Cuaderno del Centro DIHA N°1: Temas de la Inmigración de habla alemana en la Argentina

Page 1

Temas de la Inmigración de habla alemana en la Argentina

Cuadernos del Archivo Año I (2017), Nº 1 Publicaciones del Centro DIHA Ed. Regula Rohland de Langbehn


CUADERNOS DEL ARCHIVO Aร O I (2017), Nยบ 1

INOLAS PUBLISHERS LTD.


CUADERNOS DEL ARCHIVO AÑO I (2017), Nº 1 Publicaciones del Centro DIHA (Centro de Documentación de la Inmigración Alemana en la Argentina) Ed. Regula Rohland de Langbehn

Comité Editorial: Ing. Francisco von Wuthenau (Centro DIHA) Dra. Laura Carugati (Univ. Nac. De San Martín, UNSAM) Dra. Lila Bujaldón de Esteves (CONICET; Univ. Nac. de Cuyo, Mendoza) Dr. Roberto Bein (Univ. de Buenos Aires, UBA) Consejo de Redacción: Lic. Alicia Bernasconi (Univ. del Salvador, Buenos Aires) Dr. Germán Friedmann (CONICET; UBA) Dra. Claudia Garnica de Bertona (Univ. Nac. de Cuyo, Mendoza) Dra. Silvia Glocer (UBA, Biblioteca Nacional Dr. Mariano Moreno, Bs. As.) Dr. Robert Kelz (Univ. of Memphis, EEUU) Dr. Hans Knoll (Univ. Nac. de Córdoba) Dr. Arnold Spitta (Buenos Aires)


Temas de la Inmigración de habla alemana en la Argentina Trabajos presentados en el 5° Coloquio sobre la inmigración germana a la Argentina, celebrado el 27 y 28 de marzo 2015 con motivo del convenio firmado entre la Universidad de San Martín y el Centro DIHA

INOLAS PUBLISHERS LTD.


A catalogue record for this book is available from the British Library. Bibliographic information published and listed by Die Deutsche Nationalbibliothek. Detailed bibliographical data is available on the Internet at http://dnb.d-nb.de ISBN 978-3-946139-15-7 (print) © Ed. Regula Rohland de Langbehn (2017) ISBN 978-3-946139-16-4 (ePDF) ISBN 978-3-946139-17-1 (ePUB) © INOLAS Publishers Ltd. (2017) Imagen de la portada: Wilhelm Dohme, representación simbólica de la inmigración de habla alemana en la Argentina. Freie Presse, 12/1951. All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in retrieval system, or transmitted, in any form or by any means, electronic, mechanical, photocopying, recording, or otherwise without prior permission by INOLAS Publishers Ltd. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright. Designed by Regina Fischer Printed by cpibooks in Germany INOLAS Publishers Ltd., 483 Green Lanes, London N13 4BS, U.K. INOLAS, Ribbeckweg 12 b, 14476 Potsdam, Deutschland


Índice Presentación de la Serie Cuadernos del Archivo y del presente tomo, por Regula Rohland de Langbehn

7

Regula Rohland de Langbehn, Cuaderno 1, Temas de la Inmigración de Habla Alemana a la Argentina Introducción

10

Anne Saint Sauveur-Henn, Carácter y peripecias de la inmigración alemana en la Argentina

14

Lila Esteves de Bujaldón, Bibliotecas perdidas, bibliotecas recuperadas. Peripecias de las bibliotecas de los germanistas argentinos

28

Regula Rohland de Langbehn, Comienzos del periodismo en idioma alemán en la Argentina

47

Hans Knoll, Acerca del intercambio académico entre Córdoba y Alemania durante la República de Weimar

62

Claudia Garnica de Bertona, La imagen del Chaco en los viajeros alemanes a la Argentina (1870-1970)

75

Germán C. Friedmann, Algunas consideraciones acerca de los contactos entre los nacionalsocialistas anti-hitleristas y los alemanes antinazis de la Argentina

85

Robert Kelz, Teatro pedagógico en los grupos antagónicos alemanes de Buenos Aires, 1940-65 Los autores de este volumen Resúmenes en alemán e inglés. Palabras clave

100 112 114



Cuadernos del Archivo Presentación de la Serie1 Iniciamos con este conjunto de artículos una publicación seriada con la intención de que a partir de comienzos del año 2017 aparezca entre una y tres veces por año. El contenido de esta serie será variable, siempre adaptándose a los propósitos del Centro de Documentación de la Inmigración de Habla Alemana (Centro DIHA) y de su archivo. Podrá tratarse de cuadernos con artículos de tema diverso, como este primer tomo, o de tomos temáticos, y estos podrán contener textos originales (normalmente de origen alemán, en traducción al castellano) o monografías; también podrán consistir en series de material gráfico acompañadas de su debido análisis. La temática abarcará un espectro variopinto, en vista de la amplia perspectiva que se abre para el trabajo del Archivo Documental de la Inmigración de Habla Alemana a la Argentina, pero se deberá ceñir a temas referidos a esta inmigración. En la Argentina la inmigración de habla alemana comprende alrededor del 2 o 3 % de la población inmigrada, cuyos hijos y nietos, argentinos de nacimiento, al casarse con otros argentinos de diferente proveniencia, influyeron en un porcentaje difícil de precisar de la población, por lo que se sustrae la posibilidad de definir numéricamente la influencia inmediata de este pequeño grupo. Se trata de una inmigración singularmente dispersa, tanto en sus orígenes como en su destino en el suelo argentino. Comprende a emigrados de todos los países de habla alemana y a germano-parlantes asentados desde hace siglos en Rusia, en la zona yugoeslava y otros países de Europa Oriental, o incluso alemanes que pasaron primero por África, China o Estados Unidos u otros países. Y estos migrantes formaron parte de la colonización de Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos, la Patagonia, Misiones, La Pampa, El Chaco pero también se asentaron en Mendoza y Córdoba y, last not least, en la capital argentina. Los inmigrantes, según que procedieran de orígenes católicos, protestantes o judíos, traían no solo su idioma sino también su religión. Esta inmigración se produjo en varias oleadas desde mediados del siglo XIX, con un auge numérico a fines de ese siglo, y otras olas algo más acotadas antes y después de la Primera Guerra Mundial, durante el nacionalsocialismo y después de la Segunda Guerra. Fue importante la inmigración de comerciantes a la Argentina, que, llegados a partir de la declaración de la independencia, precede a las otras ocupaciones. También la rural, asentada a partir de 1856 en colonias agrícolas, y la intelectual, influyente desde el último cuarto del siglo XIX durante décadas en el devenir de las ciencias y la técnica tuvieron relevancia. Más allá de su aspecto fornido, su tez clara y complexión rubia, ciertas calidades y capacidades distinguieron a los germano-parlantes de otras etnias: la generalizada alfabetización de los inmi-

Agradezco la cuidadosa lectura de esta presentación y de todos los trabajos de este Cuaderno 1 por Lila Bujaldón de Esteves y Roberto Bein. También contribuyó Monica Bader. 1


8

REGULA ROHLAND DE LANGBEHN

grantes, su formación y habilidad técnica, sus costumbres de convivencia: la pulcritud de las viviendas, las actividades de recreación como el canto en coros o el amor a la naturaleza. Su carácter general ha sido conservador y la relación con el país de procedencia, tradicionalista, y al mismo tiempo una parte de esa inmigración tuvo un papel relevante en la conformación de la izquierda argentina. No es fácil, por ende, trazar una historia que abarque toda la diversidad esbozada y a la vez sea clara y se estructure según algún eje unitario. Hay ya mucho realizado en el campo de los estudios latinoamericanos y en la acumulación de acervos documentales, y sin embargo, la contribución de esta heterogénea inmigración a la vida y cultura argentinas sigue siendo casi invisible en la conciencia nacional. El Archivo DIHA se ha fundado después de cien años en los que intelectuales aislados, comenzando por Wilhelm Cappus y Josef Winiger en la época de la Primera Guerra Mundial, reclamaran que se estableciera una entidad de estas características. ¡Cuántos documentos se habrían podido salvar o mantener en la Argentina, si el archivo se hubiera fundado en 1925, como el Instituto Staden de São Paulo, hoy Martius Staden, o si algún interesado coleccionista se hubiera dedicado a reunir materiales de archivo en la segunda mitad del siglo XX, como Benno Mentz en el sur del Brasil y Emilio Held Winkler en el sur de Chile! Lo que algunos interesados reunieron, se dispersó luego de que hubieran escrito acerca de ello, como es el caso de Winiger en 1917/18, del pastor Hermann Schmidt y de Wilhelm Keiper en 1943, o también el de Wilhelm Lütge, Karl Körner, Werner Hoffmann y Karl Klingenfuss en 1955 y 1981, una vez escritos sus respectivos tratados sobre el Deutschtum, la “germanidad” o “alemanidad”, libros que, al ser compuestos en la lengua de origen, no trascendieron la colectividad de habla alemana. Solo en el campo de la arquitectura, el de la historia académica y quizás el de los militares se ve que en la academia argentina se intentó ponderar adecuadamente la labor de los alemanes. Entre aquellos escritos, el único libro en el que se abordó, desde la conquista de América hasta 1975, en forma íntegra y fundamentada, la trayectoria que han realizado los germano-parlantes en la Argentina es el de Lütge, Körner, Hoffmann y Klingenfuss. Este libro no ha encontrado hasta la fecha quién publicara la traducción y su necesaria actualización hasta nuestros días que se ha llevado adelante con el título Los alemanes en la Argentina. 500 años de Historia. Muchos de los temas necesitan ser ampliados, otros, ser vistos desde otra perspectiva que la que pudieron establecer los autores en los ya lejanos años 1955, de la primera, y hasta 1981, fecha de la segunda edición. El libro lleva originalmente el título Das Deutschtum in Argentinien, y fue reeditado con cambios y agregados como Die Deutschen in Argentinien. Hay mucha labor por delante en este sentido, y a ello se dedica en la Argentina desde 2013 la Asociación Centro DIHA, formando su archivo documental y promoviendo trabajos de investigación sobre los temas en cuestión. La Asociación Centro DIHA fue formándose a partir de una base de varios años de trabajo bibliográfico y organizativo. Se trató, por un lado, de la publicación aún pendiente que lleva el título de trabajo: “el catálogo” – su verdadero título es, en alemán, Argentinische Publikationen in deutscher Sprache (Publicaciones argentinas en idioma alemán)– que creó un conocimiento pormenorizado


PRESENTACIÓN

9

de la bibliografía primaria existente, y, por el otro, de cuatro coloquios que fueron organizados a partir de 2007 en diferentes instituciones –como en la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Biblioteca Nacional en Buenos Aires (BN), el Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos (CEMLA) y el Instituto Superior de Estudios Teológicos (ISEDET)– mediante cuyo trabajo se conformó un grupo abierto de colaboradores. Así se trabó amistad con los autores del presente primer Cuaderno, colegas que en su mayoría se desempeñarán en el Consejo Editorial o forman parte del Comité Editorial. El Centro DIHA firmó en junio de 2014 un convenio con la Universidad de San Martín (UNSAM), integrándose en el Centro de Conservación, Catalogación e Investigación de Archivos y Fondos Bibliográficas Especiales, el Instituto de Investigaciones sobre el Patrimonio Cultural TAREA-IIPC. La UNSAM le proporciona su actual sede y alienta su trabajo con prestaciones, lo que hace posible encarar el complejo trabajo de resguardo y restauración de la documentaciòn, y constituye la base para proyectos de investigación y publicaciones. Estos Cuadernos aparecerán en una reducida edición en papel en Alemania y en una edición digital en Inglaterra. Formarán una serie de aspecto homogéneo cuyos tomos serán numerados por orden de aparición. Su carácter es el de una publicación académica, lo que implica evaluaciones de cada trabajo referidas al nivel académico y a la legibilidad y corrección de los textos editados. En la realización de estas evaluaciones ayudarán los participantes del Consejo Editor y del Comité Editor, así como consejeros externos, especialistas en los contenidos de cada trabajo. El Centro DIHA agradece la oportunidad de comenzar con esta publicación a la iniciativa y generosidad de Peter Müllers-Vonwirth, residente en Potsdam, Alemania, propietario de la nueva editorial INOLAS, con sede en Potsdam y Londres. El fin será hacerle honor con el trabajo mancomunado y que el resultado de la colaboración sea satisfactorio para los lectores.


Cuaderno 1, Temas de la Inmigración de Habla Alemana a la Argentina Introducción A comienzos de 2015 se invitó a participar en el “5º Coloquio: Temas de la inmigración alemana a la Argentina” en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) a doce de los colegas que habían participado en coloquios anteriores. Concurrieron para festejar el convenio firmado a mediados de 2014 entre la universidad y la Asociación Centro DIHA. Es auspicioso comenzar la Serie de Cuadernos del Archivo con la publicación de los trabajos presentados en aquella ocasión. Además de los autores cuyas ponencias editamos ahora, nos acompañaron en aquella ocasión Reinhard Andress (Loyola University, Chicago, EEUU), Ben Bryce (Toronto University, Canada), María Cecilia Gallero (Universidad Nacional de Misiones) y Alfred Hübner (Pforzheim, Alemania)1, cuyos trabajos se editaron o editan en otras publicaciones, y Arnold Spitta (UNSAM), cuyo ensayo formará parte de un próximo cuaderno. En aquella oportunidad nos acompañaron además varios archivistas de instituciones afines, como Silvina Piga del Archivo de la Universidad de San Andrés (Beccar, Prov. de Buenos Aires, Argentina); Silvia Hansman del Instituto Judío de Investigacions (IWO; Ciudad Autónoma d Buenos Aires); Gerda Sommer del Archivo Held Winkler en Santiago de Chile; Mariela Frías, Directora de la Biblioteca Central de la UNSAM, y nos apoyó Monica Bader, colaboradora responsable de la biblioteca y el archivo del Centro DIHA. Estas profesionales completaron el evento exponiendo brevmente sobre su trabajo en los diferentes archivos. Este primer Cuaderno abre para el Centro DIHA una nueva etapa. Por los textos que aquí se publican conviene considerarlo como un documento de lo realizado hasta el comienzo oficial del Archivo en su sede de la UNSAM. En aquel “5º Coloquio” los colegas se presentaron con temática abierta, escogiendo cada uno un tema de su especialidad y profundizando su labor ya realizada. Así el modesto tomo remite al amplio abanico de la inmigración germana a la Argentina, desde mediados del siglo XVIII hasta los años de la segunda posguerra, e instruye desde muy diferentes ángulos, abarcando desde el periodismo hasta el teatro, desde la política universitaria hasta la resistencia contra Hitler en la Argentina, desde el asunto de las bibliotecas perdidas hasta la discusión de narradores regionales. No viene mal, en este amplio panorama, que Anne Saint Sauveur-Henn haya realizado un escueto resumen de los detallados hallazgos que ella misma había reunido y comentado 20 años antes en su fundamental tesis sobre la inmigración alemana a la Argentina (Saint Sauveur, 1995). Todavía queda pendiente una traducción de la voluminosa tesis escrita en francés que, al referirse

María Cecilia Gallero había unificado para el evento dos trabajos previos (2005 y 2007), y véanse Bryce 2015, Hübner 2016 y Andress 2016 1


PRESENTACIÓN

11

a temas alemanes, hace imprescindible que su traductor posea los tres idiomas. El ensayo tiene la utilidad de resumir el status quo creado precisamente por su tesis, que forma uno de los fundamentos de los estudios relacionados con el Archivo. Quizás se habría podido recurrir a trabajos más recientes y que van más allá de lo investigado por Saint Sauveur, pero su trabajo honra el momento para el que se brindó y servirá como orientación a quienes entren en estos temas sin conocimientos previos. Partiendo de este panorama, el trabajo de Lila Bujaldón de Esteves rescata una información no esperada: hasta la generación de Rodolfo Modern, Oscar Caeiro y Nicolás Dornheim todos los docentes universitarios de relieve en el ámbito de la Literatura Alemana eran inmigrantes (aunque no todos alemanes). A partir de las biografías de los primeros germanistas que desarrollaron estudios de literatura alemana en la universidad argentina este artículo destaca su proveniencia inmigratoria según las distintas épocas y circunstancias de su llegada a la Argentina desde fines del siglo XIX. En una segunda parte se recupera la existencia y el destino de las bibliotecas de Mauricio Nirenstein, Albert Haas, Juan Carlos Probst, Günther Ballin, Ilse M. de Brugger, Werner Bock, entre otras. Quizás convendría estudiar asimismo los libros del conocido coleccionista y bibliófilo Ricardo Staudt, un empresario y comerciante en lanas a la que tuvieron acceso varios de los germanistas e intelectuales alemanes del ambiente académico. Hoy existe un acervo importante de libros alemanes en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires como “Donación Staudt”. O la del banquero Alfredo Hirsch, otro coleccionista y hombre de gran cultura, que no está abierta al público. El trabajo de Regula Rohland se ocupa de los comienzos del periodismo en idioma alemán en la Argentina. A lo largo de un siglo y medio, el periodismo alemán en la Argentina constituye un panorama muy amplio –hay un total de casi 100 títulos– del que en esta ocasión solo se estudió el primer tramo. Se trata de un paisaje con muchísimas lagunas. Hasta 1900 se registran treinta publicaciones, de las que dos desplegaron una larga vida, llegando solo el Argentinisches Tageblatt hasta el presente. De los periódicos de mediana duración hay dos que deberían estudiarse con detenimiento, el Vorwärts (1886-1901), aunque Saint Sauveur le dedicó ya muy buenas páginas y hay estudios realizados por Horacio Tarcus y colaboradores, y el Buenos Aires Handelsblatt (1888-1924). Hans Knoll analiza el intercambio académico entre Córdoba y Alemania que casi llegó a estancarse durante la República de Weimar. El centro de la política cultural alemana, en cuyo marco los científicos alemanes visitaban la Argentina en esa época, era Buenos Aires. Una de las pocas excepciones fue el nombramiento del geólogo Oskar Schmieder, quien, ya instalado en la Universidad de Córdoba, fracasó en su iniciativa de llevar más profesores alemanes a esa universidad. Los acontecimientos ocurridos en Córdoba en los años 1920 se sitúan así en un contexto más amplio y se conectan con la reforma universitaria de 1918, cuyas consecuencias jugaron un papel importante en el nombramiento de Schmieder. En el estudio de Claudia Garnica la región chaqueña aparece como destino repetido dentro del corpus de textos de viajeros que escriben en alemán sobre la Argentina, específicamente entre 1870 y 1970. Tres son los propósitos de sus viajes: investigación científica, exploración de la zona como posible destino de colonización y ansias de aventuras. Tanto la finalidad de los viajes como el


12

REGULA ROHLAND DE LANGBEHN

público receptor son dos líneas de fuerza que se ponen en juego para el análisis de los textos de esta investigación, así como la imagen que evidencian del Chaco. Desde la Imagología se presentan las descripciones que brindan los autores estudiados y se arriesgan hipótesis sobre las razones que influyeron en las diferentes miradas sobre la región. El artículo se limita, igual que la tesis de la autora (Garnica, 2016), a autores que publicaron libros y ahonda en temas presentados en ella. Deja así abierto otro fértil terreno para la investigación, porque, junto a las obras tratadas, se encuentran en publicaciones periódicas como el Deutsche La Plata Zeitung y el Jahrbuch des Deutschen Volksbunds de comienzos de los años 1930, narraciones significativas de Cissy von Scheel, la esposa de un oficial alemán que poco después cayó en la Guerra Civil Española. Von Scheel fue una observadora perspicaz y espiritual de las circunstancias de trabajo y formas de convivencia de la población chaqueña. Germán Friedmann ofrece una aproximación a la composición, el fun­ cionamiento y las actividades de las organizaciones anti-hitleristas radicadas en la Argentina: “Die Schwarze Front” y “Frei-Deutschland Bewegung”, cuyos integrantes se definían como los genuinos representantes del verdadero nacionalsocialismo. Hace hincapié en las distintas maneras en que sus miembros se relacionaron con otros grupos germanoparlantes antinazis y en los modos en que sus acciones repercutieron en los residentes de habla alemana en la A ­ rgentina. Robert Kelz, nuestro colega estadounidense, que participó por cuarta vez en los Coloquios, se centró en la actividad teatral desplegada en escuelas alemanas porteñas por la Freie Deutsche Bühne (Teatro Alemán Independiente) y por el Deutsches Theater (Teatro Alemán) o “Ney-Bühne”, dirigido por Ludwig Ney. Analiza el teatro pedagógico en los grupos antagónicos alemanes de Buenos Aires para explorar la diversidad de actividades teatrales alemanas; observa cómo se forman y fomentan durante el nacionalsocialismo dos comunidades alemanas distintas –las llamadas “dos aldeas” (Balder Ohlson)– y en muchos aspectos conflictivas, durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría; pero también muestra cómo después de la guerra la actividad teatral facilita la integración de los emigrantes de habla alemana en la sociedad argentina. Los resultados de los anteriores coloquios han sido publicados en el Anuario Argentino de Germanística (Nº IV, 2007; Anejo II, 2010) y en Estudios Migratorios Latinoamericanos (Nº 70, 2011 y Nº 74, 2014). Hemos hecho un recorrido largo y enriquecedor, y que promete extenderse hacia el futuro, analizando otros temas de la inmigración alemana en la Argentina. Estos cuatro tomos contienen unos 50 trabajos, en los que se aprendió mucho para poder encarar el desafío de una publicación propia, como lo constituyen los Cuadernos del Archivo que se inician aquí. Regula Rohland de Langbehn


PRESENTACIÓN

13

Bibliografía Garnica de Bertona, Claudia. Literatura en alemán de migrantes y viajeros a la Argentina (1870-1970). Un capítulo de las relaciones germanoargentinas. Saarbrücken: Publicia 2016. Gallero, María Cecilia. “Colonización e Identidad Religiosa”. En V Jornadas sobre Poblamiento, Colonización e Inmigración en Misiones, Posadas: Ediciones Montoya, 2007: 91-102. --. “Católicos y protestantes, la división de las colonias por credos y la influencia del Padre Max von Lassberg”. En IV Jornadas sobre Poblamiento, Colonización e Inmigración en Misiones, Posadas, Ediciones Montoya, 2005: 53-64. Andress, Reinhard. „Der Mensch als rationales Wesen ist lediglich ein theore­ tisches Konstrukt“: die Literarizität in Robert Schopflochers Roman Die verlorenen Kinder.” Jahrbuch für Germanistik 10 (2016): en vías de publicación. Bryce, Benjamin. “Paternal Communities: Social Welfare and Immigration in Argentina, 1880-1930.” Journal of Social History 49/1 (2015): 213–36. Hübner, Alfred. “Emma Barta-Mikl. Über(-)Leben mit Büchern”. En Zwischenwelt. “Literatur / Widerstand / Exil. Viele Wege” XXXIII/3 (Okt. 2016): 25-30. Saint Sauveur-Henn, Anne. Un siècle d'émigration allemande vers l'Argentine 1853-1945. Köln etc.: Böhlau Verlag, 1995.


Carácter y peripecias de la inmigración alemana en la Argentina1 ANNE SAINT SAUVEUR HENN Sorbonne Nouvelle, Paris I) La evolución específica de la emigración alemana a la Argentina 1) La magnitud 2) La dimensión histórica 3) Las causas de la inmigración alemana 4) La Argentina como destino 5) L a organización de la emigración en Alemania y de la inmigración en la Argentina II) 1) 2) 3) 4)

Características peculiares de la inmigración alemana La distribución geográfica Características del nivel cultural y de la religión Composición demográfica Evolución de la estructura profesional

III) La multiplicidad política como rasgo característico 1) Influencia de la política alemana en la actitud de los inmigrantes alemanes (1848-1933) 2) Reacciones divergentes al Nacionalsocialismo (1933-1945) IV) Influencia de la inmigración alemana 1) Influencia política 2) Influencia económica 3) Influencia cultural Observaciones finales.

Después de publicar mi tesis de habilitación2, muchos me han acercado la siguiente pregunta: ¿Por qué escogió el tema de la emigración alemana a la Argentina entre los años 1853 y 1945? Tres hechos ayudan a explicarlo: - Mi curiosidad personal, que en el año 1977 me llevó a viajar a América del Sud, donde me llamó la atención la presencia alemana y que me convenció de que una investigación sobre este tema me permitiría unir un interés académico con otro personal, gracias a múltiples encuentros con testigos vivenciales. Traducción: Regula Rohland. La habilitación es una suerte de segundo doctorado, que confiere el título de profesor universitario. 1

2


CARÁCTER Y PERIPECIAS DE LA INMIGRACIÓN ALEMANA EN LA ARGENTINA 15

- Mi formación como politóloga y germanista en la Universidad de la Sorbonne Nouvelle en Paris, la concepción francesa de la civilisation allemande, que dentro de la germanística se ocupa de todos los aspectos de la historia y la cultura de los países de habla alemana, me permitió doctorarme con este tema en el año 1982 y realizar la habilitación en 1993. Así se originó el libro Un siècle d'émigration allemande vers l'Argentine, editado en Böhlau en 19953. - Finalmente, la voluntad de ocuparme de un tema que hasta entonces casi no se había tratado con relación a la Argentina, a diferencia de lo que pasaba en cuanto al Brasil, a Chile o México, y cerrar así un capítulo de la investigación: con demasiada frecuencia se ha conectado a la Argentina con la emigración de nacionalsocialistas, perdiendo de vista la diversidad de la inmigración germana a la Argentina. Para esta investigación se han podido consultar numerosas fuentes inéditas, tanto en Alemania y Austria – el Archivo del Ministerio del Exterior en Bonn y en Potsdam, el Archivo Prusiano en Merseburg, los Archivos de Estado de las ciudades de Bremen y Hamburgo, el Archivo del Instituto de Historia Contemporánea (Archiv für Zeitgeschichte) en Múnich, el Archivo de Exilio en Francfort/Meno y el Archivo Documental de la Resistencia Austríaca (Dokumentationsarchiv des öster­ reichischen Widerstands) en Viena – como también la Argentina: datos de la Dirección General de Migraciones, manuscritos inéditos sobre los alemanes en la Argentina y autobiografías individuales, una encuesta sociológica inédita, 127 entrevistas con emigrados y exiliados de todo color, entre ellos 54 autoridades de instituciones germanoparlantes en la Argentina, que contribuyeron en forma personal. Las fuentes publicadas eran de índole tanto estadística como histórica; para este tema la prensa de habla alemana aparecida en la Argentina constituyó una fuente esencial, que en aquel entonces casi no se había tomado en consideración. Son múltiples los métodos aplicados en esta investigación, ya que no se trataba de una investigación puramente teórica, sino también vivencial: histórica ante todo, pero también jurídica, demográfica y sociológica, y todo ello en una representación tanto cronológica como también analítica. En el limitado marco de la presente exposición esbozaremos cuatro aspectos profundizados en mi libro, de las características peculiares de la inmigración germanohablante: La dimensión histórica de la emigración, las características específicas, la diversidad de las filiaciones políticas y los matices culturales de la influencia germana.

I) La evolución histórica de la emigración alemana a la Argentina 1) La magnitud La Argentina, con su exigua densidad poblacional, era una tierra predestinada a la inmigración. Garantizaba en su Constitución de 1853 los derechos del inmigrante y apoyó notablemente la inmigración europea, de modo que entre 1870 y 1950 vivieron proporcionalmente más extranjeros en la Argentina que en los Estados Unidos. Con respecto a la dimensión de la inmigración germana se 3 Para detalles y fuentes sobre el tema, véase Anne Saint Sauveur-Henn, Un siècle d'emigration allemande vers l'Argentine, 1853-1945I. Köln, Wien, Böhlau, 1995 (bibliografía pp. 789-819).


16

ANNE SAINT SAUVEUR HENN

puede mencionar una doble peculiaridad: la emigración alemana hacia la Argentina fue aumentando su importancia tanto frente a las otras nacionalidades en la Argentina como dentro de la emigración de los alemanes a ultramar. Aunque la mayoría de los inmigrantes procedía de la Europa austral –desde 1857 hasta 1910, el 60 % de los inmigrantes fueron italianos, y el 20 %, españoles– la participación de los alemanes registra un continuo aumento: mientras que entre 1857 y 1910 el porcentaje de los alemanes inmigrantes a la Argentina no comprendía más que el 1,2 %, entre 1920 y 1930 fueron el 6%, y entre 1933 y 1945, el 28%. También dentro de la emigración alemana a ultramar la Argentina se hizo cada vez más relevante. Desde 1835 hasta 1914 el 90% de los emigrantes a ultramar se dirigió a los Estados Unidos de América, y en ese lapso solo uno entre sesenta emigrantes se decidió por la Argentina como destino. También, hasta la Primera Guerra Mundial la mayoría de los emigrantes hacia Latinoamérica se dirigió al Brasil o a Chile. Pero después de 1914 la Argentina se volvió más importante; en los años más densos de inmigración, 1923 y 1924, más del diez por ciento de los emigrantes se dirigió hacia la Argentina. Después de 1933 le corresponde un papel aun mayor a la Argentina: el país aceptó la mayor cantidad de emigrados a América Latina, el doble que el Brasil, cuatro veces más que Chile. 2) La dimensión histórica Se pueden distinguir varias fases de la inmigración, con tres máximos. La inmigración alemana, que en 1852 fue estimada en unas 1.000 personas, en sentido estricto no comenzó hasta 1853, o sea hasta después de la caída del dictador Rosas. Hasta la Primera Guerra Mundial, según consta en las estadísticas argentinas, inmigraron al país entre 1857 y 1910 unos 50.000 alemanes, pero esta inmigración no fue continua. En los años 1880 fue especialmente alta (había un saldo activo de unos 10.000), en correspondencia con una fase ascendente de la economía en la Argentina. Los censos argentinos muestran lo siguiente sobre la colectividad alemana hasta la Primera Guerra: en 1869 vivían en la Argentina unos 5.000 alemanes, entre ellos tres veces más varones que mujeres; hasta 1895 se triplicó la población alemana y llegó a más de 17.000, de los que 10.000 eran varones; en 1914 vivían unos 27.000 en la Argentina. Durante la Primera Guerra Mundial la inmigración alemana se detuvo temporalmente, pero volvió a subir con fuerza a partir de 1920. Esta inmigración refleja los problemas políticos de la posguerra. Aumentó en forma drástica en los años 1923 y 1924, en que se produjo un cambio radical en lo concierne la inmigración alemana: durante esos dos años el número de migrantes hacia la Argentina fue de más de 13.000, lo que responde a la gran crisis económica en Alemania. Desde 1925 hasta 1932 la inmigración alemana volvió a reducirse, lo que probablemente refleja ante todo la crisis económica en la Argentina. Desde 1933 hasta 1945 emigraron unos 40.000 perseguidos por Hitler a la Argentina; la inmigración más numerosa tuvo lugar en 1938 con la llegada de más de 10.000 emigrados. Después de 1945 Perón abrió la puerta para alemanes que se fugaron de la Alemania de la segunda posguerra. Si hubo entre ellos nacionalsocialistas famosos, se trató de una minoría no representativa. Pero este no fue mi tema. ¿Por qué abandonaron los alemanes su patria?


CARÁCTER Y PERIPECIAS DE LA INMIGRACIÓN ALEMANA EN LA ARGENTINA 17

3) Las causas de la inmigración alemana Hasta la Primera Guerra Mundial pueden distinguirse tres tipos de causas. Por un lado se trata de motivos laborales y personales, que tienen que ver con las posibilidades de trabajar en la Argentina o en muchos casos corresponden a caracteres aventureros. Algunos emigraron por razones económicas, por ejemplo los agricultores, que entre 1856 y 1882 migraron hacia las colonias agrícolas de la Provincia de Santa Fe, tal como lo vemos en el testimonio de uno de los primeros colonos: “En nuestra patria cerca de Bingen sobre el Rin en otoño del año 1855 a causa de las difíciles condiciones de vida en esa época se hablaba mucho de la emigración a Sudamérica.” Otros tuvieron que emigrar por razones políticas, aunque se trataba de una minoría. Se trataba de socialdemócratas, perseguidos durante el régimen de Bismarck, tal como en 1915 lo muestra un testimonio retrospectivo publicado en 1915 en el Argentinisches Tageblatt: “Se asentó en su patria Holstein como alfarero. Pero con el régimen de Bismarck y las Leyes contra los Socialistas tuvo problemas por sus convicciones socialistas, de modo que emigró a la Argentina.” Después de la Primera Guerra se desplazan las causas. Siguen vigentes los motivos personales y laborales, pero los motivos personales son mucho menos numerosos ahora. Hay quien menciona en el cuestionario causas políticas, tal como dos mujeres, nacida en 1911, la otra en 1928: - “Mi padre no quiso participar de otra guerra, salió de Alemania en 1920.” - “Mis dos padres se fueron de Alemania en 1920 cada uno por su lado, por la situación durante la posguerra.” La razón es entonces la desazón frente a la situación política. Más numerosas aún son las razones económicas; siempre se vuelve a mencionar la falta de trabajo y la inflación. Algunos salían muy jóvenes y solos: - “No tenía trabajo y mis padres habían fallecido; me fui de Alemania en 1923, con 18 años de edad.” - “Por razones económicas abandoné Alemania en 1921, solo, con 21 años.” Otros salían en compañía de su familia, todos juntos o uno después de otro, como lo relatan dos mujeres nacidas en 1897 y 1889: - “Mi marido era pintor y formaba aprendices. No tenía trabajo y no teníamos qué comer; salimos en 1924 hacia la Argentina.” - “La inflación llevó a mi marido a emigrar en 1922 a la Argentina. Le seguí en 1923 y en 1927 buscamos a nuestro hijo de 6 años.” También los agricultores que emigraron a las colonias agrícolas en Misiones mencionan causas similares. Lo importante es que, como el Dr. Ernesto Alemann ya lo había señalado varias veces en 1919 en el Argentinisches Tageblatt, muchos “sentían repugnancia por su patria”; estaban hartos de Europa y descontentos con su nueva situación en Alemania. Después de 1933 se menciona como causa de la emigración la situación política en la Alemania nacionalsocialista. Numerosos testimonios muestran que esto no se puede cuestionar, ya que como judíos estaban forzados a emigrar. Una


18

ANNE SAINT SAUVEUR HENN

minoría declara como motivo la postura política (unos 10% eran emigrados políticos). La peculiaridad de la emigración alemana hacia la Argentina es, por ende, que la motivación es tanto la evolución económica como la política en el país de origen, y que la emigración constituye un reflejo de los problemas en Alemania. 4) La Argentina como destino ¿Por qué razón se dirigieron los inmigrantes alemanes hacia la Argentina? En este aspecto se pueden distinguir dos fases. Hasta 1933 se puede hablar de una decisión personal por el país, lo que más tarde ya no es el caso. Muchos mencionan ventajas políticas y económicas: la Argentina se veía como un país del futuro. - “Mi padre encontró en la Argentina posibilidades de trabajar y prosperar.” En todos los casos se trata de una decisión personal, que fue apoyada dentro de Alemania por una propaganda intensa: - “Después de la guerra hubo asociaciones de emigrantes y se hacía propaganda por la Argentina y el Paraguay, que se representaban como países del futuro.” En la colonización la propaganda tuvo un papel decisivo, lo que se dio tanto en el siglo XIX como en el XX. Ya en 1855 el fundador de la primera colonia alemana, Aarón Castellanos, se apoyó en agentes que reclutaban colonos en Alemania y en Suiza y pintaban la Argentina como un paraíso. Luego de la Primera Guerra Mundial, en la colonización de la provincia de Misiones y en especial de Eldorado, su fundador, Adolfo Schwelm, valoraba mucho la propaganda. Los agentes colaboraban con diversas asociaciones de emigrantes en Alemania. Después de 1933 pocas veces se dio una decisión propiamente dicha. Al necesitar un país de recepción, los emigrantes judíos se dieron a la búsqueda de países que les concedieran el visado, lo que llevó en muchos casos a que decidiera la casualidad. La casualidad de una visa que pudo deberse al soborno a un cónsul en Europa, a la casualidad de una legislación que eximía de visa a los que viajaban en los barcos en primera clase, la casualidad de una llamada de familiares radicados en el país destino que permitía introducir a parientes al país, o la casualidad de una inmigración ilegal que luego se pudo legalizar. 5) L a organización de la emigración en Alemania y de la inmigración en la Argentina Para hacer posible esta emigración hacia la Argentina, hubo que crear instituciones específicas tanto en Alemania como en la Argentina. En Alemania quienes pretendían emigrar a la Argentina se informaban acerca de las posibilidades de hacerlo. Hasta 1902 los ministros del exterior, pero ante todo asociaciones privadas, como la Asociación de San Rafael (Sankt-RaphaelsVerein) o periódicos especializados se encargaban de la información, y los países intentaban controlar la propaganda realizada por agentes publicitarios. De 1902 a 1913 desempeñó un papel decisivo la “Oficina central de información para emigrantes” (Zentral-Auskunftsstelle für Auswanderer). Entre 1918 y 1933 esta función recayó en la “Oficina de migraciones del Reich” (Reichswanderungsamt). Además, periódicos, conferencias y películas ayudaban a dar a conocer la Argentina como país de inmigración. Desde 1933 hasta 1945 la “Central


CARÁCTER Y PERIPECIAS DE LA INMIGRACIÓN ALEMANA EN LA ARGENTINA 19

del Reich para la Emigración Judía” (Reichszentrale für die jüdische Auswanderung), pero ante todo organizaciones como la “Asociación de ayuda de los judíos en Alemania” (Hilfsverein der Juden in Deutschland) o asociaciones internacionales como el JOINT o el ICA asumían este papel informativo en relación con los judíos alemanes forzados a emigrar. En la Argentina se habían creado organizaciones específicas para la recepción de los inmigrantes alemanes. El gobierno argentino concedía a todo inmigrante una estadía de cinco días en el Hotel de Inmigrantes y un viaje sin cargo hacia el interior del país. Desde 1882 hasta 1918 la “Asociación protectora de inmigrantes germanos” (Verein zum Schutze germanischer Einwanderer) apoyó a los alemanes que llegaban buscando trabajo. Después de 1918 se encargó de estas funciones la recién fundada “Unión popular alemana para la Argentina” (Deutscher Volksbund für Argentinien). Y la Sociedad Alemana de Beneficencia (Deutsche Wohltätigkeitsgesellschaft) podía conceder apoyos económicos. Para los inmigrantes judeoalemanes se fundó en 1933 la “Sociedad de socorro para judíos de habla alemana” (Hilfsverein Deutschsprechender Juden), que ayudaba a encontrar trabajo y apoyaba el cambio de escuela, ofrecía cursos de idioma y colaboraba en la búsqueda de vivienda. Los exiliados políticos encontraron un respaldo en la organización “La Otra Alemania” (Das Andere Deutschland) fundada al comienzo como institución de ayuda.

II) Características peculiares de la inmigración alemana La estructura de la inmigración alemana a la Argentina presenta características peculiares; algunas son constantes, otras van evolucionando. 1) La distribución geográfica Una característica común distingue la inmigración alemana en la Argentina, tanto en el siglo XIX como en el XX: su distribución en el territorio al que arribaron, que es totalmente desproporcionada. La ciudad de Buenos Aires misma polariza la afluencia de inmigrantes, ya que hasta la Primera Guerra Mundial más de un tercio de los alemanes se asienta allí, y tal vez incluso más de la mitad, según las estimaciones del Deutscher Volksbund für Argentinien del año 1936. Entre 1936 y 1940 un 95 % se quedó en Buenos Aires; solo el 5 % se desplazó al interior. En total la inmigración alemana a la Argentina se define como migración a la gran ciudad, lo que la diferencia de la inmigración a Chile y Brasil, cuyo destino era el campo. Dos criterios diferencian al inmigrante alemán de los de otras nacionalidades: el nivel cultural y la religión. 2) Características del nivel cultural y de la religión En el caso de los inmigrantes alemanes, según las cifras de la Secretaría de Migraciones, el porcentaje de analfabetos es claramente inferior que en otras nacionalidades. Por ejemplo, en el año 1927 el porcentaje de analfabetos alemanes era del 1,7%, mientras que entre los inmigrantes españoles e italianos era un 21%. Una diferencia que no deja de ser significativa.


20

ANNE SAINT SAUVEUR HENN

Asimismo la religión de los inmigrantes alemanes los distingue tanto en el siglo XIX como en el XX de las otras nacionalidades. Porque mayoritariamente los inmigrantes que llegaron a la Argentina, ante todo los italianos y los españoles, eran católicos, mientras que los alemanes eran mayoritariamente protestantes. Después 1933 la situación cambió al aumentar significativamente el número de judíos. Siguió constante el hecho de que los católicos siempre estuvieron en minoría entre los inmigrantes alemanes; de todas maneras, durante los siglos XIX y XX los alemanes fundaron sus propias colectividades religiosas específicamente alemanas. 3) Composición demográfica En cuanto a la estructura demográfica de la inmigración alemana podemos mencionar tres características: - La inmigración alemana es ante todo masculina. La participación masculina es de más de dos tercios hasta la Primera Guerra Mundial; en el año de mayor afluencia inmigratoria, 1923, arribó el doble de hombres que de mujeres. - La inmigración alemana es joven. Según los censos argentinos, en 1869 el 70% de los alemanes que vivían en Buenos Aires tenían entre 20 y 30 años; en 1914 era un 60%. Ambas características responden a una tendencia generalizada de la emigración alemana, pero se la observa más marcada en la Argentina. - Por último, la composición familiar de la inmigración alemana hasta 1933 muestra una continuidad. Es muy alta la participación de inmigrantes solteros. A comienzos del siglo XX, igual que en los años de mayor afluencia inmigrante, solo poco más de un tercio de los inmigrantes alemanes trajo sus familias a la Argentina. Estas tres características cambian a partir de 1933 cuando comienza la inmigración judeo-alemana, ya que se trata preponderantemente de una inmigración familiar de mayor edad. Esta estructura demográfica explica en parte el hecho de que los alemanes nunca formaron un gueto en la Argentina, y que les eran necesarios los contactos con la población lugareña. 4) Evolución de la estructura profesional Se puede observar nítidamente un desarrollo en la estructura profesional de los inmigrantes alemanes en la Argentina. La primera fase se extiende desde 1810 hasta hacia 1870. Hacia 1860 en Buenos Aires entre los alemanes prevalece una clase media bastante adinerada: comprende ante todo emigrantes procedentes de pequeñas ciudades en su patria, hombres bien formados en algún oficio mecánico, que gozan de buena reputación, más unos cien pequeños comerciantes y muy pocos académicos, como periodistas, arquitectos y maestros. Los obreros formaban una minoría, igual que los agricultores. Hasta 1870 la colectividad alemana en Buenos Aires parece haber estado bastante unida, haber reinado fraternidad y un espíritu social; las diferencias sociales no eran tan pronunciadas. Estas características cambiaron entre 1870 y 1933, período en el que se ahondaron mucho las diferencias sociales.


CARÁCTER Y PERIPECIAS DE LA INMIGRACIÓN ALEMANA EN LA ARGENTINA 21

El grupo más elevado socialmente era el de los mayoristas y grandes industriales, que hicieron suyo el desarrollo tecnológico, industrial y comercial de Alemania al final del siglo XIX; también abarcaba a representantes de la clase media alta. Algunos científicos fueron traídos especialmente por el presidente Sarmiento, y también hubo entre los inmigrantes representantes de las profesiones liberales –médicos, farmacéuticos, dentistas, ingenieros–, maestros y algunos militares. Por cierto, esta “migración de élites”, un 10%, no era en absoluto representativa de la inmigración alemana. Porque la gran mayoría de los alemanes en la Argentina formaba parte de la clase media: artesanos especializados en algunos rubros como la imprenta, pequeños comerciantes procedentes de ciudades pequeñas y empleados de bancos o de empresas agrícolas. A fines del siglo XIX se incrementó la clase obrera. Los obreros alemanes se ocupaban en la industria del libro y en la industria lanera, en los ferrocarriles y en las fábricas de cerveza. Durante los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, los obreros fueron a lo sumo un tercio de los inmigrantes alemanes. Los agricultores solo se encontraban en el interior del país; eran un 20% de los inmigrantes. En las colonias en Misiones, que fueron fundadas después de la Primera Guerra Mundial, se trata de una inmigración de familias del agro, a menudo con numerosos hijos, que en su mayoría venían del sur de Alemania. Solían juntarse según su procedencia geográfica en el “valle de los bávaros”, de los suabos, de los wurtemberguenses. Esto contribuyó a que se mantuviera la idiosincrasia alemana. Muy diferente se configura la estructura ocupacional de la inmigración alemana durante la tercera fase de la inmigración alemana entre 1933 y 1945. La participación de agricultores es mucho menor; se la podría estimar en un 5%, y los obreros no son más del 6%. En cambio, el porcentaje de comerciantes es mucho más alto, un 30 %, lo que responde a la estructura profesional de la población germano-judía en la patria. Pertenece a la emigración alemana después de 1933 un pequeño grupo de emigrados políticos, un grupo muy idiosincrásico, de ningún modo homogéneo. Algunos artistas, como el escritor Paul Zech, el director teatral Paul Walter Jakob y el caricaturista gráfico Clément Moreau encontraron asilo en la Argentina. Entre ellos había bastantes universitarios, entre los que numerosos profesores y maestros, como el Dr. August Siemsen, diputado socialdemócrata del Reich, ingenieros, abogados, periodistas, pero también simples obreros, en su conjunto como exiliados formaban un grupo exiguo en número pero políticamente activo.

III) La multiplicidad política como rasgo característico Los alemanes inmigrados a la Argentina no se separaron de cuajo del país de origen. Según lo muestran los archivos de la prensa, el desarrollo político en Alemania influyó de manera diferenciada en la actitud de la “colonia alemana” en Buenos Aires.


22

ANNE SAINT SAUVEUR HENN

1. L a influencia de la política alemana en la actitud de los alemanes en la Argentina (1848-1933) El movimiento liberal de 1848 trajo consigo en forma indirecta tensiones en la Argentina, ya que algunos alemanes encontraron asilo allí y se originaron conflictos en la congregación evangélica y en la escuela. La guerra de 1866 entre Prusia y Austria también originó divergencias a causa de las diferentes simpatías. Pero la guerra de 1870 unió a la colonia alemana en la Argentina; esta mostró, mediante publicidades y donaciones, la intención de reforzar sus lazos con Alemania. La fundación del Imperio Alemán (el Segundo Imperio) fue saludada con entusiasmo por la mayoría de los alemanes. Una excepción la constituye la Asociación Vorwärts, fundada en 1882 por los socialistas huidos de Bismarck. En su periódico y su asociación se criticaba la política alemana, pero también la argentina; los socialistas alemanes introdujeron en la Argentina los actos del 1º de mayo y contribuyeron a la fundación del Partido Socialista argentino. La desunión dentro de la “colonia alemana”, todavía existente en la época de Bismarck, desapareció con la Primera Guerra Mundial, que trajo consigo una revitalización del patriotismo de la colonia entera. Pero esta unidad durante el tiempo de la República de Weimar se siguió conservando solo de vez en cuando, por ejemplo durante la crisis del Ruhr. Una minoría agrupada alrededor del Argentinisches Tageblatt apoyó la República recién fundada, pero la mayoría rehusaba la nueva forma de gobierno. 2. Reacciones divergentes ante el nacionalsocialismo (1933-1945) Durante el nacionalsocialismo las divergencias llevaron a una verdadera escisión de la colonia alemana. Los unos glorificaban la nueva Alemania, los otros se le oponían fuertemente. Con la Segunda Guerra Mundial esta escisión culminó. Mientras que una de las fracciones apoyaba incondicionalmente a Alemania, la otra se inclinaba hacia los adversarios de Alemania. Cada una de ellas formaba un mundo autónomo con sus instituciones propias y sus periódicos. Los emigrados judeo-alemanes –unos 40.000– reforzaban en el exilio mayoritariamente sus tradiciones judías; pero se negaban casi sin excepción a activar contra la Alemania hitleriana, lo que llevó en ocasiones a tensiones con los exiliados políticos. Los seguidores de la Alemania nacionalsocialista se reunían alrededor del ­Deutsche La Plata Zeitung y de agrupaciones creadas en la Argentina, como la filial del NSDAP (Partido Nacionalsocialista) con sus revistas Der Trommler, Deutsche Arbeitsfront y otras asociaciones alineadas con el gobierno alemán (gleichgeschaltet). Frente a ellos se reunían los adversarios de Hitler, incluso los que no eran activos políticamente, alrededor del Argentinisches Tageblatt y de su director, el Dr. Ernesto Alemann. El diario criticó desde el comienzo en forma acerba al nuevo régimen, lo que le acarreó problemas de diversa índole. Para los hijos de los opositores a Hitler se fundó expresamente una nueva escuela alemana, la Pestalozzi Schule. Además, en la Argentina vivían representantes de los movimientos políticos, ya que Buenos Aires era un centro muy activo y multiforme del exilio. Por un lado se fundó en el año 1937 el movimiento “La Otra Alemania” (Das Andere Deutsch­


CARÁCTER Y PERIPECIAS DE LA INMIGRACIÓN ALEMANA EN LA ARGENTINA 23

land), conducido por el ex-diputado socialista alemán August Siemsen, y la revista del mismo nombre, que fue distribuida en quince países de América Latina con la finalidad de informar sobre la existencia de una “Alemania diferente”. En noviembre de 1941 un grupo de exiliados comunistas fundó su propia revista, el Volksblatt, que se publicó durante dos años. En octubre de 1941 los socialistas y comunistas intentaron crear un frente unido, fundando una instancia común, la Comisión Coordinadora de los Alemanes Democráticos, pero esta unión se deshizo ya en el mes de mayo de 1943. Un frente unido no se constituyó en Buenos Aires ni en el resto de América Latina. Los exiliados austríacos, que comenzaron colaborando con los organismos del exilio alemán, fundaron en octubre de 1941 una organización propia, el Comité Austríaco. Dicho Comité tomó parte en octubre de 1943 en la fundación del Comité Central de las Organizaciones de Austríacos Libres en Latinoamérica, presidido por el director de orquesta Erich Kleiber. Por el contrario los adversarios de derecha contra Hitler, que estaban activos en Buenos Aires, no colaboraron en absoluto con el exilio de izquierda. Bruno Fricke fundó ya en 1932 una sección del Schwarze Front (“Frente Negro”) fundado por Otto Strasser, y publicó un periódico del mismo nombre, que terminó sin embargo luego de diez números. En 1941 se reorganizó el movimiento y se fundó el Movimiento Alemania Libre (Frei Deutschland Bewegung), disuelta en 1943. Por la multiplicidad de las tendencias de exilio presentes se confirma que a Buenos Aires le correspondía un papel singular en el continente sudamericano.

IV) Influencia de la inmigración alemana ¿Qué influencia se puede observar de la inmigración alemana en la Argentina, en lo político, económico y cultural? Permítanme primero intercalar dos pequeñas anécdotas para introducir a modo de ejemplo cómo se mantuvieron las costumbres y el idioma alemán en Buenos Aires. Muchas veces fui invitada a una cena típica alemana; esto implicaba los tiempos y las costumbres culinarias alemanes; incluso me llamó la atención que en Navidad, en medio del caluroso verano se exhibieran arbolitos cubiertos de nieve. En cuanto a la lengua también encontré una inesperada presencia en Belgrano. Cuando en 1977, en un negocio, pregunté a mi marido en alemán cómo se dice “pegamento” en castellano, el vendedor me respondió: “Sie dürfen ruhig Klebstoff sagen” – ‘No hay problema, diga nomás Klebstoff’, pero la consecuencia fue que hasta hoy ignoré la palabra española “pegamento”. 1) Influencia política Por lo general la influencia política de los alemanes ha sido escasa. Conviene distinguir en ello dos categorías. Los alemanes que no llegaron por su compromiso político a la Argentina, muy pocas veces intentaron desempeñar un papel político en la nueva patria. Si bien el desarrollo político en Alemania influyó en la colonia alemana, se intentó no exponer los debates intraalemanes a la discusión en la Argentina.


24

ANNE SAINT SAUVEUR HENN

Entre los alemanes que salieron de Alemania por razones políticas, hubo dos grupos que intentaron actuar en la opinión pública argentina. Ya se mencionó la Asociación Vorwärts. Pero también entre los exiliados políticos que llegaron a la Argentina después de 1933, intentó no tanto el grupo socialista Das Andere Deutschland como el grupo comunista Volksblatt actuar en la Argentina como fuerza política. Por cierto, la situación política interna del país limitó las posibilidades de su actuación. 2) Influencia económica Los alemanes de todas las oleadas inmigrantes están fuertemente presentes en la economía y el comercio, tienen fama de trabajar con ganas y bien. Acerca de esto, algunos ejemplos de diferentes momentos de la historia. En el comercio en al año 1865 ya estaban registradas en Buenos Aires 34 casas de importación y exportación, en 1873, 43, además de 281 negocios alemanes, de modo que la participación alemana en la vida comercial argentina era sensiblemente mayor que el pequeño porcentaje que formaban de la población. La participación alemana en las importaciones a la Argentina subió de 9% en 1886 a 17% en 1913. Después de 1933 la importación/exportación se desarrolló también a través de los inmigrantes alemanes, incluso en campos específicos como cristal de Bohemia y porcelana, de modo que mejoraron las relaciones comerciales entre Alemania y la Argentina. En la industria en 1887 solo se encuentran registradas dos empresas fundadas por alemanes pero el número subió lentamente y nuevos establecimientos se fundaron en el ámbito de la fabricación de cerveza, la imprenta y la industria textil. Entre 1920 y 1940 se registran las mayores inversiones de capital alemán, y en la Argentina se establecieron grandes empresas alemanas, como Bayer, Hoechst y Schering. También en este campo los emigrados fundaron nuevos emprendimientos después de 1933, por ejemplo, en la industria textil y la química. Cuatro grandes proyectos alemanes de colonización han dejado sus rastros particulares en la Argentina. El primer gran intento de una colonización alemana se produjo en 1856 en la Provincia de Santa Fe. La colonia más importante fue la de Esperanza, fundada por Aarón Castellanos, pero faltaba una afluencia continua desde Alemania que mantuviera el elemento germánico. Hoy día ya no se notan rasgos específicos alemanes. Fue diferente la colonización de los alemanes de Rusia, que comenzó a partir de 1877 en las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires y más tarde en la actual La Pampa. Los alemanes de Rusia, que emigraron como familias, se aglomeraron según su confesión o su origen geográfico. Doscientos años después de que salieran de Alemania se mantiene todavía su herencia en la Argentina. Después de la Primera Guerra se crearon las más importantes colonias agrícolas alemanas en el noreste argentino, ante todo en Misiones. La más importante fue la Colonia Eldorado, fundada en 1919 por Adolfo Schwelm, luego de que Carlos Culmey fundara las colonias de Montecarlo y Puerto Rico. El balance global de estas colonias que permanecieron alemanas es positivo. En nuestros días siguen hablando alemán unos 20.000 de los 600.000 habitantes de Misiones y se han mantenido estructuras alemanas.


CARÁCTER Y PERIPECIAS DE LA INMIGRACIÓN ALEMANA EN LA ARGENTINA 25

En cambio no se ha conservado el elemento alemán de la Colonización judeo-alemana. Esta se organizó desde 1936 por la Jewish Colonization Asociation (ICA), ante todo en Entre Ríos y en la Colonia Avigdor, refundada para los colonos alemanes. En las colonias se originaron instituciones específicas judeoalemanas, tanto agrícolas como también religiosas y culturales. Pero después de la Segunda Guerra Mundial la mayoría de los judíos alemanes abandonó las colonias, de modo que estas han evolucionado sin adoptar un carácter alemán. 3) Influencia cultural También se siente la influencia de la inmigración alemana en el ámbito cultural. Por la estructura y definida antes de la inmigración alemana se formaron tempranamente asociaciones culturales. En 1870 ya eran 8 las asociaciones, en 1914, 40, y en 1938, 300 asociaciones, de índole religiosa, cultural o escolar. Las asociaciones religiosas fueron las primeras entre las instituciones alemanas. En 1843 el Pastor Ludwig Siegel fundó la primera congregación evangélica, que todavía existe; desde 1912 se formó una congregación católica en Buenos Aires. Después de 1933 se fundaron tres congregaciones israelitas para los emigrados judeo-germanos, con rabinos alemanes, pero en ellas hoy casi no se habla el alemán. A partir de 1850 pudieron prosperar las asociaciones alemanas. Todas se proponían mantener el espíritu y el idioma alemán, como por ejemplo la asociación musical Germania desde 1855; ese mismo año se creó la Asociación Alemana de Gimnasia (Deutscher Turnverein), que más tarde se transformó en Club Alemán (Deutscher Klub), y en 1890 se fundó la Asociación de Remo Teutonia. Los alemanes se reunían también según sus profesiones: la Cámara de Comercio Argentino-Alemana, fundada en 1916, sigue existiendo todavía; o según su origen geográfico. La Unión Germánica (Deutscher Volksbund für Argentinien), fundada en 1916, aglomeraba a todas las asociaciones culturales de su momento y apoyó el mantenimiento del carácter alemán en la Argentina. Este papel corresponde hoy día a la FAAG (Federación de las Asociaciones Argentino-Germanas). Como intermediario entre las culturas alemanas y argentina se fundó en 1922 la Institución Cultural Argentino-Germana. Los emigrados judeo-alemanes crearon en 1937 una asociación cultural propia, la Asociación Cultural Israelita de Buenos Aires (Jüdische Kulturgemeinschaft), destinada a aliviar el acostumbramiento a la cultura diferente. Sociedades de beneficencia existieron desde mediados del siglo XIX y siguen existiendo, como la Sociedad Alemana de Socorros a Enfermos (Deut­ scher Krankenverein), fundada en 1857, o, en 1916, la Sociedad Alemana de Beneficencia (Deutsche Wohltätigkeitsgesellschaft). Para mantener el carácter alemán tuvieron un papel central las escuelas alemanas. En 1843 ya fue fundada en Buenos Aires la primera escuela alemana en suelo latinoamericano, acompañando la fundación de la Iglesia Protestante Alemana. En 1905 existían 59 escuelas alemanas, en 1936 más de 200, de las que muchas se ubicaban en Entre Ríos. También en este campo se observa la cesura del año 1933, cuando al año siguiente Ernesto F. Alemann fundó la Escuela Pestalozzi. Muchos maestros exiliados daban clases allí a los hijos de los emigrados. Todavía en el presente las escuelas alemanas cumplen un impor-


26

ANNE SAINT SAUVEUR HENN

tante papel en la Argentina y ante todo en Buenos Aires, entre ellas, la Escuela Goethe y la Escuela Pestalozzi. Son escuelas renombradas mucho más allá de su carácter étnico. También la prensa en idioma alemán tuvo un papel decisivo para mantener la colectividad de habla alemana. En 1878 fundó Johann Alemann el Argentini­ sches Wochenblatt, en 1880 compró Hermann Tjarks el Deutsche La Plata Zeitung. Este diario apareció hasta 1945; su sucesor, la Prensa Libre (Freie Presse), tuvo que cerrar su ciclo en los años 1970. También en el interior aparecían unos pocos periódicos alemanes, pero ya ninguno de ellos subsiste. Si nos preguntamos por el futuro de estas instituciones alemanas, hay que diferenciar entre las alemanas y las judeo-alemanas. Una investigación sociológica de las diferencias de asimilación por los criterios del idioma, de las relaciones dentro del grupo y de las que se mantienen frente a la Argentina, permite observar diferencias entre los emigrantes hasta 1933 y los que llegaron entre 1933 y 1945; menos en la primera generación que en la segunda y tercera. Mientras que por lo general entre los descendientes de los emigrantes prevalece la tendencia a conservar el carácter alemán, en los descendientes de emigrados judeo-alemanes llama la atención la asimilación al ambiente argentino; el elemento alemán se desvanece. La misma observación vale para el análisis de las instancias socioculturales. Hoy día muchas instituciones alemanas siguen en pie en tanto tales, mientras que las organizaciones judeo-alemanas van perdiendo paulatinamente su carácter alemán. 4) Influencia de intelectuales y artistas En el siglo XIX igual que en el XX los políticos argentinos trajeron de Alemania algunos especialistas; ante todo lo hizo Sarmiento. También llegaron algunos oficiales, como Alfred Arent, profesores, como por ejemplo Wilhelm Keiper, científicos, entre los que descuella el naturista Hermann Burmeister. Luego de la Segunda Guerra Perón hizo venir nuevamente a científicos, como Kurt Tank o Ronald Richter. También se perfilaron artistas alemanes y austríacos. Elencos teatrales, como por ejemplo el Teatro Alemán independiente (Freie deutsche Bühne), por cierto influyeron en el público germano, pero a causa de la barrera idiomática mucho menos en el argentino. Lo mismo se da con la literatura alemana. Por el contrario, también porque falta dicha barrera, la influencia de músicos y de su descendencia se siente constantemente en la Argentina.

Consideraciones finales Lo más interesante para mí en el campo de la inmigración alemana a la Argentina es su carácter multiforme. Todas las formas de la emigración se juntan: la particular, la económica, la política; los dos tipos básicos del asentamiento asimismo están presentes: la inmigración individual o la grupal a colonias cerradas; se observan todos los tipos de instituciones: culturales, religiosas, escolares; y todas las reacciones posibles frente a la evolución en Alemania. La inmigración alemana, según lo veo, refleja en todos los campos la evolución en el país de


CARÁCTER Y PERIPECIAS DE LA INMIGRACIÓN ALEMANA EN LA ARGENTINA 27

origen, aunque siempre se observa un carácter particular alemán entre los grupos de esta procedencia en la Argentina. Y aun si actualmente el flujo la inmigración alemana ya no es tan numeroso hacia la Argentina, esperamos que se conserven los rasgos distintivos de la inmigración alemana, ya que esto enriquece tanto a los alemanes como a los argentinos. Quisiera terminar con una observación personal y subrayar lo que más me interesó en esta larga investigación. - el encuentro con muchas personas que nunca habría conocido sin realizar esta investigación y que en parte me ha definido. Muchos emigrados que tuvieron que abandonar su país, su profesión y su idioma de un día para el otro, y comenzaron de nuevo en un país totalmente extraño y lograron rehacer su vida, los considero un ejemplo de la flexibilidad necesaria y la distancia de lo acostumbrado. - el encuentro histórico con una parte del pasado alemán que sigue vivo. En la Argentina me fue posible detectar un microcosmos que sigue reflejando la multiplicidad del pasado alemán. - un encuentro sociológico, que personalmente pude realizar como externa a la “colonia alemana” en Buenos Aires. Lo más característico en ese entonces era la separación entre la “colonia alemana” y la judeo-alemana. Casi cincuenta años después de 1933 siguieron siendo dos mundos. No podía confesar a los unos que también me interesaban los otros. En 1996 la colaboración entre el Instituto Goethe y el Club Alemán para presentar un libro mío fue una primicia: Hasta entonces, el tema “después de 1933” no era políticamente correcto tocar. Aun si la separación es menos fuerte hoy día, la historia alemana sigue actual y sensible en la Argentina. - la alegría que siento como investigadora y como ser humano porque desde entonces se han realizado investigaciones intensas y específicas, tales como las que se reflejarán en este Coloquio.


Bibliotecas perdidas, bibliotecas recuperadas. Peripecias de las bibliotecas de los germanistas argentinos LILA BUJALDÓN DE ESTEVES Universidad Nacional de Cuyo-CONICET El perfil de los primeros estudiosos que se dedicaron a difundir la Literatura Alemana en nuestro país conforma un acertado muestrario de los distintos tipos de emigrantes de lengua alemana que recibió la Argentina desde el siglo XIX, tema abordado en forma exhaustiva e histórica por Anne Saint Sauver (1995). Casi la mitad de ellos tuvo orígenes judíos y junto a la cultura y lengua alemanas que cultivaban y enseñaban, se dedicaron paralelamente en las primeras décadas del siglo XX a impulsar instituciones que se situaban en zonas de contacto entre lo judío y lo argentino, como la Asociación Hebraica Argentina, en la que por ejemplo Mauricio Nirenstein fue socio fundador y primer presidente, junto a su condición de pionero en el dictado universitario de Literatura Alemana (Bujaldón 2005: 25). La mayoría de estos docentes terminó sus días en el país de acogida, aunque hubo entre ellos también un caso de reemigración a Europa, como el de Werner Bock a Suiza en 1958 (Bujaldon 2003: 210), y otro de nueva emigración “académica” a un país hispanoamericano, en la persona de Guillermo Thiele con su traslado en 1967 a la Universidad de Mérida en Venezuela, después de 30 años de vida en la Argentina (Bujaldon 2003: 1876). Más allá de Mauricio Nirenstein, cuya llegada a Buenos Aires procedente de Egipto en 1889 y entorno familiar se hicieron para la investigación muy difíciles de recuperar1, el resto de estos emigrantes pertenecían a una burguesía más o menos acomodada, donde la lectura y el estudio formaban parte indispensable de su formación y actividad. Incluso, quien llegara a la Argentina en 1910 destinado a expandir la actividad comercial familiar y con un flamante bachillerato aprobado, eligió seguir estudios universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó en 1918. Se trata de Juan Carlos Probst, hijo de una familia de comerciantes de Nuremberg, que mantenía vínculos con la Argentina, de donde exportaba algunas materias primas necesarias para sus actividades comerciales. Por ello la casa de los Probst se había constituido en un consulado de nuestro país en aquella ciudad bávara (Bujaldon 2003: 1432).

1 Paul Armony, especialista en genealogías judías de Buenos Aires, y el Museo de Moisesville confirmaron el nombre del padre como Jacobo M. Nirenstein, fallecido el 4 de noviembre de 1889 y enterrado posteriormente en el cementerio de Moisesville, así como la suposición de la identidad de la madre, Raquel, fallecida el 24 de febrero de 1898 y enterrada en el Cementario de Disidentes de Buenos Aires. También P. Armony sugirió que tal vez el nombre original debió ser Moises, traducido usualmente como Mauricio.


BIBLIOTECAS DE GERMANISTAS ARGENTINOS

29

Al recorrer la trayectoria biográfica de quienes conforman los comienzos de la historia de los estudios alemanes en la universidad argentina se encuentran dos figuras inmigratorias, Mauricio Nirenstein y Juan Carlos Probst. Ellos iniciaron la Germanística en la Universidad de Buenos Aires, de manera acorde con lo que exigía el estadio del desarrollo en que se encontraban las Humanidades en la Facultad de Filosofía y Letras. Ambos, por distintas circunstancias y a pesar de su extranjería, cursaron sus estudios completos en esa Universidad; uno de ellos, Probst, traía de Alemania la sólida formación humanista que brindaban tradicionalmente los “Gymnasien”, colegios secundarios que preparaban para los estudios universitarios alemanes. Este bagaje, sumado al encuentro con profesores como Ernesto Quesada, de sólido prestigio científico, proporcionaron al joven inmigrante Probst un profundo anclaje en la cultura académica argentina de la época, que combinó con la ya incorporada en Alemania. En cambio, los germanistas que emigraron después, en la década de 1930, como Guillermo Thiele, Werner Hoffmann y Alfredo Dornheim, arribaron a la Argentina con una formación universitaria concluida en Alemania e impulsaron los estudios alemanes en universidades fuera de la Capital Federal desde el paradigma científico en que se habían nutrido. Para ellos el objetivo de su tarea académica no era diferente del que perseguían sus colegas en Alemania, a saber, hacer crecer los estudios alemanes desde dentro de la especialidad y con el mayor rigor científico posible. Para Juan C. Probst en cambio, la meta esencial de un docente de Literatura Alemana en la Argentina era la difusión, por lo que se hallaba como tarea central la traducción al castellano de textos relevantes alemanes. Finalmente hay que aceptar que aquello que tuvo los visos de una polémica interna entre profesores de distintas universidades argentinas (Dornheim 2014: 222), alcanzó estatus de discusión transcendente en la Germanística alemana de 1990 en torno al reconocimiento o no de los diferentes espacios culturales en que esa Disciplina se ejercía. El resultado salomónico arrojó un término que alude al lugar donde se ejerce la Germanística extramuros: Germanística del Extranjero, o Auslandsgermanistik. Otra edad y meta entre quienes son considerados germanistas “de la primera hora” las hallamos representadas por Albert Haas, quien con 47 años fue nombrado gerente general para Sudamérica de la Agencia Transoceánica de Noticias y se instaló en Buenos Aires a comienzos de 1920 (Bujaldon 2003: 645). Su intensísima actividad periodística y colaboración en la Legación Alemana muestran la trayectoria de un intermediario cultural que se había propuesto dar a conocer bilateralmente a la Argentina en la Alemania de entre guerras, país al que nunca retornó a establecerse por su muerte repentina en 1930 (Bujaldon 1995: 171). El sector de la colonia alemana en que este diplomático se movió mostraba ya una inserción fuerte en la vida económica y social del país, confirmada incluso por los matrimonios concretados con miembros “patricios” de la sociedad porteña 2. Ejemplos de este sector de la presencia alemana son el Club Alemán, Deutscher Klub (2005), y la Compañía General de Electricidad de Bue Un ejemplo lo constituye el matrimonio del secretario de la Legación Alemana y Ministro Plenipotenciario Baron Hilmar von dem Busche Haddenhausen con la argentina Leonor ­Matínez de Hoz. 2


30

LILA BUJALDÓN DE ESTEVES

nos Aires (AEG) que atraía desde Alemania a empresarios, banqueros, ingenieros3 y personal calificado para conducir esta gran empresa. Los emigrados forzosos entre 1933 y 1945: Werner Bock, Günther Ballin e Ilse Masbach de Brugger pertenecen a los perseguidos raciales por el gobierno nacionalsocialista (Bujaldon 2003, 2005). La Dra. Brugger, como así se la nombraba en los medios universitarios porteños y platenses, emigró en 1938 junto a su esposo y sus padres ya ancianos, gracias a la ayuda de un benefactor radicado en la Argentina. Previamente se había movido en vano entre Italia y Austria para estabilizarse laboralmente. En la Argentina, pese a su formación avalada por títulos universitarios, la Dra. Brugger pasó por ocupaciones diversas para subsistir y finalmente, después de haber revalidado su título y haberse naturalizado, logró la inserción definitiva y prestigiosa en la universidad, hecho no muy habitual en esas décadas por tratarse de una mujer (Bujaldon 2003: 283). Por su parte, Günther Ballin entró ilegalmente al país junto con su esposa desde Montevideo, donde habían llegado con una visa de turista (Bujaldon 2003: 82). En la Buenos Aires de 1939, con una normativa restrictiva en dramático aumento respecto de la inmigración desde Europa, los esperaban familiares de Käthe Levy, la esposa. Lentamente Ballin logró afirmarse en las instituciones judías, como la Asociación Filantrópica Israelita, por la formación que había recibido en Berlín en un prestigioso establecimiento sobre ciencias del judaísmo, y en los primeros tiempos se mantuvo con trabajos ocasionales. Así como había sucedido con el pasaporte, había sido despojado de su título universitario al salir de su país, certificación que le costó mucho recuperar. Werner Bock por su parte emigró con su esposa e hijo gracias a la permuta legal de una tornería ubicada en Buenos Aires que hiciera con un conciudadano decidido a repatriarse a Alemania, según lo permitían el gobierno nazi y argentino (Unseld: 64). Ya iniciada la guerra, la pequeña familia debió separarse en el viaje hacia la Argentina frente a las costas francesas. A la madre se le permitió continuar en el barco, al padre Werner y al hijo Ernst se los internó en el campo de prisioneros llamado “Les Milles”. Poco tiempo después lograron continuar la travesía interrumpida y pisaron suelo argentino en enero de 1940. Seguramente que los libros que los acompañaban como la más valiosa herencia familiar se les habían anticipado con Frieda, la esposa, y ya estaban en Buenos Aires esperando su llegada. La asimilación de los Bock a la cultura alemana, confirmada incluso por la conversión del padre al protestantismo, diversifica aún más el grupo de los judíos de habla alemana, emigrados durante el Nacional Socialismo (Bujaldon 1980: 53). Circunstancia común en la carrera profesional en Alemania de Guillermo Thiele (Bujaldon 2003: 1878), Werner Hoffmann (Bujaldon 2003: 777) y Alfred Dornheim (Bujaldon 2003: 399) fue su paso por la “Deutsche Akademie” de Munich como docentes de alemán para extranjeros y luego, una vez llegados a Buenos Aires entre 1935 y 1937, su posterior paso por la Institución Cultural Argentino-Germana como profesores de lengua alemana. 3 Este es el caso por ejemplo del ing. Ch. A. Gorrisen y su esposa Angeline Krause, quienes establecieron perdurables vínculos con la alta sociedad porteña y los alemanes residentes en Buenos Aires entre 1910 y 1925.


BIBLIOTECAS DE GERMANISTAS ARGENTINOS

31

Por su parte y a partir de las vicisitudes de su inserción laboral, los emigrantes forzosos recorrieron trayectorias culturales que les obligaron a ampliar una tarea académica dedicada exclusivamente a los estudios literarios alemanes: Werner Bock ofreció cursos de filosofía alemana en la Universidad de Montevideo y se prodigó a través del periodismo cultural, tanto en alemán como en castellano; Günther Ballin, junto a su paso por la Cátedra de Literatura Alemana de la Universidad de Buenos Aires, tomó contacto con la educación argentina a partir de sus largos años de docencia secundaria, e Ilse M. de Brugger desarrolló una carrera académica en el ámbito de los estudios ingleses paralela a los alemanes que llevó adelante en la Universidad de La Plata. El papel central que en la labor de estos primeros profesores de literatura alemana tuvieron las bibliotecas que fueron conformando4, tanto en lo que hace a su propia tarea intelectual como en lo referido a la consolidación de la Disciplina, hace valioso recuperar datos y testimonios en torno de ellas. Ellas fueron y son parte del patrimonio cultural que con lengua extranjera enriqueció y enriquece el pasado inmigratorio intelectual y académico de la Argentina.

1. Los fragmentos de la biblioteca de Mauricio Nirenstein5 Así como fue imprescindible comenzar la historia de los germanistas argentinos con la figura de Mauricio Nirenstein (Bujaldon 2006: 63), también lo es ahora, en el momento de preguntarse por sus bibliotecas. Desde el punto de vista de la historia de la Disciplina se hizo necesario rescatarlo del olvido, ya que fuera este un olvido culposo o no. Se le había negado el lugar de pionero que le cupo desde 1922. Fue él quien desarrolló en las aulas de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires programas dedicados a Goethe, a Schiller y a amplios panoramas diacrónicos que abarcaban desde los “orígenes” hasta el siglo XVIII. Dejamos en duda la intencionalidad de borrar su papel de primer profesor que dictara Literatura Alemana desde la cátedra de Literaturas de Europa Septentrional, considerando la transformación hacia la especialización que entre los años 20 y 30 del siglo pasado experimentaran las disciplinas humanísticas y sus estudios en la mencionada Facultad cuando empezaron a crearse los institutos de investigación. Si fue posible que un mismo profesor, como Nirenstein, dictara Literatura Francesa –en el marco de las Literaturas Europeas Meridionales–, Literatura Castellana o Española y Economía Política en la Facultad de Ciencias Económi No se han incluido las bibliotecas de Helmut Albrecht (1901-1965) y de Alfredo Cahn (19021975), el primero, docente pionero de letras alemanas en la Universidad Nacional de Tucumán, el segundo, en la Universidad Nacional de Córdoba. Sobre A. Cahn se lleva actualmente adelante una tesis doctoral a cargo de María Ester Vázquez, que abordará el tema de su biblioteca. 5 Mauricio Nirenstein (1877-1935). Abogado, poeta, docente en la Universidad de Buenos Aires, donde también fue su secretario por largos años, incluso como anfitrión de Albert Einstein en Buenos Aires. Primer profesor que dictara Literatura Alemana entre 1922 y 1930 en la Facultad de Filosofía y Letras y larga actuación en la Sociedad Hebraica Argentina. 4


32

LILA BUJALDÓN DE ESTEVES

Figura 1: La biblioteca actual del ILSE con un retrato de Mauricio Nirenstein

cas, evidentemente el perfil requerido para ser profesor en Filosofía y Letras se condecía, no con una especialización refrendada por publicaciones propias, sino con la capacidad oratoria, el conocimiento de las lenguas vivas, la versación en letras y la frecuente procedencia de los estudios de leyes, perfil que él, junto con el resto del plantel docente, encarnaba en aquellos años fundacionales. La precariedad de esos primeros tiempos salta a la vista por la escasez de libros que los estudiantes debían buscar en distantes y múltiples bibliotecas, situación que seguramente no era la de los profesores como Nirenstein, quien debió conformar a lo largo de su vida una valiosa biblioteca, marcada por la universalidad de su contenido. Así como era considerado un políglota y se movía entre varias literaturas europeas, sus anaqueles debieron reflejarlo. Para ello las librerías comerciales de Buenos Aires habían adquirido una importancia tal desde fines del siglo XIX para difundir ideas y movimientos europeos que ningún centro de habla hispánica lograba equipararlas (Arrieta: 177). Estos primeros profesores universitarios enseñaron también en colegios secundarios como el Nacional de Buenos Aires, el Bernardino Rivadavia y el Instituto Libre de Segunda Enseñanza, en el caso de Nirenstein idioma alemán por largos años. El manejo del idioma alemán, sumado a su carácter de secretario de la universidad y el papel preponderante en la Asociación Hebraica, le valieron la designación de anfitrión porteño de Albert Einstein durante su visita a nuestro país en 1925 (Bujaldon 2005: 85).


BIBLIOTECAS DE GERMANISTAS ARGENTINOS

33

Figura 2: Ex libris de Mauricio Nirenstein

El lugar que ocupaba Nirenstein en los colegios secundarios donde impartía clases se manifestó en el día de duelo que se declaró en estos establecimientos educacionales con motivo de su fallecimiento el 17 de junio de 1935 y los discursos fúnebres que un colega designado se encargó de pronunciar en la Recoleta. En ese marco comprendemos la donación de 3000 ó 3500 libros que Nirenstein hiciera testamentariamente de su biblioteca a favor de uno de ellos, el Instituto Superior de Enseñanza Secundaria, ILSE, fundado en 1892 (Loudet: 156). Hoy, en la biblioteca del ILSE6, solamente algunos ex libris en el sector destinado a “Lenguas Extranjeras” delatan la proveniencia de dicha donación en ediciones antiguas en gótico de Ibsen, Wieland, Eichendorff, Georg Hauptmann, de los dramas de Schiller editados por Bellerman, de las Skandinavische Persönlichkeiten de Georg Brandes7. Los variados idiomas y críticos que Nirenstein listaba en la recomendación de la bibliografía de sus programas de Literatura Alemana, desde Benedetto Croce, pasando por el mencionado danés Brandes, el alemán Albert Bielschowsky y el germanista francés Adolphe Bossert, justifican por un lado aquella catalogación a posteriori para sus libros de “Lenguas extranjeras”, y por otro nos hablan de la universalidad y heterodoxia de sus enfoques, propias de la etapa académica que vivió. Cf. figura 1. Agradezco a Marcelo Burello por la actualización de los datos y las fotografías de la biblioteca del ILSE. 6 7


34

LILA BUJALDÓN DE ESTEVES

La dedicatoria estampada en el ejemplar donado del primer manual de Literatura Alemana aparecido en esos años en Buenos Aires, que guarda la biblioteca del ILSE, confirma el reconocimiento que su autor Albert Haas, otro germanista de la primera hora, le otorgó sin ningún tipo de olvido o retaceo. La dedicatoria dice: “Al Sr. Dr. Mauricio Nirenstein, distinguido intérprete de las letras alemanas. 1928”8. Por otra parte, sabemos del mérito de Nirenstein en torno a la fundación en 1923 de la Asociación Hebraica Argentina, uno de cuyos objetivos fue precisamente la conformación de una biblioteca con especialización en temas argentinos y judíos, como concreción de la meta principal de la Asociación de promover la cultura judía, argentina y universal. Algunos libros donados por él, conforman en la actualidad una biblioteca de 30 mil libros, junto a otros que pertenecieron a Alberto Gerchunoff, Marcelo Schlimovich, Carlos Grünberg, Leon Dujovne, Salomon Resnick, Jacob Shatzky y Gerardo Mazur 9. Es así que podemos, en parte imaginariamente, caracterizar la biblioteca de Mauricio Nirenstein según el perfil que Rubén Darío hizo de él, cuando durante su estancia en Buenos Aires fueran contertulios en las cervecerías porteñas: “nos mostraba selecciones de letras alemanas y nos instruía en asuntos talmúdicos” (Darío 1947: 123). Del mismo Darío han quedado testimonios de su descubrimiento del poeta Heine llevado de la mano por el profesor Nirenstein, quien fuera recordado por sus traducciones de “Das Buch der Lieder”, “El libro de los cantares” (Battistessa 1968: 20).

2. La biblioteca perdida de Albert Haas10 La biblioteca de Albert Haas, hombre de la diplomacia alemana que llegó a la Argentina en 1920, nos hubiera seguramente sorprendido por la presencia en ella de numerosas obras literarias argentinas contemporáneas, junto a otras históricas y geográficas, que él o tradujo o utilizó como bibliografía de primer agua para escribir sobre nuestro país y así hacerlo conocer en la Alemania de la Primera Posguerra. Su febril actividad bilateral se ve reflejada, por ejemplo, en la renovación de la revista Zeitschrift des deutschen Wissenschaftlichen Vereins en la nueva, bimestral Phoenix. Zeitschrift für die deutsche Geistesarbeit in Südamerika, desde 1921. Esta última estuvo acompañada por un número anual en castellano. Estas revistas estaban destinadas a difundir los aportes sobre el conocimiento de Sudamérica logrados por científicos alemanes. A la vez escribió numerosos artículos periodísticos Ejemplar guardado en la biblioteca del ILSE de Albert Haas Historia de la literatura alemana moderna. Buenos Aires: Imprenta de la Universidad, 1928. 9 Agradezco estos datos a Débora Szumacher, bibliotecaria de la Asociación Hebraica Argentina, en un correo electrónico del 1/04/2015. 10 Albert Haas (1873-1930). Estudios de filosofía, periodismo y literatura alemana en Berlín. Estadía docente en Estados Unidos y –a su retorno en 1910– periodismo comercial. Traslado a la Argentina en 1920, encargado de la Agencia de Noticias Transoceánicas para Alemania. En Buenos Aires, editor de Phoenix, revista de la Sociedad Científica Alemana (1920-1925) y autor de Historia de la Literatura Alemana Moderna (1928), fruto del curso universitario sobre la materia en la Universidad de Buenos Aires. 8


BIBLIOTECAS DE GERMANISTAS ARGENTINOS

35

durante una década para diarios alemanes como el Kölnische Zeitung y el berlinés Vossische Zeitung sobre economía, política y cultura argentinas. En 1928 dictó un largo curso sobre la historia de la Literatura Alemana en las aulas de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires que luego se transformó en un manual, provisto de numerosas citas de textos alemanes que él mismo había traducido para sus clases. Para ello, el manejo de una biblioteca alemana provista de los autores a que se refería hablan de anaqueles amplios y valiosos, además de un archivo importante proveniente de su gestión como director de la revista Phoenix. Un vestigio de ello es el fragmento de diario de Robert Krause, que le fue entregado por una descendiente del joven pintor viajero que acompañó a Rugendas en el cruce de la cordillera de los Andes en 1834, y que Haas se preocupó por traducir al castellano y publicar en la edición Fénix de su revista (Krause 1923: 42). Por su repentino fallecimiento, en 1930, y según lo señalan algunas necrologías, quedaron inéditos voluminosos manuscritos, que desaparecieron como habrá sucedido con su biblioteca. No hay ningún indicio de que lo acompañaba la familia en el destino argentino que hubiera podido hacerse cargo de ella y en el Ibero-amerikansiches Archiv de Berlín están guardados solo un par de materiales como pertenecientes a su legado. Sin embargo Albert Haas nos ha dejado algunos aportes interesantes en torno al tema tratado, ya que en el afán de caracterizar la inmigración alemana a la Argentina, de aquella correspondiente a mediados del siglo XIX, relata de ella que no obstante haberse mezclado con el patriciado porteño a través de alianzas matrimoniales: “en sus casas uno se tropieza a menudo y de una manera sorpresiva con bibliotecas alemanas y con mobiliarios alemanes que comprueban en su elegante sencillez el origen culto del fundador de la familia” (Haas: 562)11. Como ejemplo de ello nombra al hijo del inmigrante alemán Germán Frers y de la argentina Rosario Lynch, el Dr. Emilio Frers, con quien ha mantenido un trato cercano. E. Frers le ha confiado que desearía donar su biblioteca alemana a alguna institución pública argentina, para paliar así en algo la escasez de material científico de esa procedencia. A partir de esa información nos explicamos el nombre “Emilio Frers” que lleva la biblioteca de la Universidad del Museo Social Argentino, heredera de la institución homónima que ese primer ministro de Agricultura del país ayudara a fundar en 1911, junto con una biografía prolífica en contribuciones trascendentes para el desarrollo agropecuario de la Argentina.

En el original alemán: “In ihren Häusern stoesst man oft ganz ueberraschenderweise auf deutsche Bibliotheken und auf alte, in ihrer vornehmen Einfachheit den gebildeten Ursprung des Famliengruenders beweisende deutsche Zimmereinrichtungen”.

11


36

LILA BUJALDÓN DE ESTEVES

3. Juan Probst12 y la biblioteca del Instituto de Estudios Germánicos, hoy biblioteca Heinrich Heine La presencia académica de los estudios alemanes en la universidad argentina está unida a la figura de Hans Carl o Juan Carlos Probst. Al crearse en 1937 el Instituto de Estudios Germánicos en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, él resultó designado como primer director, cargo que ejerció casi por 20 años hasta 1955. En la ordenanza de creación, fechada el 16 de abril y firmada por el decano Coriolano Alberini (Boletín 1940: 205) se puntualiza entre uno de sus fines, la formación de una biblioteca especializada para el cultivo de los estudios de lengua y literatura alemanas, así como el fichado de la bibliografía alemana traducida al castellano. Otra de las tareas asignadas al Instituto era la realización de publicaciones, cumplida en primer término por Probst a través del Boletín del Instituto, aparecido en los primeros tiempos en forma de varios números por año. Gracias a ellos conocemos detalladamente el crecimiento de la biblioteca en formación y aun su catálogo en un estadio inicial (Boletín: 1939, 70). Las 911 obras que se detallan han sido obtenidas por donación y por compra, a lo que hay que sumar la existencia de 20 revistas. Entre los autores se destaca Lessing y Kleist. Los donantes alemanes son nombrados, la Deutsche Akademie de Munich (Academia Alemana) y el Deutsch-Ausländischer Buchaustausch (Canje germano-extranjero de libros) de Berlín. Según la memoria de 1941 los volúmenes han llegado a 1.148, pero por causa de la guerra no se ha recibido ninguna revista más. El fichero ha avanzado con la catalogación de los artículos de las mismas, fichas que ascienden a 6.800 y que han sido tarea en un primer momento del adscripto honorario Guillermo Thiele y luego de Ilse M. de Brugger, ambos conocidos en los anales de la historia de la Germanística local. Abundan los títulos de disertaciones y se ha colado algún texto sobre pedagogía y doctrina racial, como el de R. Benze. Cuando se reanude en 1949 la aparición del Boletín, la evolución de la biblioteca no figurará entre sus informaciones, seguramente a partir de la consolidación y el volumen que ya que adquirido. Quizás deberíamos añadir, en la opinión de una ex directora de la Biblioteca Central de la Facultad de Filosofía y Letras, que estas bibliotecas de los institutos fueron y han seguido siendo totalmente independientes y además, muy celosas de esta condición. Relata Josefa Sabor que se ocupan de ellas sus propios bibliotecarios, los directores de los institutos o los profesores de la especialidad y la ayuda que se mandó ocasionalmente a la biblioteca del Instituto de Estudios Germánicos fue una catalogadora, Elena Ardissone, para organizar el fichero13.

12 Juan Carlos Probst (1892-1973) nacido en Nuremberg, llegó con 18 años a la Argentina. En 1918 egresó de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires con el título de “doctor”. Publicó estudios sobre historia de la educación colonial. Desde 1937 a cargo del Instituto de Estudios Germánicos de dicha Facultad hasta 1955, luego fue su Director honorario. Editor de la Antología Alemana (1944-1968) y de Estudios Germánicos (1939-1955). Abundantes artículos y traducciones, numerosos viajes a Alemania. 13 Carta de Josefa Sabor a la autora, fechada 27.04.1999.


BIBLIOTECAS DE GERMANISTAS ARGENTINOS

37

Hacia el fin de su vida, Probst expresó en sus cartas la voluntad de donar sus libros a la biblioteca por él fundada14, después que la Facultad le tributara un reconocimiento institucional al nombrarlo profesor emérito y director honorario del Instituto de Estudios Germánicos. Asimismo pensó en hacerles llegar algunos de los libros a sus allegados en Alemania, quienes lo habían ayudado permanentemente en sus búsquedas bibliográficas. Recordemos que a pesar de estar separado de la Facultad, Probst estaba empeñado en continuar con la publicación de la Antología Alemana, compuesta por 33 fascículos de textos bilingües que abarcaron la producción literaria alemana desde la biblia de Wulfila, en el siglo IV, hasta el Sturm und Drang de fines del siglo XVIII15.

4. La biblioteca perdida y recuperada de Werner Bock16 Entre quienes debieron abandonar Alemania por causa del Nacional Socialismo, no son muchos aquellos escritores que hicieron del exilio una plataforma de crecimiento intelectual y creativo. Werner Bock, llegado a la Argentina a comienzos de 1940, es uno de ellos y en forma paradigmática su biblioteca refleja una trayectoria que, conservando la cultura de origen, se amplía a una nueva dimensión idiomática sudamericana, marcada por la lengua y las tradiciones hispánicas, de origen greco-latino en su apreciación. En distintos recuerdos autobiográficos, Bock cuenta que trajo consigo unos pocos libros, 60 especifica él, de la biblioteca familiar de la ciudad de Giessen que albergaba a miles de ellos. Se trataba de un lugar central en su hogar, donde Alfred Bock, el padre, escribía y recibía a conocidas personalidades culturales de la época. En los anaqueles se encontraban valiosas ediciones, firmadas y entregadas de la mano de los propios autores, incluso por el mismo Goethe. Junto a los libros transportados a la Argentina, se hallaban también los manuscritos inéditos del diario de su padre, que verían la luz en Alemania a fines de la década del 50 como una deuda cumplida por el hijo escritor de la familia (Bock, A., 1959). También relata Bock sus andanzas para comprar, para tratar de rehacer una biblioteca alemana en la lejana Buenos Aires. Su asombro es grande al comprobar las montañas de libros que ofrecen los anticuarios, provenientes de bibliotecas de emigrantes que quizás las entregaran al peso o por metro (Bock, W., 1957: 90). Se trata de un escenario de librerías alemanas que llegarán a la docena, cuyo origen en muchos casos son los libros personales traídos por el propio dueño al abandonar Alemania, como es el caso de Juan Henschel en 1942 y de James Friedmann, en sus primeros tiempos como librero (Münster 2011: 158). Varias de Carta de Juan C,Probst a R. Parsch, fechada el 20.07.1968, Se halla transcripta una lista de los títulos y contenido de cada uno de los fascículos de la Antología Alemana en mi libro Historia de la Germanística argentina Ídem nota …, pp. 143-147. 16 Werner Bock (1893-1962), nació en Giessen, hijo del escritor regionalista Alfred Bock. Estudio filosofía y literatura alemanas, participó en la Primera Guerra Mundial. Dedicado a tareas comerciales hasta su emigración a la Argentina en 1939. Numerosos artículos culturales en La Nación, Correo Literario, Sur; libros de crítica literaria (Idea y amor, Momento y eternidad), obras de creación: relatos, páginas de diario, cuentos, poesía (exclusivamente en alemán). Murió en Zurich en 1962, país suizo al que había retornado en 1958. 14

15


38

LILA BUJALDÓN DE ESTEVES

estas librerías incorporan también el servicio de una biblioteca circulante que ofrece préstamos domiciliarios por un muy módico precio a los recién llegados que ansían seguir leyendo en alemán. Nombremos por ejemplo al Hilfsverein deutsch-sprechender Juden (AFI). Esta institución surgida para paliar las necesidades de los miles de judíos alemanes recién llegados, junto a los cursos de español, la búsqueda de vivienda y el asesoramiento legal, fue también formando una biblioteca circulante sobre la base de donaciones que ya en 1945 sumaban los 5.000 ejemplares. Hoy, según recientes informaciones, se halla en el Hogar de Ancianos Adolfo Hirsch de San Miguel, junto al archivo del AFI, en vías de digitalización17. El autor Robert Schopflocher (1927-2016), emigrado muy joven, recuerda además, junto a las librerías alemanas ya mencionadas, unas 20 editoriales existentes en aquella “isla cultural”, como él la llama, oasis que forjaron en Buenos Aires los emigrantes judíos de habla alemana, pero que hoy han desaparecido (Schopflocher 2012: 43). Pero en aquella década Bock pudo hacerse no solo de algunas ediciones antiguas primorosas, que reproducían en algún punto la atmósfera de la biblioteca familiar, sino comprobar con satisfacción en aquellas librerías la accesibilidad a todos los libros estigmatizados por la censura nacional socialista. Además descubrió la existencia de verdaderos libreros, hombres de oficio, que vendían tanto obras en alemán como traducciones a ese idioma de una vasta producción mundial. ¿Se referirá al anticuario Pablo Keins con su local de la Galería Witcomb de calle Florida o a la librería Pigmalion donde aconsejaban a sus clientes, entre ellos a Borges, Lily Lebach, Horst Stephan y Alberto Manguel en la calle Corrientes? Podríamos resaltar que según el estudio de Münster (2011: 158) sobre las librerías de judíos alemanes surgidas en la Buenos Aires de la época, también hubo excelentes mujeres dedicadas al oficio, como Trude Keins, Edith Silber, Viviana Steinberg, Edith Zanders, la antes mencionada Lily Lebach, entre otras que continuaron emprendimientos familiares o los iniciaron ellas mismas. Luego de casi veinte años de vivir en la Argentina, Werner Bock regresó a fines de 1958 definitivamente a Europa, más precisamente a la Suiza italiana. Desde 1950 había comenzado a realizar viajes al viejo continente, se había reencontrado con la ciudad natal y había entrado en contacto con ámbitos culturales y sociales de posguerra que le habían ofrecido paulatinamente un lugar como escritor y como intermediario de la Argentina. Sin dudas que la posibilidad de tener el papel de intelectual reemigrado, a la vez que de conocedor de la literatura argentina contemporánea, deben haberle sido muy atractivos en el marco de un espacio europeo multicultural, como él consideraba a la Suiza de entonces. Al retornar, lo hizo también con su “nueva” biblioteca, cercana a los 2.000 libros, momento en que seguramente los inventarió. Existe una copia de dicho inventario en el Deutsches Literatur Archiv de Marbach18, donde está depositada la mayor parte de su legado. En un correo electrónico del 9 de marzo 2015 la secretaria, Mercedes Olmedo, me informó sobre la digitalización del archivo. 18 Lista de sus libros con la signatura : “Verschiedenes , Aufstellung der Bibliothek, Zugangs Nr. 89.25.16”. 17


BIBLIOTECAS DE GERMANISTAS ARGENTINOS

39

Werner Bock no se desprendió de sus libros, los que a su muerte pasaron a manos de su hijo Ernst, quien vivió por largos años también en el Tesino suizo. En ese inventario se resumen no solo las predilecciones, andanzas y amistades intelectuales de su dueño, sino la apertura al nuevo idioma y cultura que le tocó descubrir en el exilio. A pesar de no estar consignados en el inventario como tales los libros que trajo a la Argentina en aquel aciago viaje que empezó en noviembre de 1939, sin embargo es fácil pensar que los más de treinta títulos de relatos y obras de teatro entre 1890 y 1930 que tienen a su padre Alfred como autor “regional” debieron ser elegidos por el hijo para acompañarlo en el lejano destino, así como una edición de las obras de Goethe en 20 tomos proveniente de 181519 y las de Martin Wieland de 1794, objeto en 1919 de su tesis doctoral, que también están registradas en su lista/inventario de 1958. Las obras de escritores alemanes, así como los estudios críticos que las acompañan, apuntan junto a los clásicos Goethe y Schiller, sobre todo al romanticismo, Kleist, Novalis, Heine, Eichendorff, Brentano, Tieck, Hölderlin, Chamisso, acercándose al siglo XX con Gerhart Hauptmann, Stefan George, Karl Wolfskehl, R. M. Rilke, Alfred Mommbert, Hermann Hesse, Hans Carossa, Rudolf Kassner, Gottfried Benn, las obras del conde de Keyserling, Henry Benrath, Kasimir Edschmid, Thomas Mann, entre muchos otros a los que en alguna ocasión dedicara un ensayo en castellano. Es contundente la presencia de obras de filósofos como Herder, Arthur Schopenhauer y Nietzsche, algún texto de Heidegger, junto a varios libros de Unamuno y Ortega y Gasset. En torno a la literatura de exilio aparecen obras de Walter Berendsohn, F. C. Weiskopf, Hermann Kesten, Paul Zech, Leonhard Frank, Hans Silber, Anna Seghers, Max Tepp, Günther Ballin, Ilse M. de Brugger, acompañados de una extensa bibliografía de revistas argentinas provenientes de Buenos Aires, Tucumán, Mendoza, tales como Verbum, Nosotros, Humanitas, Estudios Germánicos, que albergan varios artículos dedicados a Schiller y Goethe. Los autores argentinos presentes en el inventario son Ezequiel Martínez Estrada, Enrique Larreta, Eduardo Mallea, Jorge Luis Borges, Carlos Marfany, Baldomero Fernández Moreno, Ernesto Sábado, César Rosales, Ricardo Güiraldes, Abelardo Arias, así como traducciones al alemán de lírica y narrativa latino­ americana, en las antologías Unter dem Kreuz des Südens y Schwan im Schatten de Albert Theile, su amigo de las Deutsche Blätter de Santiago de Chile. Consignando cuidadosamente el número de ejemplares existentes, también están listadas sus propias obras y en la sección de arte, en aquellos opúsculos o folletos que conservó, sobresalen los referidos a la ciudad natal, Giessen, en su descripción arquitectónica y sobre todo los referidos al colegio secundario donde hizo el bachillerato. Si solamente como material biográfico de Werner Bock hubiera sobrevivido el inventario de la biblioteca que nuevamente cruzó el oceáno para acompañar al

Se trata de Goethes Werke. Stuttgart y Tübingen en la J. G. Cotta´schen Buchhandlung en 20 tomos, 1815. 19


40

LILA BUJALDÓN DE ESTEVES

reemigrado en los últimos años de su vida, su lectura nos hubiera bastado en primer lugar para comprobar la unidad psíquica mantenida al lograr reunir libros de su vida pasada en Alemania con aquellos del tiempo del exilio; en segundo lugar se haría evidente la ampliación lograda desde el decidido anclaje en la literatura alemana de origen hacia la letras del país que le tocó en suerte y lo acogió culturalmente.

5. Las bibliotecas de Ilse M. de Brugger20 y Günther Ballin21 Los destinos finales solitarios de dos germanistas llegados a la Argentina durante los años del Nacional Socialismo en Alemania, Günther Ballin e Ilse Masbach de Brugger explican quizás la desaparición de sus bibliotecas personales, que suponemos valiosas por los largos años de docencia que llevaron adelante en el ámbito de las letras alemanas. Ballin había enviudado muchos años antes de su propia desaparición física en 1982 e Ilse M. de Brugger estaba divorciada y falleció en un geriátrico en 1995. De su legado se conoce el destino de la propia y extensa producción, sobre todo crítica, que consta estar depositada en la biblioteca de la Universidad Católica Argentina (UCA). La estrecha relación de la profesora Brugger con la Institución Cultural Argentino-Germana (ICAG) también nos lleva a pensar que su biblioteca pudo haber llegado parcialmente allí. Dado que Ballin en 1939 había ingresado ilegalmente en la Argentina, en un bote nocturno desde Uruguay por carecer de visa, seguramente no trajo consigo ningún libro, ya que en el relato de la peripecia inmigratoria contó cómo en el paso fronterizo de Saarbrücken fue despojado hasta de la documentación personal e inclusive del título universitario berlinés (Damus 1982: 43). De la veintena de libros que llevan un “ex libris” de donación por parte de Ballin en el Colegio Pestalozzi22, uno de ellos nos remite a una etapa biográfica que tendrá su correlato en Buenos Aires: su paso en Berlín entre 1935 y 1938 por la Lehranstalt für die Wissenschaft des Judentums (Institución educativa de la ciencia del judaísmo). Aunque Ballin había concluido sus estudios de germanística y teatro en 1930 en la Universidad de Berlín, su condición de judío le vedaba el acceso a la 20 Ilse Masbach de Brugger (1908-1995) nació en Berlín y murió en Buenos Aires. Emigró en 1938 a la Argentina por el origen judío de su padre. Se había graduado en estudios alemanes e ingleses en la universidad de Innsbruck, Austria (1930). Carrera docente en la Universidad de Buenos Aires, La Plata y la Universidad Católica Argentina como profesora de Literatura Alemana e Inglesa. Amplia tarea de difusión cultural en diarios, revistas especializadas y en Radio Nacional. Numerosas traducciones, muchas inéditas, y obras de creación poética. 21 Günther Ballin (1909-1982) nació en Berlín y murió en Buenos Aires. Estudios de teatro, germanística e historia, hasta su promoción en 1932. Docente en la Escuela de la Comunidad Reformada y estudios en la Institución para la Ciencia del Judaísmo hasta 1939, en que emigró a la Argentina. Docente en la Escuela Pestalozzi por 25 años, director del teatro escolar en dicho establecimiento. Profesor de Literatura Alemana en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) entre 1956 y 1964. Presidente honorario de la Asociación Cultural Israelita de Buenos Aires. Publicó una novela (Zwischen Gestern und Morgen, 1945), poemas y relatos en alemán, ensayos de crítica literaria y una autobiografía. 22 Ver al final del artículo, figura 3.


BIBLIOTECAS DE GERMANISTAS ARGENTINOS

Figura 3: Ex libris de Günter Ballin

41

Figura 4: Retrato de Günther Ballin, incluido por él en el tomo I de sus memorias Es war ja erst gestern.

docencia según las disposiciones del régimen nacional socialista. De allí que se volcara al estudio del judaísmo, incluyendo el hebreo, en la institución creada por Abraham Geiger en 1873, el mencionado Lehranstalt für die Wissenschaft des Judentums. El libro más importante de Geiger fue precisamente Urschrift und Übersetzungen der Bibel (Escritura originaria y traducciones de la biblia), que proponía el estudio científico de las escrituras sagradas. Este libro es el que encontramos en los estantes de la biblioteca del Colegio Pestalozzi y que nos remite también al lugar que su antiguo propietario ocupó en la Asociación Cultural Israelita de Buenos Aires de la que fue luego presidente honorario y en la que tuvo a cargo la publicación Filantropia, siendo además miembro de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Ballin encontró un lugar en el Colegio Pestalozzi como docente de latín y alemán (1951-1974), y luego como director de teatro (1951-1982), tarea que cumplió en forma tan satisfactoria durante largos años que los ex alumnos guardan todavía hoy un recuerdo inolvidable y luminoso de su bonhomía. Publicó en 1945 una novela en alemán en la editorial de exilio Cosmopolita, Zwischen gestern und morgen (Entre el ayer y el mañana), algunos poemas y artículos en el Argentinisches Tageblatt y en el Jüdische Wochenschau, así como en el diario La Prensa y en otras revistas culturales. En la Facultad de Filosofía y Letras dictó Literatura Alemana como profesor adjunto (1956-1965), luego de la salida de Juan C. Probst de la cátedra, en la que había quedado a cargo Gerardo Moldenhauer. Al escribir sus memorias, Ballin elogia con entusiasmo la obra de Lessing y deja escapar que en la mesa de luz tenía una valiosísima edición crítica de su autor predilecto, lo que nos remite a la existencia de una biblioteca personal


42

LILA BUJALDÓN DE ESTEVES

significativa. Escribe: “siempre descansa un tomo de Lessing sobre mi mesa de luz, presta atención amigo de los libros: en la primera edición crítica de Lachmann de 1857, ¡una joya! “ (Ballin: 119)23. La condición heterogénea y raquítica de la lista de libros de Ballin encontrados en la biblioteca escolar del Colegio Pestalozzi muestra la apertura hacia autores y textos de la inmediata posguerra, como Theodor Plivier, así como el interés por obras de consulta histórica de referencia 24. La inexistencia de listas de donación oscurece toda búsqueda posible. Aun en algunos libros quedan restos casi imperceptibles de un ex libris desaparecido. Quizás en otra biblioteca de los ámbitos que Ballin frecuentaba puedan seguir hallándose restos de los libros que lo rodean en el retrato fotográfico que eligió para encabezar sus memorias25.

Las bibliotecas perdidas de Werner Hoffmann26 y Guillermo Thiele27 La vinculación con la Institución Cultural Argentino-Germana (ICAG) debió ser intensa para algunos de sus miembros, como Werner Hoffmann, profesor de Literatura Alemana de la Universidad del Salvador, de quien se me informó que había donado su biblioteca testamentariamente a la ICAG, donde había sido docente en la Segunda Posguerra. Sin embargo sus libros fueron vendidos por un familiar, luego de su muerte en 198928. Otra venta decidida por la familia es la de la biblioteca germanística de Guillermo Thiele, primer colaborador de Juan C. Probst en el Instituto de Estudios Germánicos de la Universidad de Buenos Aires, venta que vino a paliar deudas inmobiliarias y de refacción de un departamento porteño abandonado. Desde fines de la década del 60 Thiele y su esposa Alicia Gubitsch se trasladaron a la 23 En el original alemán: “stets ein Band Lessing auf meinem Nachttisch liegt, Bücherfreund, hört zu: in der ersten kritischen Ausgabe von 1857 durch Lachmann- einer Kostbarkeit!” . 24 Agradezco a Florencia Martin y al actual bibliotecario, Mariano Vespignani, por los datos actualizados. 25 Ver la figura 4. 26 Werner Hoffmann (1907-1989) nació en Strehlen, hoy Polonia. Murió en Buenos Aires. Estudió germanística en Alemania y Francia. Después de su promoción, tareas pedagógicas en Breslau. Se trasladó a la Argentina en 1934. En Buenos Aires, docente de alemán en la Institución Cultural Argentino-Germana, de literatura en la escuela Goethe-Schule, profesor de Literatura Alemana en la Universidad del Salvador y profesor visitante en la Universidad de Puerto Rico. Obra de creación: poesía y prosa, dramaturgia; crítica literaria, estudios históricos y traducción. 27 Guillermo Thiele (1904-1983) nació en Alemania y murió en Venezuela. Estudios de germanística, filología clásica y lingüística en Hamburgo. En 1935 emigró a la Argentina. Docente de alemán en la Institución Cultural Argentino-Germana y en el Instituto de Estudios Germánicos de la UBA; profesor de griego en las universidades de Tucumán, Bahía Blanca, Litoral, La Plata. Luego de la jubilación, traslado a la universidad de Mérida como director del Instituto de Lenguas Clásicas. Actividad radial de difusión cultural. Realizó traducciones y estudios críticos sobre autores alemanes medievales y siglo XX, publicó manuales de enseñanza de alemán y griego. 28 El informante, de trato profesional asiduo con Werner Hoffmann, me pidió no ser identificado.


BIBLIOTECAS DE GERMANISTAS ARGENTINOS

43

universidad de Los Andes en Venezuela, donde el filólogo falleció en 1983. La biblioteca de filología clásica de 700 libros que Thiele poseía en Mérida se encuentra muy valorada en la universidad, en proceso de catalogación29.

Biblioteca donada de Alfredo30 y Nicolás Dornheim31 Otra biblioteca germanística que sí ha permanecido en el ámbito universitario corresponde a la de la familia de Alfredo y Nicolás Dornheim, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo. Ambos fueron profesores de Literatura Alemana, primero Alfredo de 1948 a 1969, luego Nicolás hasta 2003. La valiosa colección donada de más de 400 libros, sobre todo de literatura alemana de la inmediata Segunda Posguerra, junto a ediciones completas de autores clásicos alemanes enriquece la posibilidad de desarrollar la docencia e investigación en esta Disciplina en la universidad cuyana en que me desempeño32.

Biblioteca destruida, biblioteca reconstruida Más allá de la controversia acerca de la pertenencia o no del estudio de la lengua, la literatura y la cultura idish al campo de la Germanística, pertenencia que se reivindica en cada congreso internacional de la asociación mundial IVG33 con secciones cada vez más concurridas y numerosas, nos encontramos en la Argentina con escritores y germanistas que ostentan contribuciones originales en publicaciones judías de lengua alemana como el Jüdische Wochenschau, tal el caso de Paul Zech, Hans Silber y Günther Ballin en la década del 40. El IWO, creador en 1939 de una biblioteca y archivo histórico para la investigación y preservación de la cultura judía en la Argentina, conformó también una hemeroteca de periódicos, entre ellos el Jüdische Wochenschau/Semanario Israelita –la mayoría en idish–, junto a valiosas colecciones que lo fueron Cf. Guillermo Thiele (Vida y Obra) by Isabel Olmos on Prezi https://prezi.com/u.../guillermothiele-vida-y-obra/ 30 Alfredo Dornheim (1909-1969) nació en Hamburgo y murió en Mendoza. Estudios de lingüística, lenguas románicas, literatura inglesa y germanística. Docente de alemán en Murcia (España), emigración a la Argentina en 1937. Docente de alemán en la Institución Cultural Argentino-Germana en Buenos Aires. Traslado a Mendoza en 1940: docente y director del Instituto de Estudios germánicos en la Universidad de Cuyo, profesor de Literatura Alemana en la Facultad de Filosofía y Letras hasta 1969. Socio fundador y director del Instituto Cuyano de Cultura Alemana y la Sociedad Goetheana Argentina. Editor del Boletín de Estudios Germánicos, ensayos de crítica literaria, ediciones, traducciones. 31 Nicolás J. Dornheim (1937-2004) nació y murió en Mendoza. Estudios de letras en la Universidad de Cuyo y en la Universidad de Munich, donde se doctoró. Profesor de Literatura alemana y austriaca en la Facultad de Filosofía y Letras (UNCuyo) hasta 2003. Creador del Centro de Literatura Comparada en dicha universidad y cofundador de asociaciones nacionales y latinoamericanas de estudios literarios. Abundante tarea de crítica literaria publicada. 32 Donación Prof. Dornheim. Base de datos monográfica 1992/2009. Biblioteca. Facultad de Filosofía y Letras. UNCuyo. 33 La sigla corresponde a Internationale Vereinigung für Germanistik 29


44

LILA BUJALDÓN DE ESTEVES

enriqueciendo. Desde 1945 se había trasladado al tercer piso de la Asociación Mutual Israelita Argentina, AMIA, de la calle Pasteur 633. Como lamentablemente todos sabemos, el atentado del 18 de julio de 1994 destruyó el edificio, y además de las cuantiosas vidas humanas irrecuperables que se perdieron, también quedó destruida la biblioteca y archivo del IWO. Según las informaciones y gracias a la acción de rescate inmediato del material, se recuperaron 60 mil libros, diarios, documentos, discos, fotografías, manuscritos, obras de arte y objetos rituales. Entre 1994 y 1998 se los secó, limpió, ordenó e inventarió, para luego comenzar la catalogación. También se informó que a partir de 2010 se emprendió la tarea de digitalización de libros y de materiales de archivo. Estos forman parte ahora del Patrimonio Cultural de la ciudad de Buenos Aires, según ley 1227/03. Las palabras de los jóvenes, unos 800 voluntarios de escuelas judías y no judías, que ayudaron a rescatar esta biblioteca son mucho más elocuentes que cualquier aseveración que podamos hacer para concluir estas páginas, ya que apuntan al valor último de los libros, de los archivos, de las bibliotecas (Compte 2006). Los testimonios vivenciales de alguno de los jóvenes voluntarios resumen el valor de una biblioteca: “Ahora puedo decirles a todos que los libros en idish existen y que pueden consultarlos si quieren” y más rotundamente: “La verdad es que para nosotros salvar un libro fue casi como salvar una vida”. Nos quedará a nosotros, germanistas, la pregunta por el destino de nuestros propios libros y quizás la paleta de caminos recorridos por ellos hasta hoy, de conservación o desaparición, desde Mauricio Nirenstein hasta Nicolás Dornheim, nos puedan ayudar a resolverlo.

Bibliografía Arrieta, Rafael Alberto. La ciudad y los libros. Excursión bibliográfica por el pasado porteño. Buenos Aires: Librería del Colegio, 1955. Ballin, Günther. Es war ja erst gestern. Erinnerungen. Bd. 2. Buenos Aires: 1980. Battistessa, Ángel J. “Rubén Darío, poeta, en perspectiva conjunta”. Cuadernos del idioma II (1968): 2-43 . Bock, Alfred. Tagebücher. Ausgewählt und mit einem Nachwort versehen von Werner Bock. Heidelberg und Darmstadt: Lambert Schneider, 1959. Bock, Werner. “Dein Buch, dein Freund”. Südamerika, VIII, nr. 2, Okt./Nov./Dez. (1957): 90-92. Bujaldón de Esteves, Lila.”El tema del exilio en la obra literaria de Werner Bock”. Humboldt 72 (1980): 53-65. --. “Alberto Haas y su labor de intermediación argentino-germana”. En Rohland de Langbehn, Regula; Vedda, Miguel (ed.): De Franz Kafka a Thomas Bernhard. Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, 1995: 171-178. --. “Germanistik und Exil in Argentinien”. Jahrbuch für Internationale Germanistik 63 (2003): 285-290.


BIBLIOTECAS DE GERMANISTAS ARGENTINOS

45

--. “Werner Bock.” En König, Christoph; Wägenbaur, Birgit; Frindt, Andrea; Knick­ mann, Hanne; Michel, Volker; Reinthal, Angela; Rommel, Karla (ed.): Internationales Germanistenlexikon 1800-1950. Bd. 1. Berlin, New York: de Gruyter, 2003: 210-212. --. “Guillermo Thiele”. En König, Christoph; Wägenbaur, Birgit; Frindt, Andrea; Knickmann, Hanne; Michel, Volker; Reinthal, Angela; Rommel, Karla (ed.): Internationales Germanistenlexikon 1800-1950. Bd. 3. Berlin, New York: de Gruyter, 2003: 1876-1877. --. “Juan C. Probst”. En König, Christoph; Wägenbaur, Birgit; Frindt, Andrea; Knickmann, Hanne; Michel, Volker; Reinthal, Angela; Rommel, Karla (ed.): Internationales Germanistenlexikon 1800-1950. Bd. 3. Berlin, New York: de Gruyter, 2003:1432-1434. --. “Albert Haas”. En König, Christoph; Wägenbaur, Birgit; Frindt, Andrea; Knick­ mann, Hanne; Michel, Volker; Reinthal, Angela; Rommel, Karla (ed.): Internationales Germanistenlexikon 1800-1950. Bd. 2. Berlin, New York: de Gruyter, 2003: 645-646. --. “Ilse M. de Brugger”. En König, Christoph; Wägenbaur, Birgit; Frindt, Andrea; Knickmann, Hanne; Michel, Volker; Reinthal, Angela; Rommel, Karla (ed.): Internationales Germanistenlexikon 1800-1950. Bd. 1. Berlin, New York: de Gruyter, 2003: 283-284. --. “Günther Ballin”. En König, Christoph; Wägenbaur, Birgit; Frindt, Andrea; Knick­mann, Hanne; Michel, Volker; Reinthal, Angela; Rommel, Karla (ed.): Internationales Germanistenlexikon 1800-1950. Bd. 1. Berlin, New York: de Gruyter, 2003: 82-83. --, “Guillermo Thiele”. En: König, Christoph; Wägenbaur, Birgit; Frindt, Andrea; Knickmann, Hanne; Michel, Volker; Reinthal, Angela; Rommel, Karla (ed.): Internationales Germanistenlexikon 1800-1950. Bd. 3. Berlin, New York: de Gruyter, 2003: 1876-1877. --. “Werner Hoffmann”. En: König, Christoph; Wägenbaur, Birgit; Frindt, Andrea; Knickmann, Hanne; Michel, Volker; Reinthal, Angela; Rommel, Karla (ed.): Internationales Germanistenlexikon 1800-1950. Bd. 2. Berlin, New York: de Gruyter, 2003: 777-778. --. “Alfredo Dornheim”. En: König, Christoph; Wägenbaur, Birgit; Frindt, Andrea; Knickmann, Hanne; Michel, Volker; Reinthal, Angela; Rommel, Karla (ed.): Internationales Germanistenlexikon 1800-1950. Bd. 1. Berlin, New York: de Gruyter, 2003: 399-400. --. “Mauricio Nirenstein y los primeros estudios de Literatura Alemana en la Universidad de Buenos Aires”. Anuario Argentino de Germanistas (AAG) 1 (2005): 25-36. --. “Albert Einstein y su anfitrión porteño. En el centenario de aquel Annus ­mirabilis”. Proa 3 (2005): 85-92. --. “Exilio y Germanística en la Argentina: Günther Ballin, Werner Bock e Ilse M. de Brugger”. En Historia de la Germanística argentina. Buenos Aires, ­Asociación Argentina de Germanistas: 2006, 140-197.


46

LILA BUJALDÓN DE ESTEVES

--. Historia de la Germanística argentina. Buenos Aires, Asociación Argentina de Germanistas, 2006. Anuario Argentino de Germanística, Anejo I. Compte, Rodolfo. Atentado a la AMIA: crónica de los jóvenes que salvaron la memoria. Buenos Aires: Generación joven, 2006. Versión como documental: Atentado a la AMIA. Los jóvenes que preservaron la memoria. www.youtube. com/watch?v=e2juPUMZ7sQ Damus, Hilde. “Deutsche Exilliteratur in Argentinien”. En D. G. Daviau/ L. M. Fischer (Eds.) Das Exilerlebnis. Symposium über deutsche und österrei­ch­ische Exilliteratur. Columbia, South Carolina: Camden House, 1982: 41-45. Darío, Rubén. Autobiografía. Buenos Aires: El Quijote, 1947. Deutscher Klub in Buenos Aires. Club Alemán en Buenos Aires. Su sesquicentenario. Un recorrido por sus 150 años de vida. Buenos Aires: Rocamora, 2005. Saint Sauveur-Henn, Anne. Un siècle d´emigration allemande vers l´Argentine (1853-1945). Colonia: Böhlau, 1995. Dornheim, Nicolás. “¿Quién fue Oloardo Hassey? Fundamentos para una historia de la Germanística Latinoamericana”. En Trabajos escogidos de Nicolás Jorge Dornheim (1938-2004). Anuario Argentino de Germanística (2013-2014): 207-241. Haas, Albert. “Das Deutschtum in Argentinien”. Der Auslanddeutsche, Sonderheft 21/05/1925. Krause, Roberto. “Un viaje por la cordillera de los Andes y una visita a Mendoza en el año 1837 (documentos inéditos). Traducido directamente del manuscrito alemán por A.H. Fénix III (1923): 42-62 Loudet, Osvaldo. Historia del Instituto Libre de Segunda Enseñanza (1892-1962). Buenos Aires: Editorial lLSE, 1963. Münster, Irene. “Librerías y bibliotecas circulantes de judíos alemanes en la ciudad de Buenos Aires 1933-2011”. Estudios migratorios latinoamericanos 70, enero-junio (2011): 157-175. Schopflocher, Robert. “Buenos Aires. Eine Kulturinsel 1933-1945. Erinnerungen”. 43 p. Erweiterte Fassung eines Vortrags an der Friedrich Alexander Universität Erlangen-Nürnberg am 30.10.2012, ediert von Dirk Niefanger und ­Gunnar Och. S. d. (2012). Unseld, Kerstin. Werner Bock. Ein deutscher Literat am Rio de la Plata. Heidelberg: Winter, 2009.


Comienzos del periodismo en idioma alemán en la Argentina REGULA ROHLAND DE LANGBEHN Universidad de Buenos Aires

1. Ambiente general El ambiente periodístico porteño en alemán a partir de mediados de los años 1860 es bastante variado, pero los periódicos eran efímeros y cambiaban continuamente de mano1. Uno de ellos comenzó en 1865 como Deutsche Zeitung, cambió de dueño varias veces fundiéndose con otros periódicos más efímeros, estuvo unos pocos años en poder de Carlos Mauricio Reinhardt, quien le dio el nombre de Deutsche La Plata Zeitung y, luego de algunos cambios más, en 1880 finalmente quedó en manos de Hermann Tjarks, cuyo hijo Emilio lo siguió editando hasta fines de la Segunda Guerra Mundial. Lo acompañó entre 1884 y 1945 un semanario, el La Plata Post. Por su lado, luego de comienzos difíciles, Juan Alemann fundó en 1878 el Argentinisches Wochenblatt y once años más tarde el Argentinisches Tageblatt, que sigue apareciendo ahora como semanario, dirigido por sus bisnietos Roberto y Juan Alemann. Es decir que los dos emprendimientos periodísticos más longevos de la colectividad alemana se establecieron casi al mismo tiempo y con un perfil material bastante similar: ambos produjeron un diario y un semanario, este último destinado a una lectura instructiva y reflexiva, mientras que el diario –sin cerrarse a artículos de fondo, los cuales luego se reproducían en los semanarios– se nutría ante todo de noticias, actualidades y avisos. El Deutsche La Plata Zeitung (DLPZ) y el Argentinisches Tageblatt (AT) desde sus comienzos se orientaron según políticas diferentes, encauzadas originariamente por el lado del Wochen- y Tageblatt por la nacionalidad suiza y la tendencia política progresista de Juan Alemann y sus hijos, frente al tradicionalismo de Hermann Tjarks por el otro, acérrimo defensor del recién fundado Reich guillermino en su Deutsche La Plata Zeitung. Este último periódico tenía mayor tirada y una amplia aceptación en la colectividad, y en momentos de crisis supo hacerse subvencionar por el Estado alemán. Su tendencia conservadora se expresa, entre otros aspectos, en su apego a la enseña patria con los colores negro, rojo y blanco. Durante el nacionalsocialismo en Alemania se adscribió a esta ideología, lo que llevó a que su publicación fuera prohibida en la Argentina luego de la Segunda Guerra Mundial. Después de la prohibición tuvo un retoño en el diario Freie Presse, que se extinguió definitivamente a comienzos de los años 1970. Dediqué hace poco un sucinto artículo a la historia de los periódicos en el AT, cf. Rohland 2014. Una representación cabal de su historia se encuentra en Bachmann, 1884, 83-97. La discutiremos en el segundo apartado de este trabajo.

1


48

REGULA ROHLAND DE LANGBEHN

El Argentinisches Tageblatt, por su lado, se constituyó en los años 1930 en vocero de los perseguidos y emigrados alemanes de la resistencia contra Hitler. Su trayectoria como periódico de resistencia al nacionalsocialismo es única en el mundo y famosa con justicia. Esta trayectoria se debe a las firmes convicciones liberales de la tercera generación de sus redactores, defendidas por el editor del diario, Ernesto Alemann, que combatía cualquier atisbo de totalitarismo. Hubo otros periódicos menos longevos pero que lograron mantenerse durante un tiempo apreciable, como los semanarios Vorwärts (1886-1901), primer periódico socialista en la Argentina, el Buenos Aires Handelszeitung (1888-1924) y el Neue deutsche Zeitung. Sozialistisches Organ für die La Plata-Staaten, también llamado Deutsche Zeitung (1919-1933). Según es de mi actual conocimiento, ninguno de estos dos últimos periódicos ha concitado hasta ahora la atención de los investigadores para un estudio específico, y tampoco han sido descritos pormenorizadamente por Karl J. R. Arndt y May E. Olson (1973), los beneméritos bibliógrafos de la prensa en alemán de las Américas.

2. Historias del temprano periodismo argentino en alemán, puesta a punto Varios historiadores de la colectividad germanohablante realizaron esbozos históricos acerca del periodismo porteño en su idioma. Conviene dedicar ahora un vistazo a estos trabajos. A solo diez años de los primeros intentos de publicar algún periódico en este idioma, o sea, en 1875, se publicó un resumen acerca de la historia de la prensa alemana en Buenos Aires en el Argentinisch Deutsches Wochenblatt (Nº I/16, del 19/6/1875). Este periódico fue editado por la casa Peuser, con redacción realizada por W. Kessler y Alberto Amerlan2, según informa Ernst Bachmann (1884). Ese trabajo fue reeditado el 15/7/1875 en el Deutsche Zeitung de Porto Alegre por Karl von Koseritz3. En lo que sigue aparece como “Peuser”. En ese artículo, que probablemente se deba a la pluma del editor Kessler, se caracteriza el periodismo nacional argentino como sesgado por intereses partidarios, a diferencia de lo que se estilaba en Europa, donde, según afirma el autor, los diarios intentaban ante todo informar al ciudadano. Un periodismo menos parcial era a lo que, según aprecia, aspiraban los periódicos argentinos en otros idiomas, entre los que el periodismo alemán se integró tardíamente; hay periódicos como Buenos Aires Packet o el Courrier de La Plata que se remontan a los comienzos de la República4.

Alberto Amerlan o Amerlen fue estudiado por Claudia Garnica, en su tesis publicada en 2016, en tanto autor literario pero no como periodista. Se conserva de él una propuesta fechada en Tucumán en 1878, hecha al librero Casavalle, de publicar un libro en castellano sobre los masones; en 1884 envió colaboraciones al Argentinisches Wochenblatt y es mencionado en 1886 como colaborador del Argentinischer Bote de Santa Fe. 3 Agradezco a Thomas Keil, temporariamente en Porto Alegre, una copia de ese reprint. 4 En la Biblioteca Nacional de la República Argentina encontramos The Standard (1865-1957) y Le Courrier de La Plata (1865-1945) de entre los antiguos periódicos en inglés o francés. 2


COMIENZOS DEL PERIODISMO EN IDIOMA ALEMÁN EN LA ARGENTINA

49

La segunda breve historia del asunto se detalla en un capítulo escrito por Ernst Bachmann, redactor entonces del DLPZ y editor del Jahrbuch und Adress-Kalender de Hugo Kunz, 1884, en el que aparece dicho capítulo. Bachmann no remite al trabajo anterior y el hecho de que no concuerden las informaciones entre uno y otro lleva a pensar que se trata de un nuevo trabajo independiente. Lo escrito por Bachmann quedó como referencia para las elaboraciones posteriores del tema. Este autor muestra consciencia de la disyuntiva implícita para un periodismo en idioma extranjero. Conoce la historia paralela y anterior en los EE.UU. y sabe que ese periodismo puede orientarse hacia el país de acogida, conservando solamente el idioma y los rasgos culturales principales del país de origen, o puede dirigirse a un público recién inmigrado, conservando las características del periodismo patrio. Para la Argentina le parece que solo esta segunda alternativa tiene sentido (Bachmann 1884: 83-84). Acotemos que dicha diferencia básica se observa precisamente entre los dos periódicos germano-argentinos más duraderos: aunque ninguno de ellos lo haga en forma excluyente, el DLPZ se esfuerza en justificar la política de la madre patria frente a las publicaciones de los Alemann, que tienden a priorizar la realidad argentina, a la que analizan con parámetros europeos. Como bibliógrafo de los periódicos, Bachmann realizó un trabajo esmerado, ante todo en lo que se refiere a los primeros de ellos, hoy perdidos en su gran mayoría, explicando quiénes colaboraron y cuál fue la base económica de cada emprendimiento. Además los describe con mucho detalle, de forma que el lector tiene suficientes criterios de evaluación. Su detallismo inspira más confianza que el relato resumido de su predecesor (“Peuser”). El tercer informante de relieve fue José/Josef Winiger en sus Beiträge zur Geschichte des Deutschtums in den La Plata Staaten, obra que no llevó más adelante que al año 1870 y que fue editada en una serie de artículos en la DLPZ (1917-18). De esta obra sobreviven varias copias mecanografiadas, que en algunas partes divergen de los artículos publicados. Pero no se registran divergencias de peso en el capítulo dedicado a la prensa. En todo lo esencial, Winiger se basa en Bachmann, agregando solamente algunas informaciones acerca de los editores. Menciona el proyecto de un libro propio dedicado a la prensa germana en la Argentina, del que no quedan rastros. Ese capítulo de Winiger fue transcripto casi al pie de la letra en el extenso pasaje que dedican Lütge et al. (1955 y 1981) a este tema5, de modo que en realidad luego de Winiger ya no encontramos un nuevo tratamiento de la cuestión hasta la obra bibliográfica de Arndt/Olson (1973), que, según mi conocimiento, es lo último que se escribió sobre aquellos comienzos. Arndt/Olson (1973: 35-37) reprodujeron en su capítulo sobre la Argentina un trabajo de Federico Müller, el editor del Freie Presse, del 29/4/1969, con el título de “Chronik der deutschen Presse am Rio de La Plata”, que, sin nuevos pormenores, representa un buen panorama de la naciente prensa en idioma extranjero. Para sus notas históricas referidas a la primera etapa, Arndt/Olson utilizaron la misma base de la que se alimentó Winiger, o sea, el capítulo que Ernst Bachmann dedicó a los periódicos hasta 1884 y que sigue siendo la fuente más explícita sobre este breve panorama. A lo establecido por Arndt/Olson solo puedo agre-

5

1981, pp. 186-189. A esta edición remitimos como Lütge et al.


50

REGULA ROHLAND DE LANGBEHN

gar los nombres de algunos periódicos perdidos de corta duración (Deutsches Familienblatt, Der Condor, Am Río de la Plata, Coloniezeitung y El Serrucho), de cuya existencia –con excepción de El Serrucho– solo sabemos por relatos, y añadir algunos datos acerca de dónde se encuentran ahora ejemplares de los periódicos en cuestión. Lamentablemente, en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires hay que constatar pérdidas entre 1973 y la actualidad6. En cuanto al disperso panorama de ejemplares conservados, el trabajo de Arndt y Olson (1973), que citamos como Arndt/Olson, constituye un repertorio insustituible. Aquí solo nos dedicamos a los que están en Buenos Aires o en algunas de las grandes bibliotecas alemanas, para aclarar el estado de la cuestión a comienzos del siglo XXI.

3. Nuevo repertorio de los periódicos argentinos en alemán hasta 1900 El artículo del Argentinisch Deutsche Wochenschrift (“Peuser”) –que se conserva en la Biblioteca Nacional de la República Argentina7– comienza indicando que Curth fundó en 1865 el Deutsche Zeitung am La Plata, alertando en una nota sobre un efímero precursor, cuya primacía también se discute en Bachmann. 1. Se trata de la publicación Argentina8, editada por Niessen. Bachmann, que lo describe en detalle, informa que este pequeño periódico tuvo una sola edición el 22/3/1863. 2. La segunda publicación se llamaba La Plata Zeitung9. Su editor fue Leopold Ferdinand Boehm y su primer número salió el 12/4/1863. De esta publicación solo tenemos noticias por Bachmann. que registró ocho números de esta publicación; Boehm habría mencionado después de algunos años que habían salido veinte números, pero Bachmann no los conoció. En el número festivo del DLPZ (19/4/1931) aparece una imagen de este primer periódico de cierta trayectoria, es decir que, aunque en el siglo XXI no se pudo ubicar ya un número, conocemos el aspecto del La Plata Zeitung. 3. Luego de varias disquisiciones en las que tenían su voz von Guelich, un diplomático, y Hermann Burmeister (quien debería haber asumido como redactor en jefe), el imprentero H. Curth, establecido en Buenos Aires desde 1864, publicó el 17/3/1865 el primer número del Deutsche Zeitung am Río de La Plata10 . Al margen de las relaciones más generales, los periódicos crearon sus mitos propios en números de homenaje. Por ejemplo, en 1931, para la inauguración de su edificio propio en la Av. Corrientes 672, la Deutsche La Plata Zeitung presentó una historia de los comienzos de los periódicos hasta la compra del DLPZ por Tjarks, insistiendo en una unidad histórica de su periódico, que se remontaría hasta el La Plata Zeitung de Boehm a través de las compras realizadas entre uno y otro de los periódicos. 7 Biblioteca Nacional “Mariano Moreno” de la República Argentina (situada en Buenos Aires), en adelante se citará como BN. 8 Véase Arndt/Olson, Nº 005, según quienes habría salido dos veces. 9 Arndt/Olson, Nº 146, con cita extensa de Bachmann. 10 Arndt/Olson, Nº 063. Se conserva en el Instituto Ibero-Americano en Berlín desde comienzos de 1866 hasta 1870, y un ejemplar en el Museo del Diario, Aquisgrán: V/674 (24/7/1869). 6


COMIENZOS DEL PERIODISMO EN IDIOMA ALEMÁN EN LA ARGENTINA

51

Bachmann le dedicó casi cuatro páginas (1884: 86-89) copiando todo el programa de esta publicación. Curth no pudo mantener el emprendimiento más allá de junio de 1866 y se lo vendió a Richard Napp. Era éste entonces un joven redactor que tomó partido político contra la entrada de la Argentina en la Guerra con el Paraguay, y contra Austria en las disputas de esta con Bismarck. Pese a que ello le creó enemigos entre los lectores, el periódico prosperó durante varios años y aumentó su frecuencia de tres a cuatro números semanales, pero luego entró en crisis y hubo que formar una sociedad de accionistas para sostenerlo. Y la redacción se amplió con Ernst Nolte, quien fue responsable de los temas económicos. Se produjo una segunda crisis cuando en 1870 Napp enfermó gravemente. El Deutsche Zeitung am Río de la Plata fue adquirido entonces por el médico Carlos Adolfo Korn. Este periódico es el más antiguo conservado de los que aparecieron en alemán en la Argentina. 4. Entre tanto, Curth había vuelto a fundar en mayo de 1869 un periódico, el Deutsches Familienblatt, pero lo vendió a Minoprio luego de dos meses y la publicación se extinguió en septiembre del mismo año11. 5. Poco antes de la Guerra Franco-Prusiana, o sea, en 1870, Otto Stiehr fundó una competencia para el Deutsche Zeitung am La Plata (nuestro Nº 3), el Freie Presse12, que tuvo varios redactores, entre ellos el germanobrasileño Carl Jensen y el ya mencionado C. A. Korn13. Poco después este periódico quedó en las manos de Korn, quien había adquirido en octubre de 1870 el Deutsche Zeitung am La Plata, e hizo que el 1/1/1872 aquel se extinguiera (según “Peuser”) o fundió los dos en uno con el nuevo nombre (según Bachmann 1884: 90, y DLPZ 19/4/1931). El Freie Presse se publicó diariamente. Su redactor más brillante fue Franz Rave (según “Peuser”), quien redactó además en castellano La Prensa Libre (Bachmann, id.) con la finalidad de oponerse a los diarios francófilos del lugar. Rave murió en 1871 en la epidemia de fiebre amarilla. Korn vendió su empresa en 1871 a Ruhland y Reinhard, ambos imprenteros (cf. Bachmann: 90). 6. En consecuencia, el 2/4/1872 comenzó a aparecer el Deutsche Zeitung14 de Ruhland y Reinhardt, en el que volvió a trabajar como primer redactor Richard Solo Bachmann lo menciona, no lo registran Arndt/Olson y no quedan ejemplares. Arndt/Olson, Nº 079, cita Bachmann in extenso. Se conserva un ejemplar en el Museo del Diario, Aquisgrán. 13 Bachmann escribió solamente “Dr. Korn”, refiriéndose así al padre de Alejandro Korn, el futuro filósofo y político que nació en 1860. Según Wikipedia el padre, Carlos Adolfo Korn, era “un médico y militar alemán […] prusiano, de ideas liberales, que se negó a participar en la represión de una huelga de trabajadores textiles durante las revoluciones sociales de 1848. Condenado a muerte, huyó a caballo a Suiza, donde estudió medicina, conoció a su futura esposa, María Verena Meyer, y tomó la decisión de migrar a la Argentina, donde se casó una vez instalado. Se radicó en San Vicente (Buenos Aires), donde se desempeñó como médico y juez de paz. Fue promotor de la construcción del primer molino harinero y de la extensión de las vías del ferrocarril hasta la ciudad. Se destacó por su trabajo solidario en la lucha contra las epidemias de cólera, motivo por el cual fue condecorado por el presidente Domingo F. Sarmiento.” 14 Arndt/Olson, Nº 064. Se conservan ejemplares en el museo del diario, Aquisgrán, y en el Instituto Ibero-Americano de Berlín tienen ejemplares de los números II/76 (3/7/1872) – III/-152 (31/12/1873), agradezco la noticia a Valentin Kramer. 11

12


52

REGULA ROHLAND DE LANGBEHN

Napp. Ruhland abandonó la empresa en 1873, la que quedó en manos de Reinhardt, acompañado en la redacción por Luis Wagenknecht15. 7. Reinhardt le dio el nombre de Deutsche La Plata Zeitung (10/5/1874)16, y continuó la numeración de la Deutsche Zeitung. Refiriéndose a la continuidad en manos de Reinhardt, se afirma en el DLPZ 1931 (traducimos): “El 2 de abril de 1871 por ello se considera a partir de entonces como el cumpleaños del DLPZ”. Excurso: historia del DLPZ hasta llegar a las manos de Hermann Tjarks Reinhardt vendió su periódico el 6/5/1876 a los señores Kelsch y Scharrenweber, junto con su imprenta “Germania”, y se mudó a Esperanza, Santa Fe, para editar allá el Argentinischer Bote. El diario porteño fue editado entonces por Luis Wagenknecht. Se trataba a la sazón de un órgano “de poco prestigio y corrompido en su interior” (tief gesunken und innerlich morsch, según Bachmann). Luego de un intermezzo con el nombre de Die Heimath. Deutsche La Plata Zeitung (véase nuestro Nº 8) volvió el 21/3/1878 a manos de Kelsch y Scharren­ weber (esto se documenta en el Nº VII/338, 27/6/1878) y a tomar el nombre Deutsche La Plata Zeitung (DLPZ)17. En la segunda mitad de 1878 retornó a las manos de su dueño anterior18, Wagenknecht, quien lo editó junto con Gustav Doerner, el cual, según Bachmann, también se desempeñó como redactor. Desde el Nº IX/1 (1/1/1879) fue propiedad exclusiva de Wagenknecht, que se nombra como “Redakteur und Eigenthümer”. Deudas y procesos del tiempo de Die Heimath dificultaron el progreso del periódico, por lo que en abril de 1880 el DLPZ fue vendido, siempre según Bachmann, junto con la imprenta, a Hermann Tjarks y Eduardo Haely. En efecto, el Nº X/79 (9/4/1880) del DLPZ informa que desde el 1/4 el diario y la imprenta “Germania” pasaron a manos de Hermann Otto Tjarks; E. Healy figura como “gerente”. Tjarks había aprendido el oficio de imprentero y ya se había fogueado como publicista: había contribuido con pequeños trabajos en prosa y verso a diversas publicaciones, y a partir del 3/3/1878 había editado el Deutscher Pionier (nuestro Nº 18), un periódico propio, que al comienzo fue un semanario y luego se publicó tres veces por semana. El redactor en jefe del DLPZ, sin embargo, no fue Tjarks, sino

De este periódico se conservan dos números (uno de 1871, el otro, de 1872) en el museo del diario en Aquisgrán. 16 Arndt/Olson, Nº 051, citan a Bachmann y agregan datos. Documentan una prolífica existencia, pero ningún número anterior a 1882. Toda la historia anterior se conoce solamente a través de Bachmann y “Peuser”. 17 En el número especial del 19/4/1931, ya mencionado, para la inauguración del nuevo edificio en la Avenida Corrientes 672 se detalla minuciosamente el camino del originario La Plata Zeitung hasta el DLPZ. De este número se encuentran ejemplares en la BN, en el Archivo Alemann y en el Archivo DIHA. 18 Lamentablemente, en la BN faltan los números desde VIII/339, del 27/6/1878 hasta el final de este año. 15


COMIENZOS DEL PERIODISMO EN IDIOMA ALEMÁN EN LA ARGENTINA

53

Ernst Bachmann19, quien dirigió la publicación durante los primeros tres años (1880-1883). Tuvo un éxito muy grande, en vista de la inmigración más numerosa de la época. En el momento en que se escribió su historia (1884), el periódico aparecía a diario desde hacía ocho años. Bachmann lo tilda de “de pensamiento libre y totalmente independiente” (freisinnig und vollkommen unabhängig). Se lo acompañó desde julio de 1884 con el semanario La Plata Post o Deutsche La Plata Post (nuestro Nº 20). A Hermann Tjarks lo apoyó durante muchos años su hermano Johann Gerhard Tjarks, periodista e imprentero igual que él, pero Hermann mantuvo la condición de jefe. Esta dirección pasó a su muerte (24/4/1916) a sus hijos Hermann y Emilio, a los que se unió más tarde otro hermano, Hans. Se tratará más adelante (nuestro Nº 16) el asunto de Die Heimath, fundado en 1877, que, unida después de poco a la DPLZ (nuestro Nº 7), se convirtió en:

8. Die Heimath. Deutsche La Plata Zeitung20 . Su numeración identifica a este diario con el Deutsche La Plata Zeitung, pues comienza con el número VII/35 (14/6/1877). Es, desde fines de julio de 1877, en Buenos Aires el primer diario propiamente dicho –con salida diaria– en idioma alemán. Aumentó el número de abonados, pero la cantidad de dueños era muy grande, ninguno de ellos era imprentero y la empresa volvió a malograrse, por lo que el 21/3/1878 la empresa se devolvió a Kelsch y Scharrenweber, editándose de nuevo con el nombre Deutsche La Plata Zeitung (véase Nº 7). 9. Volviendo a la progresión histórica interrumpida por el excurso, el 1º de abril del mismo año 1872 Amerlen (es el mismo que a veces aparece como Alberto Amerlan) y Berkling fundaron otra hoja efímera: Heimath und Fremde21, que se publicaba únicamente dos veces al mes, la que duró solo hasta agosto del mismo año. 10. A la vez, Richard Napp fundó su sustancioso periódico mensual La Plata Monatsschrift22, que contaba entre sus colaboradores con prestigiosos profe19 En la Biblioteca de Estado (Staatsbibliothek) Berlín se encuentra un tomo con necrológicos dedicados a Ernst Bachmann: Trauerkrone gewidmet der Erinnerung an Ernst Bachmann; R. I. P. Ges. a. 30. Nov. 1892. Bs. As.: Deutsche La Plata Ztg. (--), 1892. 8º, 40 pp., con la signatura (At 8671/30). El tomo reproduce todos los artículos necrológicos de los diferentes diarios porteños, en los dos idiomas. Ernst Bachmann fue redactor del Deutsche La Plata Zeitung, antes se había destacado en la Guerra Franco-Prusiana de 1870. Murió en1892 de una peritonitis. 20 Arndt/Olson, Nº 094, reproduce comentarios de Bachmann. Hay ejemplares en la BN, Hemeroteca: I [VII]/35-VII/196 (14/6. – 28/12/1877) y un ejemplar del 17/6/1877 / Se conserva un ejemplar en el Museo del Diario, Aquisgrán, conserva el ejemplar VII/64 (20. 7. 1877). Arndt/ Olson solo conocen el ejemplar de Aquisgrán. 21 Arndt/Olson, Nº 095, con cita larga de Bachmann. Se verá que unos años más tarde comenzó a salir otro periódico con ese mismo nombre, véase nuestro N° 17. 22 Arndt/Olson, Nº 143, con cita larga de Bachmann. Ejemplares: Staatsbibliothek Berlin 1873 (Enero - Abril)/1-4 / Múnich, Bayerische Staatsbibliothek / Arhivo Alemann: II, III, IV/1 en un tomo. Arndt/Olson lo vieron completo en la BN, donde ahora no se encuentra, y registran en


54

REGULA ROHLAND DE LANGBEHN

sores universitarios y doctores naturalistas. Es una publicación que se destaca por su nivel académico (cf. Bachmann, 91)23. 11. Finalmente, como dice el artículo, Jacobo Peuser fundó el 28/2/1875 el Argentinisch Deutsches Wochenblatt24 , con la redacción de W. Kessler, con quien colaboraban el ya mencionado Albert Amerlan/Amerlen y corresponsales del interior. 12. Dicha publicación se convirtió el 1/8/1875 en Argentinisch Deutsche Zeitung25, con tres ediciones semanales. Bachmann considera que este periódico estaba destinado a desplazar el DLPZ, pero no sobrevivió hasta más allá que el 30/5/1876. Pero además hubo varios nuevos intentos: en 1876 salieron también unas hojas humorísticas de breve vida, editadas por G. H. Ahlfeld: 13. Der Condor, y poco más tarde otra, autografiada, del mismo editor: 14. Die Biene26. 15. Siguió a estos intentos efímeros el Sonntagsblatt [am Río de la Plata]27, fundado por J. Willmes, E. Bachmann y G. Rohde, cuyo primer número se publicó el 10/12/1876. De este periódico se conservan ejemplares en la Biblioteca Nacional en Buenos Aires. 16. Después de cuatro meses este semanario fue transformado en Die Heimath (Arndt/Olson, Nº 093), que apareció desde el 1/4/1877. Con los tres dueños, Willmes, Bachmann y Rohde, se asoció Stephan Roma y juntos compraron el emprendimiento de Kelsch y Scharrenweber. Desde el 14/7/1877 salió por ende un solo periódico con el título Die Heimath. Deutsche la Plata Zeitung, que vimos antes como Nº 8. 17. Otra publicación, dirigida por Roma, quien había sido el administrador de Die Heimath, y que habría aparecido el mismo 14/7/1877, se llamó, igual que antes el N° 9, Heimath und Fremde. Bachmann informa que solo duró hasta el 19 de julio (1884: 93). Pese a esta información contemporánea, los ejemplares conservados en la BN comienzan un poco antes: el N° I/1 apareció el 12/6/1877. El administrador de esta publicación poco duradera habría sido W. Schwenke28. total 6 bibliotecas con ejemplares, ninguno completo; hay muchos ejemplares sueltos en el Museo del Diario de Aquisgrán. 23 No sabemos de ningún ejemplar completo, aunque Arndt/Olson todavía vieron uno completo en la BN de Buenos Aires. 24 Arndt/Olson, Nº 007, citando a Bachmann. Se conserva un ejemplar en el Museo del Diario, Aquisgrán: 28/2/1875 (Primer número); 7/3/1875; la BN, hemeroteca: I/1-30 (28.2. - ?.7. 1875), encuadernado junto con Argentinisch Deutsche Zeitung. 25 Arndt/Olson, Nº 008. BN, hemeroteca: 31-70 (1/8. – 31/10/1875): encuadernado junto con Argentinisch Deutsches Wochenblatt. Bibliografía: Bachmann (1884: 92) se equivoca al anunciar el comienzo como 1. 7. 1878. Arndt/Olson vieron en la BN, hemeroteca los años 1875, 1876. Ahora se conservan solamente los números del año 1875 en dicha hemeroteca y dos números en el Museo del Diario en Aquisgrán. 26 Arndt/Olson, Nº 032, basado en Bachmann. 27 Arndt/Olson, Nº 180, con cita larga de Bachmann. BN, hemeroteca: I. 1- 37 (10/12/187616/9/1877). 28 En el catálogo on-line de la BN el título de esta publicación se consigna con errores de copiado como Heimath und Fremele. Agradezco este dato a Martin Dittmar, doctorando en la Universidad de Erfurt, Alemania.


COMIENZOS DEL PERIODISMO EN IDIOMA ALEMÁN EN LA ARGENTINA

55

18. El Deutscher Pionier [am Río de la Plata]29, editado a partir del 3 de marzo de 1878 por Hermann Tjarks, fue un semanario de entretenimiento que a partir de junio de 1879 pudo publicarse tres veces por semana. Al comprar Tjarks en 1880 el Deutsche La Plata Zeitung30, integró aquella publicación en esta empresa mayor. 19. Al mismo tiempo comenzó su vida de solo tres meses el Zwick-Mühle31, sin nombre de redactor. Fue editado por el “Zigeuner-Club” (Asociación de gitanos) de Buenos Aires. Según Bachmann (1884: 91) fue una hoja satírica, burda en sus ataques a personas meritorias de la colectividad alemana. 20. En 1879 fundó Juan Alemann su segundo periódico argentino, el Argentinisches Wochenblatt32, cuyos lectores al comienzo eran ante todo los suizos residentes en la Argentina. Este semanario estuvo primero en la imprenta de Napp, luego en la de Peuser, pero duplicó pronto sus lectores y en 1884 pudo mudarse a una imprenta propia. En 1973 la BN poseía todos los tomos; en la actualidad comienza con 1883. Está presente con series de ejemplares en muchos lugares, según los rastreos de Arndt/Olson. Pero una serie completa hasta los años 60 ha sido donada en 1990 por los dueños del diario al Instituto Iberoamericano en Berlín. 21. Y se comenzó a editar el Deutsche La Plata Post33 o La Plata Post, semanario que acompaña –cambiando frecuentemente su formato– el diario DLPZ y resume lo más interesante del mismo. Ya no entran en la perspectiva de Bachmann las publicaciones siguientes: 22. La Plata Rundschau34 , editada hacia 1896 por S. Ostwald; se trata de un periódico con ambición científica, según lo muestra la nómina de sus colaboradores: Carlos Berg, Wilhelm Bodenbender, Johann Brandt, Adolph Doering, Jorge Kratzenstein y otros. 23. Vorwärts35 , 1886-1901, el primer periódico socialista argentino, que se conserva en parte en la Biblioteca Juan B. Justo, en parte en la Biblioteca Fried­ rich Ebert de Bad Godesberg, y otra parte en microfilm en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Arndt/Olson solo conocían dichos números conservados en la UNLP, y algunos del Museo del Diario (Zeitungsmuseum) en Aquisgrán. Arndt/Olson, Nº 056. BN: Solo el año 1878 (no disponible). Según Arndt/Olson: 1878, 1879. Instituto Ibero Americano, Berlín: I/1-26 (1878, 3/3 – 258); II-III/67-181 (1/6/1879 – 10/3/1880). 30 De este diario se encuentra un ejemplar completo en la Biblioteca Nacional Buenos Aires, hemeroteca, desde 1882 adelante. 31 Arndt/Olson, Nº 094, con cita de Bachmann. 32 Arndt/Olson, Nº 019, citan a Bachmann. BN, hemeroteca: 1883-1957. La Biblioteca de Estado (Staatsbibliotek) de Berlín parece poseer un ejemplar completo. Muchas bibliotecas tienen algunos números. Me escribe Valentin Kramer desde Berlín (mail, 2015): “Los Films maestros del Argentinisches Wochenblatt están en el Instituto Ibero-Americano, Berlín. Deberían estar todos los números de antes de 1883: 1878 (Nr. 1 de 2/3) hasta 1882”, o sea, se podrían conseguir copias de los primeros cuatro años. 33 Arndt/Olson, Nº 050 y 144 [las entradas se refieren al mismo item pero no son idénticas]. Centro DIHA: XXXII/1676 (15. August 1916) – /1695 (26. Dez. 1916), encuadernado por la Firma Peuser; no tenemos acceso a un ejemplar completo de este semanario, pero hay ejemplares en muchas bibliotecas. 34 Arndt/Olson, Nº 145, sin ejemplares testigo. 35 Arndt/Olson, Nº 200. 29


56

REGULA ROHLAND DE LANGBEHN

24. Buenos Aires Handels-Zeitung36, 1888-1924, del que se encuentran ejemplares –no está completo, pero muchos años están conservados– en la Biblioteca Tornquist, en el Banco Central en Buenos Aires. 25. Argentinisches Tageblatt37, fundado en 1889 por Juan Alemann y que dirigió hasta el año de su muerte en 1893. La BN lo posee hasta 1960, lo mismo que el Instituto Ibero-Americano de Berlín, por donación de los hermanos Alemann en 1990. Los años más recientes están en guarda, por ahora, en el Archivo DIHA (Universidad Nacional de San Martín). Además, desde mediados de 1998 está disponible una versión on-line. Deberán agregarse a estos, dos semanarios publicados por el librero Gustav Krause: 26. Am Rio de la Plata38 , de Gustav Krause, 1898-1914, revista de entretenimiento que salió durante 17 años con 832 páginas (52 números anuales), de la que no se han encontrado más que avisos editoriales. 27. Argentinische lustige und heitere Blätter39 , del mismo Gustav Krause, 1900-1914. No están registrados en bibliografías, pero gracias a Fedor Pellmann (ahora residente en Múnich), quien los encontró durante su estadía en Buenos Aires, el Centro DIHA posee algunos números del año 1905. 28. En cuanto a periódicos fuera de Buenos Aires, Bachmann no registró que en 1873 en Santa Fe el suizo Huwyler ya había hecho un intento con el Colonie-Zeitung, una publicación de pocos meses de duración, que sí se menciona en el artículo de Peuser. Aunque no se encontraron números de este periódico, sí se conservan algunas cartas de lector en el Deutsche La Plata Zeitung, entonces todavía de Reinhardt, publicadas por Juan Alemann en 1875, en las que discute algunas propuestas de Huwyler sobre la colonización40. No lo registran Arndt/Olson. 29. A partir del 1/5/1874 se publicó también en Santa Fe el primer periódico argentino de Juan Alemann, el Argentinischer Bote41, que, como bien se sabe, Arndt/Olson, Nº 092. Arndt/Olson, Nº 016. 38 No lo conocen Arndt/Olson. 39 No lo conocen Arndt/Olson. 40 Estos textos se conservan entre los recortes de diarios realizados por Guillermo Lehmann, en un libro conservado en la Biblioteca Pública de Rafaela, Santa Fe. Allí hay recortes de la DLPZ, del 16/1/1876, en los que se defiende contra agresiones de sus colegas periodistas del Argentinisch Deutsche Zeitung (Nº 101), acerca de sus principios de colonización, tal como los pintaban sus enemigos Jäggi-Gyger y Huwyler. Este último le habría atribuido en el Badener Anzeiger, una hoja católica, haber llevado miles de suizos a la miseria. Documenta ahí la existencia de este predecesor perdido: 36 37

Acerca de las apreciaciones erróneas de Jäggi-Gyger se puede encontrar otra contribución en el DLPZ (14/6/1876), donde se copia la carta de un anónimo, que vive en Buenos Aires, al periódico suizo Badener Tagblatt (24/4/1876). 41 Arndt/Olson, Nº 217. Se encuentran ejemplares en: Archivo Alemann: I/1-63 (completo el año 1874) y II/2-33 (bis 1/5/1875), III/43 u. 45 (1876) / Archivo Histórico Provincial, Santa Fé:


COMIENZOS DEL PERIODISMO EN IDIOMA ALEMÁN EN LA ARGENTINA

57

fue vendido en 1875 y transportado junto con la imprenta a Esperanza, donde siguió apareciendo con el redactor Kleiber-Gietz y más tarde fue continuado por Reinhardt (esto lo menciona Bachmann 1884: 93, diciendo que el Bote se había extinguido en el ínterin, “inzwischen eingegangen”). Arndt y Olson citan un pasaje de Wilhelm Joest42, que reconoce en el Argentinischer Bote el tercer gran periódico de la época, pero manifiesta que (traducimos) “El periódico sufre naturalmente de la competencia de los colegas más grandes nombrados antes, pero hasta ahora logró sobrevivir. Aparece los domingos y no se adhiere a una política partidaria definida, pero se lo puede caracterizar como definidamente liberal”43. He aquí una inequívoca aunque breve descripción de esta publicación, casi en un 100% perdida por ahora. 30. El Serrucho. Redaktion Carlos Brockes. Esperanza: 2ª mitad de 1879. Panfleto bilingüe que se dirige contra Guillermo Lehmann44. 31. Deutsche Wochenübersicht (1893-97)45, suplemento del periódico en lengua castellana La Unión, de Esperanza de Santa Fe, editado por Peter Stein. Se conserva completo en el Museo de la Colonización, Esperanza de Santa Fe. De los periódicos Argentina, La Plata Zeitung, Deutsches Familienblatt, Die Heimath, Heimath und Fremde (1872), Zwick-Mühle, Der Condor, Die Biene, Am Río de la Plata y Colonie-Zeitung ha desaparecido hasta hoy todo salvo el nombre y las breves caracterizaciones que se encuentran en el Argentinisch Deut­ sches Wochenblatt (“Peuser”) y el Jahrbuch und Kalender 1884 (Bachmann). Los redactores son casi todos poco conocidos. Entre ellos surgen algunos nombres cuyos portadores merecerían un estudio particular: Albert Amerlen, Richard Napp, Carlos Mauricio Reinhardt, Carlos A. Korn, Ernst Bachmann y Hermann Tjarks con su familia. La empresa de Carlos Mauricio Reinhardt, llamada durante años Deutsche Zeitung, después Deutsche La Plata Zeitung, luego Die Heimath. Deutsche La Plata Zeitung y finalmente en forma definitiva Deutsche La Plata Zeitung, quedó en manos de Hermann Tjarks en 1880. Fue el único periódico que logró sobrevivir de entre los periódicos porteños en alemán producidos en los años 1860. Y también será Reinhardt quien mantendrá en Esperanza por veinte años más el Argentinischer Bote.

III/5 (15/1/1876) / Evangelisches Zentral-Archiv (Berlin): III/43 (27/5/1876) y 45 (3/6/1876), según Alejandro Zorzín, registro realizado 24-25/2/1999, gentilmente enviado a la autora / Museo del Diario en Aquisgrán: 24/4/1886; 18/9/1886. 42 Wilhelm Joest. Aussereuropäische deutsche Presse 1888. No hemos accedido a esta publicación, citada por Arndt/Olson 1973: 34. 43 “Das Blatt leidet natürlich unter der Konkurrenz der obengenannten grösseren Zeitungen, hat sich aber bis jetzt durchgeschlagen. Es erscheint Sonntags und huldigt keiner ausgesprochenen Parteistellung, darf jedoch als entschieden liberal bezeichnet werden.” Arndt/Olson, 1973: 34. 44 Desconocido para Arndt/Olson. Se encuentran un número y medio en Santa Fe, Archivo Histórico de la Provincia: Nº 27 (18/10/79) y una página de Nº 30 (Dic. 1879). 45 Arndt/Olson, Nº 217.


58

REGULA ROHLAND DE LANGBEHN

4. E studios conectados con la prensa alemana en la Argentina hasta 1900 En el capítulo “Argentina”, Arndt/Olson (1973: 33-34) citan el trabajo Aussereuropäische deutsche Presse de Wilhelm Joest (1888), que se refiere solamente a la DLPZ y el AT y sus semanarios, y al Argentinischer Bote de C. M. Reinhardt46. Más adelante encontramos un breve recuento de las publicaciones periódicas en alemán en el librito de Wilhelm Werle47 (1909: 227-28), una publicación alemana que agrega los semanarios eclesiásticos, el católico Volksfreund (Arndt/Olson, Nº 017) y el evangélico Evangelisches Gemeindeblatt48 (Arndt/Olson, Nº 070). El hecho es que ambos aparecieron a partir de 1895 y tuvieron una larguísima vida49. Pero si bien es verdad que también incluyen noticias políticas, publicidad y entretenimiento y por ende también cumplieron, por así decirlo, colateralmente una función periodística, se definen desde otro lugar que el periodismo propiamente dicho. En cambio, Werle omitió hablar del Vorwärts, fundado en 1886 y del Buenos Aires Handelszeitung, que se remonta a 1888, dos nuevas empresas periodísticas de cierto peso que llegarían hasta comienzos del siglo XX. En cuanto a Josef Winiger, Lütge et al. escriben en la nota bibliográfica al Cap. VI. 2 (traducimos): Tienen valor especial, tanto para exponer los comienzos de las escuelas como para los de la vida musical, de asociaciones y de la prensa, los “Aportes para la historia de los alemanes en los Estados del La Plata”, editados por José Winiger en el Deutsche La Plata Zeitung y de los que tuvimos a disposición una copia completa en la Biblioteca Staudt. Winiger fue el único que todavía pudo estudiar a fondo las colecciones aun casi completas de periódicos alemanes de entre 1863 y 1871, que hoy ya no existen (Lütge et al. 1981: 355)50. Véase el título y una cita en nuestra nota 40. Werle, Wilhelm. “Deutsche Kulturarbeit in Südamerika”. En Einladungsschrift des Gymnasium Casimirianum zu Coburg zur Schlussfeier am 30. März 1909, abends 7 Uhr. Coburg: D Dornheim’sche Hofbuchdruckerei, 1909: 227-28. 48 Werle, pp. 227-28, caracteriza el “[Deutsche] La Plata-Ztg.” como sigue (traducimos los conceptos clave): “Desde 1880, Herrmann y Joh. Tjärks eran los dueños; los redactores fueron E. Bachmann, Julius Wolff y el Dr. P. Märtens”. “Asimismo del semanario La Plata-Post. El Argentinisches Tageblatt “editado por una sociedad de accionistas”, “democrático y en todo sentido de oposición”, “que ha perdido por sus hostilidades contra Alemania y contra el káiser alemán perdió las simpatías de los círculos germanófilos”. Habla del Buenos Aires Handelszeitung, un semanario en alemán y castellano, como de un periódico valioso para comerciantes y capitalistas. Nombra como semanarios al Argentinischer Volksfreund y el Evangelisches Gemeindeblatt, diciendo que “por lo general solo contiene escritos edificantes” meist nur erbauliche Abhandlungen”, y el periódico socialista Vorwärts. Informa que un alemán, Alejandro Reinhold, edita desde 1898 un periódico sobre asuntos de producción lechera, única en América del Sur, El lechero. 49 El Volksfreund se cerró en 1964, el Gemeindeblatt sigue editándose, aunque cambió de título y de idioma, hoy se llama Vida abundante y solo ocasionalmente se vale ahora del idioma alemán. 50 Como también nosotros tenemos a disposición una copia de este libro (aunque no es el mismo material que se describe en la obra mencionada, sino un ejemplar mecanografiado con muchas páginas en blanco y dos numeraciones de páginas, procedente del acervo Lahusen), pudimos comparar lo que expone Winiger con lo que informan sus predecesores. 46 47


COMIENZOS DEL PERIODISMO EN IDIOMA ALEMÁN EN LA ARGENTINA

59

Y resulta que este autor basa todo lo concreto que relata acerca de la historia del periodismo temprano germano-argentino en el capítulo de Bachmann. No repite sus pormenores, sino que se limita a la historia central, explicando más en detalle algunos hechos del trasfondo histórico: el caso de Böhm, un docente muy reconocido (Lütge et al.: 150) que editó uno de los tempranos periódicos; el de Richard Napp, su ímpetu político y cómo las enfermedades lo limitaron como periodista, y el del talentoso Gustav Rave, que defendió la causa alemana en un diario en castellano y murió en la epidemia de fiebre amarilla de 1871. Lütge et al. (186-189) no realizaron una investigación propia, sino que compilaron noticias sobre los periódicos51. En parte adoptaron verbatim y en otra parafrasearon lo escrito por Winiger. Por otro lado, varios de los más relevantes periodistas aparecen en ese libro con otra función: como viajeros, tal el caso de Mauricio Alemann (1981: 202-203) y Juan C. Tjarks (id. 214), o autores de libros, pues se nombra a Albert Amerlen con sus dos novelas, y a Theodor Alemann y Alwin Matschnig –dos importantes autores del AT– como autores de Marcos de Bustamante (id. 271), o finalmente como actores políticos. Así se menciona el papel protagónico de los hermanos Mauricio y Teodoro Alemann en el Centro Político Extranjero, entre 1890 y 1893, pero no se los define como periodistas (id. 292). Algunos pocos trabajos más recientes se centran en la actitud, no en la historia de los periódicos. El más trabajado de estos antiguos periódicos es el Vorwärts (N° 23). Ante todo, Anne Saint Sauveur-Henn52 trabajó en reiteradas ocasiones sobre el Vorwärts, cuyo perfil está delineado por ella con mucha perspicacia en el apartado que le dedica en su libro (1995: 506-526) y en algún ensayo. Sin embargo, se refiere solamente a los primeros años del Vorwärts. Y aunque de este periódico no se conservó una secuencia completa, los lúcidos lineamientos trazados por esta investigadora se podrían completar estudiando a fondo los tomos conservados en la Friedrich Ebert Stiftung en Bonn y los microfilms conservados en la Universidad de La Plata, materiales de los que una copia está a disposición, en Buenos Aires, en el Centro de Estudios y Documentación de Izquierdas en la Argentina (CEDINCI). Es sabido que se realizó un tomo bilingüe de una selección importante de artículos del Vorwärts debido a los estudiosos Horacio Tarcus, Sandra Carreras y Jessica Zeller; solo acotaremos al margen que el tomo omite dar cuenta de la tendencia central del grupo Vorwärts, que adhería ante todo a Lassalle y Wilhelm Liebknecht y su tendencia socialdemócrata. Sería anacrónico pedir, como implícitamente lo hacen los autores de la selección, que el Vorwärts documentara un temprano marxismo en la Argentina. En realidad, y como bien lo detalló Tarcus en otros dos libros (ambos editados

Por ejemplo falla su información en la provincia: piensan que el Argentinischer Bote se mudó a Rosario en vez de Esperanza y que se extinguió en 1877, cuando en verdad duró hasta 1896 (cf. Lütge et al. 1981: 189). 52 Sobre la historia de los grandes periódicos, cuyo estudio no ahondó, consultó alguna bibliografía de difícil acceso, como, sobre el Deutsche La Plata Zeitung, el Bundeskalender (1925:.141-42) o sobre el Argentinisches Tageblatt un homenaje a los 89 años de la publicación (AT 29/4/1978), véase Saint Sauveur-Henn, 1995: 334-35. Se dedicó con preferencia a años más recientes. 51


60

REGULA ROHLAND DE LANGBEHN

en 2007), el marxismo hace su primera aparición de peso a manos de Germán Avé Lallemant53, que era un colaborador externo pero no un redactor del periódico y se apartó de él en 1890 para fundar El obrero. Se puede observar que en el Vorwärts, Avé Lallemant firma sus trabajos con una sigla, mientras que los redactores no firman, dando cuenta así de la distancia entre él y el periódico54. En cuanto al Deutsche La Plata Zeitung, también visto, por supuesto, por Anne Saint Sauveur, Lennart Laberenz no recogió ningún dato acerca de los comienzos del periódico en su tesis de maestría, Vom Kaiser zum Führer – Deutsch­sprachige Nationalismusdiskurse in Buenos Aires 1918-1933, editada en 2013. Desde luego hay una buena cantidad de hechos establecidos sobre el periódico, pero no conocemos por ahora ninguna historia que se le haya dedicado para definir su perfil inicial o estudiarlo a lo largo de su existencia. En cambio, sobre los comienzos del AT existe un breve libro escrito por Peter Bussemeyer para los cincuenta años del Tageblatt. Sobre la base de los diarios manuscritos de Juan Alemann y apoyándose en artículos de los diarios y noticias de los muchos números homenaje precedentes al cincuentenario, Bussemeyer traza la historia de la inmigración de este importante periodista y de los tres periódicos que se le agradecen, el Argentinischer Bote 55 , el Argentinisches Wochenblatt y finalmente el Argentinisches Tageblatt. Estos periódicos también fueron estudiados por Anne Saint Sauveur, y encontramos en años de homenajes siempre nuevas historias de sus comienzos.

Bibliografía Argentinisches Tageblatt 29/4/1978 (Homenaje a los 89 años de la publicación), sobre el Argentinisches Tageblatt. Arndt, Karl J. R., May E. Olson. The German Language Press of the America. Die deutschsprachige Presse der Amerikas. Pullach bei München: Verlag Dokumentation, 1973. Bd. II: Argentinien, Bolivien, Brasilien, Chile, Costa Rica… citado como: Arndt/Olson Bachmann, Ernst. Jahrbuch und Adresskalender der deutschen Colonie in Buenos Aires. Hrsg. Hugo Kunz & Cía. Buenos Aires: Selbstverlag der Herausgeber, 1884. Bundeskalender, Buenos Aires: Deutscher Volksbund für Argentinien 1925. Bussemeyer, Peter. 50 Jahre Argentinisches Tageblatt. Werden und Aufstieg einer auslandsdeutschen Zeitung. Bs. As.: – [Alemann], [1938]. Deutsche La Plata Zeitung 19/7/1931.

Véase Tarcus, Diccionario 2007; Tarcus, Marx, 2007. Escribí sobre estos puntos una minuciosa reseña Rohland, 2011. 55 Sobre la vida posterior del Argentinischer Bote se puede consultar: Rohland, 2013. Reproducido en la página WEB <www.centrodiha.org>. 53

54


COMIENZOS DEL PERIODISMO EN IDIOMA ALEMÁN EN LA ARGENTINA

61

Garnica de Bertona, Claudia. Literatura en alemán de migrantes y viajeros a la Argentina (1870-1970). Un capítulo de las relaciones germanoargentinas. Sarrebruck: Publicia, 2016. Joest, Wilhelm. Die aussereuropäische deutsche Presse, nebst einem Verzeichnisse sämtlicher ausserhalb Europas erscheinenden deutschen Zeitungen und Zeitschriften Köln: Du Mont-Schauberg, 1888. Laberenz, Lennart. Vom Kaiser zum Führer – Deutschsprachige Nationalismusdiskurse in Buenos Aires 1918-1933, Munich: Grin-Verlag, 2013 Lütge, Wilhelm, Werner Hoffmann, Karl Wilhelm Körner. Geschichte des Deutsch­ tums in Argentinien. Buenos Aires: Club Alemán, 1955: 237-241; en edición ampliada: Lütge, Wilhelm, Werner Hoffmann, Karl Wilhelm Körner, Karl Klingen­fuss. Geschichte der Deutschen in Argentinien. Buenos Aires: Alemann 1981. Citado como Lütge et al. 1981. Rohland de Langbehn, Regula. [Reseña del libro] Los socialistas alemanes y la formación del movimiento obrero argentino. Antología del Vorwärts (Buenos Aires 1886-1901). Edición bilingüe, eds. Sandra Carreras, Horacio Tarcus y Jessica Zeller, trad. coordinada por Miguel Vedda. Buenos Aires: CeDinCI Editores, 2008 (362 + 354 pp.). Estudios Migratorios 71 (2011): 497-504 [índice: 227-234]. --. “Periódicos y periodistas alemanes, presentes en Esperanza antes de la Primera Guerra Mundial”. El Colono del Oeste, Esperanza, Santa Fe. 22/11/2013, 3ª Sección: 3-17. Se puede consultar en: <www.centrodiha.org>. --. “La colonización y los periodistas. Los casos de Juan Alemann y de sus hijos Mauricio y Teodoro”, trabajo presentado en el Congreso de Inmigración en Moisésville, en agosto de 2014. Se puede consultar en: <www.centrodiha. org>. --. “Nur eine hielt durch. Ein Rückblick auf die deutschsprachige Zeitungsge­ schichte in Argentinien”, Argentinisches Tageblatt, Nº conmemorativo 125 años, Nº 31977 (29/4/2014). Se puede consultar en: <www.centrodiha.org>. Saint Sauveur-Henn, Anne. Un siècle d'emigration allemande vers l'Argentine 1853-1945. Köln etc.: Böhlau Verlag, 1995. --. “Problemas específicos de la integración: los colonos judío-alemanes en la Argentina 1933-1945”. EM 70 (2012): 49-64. Tarcus, Horacio. Diccionario biográfico de la izquierda argentina. De los anarquistas a la “nueva izquierda”. 1870-1976. Buenos Aires: Emecé, 2007. --. Marx en la Argentina. Sus primeros lectores obreros, intelectuales y científicos, Buenos Aires, 2007. Werle, Wilhelm. “Deutsche Kulturarbeit in Südamerika”. En Einladungsschrift des Gymnasium Casimirianum zu Coburg zur Schlussfeier am 30. März 1909, abends 7 Uhr. Coburg: D Dornheim’sche Hofbuchdruckerei, 1909: 1-286. Winiger, Josef. “Beiträge zur Geschichte des Deutschtums” [Artículos de diario, salían normalmente los domingos]. Deutsche La Plata Zeitung, 1917-1918.


Acerca del intercambio académico entre Córdoba y Alemania durante la República de Weimar1 HANS KNOLL Universidad Nacional de Córdoba <ahknoll@yahoo.com> Como es de público conocimiento, hace dos años la Universidad Nacional de Córdoba conmemoró su 400 aniversario. En esta ocasión Daniel Saur y Alicia Servetto publicaron dos extensos volúmenes, con la colaboración de reconocidos expertos nacionales y extranjeros en historia de la ciencia y la educación (2012, 2013). Esa colección abarca el período desde la fundación de la universidad hasta la segunda mitad del siglo XX, pudiéndose identificar dos focos de atención: uno de ellos, el período de apertura de la universidad a las ciencias naturales en la época de Sarmiento y Avellaneda, época que estuvo muy ligada a la llegada de profesores alemanes a Córdoba y que ya ha sido exhaustivamente investigada2. Y el otro, la fase turbulenta de la “Reforma Universitaria” de 1918 y su repercusión en la educación superior no sólo en Argentina sino en toda América Latina3. Es sorprendente que este evento se celebre en la historiografía con tanto entusiasmo, sin saber con más precisión hacia dónde condujo realmente. En otras palabras, aún está pendiente una historia detallada de la era pos-reformista de la Universidad de Córdoba, donde el ímpetu revolucionario de 1918 se fue debilitando hasta tal extremo que, a mi parecer, se revocaron muchos de sus logros. Tanto la Reforma como su evolución en los años veinte tienen que ver directamente con el presente tema. Debemos, por lo tanto, familiarizarnos con la Reforma y sus consecuencias. Un segundo trasfondo a tener en cuenta es la primera guerra mundial y la devastadora derrota de Alemania, que significó un fuerte punto de inflexión en la autoestima de los intelectuales alemanes, las carreras universitarias y la importancia de la ciencia en la nueva política cultural exterior de la República de Weimar. Para ello debemos basarnos en las investigaciones existentes4 y mostrar de qué manera este nuevo enfoque afectó las relaciones académicas alemanas con la Argentina, especialmente con Córdoba.

Agradezco a Marina Schröder por su valioso aporte en la revisiòn crítica del texto y por haber realizado su traducción al castellano. 2 Véase Pyenson, Lewis, Ortiz, Eduardo y Togetti, Luis. Ibid. T.1 3 Véase Buchbinder, Pablo; Navarro, Mina Alejandra; Naishtat, Francisco y Puiggros, Adriana. Ibid. T.2 4 Algunas de las obras más importantes: Trommler 2014; Barbian 2014 (en parte similar a Univ. Diss. Osnabrück, 2013); Rinke 1996 T. 2; Düwell 1976. A continuación, algunos de los numerosos estudios contemporáneos: Morsbach 1932; Heilbron1933; Schreiber 1926; Horst 1930). 1


INTERCAMBIO ACADÉMICO CÓRDOBA – ALEMANIA

63

Nuestra contribución no pretende ni puede tratar el tema de forma exhaustiva, más bien quiere exponer las posibilidades, o los límites que hubo en las relaciones académicas entre Córdoba y Alemania, basándonos en un protagonista, hoy casi olvidado. Se trata del geógrafo Oskar Schmieder (1891-1980), que llegó a finales de septiembre de 1919 a Córdoba, ocupando en enero de 1920 la Cátedra de Mineralogía y Geología vacante en la Universidad (Schmieder 1972: 67, 82). Este hecho, si bien no fue auspiciado por el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán, quedó bien registrado, como veremos más adelante. La carrera académica de Oskar Schmieder comenzó por casualidad en Córdoba, un año después de la Reforma Universitaria. Después del servicio militar estudió entre 1911 y 1912 Zoología, Botánica y Geografía en la Universidad de Königsberg y desde el invierno de 1912, Geografía con el Prof. Alfred Hettner en Heidelberg (ibid: 13, 17). Este último tuvo una gran influencia sobre él y fue quien le facilitó un trabajo de campo en el año 1913 en la Sierra de Gredos en España, que fue la base para su tesis y posterior Habilitation (ibid.: 19-31, 62s.). Tras graduarse de doctor en junio de 1914 aceptó una invitación a Perú para hacerse cargo de una mina de plata. Después de haber embarcado en julio en dirección a Lima fue sorprendido a la altura de Chile por el estallido de la guerra en Europa y decidió regresar a Alemania para cumplir con sus obligaciones militares. Un viaje colmado de aventuras lo lleva por tierra a Buenos Aires, desde donde retorna en septiembre vía Génova a Alemania (ibid.: 32-38). El 18 de octubre de 1914 ya estaba en el frente de batalla (ibid: 39). Vivió la guerra desde diferentes escenarios, como comandante de escuadrón, luego como oficial. En septiembre de 1918 asume el mando del escuadrón de geólogos a cargo de la cartografía de Lituania del norte (ibid.: 38-60). Al finalizar la guerra, terminó en tiempo récord su tesis de Habilitation, y apenas seis meses después, en mayo de 1919, pasó a ser Privatdozent de la Universidad de Bonn (ibid: 62s.). Dado que las perspectivas de obtener una cátedra en geografía para un joven en una universidad alemana eran prácticamente nulas, decidió emigrar a Chile, con la vaga esperanza, de encontrar empleo como ingeniero en petróleo o de trabajar en Perú en la mina de plata, que había sido el destino de su primer viaje a Latinoamérica en 1914. Su prometida lo seguiría después (ibid.: 64). Pero durante su escala en Buenos Aires se le abrió una nueva perspectiva profesional: por casualidad tomó contacto con el Dr. Eberhard Rimann, Privat­ dozent de la Universidad Tecnológica de Dresde en el área de Mineralogía y Petrografía, que antes de 1914 trabajaba para el gobierno brasileño, pero que a causa del estallido de la guerra tuvo que emigrar a suelo neutral argentino, donde trabajó en la Universidad de Córdoba para el profesor alemán Guillermo Bodenbender y se postuló en 1919 para la cátedra de Mineralogía. Al poco tiempo Rimann recibió de la Universidad de Dresde una oferta más atractiva que la de Córdoba, que le hizo retirar su postulación y proponer a Schmieder como su reemplazante. Éste aceptó, y al día siguiente ya se encontraba camino a la ciudad mediterránea (ibid.: 67). Una vez más, la suerte jugó a su favor: en el tren, entabló amistad con el Dr. Enrique Barros, uno de los carismáticos dirigentes estudiantiles de la Reforma Universitaria, quien fue la persona que más le ayudó en su primera etapa en Córdoba. Schmieder lo recompensó más adelante con clases


64

HANS KNOLL

particulares antes de una estadía suya en Freiburg i. Br. y le brindó la posibilidad de alojarse en la casa de sus padres (ibid.: 78). Como se puede apreciar, permaneció en estrecha relación con Barros, pero aparentemente sin estar directamente vinculado con su actuación política. También entabló amistad con Enrique Martínez Paz, otro ícono de la Reforma, elegido por las fuerzas progresistas como vicerrector y después rector de la Universidad (ibid.: 79s., 87). Schmieder representó el modelo a seguir de los representantes de la Reforma Universitaria: en primer lugar por estar científicamente bien capacitado y por estar al día con los métodos más modernos de su profesión5. En muy poco tiempo se familiarizó con la geología y la mineralogía de Argentina e incorporó la terminología española correspondiente (ibid.: 82). Le puso mucho énfasis a las observaciones e interpretaciones de la naturaleza y las ventajas didácticas del trabajo de campo que ya conocía desde su época de estudiante. Aparentemente, en Córdoba nunca nadie había hecho participar a los estudiantes en estas actividades (ibid.: 80, 95, 99). Relata en sus memorias que tanto sus concepciones como sus métodos de enseñanza estaban en armonía con las nuevas tendencias que defendían los reformistas, por lo que ha de ser cierta su afirmación que los estudiantes, que exigían una modernización de la Universidad, ejercieron con éxito presión para acelerar su designación (ibid.: 77). Al parecer sus innovaciones en el plan de estudio con énfasis en la Geomorfología fueron bien recibidas tanto por la facultad como por el estudiantado (ibid.: 95). Ciertamente, como él mismo lo ha juzgado, las élites argentinas jóvenes mostraban particular interés “por todo lo práctico” y como él mismo lo manifiesta: “en aquel momento comenzaba una nueva era para aplicar el conocimiento geológico” (ibid.: 99). Esto coincide con lo que aparece en la literatura correspondiente, a pesar de las tendencias opuestas de la Reforma Universitaria, la universidad argentina se movió en este período más bien hacia la profesionalización y formación que a la investigación (Buchbinder 2000: 54; 2013: 24; Buchbinder 2011: 54). Resulta difícil evaluar la afirmación de Schmieder de que sus cuatro años de lucha en el frente de batalla y su fe luterana también hayan sido bien vistas por el estudiantado. De todos modos sabemos que durante la Reforma, la lucha contra la influencia de la Iglesia Católica fue muy importante (Ibid: 78s.). Como sus predecesores en la cátedra, Schmieder realizó numerosas excursiones6, cuyos resultados científicos publicó casi en su totalidad en revistas alemanas o estadounidenses7, hecho que fue muy importante para su futura carrera universitaria. Su actuación en Córdoba hasta 1925 y a partir de entonces hasta 1930 en la Universidad de Berkeley, eran para él un trampolín hacia una carrera académica asegurada en Alemania y que efectivamente logró con su nombramiento como catedrático en la Universidad de Kiel el 14 de abril de 19308.

5 Este aspecto a menudo ignorado de la Reforma lo destaca Pablo Buchbinder 2000: 29s., 55 y 2013. 6 Numerosas excursiones a la Sierra Chica y Sierra Grande de Córdoba (1920-1925), una excursión a la Sierra de Famatina (enero 1923), a Comodoro Rivadavia y alrededores (septiembre 1923), Condor Huasi, Bolivia (julio 1924), dos al Altiplano boliviano (enero y febrero 1925). 7 Mencionadas en las notas al pie 34-38, 44-46, 48, 50, 57 y 59 de sus memorias. 8 En efecto, también se puede aplicar a Schmieder lo que Sandra Carreras dijo acertada-


INTERCAMBIO ACADÉMICO CÓRDOBA – ALEMANIA

65

Estas fases, posteriores a su actividad académica en Córdoba, no formarán parte de la presente investigación9. Schmieder intentó ejercer una influencia directa sobre la política de la Universidad de Córdoba con una iniciativa muy particular: varias semanas antes de su nombramiento, envió una extensa carta al Ministerio Prusiano de Ciencia, Artes y Educación Popular, que fue remitida al Ministerio de Relaciones Exteriores10. Es conveniente citar a continuación una parte relevante de la misma, ya que su envío y la respuesta oficial no sólo aclaran la situación cordobesa, sino que también esclarecen los primeros intentos de acercamiento de la política cultural alemana hacia Argentina. Probablemente sepa que desde su creación, la cátedra de Mineralogía y Geología de la Universidad de Córdoba ha estado ocupada por profesores alemanes y que aquí hay una Academia Nacional de Ciencias cuyo presidente y miembros son también alemanes, aunque de edad bastante avanzada. De nuestra representación diplomática no se esperaba en absoluto que diera a conocer en Alemania que un puesto tan importante para la cultura como la cátedra antes mencionada, haya estado abierta a concurso hasta el 1/10/1919. […] si esa cátedra queda ahora en manos alemanas, es por pura casualidad. […] Considero que es mi deber pedir su intervención en nombre de los intereses alemanes y argentinos para que la falta de comprensión por parte de los alemanes no conduzca a la pérdida de otras oportunidades para promover las relaciones intelectuales entre los dos pueblos. […] Veo de cuánta reputación goza la ciencia alemana aquí y también veo la posibilidad de fortalecerla, de utilizar correctamente el favorable contexto actual. Hoy […] tuvimos una charla con el presidente de la Federación Universitaria sobre las cátedras a concursar en las que nos explicó que vería con agrado el hecho de que algunas de ellas fueran ocupadas por

mente sobre los científicos alemanes que trabajaron en el siglo XIX en Argentina: “El mundo imaginario de los académicos que habían recibido su formación científica en Alemania, se basaba en los valores de la burguesía alemana instruída (‘Bildungsbürgertum’). Así buscaban lograr una exitosa carrera profesional basada en el ejemplo alemán con su consiguiente reconocimiento social. [...] Estos patrones de comportamiento que les eran tan familiares, debían ser puestos a prueba ahora en Argentina. Partiendo de una comprensión de la ciencia como una actividad basada en la investigación, un aspirante a científico se veía como un hombre de acción. La enseñanza implicaba para los científicos alemanes no tanto la transmisión de conocimientos de manuales, sino la tarea conjunta, productiva, multiplicadora de conocimiento entre el profesor y los alumnos en la clase o en el laboratorio”, y en el caso de Schmieder habría que añadir, la observación científica y la interpretación de los fenómenos geológicos y geográficos en la naturaleza. Carreras 2010: 176. 9 Schmieder 1972: 132-181. En referencia a la actividad de Schmieder en Kiel durante la época del nacionalsocialismo véase el ilustrativo estudio de Bock 2004. 10 La fecha exacta en la copia de la carta que se encuentra en el Archivo Político del Ministerio de Relaciones Exteriores (PAAA) en Berlín no se puede precisar. Criterios internos la datan para finales de octubre o a lo sumo noviembre de 1919. El 14/1/1920 el Ministerio prusiano remitió la carta de Schmieder al Ministerio de Relaciones Exteriores (Auswärtiges Amt - AA). PAAA R63260.


66

HANS KNOLL

científicos alemanes, por el solo hecho de que en este país faltan especialistas en esas materias. Sin embargo, […] para los postulantes alemanes existe la siguiente dificultad: Antes, las designaciones se realizaban a través de un nepotismo puro, lo que llevaba a que elementos completamente inapropiados se convirtieran en profesores, a tal punto que el año pasado se llegó a una revuelta estudiantil que condujo al cambio del sistema. Para otorgar el puesto a los más capacitados, ahora la cátedra se llama a concurso y todos los postulantes deben someterse a una prueba que resulta decisiva a la hora del nombramiento. Es por ello que desde ahora sólo deberían venir alemanes que se atrevan a emprender el viaje sin ningún tipo de garantía, que residan aquí por un tiempo y que luego se postulen […] Las cátedras […] que por el momento están libres y deben cubrirse antes de marzo de 1920 son: 1) Botánica, 2) Zoología, 3) Histología, 4) Fisiología, 5) Neuropatología, 6) Química Inorgánica, 7) Farmacogénesis y tal vez algunas otras. Tal vez sepa usted de alguien con personalidad apropiada […] me refiero a personas que representen adecuadamente la germanidad, que puedan adaptarse al contexto local (que se vistan bien, etc.), que carezcan de toda tacha moral y que dispongan de los medios económicos como para mantenerse durante medio año. […] El hecho de que la persona en cuestión debe dominar su materia es, por supuesto, un requisito indispensable. […] El contenido de mi carta obviamente no va dirigido al público, aunque si bien solo contiene aspectos que favorecen tanto al pueblo argentino como al alemán, podría ser perjudicial desde un punto de vista chauvinista. El departamento cultural del Ministerio de Relaciones Exteriores en Berlín comentó esta propuesta con las siguientes observaciones: Entre tanto, el gobierno argentino […] se ha comunicado con nosotros en relación con el envío de profesores para el dictado de clases en la Facultad de Ciencias Económicas [de la Universidad de Buenos Aires]11. El envío de científicos suele ser por la vía diplomática. Sin embargo, se presentan grandes dudas respecto del pedido del Dr. Schmieder, de que los postulantes para puestos universitarios en Argentina deberían La iniciativa surgió del ex Ministro de Economía argentino y entonces decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, Eleodoro Lobos y se llevó a cabo a través del enviado argentino en Berlín, Luis B. Molina. (Soehring al Ministro Prusiano de Ciencia [...], 26/1/1920). El Embajador alemán en Buenos Aires hacía referencia a Lobos como „simpatizante de Alemania“ y enfatizó que „un nombramiento de eruditos alemanes bajo condiciones aceptables sería de gran valor para la comunidad alemana local“. (Olshausen al AA, 18/9/1920). El AA expuso una lista de 18 especialistas alemanes en las áreas de conocimientos requeridas en Buenos Aires, que estaban dispuestos a acudir a un llamado de la UBA. Las tratativas se prolongaron durante más de un año, pero finalmente quedaron en la nada cuando la labor de Lobos llegó a su fin. El AA al embajador en Buenos Aires, 30/4/1921; Pauli (Buenos Aires) al AA, 12/8/1921. La correspondencia completa de este proceso se encuentra en el fascículo PAAA R63260. 11


INTERCAMBIO ACADÉMICO CÓRDOBA – ALEMANIA

67

viajar al país por su propia cuenta y riesgo para esperar allí la oportunidad de obtener alguno de estos puestos. Desde el punto de vista oficial sólo puede desaconsejarse seguir tal vía. Desde aquí se apelará a las representaciones alemanas en América del Sur, prestar debida atención a toda ocasión en que se solicite eruditos alemanes en las instituciones educativas locales y de informar acerca de ello12. ¿Qué información podemos extraer de esta correspondencia? 1. Los órganos estudiantiles cordobeses después de la Reforma tenían cada vez más influencia sobre la designación de las cátedras y su orientación científica. 2. Se implementó el nuevo sistema de nombramiento por antecedentes y oposición de los candidatos ante un jurado. 3. En las facultades de Ciencias y Medicina de la Universidad fueron numerosas las cátedras que al parecer no pudieron ser ocupadas adecuadamente. 4. La iniciativa de nombrar catedráticos extranjeros vino del lado argentino, de modo que en este caso no corresponde hablar de un “imperialismo cultural” alemán. 5. Los actores principales de la política cultural alemana en el extranjero, sin embargo, no sólo estaban interesados, sino más que dispuestos en aprovechar las oportunidades, pero en cooperación con las autoridades argentinas. 6. La imagen de la ciencia alemana y sus representantes no estaba afectada en los países neutrales, a pesar de haber sido desacreditada por los enemigos, incluso después de haber finalizado la Primera Guerra Mundial. Este hecho permitió el inicio de una nueva política cultural, que analizaremos enseguida con más detalle. Con respecto al futuro de las relaciones académicas alemanas con Córdoba, se mantuvo la postura negativa del Ministerio de Relaciones Exteriores. Nadie en los círculos oficiales alemanes pensó en la posibilidad de someterse a las nuevas reglas para ocupar cargos universitarios en Córdoba y, hasta donde me consta, puedo afirmar que, hasta 1933 e incluso hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, el Ministerio de Relaciones Exteriores no propuso ni un solo científico a la Universidad de Córdoba, mientras que fueron varios los profesores designados para trabajar en las instituciones científicas de Buenos Aires y La Plata, con la condición de dejar acordadas de antemano las condiciones de empleo con las instituciones argentinas. Las conferencias o lectorados de corto plazo eran la forma más frecuente de cooperación. Anteriormente nos preguntamos por qué Córdoba no pudo proseguir con las relaciones argentino-alemanas de los años 1870 y 1880. Para dar esta res Eckardt, Nota, s. d., rubricada por Soehring, jefe del departamento, el 31/1/1920 y reenviada el 14/2/1920 al Ministerio Prusiano de Ciencia [...]. PAAA R63260. Mientras tanto había llegado al Ministerio berlinés una carta de Rimann desde Dresden, refiriéndose a la ocupación de cargos docentes en las universidades de Córdoba, Santa Fé y Tucumán. Rimann explica en ella sobre las frecuentes oportunidades para jóvenes alemanes con formación académica, especialmente médicos, dentistas, farmacéuticos, zoólogos y químicos, pero la imposibilidad de obtener una garantía para la obtención de tales cargos. Los candidatos debían asumir el riesgo de costearse la travesía y la estancia de al menos tres meses (aprox. 300 pesos papel por mes), un gasto total de 20.000 marcos. Los salarios (en Córdoba, 400 pesos papel) apenas alcanzaban para los gastos básicos (trabajos paralelos eran inciertos). En su respuesta del 15/3/1920 al Ministerio prusiano, Soehring hace referencia a su carta del 14/2/1920 nombrada arriba. 12


68

HANS KNOLL

puesta debemos tener presentes los principios de la nueva política cultural alemana en el exterior. Esa política estaba signada por aspectos estrechamente relacionados con las consecuencias del Tratado de Versalles y el aislamiento internacional de la República de Weimar. Esta situación es precisamente la que llevó a la joven República a revalorizar la política cultural exterior y a adjudicarle sus nuevas funciones. Tal circunstancia había limitado el campo de acción de Alemania en los ámbitos de la producción industrial, comercio exterior, etc. Sólo en el entorno de la política cultural exterior conservó una mayor libertad de movimiento. Además de los alemanes residentes en el exterior, los destinatarios de esta política eran los socios extranjeros, especialmente aquellos que habían permanecido neutrales durante la guerra, como Argentina o México. Las élites políticas y sociales de Weimar estaban convencidas de que una buena exposición de los avances culturales y una política cultural llevada a cabo con empatía pero de lineamientos claros lograrían restablecer vínculos y renovar viejas simpatías y de este modo preparar el camino para una recuperación política y económica de una Alemania humillada13. Es por ello que la política cultural llevada adelante no era un fin en sí mismo, sino un medio para escapar del aislamiento que le habían impuesto los vencedores. Un aislamiento tal que hasta la ciencia alemana fue boicoteada por los aliados (Schröder-Gudehus, 1966). Hasta el año 1926 Alemania estuvo oficialmente excluida de todas las organizaciones científicas y universitarias así como de sus reuniones y eventos internacionales, circunstancia que Argentina criticó desde el primer momento y que Brasil, aún habiendo sido enemigo, también reprobó (ibid.; Reinbothe 2006). Se podría suponer que en este contexto Córdoba contaba con un buen punto de partida para ser parte de este renovado interés por el intercambio científico con Alemania, teniendo en cuenta que llevaba décadas albergando a científicos alemanes en sus instituciones. Pero, como dijimos, no hubo ningún indicio de querer restablecer las relaciones entre Córdoba y Alemania. A continuación trataré de explicar el porqué de esta situación. Ya antes de la guerra y más aún después, la política exterior alemana y en consecuencia también la política cultural se centró en desafiar lo que hacía al respecto su rival Francia14. Y es que Francia, tenía una importancia decisiva para la política interna de Alemania. No sin razón, después del Tratado de Versailles, Francia era vista por los alemanes como la principal causa de su opresión política y económica. Francia también se presentaba como el principal competidor en el plano cultural, en especial en la Argentina de la posguerra con sus élites sociales e intelectuales francófilas y en parte francófonas. Pero desde el punto de vista de la cultura, la presencia francesa se centró prácticamente en Buenos Aires. Este es el motivo más importante por el que las medidas alemanas se concentraron en Buenos Aires y no en Córdoba: se trataba de una confrontación directa con Francia para ganar un espacio en la capital y no en el interior del país. Este aspecto es acentuado por Rinke 1996, T. II: 413 y passim, más que por Trommler 2014: 290ss, en especial 300-311. Véase también Rinke 1997: 378. 14 Un ejemplo elocuente de la rivalidad franco-alemana en el ámbito de la política cultural antes del estallido de la Primera Guerra Mundial ofrece Daughton 2008. (Agradezco esta referencia a Ben Bryce). 13


INTERCAMBIO ACADÉMICO CÓRDOBA – ALEMANIA

69

Tal vez sea útil, mostrar brevemente elementos de la presencia cultural de Francia en Buenos Aires y los esfuerzos alemanes que deben ser comprendidos como una respuesta directa a esto. La Alliance Française fue para Francia un poderoso instrumento para popularizar la lengua y la cultura francesas en el exterior. Esta institución que opera a nivel mundial era conducida de modo centralizado y no sólo ofrecía cursos de idioma sino que también difundía bibliografía científica y literatura francesa traducida al castellano. En Buenos Aires gozaba de gran admiración, al igual que el Comité France-Amérique con representación en muchos otros países sudamericanos, y en especial el Institut de l'Université de Paris à Buenos Aires que incluso recibía apoyo económico por parte del gobierno argentino (Pelosi, 1999). En muchos sentidos esta última institución era un modelo a seguir para la política cultural alemana. Como tiempo atrás lo había hecho la Alliance Française, el Institut de l'Université de Paris à Buenos organizaba viajes y ciclos de conferencias con afamados estudiosos y políticos franceses, otorgaba becas para realizar estudios e investigaciones en Francia a estudiantes y profesores, promovía las exposiciones artísticas y de libros y su oferta cultural en general estaba muy ligada a las actividades de la Universidad de Buenos Aires15. Las palabras de un diplomático alemán, que se desempeñaba en Buenos Aires a partir de 1920, ponen de relieve esta situación y reflejan tanto el respeto como la envidia frente al éxito de la política cultural francesa: Los franceses ponen su mayor esfuerzo en la propaganda. Ya antes de la guerra eran maestros en el arte de la publicidad y le deben agradecer a esta infinitamente. [...]. En Sudamérica desde hace décadas […], han logrado con su propaganda tenaz, dirigida y unívoca, convertirse en el único pueblo europeo al que todo el mundo le tiene simpatía. […] Pero ahora sienten cómo les tiembla el suelo bajo sus pies y han reforzado su campaña propagandística. En todas las paredes de la ciudad hay carteles invitando a tomar clases gratuitas de idioma francés. Esta tarea se le ha encomendado a la Alliance Française [...] que se esmera y con éxito. Paralelamente organiza veladas que incluyen conferencias de conocidos oradores franceses que cruzaron el océano con ese único objetivo. […]. Y precisamente en esto, en el uso unívoco de cada acción propagandística, centralizada en Paris evitando así la fragmentación, los franceses son maestros. Por su parte el público argentino recibe a través de los grandes periódicos de forma regular y bien dosificada, información sobre la política

Un clásico sobre este tema es la interpretación de Rühmann 1919, con muchos detalles acerca de la política cultural francesa que el autor evalúa como muy exitosa. Cf. Haas 1921; Stern-Rubarth 1921. Hoffmann 1929: 397-399. También Rinke 1996 T. 2: 432 trata el tema y destaca el carácter ejemplar que tuvieron junto con las instituciones francesas, el Instituto di Cultura Italiana y la Institución Cultural Española. En las actas del AA se encuentran numerosas referencias a las actividades francesas en Buenos Aires, p. ej. PAAA R64677, R64853, R64925, R78798, R121242. 15


70

HANS KNOLL

francesa. Los autores de estos artículos son los más conocidos e importantes hombres de Francia”16. Debo aclarar aquí que en esta época todavía no se hablaba de “política cultural”. Lo que hoy definimos con este término se circunscribía por lo general a la “propaganda cultural” que describe sin rodeos la promoción de algo en beneficio propio utilitarista y unilateral, lejos de favorecer las cualidades sociales y de conveniencia recíproca propias del intercambio cultural actual17. Es por ello que en el Ministerio de Relaciones Exteriores muchos documentos referidos, entre otras cosas, al intercambio de profesores y estudiantes, se archivaban bajo el título de “Propaganda cultural para mejorar la reputación de Alemania en el exterior”, lo que muestra, sin duda claro está, que estas medidas estaban destinadas en primer lugar a representar los intereses alemanes. Sólo con gran reticencia fue imponiéndose la idea del intercambio en el ámbito de la política cultural y aceptada ampliamente recién después de la Segunda Guerra Mundial. A partir de este concepto de propaganda es que debe comprenderse que las medidas alemanas como la organización de conciertos y óperas, exposiciones de libros y obras de arte, invitaciones y homenajes a instituciones y personalidades, se restringían al Gran Buenos Aires, donde Alemania podía sacar el mayor rédito propagandístico, ya que los recorridos burocráticos eran cortos y había posibilidades efectivas para conseguir con éxito sus objetivos. Allí estaba la sede del gobierno y también las redacciones de todos los importantes diarios nacionales que informaban acerca de los eventos. Además había una gran comunidad alemana, cuyas asociaciones podían aparecer como organizadoras y prestar ayuda económica. Era también ahí donde había un público argentino masivo. En otras palabras: las acciones, incluidos los viajes de los académicos alemanes, no tenían como principal objetivo fomentar el desarrollo de la ciencia argentina y de sus instituciones, sino más bien de ganar popularidad en pos de obtener una imagen positiva de Alemania que desterrara las falacias de la propaganda francesa o que al menos las neutralizara. Lo mismo vale para las invitaciones de los científicos argentinos a Alemania: su primera finalidad no era académica, sino que se pretendía mediante una publicidad positiva mejorar el concepto que se tenía del país germano. Tal vez cabe aquí, presentar una de las instituciones dedicadas al intercambio científico entre Argentina y Alemania, a pesar de que su radio de acción se circunscribió casi en forma exclusiva a Buenos Aires y La Plata: se trata de la Institución Cultural Argentino-Germana, fundada en 1922 por científicos argentinos aunque con la participación de la embajada alemana18. En cierto sentido

Albert Haas, notas: „Propaganda“. Buenos Aires, 14/6/1920. PAAA R121232. En referencia al término „Kulturpropaganda“ (propaganda cultural), véase el artículo instructivo de Düwell 1981. El artículo contiene aportes significativos en referencia a la ponencia de Düwell, relacionados con la transformación del concepto de propaganda. Véase también la tipologización de Düwell sobre la política cultural exterior en un esbozo sobre la política cultural alemana desde el Imperio hasta la República Federal: Düwell 2009: 75-79. 18 Aún está pendiente una publicación científica de la Institución Cultural. Informaciones importantes en las actas del PAAA en Rinke (1996 T.2, 432-435,438-441, 447). Id. 2008: 21s. 16 17


INTERCAMBIO ACADÉMICO CÓRDOBA – ALEMANIA

71

era la competencia al ya existente Deutscher Wissenschaftlicher Verein, la Asociación Científica Alemana, pero cuya oferta se restringía casi en su totalidad a la colonia de alemanes residentes en Argentina. A través de la Institución Cultural llegaron afamados médicos alemanes como los profesores Nonne y Mühlens del Instituto de Estudios del Trópico en Hamburgo y juristas como Rauchhaupt y Simons, pero también especialistas de otras disciplinas. Muchos de ellos tuvieron una recepción triunfal y el correspondiente eco en la prensa, lo que justificaba los costos del viaje a los ojos de los alemanes. Pero las universidades del interior se quedaron con las manos vacías. Todo, salvo algunas excursiones de médicos, biólogos y otros expertos al norte o al sur argentino, transcurría en la capital y el Gran Buenos Aires. Recién en 1926, se creó una filial de la Institución Cultural en Córdoba, pero su actividad no ha sido estudiada hasta el momento. Lo más probable es que su principal trabajo haya consistido en la enseñanza de alemán19. Cierto es que algunos años antes, en 1920 durante el rectorado de De la Torre y por la intervención de los médicos de la Universidad Nacional de Córdoba se había creado una cátedra destinada a la enseñanza del alemán, la filología comparativa y la traducción de textos científicos, pero no existe más información al respecto que estos datos20. Sobre la Institución Cultural de la capital, el embajador alemán informó a Berlín en 1922 que por su estructura constituye un efectivo contrapeso frente a los esfuerzos de anexión cultural llevados adelante con muchos más medios económicos por su equivalente francés y […] con la ventaja de no tener como aquella el sello del apoyo de un gobierno extranjero que hace aparecer sus actos como propaganda oficial. Existe un cierto peligro en el hecho de que los elementos alemanes actuantes no tienen suficientemente en cuenta que la actividad de la sociedad debe orientarse por completo a los círculos intelectuales argentinos y no a los intereses ni a la dirección política de los círculos dirigentes de la colonia alemana21. Wilpert von Blücher (Encargado de negocios de la Embajada en Buenos Aires) al AA, 16/9/1926. PAAA R 40538. 20 Según el corresponsal en Córdoba del periódico Argentinisches Tageblatt, el cargo fue ganado por concurso y tenía una afluencia de entre 150 y 200 estudiantes de tres facultades, principalmente la de Medicina, a los que también se les ofrecía un curso especial de terminología médica alemana. Al parecer la facultad contaba con un gran número de revistas médicas alemanas.Argentinisches Tageblatt, 1/4/1924. 21 Pauli al AA, 22/9/1922. PAAA 78798. El enviado tenía sus dudas, de que los principales círculos de la comunidad alemana aceptaran los nuevos lineamientos, porque continúa relatando: “En este sentido estoy preocupado, porque será realmente difícil que los miembros alemanes de la Institución Cultural se liberen de los hábitos de propaganda política y aspiren solamente a un acercamiento cultural, cuyos efectos políticos no están inmediatamente a la vista.” En esto tenía razón, pero debería haber agregado, que también en el AA había cierta resistencia en la reorientación. Incluso años más tarde, a raíz de un documento interno de la representación alemana que decía que los esfuerzos de la Institución Cultural “contaban con todo el apoyo de la delegación”, se comentaba: “estas insinuaciones insensatas, sobre todo por parte de los compatriotas, como si toda la propaganda cultural sólo debiera servir para la venta de productos industriales alemanes, será rechazada enérgicamente en cuanto se de la oportunidad”. Copia 19


72

HANS KNOLL

Una vez más, cabe señalar que Córdoba estaba demasiado lejos para Alemania y no tenía ninguna relevancia mediática. Ya medio siglo antes, durante el desarrollo de las ciencias naturales en Córdoba, las diferencias cualitativas respecto de la iniciativa de Sarmiento y Avellaneda no podrían haber sido mayores y explican, a mi entender claramente por qué la Universidad de Córdoba no se benefició con este renacimiento de las relaciones germano-argentinas.

Bibliografía Fuentes inéditas Politisches Archiv des Auswärtiges Amt (Archivo Político del Ministerio de Relaciones Exteriores) Berlín (PAAA): R 40538, 63260, 64677, 64853, 64925, 78798, 121232, 121242. Fuente publicada Argentinisches Tageblatt 1/4/1924. Referencias bibiográficas: Barbian, Nikolaus. Auswärtige Kulturpolitik und “Auslandsdeutsche” in Latein­ amerika 1949-1973. Wiesbaden: Springer, 2014 (en parte similar a Univ. Diss. Osnabrück, 2013). Bock, Ulrike: “Deutsche Lateinamerikaforschung im Nationalsozialismus. Ansätze zu einer wissenschaftshistorischen Perspektive”. En Carreras, Sandra (ed.) Der Nationalsozialismus und Lateinamerika. Institutionen – Repräsentationen – Wissenskonstrukte I. Berlín: Ibero-Amerikanisches Institut (2004) IberoOnline.de /Heft 3, I. Buchbinder, Pablo. “Sistemas educativos en debate: lecturas argentinas de las instituciones alemanas entre finales del siglo XIX y principios del XX”. En Chicote, Gloria; Göbel, Barbara (eds.): Ideas viajeras y sus objetos entre Alemania y América austral. Fráncfort del Meno: Vervuert, 2011 (Bibliotheca Ibero-Americana, vol. 146), 41-55 --. “Controversias sobre la vida universitaria entre el antiguo régimen y la Reforma”. En Saur, Daniel; Servetto, Alicia (coord.): Universidad Nacional de Córdoba: cuatrocientos años de historia. T. 2. Córdoba: Universidad Nacional de Córdoba, 2013: 11-25. --. “El movimiento reformista de 1918: una aproximación desde la historia interna de las instituciones universitarias”. En Ibero-Amerikanisches Archiv 26/1-2 (2000): 27-58. Carreras, Sandra. “Zwischen zwei Welten. Deutsche Wissenschaftler in Argentinien (1860-1950)”. En Birle, Peter (ed.). Die Beziehungen zwischen Deutsch­ land und Argentinien. Fráncfort del Meno: Vervuert, 2010: 163-182. no fechada (¿1926?) “La Institución Cultural Argentino-Germana“. PAAA R 64925.


INTERCAMBIO ACADÉMICO CÓRDOBA – ALEMANIA

73

Daughton, J.P. “When Argentina was ‚French‘: Rethinking Cultural Politics and European Imperialism in Belle- Époque Buenos Aires”. Journal of Modern History 80 (2008): 831-864. Düwell, Kurt. “Zwischen Propaganda und Friedensarbeit – 100 Jahre Geschichte der deutschen Auswärtigen Kulturpolitik”. En Maass, Kurt-Jürgen (ed.): Kultur und Außenpolitik. Handbuch für Studium und Praxis. 2º edición revisada y ampliada, Baden-Baden: Nomos, 2009: 61-111. --: “Die Gründung der kulturpolitischen Abteilung im Auswärtigen Amt 1919/20 als Neuansatz.” En id.; Link, Werner (ed.): Deutsche auswärtige Kulturpolitik seit 1871: Geschichte und Struktur. Referate und Diskussionen eines interdisziplinären Symposions. Colonia, Viena: Böhlau, 1981: 47-71. --. Deutschlands auswärtige Kulturpolitik 1918-1932. Grundlinien und Dokumente. Colonia, Viena: Boehlau, 1976. Haas, Albert. “Die geistigen Auslandswerte Deutschlands. Ein statistischer Versuch”. Deutsche Politik 6 (1921): 209-213. Heilbron, Friedrich. “Hochschule und auswärtige Politik”. En Doeberl, Michael et al. (ed.): Das akademische Deutschland. Vol. III: Die deutschen Hochschulen in ihren Beziehungen zur Gegenwartskultur. Berlín: C.A. Weller Verlag, 1933. Hoffmann, Walter. “Kulturpropaganda und Exportförderung”. Ruhr und Rhein Wirtschaftszeitung 10 (1929): 397-399. Horst, Max. “Die Auslandsbeziehungen der Notgemeinschaft der Deutschen Wissenschaft”. Hochschule und Ausland. Monatsschrift für Wissenschaft und kulturelles Leben. 8/12 (1930) 1-8. Morsbach, Alfred. “Deutsche Kulturpolitik im Ausland“. En Konen, H.; Steffes, J. P. (ed.): Volkstum und Kulturpolitik. Eine Sammlung von Aufsätzen. Gewidmet Georg Schreiber zum fünfzigsten Geburtstage. Colonia: Gilde Verlag, 1932: 237-265. Pelosi, Hebe Carmen. Argentinos en Francia, franceses en Argentina, Una biografía colectiva. Buenos Aires: Ciudad Argentina, 1999. Reinbothe, Roswitha. Deutsch als internationale Wissenschaftssprache und der Boykott nach dem Ersten Weltkrieg. Fráncfort del Meno et al.: Peter Lang, 2006 Rinke, Stefan. “Deutschland und Argentinien zwischen Erstem Weltkrieg und Weltwirtschaftskrise.” En Meding, Holger M.; Ismar, Georg (ed.): Argentinien und das Dritte Reich. Mediale und reale Präsenz, Ideologietransfer, Folge­ erscheinungen. Berlín: Wissenschaftlicher Verlag, 2008: 13-24. --. “Deutsche Lateinamerikapolitik, 1918-1933: Modernisierungsansätze im Zeichen transnationaler Beziehungen.” Jahrbuch für Geschichte von Staat, Wirtschaft und Gesellschaft Lateinamerikas 34 (1997): 355-383. --. “Der letzte freie Kontinent”: Deutsche Lateinamerikapolitik im Zeichen transnationaler Beziehungen, 1918-1933. Stuttgart: Heinz, 1996, T. 2. Rühmann, Paul M. Kulturpropaganda. Grundsätzliche Darlegungen und Auslandsbeobachtungen. Charlottenburg: Deutsche Verlagsgesellschaft für Politik und Geschichte m.b.H., 1919,


74

HANS KNOLL

Saur, Daniel; Servetto, Alicia (coords.). Universidad Nacional de Córdoba. Cuatrocientos años de historia. Córdoba: Universidad Nacional de Córdoba, 2012, T.1, 2013, T.2. Schmieder, Oskar. Lebenserinnerungen und Tagebuchblätter eines Geographen. Kiel: Ferdinand Hirt, 1972. Schreiber, Georg. “Wege der Auslandkulturpolitik”. En Jahrbuch des Reichsverbandes für die katholischen Auslanddeutschen. Munster: Aschendorffsche Verlagsbuchhandlung, 1926: 36-48. Schröder-Gudehus, Brigitte. Deutsche Wissenschaft und Internationale Zusammenarbeit 1914-1928. Ein Beitrag zum Studium kultureller Beziehungen in politischen Krisenzeiten. Ginebra: Dumaret & Golay, 1966. Stern-Rubarth, Edgar. Die Propaganda als politisches Instrument. 2a. ed. Berlín: Trowitzsch, 1921: 27-52. Trommler, Frank. Kulturmacht ohne Konzept. Deutsche auswärtige Kultur­be­ ziehungen im 20. Jahrhundert. Colonia et al.: Boehlau, 2014.


La imagen del Chaco en los viajeros alemanes a la Argentina (1870-1970) CLAUDIA GARNICA DE BERTONA Universidad Nacional de Cuyo A partir de 1870 aproximadamente y hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial en 1939, la Argentina es un destino frecuente para los viajeros procedentes de unidades políticas germanohablantes europeas, que con diferentes propósitos recorren el país. Dos son las intenciones fundamentales de los viajeros: en primer lugar, explorar y dar a conocer las posibilidades de las diferentes regiones de Argentina como destino posible de colonización germana y, en segundo lugar, realizar viajes de descubrimiento científico que muestren a la comunidad de investigadores las características de regiones que hasta entonces permanecían inexploradas desde ese punto de vista. Otro tipo de viaje menos frecuente es el de aventuras, donde se narra el desplazamiento de un yo autobiográfico en el espacio. De los tres tipos de viaje mencionados, el que tiene menor estilización literaria es el de descubrimiento científico, lo que se justifica tanto por la formación como por la intención de los autores. Sin embargo, hay en ellos también un estilo cuidado, ya que se trata de textos que no solo se orientan a la comunidad científica sino también a un público más amplio, lo que se evidencia tanto por las editoriales que los publican como por la cantidad de sus reediciones. El objetivo de mi trabajo es mostrar la imagen de la región del Chaco que arrojan los textos de los viajeros y determinar si existen cambios en la misma que se condicionen a la fecha de publicación de las obras, al tipo de texto o a la intención manifiesta del autor al producir su escrito. También contrastaré la imagen del Chaco con otros destinos reiterados de los viajeros germanos, tales como la Patagonia o el Litoral argentino, y finalmente determinaré si el lugar de la publicación, que se relaciona con el lector posible de los textos, influye en la imagen que estos transmiten. Esta investigación se desprende del rastreo de textos de inmigrantes y viajeros que escriben en alemán desde y sobre la Argentina, que fue el tema de mi tesis doctoral, titulada Literatura en alemán de migrantes y viajeros a la Argentina (1870-1970). Un capítulo de las relaciones germanoargentinas, publicada en 2016. Las obras que servirán de base para mi análisis son, ordenadas cronológicamente, las siguientes: Tjarks 1911; Schmidt 1921; Colditz 1925 y 1928; Rentzell 1929; Tolten 1933 y 1935; Schmidt 1938 y 1940 y Krieg 1933 y 1942. Organizaré el análisis y presentación de los textos tomando como base cuatro coordenadas: 1) la imagen del paisaje de la región chaqueña, 2) la imagen de sus habitantes nativos y de los inmigrantes, 3) el Chaco como destino posible para la colonización alemana y 4) el interés científico de la zona como tierra inexplorada. No consideraré los textos con un grado alto de ficcionalización de lo real, como por ejemplo Marcos Bustamante (1889) de Johann Alemann y Alwin Matschnig, en los que la zona aparece solo como uno de los escenarios de la acción.


76

CLAUDIA GARNICA DE BERTONA

El marco teórico de mi trabajo y los instrumentos del análisis provienen fundamentalmente de la Literatura Comparada, más específicamente de la Imagología, que estudia la imagen propia y ajena construida a partir de textos literarios en los cuales un observador toma partido frente a lo presentado y cuyos polos son la filia o la fobia (Garnica 2016: 18), la Literatura de viajes y la Literatura de Minorías. Dentro de la Literatura de Minorías es imprescindible la mención de la obra de Alexander Ritter, Deutsche Minderheitenliteraturen (Literaturas de las minorías alemanas), quien investiga a minorías que escriben en alemán fuera de Alemania y menciona a la Argentina como una zona hasta entonces no trabajada.

La imagen del paisaje de la región chaqueña El Territorio Nacional del Gran Chaco, con capital en Villa Occidental1, fue creado el 31 de enero de 1872 mediante un decreto del presidente Domingo Faustino Sarmiento. Por Ley Nacional 1532, del 16 de octubre de 1884, llamada de “Organización de los Territorios Nacionales”, el Gran Chaco quedó dividido en dos gobernaciones: la de Formosa —también llamada entonces Gobernación del Bermejo— al norte del río Teuco-Bermejo y la del Chaco, al sur de ese curso de agua. Chaco fue declarado Provincia mediante Ley 14037, del 8 de agosto de 1951, y por Ley del 20 de diciembre de 1951 pasó a denominarse Provincia Presidente Perón, lo que quedó sin efecto en 1955. Debe distinguirse el Gran Chaco, como región geográfica, del Chaco como provincia argentina. El Chaco como parte del recorrido de un viajero tiene una presencia importante en la obra de Juan Tjarks Eine Reise nach dem Gran Chaco, Misiones und den Fällen des Iguazu (Un viaje al Gran Chaco, Misiones y las Cataratas del Iguazú) de 1911. En el Prólogo aclara el autor que su texto pretende ser una guía para quienes todavía no conozcan esa zona del país. Él viaja en barco y parte con un compañero el 9 de abril. Visitan la Escuela Agrícola de Colonia Benítez, la fábrica de extracción de tanino en Tirol y hacen en tren el trayecto Barranqueras-Metán. Van a Resistencia, donde marca los signos del progreso, como el alumbrado público, y nota que la presencia alemana es escasa en la ciudad, lo que le resulta llamativo. Su texto parte de un diario de viaje y no pretende ser una guía para colonos sino más bien para viajeros, por lo que insiste en las conexiones que la región les ofrece. Meine Jagd nach dem Glück in Argentinien und Paraguay. Reise-, Arbeitsund Jagdabenteuer (Mi caza de la felicidad en Argentina y Paraguay. Aventuras de viaje, trabajo y caza), de 1921, es la primera obra de Hans Schmidt, y en ella la imagen del Chaco ocupa un lugar importante. Cuando el narrador comenta a sus conocidos que ha conseguido trabajo como jardinero en la zona, estos le dicen que el Chaco es a la Argentina lo que Siberia a Rusia (Schmidt 1921: 52). Trabaja poco tiempo en una chacra y se queda nuevamente desocupado. Sobrevive cazando y conoce la forma de vida de los indios en la zona. Se interesa especialmente por las diferentes especies animales que puede ver en su reco-

Villa Occidental (hoy Villa Hayes) pertenece al Paraguay desde el laudo de 1878 tras la Guerra de la Triple Alianza. 1


VIAJEROS ALEMANES EN EL CHACO

77

rrido y las describe en detalle, así como la variedad de reptiles e insectos que le fue posible encontrar. Dentro del grupo de autores que se dedica a presentar al Chaco desde un punto de vista no científico, sino como escenario de sus experiencias autobiográficas, se encuentra Hans Tolten, quien en 1933 se refiere al Chaco en su obra Die Herden Gottes. Menschen und Tiere in Urwald und Kamp (Los rebaños de Dios. Hombres y animales en la selva virgen y el campo). Dice sobre él Karl Kurt Klein: Er wurde im Jahre 1888 in Berlin geboren; seine frühen Kindheitsjahre verbrachte er in Brasilien; auf einer nordargentinischen Estanzia und im Schülerstift in Buenos Aires wuchs er heran […]; auf Entdeckungsund Arbeitsfahrten durchstreifte der junge Mann das ganze westliche Südamerika, Argentinien, Paraguay, Brasilien; seit 1930 lebt und schriftstellert er in Deutschland (Klein 1979: 309-311)2. En el texto de Tolten, que es una narración en primera persona, el Chaco es el escenario más importante de la acción, ya que es la tierra que los padres alemanes del yo narrador habitan como colonos. A su familia le llega una orden judicial para abandonar la tierra porque esta ha sido dada en concesión a una empresa para la explotación del quebracho. Sufren por la sequía y la inundación, se quieren ir a Charata, pero no tienen suficiente dinero, así que trabajan como medieros, son sometidos y maltratados. El ambiente amigable y providente con el que Tolten comienza su obra, se vuelve hacia el final cada vez más hostil, con dificultades insuperables para los colonos. Sin embargo, la obra termina con un nuevo horizonte para la familia, ya que el padre consigue trabajo en una fábrica de yerba mate.

La imagen de los habitantes nativos del Chaco La actitud de los autores de textos de viaje de lengua alemana hacia los indios, a quienes perciben desde lo imagológico como “el otro”, presenta un abanico amplio de posibilidades, que van desde la solidaridad y la identificación con su destino hasta la consideración de los mismos como un obstáculo para el progreso y la población de las regiones de Argentina, y que por lo tanto deben ser erradicados para implantar la civilización. En este abanico de posibilidades, comenzando con la postura positiva, se encuentra la figura de Hans Tolten, quien en 1935 en su obra autobiográfica Kampf um die Wildnis. Die letzten Tagen einer Rasse (Lucha por el desierto. Los últimos días de una raza), se refiere a los indios chaqueños como “los hombres rojos” (Tolten 1935: 47) y se detiene a demostrar las condiciones de maltrato y explotación a las que se los somete, lo que los lleva a enfrentamientos con los 2 Traducimos ad hoc todas las citas que figuran en alemán en el texto, pues no existen traducciones editadas. [Hans Tolten] “nació en el año 1888 en Berlín, pasó los primeros años de su infancia en Brasil, creció en una estancia en el norte de Argentina y en un internado en Buenos Aires. Por viajes de exploración y trabajo, el joven atravesó todo el oeste de Sudamérica, Argentina, Paraguay y Brasil; desde 1930 vive y escribe en Alemania.”


78

CLAUDIA GARNICA DE BERTONA

blancos. Tolten invierte el esquema civilización/barbarie, todavía vigente hacia la fecha de publicación de la obra. Cuando en una ocasión el narrador puede elegir si pasa la noche con los blancos o los indios, dice: Ich fühlte mich erleichtert und geborgen, als ich wieder bei den schweigsamen Toba war, die in würdevoller Haltung, wie edle Bronze­ wildwerke, um die Feuer sassen. Die Rollen waren, wie so oft schon, vertauscht: hier, bei den “Wilden”, die Gesittung, dort, bei den “Zivilisierten”, die Barbarei (Tolten 1935: 98)3. Buscando unos animales perdidos, el narrador llega a una misión, donde le llaman la atención la organización y el desarrollo que esta ha llevado a la zona. Su mirada sobre los indios es compasiva, los considera Naturmenschen (hombres naturales) a quienes los hombres blancos no comprenden, y no los juzga aun cuando sus costumbres o creencias puedan parecerle repugnantes o graciosas. La imagen de los indios es altamente positiva. Cuando el narrador convive con los sanapaná admira el estado natural en que se encuentran, libres de la codicia del hombre blanco, y decide que quiere permanecer con ellos. A los blancos les achaca una codicia sin límites, que no respeta la naturaleza ni las culturas diferentes. Tolten tiene la autoridad de quien presenta vivencias propias, aunque se le pueda criticar una fuerte idealización de los indios, en quienes casi exclusivamente ve cualidades positivas, y un desprecio hacia al hombre blanco. Esta identificación con los oprimidos y desplazados quizás pueda justificarse por el hecho de que él, en su condición de hijo de inmigrantes, se siente también parte de una minoría maltratada. Ilse von Rentzell, la única mujer del corpus, trata de lograr un tratamiento objetivo sobre los nativos en su obra Im argentischen Chaco (En el Chaco argentino). La mirada sobre los indios es compasiva y comprensiva: Sie wirkten, wenn sie einzeln auftraten, wie geschlagene Hunde. Scheu und verängstigt, mit unsicherem Blick und lautlosem Auftreten. Ihr Wesen strömte eine lähmende Ertragung aus, nie habe ich Gestalten mit so hoffnungslosen Augen gesehen, wie unter diesen Menschen (Rentzell 1929: 130)4. En las antípodas de Tolten y von Rentzell se encuentra Hans Schmidt con su obra Ein toller Ritt und andere Kurzgeschichten (Una cabalgata fantástica y otros relatos breves), de 1940. Se refiere así a los habitantes nativos del Chaco: Die Ureinwohner sind schweigsam, misstrauisch, neugierig, geizig und furchtsam zugleich. Ihre Stärke ist der Verrat und der Betrug. Sie sind

“Me sentí aliviado y protegido cuando estuve nuevamente con los silenciosos tobas, que en una postura totalmente digna, como esculturas de bronce, estaban sentados alrededor del fuego: los roles, como era común entonces, estaban cambiados: aquí, entre los “salvajes”, la decencia, allí, entre los “civilizados”, la barbarie.” 4 “Impresionaban, cuando se presentaban solos, como perros apaleados. Tímidos y temerosos, con mirada insegura y una entrada en escena silenciosa. De su ser fluía un sufrimiento paralizante, nunca he visto a figura con ojos tan desesperanzados como entre estos hombres.” 3


VIAJEROS ALEMANES EN EL CHACO

79

faul in ihren Handlungen und im Denken und versuchen auch in keiner Weise, ihre Lage irgendwie zu verbessern. Trotz aller dieser schlechten Eigenschaften sind sie friedfertig, bestehen aber auf ihrer Unabhängigkeit. Sie haben nicht vergessen, was man ihnen im Laufe der Jahrhunderte Böses zugefügt hat und kämpfen tapfer in der Verteidigung ihres Landes und ihrer Sippe. Sie sind grausam mit den Gefangenen, die in ihre Hände fallen, aber keine Menschenfresser (Schmidt 1940: 46)5. Schmidt siente pena por los indios, se compadece de ellos, pero no se libera de la creencia de que es portador de una cultura superior y de que los indios vivirían mejor si adoptaran las costumbres de los civilizados. Critica la destrucción de los pueblos nativos que llevaron adelante los españoles, pero no encuentra otra solución mejor que seguir haciendo lo mismo, aunque con métodos menos sangrientos. Inclusive utiliza el verbo “domesticar” (Schmidt 1940: 50) al aludir a la tarea que debe llevarse a cabo con los indios. Cree que van a desaparecer a causa del alcohol, la viruela y las enfermedades de transmisión sexual, antes de que la civilización los extermine. Mucho más duro con ellos es en su obra Vom Rio de la Plata bis zum Rio Alto Paraguay (Desde el Río de la Plata hasta el río Alto Paraguay). Los considera fatalistas, que pelean contra sus enemigos pero no contra su destino, y cree que las abundantes revoluciones que se producen con inusitada frecuencia no parten del pueblo sino de los políticos. En esta obra es particularmente negativo al referirse a los indios: Rotbraune Indianer, an ihrer unsauberen, zerfetzten Wäsche, ihrem blauschwarzen Pferdehaar, ihren oft nur kleinen Schweinsaugen und manchmal hervorstehenden Zähnen, dem offenen Munde und der vielfach herunterhängenden Unterlippe sofort als solche zu erkennen, besorgen die Hafenarbeit (Schmidt 1938: 103)6. Es muy notable el desprecio por los indios a través del recurso de la animalización. Posiblemente la influencia de las ideas de raza superior, a las que Schmidt adhería en la época en que compone esta obra, lo impulsa a juzgarlos como a seres inferiores, con rasgos absolutamente negativos. Cuando conversa con un norteamericano que trabaja en la fábrica de tanino, le cuenta que a los tobas (a los que el narrador considera un caso perdido para el mundo civilizado) se ha logrado hacerlos trabajar en la fábrica, pero se gastan lo que ganan en alcohol.

“Los habitantes primitivos son callados, desconfiados, curiosos, avaros y miedosos al mismo tiempo. Su fuerza es la traición y la estafa. Son perezosos en sus negociaciones y en el pensamiento y no tratan de ninguna manera de mejorar su situación de algún modo. Pero a pesar de todas estas cualidades negativas son pacíficos e insisten en su independencia. No se han olvidado de todo el daño que se les ha hecho a lo largo del siglo y luchan valientemente por la defensa de su tierra y su estirpe. Son crueles con los cautivos que caen en sus manos, pero no son antropófagos.” 6 “Se reconocen de inmediato los indios, que se ocupan del trabajo en el puerto, por su color marrón rojizo, sus ropas sucias y harapientas, su pelo de caballo de color negro azulado, sus a menudo pequeños ojos de cerdo y sus dientes a veces desplazados hacia adelante, las bocas abiertas con el labio inferior frecuentemente colgando hacia abajo.” 5


80

CLAUDIA GARNICA DE BERTONA

La imagen de los inmigrantes Si el indígena representa al otro, al desconocido, al diferente y hasta es percibido en algunos casos como una amenaza, el inmigrante alemán en cambio es el portador por excelencia de la civilización, casi un regalo a esta tierra despoblada, que necesita ser explotada por quienes han decidido aventurarse en ella. Los inmigrantes representan lo opuesto a los naturales del Chaco: gustan del trabajo y son portadores de progreso, aunque el precio sea la destrucción o el sometimiento de los indios. Los textos muestran condiciones de subsistencia muy duras, sobre todo para los de procedencia germana, que en general no las toleran y continúan su camino hacia otras regiones del país, como el Litoral. Hans Tolten, a quien ya nos referimos anteriormente, se refiere en repetidas oportunidades a la región del Chaco. Como hijo de colonos experimentó en carne propia las experiencias que luego vierte en su narrativa autobiográfica, en este caso en la obra que se titula Kampf um die Wildnis (La lucha por el desierto), de 1935. La situación de los inmigrantes que trabajan la tierra preocupa al narrador, quien ya en la obra anterior narró sobre la expulsión de su familia del Chaco: denn alle Siedler sassen hier auf unvermessenem Regierungsland als sogenannte Intrusos –Eindringlinge– und konnten jederzeit von den Behörden fristlos vertrieben werden (Tolten 1935: 10)7. Este es el otro problema al que deben enfrentarse los inmigrantes, ya que las condiciones legales para trabajar las tierras eran sumamente precarias. Los inmigrantes que tienen pocos recursos viven en pésimas condiciones y deben soportar el clima extremo y las plagas.

El Chaco como destino de la colonización alemana Ilse von Rentzell, ya mencionada, anticipa en el Prólogo el objetivo de su texto, que es transmitir la atmósfera de los territorios colonizados, el aire que allí se respira, la lucha por la supervivencia de los colonos y las impresiones sobre los naturales de esa tierra (Rentzell 1929: IX). La obra es muy rica en alusiones imagológicas: llaman la atención del observador los postes y alambrados, cuya repetición da monotonía al paisaje (ibid.: 5). No le desagrada el clima, aunque cree que la supuesta vagancia de los habitantes de la zona no es tal, sino una forma de sobrevivir en esas condiciones climáticas (ibid.: 22). La observadora no comprende por qué llegaron tantas corrientes migratorias de Alemania al Chaco, cuando existen otros lugares como el sur de la Argentina que ofrecen mejores condiciones en este sentido. Se lamenta de la poca posibilidad de desarrollo de una vida espiritual para los colonos, alejados de todo centro de la misma y con condiciones de super7 “pues todos los colonos estaban acá asentados sobre tierras fiscales sin medir, como lo que se dice ‘intrusos’, y en cualquier momento podían ser expulsados de forma inmediata por las autoridades.”


VIAJEROS ALEMANES EN EL CHACO

81

vivencia tan duras (ibid.: 26.). Opina que los alemanes tienen una imagen ficticia de la zona subtropical de la Argentina, que asocian con una soledad romántica y una vida señorial, llena de aventuras, y una existencia gauchesca, a lo que se suma una naturaleza virgen (ibid.: 82). Contra esta peligrosa idealización, que lleva a los colonos a la ruina, espera poder contribuir von Rentzell con su obra. La observadora es capaz de tener también una mirada crítica sobre su propia cultura, al hacer comentarios como este, con fino humor y delicada ironía: Schon der Umgang mit den Hühnern ist ein ganz anderer als in Deutschland, wo der Ordnungssinn seiner ruhigen Bürger auch auf die Hühner im Laufe der Jahrhunderte einen wohltuenden Einfluss ausgeübt haben mag (ibid.: 114)8. Sobre los chaqueños, cree que han desarrollado una especie de indiferencia hacia el mundo exterior para poder sobrevivir en condiciones tan difíciles (ibid.: 63). Los observa como a extraños, pero no tanto desde la perspectiva alemana sino más bien europea. Se siente parte de una cultura avanzada pero el contacto con lo diferente más que horrorizar al observador, a veces lo fascina. Cuando por ejemplo se refiere a la forma en que los criollos comen el asado dice: “Es ist ein phantastisches und wildes Bild. Wahrhaftig, es ist kannibalisch schön. Für uns Kulturmenschen das Surrogat einer verlorenen Freiheit” (ibid.: 97)9. Se critica a sí misma cuando se ha puesto molesta por la tranquilidad con la que su cocinera hace las labores, que es lo mismo que siente la mayoría de los colonos en relación con los naturales del Chaco. Se da cuenta de que el concepto de tiempo que se maneja en esta zona no es el mismo que traen los europeos (ibid.: 102). La observadora deja claro que lo presentado se basa en experiencias propias y no de otros, por lo que alterna la tercera persona, con abundantes construcciones impersonales, con la primera del singular. Predomina el discurso descriptivo sobre el Chaco, considerando la llegada de posibles inmigrantes alemanes. Se introducen también fragmentos de un diario personal. La presencia del discurso narrativo es escasa. Si bien von Rentzell no era escritora de oficio y de hecho no se conoce que haya publicado otro libro en alemán, es posible encontrar en ella una clara conciencia de lo que está realizando. Aunque su texto solamente muestra un desplazamiento por el Chaco, y no por diversas regiones del país, es válido incluirlo como texto del corpus porque no observa desde un punto único, sino que se mueve por la región considerada en este artículo. Así es que hace afirmaciones tales como „Noch stundenlang könnte ich euch erzählen, aber auf die Dauer werden auch die Mägde in Chaco uninteressant, darum schweigen wir lieber von diesen Dingen” (ibid.: 103)10. Utiliza tópicos de la literatura en alemán escrita en la Argentina como la vastedad del

“Inclusive el trato con los pollos es totalmente distinto al de Alemania, donde el sentido de orden de sus tranquilos ciudadanos parece haber ejercido a lo largo de la centuria una influencia agradable también sobre los pollos.” 9 “Es un cuadro fantástico y salvaje. Verdaderamente es caníbalmente bello. Para nosotros seres culturales, el sucedáneo de una libertad perdida.” 10 “Todavía podría estar horas relatándoles, pero a la larga también las muchachas en el Chaco dejan de ser interesantes, por lo que mejor callemos sobre estas cosas.” 8


82

CLAUDIA GARNICA DE BERTONA

paisaje que anula el concepto de tiempo: “Alles steht still, auch die Zeit rinnt nicht mehr. Gestern und Morgen sind erloschen – Zeitlose Entrücktheit–“ (ibid.: 142)11. Rudolf von Colditz es el autor de Unter Gauchos und Siedlern in Argentinien (Entre gauchos y colonos en la Argentina), de 1928. En toda su obra, a von Colditz le interesa presentar las posibilidades económicas de la Argentina para los colonos alemanes. En esta obra el autor viaja por todo el país y parte de su recorrido es la región del Chaco. Es positiva su imagen de la zona como destino para los colonos, sobre todo si traen dinero para comprar tierras y dedicarse al cultivo del algodón. También Hans Schmidt se interesa por el proceso de colonización en su obra Vom Rio de la Plata zum Rio Alto Paraguay (Del Río de la Plata al Río Alto Paraguay), de 1938. Al observador atento le llaman la atención las condiciones casi miserables en las que viven los colonos. A través del diálogo con ellos presenta al lector sus condiciones de vida, que si bien son duras, son mejores de las que tendrían en Alemania. Visita varias colonias en el Chaco y afirma que los italianos se han adaptado mejor que los alemanes a la vida en ellas. Al referirse a su pueblo intercambia la denominación de “alemán” con la de “nórdicos” (Schmidt 1938: 248) y cree que mientras que los italianos se conforman con condiciones muy básicas de supervivencia, ellos necesitan una casa habitable, un jardín y algunos libros.

El Chaco como destino científico inexplorado Dentro de este grupo un autor de gran importancia es Hans Krieg, alemán, que vivió entre 1888 y 1970. Entre 1923 y 1927 hizo dos grandes viajes a Argentina y Chile y atravesó el Gran Chaco por tierra indígena desconocida hasta entonces para estudiar sobre todo animales y plantas de la zona. A su regreso, en 1927, fue nombrado director de la Colección zoológica estatal de Baviera y profesor de Zoología de la Universidad de Múnich. También fue director de la colección científica de ese estado. Entre 1931-1932 y 1937-1938 realizó dos expediciones más por Sudamérica, esta vez comisionado por las Academias de las Ciencias de Prusia y Baviera. De su obra total, la que se refiere específicamente al Chaco es Vogelbilder aus dem Gran Chaco (Imágenes de pájaros del Gran Chaco). Ya antes, en Yaguareté. Tierbilder aus Südamerika (Yaguareté. Cuadros de animales de Sudamérica), de 1933, el Chaco había sido escenario de sus observaciones científicas. En ese libro el narrador varía las personas narrativas: usa la primera del singular o plural, y también la tercera omnisciente. Utiliza tanto el pasado como el presente, y los discursos descriptivo y narrativo, aunque el segundo predomina sobre el primero. No se trata de relatos con estructura tradicional sino de instantáneas, de la narración de recuerdos relacionados con la experiencia del autor. La naturaleza de la zona del Gran Chaco es presentada con respeto y admiración por parte del autor. La mayoría de las historias se relacionan con cacería y tienen al Chaco como escenario.

“Todo está quieto, tampoco el tiempo transcurre más. Ayer y mañana se extinguen – un arrebato más allá del tiempo”. 11


VIAJEROS ALEMANES EN EL CHACO

83

Conclusiones Tomando como base los textos presentados y analizados es posible inferir las siguientes conclusiones: 1. No existen cambios sustanciales en la imagen del Chaco que se relacionen con la cronología: las características fundamentales de la región se mantienen. Ellas son: a) que se trata de una zona de una feracidad difícil de imaginar para un europeo, pero que tiene al mismo tiempo muchos problemas: las langostas, los mosquitos, la alternancia caprichosa entre la sequía y las inundaciones y la presencia de enfermedades que afectan tanto a animales como personas, algunas de las cuales todavía no tenían cura a la fecha de publicación de las obras. Se reconocen las posibilidades económicas del algodón, al que llama con frecuencia “oro blanco”, pero se le oponen las dificultades antes mencionadas. 2. Sí existen variaciones en la imagen del Chaco condicionadas a la intención del autor al producir su texto: en los textos más cercanos al discurso científico la pretendida objetividad inicial que manifiesta la mayoría de los autores en sus prólogos, cede ante la admiración que el paisaje, sus habitantes, fauna y flora, despiertan en ellos. Sin embargo, les preocupan los males naturales que destruían y modificaban el ambiente. Predomina un tono admirativo pero hay realismo en la presentación. Cuando la intención del viaje es mostrar al Chaco como posible destino de colonización germana, se ensalzan sus posibilidades económicas en relación con el monocultivo y las posibilidades de transporte. Pero tampoco se idealizan las condiciones de vida o de trabajo. 3. En relación con otras regiones de la Argentina, la del Chaco solamente es recomendada como destino de cacería o de viajes científicos, pero no es considerada óptima para ser habitada por alemanes. Se aconseja la zona central del país, aunque esta ya se encuentra ocupada por los argentinos, que han descubierto las posibilidades económicas del cultivo de los granos y la cría de ganado. En segundo lugar la región patagónica, sobre todo la zona cordillerana, y en tercer lugar el Litoral, por las perspectivas que ofrece el cultivo de la yerba mate. 4. El lugar de publicación no incide en la imagen que los autores transmiten, es decir que no hay variación entre los textos publicados en la Argentina o los que se editan en Alemania. Aunque los escritores tienen muy claro el lector al que se dirigen, esto no condiciona la imagen del Chaco que ellos proyectan.

Textos Colditz, Rudolf von. Im Reiche des Kondor. Streifzüge durch die Wildnisse Südamerikas. Berlin: Parey Verlag, 1925. --. Unter Gauchos und Siedlern in Argentinien. Berlin: Safari Verlag, 1928. 2. Auflage (2ª edición). Krieg, Hans. Yaguareté. Tierbilder aus Südamerika. Múnich: Kösel & Pustet, 1933. --. Vogelbilder aus dem Gran Chaco. Buenos Aires: Die Umwelt, 1942.


84

CLAUDIA GARNICA DE BERTONA

Rentzell, Ilse von. Im argentischen Chaco. Ilustraciones a pluma de Willy Widmann. Stuttgart: Strecker & Schröder, 1929. Schmidt, Hans. Meine Jagd nach dem Glück in Argentinien und Paraguay. Reise-, Arbeits- und Jagdabenteuer. Leipzig: Voigtlander, 1921. --. Vom Rio de la Plata zum Rio Alto Paraguay. 2300 Kilometer Nordwärts auf südamerikanischen Riesenströmen. Buenos Aires: Editorial del autor, 1938. --. Ein toller Ritt und andere Kurzgeschichten. Con ilustraciones de Karl Völlmer. Buenos Aires: Editorial del autor, 1940. Tjarks, Juan. Eine Reise nach dem Gran Chaco, Misiones und den Fällen des Iguazu. Sonderabdruck aus der Deutschen La Plata Zeitung. Buenos Aires: Tjarks, 1911. Tolten, Hans. Die Herden Gottes. Menschen und Tiere in Urwald und Kamp. Darmstadt-Frankfurt am Main: Rütten & Loening, 1933. --. Kampf um die Wildnis. Die letzten Tagen einer Rasse. Potsdam: Rütten & Loening, 1935.

Bibliografìa Garnica de Bertona, Claudia. “El motivo del viaje en la literatura alemana escrita en la Argentina”. En: Anuario Argentino de Germanística I. “Actas de las XIII Jornadas Universitarias de Literaturas en Lengua Alemana” (2005): 37-43. --. “Literatura en alemán escrita en la Argentina: problemática del estudio de una literatura de minorías”. Revista de Literaturas Modernas (Mendoza), 37-38 (2007-2008): 77-95. --. “La construcción de la imagen del otro en la literatura en alemán escrita en la Argentina”. Boletín de Literatura Comparada, “Actas de las VIII Jornadas Nacionales de Literatura Comparada” (Mendoza), XXXIV/1 (2009): 233-240. --. Literatura en alemán de migrantes y viajeros a la Argentina. Un capítulo de las relaciones germano-argentinas. Saarbrücken: Publicia, 2016. Klein, Karl Kurt. Literaturgeschichte des Deutschtums im Ausland (Historia de la literatura de la germanidad en el extranjero). Hildesheim/Nueva York: Georg Olms, 1979. Ritter, Alexander. Deutsche Minderheitenliteraturen. München: Verlag Süd­ ostdeutsches Kulturwerk, 2001.


Algunas consideraciones acerca de los contactos entre los nacional­ socialistas anti-hitleristas y los alemanes antinazis de la Argentina1 GERMÁN C. FRIEDMANN (CONICET-Instituto Dr. Emilio Ravignani, UBA) Luego de que Hitler asumiera el poder en Alemania, el nacionalsocialismo inició un proceso de Gleichschaltung (igualación o nivelación) de diversas instituciones de la colectividad alemana radicadas en la Argentina que, aunque exitoso, no abarcó a la totalidad de los germanohablantes residentes en el país. Así, durante las décadas de 1930 y 1940 se conformaron asociaciones que aglutinaron a un conjunto de personas de muy diversas procedencias que compartían su oposición al Tercer Reich. Muchas de estas organizaciones estaban integradas por exiliados políticos alemanes y austríacos; y por germanohablantes establecidos previamente en la Argentina, cuya oposición al régimen nacionalsocialista se sustentaba en su adhesión a distintas fuerzas de izquierda o en su adscripción a una tradición liberal y/o humanista. Existió también un grupo de personas que provenían de diversos sectores y abarcaban un amplio espectro político y cultural que militaron en “Die Schwarze Front” (El Frente Negro) y “Frei-Deutschland-Bewegung” (Movimiento Alemania Libre). Ambas agrupaciones fueron lideradas desde el exilio por Otto Strasser, uno de los principales organizadores del partido nacionalsocialista alemán, quien abandonó su país debido a su enfrentamiento con Hitler, al que acusaba de traicionar los ideales del nacionalsocialismo. Este trabajo centra su atención en las relaciones establecidas entre las organizaciones de aquellos nacionalsocialistas desencantados del Tercer Reich y otros germanohablantes de la Argentina opositores al nacionalsocialismo. Busca mostrar aquellos deslizamientos, coincidencias y cambiantes alineaciones entre los actores en un momento de gran fluidez, en el cual los posicionamientos que posteriormente aparecen como evidentes aún no se encontraban definidos.

Los socialistas del nacionalsocialismo Una de las primeras organizaciones de habla alemana de la Argentina que se opuso al régimen gobernante en Alemania fue la sección local del movimiento Schwarze Front (Frente Negro), dirigido por Otto Strasser, uno de los principales Un desarrollo más extenso de los argumentos aquí expuestos fue presentado en la ponencia “Los socialistas del nacionalsocialismo y su relación con los alemanes antinazis de la Argentina”, coloquio: Temas de la inmigración de habla alemana en la Argentina, 23 y 24 de abril 2015, Universidad Nacional San Martín (UNSAM). 1


86

GERMÁN C. FRIEDMANN

dirigentes del partido nacionalsocialista, que tras una serie de tensiones y enfrentamientos con Hitler se separó de aquella agrupación en julio de 1930. Por aquel entonces, en una declaración titulada Die Sozialisten verlassen die NSDAP (Los socialistas abandonan el NSDAP) Strasser acusó a la dirección del partido de haberse “aburguesado” y se pronunció, entre otras cosas, contra el “culto al Führer”, el “autoritarismo fascista” y la “visión imperialista del mundo” (Kühnl 1975: 113-118). En septiembre de 1931 Strasser fundó el Schwarze Front, que, prohibido en Alemania luego de que Hitler asumiera como canciller, tuvo a muchos de sus seguidores entre los primeros militantes políticos internados en los campos de concentración. Tras un frustrado intento de estrechar filas con grupos opositores dentro del Reich, Strasser se trasladó a Checoslovaquia. Desde allí, se opuso al régimen nacionalsocialista presentándose como el representante de un tercer frente que rechazaba a la vez el colectivismo y el individualismo burgués. La sede principal del Frente Negro fuera del continente europeo se radicó en América del Sur. En 1932 se fundaron los primeros grupos en Paraguay, Brasil y la Argentina, y hacia 1934 se encontraba representado en la mayor parte de los países del subcontinente. La dirección del movimiento estaba a cargo de Bruno Fricke, un ex integrante de la SA, quien en un principio desempeñó aquella función desde su residencia en Paraguay y luego continuó haciéndolo desde Buenos Aires, ciudad a la que se trasladó a mediados de 1935 (von zur Mühlen 1985: 143-157). El Frente Negro difundió sus posturas políticas a través de distintas vías, entre ellas, su publicación homónima Die Schwarze Front (SF), editada en Buenos Aires entre 1935 y 19362. Sus integrantes se presentaban como los verdaderos nacionalsocialistas y acusaban al gobierno alemán de haber traicionado el auténtico espíritu de aquella ideología (SF, 9/10/1935: 2). En este sentido, eran muy comunes las notas que subrayaban las discrepancias entre el programa original del partido, que impulsaba “la desarticulación de los trusts” y de los grupos empresariales concentrados en general, y una realidad económica alemana que, percibían, presentaba la creciente prosperidad de los más poderosos. Denunciaban además que “en Alemania se había establecido la dictadura del partido en lugar de la comunidad popular”, que “perduraba el apoyo al capitalismo en lugar de la construcción del socialismo alemán” y que se imponía “la reacción burguesa y la intolerancia fascista en vez de la renovación cultural y la libertad espiritual” (Otto Strasser, SF, 23/11/1935: 1). Fueron numerosos los relatos acerca de las condiciones de vida de los germanohablantes en la región sudamericana, quienes, según se indicaba, se encontraban apremiados por el creciente influjo de los diversos grupos locales

2 De acuerdo al Frente Negro, el primer número de su boletín constó de 3.000 ejemplares. Pocos años más tarde, Das Andere Deutschland, una de las publicaciones más influyentes de la emigración germanohablante de América Latina, alcanzó en el momento de su mayor tirada, durante 1944 y 1945, entre los 4.000 y 5.000 ejemplares. El periódico Volksblatt, editado por los comunistas alemanes desde 1941 hasta 1943, contaba con una tirada de entre 1.000 y 2.000 copias. Por su parte, la revista Der Trommler, publicación oficial del nacionalsocialismo de la Argentina, imprimió 4.000 ejemplares hacia 1941 y 6.000 en 1945.


NACIONALSOCIALISTAS ANTIHITLERISTAS

87

que respondían al régimen imperante en Alemania (SF, 21/12/1935; 4-5)3. También resultaron habituales las notificaciones sobre las persecuciones a las que se veían sometidos los integrantes del Frente Negro por parte del partido nacionalsocialista de la Argentina (SF, 23/11/1935: 1; SF, 1/2/1936: 5). El Frente Negro no se definía como un partido ni una asociación, sino como “una alianza secreta de luchadores alemanes de todos los partidos”. Esta imagen de la heterogénea composición del movimiento muestra la voluntad de sus integrantes de realizar una amplia convocatoria que incluía a diversos sectores de la izquierda alemana. De hecho, el Frente Negro apeló a los “alemanes de Sudamérica” a conformar un “frente de unidad de la alemanidad en el exterior” para lograr un “nuevo orden de justicia social, derrocar al sistema capitalista y construir el socialismo alemán”, objetivos que solo serían posibles “con la destrucción del sistema de Hitler” (SF, 9/10/1935: 4). La presencia del Frente Negro en la Argentina generó diversas reacciones entre el todavía incipiente movimiento local germanohablante de oposición al nacionalsocialismo (Friedmann 2014: 78-108). En septiembre de 1932, el Argentinisches Tageblatt (AT) –que mostró una férrea oposición al nacionalsocialismo incluso antes de su arribo al poder– desconfiaba de la capacidad de los integrantes del Frente Negro para emprender “actividades constructivas” y los definía como unos “desarraigados que saltaban de partido a partido” (AT, 4/9/1932). Sin embargo, a comienzos de 1934, apareció en el periódico una nota que planteaba la necesidad de incorporar aquella organización nacionalsocialista disidente a un frente común antihitleriano (AT, 4/1/1934). En noviembre de 1935 el AT publicó un reportaje realizado a Bruno Fricke, por entonces recientemente radicado en Buenos Aires. La entrevista, que presentaba al director de la sección sudamericana del Frente Negro como la “persona más adecuada” para liderar a la “fragmentada emigración”, contó con una introducción que resaltaba la necesidad de encontrar un camino para lograr “la reunificación de la alemanidad” a través de una defensa común contra los métodos de Hitler. El autor exhortaba a los emigrantes a tomar posición ante la tesis de Fricke y ponía las páginas del periódico a disposición de los lectores para iniciar esa “necesaria discusión” (AT, 3/11/1935). Las repercusiones de esta propuesta fueron variadas. Peter Bussemeyer (quien escribía artículos sobre la situación europea en los que alternaba sus simpatías entre las posiciones de quienes se definían como socialistas de izquierda y los disidentes nacionalsocialistas) no veía ningún inconveniente en conformar una amplia alianza contra Hitler que incluyera al Frente Negro (Schoepp 1996: 98-99). Por el contrario, otros redactores del periódico, como Alfred Dang (quien pocos años después tendría una destacada militancia antinazi en Das Andere Deutschland) y el prestigioso escritor alemán Paul Zech rechazaron con vehemencia la incorporación de los nacionalsocialistas disidentes a una alianza opositora del “exilio democrático” (AT, 10/11/1935: 5). 3 Se denunció la destrucción de la Volksgemeinschaft de los alemanes de Chile y la infiltración en las escuelas de habla alemana de Paraguay y Río Grande do Sul, a la que se responsabilizaba del despido de “miles de maestros alemanes”, pues la propaganda racista difundida en las escuelas subvencionadas por el Reich habría llevado a implementar una ley que autorizaba a impartir clases exclusivamente a los docentes brasileños.


88

GERMÁN C. FRIEDMANN

Diferenciándose de la posición adoptada por Dang y Zech, en su columna del AT, la agrupación republicana “Reichsbanner” de Buenos Aires consideraba que compartía similitudes con el Frente Negro que iban más allá del rechazo al régimen de Hitler: La justicia social, la libertad para el pueblo alemán, la neutralidad en materia religiosa y el rechazo del odio racial fueron los fundamentos del pensamiento del Reichsbanner. Estas mismas ideas las encontramos en el programa ‘Frente Negro’ del Dr. Otto Strasser. (AT, 1/2/1936: 7). La dirección del Reichsbanner porteño llamó a sus camaradas a marchar junto al Frente Negro. Aunque reconocía que los miembros de ambos grupos se habían “enfrentado anteriormente en algunas peleas de salón”, éstas no tendrían ninguna relevancia en comparación con el objetivo principal: “la creación de un frente compacto para derrocar al sistema actual en Alemania” (SF, 1/2/1936: 3). Finalmente fracasó la conformación de una alianza antihitlerista que incluyera al Frente Negro, no solo por el rechazo de gran parte de los alemanes antinazis a unirse con aquella agrupación, sino también por una crisis interna que incluyó enfrentamientos entre sus principales dirigentes de la Argentina, así como dificultades financieras y la pérdida de contacto con Strasser, quien debió abandonar Checoslovaquia poco antes de que fuera ocupada por el ejército alemán.

Las complejas relaciones de los antihitleristas germanoparlantes Tras un largo periplo por diversos países europeos, y gracias a la intermediación de las autoridades británicas, Otto Strasser logró establecerse en Montreal en abril de 1941. (Keyserlingk 1983: 614-645; Stafford 2013). Desde allí reanudó algunos contactos con parte de sus seguidores, hecho que se vio confirmado el 30 de enero de 1941 con la fundación del Frei-Deutschland-Bewegung (Movimiento Alemania Libre). Esta organización, presidida por Strasser, contó en sus inicios con dos sedes principales, una dirigida desde Nueva York por Kurt Singer; y la otra, radicada en Buenos Aires, liderada por Bruno Fricke. Su manifiesto fundacional expresaba la voluntad de liberar a Alemania del “terror pardo” de Hitler, definido como “una mezcla peligrosa de imperialismo prusiano y demagogia moderna de masas”, y explicitaba, además, la intención de reunir “a todas las fuerzas cristianas, democráticas y liberales del mundo para luchar contra el totalitarismo y la dictadura, tanto en el interior como en el exterior”. (Frei-Deutsch­ land Bewegung, 1941). La proclama de la nueva agrupación incluía aspectos totalmente novedosos con respecto al período previo del Frente Negro. En primer lugar, adoptaba los términos nazi o nazismo –equiparados en este caso a “hitlerismo”–, palabras que en su origen tenían una connotación peyorativa y eran muy pocas veces utilizadas por quienes se auto denominaban “nacionalsocialistas”. Del mismo modo, la apelación a las fuerzas cristianas y la reivindicación de los valores liberales conformaban dos elementos extraños a la ideología nacionalsocialista, tanto en su versión “hitlerista” como en la “strasserista”.


NACIONALSOCIALISTAS ANTIHITLERISTAS

89

Si bien el Frei-Deutschland-Bewegung estaba conformado por algunos de los integrantes del Schwarze Front, en su seno reunió a un conjunto heterogéneo de personas de muy diversa procedencia que incluía a militantes de variadas tendencias políticas4. Dentro de la amplia convocatoria a conformar un movimiento de oposición al gobierno alemán, Otto Strasser había excluido, sin embargo, desde un inicio a dos grupos de alemanes: a los comunistas, con los cuales consideraba imposible colaborar por “motivos fundamentales” que excedían largamente la coyuntura del pacto Hitler-Stalin, y a los judíos que, según indicaba, no habían emigrado por motivos políticos, sino “personales y económicos” (Strasser, Memorandum 3/10/1940). Esta última caracterización era compartida con muchos exiliados antinazis identificados con la izquierda política alemana, quienes no obstante militaron conjuntamente con asociaciones judías dentro del vasto campo antifascista (Friedmann 2012: 293-311; 2011: 191-212). La plural conformación de los partidarios del Frei-Deutschland-Bewegung, sumada al difícil carácter de Strasser, dio lugar a numerosos conflictos internos, entre los que se destacaron los poco amistosos distanciamientos de Theo Fuchs y Conrad Togger, quienes se habían desempeñado como directores regionales de Chile y Colombia, respectivamente (von zur Mühlen 1988: 273-4). Este conflicto es ilustrativo de los enfrentamientos entre el movimiento dirigido por Strasser y el resto de la oposición al nacionalsocialismo de habla alemana. Como ejemplo pueden destacarse las muy conflictivas relaciones entabladas entre Frei-Deutsch­ land-Bewegung y Das Andere Deutschland. Esta última organización, establecida en Buenos Aires en 1937, estuvo integrada por un grupo de exiliados políticos alemanes y austríacos opositores al régimen nacionalsocialista, que pertenecían a variadas fuerzas de izquierda, y por germanohablantes establecidos en la Argentina de distintas extracciones políticas, sociales y religiosas (Friedmann 2010). Bajo “el nombre de ‘Alemania Libre’, nueve alemanes hicieron hace unos días una declaración pública”, indicaba el exdiputado del Reichstag y director de Das Andere Deutschland, August Siemsen, refiriéndose a la presentación en sociedad del Frei-Deutschland-Bewegung. Para evitar equívocos, Siemsen dejaba constancia de que aquel movimiento no era “otra cosa que el Frente Negro, es decir, un grupo de nazis que quiere reformar al fascismo hitleriano; por lo tanto es una organización de carácter reaccionario y nacionalista, aunque se disfrace de ‘democrática’” (Informaciones para la prensa sudamericana, 10/2/1941). En una carta abierta a Otto Strasser, publicada en la revista Das Andere Deutsch­ land (DAD), Hans Jahn condenaba al líder del Frei-Deutschland-Bewegung por su temprana afiliación al nacionalsocialismo, recordando que “su principal reproche contra la actual conducción nazi radica en que ha falsificado y traicionado un programa que sin dudas era correcto”. Jahn acusaba a los integrantes de aquel movimiento de haber sido “defensores y propagandistas de una Weltan­ Entre ellos se destacó Erich Schoenemann, ingeniero de profesión que tras la Primera Guerra se desempeñó como director de teatro en su Berlín natal. La destitución forzada de actores judíos lo enfrentó con el Ministerio de Propaganda, por lo que emigró a Uruguay en octubre de 1934. Al año siguiente fundó en Montevideo el periódico Die Zeit, uno de los más antiguos del exilio antinazi de la región, que desde inicios de 1941 se convirtió en el órgano de prensa del renovado movimiento strasserista. 4


90

GERMÁN C. FRIEDMANN

schauung basada en el principio del Führer, el odio racial y la supremacía mundial”. Consideraba además que Strasser, como “cómplice del ascenso de Hitler”, carecía de “legitimidad para liderar la nueva Alemania”, a diferencia de “nosotros, los antifascistas que hemos combatido a Hitler desde el primer momento”, quienes “luchamos por consideraciones ideológicas fundamentales y no por reminiscencias personales” (DAD, 12/1941: 3-4). Desde las páginas de Das Andere Deutschland Bruno Fricke era definido como “uno de aquellos ‘viejos luchadores’ que desde un principio minaron la libertad alemana”, enfatizando “su siniestra lucha por el exterminio de la República de Weimar favorecida por el silencio de la prensa reaccionaria y apoyadas por la Reichswehr, las altas finanzas y los Junkers”. Se recordaba, además, su antigua pertenencia “a la organización fascista Cónsul” y su posterior intervención “en el centro criminal Rossbach”, por la cual fue condenado a diez meses de prisión por participar en un asesinato en la Alta Silesia. No obstante, el objetivo predilecto del ataque de DAD fue Erich Schoenemann, a quien recriminaban su “cambio de postura” frente a Otto Strasser, recordando sus ataques previos al Frente Negro, al que había acusado de ser un nido de “ladrones y cobardes” que empleaba “los mismos métodos criminales del partido nazi” (DAD, 2/1942: 6-8). La publicación Informaciones para la prensa sudamericana (Informaciones) –editada en castellano por DAD y repartida gratuitamente entre distintos diarios y agencias de noticias–-, caracterizó al periódico montevideano Die Zeit, dirigido por Schoenemann, como un diario que, aunque pretendía ser democrático, era empleado en realidad para “calumniar a la verdadera oposición independiente alemana”. Del mismo modo, informó sobre el procesamiento y la posterior condena de Schoenemann “por abuso de la libertad de escribir”. (Informaciones, 21/4/1941:4; Informaciones 20/7/1941: 1). “El Dr. Schoenemann no es ningún delincuente contra la propiedad” era el título de una nota escrita en tono irónico por DAD, en la que se hacía mención a un manifiesto, titulado “Deutschland erwache!” (¡Alemania, despierta!), publicado inicialmente en aquella revista. El artículo señalaba que la apelación realizada por DAD a los alemanes de la Argentina para que entraran en las filas de la oposición al régimen imperante en el Reich, había sido reproducida en el periódico dirigido por Schoenemann, aunque, enfatizaba: “no aparecía firmada por Das Andere Deutschland sino por el Frei-Deutschland-Bewegung” (DAD, 11/1941: 7).5 Esta publicación no solo reflejaba el profundo sentimiento de enemistad manifestado por la agrupación dirigida por August Siemsen hacia Erich Schoenemann, sino que además ponía en evidencia las similitudes discursivas a la hora de apelar al público receptor, dado que no solamente utilizaban los mismos argumentos sino que se plagiaban de manera literal.

La “amenaza nazi” Más allá de sus muy pronunciados enfrentamientos, el Frei-Deutschland-Bewegung y Das Andere Deutschland compartieron un lugar fundamental en la divulgación de las supuestas actividades de “infiltración nazi” en el Cono Sur. En esta

5

La nota referida fue publicada en Die Zeit, 15/10/1941: 2.


NACIONALSOCIALISTAS ANTIHITLERISTAS

91

difusión desempeñó un papel muy importante la actividad realizada por ambas agrupaciones que no solo propagaron entre los germanohablantes las atrocidades cometidas por el nacionalsocialismo en Europa, sino que también señalaron el “copamiento nazi” de las distintas instituciones germano-argentinas, así como su creciente “penetración” en la política argentina y continental. Estas denuncias sobre las actividades de una “red parda”, que en un principio se realizaron en publicaciones de idioma alemán, tuvieron luego una fuerte repercusión en los medios de prensa nacionales. Las prácticas desarrolladas en el país por los nacionalsocialistas tomaron aún mayor protagonismo con el denominado “affaire de la Patagonia”, motorizado por numerosos medios de prensa que publicaron un presunto plan del gobierno alemán para apoderarse del sur argentino (Newton 1997: 240-262). La portada del AT del 31 de enero de 1939 presentaba un extenso artículo sobre las maniobras nazis tendientes a la separación de la Patagonia del resto del territorio nacional. Al día siguiente, el periódico señalaba que el principal objetivo de la propaganda separatista era allanar el camino a una invasión continental alemana que, como en el caso checoslovaco, podría contar con el respaldo de la numerosa y “nazificada” colonia germana local (AT, 1/2/1939: 1). Incluso se denunció un supuesto ofrecimiento realizado por los nazis para la provisión de “armas y municiones” con el objetivo de realizar “una revolución en la Patagonia” (AT, 8/9/1939: 3). El escándalo de la Patagonia se vio reforzado luego de que el AT y Noticias Gráficas tomaran conocimiento del contenido de una serie de documentos entregados el 20 de marzo de 1939 por Heinrich Jürges “quien se había desempeñado como vicepresidente del Frente Negro sudamericano” al presidente Ortiz que aceleraron, desde aquel momento, la campaña que ambas publicaciones habían emprendido contra las actividades de los nazis en la Argentina (Rout y Bratzel 1984: 611-623). A partir de entonces, el “peligro alemán” y el “espionaje nazi” se transformaron en temas constantes de la política interna. Estas imputaciones incrementaron el temor de un posible golpe de estado encabezado por argentinos pro nazis que, dispuestos a derribar a Ortiz para establecer un “régimen fascista” apoyado desde Europa, habrían contado con la complicidad de los alemanes que vivían en la Argentina. Esta posibilidad resultó verosímil para una opinión pública sensibilizada a partir del clima creado por las mencionadas denuncias, así como por el frustrado intento de golpe de estado de 1938 del movimiento integralista en Brasil, supuestamente apoyado por los alemanes allí residentes. Asimismo, la percepción de un peligro latente se vio incrementada por las intentonas desestabilizadoras llevadas a cabo en la segunda mitad del mismo año en Chile, caracterizadas en el diario Crítica como “un putsch nazista” que perseguía el objetivo de apoderarse del gobierno trasandino “para operar desde allí contra la Argentina” (Crítica, 8/9/1938: 3). Además de ser reflejados por los medios locales más importantes, los informes sobre el “affaire de la Patagonia” tuvieron también una amplia repercusión internacional. El inminente peligro de una separación del sur argentino del resto del país estimulada por intereses extranjeros fue un tema constante de discusión en la prensa sudamericana. Las noticias llegaron a publicarse en The Washington Post, lo que motivó que, desde la redacción del periódico AT, se anunciara la constitución de un “frente americano contra los abusos nazis” (AT, 9/4/1939)


92

GERMÁN C. FRIEDMANN

Si bien la redacción del AT supo desde un principio que el escrito enviado por Jürges al presidente Ortiz era un fraude, el diario continuó informando sobre los supuestos preparativos de una invasión alemana a la Patagonia: más que como un medio de prensa, el periódico actuó como un órgano de combate, cuyo principal objetivo durante el escándalo patagónico consistió en lograr la prohibición de las organizaciones nacionalsocialistas de la comunidad alemana (Friedmann 2010: 92). En un clima radicalizado por el “affaire de la Patagonia”, el Poder Ejecutivo dictó, el 15 de mayo de 1939, el decreto número 31.321, que restringía las actividades políticas de los extranjeros y establecía la “argentinización” de todas sus asociaciones. Con “el fin de asegurar la integridad espiritual de la nación” estipulaba que las sociedades extranjeras no podían depender más de gobiernos u organizaciones foráneas, ni recibir subvenciones de ninguna índole del exterior, con la única excepción de aquellas que estuvieran destinadas a realizar actividades de beneficencia. Además, prohibía a estas instituciones la utilización de distintivos, enseñas o himnos que no fueran argentinos y les exigía que sus estatutos estuvieran únicamente escritos en lengua castellana. Esta disposición implicó la inmediata prohibición de las distintas organizaciones dependientes del partido nacionalsocialista y provocó una fuerte condena por parte del embajador alemán, que la calificó de respuesta a una “infame campaña difamatoria” orquestada por los enemigos del Reich. Las denuncias sobre las actividades de “infiltración nazi” también instalaron un intenso debate en la opinión pública que se trasladó al Congreso nacional. En junio de 1941 comenzó su trabajo la Comisión Investigadora de Actividades Antiargentinas con el objetivo de investigar organizaciones e individuos “cuyas ideologías y métodos sean contrarios a las instituciones republicanas y a nuestra soberanía” (Friedmann 2010: 101). Una vez finalizada la primera parte de su investigación la Comisión elaboró cinco informes que revelaron la continuidad de diversas organizaciones nazis que, pese a la prohibición impuesta por el decreto de mayo de 1939, habrían seguido desempeñándose de manera encubierta como “células antiargentinas en acción”, y detallaron sus estructuras (Friedmann 2009: 203). Gran parte de las investigaciones realizadas por la comisión parlamentaria se basó en los informes elaborados por integrantes de Das Andere Deutschland, tanto en el AT como en su propia revista, y en la publicación de Informaciones para la prensa sudamericana. Sin embargo, no fueron éstos sus únicos informantes. Tanto Bruno Fricke como Heinrich Jürges ofrecieron a aquella comisión la mayor parte de sus datos sobre las actividades clandestinas realizadas por los nacionalsocialistas en la Argentina, y el Frente Negro en su conjunto suministró numerosos testigos que declararon ante aquella institución parlamentaria (Bisso 2005: 110).

El declive de Alemania Libre Apenas arribado al continente americano Otto Strasser fue percibido como un símbolo de los alemanes opuestos al nacionalsocialismo, como alguien digno de admirar por haber arriesgado la vida para salvar a su patria de las “garras del totalitarismo”. Tan grande fue su aceptación que contó con una columna bisemanal en el periódico The Gazette de Montreal y la compañía Warner Brothers adquirió los derechos para dramatizar sus peripecias del exilio. Además, sus


NACIONALSOCIALISTAS ANTIHITLERISTAS

93

artículos fueron publicados, entre otros, por The New Statesman, de Londres, el New York Times y el Reader’s Digest. Sin lugar a dudas, los estrechos contactos de Strasser con las autoridades británicas facilitaron su exitosa y rápida inserción en la opinión pública angloparlante. No obstante, el apoyo logístico e incluso financiero que recibió por parte de los aliados no implicaba necesariamente una menor convicción ideológica de su parte. De hecho, aquella convicción llevó, al menos parcialmente, a que la suerte de Strasser cambiara radicalmente en poco tiempo. Tras la invasión alemana a la Unión Soviética, a mediados de 1941, Strasser criticó a los aliados por realizar un pacto con Stalin y prometió luchar tan implacablemente contra “la dictadura comunista de clase como contra la dictadura nazi de raza” (Strasser 1958: 162). Los británicos, deseosos de no ofender a sus nuevos aliados, retiraron paulatinamente su apoyo a Strasser, quien vio considerablemente mermada su capacidad de acción política debido a que el gobierno canadiense le recriminó su pasado nacionalsocialista y sus lazos ideológicos con aquel régimen. En el mes de diciembre de 1942 se le prohibió realizar discursos, escribir y aparecer en público y en mayo del año siguiente fue llevado a la ciudad de Clarence en Nueva Escocia, donde vivió un confinamiento forzoso. Desde agosto de 1942 no pudo expresar opiniones políticas, incluso en cartas privadas, por lo que interrumpió toda relación postal con la central de América del Sur y los manuscritos destinados a ser editados fueron interceptados (Kisatsky 2005: 86-90; Röder y Strauss 1980: 740-742). El servicio de prensa de Das Andere Deutschland se hizo eco de aquel descrédito, al reproducir una nota del periódico L’Hour de Montreal que indicaba: Puede ser que el señor Strasser sea antihitlerista, al igual que un lugarteniente de Al Capone puede ser anticaponista después de una riña en la que este gánster sacó ventaja. Pero seguro que el señor Strasser de ninguna manera es antifascista. (Informaciones para la prensa sudamericana, 20/7/1942: 2). Bruno Fricke señaló, en forma retrospectiva, que en el abrupto final del FreiDeutschland-Bewegung desempeñó un papel relevante la interrupción del contacto entre la central y el conjunto de los miembros de la agrupación. Indicó además que el movimiento fue intensamente combatido también en el continente sudamericano, lo que habría obligado a interrumpir las actividades de sus delegaciones regionales. Fricke manifestó que los dirigentes de Cuba, México y Colombia fueron puestos en “campos de concentración en América del Norte”, mientras que el representante de Chile fue deportado (Bruno Fricke 143-45: 3). Es posible que una parte considerable de las autoridades del Frei-DeutschlandBewegung se contaran entre los más de 4.000 alemanes residentes en los pequeños países de la cuenca caribeña y los más septentrionales de América del Sur que, en medio de un clima crecientemente amenazador signado por el “terror nazi”, fueron deportados de sus países de residencia y confinados en los Estados Unidos (Friedman 2008). El mismo Fricke fue encarcelado en Buenos Aires acusado de tráfico de drogas, lo que, sumado a la situación atravesada por Strasser en Canadá, dio por tierra con la sección local del movimiento. En la disolución de la representación


94

GERMÁN C. FRIEDMANN

argentina del movimiento de Strasser confluyeron acontecimientos internacionales con la coyuntura política local. Al decisivo giro tomado por la Segunda Guerra Mundial, que no dejaba lugar a dudas acerca de la inminente derrota del Tercer Reich; y a la difusión mundial de los crímenes perpetrados contra los judíos en la Europa ocupada por los nazis, se sumó el pronunciado cambio en el contexto político argentino provocado por el golpe de estado que posteriormente catapultaría a Juan Domingo Perón al primer plano de la escena política nacional. El Frei-Deutschland-Bewegung debió afrontar las mismas consecuencias directas que sobre los germanohablantes antinazis de la Argentina tuvo el golpe militar de junio de 1943. El periódico comunista Volksblatt fue prohibido en septiembre de aquel año y algunos de sus colaboradores fueron arrestados. Otros, entre los que se contaban distintas personalidades del ambiente político argentino, debieron emigrar a Uruguay luego de que el decreto 1050 del 17 de enero de 1944 prohibiera las actividades de varios partidos políticos y de diversas agrupaciones antifascistas. Hacia allí también se trasladó –aunque solo provisionalmente– la redacción del periódico Das Andere Deutschland, que entre enero y marzo de 1944, y con la dirección de Heinrich Grönewald, editó la revista bajo el nombre “La otra Alemania” (Friedmann 2010: 132). A diferencia de esta agrupación, que pervivió en la Argentina hasta finales de la década de 1940, el Frei-DeutschlandBewegung local entró por ese entonces en una prolongada agonía.

Apreciaciones finales El sombrío panorama presentado por el Frente Negro durante la segunda mitad de la década de 1930 permite explicar que una parte de sus seguidores optaran por reincorporarse al nacionalsocialismo local, cuya situación contrastaba notablemente con la del movimiento de Strasser. Por aquel entonces el nacionalsocialismo había llevado a cabo un exitoso proceso de Gleichschaltung de gran parte de las instituciones de la comunidad alemana. A diferencia de otros grupos regionales, tanto en la dirección como entre los distintos miembros de la rama argentina del nacionalsocialismo siempre estuvo muy acentuado el componente socialista (Volberg 1981: 30; Newton 1992: 65-66). Esto resultó de vital importancia para que los convencidos “nacionalsocialistas revolucionarios” retornaran al partido con el objetivo de sumarse a aquellos “elementos sanos dentro del NSDAP” que, en su opinión, se encontrarían combatiendo a los oportunistas que no tendrían nada en común con la supuestamente verdadera ideología original del movimiento. No obstante, la opción por reincorporarse al nacionalsocialismo “oficial”, ya fuera por fuertes convicciones o por mero oportunismo, no fue la única postura tomada por quienes simpatizaron con el Frente Negro. Algunos de ellos se integraron a Das Andere Deutschland, que reunió a un conglomerado de personas de diversas procedencias ideológicas y pertenencias partidarias. Muy ilustrativa de esta situación es una nota publicada en marzo de 1941 en el diario El Mundo de Buenos Aires, en la que el Frente Negro anunciaba su separación de Das Andere Deutschland debido a “la tendencia comunista de la misma” (El Mundo, 11/3/1941). August Siemsen, líder del grupo antinazi, se hizo eco de aquella declaración, pero no para desmentir la participación del


NACIONALSOCIALISTAS ANTIHITLERISTAS

95

Frente Negro en el seno de la agrupación que dirigía, sino para indicar que “la Otra Alemania está a favor de la democracia y carece de toda influencia o tendencia comunista” (Informaciones, 20/3/1941: 1). En un principio, el apoyo brindado al Frente Negro no solo por el Reichsbanner, sino también por Peter Bussemeyer –quienes durante la república de Weimar tuvieron respectivamente una muy activa participación en la socialdemocracia y en el partido comunista– puede resultar llamativo a la luz de las alineaciones inmediatamente posteriores provocadas por la Segunda Guerra Mundial. No obstante, la mirada en retrospectiva, que es el privilegio del historiador, no debe impedir posicionarse en el contexto de la entreguerra, ni caer en la naturalización de que en el punto de partida de esa historia estaba inscripto su punto de llegada. Los seguidores de Strasser han sido definidos de diversas maneras, entre ellas, como “nazis de izquierda”, “rojos con camisa parda”, “nacional-bolcheviques”, “trotskistas del nacionalsocialismo y “gente de izquierda de derecha”, caracterizaciones que muestran las dificultades de encasillar a estas figuras. Aunque no eran necesarios ni mayoritarios, lejos de representar casos aislados no solo las afinidades, sino también los cambios de partidos llevados a cabo entre militantes que se encontraban a caballo entre las llamadas “extrema derecha” y “extrema izquierda” fueron bastante frecuentes durante el período de entreguerras, cuando resultaba imposible fijar fronteras claramente delimitadas por aquellas categorías. La presencia de estos “espacios grises” brinda una nueva prueba de la necesidad de matizar aquel cuadro que señala la existencia de dos “aldeas” de alemanes totalmente incomunicadas: los nacionalsocialistas y los “republicanos”. Al reproducir una lógica según la cual la colectividad alemana simplemente se habría separado en dos bandos enemigos irreconciliables, la bibliografía sobre el período no solo se ha hecho eco del discurso de la época, teñido de la retórica bélica, sino que además ha perdido de vista la riqueza de la sociabilidad germanohablante y las complejas y cambiantes relaciones entre sus diversos sectores en aquellos años de enorme convulsión política (Friedmann 2010 B: 205-226). A mediados de la década de 1930, dentro de las filas del incipiente movimiento antinazi de habla alemana podía observarse una pluralidad de posiciones acerca de la naturaleza del Frente Negro. No obstante, a inicios de la década siguiente resultaba unánime el rechazo al Frei-Deutschland-Bewegung, a cuyos miembros se reprochaba su pasado nacionalsocialista. Así, la posibilidad de conformar un frente de unidad se mantuvo abierta cuando el movimiento liderado por Strasser se presentaba como una agrupación integrada por quienes se definían como los verdaderos nacionalsocialistas, pero no encontró el más mínimo resquicio cuando estuvo integrado por personas de diversa trayectoria política y que, en muchos casos, se definió como explícitamente antinazi además de como opositor al Tercer Reich. El panorama político argentino de finales de la década de 1930 y principios de la de 1940 se destacó por una marcada tendencia a la polarización, donde las disputas internas eran vistas bajo la lente de los acontecimientos europeos contemporáneos. Los discursos y las concepciones del mundo integrales o radicales, forjadas y desarrolladas principalmente en el “viejo continente”, se proyectaron y se combinaron con los procesos políticos e ideológicos locales. En ese contexto, frente a una supuesta avanzada nazifascista, se constituyó una amplia y hetero-


96

GERMÁN C. FRIEDMANN

génea coalición política que encontró un elemento aglutinante en el antifascismo y en la apelación a la defensa de la “argentinidad”. Más allá de sus enfrentamientos, los integrantes de Frei-Deutschland- Bewegung y de Das Andere Deutschland conformaron el ala germanohablante de aquel movimiento variopinto. Sus diversas denuncias sobre la infiltración nacionalsocialista en la Argentina no solo tuvieron una fuerte repercusión en la opinión pública, sino que suscitaron la intervención del gobierno nacional, incrementando la enemistad e incluso el odio indiscriminado hacia los alemanes que se percibe en las crónicas realizadas tanto por quienes apoyaban al régimen nazi como por sus detractores. Así, debe destacarse que la intensa labor propagandística desplegada tanto por el Frei-Deutschland-Bewegung, como por Das Andere Deutschland tuvo un efecto “boomerang” sobre los mismos alemanes que se oponían al Tercer Reich, tanto sobre aquellos antinazis de la “primera hora” como sobre quienes se reivindicaban como los verdaderos nacionalsocialistas. En este sentido, Fricke atribuyó gran parte de los problemas de su agrupación a que los aliados y sus simpatizantes, –quienes, desde su perspectiva, no solo deseaban “la caída de Hitler sino la fragmentación de Alemania”– habían “asimilado la oposición germana al movimiento hitleriano” (Bruno Fricke 1943-45: 2). Este análisis era frecuente en el ambiente de habla alemana de la Argentina, preocupado por la creciente equiparación entre “nazi” y “alemán” realizada por una parte considerable de la opinión pública local. Las páginas del AT reflejaban la toma de conciencia por parte de los antinazis acerca de las consecuencias potencialmente catastróficas que la campaña contra Hitler por ellos fomentada podía tener para el conjunto de los alemanes radicados en la Argentina. A partir de un conjunto de denuncias realizadas en el mismo periódico (la mayoría de ellas por Heinrich Grönewald) contra la supuesta infiltración de una “quinta columna” nacionalsocialista en la comunidad alemana local, el diputado nacional Juan Antonio Solari exigió que se tomaran medidas drásticas, cuyas consecuencias fueron interpretadas por la redacción del diario como perjudiciales para el conjunto de la Deutschtum (alemanidad). En una nota titulada “So geht es nicht, Herr Solari” (Así no puede ser, señor Solari), Peter Bussemeyer enfatizó la importante contribución de los alemanes al desarrollo del país y llamó al diputado socialista a “no tirar al niño con el agua de la bañadera”, señalando que no se debían implementar medidas represivas indiscriminadas, sino concentrarse exclusivamente en los dirigentes nazis (AT, 22 de octubre de 1940). Esta sensación de una equiparación casi total entre alemanes y nazis, generalizada con respecto a los germanohablantes, fue explicitada por Lothar Sulzberger quien, a comienzos de 1943, expresó en la publicación de Das Andere Deutschland su descontento y resignación al sostener que “todo lo que tuviera un nombre alemán era sospechoso”. Incluso, señalaba Sulzberger, “el alemán leal para con el país anfitrión, el antifascista, el refugiado, también era indeseable” (DAD, 1/1943: 9). Claro está que tratándose del movimiento dirigido por Otto Strasser, quien fuera una de las personalidades más importantes en la etapa de conformación del nacionalsocialismo como partido de alcance nacional en Alemania, y representado localmente por Bruno Fricke, quien se había destacado en la SA, los intentos de equiparar a sus integrantes con el régimen gobernante en Alemania resultaban menos forzados o caprichosos que en otros casos.


NACIONALSOCIALISTAS ANTIHITLERISTAS

97

Fuentes Publicaciones y periódicos AT (AT), 4/9/1932. “Randglossen”. AT, 4/1/1934. H.G., “Die Schwarze Front.” AT, 3/11/1935. H.G., “Was kommt nach Hitler.” AT, 30/11/1935, p. 5. Alfred Dang, “Nur Krieg kann das Hitler-Regime stürzen.” AT, 30/11/1935, p. 5. Paul Zech, “Halte wach den Hass! Eine Absage an die Schwarze Front.” AT, 1/2/1936: 7.“Reichsbanner Schwarz-Rot-Gold.” AT, 1/2/1939: 1. “Die Verteidigung Amerikas.” AT, 9/4/1939. “Amerikanische Front gegen Naziübergriffe.” AT, 22/10/1940. Peter Bussemeyer, “So geht es nicht, Herr Solari.” Das Andere Deutschland (DAD) 11/1941: 7. “Bürgerkriegsbanden?”; “Dr. Schoenemann kein Eigentumsdelinquent.” DAD, 12/1941: 3-4. Hans Jahn, “Offener Brief an Otto Strasser.” DAD, 2/1942: 6-8. “Freie Deutsche Legion-Konterrrevolutionäre.” DAD, 1/1943: 9. Lothar Sulzberger, “Deutsche in Südamerika.” Die Schwarze Front (SF), 9/10/1935: 2. “Hitler ist nicht Deutschland und der Nationalsozialismus ist nicht Hitler.” SF, 23/11/1935: 1. Otto Strasser, “Hitlers Verrat am Nationalsozialismus. Programm und Praxis der Hitlerpartei.” SF, 23/11/1935: 1. “Die neuesten Verordnungen der Partei gegen die S.F.” SF, 1/2/1936: 5. “An alle aufrechten Deutschen und Freunde der Schwarzen Front in Quilmes!” SF, 9/10/1935: 4. “Was will die Schwarze Front. Über Hitler hinaus – zum deut­ schen Sozialismus.” SF, 21/12/1935: 4. “Stimmungsbild aus Chile. Wie die Volksgemeinschaft der Chile-Deutschen zerschlagen wurde.” SF, 21/12/1935: 4. “Die Zustände im Deutschen Schulverein Asunción. Der Kampf eines Aufrechten.” SF, 21/12/1935: 5. “Die Folgen des Gleichschaltungswahnsinns – Tausende deutsche Lehrer sollen auf die Strasse fliegen.” SF, 1/2/1936: 3. “Reichsbanner Argentinier und die Schwarze Front. Aufruf der Reichsbannerführung –‘Wir kapitulieren nicht! Marschiert mit den Kameraden der Schwarzen Front.” Frei-Deutschland Bewegung, 1941 (Manifiesto fundacional). “Goals and Program of Action of the ‘Free German Movement’.” Informaciones para la prensa sudamericana (Informaciones), 10/2/1941. August Siemsen, “Declaración de La Otra Alemania.”


98

GERMÁN C. FRIEDMANN

Informaciones, 21/4/1941: 4. “Decretaron el procesamiento de un agente del Frente Negro alemán en Montevideo.” Informaciones, 20/3/1941: 1. “Aclaración de La Otra Alemania.” Informaciones, 20/7/1941: 1. “Prisión para calumniador político.” Informaciones, 20/7/1942: 2. “En el Canadá ya se dan cuenta de lo que es Otto Strasser.” Documentos, Archivo del Institut für Zeitgeschichte de Múnich. Otto Strasser, Memorandum über Aufgaben und Möglichkeiten der Deutschen Opposition, 3/10/1940. Legado Otto Strasser, Signatura ED118, T. 20. Bruno Fricke, “Rechenschaftsbericht der FDB für die Jahre 1943-1945”. Legado Otto Strasser, Signatura ED118, T. 20.

Bibliografía Bisso, Andrés. Acción Argentina. Un antifascismo nacional en tiempos de g ­ uerra mundial. Buenos Aires: Prometeo, 2005. Friedman, Max Paul. Nazis y buenos vecinos. La campaña de Estados Unidos contra los alemanes de América Latina durante la II Guerra Mundial. Madrid: Machado Libros, 2008. Friedmann, Germán. “La política guerrera. La investigación de las Actividades Antiargentinas”. En Bertoni, Lilia Ana y De Privitellio, Luciano (comp.). Conflictos en democracia. La política en la Argentina, 1852-1943. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2009, pp. 191-212. --. Alemanes antinazis en la Argentina. Buenos Aires: Siglo XXI, 2010. --. “Los alemanes antinazis de la Argentina y el mito de las dos aldeas”. Ayer. Revista de Historia Contemporánea 77 (2010 B): 205-226. --. “Las identidades judeoalemanas. Alemanes antinazis y judíos de habla alemana en Buenos Aires durante la Segunda Guerra Mundial”. En Kahan, Emmanuel; Schenquer, Laura; Setton, Damian y Dujovne, Alejandro (comp.). Marginados y Consagrados. Nuevos Estudios sobre la vida judía en la Argentina. Buenos Aires: Lumiere, 2011: 191-212. --. “Las identidades judeoalemanas. Alemanes antinazis y judíos de habla alemana en Buenos Aires durante la Segunda Guerra Mundial”. Estudios Migratorios Latinoamericanos, 71 (2012): 293-311. --. “El Frente Negro y el movimiento Alemania Libre en la Argentina durante las décadas de 1930 y 1940”. Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana. Dr. Emilio Ravignani 40 (2014): 108. --. “El Frente Negro en la Argentina durante la década de 1930”. Iberoamericana. América Latina-España-Portugal, Madrid-Fráncfort del Meno, Año XV, Nueva época, No. 57, marzo de 2015: 39-57.


NACIONALSOCIALISTAS ANTIHITLERISTAS

99

Keyserlingk, Robert. “Die deutsche Komponente in Churchills Strategie der nationalen Erhebungen 1940-1942”. Vierteljahrshefte für Zeitgeschichte 4 (1983): 614-645. Strasser, Otto. Exil, Múnich, 1958. Kisatsky, Deborah. The United States and the European Right: 1945 – 1955. Columbus: The Ohio State University, 2005. Kühnl, Reinhard. Der deutsche Faschismus in Quellen und Dokumenten, Colonia: PapyRossa, 1975. Newton, Ronald C. El cuarto lado del triángulo. La “amenaza nazi” en la Argentina. Buenos Aires: Sudamericana, 1997. --. “¿Patria? ¿Cuál patria? Ítalo-argentinos y germano-argentinos en la era de la renovación nacional fascista, 1922-1945”. Estudios Migratorios Latinoamerica­ nos 22 (1992): 65-66. Röder, Werner y Herbert A. Strauss. (comp.) Biographisches Handbuch der deutschsprachigen Emigration nach 1933. T I, Múnich-Nueva York-LondresParís, 1980. Rout, Leslie B. y John F. Bratzel. “Heinrich Jürges and the Cult of Disinformation”. The International History Review 6 (1984): 611-623. Schoepp, Sebastian. Das Argentinische Tageblatt. 1933 bis 1945. Ein Forum antinationalisozialistischer Emigranten. Berlín: Wissenschaftlicher Verlag, 1996. Stafford. David. Britain and European Resistance: A Survey of the Special Opera­ tions Executive. Londres: Thistle Publishing, 2013. Volberg, Heinrich. Auslandsdeutschtum und Drittes Reich: der Fall Argentinien. Colonia-Viena: Böhlau, 1981. von zur Mühlen, Patrik. “Der Gegenführer im Exil. Die Otto Strasser Bewegung in Lateinamerika”. Exilforschung. Ein internationales Jahrbuch. Gedanken an Deutschland im Exil und andere Themen 3 (1985): 143-157. --. Fluchtziel Lateinamerika. Die Deutsche Emigration, 1933-1945. Politische ­Aktivitäten und Soziokulturelle Integration. Bonn: Neu Gesellschaft, 1988.


Teatro pedagógico en los grupos antagónicos alemanes de Buenos Aires, 1940-65 ROBERT KELZ The University of Memphis (EE.UU.)

1. Introducción Durante su visita a Argentina como delegado ante el Congreso de PEN Clubs en 1936, el famoso escritor exiliado Stefan Zweig declaró, en una entrevista en el diario local Crítica, que la gran tragedia de la Europa contemporánea radicaba en la inculcación del odio en la mente de los ciudadanos europeos, en especial, de los niños: Día tras día, desde el amanecer hasta el anochecer, se enseñaba el odio y, luego, de noche, soñaban con él. Cuando cesó la guerra, fue imposible cesar ese odio que bullía en la sangre de todos. No se lo pudo apagar… Hombres, mujeres y niños quedaron intoxicados (Crítica, 5/9/1936). El autor agregó que su esperanza más ferviente era que la juventud sudamericana nunca tuviera que vivir bajo la influencia del odio que movía y sacudía a Europa en la década de los treinta (La Nación, 9/9/1936). Pero, como observó Zweig mismo durante su estadía, las víctimas de la pedagogía del odio tuvieron una marcada presencia en la capital argentina. Con un especial hincapié en la posguerra, en este artículo exploro la función y la eficacia del Teatro Alemán Independiente y de los sucesivos elencos de los actores Ludwig e Irene Ney en sostener, reconducir y superar la pedagogía del odio en las colonias alemanas de la ciudad de Buenos Aires.

2. Descripción general de los elencos alemanes El panorama cultural de la capital argentina durante la Segunda Guerra Mundial fue único. En ninguna otra gran metrópoli se dio una competencia tan abierta, local e inmediata entre los teatros nazis y antifascistas de habla germana como la que se produjo en Buenos Aires durante este período histórico. Tanto el teatro de exilio y antifascista, el Freie Deutsche Bühne o Teatro Alemán Independiente (FDB), como su menos conocido adversario pronazi, el elenco de Ludwig e Irene Ney (Neybühne o Elenco Ney), fueron fundados en Buenos Aires por emigrantes alemanes durante el Tercer Reich, pero representaban a grupos demográficos muy diferentes dentro de la gran población alemana de la ciudad. Originalmente descritas como “colonias”, había en Buenos Aires al menos dos poblaciones de


TEATRO PEDAGÓGICO, 1940-1965

101

habla alemana distintas y frecuentemente conflictivas (AT, 17/7/51). Durante la Primera Guerra Mundial la población de habla alemana en Argentina se había dividido en campos monárquicos y republicanos, un conflicto que se agravó con el nazismo y la llegada de los refugiados (mayormente) judíos de Europa a Argentina. Existe una gran cantidad de estudios sobre este tema, la mayoría de los cuales cita una carta del periodista y publicista exiliado Balder Olden a la revista exílica de Nueva York, Aufbau.1 En su carta Olden acuñó el término “zwei Dörfer”, o dos aldeas, para describir la división en el Buenos Aires de habla alemana. Según Olden, había “aldeas” pro y antifascistas, cada uno con sus escuelas, periódicos y teatros partidarios (Kießling 1980: 73-74). Aunque la división no estaba ni mucho menos tan clara y absoluta como sugiere Olden, la creación del Neybühne y del Teatro Alemán Independiente refleja la polarización del Buenos Aires de habla alemana durante el nazismo. Esta polarización continuó existiendo muchos años después de la guerra. Fundado en 1940 por antifascistas alemanes y austríacos exiliados –muchos de los cuales eran judíos–, el Teatro Alemán Independiente fue el único teatro exílico en el mundo que puso en escena producciones teatrales de manera regular durante la Segunda Guerra Mundial. Estaba compuesto por actores profesionales cuya principal fuente de ingresos era su trabajo en este teatro, el cual continuó con sus actividades durante veinte años después del fin de la guerra. Fundado en 1938, el Elenco Ney puso en escena obras de Lessing, Goethe y Schiller en alemán, y a sala llena, en el Teatro Politeama y en el Teatro Nacional, con capacidad para 1155 espectadores. El Neybühne tenía vínculos directos con varias organizaciones pronazi y recibía financiación del Ministerio de Propaganda de Joseph Goebbels en Berlín. Desde su debut, Ney fue un intérprete destacado en los escenarios de la capital argentina y lo continuaría siéndo durante los siguientes treinta y cuatro años. Los actores relacionados con las poblaciones nacionalistas, antifascistas y sionistas participaron en proyectos teatrales infantiles y escolares locales durante todo el período en cuestión.

3. Teatro pedagógico durante la Segunda Guerra Mundial: Ludwig e Irene Ney Durante 1932, en la ciudad de Buenos Aires había veinte escuelas de habla germana con aproximadamente 4800 alumnos, la mayor concentración fuera de Europa (Keiper 1938: 53). Con pocas excepciones, para el año 1934 estas escuelas estaban expuestas a una fuerte influencia de la propaganda nazi. No

Hay demasiadas publicaciones para incluir una lista completa, pero aquí hay algunas de los primeros estudios sobre este tema: Ronald Newton, German Buenos Aires, 1900 – 1933: Social Change and Cultural Crisis (Austin: University of Texas Press, 1977); Heinrch Volberg, Auslandsdeutschtum und Drittes Reich: Der Fall Argentinien (Köln and Wien: Böhlau Verlag, 1981); Olga Elaine Rojer, Exile in Argentina, 1933-1945: A Historical and Literary Introduction (New York: Peter Lang, 1989); José Alfredo Schwarcz, Y a pesar de todo: los judíos de habla alemana en la Argentina (Buenos Aires: Grupo Editorial Latinoamericano, 1991); Anne Saint Sauveur-Henn, Un Siècle d'Emigration Allemande vers l'Argentine 1853-1945 (Cologne, Weimer, Wien: 1995). 1


102

ROBERT KELZ

permitían alumnos judíos y, posteriormente, muchos alumnos recordaron que la esvástica y la Horst-Wessel-Lied estaban por doquier en las escuelas alemanas porteñas (Volberg 1981: 187). En su informe anual para 1938, la HumboldtSchule, la mayor escuela alemana de Argentina, agradeció a la Embajada de Alemania y el partido nazi por su apoyo financiero (Humboldt-Schule, Jahresbericht 1939: 23). Otras escuelas también recibieron fondos de la embajada alemana y varios docentes fueron despedidos por negarse a adoptar adecuadamente la ideología nazi en las aulas (Garnica, 2009: 314). La correspondencia entre los funcionarios escolares culminó con “Heil Hitler!” (Carta Schroder a Preschel, 13/11/1940) y el cumpleaños del Führer fue un día festivo celebrado por las escuelas que se encontraban bajo la órbita de la doctrina gubernamental alemana (Humboldt-Schule, Schulkalender 1938: 24). En el calendario de la escuela Humboldt (Humboldt-Schule) se destaca una función de marionetas de Ludwig e Irene Ney (ibid.), y los Ney también participaron en la producción de Ur-Faust (Fausto originario) de Goethe en la escuela Goethe (Goethe-Schule) en 1939 (véase una foto en el archivo de la Goethe-Schule)2. A pesar del escaso conocimiento que poseemos sobre estas presentaciones, debemos destacar que los Ney trabajaron activamente en las materias relacionadas con artes escénicas de la currícula de las escuelas Goethe y Humboldt. Financiada en parte por la embajada alemana, en enero de 1943, Irene Ney abrió su propia escuela, especializada en elocución, recitado y formación vocal. La misma aumentó la cantidad de estudiantes y cursos constantemente hasta que el gobierno argentino la clausuró en marzo de 1945. Su autoproclamado objetivo era cultivar el poder de la lengua entre los emigrantes alemanes y aumentar su aprecio por su “sacrosanta lengua materna” (Irene Ney 1943). Se organizaban noches de recitación, en las que los estudiantes y los actores del teatro alemán combinaban poesía e interpretación dramática (DLPZ, 20/6/1943). Las máximas de los académicos conservadores del teatro, como “el poder de la palabra” de la actriz Louise Dumont-Lindemann, el “teatro poético” del crítico Friedrich Rosenthal y el “servicio a la palabra” del laureado poeta nazi Hanns Johst, tuvieron una fuerte resonancia en estas representaciones (Johst 1933: 15). El académico italiano del teatro, Gaetano Biccari, definió estos preceptos como principios de un esteticismo nacional, el cual hacía hincapié en las cualidades völkisch (culto de lo étnico) del teatro alemán, especialmente de los clásicos (2001:101). El énfasis de la escuela en el idioma iba al compás de la dramática teoría nazi de Europa. La primacía de la palabra encontraba eco en la población nacionalista alemana de Argentina, ya que la lengua materna era un elemento crucial tanto en la formación y la preservación del legado étnico, como en la identidad cultural de sus miembros en cuanto alemanes en el extranjero. Este énfasis en el idioma alemán –una fuerza cohesiva entre los emigrantes, así como entre ellos y sus compatriotas en Europa– también los distanció de la sociedad anfitriona argentina.

2

Foto de la Presentación de Ur-Faust, 1938, Archivo de la Goethe-Schule.


TEATRO PEDAGÓGICO, 1940-1965

103

4. T eatro pedagógico en la Segunda Guerra Mundial: Teatro Alemán Independiente En 1934, Ernesto Alemann, propietario del diario antinazi Argentinisches Tageblatt, impulsó la creación de la escuela Pestalozzi (Pestalozzi-Schule) para resistir la nazificación de las escuelas alemanas de Buenos Aires. Alfred Dang, emigrante, educador y periodista, fue el primer rector de esta escuela. Al igual que Stefan Zweig, Dang hacía hincapié en que el objetivo de la escuela Pestalozzi era: “enfrentar los demonios de la pedagogía nazi, esa intoxicación asesina, con verdadera humanidad” (AT, 6/4/1938: 3). Furioso, en un informe para Berlín, el embajador alemán Edmund von Thermann denunció que la escuela Pestalozzi era “abiertamente hostil a los principios de la nueva Alemania” (10/5/1934). En 1934, Alfred Dang se granjeó la distinción de ser el primer alemán en Sudamérica desnaturalizado por el gobierno nazi. Desde su fundación en 1940, el Teatro Alemán Independiente contribuyó a la misión pedagógica de armonía intercultural en la escuela Pestalozzi. El Teatro Alemán Independiente inició este esfuerzo con un intercambio cercano entre su elenco y los alumnos de la Pestalozzi-Schule, sobre todo mediante representaciones de cuentos de hadas (Jüdische Wochenschau, 15/5/1942). Más allá del entretenimiento, estas producciones eran una experiencia pedagógica compuesta con gran minuciosidad. Consciente del efecto poderoso que podían tener las representaciones dramáticas en las emociones de los niños, el Teatro Alemán Independiente protegió al público de jóvenes refugiados –varios de los cuales habían sufrido mucho en la vida real– de la siniestra contracara de violencia, muerte y fatalismo presente en numerosos cuentos de hadas. En su versión de Schneewittchen (Blancanieves) faltó la espantosa conclusión de la versión original del cuento (cf. apuntes Blancanieves, PWJA VI j) 312). En el guión Die Prinzessin auf der Erbse (La princesa y el guisante), escrito por el actor Max Wächter, se omitió la descripción militarista de un soldado y su bigote, que podría haber recordado a los niños de su sufrimiento en la Europa fascista (cf. apuntes La princesa y el el guisante, PWJA VI j) 312). Esta obra, representada en 1942, incluía varias canciones con letra en español, y hasta incluso un gaucho de las pampas argentinas. Al incorporar en los cuentos de hadas europeos estos marcadores culturales locales, se facilitó la transición de los niños de emigrantes a inmigrantes en Argentina. En el mundo del teatro, las víctimas más jóvenes del nazismo veían cómo se cumplían los sueños y se confirmaba un sentido de justicia puro y honesto, dos cuestiones que solían causar dolorosas decepciones en la vida real.

5. T eatro pedagógico durante la posguerra: Teatro Alemán Independiente Durante la posguerra, miembros del Teatro Alemán Independiente, como Max Wächter y Hedwig Schlichter-Crilla, continuaron presentando obras para niños. Esta última, protagonista de éxitos de taquilla europeos como Mädchen in Uniform (Internado de Señoritas, 1931), fue expulsada de los escenarios alemanes en 1933 y llegó a Argentina en 1939. En los primeros años posteriores a la gue-


104

ROBERT KELZ

rra, Schlichter-Crilla fundó un estudio de teatro para niños que, de hecho, fue uno de los primeros en Argentina. En octubre de 1945, Schlichter-Crilla dirigió a un grupo de alumnos refugiados y actores profesionales del Teatro Alemán Independiente, el Idisches Folkstheater y la Comédie Française en una representación de Die Prinzessin und der Schweinehirt (El porquerizo) de Hans Christian Andersen. Schlichter-Crilla adaptó el cuento para que se ajustara a la vida de los niños refugiados, por lo que agregó un prólogo que ambientaba la obra en la Buenos Aires contemporánea, en lugar de la Europa medieval (AT, 23/10/1945). En consecuencia, la obra poseía un hilo migratorio paralelo al del público y de los actores. La presentación incluía un marco en el que los personajes principales eran dos niños emigrantes: Juancito, un vendedor de periódicos, y su amigo Cachito. Ambos tenían vidas humildes, similares a las de muchos de los niños del público, quienes, como Juancito y Cachito, lidiaban no sólo con la pobreza, sino también con un nuevo idioma y un proceso de adaptación a la sociedad argentina. La historia relataba que una tarde Juancito pregonaba las noticias del día a los transeúntes, cuando descubre un libro viejo y desvencijado en una montaña de basura. Lo hojea intrigado, hasta que se da cuenta de que el libro es una colección de cuentos de hadas de un contexto muy alejado de su Buenos Aires. Juancito y Cachito descubren un título que les llama la atención: Die Prinzessin und der Schweinehirt. Quedan perplejos ante la insólita relación planteada en el cuento entre una princesa y un porquerizo, pero no pueden satisfacer su interés porque las páginas están muy dañadas e ilegibles. Los niños quedan fascinados, y elucubran tramas y personajes para generar encuentros entre ambos protagonistas. Sus mundos de ficción son un escape de las luchas de la emigración, los cuales continúan hasta en sus sueños, donde ellos mismos participan en la acción. En la representación, al final del prólogo, Juancito extrae una cuchara escondida debajo de su camisa y abre una puerta al “país de los sueños”, con lo que da inicio a la obra. Después de cada acto, Juancito y Cachito se encuentran delante del telón y analizan la acción con el público, a fin de llevarlos consigo a su colorido mundo de fantasía (AT, 25/10/1945). Mediante la amistad y la imaginación, Juancito y Cachito afirman la inexorable presencia de la incorruptible libertad espiritual y creativa de cada persona, incluso de aquellos tan humildes y vulnerables como los niños refugiados. El Argentinisches Tageblatt describió Die Prinzessin und der Schweinehirt como “la presentación más inspiradora en años” (ibid.). De hecho, el trabajo entre bambalinas fue tan inspirador como la actuación al otro lado del telón. Bajo la dirección de Schlichter-Crilla, jóvenes emigrantes colaboraron con actores profesionales del teatro argentino, francés, idish y alemán, por lo que estuvieron expuestos a numerosos estilos de actuación y conocieron distintas culturas, algo crucial para superar el hipernacionalismo que habían sufrido en Alemania. Además, Schlichter-Crilla alentaba a los jóvenes actores a que individualizaran los personajes que les habían asignado. Según varios de sus alumnos, esta libertad creativa, maximizada por la colaboración con actores profesionales adultos, les permitió alcanzar altos niveles de autoestima y logro artístico. El mensaje de inclusión e integración de Schlichter-Crilla y el Teatro Alemán Independiente parece haber encontrado eco en las dos poblaciones germano hablantes de la ciudad de Buenos Aires. Una de las cartas de agradecimiento


TEATRO PEDAGÓGICO, 1940-1965

105

que recibió el elenco por estas representaciones estaba firmada por Monika Czierski, “de 10 años” (Czierski a Jacob, 24/6/1946, PWJA Correspondencia). No se trata de una firma cualquiera. Monika Czierski era la hija de Otto Czierski, dramaturgo y docente de la Goethe-Schule. En 1941 el Elenco Ney había interpretado una de las obras de Czierski, Der Bauerngeneral, con motivo del cumpleaños de Hitler. La carta de su hija es un testimonio de la eficacia —al menos, en este caso— de la misión autoproclamada de la FDB de usar el teatro como un medio de reconciliación entre los miembros más jóvenes de las poblaciones alemanas amargamente divididas en Argentina. Hedwig Schlichter-Crilla ejerció una enorme influencia en el teatro infantil en Argentina. Durante la posguerra, fundó la influyente compañía de izquierda La Máscara y, como pedagoga, presentó el “sistema” de Stanislavsky a los actores locales, algo que, según el crítico y profesor teatral Osvaldo Berenguer, transformó la actuación en Argentina (Roca 2000: 312). Formó a muchos de los actores más famosos del cine y el teatro argentino, como Norma Aleandro, Zulema Katz, Agustín Alezzo, Norman Briski y Augusto Fernándes, entre otros. Sus alumnos recordaban que Schlichter-Crilla alentaba a los estudiantes a que perdieran las inhibiciones y experimentaran con sus propias capacidades de metamorfosis. Para ella, y también para sus estudiantes, actuar mejorando las facultades expresivas y receptivas en el escenario agudizaba una variedad de aptitudes comunicativas versátiles y cultivaba la capacidad de empatía (Roca, s. p.; entrevista Frank Nelson 3/8/2012).

6. Teatro pedagógico durante la posguerra: Ludwig Ney Durante la posguerra, Ludwig Ney se alejó de sus previas actividades etnocéntricas y cultivó una productiva interacción entre los actores jóvenes y la sociedad argentina (Schmitz 2009: 7-15). Ney inició varios proyectos para actores jóvenes en las décadas de los 50 y 60, incluso la Literarisch-künstlerische Gesellschaft y el Zimmertheater en la Escuela del Norte. Ney y estos grupos hicieron una gira en todo el país y, juntos con el diario conservador Freie Presse, complementaron el periodismo y el teatro con el espíritu de la integración. A medida que Ney recorría Argentina, desde la selva misionera (FP, 13/12/1950) hasta la cordillera patagónica, el Freie Presse publicó informes sobre la geografía, la industria y las costumbres locales de cada región (FP, 29/8/1954). Mientras el grupo de Ney llevaba el teatro alemán a los confines de Argentina, el Freie Presse mejoraba el conocimiento de los emigrantes sobre dicha región. En las ciudades más grandes, se realizaban presentaciones en alemán y en español en noches consecutivas (FP, 4/2/1953; FP, 7/6/1959; FP, 29/6/1959). Estas producciones llamaron la atención del ministro de Educación de Argentina, quien contrató a Ney para producir representaciones en español de Shakespeare, Molière y Schiller en Córdoba entre 1952 y 1954 (Carta del Director General de Enseñanza Secundaria de la Nación a Ney, 11/3/1953). Según el historiador Claus-Dieter Krohn, los proyectos translingües representan un paso fundamental en el progreso de los emigrantes hacia la integración en la sociedad receptora (Kliems 2007: 31). En 1961, el diario La Nación, en un artículo con el revelador título “Cuando


106

ROBERT KELZ

empiezan a ser argentinos” (2/4/1961), destacó a Ney como un inmigrante ejemplar. Al facilitar el contacto entre los alemanes y argentinos, así como por hacer circular la cultura alemana en toda la Argentina, Ney puso en acción la concepción formulada más tarde por el profesor de filología románica Ottmar Ette “literatura como ciencia para la convivencia” (Ette 2016: 310). El cambio de postura de Ney no necesariamente refleja un verdadero cambio en sus convicciones morales, sino demuestra su confianza en la eficacia de la integración y el interculturalismo para lograr el éxito profesional en la Argentina. Las producciones translingües de la compañía de Ney explotaban la capacidad de la literatura de “crear puentes entre culturas distantes”, una formulación que acuñó el autor libanés Amin Maalouf en 2010 (Maalouf en Ette 2010: 989). Tanto Regine Enzweiler (Lamm) como Ursula Siegerist, jóvenes estudiantes y actrices durante los años cincuenta y los sesenta, enfatizan que las giras con Ney las llevaron a regiones que, de otra forma, no habrían visitado jamás, lo que catalizó conexiones entre culturas, y mejoraron sus conocimientos de la Argentina. Siegerist observa que, antes de estos viajes, tenía la tendencia de subordinar Argentina a Alemania. Sin embargo, durante las giras, tomó conciencia de la “magia y las maravillas de Argentina” y aprendió a “amar a mi patria argentina” (entrevista 15/11/2008). Durante la posguerra, Ludwig Ney se alejó de sus actividades etnocéntricas anteriores y cultivó una interculturalidad entre los actores jóvenes y sus anfitriones argentinos, con un énfasis en la integración y la transferencia cultural como estrategias de supervivencia para las poblaciones de emigrantes (Schmitz 2009: 7-15).

7. Teatro pedagógico para adultos A pesar de los esfuerzos de la embajada de Alemania Occidental por armonizar las relaciones entre los dos grupos de alemanes en Argentina, a estos les resultó mucho más fácil tender conexiones con los argentinos, que establecer vínculos entre ellos mismos. Después de la apertura de la embajada en 1952, el Teatro Alemán Independiente (ahora llamado “Deutsche Bühne” o, en castellano, Teatro Alemán) dependía cada vez más de las subvenciones de Bonn, lo que condicionó sus presentaciones. En gran medida, esta compañía se convirtió en portavoz de la República Federal para propagar la Kulturpolitik de la Guerra Fría en Sudamérica. Esto era equivalente a una pedagogía politizada de los adultos de habla alemana. La embajada de Alemania Occidental elogió a la Freie Presse, sucesora del pronazi Deutsche La Plata Zeitung, en un informe a Bonn en 1962. En el informe comentaba que, desde su fundación en 1945, el diario había trabajado para “contrarrestar las ideas erróneas de sus lectores y someter su mentalidad a una especie de reeducación” (Carta de la Embajada de Alemania Occidental a Ministerio de Asuntos Exteriores, 10/5/1962). Una de las razones por las que el Freie Presse consiguió este apoyo fue su tono estridentemente anticomunista. Durante las décadas de los cincuenta y los sesenta, ni el elenco del Teatro Alemán ni el de Ludwig Ney presentaron siquiera una obra de un dramaturgo de Alemania del Este, incluido Bertolt Brecht, pese a su popularidad en Argentina. Esta pos-


TEATRO PEDAGÓGICO, 1940-1965

107

tura política encontró su expresión en la crítica de la Freie Presse en contra del teatro épico brechtiano y su efecto del extrañamiento (Verfremdungseffekt) en reseñas de presentaciones teatrales (FP, 27/6/1956). En otro caso, cuando Hedwig Schlichter-Crilla fundó el grupo teatral de izquierda “La Máscara”, la embajada criticó su proyecto como “una herramienta especialmente efectiva de la propaganda comunista” (Carta de Moltmann al Ministerio de Asuntos Exteriores, 26/1/1955). Al intervenir en sus diarios y teatros, los funcionarios de Alemania Occidental también intentaron de reeducar a las poblaciones alemanas en conflicto con el objeto de alinearlas en contra de la así-llamado “amenaza” mutua percibida frente comunismo. Ambos grupos invocaron al dramaturgo canónico Gotthold Ephraim Lessing como vehículo para el acercamiento. En 1947, el Freie Presse, publicó un artículo con el título, “Lessing: en la búsqueda de la verdad” (FP, 21/12/1947)3. Pocos años habían pasado desde sus críticas nacionalistas, antisemíticas y belicosas de las presentaciones del Elenco Ney de autores canónicos, como Goethe, Schiller y Lessing, pero ahora el Freie Presse elogió el compromiso inquebrantable de Lessing con el descubrimiento y la promoción de la verdad. La obra más perdurable de Lessing en la búsqueda del ideal de la verdad era Nathan der Weise (Nathan el Sabio, 1779). Con figuras representativas del judaísmo, cristianismo e islam, la obra es un llamamiento a la tolerancia religiosa y, como tal, su representación fue prohibida durante la época nazi. Su moral, que según declaró el Freie Presse tiene validez universal, fue que las acciones de cada uno deberían ser guiadas por la tolerancia y el amor (FP, 21/12/1947). Muy temprano en la posguerra el Freie Presse recalibró su interpretación del teatro clásico alemán, pero un cambio de actitud tan brusco y rápido es poco persuasivo. Es probable que refleje más una postura oportunista y superficial que una introspección profunda y contundente. No obstante, el artículo del Freie Presse demostró el potencial del teatro como un vehículo para que las las facciones opuestas alemanas de Buenos Aires comenzaran a establecer relaciones más civilizadas tras décadas de hostilidad. Situado bajo el Protectorado del chargé d'affaires de Alemania Occidental, en 1956 Nathan der Weise de Lessing tuvo su estreno sudamericano en idioma alemán, presentado por el Teatro Alemán. Fue sin duda teatro pedagógico, con una nueva conclusión en la que los actores se dieron la mano y exclamaron “Queremos ser amigos!” (AT, 27/6/1956). El actor Jacques Arndt (director de dicha producción de 1956), en una entrevista personal que llevé a cabo con el, me comunicó que pensaba que el teatro podía tender lazos entre las colonias antagónicas, y que sintió que esta obra era singularmente adecuada para esta tarea. Por lo tanto, según él, había añadido un final tan abiertamente pedagógico con el objeto de no perder la única oportunidad que esta producción representaba (Entrevista con Jacques Arndt, 25/12/2008). Esta presentación fue una de las primeras producciones en recibir reseñas positivas tanto del Tageblatt como de la Freie Presse. Ambos periódicos aplaudieron a Nathan con un lenguaje casi idéntico: la Freie Presse calificó a la obra

3

Véase para el otro lado: AT, 14/10/1951.


108

ROBERT KELZ

de “Hohelied der Humanität” (glorificación de la humanidad; FP, 27/6/1956.), y el Tageblatt se refirió a ella como “Hohelied echten Menschentums” (glorificación de la humanidad genuina; AT, 24/6/1956). Además, ensalzaron el idioma alemán en forma poética y espectacular, lo que revelaba otro lazo que compartían ambas colonias alemanas. Aun así, la crítica que el Tageblatt hizo de Nathan expuso los límites de la reconciliación en la Buenos Aires alemana al abordar el tema políticamente cargado de la Vergangenheitsbewältigung (Superación crítica del pasado). El Tageblatt hizo referencia explícita a los paralelismos entre el protagonista de Lessing y el actor principal de la representación, Jacques Arndt, y observó que una escena en la que Nathan narra la historia de su sufrimiento en pogromos antisemíticas era terriblemente personal para muchos actores y espectadores por igual (AT, 27/6/1956). Quizá, recordando el papel desempeñado por muchos de sus redactores durante el nazismo, el Freie Presse no hizo ningún comentario sobre este llamativo aspecto de la presentación. El Tageblatt también reflexionó sobre otro momento: “contra un telón de color rojo sangre, cuando el patriarca de Jerusalén repetía ‘¡Qué importa!, el judío ha de ser quemado’ [Tut nichts! Der Jude wird verbrannt, Nathan der Weise, IV, 2], algunos de los espectadores comenzaron a reír. Un escalofrío habría sido comprensible”. El Freie Presse tampoco hizo comentario alguno sobre esta escena. Las críticas de Nathan der Weise en el Tageblatt y en el Freie Presse revelaron puntos en común, pero también la existencia de profundas divergencias entre los grupos de alemanes de Buenos Aires. Los periódicos manifestaban la voluntad de sanar las heridas y encontraron lazos del legado cultural y lingüístico común en la obra de Lessing, lo que les permitió dar un primer paso en este sentido. Sin embargo, también dejaron en claro que el pasado reciente continuaba impidiendo un diálogo abierto y una reconciliación. El 1 de julio de 1962, Ney y su elenco de actores jóvenes eligieron la obra de Lessing Minna von Barnhelm (1767) para abrir un pequeño teatro en las instalaciones de la Escuela del Norte en el conurbano de la capital argentina. La comedia de Lessing atrajo a miles de espectadores durante un período de nueve semanas, demostrando ser una opción especialmente armoniosa para la producción inaugural del teatro, que realizaría presentaciones regularmente hasta 1974. El Tageblatt elogió con entusiasmo la actuación y su finalidad pedagógica tanto para jóvenes como adultos. El diario señaló que el Zimmertheater (teatro de cámara) de Ney cultiva una conexión sana a los valores humanísticos del pasado (AT, 1/7/1962). El Freie Presse señaló que un alemán-argentino que ha actuado bajo Ney posee “el legado de su cultura alemana en el sentido más bonito” y contribuye a la “alegría de la comunidad local” (FP, 1/7/1962). La producción de Minna, a la que asistieron el embajador de Alemania Occidental, Werner Junker, así como Rudolf Junges, consejero (Botschaftsrat) de la misión diplomática de Alemania Occidental en Uruguay, se convirtió en una celebración de la herencia cultural compartida por ambos partidos. Sin embargo, estas festividades tan optimistas sólo fueron posibles gracias a una visión selectiva de la historia alemana y la política actual. No sólo la presentación y las reseñas excluyeron a Alemania del Este, pero, apenas dos años después de la captura de Adolf Eichmann en Buenos Aires, también cualquier diálogo sobre el nazismo, la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto.


TEATRO PEDAGÓGICO, 1940-1965

109

Mientras que los elencos de Ludwig Ney y del Teatro Alemán Independiente realizaban exitosas presentaciones teatrales al servicio de la cooperación y el entendimiento intercultural, en otros aspectos la alienación y hasta hostilidad entre las dos facciones resultaron ser muy resistentes al acercamiento. En 1951, el primer embajador de Alemania Occidental en Argentina, el Dr. Hermann Terdenge, se refirió a las divisiones en la Buenos Aires alemana de la siguiente manera: “Debemos trabajar por el futuro y no perdernos en el pasado. El amor mutuo por la patria es el puente a la comprensión” (FP, 2/12/1951). Durante la posguerra, las presentaciones teatrales fueron un vehículo decisivo para redescubrir el legado cultural en común que Terdenge esperaba que acercara a las comunidades antagónicas. En gran medida, sin embargo, estos esfuerzos de acercamiento también dependieron de la alineación con la agenda política de la embajada de Alemania Occidental y, sobre todo, de una evitación deliberada del pasado reciente.

Bibliografía Artículos en diarios: Argentinisches Tageblatt (AT), 17/7/51. “Was ist eine Kolonie?” AT, 14/10/1951. “Leserbrief bittet um Aufführung von Nathan”. AT, 24/6/1956. “Lessings Nathan”. AT, 27/6/1956. “Nathan der Weise”. AT, 1/7/1962. “Minna von Barnhelm: Eröffnung des neuen Zimmertheaters”. Crítica, 5/9/1936. “La propaganda del odio ha transformado a Italia de país pacífico en país belicoso, dice Zweig”. Deutsche La Plata Zeitung, 20/6/1943. “Sprechabend des Deutschen Theaters Rainer Maria Rilke gewidmet”. Freie Presse (FP), 21/12/1947. “Lessing, der Wahrheitssucher”. FP, 21/12/1947. “Nathan der Weise”. FP, 13/12/1950. “Gastspiel im Urwald”. FP, 2/12/1951. “Terdenge tritt ins Amt”. FP, 4/2/1953. “Ludwig Ney und Steven Weil”. FP, 29/8/1954. “Hokuspokus in Bariloche”. FP, 27/6/1956. “Nathan der Weise”. FP, 7/6/1959. “Literarisch-künstlerische Gesellschaft”. FP, 29/6/1959. “Schiller-Auftakt in Rosario”. Jüdische Wochenschau, 15/5/1942. “Märchen-Theater”. La Nación, 9/9/1936. “A la juventud de Europa le importa más el egoísmo que la humanidad, afirmó Zweig”. La Nación, 2/4/1961. “Cuando empiezan a ser argentinos”


110

ROBERT KELZ

Cartas y fotos: Thermann, Edmund von, a Ministerio de Asuntos Exteriores, 10/5/1934, Archivo de la Pestalozzi-Schule, Buenos Aires, Argentina. Foto de la Presentación de Ur-Faust, 1938, Archivo de la Goethe-Schule, San Isidro, Argentina. Anita Schroder a Richard Preschel, 13/11/1940, Archivo de la Goethe-Schule. Monika Czierski a Paul Walter Jacob, 24/6/1946, PWJA Correspondencia, Archivo de Paul Walter Jacob, Hamburgo, Alemania. El Director General de Enseñanza Secundaria de la Nación a Ney, 11/3/1953, Colección de Cornelia Ney, La Cumbre, Argentina. Moltmann a Ministerio de Asuntos Exteriores, 26/1/1955, Acervo B33, Tomo 010, Archivo Político del Ministerio del Exterior de Alemania (Politisches Archiv des Auswärtigen Amts), Berlín, Alemania. Embajada de Alemania Occidental a Ministerio de Asuntos Exteriores, 10/5/1962, Acervo B33, Tomo 248, Archivo Político del Ministerio del Exterior de Alemania (Politisches Archiv des Auswärtigen Amts), Berlín, Alemania. Entrevistas de Robert Kelz con: Frank Nelson, 3/8/2012, Buenos Aires, Argentina. Ursula Siegerist, 15/11/2008, San Vicente, Argentina. Jacques Arndt, 25/12/2008, Buenos Aires, Argentina. Fuentes impresas: Humboldt-Schule. Schulkalender, 1938, Archivo de la Goethe-Schule. Humbodlt-Schule. Jahresbericht, 1939, Archivo de la Goethe-Schule.

Bibliografía secundaria: Biccari, Gaetano. “Zuflucht des Geistes”: konservativ-revolutionäre, faschistische und nationalsozialistische Theaterdiskurse in Deutschland und Italien 19001944. Tübingen: G. Narr, 2001. Ette, Ottmar. Writing-between-Worlds: TransArea Studies and the Literatureswithout-a-fixed-Abode. Berlin y Boston: De Gruyter, 2016. Garnica de Bertona, Claudia. “Max Tepp, un intermediario entre dos mundos”. Anuario Argentino de Germanística. Buenos Aires, V (2009): 313-322. Johst, Hanns. Standpunkt und Fortschritt. Oldenburg: Verlag Gerhard Stalling, 1933. Keiper, Wilhelm. Der Deutsche in Argentinien. Berlín, Leipzig: Julius Beltz Verlag, 1938. Kießling, Wolfgang. Exil in Lateinamerika. Leipzig: Philip Reclam, 1980.


TEATRO PEDAGÓGICO, 1940-1965

111

Kliems, Alfrun. “Transkulturalität des Exils und Translation im Exil. Versuch einer Zusammenbindung”, en Internationales Jahrbuch der Exilforschung 25, ed. Claus-Dieter Krohn (München: Text und Kritik, 2007): 30-49. Maalouf, Amin. “Je parle du voyage comme d’autres parlent du leur m ­ aison” (entrevista con David Babouin), Magazine littéraire 394 (2001): 98-103, en Ette, “Literature as Knowledge for Living, Literary Studies as Science for Living”, ed. y trans. Vera M. Kutzinski, PMLA 125 (2010): 977-993. Ney, Irene. “Sprachbildungsarbeit,” Die Brücke (1943). Roca, Cora. Días del teatro: Hedy Crilla. Buenos Aires: Alianza Editorial, 2000. Schmitz, Helmut. Von der nationalen zur internationalen Literatur: Transkulturelle deutschsprachige Literatur und Kultur im Zeitalter globaler Migration. Ámsterdam: Rodopi, 2009. Volberg, Heinrich. Auslandsdeutschtum und drittes Reich: der Fall Argentinien. Köln, Wien: Böhlau Verlag, 1981.


Los autores de este volumen Lila Bujaldón de Esteves <lilabujaldon@gmail.com> es profesora de Literatura Alemana y de Literatura Comparada en la Universidad Nacional de Cuyo en Mendoza (Argentina). Es miembro del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET) y editora del Boletín de Literatura Comparada, que se publica desde 1976. Ha sido Presidente de la Asociación Argentina de Germanistas (AAG) y de la Asociación de Comparatistas (AALC). Sus principales campos de investigación son la literatura de exilio, la historia de la Germanística, las relaciones culturales germano-argentinas, la literatura de viajes, la imagología comparatista. Germán C. Friedmann <gerfriedmann@yahoo.com.ar>, Profesor de Enseñanza Media y Superior en Historia; Facultad de Filosofía y Letras, UBA. Doctor en Historia, Facultad de Filosofía y Letras, UBA. Investigador del CONICET. Profesor de Historia Contemporánea, Facultad de Ciencias Sociales, UBA. Investigador en el Programa de Historia Económica y Social Americana (PEHESA), Instituto de Historia Argentina y Americana, Dr. Emilio Ravignani, UBA. Autor del libro: Alemanes antinazis en la Argentina (2010) y de numerosos artículos en revistas especializadas. Claudia Garnica de Bertona <claudiagbertona@gmail.com> obtuvo en 2014 su Doctorado en Letras con el tema: “Literatura en alemán de migrantes y viajeros a la Argentina (1870-1970)”. Es Profesora Adjunta Efectiva en la Cátedra de Literatura Alemana y Austriaca de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo e Investigadora del Centro de Literatura Comparada de esa misma institución desde 1983. Sus campos de interés dentro de la Literatura Comparada son: Tematología, Literatura de Minorías, Literatura de Viajes e Imagología. Dentro de la Germanística: Literatura de migrantes y exiliados de lengua alemana a la Argentina, literatura femenina, literatura alemana de guerra y posguerra, literatura austriaca. Robert Kelz <robertkelz@gmail.com> es Profesor Titular de Estudios Germanísticos y Vicedirector de Estudios Internacionales en la Universidad de Memphis (EE.UU). De 2011 a 2013 ha sido investigador asociado del Instituto Julio E. Payró de la Universidad de Buenos Aires. Es autor de diversos trabajos sobre la vida cultural alemana en la Argentina. Junto a Silvia Glocer (UBA), publicó el libro Paul Walter Jacob y las músicas prohibidas por el nazismo (Buenos Aires: Gourmet Musical, 2015). Hans Knoll <knollhans01@gmail.com>, Dr. phil., Prof. Titular (jubilado), Cátedras de Literatura Alemana I y Cultura de los Pueblos de Habla Alemana I y II, Facultad de Lenguas, UNC. Trabaja sobre: autobiografía, inmigración de habla alemana en Argentina y relaciones culturales argentino-germanas. Regula Rohland de Langbehn <rrohland@gmail.com>, Dr. phil., Prof. Titular Consulta (UBA), estudió traductorado y literaturas románicas en Heidelberg. Se especializó en literatura española del tardío medioevo y comienzos del Renacimiento. Durante 20 años se desempeñó en la Universidad de Buenos Aires en


LOS AUTORES

113

la Cátedra de Literatura Alemana (Prof. Titular) y Europea Medieval (Adjunta). Ya jubilada, fundó junto con otros la Asociación Centro DIHA y el Archivo DIHA. Es la Secretaria de la Asociación. Anne Saint Sauveur-Henn <anne.saintsauveur@gmail.com> fue catedrática en la Sorbonne III en París, es Profesora Emérita. Es autora de muchos trabajos relacionados con la inmigración de habla alemana a la Argentina, entre los que descuella su fundamental segunda tesis, Un siècle d'emigration allemande vers l'Argentine. Colonia: Böhlau 1995.


Resúmenes en alemán. Palabras clave Anne Saint Sauveur-Henn, “Carácter y peripecias de la inmigración alemana en la Argentina” (Art und Verlauf der Deutschen Immigration nach Argentinien) Übersichtsartikel, in dem die wesentlichen Linien des grundlegenden Buches Un siècle d'emigration allemande vers l'Argentine (1853-1945) (Köln: Böhlau, 1995), der Autorin zusammengefasst sind. Palabras clave: inmigración alemana – Argentina – un siglo Schlüsselwörter: Deutsche Immigration – Argentinien – ein Jahrhundert Lila Bujaldón de Esteves, “Bibliotecas perdidas, bibliotecas recuperadas. Peripecias de las bibliotecas de los germanistas argentinos” (Verlorene – aber wiedergewonnene Bibliotheken. Schicksale der Bücher argentinischer Germanisten) Der Artikel nimmt die Biographien der ersten Germanisten, die auf Argentiniens Universitäten Deutsche Literatur lehrten, als Augangspunkt zur Untersuchung ihrer unterschiedlichen Ursprünge und Ankunftskontexte im südamerikanischen Land seit Ende des 19. Jahrhunderts. Danach befasst sich der Text mit dem Schicksal und dem heutigen Bestand der Bibliotheken Mauricio Nirensteins, Albert Haas', Juan Carlos Probsts, Günther Ballins, Ilse M. de Bruggers, Werner Bocks, u.a. Palabras clave: bibliotecas germanísticas – germanistas argentinos – inmigración académica alemana. Schlüsselwörter: Germanistische Bibliotheken – argentinische Germanistendeutsche akademische Einwanderung Regula Rohland, “Comienzos del periodismo en idioma alemán en la Argentina” (Der Beginn der deutschsprachigen Zeitungen in Argentinien) Es wird die Bibliographie zu diesem Thema aufgearbeitet und dargelegt, was man über die dreißig deutschsprachigen Periodika, die in Argentinien bis 1900 erschienen sind, wissen kann und wo dieselben aufzufinden sind. Nur zwei der im 19. Jahrhundert erschienenen Zeitungen haben eine sehr lange Geschichte, das Argentinische Tageblatt erscheint noch heute als Wochenblatt. Palabras clave: Periódicos argentinos en alemán – siglo XIX – evolución histórica Schlüsselwörter: Deutschsprachige Presse in Argentinien – 19. Jahrh. – Ge­schichts­entwicklung Hans Knoll, “Acerca del intercambio académico entre Córdoba y Alemania durante la República de Weimar” (Zum Wissenschaftsaustausch zwischen Córdoba und Deutschland während der Weimarer Republik) Im Gegensatz zur Epoche des Kaiserreichs kam während der Weimarer Republik der akademische Austausch zwischen Córdoba und Deutschland fast zum Erliegen. Eine der wenigen Ausnahmen bildete die Berufung des Geologen Oskar Schmieder an die Universität Córdoba, dessen Initiative, weitere deutsche Professoren nach Córdoba zu holen, scheiterte. Zentrum der deutschen Kulturpolitik, in deren Rahmen deutsche Wissenschaftler Argentinien besuchten, war


RESÚMENES EN ALEMÁN. PALABRAS CLAVE

115

Buenos Aires. Der Beitrag versucht, die Vorgänge in Córdoba in diesen größeren Kontext zu stellen und dabei den akademischen Aufbruch Argentiniens, der durch die Universitätsreform von 1918 gekennzeichnet war und bei der Berufung Schmieders eine wichtige Rolle gespielt hat, mit im Auge zu behalten. Palabras clave: intercambio académico – Universidad de Córdoba – Oskar Schmieder – época de la Rep. de Weimar Schlüsselwörter: Wissenschaftsaustausch – Universität Córdoba – Weimarer Republik – Oskar Schmieder Claudia Garnica de Bertona, “La imagen del Chaco en los viajeros alemanes a la Argentina (1870-1970)” (Das Bild des Chaco der deutschen Argentinien­ reisende [1870-1970]) Der Chaco als Region erscheint zwischen 1870 und 1970 wiederholt in Schriften von deutschschreibenden Argentinienreisenden. Die drei wichtigsten Ziele ihrer Reisen: wissenschaftliche Forschung, Exploration des Gebiets als mögliches Ziel einer Kolonisierung und Abenteuerdurst. Der Zweck der Reise, der mögliche Leser und das dargestellte Bild des Chaco bestimmen die vorliegende Analyse. Den Begriffsapparat dazu stellt die Imagologie zur Verfügung; zum Schluss werden Hypothesen über die Ursachen der unterschiedlichen Perspektiven in der Darstellung des Chaco erwogen. Palabras clave: Viajeros alemanes en el Chaco – informes – imagología – diversidad Schlüsselwörter: Deutsche Chacoreisende – Berichte – Imagologie – Unterschiedlichkeit Germán Friedmann, “Algunas consideraciones acerca de los contactos entre los nacionalsocialistas anti-hitleristas y los alemanes antinazis de la Argentina” (Erwägungen zu den Kontakten zwischen den hitlerfeindlichen Nationalsozialisten und den deutschen Antinazis in Argentinien) In dem vorliegenden Beitrag wird eine Annäherung an die Zusammensetzung, die Arbeitsweise und die Aktivitäten der in Argentinien ansässigen antihitleristischen Organisationen Die Schwarze Front und Frei-Deutschland Bewegung versucht, deren Mitglieder sich als die wahren Vertreter des eigentlichen Nationalsozialismus definierten. Es wird besonderer Nachdruck auf die Art und Weise gelegt, in der die Mitglieder dieser Organisationen in Beziehung zu anderen Gruppen deutscher Antinazis traten, sowie auf die Auswirkung ihrer Tätigkeiten auf die Deutschsprachigen, die aus diversen Gründen in Argentinien ansässig waren. Palabras clave: anti-hitlerismo – nacionalsocialismo – exilio – identidad alemana – política argentina Schlüsselwörter: Gegnerschaft gegen Hitler – Nationalsozialismus – Exil – Deutsche Identität – Argentinische Politik Robert Kelz, “Teatro pedagógico en los grupos antagónicos alemanes de Buenos Aires, 1940-65” (Schultheater in den verfeindeten deutschen Gruppen in Buenos Aires, 1940-65) In dieser Arbeit analysiere ich das pädagogische Theater in den antagonistischen deutschsprachigen Gruppen in Buenos Aires hinsichtlich 1) der Vielseitigkeit des deutschen Theaterlebens; 2) der Bildung und Stärkung zweier unterschiedlicher und oft konfliktiver deutscher Gemeinden während des


116

SUMMARIES IN ENGLISH

Zweiten Weltkriegs und des Kalten Kriegs; 3) der Förderung der Integration von deutschsprachigen Einwanderern in die argentinische Gesellschaft. Palabras clave: Hedwig Schlichter-Crilla – Ludwig Ney – integración – pedagogía Schlüsselworte: Hedwig Schlichter-Crilla – Ludwig Ney – Integration – Pädagogik

Summaries in English Anne Saint Sauveur-Henn, “Character and peripecies of the German Immigration to Argentina” Overview article, it resumes in Spanish the main thesis of the authors fundamental book Un siècle d'emigration allemande vers l'Argentine (1853-1945) (Köln: Böhlau, 1995). Lila Bujaldón de Esteves, “Libraries Lost, Libraries Regained. Adventures of the Libraries of Argentine Germanists” Based on the biographies of the first Germanists who carried out German literature studies in Argentine universities, this article highlights their origin as immigrants, according to the different periods and circumstances of their arrival to Argentina, starting in the late nineteenth century. A second stage will recover the existence and destiny of the libraries of Mauricio Nirenstein, Albert Haas, Juan Carlos Probst, Günther Ballin, Ilse M. de Brugger, and Werner Bock, among others. Regula Rohland, “The Beginning of Newspapers in German Language in Argentina” The bibliographie on the subject is analized and it is shown what we can know about the more than thirty newspapers in German which were issued in Argentina up to 1900 and where they can be seen in Argentina. Only two of the newspapers appearing already during the XIXth Century had a long development, one of them, the Argentinisches Tageblatt is still delivered weekly. Hans Knoll, “About scientific exchange between Córdoba and Germany during the Weimar Republic” As opposed to the time of the German Empire during the Weimar Republic the scientific exchange between Córdoba and Germany nearly was extinguished. One of the few exceptions was the calling of the geologist Oskar Schmieder to Córdoba University, but his initiative to fetch other German professors to Córdoba, failed. The central point for German cultural politics, in the context of which German scientist visited Argentina was Buenos Aires. The article intends to see the events in Córdoba within this larger context, and to keep in mind the academic innovation in Argentina, which was marked by the reform of the University in 1918, and was important when Schmieder was called to the University of Córdoba. Claudia Garnica de Bertona, “The image of Chaco in the German travellers to Argentina (1870-1970)”


SUMMARIES IN ENGLISH

117

The Chaco region appears as a repeated destination within the corpus of texts of travelers who write in German about Argentina, specifically between 1870 and 1970. Three are the purposes of their travels: scientific research, exploration of the area as a possible destination for colonization and thirst of adventures. Both, the purpose of the trip and the receiving public are two lines of force that are put into play for the analysis of the texts of this research, as well as the image of the Chaco that they evidence. The descriptions provided by the authors studied are presented with the tools of Imagology and the investigation concludes by hypothesizing the reasons that influence the different views on the region. Robert Kelz, “Pedagogic Theatre in the Antagonic German Groups in Buenos Aires, 1940-65”. In this essay, I analyze pedagogical theatrical performances in Buenos Aires‘ antagonistic German-speaking populations with reference to 1) the diversity of dramatic productions on German stages; 2) the formation and consolidation of two distnct and often conflicting German communities during the Second World War and the Cold War; 3) the integration of German-speaking immigrants into Argentine society.



Con este volumen de Cuadernos del Archivo iniciamos una publicación académica que reflejará los diversos aspectos de la inmigración de habla alemana a la Argentina. Esperamos que estos cuadernos se publiquen entre una y tres veces por año. Su contenido será variable, siempre adaptándose a los propósitos del Centro de Documentación de la Inmigración de Habla Alemana (Centro DIHA) y de su archivo. Podrá tratarse, como el presente Cuaderno 1, de un número misceláneo o de volúmenes temáticos, y contendrán textos originales (escritos en alemán, traducidos al castellano) o monografías. O podrán consistir en series de material gráfico acompañadas de su debido análisis. La temática abarcará un espectro variado, en vista de la amplia perspectiva que se abre para el trabajo del Archivo. La inmigración de habla alemana se caracteriza por una gran diversidad de orígenes en Europa –Alemania con su historia de muchos Estados independientes, Austria, Suiza– y de estaciones en su camino hacia la Argentina; pensemos en los alemanes de Rusia y del Danubio, en los que pasaron por África o Estados Unidos o Brasil; pero también es diversa por la multiplicidad de lugares de destino en la Argentina, que fueron, además de la Ciudad de Buenos Aires, las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires, la Patagonia, La Pampa, Chaco, Misiones, Córdoba, Mendoza. A su vez, la inmigración alemana se caracteriza por la variedad de especializaciones y oficios y por el hecho de profesar religiones diversas. También debemos tener en cuenta que la inmigración se produjo durante un largo siglo en varias oleadas, cada una de ellas con su propia razón para buscar nuevos horizontes. Todo ello define una historia rica en detalles a cuyo esclarecimiento se destinan los Cuadernos del Archivo.

ISBN 978-3-946139-15-7


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.