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Liar la madeja para no llegar a ningún sitio
Llevo casi 40 años escribiendo de un sector que me apasiona; por las relaciones personales forjadas, por los cientos de viajes para conocer de primera mano la realidad del mercado, por la resiliencia que ha demostrado un canal por el que nadie daba un duro cuando todavía existían las pesetas. Por la esencialidad de un sector que aporta mucho valor -productos y servicios- a la sociedad.
Después de tanto tiempo, comparto en esta primera columna de 2023 la frustración que me produce ver una distribución que vuelve a caer en los mismos errores de siempre. Que cambia para que nada cambie, que avanza un paso y retrocede dos, que lía la madeja para no llegar a ningún sitio.
Durante estos casi 40 años de periodismo ferretero he conocido decenas de iniciativas similares a las actuales que no han conducido a nada. He visto inventar la rueda veinte veces y generar las mismas expectativas con proyectos con buena fachada y nada por dentro. Buenas iniciativas que se han ido al garete por errores de cálculo, deslealtad por parte de quienes debían impulsarlas y defenderlas…
Siempre he creído que el futuro del canal de ferretería dependía de la capacidad de las organizaciones de distribución de vertebrar los miles de puntos de venta que existían y de aportarles valor en el sentido de darles armas para aumentar sus ventas y mejorar su rentabilidad.
Cuando veo lo que está pasando con Ehlis y Cecofersa, con Neopro y NCC, la situación de Coarco o Las Rías, los nulos avances de Aside o Gesín y, sobre todo, la actitud de muchos de los que deberían liderar los cambios necesarios para garantizar el futuro y la sostenibilidad de los actores más tradicionales, no puedo ser muy optimista.
Me quedaré, no obstante, con la capacidad de resurgir de las cenizas que tiene la ferretería y sus protagonistas, para mantener la esperanza de que, por una vez, las cosas se hagan como se deben de hacer y se avance en proyectos que, de verdad, potencien las fortalezas de un sector que, repito, es esencial para el día a día de la sociedad.
Falta generosidad, visión a largo plazo y análisis de con quién se compite. Ojalá que surjan nuevos liderazgos que dejen de liar la madeja y sepan colaborar con los que tienen similares intereses en favor de una ferretería, un bricolaje y un suministro industrial más fuerte y competitivo
Juan Manuel Fernández Presidente