II CONCURSO DE ENSAYOS “RECONSTRUCCION PIURANA CON ROSTRO HUMANO: POR LA SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA”
TEMA: FEMINICIDIO
ENSAYO: RESCATEMOS A LA MUJER PIURANA DEL DESASTRE NATURAL Y DE SUS AGRESORES
PRESENTAN: SEMINARIO PAREDES LILA ALEJANDRA ALVARADO ROSILLO DANIEL FERNANDO SALVADOR LLACSAHUANGA DAMARIS
PIURA, NOVIEMBRE DEL 2017
RESUMEN EJECUTIVO
Hablar de feminicidio, inequidad y violencia basada en género, no es fácil, ni rentable, es ir contra la marea pero es urgente. Sostener que la necesidad de incidir en que la educación en género debe ser obligatoria y un eje transversal en todos los centros educativos del país. Es crear un remolino de desconcierto en los canones educativos, moralistas y religiosos. Pero es urgente. De enero a marzo del 2017 se han registrado 29 feminicidios y 58 tentativas en el ámbito de nuestra patria. En Piura después de los estragos causados por el Niño Costero 2017, las cifras de violencia, abuso sexual, feminicidios y tentativas no son nada alentadoras, por ello, resulta fundamental emprender una acción colectiva para garantizar que toda mujer, independientemente de que sea refugiada o desplazada dentro de su zona o jurisdicción, pueda evitar un embarazo no planeado, dar a luz de manera segura y vivir una vida libre de violencia. En el presente ensayo se hace un llamado a las instituciones y a la ciudadanía: No hacen falta solamente grandes presupuestos ni grandes recursos para realizar campañas de prevención de la violencia de género. Sino que hace falta incidir en la educación, en debatir y dialogar sobre cómo construir una sociedad igualitaria y no violenta. En nuestras alternativas de solución creemos que además de las acciones de reconstrucción de vías, puentes, edificaciones, etc. de manera complementaria, se debe implementar un proceso de capacitación para fortalecer comités locales de protección, a través de sesiones de sensibilización y talleres, realizados en los campamentos y zonas afectadas. Identificar lideresas comunitarias para capacitarlas en talleres, donde se trabaje la autoestima, la protección recíproca y la revaloración de las mujeres en la sociedad. Realizar un mapeo de los riesgos, identificado las rutas de atención local, como primera respuesta en casos de violencia, y fomentar la búsqueda de canales para difundir información relevante sobre integridad, seguridad y respaldo institucional a las víctimas de violencia.
INTRODUCCION En Piura, antes de ser desplazadas hacia los campamentos, las mujeres dedicaban parte de su tiempo a pequeñas iniciativas de negocio: hacían artesanía, cultivaban hortalizas o criaban animales en sus corrales. Con la inundación, perdieron estos recursos. La mayoría de hombres consiguió mantener el empleo, o encontrar otros, relacionados a la agricultura y la construcción. Las circunstancias que viven hoy exigen que una persona adulta se quede en la carpa, cuidando de los hijos y de los alimentos recibidos en donación o las pocas cosas que han ido adquiriendo. Son las mujeres las que cumplen esa función. Esta situación nos es preocupante, describimos en este ensayo la incidencia los posibles factores asociados y los eventos que acarrearon estos cambios, mayormente desventajosos para la endeble situación de nuestra mujer piurana, así como intentamos disparar las alarmas para generarles espacios de apoyo y protección. Los feminicidios son la culminación de una serie de actos violentos y desprotección del sistema de un país. La gente a menudo no puede reconocer la cadena mortal de los acontecimientos que conducen al feminicidio. Pensamos que tal vez haber empeorado su calidad de vida, haber perdido sus hogares, estar sumidos en niveles peores de pobreza y desventaja, es un factor que empeora las cifras de violencia basada en género, convirtiendo ello en un estrago más del Niño Costero 2017, y que nadie visualiza ni atiende. Todas las iniciativas son sólo para estructuras físicas. Una relación abusiva no comienza con el asesinato, el abuso se intensifica y sin una intervención y apoyo oportuno, las mujeres pueden terminar asesinadas. En América Latina tenemos una cultura de alta tolerancia hacia la violencia contra las mujeres y las niñas. Lo ves en los medios todo el tiempo: los crímenes contra las mujeres se presentan con imágenes muy crudas y nadie parece preocuparse por ello. La violencia contra las mujeres es el abuso más generalizado de los derechos humanos y el feminicidio es su expresión extrema.
El feminicidio y la violencia sexual están estrechamente ligados a una seguridad ciudadana deficitaria, a una impunidad generalizada y a una cultura machista que subvalora la mujer. Se realiza este ensayo con el fin describir este grave problema para instar a las organizaciones, autoridades, realicen actividades que propicien su empoderamiento y desarrollo. “Era un lunes, 27 de marzo de 2017. El río se salió como a las 11 de la mañana. Vino con fuerza y se llevó todas las cosas. A los bebitos, niñitos, gestantes y madres nos subieron sobre unos baños que estaban construyendo. Allí, el sol molestaba a los niños, no había cómo ocultarse. Entonces salimos, sosteniéndonos con sogas, el agua nos llegaba a los hombros”. Inés, piurana de 20 años de edad, proveniente del asentamiento humano Nuevo Catacaos. DESARROLLO El impulso al trabajo intersectorial, la priorización de obras de infraestructura de uso público y la transparencia y rendición de cuentas a la población son los aspectos más resultados del Plan de Reconstrucción con Cambios.6 Aparte de las cifras de pérdidas y daños, causados por el fenómeno natural acaecido este verano del 2017 en nuestras costas peruanas, Piura ocupa el tercer lugar por los casos de feminicidio. Los casos de violencia hacia la mujer y en el entorno familiar en la región llegan a mil 404 de enero a junio de este año. En el caso de Talara ya se superó la cifra del todo el 2015, según reportes de Centro Emergencia Mujer, Vivienda e Infraestructura Pública afectada por “El Niño Costero” han revelado la forma diversa en la que la emergencia ha impactado en distintos grupos de población y la importancia de atender sus necesidades y demandas específicas en el proceso de reconstrucción.6 Nos preguntamos entonces ¿A qué están expuestas las mujeres en los desastres naturales? Muchos sistemas de salud y el estado de derecho se encuentran colapsando
bajo el peso del conflicto, la inestabilidad y la inseguridad. En este tipo de situaciones, las mujeres y las niñas son cada vez más vulnerables a violencia, sobre todo la basada en género, explotación sexual y a perder la vida por relaciones de sometimiento y abuso. La respuesta humanitaria jamás debe pasar por alto las necesidades especiales y las vulnerabilidades de las mujeres y las adolescentes. Durante y después de este desastre, las mujeres han tenido que recomponer la estructura de su familia, atender a hijas, hijos, padres ancianos y otras personas que dependen de su apoyo. Además a menudo se quedan solas, pues su pareja suele salir a buscar empleo fuera del área afectada. Este aumento de trabajo, con incremento de las lluvias y dificultades para conseguir agua potable por colapso de pozos o destrucción de tanques, trae consigo que las mujeres tengan que desplazarse mayores distancias provocando lesiones por la carga de peso, menos tiempo para crecimiento personal y enfermedades mentales que ya se están comenzando a manifestar. A esto hay que añadirle que como ya estaban en una situación de discriminación social, esta marginalidad se acentúa en condiciones adversas. De este modo, las mujeres ven aumentada su responsabilidad al interior de los hogares, la que de por sí es siempre muy alta por la tradicional división sexual del trabajo, sobrecargando su salud mental y física lo que desemboca en tensión dentro de las familias. En relación con lo anterior también se percibe un significativo incremento en los niveles de violencia contra las mujeres y niñas, en especial, violencia sexual, abusos y violencia por parte de la pareja, lo que tiene un alto impacto en su salud integral. Podemos asegurar, no sin preocupación, para nosotros que cursamos una carrera relacionada con temas de salud y humanidad, después del Niño Costero 2017, que en Piura prevalece lo urgente y las inquietudes de género se ignoran o se desechan como irrelevantes. A pesar de todo lo anterior, intervenciones como esta convocatoria del Grupo Ideas, se aprecia una apertura de ventana a la esperanza, para evidenciar el rostro humano de esta arduo proceso de reconstrucción, ya que las mujeres forman una parte vital de los esfuerzos de mitigación y respuesta a los desastres al ser especialistas en estrategias para romper el shock, el aislamiento y generar estrategias a nivel micro. Todo ello actuando dentro de sus roles tradicionales o trascendiéndolos.
Los desastres a menudo proporcionan a las mujeres una oportunidad única para que se valore y visibilice su trabajo, además pueden servir para cuestionar y cambiar su posición en la sociedad ya que han demostrado ser indispensables cuando se trata de responder a los desastres de origen ambiental. No hay propagandas ni noticias ni promociones en los medios de comunicación sobre el rol fundamental de las mujeres durante y después del Niño Costero de 2017, las mujeres piuranas construyeron casas y albergues, cavaron pozos y canales, remolcaron agua, montaron las cocinas en los refugios, lavaban ropa, cuidaron del grupo familiar, dieron apoyo emocional, mantuvieron las relaciones familiares y cuidaron a los enfermos, haciendo todo este trabajo de forma gratuita. A menudo, en contra de los deseos de los hombres y sin reconocerles esta labor, las mujeres han estado dispuestas y han demostrado ser capaces de asumir un papel activo en tareas tradicionalmente mal consideradas masculinas. Esto puede ayudar a cambiar la percepción social de la capacidad de las mujeres ya que se ha demostrado que son más eficaces en la movilización local para responder a los desastres, además de formar grupos y redes sociales que trabajan para satisfacer las necesidades más urgentes de la población local debido a su mayor empatía. ¿O les causó mayores conflictos? ¿O es que el varón no valora este papel preponderante y al verla fuerte y empoderada con iguales capacidades ello le genera temor, inseguridad, ira y violencia? ¿Por tanto, a pesar de tanta fortaleza las mujeres son cada vez más vulnerables en el Perú? El feminicidio es un crimen de género, realizado por agresores cuya intención es dominar, ejercer control y negar la autoafirmación de las mujeres como sujetos de derechos a través del uso de la violencia. Esta violencia no se limita a los golpes, sino que vemos en los medios nacionales sujetos que acuchillan, envenenan e incluso disparan a sus parejas. Según la ONG Flora Tristán: "El término "feminicidio" viene de "femicide" cuya traducción "feminicidio" que es un homólogo a homicidio de mujeres". Se ha preferido en la voz castellana dominar a esta nueva categoría de estudio feminicidio, dentro de la cual se pueden abarcar las especificaciones de esta clase de crímenes contra mujeres.
Amire Ortiz, de Paro Internacional de Mujeres aseveró que la violencia en el país está naturalizada y es un problema social y cultural difícil de revertir. “El Perú es un país machista, pero le cuesta aceptarlo y lo vemos todos los días en el acoso callejero y el discurso machista, incluso de los congresistas. Pese a que ahora se habla más de la violencia de género, aún hay mucha gente que no sabe que esta se puede dar en la pareja, en su propia casa y en su entorno familiar. Por eso es importante que la gente siga denunciando y que la violencia se haga visible”, manifestó. Precisamente, hasta setiembre de este año, los Centros de Emergencia Mujer han registrado en el Perú 65,989 denuncias por violencia familiar, de las cuales en el 85% de casos las víctimas fueron mujeres. En ese mismo periodo, se produjeron 3,125 violaciones sexuales, también con la mayoría de víctimas mujeres. El coordinador de enlace regional del Ministerio de Mujeres y Poblaciones Vulnerables (MIMP), Carlos Arcaya, manifestó que, hasta setiembre de este año, se han registrado 145 casos de violencia sexual hacia mujeres en Piura. De estos, 97 son de niñas y adolescentes. La provincia de Piura registra el mayor número de casos con 26 denuncias, refirió Arcaya. Señaló que en la región hay una alta incidencia de la violencia de género, siendo esta situación una brecha preocupante. “Todos los actos de inequidad de género nos lleva a la violencia, y el Ministerio de la Mujer es el ente rector para ver este contexto. Nosotros nos preocupamos por trabajar desde la prevención para su erradicación o al menos, que disminuyan los casos”, señaló. Según el especialista, las instancias que trabajan en defensa de los derechos de las que son víctimas de violencia no lo están haciendo desde la prevención “Son muy pocas las instituciones que se preocupan por el tema de la prevención, lo hacen de una manera mecánica, es decir, ven el caso, lo atienden, dan medidas de protección, pero no la tarea principal de prevenir”. Cuando una mujer es asesinada en su casa y se comienza a preguntar sobre el historial de violencia en ese hogar, a menudo se puede descubrir que la mujer había acudido a la policía, o que había buscado atención médica, pero que nadie había juntado todas las piezas para establecer el riesgo al cual esta persona estaba expuesta. Por ello creemos
que es urgente
comprender y reconocer el historial de violencia que llevó al
feminicidio.5 Esta propuesta hace un llamado a las instituciones y a la ciudadanía: no hacen falta solamente grandes presupuestos ni grandes recursos para realizar campañas de prevención de la violencia de género. Sino que hace falta incidir en la educación, en debatir y dialogar sobre cómo construir una sociedad igualitaria y no violenta, voluntad política, compromiso, acciones contundentes y transformadoras de la realidad, y que cada una y uno de nosotros se involucre y se convierta en un nodo del cambio. Podemos reconstruir un nuevo modelo de Estado ciudadano. CONCLUSIONES Mientras que en el pasado los métodos para combatir la violencia hacia la mujer se han centrado en gran medida en el sistema de justicia penal, actualmente hay un movimiento general hacia un enfoque de salud pública que reconozca que la violencia no es resultado de un único factor sino que es causada por múltiples factores de riesgo que interactúan a nivel individual, relacional, comunitario y social. Por consiguiente, para abordar la violencia basada en género se requiere la cooperación de diversos sectores, como los de la salud, de la educación, de bienestar social y de justicia penal. El feminicidio puede desarrollarse en los tres ámbitos; tanto dentro del ámbito familiar, como en el de la comunidad, y el perpetrado por el Estado o tolerado mediante la poca atención a políticas que erradiquen la discriminación contra la mujer y los obstáculos que permanecen en las legislaciones nacionales (atenuante de homicidio: crimen por emoción violenta) que dificultan la debida diligencia del Estado y mantiene estereotipos que tienden a devaluar los comportamientos femeninos. El Feminicidio muestra el real contexto de violencia y discriminación hacia la mujer; convirtiéndose en uno de los principales problemas sociales que tenemos que enfrentar, pues es evidente que las construcciones sociales de nuestra sociedad toleran la violencia basada en la discriminación de género. Las afirmaciones vertidas por los agresores muestran claramente que existe una pretensión de autoridad y dominio sobre las decisiones de las mujeres y sobre sus vidas; dicha autoridad, al verse contravenida, genera una reacción violenta en su intención de autoafirmarse.
Estado e Instituciones negligentes ante este crimen de género. No actúan con la debida diligencia, es decir que se debe exigir a las autoridades la investigación exhaustiva de los hechos y la aplicación de justicia a los responsables; como parte de sus compromisos internacionales con la defensa de los derechos humanos de todas las personas. Poner fin a la impunidad es fundamental, necesitamos estadísticas comparables para analizar y comparar entre países lo que funciona y lo que no para erradicar el femicidio. Cuando disponemos de mejores estadísticas podemos ver los patrones y la gravedad de la
situación
y
formular
políticas
bien
fundamentadas.
También debemos poner un gran énfasis en la prevención porque, aunque metamos en la cárcel a todos los agresores, si no cambiamos las causas estructurales, las actitudes y las percepciones que originan la violencia contra las mujeres, nunca vamos a terminar con ella. ALTERNATIVAS PROPUESTAS a)
La educación Sexual Integral en las currìculas desde el nivel inicial, abordando enfoques de equidad de género; así como un cambio del enfoque en los dogmas religiosos que enseñan a a valorar como un valor importante, privilegiante para la mujer, a la virginidad y la “pureza”, asocian la sexualidad con el pecado. Propiciando que impere una doble moral en nuestra sociedad, permisiva y liberal para el varón y restringida y lapidaria para la mujer.
b)
La realización de acciones, debe ir acompañada de un plan de seguridad, el traslado a una casa de refugio y de ser posible el resguardo policial, para proteger a la víctima y salvar su vida. Teniendo en cuenta que denunciar al victimario y sus intentos causa actos de represalia.
c)
d)
Ubicar en los refugios habilitados mujeres líderes que realicen labores de Salud Reproductiva como proporcionar métodos anticonceptivos, orientación consejería, derivar para las atenciones pre natales, etc. Muchas mujeres están habitando lejos de sus lugares de origen y no son atendidas por no pertenecer a la jurisdicción de los centros de salud. Es fundamental señalar que las organizaciones del Estado y de la sociedad civil deben promover estrategias para prevenir y enfrentar casos de feminicidio en el país, pues son delitos de lesa humanidad cotidianamente vividos por las mujeres y no existe un amparo eficiente para ellas.
e)
f)
Producido el feminicidio, es prioritario atender a la familia afectada en el proceso de superación del duelo y la canalización de los sentimientos de rabia, ira y venganza hacia las rutas establecidas por la justicia. La ausencia de la madre asesinada y la amenaza del padre (recluido o prófugo) dejan impactos en la vida y salud de los niños, niñas y adolescentes, que pasan a una nueva condición de orfandad. El feminicidio debe tipificarse como delito más no como caso de violencia de género.
BIBLIOGRAFIA. 1.
www.mindes.gob.pe. (2008). Obtenido de Plan Regional Contra la Violencia hacia la mujer
2.
www.ministeriopublico.gob.pe. (diciembre de 2010). Obtenido de Ministerio Publico.
3.
www.unwomen.org. (2016). Obtenido de Enfoque en la Prevencion de la violencia.
4.
CEPAL. (2017). Obtenido de Peru ocupa 8 lugar en feminicidios.
5.
www.lac.unwomen.org. (15 de febrero de 2017). Obtenido de Combatiendo el Feminicidio en America Latina.
6.
www.peru.unfpa.org.es. (12 de julio de 2017). Obtenido de Los Derechos de las personas como pilar de resconstruccion.
7.
www.regionpiura.gob.pe. (agosto de 2017). Obtenido de Ordenanz: Mesa de concertacion regional.
8.
Tristan, F. (Octubre de 2005). www.floretristan.com. Obtenido de El Feminicidio.
9.
Parma Carlos (2005) el Feminicidio www.carlosparma.com 24.07.2013
en
el
Perú,
recuperado
de