Los escenarios de violencia y muerte que desde hace más de una década han asolado a Ciudad Juárez son una realidad dolorosa para todos los mexicanos, así como uno de los mayores retos para las autoridades de los tres niveles de gobierno, que han decidido enfrentar de manera conjunta una situación que trasciende intereses partidistas y exige de la cooperación activa y corresponsable de la sociedad en conjunto.