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1.1 TEORÍAS URBANAS. pág 1.2 ESPACIOS RESIDUALES.UN VIAJE A TRAVÉS

Imagen 1: Mapa conceptual, creación propia TEORÍAS URBANAS

Cuando hablamos de espacios residuales, no podemos dejar de lado la parte ambiental, que es casi siempre, la más afectada, como se indica en el texto La imagen de la ciudad:

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Por su parte, Marc Auge (1992) hace hincapié en que el crecimiento de la ciudad por la urbanización acelerada se ha ido incrementando la aparición de sitios de transporte, de comercio de una manera que estos espacios no tienen presente la identidad y por esto mismo son espacios que “no existen” o que no son aprovechados o simplemente son residuos de las propuestas viales o del mismo crecimiento desordenado y desenfrenado de la ciudad. En la actualidad cada vez son más comunes, este tipo de lugares, conocidos como los no lugares o espacios residuales.

De la misma manera, Koolhaas (2007) afirma que el ‘espacio basura’ es lo que queda después de que la modernización haya seguido su curso, o su secuela. Lo que suena como una aberración de desechos y desperdicios, una realidad a través de la que caminamos y con la que convivimos todos los días. La interrupción y la falta de planeación de las nuevas ciudades hacen que cada vez se vean más los resultados de la mala planeación y la proliferación de los “espacios basura”.

Al respecto, afirma De la Concha (2008) que este tipo de territorios denominados como «residuales» pueden ser la porción derivada de una obra mayor o bien ser la resultante de la transformación destructiva originada por diversos factores con el paso del tiempo, y en ambos casos pueden ser catalogados como privados o públicos, pueden ser también urbanos o rurales.

A finales de los años 50 se dio un fenómeno de urbanización masiva a nivel mundial, por lo que, influenciados en parte por los estudios de Buckminster Fuller y sus aplicaciones tecnológicas en proyectos como las cúpulas geodésicas y la casa Dymaxión, Archigram diseñó su primer gran proyecto,

Como manipuladores del medio físico, los urbanistas están interesados ante todo en el agente externo de la interacción que produce la imagen ambiental… Son estas imágenes colectivas, las que demuestran el consenso entre números considerables de individuos, aspirando modelar un medio ambiente que será usado por un gran número de personas.” (Lynch., 1960 p. 16).

la Plug-in-City, una mega estructura conformada por una armazón de grandes dimensiones en la que podían encajarse habitaciones en forma de unidades individuales. El proyecto se desarrolló de la mano de Peter Cook entre 1962 y 1966. (Pohl, Ethel. 2009).

Más adelante, Gilles Clément en el manifiesto del tercer paisaje, define que “el residuo es el resultado del abandono de un terreno anteriormente explotado. Su origen es múltiple: agrícola, industrial, urbano, turístico, etc. Residuo es sinónimo de terreno yermo.” (2007, p.6), el cual este explica dicho fenómeno en las ciudades se dan por diferentes complejidades tanto tangible como lo intangible, sin embargo, manifiesta que el ordenamiento siempre genera residuo y que entre más distendido la ciudad más residuos genera, donde este alberga una diversidad de complejidades o a lo cual podríamos referirnos como diferentes dinámicas territoriales a nivel local. (Clément. G., 2007, citado por Barrera & David, 2009 pp. 11-12).

Más adelante, Araque (2013). En su artículo de “Vacíos Urbanos: Oportunidades para la revitalización urbana.” habla de:

En el continuo desarrollo de las ciudades, es relevante identificar y analizar los denominados espacios residuales o vacíos urbanos, viéndolos como oportunidades de articulación, desarrollo, mejoras en espacio físico y en la conexión social, espacialidades complementarias y de proyección; todo esto, aportando a la revitalización de los sectores y/o entornos adjuntos a estos. (p.70)

Claro, si hablamos de diseñar o crear estrategias que incitan a que, en estos espacios rechazados por así decirlo en el tramo de la ciudad, tengan usos que generen cambios que sumen y se una a ese tejido urbano. Generando impactos en sus entornos aledaños y haciendo que la transitoriedad ciudadana cambie y el uso sea más permanente.

Johana Hernández en el artículo “Diseño de espacios urbanos desde el imaginario y la participación del ciudadano.” (2015) nos dice que:

El común denominador de los problemas urbanos de las ciudades Latinoamericanas, en la mayoría de los casos, es la concepción de proyectos en el espacios públicos bajo unos parámetros netamente técnicos, de estética, realizados con el afán de crear una imagen de ciudad (que a veces copia diseños de proyectos de ciudades con características urbanas totalmente diferentes y ajenas a nuestras realidades) y bajo el objetivo de lograr un “urbanismo moderno” que en principio embellece la ciudad, pero no resuelve los problemas relevantes de la ciudad y sus habitantes. Es sabido que, en la ejecución de proyectos urbanos, al menos en Colombia, es de estricta obligatoriedad, que los promotores urbanos, sin importar si es la empresa pública o privada, realicen dentro de los pasos de gestión de suelos y del proyecto en general, procesos de participación ciudadana, donde en principio el objetivo es vincular a la comunidad con dichos procesos. Sin embargo, la realidad de los espacios urbanos no da cuenta de una verdadera participación o vinculación del ciudadano, esto visto en la falta de apropiación y el desuso de los mismos. Lo anterior, lo justifica diferentes conflictos en el espacio público que algunos estudios académicos ya han identificado: “Uso inadecuado del espacio público, deterioro de los recursos naturales, conflictos por intolerancia, conflictos por incompatibilidad de usos, conflictos asociados a la infraestructura” p.88-89.

De esta misma manera, la arquitecta y urbanista Andrea Borde (2009) se refiere a los espacios residuales en el contexto urbano como lugares que son el resultado de un proceso de construcción y reconstrucción de la ciudad y que se expresan como cicatrices de lo que fue destruido y no fue posible reconstruir totalmente. (Borde., 2009, citada por Espósito-Galarce, Fernando y Coutinho M. da Silva, 2016 p. 17)

En este caso, los espacios que serán nuestros enfoques de estudio dejarán de ser cicatrices de ciudad, para convertirse en zonas integradoras urbanas, potencializando las relaciones sociales.

Es así como Careri en su texto, hace referencia a la siguiente cita:

La existencia de estos vacíos son productos de distintos factores. El aspecto de cada uno es similar pero sus características varían según la naturaleza que los originó. Se realizó una categorización de los vacíos según su morfología y origen. Asimismo, se relacionaron las definiciones de cada vacío a partir de lo planteado por los autores citados anteriormente. Dentro de estas categorías, se reconocieron las siguientes: Vacío fenomenológico producto de las distintas variables a las que la ciudad está sometida a lo largo de su historia. (Francesco Careri) Vacío Funcional producto de los cambios en la dinámica y ritmos urbanos. (Claude Chaline) Vacío geográfico producto de las características topográficas de cada ciudad y del límite territorial entre lo urbano y lo rural. (Nora Clichevsky). Careri, 2002, citado por Rosero, 2017, p.18.

A la reflexión que llegamos es que estos vacíos urbanos que deja la construcción

y la reconstrucción de la ciudad se tienen que utilizar e intervenir con conciencia, de manera que a la hora de desarrollar algo se piense en la dinámica y en el cambio que puede afrontar ese lugar, potenciando y haciendo uso adecuado de él y no solo utilizándolo solo por añadirlo al tejido urbano.

Martínez en su artículo “Los vacíos urbanos: una nueva definición (2016) afirma:

En este caso, referenciamos específicamente “los espacios residuales producidos en las bajadas de los puentes peatonales de las estaciones del sistema de transporte, son los que tienen un alto grado de afectación por ser el punto de articulación entre los sistemas de movilidad con el espacio público y cuentan con un gran potencial de desarrollo, aunque no los han tenido en cuenta.” (González, 2018, p.4)

En ese sentido, Fernández y González (2018) afirman:

El análisis de las referencias ya anunciadas en la metodología con el fin de recabar preexistencias sobre el objeto de estudio. De entre los autores que utilizan el concepto de vacíos urbanos es necesario destacar a Claudia Azevedo de Sousa (2010), que propone una primera clasificación conceptual que los divide en tres categorías conceptuales: urbana, económica y social. Según la categoría urbana, el término forma parte del tejido construido, es decir, como vacío en la ciudad. Incluye en esta categoría la acepción negativa del término, refiriéndose a las zonas degradadas y residuales, enfatizando que algunas veces hay una necesidad de que esos vacíos sean apropiados por la ciudad como espacios públicos. La categoría económica engloba los espacios que están relacionados en el sector industrial, como los vacíos de las antiguas áreas de ferrocarril, de las fábricas o de los puertos, que se incluyen en esta categoría debido al uso o “desuso” que se da a los mismos. Por último, la categoría social denomina “vacíos” a las áreas que están pobladas pero sujetas a movimientos migratorios, convirtiéndose en “huecos demográficos” que han propiciado el abandono y la degradación de dichas zonas. (p.118)

La recuperación de estos espacios residuales, integrándose como elementos conectores de la Infraestructura Verde, permite abordar la minimización de los riesgos ambientales a los que frecuentemente se ven sometidos: inundaciones, desprendimientos, incendios, contaminación del suelo, el agua y el aire; al tiempo que se generan directamente los espacios de uso público para la socialización, el ocio, el deporte o la cultura, que resultan tan necesarios para la mejora de las condiciones de la vida urbana sobre todo en las áreas periféricas. Por eso al momento de crear estrategias de cambios para el desarrollo y producción de estos se deben tener en cuenta si el espacio es propenso a inundaciones o desastres naturales, hacer un estudio y de acuerdo con esto las estrategias pensadas tendrán un mejor desempeño. Estos vacíos urbanos no solo se conectan por medio de espacios que contribuyan a la ciudadanía, la idea es generar proyectos verdes haciendo que esta modificación urbana minimice los riesgos ambientales. . Por eso al momento de crear estrategias de cambios para el desarrollo y producción de estos se deben tener en cuenta si el espacio es propenso a inundaciones o desastres naturales, hacer un estudio y de acuerdo con esto las estrategias pensadas tendrán un mejor desempeño. Estos vacíos urbanos no solo se conectan por medio de espacios que contribuyan a la ciudadanía, la idea es generar proyectos verdes haciendo que esta modificación urbana minimice los riesgos ambientales.

Casas, calles y pasajes, surgidos históricamente como consecuencia de la autoconstrucción, cedieron espacio para la implementación del teleférico. En la mayoría de los casos, esa modificación del territorio y ruptura del tejido urbano de la favela, producto del embate entre la informalidad y la irrupción de un sistema de movilidad formal, generó un dislocamiento en el trazado urbano, lo que trajo, como consecuencia, espacios libres que antes no existían, altamente susceptibles a nuevos usos y apropiaciones, algunos previstos y otros no programados, aunque no necesariamente negativos, en la mayoría de los casos. (p.282)

Con respecto a la modificación del tejido urbano en la favela, Gallarce, (2020) expresa que:

Por su parte Francesc Muñoz, argumenta que los vacíos urbanos son una de las herencias del siglo XX, que han cobrado importancia en el paisaje urbano, ubicándolo en tres escenarios: como grieta, forma indefinida y como espacio residual, como metáforas de la ciudad interrumpida, la ciudad indefinida y la ciudad abandonada respectivamente. La presencia del vacío urbano, se considera como una constante estable y reveladora de la verdadera condición metropolitana de las ciudades actuales. (Mogollón, 2020)

Basados en esas determinantes se pasa a generar búsqueda de alternativas de intervención, que aborden la problemática localizada cerca a los bajos de la estación Niquia del Metro, buscando como fin, la recomposición de esos espacios residuales, no solo afrontando la escala local sino llegando a la escala urbana, demostrando así las nuevas relaciones entre el tejido roto,

y el espacio público.

Cuando hablamos de referentes, tomamos como punto de partida el tema de utopías arquitectónicas para la regeneración urbana, tenemos como referente el trabajo realizado por Preciado, Cadavid, Sarmiento; CAH (Construction System for Affordable Housing) - Sistema de construcción para viviendas asequibles, el cual es una gran base ya que el proyecto se desarrolla por medio de un sistema de módulos prefabricados que se agrupan en una estructura para conformar viviendas asequibles; en su interior surgen infinidad de actividades y cómo este sistema puede intervenir diferentes espacios de la ciudad generando una arquitectura para la transformación de diversos espacios, que en nuestro caso serían los residuales.

Muchas intervenciones de acupuntura en el espacio público se centran en proporcionar un espacio para que los ciudadanos se reúnan. Diseñado por AIM Architecture en colaboración con URBAN MATTERS, Urban Bloom transforma un estacionamiento en Shanghái en un tipo diferente de jardín urbano, creando un paisaje ondulado que puede abarcar una variedad de escenarios, desde reuniones informales hasta mini conferencias o teatro al aire libre. Del mismo modo, el proyecto The Green Cloud de ZHUBO DESIGN tiene como objetivo activar el espacio no utilizado dentro de una isla urbana, proporcionando un lugar común verde y agradable para los residentes locales. (Cutieru,2021).

Imagen 2: Ejemplo de participación en el diseño (co-design) y crecimiento de la vivienda en función del crecimiento de las familias

Imágenes 3 y 4: Park’ n’ Play by JAJA Architects. Image © Rasmus Hjortshø - URBAN MATTERS por MINI, CreatAR Imágenes TULIP de los arquitectos ADHOC agrega un componente social a un parque existente en Montreal, acomodando los nuevos requisitos impuestos por la pandemia a la vida urbana. El proyecto permite a los ciudadanos reapropiarse del espacio urbano sobrante, respetando las normas de saneamiento y transformar la estrecha franja de tierra en una terraza urbana. La instalación es uno de los tres espacios públicos rediseñados en la ciudad canadiense, en un esfuerzo por reiniciar la vida urbana.

Una firma gráfica brillante y una iluminación tenue permiten que el lugar, generalmente muy sombreado, sea atractivo de día y de noche. El color amarillo es, por lo tanto, el centro de atención en esta instalación tono sobre tono. Este colorido festivo, luminoso y alegre es llamativo y crea un marcado contraste con los tonos monocromáticos del parque existente. Un oasis colorido y vigorizante en el corazón del centro de la ciudad, el lugar invita a la curiosidad y al descubrimiento. (Pintos, 2021)

Imagen 5: TULIP – Your place at the table

Revisando diferentes referentes que hablan en relación con los espacios residuales, podemos encontrar que estas zonas pueden ser denominadas de maneras diferentes de acuerdo con las normatividades del territorio donde se encuentren geográficamente referenciados. En la investigación mencionaremos algunos que de alguna manera se relacionan con la temática que se está abordando.

Borja y Muxí (2000) afirman:

De esta manera, “si dejamos de mirar el paisaje como si fuese el objeto de una industria podremos descubrir de repente una gran cantidad de espacios indecisos, desprovistos de función, a los que resulta difícil darles un nombre.” (Gilles, 2007, reseña).

Que el espacio público es un concepto jurídico (pero no únicamente): un espacio sometido a una regulación específica por parte de la administración pública, propietaria o que posee la facultad del dominio sobre el suelo y que garantiza la accesibilidad a todos y fija las condiciones de utilización y de instalación de actividades. El espacio público moderno resulta de la separación formal (legal) entre la propiedad privada urbana (expresada en el catastro y vinculada generalmente al derecho a edificar) y la propiedad pública ( o dominio público por subrogación normativa o por adquisición de derechos por medio de la cesión), que normalmente supone reservar este suelo libre de construcción (excepto equipamientos colectivos, infraestructuras de movilidad, actividades culturales y a veces comerciales, referentes simbólicos monumentales, etcétera).

El espacio público también tiene una dimensión sociocultural. Es un lugar de relación y de identificación, de contacto entre las personas, de animación urbana, y a veces de expresión comunitaria. “En la ciudad tradicional, histórica… La memoria urbana es bastante fácil de definir. Es la imagen que permite a los ciudadanos identificarse con su pasado y presente como una entidad cultural, política y social. Los espacios privilegiados de los monumentos como marcas en el tejido de la ciudad…” En consecuencia, toda la ciudad existente, toda la ciudad heredada, es toda ella ciudad histórica.

La dinámica propia de la ciudad y los comportamientos de la gente pueden crear espacios públicos que jurídicamente no lo son, o que no estaban previstos como tales, abiertos o cerrados, de paso o a los que hay que ir expresamente. Puede ser una fábrica o un depósito abandonado o un espacio entre edificaciones. Son casi siempre los accesos a estaciones y puntos intermodales de transporte y a veces reservas de suelo para una obra pública o de protección ecológica. En todos estos casos lo que define la naturaleza del espacio público es el uso y no el estatuto jurídico. (Borja y Muxí, 2000, pp. 27-28) Parte o porción de superficie terrestre que se deriva de un proyecto urbano de mayor escala, la cual no cumple una función definida pese a encontrarse, delimitada e inmerso en un entramado urbano y donde cualquier habitante tiene el mismo derecho de uso, también estos fragmentos adquieren el nombre de residual de la resultante obtenida de la descomposición o destrucción de un territorio urbano-público previo. (de la Concha., 2008 citado por Hurtado, 2014, p.18)

Según Claudia Curzio de la Concha, autora del escrito El origen y las caracteristicas de los fragmentos Urbano-Publicos residuales (2008) define estos espacios:

Dicho lo anterior, el término de espacios residuales es definido como un espacio que hizo parte de un todo y ahora solo hace parte de un sobrante de una intervención, el cual no cumple con una función dentro de la dinámica de su entorno.

Adicionalmente dentro del trabajo Estrategias de diseno de pequeno formato para la incorporacion de espacios residuales al paisaje urbano, (2009) se habla de que el espacio residual para muchos autores es contemplado como el no incorporado al crecimiento de la ciudad, como un espacio físico que no se ocupa, o se ocupa parcialmente, volviéndose completamente ajenos a la vocación en la conformación del lugar.

De esta manera, cuando hablamos de vulnerabilidad, esta se concibe como “aquella situación crítica dada por problemas en los ámbitos social, físico y urbanístico de una ciudad, que se caracteriza por su complejidad, dada en una superposición de hechos relacionados: desigualdad social, degradación del medio físico y fragmentación del espacio urbano” (Kapstein, 2010, p. 27). Para Kapstein, el espacio residual es considerado como el no incorporado al crecimiento de la ciudad, que carece de significado y usualmente no está ocupado, reconociendo que el espacio residual no consiste solamente en lograr su introducción, sino que este sea reconocido como signo dentro del tejido urbano que conforma la ciudad.

Entre tanto, Alejandro García autor de La reincorporacion de espacios residuales al sistema formal de la ciudad (2011) nos dice que el espacio residual es aquel no incorporado al crecimiento de la ciudad. Se encuentra no ocupado o

sub ocupado físicamente. Carece de significado e identidad. Por lo que toda planificación y tratamiento sobre este debe considerarse basado en la parte formal y cognitiva, que logre revitalizar dicho espacio. Los espacios residuales deben ser vistos como la reserva espacial que tiene la ciudad para desarrollar las actividades complementarias a los sistemas viales y a la actividad principal de los sectores.

Por otro lado, encontramos un texto que nos habla de “las dinámicas que encontremos en cualquier espacio público de la ciudad depende directamente del nivel de apropiación dado por parte de la gente, más que de cuán bien se encuentre equipado el espacio (es decir, la calificación de espacio público es aportada por la gente y no por el planificador)” (García Vázquez, 2013, p. 5). De acuerdo con esto, proyectar estos espacios residuales con un sentido integrador puede ser una contribución para mejorar la calidad de vida de sus habitantes fomentando usos positivos.

Al integrar tales espacios a la trama urbana, potencializaremos sus puntos vulnerables, dándole nueva vida a unos sectores, que terminaron siendo los resultantes de una ciudad que ha ido creciendo sin una planeación urbana bien definida.

Por medio del análisis que se llevará a cabo, se clasificará el tipo de necesidades y cómo estas pueden ser solucionadas a través de intervenciones en el ámbito urbanístico, donde los habitantes puedan hacer un correcto uso de este, y dejen de ver estos sectores como lugares ajenos de su día a día.

Si los habitantes de las zonas se apropian de estas plazas barriales, seguramente además de generar sentimientos de pertenencia y de dignidad, se producirán también sinergias que mejoren la seguridad, lográndose integración social a partir del encuentro con una persona diferente. (Kapstein & Ramírez, 2016 p. 91) y sociales, entonces su esencia está en la integración de directrices, lo cual se define por los objetivos del proyecto de regeneración urbana.

Desde una perspectiva más cercana a los estudios de caso, estudiantes de la Universidad de San Buenaventura de Medellín escribieron sobre los espacios públicos en el municipio de Bello, enfocados desde los derechos fundamentales como la educación, la salud y resaltando la importancia del adulto hacia el correcto acercamiento e interacción de los niños con el espacio público generando diseños e intervenciones urbanas buscando con esto proporcionar ambientes más seguros protectores y potenciales que garanticen el desarrollo integral de los niños y la familia en general.

Parra, Tobón, Loaiza, Lopera, Galeano, Flórez (2020) afirman:

Los autores plantean que, si bien son muchos los esfuerzos de sensibilización y visualización frente al tema, aún existe un desconocimiento por parte de los ciudadanos frente a la necesidad e importancia de generar espacios pensados para los niños y las niñas. Hay evidencias en su investigación que en el municipio hay poca inversión, planeación y construcción de espacios físicos públicos pensados para la infancia, acarreando un sinnúmero de contradicciones frente a las políticas de infancia y la realidad de los niños en el tema los espacios públicos de ciudad, evidenciando una preocupante carencia de los mismos, ya que, aunque el espacio exista físicamente y los proyectos de desarrollo urbanístico apunten hacia su uso eficiente, la realidad apunta hacia la subutilización e invisibilización de los mismos. (p.139,140)

Al respecto de este punto, los autores mencionan que:

La práctica de la regeneración urbana se define como el conjunto de acciones integradas que, aplicadas a una zona urbana en crisis, pretenden frenar las dinámicas y los factores de declive, reactivando la capacidad local para afrontar los cambios urbanos, económicos y sociales. (Hernández Aja et al., 2000, como se citó en Kapstein & Ramírez, 2016). Lo anteriormente mencionado, nos habla de que un proyecto de regeneración no sólo atiende problemas urbanos sino también problemáticas ambientales

NORMAS NACIONALES RELACIONADAS CON LOS ESPACIOS RESIDUALES EN COLOMBIA

NORMATIVA

Acuerdo 48 de 2014 Artículo 323. Áreas libres privadas producto del índice de ocupación. RELACIÓN CON LOS ESPACIOS RESIDUALES

El diseño del paramento de la edificación garantizará la no generación de áreas residuales que propicien su indebida ocupación y utilización, independientemente de que sea para el uso privado o público si el interesado pretende integrar este espacio totalmente al espacio público. El diseño de las edificaciones y sus áreas de acceso siempre considerará las normas para la población con movilidad reducida que garantice el acceso adecuado al lote y sus diferentes espacios. (Const., 1991)

El espacio público resultante de los procesos de urbanización, parcelación y construcción se incorporará con el solo procedimiento de registro de la escritura de constitución en la Oficina de Instrumentos Públicos, en la cual se determinen las áreas públicas objeto de cesión y las áreas privadas, por su localización y linderos, con base en lo aprobado en la licencia urbanística. (Ley 9, 1989)

Ley 9 de 1989. Artículo 5. Ley de reforma urbana

Código civil. Título III. Artículo 675 - 679

Decreto 1469 de 2010. Por el cual se reglamentan las disposiciones relativas a las licencias urbanísticas; al reconocimiento de edificaciones; a la función pública que desempeñan los curadores urbanos y se expiden otras disposiciones.

Conpes 3718 de 2012 - Política Nacional de espacio público. ARTÍCULO 675. Son bienes de la Unión todas las tierras que estando situadas dentro de los límites territoriales carecen de otro dueño.

ARTÍCULO 679. Nadie podrá construir, sino por permiso especial de autoridad competente, obra alguna sobre las calles, plazas, puentes, playas, terrenos fiscales, y demás lugares de propiedad de la Unión.

Modalidades de la licencia de intervención y ocupación del espacio público. Son modalidades de la licencia de intervención y ocupación del espacio público las siguientes: 1. Licencia de ocupación del espacio público para la localización de equipamiento. 2. Licencia de intervención del espacio público. (Decreto, 2010)

Caracterización del déficit cualitativo de Espacio Público. En Colombia no se ha desarrollado un estudio de diagnóstico que permita revelar la situación actual del déficit cualitativo de espacio público. En gran medida, el balance nacional y de las ciudades, es perceptivo y se plantea sobre la base de las carencias de mobiliario, señalización, iluminación y zonas

Conpes 3718 de 2012 - Política Nacional de espacio público.

Conpes 3718 de 2012 - Política Nacional de espacio público.

Plan de Ordenamiento Territorial (POT) (2009). Segunda parte: componente general título I principios, políticas y estrategias verdes; como también, deficiencias en el diseño, tratamiento de superficies (zonas duras y blandas), circulación y estacionamientos, inseguridad, entre otros.

Algunos aspectos por resaltar son los siguientes: El tratamiento del espacio público a través de los instrumentos de planeación y la gestión creada por la Ley 388 ha sido residual, fragmentado, sin parámetros claros de ordenación y sin la dotación de mobiliarios y equipamientos adecuados.

Deficiente articulación del espacio público con los elementos de la estructura ecológica, la poca arborización, la ausencia de vegetación y su tratamiento residual en los nuevos proyectos urbanos, lo cual disminuye la calidad del medio ambiente, y aumenta la temperatura de las ciudades, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y la concentración de partículas contaminantes en la atmósfera.

Artículo 5, Política 3. Equilibrar el territorio: De las políticas, objetivos y estrategias del ordenamiento territorial. Incrementar la calidad y cantidad de espacio público con acciones particularmente dirigidas a la integración funcional de los habitantes de los sectores de mayor nivel de marginalidad.

Política 6. Configurar un sistema democrático de espacio público: Construir, consolidar y recuperar los distintos elemen-

Plan de Ordenamiento Territorial (POT) (2009). Segunda parte: componente general título I principios, políticas y estrategias

Plan de Ordenamiento Territorial (POT) (2009). Segunda parte: componente general título I principios, políticas y estrategias tos constitutivos del sistema de espacio público como el elemento social y colectivo por excelencia, concebirlo como un sistema estructurante y prevalente del territorio, para que proporcione a los ciudadanos, lugares y singulares de encuentro, esparcimiento, recreación y movilidad, donde puedan interactuar, disfrutar y compartir la ciudad socialmente, y de manera segura. Se propone con ello mejorar la calidad de vida de los bellanitas y construir una escena urbana que le dé identidad e imagen al Municipio, a través de elementos naturales y construidos.

Objetivos de la política 6: a. Estructurar en el Municipio un sistema de espacio público constituido por elementos y componentes que respondan a las necesidades y demandas colectivas y específicas del barrio, sector o comuna, b. Proporcionar al espacio público las cualidades físicas necesarias para responder a las actividades urbanas. c. Generar nuevos espacios públicos que integren los elementos naturales, equipamientos y parques que recuperen o propongan nuevos referentes singulares para el Municipio. d. Incorporar el manejo ambiental, paisajístico y recreativo a las intervenciones viales. e. Integrar los ecosistemas de interés estratégico y las áreas protegidas, al sistema de espacio público, dotándolas con los equipamientos e infraestructura necesaria para su utilización y disfrute.

Plan de Ordenamiento Territorial (POT) (2009). Segunda parte: componente general título I principios, políticas y estrategias

Estrategias de la política 6:

A. Elaborar el Plan General de Espacio Público en el cual se considera la construcción de nuevos espacios, la restitución y remodelación de los existentes, así como la incorporación en la normatividad municipal de los criterios generales y específicos para el manejo del espacio público, buscando la generación de una imagen urbana unificada.

B. Adelantar programas de amoblamiento urbano en el sistema de espacios públicos municipales de modo que se proporcione funcionalidad, comodidad, seguridad y belleza a estos espacios. De igual modo, propender por la incorporación del sombrío arbóreo para los bulevares, parques y plazas públicas.

C. Diseñar mecanismos que posibiliten el aprovechamiento del espacio público por parte de los particulares en concordancia con las normas vigentes.

E. Reglamentar las licencias de intervención y ocupación del espacio público en concordancia con las normas vigentes y los intereses municipales.

J. Definir, promover, diseñar y construir, tanto desde el sector público como del privado, un sistema de bulevares en las distintas áreas urbanas y rurales del municipio, en el cual se busque la integración físico espacial de las principales centralidades con criterios de identidad municipal, singularidad urbanística, sostenibilidad ambiental, equilibrio territorial y equidad social.

K. Acometer programas de recuperación de andenes y de relocalización de infraestructura de servicios públicos en coordinación con las empresas prestadoras de los mismos, de modo que se proporcionen mejores condiciones de movilidad, comodidad y seguridad por parte de los peatones y de personas con movilidad reducida.

I. Diseñar e implementar programas a través de convenios con el sector privado para la administración y mantenimiento de espacios públicos.

Todos estos aspectos, tanto urbanos, sociales, ambientales y arquitectónicos forman parte de la creación de ciudad, que debe ser equitativa, interconectada, y en pro de generar bienestar para todo tipo de disfrute, dependiendo del uso al que este sea destinado.

Después de buscar la normatividad referente a la investigación, se evidencia que no se ha escrito nada específico relacionado con la investigación, sin embargo, se hace relación a los usos generales del suelo urbano y de expansión como se muestra en la siguiente imagen.

Imagen 6: Plano de usos generales del suelo y de expansión

USOS GENERALES DEL SUELO Y DE EXPANSIÓN

CONVENCIONES ZCS: Zonas de comercio y servicio ZCD: Zona dotacional e institucional Zv: Zonas verdes ZR: Zonas residenciales ZI: Zonas industriales ZAC: Zonas de atividad especializada Rio Medellin Cuerpo de agua

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