Micropolíticas Nº3

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Periódico bimestral independiente Rosario - San Lorenzo

Año Nº3 Noviembre/Diciembre 2009

$5,00

¿Por qué pensamos lo que pensamos?

Alberto Ascolani Página 1

El violín

Alejandra Lilles Página 2

Editorial y staff Página 3

Pensando Spinoza

Beatriz Piedrabuena Página 4

Despedirse de lo absoluto

Entrevista a Suely Rolnik Página 6

¿Por qué pensamos lo que pensamos?

por Alberto Ascolani

E

n el número anterior intentamos aclarar, sin saber si lo logramos, a qué remitía esa extraña palabra, “esquizoanálisis”. En ello estaba implicada la pregunta, esencial, que ahora planteamos: ¿Por qué pensamos lo que pensamos? La respuesta a dicha pregunta se la suele referir, demasiado fácilmente a cuestiones que pueden aparecer claras, como la ideología, sea ésta religiosa o política, pero esas referencias suelen encerrar muchas ambigüedades. Por ejemplo, decir fascismo nos hace pensar en alguna posición de ultraderecha y se nos hace difícil pensar que el capitalismo encierra ese pensamiento pero que se oculta detrás de las referencias a la democracia política. Pero el por qué y qué pensamos va más allá de esas apariencias y llega a las matrices de nuestro pensamiento, establecidas hace centenas de años por la religión, luego por la filosofía y por la poca variada gama de regímenes políticos de nuestras sociedades. Esa matriz da el nombre de la causa, de aquello que supuesta-

mente, crea, origina y dirige la realidad sea ésta cósmica o la realidad de nuestras vidas. El problema entonces no es si somos de derecha o de izquierda, si somos religiosos o no, sino dónde y en qué imágenes de pensamiento situamos esa causa. Así encontramos por un lado el pensamiento dominante en occidente y en otros lares, lo que un autor llama la “causa heterónoma”. Es decir, la causa que viene de afuera y cuyo nombre paradigmático es “Dios”, pero que tiene muchas caras: Dios, el monarca por derecho divino, el estado absoluto, el presidente con su investidura que lo convierte en un intocable, el mercado que, con su mano invisible, que supuesta y falsamente, regula todo pero que en realidad es una cara de la providencia divina. Dicho pensamiento se ha opuesto y ha reprimido salvajemente la mayoría de las veces a quienes asumían otro pensamiento, el que dice que la causa no está más allá del mundo, sino que se halla en el mundo, es interna al mundo, inmanente dicen y por lo tanto, no trascendente. De ahí entonces que a esa

imagen que cree que lo más real está afuera, arriba y es superior al mundo, se le opone el grito de Deleuze cuando dice que tenemos que volver a creer en el mundo. Ese creer es creer en nosotros mismos, en nuestra potencia y por lo tanto en la capacidad de resistencia a los factores alienantes que nos quieren tristes, despotenciados y esperando que Dios haga por nosotros, o lo haga el Estado, o lo haga el mercado. El resistir nos lleva a pensar en el por qué de nuestra resistencia, en nuestras condiciones existenciales y en las posibilidades de avanzar hacia condiciones más dignas. Esa resistencia y esa potencia de ser es lo que se ha expresado y se sigue expresando en los nuevos sujetos sociales, en los movimientos que en incontables situaciones, ayer y hoy, han dicho no a las razones del discurso de los poderes dominantes, han emprendido acciones que afirman de mil maneras su posición y han comenzado a desarrollar sus propios discursos singulares. Así las cosas, desde sus lugacontinúa en pág. 4 >

Diagnósticos iatrogénicos vs. Intervenciones éticas Fernanda Felice Página 7

Aprender entre niños/as Fernanda Felice Página 8

La Gori

Beatriz Piedrabuena Página 8

Sobre subjetividad femenina

Ma. del Carmen Marini Página 10

El otoño del rey

Julieta Di Pascuale Página 11

Y la magia volvió

Alberto Ascolani Página 11

Honduras

Jorge Irigaray Página 12

Desarraigo

Vanesa S. Rolón Página 14

Poesías

Regina Paz Página 15

Los males de la clase que está en el medio

Homenaje a la revista Sudestada Página 16


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El violín

por Alejandra Lilles y ante todo por soledad: por la ausencia o debilidad de decisiones políticas y redes sociales que construyan otros juegos de fuerzas. Por falta de dinámicas que sumen justicia y resten impunidad y muerte. Deudas internas, de las que no son ajenas responsabilidades de los estados latinoamericanos, oligarquías y capitales oriundos de los llamados primeros mundos. Delitos de lesa humanidad. La fotografía en blanco y negro acentúa el clima emocional y es de tanta belleza como las actuaciones que parecen brotar del rocío y de la tierra. Y el arte, en las notas que Plutarco le pide al violín, ¿se convertirá en entretenimiento de los poderosos o en territorio de libertad? Me atrevo a decir que Mercedes Sosa les hubiera dedicado su canto:

V

oy a devolver la película sobre la que pensé para el tercer número de Micropolíticas. Pero al entrar a la casa de videos, me siento en medio de una jungla de especies variadas, colores, sonidos, geografías y tiempos. Y sucede que está ahí, asoma digna y a la vez tímidamente. No logro resistirme, se llama El violín. Lejos del movimiento de las grandes ciudades, como se observa en aquel film que había retirado antes y que se postergará para la próxima, éste es un pedazo de realidad que late aquí, desde el origen del origen. Su aspereza, sus silencios, su intensidad hacen que no sea fácil ni cómodo verla. Pero el encuentro amoroso nos transforma y nos pone a trabajar, aunque cueste. Así le habrá pasado a Francisco Vargas Quevedo, director y guionista de El violín, su primer largometraje realizado en su totalidad en Méjico en el año 2005. Sus protagonistas son campesinos, seguramente en su mayoría familias indígenas, en una zona que recuerda las selvas y montes impenetrables del norte argentino. La no renuncia a sus derechos despierta la ira del poder político, que envía tropas del ejército para sofocar la resistencia. Es difícil precisar en que tiempo cronológico ocurre, ya que al modo de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, hay una

sucesión de generaciones conectadas en este caso por la música, una historia común y el deseo de vivir. El abuelo violinista, Plutarco, le relata a su nieto: “hombres y mujeres eran felices, pero un dios cabrón puso en la tierra la envidia y la ambición que se apoderaron de algunos de ellos”. Desde entonces, hay quienes luchan contra la tristeza para poder algún día regresar a sus bosques. “¿Cuándo?” pregunta el niño. “Pronto” contesta el abuelo. “¿Cuándo?”, insiste. “Algún día lo sabrás” dice el abuelo, abriendo con ternura la puerta a un tiempo otro, por hacer.

Pero el encuentro amoroso nos transforma y nos pone a trabajar, aunque cueste El poder que opera desde un centro, despóticamente, impide la proliferación de diversidad de mundos y modos de habitarlos. La Patagonia rebelde y La nave de los locos (argentinas), El laberinto del fauno (española), La vida de los otros (alemana), son algunos de los films que nos acercan también a este planteo político y ético. Frente a un plan organizado para eliminar todo vestigio de diferencia y registro sensible de su condición humana, los campesinos se arman. Como último recurso, en defensa propia

Campesino, cuando tenga la tierra sucederá en el mundo el corazón de mi mundo desde atrás de todo el olvido secaré con mis lágrimas todo el horror de la lástima y por fin te veré, campesino, campesino, campesino, campesino, dueño de mirar la noche en que nos acostamos para hacer los hijos, campesino, cuando tenga la tierra le pondré la luna en el bolsillo y saldré a pasear con los árboles y el silencio y los hombres y las mujeres conmigo. Cantaré, cantaré, cantaré, cantaré.* *(Fragmento de Cuando tenga la tierra, canción de D. Toro y A. Petrocelli)


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Editorial

¿

Por qué? ¿por qué un periódico, pequeño, de aparición infrecuente, con una tirada reducida?

Tal vez querer decir y permitir que otros digan a unos pocos. Compartir ganas, deseos, alegrías con un proyecto que agregue un poco de sentido a nuestras vidas. Un poco más. El sentido siempre pide un poco más porque ese es el destino de toda producción, dar un poco más, a veces saltar un límite que nos vuelve a situar de cara a un horizonte siempre lejano. El deseo de sentido, es el deseo de la vida que demanda un imposible, y como toda demanda, encubre el deseo de un absoluto que de realizarse nos mostraría la cara de la parca. Un poco más de sentido y quizás por eso alguien decía: “trabajo como si fuese a vivir cien años” y agregaba: “vivo como si fuese a morir mañana”. Y sentimos que lo comprendemos de alguna manera, aunque no podemos pensarlo, o más bien no podemos hacerlo conciente. Porque siendo una paradoja que nos sacude, nos conmueve, es señal de nuestro pensamiento, que produce trabajando con elementos infinitamente ricos, componiéndose en una trama donde alma y cuerpo son uno, y siempre sabe más que nuestra conciencia, que nuestro saber conciente.

Por ello este medio pequeño, infrecuente, con pocos ejemplares nos permite, cada vez, ese poco más y tal vez colabore con otros en el mismo cometido. De todos modos, la presencia de la electrónica con sus mundos virtuales es difícil de soslayar, así que estamos también en la tarea de construcción de un blog, uno de esos chismes que supuestamente nos lanzaría al mundo y nos introduciría en ese imaginario absoluto de lo que puede abarcar todo. Pero a pesar de ello, no disminuye el deseo y el goce de hacer este pequeño periódico en el papel, que llevamos con nosotros, que guardamos y volvemos a transitar porque sabemos que está ahí, con su soporte tangible, con su olor a tinta, con su particular textura. Lo otro, solo sabemos que puede estar o no, sin que sepamos donde, ni cuando, ni quien. Diferencias entre presencias reales-tangibles y presencias virtuales, aunque reales también en otra forma. Diferencia como aquella del encuentro de cuerpos y el encuentro virtual en los chats, que casi siempre termina pidiendo el otro encuentro y cuando ello es imposible, se diluye en el misterioso espacio-tiempo virtual.

ISSN 1852-5881 micropoliticas@gmail.com Río de Janeiro 1240 / Rosario - Sta. Fe. C.P: 2000 Te: (0341) 438-1008/155-849977

Dirección y Coordinación Periodística Alberto Ascolani Laura Bazzana Alejandra Lilles Beatriz Piedrabuena Ana Sagues

Colaboración en este número Fernanda Felice Ma. del Carmen Marini Fernanda Felice Julieta Di Pascuale Jorge Irigaray Vanesa S. Rolón Regina Paz

Fotografías José Luis Aguirre Mavi Piccione

Diseño Ducrot, comunicación como la gente comunicacionducrot.com.ar

Distribución Kioscos de diarios: Alvear y Brown, Cafferata y Córdoba, Riobamba y Berutti. Librerías: Laborde, Buchin, Oliva, Puerto Libro, Juguete Rabioso, Germinal y Argonautas. Números anteriores: 0341-155-849977

Impresión Art Talleres Gráficos San Lorenzo 3255. Rosario


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res, casi siempre pequeños, aunque se hacen grandes en su conjunto, han estado y están cambiando el mundo. Es el efecto de eso que podría designarse como devenir revolucionario de la gente. Ese devenir implica que la gente, desde su necesidad de resistencia a las precariedades existenciales a que las someten los factores de poder que quieren mantener la injusta distribución de la riqueza, toman posición en cuestiones apremiantes de sus vidas y producen cambios micros que mejoran sus vidas y ya no retornan a las condiciones anteriores. Los procesos y los pensamientos que se desarrollan en ese sentido se diferencian de aquellos que tradicionalmente planteaban la revolución como la toma del poder del estado. Hay movimientos, como los zapatistas, que plantean la idea de cambiar el mundo sin tomar el poder y que van en la línea de ese devenir revolucionario de la gente.

Pensando Spinoza

por Beatriz Piedrabuena

Podría venir una fase de organización que (...) puede participar y ampliar esos devenires revolucionarios No son ideas contradictorias en sí mismas, sino que se las ha visualizado de esa manera por el desarrollo que han tenido los movimientos políticos en las décadas anteriores. ¿Pero qué puede pasar luego de este tiempo en el que han ido cayendo viejas certidumbres y donde surgen esos nuevos sujetos, nuevas acciones, nuevos pensamientos? Eso nadie lo puede decir. Toni Negri, ante este interrogante decía que los movimientos se hallan en una fase de expresión en la que se hacen oír y van produciendo cambios en sus propios ámbitos, pero que podría venir una fase de organización que no sabemos cual puede ser. Puede participar y ampliar esos devenires revolucionarios o puede fracasar ante los proyectos mortíferos que vienen hegemonizando el mundo…

E

n el folio 408 del Livro dos Acordos da Naçam se conserva la célebre acta de excomunión de Spinoza leída en la Sinagoga de la ciudad de Ámsterdam el 27 de julio de 1656: Los señores del Comité directivo (Mahamad) hacen saber a sus señorías cómo, hace días, teniendo noticias de las malas opiniones y obras de Baruch de Espinoza, procuraron por distintas vías y promesas apartarlo de sus malas costumbres; y que, no pudiendo remediarlo, antes al contrario teniendo cada día mayores noticias de las horrendas herejías que practicaba y enseñaba y de los actos monstruosos que cometió; teniendo de ello muchos testimonios fidedignos, que presentaron y testificaron todos en presencia del susodicho Espinoza, y quedando éste convencido; que examinado todo ello en presencia de los señores rabinos (hahamim) decidieron, con su acuerdo, que dicho Espinoza sea excomulgado y apartado de la nación de Israel, como por el presente lo ponen en excomunión, con la excomunión siguiente: Con la sentencia de los ángeles y con el dicho de los santos, con el consentimiento del Dios bendito y el consentimiento de toda esta

Santa Comunidad y en presencia de estos santos libros (sepharim), con los seiscientos trece preceptos que en ellos están escritos, nosotros excomulgamos, apartamos y execramos a Baruch de Espinoza con la excomunión con que excomulgó Josué a Jericó, con la maldición con que maldijo Elías a los jóvenes y con todas las maldiciones que están escritas en la Ley. Maldito sea de día y maldito sea de noche, maldito al acostarse y maldito al levantarse, maldito sea al entrar y al salir; no quiera el altísimo perdonarle, hasta que su furor y su celo abracen a este hombre; lance sobre él todas las maldiciones escritas en el libro de esta Ley, borre su nombre de bajo los cielos y sepárelo, para su desgracia, de todas las tribus de Israel, con todas las maldiciones del firmamento, escritas en el Libro de la Ley. Y vosotros, los unidos al Altísimo, vuestro Dios, todos vosotros (es estáis) vivos hoy: advirtiendo que nadie puede hablar oralmente ni por escrito, ni hacerle ningún favor ni estar con él bajo el mismo techo ni a menos de cuatro codos de él, ni leer papel hecho o escrito por él. (De: Excomunión y libertad. En: Tatián D.: La cautela del salvaje. Pasiones y política en Spinoza. Bs. As., Adriana Hidalgo Ed., 2001)


Año1 Nº3 Noviembre/Diciembre 2009 ¿Qué es lo que ha hecho Spinoza, a los 24 años de edad, para recibir semejante sanción? Está construyendo la teoría filosófica más extraña por su concepción antijerárquica, que tendrá efectos en la política, en la ética, en los desarrollos filosóficos posteriores y, por consiguiente, en la vida de los hombres. En esta construcción hay un planteo fundamental: el ser es unívoco. El ser se dice de una sola manera, se dice igualmente de todo lo existente, los entes, que son maneras de ser en el ser. Todos los seres son igualmente en el ser. No hay nada más que el ser y los existentes (hombres, animales, etc.) de los cuales se dice que son y que están contenidos en el ser desde el punto de vista de la inmanencia. Es un planteo totalmente diferente al de la filosofía de lo UNO que trasciende al ser y por la cual lo UNO está identificado con el BIEN que nos hace ser y actuar. Filosofía jerárquica por excelencia, a partir de la cual nuestros actos serán juzgados por su adscripción a lo UNO, sea éste un pensamiento único, el respeto a la sagrada investidura de lo uno, la única manera de evaluar el mundo y las cosas que lo pueblan. Esta es la filosofía del juicio y desde ella Spinoza será excomulgado. Este es el territorio de la moral en el que se juzga todo lo que es en función de criterios que no devienen, que no están en movimiento. Spinoza construye una filosofía otra. Para él hay el ser y lo que existe y nosotros somos maneras de ser de los atributos del ser. Nos dice que sólo conocemos dos atributos del ser: la extensión, cuerpo, y el pensamiento, alma. Pero todos los atributos del ser son iguales, no hay jerarquía ni superioridad de uno sobre el otro. Por consiguiente el alma no es superior al cuerpo y viceversa. Nuevo mazazo a la filosofía clásica y al cristianismo. “Nadie sabe de qué es capaz un cuerpo”. Dice Deleuze: “¿Cuál será la tares de la filosofía como ética? Habrá que avanzar hasta descubrir ese inconsciente del pensamiento y ese desconocido del cuerpo. Y los dos no hacen más que uno. Ustedes son una manera, una manera de ser.” La esencia de esta manera de ser que somos es la potencia, esta fuerza de existencia, esta insistencia en la existencia, esta manera de perseverar en el ser. Y en este sentido todos somos iguales, pues somos potencia, no como algo a alcanzar, sino como potencia en acto, constantemente actualizada. La potencia es lo que puedo, tanto en acción como en pasión, lo que somos capaces de hacer y soportar -en el sentido de afectar y ser afectados-. Si mi potencia está siempre en acto, efectuada por los afectos -percepciones, sentimientos, pensamientos- jamás habrá un instante en que mi potencia tenga algo no efectuado.”En otros términos -dirá Deleuze- jamás tendrán derecho a decir: “había en mí algo mejor de lo

Página 5 que hice o sufrí”. Alegato contra el remordimiento, ese afecto retrospectivo que nos susurra al oído: “hubiera tenido que… hubiera podido”, pues a cada instante nuestra potencia está efectuada según nuestras posibilidades de afectar y ser afectados. Ningún filósofo como Spinoza, vaciará tanto de significado de redención al sufrimiento. Si somos iguales en cuanto a la efectuación de la potencia, cae también el principio clásico de la competencia del sabio: no hay nadie superior a mí. Otra vuelta de rosca contra la jerarquía. Spinoza plantea que somos iguales en tanto somos potencia, pero a la vez somos diferentes en cuanto al grado de potencia que somos y a los modos de existencia que encarnamos. Nuestra potencia, esa cantidad diferencial que es pasaje de un grado de potencia a otro, es efectuada, actualizada, por los afectos. Mi potencia será efectuada como pasaje a una potencia más grande o a una potencia disminuida. La alegría y la tristeza son para Spinoza los dos afectos de base. Cuando mi potencia está llenada por la tristeza, disminuye; cuando es llenada por alegría está efectuada de tal manera que aumenta. Cuando hacemos, cuando sentimos, podemos preguntarnos en qué modo de existencia estamos implicados. Spinoza plantea dos modos de existencia: el del hombre libre y el del esclavo o impotente. El esclavo es aquel que vive en la servidumbre y en la obediencia, a su lado están el tirano y el sacerdote.

Cuando hacemos, cuando sentimos, podemos preguntarnos en qué modo de existencia estamos implicados Los tres tienen algo en común: necesitan entristecer la vida pues sólo una vida entristecida puede ser juzgada y sojuzgada. El poder necesita fundarse en la tristeza pues ella disminuye la potencia. El poder necesita para reinar sujetos tristes: pensemos en los medios de comunicación, por ejemplo, y su usina de noticias apocalípticas. La filosofía spinozista es revulsiva respecto de esto, ya que es una filosofía de pura afirmación, y la Ética es una filosofía de la alegría correspondiente a tal afirmación. La alegría es propiamente el momento en que se crea el ser por venir. Dice Deleuze: “Afirmar no significa hacerse responsable de lo que es, hacerse cargo de lo que es, sino liberar, dejar libre lo que vive. Afirmar es descargar, no cargar la vida con los valores más elevados, sino crear nuevos valores que son los de la vida, los que hacen que la vida sea más liviana y activa”. Podemos entrever las profundas consecuencias políticas de este pensamiento: pensamiento de la horizontalidad, de la crítica de lo UNO, de la ética en lugar de la moral, de la afirmación del ser, al que nada le falta, expresada

en la alegría. Amistad y Comunidad La amistad es planteada por Spinoza como la fluidez con que las potencias singulares se componen y transforman, constituyendo así un opuesto a la “inercia de los súbditos”. Amistad como acontecimiento, apertura cuya concreción es siempre variable. Composición de relaciones con otros, en la que se da un incremento de la potencia. La amistad podría ser pensada en Spinoza, como un concepto ético de eminente contenido político. Aún en las situaciones sociales más adversas, la amistad por su carácter abierto, expansivo, inclusivo, abre la posibilidad de una liberación que se proyecte sobre el orden político en su conjunto. Al control por el miedo y a la “lucha por la esclavitud” de algunos regímenes políticos, Spinoza opondrá una política de la amistad. La amistad política excluye a la servidumbre y compone las diferencias entre los hombres en una relación dinámica. Dice Tatián: “la lógica de la amistad como composición política jamás excluye: no es la despotenciación de unos la condición de afirmación de otros (esto es la tiranía), su modo de darse es la agregación, la inclusión. El spinozismo es la filosofía en la que no sobra nada ni nadie” -y agregaría: en la que nada falta-. A la política hobbesiana del orden, Spinoza opone una política de la amistad que se contrapone tanto a la guerra de todos contra todos como a la soledad de la tiranía. Amistad, generosidad y auxilium o solidaridad son formas de relación que el hombre puede establecer con otros y que con la base del estado de comunidad. La comunidad no es un universal, sino continúa en pág.6 >


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una formación social y un deseo. Es la apertura construida por lo que los hombres tienen de componible en sus diferencias, abarca desde un mínimo común o concordancia mínima entre los hombres, hasta un máximo común expresado en la amistad como forma de existencia ética y política más elevada. Los hombres tenemos una vida común que no es construida, producida por encuentros, sino que es facticidad inicial, dato. La vida común y su praxis, la costumbre, es el punto de partida de una genética ético-política abierta a formas de vida insólitas, posibles por operaciones inmanentes. La experiencia es el ámbito inicial de una ética experimentalista en que no hay una pregerminación de las maneras de vivir sino un “fondo común cuya facticidad será necesario dejar atrás a favor de la promesa de un hallazgo (…) la Ética describe el pasaje no sólo de la servidumbre a la libertad, sino también de la amistad impolítica a una política de la amistad, pasaje estrictamente conjuntivo que acaso no encontrará nunca su conclusión ni su plenitud. Si es posible presumir que la comunidad sin restricciones no encontrará nunca su forma plena, tampoco el tirano podrá nunca concluir su tarea. La aspiración de comunidad y la voluntad de dominio/servidumbre son dos potencias contrarias, ilimitadas e irrealizables. La primera podrá desplazar el límite que le imponen las pasiones tristes, la superstición y la obediencia servil -tal sería la democracia spinozista- pero nunca eliminarlo, la segunda jamás podrá suprimir completamente esos espacios de amistad, por restringidos que sean, que desahucian su pretensión totalizadora. Es en virtud de esta relación de proporcionalidad inversa que es posible estimar la calidad de una formación social determinada. El poder de restricción de la concordancia marca el nivel de su servidumbre; la proximidad a la comunidad sin restricciones, el nivel de su libertad”1. 1

Tatián D.: La cautela del salvaje.

Despedirse de lo absoluto

C

ompartimos parte de una entrevista a Suely Rolnik. En algunos lugares se tituló Despedirse del absoluto y en otras Nadie es deleuziano. Nosotros hemos preferido el primero. Es curioso como el texto de Deleuze puede parecer accesible y poderoso para algunos y tan oscuro y hasta delirante para otros. Lo que yo he observado a lo largo de años de trabajo con su pensamiento es que la posibilidad de producir -o no sentido- con un texto de Deleuze no depende tanto de la erudición filosófica, ni de cualquier posición epistemológica, metodológica e inclusive ideológica, como piensan los que quieren reducir a Deleuze al papel de un mero pensador de Mayo del 68. Poder producir sentido -o no poder- en el caso de un texto de Deleuze y de otros autores como Nietzsche (uno de los más presentes en su obra) depende mucho más de una postura desde la cual el lector ejerce su propio pensamiento. Me explico: en su libro sobre Proust y también en “Diferencia y Repetición”, Deleuze escribe que “sólo se piensa si se es forzado”. ¿Qué es lo que él quiere decir con eso? ¿Qué es lo que nos fuerza a pensar? Ciertamente no la competitividad académica para ver quien llega primero al trono de la verdad que hoy tiene su sede en el palacio de los medios culturales; esto no tiene nada que ver con pensar. Lo que nos fuerza es el malestar que nos invade cuando fuerzas del ambiente en que vivimos y la propia consistencia de nuestra subjetividad forman nuevas combinaciones, promoviendo diferencias de estado sensible con relación a los estados que conocíamos y en los que nos situábamos. En estos momentos es como si estuviéramos fuera de foco, y reconquistar el foco exige de nosotros el esfuerzo de construir una nueva figura. Aquí entra el trabajo de pensamiento: con el que hacemos la travesía de estos estados sensibles que, aunque son reales, son invisibles e indivisibles, y tienen que transitar hacia lo visible y divisible. El pensamiento, en este sentido, está al servicio de la vida en su potencia creadora. Respecto a este trabajo del pensamiento, lo que aparece primero es la capacidad de dejarnos afectar por las fuerzas de nuestro tiempo y de soportar el extrañamiento que sentimos cuando somos arrancados del ámbito en el cual nos reconocíamos y éramos reconocidos. ”La inteligencia viene siempre después”, otra idea de Deleuze que él toma a su vez de Proust y que continua así: “la inteligencia sólo es buena cuando viene después”, es decir, cuando viene a dar soporte para la construcción de una nueva cartografía conceptual. Lo mismo se puede decir de la erudición, que no entra en este tipo de trabajo como una reserva de saber que garantiza una verdad sobre todas las cuestiones.

En una entrevista con Claire Parnet en 1988 para el canal Arte de la televisión francesa (Gilles Deleuze de la A a la Z), Deleuze decía que no le gustaban los intelectuales. Él los definía como disponiendo de una reserva de saber de la que se sirven para hablar de cualquier cosa, en cualquier lugar y en cualquier momento. Para él, no se trata de formar una reserva de este tipo: él leía los textos en función de una elaboración de problemas específicos y después los olvidaba. Todo esto define una posición, que más que metodológica o epistemológica, es ética, estética y política.

¿Qué es lo que nos fuerza a pensar? Ciertamente no la competitividad académica... Ética, porque lo que define no es un conjunto de reglas tomadas como un valor en sí para llegar a la verdad (un método), ni un sistema de verdades tomado como un valor universal: éstas son básicamente posiciones de orden moral. Lo que define esta posición es el rigor con que escuchamos las diferencias que se suscitan en nosotros y afirmamos el devenir a partir de esas diferencias. Las verdades que se crean con ese tipo de rigor, así como las reglas que se adoptan al crearlas, sólo tienen valor en tanto y en cuanto son exigidas por los problemas planteados por las diferencias que nos desasosiegan. Estética, porque nos trata de dominar un campo del saber ya dado, sino de crear uno nuevo que sea la encarnación de las diferencias que nos inquietan, haciendo del pensamiento una obra de arte. Política, porque se trata de una lucha contra las fuerzas que obstruyen las fuentes del devenir: fuerzas reactivas o reaccionarias. Por eso yo decía que lo que torna a los textos de Deleuze más o menos legibles es la posición desde la cual el lector piensa. Si el lector es alguien que utiliza el pensamiento como un arma defensiva contra la inestabilidad y la finitud de toda y cualquier verdad, ciertamente se sentirá incomodado por los textos de Deleuze (así como sus clases), que solo hacen sentido si los tomamos como piezas de un proceso de elaboración de problemas que nos son propios. Cuando el lector hace del pensamiento este tipo de ejercicio encuentra en los textos de Deleuze un universo de extrema generosidad. Tal vez la mayor fuerza de su obra esté justamente, en su poder de crear condiciones para convocar en el lector la potencia del pensamiento. Cuando eso sucede, la producción del lector será necesariamente singular y, por lo tanto, jamás “deleuziana”.


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Diagnósticos iatrogénicos vs. Intervenciones éticas

por Lic. en Fgía. Fernanda Felice

E

l lenguaje pensado como sistema de comunicación, representación y subjetivación es constitutivo del devenir de todo/a niño/a. De este modo, su acontecer resulta crucial en la vida de un infante, en tanto, le otorga la posibilidad de hacer lazo con otros/as, decir, contar, pensar, comprender, reflexionar, simbolizar y convertirse así en sujeto. Resulta interesante reflexionar respecto de las posibles vinculaciones que pudieran existir entre el lenguaje y los contextos de riesgo social, en los que muchos/as niños/as viven. La violencia simbólica y real que reciben a diario puede operar obturando su despliegue lingüístico. Los/as niños/as que han transitado por estas dolorosas circunstancias, en algunas ocasiones, pueden asistir a una consulta fonoaudiológica debido a ciertas manifestaciones “sintomáticas” que se observan en su desarrollo lingüístico. Sabemos que el lenguaje presenta características que son inherentes a su funcionamiento, tales como la heterogeneidad, la opacidad, la incompletud y la permeabilidad, y son justamente estas particularidades las que le permiten mostrar a un sujeto aquello que incluso no se atreve a decir. Así, el discurso de un/a niño/a puede presentarse “sintomático”, pero el punto será descubrir ¿sintomático respecto de qué?

La violencia simbólica y real que reciben a diario puede operar obturando su despliegue lingüístico Para ello, será preciso realizar una evaluación diagnóstica que exceda los límites de la mera inmediatez en la que acontece el encuentro con ese/a niño/a, ya que la historia que trae puede ofrecernos algunos datos relevantes que nos permitan reflexionar respecto de su lenguaje pensando en el contexto mediato que enmarca a ese sujeto. Por lo cual, muchos conocidos tests y pruebas estandarizadas que dicen respecto de lo que un/a pequeño/a debe saber, conocer, expresar, comprender, representar de acuerdo a su edad cronológica opera, ya desde el inicio, como estrategia de intervención iatrogénica; en tanto, presupone que ese sujeto puede ser pensado como un ser aislado y descontextualizado de la realidad social y cultural que le rodea. Así, se echa por tierra la concepción del niño/a como sujeto integral y singular, en la medida en que, se afirma implícitamente, que todos/as deben presentar las mismas potencialidades y limitaciones. Se borran las diferencias que constituyen a todo sujeto, al mismo tiempo, que se omite la ineludible condición de multiplicidad de aspectos que lo fundan como tal. Si pensamos en niños/as que han transi-

tado por vivencias de abuso, violencia o abandono, podríamos preguntarnos entonces ¿cómo no suponer que tales circunstancias hagan eco en su subjetividad? Así, la permeabilidad del lenguaje que permite mostrar tanto lo dicho como lo no dicho puede darnos a conocer a través de sus discursos algo más que “síntomas netamente lingüísticos”. El lenguaje permite vincularnos con otras personas, comunicar, expresar, comprender, representar, simbolizar, contar, operar lógicamente con categorías abstractas, pensar, reflexionar, establecer nociones témporo- espaciales, entre otras funciones posibles. Por lo cual, muchas de estas operaciones podrían verse obturadas ante el desmantelamiento que la subjetividad de un/a niño/a padece ante el dolor del abuso. Estas funciones se han visto obstaculizadas, en tanto, el silencio y el caos han tomado el gobierno de sus propias vidas. El desamor y la imposibilidad de construir lazos respetuosos con sus vínculos primordiales ofician como estrategia de aniquilamiento de ese sujeto. Por lo cual, ¿qué suponemos que ese/a niño/a quiere o puede comunicar, expresar, comprender, pensar, representar, reflexionar a partir del desorden y la confusión que el abuso instala en su vida? No existe lógica posible que permita entender lo que, incluso desde el imaginario social, se supone como espacio de protección, amor y respeto se vuelva el más riesgoso sitio de encuentro. El/la niño/a, en completo estado de inermidad e indefensión, no logra más que callar su dolor y dejar que el caos siga imperando. De todos modos, no podemos negar la maravillosa capacidad de resiliencia con la que todo ser humano cuenta para poder volver a

anudarse a la vida y correrse del abismo del dolor padecido. Por lo cual, admitir que estos/as niños/as pueden presentar dificultades en su lenguaje implica, en primer lugar, no adjudicarles una patología que no les pertenece, y en segundo lugar, confiar y apostar a que esos sujeto son capaces de construir otros vínculos posibles que le permitan que las marcas del abuso sean sólo eso, marcas y no su propio destino.

Estas funciones se han visto obstaculizadas, en tanto, el silencio y el caos han tomado el gobierno de sus propias vidas Pero para que esto acontezca en la realidad, es necesario que quienes nos ocupamos de acompañarlos en la maravillosa aventura de crecer, estemos dispuestos a ver un poco más allá de lo que las teorías, paradigmas, tests y pruebas formales han intentado mostrarnos todo este tiempo. No es posible, no es ético, no es terapéutico imponer taxonomías que sostengan a rajatabla qué es lo que un/a niño/a puede, no puede o nunca podrá. ¿Acaso alguien lo sabe? Quien se atreva, que lance el primer diagnóstico “certero”. Por mi parte, prefiero dejarme llevar y afectar por la maravillosa incertidumbre de no saberlo. Y así, apostar a que ese/a pequeño/a me sorprenda y se sorprenda de todo aquello de lo que es capaz…


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Aprender entre niños/as

B

por Lic. en Fgía. Fernanda Felice

reve relato acerca de una experiencia compartida por dos niños/as en un consultorio fono-

U

por Beatriz Piedrabuena

n viaje a la Biblioteca Popular Gastón Gori... o a La Gori, como le dicen.

audiológico.

Se conocieron cuando eran pequeños/as y, por esas cosas del destino, no se encontraron en el sitio en el que cualquier niño/a suele hallar otro par. No era una plaza de juegos, ni un parque, ni la escuela, era una institución a la que ambos/as asistían en busca de cierta ayuda para seguir creciendo y aprendiendo. No comparten género ni nombres, sin embargo comparten otro rótulo que la genética les supo regalar. Ella habla muy poco y él no para de hablar; ella disfruta de compartir con otros/as distintos espacios y él prefiere resguardarse algunos lugares sólo para sí. De todos modos, ese fortuito encuentro de horarios les invitó a conocerse y a compartir sus diferencias y aparentes similitudes. Ella lo espera y él, apenas llega, pasa a buscarla de la mano y la invita a compartir su espacio por un rato. Se sientan frente a la computadora y entre animales, sonidos y canciones, cada uno/a sabe ofrecerle al otro/a lo que mejor sabe hacer. Él le explica, le cuenta, le habla y ella lo escucha y le enseña que hay límites, que hay reglas que deben compartirse. Él le pone palabras a sus gestos, sus miradas y sus silencios; y ella, le pone límite y compañía justo donde a él le cuesta hallarlas. Ella se anima a decir algunas palabras, algunos sonidos, les pone vida a esos animales con sus ruidos y se atreve a entonar alguna que otra canción. Él se anima a aceptar compartir con ella su espacio y su tiempo. Jamás han hablado de sus dificultades ni de sus potencialidades, sin embargo, parecieran conocerlas muy bien. Él sabe qué es lo que ella puede ofrecerle y ella sabe qué es lo que él le sabe ofrecer. Y ambos/as supieron aprender operando de sostén del otro/a. Yo, que tengo el gusto de mirarlos de cerca mientras me invitan a participar de sus juegos, puedo aprender mucho de ellos/as. Aprender a aceptar las diferencias, saber que es más fácil aprender de a dos, aprender que lo que uno/a no puede, otro/a puede ayudarte a lograrlo, aprender que lo que uno/a puede, puede ayudarle a otro/a a crecer. Este espacio que juntos/as han sabido

La Gori

¿Cómo hacer para retratar la perseverancia, las ganas, la alegría? Esa composición de relaciones que es la Gastón Gori? Ese devenir desde Asamblea Barrial a Biblioteca Popular, a cuasi Centro Cultural con sus noches de viernes y de cine. La Gastón Gori y sus múltiples facetas. Lugar de margen de la gran ciudad, entre barrios populosos, humildes y otros más tradicionales. Inicios

construir, les ha permitido avanzar en su devenir como sujetos y en el acontecer de nuevos aprendizajes que han promovido efectos dentro y fuera del acotado espacio de ese consultorio que comparten por un rato. A veces las personas adultas, y más aún a quienes se nos supone un cierto saber, creemos que sólo los/as profesionales de la salud y los/as docentes pueden “curar” o enseñarle algo a los niños/as. Afortunadamente, ellos/as siempre se atreven a ir por más, a mostrarnos el valor de sus propios saberes y los efectos que los mismos pueden suscitar incluso en el misterioso mundo de “los/as grandes”.

No comparten género ni nombres, sin embargo comparten otro rótulo que la genética les supo regalar Sin duda alguna, el amor tiene efectos en la vida de todo ser humano, y ésta es apenas una pequeñísima muestra de todo lo que el amor puede lograr. La construcción de vínculos saludables es fuente de vida. Y es esta nuestra tarea, la de propiciar lazos amorosos que sepan acompañar el devenir de un niño/a desde el sostén, el respeto y la protección que ese fragmento episódico que constituye la infancia requiere para transitarla y dejarla atrás luego, para poder seguir creciendo.

Estamos reunidos con gente de la comisión directiva, unas horas antes de que tengan su reunión semanal. Micropolíticas: -¿Cómo nace la Gastón Gori? Miembro de la Comisión Directiva: Se forma a partir de la Asamblea Barrial de 2001 que funcionaba en la Plaza Fausto. Allí se arma una subcomisión dentro de la asamblea para concretar una biblioteca. Interviene otro miembro de la comisión: “En el barrio funcionaban tres asambleas: Plaza Victoria, Fisherton Pobre, que se autodenominaban así, y la nuestra. Las tres asambleas se juntaron y había una multiplicidad de temas a tratar ya que las necesidades eran diferentes. Por ejemplo, en Fisherton Pobre necesitaban bolsones de trabajo y asistencia social. Mucha gente de esa asamblea participó en el proyecto de la biblioteca”. M: -Ustedes ahora están funcionando en un espacio más amplio que al inicio, que pertenece a Vialidad Nacional. ¿Cómo fue el proceso para conseguir este lugar? M. C. D: -El espacio físico generó muchas polémicas. En el principio se nos ocurrió funcionar en la Estación Antártida Argentina, ya que allí había un centro cultural que era una cogestión del Municipio y un grupo de vecinos. Interrumpe otro miembro de la comisión: “Lo que pasa es que ese Centro Cultural era un lugar para la elite, y se sintieron invadidos. Entonces nos consiguieron una entrevista con un político. Nosotros no queríamos saber nada con ningún político, y a partir de allí se nos ofreció el espacio lindero, en el que comenzamos”.


Año1 Nº3 Noviembre/Diciembre 2009 “Todo es donado” -nos dice otro integrante-. “Vendíamos papel y cartón y compramos las estanterías. Ya ubicados tenemos 15 mil volúmenes y hay para ingresar de 3 mil a 5 mil más”. M: -Algunos de nuestros lectores ya conocen la trayectoria de La Gastón Gori. ¿Por qué eligieron su nombre para la Biblioteca? M: -Pensábamos que tenía que ser alguien vivo, un poco para romper con esa postura necrofílica… Y también queríamos que fuera santafesino, alguien vinculado a la cultura popular que tuviera un compromiso con la educación, con la ética, y salió Gastón Gori. Un miembro de la comisión agrega: “Nos contactamos por él a través del diario El Litoral por intermedio de gente que lo conocía personalmente”. “Fuimos a visitarlo -continúa otro- y estuvimos cuatro horas y media en su casa. La idea era inaugurar el 17 de noviembre, que es el día de su cumpleaños, pero lo tuvimos que postergar hasta el 30 de noviembre de 2002”. La actualidad Hay que hacer un buen trecho desde el centro para llegar a La Gori, en Juan José Paso al 7.900, varias cuadras al oeste de la Circunvalación. Vamos con Alberto, mirando hacia un lado y el otro de la calle, pues aunque he estado en otro momento, no es mi fuerte la ubicación geográfica. Hasta que vemos una edificación de planta baja en la que sobresalen coloridos murales. Al entrar, me asalta… ¡¡Un olor a infancia!! El olor de la librería de mi madrina, en la esquina de Mendoza y Rouillón, que fue escenario de mi primer encuentro amoroso con la lectura, escondida debajo del mostrador… Leyendo, entre los anaqueles henchidos de libros… Leyendo, sin hablar con nadie… Leyendo. Un encuentro tan avasallante, que algún psicoanalista se atrevió a interpretarlo. Encuentro cuya potencia pude calibrar a partir de cruzarme con Deleuze y Spinoza en este largo recorrido de tantas lecturas. Volvemos a La Gori: hay olor a infancia, al menos para mí, hay una amplia sala con estantes repletos de libros; más allá un pequeño lugar en que un profe de ésos, con más de oficio, enseña encuadernación entre máquinas de madera; al costado un salón de usos múltiples, decorado como para una fiesta que pasó, y en la entrada gente que nos espera desde una amplia mesa en que va floreciendo de boca en boca el mate amargo. Conversamos. “Vienen muchos chicos en la Biblioteca porque hay nueve escuelas en este radio. También vienen adultos. Nos vamos rotando para atender semanalmente. Es un trabajo voluntario y a veces no damos abasto ya que en la actualidad tenemos 800 socios”, precisa un miembro. M: -¿Qué otras actividades encararon desde La Gori? M. C. D: -Fuimos armando a partir de lo

Página 9 que la gente iba pidiendo. Pero el voluntariado tiene un límite y los profes continuaron con un sistema de contraprestación con la Municipalidad. Con la descentralización esto cayó. -Hay talleres de Cuentacuentos, guitarra, encuadernación, teatro, ajedrez, macramé, inglés y dibujo. También hay un taller literario y hacemos una muestra de todo lo producido a fin de año. Cuentan que “económico produjo un bajón en la asistencia a los talleres”, que “la gente está pero son más itinerantes”. -Hay un ciclo de cine los viernes, desde setiembre del año pasado. Y también recibimos las visitas de los alumnos, organizados por las escuelas. -Ha habido experiencias de integración entre alumnos de escuelas públicas y privadas de la zona, con los Cuentacuentos y la pintura de los murales de La Gori. Llega Guido, un chico joven, a participar de la reunión de Comisión Directiva. M: -¿Qué pasa con la participación de los adolescentes en el proyecto de La Gori? M. C. D: -A determinados grupos les cuesta salir de su lugar y hay poca práctica social, tal vez por eso cuesta que participen. Guido nos dice: “Hay un fenómeno que lleva a los jóvenes a una territorialidad, pero no para hacer un trabajo social. Yo soy de barrio Belgrano y es muy poco el grupo de chicos que se acerca. Vengo haciendo muralismo, radio abierta, para intentar acercarlos a otros lenguajes”. Un integrante opina que “no fue en vano la dictadura”. -Para algunos, como Biblioteca Popular éramos los rojos del barrio y nos decían “lindo tu currito”. Dicen que “hay gente que trabaja para los políticos y que gana plata a través de tener Bibliotecas Populares fantasmas”. M: -¿Cómo es la relación con el Estado? M. C. D: -Es toda una discusión entre nosotros: había quienes no querían tener que ver con lo gubernamental y quienes adherían a cumplir ciertas pautas. La CONABIP te manda anualmente libros y un subsidio. La cuestión de los subsidios es muy burocrática, y hay situaciones que atentan contra la soberanía de la propia Asamblea, como pedir certificados de buena conducta a los vecinos que son elegidos

para integrar la comisión directiva. El pedido de estos certificados tiene base en una ley de la dictadura. “Con esto no transamos” –dice un miembro de la directiva–, “así como no participamos de la Feria del Libro, que es un negocio de las editoriales y te dan pesos para comprarle a las grandes editoriales. Tampoco participamos de la Fiesta de las Bibliotecas Populares, porque nos usan para la foto, como propaganda política”. M: -¿Cómo se maneja la coordinadora de Bibliotecas Populares? M. C. D: -Un núcleo tiene un concepto conservador de Biblioteca, cuya función es prestar libros y una concepción tradicional del voluntariado como beneficencia. Acá tenemos estanterías abiertas, no hay catálogo, no hay empleados. Lo diferente es visto como peligroso. M: -¿Qué movimiento hay de Bibliotecas Populares en todo el país? M. C. D: -Se hacen encuentros de Bibliotecas Populares, hay quince o dieciséis bibliotecas que no participan de estamentos gubernamentales y en los que hay un proceso de inclusión de chicos más jóvenes: La Boca, El Bolsón, La Plata, y acá en Rosario la Giraldo. M: -Hay muchas experiencias seguramente, en estos siete años que cumple La Gori. ¿Alguna que quisieran compartir? M. C. D: -Esto no es sólo una Biblioteca, es un Centro Cultural con una movida diferente. “Sí, -interviene otro miembro- a través del Taller Literario se empezó a trabajar en la cárcel y nos contactamos con Marta, que estaba presa en el correccional 5. El juez permitió que viniera y que la gente del taller siguiera yendo a la cárcel”. Va llegando más gente para la reunión de Comisión Directiva. Llega Daniel, el cobrador, al que le interesa “no perder el contacto con los socios, sus vecinos, en una época en que todo se marketinea”. Me voy yendo de este retazo con olor a infancia, y me pregunto nuevamente: ¿Cómo retratar la perseverancia, las ganas, la alegría? NdR: Nuestro agradecimiento a María Cristina Bouvier, María Eva Farías, Mariela Aviani y Carlos Zentiz por su amabilidad al aceptar ser entrevistados.


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Sobre subjetividad femenina

F

ragmento de Serpientes y Palomas. Problemática femenina y salud mental. Ediciones Laborde, Rosario,

2003

Nos planteamos en este trabajo revisar los postulados tradicionales acerca de la feminidad. El objetivo es el de bosquejar los obstáculos y los logros en el camino recorrido por el género mujer. Proponemos lo que en apariencia puede ser visto como una lucha por descubrirnos más allá de estereotipos, como una insólita aventura, la de apoderarnos de nuestra palabra, como un esforzado trabajo, el de construirnos en las dimensiones que quedaron postergadas. Empezaremos este trabajo con algunas definiciones, utilizadas frecuentemente como caracterizaciones de lo femenino, a fin de examinar el sentido implícito en ellas: Sisebuta: Mujer mandona, agria, que ejerce el poder. Arpía: Mujer artera, codiciosa, astuta. Bruja: Mujer que hace cosas extraordinarias por tener pacto con el demonio. Musa: Creación mitológica que protege las ciencias y las artes. Hada: Ser fantástico en forma de mujer a quien se atribuyen poderes mágicos. Ángel: Ser extremadamente hermoso, afable, inocente y bueno. Consideramos estas definiciones como interesantes aproximaciones al tema que abordaremos hoy, por constituir un modo frecuente aún de pensar lo femenino desde sus estereotipos más flagrantes: desde la extrema idealización por un lado, a la denigración total por el otro. Y nos planteamos el carácter de estas definiciones como creaciones patriarcales en tanto parecen no sólo describir sino, y fundamentalmente, prescribir los modos de ser de lo femenino, desde una concepción cosificadora que más que indagar, propone desde afuera y desde arriba dichos modos.

(...) como una insólita aventura, la de apoderarnos de nuestra palabra, como un esforzado trabajo, el de construirnos en las dimensiones que quedaron postergadas Dicen cómo ser. Y en estas dos maneras de ser hay una concordancia con la propuesta por Elvira Lutz cuando se refiere a la vigencia de las dos V, en la consideración de lo femenino. Y las dos V tienen que ver con la asignación de la mujer a los lugares de Virgen o de Vampiresa. Como inefable e incorpórea dama evanescente o como libidinal y carnal comehombres. Y en ambos casos lo que se verifica es la amputación de dimensiones que quedan así escamoteadas. Lo social -que hasta ahora es lo so-

cial androcéntrico compartido por varones y mujeres- funciona de acuerdo a imágenes de lo que las mujeres han de ser, sin prestar atención a lo que son. A lo que puede plantearse por fuera de estereotipos. Ni la Virgen, ni la Vampiresa dan cuenta de lo femenino, pero sí reflejan modos de concebirlo y describirlo que se corresponden con cristalizaciones antiguas como el mundo y vigentes como la injusticia. Entre esas cristalizaciones, es que se filtra aquello que me interesa destacar, aquello que resignifica a lo femenino y puede ser rescatado.

Enaltecimiento del rol materno, idealizado y des-sexualizado como eje de lo femenino, haciendo equivalentes lo femenino valioso a lo materno. Con respecto a las cristalizaciones, éstas deben ser exploradas como construcciones. No como construcciones inocentes sino interesadas y al servicio de un modo de funcionamiento en lo social-cultural. De esta exploración lo primero que emerge es la necesidad de incorporar las voces acalladas y dar lugar a la palabra de quienes permanecieron silenciosas. Esto tuvo lugar desde los Estudios de la Mujer, a cargo de investigadoras de distintas disciplinas, que desmitificaron presunciones dadas por verdades y abrieron nuevas perspectivas. Señalaron la necesidad de recurrir a lo testimonial y concluyeron en una denuncia. Se desestimaban todas las dimensiones de lo femenino no referidas a lo materno. Lo valorado en la mujer, su potencial condición de madre, también cabe ser interrogado. Y esto porque la tradicional imagen de la madre abnegada desviviéndose por los suyos, es pasible de crítica. -Pensemos que hemos elogiado como virtudes lo que ahora sospechamos como coartadas tramposas y entrampantes-. Este modelo de madre “sacrificada” que estamos analizando, que vive vicariamente a través de los otros, es insalubre. Genera deudas imposibles de saldar. -Puesto que te di la vida, ¿qué menos puedo tomar que la tuya a cambio?-. Resulta más eficaz como guía para una existencia libre y fructífera la de quienes por haber vivido sus propias experiencias pueden estimular a los que vienen a recorrer sus propios caminos, sin el peso de deudas impagable. Podrían pensarse las cosas en sentido exactamente inverso, porque entiendo que si cabe una gratitud inmensa, ésta sería de quienes tenemos hijos/as hacia ellos/as, ya que nos dieron la posibilidad y el privilegio de vivir la experiencia de gestar, parir y criar como enriquecedora y vital. De lo planteado hasta ahora cabe jerarquizar tres temas:

por María del Carmen Marini El del androcentrismo que atraviesa nuestra cultura e impregna nuestros vínculos, poniendo al varón como norma y medida de lo humano. El de la vigencia de la división de las mujeres en dos categorías polarizadas y antagónicas. El del enaltecimiento del rol materno, idealizado y des-sexualizado como eje de lo femenino, haciendo equivalentes lo femenino valioso a lo materno. En lo que podemos coincidir es en la necesidad de recrear los modos del encuentro sobre pautas de respeto recíproco y madurez en el cuidado de si y del otro, y esa es una tarea en curso para valientes. Lo que planteamos como anhelo es que superados los obstáculos que encorsetaron nuestra visión del mundo podamos alcanzar niveles de mayor libertad -que no quiere decir mayor felicidad- en nuestro posicionamiento respecto de estos temas. Varones y mujeres hemos vivido mutilados de diferente modo. Llega el momento de incorporar aquello de nosotras/os que es irrenunciable si queremos acceder a otro nivel en nuestro crecimiento personal. Para las mujeres la tarea está iniciada y son muchos, cada vez más los compañeros de ruta. Porque no es lo mismo ser silenciosas que silenciadas, inválidas que invalidadas, sumisas que sometidas, impotentes que impotentizadas.


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El otoño del Rey

I

nfla mi pecho el recuerdo de tantos amores. Amores furtivos, pasionales. Amores que atesoro en lo más hondo, como marcas que el rocío ha dejado en un cristal. Me gusta hacerme de amores a mi paso. Juego con ellos un rato y luego del exiguo placer acostumbrado, quedo a la espera de una nueva caricia que alimente mi corazón errante y alocado. Llena de huellas tengo el alma, como tatuajes que han dibujado viejos amantes. Mi piel indiferente al paso del tiempo, registra cada beso, cada sutil caricia, y sin nostalgias ni melancolías despunta junto al sol con la alegría y el entusiasmo de un nuevo encuentro. Con la frescura y el sabor de un nuevo anhelo. Sé de mis dotes para despertar avidez entre los hombres. Muy pocos logran resistirse al encanto de mis curvas naturales y siempre acaban por acercarse de alguna forma. Sutilmente o sin descaro. Con timidez o locura. Pero a pesar de la fugacidad de nuestros encuentros, que nunca dura más de dos horas, se entregan a mí completamente, sin remordimientos, porque el tiempo me ha dado la fórmula para embriagarlos hasta el éxtasis, como nadie puede hacerlo. Su voracidad no me intimida. Conozco de ellos como del sol la aurora. Cómo poco a poco su altivez se esfuma al contacto de mis manos y suavemente se desploma ante la destreza de mis labios. No tengo dueño y nunca lo he tenido. Libre estoy de ayeres, como un recién nacido. Amo la libertad y la aventura. Chocarme con el sol o con la lluvia. Hundirme en los atardeceres de cualquier calle de cualquier parte. Correr alocadamente por el pasto. Acostarme en su cuerpo felpudo y sentir el cosquilleo que me produce su caricia. Avanzar por la hierba sin tapujos, con el alma valiente y soberana, abierta al aire fresco y a la escarcha. Siempre de viaje hacia alguna parte, he sabido protegerme de cuanta sospecha de romance se ha puesto en mi camino, sin sucumbir jamás ante ninguna tentación...hasta aquel día. Recuerdo ese momento con vehemente locura. Cómo, inexplicablemente, el contacto con aquel hombre me entumecía los tendones y desmoronaba mi arrogancia hecha bandera. Mientras los relojes marcaban las 12 bajo el sol de junio bailamos tango. Sensualmente,

Y la magia volvió por Julieta Di Pascuale

sutilmente. Un giro y una vuelta a la derecha y una danza que dejó atrás el calor y el tumulto. Sólo nosotros avanzando sobre la hierba fresca, de cara al sol, nos elevamos al cielo y desde allí miramos a los hombres que hechos hormigas, impávidos, no podían creer tanta belleza. Sobrevolábamos las nubes cuando me empujó suavemente hacia delante, con sus ojos en mi nuca como única despedida. Quedé de espaldas, caminando sola hacia adelante, sin nadie que se interpusiera en mi camino. Recuerdo que muchos quisieron emular la hazaña, pero en aquel instante nos habíamos elevado por encima de todos, inalcanzables. A vos vuelve mi corazón eternamente fiel y enamorado, Diego Armando Maradona. Porque no hay día que no evoque la magia de tu empeine en mi cintura y no hay 22 de junio que no te llore desesperadamente.

I

por Alberto Ascolani

ba caminando por el borde de ese campo, siguiendo la arboleda para protegerme del sol, con esa extensión de pasto cortada a trechos por árboles hacia el norte. Repasaba las especies variadas, los cañaverales y el trigal que se desplegaba más allá del límite, hacia el sur. De pronto la vi, venía rodando, esfera blanca, perfecta, que se movía ahora más lenta hasta que se quedó detenida ahí, a pocos metros. Todo era silencio y el deseo surgió ahí mismo, correr, patearla, cuando se oyó esa voz “dále tío, tirála”. Deseo, pedido, era la fórmula. Aceleré el paso, y al acercarme corrí unos pocos más y le dí con el empeine. Ella se elevó con elegancia en una comba perfecta que se fue cerrando veinticinco metros más allá, cerca de la voz que ahora dijo: “gracias”. Momento mágico. La número cinco ahí, en tus pies, convierte la realidad en esa otra. Me dije, allá fue, aún puedo… y luego, la confrontación interior: ¿Llegará el día en que no pueda? ¿O ese viaje, que había comenzado a aparecer en mi espíritu, lo haré cuando todavía pueda gozar de esos momentos, hacer esos toques y mirar esa esfera volando, rodando, como latiendo una misteriosa pulsación? ¿Eso dependerá del destino o de mí? ¿Desearé seguir mi camino, esperando otros momentos, otros toques mágicos? ¿O qué?


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Honduras Para hacer esta muralla, tráiganme todas las manos: los negros sus manos negras, los blancos sus blancas manos. Ay, una muralla que vaya desde la playa hasta el monte, desde el monte hasta la playa, Allá por el horizonte… Nicolás Guillén

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ste pequeño país de Centro América, pasó a la plana principal de los diarios a partir del derrocamiento de su presidente constitucional el 28 de Junio pasado (2009). Esto nos hace pensar que estábamos equivocados cuando pensamos que había terminado la “era de los golpes militares” en América Latina como era dable esperar, sino que estamos ingresando en una “nueva /vieja era”. Honduras, nos remite a la imagen remanida de la clásica “República Bananera”, donde la United Fruit Có, símbolo de la explotación colonial en América Central tuvo desde 1899, una actuación determinante en hechos históricos lamentables tales como el derrocamiento del presidente Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954. En 1975, es destituido el jefe de estado ante la presión del Lobby integrado por la Standard Fruit socia de la United Brand, heredera ésta de la United Fruit, con motivo de un impuesto que se pretendía cobrar a la explotación de la banana. A fines de 2008 se crea otro conflicto de tinte llamémosle “frutícola” y se basó en el incremento del 60% que se otorgó en el salario mínimo de los trabajadores afectados a esta actividad de mano de obra intensiva, hecho que afectaba los intereses de la empresa continuadora de United Brands llamada: “Chiquita…” ¿Nada que ver con la Legrand?Estas empresas, tuvieron y tienen importantes conexiones políticas con Washington y están relacionadas con los sectores dominantes de la economía hondureña tales como el Consejo Hondureño de Empresas Privadas. Otro frente de conflicto aparece por el lado del petróleo y del combustible necesario para el transporte de los cargamentos de bananas y ananás. Hasta 2006 la provisión de combustible era realizada por un oligopolio integrado por las empresas norteamericanas Exxon y Chevron y por la Holandesa-Inglesa: Shell. En ese punto el gobierno llamó a licitación para cambiar las condiciones de provisión, hecho que fue interpretado como un “cambio en las reglas de juego” y una “falta de seguridad jurídica” -¿Nos suena, no?-. Por lo que el gobierno se sumó a Petro Caribe haciendo un acuerdo que le permitía recibir petróleo vene-

por Jorge Irigaray zolano -¿Estaría entrando en el eje del mal?-. “Y por si esto fuera poco… se meten con los laboratorios…” En materia de salud, se firmó un convenio con el gobierno cubano asegurando la provisión de medicamentos de tipo genérico a bajo costo afectando intereses de multinacionales del medicamento y capitales locales del sector propietarios a su vez de diarios de circulación masiva. Ignacio Ramonet confirma esta teoría afirmando que los “monopolios farmacéuticoindustriales” estarían implicados en el golpe, dado que el país importa todas sus medicinas que eran producidas por las Big Pharma. ¿Cómo juega todo esto en el panorama internacional latinoamericano? En la reunión de Jefes de Estado de la UNASUR (Unión Suramericana) del 10 de agosto pasado en Quito y la realizada el 28 de Agosto en Argentina se puso sobre el tapete la consideración de un tema importante para la región como lo es, la instalación de siete bases militares estadounidenses en suelo colombiano, hecho sumamente preocupante. Agregado al acuerdo firmado por Alan García, Presidente de Perú autorizando el anclaje de la IV Flota de los EE.UU. en los puertos de El Callao y Salaverry y el respaldo que recibió Uribe de su par Mejicano Felipe Calderón, con respecto a las bases norteamericanas. Está a la vista, coincidiendo con el criterio que sustentan diversos analistas internacionales, que estos hechos no son aislados, sino que forman parte del diseño de una arquitectura de seguridad, de un “nuevo/viejo” paradigma de

cooperación en seguridad regional. Son estos programas que se extienden desde la frontera sur oeste de los EE.UU. hasta los Andes con proyecciones a todo el continente, con el argumento de proveer seguridad contra el narcotráfico, la delincuencia, la insurgencia y el terrorismo. No caben dudas que esta arquitectura pretende constituirse en brazo armado de un diseño hegemónico de control de territorios, de mercados, poblaciones y recursos y que ése es el sentido profundo que reviste en este caso la palabra seguridad coincidentemente cuando en la región asoman proyectos políticos considerados de signo progresista -con todo lo amplio que tiene el término-, con nuevos liderazgos, nuevos actores sociales y otras posibles formas de gobernar.

Estos hechos (...) forman parte del diseño de una arquitectura de seguridad, de un “nuevo/viejo” paradigma de cooperación en seguridad regional. En este marco un actor importante en la región es Brasil, la mayor potencia política y económica de Latinoamérica, que ha mostrado su preocupación por el tema expresada en diversos hechos tales como el encuentro de Lula con Obama planteando sus objeciones a las bases en Colombia, el encuentro con Evo Morales para tratar de consensuar políticas diferenciadas de los EE. UU. respecto del narcotráfico, dentro del marco de la UNASUR, ya que para la diplomacia del Planalto estaría en marcha un plan destinado a establecer un cerco preventivo sobre Brasil a través de Colombia, estado “asociado” a las políticas impe-


Año1 Nº3 Noviembre/Diciembre 2009 riales para la Región, tratando de frustrar de esa forma iniciativas autónomas como lo son las de UNASUR, incipiente organización diplomática pensada en un sentido integracionista y el CSD Consejo Suramericano de Defensa en los que Brasil ha puesto su peso y prestigio internacional. Por otra parte, tiene a la firma un acuerdo estratégico con Francia que incluye la provisión de armas, teniendo en cuenta que avizoran una amenaza respecto de la preservación de su interés vital sobre la Amazonía y las descomunales reservas petroleras existentes en su litoral atlántico. En este marco de situación podemos encontrar plena justificación a la fuerte jugada en política internacional realizada al aceptar como huésped de su embajada en Tegucigalpa al Presidente Zelaya en su sorprendente y repentino regreso a Honduras. Zelaya luego de su regreso inesperado dijo:“los políticos tenemos dos caminos: o renunciamos o luchamos, y nosotros hemos decidido luchar hasta buscar una respuesta a este problema sin vulnerar los principios que defiende nuestra sociedad, que son precisamente el derecho del pueblo a no ser suplantado, no ser sustituido y no ser usurpada su capacidad de elección y participación democrática. Esto no se lo permitimos a nadie, ni a las dictaduras militares ni a las élites económicas que han reprimido económicamente al pueblo durante décadas y que hoy lo están haciendo con la fuerza de las armas sin importar realmente la opinión mundial ni la del pueblo”. Fidel Castro aportó su conocimiento y experiencia sobre estos hechos diciendo que el golpe de estado en Honduras “fue concebido y organizado por personajes inescrupulosos de la extrema derecha, que eran funcionarios de confianza de George W. Bush y habían sido promovidos por él” pero, que aún tienen cargos de importancia en el actual gobierno.

“Es urgente y necesario que los pueblos de América Latina y el mundo se pronuncien con fuerza contra el golpe de estado en Honduras”. El presidente bolivariano Hugo Chávez fue realmente original cuando habló del “enigma de los dos Obamas” al referirse a las actitudes del presidente de los Estados Unidos. El Consejo de Seguridad de la ONU reclamó el cese del asedio a la embajada brasileña en Honduras y llamó a proseguir los esfuerzos internacionales para solucionar la crisis en ese país. La economista Leticia Salomón, Directora de Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, docente del Departamento de Ciencias Sociales y editora del Centro de Documentación de Honduras; ante la premura de la crisis hondureña y la urgencia de encontrar una solución pacífica, afirma: “la resistencia hondureña ha desempeñado muy bien su papel, ahora toca que la co-

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munidad internacional dé un paso definitivo para resolver esta situación y demostrar que la democracia no está indefensa y a merced de los bárbaros. De lo que ellos hagan dependerá el futuro del entusiasmo golpista, tanto en Honduras como en otros países de América Latina”. El Comité por la Defensa de los Derechos Humanos de Honduras (Codeh) hizo público un informe en el que responsabiliza al presidente de facto de ese país y líder de los golpistas, Roberto Micheletti, por las más de 101 muertes extralegales y sumarias perpetradas desde el 28 de junio. La Codeh fue creada el 11 de mayo de 1981 por un grupo de ciudadanos hondureños preocupados por las graves violaciones a los derechos humanos que se estaban produciendo en ese país cuando el gobierno de Ronald Reagan decidió que Honduras sería la plataforma de operaciones desde la cuál la Casa Blanca lanzaría su ofensiva en contra de la Revolución Sandinista, que acababa de triunfar en Nicaragua, y del Frente Farabundo Martí. Da la impresión que a este altura de los acontecimientos no hay espacio para soluciones buenas. Si llegan a las elecciones, los golpistas habrán triunfado. El golpe correctivo a plazo fijo se habrá convertido en un golpe clásico que se prolonga en el tiempo indefinidamente a través de un gobierno avalado por una elección ilegítima. Si se negocia un acuerdo que no incluye la vuelta de Zelaya con plenos poderes, también ganaron los golpistas. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Honduras afirmó que no detendrán los comicios del 29 de noviembre y anunció que agilizarán el proceso de preparación de las elecciones. No obstante, que los candidatos independientes y del Partido Unificación Democrática, de los sectores del Liberal e Innovación y Unidad Social Demócrata, opuestos al golpe, ya adelantaron su retiro de los comicios si no es restituido Zelaya. La Organización de Estados Americanos (OEA), que siempre ha enviado observadores, ha advertido que no lo hará si Zelaya no es devuelto a la Presidencia, igual temperamento

adoptaría la Unión Europea. El Frente de Resistencia contra el Golpe de Estado afirmó a través de su vocero Juan Barahona que: “la lucha es por la restitución (de Zelaya) y por la Asamblea Nacional Constituyente (...) Nosotros vamos a continuar exigiendo la Constituyente aun después del Gobierno de Zelaya si es restituido”. A pesar de las presiones de la comunidad internacional y de la resistencia interna, la dictadura sigue en pie, sin fisuras aparentes y sin ceder ni un ápice en su postura negociadora. La única concesión que está dispuesta a hacer es ofrecer la renuncia del dictador Micheletti para que sea reemplazado por un títere del régimen hasta que el nuevo presidente electo asuma en enero. A cambio exige nada menos que la legitimación de las elecciones de noviembre para así dar por terminada la crisis. Compartimos con nuestro legítimo Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, que “es urgente y necesario que los pueblos de América Latina y el mundo se pronuncien con fuerza contra el golpe de estado en Honduras”, ya que constituye una amenaza para el continente en un intento de volver a implantar la doctrina de la seguridad nacional y el intervencionismo de EE.UU. en la región. En esto no hay casualidades ni hechos aislados, sino que responden a políticas destinadas a asegurar intereses hegemónicos de las cuales ya tuvimos demasiadas experiencias. ¿Habrá llegado la hora de hacerle caso a don Nicolás Guillén en eso de… “Alcemos una muralla”... u Honduras está situada en otra galaxia?


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Desarraigo

Q

uiero contarles la historia de mi ciudad, la de mis abuelos, la de mis viejos. Mi historia. Historia de todos los argentinos, y de uruguayos también. Historia sobre la que pregunto… cuestiono. Vuelvo a escuchar y recordar relatos, mirar fotos y películas. Así comienzo a re-vivir mi historia. Todavía no esbocé trazo que comience a narrar y sin embargo mis manos transpiran, y los latidos de mi corazón subieron lentamente su ritmo y sonido…

Crecí He leído poesías, las he escrito. Escuché canciones, las he cantado. He visto películas, me emocionaron. Mire fotos, y tome muchas más… Escuche relatos… Los escribí, los repetí. Escuché mucho… Pregunté, ¿lo suficiente? Estudié fechas, lugares, nombres, historia… ¿Lo aprehendí? Miré rostros tristes, humedecidos por lágrimas… ¿De nostalgia, melancolía? Me embarré los pies y las manos, juntando baldosas. Me detuve más de una vez frente al río, frente ese lago, que nunca dejo de ser “el río”. Jugué con sus olas, navegué sus silencios. Me enamoré de su quietud, del brillo del sol, del reflejo de la luna. Fotos mil fotos, mis fotos… Me sumergí en el agua y en la historia… Lloré dolor ajeno, lo hice mío. Federación, una tranquila ciudad del noreste entrerriano junto al río Uruguay. El “río de los pájaros”, como lo bautizaron los guaraníes, baja con prisa desde el norte mesopotámico,

por Vanesa S. Rolón entre brisas y trinos, y se detiene en la costa federaense. En este lugar, el río se convierte en el Lago Salto Grande. Aguas tranquilas apenas agitadas por algún viento fuerte o por alguna lancha que deja a su paso una estela de olas. ¿Por qué se detiene el Río? 1977, luego de varios años de decretos, decisiones políticas, nacionales e internacionales se comienza a construir la Represa Hidroeléctrica de Salto Grande, que une Argentina y Uruguay. La puesta en marcha, en abril del año 1979, implicó inevitablemente la inundación de Federación. Afectó también, a Villa Constitución, y Belén, Uruguay. Me pregunto, quienes llevaban adelante este gran proyecto… ¿lo supieron? No es ingenuidad, sino dolor. El embalse que la represa formaba, taparía el 70% de la ciudad. La reubicación era inevitable, indiscutible, “un gran sacrificio para el beneficio de toda la Argentina”, decían las propagandas televisivas, que por aquel entonces veía sólo aquellos que tenían acceso a un televisor. A poco tiempo de finalizar las obras de la represa, los federaenses no tenían lugar donde ir. La desesperación aumentaba. En Marzo de 1979, se puso en marcha la primera turbina en la represa, e inauguraron la Nueva Ciudad. Los habitantes del Pueblo de la Federación, -como la llamó el Coronel Urdinarrain, bajo el mando del gobernador Justo José de Urquiza, al fundarla en el año 1847- fueron obligados a trasladarse a una nueva e inconclusa ciudad, y la antigua fue demolida e inundada. Previo a la inundación, los federaenses dejaron sus casas, llevándose sólo lo que se podían llevar. “Las topadoras”, y “La bola”, destruyeron una a una las casas, los edificios, etc. Las imágenes en video que se guardan son desgarradoras, los ruidos, el derrumbe, la nube de polvo… perturban, duelen. “Las topadoras”, “La bola”, gigantes aparatos que cobran vida como monstruos que destruyen, devoran al pasar,

sobre un pueblo. Son máquinas, creadas y manejadas por hombres - y no me refiero a sus choferes. Con los años también el río, que creció hasta inundar, corporizó la culpa, ¿de quién, de quiénes? Del hombre. De aquellos que frenaron su cause. Que aprovecharon sus saltos. No lo dejaron seguir, detienen a cada instante su paso. Producen energía. Taparon un pueblo. Hicieron un lago. Le echaron la culpa al río, en él se lavaron las manos. El traslado y la reubicación de los federaenses marcó su historia con el dolor del desarraigo. -Desarraigar: arrancar de raíz una planta o un árbol-. “Más que me vine, me trajeron”, dice más de un federaense. No pudieron decir nada, hacer nada, aunque desconformes y enojados, armaron sus mudanzas y partieron. Trascurrían años de dictadura militar, fue el mismo Videla quien inauguró la nueva ciudad. ¿Hace falta agregar algo? Progreso y Desarrollo, impulsaron la construcción de una Represa, ¿a qué precio? Dejar todo... Llevar algo: “porquerías”. Y lo demás, ¿dónde quedó…? Bajo agua esta lo que no se puedo arrancar, “lo involteable”. Quisieron “trasplantar”, y desagarraron las raíces en el intento… Dónde quedaron los aromas, los colores, los momentos, dónde los sonidos, los ruidos, los silencios… Dónde las brisas, las tormentas, los encuentros. Cómo dejar esas paredes, esas “vistas al río”, esos recuerdos… El ladrillo que cocine en el horno de los sueños… hoy lo desgasta el agua, el lodo, el tiempo… Me llevo lo que puedo, y no lo que quiero… No quiero llevarme nada, no quiero irme… no puedo. No quiero volver… no puedo, si nunca me ido, de ese: mi pueblo. Hoy una nueva y moderna cuidad, dedicada al turismo termal, cuenta de diversas formas esta historia. Pero hay tantas cosas que no se enuncian, pero que escucha todo aquel que “se afecta” con la historia. Ésta es mi historia. Imposible describir la mirada triste de un anciano, que ya no tiene una sombra en la cual tomar unos mates. La tristeza de mi abuelo, como tantos otros, frente a las fotos de su casa, que construyó el mismo, y tuvo que dejar… Cómo transcribo las lágrimas de mis viejos al mirar un documental, las anécdotas cuyos escenarios están bajo el agua…


Año1 Nº3 Noviembre/Diciembre 2009 Si pudiera contarles lo que siento al ver la foto de la plaza de la antigua ciudad llena de árboles y flores, calles de tierra llena de vida, para continuar hojeando un álbum que ilustra destrucción, demolición, mudanza. Una nueva cuidad “fantasma” llena de barro, sin verde, cientos de casas exactamente iguales. Al navegar sobre el mismo lugar, cuando miro hacia al río recuerdo aquellas fotos, pensando que tal vez en el fondo aún está esa cuidad, pero lo único que hay es barro, ladrillos, cimientos. Ésta es mi historia, la que cuentan a través del tiempo actores populares, que se dibujan cada vez menos arrugas en sus rostros, al montar sobre escenarios improvisados “Aquel mi Pueblo”, obra de Agustín Gibert. Es la historia que cantan unos, e intentan hacer presentes otros, que construyen siempre una nueva réplica de la Antigua Ciudad. Historia hecha de las anécdotas quienes a pesar de haber sido reubicados, siguen siendo “vecinos de la vieja”, y pasaron 30 años. Historia que muestra N. Frenkel al dirigir el documental “Construcción de una ciudad”. Historia que se conoce no solo al entrar al museo, sino también al hablar con cualquier federaense. Es la historia que mi abuelo nunca me contó, ¿no habrá podido? Es la historia que a mis 24 años disfruto al contar, escribir, escuchar. Que me emociona. Historia que re-vivo, y re-encuentro, cada día. Historia que me hace sentir desde Rosario, que nunca me he ido, ¿o que siempre vuelvo?

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Poesías

E

n mi pueblo

En mi pueblo caminaba noche y día tarde y noche, descansaba algún rato en una esquina bailaba y daba vueltas arriba un árbol me negaba las estrellas abajo mi perro con manchones me cuidaba. En mi pueblo llegaba hasta el sembrado de maíz en bicicleta, naranja el horizonte ese olor a campo y el reposo las fiestas de la escuela en el verano alumnos, maestros, padres y sapos, un calor exquisito y necesario. Las polleras, los zapatos sobre el pasto tierra regada mariposas en las zanjas los vecinos alemanes asomando en el tapial. Ignoraba el acecho que vendría: la adultez ¡Qué calma la niñez! ¡Qué ingenua la mirada de la niña! Los patios ciruelas y mandarinas. Perros, conejos, caballos coloridos insectos, molinos, estanques, trenes, y el viento… En mi pueblo sucedía,

por Regina Paz

cuánta vida en mi pueblo. Quietud El río estaba quieto iluminado por el hierro cargado de esos buques que se llevan el agua y el silencio. No hay idioma que diga las palabras que susurra mi tierra consternada ella madre, ella viento, hoy sufriente, temblorosa padece en su presidio ha perdido la voz y ya agoniza… En los pastos no hay hormigas que no sepan que sus casas están siendo saqueadas por la mano ciclópea del humano que aniquila el verdor y la algazara. Yo te miro en tus rasgos guaycurúes mientras busco en tu ancestro esa sapiencia de vivir uno a uno con el barro enredados los pájaros y el aire rebelados los álamos gigantes. Caudalosa cultura milenaria hoy deviene minoría en este caos. Sin embargo yo creo en este mundo porque aquí verá la vida su partida hacia dentro, no hay nada que trascienda al nativo, al forastero, ni a esta gringa. (Ni a ese pasto, ni a ese río, ni a esa hormiga.)


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Los males de la clase que está en el medio

S

e incluye este material como homenaje a la revista Sudestada de Rosario, que nada tuvo que ver con otra revista con el mismo nombre que comenzó a salir luego en Buenos Aires. Este texto debía ser el editorial del número 5, que no llegó a ver la luz. Hay quienes dicen que las clases no existen, pero que las hay, las hay. Están las de arriba, las que están en el medio y las que están abajo. Las de arriba, gozan con su antiproducción y de la producción de las otras, accionan y cuando hablan sobre la legitimidad de su hegemonía, se hacen escuchar y muchos de las otras dos les creen. Los que están en el medio, sufren, piensan, hablan, los de arriba se ríen, los de a bajo les creen, aunque muchos no les hacen caso porque toman acciones desde otras bases, y ellos creen que sus evaluaciones pesimistas sobre su realidad valen para toda la realidad. Los de arriba vienen mandando en el mundo desde hace milenios, fracasando siempre respecto de su mensaje de hacer un mundo mejor y cuando los de abajo se mueven demasiado, se imponen siempre a sangre y fuego -incluidos los nazifascismos varios que han sostenido, diciendo: “no somos nosotros”- y han instalado y reinstalado una y otra vez en las cabezas de todos la idea de los padres carismáticos -sobre todo políticos, sacerdotes, militares-, la idea de que las sociedades deben ser necesariamente estratificadas y que la distribución de la riqueza debe ser necesariamente desigual. Como lo dice Rebellato “(….), están fracasando de nuevo -porque su proyecto es mortífero-, pero han estado triunfando en la ideología”1. O como lo dice Galassi: “El problema es el faraoncito instalado en nuestras cabezas”2.

Los de arriba vienen mandando en el mundo desde hace milenios (...) y cuando los de abajo se mueven demasiado, se imponen siempre a sangre y fuego Los del medio, cuentan con el ejército más poderoso de escribas, que en número considerable trabajan para los de arriba gozando de prebendas, subsidios, becas y otras facilidades, son intelectuales, académicos, investigadores, escribidores literarios, lenguaraces políticos y más. Ellos han instalado la idea de que todo está perdido, que el proyecto económico no tiene alternativas, que este país no dá para más, sueñan con irse y envidian a los que se fueron -esos que en otros lares sufren el exilio voluntario y lo niegan-. Algunos de ellos, los menos, piensan mirándose a sí mismos y a los de abajo y viendo que el mundo no es eso que dicen los otros, sino otra cosa, que la vida puede afirmarse en cualquier condición, que el coraje de vivir no nece-

sita de grandes mansiones, de autos importados o veranear necesariamente en Europa, ese cementerio como dijeran Castaneda, Alejo Carpenter y otros, o en las Bahamas, esas cárceles de oro.

Los del medio, cuentan con el ejército más poderoso de escribas, que en número considerable trabajan para los de arriba (...) Los de abajo sufren sí, muchos se han declarado vencidos y se han colgado de esos padres “dadores” que en realidad los aceptan bajo la condición renovada cada día de que les vendan sus almas. Pero lo maravilloso es que hay muchos, muchísimos, muchos más de los que aparecen en los medios de comunicación -esos que son oficinas de prensa de los de arriba-, salvo que sean noticias llamativas pero que pasan como si nada, como si todo lo que pasa por ellos, donde todo es igual, todo está achatado, todo es delgado como si debajo de lo que se dice o se muestra no hubiese nada o en todo caso el todo mítico al que siempre acuden cuando ya no hay explicaciones para las calamidades que se cometen. Muchos, muchísimos de los de abajo, anónimos, invisibles -tal vez por eso son los más sabios-, viven, afirman la vida en los actos que realizan todos los días para sobrevivir, en la lucha cotidiana solidaria, en las organizaciones a veces precarias que van construyendo. Pero además -cosa que los de arriba saben y que los del medio ignoran-, piensan, hacen evaluaciones de una lucidez impresionante y a medida que avanzan a pasitos en sus propias vidas, van enseñando boca a boca una sabiduría otra, presente en todos los tiempos, formas de afirmación de la vida siempre nuevas. Por eso cada tanto los de arriba, desarro-

llan diferentes estrategias de aniquilación. Hay épocas en que produce efectos siniestramente aterradores, como en el siglo XX que, según más de un investigador, ha producido la mayor cantidad de muertos por violencia en toda la historia y que puede llegar a una cifra casi impensable de casi 200 millones de personas. Y en ese recuento no se cuenta, creo, la cifra de los aniquilados por la violencia estructural. A pesar de eso son incontables los grupos de trabajo solidario, los movimientos sociales, las acciones silenciosas y cotidianas como otras más acotadas pero muy importantes como las marchas por la vida o apabullantes acciones anticapitalistas en los lugares de reunión de los de arriba, para oponerse a ellas y en reuniones propias donde sí se plantean alternativas. Esto para nombrar sólo una muestra de lo que está ocurriendo.

A pesar de eso son incontables los grupos de trabajo solidario, los movimientos sociales, las acciones silenciosas y cotidianas (...) Por eso nosotros, sufrimos por las calamidades que son reales -aunque no naturales como los de arriba nos quieren hacer creer-, pero somos felices por este presente donde la vida se muestra en su faceta irreprimible y por un futuro en que pueda surgir ese hombre nuevo, ese mundo nuevo que anhelamos. Rebelatto J.: La encrucijada de la ética. Montevideo. Multiversidad Franciscana. 2 Galassi S.: Por una tierra sin mar, sin templo y sin lágrimas. Córdoba. Tiempo Latinoamericano. 1996. 1

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