Enero 2015

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FASHIONISTAS

la niña que llevamos dentro Texto: CARLOTA OTERO / @fashionpilot

La moda mexicana necesita diseñadores como esta chilanga de 33 años, que toman en serio la calidad y fijan estándares altos para la música, la comida, la ropa y todos los demás aspectos de la cultura y de la vida. Son pensadores independientes que hacen que la moda trascienda, pese a todos los obstáculos habidos y por haber. odos tenemos una historia que contar: el mundo se entretiene a base de ellas. Una gran colección de moda es como una buena historia. Los diseñadores tienen que ser ingeniosos y crear historias auténticas con personajes que cambian todo el tiempo y de esta forma lograr que la moda sea una propuesta de renovación constante para pasar a nuevas generaciones. Las colecciones de Alejandra Quesada (Ciudad de México, 1981) son como cuentos ilustrados que expresan al mundo sus ideas con originalidad. Piensa y toma decisiones basándose en sus principios y sin importar lo que los demás opinen. Para ella la moda es una cultura y una forma de pensar más allá de lucir un atuendo o hablar de alguna manera. “Tu apariencia habla por ti, expresa tu personalidad y tus ideales”, asegura. 14

¿Cuál es tu historia? Estudié Diseño de Modas en el Instituto de Estudios Superiores de Moda Casa de Francia, en la Ciudad de México. La directora contactó a la diseñadora francesa Isabel Marant –que en ese entonces no era tan famosa como hoy– para venir a la escuela y ser juez de los trabajos finales que entregaban los alumnos, y también daba conferencias. En una ocasión que ella fue jurado me gané un premio que consistía en ir a hacer prácticas profesionales a París. Después me fui a Londres a la aventura, y traté de estudiar una maestría en la universidad de arte Central Saint Martins; gracias a Dios no me aceptaron porque es carísima y en ese momento tenía que decidir entre pagar la maestría o empezar mi propia marca en México. Mientras estuve en Londres hice muchos contactos y tuve la oportunidad de trabajar con grandes diseñadores como Alexander McQueen, lo que siempre fue mi sueño. Estando allí tuve la oportunidad de diseñar las distintas versiones de las famosísimas mascadas de cráneos. ¿Qué aprendiste de Isabel Marant? La creación de estilos. Mezclar los textiles y bordados hindúes para lograr un look “bohemio-burgués” y, claro, no puedo dejar de lado su obvia elegancia francesa. En ese momento fue cuando dije: “¡Ajá! ¡Qué buena fórmula! En México tengo la riqueza de los textiles y bordados, apliquemos la teoría de Isabel con los estilos mexicanos”. Cuando regresé a México combinaba muchos bordados y textiles con mis diseños, aunque al final, en India, a diferencia de nuestro país, el textil es una industria, no un arte. La lección es que es difícil producir en cantidad y a buen costo.

¿Y ahora? Llevo ocho años con mi marca y hoy, gracias a un concurso que gané, tengo un socio que lleva el lado administrativo con el que estoy construyendo un plan de negocios. Yo soy el lado artístico y me enfoco solamente en eso, ya que si no hay estructura no hay crecimiento. ¿Googleas mucho la moda? Claro, me encanta ver blogs, Pinterest, desfiles de moda y revistas. Mis ideas vienen de otras ideas, es imposible que vengan de la nada. ¿Podrías decir que logras un remix de ideas? Tomo ideas de todos lados y hago un collage. Cuando eres creativo respiras ideas y observas de forma distinta los detalles, los colores, las texturas, y las formas se magnifican Hay una anécdota muy chistosa: en mi tercera colección lancé unos zapatos con un moño de terciopelo y hace un año la marca Miu Miu,

¿Qué diferencia notas entre Europa y México a la hora de trabajar? Durante mi estancia en Europa estuve en contacto con los procesos y producciones de los grandes diseñadores, lo que fue sumamente enriquecedor pero “shockeante”, porque llegar a México es el primer tope con el que te enfrentas. No tenemos la calidad ni la disposición. Llegaba a una fábrica con mis diseños y me pedían mínimo 10 mil piezas para poder hacer una producción. Siempre acababa en talleres pequeños en los que el costo no me dejaba progresar. ¿Cómo iniciaste tu marca? Hice mi primera colección, la que me llevé a ferias en Francia e Inglaterra, aconsejada por amistades que hice en Londres. ¡Imagínate que mi primera colección estaba en la tienda Selfridges! Luego me empezaron a buscar tiendas más específicas como la japonesa Lamp Harajuku. De ahí en adelante, todo fue cuesta arriba. Lo difícil es cuando al mismo tiempo debes producir lo que vendiste y crear nuevas colecciones, desde la etiqueta con las instrucciones de lavado hasta los envíos. Como crecí sola, hubo un punto en el que el éxito me daba miedo y me paralizaba. Llegué al límite. El problema no es tener éxito, sino producir el éxito.

Fotos: Fabiola Zamora

Alejandra Quesada:

¿Cómo es Alejandra Quesada? Soy como una nubecita: cambio mucho, fluyo. Soy chistosa y ocurrente, cursi, ñoña y muy influenciable. Me gusta pintar, hacer collages y tocar el piano. Cuando vivía con Natalia Lafourcade teníamos dos pianos, era muy divertido.

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diseñada por Miucca Prada, sacó unos igualitos. ¡Lo bueno es que yo los saqué primero, si no yo hubiera sido la copiona! Eso demuestra que las ideas están en el aire y que todo es de todos.

¿Qué reto de diseño tienes hoy? Un vestido de bodas para la mamá de mi novio. Ya me lo pagó… y ya me lo gasté.

¿De dónde sale tu inspiración? De los mercados, el cine, los conciertos la calle y la personalidad de la gente. Recuerdo que cuando trabajaba con Alexander McQueen había racks de ropa vintage especialmente para usar las piezas como inspiración.

¿Qué tan importantes son las relaciones públicas para tu marca? Muy importante. Al principio mi técnica de PR fue ser amiguera. Tengo la suerte de que algunas de mis amistades son líderes de opinión, como Natalia Lafourcade. Les pedía que usaran mis diseños y eso me ayudó mucho.

Aunque hay muchos diseñadores emergentes, ¿a quiénes siempre regresas para aprender? El inglés Paul Smith me inspira muchísimo, me conecto mucho con el cuidado que tiene en los pequeños detalles, por ejemplo, cómo oculta ciertas cosas: dentro del ojal de una pieza encuentras un muñequito bordado secreto, ¡me encanta! La marca francesa Cacharel me gusta mucho por los textiles y estampados que tiene; cuando estuve en Francia trabajé en la fábrica donde estampan sus telas. El diseñador belga Dries Van Noten, que curiosamente imprime sus textiles en el mismo lugar que yo imprimo los míos; los diseños y los desfiles que hace se complementan perfecto, su último desfile fue un espectáculo increíble porque la pasarela estaba forrada con un tapete que parecía pasto, y al final, todas las modelos acabaron acostadas en él. También las marcas como APC y Carven con hechuras clásicas y diseños modernos con un twist atrevido. Los suecos están haciendo cosas increíbles y ecológicas, vale la pena ver marcas como ACNE o la submarca de H&M: COS. ¿Qué les regalas a tus amigas en sus cumpleaños? Soy muy “chacharera”: les regalo estampitas, libretitas y,dependiendo de la amiga, alguna pieza de mi marca. 16

¿Cuánto necesito ahorrar para comprarme un diseño tuyo? Con 3 mil pesos te compras un súper outfit.

¿Qué opinas de las nuevas tiendas de ropa muy accesible? No me gusta la idea de tener mucho y reciclar tu guardarropa constantemente. Creo que debería de ser menos pero que dure más; no necesitamos tanto. Es la trampa del consumismo y un fenómeno social que vivimos los jóvenes. La moda es una de las industrias que más contamina y muy poca gente es consciente de eso.


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