en la crisis de un sistema producto de un capitalismo salvaje y un consumismo desmedido.

Es el fracaso de una forma de abordar la vida en todas sus manifestaciones, el fracaso de haber olvidado la esencia del hombre y sus valores. Y de fondo la crisis de un sistema económico que parece un castllo de naipes en franca descomposición. El otro día escuche que han prohibido jugar en bolsa sin dinero. Ese es la especulación que hace de imponer un orden egoísta que se aprovecha del caos. Pensé que como no se ha dicho antes, que como no se ha prohibido antes. Eso es jugar como se juega en el casino. Hemos perdido el oremus. Estamos usando la tecnología en un arma que permite hacer víctimas del juego especulador, del juego del consumismo y carecemos de un orden político que ponga frenos a todo ese horror. Un horror que se cobra víctimas. Víctimas de especulación, víctimas del desempleo, víctimas de la locura y la barbarie, víctimas de abuso, de drogas, de la basura que esta sociedad no es capaz de desechar.

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Y un día tras otro vemos como tomamos medidas en el corto cuando el mal ya se ha producido. Estamos ante un descontrol que genera incertidumbres. Donde muchos pierden y pocos ganan. Hemos perdido los principios y urge recuperarlos. Principios que están en la base del sentido común, de la moderación y la prudencia. Que se alejan de la sabiduría y la inteligencia. Recuperemos la esencia del hombre, su humanidad. Dejemos de crear víctimas de eso que es el mal de nuestros días: el consumismo.

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En la situación de crisis ECONÓMICA que vivimos actualmente y que ha convertido este agosto en un mes activo y lleno de titulares para medios de comunicacion tanto on como off line. Me parece interesante hacer una reflexión desde una postura a pie de suelo. Cuando resulta tan difícil de entender lo de la prima de riesgo, lo de los movimientos de las bolsas, los mensajes de todo el espectro político de nuestro pais y del mundo, me dio por pensar que no resulta tan difícil de entender lo que pasa y lo que están haciendo los que en sus manos tienen la responsabilidad de decidir que hacer en lo colectivo. Aunque soy de las que creen que la solución pasa por las pequeñas soluciones individuales me hizo reflexionar lo que hacen, esos que en teoría saben qué deben hacer. Ayer vendió nuevamente deuda pública España, no hacía un mes ya habíamos vendido miles de millones y parecía no ser suficiente. La Generalitat Catalana puso a la venta patrimonio por importe de 550 millones y la Valenciana dice un diario no ha podido vender 393. Parece lógico pensar que si no tenemos dinero lo sensato es buscarlo para pagar lo que se debe. Pero lo material, los bienes inmuebles o no, son limitados. Esas ventas si se producen nos dan oxigeno y con él conseguimos tiempo. Estamos comprando tiempo para hacer bien lo que hicimos mal. Pero lo cierto es que no escucho más que la preocupación por la venta y poco sobre las medidas que harán que podamos "volver a tener". 142

Pensé que es viejo este problema. Y que muchos tenemos muy cerca en nuestra historia casos similares. Esto no es un nuevo problema propio de este milenio. Recordé sin ir mas lejos, la historia de mi familia. Y me pareció una forma de ayudar a entender lo que pasa de forma muy básica y simple. Mi abuelo era muy rico, y lo era por su familia. Sus antepasados en el siglo XIX supongo que a base de trabajo fueron capaces de hacerse con un gran patrimonio. Cuando naces y te crías en la abundancia te parece que eso es el estado natural del hombre. Entonces tus antecesores te educan en esa abundancia como forma de hacer y ser. Ello implica que tú te dedicas a vivir bien, a gastar y cuando no tienes a vender. Trabajar no es el objetivo para el cual tus antecesores hicieron tanto esfuerzo. Y así sientes que te distingues del resto de mortales, tienes cosas que nunca otros tuvieron, disfrutas de comodidades y vives bien. Pero los bienes materiales si no los cultivas, como los inmateriales se acaban. Así que cuando todo lo que tienes sale y no entra, se acaba. Y cuando se acaba, pues necesitas vender otras cosas que tienes. Y eso es lo que se suele hacer. Esto te permite seguir haciendo y viviendo como lo hacías. La única preocupación que tienes es que te lo compren. Pero en esas situaciones siempre hay quien se encuentra en un mundo diferente y en ese mundo lo que se hace es trabajar y ahorrar para comprar y tener. Así que él que tiene para comprar puede esperar hacerlo en condiciones ventajosas. Y lo hace porque entiende que si él trabaja duramente y el otro se relaja y descansa, pues que pague. Así todo va fluyendo de forma normal mientras se tiene que vender.

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Pero ¿Qué pasa cuando no tienes nada que vender, cuando lo has ido vendiendo todo sin cambiar tu forma de hacer las cosas? Pues que llegas a eso que llama ruina. Y cuando estas en la ruina te deprimes, o te quejas. Y culpas al mundo de la injusticia y no tienes recursos morales para salir de ese marasmo. Y ese hacer al otro culpable, nos lleva a la violencia y las guerras que a nadie benefician.

Así que tus descendientes empiezan de cero, empiezan a tener que reducir o bajar su nivel de vida y a tener que trabajar y esforzarse. Y viven como en otro tiempo hicieron los siervos y deben olvidar "lo que fue" para ser conscientes de "lo que es". Eso es sencillamente lo que nos pasa hoy a muchos países europeos. Y no es nuevo en la historia. Lo triste es que lo repetimos una y otra vez. Yo me pregunto ¿Para qué estudiamos si no aprendemos?

Así que mientras tienes que vender, tienes la oportunidad de ganar tiempo. Pero es imprescindible que en ese tiempo afrontes la realidad y tomes medidas drásticas para cambiar el rumbo de tus actuaciones. No es fácil, no lo es. Nadie elige trabajar si puede descansar, nadie elige renunciar a comodidades. Por desgracia somos proclives a la ley del mínimo esfuerzo.

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Pero necesitamos cambiar esa forma de pensar, si queremos salir de esto. Necesitamos entender que trabajar y hacerlo bien, independientemente de todo, es una forma de realización personal. Qué ser capaces de conseguir retos es mejor que tener millones de euros en un banco. Y que si cambias no solo eres mas feliz, sino que probablemente ademas obtengas benéfico económico.

Así pues, lo que necesitamos cambiar con urgencia es nuestra escala de valores, nuestra forma de medir el éxito de las personas y sociedades. Y cada vez nos queda menos tiempo. La vida es implacable y seguirá su curso, no cambiara por mucho que chillemos, lloremos o nos quejemos. Eso solo nos hará mas débiles. Perderemos energía, nublara nuestros cerebros y seremos menos capaces de cambiar el rumbo.

Mientras tengamos algo que vender tendremos tiempo, pero ¿Cuanto tiempo nos queda? A mi me enseñaron que existían 7 pecados capitales. Y que siempre pagas un precio cuando lo cometes. Un precio que no tiene que ver con rezar, confesarse y demás pero sí tiene que ver con el resultado final que obtienes en tu satisfacción personal y eso que todos buscamos que se llama felicidad.

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Dicho de otro modo, el pago tiene que ver con como te sientes y secundariamente con como afecta eso a los que te rodean. Eso que muchos libros de autoayuda llaman la autoestima, la autorrealización, el autoconocimiento, y el resto de autos.

Porque cuando algo te domina, tú no controlas, te acaba haciendo infeliz y acaba haciendo infeliz a tu entorno. Un envidioso no es feliz como no lo es un iracundo, avaricioso, o el resto. Y además tiene consecuencias que van más allá.

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Dar desde lo individual, recibir desde lo colectivo Esta mañana tuve una entrevista con un director de una asociación y a lo largo de su presentación, tras explicarme los fines de la misma y tratar de incentivarme a unirme a ella, se extendió en todo lo que yo podría conseguir o mejor dicho mi pequeña empresa. Le escuchaba como había escuchado a muchos otros y otras en situaciones similares. Mientras el hablaba yo pensaba que en ocasiones yo me encontraba en esa misma situación, tratar de conseguir afiliaciones a las organizaciones a que pertenezco, pagando y aportando desde el trabajo voluntario. Pero entre su discurso y el mío había una gran diferencia. Una diferencia de principios muy profunda. Yo creo que en una organización sin ánimo de lucro uno está para dar desde lo individual. El estar exige de un compromiso primero pagando y luego trabajando y aportando lo mejor de uno. Este es un discurso que no me canso a trasmitir vaya donde vaya por una sencilla razón, solo trabajando por el bien del grupo en el corto plazo podrás recibir en lo individual en el largo. Lo cierto hasta hoy, es que la gente solemos acercarnos a estas organizaciones a recibir. Así la pregunta mas frecuente es ¿Qué me das o qué me aporta estar ahí? ¿De qué me puedo beneficiar? ¿Les suena? A mi si, y lo cierto es que cada vez más. En estos tiempos de escasez y dificultades todo el mundo recorta y ahorra de todo, dinero y esfuerzo. Si cuando éramos ricos solo queríamos recibir, yo me pregunto ¿Cómo será ahora? Ahora que recortan subvenciones y todo escasea. 148

Pues lo crean o no, todo esto será para bien. Es posible que ahora nos planteemos que eso de mirarnos tanto el ombligo no es bueno para nosotros, que dispersar y crear cientos de pequeñas organizaciones que dan cada una un mensaje lo único que hace es ruido. Es posible que ahora que hay que racionalizar por pura subsistencia, empecemos a pensar que si nuestros colectivos y comunidades no son cuidados y nutridos por sus integrantes, más pronto o más tarde desaparecerán y con ellos los individuos que las forman. Todo esto pensaba, cuando le interrumpí para decirle: “perdona si te molesta lo que te voy a decir. No me interesa lo que me puedes dar, en realidad esa razón no me acerca a tu organización. Yo estoy en los sitios que estoy, porque comparto unos principios y valores por los que hay que arremangarse y ponerse a trabajar. Y lo cierto, es que ya estoy en más sitios de los que la razón aconseja. De todos modos agradezco tu explicación, nunca se sabe en que momento puede surgir la ocasión de colaborar y quizá no este tan lejana. Puede que no sea como socia pero seguro que entre tu organización y en las que estoy, existen puntos de encuentro para definir objetivos comunes en los que cooperar”. Cuando hablo así siempre siento que me miran como si fuese una ingenua, iluminada o visionaria. Pero a mi me parece que eso que yo visualizo es posible. Al final, la conversación se hizo mas suelta y me confeso que él en el fondo compartía mi visión, es más que era la que pensaba, desde su experiencia en tejido asociativo, era la adecuada.

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Pero que en este país nuestro éramos tan individualistas que sin darnos cuenta olvidábamos con demasiada frecuencia lo importante que es, ese territorio común que es un bien superior, el del colectivo.

En un dia en que la prima de riesgo de nuestro país llego a los 400, en que el paro juvenil es del 40 por ciento, en que el desempleo sigue siendo la gangrena de la economía, y en un mes que esperemos no cierren y no abran aun mas empresas,... sigo pensando que todo nos ofrece una ocasión inmejorable de reflexión. Aunque estemos en agosto y sea el mes vacacional nacional, no solo le pido a Dios, quiero pedir a cada uno que lea este escrito, que piense que puede hacer por el bien común y una vez pensado pase a la acción. Que se comprometa y dé lo que tenga. Seguro que algo tiene que dar, talento, tiempo, dinero, fuerza, optimismo o manos. Este mes pensemos que los individuos tenemos en nuestras manos lo que será la década que estamos empezando. Porque como dice, en el inicio de un libro titulado: "la próxima década", George FRIEDMAN “en un siglo cuentan los acontecimientos; en un decenio las personas y sus decisions.

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Estoy casi segura que poca gente conoce a este animal propio de nuestro pais. Se trata de un mamífero carnívoro que era el terror de gallineros y palomares ya que se alimentaba de las crías de estos animales. Ha sido casi exterminado como muchos otros por la desaparición de sus hábitats y el hombre que defendía sus graneros o palomares de este astuto animal. Tampoco sabia, y siento mi ignorancia, que fue una organización que en el siglo XV nació en nuestro pais y que reflejo muy bien Cervantes en su famosa novela Rinconete y Cortadillo. Fue una hermandad del mal y muchos vieron en ella el origen de la camorra siciliana. Y todo esto ¿a que viene? pues que la historia y la biología nos enseñan cosas que son perfectamente aplicables al siglo que vivimos. Nuestros padres, esos abuelos que hoy celebran su día, son fuente de grandísima sabiduría. Desde que recuerdo mi madre ha sido proclive al uso de refranes para ilustrar lo que nos acontece. Yo de tantos que la he oído no me preguntaba por los orígenes de los mismos y solo los uso para ilustrar lo que el refranero popular dice con su experiencia de vida. En los últimos tiempos la vida me ha conducido a una situación de esas que a todos nos ocurren a lo largo de nuestra vida y que si bien son terribles en lo personal son demoledoras en lo colectivo. Me refiero a lo que pasa cuando con la buena intención y los buenos principios una organización deposita su confianza en alguien y mete en su interior una garduña. Pues lo que pasa es que los mas débiles salen lesionados y son víctimas del depredador de una forma cruel. 152

. Así que, recordé la frase mil veces escuchada: eso es como "meter la garduña en el palomar". Y le pregunte a mi madre ¿que es la garduña? A lo que me respondió, es un depredador de los huevos y los palominos que estan en los palomares. De los depredadores te proteges y aun así pueden hacerte daño. Pero cuando cometes el error de meterlo dentro, lo que pasa es que la sangre se derrama y algunas o muchas mueren. Le pregunte ¿ Como te defiendes de la garduña? Me dijo, hay que proteger con alambradas los palomares para que las palomas puedan entrar y salir del palomar pero que se le impida el paso a la garduña. Son listas y se comen las crías y los huevos no a los individuos adultos. Pensé que hoy existen muchas garduñas en infinidad de grupos que se dedican a atacar a los seres que identifican como sus víctimas. Son inteligentes y astutas en grado sumo lo que las hace ser letales y peligrosas. Mi reflexión de esta historia es que debemos empoderar a las personas para evitar que la garduña destruya lo que una comunidad, sea del tipo que sea, ha construido. Podemos poner alambradas pero eso solo hasta que el huevo o la cría sea paloma porque es la paloma la que puede defenderse. La mejor defensa es el grupo de palomas que a picotazo limpio expulsa a la garduña. Me parece que la naturaleza esta preparada para mantener el equilibrio y en ella solo sobrevive el fuerte, pero en nuestra sociedad debemos proteger al débil. Esa es la diferencia. Mi consejo, abramos bien los ojos y todos nuestros sentidos para percibir de forma clara cuando tenemos cerca una garduña.

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Dicen que esta de moda la responsabilidad social corporativa. Y a mi me da risa. Me da risa porque somos una sociedad y unos individuos grandilocuentes, que hemos perdido el norte y el sentido de la cordura. No es que me parezca una locura tener responsabilidad, sino que pienso que de lo que estamos rodeados es de irresponsabilidad.

Irresponsabilidad personal y colectiva. Y es la irresponsabilidad la que nos ha llevado a esa Gran Crisis que hoy nos rodea miremos por donde o hacia donde lo hagamos. Lo que realmente sufrimos es una crisis de responsabilidad causada por la falta de ella en muchos individuos y colectivos. Las hipotecas basura son irresponsabilidad, las deudas gigantes de los estados, los agujeros económicos de entidades que tenían una labor social y cuyos directivos han cobrado sumas inmensas por conducirlas a la ruina, magnates del periodismo que espían y extorsionan, países que siendo paupérrimos tienen ricos riquísimos, ciudadanos que despilfarran recursos sanitarios como si no costasen nada y fuesen eternos, estudiantes que no estudian siendo pagados parte de sus estudios por la sociedad, trabajadores que no rinden y solo saben quejarse, empresarios que no emprenden y que no crean empleo, ciudadanos que defraudan y fomentan la economia sumergida, maridos que matan mujeres, hijos que no respetan a sus padres, mayores abandonados a su suerte, ciudades sucias, parques destrozados, jovenes drogados, personas desesperadas que atentan contra la seguridad de sus vecinos,.....

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Cómo nos atrevemos a hablar de responsabilidad social con letras mayúsculas? Deberiamos plantearnos hablar de responsabilidad personal porque si tuviésemos algo de ella, probablemente no estaríamos donde estamos. Al fin, la responsabilidad de una colectividad, sea la que sea, es la suma de las responsabilidades personales de sus integrantes. Es la responsabilidad personal la que conferiría al colectivo la responsabilidad social. Porque no hay responsabilidad social sin la responsabilidad del que dirige, del que trabaja, del que sirve, del que consume, del que administra, de todos y cada uno de los que integran la comunidad. No quiero oír hablar de responsabilidad social en una sociedad egoísta, autista, sin capacidad de compromiso y sin generosidad para el de al lado. Una sociedad donde la cosecha son masacres masivas como la de Noruega, dramas como el de Somalia, fracasos como el Europeo que solo sabe ganar tiempo que es perderlo, sin darse cuenta que hay que ceder de lo propio para configurar el autentico bien comun que no es solo economico. Ruinas como la americana donde el coeficiente Gini es similar al de China, desigualdades sociales como las del tercer mundo y ahora del primero, personas infelices que son víctimas de la droga como AMY Winehouse,cajas de ahorros que han llegado a la quiebra siendo gestionadas por los políticos y gente que ha cobrado sumas millonarias y a las que no se reclama responsabilidad de ningun tipo y que se permitian hacer campañas de publicidad de RSC.

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Y yo atónita, me pregunto ¿En qué mundo vivimos? Pero si dijese lo que más me duele, es ver que cada uno de nosotros somos incapaces de mirar hacia nosotros mismos con autocrítica para descubrir qué podemos hacer. La primera de todas las responsabilidades es ser responsable como persona, como ciudadano, como trabajador, como miembro de un grupo. Eso tan difícil y tan sencillo, es la primera piedra de una gran calzada que puede llamarse responsabilidad social. Y hoy el camino esta lleno de barro. Barro que podemos enlosar cada uno con su piedra, hasta entre todas convertir el fango en solidez de camino para poder transitar.

Dicen que a nuestra Europa le falta liderazgo, yo lcomparto. Le falta eso que se ha venido en llamar, "liderazgo sin cargo". Ese que necesitamos cada uno de nosotros para conducir nuestras vidas. Nos falta responsabilidad sin más apellidos. Y la primera, la personal que es la que posibilita la tan difundida responsabilidad social, y que no es otra que hacer lo que debes. Y si esa primera responsabilidad individual hubiese sido cierta, los telediarios, los diarios o los noticiarios radiofónicos serian bien distintos. La solución a esta CRISIS es: la responsabilidad a grandes dosis.

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En los últimos dos años he enterrado a muchas personas que admiraba. Las admiraba por su carácter, su entereza, su compromiso con sus ideas, su emprendedurismo, su capacidad de lucha. Todos pasaban de los 60, todos formaban parte de una generación de hombres y mujeres hechos a si mismos. Ante la muerte siento algo paradójico, siento por él que nos deja una sensación de liberación y alegría, yo creo que les espera un destino mejor y en cambio una gran tristeza por los que se quedan, en general nos enfrenta a algo de lo que evitamos hablar y a lo que tememos.

Creo que la muerte nos ayuda a entender el sentido de la vida y de otro lado nos ayuda a ver la estupidez de nuestros comportamientos, ahonda en descubrirnos nuestro egoísmo, en hacer patente que nada nos llevamos y lo poco que somos. Es una gran lección de humildad. Lo cierto es que probablemente por la edad, voy despidiendo a gente valiosa y comprometida con sus semejantes, con la sociedad e incluso con ellas y ellos y mismos. Gente que ha sido la gran artífice de los avances que muchos hoy disfrutamos y en una gran parte de historias de superación personal y social.

Grandes hombres y mujeres fruto de una época de escasez, en que de lo poco hicieron mucho. De una filosofía del deber y la responsabilidad. Sólo tuvieron un fallo: Querernos salvar a los demás de algo de lo que nadie debe salvarnos, el esfuerzo y el sufrimiento. Ambos te hacen mejorar. 159

Hoy en este tiempo, esa gente es mรกs necesaria que nunca y por eso necesitamos recuperar los valores que les ayudaron a ser lo que fueron: Capacidad de compromiso, generosidad, entrega, humildad, esfuerzo o disciplina son algunos de ellos.

Necesitamos entender que libertad se conjuga con responsabilidad. Responsabilidad personal y consecuentemente social. Necesitamos mรกs que nunca en nuestra vida COGER el testigo. Necesitamos comprometernos sin otra razรณn, porque sin dar de nosotros lo mejor de nostros mismos con grandeza y altruismo, ni serรก bueno para nosotros, ni para los que nos rodean ni para los que nos sucederรกn.

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Puede ser que sea una nueva forma de afrontar los retos de la vida. Creo que la educación y cultura que hemos aprendido trata siempre de elegir o eliminar entre alternativas. Es posible que ahora sea el tiempo de unir de conjugar de convivir, de aceptar en buena convivencia diferentes opciones o puntos de vista. No lo digo yo, muchos gurus hablan de manejar escenarios variados que pueden ayudarnos a actuar de forma acertada. Existen siempre varias opciones y pueden ser validas todas en diferentes momentos. Muchas voces hablan de la totalidad y explican las desventajas de la dualidad. De femenino o masculino, de Oriente u Occidente, de bueno o malo, de frío o caliente, de ......

Estamos inaugurando un cambio de época, y el reto es mas que nunca la necesidad de integrar, de cooperar, de compartir de pasar de un modelo disyuntivo a otro copulativo. De Oriente y Occidente, de izquierdas y derechas, de hombres y mujeres, de mayores y pequeños, de árabes y judíos, de pobres y ricos, de empresarios y trabajadores, de intelectuales y artesanos, de campo e industria, de tangible e intangible, de emoción y razón, de .... De poner cada uno de si lo mejor que tiene con generosidad, porque solo desde la diversidad y su integración nacerá una sociedad mas justa y unas personas mas felices y satisfechas. .

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Necesitamos mas que nunca cambiar nuestra forma de ver la vida para poder abordaría con nuevos modos. Modos mas humanos y responsables, modos mas sostenibles y solidarios, modos mas inteligentes y emocionales. Necesitamos comprometernos con otra forma de vivir, de sentir, de proyectar y necesitamos hacerlo ya. Por el bien común y por el bien propio. Porque no hay bien propio sostenible sin bien común. No es necesario ni o lo uno o lo otro. Quizás hoy puede ser lo uno y lo otro. Eso que yo he querido llamar de disyuntivo a copulativo.

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Eso he pensado esta tarde viendo el telediario cuando he escuchado que ha sido China la potencia que ha conseguido desvelar la identidad de la Escherichia coli que ha traído de cabeza a Europa con una crisis alimentaria que han tardado en identificar y que han gestionado de forma terrible para los sectores agrarios españoles. Me sorprenden ciertos hechos de esta crisis que se ha cobrado la vida de 30 personas del mundo occidental. El primero de ellos es que el brote haya sido finalmente localizado en una granja de cultivo biológico de la propia Alemania. Segundo que la agricultura fuese biológica y no transgénica. Tercero que fuese la soja, ese alimento tan venerado por los vegetarianos. Y para terminarlo de arreglar, que toda la investigación occidental haya sido incapaz de identificar la bacteria que ha originado todo esto. Ha sido China que ha dedicado científicos día y noche, en sus propias palabras, para poder encontrar la solución y dar así la explicación. Ello nos ha permitido saber a muchos occidentales prepotentes y soberbios, que hemos mirado con aires de superioridad a los chinos por su silencio laborioso, que ellos además de hacer casi cualquier cosa a bajísimo coste son también la primera potencia en investigación, en este caso bacteriológica. Que a parte de buenos, son muchos y que así a la chita callando, se hacen líderes también en la investigación. Por no reflejar que están comprando parte de Latinoamérica, o África y como no, de nuestro propio país. Y yo me pregunto ¿A qué demonios nos estamos dedicando en Occidente?

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En ese mismo telediario se hablaba de los rescates de países europeos, de la bajada continuada de la bolsa americana, de la situación de nuestro país que si no hace los deberes " lo pasará muy mal", según Almunia y según el portavoz del partido de nuestro gobierno: “ ahora que estamos empezando a salir de la crisis…”. Cada vez que escucho esto me indigno y siento una vez mas, que nos manejan personas que no son capaces de afrontar la realidad, que dice con hechos, que se sigue destruyendo empleo en personas de más de 40 y que los de menos de 25 no tienen expectativa de encontrarlo. Es como de risa, porque llorar no nos conduce mas que a hundirnos en la desesperanza. ¿No podría plantearse que algo debemos de cambiar para que la educación sea una capacitación de las personas en lugar de para aparcarlas en colegios o universidades? Cada vez nos queda menos tiempo y no estamos sabiendo aprovechar el que tenemos, porque estamos cerrando los ojos a lo que es real, que nos queda cada vez menos, no solo tiempo sino recursos tanto humanos como económicos. Hoy, siento decirlo, no nos podemos permitir lujos que en otro tiempo teníamos. Tanta clase que vive sin aportar valor ni soluciones. Castas como la de los sindicatos, los funcionarios o los políticos que viven en unas condiciones que poco o nada tienen que ver con la del resto de mortales. Esos mortales que, con nuestro trabajo y con nuestros impuestos, les hemos estado manteniendo. Cada vez nos queda menos y seguimos sin hacer nada que sirva para algo. 166

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Hoy he visto una película titulada "un cuento chino", es una buena película cargada de momentos de un fino humor, bordado por un profesional como Ricardo Darin. Una historia para hacernos pensar sobre la forma que elegimos para interpretar los hechos que nos ocurren en la vida. Una excusa para mostrar comportamientos humanos diversos ante una misma circunstancia. Un relato con final feliz sostenible, ya que el final es el inicio de una nueva forma de ver y hacer, fruto de una trasformacion interna en la persona que la protagoniza. Una persona para muchos poco aspiracional, por su edad y status social. Me gusto especialmente la realidad y la cotidianidad de cada escena, de cada situación, del universo de relaciones, de sentimientos, de personajes, de culturas,... Si tuviese que quedarme con un icono que explicara el sentido ultimo de la pelicula creo que seria la escena en que sus dos protagonistas conversan gracias un interprete, el chico que les trae comida de un restaurante chino, Ya que uno es argentino y solo habla español y otro es chino y solo habla su idioma. Hasta ese momento toda su comunicacion ha sido no verbal ya que la barrera del idioma se lo impide. Aun así esa misma barrera quizás es lo que les permite darse cuenta de que no deben presuponer el contenido de los mensajes. El interprete les obliga de algún modo a resumir en pocas preguntas sus dudas acumuladas tras días de convivencia y observación de comportamientos. Y les obliga a resumir sus ideas y su particular forma de ver la vida. 168

Uno explica las razones que le han hecho vivir de una determinada manera y lo mismo hace el otro. La diferencia entre ambos es el sentido que le dan a lo que les sucede basado en como interpretan lo que les pasa.

Para uno de ellos la vida esta llena de historias sin sentido, para el otro todo lo que le pasa malo o bueno tiene un sentido. Uno esta lleno de melancolía y resignación que esconde tras una rutina ritual. Otro esta lleno de esperanza y compromiso con la vida y lo manifiesta en un agradecimiento a todo lo que le pasa. Al final, un final feliz, uno hace que el otro rompa una situación que le esclaviza al pasado, que emprenda un camino hacia la esperanza que hace que el hombre o la mujer llenen sus corazones de alegría y agradecimiento a la vida. Eso que pasa cuando todo lo que sucede goza de sentido en tu vida porque son como señales que te ayudan a ver el rumbo que has de seguir o el camino que has de tomar. Y ademas hacerlo con la ilusión necesaria para que llene de felicidad tu vida y las de los que te rodean. Un cuento chino, lleno de sentido.

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En estos últimos días he escuchado a muchas personas decir que eso de las acampadas era una cosa que desapareceria entre los dedos como la arena de playa. Otros decían que eran jóvenes que, tal como se hizo en el 68, querían expresar a través de asambleas opiniones y descontento. A mi me parece que es algo mas que una pataleta, creo que es como una señal de que no estamos sabiendo tomar un rumbo adecuado. Por contra, creo que moverse, compartir y tener inquietud transformadora es bueno. Creo que muchos de los que están en esas acampadas empiezan a creer en algo tras mucho tiempo de conformismo victimista, empiezan a creer en ellos mismos y en sus capacidades para hacer algo, empiezan a sentir la importancia de cooperar, de comprometerse, de contribuir, de cambiar. Deseo que todo esto evolucione hacia la mejora personal que conduce sin duda a la mejora social. Y sobre cualquier otra cosa que sea en paz. Me ha puesto los pelos de punta lo que ha pasado en plaza Cataluña. Pero si hay que quedarse con algo positivo, me quedo con que han vuelto a remover las conciencias, han hecho recordar a muchos que el 15 M no va a morir.

Porque sencillamente no es lo que parece. Es mucho mas profundo, tanto que muchos no llegan a percibirlo. Eso si saben que les asusta.

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Han hecho que muchos no tan jóvenes se hayan destapado.

Si algo es eso es la lucha entre un statuquo y el progreso. El progreso por fin se esta viendo no es patrimonio de dualidades trasnochadas. Y no solo lo creo yo. Gente valiosa lo expresa públicamente. Como Punset. Responsable es lo antónimo a culpable. Como líder es lo antónimo a víctima.

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Dos estigmas de esta sociedad que muchos tenemos muy cerca. Dos enfermedades que pueden ser las primeras causas de muerte no traumática entre adolescentes.

Esta semana he asistido a un foro medico multidisciplinar sobre los trastornos de la alimentación, en concreto se hablaba de Anorexia y Bulimia nerviosa. Son dos enfermedades de nuestro tiempo, definidas como DRAMAS por algunos de los profesionales presentes, por el impacto que supone en un grupo tan sensible como son nuestros adolescentes y en concreto: Nuestras adolescentes. Y por lo que afectan a sus entornos familiares. Impactos, en muchos casos superiores a enfermedades como la esquizofrenia o la psicosis. Es terrible cuando pienso que nuestros mas jóvenes unos sufren de obesidad y el riesgo para la salud consiguiente y otros de estas terribles enfermedades mentales como es conveniente, según los especialistas, nos acostumbremos a denominarías. Se han dicho cosas tan importantes como que todos somos responsables de lo que esta sucediendo, entre otras cosas porque la cultura que construimos entre todos es la causante de muchos de estos problemas como factores desencadenantes o como factores mantenedores. Se ha hablado del ESTIGMA que supone en muchos casos padecer esta enfermedad o tener en tu familia una persona que la padezca. Se ha explicado el rechazo que crean incluso entre los profesionales, que llegan a identificar a las enfermas como responsables de su enfermedad o que conducen al cuestionamiento de la familia como causa generadora de la enfermedad.

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Cuando una sociedad tiene una parte de responsabilidad en desencadenar ciertas patologías, cada uno de nosotros debe reflexionar que podemos hacer o que podemos cambiar para que esto mejore. Recomendaciones muy básicas a tener en cuenta. Un desorden alimentario es una enfermedad mental. Una enfermedad mental no es un estigma ya que muchas veces tiene un componente biológico que no depende de la voluntad de uno. Y luego existen unos desencadenantes ambientales o culturales de los que todos somos responsables. Algo que podemos hacer todos, es muy importante, reconocer la importancia de pedir ayuda a los profesionales. Podemos poner de relevancia que muchos problemas se evitan con cosas muy simples como: enseñando a nuestros jóvenes a pensar, a utilizar el razonamiento lógico, capacitarlos para afrontar las dificultades, sensibilizarlos para aceptarase tal como son, hacerlos comprender la importancia de trabajar o estudiar no para triunfar sino para mejorar sus habilidades. Darles amor y hacerlos sentir seguros, a través de dotarlos de un sentimiento de seguridad.

Detrás de todos estos trastornos están el miedo, la inseguridad y la falta de respeto a si mismo, una baja autoestima, una mala educación, ....

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Debería una sociedad preguntarse de forma autocrítica ¿Que hemos hecho tan mal para recoger estos frutos? ¿Por que estigmatizamos a los enfermos que entre todos hemos creado? En el fondo, porque somos una sociedad miedosa y muy infantil. Somos una sociedad anorexica o bulimica. Somos justo eso que estigmatizamos. Creo que seguimos siendo, con todos los avances, tan ignorantes y primitivos como cuando poníamos letras escarlatas o quemábamos brujas en las hogueras. Hoy estigmatizamos a nuestra adolescentes. ¿Que vas a hacer tu para cambiar esto? Yo se lo que voy a hacer yo, difundir este escrito entre toda la gente que pueda.

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Los dos valores necesarios para forjar identidades fuertes y diferenciales que resultando incompatibles o paradójicas aportan las claves para afrontar los nuevos retos. Experiencia como eso que es consecuencia del esfuerzo y del conocimiento acumulado. Experiencia con carácter multidisciplinar e innovador. Esa experiencia que no es cuestión de años sino de una forma de abordar los años en un proceso de aprendizaje sin fin. Con una forma de pensar rebelde, inconformista y moduladora de la realidad basada en el inconformismo y el conocimiento. Hambre de conocimiento. Esa experiencia enriquecedora que es capaz de aportar desde la humildad y la generosidad que da la dimensión temporal de los acontecimientos. Una experiencia que a modo de lentes rigurosas nos ayuda a aprender de los errores cometidos en el devenir de la vida. Experiencia que nos permite, desde ese territorio, afrontar situaciones inciertas pero que requieren de la serenidad de los años para definir estrategias flexibles que permitan adaptarse a los cambios que sin cesar suceden en nuestras vidas. Vidas personales o profesionales. Vidas de individuos o colectividades. Pero para todo ello necesitamos además de la necesidad de saber quiénes somos. Porque sin saber quiénes somos mal sabremos que podemos y que queremos.

Necesitamos con urgencia identificar quiénes somos y cuáles son nuestros valores diferenciales. Esos valores que nos hacen únicos e irrepetibles ya que son valores basados en nuestras competencias y habilidades. En nuestros talentos.

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Y para ello es también necesario contar con la experiencia de nuestras vidas y la ayuda de observadores externos que desde una mirada más objetiva nos aporten eso que es nuestra ventaja competitiva más solida y sobre la cual hemos de construir el resto.

Identidades, o identidad son la base que sustenta una estrategia que nos guie. Porque solo desde ese cimiento es posible desarrollar estrategias de éxito. Porque la estrategia que es cada vez más indispensable para la subsistencia de cualquier organización es la base sobre la que se asienta la anticipación. Y la anticipación da la mano a la innovación y a la creación. Y porque la estrategia nace para lidiar con la incertidumbre y hoy más que nunca necesitamos gestionar esa incertidumbre. Así aún pareciendo conceptos antagónicos, anticipación refiere a futuro y experiencia a pasado, es en el hoy donde ambos se dan la mano. Se dan cita en un presente incierto que requiere para su manejo de grandes dosis de solidez y trasparencia. De formación y de rigor. Porque todo esto está en la base de la creación del bien más preciado en nuestros días: la confianza, la capacidad, la competencia y el compromiso.

Sin todo ello nos resultara difícil triunfar en tiempos turbulentos, inciertos y muy apasionantes. Ya que nos brindan una gran oportunidad. La de sentirnos protagonistas activos de lo que vendrá.

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He dedicado más de 25 años a una disciplina cuyo nombre empieza con una letra, la “C”, que para mi tiene una gran significación. Una gran significación no porque sea la inicial de mi nombre sino porque es la inicial de palabras por las que siento una gran filia. Esas palabras podría enumerarlas hasta llenar hojas de este prólogo. Pero no lo terminaré sin hacer referencia a alguna de ellas: compromiso, confianza, coraje, comunidad, corazón, calor, caridad, cooperación, colaboración, conocimiento, compartir, consensuar, conjugar, comprender, conquistar, consistencia, coherencia, constancia, construir, ciudadanía, cuidar, conservar, creer, crear, crecer, concebir, cultivar, cultura, capacidad, competencia, cariño, conexión, convergencia, camaradería, consultar, cerebro, calma, conversación, coordinación, color, clave, concierto, común, célula, conceptos, consideración.

Se ha dicho y escrito mucho en el poder de las ideas y de las palabras. Las palabras son mágicas ya que son marcos que nos refieren a valores a guías mentales. Existen palabras mágicas ya que con ellas hacemos y creamos realidades primero en nuestras mentes y luego con nuestros actos. Pero el gran poder por encima de cualquier otro radica en su capacidad de comunicar. Las palabras como vehículo de expresión y de relación entre las personas. Las palabras como aquello que posibilita que podamos ejercer lo que nos diferencia como humanos, la capacidad de verbalizar.

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Hasta las Religiones han reconocido la relevancia de la palabra y en la mía, la cristiana no puedo olvidar que cuando se define a Cristo se hace diciendo “La palabra se hizo carne y hábito entre nosotros”. Así pues no seré la única que entiende la relevancia de la comunicación para el desarrollo de mejores personas u organizaciones.

He leído y subrayado muchos libros y uno de ellos “Los 4 acuerdos” ofrece los 4 acuerdos para ser más feliz, uno de ellos nunca lo olvido quizá por estar especialmente relacionado con mi profesión y mi carácter “se cuidadoso con las palabras”. Así pues, si la palabra es poderosa como vehículo de comunicar que no será el hecho de comunicar. Dicho de otro modo, la comunicación emerge como CLAVE para la consecución satisfactoria y plena de la misión de personas y organizaciones.

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Esta tarde escuchaba en la radio que un español, parado había conseguido ser premiado por la BBC por un corto de 2 minutos. En esa corta pieza, con una sencilla imagen y unas sobreimpresiones ha hecho llegar su mensaje a cientos de miles de personas.

No voy a entrar en calificar el mensaje. Seguia escuchando que su video en pocas horas había sido por más personas que los discursos de ZP o Rajoy. Y seguro que este señor no ha gastado mucho dinero de los españoles para hacer llegar su mensaje a cientos de miles de personas. Me preguntaba la razón de ese éxito en la difusión de su pieza. Al lfinal llegue a la conclusión que es por su atrevimiento. Ha dicho a su manera lo que piensa. Mucha gente se siente más cerca de lo que piensa ese hombre. Mucha gente admira su valentia o ingenuidad que le ha conducido a eliminar los frenos. A él te ayudo la tecnología pero sobre todo su arrojo. Felicidades por el premio y sobre todo por demostrar que todo es posible si lo creemos. En una sociedad en crisis, un fracasado para muchos, una victima de un sistema incapaz y uno de los más de 4 millones de personas anonimas de este país, que es España, ha demostrado que conecta mejor que otros que están OUT demasiado tiempo. Un perdedor ha ganado.

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Hace meses escribí un artículo que titulaba “el valor no tiene precio”. Y entre otras muchas cosas, hablaba del valor que en estos tiempos tienen determinados valores intangibles. Y me gustaría rescatar como introducción algunos párrafos del mismo:

“..son las ideas, la innovación, el pensamiento, la estrategia, la comunicación, etc. Eso que es difícilmente copiable y que cuanto más inviertes en él, más y más creces. Porque inviertes en competencia.” “En este momento, es momento de dedicar tiempo a pensar antes de actuar, de buscar talento y ponerlo en valor. De respetarlo, de potenciarlo, de pagarlo.” “Es momento de descubrir el valor de lo intangible. De eso que hace que las empresas crezcan, las marcas tengan y mantengan reputación, de que todos tengamos futuro. Porque invertir en talento y en intangibles es hoy, la única salida a esta crisis.” Poner en valor algo que según mi modesta opinión hemos tenido poco valorado. Y me atrevo a decir esto, porque ¿Cómo se sabe lo mucho o poco que valoras algo? Pues por el precio que estás dispuesto a pagar por ello.” Y es aquí, donde voy a empezar mi reflexión hoy.

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A lo largo de mi experiencia profesional y especialmente como consultora siempre he tenido un problema: ¿Cuál es el precio de mi trabajo?. Pero últimamente, esto se ve agudizado por el hecho de que cada vez son más las pequeñas empresas o grupos de emprendedores, que se acercan a nosotros para solicitar ayuda. No tienen recursos económicos y sí grandes proyectos e ideas que necesitan armar y comunicar. Para ello necesitan profesionales o entidades que como nosotros vivimos de ello. El dilema al final lo he resuelto, o bien si creía en el proyecto haciéndolo sin cobrar o pactando que ya cobraré cuando nos puedan pagar. Lo hago como parte de mi compromiso con esta profesión y con el entorno, podríamos llamarlo una forma de Responsabilidad Social. Creo que tanta institución dando ayudas debería reflexionar si apoyar este tipo de iniciativas y hacerlas accesibles, no sería una buena forma de construir riqueza sostenible y generadora de una sociedad del conocimiento competente y madura. Yo personalmente mientras, mientras, he decidido que voy a hacer como Robin Hood, cobrar poco a los pobres y mucho a los ricos. O dicho de otra forma cobrare en función del retorno que signifique el uso de nuestras ideas. Al final ya se cuál es precio que cobrare por el valor que aporto y es un precio que como tantas cosas en los tiempos que vivimos es personalizable. 187

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Ayer alguien me preguntaba, tú que andas por la calle y hablas con muchas gente diversa ¿qué piensa la calle de todo lo que está pasando?. En un primer momento di mi opinión de lo que alguna gente algo metida en la pomada piensa sobre lo que nos abruma desde los medios de comunicación, pero inmediatamente volví a pisar tierra firme y conteste. “la calle está harta, la gente normal y corriente empieza a decir que en las próximas elecciones votara en blanco y que, qué tipo de gente es la clase política que nos gobierna, sea del partido que sea.”

Hoy a la gente lo que le preocupa, y lo dice la última encuesta del CIS de septiembre 09, es tener un trabajo. Para los que no lo sepan, un 76,4 % de españoles está preocupado por el paro, por encima del terrorismo o la gripe A. Y después del paro, la tercera causa de preocupación es la inmigración, ojo! que todos creo que sabemos lo que eso indica. Y yo, me pregunto ¿para qué hacen encuestas?. La gente normal, piensa que no necesita más justificaciones ni más mentiras o medias verdades. Necesita soluciones. Y ante esa necesidad de soluciones, lo único que encuentra son acusaciones entre políticos, más destinadas a consolidar sus puestos de trabajo que son remunerados con el dinero de todos los españoles que estamos preocupados por mantener el nuestro. Porque sencillamente están ocupándose de sacar los trapos sucios que todos tienen, para ver si se mantienen o mejoran en su puesto. El espectáculo que esta dando la clase política hoy, es inadmisible.

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En momentos como estos donde es urgente e importante dar y abrir vías para apoyar a las empresas, crear puestos de trabajo y liderar un cambio que nos permita mantener el estado del bienestar. Pero en vez de eso, se dedican a “perder el tiempo” que no tenemos. Señores y señoras, por si no se han dado cuenta estamos ante una cuenta atrás. Y cada día nos queda un día menos para empezar a poner soluciones para afrontar esta crisis, que todos sufren pero la sufre especialmente España. Necesitamos una clase política capaz de liderar la salida a la crisis con responsabilidad y compromiso. Y en esa cuenta atrás lo que vemos, leemos y escuchamos la gente de a pie es: que nuestro Presidente se va a tapar agujeros de países que muchos no saben ni ubicar en el mapa, cuando aquí tenemos un problemón. Una oposición que está preocupada en luchas de poder interno. Una señora que cuando nos avisan de que nos queda cada vez menos tiempo para la cuenta atrás y que vamos a tener que revisar las pensiones y el gasto en sanidad, se permite ignorarlo y justificarse en lugar de arreglarlo o un señor que más parece el niño de colegio que se queja de lo mal que le trata su amiguito, su profe o sus compañeros, haciendo pucheros. Señores y señoras estamos en “la cuenta atrás”. Empiecen a ponerse las pilas porque si no apoyamos a las PYMES, con medidas concretas y reales, si no generamos empleo, si no devolvemos la confianza a la gente siendo claros y pidiendo la colaboración de todos y dejamos de mirar nuestros ombligos y poltronas, en breve encontraremos que no tenemos ni poltronas, ni empleo. Desde la humildad, el respeto y la buena voluntad, tienen que ponerse las pilas y bajar a la realidad porque sencillamente estamos en una cuenta atrás. La cuenta atrás de nuestro estado del bienestar. De verdad espero que esta historia no acabe como Ágora de Amenabar. 190

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Hemos empezado un año que, para los que no lo sepan, es “el año del poder ciudadano”. Un año difícil pues está lleno de retos para todos y cada uno de nosotros, sea cual sea la actividad a la que nos dediquemos. Uno de esos retos es ver cómo entre todos somos capaces de aportar valor en las pequeños cosas que cada día afrontamos. Esos pequeños incidentes que son eso que un gran empresario valenciano, recientemente premiado con el premio Príncipe Felipe por sus buenas prácticas, llama “el trabajo rutinario” y en el que radica la clave del éxito. Ese trabajo, que es la base de la riqueza de la sociedad que todos vivimos y que cuando lo hacemos bien, significa un gran avance para nosotros como satisfacción personal y para la colectividad en la que estamos. Un año en el que ya muchas voces hablan de que es el año de la cooperación a todos los niveles. Cooperación en lo próximo, entre familias, amigos, empresas, colectivos, partidos, gobiernos, etc. Y otra cooperación externa que tiene que ver con ayudar a otros que necesitan lo básico. En esa línea quiero hablar de Haití, un país pobre al que los españoles debemos sentirnos especialmente próximos por la historia. Un país pobre que carece de lo más básico y que por ello ha sufrido especialmente los efectos de una catástrofe natural. Me he negado a ver de forma pasiva las imágenes de ella. He querido dejar de ser persona que desde su sillón observa la desgracia ajena pensando que eso no va conmigo. He sentido el dolor por un lado y la esperanza por otro. En esos primeros momentos me alegro descubrir que una ONG con la que colaboro fue de las primeras en acudir. Son Bomberos sin fronteras y son una fuerza de choque en este tipo de catástrofes.

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No es muy conocida pero presta una gran labor en esos momentos de caos y primera intervención necesaria para salvar vidas. Y pensé que gracias a organizaciones como estas podemos colaborar todos en la medida de nuestras posibilidades para ayudar. Porque muchos pocos hacen un gran mucho que a veces es critico en estos momentos y circunstancias. Es un buen signo que dice que tú y yo podemos colaborar como agentes activos. Y al igual que en eso en nuestro día a día, estamos rodeados de gentes que necesitan cosas muy básicas y debemos implicarnos con lo que podamos dar sea material, o inmaterial. Hemos de acostumbrarnos a que dar es la base que nos va a permitir salir de las dificultades y tener un futuro mejor para todos. En este año del poder ciudadano nuestro propósito debería ser hacernos más conscientes del poder que tenemos cada uno de nosotros sobre nuestros destinos y el de nuestro entorno. En este año que el catedrático Niño Becerra ha definido en su libro como “el año del crash”, debemos de hacernos conscientes que es el año en que debemos cambiar el chip de nuestras mentes, por el del compromiso personal con la vida que nos toca vivir. El año del propósito de dar lo mejor de nosotros para entre todos llegar a conseguir un mundo mejor. El año del inicio del poder de la persona y su dignidad. El año en que además del apagón analógico será el del apagón mental en el dejemos de pensar que otros son los que deben hacer algo por nosotros. El año en que podemos hacer algo por nosotros mismos y por los demás. Porque “tú puedes” empezar a ser el protagonista de la vida que quieres vivir.

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El proyecto, sin él no existe creación, sin él no existe satisfacción, sin él no existe motivación profunda.

Pero, ¿Cómo sería yo capaz de definir el proyecto?. Supongo que lo haría diciendo que es aquello que responde a las preguntas que inevitablemente nos hacemos los humanos, una y mil veces a lo largo de la vida: ¿Quién soy? ¿de donde vengo? ¿A dónde voy? ¿Para que estoy? Y ¿Cuánto tiempo me queda?

Cuando tienes un proyecto vital eres capaz de sentirte protagonista de tu vida. Y los rasgos y valores que te definen son más claros y sobre todo empiezan a cobrar una razón de por que existen o son. Un proyecto es algo más que una misión, que una causa, que un objetivo. Un proyecto es algo que posibilita la creación de algo, que te hace trascender de lo material para llegar a un nivel de conciencia superior que si queremos llamaremos espiritual.

Un proyecto es eso que te hace diferente, que diferencia un animal de un hombre. Es en palabras de J.A. Marina, una obra de la inteligencia creadora. Es algo que desde su nacimiento y en su desarrollo es capaz de llenar y satisfacer, promoviendo la felicidad del individuo que busca algo más que su propio bienestar.

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Un proyecto es y cuenta con el poder transformador o alqu铆mico que convierte los deberes en placeres, las dificultades en retos movilizadotes, y que hace de una persona normal o mediocre en un monstruo movilizador y trasformador del entorno pr贸ximo, capaz de conseguir lo que de otro modo suene imposible. Un proyecto es aquello que esos que llamamos grandes hombres, han sabido crear. Dicho de otro modo es aquello que se necesita para el ejercicio de eso que llamamos liderazgo

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Disciplina, una palabra que durante los últimos años ha sido demonizada. Disciplina, algo que permite a una persona conseguir hitos o superar handicaps. Disciplina es la clave para superar la barrera entre lo bueno y lo excelente. Disciplina, que hace libre al que la practica pues le capacita. Disciplina, que a los de mi generación nos inculcaron y que permitió que los hijos tuviesen mejor presente que el que tuvieron sus padres.

Disciplina, que hace posible recuperar cuerpos y mentes o renovarlos. Disciplina, que posibilita la superación y la generación de resilencia. Esa querida disciplina, que hace que de un acto pases a un hábito. Una buena receta para mejorar la salud física y mental.

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Hoy he querido hacerle un homenaje, pues disciplina es la que ha hecho posible en mi persona algo que ni yo misma hubiese sido capaz de imaginar. Y me gustaría compartirlo por si a alguien le puede servir. Tengo 51 años y en ellos nunca me gustó ningún ejercicio físico, siempre tenía algo mejor que hacer. Y lo cierto, es que nunca tuve una capacidad especial o eso creía. Hace 6 meses con unos dolores de los que solo se libraban mis pestañas, mi osteópata y mi reumatólogo me lanzaron un ultimátum: “Los dolores son porque careces de masa muscular y la que tienes esta como un manojo de paja seca”. Tan desesperada estaba que con férrea disciplina inicié mi Pilates 2 veces por semana. Ante mi sorpresa he ido descubriendo que era capaz de hacer cosas con mi cuerpo inimaginables y que mis dolores se iban rebajando. De una sesión semanal con el osteópata, he pasado a una al mes. Y según sus palabras, mis músculos habían respondido de forma increíble a esa práctica física. Según él, dos eran los responsables: mi genética y mi disciplina. Una de ellas no es mérito mío pero sí el otro. Hoy me han subido a una báscula diabólica que mide tu porcentaje de agua, grasa y masa muscular. Al final, unas gráficas mostraban la comparación. Y ante ello me he sentido orgullosa. 

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Me he sentido esperanzada, ya no solo es plástico el cerebro si lo trabajas y cuidas, tu cuerpo también lo es, y casi todo es posible si te lo propones.

Así que hoy he dicho al salir de la clase de Pilates, ¡Querida disciplina!

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Este mes de septiembre muchos niños empiezan su curso escolar y no hay nada mas paradigmático del futuro que los niños y niñas de un pais. Pero no solo comienzan el curso los mas pequeños también lo hacen muchos adultos, entre ellos de forma especial los que se ocupan de la docencia: los profesores y los padres. Este binomio son los responsables del sistema formativo de la persona. Y los que somos docentes profesores también nos formamos para hacer bien dicha misión. Por ello algunas instituciones al inicio del curso reúnen a sus claustros en jornadas formativas. Y de la que asistí ayer, me quede con una frase muy paradogica: EL PRESENTE ES HIJO DEL FUTURO. Al terminar la sesion formativa todos y todas entendimos que lo que visualizamos es lo que condiciona lo que hacemos. Por ello el presente es el hijo del futuro. En esa misma jornada también se hablo de la importancia que tiene la formación de las persona en valores éticos consistentes. Y es ahí donde mi propuesta es Regresar al pasado.

Un pasado donde la disciplina, la exigencia, el respeto, la austeridad, la generosidad, o la responsabilidad eran pilares para crear personas competentes con espíritu de superación y capacidad de provocación inteligente. Esos valores con los que los que hoy tenemos 50 fuimos educados.

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Los tiempos que vivimos y hacia donde nos dirigimos quizá se parezcan mas a los tiempos de estrecheces económicas de nuestros padres. Aquellos tiempos donde valorábamos las cosas, donde reciclábamos y heredábamos ropa y libros. Donde un helado era un festín y donde la creatividad era fuente de juegos compartidos con la familia, donde padres e hijos hacíamos deberes. Donde el hermano mayor enseñaba a los menores. Donde la responsabilidad de tus actos te hacia sentir la importancia de tu papel en lo que te sucedía. Leer y aprender eran afanes y se identificaba en ellos el camino a la realización que confiere el saber y la capacidad de resolver lo que la vida te traiga. Un pasado donde los abuelos eran venerados, queridos y cuidados. Donde los nietos daban de ellos ademas de recibir. Donde se les escuchaba como fuente de sabiduría y experiencia de la vida. Eran transmisores de tradiciones y costumbres que preservaban lo nuestro, nuestra cultura, nuestras raíces. Ellos nos enseñaban de donde veníamos y eso nos ayudaba a saber a donde queríamos ir. Si valioso es el presente y necesario el futuro, no podemos olvidar el pasado como fuente de conocimiento que nos permite no repetir los errores y aprender del conocimiento por otros adquirido. Conocimiento que en lo profundo es saber abordar la vida de forma que nos permita realizarnos como personas integras. Orgullosas de lo que nos precedio y con humildad para mejorar lo que no se hizo bien.

A veces para viajar al futuro es necesario regresar un poco al pasado. 202

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Eso es lo que hoy nos invade. Poca vergüenza, es lo que creo que manifiestan muchas personas en los medios de comunicación. Pero lamentablemente no sólo en los programas basura donde se comercia, y digo se comercia, con la desvergüenza. Desvergüenza que poseen aquellos que exponen en público sus miserias para ganar dinero. Pero desvergüenza también es la de aquellos que lo ven, simplemente porque con ello los consagran como estrellas mediáticas. Así nos convertimos en los cómplices de aquellos que los utilizan para ganar mucho dinero con ellos. Para los que no lo sepan, si nadie viera estos programas, los quitarían de la programación. Dicen que tenemos los políticos que nos merecemos, pero también tenemos los programas que nos merecemos. Programas que ensalzan valores pervertidos. Esos valores que nos han conducido a la sociedad que hoy no satisface a nadie y va camino de hacerlo cada vez menos. Porque adormecen inteligencias y transforman personas en ovejas mansas incapaces de pensar.

Y hablando de políticos, es patético ver cómo personas inteligentes hacen declaraciones absurdas que no son más que parches y cataplasmas, que nada hacen por poner los cimientos de una recuperación económica y de valores. Yo personalmente me siento insultada y menospreciada en mi limitada inteligencia que, por supuesto nunca estará a su nivel.

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Como ejemplo, pretender que trasvasar dinero con el incremento de impuestos o la recuperación del de patrimonio, es la solución fundamental en lugar de una sintomática que hará más grave el problema en su resolución. ¿Qué piensan solucionar con ello

Ya se lo digo, pan para hoy y hambre para mañana. En lugar de crear empleo, creamos bolsitas para subsidios. Ojalá pudiésemos pagar muchos impuestos de sociedades las empresas, eso significaría que tenemos beneficio. Hoy, escuchando a Cayo Lara me parecía escuchar demagogia barata, no necesitamos lloriquear al estado, no necesitamos subsidios, QUEREMOS TRABAJAR, QUEREMOS GANARNOS LA VIDA honradamente. No más soluciones del pasado. ¿Hasta cuándo señor? ¿Hasta cuándo? Aún no se han enterado de que el mundo ha cambiado, que estamos ante otro modelo. Ellos parece que no se han enterado. Y lo que más me ofende además, es que gasten mi dinero en hacer campañas para reconocer la experiencia firmadas por el gobierno de la nación que habla de austeridad. ¿Será que no se han enterado de que hay cientos de miles de jóvenes con licenciaturas y masters en el paro? ¿Será por papeles? Pues ahora tendremos más papeles, los que certifican la experiencia. Porque trabajo lo que se dice trabajo, eso ya es otro cantar. Para eso hay que hacer otras cosas.

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. Aún no se han dado cuenta de quién genera empleo. ¿No saben que muchos autónomos y microempresas son las que generan la riqueza sostenible? Pues me gustaría decírselo. Ahora bien, a esos que les den..... Paciencia. Mucha paciencia para soportar gente que pasa de ellos, que les pone dificultades y sobre todo que los desaniman para creer y crear riqueza porque ni están ni se les espera. Es vergonzoso el espectáculo que estamos viendo en los últimos años. Pero eso si, penoso sólo para la gente con vergüenza. Y yo cada vez me digo, que ese es el problema, que vivimos rodeados de muy poca vergüenza. ¿Hasta cuándo y hasta qué esperamos para hacer algo? para decir y hacer, para dejar de ser cómplices de todo ello. ¿Sabían que me decían esta mañana? Que un 10% de los residentes de una gran población cercana a Valencia iba a recibir comida de la beneficencia.

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carlotadedios@gmail.com 2011