COMPARTIENDO N° 34 ¡Por una vida productiva, sana y feliz; libre de transgénicos! viernes, 9 de agosto 2013
INDICE Mistura 2013: estos son los restaurantes que estarán en la feria Gastón Acurio será premiado en ceremonia de los 50 Mejores restaurantes de Latinoamérica Alfredo Stecher/ HOMENAJE A JULIO FAVRE Carmen Felipe-Morales: La agricultura ecológica contribuye al cuidado de la biodiversidad ¿Qué ocurre al cocinar los alimentos? ¿Cómo se forma la acrilamida? Toxicidad en los alimentos: la acrilamida De la Revolución verde a la Agroecología “Las cosechas del futuro” Científicos y ambientalistas indignados por este premio “Nobel” a Monsanto CON APOYO ADECUADO LA AGRICULTURA FAMILIAR PUEDE CONTRIBUIR AL FUTURO DEL DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE Otro paso para Fortalecer la lucha por la Soberanía Alimentaria El SOCLA se viene.........faltan....31 días
CALENDARIO AGROECOLOGICO 2013
Editor: Fernando Alvarado de la Fuente E-mail: bioferdi@hotmail.com Blog: http://fernandoalvaradodelafuente.blogia.com/ FaceBook: Fernando Alvarado BioFerdi WEB: www.ideas.org.pe Facebook: http://www.facebook.com/centroideas.peru
NOTICIAS Y EVENTOS DE LA SEMANA
Mistura 2013: estos son los restaurantes que estarán en la feria ElComercio.pe / Gastronomía / Cocina Peruana jueves 1 de agosto del 2013 Según los organizadores, se ha querido reunir a los restaurantes que tuvieron más éxito en ediciones anteriores de la feria. Solo el 30% será nuevo Mistura 2013: estos son los restaurantes que estarán en la feria Esta vez los restaurantes, huariques y carretillas estarán divididos por 'mundos' culinarios, como el sureño, el limeño o el del anticucho. Todo va quedando listo para el inicio de Mistura 2013, fiesta del buen comer que se llevará a cabo entre el 6 y el 15 de setiembre. Es hora de conocer cuáles serán los llamados a sorprendernos con su sazón. Apega publicó finalmente la lista de los restaurantes que participarán este año. A diferencia de otros años, esta vez solo el 30% de los participantes será nuevo; la mayoría ya ha sido parte de ediciones anteriores de la feria. “Hemos querido reunir a los participantes que tuvieron más éxito en las ediciones anteriores, junto a un 30% de restaurantes nuevos, para brindar a los mistureros una oferta variada y de garantía”, destacó José del Castillo, miembro del Comité de Gestión de Mistura 2013. Por otro lado, tanto los restaurantes como las carretillas y huariques estarán divididos por ‘mundos’ culinarios, como el del anticucho, el del cebiche, el sureño y el limeño, entre muchos otros. Aquí la lista completa de participantes Mundo de las brasas: La Leña (La Molina), Granja Azul (Ate Vitarte), Pachamanca de Jesús Gutarra (La Victoria), Carlos Ramírez Tradiciones de Huaral (Puente Piedra), Chaxras (Pachacamac), Ramadita de Pepe Warmi (Huaral), La Caja China de Juan Talledo (Comas), Gonzalete (Arequipa), Makatón (Huaral) y Kankacho –Doña Julia (Ayaviry). Mundo de Tabernas y Bares: Pisco Bar (Miraflores), Bar Mayta (Miraflores), Bar Capitán Meléndez (Miraflores), Bar Huaringas (Miraflores), Bar Santa Diabla (Barranco), la Antigua Taberna Queirolo (Pueblo Libre), Bar El Pisquerito (Cusco) y Museo del Pisco (Cusco). Mundo Chifa y Nikkei: Edo Sushi Bar (Miraflores), San Joy Lao (Surco), Salón de la Felicidad (Lima), Majarisco (Barranco), Niqei (San Borja), Wa Lok (Miraflores), Hanzo (Surco), Turrones y Cachangas Don Freddy (Parque Kennedy- Miraflores) y Yuquitas Fritas Lyn Lyn (La Victoria). Mundo Amazónico: Aguajal (San Borja), La Patarashca (Tarapoto), Amaz (Miraflores), La Mishkina (Iquitos), El Tuyuyo (Pucalpa), La Coconita (San Juan de Miraflores), El Pichito (Breña) y la Asociación de cocineras de Chazuta (Chazuta-Tarapoto). Mundo Andino: El Remanso de Magaly Solier (Comas), Miskychallwa (Callao), El Tarwi (Jesús María), Cameycar (Ayacucho), Peña el Gordo (Caraz-Ancash), Normita (Ancash), Dulzura Caracina (Caraz- Ancash), Patasca de Asunta Zegarra (Lima) y Tamales Josefina (Cusco). Mundo Sureño: Valens Restaurante (Santa Anita), Ari Qipay (Parque de la Amistad, Surco), El Rocoto (Miraflores), Manifiesto (Miraflores), Culantro y Perejil (Monterrico-Surco), La Olla de
Juanita (Ica), La Benita (Arequipa), La Tía Mary (Arequipa), Gustitos Arequipeños (Arequipa), La Lucila (Arequipa), La Glorieta (Tacna), y El Sausal (Chincha-Ica). Mundo Norteño: La Chayo (Piura), El Nuevo Ajicito (Piura), El Cántaro (Lambayeque), Géminis (Huacho), Donde Peruco (Surco), Herencia Norteña (Surco), Champús de Amor (San Martín de Porres), Melcochas Don Freddy (Lima). Mundo del Ceviche: Sonia (Chorrillos), El Kapallaq (Miraflores), Rincón de Chela (La Victoria), La Anchoveta Azul (Cerro Azul-Cañete), El Verídico de Fidel (La Victoria), Pulpo Azul (La Molina), Tumbes Mar (Lima), Punto Marino (Lince), Punta Sal (San Isidro), La Preferida (Miraflores), Los Esteros de Tumbes (Magdalena), Mazamorras Mechita (Alameda Chabuca Granda-Lima) y Dulces Rosita (Parque Turístico Pachacamac). Mundo del Anticucho: Juancito (Jesús María), Tía Grimanesa (Miraflores), Glotons (Miraflores), Doña Pochita Anticuchería (Lince), Anticuchos Pascuala (Surquillo), Anticuchería Fortunato, Anticucho de Alpaca (La Victoria), Anticuchos Liz (San Miguel), Picarones Mary (Parque Kennedy– Miraflores), Tamalitos Nancys (Miraflores), Yuquitas Reyes Rojos (Barranco) y Tina Mía (San Miguel). Mundo de los Sándwiches: El Chinito (Lima), La Lucha (Miraflores), El Peruanito (Miraflores), Ton Fon (San Miguel), El Filetón (Miraflores), Tourbush (Miraflores), Arepa Café (Barranco) y Tip Top (Lince). Mundo Limeño: El Rincón que no Conoces (Lince), Tradición Barranquina de María Zuñiga (Parque de la Amistad-Surco), Fernando’s (Mercado San Roque-Surco), Sabores Peruanos (Miraflores), Don Bosco (Jesús María), Doña Chela (Punta Negra), Kamcha (Surquillo), Sanguito la Tía Marce (Rímac), Donde Arturo Brandon (San Bartolo), Doña Nora (Mercado de Breña-Breña) y La Picantería (Surquillo). Mundo de Líquidos: Punto del Sabor Yuquitas y Bombitas (Magdalena del Mar), Cremoladas Villa (Chorrillos), Emoliente Claudio (San Roque, Surco), Ugos Factory (Magdalena del Mar), Api Wiñaymarca (Arequipa), Miski Yaku´s (Surco), Gustitos Nasqueño (Nazca), Hectitor del Norte (Los Olivos), Refrescos David (Tingo María), Juguería Anita – Aquí Me Quedo (Surco), Bebidas Calientes Gladys (Surquillo), Cremoladas Angélica (La Molina), Helados Paletti (San Miguel), Allin Aqha (La Victoria), Mi Cantarito (Callao), Jugo de Naranja San Luis (Chanchamayo), entre otros. EL DATO La feria se llevará a cabo del 5 al 15 de setiembre en la Costa Verde de Magdalena. Las entradas ya están a la venta en los módulos de Teleticket de Wong y Metro. Las porciones en los restaurantes oscilarán entre los S/.7 (medias porciones) y los S/.13. Tags: Mistura, Apega, Ferias gastronómicas, Mistura 2013,
Gastón Acurio será premiado en ceremonia de los 50 Mejores restaurantes de Latinoamérica ElComercio.pe / Gastronomía / Cocina Peruana jueves 1 de agosto del 2013 El chef será galardonado por su trayectoria profesional. El evento se llevará a cabo el 4 de setiembre en Lima Gastón Acurio será premiado en ceremonia de los 50 Mejores restaurantes de Latinoamérica
(EFE / elcomercio.pe). El reconocido cocinero peruano Gastón Acurio será galardonado por su trayectoria profesional en la primera edición de Los 50 Mejores Restaurantes de Latinoamérica, durante una ceremonia en Lima el 4 de septiembre, según un comunicado. Acurio recibirá el Premio Diners Club Lifetime Achievement, que reconoce el “conjunto de su obra y la aportación fundamental que ha tenido en la industria culinaria de Perú y en la identidad nacional en todo el continente”. El cocinero y empresario peruano dijo que este reconocimiento representa a muchas personas, como las que iniciaron el camino para construir la tradición culinaria del país. “Las voces del Perú y América Latina, nobles, pacíficas, dulces, vuelven a sonar en todo el mundo. Los retos son aún enormes. Esta historia no ha hecho más que empezar”, manifestó Acurio. Los organizadores del premio destacaron que el peruano ha ayudado a colocar en un lugar privilegiado a América Latina en la escena culinaria mundial. “La misión de Gastón Acurio ha sido enfatizar la sencilla cocina peruana-mediterránea y reconstruir lo que él denomina la fuerte relación entre el campo y la ciudad. Ahora la influencia culinaria de Acurio se extiende por todo el mundo. Con restaurantes desde Bogotá, Madrid o Nueva York, Gastón es un gigante culinario que merece de sobra este apreciado reconocimiento”, afirmó el organizador William Drew. Un jurado de más de 250 expertos de la industria gastronómica de todo el continente eligieron al peruano como el ganador del galardón. Tags: Los 50 mejores restaurantes del mundo, Gastón Acurio
Alfredo Stecher/ HOMENAJE A JULIO FAVRE ESPACIO COMPARTIDO, jueves, 1 de agosto de 2013 Coincido con un amigo común, el economista Ramón Ponce, que me escribe que la nación pierde a un combatiente de primera línea y nosotros a un querido amigo. Ni él mismo ni nosotros, hace no mucho, presentíamos su muerte. Recibí consternado la noticia a través de una llamada del doctor Antonio Bacigalupo, muy destacado científico en nutrición animal y humana, ex decano de Zootecnia, ex profesor y amigo de Julio Favre. Horas antes habíamos brindado en su casa un simbólico pisquito por la salud de Julio, en ocasión de presentarme él partes de la notable y muy variada música para su ingeniosa y entretenida comedia “El robo del manto de la virgen”, centrada en Chincha, su comunidad negra y un teatro de varietés francés, años antes de la Guerra del Pacífico. Hace pocos meses nos reunimos con Antonio y Julio en mi departamento, a raíz de una breve estadía de éste en Santiago. Sigo conmovido. Nos conocimos con Julio en la Universidad Agraria La Molina, creo que en 1965, en el curso de redacción técnica del gran poeta y destacado profesor Javier Sologuren. Nuestra relación fue de adversarios en elecciones y luchas estudiantiles, pero de mutuo respeto. Coincidíamos en el interés por contribuir a la mejora de nuestra Universidad, en ese tiempo una de las más destacadas de ciencias y tecnologías agrarias en Latinoamérica. Posteriormente nuestros caminos divergieron más, y probablemente mis posiciones eran más equivocadas que las suyas. Pero ante la insania criminal de Sendero Luminoso, coincidimos en la
decisión de resistir y no salir del país. El terror, de cualquier signo, es el peor enemigo de una sociedad. Por iniciativa de otro amigo común, el arquitecto Eduardo Figari, formamos, en los aciagos años finales de la década del 80, junto con Julio y otras personas, un grupo de tertulia política, el Grupo Puente. Se trataba de facilitar un mayor conocimiento mutuo y la discusión entre posiciones provenientes de o pertenecientes a diferentes canteras políticas, principalmente socialistas y liberales. Nos unía un afán común de contribuir mejor a la pacificación y desarrollo de nuestro querido país. Después de períodos, durante varios lustros, de reuniones frecuentes, algunos integrantes, entre ellos Julio, nos hemos seguido reuniendo intermitentemente. Julio Favre es considerado un hombre valiente, franco, emprendedor, visionario, apasionado por sus empresas y por el Perú, preocupado por buenas condiciones de trabajo y laborales así como de cooperación con sus proveedores, y siempre dispuesto a financiar obras sociales en su entorno. Esto le ha valido el reconocimiento de su personal y de gran parte de la sociedad de la provincia de Huaura, lugar de origen de su actividad empresarial, y en otros lugares. Para ello ha constituido también una Asociación de Apoyo Social. Favre ha sido un pionero en mejorar los estándares de producción avícola, en especial con su pollo denominado natural, sin hormonas ni antibióticos en su crianza, alimentado solo con productos vegetales, en espacios más amplios que los habituales, como expresión de una preocupación ecológica y por una alimentación más sana y más sabrosa, en respuesta también – y favoreciéndola - a la evolución de las demandas de los consumidores. Este noviembre con su empresa en Huacho, originalmente llamada Atahuampa, una de las que luego conformaron Redondos (nombre derivado del innovador diseño de sus galpones), pensaba festejar en grande los 40 años de la empresa. Redondos es la segunda o tercera empresa avícola y de otros alimentos en el Perú, diversificada (en pavos, porcinos, acuicultura, procesados y pollos bebé, también de exportación) y siempre innovadora, y Favre fue presidente de la Asociación Peruana de Avicultura y de la Confiep. Gracias a él y a empresarios como los hermanos Ikeda, de San Fernando, también surgidos desde abajo, el Perú tiene una de las carnes de pollo más baratas, sabrosas y saludables – claro que no tanto como el pollo orgánico. Sus acciones y posiciones han sido siempre, y muchas veces con razón, controvertidas, pero respetadas por su intención positiva y valentía. Julio encabezó la resistencia de empresarios de Huacho frente a Sendero y el MRTA, con la negativa a entregar cupos y el reclutamiento de personal militar en retiro para su defensa. Salvó la vida de un ataque senderista a su casa debido a que no se encontraba presente. En 1990 su fábrica de envasado de espárragos en Huacho, en que trabajaban 800 obreras, fue destruida por Sendero. Su respuesta fue reconstruirla en tiempo récord gracias a un generoso préstamo bancario, en reconocimiento de la confianza que inspiraba su intachable conducta empresarial, e instalar una pequeña base del Ejército. He visto con pena en Internet ataques indignantes contra Julio, que me motivan a escribir estas líneas para evitar que hagan mella entre las personas sensatas como las que siguen este blog. Lamentablemente hay algo de cierto en el dicho “miente, miente, que algo queda”, y hay que limpiar de lodo a quienes no se lo merecen en absoluto. Y es cierto que hay aspectos que criticar, pero con respeto y no inquina, tratando de entender y de convencer. A raíz del devastador terremoto del 15 de agosto de 2007 en Pisco y provincias aledañas, con alrededor de medio millón de damnificados, Julio Favre, acompañado de Eduardo Figari, recibió del presidente Alan García la tarea de hacerse cargo de la reconstrucción de las zonas destruidas. Consternados por la magnitud de los daños y del sufrimiento, aceptaron la tarea bajo el compromiso de que recibirían facultades y recursos similares a los que permitieron en Colombia la reconstrucción de la ciudad de Armenia y otras menores, en el eje cafetero, después de los terremotos de 1997. El Gobierno colombiano había decidido entregar la tarea a la sociedad civil, la que cumplió con éxito, superando las expectativas. García decidió, adecuadamente, tomarlo como ejemplo, y el Gobierno conformó el Fondo de Reconstrucción del Sur, Forsur. Entonces aún sin el vistoso rótulo RSE – que felizmente va ganando adherentes poco a poco -, Favre y Figari, con la cooperación de algunos otros empresarios, de similar motivación, entre
ellos Fernando Cillóniz (muchos propuestos no aceptaron el encargo), asumieron con toda seriedad, enorme dedicación y creatividad ese difícil compromiso de responsabilidad social empresarial - y cívica, con el ofrecimiento de García de dotar al Forsur de la autoridad, autonomía y recursos necesarios para poder ser eficaz. Me consta que durante meses sus frecuentes traslados y estadías en la zona de desastre fueron cubiertos íntegramente por su peculio. Forsur logró elaborar lineamientos y normas básicas para una reconstrucción con criterios urbanísticos y de vivienda adecuados e intentó establecer mecanismos de consulta y una fructífera coordinación entre todos los actores, públicos y privados. Pero frente a la terrible ineficacia, corrupción, incompetencia y lentitud de la mayoría de actores estatales e institucionales involucrados, al no contar con las condiciones necesarias para realizar la tarea encomendada, lo que García no pudo cumplir, Favre y Figari se vieron obligados a renunciar al encargo recibido. El resultado penoso ha sido un proceso de reconstrucción lentísimo, tortuoso y con resultados que nadie pondría como un ejemplo para otro país o región. Ahora reaparecen desaforadas y en muchos casos malintencionadas críticas a Favre, y, de paso, a Figari, con el sambenito de que ellos solo buscaban lucrar. La lógica es la habitual: como hay empresarios corruptos, también lo serían quienes, al contrario, destacan por su honestidad y compromiso social. Así solo contribuiremos a fracturar más a nuestra sociedad, cuando lo que se requiere es unirnos por encima de diferencias, contradicciones y ópticas diferentes. Pongo mi mano al fuego por la probidad de ambos, incapaces de enriquecerse o favorecer a sus allegados a costa del erario público o de fondos para víctimas de emergencias. Mi aprecio por Julio no significa que hayamos coincidido en todo. Al contrario, discrepamos con frecuencia, especialmente sobre la forma de enfrentarse al terrorismo, así como luego sobre el modo de procesar como sociedad esas terribles experiencias, a partir de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, que yo valoro y que él rechazaba. Y también respecto de la coyuntura política o temas como los transgénicos. Además le he criticado frecuentemente lo que he considerado ataques suyos, a través de su columna periodística, gratuitos y excesivos, y le he hecho notar que por ellos a veces también yo me siento ofendido. Su respuesta ha sido siempre disculparse y atribuirlo a su vehemencia. Sabía escuchar y trataba de entender otras opiniones. Y, en efecto, ninguna diferencia ha significado desconocer su profundo compromiso por un Perú mejor. Necesitamos como país, sin esconder lo que nos separa, la cooperación o al menos el respeto mutuo y la tolerancia entre todas las personas de buena voluntad, en quienes predomina lo positivo sobre lo negativo, en la sociedad civil y, a partir de ella, en la institucionalidad política. Necesitamos que predomine este enfoque sobre la inquina y la agudización de las discrepancias, y sobre la absolutización de los intereses personales y de grupo. No hay varitas mágicas para avanzar y evitar tragedias, tanto más probables cuanto más nos polarizamos. Se me dirá que un homenaje no es el momento de expresar críticas. Eso es cierto en el cementerio, donde mi lejanía física no me ha permitido estar, pero en la prensa política es indispensable, para dar más fuerza a lo positivo, que evidencia así no provenir del desconocimiento de las discrepancias sino de su justa calibración. Creo que él lo hubiera apreciado. Una lástima que dejemos tantos homenajes importantes para el después. Publicado por ESPACIO COMPARTIDO Etiquetas: Alfredo Stecher
Carmen Felipe-Morales: La agricultura ecológica contribuye al cuidado de la biodiversidad Asesora de la Asociación Nacional de Productores Ecológicos fue entrevistada en el programa radial de INFOREGIÓN, Diálogo Educativo
Lima 02 agosto 2013 Carmen Felipe-Morales recomienda el uso de biohuertos. Carmen Felipe-Morales, asesora de la Asociación Nacional de Productores Ecológicos, manifestó en el programa Diálogo Educativo de INFOREGIÓN, que la agricultura ecológica busca, entre otros aspectos, el cuidado de la diversidad biológica que existe en la naturaleza. “La agricultura ecológica se inspira en lo que ocurre en los sistemas naturales, lo que hacemos es promover aquellos procesos biológicos y bioquímicos que se dan en esos ecosistemas”, refirió. El principal consejo que dio es que se observe lo que ocurre en la naturaleza, donde hay árboles, arbustos, planteas herbáceas, toda esa biodiversidad cultivada, transformada en agrobiodiversidad puede beneficiar al conjunto del ecosistema. Asimismo, sostuvo que las plantas no solo extraen los nutrientes del suelo, sino de todos los restos vegetales, como hojas y frutos caídos, y toda esa biomasa que regresa al suelo es aprovechada al máximo por la misma chacra, por ello recomendó el uso de biohuertos caseros. “Es necesario identificar cuáles son las verduras que la gente nativa consume, la familia debe tener asegurada su alimentación nutritiva y saludable, y por otro lado diversificarla, para mejorar la dieta que consumen”, finalizó la especialista en agricultura. Fuente: http://www.inforegion.pe/medio-ambiente/164247/la-agricultura-ecologica-contribuyeal-cuidado-de-la-biodiversidad/
ALIMENTACIÓN HOY EN DÍA 10/2008
¿Qué ocurre al cocinar los alimentos? ¿Cómo se forma la acrilamida? Food Today Hace miles de años que nos servimos del calor para cocinar los alimentos. Sin embargo, además de conseguir el sabor, el aroma y el color deseados, el proceso de calentamiento de los alimentos puede conllevar la formación de sustancias menos recomendables. Una de estas sustancias que ha despertado un gran interés entre los científicos y los medios de comunicación en los últimos años es la acrilamida. El descubrimiento de la acrilamida en los alimentos Al principio, la acrilamida sólo se conocía por su uso en procesos industriales como la fabricación de plásticos, colas, papel y cosméticos. La exposición fortuita de los trabajadores de estas industrias a niveles elevados de acrilamida llevó a la identificación de esta sustancia como una neurotoxina. Esto significa que, en dosis elevadas, la acrilamida puede dañar el tejido nervioso. En animales, se sabe que la exposición a dosis altas de acrilamida produce cáncer y afecta a la reproducción. En 2002, investigadores de la Universidad de Estocolmo (Suecia) realizaron un descubrimiento sorprendente: la formación de acrilamida en los alimentos. Desde entonces se ha encontrado esta sustancia en una amplia variedad de alimentos procesados a temperaturas elevadas. La acrilamida puede formarse en algunos alimentos durante el proceso de calentamiento, cuando se alcanzan temperaturas de 120°C o más al freír, tostar o asar. Por ejemplo, inicialmente se descubrió que las patatas fritas caseras y empaquetadas (o chips), las galletas dulces y saladas, el pan tostado, los cereales de desayuno, las patatas asadas, ciertos productos de confitería y el café la contenían. Las investigaciones posteriores también han hallado acrilamida en las frutas deshidratadas, las verduras asadas, las aceitunas negras y en algunos frutos secos tostados. ¿Cómo se forma la acrilamida en los alimentos?
La acrilamida se forma como resultado de lo que se conoce como la reacción de Maillard, que es una reacción química entre un aminoácido (componente básico de las proteínas) y un azúcar simple como la glucosa, la fructosa o la lactosa. El calor es necesario para iniciar dicha reacción, que produce toda una serie de cambios químicos cuyo resultado es la “caramelización” del alimento y la formación de una serie de compuestos de aroma y sabor. Estos compuestos combinados son los que proporcionan la apariencia y el sabor característicos de los alimentos cocinados. Uno de los ejemplos más típicos de la reacción de Maillard es el aspecto dorado que adquiere el pan blanco al tostarlo. El proceso de formación de la acrilamida en sí sólo se conoce parcialmente, ya que la reacción de Maillard es una de las reacciones químicas más complicadas que se producen en los alimentos. Sin embargo, su formación parece depender del tipo de alimento, la temperatura y el tiempo que se tarda en cocinarlo. En general, el nivel de acrilamida de los alimentos que contienen almidón, como el pan o las patatas, aumenta cuando se cocinan a temperaturas altas y durante un período largo de tiempo. Otras investigaciones han mostrado que, además del tiempo y la temperatura a la que se cocinan los alimentos, la presencia de un aminoácido conocido como asparagina es otro factor determinante en la formación de acrilamida. Este aminoácido en concreto tiene una estructura química muy parecida a la de la acrilamida, lo que sugiere que podría transformarse en esta sustancia durante la reacción de Maillard. ¿Cuáles son los niveles de acrilamida hallados en los alimentos? En general los científicos coinciden en que los alimentos con un mayor contenido de acrilamida son los alimentos fritos u horneados, como los pasteles, las patatas o el pan. El Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA, por sus siglas en inglés) informa que el alimento que más contribuye al consumo total de acrilamida en la mayoría de los países son las patatas fritas (16-30%), las patatas fritas de bolsa (chips) (6-46%), el café (13-39%), los productos de pastelería y las galletas dulces (10-20%), así como el pan y la bollería (10-30%).2 Otros alimentos contribuyen menos del 10% del total. El consumo de acrilamida dentro de la UE varía entre los 0,3 y 1,4 microgramos por kilogramo de peso corporal al día, y la contribución de los diferentes tipos de alimentos varía dependiendo de la dieta nacional.3 Hasta ahora no se ha encontrado acrilamida en alimentos cocidos, escalfados o cocinados al vapor. Esto podría deberse a que la temperatura máxima empleada en estas técnicas no supera los 100°C y a la ausencia de caramelización. ¿Es la acrilamida perjudicial para la salud? Poco después del estudio sueco, el antiguo Comité científico sobre la alimentación humana (SCF, por sus siglas en inglés) publicó su opinión sobre la posible amenaza para la salud que representaba la presencia de acrilamida en los alimentos.4 La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que: “la acrilamida pertenece a un grupo de sustancias químicas que no parece tengan un umbral claramente identificable de sus efectos; es decir, que concentraciones muy reducidas conllevarían un riesgo muy reducido, pero no la ausencia de este”. En 2005, el Panel de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) sobre sustancias contaminantes apoyó las conclusiones del informe del JECFA de que debían tomarse medidas para reducir la exposición a esta sustancia.2,6 Con el objetivo de conocer mejor el riesgo derivado de cocinar de los alimentos a temperaturas altas, la Comisión Europea financió el proyecto HEATOX (Sustancias tóxicas generadas al calentar los alimentos: identificación, caracterización y minimización del riesgo).3 Su objetivo era identificar, caracterizar y minimizar el riesgo que suponen los compuestos adversos producidos durante el proceso de cocinado de los alimentos. En particular, se concentró en la acrilamida y, en 2007, se publicaron los cuatro principales descubrimientos, basados en experimentos realizados en laboratorio: 1) la presencia de acrilamida en los alimentos puede ser un factor de riesgo para el cáncer; 2) se puede reducir el nivel de acrilamida presente en los alimentos, pero no erradicarlo totalmente; 3) contamos con métodos analíticos para detectar la presencia de
acrilamida en los alimentos; y 4) cocinar los alimentos puede producir otros compuestos importantes para la salud. ¿Qué medidas se están adoptando para reducir el nivel de acrilamida presente en los alimentos? Los fabricantes de productos alimentarios han tomado medidas para reducir la formación de acrilamida en alimentos como el pan tostado, las galletas y otros productos horneados, y las patatas fritas, reorientando el enfoque del control de calidad y cambiando las recetas y los procesos de cocinado. Sin embargo, es importante resaltar que tales procesos no pueden modificar un elemento importante, cuyo impacto en el contenido de los precursores de la acrilamida en la materia prima agrícola es significativo: el de los productos estacionales o de temporada. La Asociación Europea de la Industria y Comercio de Alimentos y Bebidas (en inglés, CIAA) ha publicado una “Herramienta contra la acrilamida” que recoge los pasos a seguir tanto por los fabricantes de alimentos como por los consumidores para reducir el nivel de acrilamida en los alimentos.7 También se han considerado e incluido en la medida de lo posible los descubrimientos del proyecto HEATOX en la actualización de este documento. Actualmente, las investigaciones se centran en la posibilidad de reducir el nivel de acrilamida presente en los alimentos bloqueando la reacción que se produce durante el cocinado, mediante la biotecnología y la adaptación de las técnicas de cultivo actuales. Así, por ejemplo, al aumentar el nivel de sulfato en la tierra y reducir el de nitrógeno, se ha observado una reducción del nivel de acrilamida en algunas cosechas. Es más, mediante la modificación genética se ha conseguido una variedad de patata totalmente nueva que contiene un nivel de azúcar inferior al de la patata convencional.8 Por otro lado, disminuyendo el nivel de azúcares reductores (como la glucosa) presentes en las patatas, es posible reducir, al mismo tiempo, la concentración de acrilamida, ya que este tipo de azúcares son un componente clave de la reacción de Maillard, durante la que se forman estos compuestos negativos. De forma similar, se trabaja con los genes de la planta responsables del control de la formación de asparagina. Puesto que la asparagina es el otro componente clave de la formación de acrilamida, si se reduce su nivel es muy probable que disminuya la formación de acrilamida durante la reacción de Maillard. Ventajas derivadas de cocinar los alimentos Por regla general, cocinar los alimentos tiene numerosas ventajas que no debemos olvidar. Además de mejorar la palatabilidad y hacer más apetitosos los alimentos (aspecto, sabor, olor), reduce el riesgo de intoxicación. Igualmente, el proceso de cocinado hace que nuestro organismo asimile mejor muchos nutrientes esenciales. ¿Qué podemos hacer? Mientras las investigaciones siguen identificando modos de reducir la formación de acrilamida al calentar algunos alimentos, los consumidores deberían evitar cocinar demasiado tales alimentos (para evitar el exceso de caramelización). Seguir las instrucciones indicadas en los envases de alimentos y materiales de cocina son medidas útiles. Además, sería aconsejable que los consumidores cambiaran su manera de cocinar, cociendo más con agua o al vapor y empleando otros métodos similares que ayuden a reducir al mínimo la formación de acrilamida. Como algunos de los productos con un alto nivel de acrilamida también son muy energéticos, deberían consumirse con moderación como parte de una dieta sana y equilibrada. Referencias 1.Tareke E, Rydberg P, Karlsson P, Eriksson S, Törnqvist M. (2002) Analysis of acrylamide, a carcinogen formed in heated foodstuffs. Journal of Agricultural and Food Chemistry. 50(17):4998-5006. doi: 10.1021/jf020302f S0021-8561(02)00302-3 2.JECFA Report TRS 930-JECFA 64/8. 3.The HEATOX Project, Final Project Leaflet. 4.Scientific Committee on Food (2002) Opinion of the Scientific Committee on Food on new findings regarding the presence of acrylamide in food. 5.World Health Organisation (WHO). Food Safety section: Frequently asked questions acrylamide in food.
6.European Food Safety Authority, Key Topics section: Acrylamide in food. 7.The CIAA Acrylamide ‘Toolbox’. 8.Rommens CM, Ye J, Richael C, Swords K. (2006) Improving Potato Storage and Processing Characteristics through All-Native DNA Transformation. Journal of Agricultural and Food Chemistry 54(26):9882-9887. doi: 10.1021/jf062477l S0021-8561(06)02477-0 Fuente: http://www.eufic.org/article/es/artid/Que-ocurre-al-cocinar-los-alimentos-Como-seforma-la-acrilamida/
Toxicidad en los alimentos: la acrilamida Rosa María Infanzón Ruiz* En mayo del 2002, la Autoridad Alimentaria Nacional Sueca publicó un estudio en el que se informaba por primera vez sobre la presencia de grandes cantidades de acrilamida en los alimentos ricos en almidón cocinados a altas temperaturas (por encima de 120º C), como las que se generan durante las prácticas de fritura y horneado. A raíz de este estudio, las agencias alimentarias del Reino Unido y de Noruega realizaron estudios de monitoreo para verificar los hallazgos, comprobando los resultados suecos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) celebraron del 25 al 27 de junio de 2002 una reunión de científicos, médicos y especialistas en salud pública que tuvo como fin estudiar los datos sobre la presencia de la acrilamida en los alimentos y hacer las recomendaciones necesarias tanto a los consumidores como a los investigadores en la materia. La acrilamida tiene la fórmula química CH2CHCONH2 y un peso molecular de 71.09; su temperatura de ebullición es de 125o C y la de fusión de 87.5º C. Es un producto químico intermedio (un monómero) empleado en la síntesis de poliacrilamidas. Tiene la apariencia de un polvo blanco cristalino y es soluble en agua, etanol, metanol, éter etílico y acetona, pero no en heptano ni benceno. Se polimeriza rápidamente al alcanzar el punto de fusión o al ser expuesto a la luz ultravioleta. La acrilamida sólida es estable a la temperatura ambiente, pero puede polimerizarse violentamente cuando se mezcla o expone a agentes oxidantes. En la Unión Europea se producen de 80 mil a 100 mil toneladas anualmente. Se emplea como floculante en el tratamiento del agua potable y en el procesamiento de la pulpa de papel. Se utiliza también para retirar sólidos en suspensión de las aguas residuales de la industria antes de su vertido, reutilización o eliminación, y asimismo como aditivo en cosméticos, acondicionadores de suelos, tratamiento de minerales y formulación de agentes selladores para diques, túneles y alcantarillados. Los fumadores también se exponen a la acrilamida durante el consumo de cigarrillos. Efectos de la acrilamida sobre la salud En los seres humanos y en los animales, la neurotoxicidad es el riesgo más importante de ingerir acrilamida. La exposición a altas dosis de esta sustancia provoca cambios en el sistema nervioso central, mientras que la exposición prolongada a bajas dosis da como resultado neuropatía periférica en presencia o ausencia de complicaciones sobre el citado sistema. Los resultados de algunos estudios llevados a cabo con roedores y primates impulsaron a la FAO a establecer 0.5 mg/kg/día como el nivel máximo de ingesta en humanos, el cual no produce la neuropatía; se estimó además la ingesta crónica permitida en 0.001 mg/kg/día. La acrilamida es tóxica en las células somáticas y germinales y posee el potencial de inducir daños hereditarios en los genes y cromosomas. Tiene potencial cancerígeno en ratas, de modo similar al de otros cancerígenos que están presentes en diversos alimentos, pero los niveles de ingesta de acrilamida son mayores, por lo que la Agencia Internacional de Cáncer (I A R C) la clasificó como un probable cancerígeno en los seres humanos, por lo que la ubicó en la clasificación 2A.
En algunos estudios in vitro que incluían cultivos de células de mamíferos, y otros in vivo con ratas y ratones, se ha demostrado que produce daño al material genético de la célula e induce tumores en las ratas después de su administración. Así, se concluyó que la actividad de la acrilamida es la de un genotóxico y carcinógeno. No fue posible determinar un nivel de exposición responsable de los efectos originados; por consiguiente, se debe asumir que existe riesgo, aunque sea pequeño, en la exposición a niveles bajos. Los datos publicados indican su capacidad para provocar mutaciones en el código genético al formar combinaciones de ADN. Las recombinaciones inducidas de ADN pueden interferir con el proceso de replicación genética, lo que puede desembocar en la formación de tumores. Como hemos dicho antes, la exposición de ratas y ratones a la acrilamida aumentó la incidencia de varios tipos de cáncer. Aunque por ahora se desconoce el mecanismo que lleva a desarrollar neoplasias, una de las teorías señala que esta sustancia desencadena la mutagénesis al dañar el ADN. El equipo de investigadores del Instituto de Investigación Beckman, en Duarte (California), probó su hipótesis en células mamíferas al exponer el tejido conectivo e incorporar artificialmente un gen conocido como transgen. Las células tratadas con acrilamida formaban más combinaciones de ADN en determinados puntos del transgen, en comparación con las controles. El tratamiento de las células con bajas concentraciones de acrilamida se asoció con una duplicación del número de mutaciones en el transgen, en comparación con el grupo control. Esta tasa de mutación fue similar a la de las células tratadas con el conocido carcinógeno BPDE en bajas concentraciones. Los estudios epidemiológicos de las muertes por cáncer en trabajadores expuestos a la acrilamida debido a su trabajo no demostraron ningún aumento en su incidencia, pero no hay aún conclusiones definitivas debido a ciertos sesgos observados en los estudios. Según la información disponible, la IARC ha catalogado a la acrilamida como “probablemente carcinógena para los humanos”. Por esta razón, en el Reino Unido las autoridades de salud y ambiente recomiendan que la exposición a los genotóxicos cancerígenos como la acrilamida debe ser mínima. Los estudios hechos con ratas han demostrado ciertos efectos sobre el sistema reproductor masculino, manifestados en la disminución de la fertilidad de los machos. Las ratas macho tratadas con acrilamida desarrollan mesotelioma testicular y tumores en la tiroides, y las hembras tumores en la tiroides y en las mamas. En presencia del promotor cancerígeno TPA ( 12 - 0 - tetradecanoyl-forbol-13-acetato) se produjeron neoplasias de piel. No existen datos que permitan extrapolar a los humanos estos descubrimientos hechos en ratas. La información disponible todavía es insuficiente para estimar la ingesta total diaria de acrilamida en la población a través de los alimentos. Los estudios suecos indican que la ingesta podría ser de hasta 0.1 miligramos por día, lo que equivale aproximadamente a 0.0017 miligramos por kilo de peso corporal por día, siendo más de mil veces menor que la dosis necesaria para desarrollar efectos sobre el sistema nervioso o reproductor en los animales. La consulta realizada por la OMS a expertos especializados en cuestiones cancerígenas, toxicología, tecnologías alimentarias, bioquímica y química analítica, identificaron un número importante de asuntos que deben ser investigados. Por ejemplo, si bien se sabe que la acrilamida provoca cáncer en animales de laboratorio, no hay estudios que demuestren la relación entre la acrilamida y el cáncer en los seres humanos. Los modelos teóricos para predecir si el cáncer se puede desarrollar en humanos a partir de los actuales niveles de ingesta no son lo suficientemente confiables para llegar a conclusiones serias. En los estudios hechos con ratas, la acrilamida tiene una potencia similar a la de otros agentes cancerígenos conocidos que se forman durante el cocinado, como es el caso de ciertos hidrocarburos que se forman en la carne frita o a la plancha. Pero los niveles de ingestión de acrilamida pueden ser mucho más elevados. Por ello, la consulta reconoce que el problema de esta sustancia en los alimentos es importante, pero que los datos hasta ahora disponibles no son suficientes para estimar cuantitativamente el riesgo de sufrir cáncer a partir de la acrilamida formada en la dieta. No es posible todavía determinar qué porcentaje de la presencia total de acrilamida en el cuerpo humano proviene de los alimentos hechos a base de almidón. Debido a que otros alimentos, como frutas, verduras, carnes y
mariscos, así como las bebidas o los cigarrillos pueden constituir una fuente de acrilamida en el cuerpo humano, no es posible saber qué porcentaje proviene de tales alimentos. Por qué es importante este problema La acrilamida se genera en los alimentos ricos en almidón (como las papas y los cereales) a consecuencia de las altas temperaturas de cocinado, como la fritura, el horneado, el asado y la parrilla. Sin embargo, esos alimentos no tienen niveles significativos de acrilamida cuando están crudos, ni tampoco cuando se cocinan mediante la cocción o hervido, donde la temperatura alcanzada no rebasa los 100° C. Las investigaciones realizadas en Suecia sobre el riesgo laboral de los trabajadores, determinaron que el grupo control, no expuesto a la acrilamida en su trabajo, mostraba en forma inesperada altos niveles de la misma en su organismo. Este hallazgo indujo a los investigadores a estudiar las posibles fuentes de exposición a la acrilamida, incluidos los alimentos. Así, se analizó una serie de productos de consumo habitual, que incluían papas fritas normales (chips); papas fritas cortadas en rebanadas finas que se fríen hasta lograr una textura crujiente y que suelen presentarse como aperitivos; papas fritas envasadas (crisps), y panecillos y cereales. Se encontraron niveles de acrilamida que confirmaron las determinaciones suecas: la acrilamida no se hallaba en las papas crudas o cocidas, pero sí se hallaba en niveles significativos en las fritas. También se demostró que el sobrecocinado (o sea, el freírlas hasta más allá del 40% del tiempo recomendado, por ejemplo 12 + 5 minutos, hasta que se vieran más doradas) aumentaba todavía más los niveles de acrilamida. Los niveles encontrados en las muestras oscilaban desde 0.31 hasta 3.5 mg/kg en el caso de las papas fritas. En las papas fritas sobrecocinadas se alcanzaron niveles de 12-12.8 mg/kg; entre 1.22 y 1.5 mg/kg en las papas fritas envasadas, y entre 0.11 y 2.4 mg/kg en los cereales. Como la acrilamida se forma en los productos ricos en almidón que se fríen u hornean a temperaturas superiores a los 120º C, independientemente si se elaboran en la industria alimenticia o se preparan en casa, es probable que se pueda encontrar también en otros alimentos elaborados a base de harina, como los cereales (que son ricos en almidón) que sufren los mismos tratamientos culinarios. A estos productos se pueden añadir las pizzas, churros, empanadas, pan, galletas, distintos tipos de tartas y otros más. La acrilamida se forma durante la llamada “reacción de Maillard”, que es un proceso térmico común que dota del color y sabor característicos a los productos sometidos a altas temperaturas durante un tiempo prolongado. Dicha reacción es la que explica por qué algunos productos fritos u horneados acaban tomando un característico color dorado y el olor propio de alimentos tostados. Es el caso de las papas fritas, las galletas o el pan, todos ellos tienen una notable proporción de carbohidratos. Los estudios realizados no han demostrado la razón ni el mecanismo mediante el cual se genera la acrilamida como consecuencia del cocinado. Diversos grupos de investigadores sospechan que la causa de que aparezca tal sustancia es un aminoácido llamado aspargina, que al ser calentado con ciertos azúcares provoca una reacción química que origina ese preocupante compuesto cancerígeno. Las papas son especialmente ricas tanto en aspargina como en glucosa. Además, este aminoácido está presente en numerosos cereales y carbohidratos. Los límites de tolerancia La acrilamida se emplea en la fabricación de los plásticos y el papel que se utilizan como envases o empaques de alimentos. A consecuencia de ese contacto, la Unión Europea ha legislado que el límite máximo permisible de acrilamida es de 0.01 miligramos por kilo de alimento empacado en envases de plástico. Este valor contrasta con los altos niveles encontrados en los estudios de monitoreo. El límite legal establecido sólo se aplica a la acrilamida que pueda pasar de los envases de plásticos a los alimentos y no a la que se forma durante su cocinado. Un derivado, la poliacrilamida, se emplea en la depuración de aguas debido a que se adhiere a las partículas sólidas, reteniéndolas en el filtrado. Es el único polímero que elimina en forma
adecuada ciertas partículas del agua y que no es tóxico en forma polimerizada. La industria química minimiza su cantidad manteniendo los niveles por debajo del límite permitido. El límite permisible de acrilamida en aguas aptas para beber es tablecido por la Unión Europea es de 0.0001 miligramos por cada litro de agua; por lo tanto, las cantidades de acrilamida que pueden ser detectadas en los alimentos como consecuencia de los envases o en el agua potable son insignificantes en comparación con los que se generan durante la fritura o el horneado. Para estos alimentos todavía no se establecen los niveles recomendados. Los datos del estudio realizado por la Food and Drugs Administration (FDA) de Estados Unidos revelan que no se ha encontrado acrilamida en los quesos procesados, leche o helados analizados. Pero distintas galletas saladas, que son la merienda de muchos niños, contienen un alto índice de la misma sustancia. En cambio, algunas comidas preparadas con pavo y verduras contienen muy poca. Ciertos alimentos muy habituales en la dieta infantil de Norteamérica, como la mantequilla de cacahuate y las galletas de chocolate, también incluyen acrilamida en su composición. La mayoría de las frutas y verduras no contienen acrilamida, pero sí los zumos preparados y las aceitunas negras. Los estudios de monitoreo indican que la acrilamida forma parte del 27.7 % de los alimentos en la compra promedio norteamericana. Algunas conclusiones La reunión de expertos FAO y la OMS sobre la acrilamida en alimentos concluyó, después de haber revisado la documentación disponible, que los nuevos hallazgos representan un problema serio y que la acrilamida habrá de ser incluida como una prioridad en la reunión de ese comité de expertos sobre aditivos alimentarios. Los conocimientos que se tienen en la actualidad no permiten responder a todas las cuestiones planteadas, por lo que se necesitan más estudios científicos y la creación de una red internacional que haga posible el intercambio de experiencias y la coordinación de los trabajos. Los modelos matemáticos para predecir el desarrollo de cáncer en los seres humanos a partir de los niveles medios de ingesta de acrilamida en alimentos no son suficientes para llegar a conclusiones definitivas y para hacer estimaciones cuantitativas del riesgo. Por otra parte, se desconoce la toxicocinética y toxicodinamia de la acrilamida en el organismo humano. Los científicos consideran necesario realizar más estudios para identificar el mecanismo de formación de la acrilamida durante el proceso de cocinado; la epidemiología de los cánceres humanos frecuentes, la presencia de la acrilamida en otros alimentos distintos de los ricos en almidón –incluidos los que no son típicos de las dietas–, y las posibilidades de reducir la cantidad de acrilamida en alimentos cambiando su composición, los tratamientos a los que se les somete y otros factores. La tarea por hacer Las intoxicaciones o las toxiinfecciones debidas al consumo de alimentos crudos o insuficientemente cocinados son un asunto de gran importancia. La mayoría de los alimentos que se ingieren contienen sustancias que, consumidas durante periodos prolongados, pueden estimular el desarrollo del cáncer. Su desarrollo dependerá de los factores internos de tipo personal, de las dosis y del tiempo de exposición. Existen otras causas que estimulan el desarrollo del cáncer, incluidos la contaminación ambiental, el estilo de vida, el medio laboral y otros. Debido a los recientes descubrimientos de la acrilamida en los alimentos y el alto consumo de alimentos fritos en la población mexicana, se puede esperar la aparición de los efectos dañinos en personas expuestas a esta dieta; sin embargo, los expertos advierten que el nivel de agentes que causan daños en el A D N y que son potencialmente cancerígenos –como es el caso de la acrilamida– debe restringirse y reducirse en los alimentos. Cuando se generan en los alimentos de forma natural, es necesario tomar acciones para determinar cuál es el nivel permisible que de forma razonable no entrañe peligro para la salud. Para esto se debe trabajar conjuntamente con la industria alimenticia a fin de aumentar el nivel de conocimientos sobre la acrilamida en los alimentos.
Las posibles consecuencias de tales descubrimientos para la industria son por el momento impredecibles, pero pueden tomarse algunas medidas sencillas que podrían reducir o eliminar la acrilamida de algunos alimentos protegiendo su estado higiénico y su sabor. Entre esas medidas se hallan las de agregar el aminoácido cisteína o minerales como el calcio, que impiden la formación de acrilamida, o bien cambiar las técnicas en el cocinado y preparación de los alimentos. Mientras no se disponga de nuevos datos, los expertos no recomiendan a la población que deje de consumir los productos ya estudiados; no existe un método práctico para evitar la presencia de acrilamida en los alimentos, y dado que aparece en muchos productos de consumo habitual, no es posible seguir una dieta equilibrada sin correr algún riesgo. Advierten, sin embargo, que en una dieta equilibrada el consumo de productos fritos y ricos en grasas debe ser limitado. Por otra parte, una dieta saludable y equilibrada que incluya una buena cantidad de frutas y verduras parece tener un efecto protector ante ciertos tipos de cáncer. En conclusión, las recomendaciones de los expertos no son muy alentadoras. Durante la mayor parte de nuestra vida estamos expuestos a la contaminación alimenticia de compuestos químicos potencialmente cancerígenos. Dados nuestros hábitos alimenticios, es difícil modificarlos prescindiendo de platillos y formas de cocinado habituales en la dieta. El cocinado a temperaturas inferiores a las normales no es una solución porque el calor elimina organismos patógenos peligrosos. Como dijimos antes, se necesitan más estudios y pruebas antes de lograr un entendimiento total del problema y de sus implicaciones para la salud. *Instituto de Medicina Forense de la Universidad Veracruzana, S.S. Juan Pablo II s/n, Boca del Río, Ver., correo electrónico: rinfanzon@uv.mx Fuente: http://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol18num2/articulos/toxicidad/index.htm
De la Revolución verde a la Agroecología “Las cosechas del futuro” 02/08/13 Por Marie-Monique Robin
Fragmento representativo del libro de Marie-Monique Robin El concepto de “revolución verde” Ésa fue la escenografía. Pero antes de presentar en detalle el contenido de aquel difícil “diálogo”, conviene detenerse en lo que fue realmente la “revolución verde”, que suscitó discusiones tan apasionadas. El concepto fue inventado el 8 de marzo de 1968 por el “honorable” William Gaud, entonces el director de la Agencia de los Estados Unidos para el desarrollo internacional (USAID). Ese día, dio un discurso memorable en Washington que ilustra claramente las intenciones “filantrópicas” de esa institución, dependiente del Departamento de Estado. Comenzó enumerando las cosechas récord de trigo y arroz registrados el año anterior en Pakistán, India y Filipinas, indicando en cada caso que se debían a “nuevas variedades de alto rendimiento”. También comentó que “esos resultados obtenidos en el ámbito de la agricultura constituyen el punto de partida de una nueva revolución. No se trata de ninguna violenta revolución roja, como la de los soviets, ni de una revolución blanca, como la del Shah de Irán. La llamaremos revolución verde”.1 Lo que dijo después fue mucho más prosaico: “Para producir estos altos rendimientos, las nuevas variedades requieren muchos más fertilizantes minerales de lo que pueden absorber las variedades tradicionales, lo que Graud agregó después fue mucho más prosaico. Una de las claves de la revolución verde es por lo tanto inducir la demanda, proveerla formando a los campesinos en el uso de fertilizantes. (…) La USAID propone prestar 60 millones de dólares a
Pakistán en 1969, y 200 millones a la India, únicamente para que puedan importar fertilizantes, (…) que se han vuelto el elemento central de nuestra ayuda al desarrollo. Es por eso que nuestra Agencia respalda a las empresas norteamericanas en sus esfuerzos por instalar fábricas de fertilizantes en los países que deseen incrementar su producción de alimentos”. En su exposición, el director de la USAID recordó que “esas cosechas milagrosas” eran tributarias de la fundación Rockefeller, que desde 1943 había llevado a cabo un programa de desarrollo de variedades de maíz y trigo de alto rendimiento en México, a instancias de Henry Wallace, el vicepresidente norteamericano. Como fundador del grupo de semillas Pionner e “inventor” del maíz híbrido, quiso ayudar a “modernizar la agricultura” de su vecino sureño exportando el modelo agroindustrial norteamericano. Así fue como en 1944 Norman Borlaugh (1914–2009), un joven agrónomo que había iniciado su carrera en la empresa química Dupont de Nemours[1] fue contratado para dirigir la estación experimental mexicana, bautizada en 1963 Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y del Trigo (CIMMYT)[2]. Pude visitar el CIMMYT ubicado en El Batán, a unos cincuenta kilómetros al este de la ciudad de México, en julio de 2004, cuando preparaba mi documental Blé: chronique d’une mort annoncée.2 Allí recordé la gran saga de este cereal dorado, el trigo, que, desde que el hombre lo domesticó hace unos diez mil años en Mesopotamia, fue implementado en la Grecia antigua, ganó luego Europa occidental, bordeando el Mediterráneo, luego Europa del este, desde los Balcanes. Su progresión fue lenta: ¡un promedio de un kilómetro al año! En el mismo momento, el triticum, nombre científico del trigo, conquistaba Asia del oeste hacia el este: India, a través del valle del Punyab, y China; finalmente, llegó a Egipto hace seis mil años. En el transcurso de ese extenso viaje, este cereal se fue adaptando a las condiciones geográficas (trigos de llanuras o de montaña) y climas, desarrollando una gran biodiversidad. Se estima que, hasta comienzos del siglo XX, existían aproximadamente doscientas mil “poblaciones del país”, es decir variedades locales adaptadas a cada territorio. En el mismo documental, también me referí a la carencia en granos que acechó a los gobernantes desde la antigüedad, al punto de convertir al trigo en un verdadero desafío económico y político. A partir de fines del siglo XIX, pasó a ser un desafío agronómico e industrial. En efecto, en el momento en que Justus von Liebig desarrollaba su “teoría mineral” (ver supra, Capítulo 4), Henry de Vilmorin (1843–1899), el hijo de un negociante de granos, inventaba un nuevo oficio: el oficio de seleccionador. Con él, el trigo se convirtió en un animal de laboratorio: los científicos se pusieron a estudiar el largo de su paja o la calidad de sus granos, para seleccionar las mejores espigas y forzar su crecimiento. Eso se denominó la “selección genealógica”: desde la aparición de variedades llamadas “mejoradas”, desarrolladas en las estaciones experimentales de los “seleccionadores”, a los que Albert Howard llamaba “ermitas de laboratorios” (ver supra, Capítulo 6), los rendimientos del maíz alcanzaron cifras siderales: en Europa, pasaron de diez quintales por hectárea en 1900, a más de ochenta un siglo después, pero para eso era necesario utilizar masivamente fertilizantes y pesticidas químicos, sin los cuales ese “milagro” desaparecería. Los “trigos milagrosos” de Norman Borlaugh En ese contexto interviene Norman Borlaugh, quien sería premiado con el Nobel de la paz en 1970, por su trabajo de… seleccionador. La historia cuenta que dedicó su vida a una única causa: la erradicación de la hambruna. No hay nada que nos permita dudar de su filantropía, pero afirmar que “el modelo agrícola predicado por Borlaugh evitó seguramente mil millones de muertes”,3 resulta un poco apresurado. Yo diría incluso que allí reside el nudo de la polémica que rodea al “padre de la revolución verde”: ¿sus “variedades mejoradas” permitieron acaso reducir el hambre en el mundo o, por el contrario, contribuyeron a que avanzara? En efecto, ni bien llegó al CIMMYT, este agrónomo norteamericano estuvo a cargo del “programa de mejoramiento” del trigo. “Su primer trabajo estuvo dedicado a crear variedades que pudieran ser cultivadas en cualquier región del mundo, aquí en México, o en el Punyab indio, me explicó Gregorio Martínez, que fue director del departamento de comunicación del CIMMYT durante treinta años. Para eso, seleccionó plantas cuyo gen les permitiera ser insensibles a la extensión del día o de la luz. ¡Es decir que esos trigos pueden crecer en todas las latitudes! Luego, se dedicó a un problema recurrente en las variedades de alto rendimiento: bajo el peso de los granos, los cabos no resisten y terminan inclinándose. Entonces realizó cruzas de trigo con una
variedad enana originaria de Japón, Norin 10, que le permitió acortar considerablemente la paja y seguir mejorando los rendimientos, mediante la selección de trigos capaces de absorber grandes cantidades de nitrógeno mineral. Los “trigos milagrosos” tienen así cuatro características: crecen en cualquier lugar, tienen un tallo corto, absorben mucho nitrógeno mineral y producen una enorme cantidad de granos”. Las variedades enanas del CIMMYT dieron la vuelta al mundo: en el norte, los seleccionadores los utilizaron en sus programas de cruzas. En cuanto a los países del sur, enviaron técnicos a formarse en el CIMMYT, cuyo sobrenombre es “escuela de apóstoles del trigo”. “En Asia, el primer país en adoptarlo fue la India, me explicó Gregorio Martínez. En aquel momento, eso significó la mayor importación de semillas de todos los tiempos”. De hecho, en 1966, mientras que la sequía asediaba al estado de Bihar, causando la “última gran hambruna natural”4 del siglo XX, el gobierno indio importó 18 mil toneladas de semillas del “ trigo milagroso”. De inmediato, el CIMMYT y la fundación Ford, muy bien ubicada para vender maquinarias agrícolas, enviaron sus técnicos al Punyab, que fue el lugar elegido por el gobierno para crear el “granero de trigos” de la India debido a sus abundantes recursos en agua. En algunos años, el Estado se metamorfoseó: los cultivos hortícolas de subsistencia fueron abandonados en provecho de amplios monocultivos irrigados y repletos de fertilizantes y pesticidas químicos. Al verse en la imposibilidad de insertarse en ese modelo agrícola capitalista, decenas de miles de pequeños campesinos tuvieron que vender sus lotes de tierra, lo que dio lugar a la desaparición de un cuarto de las explotaciones agrícolas. Pero la producción nacional de trigo alcanzó niveles récord al pasar, según documentos oficiales del CIMMYT, “de 12,3 millones de toneladas en 1965 a 20,1 millones de toneladas en 1970; y en 1974, la India alcanzó el autoabastecimiento en la producción de cereales”. Pero, “a qué precio”, como escribió en 1940 Albert Howard que había vislumbrado el desastre ambiental y sanitario que provocarían los fertilizantes químicos en su tierra de adopción. “Al agregar esos cuerpos, el equilibrio de la fertilidad sufrirá un desorden debido a los fenómenos de oxidación que terminarán minando el capital de las Indias, haciendo desaparecer la cantidad de humus necesaria, advertía treinta años antes de la llegada de la revolución verde. Por supuesto, llegaron a registrarse mejores cosechas durante algunos años, pero a qué precio (disminución de la fertilidad, de la producción, de la calidad, enfermedades de las plantas, de los animales y de los hombres y, finalmente, enfermedades del suelo mismo, tales como la erosión y un desierto de suelos alcalinos). Poner a disposición de los cultivadores semejante medio pasajero de incrementar las cosechas sería más que una falta de juicio; sería un crimen”.5 Kofi Annan, Bill Gates y Monsanto Por un azar del calendario cuyo secreto sólo conoce la historia, en julio de 2004, justo en el momento en que descubría que el CIMMYT había decidido corregir los efectos perversos de su revolución verde, Kofi Annan, el secretario general de las Naciones Unidas, lanzaba un llamado oficial a lanzar una revolución verde en África. “África aún no ha tenido una revolución verde que le fuera propia”, declaró en presencia de quinientos jefes de Estado, empresarios y representantes de la sociedad civil, durante una conferencia sobre el hambre organizada en Addis–Abeba (Etiopía) el 5 de julio de 2004. “Con el adecuado apoyo nacional e internacional, África puede realizar realmente la revolución verde del siglo XXI que necesita”, insistió el jefe de la ONU, haciendo un llamado para desarrollar “pequeños sistemas de irrigación” y a “restaurar la salud de los suelos mediante técnicas de agroforestación y mediante el uso de fertilizantes orgánicos y minerales”. También recomendó que no se “temiera evaluar el potencial de la biotecnología, que puede contribuir a alcanzar los Objetivos de desarrollo del milenio”. Luego citó a “ Norman Borlaugh”, el padre de la revolución verde asiática: ‘quien tenga la panza vacía no puede defender el medio ambiente’. Inmediatamente después, dos pesos pesados de los subsidios privados al desarrollo respondieron a su llamado: la infaltable fundación Rockefeller, pero también –y sobre todo– la fundación Bill y Melinda Gates. Así fue como se creó en 2006, la Alianza para una revolución verde en África, cuyos principales donantes son hoy la “B&MG” tal como se la denomina, y en segundo lugar, la fundación Rockefeller, el Ministerio de Asuntos Extranjeros sueco, el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido y la… Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional, uno de cuyos directores –William Gaud– fue el inventor del concepto de “revolución verde”. Ahora bien, la B&MG creada en 1994 por el fundador de Microsoft, que gestiona un capital de más de 30.000 millones de dólares, no ha dejado de suscitar dudas en cuanto a sus prácticas y motivaciones. De un lado, tenemos a un multimillonario filantrópico que invierte en campañas de vacunación o de acceso a la salud para “salvar vidas en los países pobres”, tal como lo declara su sitio web. Pero del otro lado, para financiar sus programas de beneficencia, el mismo empresario invierte sin vacilaciones en “numerosas empresas que no tienen ningún sentido de la responsabilidad social si se tiene en cuenta su laxitud ambiental, su discriminación salarial, su desprecio por el derecho laboral o también sus prácticas antiéticas”, tal como escribe Los Angeles Times.9 El periódico californiano reveló así que la fundación Bill y Melinda Gates era accionaria en “empresas norteamericanas y canadienses consideradas como las más contaminantes del mundo, tales como ConocoPhillips, Dow Chemical, Tyco International”, pero también en empresas petroleras como Royal Dutch Shell, Exxon Mobil y Total que “contaminan el delta del Níger mucho más allá de lo que les sería permitido hacer en Estados Unidos o en Europa” y que “enferman a los niños” –a los que, por otra parte, la “fundación ayuda a curar”. Esta doble faceta sería el “oscuro secreto” de los “grandes filántropos”, explicó Paul Hawken, un especialista en inversión responsable: “Las fundaciones dan apoyo a grupos que se proponen remediar el futuro pero con sus inversiones, hipotecan ese mismo futuro”.10 Fue precisamente por sus dos rostros contradictorios, como los del dios Jano, que algunos se preguntaron por las motivaciones reales que llevaron a Bill Gates a apoyar la Alianza para una revolución verde en África, cuyo objetivo declarado era “reducir la inseguridad alimentaria en al menos veinte países de aquí a 2020”. La respuesta a esa pregunta no resulta fácil, por supuesto, pero pueden sin embargo esbozarse sus grandes líneas tomando en cuenta un discurso que pronunció el fundador de Microsoft ante el Chicago Council on Global Affairs, un think tank norteamericano muy influyente en el ámbito político y económico, el 24 de mayo de 2011. Bill Gates comenzó mencionando y exhibiendo la foto de “Odetta, una madre soltera con dos hijos”. Ella explota media hectárea al este de Kenia y “gana menos de un dólar por día”. “Pero hace un año, su vida comenzó a cambiar, cuando fue beneficiada por el Programa Alimentario Mundial (PAM) que compra grandes cantidades de alimentos –generalmente producidos en grandes explotaciones –para alimentar a personas afectadas por la hambruna u otras catástrofes. Gracias a una iniciativa que hemos ayudado a financiar, el PAM comenzó a comprar alimentos a pequeños campesinos. Le propuso a Odetta y a otras familias de su pueblo que si mejoraban la calidad de su maíz y sus porotos, se las pagaría a buen precio”. El final de la historia se parece extrañamente a la de John Otiep (ver supra, Capítulo 6) aunque puede dudarse del tiempo que durará ese experimento: Odetta “tomó prestado dinero”, (no así John) para aumentar su producción y, hoy en día, puede alimentar a toda su familia, pagar los gastos escolares de sus hijos e incluso hizo agrandar su casa. Hasta entonces, la exposición de Bill Gates no tenía nada extraño. Pero lo que vino después me resultó más cuestionable, cuando pasó a describir las “estrategias” necesarias, según él, para alcanzar semejantes milagros. La resumió en una palabra, la “innovación”, que debía centrarse en cuatro ámbitos: “las semillas, los mercados, las técnicas agrícolas y la asistencia extranjera”. El hombre de negocios dio entonces precisiones sobre su idea: “La asistencia extranjera significa que los donantes apoyen planes nacionales que provean a las familias campesinas de nuevas semillas, herramientas, técnicas y mercados. (…) Nuestro enfoque no tiene nada que ver con la vieja concepción de los donantes y los beneficiarios. Se trata aquí de un negocio y de inversores (...) y de una causa que contribuye a hacer progresar los intereses de los Estados Unidos”. Ahora queda claro. Se entiende mejor, en todo caso, por qué la fundación B&MG contrató a Robert Horsch quien, después de veinticinco años de leales y buenos servicios para... Monsanto, fue nombrado a la cabeza del “programa del desarrollo global” al que está asociada la AGRA. O también por qué la fundación otorgó 5,4 millones de dólares a un laboratorio de biotecnología de St Louis (Missouri), la sede de... Monsanto, con el objeto de colaborar con los “gobiernos africanos para que autoricen experimentos en campos de banana, arroz, sorgo y mandioca transgénicos con una tenencia reforzada de vitaminas, minerales y proteínas”, tal como lo recibió el St Louis Post Dispatch, el 8 de enero de 2009. O por qué, además, este multimillonario
“filántropo” apoya un proyecto de desarrollo de un maíz resistente a la sequía en Kenia, a cargo de… Monsanto, con el apoyo de CIMMYT, tal como fue revelado por Gerald Steiner, vicepresidente de… Monsanto, durante una audiencia ante el Congreso en julio de 2010. Con respecto a “Feed the Future”, un programa de desarrollo del gobierno norteamericano también subvencionado por la fundación B&MG, ese mismo discurso de Steiner fue de una claridad deslumbrante: “Feed the Future es una iniciativa muy atractiva porque tiene en cuenta imperativos del mercado en el cual deben operar Monsanto y otras empresas. Queremos hacer el bien en el mundo, pero también queremos satisfacer a nuestros accionistas”11. Finalmente – pues es lo último que mencionaré–, se entiende por qué la fundación B&MG invirtió 35 millones de dólares para que el doctor Charles Waturu del Instituto de investigación agrícola de Kenia (KARI) desarrollara un algodón transgénico Bt perteneciente a... Monsanto. Son pocas las entrevistas en las que Bill Gates explica su supuesta pasión por las plantas transgénicas. La última, y más completa, fue difundida por ABC News el 2 de febrero de 2012, durante el talk–show de Larry Cohen. Confieso que me dejó sumamente perpleja. “Las técnicas que utilizamos han sido inventadas por la medicina humana, comentó, mostrándose por lo visto muy solvente en el tema, aunque ese “nosotros” ponía en evidencia su gran cercanía respecto de los fabricantes de OGM. Y para la medicina humana, nunca existe un rechazo total de todos los medicamentos que han sido creados de este modo. Nunca se da tampoco una aceptación total. En realidad, cada nuevo medicamento es testeado. Luego, en cada país existen científicos que verifican cuáles son los beneficios y los riesgos de la nueva molécula. Y entonces deciden. Se trata de un sistema muy sofisticado que apunta a optimizar el bienestar humano. Ecoportal.net De la campana www.delacampana.com.ar Nota [1] En 1962, la fundación Rockefeller y la fundación Ford crearon el Centro internacional de investigación sobre el arroz (IRRI) en Los Baños, Filipinas, basándose en el modelo del CIMMYT. [2] En mi libro El veneno nuestro de cada día, describí extensamente las actividades delictivas de esta empresa norteamericana, fundada en julio de 1802 en Wilmington (Delaware) por una familia de la nobleza francesa que huía de la Revolución. La empresa hizo fortuna produciendo pólvora para cañones, luego en la química (nailon, nylon, teflón) y los pesticidas, comercializando el Zyklon B desarrollado por Fritz Haber (ver supra, Capítulo 4)–. Luego se convirtió en uno de los líderes en el mercado de semillas OGM. Fuente: http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Suelos/De_la_Revolucion_verde_a_la_Agroecologia _Las_cosechas_del_futuro
Científicos y ambientalistas indignados por este premio Nobel a Monsanto Sylvia Ubal Kaos en la Red mar, 06 ago 2013 06:06 CDT El perverso modelo de las corporaciones del agronegocio sólo ha multiplicado el hambre, la miseria, y el dolor... ¿Cómo puede ser que se conceda un galardón a una compañía que ha sido denunciada en el mundo entero, porque sus productos son considerados altamente dañinos para la salud? Robert T. Fraley, vicepresidente ejecutivo de Monsanto, de la trasnacional conocida como la gigante de los transgénicos, fue galardonado con el prestigioso Premio Mundial de la
Alimentación, por su mejora de la oferta mundial. ¿Cómo puede ser que se conceda un galardón a una compañía que ha sido denunciada en el mundo entero, porque sus productos son considerados altamente dañinos para la salud? Vivimos en un mundo al revés, en el que se premia a las multinacionales de la agricultura transgénica, mientras acaban con la agricultura y la agrodiversidad. El día 19 de junio, se dieron a conocer los ganadores del Premio Mundial de la Alimentación 2013, lo que algunos llaman el Nobel de Agricultura, que se otorgó a tres ejecutivos de compañías de la industria transgénica, Robert T. Fraley, vicepresidente ejecutivo de Monsanto y director de tecnología, compartirá los 250 mil dólares del Premio Mundial de la Alimentación con los científicos Mary-Dell Chilton de Syngenta y el tercer galardonado ha sido Marc Van Montagu de la Universidad de Gante (Bélgica), autores de un método que permite insertar genes ajenos en las plantas y que promueven un modelo agrícola que genera hambre, pobreza y desigualdad. Los mismos argumentos, imagino, que llevan a conceder el Nobel de la Paz a quienes fomentan la guerra. Como dice el escritor Eduardo Galeano, en su libro 'Patas arriba' (1998), "...se premia al revés: se desprecia la honestidad, se castiga el trabajo, se recompensa la falta de escrúpulos y se alimenta el canibalismo". Con la concesión del premio, a empresas como Monsanto y Syngenta, el jurado promueve la concentración del poder en manos de unas pocas empresas multinacionales, y a su vez nos envía una muy mala señal para el futuro de la seguridad alimentaria y la agricultura al dar la voz a desarrollos tecnológicos que, están destruyendo la biodiversidad, aumentando la dependencia de los agricultores a semillas y productos químicos y que aplican la titularidad de patentes multinacionales, e ignora la evidencia mundial que ha demostrado por miles de años, que la agricultura ecológica puede mejorar la productividad y beneficiar a los suelos y la biodiversidad, sin obligar a los agricultores a comprar las semillas y productos químicos caros. Los transgénicos destruyen la biodiversidad dañando al ser humano No sólo los transgénicos son inseguros, se están destruyendo la biodiversidad, aumentan la dependencia de los agricultores a semillas y productos químicos y conducen a la aparición de súper plagas y súper malezas. Son una receta para la inseguridad alimentaria y la insustentabilidad. Numerosos estudios publicados han demostrado que los productos transgénicos son altamente dañinos para la salud y pueden causar cáncer, infertilidad e incluso malformaciones en los fetos. Monsanto produce desde pesticidas tóxicos prohibidos como el DDT, los bifenilos policlorados, (Pcb´s, uno de los contaminantes más nocivos jamás fabricados) hasta armas químicas como el agente naranja, utilizada en la guerra de Vietnam. En las últimas tres décadas se ha dedicado a la industria agroalimentaria, produciendo el herbicida más vendido del mundo, el glifosato, más conocido como Roundup, y a la biotecnología, comercializando organismos genéticamente modificados, los transgénicos. Nos quieren hacer creer que las actuales políticas, son las que nos han conducido a la presente situación de crisis alimentaria, la realidad nos demuestra, a pesar de los discursos oficiales, que el actual modelo de agricultura y alimentación es incapaz de dar de comer a la gente, cuidar de nuestras tierras y de aquellos que trabajan el campo. Hoy, a pesar de que, según datos del instituto GRAIN, la producción de alimentos se ha multiplicado por tres desde los años 60, mientras que la población mundial desde entonces tan solo se ha duplicado, 870 millones de personas en el mundo pasan hambre. Hambre, en un planeta de la abundancia de la comida. La FAO advierte, en los últimos 100 años desapareció el 75% de la diversidad agrícola La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reconoce que en los últimos cien años han desaparecido el 75% de las variedades agrícolas. Nuestra seguridad alimentaria no está garantizada, al depender de un abanico cada vez más reducido de especies animales y vegetales. En definitiva, se promueven aquellas variedades que más se adecuan a los estándares de la agroindustria (que pueden viajar miles de kilómetros antes de llegar a nuestro plato, que tengan un buen aspecto en las estanterías del supermercado, etc.).
Se nos dice que para acabar con el hambre en el mundo hay que producir más alimentos y que en consecuencia es necesaria una agricultura transgénica. Pero hoy de comida no falta sino sobra. No tenemos un problema de producción, sino de acceso. Y la agricultura transgénica no democratiza el sistema alimentario; al contrario, privatiza las semillas, promueve la dependencia campesina, contamina la agricultura convencional y ecológica e impone sus intereses particulares al principio de precaución que debería de prevalecer. Comunidad científica y ambientalistas indignados por este premio Nobel Marie Monique Robin, autora del libro y el documental 'El mundo según Monsanto' (2008), lo deja claro: estas empresas quieren "controlar la cadena alimentaria" y "los transgénicos son un medio para conseguir este objetivo". Premios como los concedidos a Monsanto y Cigüeñita son una farsa, y que están contribuyendo a los problemas que nos mantienen encerrados en un mundo donde cientos de personas pasan hambre mientras hay abundancia de comida y la agricultura, al dar la voz a desarrollos tecnológicos que, aplicando la titularidad de patentes multinacionales, buscan establecer un modelo de agricultura que socava la sustentabilidad y la democracia. Científicos y activistas de todo el mundo se sienten indignados y expresaron su conmoción frente a la selección de los ganadores El premio envía una muy mala señal para el futuro de la seguridad alimentaria, estas empresas, manifiestan que especialmente los más afectados por sus productos son los países más desfavorecidos, al hambre y la escasez hay que sumar la dependencia que tienen los agricultores de las semillas, productos fitosanitarios y otras herramientas que se utilizan en los cultivos transgénicos. Ponen como ejemplo el caso dramático de la India, muchos agricultores estaban endeudados con las compañías biotecnológicas y al no poder hacer frente a los pagos se suicidaban Frances Moore Lappé (EE.UU., RLA 1987), autor de "Dieta para un pequeño planeta", comentó: "Los galardonados con el Premio Mundial de la Alimentación están contribuyendo a los problemas que nos mantienen encerrados en un mundo donde cientos de personas pasan hambre mientras hay abundancia de comida ". "No es saludable estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma" Jiddu Krishnamurti.
CON APOYO ADECUADO LA AGRICULTURA FAMILIAR PUEDE CONTRIBUIR AL FUTURO DEL DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE Eve Crowley es la Directora Adjunta de la División de Género, Equidad y Empleo Rural en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, es el punto focal para la Agenda de Desarrollo Post 2015, y es antropóloga especializada en sistemas de producción rural y desarrollo rural sostenible. La agricultura familiar es una de las formas de agricultura más difundidas en todo el mundo, tanto en países desarrollados como en países en vías de desarrollo. El sector cuenta con un amplio espectro de fincas de diversos tipos y tamaños, que van desde las enormes fincas en las economías avanzadas, fácilmente cultivadas por uno o dos miembros de la familia con el uso de maquinaria y con mano de obra contratada, hasta las pequeñas explotaciones en las economías de bajos ingresos de unas pocas hectáreas o menos, que normalmente están orientadas a la subsistencia y tienen pocos excedentes comercializables. Estas pequeñas explotaciones familiares, normalmente a cargo de productores de pequeña escala, son por mucho las más numerosas: a nivel mundial hay aproximadamente 500 millones de pequeñas explotaciones familiares (280 millones de las cuales se encuentran solo en China e India) (IFPRI, 2007). Por lo tanto, a pesar de que los agricultores familiares y los productores de pequeña escala no son
grupos idénticos, sí comparten varios elementos en común y por lo tanto se enfrentan a una serie de desafíos semejantes. Sin embargo, y a pesar de su prevalencia, el papel central que desempeña la agricultura familiar para la seguridad alimentaria no es un tema ampliamente discutido. Aquí se podría definir la agricultura familiar como una forma de organizar la agricultura, la silvicultura, la pesca, la ganadería y la piscicultura, que se administra y se lleva a cabo por una familia y depende en su mayor parte de la mano de obra familiar no asalariada, lo que incluye tanto a mujeres como a hombres. De hecho, los productores familiares producen la mayor parte de los alimentos consumidos en los países en vías de desarrollo, y cultivan más del 80% de la tierra en Asia y África. Si bien el objetivo de este artículo no es proponer la agricultura familiar como una alternativa a la agricultura comercial, o negar sus vínculos con la pobreza, hay que dejar claro que la agricultura familiar puede ser una forma de agricultura viable, siempre que estén presentes ciertas condiciones. Sin embargo, no es difícil constatar que en realidad estas condiciones están, por lo general, ausentes, lo cual ha dado lugar a un importante debate sobre el futuro de la agricultura familiar, que culminará en el Año Internacional de la Agricultura Familiar (AIAF) 2014, una iniciativa coordinada por el Foro Rural Mundial (FRM), contando con el apoyo de más de 350 organizaciones de 60 países en los 5 continentes, en colaboración con el Gobierno de las Filipinas, facilitada por la FAO y aprobada por la Asamblea General de la ONU. Por lo tanto, a pesar de que la agricultura familiar puede que no parezca tan ordenada y científica como la agricultura comercial, se podrían lograr importantes beneficios siempre y cuando reciba el apoyo necesario. Una de las razones principales es que, dado que la familia y la granja están vinculadas y evolucionan conjuntamente, combinan no sólo funciones económicas, sino también una serie de otras funciones ‘ocultas’, como ambientales, reproductivas, sociales y culturales, a menudo en lugar de instituciones públicas o del sector privado. Las funciones ambientales pueden incluir el enriquecimiento de la tierra, la captura de carbono atmosférico, la purificación del agua, el control de plagas, la polinización y el enriquecimiento de la biodiversidad. Las funciones reproductivas y sociales incluyen el cuidado de los niños y las niñas, la nutrición, el suministro de agua y de energía, la educación, la salud, la seguridad social, y la gestión de riesgos. Las funciones culturales contemplan la transmisión de identidad, de conocimientos y de tecnologías, así como de valores simbólicos y religiosos vinculados a los recursos y las tierras. En el desempeño de estas funciones, la agricultura familiar suele ser una manera de mantener el patrimonio familiar, el patrimonio cultural, los terrenos, los paisajes y las comunidades. Como resultado, la motivación de los agricultores familiares suele ir mucho más allá de la maximización de ganancias, y abarca otros motivos sociales, culturales y ecológicos. Por lo tanto, no es casualidad que la agricultura familiar sea una forma de agricultura tan difundida. Las distintas motivaciones que enfrenta la mano de obra familiar, a diferencia de los trabajadores asalariados, y especialmente el fuerte incentivo de trabajar por el bienestar de su propia familia, reducen considerablemente los costes de supervisión asociados con el trabajo agrícola. Además, dado que los agricultores familiares generalmente tienen vínculos intergeneracionales con los terrenos que cultivan, su trabajo también suele proporcionar continuos servicios ecológicos y cuidado de los recursos naturales. Debido a esto, la agricultura familiar es especialmente apta para las explotaciones que se caracterizan por una diversidad de actividades económicas y por paisajes de tipo mosaico, donde la supervisión y el conocimiento necesario para las numerosas pequeñas decisiones de gestión y de producción que hay que hacer sobre la marcha, se traspasan con mayor eficiencia y eficacia a trabajadores familiares. En este sentido, no sería desatinado plantear que existe una correlación entre las ventajas de supervisión de la agricultura familiar y el aspecto del terreno: mientras que los trabajadores familiares, a falta generalizada de medios mecánicos, se adaptan muy bien a los paisajes de tipo mosaico, los costes de supervisión asociados con la mano de obra contratada se amortizarían generalmente sólo con trabajo en explotaciones de monocultivo. En esencia, un trabajador familiar está mejor ubicado para tomar decisiones semi-autónomas en los distintos micronichos de la granja de manera que refleje los intereses de la familia agraria y de los recursos
ambientales a su disposición. El incentivo de la posterior ganancia indirecta al que se enfrenta cada miembro de la familia es muy diferente al incentivo de los trabajadores contratados, que más bien responden sobre todo a los salarios basados en tareas específicas predefinidas - una situación que no encaja bien con la complejidad del paisaje. Apoyar a la agricultura familiar, por lo tanto, también implica dar preferencia a un tipo determinado de paisaje y a un conjunto de tradiciones que son más conducentes a la protección de la biodiversidad, al equilibrio ecológico, y a la buena gestión del medio ambiente. Una vez más, no se trata de elegir entre la agricultura familiar y la agricultura comercial a gran escala. Sin embargo, a pesar de que está claro que la agricultura familiar tiene ventajas considerables comparada con la agricultura comercial a gran escala, el hecho es que es una forma de agricultura poco documentada y bastante olvidada en los debates pertinentes, ya sea en los foros internacionales o a nivel nacional entre instituciones públicas encargadas de la agricultura, la reducción de la pobreza, o asuntos sociales. Esto es precisamente lo que el Año Internacional de la Agricultura Familiar pretende abordar. El principal objetivo de la AIAF será elevar el perfil de la agricultura familiar y de la agricultura de pequeña escala, y de centrar la atención del mundo sobre su papel clave en la reducción del hambre y de la pobreza y en garantizarla seguridad alimentaria y nutricional, mejorando así los medios de vida, la gestión de los recursos naturales y la protección del medio ambiente para lograr un desarrollo más sostenible, particularmente en zonas rurales. Esto es, sin duda, un avance positivo. Sin embargo, hay que atemperar el panorama idílico que se ha pintado hasta el momento de la agricultura familiar con ciertas limitaciones. En primer lugar, a pesar de que los bajos costes de supervisión hacen que la agricultura familiar sea relativamente productiva en los países en vías de desarrollo, el número de miembros de la familia económicamente activos suele limitar la posible escala de producción, a menos que las familias tengan acceso a medios mecánicos o que se constituyan en organizaciones de productores y cooperativas. Además, las explotaciones familiares normalmente cultivan terrenos altamente fragmentados y divididos en varias parcelas, lo que reduce aún más la posibilidad de economías de escala. Los agricultores familiares también suelen ser pobres porque tienen limitada fuerza de negociación o capacidad de defender sus intereses en el mercado, así que su posibilidad de responder a los incentivos del mercado a menudo se ve limitada por la escasez de oportunidades técnicas y de mercado disponibles. Debido a que las fincas familiares mezclan objetivos de producción y de consumo, la proporción relativamente alta de consumo básico en el presupuesto de las familias pobres también puede limitar su capacidad de responder a los incentivos del mercado. Además, la agricultura familiar se basa en miembros con distintas capacidades físicas, habilidades, destrezas, oportunidades y limitaciones, que varían, en parte, en función de sexo y edad. Estas características influyen sobre las relaciones intra-familiares, que a su vez afectan la distribución de recursos, funciones y responsabilidades. Dicho de manera sencilla, la distribución intra-familiar de los recursos y responsabilidades en fincas familiares por lo general no es equitativa, especialmente respecto a las mujeres y los niños y niñas. Se sabe por ejemplo que si se cerrara la brecha de productividad entre los géneros en lo que se refiere al acceso desigual a los recursos y los insumos, se podría aumentar la producción agrícola total en los países en vías de desarrollo y así dar lugar a una reducción en el número de personas que padecen desnutrición a nivel mundial (FAO, Estado de la Agricultura y la Alimentación 2010-11). Además, alrededor del 60% del trabajo infantil a nivel mundial tiene lugar en el sector agrícola, la mayor parte en producción familiar y de pequeña escala. Estas son realidades lamentables que el modelo de agricultura familiar tiene que tomar en cuenta y abordar si es que quiere aumentar su contribución a la igualdad social y de género, a la prosperidad inter-generacional y al bienestar humano. Más allá de estas limitaciones, hay una serie de cuestiones espinosas que deben ser abordadas. Por ejemplo, ¿rebotaría un mayor apoyo a la agricultura familiar como un boomerang en forma de más trabajo infantil, más desigualdad de género y mayor deterioro del medio ambiente? La supervivencia rural implica mucho más que seguridad alimentaria: requiere acceso a la energía, la infraestructura y los servicios públicos, y hay funciones clave en el hogar que también deben seguir ocurriendo. Pero si la parte ‘agricultura’ de la agricultura familiar se intensifica, siempre
existe el riesgo de que la parte ‘familia’ pueda disminuir en consecuencia. Así, por ejemplo, ¿cómo aseguramos que, si los alimentos se vuelven más caros, los niños y las niñas no serán obligados a trabajar más para poder pagar las cuentas en la granja familiar? Además, si las mujeres incrementaran su participación en la agricultura, quizá como trabajadoras contratadas, ¿cómo nos aseguramos de que no se llevarán a los niños pequeños con ellas al campo por falta de opciones, o que a las niñas rurales no se vean obligadas a interrumpir sus estudios para que asuman las responsabilidades que quedarían sin hacer en casa? Por último, si es que se implementaran más proyectos de concentración parcelaria para unificar los terrenos fragmentados, ¿cómo nos aseguramos de que los beneficios ecológicos de los paisajes de tipo mosaico no serán sacrificados en nombre de la eficiencia y de la competitividad? Estos son algunos de los problemas a los que el Año de la Agricultura Familiar pretende encontrar soluciones a fin de mejorar la contribución de la agricultura familiar al desarrollo sostenible. Por el momento, el futuro de la agricultura familiar en el largo plazo es incierto, sin embargo las decisiones que tomamos hoy bien podrían determinar su futuro y el futuro del desarrollo rural en general. Lo cierto es que debido a su prevalencia y a sus ventajas, la agricultura familiar puede desempeñar un papel importante para la alimentación mundial y la erradicación de la pobreza, garantizando la gestión sostenible de los recursos naturales y de los servicios ecológicos, y preservando el patrimonio cultural local. La agricultura familiar en las economías de bajos ingresos normalmente es una ocupación de último recurso, pero bajo condiciones adecuadas, puede convertirse en piedra angular tanto del desarrollo rural como del crecimiento económico nacional de un país. Con suerte el Año Internacional apoyará a los agricultores familiares incluyendo a todos los actores interesados - mujeres, hombres, jóvenes y ancianos -para buscar nuevas formas para que ellos puedan mejorar su bienestar, su sostenibilidad y su capacidad de alcanzar sus propios deseos para un futuro mejor.
Otro paso para Fortalecer la lucha por la Soberanía Alimentaria CLOC -Vía Campesina Luego de un proceso de casi una década de discusión y construcción llegamos a la I Asamblea Continental de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos de América Latina y el Caribe, instancia desde la que esperamos lograr mayor coordinación de luchas y acciones en torno a la construcción de la Soberanía Alimentaria como un eje estratégico, imprescindible para fortalecer el proceso de integración Latinoamericana con carácter popular, con Soberanía popular y democracias fortalecidas ante las arremetidas de las transnacionales y el imperio. El contexto, requiere de máximos esfuerzos de articulación y unidad del campo popular, las crisis, sobre todo la crisis alimentaria y la ambiental están estrechamente ligadas al modelo de la agricultura Industrial y de los agronegocios. Este modelo presenta las consecuencias de la ofensiva del capital financiero y las transnacionales en la agricultura que tuvo comienzo en la pos guerra con la Revolución Verde, pretexto para lograr que las transnacionales bélicas que fabricaron armamentos, maquinarias y químicos puedan obtener mercados en el mundo agrícola. Desde ese momento vemos el desenlace de diversos mecanismos de destrucción de sistemas locales de producción de alimentos, de desplazamientos de millones de campesinos y campesinas, de mercantilización de la tierra, los bienes naturales y los alimentos. La globalización y la consecuente hegemonía del capital financiero aceleró este proceso, surgieron tecnologías funcionales a las transnacionales como las semillas transgénicas y resistentes a agrotóxicos. Por primera vez en la historia de la humanidad llegamos a tener mayor población urbana que rural, muchas ferias y mercados locales fueron reemplazados por hipermercados, y los comoditties subordinando territorios nacionales a las transnacionales, los alimentos cotizando en bolsa y sus precios en un aumento sostenido por la presión de los fondos especulativos. El mercado global de alimentos en manos de un puñado de corporaciones que dominan todos los eslabones de la misma.
En la cumbre mundial de la Alimentación de 1996 , la cifra de 800 millones de hambrientos resultó un escándalo, sin embargo, el lobby empresario, instaló la idea de que el problema era falta de tecnología, proponiendo multiplicar las acciones de promoción y desarrollo de la Agricultura Industrial y su paquete destructor. En cuanto a la urgencia del hambre, esta tendencia de lucro por encima de la vida, propone alcanzar la Seguridad Alimentaria, es decir, terminar con el hambre por medio de donaciones caritativas de alimentos desde los países ricos a los subdesarrollados. En ese momento, en la misma Cumbre se alzó la voz de La Vía Campesina Internacional. En completo desacuerdo con estas “propuestas de la FAO”. Los pueblos tienen el derecho de producir sus propios alimentos, las campesinas y campesinos han alimentado a la humanidad durante 10 mil años, y aun hoy con tan solo 1/3 de la tierra, alimentamos al 75% de la población mundial, difícil que exista justicia y democracia en pueblos que no tienen autonomía alimentaria. Allí surgió la propuesta de la Soberanía Alimentaria, como respuesta a las evidentes mentiras del capital. La Soberanía Alimentaria, es un plateo político, que considera que los pueblos tienen derecho a producir y consumir sus propios alimentos. Para ello la tierra debe estar en función del bien común, es un bien social y son campesinos, campesinas, pueblos originarios, trabajadores quienes pueden garantizarlo. La crisis ambiental, también está directamente relacionada al modelo agropecuario, casi el 50% de las emisiones de gases con efecto invernadero provienen de la cadena agroindustrial, por el enorme consumo de combustibles fósiles, agrotóxicos y fertilizantes, y plásticos para el packing. Por eso sostenemos que la Agricultura campesina Enfría en planeta. Nos encontramos en un momento más que interesante en América Latina, con un proyecto de integración , de construcción de la patria grande, bajo principios antimperialistas, anticolonialista, con horizonte al socialismo, que se enfrenta en una disputa sin cuartel con proyecto del imperialismo yanqui, del capital reinando con su lógica egoísta y donde todo tiene su precio. En ese marco entendemos que la Soberanía Alimentaria es una piedra fundamental del proyecto popular. Y entonces la disputa de Agricultura campesina vs Agricultura Industrial - Agronegocios hace parte de las contradicciones fundamentales. En el continente, se ha agudizado el acaparamiento de Tierras, los desalojos y asesinatos de dirigentes campesinos, indígenas, millones de hectáreas de bosques y selvas son destruidas, aguas contaminadas, pueblos enteros fumigados. Empiezan a morir las abejas... y como dijera Albert Einstein, «Cuando se muera la última abeja, cuatro años después, desaparecerá la especie humana». Según la FAO 1000 millones de hambrientos aproximadamente hay en el mundo hoy, sumando a 500 millones de obesos, esto se acompaña también según la FAO, con que más del 40% de los alimentos de la cadena agroalimentaria industrial se desperdician por descomposición. La soberanía Alimentaria es una propuesta política, económica social y cultural, que solo puede ser alcanzada en el marco del avance del proyecto popular. Así, esperamos que la Alianza por la Soberanía Alimentaria, permita darle mayor vitalidad a la confluencia de distintos procesos de articulación y lucha, Amigos de la Tierra, El Consejo de Tratados de Pueblos Indios, MAELA, COPROFAM, son algunas de las redes que forman parte de esta iniciativa junto a la CLOC Vía Campesina. El año 2014 ha sido declarado el año mundial de la Agricultura Familiar, y será muy importante dar la lucha ideológica en cuanto a los conceptos y significancias. Para algunos agricultura familiar se refiere a agronegocios de pequeña escala y “dirigidos” por miembros de una familia. Para nosotros no, por eso insistimos con el término Campesino, que hace referencia a una forma de vida, que tiene una memoria histórica, en la cual predomina el espíritu del bien común, el trabajo digno como un valor fundamental para el desarrollo de los pueblos, con una fuerte relación con los mercados locales y una práctica productiva basada en la armonía con la naturaleza. Sintiendo a la Tierra como nuestra madre, por eso los campesinos y campesinas
vivimos en la tierra, trabajamos, producimos alimentos sanos y diversos, hacemos nuestros hijos, festejamos y morimos en la tierra. Por eso hablamos de una propuesta clara: Agricultura campesina, con base agroecológica y hacia la Soberanía Alimentaria. Claro que consideramos aliados a todas y todos aquellos que se identifican con este modelo pero lo denominan agricultura familiar, como con los pastores, los pescadores artesanales, los indígenas. En estos últimos tiempos la FAO está cambiando el rumbo, muy a pesar de su burocracia, ya ha reconocido que para revertir el hambre es necesario fortalecer la agricultura familiar, aprobó en conjunto con el CSA las directrices de la Tierra, donde recomienda a los gobiernos a generar políticas de acceso a la tierra para agricultura familiar y campesina. Sin embargo, la gran mayoría de gobiernos progresistas continúan con políticas agrarias funcionales a la agricultura industrial, donde la tierra queda subordinada a los intereses transnacionales y de oligarquías locales. Por eso otro objetivo de esta Alianza es promover cambios en las políticas agrarias para favorecer políticas publicas orientadas a la Soberanía Alimentaria, Reformas Agrarias Integrales, Créditos a los campesinos, educación y salud de calidad en el campo, fortaleciendo de mercados locales etc..., es decir lograr instalar en las agendas de UNASUR, CELAC y ALBA estas políticas, además de poder establecer más acciones con organizaciones urbanas y de trabajadores. Nace la Alianza por la Soberanía Alimentaria, para sembrar más esperanza, sembrar más luchas esperando cosechar conquistas populares y nuevos desafíos. Diego Montón Secretaría Operativa CLOC -Vía Campesina
El SOCLA se viene.........faltan....31 días SOCLA: Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología La Agroecología y sus aportes será el tema principal en el Cuarto Congreso del SOCLA del 10 al 12 de setiembre 2013, en Perú Más de 1000 agroecologistas de 35 países se darán cita en Perú, en el Cuarto Congreso del SOCLA (Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología), a realizarse en Lima, en la Universidad Nacional Agraria de La Molina durante 3 días en setiembre. Bajo el tema Potenciación agroecológica de la pequeña agricultura para la soberanía alimentaria y la resiliencia frente al cambio climático y la crisis económica se han diseñado las actividades de este congreso científico que dará cabida a conferencias magistrales, simposios, mesas de debate y presentación de trabajos y paneles. La Agroecología como argumento de fondo La crisis alimentaria, unida a la crisis energética, ecológica y social, es una crisis del modelo económico mundial y en particular del modelo industrial de agricultura basada en supuestos que hoy ya no son válidos. Por ello, la agroecología surge con más fuerza como la única alternativa a esa agricultura del veneno que ha fracasado.
La Agroecología es una ciencia con base en un diálogo de saberes, pues se sostiene en el conocimiento tradicional campesino y también en los avances de la ciencia agrícola moderna (a excepción de la biotecnología transgénica y los pesticidas, por supuesto) que valoran la ecología, la biología del suelo, el control biológico de plagas, el respeto a las culturas locales. La agroecología es socialmente activante, porque es inevitable practicarla de forma participativa, creando redes de intercambio, de lo contrario, no funciona. Además, es culturalmente aceptable porque no trata de modificar el conocimiento campesino ni tampoco imponer conocimientos de fuera, sino que utiliza el conocimiento tradicional local generando vínculo con el conocimiento académico, propiciando un diálogo de saberes. A su vez, la agroecología es económicamente viable porque utiliza los recursos locales evitando depender de los recursos externos. También es ecológicamente viable porque no pretende modificar el sistema campesino sino optimizarlo. Bajo este contexto apremiante de cambio climático, la agroecología demuestra su mayor ventaja al prevenir daños al ambiente y, por tanto, enfrentar el cambio climático. Tanto porque no genera calentamiento global -una diferencia sustancial con la agricultura industrial, con su alto consumo de combustibles fósiles-, como por las evidencias que resiste mejor a fenómenos naturales como las sequías. Los monocultivos (una práctica común de la agricultura industrial) que crecientemente dominan los paisajes agrícolas del mundo, son altamente susceptibles a los fenómenos naturales debido a su homogeneidad genética y a su homogeneidad ecológica. Ello quedó evidenciado durante la sequía del año 2012 del Mid-West de EEUU, la más grande en 50 años, en donde la agricultura transgénica de maíz y soya perdió el 30% de todo el rendimiento. En el mundo hay aproximadamente 1.500 millones de campesinos que ocupan unas 380 millones de fincas, en el 20% de las tierras. Lo loable es que producen el 50% de los alimentos que se están consumiendo en este momento en el mundo. La agricultura industrial solamente produce 30% de los alimentos en el 80% del área agrícola. De esos millones de campesinos, 50% practican la agroecología y están produciendo el 25% de la comida del mundo, en un 10% de las tierras agrarias. El IV Congreso del SOCLA será el espacio para el debate y el intercambio alturado sobre potenciación agroecológica de la agricultura familiar, seguridad y soberanía alimentaria, resiliencia frente al cambioclimático y las crisis económica mundial. Entre el martes 10 y el jueves 12 de setiembre se desarrollarán las actividades centrales; antes y después se realizarán Cursos Pre y Post Congreso, así como diversas pasantías. Entre los expositores invitados están confirmados los fundadores de la ciencia agroecológica a nivel mundial, entre otros: Miguel A. Altieri. Presidente SOCLA y profesor de agroecología de la Universidad de California, Berkeley. Autor de numerosos textos (‘Bases científicas de la Agroecología’, ‘Agroecología y campesinado’). Fernando Funes M. Agroecólogo cubano, vicepresidente SOCLA. Autor de ‘Sistemas integrados de producción, análisis energético de agroecosistemas’. Peter Rosset. Investigador del Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), Chiapas, México y consejero técnico de la Vía Campesina. Es autor de ‘Agroecología y movimientos sociales’.
Clara I. Nicholls. Coordinadora del Doctorado Latinoamericano de Agroecología de SOCLA-Universidad de Antioquía, Colombia, Profesora de la Universidad de CaliforniaBerkeley y coordinadora regional de REDAGRES. Autora de ‘Biodiversidad y manejo de plagas’, ‘Diseño de agroecosistemas resilientes al cambio climático’. Marta Astier. Profesora del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental, Universidad Autónoma Metropolitana de México, Morelia. Autora de ‘Manejo agroecológico de suelos, indicadores de sustentabilidad’. Stephen R Gliessman. Profesor Emérito, Universidad de California - Santa Cruz. Autor de ‘Agroecología y sistemas alimentarios sustentables, conversión a manejo agroecológico’. Víctor M. Toledo. Biólogo, experto en etnoecología, Universidad Nacional Autónoma de México. Autor de ‘El Juego de la Supervivencia: un manual para la investigación etnoecológica en Latinoamérica’, ‘La Memoria Biocultural: la importancia ecológica de las sabidurías tradicionales’. Markus Arbenz Executive Director IFOAM Andre Leu President IFOAM Contactos Saray Siura Presidenta de Comisión Organizadora IV Congreso SOCLA Lima, Perú Correo electrónico: socla-peru2013@lamolina.edu.pe Noticias del Congreso vía internet http://www.socla-peru.com/ http://soclaperu.wordpress.com http://www.facebook.com/socla.peru IV Congreso Latinoamericano de Agroecología 10, 11 y 12 de setiembre 2013, en UNALM Curso Internacional de Agroecología 8 y 9 de setiembre en Universidad Agraria La Molina, en Lima 14 y 15 de setiembre, en Cusco Pasantías y giras técnicas 13 a 16 de setiembre en Lima, Cusco y Chanchamayo La Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología SOCLA, fue creada para promover la reflexión, discusión e intercambio científico sobre agroecología entre investigadores, docentes y promotores de la región. SOCLA es parte del movimiento agroecológico mundial. SOCLA organiza cada 2 años el Congreso Latinoamericano de Agroecología, habiendo realizado los congresos en Colombia (2007), Brasil (2009) y México (2011). Estos congresos marcan el estado del arte de la agroecología tanto en la región latinoamericana e Iberoamérica. En estos eventos SOCLA reúne tanto a académicos como agricultores organizados, propiciando el diálogo y acuerdos que se difunden a través de la Carta Agroecológica al final de cada evento. El IV Congreso de Agroecología se realizará del 10 al 12 de Setiembre del 2013, también se organizarán Cursos Internacionales en el Perú, siendo la Universidad Nacional Agraria de La Molina la sede de este importante evento. El tema central de este Congreso está enfocado hacia la pequeña agricultura: base de la agricultura del siglo XXI, como eje central de investigación y discusión.
La comisión organizadora del IV Congreso los invita a participar de este importante evento Latinoamericano. Programa General del Congreso El Congreso tendrá lugar los días 10, 11 y 12 de setiembre 2013 en el campus de la Universidad Nacional Agraria de La Molina. Las actividades del programa general comprenden: * Tres Conferencias Magistrales: Miguel altieri, Presidente del SOCLA; Presidente de IFOAM * Tres mesas redondas con 3 a 4 panelistas internacionales * Cuatro sesiones de presentación de trabajos orales, seleccionados entre 1000 propuestas * Una sesión permanente de presentación de carteles y posters, seleccionados de 250 propuestas * Doce simposios en forma simultánea durante dos días del Congreso, en seis salas. * Una actividad cultural y recreativa al final del evento Costos de inscripción al Congreso + + + +
Público en general: 500 nuevos soles ( 200 dólares) Socio SOCLA: 350 nuevos soles Estudiantes: 200 nuevos soles Agricultores: 100 nuevos soles
CALENDARIO AGROECOLÓGICO
AGOSTO 9 agosto, Dia Internacional de las Poblaciones Indígenas. 12 agosto, Día Internacional de la Juventud 19 de agosto, vigésimo cuarto (24) aniversario RAE Perú * 19 agosto: cumple de mi hija Tini y de mi amiga Antu 20 al 22 de agosto 2013, SEPIA XV en Chachapoyas, 22 agosto, Día Mundial del Folklore 27 de agosto, Segundo Aniversario del Mercado Saludable de La Molina 29 agosto, feriado estatal 30 agosto, feriado por Santa Rosa de Lima SETIEMBRE 1 setiembre, Día del Árbol Mistura 2013. VI Feria Gastronómica Internacional de Lima. 9 al 15 de setiembre, IV Congreso SOCLA en Lima y Cusco 16 setiembre, Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono 21 setiembre, Día Internacional de la Paz. 23 setiembre, Día de la Juventud y la Primavera. OCTUBRE 7 octubre, feriado estatal 8 octubre, feriado, Combate de Angamos 15 octubre, Día Mundial de la Mujer Rural 16 octubre, Día Mundial de la Alimentación 19 octubre, sexto aniversario de la Plataforma PERÚ PAíS LIBRE DE TRANSGÉNICOS 29 octubre, noveno aniversario de la Red Peruana de Comercio Justo y Consumo Ético NOVIEMBRE 7 noviembre, décimo primer aniversario del Comité de Consumidores Ecológicos 10 noviembre, Día del Libro 17 noviembre, Aniversario 15 del Grupo EcoLógica Perú 20 noviembre, Día Universal de los Derechos del Niño 25 noviembre, Día Internacional de la NO Violencia contra la Mujer 29 noviembre, el Centro IDEAS celebra su 35 aniversario DICIEMBRE 1 diciembre, Día de la Prevención del SIDA 3 diciembre, Día Internacional del No Uso de Agroquímicos. Día nacional de la promoción de la Agricultura Ecológica. 7 diciembre, Décimo Cuarto Aniversario de la BioFeria de Miraflores.
8 de diciembre, feriado religioso 10 diciembre, Día de la Declaración de los Derechos Humanos 14 diciembre, día del Cooperativismo Peruano 25 diciembre, feriado por Navidad 30 y 31 de diciembre, feriado estatal.
COMPARTIENDO #34- 2013 ¡ Por una vida productiva, sana y feliz, libre de transgénicos ! Miembro de Centro IDEAS: Innovando procesos de calidad de vida RAE Perú (Red de Agricultura Ecológica del Perú) Promoviendo sociedades con cultura agroecológica CCE (Comité de Consumidores Ecológicos): Por una vida productiva, sana y feliz; libre de transgénicos SEPIA (Seminario Permanente de Investigación Agraria) Perú: el problema agrario en debate