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Íntroducción
Una extraña descripción de instrumentos sonoros.
Carlos Andújar Persinal Asesor especialista en Cultura Centro León
Con más de 28 artículos de prensa escritos entre los años de 1974 a 1992, Fradique Lizardo nos entrega en este Cuaderno IX, una lista de instrumentos y no todos físicos, para mostrarnos su verdadera dimensión de folklorista e investigador.
Cada artículo describe un sonajero especialmente particular de la organología dominicana, y desde una introducción sobre el instrumento, pasando por formas de ejecución, fabricación, contextos, mapa geográfico, materiales, sonidos, procedencia de los mismos, en breve texto, nos sitúa en cada uno de los más de 28 instrumentos o formas sonoras descritas.
Desde el palito, la maraca, el fututo, el mango del güiro, el buche como instrumento musical, la trompeta de botella, el cajón, son parte de las descripciones sonoras nos muestran, la ingeniosa manera de hacer música, y de producir sonidos y ritmo que tiene el pueblo dominicano.
Esta es la significación de este Cuaderno IX que muestra la curiosa inquietud de Fradique Lizardo que en cerca de 20 años, escarbaba detalles que solo la pericia investigativa, la agudeza de buscar de lo común, lo extraordinario, hizo de este gran acucioso del folklore dominicano, su principal figura.
No solo se limitaba a exponer Fradique Lizardo, sonajeros e idiófonos poco comunes muchos de ellos, sino a destacar la fuerza melódica que caracterizaba esta inventiva popular con fuetes, trompetas de metal, flautas de Samo, quijada de burro, maracas de higüero, botellas o cucharas comunes como instrumentos musicales.
Es ahí donde radica el investigador que salta de lo cotidiano a lo simbólicamente trascendente, como podemos leer en estos artículos que nos muestra a un Fradique que no solo se fijaba en el movimiento de la cadera, los hombros, los pies o en los toques de mano del tambor o la forma en que los dedos mueven el teclado del acordeón; también ese ojo agudo se detenía en las nimiedades de la cultura, en lo visualmente común, o lo simple, y también complejizar el hecho cultural y su valor en la cultura humana.
El Cuaderno IX del Folklore, Fradique Lizardo, nos deja una agradable sensación sonora, rítmica, creativa y de armonía al oído, con la espectacularidad del ingenio popular capaz de producir notas musicales o sonidos con el buche, con una quijada de burro, con el cono de hilo o simplemente una hoja de papel 8 y medio por 11, significando la sonoridad del pueblo dominicano, su grato sentido musical, su alegría siempre acompañada de sonidos, sea en contextos seculares o sagrados.
Los juegos infantiles tampoco quedaron fuera de esta descripción como vemos con el tirapó de papel o la matraca de Semana Santa, también usada por los niños en sus juegos. En el caso de los palitos, el investigador y folklorista, Fradique Lizardo, nos indica su popularidad, como idiófonos, en la gama de ritmos con los que se acompaña, así como las formas particulares de tocarse y sus variantes.
Nadie puede imaginarse que estos simples instrumentos como el gancho del güiro, podían ser motivo de estudio, solo la dimensión y estatura de Fradique Lizardo podía darle esa lectura tan especial a estos instrumentos o sonidos que, si bien muchos son conocidos, otros requerían ser descubiertos, explicados y dados a conocer.