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LOS IMPACTOS AMBIENTALES EN LOS MONOCULTIVOS DE AGAVE

En México desde hace muchos siglos se tiene muy arraigado la costumbre de tomar alguna bebida a base del maguey como es el tequila y el mezcal. Según los autores Francia Rodríguez, Luis Martínez y Carlos Palomera en su artículo “Contextualización socioambiental del agave en Tonaya, Jalisco, México” nos cuentan que según la leyenda

el agave nació en el lugar donde Quetzacoalt enterró

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los restos de la hermosa diosa Mayahuel. Y el naturalista Linneo lo clasificó y nombró con el nombre griego de agave el cual significa admirable o noble. En nuestra historia el maguey ha ocupado un sitio importante en las diversas culturas como son los Toltecas, Zapotecas, Mexicas y Mixtecos, cuyo conocimiento y dominio de la planta les permitió usarla como no solo como bebida sino como alimento, ornato, vestido, papel, medicina, calzado, y herramienta de trabajo entre otras cosas (Inah 1997). Hoy en día el agave es parte fundamental para los procesos de fabricación de ixtle en greña, jarabe dulce, tequila, pulque mezcal, bacanora, miel de agave, inulina, composta, forraje y artesanías, sin embargo, las grandes compañías en su afán de obtener grandes ganancias obligan a los pequeños productores a que solo siembren la variedad tequilana weber, que es el tequila azul, pues ofrece mayor rendimiento que las otras especies de agave. Pero el cultivar enormes extensiones con un solo tipo de cultivo, además de ser clones de una misma variedad, ocasiona grandes impactos ambientales, sociales y económicos. Algunas de las serias consecuencias son que en el proceso de plantación durante los primeros años, los agaves son fumigados con fertilizantes y pesticidas, para que lleguen a un tamaño adecuado para la cosecha. Dichos pesticidas, en su mayoría rociados a través de avionetas, o sistemas de riego, van contaminando no sólo la tierra, sino que ya se han visto afectaciones en aves, peces, anfibios y pequeños mamíferos. En otro artículo, “Los residuos de agave como factor de corrosión del suelo donde se vierten” de Hoz Zavala y Nava Diguero, se observa como los residuos derivados del agave en Tamaulipas son vertidos directamente en el campo, con la creencia de que por sí solo se degradan trayendo aportes al suelo. Sin embargo, se les pasó por alto a los productores que todo exceso es malo y que la cantidad de residuos que tiran es tal que el contenido de alcohol, azúcares y cambios en el pH ha creado corrosión en muchos suelos, generando dificultad en la absorción del agua, sales minerales y nutrientes. Finalmente pueden

llegar lixiviados (líquido residual generalmente tóxico) a los mantos freáticos ocasionando contaminación en aguas. En la cuestión social y económica muchos pequeños productores, por su avanzada edad y porque sus hijos ya no desean trabajar la tierra, rentan sus parcelas a las grandes compañías, y éstas, con contratos establecidos, manejan la tierra a su antojo, lo que ha ocasionado que cuando se acaban los contratos les devuelven a sus dueños tierras contaminadas y desertificadas para cualquier tipo de cultivo.

Un residuo industrial se define como “material o producto cuyo propietario o poseedor desecha y que se encuentra en estado sólido o semisólido, o es un líquido o gas contenido en recipientes o depósitos, y que puede ser susceptible de ser valorizado o requiere sujetarse a tratamiento o disposición final…” La industria tequilera es un gran generador de residuos peligrosos y residuos de manejo especial. De los residuos generados son dos los de mayor impacto. El bagazo, que es la fibra del agave restante una vez que se le ha extraído las azúcares; si bien es un residuo de origen orgánico, y por lo tanto se considera biodegradable, cuando no se realiza un manejo adecuado del mismo, puede pasar periodos prolongados (al menos un año) para que de manera natural se descomponga y reintegre sus componentes al medio, en este proceso de descomposición descontrolada su principal problemática es que va a producir lixiviados que contaminan el suelo y el agua, cambiando sus propiedades, malos olores que contaminan el aire y proliferación de fauna nociva que pueden convertirse en vectores de problemas a la salud. Las vinazas, que son las aguas residuales del proceso de destilación, tienen altas concentraciones de sólidos totales (ST) por arriba de 21,000 mg/L y un pH bajo entre 3.5 y 3.9, que en su caso si llegan a ser vertidas al suelo o sobre un cuerpo de aguas sin un tratamiento previo adecuado, estos pueden contaminarse completamente, acabando con la productividad y la vida que sustentan, cambiando completamente las propiedades del ecosistema. De allí que el impacto ambiental derivado de un mal manejo de tales residuos es muy alto. Para contrarrestar los

efectos contaminantes de estos residuos, específicamente en materia de aguas residuales, existe en el mercado una diversidad de tratamientos, de los cuales algunos han sido adaptados de otras industrias dentro del giro de bebidas espirituosas diferentes al tequila y otros han nacido a partir de la investigación específicamente en la Industria Tequilera. Algunos tienen costos elevados y otros más moderados. En el caso de la fibra de agave o bagazo, las soluciones y la tecnología son mucho más sencillas y relativamente económicas en comparación al tema del tratamiento de aguas

residuales. Ante todo, las empresas del giro podrán optar por las diferentes opciones de acuerdo con sus ciclos de producción, al presupuesto que se quiera asignar y a sus políticas ambientales. Nos queda pensar que planeta tierra solamente existe uno y que, si no hacemos cultivos sostenibles y sustentables con el ambiente, pronto nos quedaremos sin Tequila y sin agave. Es tiempo de despertar esa conciencia borracha y comprometernos: exigir a las grandes compañías la producción de diferentes variedades de agave, (no solo el tequila azul) así como exigir a los gobiernos total transparencia y vigilancia en todo el proceso de fabricación para aprovechar al máximo los residuos del agave y utilizar la tecnología para evitar que lleguen los contaminantes a los ríos.

Biografía: Rodríguez Contreras, Francia Elizabeth; Martínez Rivera, Luis Manuel; Palomera García, Carlos, Contextualización socioambiental del agave en Tonaya, Jalisco, México. Región y Sociedad, vol. XXIX, núm. 70, septiembre-diciembre, 2017, pp. 71-102 El Colegio de Sonora Hermosillo, México

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