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2.3.4 Seguridad urbana
Acciones ilustrativas
Establecer códigos y estándares de construcción regulatorios para cumplir con los resultados de salud. Crear una lista de medidas y estándares para asegurar una circulación y ventilación adecuadas en las áreas urbanas. Establecer regulaciones sobre el uso de productos químicos y gases peligrosos, y divulgaciones obligatorias cuando haya sustancias peligrosas en un edificio (por ejemplo, en los Estados Unidos, los propietarios deben declarar la presencia de asbesto en un edificio).
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Establecer indicadores de salud en la planificación urbana y al medir el impacto. Evaluar los resultados de las enfermedades por área contra indicadores de ciudades saludables (espacios verdes, calidad de los edificios, espacios públicos para hacer ejercicio, etc.) y hacer que la gobernanza sea responsable de mejorar las métricas (OMS, 2015).
Financiar y apoyar la investigación y el desarrollo de vacunas y medicamentos. Lograr que las vacunas sean accesibles en todas partes como un bien público y crear programas con grupos comunitarios, escuelas y hospitales locales que eduquen a la población sobre la eficacia de las vacunas. Asignar un gasto sustancial a la investigación y el desarrollo de medicamentos y vacunas.
Financiar la cobertura sanitaria universal. Asignar un porcentaje del gasto anual para brindar cobertura de salud a todas las personas, así como servicios de atención médica esenciales, medicamentos y vacunas.
Fortalecer la capacidad de alerta temprana, reducción de riesgos y gestión de riesgos para la salud global a través de simuladores. Crear planes preventivos como la simulación espacial de la posible propagación de una epidemia o un virus. Implementar cámaras infrarrojas en áreas de alto riesgo, como aeropuertos o distritos de empaque de carne, creando un plan para manejar y contener la propagación de una epidemia al comienzo de un brote.
La Nueva Agenda Urbana se basa en la importancia del diseño urbano y la planificación para la seguridad al apoyar la provisión de redes bien diseñadas de calles seguras, accesibles, verdes y de calidad y otros espacios públicos que sean accesibles para todos y libres de crimen y violencia, incluyendo acoso sexual y violencia de género. Considera la escala humana como un factor importante de la planificación urbana y promueve medidas que permitan el mejor uso comercial posible de los pisos a nivel de calle, fomentando los mercados y el comercio locales, tanto formales como informales, así como iniciativas comunitarias sin fines de lucro. Llevar a las personas a los espacios públicos y promover la circulación a pie y en bicicleta con el objetivo de mejorar la salud y el bienestar, NAU 100. Además, pide la integración de medidas inclusivas para la seguridad urbana y la prevención del delito y la violencia, incluido el terrorismo y el extremismo violento. Mediante la participación de las comunidades locales y los agentes no gubernamentales pertinentes en el desarrollo de estrategias e iniciativas urbanas - NAU 103. El ODS 11 fomenta las mejoras en la seguridad urbana al pedir el acceso a “viviendas seguras y asequibles”, “a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos, mejorando la seguridad vial, especialmente mediante la expansión del transporte público” y al “acceso universal a espacios verdes y públicos seguros, inclusivos y accesibles” - Metas 11.1, 11.2, 11.7 de los ODS.
Principios
Crear “ojos en la calle” garantiza la seguridad. Jane Jacobs teorizó la famosa teoría de que “los ojos en la calle” son fundamentales para la seguridad urbana: “Debe haber ojos en la calle, ojos que pertenezcan a aquellos que podríamos llamar los propietarios naturales de la calle. Los edificios equipados para manejar a extraños y para garantizar la seguridad tanto de residentes como de extraños, deben estar orientados a la calle ”(Jacobs, 1961). Este principio significa que la presencia de personas en aceras, calles, escalinatas y balcones de la ciudad aumenta la seguridad de esos espacios, porque las personas naturalmente cuidan los espacios que les interesan. Cuando estos espacios cotidianos son accesibles y habitados, facilitan a los vecinos, comerciantes y visitantes se conozcan, lo que aumenta la cohesión social y la seguridad.
Reconocer la relación entre el crimen y la marginación sistémica. Las soluciones que abordan la actividad delictiva deben reconocer las cuestiones sistemáticas y sociales en lugar de considerar el