Muralla30 by Colegio Ntra. Sra. del Carmen. Carmelitas. León

EQUIPO DE REDACCIÓN: Manuel Saa Suárez Camino Rubio González, Natalia Villanueva Pérez, Eva García Puerta, Ana B. López Ramos, Mª Isabel López Tristán, Rafael Andrés Morala, Pilar Sanfrancisco Repiso Laura Ferrero de la Mano. EDITA: Comunidad Educativa Colegio Ntra. Sra del Carmen.

Cada uno de los miembros de este equipo de redacción quiere expresar la gratitud a todos los colaboradores y desearos a todos un feliz verano y un relajante y creativo descanso. Gracias y Felices vacaciones

¿Cómo finalizar un curso académico en el que hemos puesto mucho empeño y dedicación y además hemos realizado un amplio plan para, entre todos, conocer más y realizar mejor en el día a día los VALORES de nuestra Propuesta Educativa? Dando vueltas a este asunto, ha llegado a mis manos este poema de F. Loidi y me ha parecido que nada mejor podía ofrecer al inicio de unas vacaciones que culminan el trabajo del curso. Me gustaría que constituyera una síntesis de tantos trabajos donde al finalmente permanece lo que es más importante y trasciende lo coyuntural.

“NOSOTROS, nuestra palabra definitiva, Un “nosotros” solidario, trabado, interdependiente. La palabra más intensa, nuestra palabra total, la que indica el cumplimiento de todas nuestras esperanzas, la que dice la verdad y genera salvación. Que la verdad no está en ti ni en mí, sino en el nosotros. Nadie se libera solo y nadie libera a nadie, que los hombres y mujeres nos salvamos todos juntos. Pues no somos uno y uno, una suma de unidades, sino que somos un todo; y cada uno, dentro del todo. Hablemos, pues, en plural, con la palabra primordial generadora de vida. Dejemos los singulares, tanto “mío”, tanto “yo”, Tanta mirada egocéntrica que favorece a las células de la muerte. Y ensanchémonos. Ampliemos el yo al nosotros, y el nosotros hasta el límite de la tierra, sin fronteras. En el corazón, los pobres, ya que marcan la gran raya donde se rompe el nosotros y el pecado parte al mundo. En la herida más profunda, colgado en la cruz, el más pobre, porque se quedó sin nada, de tanto luchar por todos. Y alrededor, los que pugnan por ellos y por su causa. Éstos forman el gran círculo de la solidaridad y gestan la Tierra Nueva, nuestra gran resurrección. Ésa es también nuestra casa; ahí queremos estar. Humildemente, pues hemos sido admitidos por gracia. Combatidamente, porque luchamos por nuestra causa. Para eso vino la luz, que nos tocó con su rayo y traspasó nuestro encierro. Ahora somos NOSOTROS” Muchas gracias a todos por haber vivido y trabajado juntos. Y felices vacaciones. Elena A. Vidales López Directora.

Despedida alumnos de 2º de Bachillerato “Al final llegan todos a tiempo. Han superado una larguísima carrera, pero no están cansados. Han luchado todo lo que han podido. Se han caído 400 veces y 400 veces se han vuelto a levantar. Ahora son más ágiles, casi aerodinámicos; pulidos por el viento, constante y sabio. Celebran juntos su triunfo, reunidos como hermanos, enlazados a través de algo que no pueden explicar con palabras. Saben que desde arriba, una amiga, una compañera que desde el principio les ha guiado, les sonríe.” Este podría ser el final de la última escena, la XXI para algunos, la CCXXX para otros, de una obra que llevamos representando desde hace muchos años. Una pieza de teatro repleta de personajes dispares, donde las situaciones se han sucedido vertiginosamente, aunque haya habido momentos en que el tiempo se ha dilatado hasta la extenuación, minando nuestras fuerzas, haciéndonos pensar en la rendición. Sin embargo, experimentados técnicos de iluminación han conseguido que el espacio en sombra siempre fuera el menor posible, para que nosotros no nos perdiéramos en ningún camino de tinieblas, para que pudiéramos interpretar nuestro papel lo mejor posible. Quizás me he equivocado al hablar de última escena. ¿Es posible dar por terminado este maravilloso proceso? ¿Se puede acabar, en el sentido más amplio del término, de formar los corazones, las almas y las mentes? ¿Es que alguna vez la búsqueda incesante (de Dios, de la sabiduría, de la vocación…) llega a su fin? Creo que estamos todos convencidos de que no. Ya desde el primer día se nos alertó del carácter experimental de un nuevo concepto de educación. Sabíamos que nos íbamos a equivocar muchas veces, pues esa era la única manera, eso nos habían dicho, de crecer y mejorar. Sabíamos que, tarde o temprano, nos convertiríamos en arcilla. Los hubo más reacios, más metálicos, pero al final todos nos dejamos impresionar, y las huellas que en nosotros han dejado profesores y amigos nunca se borrarán, porque el material que las sostiene es imperecedero, está protegido por capas de amor y piel muy dentro de nosotros. Flexibles, pero no maleables, aprendimos a dejarnos modelar sólo por aquellas manos que reconocíamos cercanas, las manos de nuestros maestros. Nuestra piel, siempre atenta, nos alertaba de la llegada de ideas o formas intrusas. De esta manera, conseguimos dejar entrar todo aquello que nos engrandeciera (manteniendo siempre las escalas de la humildad), quedando fuera los rastrojos y las malas hierbas. Para eso, nunca tuvimos la necesidad de levantar barreras ni muros. Hemos sabido orar con el universo, teniendo los ojos siempre abiertos y los brazos extendidos en todas las direcciones: hacia arriba, pidiendo iluminación y amor, y hacia los lados, buscando comprensión y solidaridad. Esto no quiere decir que el camino fuera siempre luz, pues algunos hemos sido tercos expertos en cerraduras. Por suerte, la familia Vedruna cuenta con óptimos cerrajeros que han abierto nuestra inteligencia, orientándola hacia el deber, el saber, la constancia y el amor. Nuestro reflejo en la pared se ha amplificado gracias a cada mañana en la calle Cardenal Landázuri. Fuertes y conscientes, hemos aprendido a valorar el trabajo como un arma para el cambio y para la

relación con lo exterior, con la naturaleza. Las pistas que por vosotros sabemos descifrar nos indican un trayecto de conocimiento y amor hacia el cielo, una continua búsqueda de Dios. Cuando queramos entender cómo somos, siempre pensaremos en vosotros, que nos visteis de niños, y sólo en vosotros, que conocisteis y presenciasteis los cambios que nos han traído hasta aquí. “Los niños entran en clase. Es una mañana fría, pero el sol es brillante. Se sientan juntos en el suelo, dándose de la mano. Ahora les vemos diez años después. Siguen allí, más sabios, más altos, más guapos, pero igual de unidos. Fuera, las tormentas han dado paso a los claros más claros, y también al revés. Pero los truenos no les han ensordecido. Siguen atentos, expectantes. Uno de ellos se levanta. Es el poeta, el que siempre ha sabido mirar en todas las direcciones, sobre no importa qué superficie, por encima de cada situación y en el interior de cualquier persona. De pie, con media cara iluminada y la otra media en penumbra, comienza a leer algo que está escrito en los ojos de sus compañeros:

Tienes… Trigo en las manos Surcos en los pies Viento en la cara Sol en los ojos. Tienes… Besos en las mejillas Amores en el corazón Ángeles en el alma Oraciones en la boca. Tienes… Toda la vida por delante Todas las estrellas en tus manos Todas las distancias en tus pies Toda la felicidad en tu alma Tienes… a Dios. Lo tienes todo.” Gracias por enseñarnos a pensar en infinitivo y continuamente actualizarnos en gerundio. Gracias por repetir tantas veces que nada en esta vida debe reducirse al participio. Gracias por enseñarnos a cambiar. Siempre volveremos a vosotros. Jorge Suárez-Quiñones Rivas Poema de J. del Olmo

Tan sólo miedo... Tengo que escribir un relato y no sé cómo empezar, las ideas fluyen por mi cabeza, millones de palabras se agolpan y pasan rápido por delante de mis ojos. Un montón de frases, ideas, historias….¡pero tan desordenadas! Va a ser verdad eso que dicen de que “LA MUSA NO VIENE SOLA, CUESTA TRABAJO ENCONTRARLA”. Me reclino en mi silla, frente a la mesa y al cuaderno de trabajo, intento relajarme y ordenar mis ideas, mis recuerdos. Cierro los ojos y respiro profundamente, -esa mecánica me ayuda a sentirme bien, a sentirme viva, tremendamente viva. Normalmente, cuando abro mis ojos lentamente, vuelvo a la realidad, mi cabeza despejada y unas infinitas ganas de escribir, pero hoy ¡Oh! ¡Sorpresa! Estoy igual que al principio ¿los nervios me han jugado una mala pasada? Miles de personas esperan mi relato, mis palabras. Acaso ¿estoy soñando? Decido elegir otra estrategia , otra forma que me ayude a superar este pequeño problema, que de una manera u otra está haciendo un gran problema, o yo así me lo estoy empezando a creer. Voy al baño y abro el grifo de la ducha, entro dentro de ella, vuelvo a cerrar mis ojos, y permito que las tibias gotas de agua recorran mi cuerpo, comenzando por mi cabeza. Intento sentir el gorgojeo del agua entre mis pies. Esa cálida sensación empieza a despertar en mis agradables recuerdos, mis ideas empiezan a ordenarse, todas esas palabras y frases, que momentos antes aparecían perdidas y desnudas, comenzaban a tomar su puerto en mi cabeza. Tenía miedo de que esa plácida sensación se perdiera. ¿Y si cuando cierre el grifo vuelvo a sentirme perdida? pensé. Entonces volví a respirar profundamente. -No, no, eso no va a pasar. …”voy a abrir mis ojos lentamente…mis ideas, mis recuerdos, mis frases, todo seguirá ordenado y brotaran rápido a mi cuaderno de trabajo como estas gotas de agua que ahora recorren mi cuerpo”. Decido abrir mis ojos. Lentamente, muy despacio. Me digo. Sigo intentando sentir el tibio roce de las gotas de agua. Hago las cosas muy despacio, como si con ello me fuera la vida (que no tanto es la vida, pero si mi prestigio y mi trabajo, y por supuesto, mi autoestima). No ha pasado mucho tiempo, no ha llegado ni a cinco minutos, pero se me hizo una vida. Cerré el grifo y comencé a abrir mis parpados muy, muy despacio…. Me invadió una paz irresistible, por el gran ventanal del baño entraba una suave brisa y un sol irresistiblemente bello cubría toda la estancia, lo llenaba de vida. Al fondo se veía la espuma blanca de algunas pequeñas olas del Mediterráneo y hasta se podía percibir ese olor salado y agua. Me sentía bien, muy bien. Salí al porche, respire profundamente y… ¡Dios mío! ¡Mis ideas estaban claras! Me entraron unas ganas irresistibles de escribir, de plasmar todo lo que de golpe se ordeno en mi cabeza. Me fui corriendo a mi cuarto, me senté en mi silla, frente a mi cuaderno de trabajo y escribí y escribí… cada vez que se me iba la inspiración, sólo tenía que levantar mis ojos hacia la ventana y observar el maravilloso paisaje que se mostraba delante de mí, desnudo, sin miedos… Amanda Calcaño Ginestal, 2º ESO A

Una ilusión, un sueño...

A Guillermo le gustaban los trenes. Su padre era maquinista y su abuelo también lo había sido. Casi aprendió a leer con las revistas de trenes que le mandaban a su padre a casa. De mayor siempre quiso ser maquinista, como su padre y su abuelo, siempre había escuchado las historias y anécdotas que contaban en casa. Alguna vez le habían llevado a la estación de mercancías y le habían subido a las pequeñas máquinas de maniobras y él disfrutaba mucho. Su padre le tenía prometido que algún día le llevaría en un tren de verdad, siempre que llevase a casa buenas notas, pero ese día nunca llegaba. Un día que Guille estaba en casa, le dijo su padre que le acompañase a la estación, que tenía que recoger unas cosas, así que Guille y su padre fueron hacia la estación. Al llegar a ella vieron a su vecino Alfonso que trabajaba en ella y le invitó a Guille a ver los ordenadores y las pantallas donde aparecían las vías y los trenes de toda la zona. Guille se quedó con la boca abierta, no se lo podía creer, pero no quedó ahí la cosa, su padre tenía una sorpresa: le iba a llevar en un tren de verdad, un enorme tren de mercancías, más de cuatrocientos metros de coches. Al llegar a las vías vio que se acercaba lentamente y en silencio una locomotora blanca, era una TRAXX, se las conocía todas, se leía todas las revistas de trenes que le llegaban a su padre a casa. Él pensaba que sería una de las antiguas locomotoras ruidosas que oía desde la cama cuando se acostaba y no le dejaba conciliar el sueño. Nunca se había subido a una de ellas y después de un pequeño esfuerzo para subir, pues las escaleras no están hechas para los niños, se quedó alucinado: aquello parecía un ordenador con ruedas más que una locomotora, tenía cinco pantallas con relojes, velocímetros, rayas que subían y bajaban cambiando de color, cámaras para ver el tren, de todo, tenía de todo. Después de sentarse los dos y de hablar su padre por el teléfono, se puso en verde la señal que tenían delante, el tren poco a poco empezó a moverse y cuando salió de la estación empezó a acelerar casi como un coche. Aquello era todo luces, pitidos, indicaciones, pisar pedales, mover una palanca, apretar otro botón cuando había una señal, todo un lío. Su padre le iba explicando todo lo que aparecía en la vía y en los alrededores, esa señal quiere decir esto, esa lo otro, esa me obliga a hacer esta cosa, etc. Él, con los nervios, apenas se enteraba de lo que estaba diciéndole, sólo veía señales blancas, negras, azules, rojas, amarillas, semáforos dando todo tipo de indicaciones y colores. Hasta que vio una que le llamó la atención y le dijo que esa señal era para tocar el silbato cuando había pasos a nivel cerca o cualquier peligro y que si quería tocarlo al verla. Desde ese momento cada señal que veía ¡¡bocinazo!!, ya fuese cuando lo mandasen las señales o para saludar a la gente y los conductores que iban por las carreteras de al lado. Su padre terminó con un buen dolor de cabeza. Mientras iba caminando el tren, se iba acordando de todas las historias que solían contar en casa el abuelo y su padre y que apenas entendía pero que al estar sobre una locomotora ya le parecían otra cosa más apasionante. El día iba terminando cuando llegaron a la estación de mercancías donde había que dejar el tren, les desengancharon el tren de la locomotora y les pusieron delante de otro tren para llevarlo de regreso a su ciudad. Mientras esperaban para salir, su padre sacó de su bolsa un enorme bocadillo que partió a la mitad y se lo comieron en unos minutos, con el hambre que Guille tenía. Después sacó un termo con chocolate calentito y se tomaron un vaso cada uno. El viaje de vuelta ya fue todo de noche, solo veían los carriles brillando con la luz del potente faro y al acercarse a las fábricas aparecían miles de luces blancas en medio de la noche. Después de un día tan intenso, los ojos ya no podían estar más tiempo abiertos y a mitad de camino se quedó dormido como un tronco. De repente oyó: - ¡¡ Guille, levanta que ya es hora de ir al cole!! No podía ser, todo había sido un sueño, pero había sido tan real que para no olvidarlo lo escribió en su cuaderno y poder leerlo y acordarse de lo bien que lo había pasado en el. Iratxe Vives Negro, 2º ESO A

ACTIVIDADES – A.M.P.A. CURSO 2009/2010 -

Nombramientos de nuevos cargos de la Junta Directiva. Concurso de Postales de Navidad, impresión y entrega de premios. Seguro Escolar- circulares y fichas-. Programa de Actividades para el Curso. Conferencias sobre el buen uso de Internet y las Redes Sociales. Domiciliación y listado de socios de la A.M.P.A. Elaboración e imprenta de la Revista de Navidad. Reunión y Colaboración con la escuela de padres. Solicitud de Subvenciones al Ayuntamiento y Junta de Castilla y León. Excursión “el Camino de Santiago” a Villafranca del Bierzo, entrega de certificados. Revista del 2º trimestre, imprenta. Ayuda para las familias necesitadas del colegio y para Haití. Subvención de la Gimnasia de mantenimiento. Subvención para Deportes y Yudo. Detalle para los niños que hacen la 1ª Comunión – seles entrega un detalle cuando están en 4º de E.P. y para los niños que hacen la Graduación al acabar Primaria. - En las Fiestas de Sta. Joaquina de Vedruna: Trofeos y medallas para los ganadores de los campeonatos. Desayunos de Batidos y Donuts para las clases de los alumnos de Secundaria, E.S.O. y Bachiller. Desayunos de Zumos y Donuts para Infantil y Primaria. Caramelos y palote para los niños que colaboran en el Desfile de disfraces. Regalos de Parchises para las clases de los alumnos que colaboran en los Juegos Infantiles. Premio al Mejor Baile de la Gala de E.S.O. y Bachiller. Premio al Mejor Vestuario de la Gala de ESO y bachiller. Premios para los Ganadores del Dibujo al aire libre, de EI y EP Premios para los ganadores de la Exposición de Pintura de E.S.O. Premios para los ganadores del concurso de Play- Back. Premios para el Concurso de Bailes de E.P., E.S.O. y Bachiller. Subvención para el Concurso de Cocina de los Jóvenes Vedruna. - Excursión de Convivencia: Subvención del Tren, Vino, Comida y Chocolate. Monitores para los niños asistentes. Premios para los ganadores de Juegos de adultos y niños. - Revista número Tres del Curso- imprenta-.

DÍA DE LA MADRE

Mamá, en este día yo te quiero regalar un beso y un abrazo especial. Para mí, mamá, lo eres todo. Me gusta estudiar contigo porque es muy divertido y aprender muchas cosas que me preguntan las profesoras. Claudia Jiménez Vega – 4ºA E.P. Mamá que tanto me quieres tú, que tan linda eres. Tú que siempre me ayudas, aunque se me claven púas. Mamá, eres mi amiga, tú, que me has dado la vida. Siempre me mimas. Y también me cuidas. Yo quiero decirte lo mucho que te quiero con esta poesía. Marta Lago Freile – 4ºA E.P. Al cielo y las estrellas las gracias le quiero dar por tener una madre tan buena a la que tanto puedo amar. Con su sonrisa me despierto y le doy las gracias a Dios porque sus caricias siento. Siempre pendiente de mí, siempre me ayudarás por eso te quiero decir: “Gracias, gracias mamá”. Jorge San Miguel Prieto – 4ºA E.P. Hoy vamos a celebrar el día de las mamás con un bonito dibujo te quiero felicitar. También te quiero obsequiar con un beso muy profundo pues tú para mí eres la mejor mamá del mundo. Marcos Díez Ibán – 4ºA E.P.

Villamanín Del 17 al 20 de mayo, los alumnos de 4º de E.S.O. nos fuimos a una salida complementaria de biología y su laboratorio, a Villamanín, un pueblo de la Cordillera Cantábrica. Ese lunes cogimos el tren a la una y media de la tarde, todos con ganas de llegar a nuestro destino. Al llegar nos fuimos a comer a un bar y a las cuatro nos dirigimos a nuestro albergue. Tuvimos la suerte de ser el primer grupo en disfrutar del buen tiempo. La primera tarde nos reunimos todos (incluyendo monitoras y profesores), para recibir las indicaciones que debíamos seguir, y para explicarnos las diferentes actividades que íbamos a realizar durante nuestra estancia en dicho lugar. Esa misma tarde subimos al Fontún para apreciar el paisaje y ver las limitaciones geográficas del pueblo. Después de la salida nos organizamos para ducharnos, cenamos, dimos una breve vuelta por el pueblo y nos acostamos. El martes nos mostraron un Power-point sobre el reciclaje, las consecuencias de no llevarlo a cabo, y los beneficios de realizarlo; también nos hablaron de un vertedero que había en Villamanín y que habían enterrado bajo tierra. Para verificar lo visto fuimos al vertedero donde pudimos comprobar con nuestros propios ojos que los humanos habían borrado todo rastro de basura. El miércoles realizamos la ascensión al Collado de Gete, el ascenso y el descenso nos llevó toda la mañana y toda la tarde. Volvimos al albergue muertos de cansancio, para comprobar que, en general, deberíamos hacer más ejercicio. Pero el día no había acabado, las monitoras nos tenían preparada una fiesta en un bar del pueblo que habían reservado para nosotros. Contamos chistes, bailamos, reímos, dormimos… A eso de la una de la mañana volvimos a nuestro querido albergue a descansar, ¡algunos chamuscados! El último día realizamos una serie de juegos relacionados con las actividades del pueblo que nos sirvieron a todos para relacionarnos con la gente de Villamanín y conocer más la historia del pueblo. Después de comer, nos dirigimos a la estación, donde, muy tristes, cogimos el tren que nos trajo de regreso a León. Durante esos cuatro días realizamos diferentes actividades para ponernos en contacto con la naturaleza: excursiones, ascensiones a montañas, diferentes juegos y talleres… A parte de todo esto, esta salida nos ha enseñado a organizarnos, a respetarnos a nosotros mismos y a la naturaleza, convivir dentro de un gran grupo, a conocernos mejor, a divertirnos aprendiendo… Ha sido en definitiva una excursión de la que, sin duda, todos nos llevamos un buenísimo recuerdo y esperamos poder repetir en el futuro. Con este articulo, aparte de contaros nuestra historia, queremos agradecer a nuestros profesores su confianza en nosotros, cómo nos han cuidado, su impecable paciencia y todo el tiempo invertido para conseguir este proyecto, y promover la realización, para los alumnos venideros, de proyectos similares a éste. Francisco Casas Chico 4ºA Javier Roa Escobar 4ºB Sira Escobar Quindós 4ºD

Los mensajes de mis amigos....

PREMIOS AMPA

22 PREMIOS DEL “DIBUJO AL AIRE LIBRE” E.I : 1º A- Candela Manovel Martínez 1º B- Claudia González Llamazares 2º A- Laura García Robles 2º B- Beatriz Martínez Crespo 3º A- Lucia del Barrio Tostón 3º B- Sandra Tomé García E.P: 1º A- Enrique Barroso Melón 1º B- Sara Andrés González 2º A- Pablo Pérez Pastor 2º B- Alonso Codesal Martinez PREMIOS EXPOSICION PINTURA E.S.O 1º - Celia Pérez 1º C “La pecera” “Multifrutas” 2º - Antonio Aja del Río 1C “Hª de las Multifrutas” 3º - María Calvo 1º C “ Cubismo”.

uestro viaje de fin de curso, como bien sabréis todos, es al Parque de Atracciones de Madrid. Este año los alumnos de 4º E.S.O., tras unas muy duras semanas de exámenes, hemos montado en el autobús con más ilusión que nunca. Nuestro viaje comenzó a las siete de la mañana en el parking de San Pedro, donde subimos a los autobuses que nos llevarían a Madrid. Algunos aprovechamos la “comodidad” de los asientos para dormir hasta nuestra primera parada a mitad de camino. Después de la parada, seguimos, sin descanso, hasta nuestro destino. A eso de las once y media, llegamos al parque. Al visualizar sus atracciones más vertiginosas, se creó un ambiente de nerviosismo en el interior de los autobuses. Tuvimos que esperar un rato para poder entrar y los profes aprovecharon ese tiempo para darnos unas breves indicaciones y para entregarnos las entradas del parque y de la casa del terror. A las doce, estábamos dentro. Lo primero que hicimos fue ir a dejar nuestras mochilas a las taquillas. Después, nos dirigimos a las atracciones más llamativas, corriendo como niños pequeños y regresando, un poco, a nuestra infancia. Atracciones acuáticas, rápidas, vertiginosas… se llenaron, rápidamente, de los alumnos de nuestro colegio.

A la hora de comer fuimos, independientemente por grupos, a los diferentes puestos de comida para saciar nuestro apetito. Por la tarde, después de montar en las atracciones que más nos habían gustado, nos dirigimos todos a la casa del terror, “El Viejo Caserón”. Nos dividimos en grupos y entramos, según nos dijeron, en nuestra peor pesadilla. Se oían gritos, ruidos espeluznantes, pasos acelerados, y una serie abundante de lamentos por haber entrado… Al salir de allí fuimos rápidamente a contar nuestras experiencias a los compañeros que no quisieron entrar. Ahora recordamos la entrada en la casa con risas y alegría, pero al entrar allí, casi todos, lo hicimos con una tensión y un miedo en nuestros cuerpos increíble. Ahora, quiero hacer una mención especial a la atracción “Fantasía”, descubierta por nuestros profes, y cuyas peligrosas curvas cerradas, “loopings”, “tirabuzones” y demás, provocaron una revolución dentro de los estómagos de más de uno. A las siete y media, tras unas fotos de grupo, y mucha tristeza, nos despedimos del Parque de Atracciones que, en parte, nos había hecho recordar nuestra infancia. Llegamos a León a las doce y media con mucho cansancio y pensando en nuestras cómodas camas. Creo que ha sido un viaje digno de recordar. Javier Roa Escobar 4ºC