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LAS MATRACAS DE SEMANA SANTA

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EL GANCHO

EL GANCHO

Por Fradique Lizardo

Nombre:

Su verdadero y único nombre es el de "matracas". Se le agrega "de Semana Santa" como determinativo para separarlo de otros tipos de matracas, ya que su uso no solamente es en los días finales de la Semana Mayor sino que está restringido a que son los únicos instrumentos permitidos durante jueves, viernes y parte del sábado.

Distribución geográfica

Las hay en cada una de las iglesias del país y su uso, como ya hemos dicho, está restringido a dos días completos y antes hasta el sábado a las 10 de la mañana. Con el cambio de la liturgia católica, hasta el sábado a las 12 de la noche que repican la gloria ahora.

Clasificación organológica

Según la clasificación de Hornbostel-Sachs, que es la que usamos, las matracas de Semana Santa son un idiófono de golpe indirecto, de marco, y por lo tanto, le corresponde el número 112.12.

Construcción

Se habilita un cilindro de largo variable, que gire alrededor de un pivote y con una manivela, por el cual se pueda mover a voluntad. Se colocan en cruz cuatro pequeñas planchuelas de madera que tengan el mismo largo del cilindro y de una extensión adecuada para que las cuatro vengan a formar una cruz, colocadas a distancia equidistante en el cilindro. Sobre las caras de las planchuelas se colocan toda suerte de artefactos de hierro que se encuentren: aldabas, tornillos, pedazos metálicos, herraduras, en fin, todo cuanto aparezca. Pero todo esto debe colocarse en tal forma que se mueva libremente en cualquier dirección, para que cuando se le dé vuelta al manubrio, las piezas produzcan un ruido ensordecedor. Si cada una de las planchuelas tiene más de un metro de largo, por unos 40 centímetros de ancho, y están llenas de artículos metálicos en cada una de las ocho caras disponibles, se arma un verdadero pandemónium que, según las creencias del pueblo, esta ausencia de ruido es la que indica que Cristo ha muerto y que no se puede hacer ninguna clase de ruido mientras dure su muerte.

Forma de tocarlo

Dándole vueltas a la manivela para que al girar los instrumentos metálicos choquen contra la planchuela.

Ocasiones en que se usa

Este instrumento, ya se ha dicho anteriormente, se usa únicamente el jueves, viernes y sábado de cada Semana Santa, cuando estaba prohibido hacer ruido, y hasta a los caballos les cubrían las patas al entrar al pueblo para que las herraduras no sonaran, y todas las especies de la casa se majaban los miércoles para que ni siquiera el pilón hiciera ruido.

Posición incongruente con el ruido que hacen las matracas, que son bastante ruidosas, pero eso es la creencia que estamos obligados a preservar y que todo sea «A Mejor Deo Gloriam».

Variantes

Hemos encontrado una variante muy peculiar que vamos a reseñar a continuación: En la Iglesia de San Felipe de Puerto Plata, existe la matraca siguiente: son cilindros piriformes de madera de unos 3 centímetros de largo o alto como se prefiera, y con unos 18 centímetros de diámetro en su parte inferior. Está atravesado por un agujero y en el exterior tiene planchuelas de diversas formas que son las que producen el ruido cuando se le mueve.

NOTA: Estos instrumentos no son folklóricos por pertenecer a la religión oficial y, por lo tanto, quedan fuera del marco del estudio del Folklore. Sin embargo, consideramos que un verdadero estudio de los instrumentos musicales dominicanos debe incluirlos para que se sepa que exis-

Instrumentos folklóricos dominicanos ten, ya que no son instrumentos académicos y fuera del ámbito de una publicación como esta nunca se mencionarán.

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