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NARRACIÓN: A quien lo quiera

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DOSSIER DE GUAYAQUIL VENTANALES • UNIVERSIDAD CASA GRANDE • AÑO X No 18

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NARRACIÓN A L

quien o quier

Le tengo miedo al amor en pareja, porque amor hay en todas las formas.

Miedo, porque no sé si haya alguien que soporte este caos, esta pieza que muchas veces fue rota y, a pesar de estar pegada, tiene marcas.

Mi historial amoroso es pobre. He soportado cosas que no debí, elegí a personas que no eran malas, simplemente no eran para mí.

No quiero que el amor en esta apuesta me estafe. No quiero un amor de esos de novela, de príncipes-princesas, quiero uno real. No quiero llamadas en la madrugada, citas en restaurantes o planes inesperados, porque no quiero algo fugaz.

Quiero quedarnos sin palabras cuando nos veamos y aun así poder hablar, quiero conversar en el carro sin que nos vean, reírnos en un balcón de cosas tontas, hacer ejercicio, aunque no quiera; o practicar algún deporte a pesar de que no lo haya hecho antes.

Quiero guardarme la felicidad de tenerte, y, aunque desee gritarlo a los cuatro vientos, no quiero que nuestro amor se contamine.

VENTANALES • UNIVERSIDAD CASA GRANDE • AÑO X No 18 DOSSIER

DE GUAYAQUIL 201

o quiera

Un escrito que plantea la perspectiva de una chica que nunca ha tenido una experiencia amorosa en su totalidad, que desconoce cuándo encontrará a alguien, pero que sí sabe lo que quiere; vive rodeada de sus amigas y de experiencias. A pesar de no haber estado aún en una relación amorosa, tiene claro lo que busca, por eso le escribe a esa persona de su futuro. Lleva el título de “A quien lo quiera” debido a que, aunque este texto está narrado desde la mirada de una chica, estas palabras pueden dedicarse a cualquiera pareja a la que se ame mucho.

Quiero algo donde esa persona y yo podamos ser un desastre juntos sin dañarnos. Más que pareja, ser equipo y apoyarnos. Quiero a alguien que me elija por lo que soy hoy, que conozca mi pasado y que, además de aceptarlo, lo entienda.

Quiero a alguien que me diga lo que nunca le ha dicho a nadie de él/ella. Estar y no tener miedo de ser. Donde, a más de sentirme protegida y segura, me sienta en casa. Un amor que con verlo a los ojos sepa que, aunque haya muchos más, me va a elegir.

Alguien con quien sentirme libre, sin celos, porque los celos son inseguridad y cuando estás con alguien que amas, la seguridad es de esas cosas fundamentales que no debe nunca faltar.

Alguien que, si me ve con cambios de humor, que no me diga: “Ya estás malhumorada”, sino alguien que en cambio solo venga y me robe un beso para matar la intranquilidad que llevo. Quiero a alguien para crecer y ayudarlo a crecer, en cuyo camino los dos podamos ser vulnerables y no tener miedo de ser juzgados.

No pretendo un amor sin peleas, sin discusiones o desacuerdos, porque es algo inevitable; lo que pretendo es resolverlo en ese momento para que no se acumule al siguiente (y estar más unidos después de los que se vengan, aceptar quién se equivocó y perdonarnos).

Alguien con quién pueda estar bien sin estar físicamente al lado, que podamos estar juntos teniendo planes como sin ellos, donde sepa que nuestras almas son una y que, aun así, podemos llevar una vida sin depender del otro. No seré la más cariñosa, no porque no quiera, simplemente me da miedo dar afecto y salir herida. Provocarte será mi modo de mostrarte cómo se sienten los elefantes que tengo en el estómago; desviar mi mirada de la tuya será mi forma de decirte lo mucho que me gustas; y no tener temas de conversación será mi manera de decirte que pones mi mundo al revés.

Soy grosera al hablar, me gusta más que me den mimos a que me digan palabras bonitas. Mis chistes son muy malos y aun así te reirás de ellos. Lloro por muchas cosas y me río por muchas más.

No sé a quién le dedicaré esto, pero si lo estás leyendo, quiero que sepas que te quiero amar con todas mis fuerzas, pero me da miedo de volver a estar rota. No te prometo una vida juntos, porque no sé hasta cuándo me dé la vida, pero en lo que reste, prometo darte todo.

Es verdad, sí, le tengo miedo al amor, pero lo quiero intentar. No porque te busqué, sino porque te encontré sin hacerlo.

Atentamente,

Una persona que no sabe del amor.

Por Carla Bajaña

Estudiante de segundo año de la carrera de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad Casa Grande (UCG). Escribir es mi pasatiempo desde que tengo 13 años; cuándo no sabía cómo expresar lo que sentía, las letras lo hicieron por mí.

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