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Retorno exitoso a la presencialidad, ¿cómo lograr esto en Guayaquil? Por John Maldonado
Retorno exitoso a la presencialidad, ¿cómo lograr esto en Guayaquil?
Desde finales del 2019, han sucedido diversos eventos alrededor del mundo, pero el que mayor impacto ha tenido es la pandemia del COVID-19, que ha repercutido en la economía de los países de manera negativa. Para poder evitar la proliferación de personas afectadas por dicho virus, varios países tomaron la decisión de que su población entrara en cuarentena. En Ecuador se inició el aislamiento el jueves 12 de marzo de 2020.
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A pesar de las acciones tomadas, estas no tuvieron los resultados esperados, pues el índice de personas afectadas por el virus ha ido aumentando; en Ecuador, la ciudad más afectada ha sido Guayaquil. Hasta el 7 de mayo de 2020, según diario Clarín, alrededor del 32,7% de la población guayaquileña estaba contaminada por el virus (Una ciudad castigada…, 2020). ¿Cómo llegamos a tal cifra?
Desde el inicio de la cuarentena hasta hoy, el gobierno ecuatoriano ha hecho varios llamados de atención a la ciudadanía, para que permanezcan en sus casas y se prevenga el aumento de los contagios, pero esta acción no ha sido efectiva. Esto se debe a varias razones, entre ellas, el desconocimiento del Estado sobre cómo tomar medidas de protección a favor de su población.
Según Arroyo (2020), en una encuesta a 1800 ecuatorianos, la mayor parte desconocía qué acciones tomar para precautelar su salud. Otro factor importante a tomar en cuenta es la tasa de pobreza en Ecuador, concretamente en Guayaquil, sobre lo cual Lucero (2020), menciona que, en esta ciudad, el 11.2% de la población vive en estado de pobreza, y el 1,4% en pobreza extrema; estas son personas que se ven en la necesidad de salir de sus hogares diariamente para buscar un sustento, lo que conlleva una mayor probabilidad de contagio.
El último factor a considerar es la falta de conciencia cultural y social, tanto propia como con el resto. Durante mi estadía en la casa de un compañero de estudios, en
la parroquia Bellavista de Guayaquil, presencié en la calle, entre las 16:00 y 19:00, un grupo de 15 a 20 hombres que jugaron voleibol en un área, y aquellos que no participaron, estaban sentados, conversando, en sillas alrededor, a una distancia menor a un metro, infringiendo las reglas definidas por el gobierno. Mi amigo aseguró que esto había sido así durante casi dos semanas.
Considero que las circunstancias expresadas son las causantes de que la ciudad no logre salir del estado de cuarentena. Si bien es cierto que a partir del 20 de mayo la ciudad pasó de semáforo rojo a amarillo —fase de aislamiento social—, las acciones erróneas se siguen cometiendo.
Las consecuencias del aislamiento y el bajo razonamiento de la población tendrán efectos negativos sobre la economía del país, pues esta enfermedad se presenta junto a una crisis financiera que ha estado activa los últimos años. El desarrollo conjunto de estos dos factores ha generado, y podría seguir causando mientras continúe la pandemia, el cierre de muchos negocios y micro empresas, lo que llevará a que más personas entren en situación de pobreza, generando un deterioro de la economía.
No existe un método definido que permita concientizar a toda la población, pero se pueden aplicar medidas que controlen las acciones de esta, para minimizar el tiempo de la cuarentena, volver a la nueva normalidad y reiniciar las actividades económicas:
Explicar a la población, en un lenguaje claro, los efectos negativos sobre sus presupuestos, si no acatan las órdenes del gobierno. Desarrollar una serie de videos o mensajes que apunten a los sentimientos de aquellos que se dedican al cuidado de la familia o del hogar, con el fin de que tomen conciencia acerca de los riesgos de salud a los que exponen a sus familias cuando no acatan las medidas. Buscar e implementar estrategias que permitan una conexión personal entre el gobierno y la ciudadanía, sobre todo con las personas de bajos recursos, quienes consideran que todas las medidas planteadas han sido a favor de los ecuatorianos de alto nivel socioeconómico.
Para finalizar, se debe comprender que, si bien se puede generalizar un grupo de personas, no se debe hacer lo mismo con las estrategias de acción y comunicación dirigidas a una población. Es necesario adaptar los mensajes a cada grupo de individuos, para que estos lleguen de la manera correcta y logren los resultados esperados.
Referencias
Arroyo, M. B. (18 de mayo de 2020). Expertos explican porque Ecuador no está listo para dejar la cuarentena. Vistazo. https://bit.ly/3gxshuh
Lucero, K. (29 de marzo de 2020). Guayas batalla con la informalidad, la pobreza y el coronavirus. Gestión Digital. https://bit.ly/3gDLPgO
Una ciudad castigada coronavirus en Ecuador Clarín. (7 de mayo de 2020). Clarín Mundo. https://bit.ly/3drmqF7
Por John Maldonado
Estudiante de cuarto año de la carrera Administración de Empresas de la Facultad de Administración y Ciencias Políticas de la Universidad Casa Grande (UCG).