ENSEÑAR A COMPRENDER NUESTRO SISTEMA DE ESCRITURA Gloria Rincón B. Profesora Universidad del Valle •
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Se presentan algunas reflexiones que se generan al considerar aportes tales como provenientes de las investigaciones psicolingüísticas sobre la construcción del sistema de escritura en los niños. El proceso de construcción del sistema de escritura en los niños, no había sido visible, entre otras, por estas dos razones que manifiesta Ana Teberosky: Dos (prejuicios) ... nos impidieron que, hasta no hace mucho tiempo, pudiéramos ver las cosas de otra manera... En primer lugar, fue necesario superar la idea de que la escritura y la lectura eran exclusivamente materias escolares, para preguntarse que saben los niños antes de que se les enseñe a escribir en la escuela. En segundo lugar, fue necesario disociar el conocimiento sobre el lenguaje escrito de la habilidad para leer y escribir, para averiguar cuán "letrados" eran los niños aún antes de ser "alfabetizados". Teberosky (1992: 57). En la década de los setenta, debido a la concepción conductista dominante sobre el aprendizaje, era impensable la participación activa de los niños, antes o por fuera de cualquier influencia escolarizada. en relación con la enseñanza de la lectura y la escritura, los estudios se centraban en la relación lenguaje-actividad sensorio-motriz, más exactamente en la identificación de las condiciones que posibilitaban el desarrollo de las denominadas habilidades específicas para este aprendizaje. El nuevo marco explicativo sobre el conocimiento y el aprendizaje proporcionado a partir de las investigaciones de Jean Piaget en la Psicología, que consolidó el reconocimiento de los niños como sujetos activos, así como el proporcionado desde la gramática generativa propuesta por Chomsky en la Lingüística, que cuestionó el carácter externalista y transparente del lenguaje y realzó el papel de la creatividad en el desarrollo de la competencia lingüística, constituyeron el espacio crítico para la revisión de muchas de estas ideas y prácticas. Investigaciones como la realizada por Emilia Ferreiro y Ana Teberosky -“Los sistemas de escritura en el desarrollo de los niños”, 1979-, Frank Smith -“La comprensión de la lectura” 1971- y una larga lista de autores, permitieron encarar
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el aprendizaje de la escritura, la lectura y el lenguaje escrito desde una óptica nueva, desde otro punto de vista epistemológico. Frente a la escritura como objeto cultural, el niño primero interactúa empíricamente, tanto con los objetos portadores de texto (por ejemplo, libros, vallas, empaques), como con las letras impresas en ellos. En estas interacciones va construyendo conocimiento acerca de ese objeto. Pero esa interacción no es directa: está orientada por hipótesis a través de las cuales los niños buscan relaciones entre la escritura y lo que ella representa, desde el momento en que la escritura se concibe como diferente del dibujo y como objeto sustituto, está en lugar de otra cosa, es un signo. El problema que los niños se plantean es comprender aquello que la escritura sustituye. Tratando de comprenderlo, «el niño intenta establecer las distinciones entre dibujo y escritura y, paralelamente, entre imagen y texto» (Ferreiro, 1979:333). La escritura que los niños pueden producir en esta etapa está constituida por signos gráficos, que tienen rasgos inequívocos de la escritura convencional, y aún por grafías convencionales (pero que no usan convencionalmente), aprendidas porque alguien se las ha enseñado, o porque algunos textos les han impactado (las marcas de productos comerciales, por ejemplo). La primera manifestación explícita de la distinción entre imagen y texto es la supresión sistemática de los artículos cuando los niños se refieren al contenido de un texto; mientras que, cuando se refieren a la imagen, los conservan. La segunda propiedad que los niños exigen para que un texto pueda ser leído es la de variedad de grafías: no basta con que el texto tenga un mínimo de grafías sino que, además, tienen que ser distintas. Posteriormente, los niños comienzan a utilizar estas características como recurso para expresar significados distintos: la diferenciación que hacen entre las palabras se manifiesta en • La variación de la cantidad de grafías • La variación de la posición de las grafías