4 minute read
Diagrama 13. Políticas urbanas nacionales
Diagrama 13: Políticas urbanas nacionales
Advertisement
PRINCIPIOS
Crecimiento compacto Contexto Gobernanza local Minimizar el desplazamiento
Las políticas urbanas nacionales deben gestionar la expansión periférica de las ciudades y promover un crecimiento urbano compacto e inclusivo.
Las políticas urbanas nacionales deben ser sensibles al contexto y a la historia distintiva y evolución de cada ciudad.
La participación activa de los gobiernos locales y las ciudades es necesaria para lograr los objetivos de las políticas nacionales.
Las políticas urbanas nacionales deben minimizar el desplazamiento y preparar de forma proactiva, la tierra y la infraestructura, en vez de reubicar los asentamientos informales ya construidos.
ACCIONES ILUSTRATIVAS
Planificación de uso de suelo
La planificación del uso de suelo es una herramienta para gestionar la urbanización hacia un desarrollo de usos mixtos, que promuevan ciudades factibles, accesibles y compactas.
Financiamiento de infraestructura
Utilizar las políticas urbanas nacionales para dirigir el financiamiento de la gran infraestructura o para controlar los proyectos de mejoramiento, identificando formas de diversificar las fuentes de fondeo.
Planificación territorial
Introducir herramientas de planificación regional o territorial en la política urbana nacional, para fortalecer la conectividad y cooperación entre ciudades y pueblos.
Principios
Las PUN deben esforzarse por gestionar la expansión periférica de las ciudades y promover un crecimiento urbano compacto e inclusivo. El crecimiento compacto y la consolidación urbana requieren esfuerzos proactivos para concentrar el desarrollo dentro del núcleo urbano y a lo largo de los corredores de tránsito, el desarrollo de uso mixto, el uso óptimo de terrenos baldíos e infraestructura urbana mejorada. Las PUN deben diagnosticar las condiciones urbanas actuales y analizar las deficiencias de las políticas existentes para promover desplazamientos más cortos y contener los impactos en las tierras agrícolas circundantes, las fuentes de agua dulce y otros ecosistemas.
Las PUN deben ser sensibles al contexto y a la historia y evolución distintivas de las ciudades. No existe un enfoque único para producir un resultado deseable que pueda replicarse en diferentes contextos nacionales o locales, por lo que las PNU deben responder para coordinar las políticas territoriales, rurales y regionales.
La participación de los gobiernos locales y las autoridades municipales es necesaria para lograr los objetivos de las políticas nacionales. La política urbana requiere una integración territorial más amplia de las regiones metropolitanas y una conectividad más fuerte entre ciudades, pueblos y áreas rurales al tiempo que promueve sus fortalezas distintivas.
Las PUN deben esforzarse por minimizar el desplazamiento y preparar de manera proactiva la tierra y la infraestructura, en lugar de reconstruir o reubicar asentamientos informales una vez que se construyen. Siempre que sea posible, los asentamientos informales existentes deben ser reconocidos y mejorados formalmente (Alianza de Ciudades y ONU-Habitat, 2014).
Acciones ilustrativas
La planificación del uso del suelo es una herramienta para gestionar la urbanización hacia el desarrollo de uso mixto para promover ciudades más transitables, accesibles y compactas. La planificación del uso del suelo, que ha influido en la política urbana nacional, ha sido históricamente una herramienta para separar las actividades incompatibles para proteger a los residentes de usos nocivos adyacentes, como las actividades industriales o agrícolas, identificadas como “molestias” y para hacer la disposición estructural de la ciudad más eficiente. Una nueva generación de PUN necesita revisar aspectos de la legislación establecida, como antiguas regulaciones de planificación del uso de suelo y las leyes que rigen la propiedad, el uso y el desarrollo de la tierra para que sean relevantes para las condiciones contemporáneas, como la expansión urbana, y estén mejor equipadas para lidiar con creciente informalidad.
Utilizar las PUN para abordar el financiamiento de grandes proyectos de infraestructura o capital, para proyectos de mejora mediante la identificación de formas de diversificar las fuentes de financiamiento. Una estrategia clave es capturar una parte del aumento en el valor de la tierra que acompaña al desarrollo de terrenos baldíos o infrautilizados, o la remodelación de edificios a propiedades de mayor densidad o usos de mayor valor. A menos que los países se beneficien de los ingresos generados por las exportaciones de productos básicos o tengan un sistema financiero sólido que les permita realizar inversiones de capital a largo plazo, el alto costo de la infraestructura urbana requiere nuevos mecanismos más allá de los ingresos fiscales convencionales para generar recursos financieros. Las inversiones locales financiadas con impuestos locales pueden reforzar la responsabilidad local (Cities Alliance y ONU-Habitat, 2014).
Introducir herramientas de planificación regional o territorial en las PUN para fortalecer la conectividad y la cooperación entre ciudades y pueblos. La cooperación puede extenderse al fortalecimiento del papel de las ciudades secundarias en el sistema urbano nacional para que funcionen mejor y ayuden a absorber algunas de las presiones sobre las ciudades más grandes. Los gobiernos pueden utilizar evaluaciones de impacto territorial para revisar la implementación de instrumentos de ordenación territorial y asegurarse de que todas las políticas