Boletín Compartiendo Nro. 22-2014

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COMPARTIENDO N° 22 ¡Por una vida productiva, sana y feliz; libre de transgénicos! viernes, 20 de junio 2014

INDICE        

Productores participarán en el Festival Nacional de la Agrobiodiversidad en Lima Perú alista celebraciones por la Semana de la Agricultura Familiar Come Peruano, una propuesta sana, sabrosa y nutritiva para la sétima edición de Mistura USMP presenta Instituto de Alta Cocina y Gastronomía Premio a la mentira publicitaria más insolente Día de la Ciencia Digna Declaración Latinoamericana por una Ciencia Digna Premio a la mentira publicitaria más insolente

CALENDARIO AGROECOLOGICO 2014

Editor: Fernando Alvarado de la Fuente E-mail: bioferdi@hotmail.com Blog: http://fernandoalvaradodelafuente.blogia.com/ FaceBook: Fernando Alvarado BioFerdi WEB: www.ideas.org.pe Facebook: http://www.facebook.com/centroideas.peru


NOTICIAS Y EVENTOS DE LA SEMANA

Productores participarán en el Festival Nacional de la Agrobiodiversidad en Lima Del 20 al 24 de junio en el Parque de la Exposición Lima 19 junio 2014 El Festival Nacional de la Agrobiodiversidad “Frutos de la Tierra” 2014, es una iniciativa de la Asociación Nacional de Productores Ecológicos del Perú (ANPE PERÚ), Plataforma Nacional de Agricultura Familiar, la Municipalidad Metropolitana de Lima, la Asociación Peruana de Gastronomía (APEGA), Ministerio del Ambiente, Ministerio de Agricultura, entre otros. Lima Durante cinco días se realizará en Lima el Festival Nacional de la Agrobiodiversidad “Frutos de la Tierra”, que será una vitrina de los productos ecológicos de diversas regiones del país para las más de mil variedades de frutos, maíz y tubérculos de todo el Perú, entre ellos: papas nativas, cereales andinos, menestras, ajíes, hortalizas, frutas exóticas y hierbas aromáticas. Del viernes 20 al martes 24 de junio el Parque de la Exposición será la sede de la fiesta de la biodiversidad, donde participarán 130 pequeños agricultores ecológicos, y será la oportunidad para destacar el papel de la pequeña agricultura, además de promocionar la biodiversidad y la cultura alimentaria de nuestro país. Se promoverá también el intercambio de experiencias, conocimiento y saberes frente a adopción a cambio climático desde los agricultores ecológicos del Perú. El Festival cada año conmemora y rinde homenaje a los agricultores conservacionistas por el importante rol que desempeñan en la seguridad y soberanía alimentaria del país. Así, en el marco del Día del Campesino Peruano participarán productores de 22 regiones, en cuyas unidades productivas se conservan una alta diversidad de cultivos nativos, en la sierra por ejemplo se produce las variedades de quinua, kiwicha, kañihua, papa nativa, oca, olluco, pasifloras, arracacha, ajíes, café, entre otros. Esta biodiversidad silvestre es mantenida mediante prácticas ancestrales. La inauguración del festival se realizará mañana viernes 20 de junio, y contará con la participación de autoridades del Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Agricultura. Según el programa se realizará ciclos de conferencias, asimismo, se realizará una ceremonia especial por el día del Campesino y la semana de la Agricultura Familiar, y se hará un reconocimiento a los productores por su aporte y contribución de la conservación de la biodiversidad, así lo afirma Moisés Quispe, Director Ejecutivo de Anpe Perú. Este año el producto bandera será el maíz, se presentará más de 200 ecotipos de esta especie, por lo que se promoveráel Salón de la Biodiversidad del Maíz, donde se expondrá los diversos tipos de este grano de la costa, sierra y selva. El Festival Nacional de la Agrobiodiversidad “Frutos de la Tierra” 2014, es una iniciativa de la Asociación Nacional de Productores Ecológicos del Perú (ANPE PERÚ), Plataforma Nacional de Agricultura Familiar, la Municipalidad Metropolitana de Lima, la Asociación Peruana de Gastronomía (APEGA), Ministerio del Ambiente, Ministerio de Agricultura, entre otros.

Perú alista celebraciones por la Semana de la Agricultura Familiar La Comisión Multisectorial del “Año Internacional de la Agricultura Familiar” anunció el desarrollo de la Semana de la Agricultura Familiar - Perú 2014, del 19 al 25 de junio, con diversas actividades que se realizarán simultáneamente en diferentes regiones del país, con el fin de reconocer y revalorar la importancia de esta


actividad en el logro de la seguridad alimentaria y la lucha contra la desnutrición en el ámbito local, regional y nacional. Este evento contó con la presencia del Econ. César Sotomayor, viceministro de Políticas Agrarias y presidente de la Comisión AIAF; el Ing. Álvaro Quiñe, director ejecutivo de AGRO RURAL; el Sr. Salvador Sánchez, presidente del ANPE; el Sr. John Preissing, representante de FAO en Perú y la Sra. Lourdes Huanca, presidenta de la Fenmucarinap. El lanzamiento se realizará a través de un día de campo en la Comunidad Campesina de Patacancha, distrito de Urubamba, provincia de La Convención en la región Cusco, con la presencia del representante de la FAO en el Perú, John Preissing, el ministro de Agricultura y Riego, Sr. Juan Manuel Benites y otras autoridades. Por otro lado, se realizará el Festival Nacional de la Agrobiodiversidad y el Salón de la Biodiversidad en el Parque de la Exposición de Lima, el cual albergará todas las clases de maíz existentes en el Perú, con la finalidad de mostrar nuestra riqueza natural. En este festival, participarán cientos de agricultores de todas las regiones del país, quienes expondrán una rica variedad de productos provenientes de la agricultura familiar de sus zonas. El 21 de junio se realizará el Muhu Raymi o Fiesta de la Semilla en Kichki – Huánuco, celebración que promueve el intercambio de semillas entre agricultores, facilitando la conservación de sus cultivos y variedades nativas. La relevancia de esta fiesta radica en que se constituye como reflejo de una cultura viva que resguarda la memoria colectiva y la técnica ancestral de producción de alimentos que conforman el patrimonio genético de la humanidad. Y, el 24 de junio, en el distrito de Pichari – Cusco, se celebrará el Día del Campesino con una acción cívica y múltiples actividades que resalten la importancia de su trabajo y dedicación por la tierra. Esta celebración contará con la presencia del Presidente de la República, Sr. Ollanta Humala Tasso y las autoridades locales. APEGA, 18 Junio 2014

Come Peruano, una propuesta sana, sabrosa y nutritiva para la sétima edición de Mistura La feria gastronómica más grande y popular de Latinoamérica repite este año escenario en la Costa Verde de Magdalena del Mar con el compromiso de promover entre sus miles de visitantes un estilo de alimentación sano, sabroso y nutritivo. Esta es la propuesta de la Sociedad Peruana de Gastronomía (Apega) ante la sétima edición Mistura –del 5 al 14 de setiembre-, que se celebra bajo el lema “Come Peruano” y quiere ser también un tributo a los pequeños productores y a la vasta biodiversidad del Perú. Restaurantes, carretillas, el Gran Mercado, la programación del Gran Auditorio… Mistura va a respirar este 2014 el compromiso de Apega con el desarrollo de nuestro país; esa es la base del proyecto Come rico, come sano, come peruano, una llamada de atención sobre las ventajas de una alimentación saludable y nutritiva para el bienestar de las nuevas generaciones. De esta forma, Mistura será altavoz de una campaña en línea con otras iniciativas internacionales como la Dieta Mediterránea y el movimiento Slow Food, cuyo fundador, Carlo Petrini, participará en distintas actividades programadas a lo largo de los diez días de la feria. Como ya es tradición, Mistura latirá desde el Gran Mercado, el corazón de esta feria de todas las sangres y todos los sabores. Pequeños agricultores llegados desde las distintas regiones del país, una vitrina con productos emblemáticos implementada por el Ministerio del Ambiente (Minam) y un restaurante donde se podrá degustar platos de la cocina nacional recibirán a los visitantes, a quienes ofreceremos además la posibilidad de contemplar la vigencia de la técnica milenaria de andenería gracias al apoyo del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri).


Los Mundos de Mistura Al igual que en la anterior edición, la oferta gastronómica se agrupará en torno a Mundos (Criollo, Brasas y Anticuchos, Cevicherías, Andino y Amazónico, Sureño, Norteño, de las Carretillas, de los Sánguches, Chifa y Nikkei, de los Dulces y de los Bares), mientras que el Mundo del Pan repetirá, con representantes de varias regiones del interior, las wawas, chaplas y otros muchos panes de la tradición peruana recién salidos del horno, para que se convierta nuevamente en uno de los espacios más visitados de la feria. El pisco contará, asimismo, con un ambiente destacado dentro de Mistura, en el que se podrá conocer el trabajo de diferentes productores de la bebida de bandera del Perú. Los visitantes podrán acudir con sus hijos a un novedoso espacio ideal para la diversión y el aprendizaje, tendremos el Bazar, los Concursos para descubrir nuevos valores de la gastronomía y un Pabellón de la Cerveza con presencia de productores artesanales, todo para completar la oferta de esta Mistura, que como cada año planteará un interesante programa de charlas y foros en el Gran Auditorio Apega. Y el Encuentro Gastronómico Internacional, que vuelve por segundo año consecutivo para permitirnos conocer las últimas tendencias de la cocina internacional y local. El Comité de Gestión encargado de organizar la feria trabaja para mejorar la experiencia de los miles de mistureros y mistureras que pasarán en setiembre por el recinto de la feria: más y mejores servicios dentro de Mistura, mejoras en los accesos –especialmente para personas con discapacidad-, más unidades de taxi y plazas de estacionamiento, la llegada y salida de la feria en los buses del Metropolitano, orientadores para una Mistura sostenible que recicle cada vez más residuos y un equipo que vigilará por las Buenas Prácticas de Manipulación… Hasta aquí lo que les podemos contar por el momento de esta que volverá a ser la feria gastronómica de toda Latinoamérica. En las próximas semanas iremos develando los avances por parte de la organización. APEGA, 19 Junio 2014

USMP presenta Instituto de Alta Cocina y Gastronomía La Facultad de Ciencias de la Comunicación, Turismo y Psicología de la Universidad de San Martín de Porres presenta su Instituto de Alta Cocina y Gastronomía (IACG), una nueva propuesta académica destinada a formar profesionales en técnicas de preparación, control, administración y gestión de empresas del sector gastronómico. La demanda de especialistas en el mercado gastronómico a nivel global es la razón principal de la Universidad de San Martín de Porres para la creación del Instituto de Alta Cocina y Gastronomía la cual estará dirigida a jóvenes, trabajadores, emprendedores y aficionados. Para ello, se ha sido diseñado un plan de estudios comprendido en dos años con programas de formación técnico europeos que responden a las necesidades del mercado laboral gastronómico actual, el cual será desarrollado por docentes con una larga trayectoria en las artes culinarias del país y del mundo. Precisamente, las clases se impartirán dentro de la Escuela Profesional de Turismo y Hotelería, equipada con diversas áreas como el taller de cocina catering, taller de cocina de instrucción, taller de restaurante, taller de panadería y pastelería, taller de calidad e inocuidad alimentaria; laboratorio de bromatología; sala de cata y análisis sensorial, así como un almacén considerado el más grande del país; con el fin de que el estudiante logré una formación integral en las artes culinarias. Será mediante una prueba de aptitud que los postulantes se irán seleccionando por mérito propio para ser parte del Instituto de Alta Cocina y Gastronomía. Las inscripciones se encuentran abiertas. Para mayor información ingrese a: www.cocinaygastronomia.usmp.edu.pe APEGA, 18 Junio 2014


Premio a la mentira publicitaria más insolente El Premio a la mentira publicitaria más insolente es un galardón que otorga Foodwatch, una asociación alemana sin ánimo de lucro que intenta defender los intereses y derechos de los consumidores alemanes, y denunciar algunas de las prácticas de la industria agroalimentaria. Foodwatch realiza análisis e investigaciones independientes sobre los alimentos para determinar sus componentes, denuncia las prácticas publicitarias engañosas, etc. Como cuenta GastronomiayCia, el Premio a la mentira publicitaria más insolente (Goldener Windbeutel 2009) no es algo que las empresas puedan aplaudir, ya que se trata de una denuncia sobre sus prácticas. Pues bien, el premio ha sido otorgado a la multinacional de productos alimenticios Danone por uno de sus productos estrella, el producto lácteo probiótico Actimel. Según denuncia Foodwatch, la campaña de Actimel es un burdo engaño, recordemos que el eslogan es “Actimel activa tus defensas”, la asociación explica que Actimel no protege frente a las enfermedades y aunque sí refuerza el sistema inmunológico, no lo hace tan eficazmente como lo puede hacer un yogur tradicional. Por otro lado, Foodwatch argumenta que el precio del producto es hasta cuatro veces más caro que un yogur y además es mucho más azucarado. Finalmente concluye que la campaña saludable que gira entorno a Actimel es un puro cuento. El Premio a la mentira publicitaria más insolente se ha otorgado mediante votación popular vía internet a través de la página de esta asociación. Actimel fue el producto galardonado por mayoría absoluta, de los 35.000 votantes, el 47% votó a este producto. Por supuesto, el Grupo Danone no ha aceptado el galardón y ha iniciado campañas informativas para contrarrestar lo declarado por Foodwatch, argumentando que esta asociación lo único que pretende es confundir a los consumidores. El Grupo Danone manifiesta que toda la información que facilita está respaldada científicamente, conducta y filosofía habitual de la empresa. El caso es que Actimel no es el único producto de la empresa en el que recae la denuncia de publicidad engañosa, las natillas, el yogur Activia de Danone (o el actual Compensa) y otros productos, forman un conjunto que pone en tela de juicio la honorabilidad y la filosofía a la que apela el grupo Danone.

Día de la Ciencia Digna El mes pasado fallecio un gran hombre y cientifico argentino, el Dr. Andres Carrasco. Una persona integra y admirable en todo sentido, nos colaboro en la publicacion de IFOAM sobre OGMs vs Agricultura Organica. Tuvo el coraje de enfrentarse a Monsanto y sus socios. En Argentina crean el Dia de la Ciencia Digna en homenaje a Andres Carrasco. Sentiremos su ausencia pero nos dejo su legado, cual es el de no descansar en esta lucha por un mundo mejor. Aqui el comunicado desde Argentina con una corta biografia. Patricia Flores -----------------Estimad@s, Compartimos aquí el comunicado comentado "Día de la Ciencia Digna" emitido por la Cátedra de Salud Socio ambiental de la Universidad Nacional de Rosario en homenaje al Dr Andrés Carrasco. Saludos cordiales, Adriana Monzón, François Soulard (coordinadores de la comisión) -----------------------


Día de la Ciencia Digna Ayer en la Facultad de Ciencias Medicas de la Universidad Nacional de Rosario, se proclamo el Día de la Ciencia Digna en homenaje al Dr. Andrés Carrasco. Andrés murió hace pocas semanas pero el homenaje y la declaración coinciden con el día de su nacimiento, 16 de junio. En un acto inolvidable, en el paraninfo de la Facultad, ante las autoridades de la Facultad, representantes de otras facultades y universidades del país. Con la presencia de movimientos ambientalistas y sociales, docentes y estudiantes, el homenaje a un científico que sufrió persecuciones del agronegocio, medios de comunicaciones, patronales agrarias y el poder político, alcanzó resonancias inusitadas. Era docente en la UBA y en la materia Salud Socio ambiental de Ciencias Médicas de la UNR, impulsada por el Dr. Damián Verseñazzi, además alma material del homenaje, materia que se dicta desde hace 8 años, de la que soy co-codirector académico con Damián y que este año es cursada por más de 300 estudiantes. El Dr. Andrés Carrasco ha sido un científico de reconocimiento internacional. Un humanista que puso la ciencia en los regazos del pueblo. Su descubrimiento más reinante fue el que demostró incontrastablemente que el glifosato "químico pilar del modelo sojero, era devastador". Esta investigación comenzó con embriones de rana. Dijo Andrés comprobé en laboratorio lo que decían y padecían cientos de miles de seres fumigados. Se hizo de muchos enemigos y de ominosos silencios. Comenzaron a difamarlo las empresas de agroquímicos, quienes además le amenazaron en su propio laboratorio abogados mercenarios de Casafe. También fue desacreditado por Apresid, empresarios del agro, que cuentan con el apoyo de la oposición política del país, sean del Pro, socialistas, peronistas, radicales, unen, renovadores massistas, toda la horda neoliberal, etc. Inclusive lo desacredito el propio ministro de Ciencia Barañao, en el suplemento periodístico dirigido por Huergo de Clarín Rural. También puso en cuestionamiento el Ministro Barañao, del gobierno nacional, la investigación sobre el glifosato y el trabajo del Dr. Carrasco como Pte del CONICET. Andrés alzó y multiplicó su voz que adquirió tonos heroicos en los labios de los fumigados, de los envenenados por el glifosato, de los martirizados por el Modelo Agrario Transgénico. Citando a Carlos Vicente sobre una afirmación de Carrasco que no se callaba, pues dijo "creen que pueden ensuciar fácilmente treinta años de carrera. Son hipócritas, cipayos de las corporaciones, pero tienen miedo. Saben que no pueden tapar el sol con las manos. Hay pruebas científicas y, sobre todo hay centenares de pueblos que son la prueba viva de la emergencia sanitaria. Los diarios Clarín y La Nación lanzaron campaña en su contra. No podían permitir que un reconocido científico cuestionara el Agronegocio, dice Biodiversidad. Llegaron a decir que la investigación no existía o que era una maniobra del gobierno para prohibir el glifosato, por la 125. Más ayer en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR. En un acto inolvidable y de reivindicación de la justicia ausente, excepto en la lucha heroica de Ituzaingo, ha quedado escrito una huella imborrable. Carrasco señaló la senda de una ciencia cuyo soberanía reside en estar constancia con los pueblos y sus culturas y divorciada de empresas, laboratorios y de la propia ciencia sin conciencia. Tenemos el Día de la Ciencia Digna. Serán las luchas populares en defensa de la salud de los ecosistemas y la vida humana, y los sistemas educativos especialmente la universidad, quienes se apropien de ese emblema y lo conviertan en vientos de justicia contra la colonialidad del poder, la colonialidad del saber y la colonialidad del ser. Descolonizar la vida para salvar a la vida. La chispa la encendió el Dr. Andrés Carrasco le insufló vitalidad la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR y la Materia Salud Socio ambiental de esa casa de estudios. Tomemos esa llama y hagamos una antorcha para iluminar las luchas ambientales Recordemos que los medios hegemónicos no difundieron la muerte de Carrasco. En cambio las redes sociales estallaron conmovidas y elogiaron una vida digna. Para mayor información Dr Damián Verseñazzi saludsocioambiental@yahoo.com.ar. Comisión de Seguridad y Soberanía alimentaria Consejo Consultivo de la Sociedad Civil


Declaración Latinoamericana por una Ciencia Digna RENACE INFORMA RED NACIONAL DE ACCION ECOLOGISTA DE LA ARGENTINA 17 junio 2014 Declaración Latinoamericana por una Ciencia Digna Dr Andrés Carrasco, marzo 2014 Por la prohibición de los transgénicos en Latinoamérica El modelo de agronegocios y el control territorial La apropiación por despojo de tierras y territorios debe ser vista en el marco de un diseño geopolítico extendido a lo largo y ancho de América Latina y que forma parte de un Proyecto de dominación y control de la producción de alimentos mediante la diseminación legal e ilegal, de semillas genéticamente modificadas o transgénicas. Este diseño intenta imponer a los países productores un modelo común de aprobación, comercialización y propiedad intelectual de las semillas, modos de producción y tenencia y uso de la tierra, modificación de las leyes de las naciones latinoamericanas, africanas y asiáticas, derogando así la soberanía y seguridad alimentarias de nuestros pueblos. Este modelo ha convertido en mercancía los alimentos y otros bienes comunes, ocasionando un exterminio genocida de los pueblos saqueados. La imposición de los modelos extractivistas impide, además, profundizar las democracias de los pueblos, fragilizando así sus lazos comunitarios al forzarlos a entregar sus riquezas a través de la apropiación por despojo del territorio, de sus actividades productivas y de su cultura. El modelo extractivista, es una pieza fundamental del modelo neocolonial de apropiación por despojo. Es imposible entenderlo sino a través de un fuerte protagonismo de una tecnología amañada y con fundamentos científicos frágiles en concepción. Este modelo es una construcción política que se pretende imponer desde algunos gobiernos corruptos asociados a las transnacionales, que se extiende a gran parte de Latinoamérica como un mecanismo de saqueo de los bienes comunes y de la identidad cultural. Lo anterior se ha constituido en una verdadera guerra sostenida con base en tecnologías de alto impacto y difícil reversión que devastan nuestros territorios utilizándolos como campos experimentales, concentrando y transnacionalizando de esta manera la propiedad. ¿Es la ciencia cada vez más autónoma? En la coyuntura actual, el debate se ha extendido al rol y el desarrollo de una ciencia cada vez más dependiente de los poderes hegemónicos, violando el derecho a una ciencia autónoma para beneficio directo de la sociedad que la produce. En ese contexto los cultivos transgénicos, son vehículos diseñados, no para alimentar al mundo, sino para la apropiación sistemática e instrumental de la naturaleza; y sin duda un instrumento estratégico de control territorial, político y cultural, de una nueva etapa neocolonial que impone tecnologías que satisfagan la nueva fase de acumulación en la organización global del capitalismo que necesita la sustitución de los modos tradicionales de mejoramiento agrícola por métodos antinaturales. Los resultados están a la vista a la hora de analizar la eficacia resultante de la imposición de este sistema agrícola industrializado y nefasto que incluye la deforestación y el fracaso en sus promesas sobre la inocuidad y preservación de las semillas nativas. Como vemos, es el resultado de una tecnología que nunca debió haber salido del ámbito experimental. Una verdadera arma de guerra. Seria de esperar que ninguna nación democrática y soberana sometiera su desarrollo intelectual, tecnológico y científico a los intereses de un sector particular y minoritario, sea este nacional o internacional. Los pueblos latinoamericanos tienen el derecho irrenunciable a desarrollar una ciencia transparente, autónoma y que sirva a sus intereses. Para ello esa ciencia deberá comprometerse con honestidad, teniendo en cuenta que de no hacerlo así, puede violar su compromiso con la verdad, para formar parte de la legitimación que todo desarrollo tecnológico dominante requiere como instrumento de control y colonialismo. En esto existe desde hace ya largo tiempo, una dimensión de ciencia epistémica que interpela su autonomía absoluta, neutralidad y universalidad, desde donde se debe encarar la tarea científica como un servicio desde un “lugar situado” en la sociedad (no el “mercado”), teniendo en cuenta sus intereses y necesidades. La fragilidad científica de la biotecnología “moderna”


No pocos biólogos moleculares y sus primos los biotecnólogos suelen incurrir, con ímpetu, en gruesos errores conceptuales que hacen que la ciencia no pase por su mejor momento de la percepción social La relación entre la industria y los medios de comunicación colectiva expresan descripciones periodísticas sobre los avances "humanitarios" de los organismos genéticamente modificados (OGM). En estos se proponen los cultivos transgénicos para erradicar del continente africano “décadas de desesperación económica y social" (National Post Canada). Artículos como éste aparecen dispersos en las secciones científicas de una gran mayoría de medios escritos (New York Times, Time, Toronto Globe, The Guardian, The Economist, Slate, New Scientist, Forbes y cientos de otros). El manantial de las buenas noticias en biotecnología se limita a un número muy limitado y cuestionado de proyectos con OGM: vacunas comestibles, yuca biofortificada, arroz dorado, y una batata resistente a un virus, como verdaderas ofensivas mediáticas. Las bases científicas de estos anuncios son débiles o inexistentes y se sustentan invariablemente en investigaciones preliminares o no publicadas, o que ya han fracasado. Lo anterior exhibe el fracaso de una prensa científica por cumplir con los requisitos de un periodismo riguroso y escéptico. La industria de los OGM se ha aprovechado de esto para proyectar una imagen de sí misma como ética, innovadora y esencial para un futuro sostenible, que en realidad no tiene relación alguna con la realidad. Pero además, muestra que la agroindustria tampoco se somete a la evaluación formal de los resultados que sustentan sus promesas. De igual manera, otras imposturas y excesos más específicos, han ido erosionando la percepción social de la ciencia como sistema explicativo del mundo. Veamos: 1) Los transgénicos, desde sus inicios en el ojo de la tormenta, nos vuelven a traer esa extraña y cada vez más transparente relación funcional del pensamiento biológico reduccionista con la ideología que preside la hegemonía neoliberal en esta etapa. Existe la necesidad de instalar un relato legitimador desde la ciencia que desmienta sus efectos negativos en la naturaleza, que sostenga la equivalencia entre alimentos naturales y los transgénicos, que los defina como nuevas variedades, y descarte el acecho de sus impactos negativos en la naturaleza y en los profundos cambios futuros de la estructura geopolítica cultural de los pueblos. Para cerrar ese relato, los defensores de los OGM denominan a todos aquellos que defienden el Principio de Precaución del impacto tecnológico, como “ambientalistas anticientíficos”. En realidad definir sin fundamentos y desde el podio político quien tiene un pensamiento científico o anticientífico, es un signo de dogmatismo cerril que paradójicamente interpela la propia seriedad del juicio de quién lo emite. Decir que el “ambiente interactúa con el gen” es insuficiente. No se desmarca del determinismo clásico y no incluye interpelación alguna a la concepción reduccionista en biología. Sigue siendo una idea mecanicista que ignora el concepto de fluidez del genoma en el cual los genes pierden su definición ontológica y pasan a ser parte de una complejidad relacional que desafía toda linealidad jerárquica para reemplazarla por una red funcional compleja que recién empezamos a vislumbrar después de 20 años de lanzada la idea del “genoma fluido”. 2) Este sector “científico” defiende la manipulación genética de los organismos asumiendo que los OGM tienen los mismos comportamientos cuando son liberados en la naturaleza a aquellos observados en el laboratorio. Las afirmaciones infundadas de que los OGM “son naturales” y que “son nuevas variedades”, parten de asum ir que la técnica experimental empleada es precisa, segura y predecible, lo que vuelve a ser un grueso error y un desconocimiento de las teorías básicas y elementales de la biología moderna. En esa concepción están ausentes el rol del tiempo en la génesis de la diversidad y la valoración de los mecanismos naturales que la sostienen. Hay que reconocer que, en el proceso evolutivo como mejoramiento de las especies, la reproducción sexual y la recombinación del material genético son los mecanismos biológicos y ambientales que regulan la fisiología del genoma, y por ende, los que generan la diversidad. Por eso empeñarse en insistir que los procedimientos usuales de domesticación y mejoramiento de especies alimentarias pueden equipararse con las técnicas de alteración genética de organismos por diseño (OGM) planteadas por la industria, es una idea reduccionista inaceptable. Decir que el mejoramiento realizado por el hombre durante 10.000 años en la agricultura y la modificación por diseño en un laboratorio son exactamente lo mismo expresa la pretensión de olvidar que la cultura agrícola humana ha respetado esos mecanismos naturales, que se basa en la selección de nuevas variedades de poblaciones originadas por entrecruzamiento al encontrar el fenotipo adecuado. Este mejoramiento no es consecuencia del simple cambio de la secuencia, incorporación o perdida de genes, sino la consolidación de un ajuste del funcionamiento del genoma como un todo y que hace a la variedad útil y predecible (por eso es una variedad nueva). Este ajuste puede involucrar genes asociados a una o varias características fenotípicas diferentes pero cada vez más acompañados por muchos “ajuste fluidos” de carácter epigenético y que en su mayoría desconocemos. De lo anterior se desprende que una nueva variedad representa una mejora integral del fenotipo para una condición determinada donde seguramente todo el genoma fue afectado con un ajuste fisiológico de su “fluidez”. En este marco conceptual un gen o un conjunto de genes introducidos en un embrión vegetal o animal en un laboratorio, no respetan, por definición, las condiciones naturales de los procesos de mejoramiento o la evolución de los organismos; por el contrario, más bien violan procesos biológicos con procedimientos rudimentarios, peligrosos y de consecuencias inciertas que mezclan material genético de las plantas con el de distintas especies (vegetales y animales).


La transgénesis altera directa o indirectamente el estado funcional de todo el genoma como lo demuestra la labilidad de respuesta fenotípica de un mismo genotipo frente al medio ambiente. En la ignorancia de la complejidad biológica (hoy hablamos de desarrollo embrionario, evolución y ecología como un sistema inseparable) se percibe la presencia de un insumo esencial: la dimensión ontológica del gen. No reconsiderar este concepto clásico del gen como unidad fundamental del genoma rígido concebido como un “mecano”, una máquina predecible a partir de la secuencia (clasificación) de los genes y sus productos que pueden ser manipulados sin consecuencias, expresa el fracaso y la crisis teórica del pensamiento reduccionista de 200 años, largamente interpelado por Steven Rose, Stephen Jay Gould, Richard Lewontin, Eva Jablonka, Mae Wan Hoo, y Terje Travick, entre otros. Lo anterior hace ver también la imposibilidad, en términos científicos y epistemológicos, de poder considerar a los OGM como variedades naturales, en tanto que son cuerpos extraños que intervienen en el mundo natural alterando la evolución biológica de manera impredecible. Para algunos, la capacidad de poder manipular el genoma se ha transformado en el deseo de la omnipotencia. Debería recordarse que la complejidad no es un capricho de la naturaleza, sino una configuración integral de ésta y que, en ese sentido, desarmar a la naturaleza “para su comprensión” es cada vez más insuficiente. Lo ilógico aquí es pretender hacer desde esta limitación un cierre virtuoso de una tecnología que nació para comprender limitados procesos a nivel molecular para poder expandirlos en la propia naturaleza sin criterios creíbles ni predecibles. El proceso de generación de organismos, repetimos, es inasible, pero podemos estudiarlo. Alterar un organismo con un pedazo de ADN propio o ajeno no es fisiológico. Lo único que detiene a la naturaleza de mayores desastres es no romper con la posibilidad de mecanismos que aminoren desastres para su reproducción y permanencia. 3) Los científicos defensores de los transgénicos atraviesan en esta etapa, que los expone afuera del laboratorio, con la ansiedad de no perder protagonismo. La necesidad de legitimar la tecnología se transforma en una pulsión, anticientífica y dogmática. Más aun, la afirmación de que el problema no está en la técnica sino en su uso, es doblemente preocupante porque además de no ver el pensamiento reduccionista que los preside, oculta la creciente subordinación y fusión de la ciencia con el poder económico revalidando las bases cientificistas productivistas y tecnocéntricas que emanan del neoliberalismo en su versión actual. La legitimación recurre a la simplista idea de que la tecnología por ser neutra y universal representa siempre progreso. Y que si algo falla es debido a la intromisión de un impredecible Dr. No que la va usar mal y que cualquier posible daño derivado de ésta será remediado en el futuro por otra “tecnología mejor” o por el ingenuo argumento de la regulación del Estado, aunque sepamos que éste es socio promotor de los intereses que controlan el “desarrollo científico” en nuestros países. Prefieren desconocer que estas tecnologías son productos sociales no inocentes, diseñadas para ser funcionales a cosmovisiones hegemónicas que le son demandadas por el sistema capitalista. Decir que los problemas “no tienen que ver con la tecnología transgénica” y que los que se oponen “están minando las bases de la ciencia” es parte de la predica, “divulgación” y diatriba contra cualquiera que sostenga lo contrario. No hay nada más anticientífico que recortar o ignorar la historia de la evidencia científica, y asignarse a sí mismos la función de ser la pata legitimadora que provee la “ciencia” actual a la apropiación por despojo de la acumulación precapitalista que sufren nuestros pueblos en estos tiempos. El círculo se cierra al ocultar el condicionamiento y cooptación de instituciones como las universidades públicas y el sistema científico por las fuerzas económicas y políticas que operan en la sociedad. Logran así el mérito de ser la parte dominada de la hegemonía dominante. Quienes así piensan y actúan nos quieren hacer creer que todo es técnico, disfrazando la ideología de ciencia, al suplantarla por una “ciencia” limitada y sin reflexión critica. De esta manera se abstraen de las relaciones de fuerza en el seno de la sociedad, poniendo ésta al servicio del poder dominante. Mientras tanto, en el colmo de su omnipotencia auguran catástrofes de todo tipo si la sociedad no asume con reverencia que este es el único camino posible para alcanzar el “progreso”. El planeta es para ellos infinito y los ecologistas unos retrógrados. Mientras tanto éstos disfrutan del momento actual, aceptando “participar” del diseño del mundo y de la sociedad futura. Son parte del poder. ¿Qué se les puede pedir? ¿Honestidad en sus dichos? Son los expertos que burocráticamente diseñan, consciente o inconscientemente, el mal y banalizan la ciencia. 4) El alarde desmedido que muestra la actual falla epistemológica del pensamiento científico crítico en el marco del análisis de las teorías actuales, así como el “avance tecnológico”, incursionan en la naturaleza aplicando procedimientos inciertos que simplifican la complejidad de los fenómenos biológicos para “vender certeza” y proponer, por ejemplo, desde el sector privado y acompañados por el entusiasmo de importante investigadores, la transformación de la naturaleza en una “factoría” de productos, donde las plantas serían sustitutas de procesos industriales. Una verdadera naturaleza artificial adecuada y necesaria para los grandes negocios. Hay en todos estos discursos mucha ambición, soberbia, una pobre comprensión de la complejidad biológica y, por supuesto, poca ciencia. Hay grandes negocios y un enorme relato legitimador que los científicos honestos no podrán evitar interpelar, aunque las empresas transnacionales compren todas las editoriales de revistas científicas o bloqueen las publicaciones y voces que interpelan el sentido de la ciencia


neoliberal-productivista. La ciencia, su sentido del para qué, para quién y hacia dónde, están en crisis y nosotros en la patria grande no podemos fingir demencia si queremos sobrevivir soberanamente. La obediencia epistémica en la ciencia en la colonialidad extractivista. En el origen, el problema estuvo en el cientificismo positivista como parte del modelo colonial europeo. Ni aquel, ni la actual tecnociencia productivista del neoliberalismo, son alternativas válidas para los pueblos proveedores de recursos. Ahí aparece claramente el desafío de lograr poner al conocimiento científico al servicio de la armonía necesaria entre las necesidades -no hablamos de demandas producidas por el consumo indiscriminado- de la sociedad y la naturaleza, que encause la curiosidad y la búsqueda que dinamiza la ciencia, hacia una verdadera función social. El sometimiento científico se agrava cuando el fundamento científico que impulsan las empresas fabricantes y comercializadoras de organismos genéticamente modificados (OGM) es una ciencia anacrónica y con un valor de verdad cada vez más cuestionable y cuestionado entre y desde amplios sectores de la propia comunidad científica. Esta mirada anacrónica, todavía hegemónica, ha encontrado en el reduccionismo biológico y el absolutismo genocéntrico de los científicos, su principal sostén. Estos comienzan con la concepción de los mecanismos de herencia imperantes desde fines del siglo XIX, impuestos por la genética mendeliana, que promovieron -junto al neodarwinismo- en un gran relato, la llamada “síntesis moderna” (y que redujo la teoría de la evolución a la selección natural al buscar sus bases en la genética de Mendel). Esta síntesis, hija de la eugenesia galtoniana y de las escuelas de higiene racial anteriores a la 2da Guerra Mundial, tuvo su clímax y sentido epistémico cuando dio lugar al desarrollo de la biología molecular que comenzó con la estructura tridimensional de los ácidos nucleicos en 1953 por James Watson y Francis Crick y su interpretación plasmada en el concepto mecanicista del “Dogma Central de la Biología Molecular” postulado en 1970 por Francis Crick. Esta mirada puso al gen en el centro del flujo de la información, condicionando a la biología evolutiva y del desarrollo de los organismos e ignorando la compleja interacción existente de la filogenia y ontogenia con el medio ambiente. Esta es la visión que dominó la escena, no inocentemente, y que desde hace años ha venido siendo interpelada cada vez con mayor fuerza. En verdad esta visión es parte de una concepción en línea con el marco positivista de origen europeo. La complejidad es ignorada en la explicación biológica actual, refleja la tendencia a la clasificación, al aislamiento, y a la manipulación de los genes concebidos como unidades ontológicas. Esto no solo es una teoría biológica general errónea, sino que afecta a la comprensión de la naturaleza y se convierten en un instrumento. Un instrumento alineado con la necesidad, cada vez más imperiosa, de controlar y manipular la naturaleza habilitando específicas aplicaciones en la tecnología que salen de los procesos fisiológicos ontogénicos y filogénicos. En efecto, la falla de la teoría general no es una equivocación, sino que se produce en una relación compleja con los intereses industriales concentrados y hegemónicos que han encontrado en esa falla una oportunidad de negocios para fortalecer el error por necesidad y sometiendo a la propia ciencia. Si el reduccionismo es un instrumento de una mirada civilizatoria -una manera de mirar la naturaleza no armoniosa y apropiante-, la fijación de esa mirada y su deriva tecnológica estalla cuando ella abandona los laboratorios y se convierte en un instrumento de los intereses propios de los procesos industriales concentrados. Es durante esta última etapa donde los movimientos tectónicos en el plano teórico-experimental interpelan al reduccionismo y comienzan a incorporar conceptos como complejidad, incertidumbre, plasticidad y especialmente considerar al organismo indivisible. Una historia en un medio ambiente dado. Así confronta con el determinismo eugenésico que inauguró esta saga en la segunda década del siglo XIX. Lo anterior produjo un acelerado conjunto de conocimientos que abrieron mundos complejos, poco comprendidos, conceptos de herencia no mendeliana y de la biología evolutiva que evocan mecanismos lamarckianos, la fluidez del genoma y el entrelazamiento de nuevos e impredecibles mecanismos regulatorios cuyas combinatorias determinan los fenotipos, entre otros, que sorpresivamente hicieron caer el mundo estructurado alrededor de la prevalencia ontológica del gen. Lejos de retirarse, el pensamiento reduccionista actual pretende descargar en los mecanismos moleculares de células, tejidos, sistemas y organismos para manipularlos y convertir el mundo de lo vivo en una fábrica de productos comerciales. No sabemos si esta ciencia podrá, algún día, aun con su limitación epistemológica, desarmar las partes de los organismos vivos y comprender el todo complejo que ellos representan. Pero más allá de esta cuestión es necesario notar que la discusión entre los enfoques biológicos “clásicos” y alternativos, reduccionistas y no reduccionistas, no son ingenuos. Éstos imponen la necesidad de abrir la discusión sobre lo que sabemos y no sabemos antes de desparramar OGM en el planeta. La discusión sobre las bases de la incertidumbre, predictibilidad de los fenómenos biológicos, es tan importante que los científicos deberían ser guardianes de aquella sobre todo al momento de aplicar estos conocimientos en “procesos industriales de escala” ya que


habilita la manipulación de la complejidad natural encerrada en el núcleo de una célula o en un organismo. Por eso la manipulación genética es solo una tecnología y afirmamos que hoy no tiene una base científica sólida por lo que constituye un peligro para el equilibrio natural y la diversidad biológica y por lo tanto para el proceso evolutivo cuando ésta se aplica en la naturaleza. Por lo tanto, si somos honestos debemos admitir que estamos obligados a revisar los encuadres científicos tenidos por ciertos en el mundo del agronegocio. Es indudable hoy que el mecanismo de transmisión de caracteres hereditarios no puede ceñirse a la concepción de un flujo simple y unidireccional de información que va de los ácidos nucleicos a las proteínas; tampoco puede ser considerado como mecanismo universal y único. Es por lo tanto insostenible, ya que existen complejidades en la transmisión de la información y mecanismos de herencia no-genética que interpelan la predictibilidad y seguridad biológica que tanto pregona la tecnología transgénica. En verdad los genes concebidos como unidades únicas y fundamentales de trasmisión de herencia han servido, en manos de fuerzas obscurantistas y retardatarias y en manos de comunidades científicas al servicio del status quo, para la elaboración de teorías y planteamientos pseudocientíficos que tienen sin duda un claro carácter racista, sexista y clasista. Esta misma concepción reduccionista del funcionamiento biológico, hoy en día es usada como parte del cuerpo teórico de los intereses de las grandes compañías transnacionales fabricantes de OGM que sostienen que es inocuo y predecible el comportamiento de la planta transgénica al insertársele genes de otros organismos para inducir una característica fenotípica, como por ejemplo la resistencia a un herbicida, o la producción de un insecticida, sin consecuencias indeseables. Esto supone que los organismos y los ecosistemas estuvieran separados y no como en la realidad sucede, profundamente interpenetrados en espacio-tiempo evolutivo. Por ejemplo, la “invención del maíz” por los pueblos originarios a partir de la domesticación del teocintle necesitó el tiempo que exigió la propia incertidumbre evolutiva de la naturaleza. Ese es el tiempo que precisamente ha sido violado por la tecnología transgénica, creando nuevas pero falsas variedades de las especies que introducidas en el medio natural configuran cuerpos extraños. Los OGM controlan la evolución de las especies comprimiendo el tiempo evolutivo con la manipulación de laboratorio a imagen de las necesidades de las grandes empresas creando nuevas especies. Lejos, muy lejos, supera la omnipotencia de Jurassic Park. La transgénesis es un legítimo procedimiento experimental que nunca debió salir del laboratorio para ser introducido en el medio natural. Afirmar que el comportamiento de los OGM puede ser predecible en el medio natural es ocultar el conocimiento biológico que alerta sobre la complejidad del comportamiento de los sistemas. No se ha considerado que la inserción de transgenes en organismos como el maíz, el trigo o el arroz puede disparar una dinámica incontrolable de dispersión de éstos en poblaciones silvestres, algo no deseable para ninguna especie por los efectos impredecibles que pueden tardar muchas generaciones en manifestarse, debido a la existencia de genes silenciados y regulaciones biológicas aún desconocidas. Cuando se desestabiliza una especie siempre hay repercusiones sobre las otras especies, tanto vegetales como animales, debido a los vasos comunicantes existentes en los ecosistemas. Además, la posibilidad y el ritmo de la contaminación resultante de su implantación en la naturaleza aumenta con los años, décadas y aún siglos y puede llegar a crear una naturaleza diseñada en laboratorios que nada tiene que ver con el alimento que los pueblos necesitan. Todas con efectos irreversibles. Los agrovenenos no se están yendo como prometieron las empresas. El análisis de las evidencias experimentales dan cuenta de las consecuencias de la contaminación genética entre los OGM y sus variedades naturales (entre el 50 y 70% en Oaxaca, México), del efecto de los OGM sobre otras especies, cambios en los ecosistemas y el riesgo evolutivo por el impacto sobre la diversidad de especies usadas, muestran la perversión de un modelo que apela a todos los mecanismos para forzar al agricultor a abandonar sus prácticas tradicionales y ponerlo en indefensión y violación de sus derechos, en un acto de violencia intencional inmoral e inaceptable. Además, la evidencia del alto contenido de residuos acumulados de plaguicidas usados en el cultivo (como el glifosato), son de consecuencias impredecibles respecto de trastornos endocrinos, abortos, malformaciones y cáncer con evidencias crecientes y abundantes en la bibliografía científica independiente disponible. Ante la demostración, cada vez más inquietante del impacto ambiental sobre el suelo, la flora y la fauna de los agroquímicos ligados indisolublemente al paquete tecnológico transgénico, se agregan los efectos indeseados sobre la salud de la población, a la creciente evidencia que desafía fuertemente el concepto de la equivalencia de los alimentos OGM (“equivalencia substancial”) y más recientemente, la creciente percepción de las limitaciones del propio procedimiento tecnológico. Como si fuera poco, ahora se asoma una sombra aún más ominosa, a saber, el potencial agravamiento de la situación en los países productores de maíz, con la llegada


al mercado de las nuevas semillas, donde se «apilan» modificaciones genéticas que suman nuevos tipos de herbicidas para compensar el progresivo fracaso de los transgénicos resistentes al glifosato, por la aparición de tolerancias en plantas adventicias y el descenso del rendimiento por agotamiento de los suelos, entre otros; además de aumentar los riesgos por el crecimiento exponencial del uso de agroquímicos sintéticos necesarios para lograr la “efectividad” de esta tecnología. Lo rudimentario de sus procedimientos ya señalados, la baja seguridad y estabilidad biológica de los transgénicos, la imposibilidad de controlar la transmisión horizontal espontánea de genes que se observan con las variedades originarias previstas por las empresas o planificadas como forma de penetración de los OGM, demuestran que el pregonado “progreso” voceado por la biotecnología que soporta el modelo de producción de alimentos a escala industrial, no es más que una falacia. Otra falacia habitual que usa es el slogan “con esta tecnología vamos a solucionar el hambre mundo”. Las Naciones Unidas calcularon que invirtiendo US$ 50 millardos por año hasta el 2015 se podrían alimentar y aliviar las zonas más calientes del planeta. En el salvataje de los bancos durante la crisis europea se gastaron 100 veces más. Sin palabras. Estas tensiones modelan un mercado internacional cuyos rumbos futuros son inciertos, pero al mismo tiempo reclaman, ante el peligro de esta embestida neocolonial, un urgente y postergado debate sobre la autonomía en los países periféricos ante la prepotencia de las corporaciones y sus gobiernos en América Latina. Conclusiones · Es la primera vez en la historia de la humanidad que el ser humano tiene la capacidad, a través de la tecnología, de modificar genéticamente especies, destinadas a la alimentación o producción industrial con métodos rápidos, pero rudimentarios, peligrosos y con un alto grado de incertidumbre. Por el contrario, la milenaria “milpa” mesoamericana o “chacra” del altiplano, constituyen modelos productivos que suponen un saber “científico campesino” de alta complejidad construido en armonía con la biología natural y que permitió el mejoramiento vegetal agrícola respetando los tiempos necesarios para la domesticación e incremento de la agrobiodiversidad (de 120 especies con 7000 variantes) desde hace 8000 años y que permitió -y todavía puede seguir haciéndolo-, alimentar a la humanidad, si no primara el objetivo de lucro y poder a través de la apropiación de la producción de alimentos. · Por eso queremos dejar en claro que, a la evidencia científica que denuncia los daños y riesgos al ambiente, la salud y la biodiversidad, derivados del modelo productivo con semillas transgénicas en marcha en Latinoamérica, se suman también el ataque a la integridad de la dignidad y al patrimonio cultural de los pueblos indígenas y campesinos. Estamos convencidos que los conocimientos provistos por la biología desde hace décadas ponen en evidencia que la complejidad de la regulación de los genes en los organismos hace imposible la legitimidad y previsibilidad de los procedimientos transgénicos. Es una tecnología que ya no forma parte del estado del arte de la ciencia actual, porque está basada en supuestos falaces y anacrónicos que reducen y simplifican la lógica científica que los defiende, al punto de no ser ya válida. Los OGM han quedado al margen de la ciencia más rigurosa. Al mismo tiempo, es la razón por la cual los OGM incluyen la necesidad de destruir las matrices complejas, como la de los pueblos originarios. Un verdadero plan de exterminio de saberes, culturas y pueblos. La tecnología transgénica es el instrumento de la decisión geopolítica para la dominación colonial de estos tiempos. · Por lo antedicho la activación del principio precautorio ambiental, biológico y alimentario y la no aceptación de la equivalencia substancial, debe ser inmediata. Pero más aún, debido a la debilidad y la falacia de los argumentos de sus defensores, es urgente la prohibición absoluta de todo OGM en el territorio Latinoamericano. · En este contexto existe la necesidad urgente de establecer una red de científicos, con concepciones más respetuosas de la complejidad y con capacidad de interpelar a las empresas y las comunidades científicas que sostienen y promueven los OGM, denunciando las limitaciones de la tecnociencia biotecnológica, discutiendo, refutando y develando las falacias simplificadoras y reduccionistas que pretenden formar un corpus “teórico y científico” de la tecnología de manipulación genética, con el fin inconfeso de reemplazar la naturaleza a medida de las grandes corporaciones y gobiernos y blindar los procesos de apropiación por despojo del territorio y su gente a cualquier precio, incluso la muerte por exterminio. www.renace.net


CALENDARIO AGROECOLÓGICO

JUNIO

* 5 junio, Día Mundial del Medio Ambiente * 15 junio, Día del Padre * 17 junio, Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía * 19 al 25 de junio: Semana de la Agricultura Familiar * 24 junio, Día del Campesino

JULIO

* 6 julio, Día del Maestro * 11 julio, Día Mundial de la Población * Lunes 28 y martes 29 de julio, feriado por fiestas patrias

AGOSTO

* 9 agosto, Dia Internacional de las Poblaciones Indígenas. * 12 agosto, Día Internacional de la Juventud * 19 de agosto (1989-2014) vigésimo quinto (25) aniversario RAE Perú * 22 agosto, Día Mundial del Folklore * 27 de agosto (2011-2014) Tercer Aniversario del Mercado Saludable de La Molina * sábado 30 agosto, Santa Rosa de Lima

SETIEMBRE

* 1 setiembre, Día del Árbol * 11 al 21 setiembre, Mistura 2014 (2008-2014) VII Feria Gastronómica Internacional de Lima. * 16 setiembre, Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono * 21 setiembre, Día Internacional de la Paz. * 23 setiembre, Día de la Juventud y la Primavera.

OCTUBRE

* miércoles 8 octubre, feriado, Combate de Angamos * 15 octubre, Día Mundial de la Mujer Rural * 16 octubre, Día Mundial de la Alimentación * 19 octubre, (2007-2014) sétimo aniversario de la Plataforma PERÚ PAíS LIBRE DE TRANSGÉNICOS * 29 octubre, (2004-2014) décimo aniversario de la Red Peruana de Comercio Justo y Consumo Ético

NOVIEMBRE

* viernes 7 noviembre, (2002-2014) décimo segundo aniversario del Comité de Consumidores Ecológicos * 10 noviembre, Día del Libro * 17 noviembre, (1998–2014) Aniversario 16 del Grupo EcoLógica Perú * 20 noviembre, Día Universal de los Derechos del Niño


* 25 noviembre, Día Internacional de la NO Violencia contra la Mujer * sábado 29 noviembre, (1978-2014) el Centro IDEAS celebra su 36 aniversario

DICIEMBRE

* 1 diciembre, Día de la Prevención del SIDA * 3 diciembre, Día Internacional del No Uso de Agroquímicos. Día nacional de la promoción de la Agricultura Ecológica. * sábado 13 diciembre, (1999-2014) Décimo quinto Aniversario de la BioFeria de Miraflores. * lunes 8 de diciembre, feriado religioso * 10 diciembre, Día de la Declaración de los Derechos Humanos * 14 diciembre, día del Cooperativismo Peruano * jueves 25 diciembre, feriado por Navidad * jueves 1 de enero 2015, feriado

COMPARTIENDO #22- 2014 ¡ Por una vida productiva, sana y feliz, libre de transgénicos ! Miembro de  Centro IDEAS: Innovando procesos de calidad de vida  RAE Perú (Red de Agricultura Ecológica del Perú) Promoviendo sociedades con cultura agroecológica  CCE (Comité de Consumidores Ecológicos): Por una vida productiva, sana y feliz; libre de transgénicos  SEPIA (Seminario Permanente de Investigación Agraria) Perú: el problema agrario en debate


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