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EL CAJÓN
Por Fradique Lizardo
Sinonimia
No hemos encontrado ninguna otra designación para este instrumento.
Nombre
Cada mención que se hace de las innumerables crónicas del siglo pasado que lo mencionan, lo designan como cajón.
Distribución geográfica
Casi todas las menciones de este instrumento son de la ciudad de Santo Domingo, pero como son tan abundantes, suponemos que debió de tener una amplia distribución. Aunque, desde luego, esto es una apreciación personal. Sin documentos que lo avalen, no se puede hacer una clasificación científica.
Clasificación organológica
Este tipo de instrumento solamente tiene una posibilidad organológica, con un número fijo, pues en su sistema de tocar no hay variantes, pero a nuestra forma de ver las cosas, al no haber dibujos, croquis, ni una descripción detallada, sería arriesgado o al menos podría malinterpretarse el designarle un número sin los requisitos antes enunciados.
Cuando nos tocó clasificar los instrumentos indígenas, que ya no hay esperanzas de una reconstrucción, se le asignó el menor número posible dentro de la escala decimal y así cualquier dato que se agregara solamente se le aumentaba el número correspondiente. En este caso, aún tenemos la esperanza de que se le aparezca aun o de momento un documento que permita una clasificación adecuada y precisa.
Construcción
No tenemos detalles acerca de éste y no podemos hacer avances.
Forma de tocarlo
Todos los instrumentos similares en Perú y en Cuba, se tañen con el tocador sentado encima del instrumento y golpeando las maderas con ambas manos. Como no tenemos noticias, no podemos hacer la menor insinuación al respecto.
Ocasiones en que se usa
Siempre se menciona como amenizando las fiestas de la época, por lo que se ve que era un instrumento de un uso amplio entre todas las capas de la población que asistía a fiestas populares.
Posible origen
Desde el siglo XV hasta el XVIII, no se consigna el uso de este instrumento en ninguna crónica que hayamos consultado hasta ahora.
Al iniciarse el siglo XIX, comienzan a mencionar este instrumento y no dejan de hacerlo hasta fines de siglo. Esto nos hace pensar que este instrumento pudo haber venido con la primera invasión de los haitianos a principios de siglo. En Perú y Cuba, este instrumento surgió como una respuesta a la cruel medida que impedía a los esclavos tener sus tambores, y ellos echaron mano del primer envase habilitable para tocar sus ritmos. En Haití, que tuvo una esclavitud que sufrió medidas despiadadas, pudo darse el caso, pero en nuestro país, el negro nunca fue despojado de sus tambores, aunque reglamentaran su uso, y no tuvo necesidad de esta salida.
Esto, desde luego, no es una seguridad, sino una simple hipótesis. La única verdad es que el instrumento se menciona durante el siglo pasado y tal como vino, desapareció sin dejar rastro.