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LA PERCEPCIÓN DE LA FELICIDAD EN LA TERCERA EDAD

Necesitamos seguir reforzando en la sociedad

un modelo exitoso acerca de la tercera

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edad y no continuar perpetuando el modelo negativo que no ayuda a avanzar en cuanto al trato digno de una persona adulta mayor. De acuerdo con Anita Liberalesso el modelo negativo es cuando visualizamos a la tercera edad como la etapa última de la vida y ya de camino a la muerte y solo se enfoca en la pérdida de las capacidades biológicas, psicológicas, sociales, culturas e incluso espirituales y de acuerdo a ella misma; el modelo exitoso visualiza a la tercera edad como otra etapa de la vida en el que desarrollo de la persona en todas sus capacidades es lo más importante y pone al adulto mayor con la misma dignidad que cualquiera de las otras etapas. En la actualidad el papel de una persona mayor como el de muchas otras cosas ha cambiado, ya no podemos seguir encasillándolos en que se jubilarán y cuidarán de los nietos y que su vida se vuelve solo la iglesia, la casa y no pensar en otras cosas. El acercamiento a la web después de pandemia ha generado que las actividades de una persona adulta se acerquen a todo un universo de posibilidades al alcance de un celular, opciones que los han llevado a despertar o reencontrarse con necesidades que por estereotipo que se tiene acerca de la edad se pensaba que ya no había que hacer más. Las necesidades que se presentan son las mismas que las de cualquiera otra etapa, esas necesidades básicas que además de la alimentación, el tener la salud y que en esta etapa es cuando vienen los resultados de los cuidados de etapas anteriores; de seguridad (si hay pensión se tiene resulta de lo contrario hay que seguir trabajando a menos que haya apoyo de los hijos y un poco de gobierno); necesidad de pertenencia, donde a veces se es segregado de la familia porque todos tienen ocupaciones y labores que atender, el adulto mayor tiene necesidad de expresar y que le sean expresados sentimientos de amor, de amistad y al mismo tiempo de aceptar que tal vez algunos de sus miembros cercanos se alejen ya sea por causa de la muerte, de trabajo o sencillamente porque están en el vivir cotidiano. Es ahí donde es sano no minimizar sus necesidades, en lo posible hablarlas pero siempre respetarlas y tomarlas en cuenta, no hay nada mejor que sentirse parte de una familia, una pareja, una comunidad y sociedad; la necesidad de reconocimiento es una de las menos atendidas, pareciera que el adulto mayor ya no tuviera nada que ofrecer y solo vivir de sus viejas glorias, y me atrevo a decir que al contrario, si él nunca deja de ver por sí mismo, de aprender y de procurar su equilibrio en salud, atreviéndose a rebelarse de un destino que más bien parece maldición de no ser para que otros sean, seguramente no solo su dignidad permanecerá intacta si no que se potenciará dándole el reconocimiento que se merece. La necesidad de autorrealización va más allá de ver a los hijos triunfar que claro es importante, pero abarca un poco más allá, donde la persona encuentra el sentido de su vida y su existencia, además de sentirse útil y regresar algo a la vida y adentrarse en alguna causa social que crea justa y se atreva a hacer voluntariado.

La felicidad no depende de:

• La posición social. • De las cuentas en el banco. • Las posesiones materiales. • De un título universitario. • La “Belleza que poseas”. • Del juicio de otros. • De la ausencia de problemas. • De la salud. • De las cualidades y habilidades que se tengan. • Pues muchas personas aun poseyendo lo anterior no son felices y hay otras que aun careciendo de ellas son felices. • La felicidad si depende de: • La actitud que toma la persona ante la vida. • Las circunstancias que se le presentan y sabe aprovechar. • Del mundo interior que da sentido. • De las aspiraciones y deseos de la persona. • Desarrollar la expresión y manejo de las emociones. • La capacidad de disfrutar de la vida. • Del sentido de vida. • La sensación de libertad interior. • La estructura positiva que le demos a nuestras vivencias. • De la autonomía que logremos. • Y lo sólido de valores. • El control sano de nuestra vida.

Aunque no es regla para el adulto mayor es mucho más fácil distinguir entre lo superficial y lo trascendente, y esta generación que inicio por allá de los 30´s, 40´s y

50´s vaya que les ha tocado afrontar muchísimos cambios pues han ido varios estereotipos desde su adolescencia, juventud, adultez y adultez mayor, cosa nada fácil pues de venir de estructuras muy rígidas ahora para ser aceptados han tenido que cambiar muchas formas de pensar. Todos necesitamos entender que cada vez los cambios del entorno son más rápidos y lo que ayer parecía inamovible hoy tiene el carácter de obsoleto, pero hay cosas que nunca deberían cambiar como son los valores universales que dan reglas de convivencia en un mundo tan diverso en pensamientos.

Patrones de comportamientos y pensamiento de

las personas felices (Lyubomirsky)

• Dedican mucho tiempo a su familia y a sus amigos, así como a fortalecer esas relaciones y a disfrutar de ellas. • Se sienten cómodas expresando su gratitud por todo lo que tienen. • Son a menudo las primeras en ofrecer ayuda a sus compañeros de trabajo y a los transeúntes. • Son optimistas al imaginar su futuro. • Saborean los placeres de la vida y tratan de vivir en el presente. • Convierten el ejercicio físico en un hábito semanal, y en ocasiones cotidiano. • Están profundamente comprometidas con sus objetivos y ambiciones para toda la vida. • Soportan el estrés, tienen crisis e incluso sufren tragedias. Sus armas secretas son el aplomo y la fuerza que muestran para hacer frente a sus dificultades.

La percepción de la felicidad en el adulto mayor es un punto muy importante y otro retro a vencer pues para algunas generaciones olvidamos que el buscar la felicidad es una de las metas mientras se está vivo y esto incluye a todas las razas, credos, color y género de la especie humana. Wessman & Ricks en la década de los 60´s decían que la felicidad es como una evaluación global de la calidad de las propias experiencias individuales, en el camino de sus asuntos importantes. Para Góngora y Coronado la felicidad es una manera de pensar, sentir y actuar que hace a la persona ser lo mejor que puede ser en relación con ella misma y con los demás. De acuerdo a Segura y Ramos El ser feliz no es un estado de ánimo, es una actitud constante, tener momentos placenteros no nos convierta en seres felices y nos recuerda que la felicidad puede ser un concepto abstracto que incluye estados de bienestar. Gilbert visualiza tres tipos de felicidad emocional, la felicidad moral y la felicidad valorativa. La felicidad emocional consiste en un sentimiento, una experiencia, un estado subjetivo, que no tiene un referente objetivo en el mundo físico. la felicidad moral, indica un sentimiento muy bueno que solo puede generarse con medios especiales (e.g., vivir de una forma correcta, ética, valiosa, profunda y enriquecedora). La felicidad valorativa, consistente en los juicios elaborados por cada persona sobre comparaciones entre experiencias propias, pasadas y recientes (Gilbert, 2006, p.56). El adulto mayor nunca debe de renunciar a su derecho a la felicidad independientemente de su condición de salud, social y cultural. Su percepción de felicidad tiene que ver con: familia, pareja, forma de ser, compañía, actividades, Dios y salud. Para esto es muy bueno que busque apoyo profesional y desarrolle habilidades para lograrlo. Para el envejecimiento saludable y favorecer la felicidad se sugiere: 1. Prepararse: conocer lo más que se pueda acerca de los cambios físicos, psicológicos, sociales que se surgen con la edad. 2. Independencia: en lo posible siempre tener poder de decisión en relación a su vida. 3. Socialización: con su grupo de pares, amigos y familia extensa siempre socializar. 4. Ejercicio: tener una rutina de ejercitación que lo lleve a siempre estar activo. 5. Actividades cognitivas: implementar ejercicios que desarrollen su actividad mental. 6. Alimentación adecuada: estar al pendiente de los cambios en el régimen alimenticio para poder asegurar una buena calidad de vida. 7. Control médico: estar al pendiente de su chequeo médico y el seguimiento a sus malestares. 8. Familia: siempre a la familia nuclear darle el tiempo necesario y fomentar la buena comunicación y expresión emocional.

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