Discusiones en las clases de matemática: qué, para qué y cómo se discute Es necesario en algún momento de las clases, una “puesta en común”, se define como una exposición, por parte de todos o algunos alumnos de los alumnos, de los resultados de una tarea o de los cambios que condujeron a esos resultados. Momentos de discusión Desde la didáctica de la matemática, los momentos de discusión involucran mucho más que una simple explicación frente a toda la clase de las producciones individuales. Los momentos de discusión conforman una de las modalidades que adquiere la interacción entre pares en el aula: se trata de un intercambio entre los alumnos de la clase conducido por el docente. El grupo ERNMEL (1995) señala que corresponde al docente hacer sacar a la luz, hacer circular y, si es posible, analizar y someter a discusión por toda la clase las producciones de un alumno o grupo de alumnos. Comunicar los procedimientos y resultados, difundirlos, intentar comprender los procedimientos de otros, comprarlos, poder reconstruir aquellos que parecen más eficaces, valorar aspectos positivos de las diferentes producciones. En el campo del aprendizaje y la enseñanza de esta disciplina constantemente se ha destacado la importancia de la resolución de problemas. Desde la concepción didáctica se destaca que lo esencial en el aprendizaje de la matemática es construir el sentido de los conocimientos y que la resolución de problemas es una actividad ineludible para ello. Los problemas aparecen, pues, como el medio fundamental para la enseñanza de un concepto. Pero no se trata de cualquier problema sino de aquellos a los cuales responden los contenidos que se quieren transmitir. A través de ellos los alumnos construyen sus conocimientos ya que promueven actividades de búsqueda donde se ponen en juego los conocimientos ya construidos adoptándolos como herramientas de solución para esa nueva situación. Chamay (1994) afirma que la actividad debe proponer un verdadero problema para resolver, debe permitir utilizar los conocimientos anteriores y al mismo tiempo ofrecer una resistencia suficiente para llevar al alumno a hacer evolucionar esos conocimientos anteriores, a cuestionarios, a conocer sus límites, a elaborar nuevos. El aprendizaje matemático se basa en la resolución de problemas y la reflexión acerca de lo realizado: los procedimientos empleados, los conocimientos involucrados deben convertirse en objeto de reflexión. Los intercambios con los compañeros y el docente son aquí cruciales: es decir, las explicaciones, las confrontaciones y las justificaciones entre los alumnos constituyen un factor de progreso para todos. Conclusión: Las discusiones en la clase de matemáticas son de suma importancia ya que construye el conocimiento de los niños partiendo por los problemas y la reflexión en torno a ellos, esta actividad reflexiva enriquece fuertemente las futuras resoluciones de todos los alumnos.