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1.5 UN RECORRIDO POR LA HISTORIA pág

Bello es uno de los municipios del Área Metropolitana el cual en los últimos años ha venido apropiándose del territorio rural generando que las zonas de expansión se acerquen cada vez más a la periferia.

Este crecimiento descontrolado empieza a generar una cantidad de vacíos urbanos conocidos como lotes residuales, resultantes de las nuevas infraestructuras comerciales, de transporte y vivienda.

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Imagen 14: Fotográfia Aérea de la Granja del Tulio Ospina

Espacio residual 1: Bajos de viaducto del metro estación Niquia

El 30 de abril de 1985 se da la orden para iniciar los trabajos de construcción del Metro de Medellín. En la zona donde está ubicada la estación Niquia se encontraba la reconocida hacienda Niquia, sus terrenos se extendían desde el cerro Quitasol hasta el río Medellín. Una vez construido el metro, este espacio se configuró como un sobrante entre la Autopista Norte y el Polideportivo Tulio Ospina.

Espacio residual 2: Zona diagonal a la estación de policía de Bello

Esta zona nunca ha sido destinada para un uso, pero su zona de interacción más cercana, el lote donde ahora se encuentra la unidad residencial Los Árboles, antes era ocupada por una cancha de arena, y era utilizada por la gente del sector para diversas actividades. Se configuró como una zona residual al quedar como un espacio intermedio entre las dos vías de la autopista norte y la quebrada La García, la cual queda a pocos metros de la zona de estudio.

Espacio residual 3: Zona cercana a la Avenida Regional y la unidad deportiva Tulio Ospina

La idea de crear un corredor multimodal completo a los dos lados del río Medellín surgió en los años 1950, su construcción como la conocida Avenida Regional comenzó en 1958. Más adelante la unidad deportiva Tulio Ospina fue inaugurada en 1978, pero anteriormente sus terrenos hacían parte de la Hacienda Niquia.

Al generar ciudades más densas, aumenta el número de espacios residuales que conllevan a problemas desde el ámbito social, espacial y arquitectónico, como lo son los conflictos entre los usos del suelo y las zonas en desuso creando así, no solo contaminación visual sino una fractura en el tejido urbano.

Según el plan básico de ordenamiento territorial del municipio de Bello, existe una preocupación por la recuperación de estos espacios, pero a la fecha no se evidencia ningún desarrollo contundente para darle solución a estos problemas. Nos guiaremos a partir de documentos que me permitan profundizar sobre el tema, conociendo como los espacios residuales han sido tratados en diversos lugares, y cómo aplicar estas técnicas en las zonas de estudio ya indicadas. Iniciando con un párrafo de un texto sobre espacios residuales de una investigación que se realizó en las ciudades de España y México.

De manera específica utilizó el término «disfraz» porque frecuentemente las autoridades gubernamentales resuelven a su entender este tipo de fragmentos residuales mediante la siembra de distintos tipos de vegetación basándose y escudándose en el argumento de que son «pulmones» para la ciudad. Sin embargo, esto último es una falacia ya que según Jane Jacobs es la circulación de masa de aire la que en realidad realiza la función que impide que las ciudades se sofoquen. (Concha, 2008, p.68).

De tal forma que podemos concluir que el origen formal mediante el cual estos territorios adquieren el término de «residual» se desprende básicamente desde que el proyecto aún se encuentra en papel, es decir en planeación. Sin embargo, la escala del proyecto urbano al que me refiero puede ser de distinta índole, ya que muchas veces desde el mismo plan de ordenamiento territorial de una ciudad sería posible encontrar elementos generadores de este tipo de fragmentos residuales. «El residuo es deudor de una forma de gestión, pero, en tanto que espacio abandonado, por lo general procede del principio de ordenación (…) Todo ordenamiento genera un residuo…» (Clements, 2007, citado por Concha, 2008, p. 69).

Los espacios públicos residuales son el punto de partida para entender cómo son las interacciones entre los sistemas constitutivos de ciudad y como su desintegración afecta de manera directa los tejidos de la ciudad. No obstante, la revisión detallada del proceso de transformación predial se hace necesaria para comprender las afectaciones producidas tanto en la imagen de la ciudad como en las implicaciones sociales que vinieron después. (González, 2019).

De esta manera se pone en evidencia la desintegración que existe entre los sistemas constitutivos de ciudad, la desarticulación entre el sistema de movilidad y el sistema de espacio público que afecta directamente al tejido urbano y como consecuencia de ello, se crea una problemática espacial y funcional vista en la generación de espacios públicos residuales. Esto conlleva a un deterioro social y urbanístico, y a que los ciudadanos tengan una percepción negativa de la ciudad. (González, 2019).

IDEA S QUE REHABILITAN

En este capitulo se pretende mostrar de una manera gráfica y sensorial las actividades experimentales realizadas, donde se perciben los sectores en distintos momentos del día a través de las fichas de observación, talleres de imaginarios y encuestas permitiendo concluir de una manera asertiva las expectativas que generan a nivel emocional estos espacios, guiando el camino a elegir para obtener el resultado final y tejer a través de las propuestas una ciudad que perdió el tejido urbano a lo largo de su evolución.

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