Boletín de Abril by cartier79

LA MUERTE NO ES EL FINAL Feliz Pascua de Resurrección ADORACIÓN NOCTURNA ESPAÑOLA RIL7 Consejo Diocesano de Jaén B A 1 20

BOLETÍN EUCARÍSTICO DE LA ANE JAÉN (Nº 1.080 · Abril de 2017) Visita al San simo Sacramento Reﬂexión Presidente Nacional Habla nuestro Consiliario Reﬂexiones Junta de Turno Consejo Diocesano Apostolado de la oración Santo del mes Tarsicios y jóvenes Director Espiritual jóvenes Luis de Trelles Caminado con el Padre Sebas án En memoria de Nuestras Secciones Don Juan Jesús Cañete Olmedo Amar a la Eucaris a Don Mariano Cabezas Cuaresma / Difuntos Chispas del horno de Dios Conversiones Vocalía Medios Comunicación Vigilias SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

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VISITA AL SANTISIMO SACRAMENTO Es tanto el gusto que experimentan los amigos del siglo en su trato, que pierden días enteros depar endo juntos. Con Jesús Sacramentado sólo sienten fas dio los que no le aman; mas los Santos han hallado la gloria ante el San simo Sacramento. Santa Teresa, después de su muerte, dijo desde el Cielo a una de sus Religiosas: Los de acá del Cielo, y los de allá de la erra, hemos de ser unos en el amor y pureza; los de acá viendo la esencia divina, y los de allá adorando al San simo Sacramento, con el cual habéis de hacer vosotros lo que nosotros con la esencia divina: nosotros gozando, y vosotros padeciendo, que en esto nos diferenciamos. He aquí, pues, nuestro paraíso en la erra: el San simo Sacramento. ¡Oh, Cordero inmaculado y sacrificado por nosotros en la Cruz! Acordaos que yo soy una de aquellas almas que redimisteis con tantos dolores y con vuestra muerte. Haced que os posea siempre y que no os pierda jamás, ya que os habéis dado y os dais a mí todos los días, sacrificándoos por mi amor en los altares; y haced también que yo sea todo vuestro. A Vos me entrego para que hagáis de mí cuanto os agrade. Os doy mi voluntad; aprisionadla con los dulces lazos de vuestro amor, para que sea eternamente esclava de vuestra voluntad san sima. Ya no quiero vivir para sa sfacer mis deseos, sino para contentar a vuestra bondad. Destruid en mí todo lo que no os agrade; concededme la gracia de no tener otro pensamiento que el de complaceros ni otro deseo que el de conformarme con los vuestros. Os amo, carísimo Salvador mío, con todo mi corazón; os amo porque deseáis que os ame; os amo porque sois infinitamentedigno de mi amor; siento no amaros cuanto merecéis. Quisiera, Señor, morir por amor vuestro. Aceptad mi deseo, y dadme vuestro amor. Adorador de noche. Testigo de día.

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Jaculatoria. ¡Oh, voluntad de mi Dios, a Vos por completo me consagro!

Visita a María San sima Yo soy la Madre del Amor Hermoso, dice María; es decir, del amor que hermosea las almas. Santa María Magdalena de Pazzi vio a María San sima que iba repar endo un licor dulcísimo, que era el divino amor. Don es éste que sólo por medio de María se dispensa: pidámoslo, pues a María. Jaculatoria. Madre mía, esperanza mía, hacedme todo de Jesús. Visita al Patriarca San José EL ejemplo de Jesucristo, que quiso en la erra honrar a San José, hasta el extremo de sujetarse en todo a su autoridad, debería excitar en nosotros mucha devoción a este gran Santo; pues merece ser muy honrado de los hombres quien por el Rey de reyes fue tan honrado y enaltecido. Vos sois también nuestro padre, oh glorioso San José, y nosotros vuestros hijos, que ya somos hermanos de Jesús. Por este tulo tenemos derecho a la ternura de vuestro corazón paternal, y aguardamos confiados vuestra protección en esta vida, y especialmente en la hora de nuestra muerte. Jaculatoria. Concedednos la gracia de implorar vuestro patrocinio con filial confianza.

Adorador de noche. Testigo de día.

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HABLA NUESTRO CONSILIARIO Don Antonio Aranda Calvo

MES DE ABRIL - El anuncio del evangelio en el mundo actual EL MÉTODO Y entramos ya en el mes de Abril en el que viviremos la Pascua del Señor: su pasión, muerte y resurrección; muertos con Él habremos resucitado con Cristo; conver dos más y más a Él, nos habremos despojado de la levadura agria y corrompida del pecado y nos sen remos masa nueva, pan ácimo, limpios de corrupción y de toda maldad. Y la Eucaris a, celebrada, contemplada y adorada, nos hará vivir plenamente el Gran Misterio: “Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección ¡ven Señor Jesús!” ¡Hombres y mujeres nuevos en un mundo nuevo! Entramos con la cuarta reflexión sobre las “claves para un programa pastoral inspirado en Evangelii Gaudium”, según la llamada hecha por nuestro Obispo Don Amadeo para el curso de 2016-2017. Y se nos llama la atención sobre el método para llevar a cabo lo que ya es en sí un programa pastoral: la renovación profunda en el quehacer de nuestra diócesis de Jaén, “cons tuyéndonos en estado permanente de misión”. MÉTODO ADECUADO: Conviene hacer una breve reflexión sobre el “método en sí mismo”: Inú l sería trazar un método si no se ene bien claro donde queremos ir, si no se ene la voluntad explícita de caminar hacia ello, si no nos hemos pertrechado suficientemente para iniciar la aventura…, pero supuesto esto ya visto en la reflexiones anteriores, hemos de decir que El método no es algo aparte y por sí mismo, más bien se desprende de la misma misión evangelizadora, de su propia esencia; el método brota de ella y está en función de la misma; por ello ene estas caracterís cas: - Cercanía a las personas; “evangelizar en las distancias cortas, de persona a persona, en el hogar, en la plaza, en el trabajo, en el camino…” No habrá mejor método para evangelizar que el contacto con la persona, sus problemas y aspiraciones… - Buscar a las personas; una vez conocidas las inquietudes, las alegrías y las penas, las situaciones de nuestros hermanos en el campo en que nos desenvolvemos, debemos llegar a ellos, pararnos, contemplarlos y hasta conmovernos, cuantas veces sea necesario, ante la realidad concreta que están Adorador de noche. Testigo de día.

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viviendo y que tratamos de evangelizar. Desde el respeto, la mirada compasiva y la convicción sincera y profunda, mostrarle a Aquél que puede liberar, salvar, llenar de alegría y gozo sus vidas, hacer que avancen en su condición cris ana. - Escuchar a las personas; en este encuentro hemos de estar siempre dispuestos a oírles, hasta percibir y sen r sus gestos y reacciones para conocerles mejor y descubrir cual sea su situación, de donde vienen y el por qué de sus posiciones: “Hoy se evangeliza mirando el rostro y el corazón de cada uno. En la nueva evangelización se cuenta uno a uno”. - Empa a humana; pues desde la creación y más con la redención de Cristo y la acción del Espíritu, en las personas y los pueblos existe una disposición, aunque sea inconsciente, para descubrir y recibir la acción amorosa y misericordiosa de Dios. Con entusiasmo hemos de ofrecer eso que están esperando… ¿no lo veis? Está para brotar, ya, a punto. Sólo falta una voz amiga que diga “levántate y anda”. Mucho dependerá de nuestro entusiasmo y convicción. El Papa Francisco lo dice primorosamente: “primerear, involucrarse, acompañar, fruc ficar y festejar”. Tomar la inicia va y por si no vinieren a nuestros despachos o a nuestro templos, a nuestras reuniones o asambleas… vayamos a las plazas y a los cruces de caminos hasta que se llene el banquete que el Padre ha preparado para las Bodas de su Hijo. Invitar, invitar, proponer, proponer, dejando en libertad, pero con tal convicción que se vea nos interesan ellos y valoramos mucho lo que les ofrecemos ¡No queremos que nadie pierda un fes n tan maravilloso! Podríamos repasar los Evangelios y mirar a Jesús actuando en medio de su gente… qué hace, donde va, con quien trata, donde y en quien pone sus preferencias, su lugar de trabajo, su estrategia… Y mirarle en la Eucaris a, en su elocuente silencio… ¿qué nos dice a cada uno? Tal vez de aquí podamos sacar un método muy valioso también para nuestro actuar hoy día… porque esa es la respuesta del ¿cómo lo hace?, es decir la respuesta a la pregunta sobre el MÉTODO: *En la entrega total y de toda su vida y de todos sus actos; *En el elocuente silencio de la Eucaris a: ofrenda permanente, sacrifico agradable al Padre, presencia que supera toda ausencia y abandono; *En el ejemplo de sacrificio por todos nosotros… ya que nos amó hasta el extremo y “nadie ene más amor que quien da la vida por la persona amada”. ¿No os parece que tenemos aquí unas pautas muy claras para confeccionar el método apropiado que nos lleve a una verdadera renovación pastoral? Antonio Aranda Calvo. Director Espiritual Diocesano de la Adoración Nocturna Española

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REFLEXIONES PARA LA LAS JUNTAS DE TURNO La cons tución dogmá ca sobre la Iglesia del concilio Va cano II comienza en su primer número recordando: La Iglesia es en Cristo como un sacramento o signo e instrumento de la unión ín ma con Dios y de la unidad de todo el género humano. E insiste al final de ese mismo número primero de la cons tución Lumen gen um(=LG), esta tarea de la Iglesia resulta mucho más urgente, para que todos los hombres, unidos hoy en día más estrechamente con diversas relaciones sociales, técnicas y culturales, alcancen también plenamente la unidad en Cristo. Quisiera que reflexionásemos hoy un poco sobre estas enseñanzas siempre actuales. La Iglesia como un sacramento en Cristo. La Iglesia no se puede entender separada de Cristo su esposo, piedra fundamental y origen. Unida a él, que es la cabeza, es su cuerpo. Cada cris ano y la entera Iglesia somos y vivimos injertados en Cristo, par cipes de su filiación divina. Es en Él dónde Dios Padre ha unido lo humano y lo divino de un modo singular e irrevocable. Así lo establece en la Encarnación y lo manifiesta en todo su esplendor y de modo defini vo con su Resurrección y Ascensión a los Cielos (ya lo an cipó en el parto virginal o en la transfiguración). Este Cristo, Dios hecho hombre y hombre plenamente divinizado, es el “primogénito de muchos hermanos”. Hermanos llamados a ser su Iglesia. Esto quiere decir que en la Iglesia se par cipa esa unidad que trae lo divino a los hombres y eleva lo humano hasta Dios. El Padre ha querido hacer de la Iglesia, esponsalmente unida a Cristo, el “lugar de encuentro” entre los hijos de los hombres y Él. En la Iglesia, como en la humanidad de Cristo, Dios se abaja hasta nosotros y nos abraza hasta elevarnos hasta Él. Todo esto se inicia por medio del Bau smo y ve su acabamiento por medio de la Confirmación y la Eucaris a. Bau smo y confirmación nos hacen, cada uno desde su peculiar gracia, asociarnos a Cristo y poder actuar con Él, como su cuerpo. La Eucaris a alimenta este vínculo esponsal irrevocable y nos permite actuar ya sacramentalmente nuestra iden dad y misión sacerdotales. Ser en la Iglesia de Cristo puentes que unen en si lo divino y lo humano. Consagrar el mundo y las realidades que lo integran y elevar a Dios alabanzas y súplicas en favor de toda la humanidad (Cfr. LG 10 y 11). Adorador de noche. Testigo de día.

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La Eucaris a se presenta desde esta perspec va como acción fundante y estructurante del sacerdocio cris ano (ya ordenado, ya regio o común). Según se par cipa en la Eucaris a, como cabeza o cuerpo, así se realiza y manifiesta la condición de Ordenado y Bau zado o de sólo Bau zado. Como bau zados los miembros de la Iglesia purifican y transfiguran todas las realidades de la vida humana y las integran en el Plan de Dios, las unen a Dios, y manifiestan en ellas la gloria de Dios, elevando así un perfecto canto de alabanza al Creador y llevando a plenitud todo cuanto ha sido creado. Si esto nace de la Eucaris a celebrada y comulgada, esto se consolida y refuerza en la Eucaris a adorada y gustada. La Iglesia y la unidad del género humano. Hoy, a 50 años vista del Va cano II se habla más de “globalización” que de unidad. Tal vez, precisamente, porque el acercamiento de los seres humanos en este medio siglo ha seguido siendo por relaciones sociales, técnicas y culturales, crecientes pero no por acercamiento en Dios y en su Mediador con los hombres, Jesucristo. Y por eso esta globalización, que no unión, muestra sus debilidades e insuficiencias cada vez más contrastantes. La Iglesia, creo entender así el magisterio de los úl mos pon fices, se ve urgida cada vez con más fuerza a la misión (Evangelización [Pablo VI], Nueva evangelización [Juan Pablo II y Benedicto XVI], Iglesia en salida [Francisco]…). Urgida a salir al encuentro de los hombres de nuestro empo y ofrecerles la base y fundamento de su unidad: Jesús, el Cristo de Dios. Los seres humanos, creados a imagen y semejanza de Dios, sólo en Dios encuentran su iden dad y unidad. Hablar de Dios y hablar del hombre son realidades inseparables y que se reclaman mutuamente. Cristo es la Revelación plena de ambas. Sin él no hay ni teología ni humanismo completos y sa sfactorios. Y la Iglesia vive y proclama estas realidades fundamentales y urgentes en la Eucaris a, compendio de Teología y de humanidad.

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO ¿Vives tu pertenencia a la Iglesia como signo de la unidad entre Dios y el hombre que ha comenzado en Cristo Jesús? ¿En endes tu vocación y misión en la Iglesia como consagración de todas las realidades humanas a Dios e intercesión y alabanza de la humanidad ante Él? ¿Al par cipar en la Eucaris a, en la celebración, la comunión y la adoración, comprendes que eres capacitado y llamado a realizar la gran misión de la Iglesia para salvación de los hombres y gloria de Dios? 8

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NOTICIAS / AVISOS DEL CONSEJO DIOCESANO 1. Re ro espiritual .- Queridos hermanos en Cristo. Sólo agradecimientos: Al Señor, al Amor de los Amores, que tuvo a bien el derramar su Santo Espíritu sobre los asistentes (de todo corazón deseo y anhelo que el año que viene seamos el doble, el triple de asistentes, pues es notorio el empuje que a todos nos ha dado este re ro, y la falta que le hace a nuestra querida adoración nocturna). Al Pater Daniel Moore, quien en sus propias palabras sólo hizo lo que tenía que hacer, iden ficarse como sacerdote y servir al Señor. A los Padres Carmelitas: qué fácil nos lo hicieron todo; increíble su disposición y su acogida. Y a todos vosotros, hermanos adoradores, por vuestra alegría y por poner el corazón en todas las horas que hemos estado juntos. Que Dios os bendiga. 2 . Fá ma.- El 29 de abril iniciamos la XXXI Peregrinación de la ANE a Fá ma. Año este tan especial por ser el centenario de las apariciones, y haber sido declarado Año Jubilar por el Papa Francisco. (Puerta del Jubileo en Fá ma). Aún quedan algunas plazas para los más rezagados. Vamos apuntados 47 peregrinos, que os podemos asegurar llevaremos todas vuestras intenciones ante la San sima Virgen. Animaros, es una ocasión irrepe ble (centenario y año jubilar). Ya sabéis precio con todo incluido -130€3 . Tarsicios.- Por favor intensificad vuestras oraciones por los Tarsicios y por los jóvenes adoradores. Si somos los adultos y ya vemos cómo está todo de complicado, imaginemos a estos jóvenes que están iniciándose en el camino de la Adoración al San simo. Necesitan de mucha oración y ahí es dónde entramos cada uno de nosotros, pidiendo por ellos. Pedid en vuestras vigilias, y especialmente encomendad la IV CONVIVENCIA TARSICIA que como sabéis este año se celebra, Dios mediante, el día 22 de abril en Baeza 4 . Otros.- Como presidente diocesano quiere dar las gracias a todos los adoradores de la Diócesis que han acompañado al San simo en la jornada de 24 horas de adoración que ha tenido lugar en diversas localidades. Ese es nuestro carisma: acompañar al Amor de los Amores, adorarlo, de noche y en los momentos más duros. No perdamos esta esencia que tanto bien nos hace y que tanto nos aporta para nuestra vida de fe. ORACIONES DEL CRISTIANO: Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén. Oración de San Bernardo. Adorador de noche. Testigo de día.

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INTENCIONES DE ORACION DEL SANTO PADRE CONFIADAS A SU RED MUNDIAL DE ORACION, (APOSTOLADO DE LA ORACIÓN) PARA EL AÑO 2017 ABRIL Universal: Jóvenes Por los jóvenes, para que sepan responder con generosidad a su propia vocación; considerando seriamente también la posibilidad de consagrarse al Señor en el sacerdocio o en la vida consagrada.

CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA Intenciones de la CEE para el año 2017 por las que reza el Apostolado de la Oración. Aprobadas por la 107º Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española(18-22 de abril de 2016). La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española aprobó en su 107º reunión (18-22 de abril de 2016) las Intenciones de la CEE para el año 2017 por las que reza el Apostolado de la Oración. Las intenciones son: Abril: Por los que son bau zados o reciben la Eucaris a por primera vez y la conﬁrmación; para que sean miembros vivos de la Iglesia y colaboradores ac vos de su misión. Jesucristo ha querido para sus seguidores.

MANUAL DEL MES DE ABRIL 2017 NOTA: Las Vigilias del Tiempo de Cuaresma (T C.) y de Pascua (T.P.), se encuentran en las páginas 243 y 263, respec vamente, del Manual. Las an fonas propias, los salmos y el cán co se toman del domingo de la semana correspondiente, págs.: 48 (Es. 9, 88 (Esq. IO, 732 (Esq. I/L) y 772 (Esq. IV). También se pueden coger los propios del Tiempo no dominicales, páginas 353 (T.C.) y 385 (T.P). 10

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SANTA CATALINA DE SIENA Virgen y Doctora de la Iglesia 13471380 UNA TEMPRANA VIDA DE VIRTUD Hija de padres virtuosos y piadosos. Ella fue favorecida por Dios con gracias extraordinarias desde una corta edad, y tenía un gran amor hacia la oración y hacia las cosas de Dios. A los siete años, consagró su virginidad a Dios a través de un voto privado. A los doce años, la madre y la hermana de Santa Catalina intentaron persuadirla para llegar al matrimonio, y así comenzaron a alentarla a prestar más atención a su apariencia. Santa Catalina se arrepin ó de esta vanidad. Su familia consideró la soledad inapropiada para la vida matrimonial, y así comenzaron a frustrar sus devociones, privándola de su pequeña cámara o celda en la cual pasaba gran parte de su empo en soledad y oración. Ellos le dieron varios trabajos duros para distraerla. Santa Catalina sobrellevó todo esto con dulzura y paciencia. El Señor le enseñó a lograr otro po de soledad en su corazón, donde, e nt re to d a s s u s o c u p a c i o n e s , s e consideraba siempre a solas con Dios, y donde no podía entrar ninguna tribulación. Más adelante, su padre aprobó ﬁnalmente su devoción y todos sus deseos piadosos. A los quince años de edad, asis a generosamente a los pobres, servía a los enfermos y daba consuelo a los aﬂigidos y prisioneros. Ella prosiguió el camino de la humildad, la obediencia y la negación de su propia voluntad. En medio de sus sufrimientos, su constante plegaria

Santo del Mes

era que dichos sufrimientos podían servir para la expiación de sus faltas y la purificación de su corazón. INTIMIDAD Y CELEBRACIONES ESPONSALES CON JESÚS. Como una consagración más formal a Dios, a los diez y ocho años, Santa Catalina recibió el largo hábito blanco y negro deseado de la tercera orden de Santo Domingo. A par r de ese momento su celda llego a ser su paraíso, y se ofrecía a si misma en oración y mor ficación. Durante tres años vivió como en una ermita, manteniéndose en silencio y sin hablar con nadie excepto Dios y su confesor. Durante este período, había momentos en que formas repugnantes y figuras tentadoras se presentarían en su imaginación, y las tentaciones más degradantes la asediaban. Posteriormente, el diablo extendió en su

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alma como una nube y una oscuridad tan grande que fue la prueba más severa jamás imaginable. Santa Catalina con nuó con un espíritu de oración ferviente, de humildad y de confianza en Dios. Mediante ello perseveró victoriosa, y al final fue liberada de dichas pruebas que solo habían servido para purificar su corazón. Cuando Jesús la visitó después de este empo, ella le pregunto: "¿Dónde estabas Tú, mi divino Esposo, mientras yacía en una condición tan abandonada y aterradora?" Ella escuchó una voz que le decía, "Hija, estaba en tu corazón, for ficándote por la gracia." En 1366, Santa Catalina experimentó lo que se denominaba un 'matrimonio mís co' con Jesús. Cuando ella estaba orando en su habitación, se le apareció una visión de Cristo, acompañado por Su madre y un cortejo celes al. Tomando la mano de Santa Catalina, Nuestra Señora la llevó hasta Cristo, quien le colocó un anillo y la desposó Consigo, manifestando que en ese momento ella estaba sustentada por una fe que podría superar todas las tentaciones. Para Catalina, el anillo estaba siempre visible, aunque era invisible para los demás. SU SERVICIO AL PRÓJIMO. Luego de tres años de vida solitaria en su hogar, Santa Catalina sin ó que el Señor la estaba llamando en ese momento a llevar una vida más ac va. Por lo tanto, comenzó a relacionarse más con los demás y a servirlos. Dios recompensó su caridad con los pobres a través de varios milagros, a menudo mul plicando 12

víveres en sus manos, y haciendo que ella pudiera llevar todo lo necesario a los pobres, lo cual no hubiera podido lograrlo de otro modo a través de su fortaleza natural. En su ardiente caridad, trabajó intensamente por la conversión de los pecadores, ofreciendo sus con nuas oraciones y ayunos. En Siena, cuando hubo un terrible brote de peste, trabajó constantemente para aliviar a los enfermos. "Nunca se la vio tan admirable como en ese momento”, escribió un sacerdote que la había conocido desde su infancia. "Siempre estaba con los que padecían por causa de la peste; los preparaba para la muerte y los enterraba con sus propias manos. Yo mismo fui tes go del gozo con que los atendía y de la maravillosa eficacia de sus palabras, que dieron lugar a muchas conversiones.” ORACIÓN: Señor Dios, tú has mostrado a santa Catalina el amor infinito hacia todos los hombres, hechura de tus manos, que arde en tu corazón . Ella compar ó generosamente esta revelación y la vivió en todas sus consecuencias hasta el heroísmo. Concédenos que podamos seguir su ejemplo, confiando en tus promesas y aumentando nuestra fe en tu presencia en cada sacramento, especialmente en el sacramento de tu perdón. Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina con go en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

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TARSICIOS Y JÓVENES ADORADORES DE LA ADORACIÓN NOCTURNA ESPAÑOLA Me llamo Esther, tengo 19 años, soy estudiante de enfermería y pertenezco a una familia numerosa dentro del “Camino Neocatecumenal”. Mi vida se marcó desde pequeña por una frase: “si eres perfecta, todos te querrán”. Asumiendo esta lógica con la que el mundo te bombardea, comencé a centrar mi vida en ser perfecta hasta el punto de endiosarme y pensar que realmente lo tenía todo: cuerpo, cara, chicos, notas, ropa, amigos, ﬁestas… En este plan Dios no exis a para mí porque yo era Dios. Hasta que un día una persona importante para mí, me dijo que yo era perfecta pero que no me quería. Y algo se rompió en mí. Destruyó lo que hasta ese día había sido mi mo vo de levantarme cada mañana y empecé a ver que nada me llenaba y lo odiaba todo. Y tras un empo así, con sólo 13 años me quise suicidar. A esa edad yo había escuchado unas catequesis de adultos para entrar en mi propia comunidad dentro de “El Camino” pero nunca me había parado a pensarlas hasta que empecé a experimentar que estaba muerta por dentro. Recordé que en esas catequesis se me dijo: “Dios te ama tal y como eres”. Así que por primera vez, me sorprendí hablando con Dios. Le reté: “Si existes y me amas, dame un mo vo para vivir”. Cada mañana y cada noche le retaba con lo mismo e incluso comencé a escuchar las lecturas en la eucaris a para ver si era cierto que Dios me hablaría a través de ellas. Y lo hizo. Y yo empecé a sen r la iglesia como un imán que me atraía cada vez más. Sin darme cuenta, encontré mi sen do de vivir, ÉL. Y mi vida cambió porque dejé de mendigar vida a todo lo que el mundo te ofrece. No soy perfecta, peco y Dios me vuelve a acoger una y otra vez a través de la Iglesia y la Virgen. Pero hoy puedo decir que no he encontrado nada que merezca más la pena que Dios. “Él ha derramado su sangre para ganar tu corazón” Edith Stein.

TELÉFONO 902 500 518 - www.radiomaria.es Cada úl mo jueves de mes de 23.00 H. a 24.00 h. se retransmite UNA HORA SANTA

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DIRECTOR ESPIRITUAL DE JÓVENES Y TARSICIOS

ANE

CONSEJO DIOCESANO

DON FERNANDO RESOLA MORAL

Queridos amigos Tarsicios: Os escribo estas líneas en la recta final del empo de Cuaresma, muy próximos a la semana grande de los cris anos: la Semana Santa. Pero, para vivir intensamente la Semana Santa, ha sido necesario prepararse durante la Cuaresma: empo de conversión, de cambio interior, cambio de corazón. El Papa Francisco en su mensaje de esta Cuaresma, nos decía lo siguiente: “…Y en este empo (la Cuaresma), recibimos siempre una fuerte llamada a la conversión: el cris ano está llamado a volver a Dios «de todo corazón» (Jl 2,12), a no contentarse con una vida mediocre, sino a crecer en la amistad con el Señor. Jesús es el amigo fiel que nunca nos abandona, porque incluso cuando pecamos espera pacientemente que volvamos a él y, con esta espera, manifiesta su voluntad de perdonar (cf. Homilía, 8 enero 2016)”. No debo contentarme con una vida mediocre. No debo pensar: “en otro momento iré a visitar a Jesús Sacramentado”, 14

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pues me temo que después no llegará ese momento (me pondré a estudiar, leer, etc..) y no tendré ese momento para el Señor Jesús, quien me espera pacientemente en el Sagrario. El hecho de crecer en amistad con el Señor, se debe notar en mi vida de familia, con mis compañeros de clase, con mis amigos…con todo el mundo. Si no fuese así, he de acercarme a un camino que me conduce a la solución del problema: el Sacramento de la Penitencia, o como se conoce desde toda la vida: la Confesión. ¿Cuándo fue la úl ma vez que me acerqué a la Confesión? ¿Hace mucho empo? Pues queridos amigos, Jesús, el Señor, nos está invitando constantemente a acercarnos al Sacramento del perdón de Dios, que dicho en palabras de amigo, viene a ser como “una ducha” que necesitamos en todo momento para dejar nuestra alma limpia de pecado. Después de esa “ducha” qué felicidad y qué paz tan grandes sen mos en nuestro corazón. Os invito a rezar estas palabras del Salmista: << Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado>>. (Salmo 50). ¿Por qué no nos acercamos en estos días a la Confesión? ¡Qué “alegrón” le vamos a dar a Jesús Sacramentado! ¡Y después de la Confesión, nos acercamos a recibir el Cuerpo de Cristo en la Eucaris a, ese gran banquete que el Señor me brinda porque me ama con locura! ¿Lo intentamos? Vale la pena. Adorador de noche. Testigo de día.

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LUIS DE TRELLES Y NOGUEROL SU ESPIRITUALIDAD - INTRODUCCIÓN EL IDEAL DE LA ADORACIÓN NOCTURNA Adoración Nocturna al San simo Sacramento: Este pensamiento reconoció como móvil el rendir culto durante las noche a la presencia real de Jesucristo entre los hombres, conforme a la idea que en el siglo XVIII inspiró a los Sumos Pon fices la ins tución de las Cuarenta Horas, que aspiró a hacer perpetua la adoración del Señor. Responden así los adoradores, con los ejercicios de la noche, al propósito de la adoración perpetua por los hombres al San simo Sacramento, puesto que perpetuamente permanece el Señor en adoración, viviendo siempre en la Eucaris a para interceder por nosotros, como dice san Pablo en la epístola a los Romanos. El fin directo de la adoración es, y no puede ser otro, que la mayor gloria de Dios, que consiste en hacer bien al hermano coadyuvando a los propósitos de la santa Iglesia esposa de Cristo en la conversión de los pecadores, agonizantes y atribulados, y en impetrar la libertad y prosperidad de la misma Iglesia católica, militante y purgante y el bien del Estado… en justa reciprocidad a la constante vida de oración de Cristo por nosotros, bajo el velo de las especies, devolviendo al Señor, como lo permita la humana miseria, amor por amor, intención por intención y actos por actos, siquiera con la desigualdad que la flaqueza del hombre puede permi rnos, al valor en cambio que ofrecemos a Dios. Aparte la comunión sacramental, unión real y sacramental del Dios hombre con el hombre, no puede haber ocupación mejor ni que más bien responda a la vocación del cris ano, que la de adorar al Dios Eucaris a de día o de noche. En la noche, con ventaja, si cabe, por la excelencia, secreto y humildad con que se prac ca el ejercicio… Por otra parte, Jesús nuestro redentor, en su vida mortal, nos legó su ejemplo, pues el Evangelio nos asegura que se pasaba las noches en oración. 16

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Conviene que los ejercicios de las vigilias nocturnas sean adecuados a la misión del adorador, para avalorar el pequeño sacrificio del sueño, para ser más ú l a la Iglesia y a sus hermanos, y para velar por los que duermen y, tal vez en las sombras de la muerte natural o en la muerte del pecado descansan sobre sus heces, como dice el profeta de los habitantes de las erras de Joab. Aconsejan las circunstancias de la vigilia de adoración concentrarse más el que la prac ca, tratar de aproximarse más a Dios, recabar de él mayores mercedes, y conver r al fin sus desvelos en un oficio de inmolación, expiación y desagravio, que cuadre mejor al favor de la singular vocación y a las necesidades de la obra, por las que no puede impetrar el cris ano dormido, que reposa tal vez en pecado en momentos próximos al día de ola eternidad. De noche se peca más. De noche se mueren más hombres, y de noche corren mayores peligros, aun los que velan, por la naturaleza de las horas, que son favorables al crimen, arriesgados a los peligros y descuidados de acudir a Dios. La noche es el periodo del empo que más se presta al ejercicio de la oración, a las lágrimas de la contrición, y a los actos de inmolación de que los santos y el Santo de los santos nos dejaron hermosos ejemplos a seguir. Además, Dios se vale del apartamiento y del silencio para hablar a las almas, aunque su voluntad y su bondad de salvarnos sea constante y en todo empo y lugar, y acomodándose a nuestras condiciones, parece que en el silencio de la vigilia llama más a sí al hombre, mayormente a quien comienza por atraerle para conversar con Él por el sacrificio del descanso natural, ya que siempre responde al sacrificio por un aumento de gracia y de atracción. (Úl mo ensayo escrito por don Luis, poco antes de ocurrir su deceso y publicado en “La Lámpara del Santuario” Tomo XXII (1891), págs. 185-190)

“La Lámpara del Santuario” se distribuye oﬁcialmente a través de los Consejos Diocesanos de ANE. No obstante, todo aquél que desee recibir directamente la revista, le rogamos envíe, por favor, un correo a lalampara@adoracion-nocturna.org indicando su interés en recibirla y facilitando su nombre y su dirección de correo electrónico. 4ª ÉPOCA / AÑO 2016 Adorador de noche. Testigo de día.

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CAMINANDO CON EL PADRE SEBASTIÁN... "SANGRE QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS..." Mis queridos adoradores nocturnos, un día más con vosotros en este mes de abril, mes que se va a caracterizar sobre todo por la celebración de la Semana Santa. Antes que nada quisiera comentar con vosotros lo que desde el primer domingo de cuaresma hemos observado dentro de la liturgia de la Eucaris a. Vemos cómo al cambiar la edición del Misal Romano hay unos pequeños cambios en la liturgia de la misa. Quizás para los más mayores que podéis leer estas líneas os acordéis de las misas en la n. En aquella liturgia que se celebraba antes del Concilio Va cano II y en la n, en el momento de la consagración del cáliz, se decía una palabra "mul s" y que al cambiar los misales al castellano se tradujo "por todos los hombres". Esta palabra la na significa "por muchos" por lo que puede llevar a algún po de confusión a la hora de entender la muerte de Cristo. Aquí ni nos vamos a meter en teologías ni en escuelas teológicas, ni en lo que la teología ha dicho a lo largo de la historia sobre las palabras de la consagración del cáliz. Pero sí tenemos que tener muy claro que en la traducción que tenemos ahora con el nuevo Misal Romano es que se ha buscado una mayor fidelidad a la palabra la na. Creo que todos sabemos cómo el Señor muere en la cruz por todos los hombres, pero también es verdad que no todos los hombres quieren acoger la salvación que Dios nos ofrece por medio de la sangre derramada por su Hijo en la cruz. Por eso la Iglesia nos habla de la existencia del infierno, pero qué curioso, no nos habla de quién está en situación de infierno ya que todas las personas se con an a la infinita misericordia de Dios. Por tanto una liturgia que intenta ser lo más cercana a su lengua originaria la na. Y como os decía al principio estamos celebrando en estos días la Semana Santa y de seguro que para muchos de vosotros lo importante de la semana mayor no son las procesiones de los santos por las calles sino la par cipación consciente en los oficios litúrgicos. ¿Qué sen do ene la muerte de Cristo por nosotros en la cruz? ¿Cómo entendemos su úl ma cena? ¿Creemos realmente que Jesús ha resucitado y vive en medio de nosotros? Ante todo esto me gustaría lo primero de todo que cada uno de vosotros sin eseis un gran amor por recibir en nuestras vidas el Amor de Dios. Llénate de su Amor en tu vida. Por eso, Jesús en la úl ma cena nos deja el memorial de su amor. El se quiere quedar siempre con nosotros a través de la Eucaris a, en su palabra y en su Cuerpo. Y nos invita a comer de nuevo su cena pascual en su Reino, en el cielo. Por eso su muerte en cruz que la tenemos tan detalladamente escrita en los evangelios nos hace caer en la cuenta que la vida de un adorador se ene que asemejar a la de Jesús, vivir la Eucaris a, unirse a su pasión y muerte de cruz y tener la certeza serena de que un día nuestra vida resucitará para gozar del la Vida eterna perdida desde el pecado de los primeros padres en el paraíso. Que nuestras vigilias de este mes de abril, nuestras horas santas en la tarde noche del Jueves Santo, nuestras visitas a los Monumentos del San simo nos haga entender profundamente que queremos acompañar a Jesús en sus úl mas horas de vida hasta que se acerca nuestra gran Hora en la que le veamos cara a cara.

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ESTO VA OCUPAR TODA ESTA PÁGINA

ORACIÓN POR NUESTROS SERES QUERIDOS · Oh buen Jesús, que durante toda tu vida te compadeciste de los dolores ajenos, mira con misericordia las almas de nuestros seres queridos que están en el Purgatorio. Oh Jesús, que amaste a los tuyos con gran predilección, escucha la súplica que te hacemos, y por tu misericordia concede a aquellos que Tú te has llevado de nuestro hogar el gozar del eterno descanso en el seno de tu inﬁnito amor. Amén. · Concédeles, Señor, el descanso eterno y que les ilumine tu luz perpetua. · Que las almas de los ﬁeles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz. Amén. - Pidamos especialmente por el descanso de ANTONIO LLAVERO adorador veterano constante de la sección de Beas de Segura - COMUNICARLES, PARA QUE SEA PUBLICADO EN LA REVISTA DE LA ADORACIÓN, SI NO HAY INCONVENIENTE, EL FALLECIMIENTO DE LA ADORADORA DE LA SECCIÓN DE MARMOLEJO, DÑA. JOSEFA ESPINOSA LAGUNAS EL PASADO DÍA 28 DE FEBRERO DE 2.017. AGRADECEMOS UNA ORACIÓN POR SU ALMA. SALUDOS Y MUCHAS GRACIAS

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SECCIÓN DE PORCUNA Fecha de creación: 1 de junio de 1.905 Presidenta: María del Carmen López González Capellán: Don Jesús Manuel Millán Cubero ·PREGUNTAS a la PRESIDENTA ¿Cómo te hiciste adoradora? La verdad, es que el Señor se sirve de otras personas par acercarnos a Él. Cada vez tengo más claro que somos instrumentos suyos. Estudié en el colegio de religiosas de aquí de Porcuna y allí experimenté una llamada, la cual rechace porque no me sen a capaz de servirlo como Él se merecía. Hubo un largo silencio en mi vida cómo cris ana NUESTRA SEÑORA DE LA ALHARILLA prac cante por circunstancias familiares. Patrona de Porcuna Un día en el funeral de mi madre , vuelvo a sen r su presencia y a par r de ahí me llama como catequista, etc. Una amiga me invita un día para que asis era a adoración nocturna a ver si me gustaba. Y vaya si me gustó, hace ya nueve años. ¿Qué le dirías a alguien que no es adorador para explicarle la adoración nocturna? En primer lugar me pondría en manos del Señor, como muy bien me ha enseñado. Todo lo tenemos que poner en sus manos y después le diría: Tenemos que agradecer al Señor todo lo que nos ha dado y nos da y qué mejor manera de mostrarle nuestro amor y gra tud con una vigilia, oración, canción y adoración ante Jesús Sacramentado. Pertenecer a un grupo de adoración es facilitarnos estar con Jesucristo, es un privilegio, estar más cerca de Él que los demás, son momentos tan profundis, tan llenos de amor que no hay palabras para explicar, lo mejor es asis r y Él con su mirada penetrante te impregnara de su Amor y ya no podrás abandonarlo más. ¿Qué signiﬁca la adoración nocturna para ? No llevo mucho empo como adoradora pero no importa, es algo tan especial que no puedes pasar un día sin asis r. El Señor te da tanto a cambio de unas pocas horas de estar con Él… Tanto que hace un año que hubo una junta, para renovar la junta de adoración; ese día recuerdo que estuve en el Sagrario hablando con Él, diciéndole: Aquí estoy, qué quieres que haga por . Mi sorpresa fue que en la reunión me nombraron presidenta de esta sección, ahí estaba la respuesta del Señor y cómo negarme al Amor de los amores…Aquí estoy preparando con mucha ilusión junto con mis hermanos la Vigilia Diocesana de Espigas. Lo único que puedo deciros hermanos es que sin Él nada soy. ¡VIVA JESÚS SACRAMENTADO!

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HOY NOS ACOMPAÑA Rvdo Don Antonio Pavia, misionero comboniano. Jesús se entrega por nosotros Todos conocemos el dicho popular que corre de boca en boca: Las palabras de los hombres, igual que sus promesas, se las lleva el viento. Los dichos populares no surgen simplemente porque alguien con unas cuantas más luces que los demás se les hayan ocurrido. Son fruto de la experiencia, de lo que llamamos la sabiduría del pueblo. No han nacido, pues, por medio de una concienzuda reflexión, sino de constataciones de la evidencia en el cada día de nuestro vivir co diano. Este dicho, pues, ene su total validez en lo que respecta a nosotros, los hombres, pero no en absoluto en lo que respecta a Dios. Volvemos nuestros ojos a san Pablo que nos dice que todas las promesas de Dios, a lo largo del An guo Testamento, alcanzaron su cumplimiento, es decir, su sí incondicional en Jesucristo (2Co 1,19-20). Es cierto, Jesús no se anduvo con ambigüedades a la hora de hacer la voluntad del Padre; su sí fue defini vo, incondicional y salvador; nos abrió las puertas de la salvación. Este sí de Jesucristo que nos reconcilió a todos con Dios Padre viene profe zado con meridiana claridad a lo largo del An guo Testamento. Leamos, por ejemplo, este anuncio profé co que nos hace llegar el autor del salmo 40: “Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste el oído; no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios; entonces yo digo: Aquí estoy -como está escrito en tu libropara hacer tu voluntad. Dios mío, lo quiero, y llevo tu Palabra en mis entrañas” (Sl 40,7-9). Padre, aquí me enes Como acabamos de leer, ante la ineficacia de los sacrificios y holocaustos ofrecidos en el Templo en orden a la conversión del corazón, el autor, inspirado por el Espíritu Santo, pone en escena a un fiel –profecía acerca del Mesías- que se dirige a Dios en total ofrecimiento: Aquí estoy para hacer tu voluntad. ¡Aquí estoy! He ahí el grito de amor incondicional de Jesús al Padre a lo largo de su misión, aun cuando cada paso dado le aproxima más y más a su muerte, muerte ignominiosa propia de los esclavos y asesinos, muerte en la cruz. Su muerte en el Calvario, tras haber sido juzgado más miserable y abyecto que Barrabás, no fue un accidente. Lo que pasó es que su “aquí estoy” incondicional al Padre no fueron palabras que se las llevó el viento. Al encarnarse, Jesús era consciente de su entrega para que nosotros fuésemos rescatados. “…esperando la feliz esperanza y la Adorador de noche. Testigo de día.

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Manifestación de la gloria de Dios y de nuestro salvador Jesucristo; el cual se entregó por nosotros para rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo de su propiedad, dedicado enteramente a las buenas obras” (Tt 2,13-14). No, no fue un accidente la muerte de Jesús, algo así como si el pueblo de Israel no estuviese preparado para acoger la Verdad de Dios, y por eso se torcieron las cosas. No minimicemos la entrega de Jesús, bien sabía Él que su muerte afrentosa estaba ya profe zada: “…Veamos si sus palabras son verdaderas. Examinemos los que pasará en su tránsito… Sometámosle al ultraje y al tormento para conocer su temple y probar su entereza. Condenémosle a una muerte afrentosa, pues, según él, Dios le salvará” (Sb 2,17-20). Con su entrega voluntaria y salvífica nos hizo ver que el amor a Dios se mide no con sen mientos y emociones, aunque tampoco están de más, sino por la obediencia a su voluntad que nos viene expresada por medio de su Palabra. Oigamos lo que dice a sus discípulos durante la Úl ma Cena, inmediatamente antes de dejarse entregar por Judas en el Huerto de los Olivos: “Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no ene ningún poder; pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que actúo según el Padre me ha indicado” (Jn 14,30-31). El desconcierto de san Pablo Jesús se entrega al Padre y a los hombres, se deja entregar por uno de sus discípulos, lo que hace más dolorosa su humillación. Tengamos en cuenta que Judas fue tes go de sus milagros: mul plicación de los panes, curación de sordos, ciegos, paralí cos, etc. Jesús podía haber sufrido una entrega más digna, pero no, su humillación rebosó de iniquidad. Una entrega así, cuando es asimilada por los que queremos ser sus discípulos, desarma por completo todas nuestras resistencias a la hora de conver rnos a Él. Sin palabra, sin argumento, sin nada que decir quedó san Pablo cuando asimiló la grandeza infinita y humana de la entrega de Jesús, y más aún cuando se dio cuenta de que Jesús se había dejado entregar por él; esto fue lo que le sacó, como quien dice, de sus casillas. Nos lo cuenta con una ternura y un amor di cilmente superables. “…y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gá 2,20). Terminamos esta pequeña catequesis sobre el “Aquí estoy” del Hijo de Dios al Padre y, por supuesto, también a nosotros, con palabras textuales suyas que repe mos y oímos todos los días en la celebración eucarís ca: “Y, tomando pan, después de pronunciar la acción de gracias, lo par ó y se lo dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía. Después de cenar, hizo lo mismo con el cáliz, diciendo…” (Lc 22,19-20). 22

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EUCARISTÍA Capítulo 4

(del libro Historia del San simo Sacramento.- Autor D. Francisco Menchén). Los Padres de la Iglesia nos van aa dar su opinión acerca de la Eucaris a: San Irineo. Fue discípulo de San Policarpo que a su vez fue discípulo de San Juan, vivió entre los años 130 a 202, destaca su obra “Contra las herejías” donde nos da una serie de informaciones interesantes: -“Tomó el pan que es algo de la creación, y dio gracias diciendo: este es mi cuerpo, Y de la misma manera afirmó que el cáliz, es de nuestra creación terrena, era su sangre: y enseñó la nueva oblación del Nuevo Testamento, la cual, recibiéndola de los Apóstoles, la Iglesia, ofrece en todo el mundo a Dios, que nos da los alimentos, primicias de sus dones en el Nuevo Testamento; a cerca de lo cual Malaquías, uno los doce profetas (menores), profe zó así; en efecto, el mío no está hacia vosotros dice el Señor Omnipotente. Y no aceptaré de vuestras manos sacrificio. Porque desde el levante a poniente es glorificado mi nombre entre las gentes y en todo lugar hay incienso a mi nombre y un sacrificio puro, pues grande es mi nombre entre las naciones dice el Señor omnipotente.” -“Como pues, les constará que es pan, en el que han sido dadas las gracias, es el cuerpo de su Señor, y el cáliz de su sangre, si no dicen que es hijo del hacedor del mundo, estos es, su Verbo,” -“ Pero si ésta (la carne) no se salva, entonces ni el Señor nos ha redimido con su sangre, ni el cáliz de la Eucaris a es la par cipación de su sangre, ni el pan quepar mos es par cipación de su cuerpo”, - “Cuando, pues, el cáliz mezclado (el vino con agua) y el que ha llegado a ser pan reciben el verbo de Dios y se hacen Eucaris a, cuerpo de Cristo”. Es decir aquí claramente nos está hablando de la consagración. Tertuliano. Adorador de noche. Testigo de día.

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Vivió desde el 160 al 220, fue un gran apologista que abrazó después el montanismo pero que dejó una serie de escritos que tuvieron una gran influencia en la Iglesia Primi vo. Destaca su obra Contra Marción en la que nos dice: “Habiendo tomado el pan y distribuido a los discípulos lo hizo su cuerpo diciendo: Este es mi cuerpo, es decir “figura de mi cuerpo”. Pero no hubiera sido figura, sino fuera cuerpo verdadero. Por lo demás, una cosa vana como es un fantasma no podía contener la figura. O si por esto al pan hizo su cuerpo, porque carecía de cuerpo verdadero, luego debió entregar por nosotros al pan. ¡Hacía, para la vaciedad de Marción, que fuera crucificado el pan, y no más bien al melón que Marción tuvo en lugar de corazón!”. Aquí claramente defiende la consagración, al decir que Jesús tomó el pan y lo hizo su cuerpo, es decir el pan que tomaron los apóstoles seria el cuerpo de Cristo, lo que conlleva que el pan y el vino que se toma en la Eucaris a es también el cuerpo y la sangre de Cristo. Clemente de Alejandría Nació sobre el 150 en Atenas y murió en el 215, era pagano y en Alejandría hizo el catecumenado para hacerse cris ano. Nos dejó unas ideas muy interesantes: -“Pues Salem, se interpreta paz, de la cual, paz es descrito como rey nuestro Salvador, del que dice Moisés: Melquisedec rey de Salem, el sacerdote del Dios al simo; este dio el pan y el vino como alimentosan ficado en figura de la Eucaris a” -“Yo soy tu sustentador, que me ha dado a mí mismo pan, del cual quién lo ha gustado no hace más experiencia de la muerte, y que me he dado a mí mismo bebida de inmortalidad”.

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EUCARISTÍA FUENTE Y CULMEN DE LA VIDA CRISTIANA. Rvdo. Don Juan Jesús Cañete Olmedo En la cons tución dogmá ca sobre la Iglesia del Concilio Va cano II se puede leer lo siguiente: La eucaris a es la fuente y el culmen de la vida cris ana (L.G. 11); esto mismo se nos recuerda en el número 1324 del Catecismo de la Iglesia Católica. Pero ¿Qué quiere decir esto? ¿Cómo algo puede ser a la vez fuente y culmen?, y si eso es así, ¿Qué implicaciones ene para nuestra vida? Sería imposible responder a estas preguntas en este breve espacio por lo que me limitaré a la primera cues ón. Un famoso teólogo del siglo XX señaló en cierta ocasión que el cris anismo no era tanto una religión cuanto una persona; cuando uno reflexiona sobre esta afirmación descubre la profunda verdad que encierra. El cris anismo más que un conjunto de doctrinas, de ritos y de costumbres, es conocer, amar y seguir a Jesucristo. Pero ¿qué es eso de seguirle?, seguir a Cristo consiste en ser otro Cristo en el mundo, dejar que el Espíritu que Él nos regala nos vaya puliendo y transformando hasta tal punto que Él habite en nosotros; no en vano llego a decir San Pablo: Ya no soy yo es Cristo quien habita en mí. Quizás la palabra “encuentro “ nos ayude a comprender esta realidad, el cris ano es alguien que ha experimentado el encuentro con Cristo, el Señor se ha cruzado en el camino de su vida y él ha sen do, en lo más profundo de su ser, la presencia de una misericordia, de un perdón, de una acogida, en suma de un abrazo amoroso tan vivo e intenso que ha hecho que vibren las fibras más ín mas de su alma. Ahora propongo que nos hagamos una pregunta: ¿dónde ha salido Jesús a nuestro encuentro?, ¿dónde podemos reconocerlo?; cada uno, según su propia historia, podrá responder señalando momentos, lugares y acontecimientos donde el Señor le salió al paso, en ellos sin ó intensamente su presencia viva y transformadora. Meditando la Palabra, en el encuentro con alguna persona, aquella conversación, aquel re ro, aquel día o aquella noche, aquella persona necesitada en que Cristo se me hizo presente, aquella oscuridad rota por un hilo de luz, cada uno los ha tenido, vivido y podría mul plicar los ejemplos. Lo anterior es cierto, pero sigamos preguntando: más allá de nuestras con ngencias par culares, de mis circunstancias, existe algún lugar, algún momento, algún “esto” que nos permita decir ahí está Cristo mismo, pues sí, en la Eucaris a. Él está ahí para mí, para , para todos. En la Eucaris a me encuentro con Él; si rompo las cadenas de mi Adorador de noche. Testigo de día.

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yo, abro las puertas de mi reducto ín mo y soy capaz de contemplar, escuchar y acoger, la experiencia irá transformándome porque Él entrará en mí o mejor “yo entraré en Él”. Si esto es así no es de extrañar que se nos diga que la Eucaris a es el compendio de nuestra fe, fuente, porque desde ese encuentro con el Señor mana el ser cris ano y culmen porque todo sacramento, ministerio y obra apostólica se ordenan a ella (Presbyterorum Ordinís Nº 5, C.I.C. 1324, 1325, 1326,1327). Demos un paso más, la vida cris ana nunca es una vida solitaria sino una vida comunitaria, eclesial. Más que la exhortación individualista que te invita a salvar tu alma, el cris ano insertado en el Cuerpo mís co de Cristo se convierte en miembro de una Iglesia que es sacramento universal de salvación. Si nacemos a la vida como hijos de Dios por el bau smo el alimento que nos nutre para esa misma vida es la Eucaris a, una vida compar da y dada como el mimo Pan del cielo que comulgamos y adoramos. La Eucaris a nos religa a Dios mismo y a los hermanos, comunión con Dios y comunión con los hermanos, ese es el misterio de la Iglesia, un misterio de Comunión para la Misión. Así pues, hablar de eucaris a no es hablar de un momento aislado de la vida cris ana, sino que toda la vida, obra y trabajos manan del altar y se con núan en la vida ordinaria que nunca es una vida aislada sino una vida” con”, una vida de Pueblo de Dios animado y guiado por el Espíritu. Un pueblo que peregrina hacia la eternidad recibiendo su fuerza de ese an cipo de Vida en Dios y con Dios que es la eucaris a, pregustación del momento en el que Dios será todo en todos (1 Cor. 15, 28). El cris ano que en la eucaris a recibe la Caridad de Cristo y la Esperanza del Resucitado, está llamado, permítaseme este neologismo, a eucaris zar el mundo, a ir buscando y trabajando por el Reino de Dios y su jus cia hasta el hermoso encuentro ﬁnal con Dios en la eternidad algo que será posible si cree y celebra la eucaris a como su fuente y la vive como su culmen.

EUCARISTÍA: FUENTE Y CULMEN DE LA VIDA CRISTIANA 26

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PLACET SECCIÓN DE LINARES Recibida el Acta de la Asamblea de la ANE en su Sección de LINARES, en Jaén, en la que da cuenta de la reunión celebrada para elegir Presidente de dicha Sección, y la vista de los resultados obtenidos, de acuerdo con las disposiciones del Reglamento de la ANE en Jaén, por el presente, conﬁrmamos en el cargo de PRESIDENTE DE LA ADORACIÓN NOCTURNA ESPAÑOLA EN LA SECCIÓN DE LINARES, de JAÉN, a: DON JOAQUÍN OSSET NOGUERAS por el periodo de tres años, y esperamos conﬁadamente en el Señor, que ponga en el ejercicio de su ministerio el celo y prudencia que el bien de las almas reclame. Quedando el esto de nombramientos de dicha Sección en la siguiente forma: VICEPRESIDENTE.- DON MANUEL LÓPEZ ESPINOSA SECRETARIO.- DON MANUEL JOSÉ PONCE BARRANCO TESORERA.- DOÑA TRINIDAD ROMERA GARCÍA ABANDERADO.- DON ANTONIO SALVADOR MARTÍNEZ JEFE DE NOCHE.- DON VALENTIN P.LENTISCO SALMISTA.- DON PEDRO CEJUDO CARMONA En Tes monio de lo cual, expedido el presente en Jaén a vein siete de marzo de dos mil diecisiete; quedando pendiente de su publicación en Bole n de abril de 2017, para conocimiento de todas las Secciones; lo que se lleva a cabo por la presente

SECCIÓN DE JAÉN RECORDATORIO: JUNTA GENERAL Fecha: 22 ABRIL 2017 Hora: 10.00 horas Lugar: SEMINARIO JAÉN Con la conﬁanza de vuestra asistencia, os saludo afectuosamente, Ruﬁna Moreno Barrionuevo, Presidenta local.

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ENVIADOS A EVANGELIZAR Nos encontramos en la segunda década del siglo XXI, del empo del Tercer Milenio. Un empo confuso y al mismo empo apasionante. Vivimos cambios culturales inesperados, asis mos al nacimiento de culturas y subculturas, de símbolos y es los de vida nuevos. Esto interpela a antropólogos, expertos de la cultura, sociólogos y especialistas en globalización medial y digital. Es también la nuestra una época para Manuel López Pegalajar profetas, poetas, esotéricos, apocalíp cos y futurólogos, de dis nta extracción. Alguien ha dicho: “Todo es posible, nada es cierto”. Hay autores que también hablan de “momento clave”. Se plantea pues la pregunta: ¿Cuáles son las fuentes de las que bebemos? ¿Qué queda? ¿Adónde vamos? Queremos saber lo que debemos hacer, lo que Dios espera de nosotros en estos momentos de la historia. Si no queremos desorientarnos irremediablemente, no olvidemos esto: JESUCRISTO: AYER, HOY Y SIEMPRE. De Dios tenemos primero la Palabra. Dios se sigue ofreciendo siempre como una realidad abierta que cada generación de hombres y mujeres vuelve a descubrir, no solamente el relato transmisivo de las generaciones anteriores, porque si sólo fuera relato sin capacidad para renacer en cada conciencia, esa Palabra (y con ella la realidad divina) hace mucho empo que se hubiera agotado. Por tanto, la Palabra es siempre una realidad abierta para nosotros, y es un misterio que nos desborda en nuestro empo de vivir. Una Palabra comprome da. Vino la Palabra para conver rse en un elemento de transformación de las realidades humanas. Vino para que el mundo, por la fuerza de su Palabra, de su mensaje, se convir era 28

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en un lugar habitable donde reinara la paz, la concordia, la preocupación por el hermano. Vino para conseguir un mundo en el que se imponga la razón y el diálogo, en el que las ideas no se impongan por medio de la violencia y en el que las cosas y los bienes no sean sólo para unos pocos. Vino para conseguir un mundo, donde los pobres sean los preferidos, un mundo en el que el sistema social garan ce la dignidad del hombre y le haga vivir en solidaridad. La Palabra se convierte en Ley Nueva, ley evangélica y lleva a su plenitud las viejas tablas de la Ley que dió el Señor a Moisés. Jesús hecho hombre nos dio la LEY DEL AMOR. El empo en el que vivimos es para la Iglesia, para todos nosotros, quizás un empo para sembrar y esperar con paciencia el empo de cosecha. Se trata de preparar el terreno para el Evangelio en nosotros mismos, mediante el diálogo crí co con el mundo moderno y postmoderno, y no en la confrontación total con el mismo. Debemos conjugar la pasión por Dios, la contemplación, la espiritualidad, la creación por un lado y el compromiso apasionado por los pobres y por la afirmación de los derechos humanos por otra. No podemos quedarnos en una espiritualidad puramente interior, sino espiritualidad que libera y transforma. Nada de escep cismos ni de doctrinas complicadas y extrañas. Más potente que cualquier duda e inseguridad es la fe y la esperanza sólida; más potente debe ser el amor de Dios que nos empuja. En la audacia apostólica debemos hacer visible al Espíritu Santo, operante y san ficador. Como los apóstoles y evangelizadores a través de los empos, también nosotros somos enviados para que seamos, en nuestra época, instrumentos dóciles y eficaces de la acción del Espíritu. Firmes en Cristo, el de ayer, el de hoy y el de siempre.

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LAS

GRANDES CONVERSIONES

IÓ ETL S A ST IFOV NA ÁL IN NA A

“CON JESÚS EUCARISTÍA” SU VIDA Svetlana Lósifovna Stálina, (1926-2011) era hija de Iosif Stalin y de Nadezhda Alilúyeva, (segunda esposa de Stalin), la cual murió cuando Svetlana contaba con seis años. A los 17 años, Svetlana se enamoró de Grigori Morózov, judío. A los 19 años, Svetlana dió a luz a Lósif y tres años después en se divorció. En 1949, Svetlana se casó con Yuri Zhdánov y tuvieron una hija,Yekaterina. Se divorciaron poco después. En 1963 se enamoró de un comunista hindú e intentaron casarse pero no se les permi ó. Él murió en 1966 . Svetlana fue a la embajada de los Estados Unidos en Nueva Delhi y pidió asilo polí co. Después de obtenerlo, se le urgió que abandonara la India para ir a Suiza, con el fin de evitar un incidente internacional. Después de pasar seis semanas en Suiza, se dirigió finalmente a los Estados Unidos. En 1970 Svetlana se casó con William Wesley Peters y se cambió el nombre a Lana Peters. La pareja tuvo una hija llamada Olga, pero finalmente se divorciaron. En 1982 se mudó con su hija a Inglaterra, donde entró en la Iglesia católica. En 1984 regresó a la Unión Sovié ca, donde después de recobrar la ciudadanía, se estableció en Tiflis, Georgia. En 1986 Svetlana regresó a los Estados Unidos, y luego viajó a Bristol, Inglaterra, en los años 90. Sus úl mos años de vida residió en un hogar de la tercera edad en Wisconsin hasta su muerte el 22 de noviembre de 2011 por un cáncer de colon. SU TESTIMONIO DE CONVERSIÓN Los primeros 36 años que he vivido en el estado ateo de Rusia no han sido del todo una vida sin Dios. Sin embargo, habíamos sido educados por padres 30

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ateos, por una escuela secularizada, por toda nuestra sociedad profundamente materialista. De Dios no se hablaba. Mi abuela paterna, era una campesina casi iletrada, precozmente viuda, pero que nutría conﬁanza en Dios y en la Iglesia. Muy piadosa y trabajadora, soñaba con hacer de su hijo sobreviviente –mi padre– un sacerdote. El sueño de mi abuela no se realizó jamás. A los 21 años mi padre abandonó el seminario para siempre. Mi abuela materna, nos hablaba gustosamente de Dios: de ella hemos escuchado por vez primera palabras como alma y Dios. Para ella, Dios y el alma eran los fundamentos mismos de la vida. Agradezco a Dios que ha permi do a mis queridas abuelas que nos transmi esen las semillas de la fe; conservaron profundamente en el corazón su fe en Dios y en Cristo. Cuando mi hijo Iósif tenía 18 años se puso muy enfermo. Por primera vez en mi vida, pedí a Dios que lo curara. No conocía ninguna oración, ni siquiera el Padre Nuestro. Pero Dios, que es bueno, no podía dejar de escucharme. Me escuchó, lo sabía. Después de la curación, un sen miento intenso de la presencia de Dios me invadió. Pedí a algunos amigos bau zados que me acompañaran a la iglesia. Dios no sólo me ayudó a encontrarlo, sino deseaba darme mayores gracias. Me hizo conocer al sacerdote más maravilloso que podía encontrar, el P. Nicolás Goloubtzov. Él bau zaba en secreto a los adultos que habían vivido sin fe. Yo tenía necesidad de ser instruida sobre los dogmas fundamentales del Cris anismo. Bau zada el 20 de mayo de 1962, tuve el gozo de conocer a Cristo, aunque ignorase casi toda la doctrina cris ana. En 1982 par mos para Inglaterra, para permi r que mi hija recibiera una buena educación europea. Mis contactos con los católicos con nuaban siempre naturales, calmos y alentadores. La lectura de libros notables como el de Raissa Maritain, contribuyeron a acercarme cada vez más a la Iglesia católica. Y así en un frío día de diciembre, en la ﬁesta de Santa Lucía, en pleno Adviento, un empo litúrgico que siempre he amado, la decisión, esperada por largo empo, de entrar en la Iglesia católica, me brotó naturalísima, mientras vivía en Cambridge, Inglaterra. Hay una cosa que aprendí por vez primera en los conventos católicos: la bendición de la existencia co diana, de cada pequeña acción y del mismo Adorador de noche. Testigo de día.

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silencio. En general soy felicísima en mi soledad; en la tranquilidad de mi departamento siento en modo vivo la presencia de Cristo. Sólo ahora he entendido la gracia maravillosa que nos producen los sacramentos, como el de la reconciliación y la comunión ofrecidos no importa qué día del año, e incluso co dianamente. Antes me sen a poco dispuesta a perdonar y a arrepen rme, y no fui jamás capaz de amar a mis enemigos. Pero me siento muy dis nta de antes, desde que asisto a Misa todos los días. La Eucaris a se ha hecho para mí viva y necesaria. El sacramento de la reconciliación con Dios a quien ofendemos, abandonamos y traicionamos cada día, el sen do de culpa y de tristeza que entonces nos invade: todo esto hace que sea necesario recibirlo con frecuencia. “El Padre celes al me ha corregido dulcemente. Fui nuevamente sumergida en una maternidad tardía que debía hacerme presente mi puesto en la vida: un humilde puesto de mujer y de madre. Así, en verdad, fui llevada en los brazos de la Virgen María a quien no tenía la costumbre de invocar, reteniendo que esta devoción fuese cosa de campesinos iletrados como mi abuela georgiana, que no tenía otra persona a quien dirigirse. Me desengañé cuando me encontré sola y sin sustento. ¿Quién otro podía ser mi abogado sino la Madre de Jesús? Imprevistamente Ella se me hizo cercana, Ella a quien todas las generaciones llaman Bienaventurada entre las mujeres.”

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Celebrada la convivencia diocesana de la Adoración Nocturna La casa de espiritualidad San Juan de la Cruz de Úbeda fue el lugar elegido este año para celebrar la convivencia diocesana de la Adoración Nocturna Española, la cual desarrollo su re ro anual de cuaresma durante los días 11 y 12 de Marzo en el citado convento, que es atendido primorosamente por los padres carmelitas, quienes custodian este lugar tan especial, en el que murió un Doctor de la Iglesia y que infunde a todo aquel que se sumerge en él un toque especial, cargado de intensa espiritualidad y recogimiento para el alma. Comenzaba esta convivencia con la recepción de los adoradores llegados desde Jaén, Torreperogil, Beas de Segura, Villacarrillo, Jódar, Baeza, La Carolina y Úbeda, para con nuar con la primera de las catequesis que tendrían lugar a lo largo de la jornada. Esta primera, se celebró en el oratorio de San Juan de la Cruz y corrió a cargo del Padre Daniel Moore, Esclavo de la Eucaris a y María Virgen, quien durante estos dos días acompañó espiritualmente a todos los adoradores, los cuales pudieron llenarse de Dios a través de sus palabras y par cipar en el Santo Sacriﬁcio de la Misa, así como confesarse. La jornada de la mañana del sábado estuvo marcada por las catequesis dirigidas por el citado pater y por los silencios que se hicieron presentes en toda la casa, para así terminar esta jornada con una dinámica de presentación por parte de los asistentes. Tras la comida y un breve descanso con nuó la jornada de la tarde con otra catequesis, silencios y el rezo del Santo Via Crucis en la Iglesia de San Miguel. Al término del mismo, se produjo un descanso donde los adoradores pudieron compar r impresiones y conocer más de cerca el convento. Adorador de noche. Testigo de día.

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Llegada la noche y tras la cena, tenía lugar el rezo del Santo Rosario y la celebración de la Santa de Misa, a cuyo término, era expuesto solemnemente el San simo Sacramento, que estuvo expuesto durante toda la noche, y organizados por turnos de vela, los adoradores adoraron al Amor de los Amores hasta el alba de la mañana. Comenzaba la jornada de la mañana del domingo con el rezo de laudes, tras el mismo, la bendición y la reserva del San simo Sacramento ¡Que noche tan hermosa! ¡Cuánto bien hizo entre los adoradores! Y como todo es necesario, también lo fue el alimentar el cuerpo con el desayuno para así comenzar con energía la mañana del domingo en la cual de nuevo el bello oratorio de San Juan de la Cruz acogió una catequesis impar da por el Padre Daniel, al término de la misma, los adoradores pudieron hacerle preguntas sobre diversos temas. Este enclave también acogió el rezo del Santo Rosario meditado, el cual ayudo a los presentes a acercarse a la pasión de nuestro Señor Jesucristo. Antes de la celebración de la Santa Misa, tenía lugar un coloquio entre los adoradores presentes. Finalizo la jornada con la celebración de la Santa Misa donde todos los presentes fueron consagrados al Espíritu Santo. Y como en todos los aspectos de la vida, tras la comida, llego el momento de la despedida, donde los adoradores pusieron rumbo a sus respec vas localidades, después de vivir dos jornadas en todo a Jesús Sacramentado.

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Para reforzar nuestra devoción aquí hay algunas cosas que han dicho los santos sobre la san sima Virgen María: 21) San Juan Berchmans estaba moribundo. Su director espiritual le preguntó: “¿Cuál es el secreto para que la San sima Virgen te haya favorecido tanto?”. Y el respondió: “El secreto es ofrecerle cada día algún homenaje, aun que sea pequeño, pero no dejar ningún día sin hacerlo”. 22) San José Cafasso estaba tan convencido de que en la obra de conversión de los pecadores, la mejor colaboradora es la Virgen María, que cuando iba a conver r a alguno condenado a muerte, decía: “Voy confiado, porque la que lo va a conver r es mi socia: la Madre de Dios”. 23) ¡Si supiéramos de cuántas desgracias nos ha librado la Virgen María! ¡Y cuántos favores nos ha concedido y nos quiere conceder! ¡En el cielo lo sabremos y nos quedaremos atónitos! (san Juan Bosco). 24) Jesús, María: éstos sean los nombres que yo pronuncie al morir, para que llevando este ramo de olivo en la boca, sea recibido en el Arca santa del paraíso , (san Germán). 25) Las más poderosas armas que yo conozco para vencer al príncipe de este mundo y alejar el pecado, son: la recepción frecuente del Cuerpo de Cristo y una confianza ciega en su San sima Madre. Hace muchos años que vengo recomendando la devoción a la Madre de Dios y no dejaré de hacerlo hasta que tenga la dicha de contemplarla allá arriba en los cielos (san Gregorio Vil, Papa). 26) El culto de la Virgen debe consis r en lo siguiente: 1. En una alta es mación de sus grandes cualidades y de su inmensa dignidad. 2. En una filial confianza. 3. En una estudiosa imitación de sus virtudes. 4. En propagar el culto mariano (san Buenaventura). 36

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27) El hombre ene: como mediador de su causa ante el Padre, al Hijo. Y como mediador ante el Hijo, a la Madre (san Buenaventura). 28) A las almas privilegiadas, sobre las cuales ene par culares designios de misericordia, Dios les otorga especialísima devoción a la Madre de Dios (san Marcelino Champagnat). 29) Preguntaron a santa Teresita cuál era el secreto para que los consejos que ella daba tuvieran tanta eﬁcacia y tan buen efecto, y ella respondió: “Mi secreto es éste: yo nunca doy un buen consejo sin haber invocado antes a la Virgen María, y sin haberle pedido que me inspire lo que debo decir a la otra persona, para su mayor bien”. 30) Si he logrado conservar la virtud de la cas dad ha sido por un favor constante de la Virgen María. A ella le debo también el haber aumentado mi inteligencia para comprender mejor cómo debía obrar en la vida (san Benito Co olengo). 31) Si no nos va mejor, es porque no somos más devotos de María (san Luis María Grignon). 32) Miguel Magone, el alumno santo está moribundo (21 de enero de 1859). Don Bosco se le acerca y le dice: “¿Qué es lo que más te consuela de estos úl mos momentos de tu vida?” y el joven le responde: “Dos cosas me consuelan ahora que llega la muerte: haber comulgado muchas veces, y haber rezado y conﬁado mucho en la Virgen María. ¡Oh María! ¡María! ¡Qué felices son tus devotos a la hora de la muerte!” (Una hora después expiró. Tenía 17 años). 33) De María nunca se hablará demasiado bien. Su grandeza nunca la lograremos comprender, porque para comprender la grandeza de la Madre será necesario poder comprender la del Hijo (san Luis María Grignon). 34) Dios Padre reunió en un lugar todas las aguas y lo llamó mar. Y reunió en otro lugar todas las gracias y todas las bendiciones y lo llamó: María (san Luis María Grignon). 35) Dios ene un tesoro en que ha guardado todas sus joyas, incluso a su Hijo. Ese tesoro es María (san Luis María Grignon). Adorador de noche. Testigo de día.

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36) Jesús sigue siendo en el cielo el mejor hijo que ha exis do, y por lo tanto, supremamente atento con su Madre la Virgen María y pronto a acceder a su más pequeño deseo (san Luis María Grignon). 37) Las tres cosas que más alejan a Satanás son: 1. Confesarse muy bien, con verdadero propósito y verdadero dolor de los pecados. 2. Comulgar con frecuencia y muy devotamente. 3. Tener una gran devoción a la Virgen María (san Juan Bosco). 38) He llegado a comprobar plenamente esta gran no cia de san Bernardo: “Jamás se ha oído decir que alguno haya implorado con conﬁanza y perseverancia la ayuda de María san sima, y ella no lo haya ayudado poderosamente“.(san Antonio María Claret). 39) La Virgen no ene nada de austero o temible que nos pueda alejar. Ella es siempre amable, y bondadosamente se presenta ante su Hijo cuando se lo pedimos. Y nos ob ene cuanto necesitamos (san Luis María Grignon). 40) Por Bernardo).

, oh María, están llenos los cielos y vacíos los inﬁernos(san

41) Hay tantos peligros en el camino de la vida que es frecuen simo el caso de personas que volaban muy alto en san dad, y han caído entre el fango y han sido desvalijadas las mosamente por los enemigos del alma. A cada rato caen cedros del Líbano. ¿Por qué? Porque se creyeron más fuertes de lo que eran, imaginaron más segura su casa y más seguros sus cofres de lo que en realidad estaban; se apoyaban en sí mismos aun creyendo apoyarse en Dios, y el Señor permi ó que fueran robados por los enemigos del espíritu. ¡Ah, si hubieran sido verdaderos devotos de María! No les hubieran sucedido tales desgracias, porque ella sabe preservar y defender a los que la honran (san Luis María Grignon).

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BOLETÍN Para cualquier tema relacionado con el Bole n, contactar con: Vocalía de Medios de Comunicación Por teléfono: 697521773 (Armando) Por correo electrónico: consejodiocesano@adoracionnocturna.es Por correo postal dirigido a la sede del Consejo: Consejo Diocesano de la Adoracion Nocturna Española Calle Maestro Bartolomé, 7 · C.P.:23007 / Jaén DEPÓSITO LEGAL: J-27-1969

ORACIÓN SAN PASCUAL BAILÓN Es el patrono de los Congresos Eucarís cos y de la Adoración Nocturna. Desde pequeño y durante 17 años fue pastor de ovejas. Luego ingresará en un convento franciscano. Que por intercesión de san Pascual Bailón, Dios nos conceda enamorarnos fervientemente de la Sagrada Eucaris a y vivamos el culto eucarís co en profundo amor. “Propagad la devoción a Jesús Sacramentado y veréis lo que son los milagros” (S. J. Bosco). Dios nuestro, que al bienaventurado San Pascual, confesor tuyo, honraste con el ardiente amor a los sagrados Misterios de tu Cuerpo y Sangre: concédenos propicio que así como percibió la espiritual dulzura y suavidad de este divino convite, merezcamos también el percibirlos nosotros. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Adorador de noche. Testigo de día.

San Pascual Bailรณn

Adorador: Vigilia: