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LA REPERCUSIÓN DEL DIÁLOGO ASERTIVO EN EL VÍNCULO MÉDICO - PACIENTE

LA REPERCUSIÓN DEL DIÁLOGO ASERTIVO EN EL VÍNCULO MÉDICO PACIENTE Y LA RELACIÓN CON SU TRATAMIENTO MÉDICO

Alo largo de la historia y de nuestra experiencia, como profesionales de la salud, ha surgido, a través del diálogo, la percepción que los

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pacientes tienen de los médicos, y de la forma en la que repercute el

cómo ellos deciden o no seguir con su tratamiento médico. Los pacientes, aquellas perso-

nas que se acercan a nosotros como profesionales, con la finalidad de sentirse mejor, nos dan un bosquejo de sus emociones, de su forma de ver las circunstancias por las que están pasando, y nos pueden permitir conocer la forma en la que una atención adecuada, atenta, asertiva y amable puede hacer o no que exista la suficiente motivación para que puedan continuar adecuadamente con su tratamiento médico y, por ende, con ello, tener una mejor calidad de vida. Laín Entralgo (1996) en su investigación nos dio a conocer la im-

portancia del lenguaje, y las barreras que este puede llegar a tener cuando es enteramente especializado, circunstancia que de una u otra forma no permite que quien acude a nuestra consulta pueda comprender del todo lo que deseamos expresarle y la importancia que ello conlleva en su recuperación. Entonces, damos cuenta que el tener la capacidad de

entablar un diálogo adecuado, receptivo, comprensivo y aserti-

vo, puede hacer una diferencia en como un individuo puede llegar a comprometerse con su salud y, por ende, con su recuperación. El médico por su parte, trata de hacer una diferencia en la salud de su paciente, por una parte, trata de acceder a su propio baúl de conocimientos para poder darle a conocer lo que le está ocurriendo a su paciente, pero por la otra, es complicado dada su falta de capacitación (no generalizamos) el encontrar las palabras adecuadas para que aquellos que se acercan con él para poder ser atendidos comprendan exactamente lo que él o ella deseaban transmitirle ya que de una u otra forma al intentar realizar dicha acción dicho vocabulario especializado vuelve a surgir y el paciente en vez de acercarse y comprometerse se aleja y no continua adecuadamente con el tratamiento. Otros autores cómo Kobayashi et. Al (2021) hicieron referencia a este vínculo existente entre la diada médico-paciente, en su aportación al libro “Socio Medicina. Una visión

necesaria para la salud humana”. El doctor Antonio Kobayashi, junto con sus colaboradores, hablan precisamente de esos saberes e instrumentos que cada individuo tiene de forma inherente y también de forma aprehendida, además de las dificultades que ambos (el paciente y el médico) pueden tener para poder tener una buena comunicación, tales como “el poder, el estatus, la autoridad y la distancia profesional”, que cómo lo abordamos anteriormente suman para que el vínculo entre ellos no se fortalezca y por ende, el tratamiento tenga más probabilidades de fracasar. Y es que, tal y cómo ellos lo expresan, la comunicación

existente entre ellos ocurre en “tres dimensiones, la objetiva o tecno- científica que puede fungir también cómo una barrera o no, dependiendo de cómo lo exprese al paciente, la subjetiva o propia de los psicologismos

y por último, la cultural”. Y podríamos agregar desde nuestro punto de vista, la social. Usemos por ejemplo el caso de la diabetes mellitus tipo 2, Romero (2021) expresó en su trabajo de tesis que esta es una enfermedad con muchas repercusiones, -cabe señalar, que en este artículo, no deseamos enfocarnos específicamente en esta enfermedad, dado que la relación médico paciente y una atención asertiva, atenta y adecuada puede ser aplicada para cualquier enfermedad, pero podemos tomar como ejemplo a la Diabetes con la finalidad de tener un ejemplo más tangible de las circunstancias- las cuales podemos encontrarlas a nivel social, cultural y personal en la esfera de cada individuo. Aquí, cuando el individuo se percata de la enfermedad entra en un círculo de emociones y circunstancias personales y familiares, que van desde las catastróficas en donde el paciente puede pensar que fallecerá o podría tener impotencia sexual, hasta algo que quizá dadas sus circunstancias familiares de una u otra forma ya era algo que esperaba, pero que simplemente no sabía cuándo llegaría… otras en donde la familia le proporciona todo el apoyo del mundo y otras en donde no realizan ningún cambio en su cotidianeidad y entorpecen la mejoría del paciente. Así, en este caso, los pacientes muchas

veces buscan a un individuo, en este caso hablamos de un médico, que pueda comprender empáticamente su circunstancia

y dado que ya lo está viviendo, este le ayude a salir adelante para tener una mejor calidad de vida, sin dejar de lado claro está, su propia responsabilidad y su propia atención personal, pero que de alguna manera pueda ayudarle a trabajar con las circunstancias de cualquier tipo (personal, familiar, social o cultural) que se encuentra viviendo en ese momento. Es así que de la mano del profesionista de la salud, una persona con cualquier enfermedad puede salir avante de la circunstancia que está viviendo, buscando dentro de su bagaje de conocimientos la motivación suficiente para hacer uso de sus herramientas y mejorar su estilo de vida a través de las modificaciones que el médico le está proporcionando para su cotidianeidad. Queda claro que cada individuo es diferente, pero siempre buscaran un buen trato, y lo antepondrán en la mayoría de las ocasiones al conocimiento que pudiese tener aquel individuo que trataría su enfermedad, y si en este caso existiese una combinación de saberes, es decir, conocimiento científico y conocimiento humano (empatía, amabilidad, atención) aquel que fuese tratado saldría adelante más fácilmente de su circunstancia, de su enfermedad, poniendo en práctica esto que de una u otra forma aprendería con el tiempo y aplicaría en su cotidianeidad.

Bibliografía

Kobayashi Gutierrez, A., & Torres Mendoza, B. M. (2021). El vínculo médico-paciente una relación humana. En A. L. Salcedo Rocha, & J. E. Garcia de Alba, Socio Medicina, una visión necesaria para la salud humana (pág. 111). Guadalajara, México: Amate Editorial. Laín Entralgo, P. (1969). El médico y el enfermo. Madrid, España: Guadarrama. Romero Robledo, Eledin Natalia (2021). “El encuentro médico paciente: diálogo como herramienta en la percepción de la diabetes mellitus tipo 2”.

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