TFG Cuaderno 3 by Cecilia López

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Te rc e ra p a r t e

COMPARACIÓN Este tercer cuaderno contiene la comparación crítica entre los análisis realizado de las cuatro v i v i e n d a s y l a r e fl e x i ó n d e l a autora al respecto; las conclusiones; la bibliografía y los anexos.

DESAYUNAR EN CASAS-MUSEO Análisis comparativo de cuatro ex-viviendas desde su percepción cotidiana

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Autora del trabajo Cecilia López González

Todos los dibujos contenidos en este documento han sido elaborados por la autora, salvo las planimetrías originales recabadas, que están recogidas en el Anexo 1

Expediente: 11229

Tutor del trabajo Iñigo Cobeta (DCA)

Este cuadernillo pertenece a un conjunto de seis:

Universidad Politécnica de Madrid

1 Introducción

Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM)

2A Villa Mairea 2B Farnsworth House 2C La Chascona

Este trabajo se desarrolló durante el semestre de otoño del curso 2016-2017 en el Aula 04 del Trabajo Final de Grado (TFG).

2D El Rascainfiernos 3 Comparación y conclusiones -158-

“A u n q u e l a c a s a e s t é m u d a y cerrada, yo, aunque no estoy en e l l a , e s t o y e n e l l a” Juan Ramón Jiménez, Corazón en la Mano

-159-

MAIREA Año de inicio de la const r ucción (A ñ os d e v id a )

FARN

1937

1946

1940

1930

1950

1960

1970

C omo vivienda

4 3 añ o s

C omo mus eo

3 6 años

(A ños d e v id a )

Arquitec to

C ontexto

1980

1930

1940

195

Alvar y Ain o Aa lt o

Mi e s V

Maire Ah l st röm y Har r y Gu l l ichs en

E dit h

Clie nte(s)

Número de habit antes

Ciudad, país, co ordenadas

U bic ación

No or m ark ku , Fin l an d ia

6 1 º 3 5 ’ 5 5 ’’ N 2 1 º 5 2 ’ 3 0 ’’ E

Altura resp ec to al mar

54 m

Número de horas de s ol diar ias

2 1 / m arz o 2 1 / jun io 2 1 / s ept iembre 2 1 / d iciembre

12h 19h 12h 05h

m²/p ers ona Sup er ficie analizada

31,61%

100%

2 pl ant a s 2 ,4 0 -2 ,8 0 m

Núcleos ver t icales de comunicación

Número de edificaciones

-182-

2 8 2 ,3

2 8 2 ,3 m²

2 4 0 ,1 5 m ²

Altura libre de las plant as

B años / As eos

2 1 /marzo 2 1 /ju ni o 2 1 /s e pt ie mbre 2 1 /dic i e mbre

152 m²/p

Número de plant as y sus cot as

D or mitor ios

21m 33m 20m 18m

7 5 9 ,6 m ²

Sup er ficie út il const r uida

Dimensiones

Illinois ST, E E UU

( 8+2)

7 1

NSWORTH

CHASCONA

RASCAINFIERNOS

1953 0

1960

1970

1980

1930

1940

1950

1972 1960

1 9 70

1980

1930

1940

1950

1960

1970

5 2 años

29 años

3 5 añ o s

1 3 años

30 años

8 añ o s

Van d e r Rohe

Ger mán R odr íg uez Ar ias y Pablo Ne r uda

Fer n an d o Hig uera s

Far ns wor t h

Pabl o Ne r u d a

Fer n an d o Hig uera s

4 1 º 38’ 06’’ N 8 8 º 32’ 09’’ O

S ant iago d e C hil e , C hi l e

Ma d r id , Esp añ a

33º 25’ 52,1 1 ’’ S 70º 38’ 03,9 1 ’’ O

4 0 º 2 7 ’ 5 2 ’’ N 0 3 º 4 0 ’ 1 8 ’’ O

708 m

596 m

172 m

12h 15h 12h 09h

13m 12m 11m 09m

21/ mar z o 21/ ju n i o 21/ s e pt ie mbre 21/ d ic i e mbre

2 1 / m arz o 2 1 / jun io 2 1 / s ept iembre 2 1 / d iciembre

13h 19m 9h 56m 12h 06m 14h 22m

317, 1 m²

m² 28 2 m²/p

12h 15h 12h 09h

12m 04m 11m 17m

210 m²

159 m² / p

210 m²/p

167 m²

155, 5 m² 4 9 ,0 3 %

81,94%

1 pl ant a s

2 plantas

2 pl ant a s

2,80 m

2, 40- 3, 00 m

2 ,4 0 m

-183-

1980

8FotografĂa de la casa Farnsworth durante una inundaciĂłn en abril de 2014

-184-

3 .1

La casa arraigada

S o b r e l a v o c a c i ó n d e l a c a s a d e r a d i c a r e n u n l u g a r.

8Fotograma

“Construcción de casa de barro en Comunidad”.

8(...) De ambas maneras, como el cínico o

como el inocente, se puede pensar la arquitectura, pero ambos caminos conducen a arquitecturas absolutamente extremas en cuanto a su profunda esencia. Santiago de Molina

8Casa con tres patios. Alzado. Mies van der Rohe

8 Fotografía de la Villa Mairea.

En el documental “Construcción de casa de barro en Comunidad”8 observamos como toda una comunidad de personas se organizan para construir una casa a una nueva pareja a partir de la tierra de su terreno. Esta casa responde a las condiciones climáticas del lugar de la mejor forma que la cultura constructiva permite; se conecta con el resto de casas de la aldea mediante una serie de caminos, vistas y jerarquías urbanas; y con sus habitantes a través de las decisiones espaciales, económicas, etc. Pero los lazos de esta casa con el mundo que le rodea son también simbólicos y sociales: toda la comunidad se ha unido para levantar la casa. La casa está levantada de la tierra sobre la que se asienta. La relación de una casa con el mundo que le rodea está formada por una red de hilos invisibles y delicados, que la unen con el paisaje en el que se inscribe, con la memoria del lugar, con las condiciones climáticas, con el soleamiento, con las redes culturales y sociales. Tanto decisión de radicar el proyecto en estas preexistencias, como la de negarlas8 (o negarles más bien la mirada y la palabra), y todas las opciones intermedias, determinan la posición inmaterial de esa casa en el mundo. Por supuesto que lo habitual es situarse en algún lugar entre estos dos extremos. La casa Farnsworth no reniega de su entorno: es así precisamente porque está en el bosque. Si observamos los proyectos de Mies para las casas-patio, tal y como explica Ábalos en La buena vida, los grandes muros8 que la cierran están ahí para aislarse del mundo, para cerrarse a la ciudad que le rodea. La casa Farnsworth es, por el bosque. Pero no por el bosque tocable, húmedo y frío; si no por el bosque espiritual, por la idea de naturaleza, por el sueño del hombre ermitaño, de Zaratustra. Ese es el hilo invisible que une la casa Farnsworth con el bosque, pero no así la consciencia de los fríos y lluviosos inviernos8 o la madera que el propio bosque ofrece como material constructivo. Cómo de diferente es la raíz de la Villa Mairea en el bosque. La casa se acomoda en el bosque, abriendo un claro entre la espesura, y dialoga con él8. Los pilares, la madera, la barandilla de la escalera, las terrazas y prácticamente toda la casa, en realidad, es un continuo diálogo con su contexto (sin ser sólo eso, por supuesto). Las decisiones (tomadas u obviadas) acerca de todos los vínculos que se pueden establecer o rechazar, así como las diversas formas de hacerlo, conforman una red de relaciones de la casa con el mundo y apuntan aspectos que mucho tiene que ver con la habitabilidad misma de la casa.

-185-

-186-

3.2

La casa refugio

S o b r e l a v o c a c i ó n d e l a c a s a d e p r o t e g e r.

8En otro párrafo de El origen del hombre,

Darwin escribe que “se sabe que el orangután se cubre durante la noche con las hojas del pandanus”, y Brehm observó que uno de sus mandriles (variedad de monos), “se protegía del calor del sol, arrojándose una estera de paja sobre su cabeza” (...) El campesino, que duerme junto a su segadora, que cubre su cabeza con un periódico, revalida de esta manera, el nacimiento de la arquitectura. Bernard Rudofsky, “Arquitectura sin arquitectos”, 1965.

8Pero lo mejor de mi construcción es su

silencio (...) El aire del bosque penetra, hay al mismo tiempo abrigo y frescura. A veces me relajo satisfecho y me doy vuelta en la galería. Es bueno tener una construcción así para la ya cercana vejez, saberse bajo techo al comienzo del otoño. Franz Kafka, “La madriguera”.

8 Fotografía de la cabaña de Wittgenstein en Noruega. 1937.

La protección de los peligros y amenazas del medio es la primera de todas las funciones de la arquitectura, o más bien su origen mismo8. Normalmente damos por hecho este aspecto, al considerarlo nuclear o central en la arquitectura de vivienda. Normalmente es incluso innecesario aludir a él cuando hablamos de casa, al considerarse implícito. Pero parece pertinente aludir a él en este caso, por dos excepciones: cuando la idea de refugio pasa de ser implícita a explícita; y cuando la función de refugio pasa de ser literal a literaria. En el Rascainfiernos de Fernando Higueras, la idea de refugio admite una doble lectura: como madriguera, o como búnker. En la primera de las lecturas, la idea de cobijo frente a los agentes naturales se materializa en el grueso tramo de terreno que separa el espacio habitado del atmosférico, haciendo uso de uno de los instintos de protección más animal y más antiguo, tal y como lo retrata Kafka en La madriguera8. Y no se trata únicamente de refugio meteorológico cuando se lee como búnker. Éstos sirven básicamente para proteger a las personas de otras personas. Esta casa también es deserción de la vida de la superficie, de la vida expuesta y juzgada. Higueras la construyó tras su separación, y buscó desarrollar en ella su vida desde entonces con libertad, enterrada, a salvo de los escrúpulos y de las miradas que juzgan. Es casa refugio. Por otra parte, la casa Farnsworth aparece como un refugio bajo una tercera acepción, algo distinta: como refugio de la publicidad y el ruido, de todo aquello que dificulta la meditación. Es decir, como retiro, como reducto de soledad, como lugar de silencio para la reflexión. Como aquello que en nuestro imaginario probablemente tome forma de cabaña en el bosque y pertenezca a Thoreau, Heidegger, Wittgenstein8 o Rousseau. La casa Farnsworth, evidentemente, está muy lejos de ser un refugio en el sentido estricto y literal de la palabra. Pero es un refugio espiritual (o habría de serlo, cuando el frío dejara hueco para el pensamiento elevado), un refugio en un sentido literario o poético del término. La vocación inicial de refugio de la arquitectura, como más aspectos, se ha complejizado en cierta medida con el tiempo, enredándose con otras tantas cosas. Sigue estando presente en la mayoría de los casos, si no en todos. Pero merece la pena reflexionar acerca de cómo se entiende refugio a la hora de proyectar casas. ¿De qué hay que refugiarse? ¿Qué es, de todo lo que hay fuera, lo que nos amenaza realmente?

-187-

Recordamos:

1 Despertarse 2 Levantarse 3 Asomarse 4 Asearse 5 Hacer café 6 Desayunar 7 Vestirse 8 Ir a trabajar

5.40 m 3.20 m

MAIREA

39.40 m

39.70 m

11.40 m

9 9 ,10 m

5.70 m

FARNSWORTH

11.90 m

4.10 m

1 1.70 m

18.00 m

2.70 m

5 4 ,10 m

2 3

3.90 m 4.50 m

CHASCONA

26.80 m

19.50 m

6.90 m

51.70 m

11 3 , 3 0 m

1.40 m

RASCAINFIERNOS

9.00 m

4.20 m

7.00 m

/jardín/

17.60 m

1.55 m

40,75 m

2 3

5 6

8 Distancias recorridas durante el ritual matutino. Ritmos de las cuatro casas.

-188-

3.3

La casa cómoda

Sobre la vocación de la casa de ser a medida del hombre.

8Me resulta molesta la creencia

contemporánea de que la comodidad es la máxima virtud de la arquitectura. Rem Koolhas

Podemos subir y bajar persianas automáticamente, encender las luces a palmadas, graduar la temperatura de nuestras casas desde el mando de la televisión, con un regusto onanista. Podemos recibir la caricia complaciente de la materia en hogares sin sustancia, con sus porches encantadores, interiores de lujosos acabados en torno a chimeneas que nunca se encenderán. Santiago de Molina

8Estudio de la adaptación de las máquinas, muebles y utensilios a la persona que los emplea habitualmente, para lograr una mayor comodidad y eficacia. DRAE

La comodidad es un concepto que se ha estirado en las últimas décadas de forma sistemática: a cualquier arquitectura, o a cualquier idea arquitectónica se le exigía el confort como premisa8. Sin embargo, la comodidad en la vivienda se ha vuelto condescendiente y aletargante8. Y es una comodidad ligera, superficial, que no trasciende ni se sumerge para intentar cambios profundos en la forma de proyectar viviendas. Pero si dejamos por ahora la categoría de cómodo como confortable y recuperamos la de cómodo como ergonómico (en su sentido más amplio) podemos encontrar algunas cosas en nuestras casas que resultan de interés. El término ergonomía8 se refiere a la adaptación de un objeto o espacio a su usuario habitual. En el caso de las casas, podríamos hablar de la intersección entre el diseño de los elementos arquitectónicos y el uso habitual del ritual cotidiano. Por una parte, resulta interesante fijarse en las distancias que hay, no ya entre las diferentes estancias, si no entre los diferentes lugares de actividad (en este caso, matutina). Qué distancia hay entre la cama y la cafetera, o entre la ducha y el armario. Estos datos nos hablan del ritmo con el que la casa responde al huésped humano8. Podemos observar que en todos los casos, los lugares más próximos entre sí son el lugar en que se duerme y el lugar para asearse. Y, en tres de los cuatro casos, para lo que más hay que caminar es para llegar al lugar en el que se trabaja. Lo que queda de este esquema es un esqueleto (parcial) de cada casa, que nos permitiría reproducir algunos aspectos de su habitabilidad sin necesidad de conocer o imitar su realidad formal o final. Es bonito también pensar que podríamos inventar una casa también a partir del ritmo con el que queramos que se experimente, si conocemos o imaginamos los rituales que se van a desarrollar en esa casa. Esto tiene un fuerte contenido personal, pero también -y en mayor medida- cultural y casi geográfico. No se puede pensar del mismo modo el ritmo para experimentar una casa en Kyoto que en Oslo.

-189-

Otro tema interesante, que tiene que ver con otras muchas cosas pero también con lo que estamos entendiendo por comodidad, es el diseño de la entrada de luz. Todos tenemos experiencia de lugares que son incómodos por su exceso o carencia de luz natural, o por la forma en que ésta entra, o las sombras que genera, etcétera. Tanto la orientación de las ventanas como su forma y tamaño es muy diferente entre las cuatro habitaciones que se han estudiado. Pero más allá de esto, llama la atención lo diferentes que son los mecanismos de control de la luz de estas cuatro casas. En la Mairea, donde en verano la luz es casi constante, hay tanto estor como cortina, pero no hay persiana o contraventanas. En la Farnsworth, lo único que protege de la luz es una cortina de tela fina. En la Chascona no encontramos más que la ventana desnuda. Y curiosamente, es en el rascainfiernos, en la que encontramos un mayor número de elementos que conforman la entrada de luz: una especie de toldo bajo los lucernarios y un estor en el hueco de la habitación, además de los árboles que están sobre los lucernarios. Decir que dormir en la casa Farnsworth es más incómodo que en la Villa Mairea probablemente sea una tontería. Hay un abismo de subjetividad en el que se está cayendo al elaborar ese tipo de juicios. Sin embargo, entender qué decisiones se han tomado al respecto en las casas, y cuáles son las consecuencias -en forma de efectos perceptibles- alimenta un repertorio de soluciones más amplio. Quizá si se da el momento de pensar una casa para alguien que se levante invariablemente antes del amanecer, y quiera verlo mientras se toma el café, sea tremendamente útil haber estudiado la casa Farnsworth.

Luz en la habitación principal de la Villa Mairea a las 08:30 de un 21 de septiembre.

-190-

MAIREA FARNSWORTH

Marco

Vidrio 1 (simple)

Vidrio 2 Contraventana Estor (doble) interior

Cortina

Hoja Contraventana Persiana practicable exterior

Marco

Vidrio 1 (simple)

Vidrio 2 Contraventana Estor (doble) interior

Cortina

Contraventana Persiana Hoja exterior practicable

Marco

Vidrio 1 (simple)

Vidrio 2 Contraventana Estor (doble) interior

Cortina

Contraventana Persiana Hoja exterior practicable

Marco

Vidrio 1 (simple)

Vidrio 2 Contraventana Estor (doble) interior

Cortina

RASCAINFIERNOS

CHASCONA

Hoja Contraventana Persiana practicable exterior

-191-

8Imagen de la Chascona. Bajo la escalera del edificio de invitados.

8Imagen del Rascainfiernos. Vista del espacio a doble altura.

-192-

3.4

La casa fenomenológica

Sobre la vocación de la casa de ser experiencial.

Quizá el aspecto en el que resultan más evidentes las diferencias entre las cuatro casas es éste: la variedad en el diseño de espacios y elementos, que hace que la experiencia de la casa sea más rica y, en alguna medida, compleja. O la negación de esa variedad. Al visitar la Chascona, pensé que sería imposible que un niño se aburriera nunca en esa casa. La cantidad de rincones secretos8, las puertas secretas, el jardín lleno de escondites, las habitaciones muy pequeñas y las otras muy grandes. La casa no es indivisible: podría extirparse una parte y mantendría su identidad. Y, de hecho, el miembro extirpado tendría también una identidad reconocible. Esto significa que es un lugar de lugares, una yuxtaposición de ideas, un poemario.

8Ventanas de la Chascona

8Pomos de la Villa Mairea

8 Encanto, hechizo o atractivo de alguien o algo. DRAE

8 Fotografía de la planta baja del Rascainfiernos, 1974

Esta sensación es en principio sólo eso: una sensación. Pero evidentemente hay una gran cantidad de factores objetivables, programables, que activan este tipo de experiencia del espacio. La Chascona tiene, por ejemplo, todas sus puertas, ventanas y suelos diferentes entre sí. Y cada elemento (cada reja de ventana8, por ejemplo) está diseñado específicamente para un lugar, y construye el carácter de ese espacio. En la Villa Mairea, con unas nociones estéticas muy diferentes, pero encontramos otro ejemplo similar8. El tamaño de la casa, la cantidad de habitaciones y espacios intermedios, la multiplicidad de circulaciones posibles, los suelos distintos; hacen que la experiencia de la casa sea heterogénea. La Farnsworth es un ejemplo de casi lo contrario. La sinceridad del espacio, único, sobrio, sin secretos ni intención de sorprender. Una arquitectura cuya intención no es tanto ser objeto de la experiencia en sí, si no ser el marco de la experiencia de otra cosa. En el Rascainfiernos, a pesar de la sencillez de sus espacios, observamos que éstos son identitarios y reconocibles8, y que también hay una cierta magia8 en la atmósfera que no es atribuible exactamente a las cualidades arquitectónicas. En esta casa hay un sólo suelo, un sólo modelo de puerta que se repite, un sólo color de pared. ¿Por qué, entonces, es rica la experiencia de este lugar? Ya en las primeras imágenes8 de esta casa encontramos la respuesta: una cama en una esquina, una tela colgada sobre ella, unas plantas, una cámara de video, una mesa y pocos objetos más. La forma de su habitante de aterrizar en la casa, de negociar con ella y de comenzar a habitarla; es mediante el despliegue de una serie de objetos, que significan la casa y activan los espacios pero que, en última instancia, al igual que la casa misma, hablan de quien la habita. Y esto nos lleva al siguiente tema: la casa del habitante (pág. 197). -193-

-194-

RASCAINFIERNOS CHASCONA

FARNSWORTH

MAIREA

-195-

110.70

9º 5.6

5º

.4 13

97.2

15º

123.85º

10º

-196-

3.5

La casa de su habitante

S o b r e l a v o c a c i ó n d e l a c a s a d e m a n i f e s t a r u n h a b i t a r.

Algo vital que tienen estas cuatro casas en común es el hecho de que han sido diseñadas por arquitectos para personas conocidas por ellos o para sí mismos. Y esto, que no se reconocía como vital al principio de este trabajo, aparece como tal ahora. Analizar bajo criterios objetivos las decisiones arquitectónicas ha sido útil para entender las herramientas posibles, la experiencia resultante de un determinado diseño, etcétera. Pero poco hay de objetivo en el mundo, y menos en el habitar. Estas personas, que participaron directa o indirectamente en el diseño del lugar para su habitar, estaban proyectando en la arquitectura una cierta visión del mundo. Detalle de Alvar Aalto para el acceso sur de la Villa Mairea Santiago de Molina, “Hacer detalles, tener detalles”.

No hay nada -o casi nada- de inocente en un detalle constructivo. No se puede acusar a Mies de ingenuo por creer que la casa Farnsworth sería habitable, ni tampoco se puede pasar por alto la generosidad8 en el diseño de la Villa Mairea metiéndola en el saco de la buena práctica profesional. Hemos encontrado las decenas de puertas diferentes en la Chascona, y la única en la Farnsworth nos hemos extrañado por la ubicación y orientación de ésta, mientras achacábamos al saber tradicional la implantación topográfica de aquélla. Hemos estudiado la bajísima transmitancia térmica de los gruesos muros y el terreno del Rascainfiernos, en comparación con la altísima transmitancia de los vidrios de la casa Farnsworth. Luego, nos hemos explicado que es que la Chascona es más fenomenológica que la Farnsworth; y que ésta tiene un radicar en el mundo de una índole completamente distinta a aquélla. Que el Rascainfiernos es un refugio-en-el-mundo, mientras que la Farnsworth es un refugio-del-mundo. Ahora hablamos sobre la casa de su habitante para explicarnos que la razón de la diversidad de los recursos analizados respecto a la arquitectura del habitar responde a la variedad en las formas de habitar de quienes las pensaron (los arquitectos, los habitantes y los habitantes-arquitectos). En definitiva, no se puede separar la casa de una persona de su visión del mundo, pues ésta es consecuencia de aquélla. En definitiva, este análisis ha servido para aprender diferentes herramientas arquitectónicas para resolver cuestiones concretas; pero también para aprender que esas decisiones arquitectónicas manifiestan una determinada vocación de habitar, hablan del habitante -aunque éste no exista todavía. Y que la vivienda se piensa o bien desde el habitante, o bien desde la idea de habitante.

-197-

-198-

3.6

La Casa-Museo

Sobre la vocación de la casa de ser memoria.

Toda casa es autobiográfica.

8-No vive ya nadie en la casa -me dices-;

todos se han ido. La sala, el dormitorio, el patio, yacen despoblados. Nadie ya queda, pues que todos han partido. Y yo te digo: Cuando alguien se va, alguien queda. El punto por donde pasó un hombre, ya no está solo. Únicamente está solo, de soledad humana, el lugar por donde ningún hombre ha pasado. Las casas nuevas están más muertas que las viejas, porque sus muros son de piedra o de acero, pero no de hombres. César Vallejo, “No vive ya nadie”

8Objeto en el que alguien oculta un

fragmento de su alma con el propósito de alcanzar la inmortalidad. J. K. Rowling, “Harry Potter y la piedra filosofal”

Por una parte, lo que nos une a el espacio de la casa es la memoria que tenemos del tiempo pasado en ella, cuya reminiscencia queda impregnada en los muebles, los electrodomésticos, las cosas. Pero especialmente en aquellos que más revelan el paso del tiempo: objetos rotos, telas desgastadas, manchas. En definitiva, las casas entran en carga a partir del momento en que sufren el habitar de sus huéspedes. Y este habitar, la precisa forma de habitar de cada persona, se infiltra en la arquitectura misma y la completa: deshace los últimos rastros de virtualidad que -incluso ya construida la arquitectura- todavía había en la casa vacía. Este infiltrarse en la arquitectura no es del todo reversible; tal es la intensidad con que habitamos. Por este motivo, “las casas nuevas están más muertas que las viejas”8. Y así, aunque todos los habitantes originales de nuestras casas ya no estén, al visitarlas es posible imaginarse su forma de ocupar los espacios, su forma de sentarse, lo que se cocinaría en su casa y a qué olería. En definitiva, es posible empatizar con su forma de habitar, que tiene mucho que ver con la forma de vivir. Esto es posible en gran parte porque los objetos que les pertenecían y con los que ellos habían conquistado esos lugares vacíos, se han mantenido en sus sitios. Y esos objetos actúan como una constelación de fantásticos “horrocruxes”8, guardando una parte de ellos en sus casas. Son la cultura material que ha rodeado a una persona en una de sus capas más íntimas, y son tan casa8 como lo es la arquitectura de la casa. No sólo las casas cambian al ser habitadas, si no que cambian también la forma de habitar de quien las vive. Cada casa vivida inscribe en su morador una noción del habitar. Es una relación recíproca, en la que ellas construyen nuestra forma de habitar8 mientras nuestra forma de habitar les construye.

Familia fotografiada con sus pertenencias a las puertas de su casa. Huang Qingjun, “Family stuff ”.

8(...) La palabra hábito es una palabra

demasiado gastada para expresar ese enlace apasionado de nuestro cuerpo que no olvida la casa inolvidable. Gaston Bachelard, “La poética del espacio”.

La huella de la vocación la dejan las decisiones arquitectónicas (ver pág. 197), y la de la vida queda en la conquista de esa arquitectura. Ambas se confunden y se mezclan, pero construyen entre las dos la casa de quien la vive, que habla de él, de su forma de habitar, que es también su forma de vivir. Toda casa es autobiográfica. Estas casas son museos (no sólo Museos) de sus habitantes, de la misma forma que todas nuestras casas son museos de nosotros. Y cada casa se puede leer en estas claves, porque cada casa es casa-museo (esta vez en minúsculas).

-199-

Conclusiones

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Bibliografía

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