A mis padres, Alicia y Francisco, que me ense単aron el amor y el arte.
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR
LABERINTOS
Dr. Manuel Corrales Pascual S.J. Rector
Álex Sánchez Edición y selección de textos
Ing. Pablo Iturralde Vicerrector
Michele Muñoz Producción
Lcdo. José Nevado de la Torre S.J. Director del Centro Cultural
Paula Merchán Producción y corrección de estilo
Gaby Costa Coordinadora del Centro Cultural
Artes Gráficas Silva Impresión
Dr. Carlos Acurio Velasco Director General Académico Mtr. Santiago Vizcaíno Director del Centro de Publicaciones
Freddy Coello Diseño, fotografía y museografía Quito· Ecuador 2014
TRADUCCIONES Nicolás Castrillón Inglés
María Angélica Ullauri Quichua
Natasha Armendariz Augeraud Francés
Carlos Landín Ruso
José Coello Alemán
Huang Kangi Chino
Elena Ciccozzi Italiano
Kosue Suzuki Japonés
Juliana Bittencourt Portugués
Laila Zeidan Árabe
Nuestra gratitud a quienes hicieron posible esta publicación, en especial a: Gaby Costa, al Centro de Publicaciones de la PUCE y a David Silva.
Laberintos F R E D DY C O E L L O
Labyrinths · Labyrinthes · Labyrinthe · Labirinti · Labirintos · Pantayñanpikuna · Лабиринты · 迷宫 · 迷宮 ·
No habrá nunca una puerta. Estás adentro y el alcázar abarca el universo y no tiene ni anverso ni reverso ni externo muro ni secreto centro. * J. L. Borges
تاهاتملا
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CADA UNO EN SU LABERINTO ·
José Nevado de la Torre, S.J. Director del Centro Cultural de la PUCE
Un laberinto es un lugar formado artificiosamente por calles y encrucijadas, para confundir a quien se adentre en él, de modo que no pueda acertar con la salida. Según la mitología griega, Dédalo construyó el laberinto de Creta para encerrar en él al Minotauro. El Minotauro era un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro. De tiempo en tiempo había que entregarle siete doncellas y siete donceles, destinados a ser devorados. Para librar a la nación de ese horroroso tributo, Teseo quiso meterse en el laberinto y matar al Minotauro. Ariadna le proporcionó un ovillo de hilo para que lo fuera desenrollando mientras entraba y lo fuera recogiendo después, hasta encontrar la salida. Teseo mató al Minotauro y salió del laberinto guiado por el hilo de Ariadna. Freddy Coello nos presenta hoy en 24 cuadros, 24 sentimientos, 24 estados de ánimo, 24 laberintos: tedio, éxtasis, paz, ilusión, pudor, esperanzas, soledad, nostalgia, ocaso, desesperación… Y los representa con cuerpos y rostros de mujer. ¿Porque el alma de la mujer es laberíntica? ¿Porque es confusa, enmarañada, semejante a un laberinto? Yo diría que es más rica, más compleja que la del hombre, que es más simple.
De todas maneras ¿puede uno salir de su propio laberinto? Sí. A veces de un modo tan sencillo –¡si es que se halla!como el hilo de Ariadna: volviendo sobre sus pasos, desandando el camino hecho. ¿Hay otro modo? También según la mitología griega, Dédalo, con su hijo Ícaro, fue condenado a perderse en el laberinto que él mismo había creado. Para escapar, fabricó para él y para su hijo unas alas con plumas de ave, pegadas con cera. Los dos salieron volando. Pero Ícaro, desoyendo la advertencia del padre, voló demasiado alto, el calor del sol derritió la cera, se soltaron las alas e Ícaro cayó al mar. Hay, pues, otro modo de salir de nuestro personal laberinto: ¡hacia arriba! Pero no demasiado alto, con ilusiones falsas, con escapatorias aparentemente fáciles, con sucedáneos engañosos de felicidad. Sí, elevando nuestro espíritu hacia los altos ideales, hacia las hermosas realidades que están muy por encima de lo que nos atrevemos a imaginar y esperar. ¡Levantemos el corazón! ¡Hacia arriba!
Quito, 25 de septiembre de 2014
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EL UNIVERSO DE LAS EMOCIONES ·
Gaby Costa Coordinadora, Centro Cultural
Escudriñar las emociones a través de un camino laberíntico o hurgar los estallidos emocionales, propios del ser humano, no es tarea fácil. En esta exposición, no se trata de eso, pero sí de resaltar esas emociones a través de la pintura, con retratos que plasman las emociones. Cada obra descubre un halo de luz de cada emoción, inherente a cada uno de nosotros. Si se recorre con la mente y el corazón abierto, esa emoción, las emociones, se convierten en un espejo que responde a ese momento anímico y que también responde acerca de quiénes somos y dónde estamos, qué sentimos en ese o aquel momento. Los sentimientos, desde el más dulce al más esperanzador o al más perturbador, a través de los cuales exploramos nuestra conciencia, nuestra existencia individual, en esta exposición de los retratos de Freddy Coello, esos sentimientos son universalizados y son eternos.
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EL LABERINTO DE LAS EMOCIONES · Resulta complejo precisar lo que se concibe por emociones: cada tipo de psicología llama emociones a ciertos comportamientos que consideran más fascinantes. Sin embargo, ciertas conceptualizaciones carecen de lo primordial, un vínculo más preciso con una teoría que se refiera al hombre como ser hablante insertado en una cultura. Un primer acercamiento respecto de lo que llamamos emociones podría ser a partir del campo de los comportamientos animales. La etología, por ejemplo, investiga las diferentes reacciones de las especies animales frente a determinadas condiciones o contextos de sus vidas. Lo que podemos señalar como emociones entre los animales es un conjunto muy reducido y restringido de rasgos y de conductas típicos, que podrían ser especificados como la amenaza, la sumisión, el miedo y la huida; la intimidación, la alegría y el abatimiento. A cambio, no se encuentran emociones exclusivamente vinculadas con sentimientos de pérdida y de duelo, o con depresiones, o con desafíos o dudas; en los animales no se distinguen la ira ni el llanto. Una observación minuciosa nos enseña que las emociones que compartimos con los animales suelen ser comprensibles para todos los seres humanos; poco importa la cultura a la que pertenezcamos. Entonces, existen ciertas emociones que son universales; sin embargo muchas otras se encuentren estrictamente ligadas a una cultura determinada. Además, aparece un pequeño grupo de emociones universales e inherentes exclusivamente al ser humano, como la sonrisa, la risa y el llanto. No obstante, la mayor parte de las emociones humanas no pueden ser interpretadas por sujetos que ignoran esas
Ps. Cl. Mónica C. Jurado
culturas porque corresponden a un código propio, a una socio-cultura dada y pueden llegar a provocar, en algunas personas, actuaciones equivocadas a partir de una dilucidación equivocada. El psicoanálisis lacaniano nos propone un modelo estructural interesante para lograr adentrarnos en el tema que nos ocupa, las emociones. Es el nudo borromeo: (Lacan, 1971) la articulación de las tres dimensiones de real, simbólico e imaginario. Simplificando, el registro de lo real es el nivel de lo inanimado; el de lo imaginario, el del animal; y el registro de lo simbólico, el del ser humano. Lo real pertenece al cuerpo individual y aislado. Lo simbólico es lo que compartimos con nuestro grupo, es lo que nos adscribe a una socio-cultura, es la dimensión de lo colectivo. Lo imaginario es de cierto modo la articulación entre esos dos planos: es la interacción entre lo individual y lo colectivo en la persona. En este sentido, se pueden ubicar a lo que llamamos emociones desde dos planos: desde la unión entre lo real (del cuerpo) y lo imaginario. Estas emociones son sensaciones y señales corporales cercanas a instintos y a las pulsiones. Mientras que otras emociones se encuentran en el borde o la frontera entre lo imaginario y lo simbólico, entonces se tratan de expresiones sumamente elaboradas y codificadas que sirven para comunicarse dentro de un específico grupo social. Constituyen una especie de vocabulario en común, familiar o social, que nos permiten a los sujetos, descifrar sentimientos como si fueran palabras. Dicho de otra manera, si comparamos a las emociones con la música, son las tonalidades, los alegros, con brío, el fortísimo, el pianísimo...
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Las emociones: un problema que plantea el lazo entre lo individual y lo colectivo Tanto las sociedades contemporáneas como las arcaicas tienen y tuvieron sus formas propias para especificar las emociones que pueden y las que no pueden permitirse o expresarse. Cada cultura estipula, por lo tanto, las situaciones adecuadas para cada tipo de emoción socialmente registrada. Existen emociones que son reconocidas en ciertas culturas y que no existen en otras; o aparecen emociones que son llamadas como positivas en unas, y razonadas como muy perniciosas e incluso peligrosas en otras. Por ejemplo en Japón, el vocabulario de las emociones es en extremo extendido y prácticamente intraducible. Recordemos que su sociedad es fuertemente organizada en cuanto a los modos de desenvolverse y de comunicarse, que son muy estrictos y rigurosos: cada gesto, cada vestimenta develan un sentido definido. Trasladándonos a otro continente, encontramos que en el mundo quichua de la Sierra ecuatoriana, la ira está vedada dentro de las emociones aceptadas por la socio-cultura. A cambio, la tristeza lleva a ´una intervención rápida del entorno por temor a que la persona se vuelva loca´. Todo esto nos conduce a señalar que el manejo de las emociones está perennemente unido a la convivencia en una comunidad y lo que en esta es aceptado, enaltecido, prohibido e, inclusive, imposible de ser nombrado. Para resaltar este punto, nos podemos referir a las conductas suicidas, que a primera vista parecerían que se tratan de actos profundamente individuales y, por ende, ligados exclusivamente con los avatares emocionales de cada persona. Sin
embargo, las conductas suicidas están enlazadas con escenarios que incluyen diferentes factores sociales, como el hecho de estar casado o no, de tener hijos, o de pertenecer a tal o cual religión; por lo tanto, sus causas tienen que ser comprendidas siempre relacionadas a una cultura particular, las cuales dependerán de los valores sociales propios de cada grupo. Por todo esto, la forma de suicidarse estará determinada por las costumbres de esa sociedad; en el Ecuador a ninguna persona se le ocurriría hacerse un harakiri (suicidio ritual japonés que se realiza por razones de honor y consiste en abrirse el vientre con un arma blanca). Se puede deducir que resulta prácticamente insostenible discutir sobre las emociones haciendo caso omiso de la sociocultura a la cual uno corresponde. En este sentido, los casos de matanzas seguidos por el suicidio del asesino, ocurridos en varias zonas de los EE.UU., deberían ser evaluados en función de los códigos psicosociales de este grupo. A partir de esto, se puede reflexionar que, en las sociedades tradicionales, las emociones que salen del contexto propio indican el desamparo del sujeto que intenta, a través de esas particulares expresiones emocionales, decir algo para lo cual no tiene palabras ni solución. Desde este punto de vista, hay que recalcar que el manejo de las emociones debe fundarse en un profundo conocimiento de los valores sociales del grupo y en el olvido de nuestros propios prejuicios etnocentristas. Contemplar la obra de Freddy Coello nos permite adentrarnos en sus laberintos emocionales para descubrir una parte del alma del artista y su entorno. Pero al mismo tiempo, cada espectador podrá sumergirse en lo más profundo de sí mismo, en donde se entretejerá su propio laberinto personal y colectivo, con el universo que cada obra representa.
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ATREVERSE A SER PINTOR ·
Mariana Landázuri Camacho
¿Se es pintor cuando se lo descubre en el taller después de terminar el primer cuadro? ¿Cuando se lo deja, pero se intuye que ahí hay una vocación que se quiere expresar? ¿O se necesita más bien de algún maestro que mire la obra y dé al autor el espaldarazo necesario? Seguramente la propia consciencia del artista se va empapando de su quehacer hasta que inesperadamente un día, el que primero le inquiere para que se defina a sí mismo es un técnico de reparaciones que frente al llamado de regresar a la casa donde ha visto tantos cuadros, le pregunta al dueño: “Ah, sí..., ¿usted es el pintor, verdad?” Y Freddy Coello responde: “Sí”. Aunque él mismo sea el primer sorprendido con esta respuesta espontánea, admitirlo privadamente y sin riesgos marca un pequeño hito en el camino, menos importante pero tan simbólico como estampar la firma en el cuadro terminado y certificar así que sí es el autor de esto que ahora contiene el lienzo, que le place lo que observa y que ya puede reclamar autoría sobre lo pintado. Hay una lista de múltiples actos como los antedichos -sólo inteligibles para el protagonista y que por lo general traen una íntima satisfacción- los que van certificando al pintor que se estrena en su condición de tal. Desde adentro, el creador está inmerso en solucionar todos los problemas técnicos y creativos que plantea la pintura, en el trabajo administrativo y logístico que supone programar una exposición o en ganarse el pan cotidiano fuera de ésta como para preguntarse cómo va a definirse. Desde afuera, para el espectador que ve solamente la obra terminada colgando en una sala de exhibición, esa definición es evidente; lo están proclamando los cuadros. Lo que no sabe ese visitante es que sólo con su mirada la obra se completa y sólo así el pintor lo puede ser cabalmente. La identidad artística de Freddy Coello se ha ido forjando desde la infancia con una considerable inclinación por las artes: teatro, música, danza, ballet, dibujo, ilustración, su misma carrera en diseño. Esa rica inmersión artística hace casi inevitable que saque ahora a la luz al pintor que llevaba dentro pero que aún no se
había expresado. La confirmación más fidedigna de que esta es una vocación acertada se deja ver en la dedicación al trabajo y en ese sentirse como pez en el agua dentro del oficio. Sin embargo ese reconocimiento sólo llega a ser significativo cuando el propio pintor está dispuesto a asumirse como tal ante el público que ahora convoca su exposición. Y eso no es poco decir. En el caso de Freddy el ámbito artístico de la pintura ha sido sagrado porque también desde la infancia vio a su padre y luego a sus hermanos mayores honrarlo. No en vano es más difícil hollar ese espacio si está precedido por figuras familiares que lo han consagrado. Ahora, seguramente también ellas se sentirían orgullosas de la pintura que aquí se expone, de la base técnica aprendida en la escuela del padre, de ese gusto por apreciar de cerca y largamente la obra de los maestros, de un dibujo nítido y un trabajo detallista. El mismo tema femenino como personaje casi exclusivo de esta primera exposición sigue mostrando una evidente influencia paterna. El universo femenino parece coparlo todo aquí y no solamente en la pintura: las modelos, las productoras, la directora del centro artístico, las profesionales a las que nos pide colaborar para este catálogo, las mujeres en el ámbito doméstico cuyo apoyo siempre se destaca. Todas somos mujeres. Como en los cuadros, hay alguna presencia masculina en el montaje museográfico, pero lo que se explora es la capacidad femenina de representar una emoción. Esa exploración de 24 emociones humanas le ha dado al pintor amplio espacio para indagarlas en sí mismo. Las representaciones son propuestas hechas por el mismo pintor a una modelo –actriz o no- desde el concepto que Freddy ha creado sobre cada emoción. Su propio ojo para encontrar a las modelos que mejor pudieran representarla ha sido el primer tamiz sobre el que descansa la obra. En la muestra no hay mujeres que se salgan del fenotipo mestizo ecuatoriano –ni negras ni indígenas- y todas parecen pertenecer al mismo ámbito de acción del pintor.
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Se agradece que las propuestas no hayan caído en el lugar común con el que primero se puede asociar a cada una de las emociones ni que tampoco arrastren al visitante de la galería hacia una vorágine de sentimientos que le deje exhausto, deprimido o asustado. Esta navegación no sufridora por una gama de emociones humanas no nos exime como espectadores de armar la historia completa con los detalles de contexto que rodean a la figura pintada: los colores, la escena en la que se desarrolla el cuadro, el ambiente que irradia, los detalles en torno al personaje o que ellas visten. Como al pintor, a nosotros también nos exige mucha observación y sensibilidad, tal como lo hace todo arte que se ha tomado a sí mismo en serio. Retratar una emoción es acordar una larga entrevista con él, tanto en el pintor como en las modelos. Sea que ellas estén rememorando algo que vivieron, sea que tengan la capacidad actoral para meterse en un personaje, la búsqueda las catapultó hacia adentro, en un viaje para entender en sí mismas el lugar que tiene la emoción propuesta, y quizás también para encontrar el sentido que cada quien necesita darse en esa búsqueda. Y luego, el trabajo en el caballete atestiguó el diálogo del pintor con cada particular emoción, en un proceso cuasi terapéutico que parece posible justamente porque está proyectado hacia alguien más. Para esas largas jornadas es probable que haya ayudado estar acompañado de la foto de mujeres atractivas, que posan en la flor de su vida y con las que hay una relación fluida. Tampoco el pintor quería sufrir con las emociones, sino trabajarlas. Y ahí encuentra Freddy que al empezar a pintar cualquiera de ellas, empiezan a brotar otras emociones que están también presentes, como si fuese una serie de emociones estratificadas que le dan sentido completo al cuadro. O se da cuenta también de que los límites entre las emociones son laxos y muchas veces se conectan unas con otras. Se entiende entonces el título de Laberintos dado a esta primera exposición.
Obra a favor de Freddy que tenga herramientas actorales para saber explorar las emociones, vivirlas internamente y luego poder salir de ellas a voluntad, como hace el actor respecto del personaje, como hace el pie respecto del calzado. Tal vez la ganancia de todo este proceso para él sea no sólo respetar y entender las distintas facetas de la personalidad humana, sino buscar y encontrar las emociones con las que más a gusto se siente. Y quizás los visitantes de la galería quieran aceptar también la invitación a reflexionar sobre esta personal manera de representar las emociones y a preguntarse sobre las suyas propias. Lejos de otro lugar común sobre el artista, este trabajo es disciplinado, constante, riguroso y organizado. La decisión de Freddy de asumirse como pintor parece tomada sin mostrar ni duda ni arrogancia, sin el padecimiento que a veces parece tan nuestro, y más bien con la decisión de una certeza que se tenía adentro y a la que le llegó su hora. Si hay conflicto, no lo muestra; lo que queremos ver es la pintura. Se diría que es el tiempo de la mayoría de edad. Admira en el nuevo pintor que sea capaz de sostener todo su proyecto: desde la concepción de la idea hasta la propuesta museográfica. Sabe de plazos y no se duerme, convoca a todos los que corresponde, pide las experticias requeridas, nutre la exposición con valiosos elementos complementarios: un texto literario que acompañe a cada cuadro, una obra teatral de la que también él es parte, un catálogo que él mismo diseña. Si no hay artista sin entrega completa, lo que aquí se añade es el dominio sobre la totalidad de su universo. Tiene experiencia en lo práctico y se mueve allí con fluidez y sin aspavientos. Tal vez sólo a los artistas de renombre les abran las galerías sin haber visto previamente la obra, pero a Freddy así le ha sucedido con su primera exposición, y quizás ello indique que los demás también perciben la cepa que está aquí encerrada. ¡Adelante, pintor!
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EL CAMINO DEL LABERINTO ·
Álex Sánchez
Qué son las líneas que corresponden a un rostro, los colores que reafirman un paisaje, los matices que dan un instante o una época. Cada circunstancia, la más trivial puede generar un goce, una emoción estética. Está en el artista esa zozobra de hacerse en el tiempo, de buscar fuera de la cotidiana fragancia un lugar que trascienda y se mantenga en la memoria del arte. La selección de textos que se ha realizado para la muestra pictórica Laberintos obedece a una situación totalmente subjetiva. Obedece, también, a un gusto netamente personal. Se ha querido, acaso, enriquecer cada obra, ya sublimada por un sentimiento, con unas frases literarias. De los misceláneos versos cabe aclarar que son su persistencia en la memoria, su fuga hacía ese deleite artístico. Se espera que quien admire cada una de las obras sea llevado por senderos de indómita búsqueda. Que el título de la muestra sea su suerte más placentera. Que por unos momentos nos adentremos en el vértigo de las emociones; que la pintura, que la literatura nos dejen bellamente caóticos dentro de la dulzura de un laberinto.
alba
Quería lo esencial, ese matiz que deja a la memoria consternada. Buscó en delgadas líneas la caprichosa forma del ensueño. Resumió la más recta de las nostalgias: el breve anhelo de la musa. Acusó la difusa forma y todo acudía en velámenes y mágicos colores. Trastocó el alma y los cuervos risueños lo miraron con vehemencia, allá clandestinos, siendo parte de su obra nacarada.
Dawn · Aube · Dämmerung · Alba · Alba · Punchayakun · Заря · 黎明 · 夜明け ·
رجفلا
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inocencia Pero lo que le atraía con una fuerza irresistible era una flor alta y luminosa que estaba primero junto a la fuente y que le tocaba con sus hojas anchas y brillantes. Entorno a ella había miles de flores de todos los colores, y su delicioso perfume impregnaba todo el aire. El muchacho no veía otra cosa que la Flor Azul, y la estuvo contemplando largo rato con indefinible ternura. Por fin, cuando quiso acercarse a ella, ésta empezó de pronto a moverse y a transmudarse: las hojas brillaban más y más y se doblaban, pegándose al tallo que iba creciendo; la flor se inclinó hacia él, y sobre la abertura de la corola, que formaba como un amplio collar azul, apareció, como suspendido en el aire, un delicado rostro. 1 Novalis
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2013
Innocence · Innocence · Unschuld · Innocenza · Inocência · Inocencia · Невинность · 无辜 · 無邪気 ·
ةءاربلا
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paz Cansados de buscar en vano, ¿no deberíamos moler nuestras sutilezas en el Mortero Celeste, olvidar nuestras disquisiciones sobre la eternidad y vivir en paz los días que nos quedan? ¿Y qué quiere decir nuestras sutilezas en el Mortero Divino? Aniquilar las diferencias entre ser y no ser, esto y aquello. Olvido, olvido… ser y no ser, esto y aquello, son partículas desprendidas del infinito y volverán a fundirse en el infinito. 2 Chuang-Tzu
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2014
Peace · Paix · Frieden · Pace · Paz · Kasikay · Мир · 和平 · 平和 ·
مالسلا
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ilusión Picó atrevido un átomo viviente los blancos pechos de Leonor hermosa, granate en perlas, arador en rosa, breve lunar del invisible diente; Ella dos puntas de marfil luciente con súbita inquietud bañó quejosa, y torciendo su vida bulliciosa, en un castigo dos venganzas siente. Al expirar la pulga, dijo muy triste: “¡Por tan pequeño mal, dolor tan fuerte!” —“¡Oh pulga! —dije yo—, dichosa fuiste; detén el alma, y a Leonor advierte que me deje picar donde estuviste y trocaré mi vida con tu muerte”. 3 Lope de Vega Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2013
Illusion · Illusion · Illusion · Illusione · Ilusão · Llachi · Иллюзия · 幻觉 · 幻想 ·
مهولا
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fraternidad Y el universo mirado quiere alcanzar su plenitud en el amor. La labor de la vista está hecha, haz en adelante la labor del corazón con respecto a tus imágenes, esas imágenes cautivas; pues tú las habías vencido: pero sigues sin conocerlas. Mira, hombre interior, tu interior muchachita conquistada en reñida lucha contra mil naturalezas, esta criatura sólo conquistada, todavía no amada. 4 Rainer Maria Rilke
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2014
Brotherhood · Fraternité · Brüderlichkeit · Fraternità · Fraternidade · Wawkipura · Братство · 博爱 · 友愛 ·
يخآتلا
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ternura Las formas de la felicidad son muy variadas, y no debe extrañar que los habitantes del país que gobierna el general Orangu se consideren dichosos a partir de la idea en que tienen la sangre llena de pescaditos de oro… el pescadito de oro es sumamente pequeño, a tal punto que si fuera posible imaginar una gallina del tamaño de una mosca, el pescadito tendría el tamaño de esa gallina. 5 Julio Cortázar
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2014
Tenderness · Tendresse
· Zärtlichkeit
· Tenerezza
· Ternura · Waylluy · Нежность · 柔情 · 優しさ ·
نانحلا
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pudor Nostalgia de la mar. Sirenas de la mar que por las playas quedan de noche cuando el mar se marcha. Llanto, llanto, dureza de la luna, insensible a las flechas desnudas. Quiero tu amor, amor, sirenas vírgenes que ensartan en sus dedos las gargantas, que bordean el mundo con sus besos, secos al sol que borra labios húmedos. Yo no quiero la sangre ni su espejo, ignoro si la tierra es verde o roja, si la roca ha flotado sobre el agua. Por mis venas no nombres, no agonía, sino cabellos núbiles circulan. 6 Vicente Aleixandre
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2013
Modesty · Modestie · Schamgefühl · Pudore · Pudor · Llumpakay · Стыдливость · 谦虚 · 慎み ·
عضاوتلا
cenit
Llegaba el pálido aroma de los tonos. Ópalos y siluetas empezaron su danza entre sedas y grandes saetas. Un prado verde recibió sus pies descalzos y su frente se sumió en audaces caprichos. ¡Ya había decidido el arte en su corazón! Se rasgó una pupila y la copa en el labio acusó la somnolencia del vino.
Zenith · Zénith · Zenit · Zenit · Zenith · Tiknu · Зенит · 天顶 · 天頂 ·
جوأ
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alegría Quisiera hoy ser feliz de buena gana, ser feliz y portarme frondoso de preguntas, abrir por temperamento de par en par mi cuarto, como loco y reclamar en fin, en mi confianza física acostado, sólo por ver si quieren, sólo por ver si quieren probar de mi espontánea posición, reclamar, voy diciendo, por qué me dan así tanto en el alma. 7 César Vallejo
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2014
Joy · Bonheur · Freude · Allegria · Alegria · Kushiyay · Радость · 欢乐 · 喜び ·
حرفلا
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esperanza Tiempo devorador, embota las garras del león y fuerza a la tierra que devore sus mismos lucientes retoños; arranca los agudos colmillos de las mandíbulas del tigre feroz y quema en su sangre al fénix secular. Tráenos en tu vuelo estaciones felices y funestas, y haz lo que te plazca, tiempo de rápidos pies… sólo te prohíbo el más odioso de los crímenes: ¡Oh! Que no surques con tus horas las tersa frente de mi amor; déjale en tu curso pasar inmaculado. Pero obra lo peor que quieras, Tiempo caduco; a despecho de tus injurias, mi amor vivirá siempre joven en mis versos. 8 William Shakespeare
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2013
Hope · Espoir · Hoffen · Speranza · Esperança · Shuyay · Надежда · 希望 · 希望 · لمالا
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soledad ¡Qué desencuentro! Si hasta Dios está lejano, sangrás por dentro, todo es cuento, todo es vil, en un corso a contramano un grupí trampeó a Jesús no te fíes de tu hermano se te cuelgan de la cruz. Quisiste con ternura y el amor te devoró de atrás hasta el riñón, se rieron de tu abrazo y ahí nomás te hundieron con rencor todo el arpón. 9 Cátulo Castillo
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2013
Solitude · Solitude · Einsamkeit · Solitudine · Soledade · Sapallakay · Одиночество · 孤独 · 孤独 · ةدحولاب روعشلا
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fortaleza ¡Entonces vivías alegre en un verdadero paraíso! Pero, señor, ¿estará escrito en el destino del hombre que sólo puede ser feliz antes de tener razón o después de haberla perdido? ¡Pobre insensato! Envidio tu locura; envidio el laberinto mental en que te pierdes. Tú sales lleno de esperanza a coger flores para tu reina en medio del invierno, y te desesperas porque no las encuentras. Pero yo…, yo salgo sin esperanza, sin objeto y vuelvo a entrar en mi casa como salgo. ¡Feliz criatura que sólo en un obstáculo material hallas tu desgracia, que no sabes que en el extravío de tu cerebro, en el desorden de tu espíritu estriba tu daño, del que todos los reyes de la tierra no podrían librarte!. 10 Goethe
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2013
Strength · Force · Kraft · Forza · Força · Sinchikuy · Крепость · 力量 · 強さ ·
ةوقلا
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amor ¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y ved que Tú estabas dentro de mí y yo fuera, y por fuera te buscaba; y deforme como era me lanzaba sobre estas cosas hermosas que Tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no lo estaba contigo. Reteníanme lejos de Ti aquellas cosas que, si no estuviesen en Ti, no serían. Llamaste y clamaste, y rompiste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y fugaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y respiré, y suspiro por Ti; gusté de Ti, y siento hambre y sed; me tocaste, y abraséme en tu paz. 11 San Agustín
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2014
Love · Amour · Liebe · Amore · Amor · Kuyay · Любовь · 爱 · 愛 ·
بحلا
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nostalgia Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra que me llevare el blanco día, y podrá desatar esta alma mía hora a su afán ansiosa lisonjera; mas no, de esotra parte, en la ribera, dejará la memoria, en donde ardía: nadar sabe mi llama el agua fría, y perder respeto a ley severa. Alma a quien todo un dios prisión ha sido, venas que humor a tanto fuego han dado, médulas que han gloriosamente ardido, su cuerpo dejará, no su cuidado; serán ceniza, mas tendrá sentido; polvo serán, mas polvo enamorado. 12 Francisco de Quevedo Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2013
Nostalgia · Nostalgie · Nostalgie · Nostalgia · Saudade · Yuyarikuy · Ностальгия · 怀旧 · 郷愁 ·
نينحلا
ocaso
Un caos advirtió receloso junto a la ventana de párpados caídos. Por sutil que fue la pesadumbre del sueño vació hasta la última sentencia de mirra. El lienzo y su tez blanca agonizaban; de cerca vio que la espalda de la noche era una mujer hacedora de fugaces y negras perlas. Y siguió su mano hasta el pincel que acusado de sal no decidía su muerte entender.
Sunset · Coucher du soleil · Sonnenuntergang · Tramonto · Pôr do sol · Amsayakun · Закат · 落日 · 落日 ·
بورغلا
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tristeza Canten obsequias tristes, doloridas, Al cuerpo, a quien se niegue aun la mortaja Y el portero infernal de los tres rostros, Con las mil quimeras y mil monstruos, Lleven el doloroso contrapunto; Que otra pompa mejor no me parece Que la merece un amador difunto. Canción desesperada no te quejes Cuando mi triste compañía dejes; Antes, pues que la causa do naciste Con mi desdicha aumenta su ventura, Aun en la sepultura no estés triste. 13 Miguel de Cervantes
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2013
Sadness · Tristesse · Traurigkeit · Tristezza · Tristeza · Llakiy · Печаль · 悲伤 · 悲しみ
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نزحلا
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tedio Syme tuvo por un instante la impresión de que el cosmos se había vuelto del revés, de que los árboles estaban creciendo para abajo, y bajo sus pies lucían las estrellas. Paulatinamente, a esta impresión sucedió otra diametralmente opuesta: en efecto, durante las últimas veinticuatro horas, el universo había estado del revés, y apenas en este momento parecía enderezarse. 14 Gilbert K. Chesterton
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2013
Tedium · Ennui · Langeweile · Noia · Enfado · Manamunay · Скука · 乏味 · 退屈 ·
للملا
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miedo He bebido un enorme trago de veneno. ¡Bendito tres veces el consejo que ha llegado hasta mí! Me queman las entrañas. La violencia del veneno me retuerce los miembros, me vuelve deforme, me derriba. Me muero de sed, me ahogo, no puedo gritar. ¡Es el infierno, la pena eterna! ¡Ved cómo se alza el fuego! Ardo como es debido. 15 Arthur Rimbaud
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2014
Fear · Peur · Angst · Paura · Medo · Manchay · Страх · 恐惧 · 恐怖 ·
فوخلا
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angustia Estaba ahí, al alcance de su mano y de su boca. En cierto modo estaba sin defensa ¡pero qué lejana, qué inaccesible que estaba! Intuía que grandes abismos la separaban (no solamente el abismo del sueño sino otros) y que para llegar hasta el centro de ella habría que marchar durante jornadas temibles, entre grietas tenebrosas, por desfiladeros peligrosísimos, al borde de volcanes en erupción, entre llamaradas y tinieblas. Nunca, pensó, nunca. 16 Ernesto Sábato
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2014
Anguish · Angoisse · Beklemmung · Angoscia · Angústia · Shunmay · Тоска · 苦恼 · 苦悩 ·
ةرسحلا
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desesperación ¡Para ver que todo se ha ido, para ver los huecos y los vestidos, ¡dame tu guante de luna! tu otro guante de hierba ¡amor mío! Para ver que todo se ha ido ¡amor inexpugnable, amor huido! No, no me des tu hueco ¡que ya va por el aire el mío! ¡Ay de ti, ay de mí, de la brisa! Para ver que todo se ha ido. 17 Federico García Lorca
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2014
Despair · Désespoir · Verzweiflung · Disperazione · Desespero · Willpuy · Отчаяние · 绝望 · 絶望 ·
سأيلا
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locura —No sirve de nada hablar con él —dijo una libélula sentada sobre una gran espadaña parda—. De nada: se ha marchado. —Bueno, él se lo pierde —respondió el cohete—. No dejaré de hablarle sólo porque no me presta atención. Me gusta escucharme; es uno de mis grandes placeres. A menudo tengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan ingenioso que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.18 Oscar Wilde
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2013
Madness · Folie · Wahnsinn · Follia · Loucura · Utikay · Безумие · 疯狂 · 熱愛 ·
نونجلا
nadir
Asombrado comprendió que la final pincelada había sido más que un rumor de celeste augurio. Se desnudó la pálida sombra del día; el bronce y el mármol hicieron su gala lisonjera y en un recodo como una música se durmió de un latido una plata luna. Comprendió, sí, que un instante del tiempo había sido suyo. En él ya estaba grabado, como un fuego, la historia de los días venideros.
Lowest point · Nadir · Nadir · Nadir · Nadir · Tiknu · Надир · 天底 · 天底 ·
ضيضحلا
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lujuria
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2014
Lust · Luxure · Lust · Lussuria · Luxuria · Ñukik · Похоть · 情欲 · 欲望 ·
ةوهش
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éxtasis El alivio que habrá sentido César en la mañana de Farsalia al pensar: Hoy es la batalla. El alivio que habrá sentido Carlos Primero al ver el alba en el cristal y pensar: Hoy es el día del patíbulo, del coraje y del hacha. El alivio que tú y yo sentiremos en el instante que precede a la muerte, cuando la suerte nos desate de la triste costumbre de ser alguien y del peso del universo. 20 Jorge Luis Borges
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2014
Ecstasy · Extase · Ekstase · Estasi · Êxtase · Yuyariyay · Экстази · 销魂 · 恍惚 ·
ةوشنلا
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envidia ¿Recuerdas que querías ser una Margarita Gautier? Fijo en mi mente tu extraño rostro está, cuando cenamos juntos en la primera cita, en una noche alegre que no volverá. Tus labios escarlata de púrpura maldita sorbían el champán del fino bacarat, tus dedos deshojaban la blanca margarita: ‹‹Sí…, no…, sí…, no…››, ¡y sabías que te adoraba ya! Y en una tarde triste de los más dulces días, la Muerte, la celosa, por ver si me querías, ¡como a una margarita de amor, te deshojó!. 21 Rubén Darío
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2014
Envy · Envie · Neid · Invidia · Inveja · Chikikuy · Зависть · 嫉妒 · 羨望 ·
دسحلا
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pasión Desnuda te sumerges. Espero. Entonces en un salto de fuego, sangre, dientes, de un zarpazo derribo tu pecho, tus caderas. Bebo tu sangre, rompo tus miembros uno a uno. Y me quedo velando por años en la selva tus huesos, tu ceniza, inmóvil, lejos del odio y de la cólera, desarmado en tu muerte, cruzado por las lianas, inmóvil, lejos del odio y de la cólera, desarmado en tu muerte, cruzado por las lianas, inmóvil en la lluvia, centinela implacable de mi amor asesino. 22
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2014
Pablo Neruda
Passion · Passion · Leidenschaft · Passione · Paixão · Anchakuyay · Страсть · 激情 · 情熱 ·
ةفطاعلا
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venganza ¡Tigre! ¡Tigre! Quemadura que brilla en las selvas de la noche. ¿Qué mano inmortal, qué ojo pudo fraguar tu pavorosa simetría? ¿Con qué martillo? ¿Con qué cadenas? ¿En qué horno estaban tus sesos? ¿Con qué yunque? ¿Qué garra horrible osa sus terrores mortales atrapar? Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas y regaron el cielo con sus lágrimas. ¿Acaso él sonrió al ver su obra? Él, que creó al Cordero, ¿te crea a ti? 23 William Blake
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2014
Revenge · Vengeance · Rache · Vendetta · Vingança · Wanay · Месть · 复仇 · 復讐 ·
ماقتنا
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ira Odio los testamentos como las tumbas odio; Antes que mendigar una lágrima al mundo, Mejor quisiera yo invitar a los cuervos A mondar hasta el fin mis despreciables huesos. ¡Ciegos, sordos gusanos, oscuros compañeros! Un muerto alegre y libre, hacia vosotros marcha; Filósofos procaces, hijos de la carroña, Id sin remordimiento a través de mi ruina, Y decidme si existe una tortura aún Para un cuerpo vacío y muerto entre los muertos. 24 Charles Baudelaire
Óleo sobre lienzo 100 x 100 cm. 2014
Anger · Rage · Zorn · Ira · Ira · Piñay · Гнев · 愤怒 · 怒り ·
بضغلا
LOS ROSTROS DE
LABERINTOS
70 En una mirada que no dice nada y a la vez lo dice todo; la inocencia yace en medio del silencio, donde la pureza todavía habita. Violeta Gálvez Comunicadora social, estudiante de teatro, poeta y soñadora.
La paz, creo que es como sentirte un bebé en los brazos de papá: puede caerse el mundo que mientras estés sostenido, estarás seguro. Esos brazos, esa trinchera, mi paz, es Dios. Paula Merchán Productora de televisión, comunicadora.
Ilusión es imaginar cómo nos gustaría que sea la realidad. Ella nos inspira a luchar por lo que deseamos, nuestros proyectos, anhelos y planes de vida. Natalia Santamaría Uzcátegui Estudiante, patinadora sobre hielo; disfruta compartir con su familia y amigos, convivir con la naturaleza y ser fiel a sí misma.
71 La fraternidad es el amor único e incondicional; es una amistad verdadera llena de confianza, bondad y honestidad. María Belén Pazmiño Profesora de preescolares. Disfruta compartir la energía y alegría de sus alumnos. En su tiempo libre se dedica al arte y la música. Mónica Pazmiño Química analítica. Trabaja como alta ejecutiva en una empresa farmacéutica. Disfruta mucho del deporte.
Ternura, una emoción que se mueve llena de luz, que nos contagia alegría y calidez de colores y sabores celestiales. Cristina Merino Supervisa el control de calidad de servicios turísticos en una empresa que opera en las Islas Galápagos.
El pudor es una emoción que se mezcla con el miedo y la inocencia; es algo natural de cada uno, su instinto de protección del propio templo. Cecilia Angulo Educadora y actriz; ama el arte y la naturaleza.
72 La alegría es vida: mirarla desde el sol, desde el arcoíris, jamás desde las tinieblas. Aracely Guerrero Cedeño Comunicadora social y bloguera. Siento que mi misión en la Tierra es ayudar al prójimo y sonreír siempre con el fin de regalar, en pequeñas cuotas, alegría a las personas.
La esperanza es renacimiento, es la luz que te dice que las cosas pueden ser distintas, es dejarte ir hacia adentro, arriesgarte a volver a intentar y confiar. Isabel Andrade Actriz; apasionada por el arte en general, pero con un enfoque en el teatro, el canto y la danza. Trabaja en consultoría de recursos humanos.
Soledad, el camino del tiempo y el espacio con uno mismo. Karina Cisneros Me gusta bailar, actuar, cantar, jugar, leer, tomar fotografías, caminar, subir montañas, ir al cine, hacer la siesta; el color rojo, el negro, el lila, el verde, la pizza, la pasta, los mariscos, el arroz, el chocolate, la leche condensada, el tomate, el queso, la canela, el cedrón, el vino, el mojito, la cerveza, el té, el silencio, la música, la salsa, el son, el reggae, el jazz, el rock, la playa, la arena, las montañas, los ríos, los colibríes, los perros, las mariposas, las hormigas, el sol, la lluvia, la luna…
73 La fortaleza brota, en ese preciso momento que me encuentro sola y frágil. Hay una luz en mi interior que me envuelve y se apodera de todo mi ser. María Teresa Figueroa Magíster en Gerencia de Sistemas y Tecnologías de la Información. Trabaja en Senplades.
El amor es una fuerza interior, un motor, la medicina para cualquier mal y, sobre todo, una elección. Andrea Flores Diseñadora. Le encanta ciclear, actuar, la buena música y las caminatas largas.
Nostalgia… seductores espejismos que aparecen en mi memoria. Michele Muñoz Estudió Administración de Empresas de Hospitalidad. Soñadora y profundamente optimista. Apasionada por el teatro. Cree que el arte, tan generoso como la risa, existe para dar vida.
74 Tristeza, el vicio más difícil de sanar. Tamia Alfaro Maldonado Estudiante de secundaria. Practica el canto coral y la actuación. Es campista.
Tedio, la costumbre de la rutina. María Fernanda Oleas Se graduó de la carrera de Administración Hotelera y actualmente trabaja en la Universidad San Francisco de Quito. Le encanta sentir todo lo que la vida le ofrece; hacer deporte, especialmente el de montaña. Es alegre, vivaz y entusiasta.
El miedo genera cambios, es el motor que sacude al espíritu a tomar decisiones. Diana Merino Comunicadora y relacionista pública. Coach en drama terapia. Soñadora, clown de naturaleza y actriz.
75 Angustia es no tener a donde ir, sentirse encerrado sin poder escapar. Fernanda Calderón Madre, soñadora, apasionada. Deportista y amante del arte en todas sus expresiones
La desesperación es la falta de control propio que nos abruma, nos hace perder la fe y nos lleva a un punto de desesperanza. Nos ciega y no nos permite razonar con claridad. María Alicia Suárez Peralvo Educadora de párvulos. Gran aficionada y apasionada al deporte.
Locura es solo una de las tantas formas que ha de tener la vida. Es normal cerrar los ojos, cerrar los poros, cerrar las puertas. ¿Será la locura la puerta que deshace todas las puertas? Xiomara Landính Como humana robo, miento, mato, solo a veces lo lamento… como si la memoria estuviera muerta. Soy un cactus. Soy un mamut.
76 Lujuria, la liberación exagerada del deseo sin poder de control, que desemboca en un placer incomparable, desbordado; llena de codicia interminable en el que habita… posiblemente un camino a la pérdida de la razón. Catalina Lasso Mujer enamorada de la magia del viajar, del compartir con almas encantadas, de ver y experimentar el arte en todos sus ámbitos, del crear, servir y aventurar en cada sendero de la vida.
Éxtasis, el sentimiento intenso de ser feliz. Andrea Marroquín Pazmiño Futura diseñadora de interiores. Amante de la música.
La envidia, el sentimiento más egoísta. Intocable, pero destructor; oculto, pero evidente Alejandra Landázuri Actriz y publicista.
77 La pasión es la fuerza que motiva el pensar, sentir y actuar sin límites. Verónica Lugo Analista de sistemas y diseñadora gráfica. Apasionada por el arte y el ciclismo.
La venganza nace de un resentimiento, de sentir una y otra vez enojo. Carolina López Su propósito en la vida, ser feliz.
La ira surge como consecuencia de un motivo primario: el desacuerdo, el rechazo, la injusticia, la incertidumbre, la frustración. Belén Haro Licenciada en Administración de Empresas de Hospitalidad; actualmente trabaja en el Ministerio de Agricultura. Practica yoga, disfruta mucho de bailar, de leer y de viajar.
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FUENTES BIBLIOGRÁFICAS *. ELOGIO DE LA SOMBRA. Jorge Luis Borges. 1996, OBRAS COMPLETAS. EMECÉ EDITORES. Buenos Aires (ARGENTINA).
12. POEMAS ESCOGIDOS. Francisco de Quevedo. 1989. EDITORIAL CASTALIA, S.A. Madrid (ESPAÑA).
1. ENRIQUE DE OFTERDINGEN. Novalis. 1998, EDICIONES CÁTEDRA, S.A. Madrid (ESPAÑA).
13. DON QUIJOTE DE LA MANCHA I. Miguel de Cervantes. 2002. EDITORIAL SOL 90. Barcelona (ESPAÑA).
2. CHUANG-TZU. Octavio Paz. 1998, EDICIONES SIRUELA, S.A. Madrid (ESPAÑA).
14. EL HOMBRE QUE FUE JUEVES. Gilbert K. Chesterton. 2001, MESTAS. Madrid (ESPAÑA).
3. POESÍA UNIVERSAL. Lope de Vega. Selección Berta Singerman. 1961, EDICIONES SIGLO VEINTE. Buenos Aires (ARGENTINA).
15. UNA TEMPORADA EN EL INFIERNO. Arthur Rimbaud. 2011. EDITORIAL ANAGMA. Toluca (MÉXICO).
4. CORRESPONDENCIA RAINER MARIA RILKE - LOU ANDREAS SALOMÉ. Ernst Pfeiffer. 1981, HESPERUS. Barcelona (ESPAÑA).
16. EL DRAGÓN Y LA PRINCESA. Ernesto Sábato. 1995, ALIANZA EDITORIAL. Madrid (ESPAÑA).
5. UN TAL LUCAS. Julio Cortázar. 2000, SANTILLANA EDICIONES GENERALES, S.L. (ESPAÑA). 6. POEMAS AMOROSOS. Vicente Aleixandre. 1999, LOSADA S.A. Buenos Aires (ARGENTINA). 7. POEMAS HUMANOS. César Vallejo. 1994, EDICIONES BANCO DE LOS ANDES. Quito (ECUADOR). 8. OBRAS COMPLETAS. William Shakespeare. 1929, M. AGUILAR EDITOR. Madrid (ESPAÑA). 9. TANGO DE COLECCIÓN. Roberto Goyeneche. 2005, JORGE GOTTLING, IRENE AMUCHÁSTEGUI. Buenos Aires (ARGENTINA). 10. WERTHER. Goethe. 2005, EDITORIAL EDAF, S.A. Madrid (ESPAÑA). 11. CONFESIONES. San Agustín. 1957, P. LUCIANO RUBIO, O.S.A. Madrid (ESPAÑA).
17. POETA EN NUEVA YORK. Federico García Lorca. 2000, MEDIASAT GROUP. Barcelona (ESPAÑA). 18. EL ARTE CONVERSAR. Oscar Wilde. 2007, EDICIONES ATALANTA, S.L. Girona (ESPAÑA). 19. EL PÉNDULO DE FOUCAULT. Umberto Eco. 2002, GRUPPO EDITORIALE FABBRI. Barcelona (ESPAÑA). 20. LOS CONJURADOS. Jorge Luis Borges. 1996, OBRAS COMPLETAS. EMECÉ EDITORES. Buenos Aires (ARGENTINA). 21. PÁGINAS ESCOGIDAS. Rubén Darío. 1992, LETRAS HISPÁNICAS. México (MÉXICO). 22. LOS VERSOS DEL CAPITÁN. Pablo Neruda. EMECÉ EDITORES S.A. 2008, Buenos Aires (ARGENTINA). 23. CANTOS DE LA EXPERIENCIA. William Blake. 2000. EDITORIAL ASTRI, S.A. Barcelona (ESPAÑA). 24. LAS FLORES DEL MAL. Charles Baudelaire. 1982. EDITORIAL LA OVEJA NEGRA LTDA. Bogotá (COLOMBIA). Los textos de “Alba”, “Cenit”, “Ocaso” y “Nadir” son de Álex Sánchez.
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