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I El sector Opina

EL SECTOR OPINA

Foro Interalimentario “Hay que trabajar más en la transparencia y en la comunicación al consumidor”

Víctor Yuste Jordán, director general del Foro Interalimentario

El sector agroalimentario en España ha experimentado un crecimiento del 0,5 % del valor añadido del sector, hasta alcanzar una cifra de 99.792 millones de euros, el 9,2 % del PIB total de la economía española, según el Observatorio de Cajamar sobre el sector agroalimentario español en el contexto europeo, que analiza la aportación del sector primario, la industria transformadora y la distribución de alimentos y bebidas a la economía española.

España es también la sexta economía que más empleo aporta al sector agroalimentario europeo, con un 10,4 % del total.

En cuanto a las exportaciones, y teniendo en cuenta que 2021 se cerró con un importe de 60.118 millones de euros, los datos del año móvil, septiembre/2021 a agosto/2022, arrojan una tendencia creciente, con un nuevo máximo histórico que alcanza los 65.464 millones de euros, con un 12,4 % de aumento. Con esto, España es la cuarta economía exportadora del sector agroalimentario de la Unión Europea.

La industria cárnica cerró 2021 como líder del sector de alimentación y bebidas español con un volumen de negocio de 31.727 millones de euros, lo que equivale al 2,55 % del PIB total, el 17,22 % del PIB de la rama industrial y el 4,66 % de la facturación total de toda la industria española (fuente FIAB).

Aunque la importancia económica y social del sector es de gran envergadura en España, también se enfrenta a importantes retos como son el desorbitado incremento de los costes de producción (materias primas, energía y costes laborales), la escalada en la subida del IPC, la sostenibilidad en sus tres vertientes, económica, social y medioambiental, y la comunicación sectorial hacia la sociedad para paliar y defenderse de forma veraz, transparente y proactiva de los ataques injustificados que está sufriendo la reputación del sector. El sector cárnico no puede ni debe perder la batalla del relato y del mensaje ante argumentos que se caen por si solos ante la evidencia científica.

Los productos cárnicos, en todos sus subsectores, siguen su escalada de precios y superan ya, todos ellos, las dos cifras al cierre de septiembre de 2022. A la cabeza se sitúa la carne de ave, con un incremento durante el año del 18,1 %. Le siguen la carne de vacuno, con un 14,7 %; la carne de ovino, con un 11,5 % y la carne de porcino, con un 11,2 %.

La comunicación es muy relevante para el éxito de un producto, pero, desde luego, también para el reconocimiento y la reputación de todo un sector. Nunca hasta ahora la comunicación social había tenido tanto impacto a través de los medios y redes sociales para que un producto se entienda, el consumidor lo acepte, lo capte, te ganes su confianza y finalmente tenga la intención de comprarlo.

Por ello, hay que trabajar más en la transparencia y en la comunicación al consumidor, ya que se están estableciendo nuevos patrones de consumo y el sector tiene que renovarse y adaptarse a ellos.

Los consumidores son impacientes, exigentes e infieles, así pues, es importante personalizar las experiencias de consumo y establecer una comunicación bidireccional con el consumidor para conocerlo y poder ofrecerle lo que necesite para satisfacer sus hábitos alimentarios.

La industria cárnica está muy comprometida con la digitalización, la investigación y la inversión en innovación, como grandes herramientas para perfeccionar un producto, desarrollarlo, gestionar recursos, procesos y crear soluciones prácticas y eficientes para la industria y el consumidor.

En cuanto a la sostenibilidad, el sector está apostando al máximo y con rigor por contribuir a la reducción de gases de efecto invernadero y el cuidado del medio ambiente. Todos los eslabones de la cadena agroalimentaria son los primeros interesados en respetar nuestro medio ambiente y también los primeros que están implementando medidas para mitigarlo, demostrándolo con hechos reales y visibles. No obstante, el sector agrario también es un gran sumidero de captación de esos gases, un sector esencial para la producción y el abastecimiento alimentario y clave para el mantenimiento de población en el ámbito rural. Por tanto, todo ello debería valorarse y hacerlo de forma seria, objetiva y responsable.

Toca seguir trabajando a favor de la eficiencia en una economía circular y con una producción sostenible y medioambientalmente rigurosa, que se adapte como un guante a una mano, y para garantizar una producción sostenible.

También, y por cuestiones nutricionales, debemos informar y formar mejor al consumidor de la necesidad de mantener una dieta variada y equilibrada, en la que se incluye la ingesta de proteína animal.

El futuro del sector cárnico depende del trabajo colaborativo de todos los eslabones de la cadena para que, con una leal colaboración de las distintas Administraciones Públicas y apoyándonos en criterios científicos, podamos seguir ofreciendo calidad y seguridad alimentaria dentro de un modelo de producción sostenible

El sector está apostando al máximo y con rigor por contribuir a la reducción de gases de efecto invernadero

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