VIDA y SALUD
Relación de Ayuda
MAYO - JUNIO 2024
Año XXII - Número 129
TANATOLOGÍA
PAG. 4 -5
Educación para la muerte y formación en el acompañamiento en el duelo
ÍNDICE
EDITORIAL
REDES SOCIALES
PAG. 10-11
Inteligencia artificial en el campo médico
ÉTICA
PAG. 24 - 25
Bioética y Sexualidad
VIDA y SALUD
AÑO XXII - No. 129
MAYO - JUNIO 2024
REVISTA BIMESTRAL
REDACCIÓN Y DISTRIBUCIÓN
CENTRO SAN CAMILO A. C.
Av. Pablo Casals No. 2983
Col. Prados Providencia C.P. 44630 - GUADALAJARA, JAL. TEL: (33) 3640-4090
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1 LA RELACIÓN DE AYUDA: EL ARTE DE ACOMPAÑAR SOCIEDAD Y SALUD
2 LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD EN MÉXICO TANATOLOGÍA
4 EDUCACIÓN PARA LA MUERTE Y FORMACIÓN EN EL ACOMPAÑAMIENTO DEL DUELO PSICOLOGÍA
6 LAS PERSONAS TÓXICAS RINCÓN MÉDICO
8 PROBLEMAS EN LAS UÑAS
REDES SOCIALES Y ACOMPAÑAMIENTO
10 INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN EL CAMPO MÉDICO
12 RELACIÓN DE AYUDA
CULTURA
18 LA NATURALEZA ES RESURRECIÓN REPORTAJE
MOVIMIENTO Y SALUD
20 ALTERACIONES POSTURALES Y LENGUAJE
ESPIRITUALIDAD
22 LA IGLESIA ES ESENCIALMENTE UNIVERSAL Y SOLIDARIA
BUENOS HÁBITOS
ÉTICA COTIDIANA
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Director Responsable: Silvio Marinelli
Secretaría: Centro San Camilo A.C. Diseño: Ldg. Jorge Soto García
Colaboradores:
Jesús Humberto del Real Sánchez
Victoria Molina
Luz Elena Navares Moreno
Cliserio Rojas Santes
Yolanda Zamora
Eduardo Casillas González
Judith Jiménez López
Patricia Medina Segura
Omar Olvera Cervantes
Mario Martínez Barone
Marisa Chávez Correa
Hortensia Beatriz Amador Ochoa
Georgina González García
Beatriz Lujambio
Maribel Delgado
María José Albanés
Luis Altamirano
Nancy Meza
Roberto Carlos Plascencia
24 BIOÉTICA Y SEXUALIDAD
23 NUTRICIÓN Y EMOCIONES VOLUNTARIADO
26 EL ADULTO MAYOR DIFÍCIL
28 EL CORAZÓN ATENTO DEL VOLUNTARIO ANCIANOS
ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL
30 UNA OPORTUNIDAD DE VIDA A.C.
PUNTO DE VISTA
31 VOTAR EL PRÓXIMO 2 DE JUNIO
Suscripciones:
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ELa Relación de Ayuda: el arte de acompañar
l mes pasado terminó su formación la primera generación de los alumnos de la Maestría en Relación de Ayuda. La formación duró dos años (desde mayo 2022) y se impartieron 18 módulos organizados en 6 cuatrimestres. El trabajo de salón se realizó en tandas de 24 horas cada módulo por un total de trabajo de salón de clases de 432 horas. Gran parte del trabajo los alumnos lo realizaron en sus prácticas para adueñarse con soltura de la metodología de la RdA.
Una de las exigencias que detectamos hace algunos años es la capacitación de profesionistas y voluntarios en el arte del acompañamiento. Es preocupante que médicos, enfermeros, trabajadores sociales, maestros, sacerdotes, abogados y muchos voluntarios no tengan la preparación y las habilidades para un correcto acompañamiento de las personas que viven un momento de crisis debido a situaciones de enfermedad, duelo por muerte, separaciones y rupturas familiares, frustraciones y fracasos existenciales. Por esta razón muchos profesionistas , que desarrollan con satisfacción su labor, quieren desarrollar mayores habilidades de acompañamiento. Los voluntarios, por su parte, a menudo se sienten abrumados frente a la manifestación del sufrimiento y se dan cuenta de que no pueden acompañar adecuadamente.
Los mismos psicólogos y psicoterapeutas no siempre están entrenados en una metodología de intervención seria, bien planteada metodológicamente y comprobada en su efectividad. La experiencia nos dice que muchos de ellos se ven beneficiados por este aprendizaje y por la supervisión que se les ofrece a los alumnos de la maestría. Para los psicoterapeutas o psicólogos clínicos se revela útil porque les ofrece una metodología que puede ampliar sus herramientas de trabajo.
Estamos convencidos de que las personas que sufren merecen mucho más que un acompañamiento fundamentado en palabras de aliento, indicaciones muy directivas, interpretaciones superficiales o regaños. De aquí la idea de proponer esta metodología: el counseling o Relación de Ayuda . Es un método muy utilizado en Estados Unidos y Canadá, así como en muchos países europeos.
Una de las ventajas de la Relación de Ayuda es la adaptabilidad a casi todo tipo de sufrimiento y en casi todas las situaciones de crisis coyuntural: enfermedad propia o de un familiar, duelo por la muerte, relaciones familiares difíciles o rotas, frustraciones y fracasos.
La metodología, además, no es particularmente complicada y se puede aprender con bastante facilidad en un master que privilegia la dimensión práctica: aprendizaje de habilidades de acompañamiento.
La RdA puede encontrar un campo de aplicación muy amplio en Asociaciones Civiles, Instituciones de asistencia y grupos parroquiales de diferentes confesiones religiosas. El sueño, que esperamos se convierta en realidad, es poder capacitar a ayudantes que puedan ofrecer sus habilidades de acompañamiento en lugares y servicio que podemos llamar Centros de Escucha.
La intervención sigue principios éticos muy estrictos: se respeta de manera absoluta la dignidad y la responsabilidad de la persona ayudada y, por eso, no se ofrecen consejos o interpretaciones; se potencia y favorece la autonomía de la persona. Tampoco se intenta “dirigir” a la persona hacia una solución que el ayudante piensa oportuna o justa, según sus criterios éticos y axiológicos; la persona es ayudada a ver con mayor claridad su situación, a percibir con realismo su situación existencial, a valorar sus recursos y, por ende, a tomar la decisión que le parezca más oportuna. Desde este punto de vista, la Relación de Ayuda es un acompañamiento “neutral”, es decir, que no quiere influir en el campo de los valores o creencias de la persona.
El ayudante tiene confianza en las capacidades y los recursos de la persona en dificultad y estimula un autoconocimiento más profundo, una valoración más realista de la situación externa (sin distorsiones), un mejor manejo de las emociones, una valoración más precisa de las relaciones involucradas. La Relación de Ayuda es una ayuda para una gestión de la existencia más libre.
Después de 15 años de propuesta de un Diplomado en Habilidades de Relación de Ayuda y un mismo tiempo con un Centro de Escucha muy socorrido, estamos convencidos que esta experiencia está dando buenos frutos e invitamos a aprovechar esta propuesta.
La pobreza y la desigualdad en México
Entre los grandes problemas sociales que afectan a México tenemos la pobreza y la desigualdad en ingresos económicos . México es un país con una extensión de 1 millón 964 mil kilómetros cuadrados, el 15º más extenso del mundo, con una población de 130 millones de habitantes, el 10º país más poblado del mundo, con un ingreso per cápita (IPC) de unos 10 mil dólares anuales por persona, que multiplicado por el número de habitantes nos da el producto interno bruto (PIB) que es la cantidad de riqueza que se genera en un país en un año, por lo que somos la 12ª economía del mundo, ligeramente por debajo de lo que nos correspondería proporcionalmente de acuerdo al número de habitantes ya que somos el 10º país más poblado del mundo.
Aunque nuestro país es relativamente extenso, nuestras tierras no son muy fértiles y el agua es escasa, ya que buena parte del país es semidesértico, pero sí poseemos suficientes recursos naturales como petróleo y algunos minerales y una gran variedad de tierras y climas que producen la mayoría de alimentos que consumimos y aunque tenemos que importar grandes cantidades de algunos granos como trigo y maíz, también producimos algunos excedentes para exportación como jitomates y aguacates que nos permiten nivelar la balanza de pagos entre importaciones y exportaciones en el sector agropecuario, siendo Jalisco el primer productor agropecuario del país duplicando a sus más cercanos perseguidores que son Michoacán, Sinaloa y Veracruz.
México es el país más industrializado de América Latina, por ejemplo, somos el 7º productor mundial de automóviles, de los cuales exportamos el 85%, por lo que nuestras exportaciones tienen un mayor valor agregado que la gran mayoría de los países latinoamericanos que basan sus exportaciones en recursos naturales como petróleo y minerales y productos agropecuarios. México exporta anualmente más de 500 mil millones de dólares, más de lo que exportan Brasil, Argentina y Chile juntos.
Latinoamérica es uno de los sub-continentes más desiguales , en comparación con África, donde la mayoría son pobres, pero no tan desiguales. En Europa Occidental la mayoría son relativamente ricos y existen pocos pobres. México es uno de los países más desiguales de América Latina ya que el 10% de los que más gana se lleva el 38% y al 10% de los que menos ganan les corresponde el 1.5%, una diferencia de 1 a 25 que social y moralmente es inaceptable.
Existen también grandes desigualdades
entre los Estados, especialmente entre algunos Estados del Norte y del Centro con algunos del Sur; por ejemplo, el Distrito Federal, la entidad federativa con el mayor ingreso per cápita y Nuevo León que es el segunda, tienen un ingreso de 100% o más por encima de la media nacional, pero en algunos Estados del Sur, como Chiapas, Oaxaca y Guerrero, los ingresos están cercanos al 50% de la media nacional.
El Distrito Federal es la entidad con el mayor ingreso per cápita, sin embargo, la mayoría de los grandes hospitales de Ciudad de México, como todos los Institutos Nacionales de Salud, entre ellos el Instituto de Ciencias Médicas “Salvador Subirán”, el Instituto Nacional de Cardiología y el Hospital Infantil de México, así como
los grandes Hospitales de la Secretaria de Salud como el Hospital General de México y el Hospital Juárez, son pagados en el 100% por el gobierno federal; lo mismo ocurre con las grandes instituciones de educación superior como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), lo que desde mi perspectiva, es moralmente injusto que Estados tan pobres como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, estén subsidiando la atención médica y la educación superior del Distrito Federal, la entidad más rica del país.
En teoría México es una federación de estados
libres y soberanos, pero en la realidad somos un estado centralista donde para casi todo dependemos de la voluntad del Gobierno federal, ya que del 100% de los impuestos, 80% son para el gobierno federal, 16% para los estados y 4% para los municipios, por lo que desde mi perspectiva debiera haber un mejor reparto, por ejemplo, 60% para la federación, 30% para los estados y 10% para los municipios.
Para mejorar los índices de bienestar de un pueblo hay que crecer económicamente y México ha crecido menos del 1% anualmente en lo que va del sexenio que está por terminar. Se está generando insuficiente riqueza para poder repartir de manera más equitativa.
Personalmente no estoy contra los programas sociales , como la pensión a los adultos mayores, pero pienso que deben ser focalizados, no generalizados. Los programas sociales para tratar de paliar la pobreza existen desde hace más de un cuarto de siglo, aunque ciertamente eran de menor cuantía en lo económico, como son las pensiones para los adultos mayores, pero éstas deben ser focalizadas a los pobres y no generalizadas como se está haciendo actualmente.
Una de las mayores pérdidas de los derechos sociales – a mi parecer - fue la desaparición del Seguro Popular (SP) que, aunque sus prestaciones eran inferiores a las IMSS, era un seguro médico para cerca del 50% de la población mexicana que carecía de un seguro médico como el IMSS o el ISSSTE, por lo que la desaparición del SP significó una de las más grandes pérdidas de los derechos sociales de los mexicanos.
La sustitución del Seguro Popular por INSABI (Instituto Nacional para el Bienestar) que a ciencia cierta prácticamente nadie sabía en qué consistía fue un fracaso que el mismo gobierno decidió darlo de baja y en su lugar decido crear el IMSS-Bienestar, que también ya había existo en la variante llamada IMSS-Coplamar.
Como muchos programas , nacen con bombo y platillo y en su mayoría mueren sin acta de defunción y otros siguen vigentes, aunque prácticamente nadie sepa en que terminaron ya que no han sido evaluados, como – parece - las becas a jóvenes y las becas de “sembrando vidas”
para resolver el problema de los aeropuertos de La Ciudad de México o las iniciativas para una nueva aerolínea. Una regla para mantener la estabilidad financiera de un país es no gastar más de lo que ingresa y, lamentablemente, en el último año el gobierno propuso un déficit fiscal del 5%, que desde mi perspectiva no tiene justificación, ya que no estamos ante una crisis ocasionada por grandes desequilibrios en el mercado internacional, epidemias o desastres naturales.
México es un país de ingresos medios , por lo que no es tan pobre; sin embargo, es uno de los más
Estoy convencido de que las obras de un gobierno no tienen como fin ser rentables , pero tampoco están para perder y ser rescatadas con los impuestos: una obra u empresa del gobierno debe tener fines sociales bien justificados , como sería el caso del transporte público urbano que beneficia sobre todo a los pobres. En este rubro muchos comentadores cuestionan las iniciativas
países más desiguales de América Latina. El crecimiento económico es bastante bajo en los últimos años y los programas sociales , como la pensión a los adultos mayores, han mejorado el bienestar en general, pero no han reducido de manera significativa la pobreza extrema; desde mi punto de vista, las pensiones deberían ser focalizada hacia los pobres y no generalizados como actualmente se hace.
Educación para la muerte y formación en el acompañamiento del duelo
“Aquel que ha vivido una vida plena y virtuosa, siempre estará presente en las enseñanzas que dejó y en el legado que ha dejado atrás”
Aristóteles
La tanatología educativa es un campo que aborda la relación entre la práctica educativa y la muerte, como una realidad humana. Este concepto aparece como una respuesta a la incongruencia actual que supone que, en pleno siglo XXI - con el auge de los humanismos centrados en el sujeto, como un ser subjetivo y emocional, con una autonomía extrema que plantea la búsqueda de un vivir en plenitud y de una autorrealización más egoísta que social - se haya impuesto un conflicto entre lo humano y las situaciones de decadencia vital, la vejez, la enfermedad crónica y terminal, la discapacidad y la muerte; esta negación de la muerte por ejemplo, parece ir en contra de lo previsible.
Esta artimaña, propia de nuestra época, comporta graves riesgos. El primero tiene que ver con una notablemente peor preparación para la muerte propia y para afrontar la muerte de los demás. Hoy en día, casi nadie se plantea de manera personal el fenómeno de la muerte y por consiguiente apenas si se tiene previsto el hecho y en general no se está preparado.
El segundo es una considerablemente menor capacidad de vivir y de expresar el luto de manera social y ritual; muchas veces se vive, en realidad, en silencio y soledad. Los duelos mal elaborados, los duelos pospuestos, y los duelos reprimidos (por la presión social a mostrarse fuerte y a “mantener el tipo” ante los demás, por la urgencia de retornar lo antes posible a las actividades profesionales y económicas) están creando muchos problemas, incluso psiquiátricos y psicológicos, como consecuencia del fallecimiento de personas cercanas.
Agustín De la Herrán, de la Universidad Autónoma de Madrid, ha investigado sobre este tema. Él sostiene que nuestra sociedad tiene dos grandes enfoques en relación con la muerte, por un lado tenemos una forma de rechazo segregador : en las sociedades avanzadas la muerte se ha vuelto invisible y se niega sistemáticamente, como mencionamos antes, y a partir de esta realidad nos ofrece el enfoque educativo como una respuesta más integradora: este enfoque se basa en la filosofía perenne y el conocimiento de los sabios en donde encontramos que la muerte y el morir no son necesariamente algo malo o negativo sino más bien parte de la vida.
Los modelos educativos son más bien funcionales, por lo que la muerte en la educación es un tema tabú, se le relega más al aspecto del folklore cultural. La muerte real se aparta de la vista. Los actuales y modernos sitios de descanso de los restos mortuorios, en forma de cenizas, se ven como cualquier edificio de departamentos. Los cementerios se han alejado de las ciudades por razones de salud e higiene.
En el sentido educativo pragmático, se enseñan habilidades y conocimientos que llamamos competencias para el mundo del trabajo, de la producción y del consumo. De manera educativa y cultural se genera una separación de los diferentes aspectos de la vida, donde la centralidad se coloca sobre las competencias laborales y la capacidad de consumo, pero no para la vida afectiva, relacional o espiritual. Pareciera que el dualismo medieval o el racionalista no se han superado y se mantiene ese conflicto en el que se niega una realidad
para exaltar la otra. ¿Qué pasaría si la educación fuera humanizada y holística? ¿Qué pasaría si educáramos desde la infancia desde un enfoque centrado en la persona y no en la idea de tener, en el cuidado del medio y no en el consumo, en la conciencia de la muerte propia y ajena… y no en la pretensión de invulnerabilidad?
La paradoja es que, aunque ya se investiga en educación, la muerte como realidad humana sigue siendo un tema poco explorado , los cambios acelerados y drásticos de nuestra cultura actual nos obligan a replantear nuevas elaboraciones antropológicas, filosóficas y teológicas sobre este concepto. El estudio de los mitos y arquetipos del pasado es útil como una base que nos permite comprender algunas de las derivaciones que tiene este tipo de conceptos en la configuración del sentido vital de cada persona actual.
Las antiguas amenazas como el hambre, la enfermedad o la guerra siguen ahí, como sombras intentando salir de esos rincones oscuros para llenar los espacios del mundo humano; poner sobre la mesa la realidad de la muerte, podría ayudarnos a encender nuevas luces de sentido, de esperanza y de humanidad.
Un aspecto muy importante en este sentido es el que la educación para la muerte debería considerar la perspectiva del niño, no sólo la del adulto. El niño de la actualidad puede llegar a comprender la muerte como en el pasado y generarse en su desarrollo como persona un proyecto vital que incluya la muerte como un hecho del que es consciente, esto facilita y ayuda a desarrollar una comprensión más saludable y natural.
La educación para la muerte, desde la perspectiva del niño, es un enfoque que reconoce la importancia de considerar esta comprensión y las emociones de los más jóvenes en relación con este tema. Esta educación nos ofrece ventajas según la opinión del autor Agustín de la Herrán: Ofrezco algunos puntos destacados.
Desmitificación y naturalización: los niños a menudo tienen preguntas sobre la muerte. Al abordar estas preguntas desde una edad temprana, se puede desmitificar el proceso y evitar que se convierta en un tabú. Al comprender la muerte como parte natural de la vida, los niños pueden desarrollar una perspectiva más saludable y menos temerosa.
Reducción de la ansiedad: la muerte puede ser aterradora para los niños, especialmente si no se les proporciona información adecuada. La educación para la muerte les permite comprender que es un evento inevitable, pero no necesariamente amenazante. Al aprender sobre la muerte, de manera gradual y adaptada a su nivel de desarrollo, los niños pueden reducir la ansiedad y el miedo asociados.
Fomento de la empatía y la compasión: al hablar sobre la muerte, se puede enseñar a los niños a ser empáticos y compasivos hacia los demás. Comprender que todos enfrentamos la muerte nos hace más sensibles a las emociones de los demás. La educación para la muerte también puede ayudar a los niños a lidiar con la pérdida de seres queridos y a apoyar a quienes están pasando por ese proceso.
Preparación para situaciones difíciles: la muerte es una realidad de la vida. Al educar a los niños sobre ella, les proporcionamos herramientas para enfrentar situaciones difíciles, como la pérdida de un familiar o amigo. La comprensión saludable de la muerte les permite procesar sus emociones y encontrar formas constructivas de lidiar con la tristeza y el duelo.
La educación para la muerte es un ámbito formativo crucial que va más allá del duelo. Morir es tan natural como vivir, y ambos procesos se generan y contienen mutua -
mente. La actividad reflexiva, que a menudo evitamos podría ayudarnos a explorar cómo replantear el sentido de la educación en momentos en los que debemos ayudar a las personas a asumir la muerte en un aula, en el centro escolar o en la vida cotidiana. El acompañamiento en el duelo es una tarea delicada y significativa. Al estar al lado de alguien que sufre, no podemos liberar mágicamente su dolor, pero sí podemos ofrecer ayuda fundamental. En el Centro San Camilo formamos y acompañamos desde la técnica de Relación de Ayuda aplicada al duelo con una perspectiva tanatología educativa. Esto nos permite disponernos para una escucha activa, prestando atención y mostrando interés genuino o, sencillamente, a estar presente; respetando su proceso, cada individuo vive el duelo de manera única. Esta práctica también es educativa: el hecho de compartir con niños y adolescentes situaciones difíciles, como la pérdida y la muerte, les permite crecer emocionalmente fuertes.
Educar sobre la muerte no solo es necesario para enfrentar el duelo, sino también para comprender la vida en su totalidad.
Las personas tóxicas
Aunque las personas tóxicas han existido siempre, el término, como tal, es relativamente nuevo. Todos lo entendemos porque sabemos que lo tóxico representa algo que está contaminado, algo que daña o incluso puede matar, entonces cuando hablamos de personas tóxicas, nos referimos a personas que están dañadas o que pueden causar algún grado de daño. Dicho de otra manera, son una influencia nociva o perniciosa en los demás; pueden llegar a impactar de forma muy negativa la salud mental de otras
personas, llegando incluso a ser una de las principales causas de estrés o del desarrollo de trastornos mentales como la ansiedad o la depresión en individuos próximos.
Se pueden encontrar dos tipos de personas tóxicas con las que uno se puede relacionar: las personas tóxicas para uno y las personas tóxicas para todos. Los individuos que
sólo son tóxicos para alguna persona se distinguen por no “encajar” con lo básico y, en consecuencia, no pueden encontrar el punto de encuentro necesario para cimentar la relación con una persona determinada, entonces actúan de manera tóxica con ella. Por otro lado, hay gente cuyas actitudes resultan tóxicas para todo el mundo. Estas personas “están dañadas” de distintas formas, incluso pueden tener un trastorno de personalidad como, por ejemplo, los narcisistas o los psicópatas. Parece que el segundo tipo es el más frecuente, pero independientemente del tipo, resultan personas con las que no queremos relacionarnos, no obstante, al ser bastante elevado su número, puede ser inevitable que coincidamos con ellas en más de una ocasión.
Por eso, para establecer relaciones sanas y cuidar nuestro bienestar, es indispensable identificar y poner un alto a personas, emociones y hábitos tóxicos
Las personas tóxicas se distinguen por manifestar una actitud hostil ante la vida, y la suelen expresar o exteriorizar, principalmente, con las personas que les rodean. Estas personas han hecho de la toxicidad un estilo de vida y se encuentran permanentemente haciendo daño a los demás y a ellas mismas, incluso sin darse cuenta. A la gente tóxica le encanta destruir la autoestima de los demás y con frecuencia boicotea las metas y sueños de sus amigos, compañeros, pareja y familiares. Nunca se detienen a mirar por el bienestar del otro y se encargan de robarle la energía para tratar de sentirse bien con ellos mismos, aunque ni así lo logren.
A pesar de que no siempre es fácil detectarlas, dada la nocividad de estos sujetos, es prudente mencionar algunas de sus principales características.
Negatividad: todo lo ven negro y tienen la habilidad de transformar algo positivo en negativo.
Queja constante: no sólo son negativos, sino que tampoco lo pueden callar, siempre están hablando para quejarse de todo y por todo.
Narcisismo: creen que todo lo que hacen, piensan, sienten y dicen está bien. Al igual que no soportan que les contradigan.
Victimismo: como ellos siempre son los buenos y los que tienen la razón, cuando sucede algo se hacen las víctimas para hacer sentir culpable a los otros de lo que les pasa.
Envidia: no toleran el bienestar o los éxitos de los demás.
Soberbia: alecciona, descalifica y menosprecia a los demás.
Manipulación : engañan de cualquier manera posible para conseguir sus propósitos.
Mentira: mienten constantemente llegando, en ocasiones, a creerse sus propias mentiras, haciendo que los demás ya no sepan lo que es verdad o lo que es falso. Pero ellos exigen total sinceridad.
Como se puede apreciar, son comportamientos que tienen una fuerte carga de agresividad, ya sea verbal o no verbal, que humilla, ofende, devalúa y, en pocas palabras, daña la autoestima de los otros provocando que agoten su energía y bienestar; que se sientan culpables o avergonzados; frustrados porque nunca son suficientes en nada; temerosos de expresar su punto de vista u opinión, obligados a ceder y a darles la razón, etc. Por lo tanto, estar con una persona tóxica es como estar ante un tirano, un controlador que utiliza cualquier artimaña - como las expuestas - para salirse con la suya, sentirse con el poder y estar por encima de los demás.
Como las personas tóxicas siem-
pre están en lo correcto - según ellas -, jamás asumen ninguna responsabilidad , por eso tratar de hacerlas reflexionar sobre sus comportamientos será inútil.
Se debe tener en cuenta que todas las personas, sin excepción, tenemos rasgos tóxicos que determinan nuestra manera de sentir y de actuar en el día a día, es decir, todos tenemos ciertas áreas inmaduras en nuestra personalidad que determinan la forma en la que nos comportamos y nos relacionamos con los demás. La diferencia radica en que la gente tóxica, generalmente, no es consciente de que su manera de pensar, sentir, actuar y relacionarse es dañina para ellas mismas y para los demás; no reconocen el daño que hacen y/o se hacen. Y, por el contrario, las personas sanas son mucho más conscientes de este tipo de rasgos y tratan de eliminar o mejorar aquello que resulta dañino.
La gente tóxica necesita hacer daño a los demás, por lo menos emocionalmente, para sentirse bien con ella misma, la persona sana no.
Se sabe que, con cierta frecuencia, hay personas que se sienten “atraídas” por las que son tóxicas , aunque en realidad no estén conscientes de ello; sin embargo, caen recurrentemente en este tipo de dinámica relacional. A decir verdad, quien establece una relación tóxica, a su vez tiene un grado de toxicidad para poder compartir y encajar con el otro. Cuando una persona “quiere” estar con alguien violento, controlador o manipulador, algo tiene que estar “ganando”, por muy absurdo que se escuche; a eso se le llama ganancia secundaria. Es una ganancia inconsciente que puede representar necesidades o vacíos de la historia personal, y que hacen creer que se pueden llegar a satisfacer por medio de las conductas tóxicas del otro. Por eso resulta tan complicado deshacer los vínculos tóxicos. El mantener una relación que hace daño, en muchos casos no es algo que se desea, sino que es algo que la gente dice que no puede dejar, pero no saben por qué. Y no lo saben porque responde a
mecanismos inconscientes que se deberán trabajar para llegar a resolverlos.
A pesar de los mecanismos inconscientes, también se puede hablar de ciertos aspectos de la conducta que nos hacen más vulnerables a ser víctimas de las personas tóxicas. Algunas razones por las cuales las “atraemos” o nos “enganchamos” con estas personas: no saber decir “no”.
Se trata de aquellas que están acostumbradas a ceder ante las demandas de los demás ya que si no lo hacen sienten que están actuando mal; prefieren ceder ante todo para tratar de “quedar bien” con el otro, a pesar de pasar por encima de ellas mismas; esto las convierten en un blanco perfecto para las personas tóxicas que buscan dominar y manipular.
Otras personas esperan la aprobación ajena : cuando las personas se olvidan de lo que ellas mismas desean, o le restan importancia, y basan sus decisiones en las opiniones de los demás: esto disminuye su seguridad y aumenta su necesidad de aprobación, lo cual saben aprovechar perfectamente las personas tóxicas.
Otros se juzgan a sí mismos muy severamente: personas que tienden a ser bastante duras y críticas con ellas mismas por lo que son más propensas a culpabilizarse por todo, ya que no alcanzan los altos niveles de exigencia que se proponen; esto para la persona tóxica es una garantía de que van a poder dominarlos y manipularlos fácilmente.
Otros sufren por la incapacidad para comunicarse adecuadamente: son personas que no saben compartir opiniones personales, ni proteger sus derechos y necesidades; por tanto, no sabrán cómo defenderse ante posibles amenazas, ofensas o cualquier tipo de agresión.
Es prudente mencionar que lo aquí expuesto son generalidades, ya que se trata de personas y todo ser humano es único; cada uno tiene una historia diferente y cada caso será también distinto.
Por otro lado, es necesario ser cuidadosos porque está muy de moda llamar tóxico a alguien que no está de acuerdo con nosotros. Debemos saber que una persona tóxica no se reconoce como tal ya que piensa que es normal. Es alguien que tal vez está sufriendo; en realidad tiene muchos miedos y una autoestima tan herida que siente que necesita controlar a otros para ser aceptada o querida.
Aunque no existe una receta para evitar o protegerse de estas personas tóxicas, la clave está en tener amor propio. Todo empieza a partir de la propia estima ya que, si se consigue un buen nivel de ella, se puede evitar que alguien nos haga daño; o cuando alguien intente hacernos daño no vamos a permitirlo.
Problemas en la uñas
Las uñas pueden darnos información importante sobre la salud : los cambios en el aspecto de las uñas pueden indicar problemas médicos que no se deben ignorar. Si notas estos cambios, programa una cita con el equipo de atención médica.
Las uñas de las manos y los pies protegen los tejidos de los dedos. Están formadas por capas de una proteína endurecida llamada queratina, que también se encuentra en el pelo y la piel. La salud de las uñas puede ser un indicador de su estado general de salud . Las uñas saludables suelen ser lisas y de un color uniforme. Los tipos específicos en la decoloración de las uñas y cambios en la tasa de crecimiento pueden indicar varias enfermedades pulmonares, cardíacas, renales y hepáticas, así como diabetes y anemia. Las manchas blancas y las crestas verticales son inofensivas.
Uñas picadas
Uñas en cuchara
Las uñas en cuchara son uñas delgadas, cuyos bordes se curvan hacia arriba.
Esta afección también se llama coiloniquia. Suelen ser un síntoma de anemia por deficiencia de hierro, o bien, pueden deberse a la hemocromatosis (acumulación excesiva de hierro en el organismo), generando un fuerte problema hepático.
Esto sucede cuando aparecen pequeñas depresiones o hendiduras redondeadas en las uñas. Se presenta comúnmente en las personas con psoriasis, o con la alopecia areata, una enfermedad autoinmune que causa caída del pelo.
Acropaquia
La acropaquia ocurre cuando las puntas de los dedos se agrandan y las uñas se curvan alrededor de éstas. Suele desarrollarse a lo largo de varios años. La acropaquia puede ser causada por poco oxígeno en la sangre, enfermedad pulmonar, problemas cardíacos, cirrosis del hígado y problemas gastrointestinales.
Uñas de Terry
En la afección conocida como uñas de Terry la mayoría de las uñas se ven blancas, salvo por una delgada banda roja o rosa en la punta. Las uñas de Terry a veces se desarrollan a causa del envejecimiento. Pero en otros casos, puede ser síntoma de una enfermedad grave, como problemas del hígado, insuficiencia cardíaca congestiva o diabetes.
Líneas de Beau
Las líneas de Beau son surcos trasversales en las uñas. Pueden aparecer cuando el crecimiento de la uña se detiene temporalmente debido a una lesión o enfermedad. Las líneas de Beau pue -
RINCÓN MÉDICO
de ser causadas por infecciones, diabetes no controlada, disminución del calibre de los vasos sanguíneos que causa una reducción del flujo de sangre a los brazos y las piernas (Enfermedad arterial periférica), enfermedades que causan fiebre alta, como la escarlatina, el sarampión, la parotiditis y la neumonía, insuficiencia de zinc, algunos tipos de medicamentos, incluidos los retinoides y la quimioterapia.
Separación de las uñas
La onicólisis es una afección en la que las uñas se aflojan y se separan del lecho ungueal. La parte separada de la uña se vuelve blanquecina con un tinte blanco, amarillo o verde. En ocasiones, el desprendimiento de las uñas se debe a una lesión o a una infección. En otros casos, la separación de las uñas es una reacción a un medicamento o producto de consumo, como fortalecedores o adhesivos para uñas. También puede ser secundaria a enfermedad de la tiroides o la psoriasis (enfermedad de la piel que causa manchas escamosas y prurito).
Color de la uña
Uñas azuladas
Uñas blancas
Uñas pálidas
Uñas mitad blancas/mitad rosas
Uñas amarillas
Uñas con medias lunas en rojo oscuro
Uñas con medias lunas en azul
Síndrome de las uñas amarillas
Con el síndrome de las uñas amarillas, las uñas se engrosan y crecen más despacio, lo que hace que adquieran un color amarillento. Es posible que las uñas afectadas por el síndrome de las uñas amarillas no tengan cutícula y se despeguen del lecho ungueal en algunas partes. El síndrome de las uñas amarillas puede ser síntoma de una enfermedad pulmonar, como la bronquitis crónica. También puede estar relacionado con la hinchazón de manos, brazos, pies y piernas, que es una afección llamada linfedema.
Paroniquia
Cuando una bacteria causa una infección en la uña, la uña cambia de color a un negro verdoso. Y sin tratamiento una infección ungueal tiende a empeorar y provocar mucho dolor.
Posible enfermedad
Oxigeno insuficiente en el torrente sanguíneo
Enfermedad del hígado, diabetes
Anemia
Enfermedad renal
Enfermedad pulmonar, infección de la uña
Puede ser lupus, enfermedad del corazón, alopecia areata, artritis, dermatomiositis
Puede ser envenenamiento.
Inteligencia artificial en el campo médico
La Inteligencia Artificial no reemplazará a los médicos, sino que los mejorará, permitiéndoles practicar una mejor medicina con mayor precisión y eficiencia (Benjamin
En el número anterior de la revista quise presentar una breve introducción al respecto de lo que es la inteligencia artificial (IA) desde un punto de vista técnico y poner sobre la mesa el tema que hoy está en boca de todos: ¿es acaso la inteligencia artificial el fin de la raza humana como la conocemos o es en realidad nuestra aliada?
Para comenzar a profundizar al respecto de esta pregunta, ya desde un punto de vista analítico, quise enfocarme en un área que creo es un punto sensible y de alta prioridad para todos nosotros: la salud.
Sin darnos mucha cuenta, la IA ha ido ganando terreno e importancia en todas las áreas médicas , desde laboratorios farmacológicos y centros de investigación hasta consultorios médicos de innumerable cantidad de especialidades. Hoy por hoy, la IA se ha convertido en una de las herramientas fundamentales para predecir, diagnosticar y brindar un mejor tratamiento médico a los pacientes, pudiendo personalizar cada etapa de un tratamiento de maneras antes impensables. Incluso, se ha estimado que, de no haber sido por la IA, la vacuna para controlar la pandemia de COVID-19 hubiera tardado hasta 10 veces más en ser creada. Pero ¿cómo fue exactamente que la IA contribuyó a ello y como más podemos beneficiarnos de ella?
En términos muy simples, la funcionalidad de la IA se basa en aprender, analizar y almacenar la información que se le va alimentando. A su vez, a medida que se le integra más información, la tarea de la IA es tomar la nueva información y encontrar patrones que la conecten con la demás información que tiene a su disposición. Y esto, aplicado en el mundo médico, resulta sumamente beneficioso para encontrar patrones dentro de la ilimitada cantidad de reacciones que el cuerpo humano tiene.
Ya existen varios estudios de investigación que sugieren que la IA puede funcionar tan bien o mejor que
los humanos en tareas claves de áreas médicas, como lo es el diagnóstico de enfermedades. Hoy en día, los algoritmos ya están superando a los radiólogos a la hora de detectar tumores malignos, neumonía, melanoma y retinopatía diabética, solo por nombrar algunos casos. Esto se debe a que el aprendizaje de la IA se aplica cada vez más a la detección de características clínicamente relevantes en datos de imágenes más allá de lo que puede percibir el ojo humano.
Adicionalmente, la IA se está utilizando para asistir a investigadores clínicos sobre cómo construir ensayos clínicos más eficientes y eficaces, incrementando la probabilidad de obtener resultados favorables y reduciendo sus costos de manera significativa. Esto, a su vez, se ha
traducido en mayor capacidad de colocar recursos a más áreas de investigación debido al uso eficiente del mismo. En temas de aplicaciones de IA - que podemos observar directamente – las siguientes son algunas de las áreas que se han visto más beneficiadas.
Estudios probabilísticos de desarrollo de enfermedades derivadas de factores ambientales, genéticos y de hábitos de cada persona. Dichas enfermedades pueden incluir enfermedades crónico-degenerativas o diversos tipos de cáncer que, de ser detectados a tiempo, pueden ser prevenidos o tratados desde una muy temprana etapa para
REDES SOCIALES Y ACOMPAÑAMIENTO
minimizar el deterioro del cuerpo casi por completo. Análisis de patrones sobre las predisposiciones y hábitos de un paciente para predecir posibles resultados al emplear ciertos tratamientos, evitando aquellos que puedan resultarle nocivos y prefiriendo los que son más adecuados para su comportamiento genético.
Aceleración en creación de medicamentos y tratamientos dado que se pueden correr pruebas mucho más rápido y enfocadas. La IA puede calcular escenarios al analizar la enfermedad a tratar y encontrar mil maneras de resolver la enfermedad
Elaboración de tratamientos médicos más específicos sin necesidad de someter a personas o animales a periodos de prueba
Los robots quirúrgicos proporcionan “super poderes” a los cirujanos, mejorando su capacidad de ver, crear incisiones precisas y mínimamente invasivas, suturar heridas, etc.
Muchas de las aplicaciones actuales de IA en el campo médico se están enfocando en diagnóstico, detección, estudio, comprensión y busca de tratamientos para los distintos tipos de cáncer.
Como se puede apreciar, es probable que, si has tomado un medicamento o te has realizado un estudio clínico, has disfrutado de las ventajas que la IA ha tenido sobre el mundo médico.
Como bien lo menciona el Dr. Benjamin Bell, no es que la IA venga a sustituir a los médicos, sino que viene a potenciarlos para que los diagnósticos y tratamientos sean cada vez más acertados para los requerimientos particulares de cada individuo.
La IA no sólo nos ha permitido conocer más a fondo sobre enfermedades de las cuales hasta ahorita se tenía poco conocimiento, sino que ha ayudado también a formular soluciones a ellas de manera más rápida y a menor costo . Y tú, ¿qué piensas sobre las maravillas que la IA ha hecho por nuestros sistemas de salud?
LA RELACIÓN DE AYUDA (RdA)
El Counseling
El término “Relación de Ayuda”es utilizado, generalmente, como ‘traducción‘ de la palabra “Counseling ”, pero sabemos que en realidad no corresponde al significado literal, ya que éste sería el de “asesoramiento, consejería”, conceptos que podrían resultar equívocos cuando nos referimos al verdadero sentido de la relación de ayuda.
El Counseling es, actualmente, una disciplina independiente que está adquiriendo cada vez más aceptación; hasta podría decirse que no tarda en ‘ponerse de moda‘. Georg Dietrich, en su obra Psicología General del Counseling, la define como: “una relación auxiliante en la que el consejero intenta estimular y capacitar al sujeto para la autoayuda La benevolencia y la actitud amistosa del asesor ante el sujeto no significa que aquel tome las decisiones en nombre de éste, que fije la trayectoria vital del sujeto, que le alivie de toda responsabilidad y le remueva todos los obstáculos del camino. La relación auxiliante busca más bien crear un clima e iniciar un diálogo con el sujeto que permita a éste aclararse sobre su propia persona y sus propios problemas, liberarse y encontrar recursos para la solución de sus conflictos, y activar siempre su propia iniciativa y responsabilidad ”. Con esto queda claro que el rumbo no es aconsejar ni asesorar, es más dirigido al auxilio de la toma de conciencia para propiciar el desarrollo personal del sujeto en conflicto.
Aunque la ‘consejería‘ y la ‘orientación‘, principalmente en áreas sociales y educacionales, existían
desde mucho tiempo antes, nuestra disciplina tiene sus orígenes en el pensamiento de Carl Rogers, quien, en la década de 1940, con su corriente psicológica humanista, inicia los fundamentos de lo que hoy es conocido como “counseling”.
Rogers, con sus investigaciones en psicoterapia, seleccionó los datos que consideró centrales para el trato integral del ser humano, y comenzó así a definir un nuevo tipo de abordaje en el desarrollo interpersonal: “la terapia centrada en la persona ”. Él considera a la persona como un todo – organismo – organizado, dinámico y abierto, en la que existe un deseo de estabilidad, de coherencia, de unidad y de orden. Este organismo, dice, está “constantemente en movimiento hacia niveles superiores de conciencia y de realización”. Con esto, Rogers nos invita a pensar que los seres humanos hemos sido dotados de capacidades adaptativas y fortalezas que nos permiten vivir una vida plena. Estos recursos son susceptibles de ser alcanzados, si se logra crear un clima estimulador del crecimiento. La Relación de Ayuda busca propiciar ese clima relacional que les posibilite a las personas el despliegue de sus potencialidades y direccionarse hacia una mayor autonomía Como dice Jesús Madrid Soriano: “La idea fundamental que subyace a todo proceso de Relación de Ayuda, especialmente dentro
de la corriente humanista, es la de facilitar el crecimiento de las capacidades secuestradas de la persona en conflicto. El fundamento que sustenta toda Relación de Ayuda debe ser una visión positiva de las capacidades de la persona para crecer y afrontar positivamente sus conflictos (... )
La Relación de Ayuda, pues, es una experiencia humana privilegiada que ofrece el marco adecuado para facilitar el desarrollo de las capacidades bloqueadas ”.
La capacitación
Partiendo de estas bases, la Relación de Ayuda considera que el ‘ayudado’ no es débil mentalmente, carente de recursos o enfermo. En esta relación, tampoco el ‘ayudante’ es “el experto que todo lo sabe”. Por el contrario, a los ayudados se les considera como individuos capaces y con los recursos personales suficientes para funcionar como personas autónomas; el ayudante sólo es la persona facilitadora y estimuladora del proceso de desarrollo y cambio. Por esto mismo, no es de nuestro agrado mencionar que ‘ayudamos’ al otro, sino que ‘caminamos juntos’ hacia un objetivo, le acompañamos en un proceso de crecimiento.
des y competencias hasta donde lo permita nuestra estructura psíquica y biológica –.
Y ¿cómo se logra hacer ese acompañamiento del que hablamos? Pues la respuesta es fácil: con la preparación adecuada. Como todo oficio o profesión, la RdA requiere de conocimientos y habilidades para poderse llevar a cabo de manera apropiada y eficaz. Actualmente ya muchos países cuentan con el Counseling como una profesión, maestría o especialidad; otros también la ofrecen como curso o diplomado. El nombre o título no es tan importante como el resultado de la capacidad adquirida para llevar a cabo tan delicada tarea; recordemos que no sólo se trabaja con seres humanos, además, estas personas se encuentran vulnerables por estar atravesando momentos difíciles en sus vidas, situación que les hace sufrir.
Bases antropológicas
Siguiendo las enseñanzas de Rogers, se considera a las personas como básicamente buenas o saludables, o por lo menos no malas ni enfermas. En otras palabras, se considera la salud mental como la progresión normal de la vida, y se entiende el conflicto y otros problemas humanos, como distorsiones de la tendencia natural. A esta disposición natural, Rogers la llama “tendencia actualizante”, que significa una motivación innata dirigida a desarrollar los potenciales hasta el mayor límite posible – en cada uno de nosotros hay una tendencia inherente a explotar nuestras capacida -
No se concibe a las personas como enfermas o sanas, normales o anormales; al contrario, se les contempla a la luz de su capacidad para percibir la realidad de sus situaciones. A tal efecto, Rogers propone el término “congruencia” como el grado de equilibrio que impera entre la experiencia, la comunicación y la conciencia. Un grado alto de congruencia implica que la comunicación (lo que se expresa), la experiencia (lo que se vive) y la conciencia (lo que se percibe), son prácticamente iguales. La incongruencia, por tanto, ocurre cuando hay diferencias entre la experiencia, la conciencia y la comunicación. Se puede decir, también, que la incongruencia es la incapacidad de percibir con precisión, o la incapacidad o renuencia a comunicarse sobre la base de la realidad.
La incongruencia puede manifestarse en forma de tensión, angustia, desorientación, confusión, etc. Sin embargo, las emociones, las ideas o las preocupaciones conflictivas no constituyen por sí mismas síntomas de incongruencia. De hecho, se trata de fenómenos mentales propios de la gente sana y normal. La incongruencia se manifiesta cuando el individuo no tiene conciencia de estos conflictos, no los comprende, y por lo mismo no puede resolverlos o equilibrarlos. La persona congruente funciona a un alto nivel; abierta a la experiencia y no a la defensa, tal persona observa a la gente y a las cosas de forma precisa, se lleva bien con los demás y tiene un alto nivel de autoestima. El objetivo de una persona sana es el crecimiento en autoactualización.
CEL PROCESO DEL COUNSELING
omo se mencionó, la RdA busca que la persona que sufre – por la razón que sea – encuentre sus propios recursos y fortalezas para superar, de la mejor manera posible, la situación adversa que vive (sus incongruencias), mediante un proceso de crecimiento que le lleve a lograr mayor autonomía. Para llevar a cabo dicho proceso, será necesario un clima relacional estimulador que facilite esa tarea, y esto será el trabajo del ayudante/facilitador/counselor.
Hablar de ‘clima relacional’ es referirse a una relación especial ayudante-ayudado, donde la tendencia a la salud/congruencia es favorecida por ese vínculo personal en el que el ayudante debe tener mínima o nula incongruencia. Se trata de entablar una relación sana, o sea aquella en la que cada persona conserva su propia identidad, sabiendo que será respetada y aceptada. Una relación sana es básica con las personas necesitadas o vulnerables, ya que necesitan más que se les trate con dignidad y respeto, conjugados con calidez, afecto y cariño. Hablamos, entonces, de un vínculo afectivo, y sabemos que la afectividad juega un papel fundamental en el desarrollo de la vida, impregnando todos los aspectos de la personalidad.
Una relación sana es también sanadora, es decir, ayuda al prójimo cuando éste se siente aceptado, querido y valorado en su totalidad, incluyendo sus limitaciones y desaciertos. Al mismo tiempo que le motiva para crecer y madurar.
El ayudante debe ser capaz de crear ese ambiente de calidez, apertura, libertad, seguridad, comprensión y confianza, mediante óptimas habilidades de escucha, observación y comunicación. Estas habilidades, que aparentemente parecen sencillas, son bastante complejas; cualquiera puede escuchar y contestar, pero no cualquiera sabe escuchar adecuadamente para poder dar la respuesta correcta que logre estimular los recursos del interlocutor. Por eso es que todos estos temas deben estudiarse a fondo y desarrollarse a plenitud si se pretende efectuar una verdadera ayuda.
Aunque el ayudado posee la llave de su recuperación, el ayudante debe reunir ciertas cualidades personales , además de sus herramientas profesionales, que permitan al ayudado aprender a utilizar dicha llave. Rogers resume estas cualidades en tres actitudes básicas que serán indispensables para todo buen ayudante/facilitador: la empatía verdadera, la consideración positiva (aceptación incondicional de la persona en su totalidad) y la autenticidad.
Aunque fue Rogers quien sentó las bases para esta disciplina, en el Centro San Camilo hemos
complementado la metodología con las aportaciones de otros autores , principalmente con el pensamiento de Robert Carkhuff, quien otorga más atención a los aspectos prácticos y técnicos de la Relación de Ayuda, que a los aspectos filosóficos y humanistas. Este autor logra estandarizar el método, permitiendo así la posibilidad de emplear herramientas fácilmente utilizables, medibles y transmisibles.
El conjunto de enseñanzas de los diferentes autores, han hecho posible el armado de una técnica que ha comprobado su eficacia a través de varios años de su aplicación.
Algunos aspectos de la metodología de RdA pueden aprenderse fácilmente, sin embargo, las características personales que deben reunirse para ejercerla con eficacia, no se asimilan, o adquieren, con la misma facilidad. En concreto, la capacidad de servir a otro ser humano, esto es, poseer la empatía hacia el sufrimiento de ese otro y confiar en su crecimiento personal; aceptarlo en su totalidad, de forma auténtica, sin importar sus conductas equivocadas, que son requisitos que no todos pueden cumplir.
Dado que la mayoría de las personas dicen saber lo que es, vale la pena hacer un breve recordatorio acerca de la empatía , en vista de lo fundamental que resulta para la relación de ayuda. La empatía no es una manera de ser amable o de ayudar a través de proporcionar amor, sino que más bien es la llave que permite avanzar en la comprensión profunda del mundo interno del ser humano. Empatía “es la capacidad de pensar y sentir dentro del mundo interno de otra persona” La empatía sería lo que permitiría a un individuo sentir la experiencia de otro sin perder la capacidad para evaluar objetivamente los estados mentales de ese otro. Implica tener la capacidad suficiente para diferenciar entre los estados afectivos de los demás y la habilidad para tomar perspectiva, tanto cognitiva como afectiva, respecto a la persona que nos expresa su estado emocional. Captar la experiencia del otro no significa captar un solo sentimiento, ya que la experiencia puede abarcar una mezcla de sentimientos, defensas frente a esos sentimientos, pensamientos, fantasías, y la manera particular en que el individuo organiza su mundo. Al pensar y sentir dentro del mundo interno del ayudado, el ayudante conoce lo que su interlocutor experimenta en el momento, y le comunica de forma verbal y/o no verbal que su experiencia ha sido entendida. Esto es lo que Kohut llama “comprensión”. El resultado de llevar a cabo este mecanismo es que el ayudado se siente comprendido y, a la vez, permite al ayudante saber si su comprensión es correcta o no. Como se puede
apreciar, la empatía no es tan simple como se cree, y requiere, también, de desarrollo y esfuerzo por parte de aquel que quiera ponerla en práctica.
En otro sentido, no se puede dejar de subrayar que la metodología de la RdA se basa, primordialmente, en el respeto a la persona humana , ya que es ella la que mejor conoce su mundo y el modo por donde debe conducirse la resolución de su problema. El individuo percibe el mundo que le rodea de un modo singular y único; estas percepciones constituyen su realidad; por lo mismo, el proceso se lleva a cabo promoviendo el “autoconocimiento”.
En la RdA postulamos que el acompañamiento al que sufre será lo que le reafirme su dignidad como persona, al ser considerada en su integridad humana. Si hablamos de dignidad y de integridad, nos movemos en el terreno de la espiritualidad. La dimensión espiritual de la vida humana es tratada como el componente integrador de todas las dimensiones de la persona: física, emocional, intelectual, social. El ser humano siempre tiene algún tipo de necesidad
espiritual, sea más simple o elaborada. Algunas se pueden satisfacer a lo largo de la vida, pero otras surgen especialmente en los momentos difíciles y de sufrimiento.
La Relación de Ayuda, entonces, se refiere a la forma particular de ayuda a aquellos que se encuentran atrapados en diversos problemas y sufrimientos de la vida. Este tipo de ayuda se ofrece, no solamente a personas en crisis, sino a todos aquellos que pueden sufrir por insatisfacciones a nivel personal, social o espiritual.
Una RdA va más allá de la buena voluntad, del deseo de ayudar y del sentido común. La RdA trata de ofrecer las herramientas básicas para poder acoger, escuchar, comprender y respetar a las personas, acompañándolas en la búsqueda de solución a algunos de sus problemas. El diálogo es la clave para profundizar en el sujeto, en su sufrimiento y sus posibilidades . Y la respuesta justa, la del ayudante, surgirá de la verdadera escucha, que consiste en poner siempre en el centro de la comunicación al ayudado.
Las personas que sufren tienden a mirar a los ‘ayudantes‘ como a un espejo, buscando en ellos una imagen positiva de sí mismos y de su valía, a través del interés que les demuestren. Por eso la importancia de un ‘ayudante’ seguro, sano, preparado y con la actitud adecuada
Para concluir, un resumen de algunos de los pensamientos centrales de la RdA.
Es un tipo de relación igualitaria , de acompañamiento, en la que la persona ayudada es la que decide el rumbo que ha de tomar el proceso, a fin de resolver sus propios dilemas con una intervención precisa – no directiva – por parte del ayudante.
El enfoque – centro – de la relación será siempre la persona que necesita la ayuda.
Confiamos en que la persona tiene en su interior la capacidad, al menos latente, de entender los factores de su vida que le acarrean desdichas y penas , así como de reorganizarse de tal forma que pueda superarlos.
Sabemos que la persona en proceso – es decir, el humano sujeto a un cambio incesante – es un individuo que funciona plenamente. Al gozar de libertad para responder y experimentar sus propias respuestas a las diferentes situaciones, dicha persona dirige sus energías a una autoactualización constante
Una buena RdA es una relación que depende, en gran parte, de la salud mental del ayudante, lo cual contribuye a propiciar el crecimiento de la salud mental en el ayudado. Por tanto, uno de los puntos de partida para llevar a cabo esta disciplina, será el haber logrado el mayor grado de ‘congruencia‘ en el ayudante.
El arte de ayudar no es sólo un acto de buena voluntad, sino una actividad muy seria que requiere una preparación adecuada. Acompañar en el sufrimiento es un arte que precisa, como cual-
quier otro, de conocimientos, esfuerzo y amorosa dedicación.
Aplicar correctamente la RdA puede proporcionar una nueva filosofía de vida que brinda mayor autoconocimiento y autoaceptación que deriven en alta congruencia, misma que facilita las relaciones interpersonales de calidad, la toma de decisiones de manera responsable, el adecuado manejo de las emociones y sentimientos, el diálogo interior que permite el descubrimiento del sentido de la propia existencia, etc.
TESTIMONIO DE FRANCISCO
Acontinuación, el testimonio de Francisco M., quien ante la pregunta ¿cómo fue tu experiencia cuando acudiste al Centro de Escucha?, respondió:
“La Relación de Ayuda ha sido para mí una de las experiencias más gratificantes de mi vida; la recibí en un momento de crisis y sufrimiento en el que no encontraba el camino para enfrentar tanto dolor en mi corazón.
Hace 8 años un neurólogo encontró en mi esposa una patología genética y degenerativa con alcances devastadores que, además, puede ser heredada a los hijos en un cincuenta por ciento.
Poco a poco la enfermedad de mi esposa empezó a aflorar y yo no entendía por qué se comportaba de cierta manera que me provocaba enojo, desesperación, rabia y hasta agresividad; no comprendía su comportamiento tan pueril y caprichudo. Sin duda, una mujer muy diferente de la que me enamoré hace treinta años.
Busqué ayuda y refugio en la confesión porque me sentía culpable de mi falta de amor, esperanza, paciencia y fortaleza por la enfermedad que padecía, ya que cada día empeoraba irremediablemente con depresión, movimientos incontrolados y demencia. El sacerdote, en confesión, me dijo que buscara a los Religiosos Camilos para que me ayudaran a salir del gran sufrimiento que embargaba mi alma y la de mi familia. No sabía exactamente cómo lo harían, pero los busqué y me comuniqué al CSC para explicar mi problemática familiar. Al solicitar la ayuda, me canalizaron con un “ayudante” para que me proporcionara la Relación de Ayuda; dijeron que me escucharía y me ayudaría a superar y a mitigar el dolor y sufrimiento que embargaba mi alma.
En esa Relación de Ayuda, a la que asistí nueve sesiones de una hora a la semana, primero me ayudaron a desahogarme y sacar todo lo que me provocaba dolor y ansiedad. Poco a poco, a través del diálogo en las sesiones, me fui dando cuenta que no podía seguir culpándola a ella, al destino o a Dios de esta terrible enfermedad y que tenía que empezar a ser responsable de mi vida y circunstancias , aceptando mi realidad y encontrando en lo más profundo de mi ser los recursos humanos y espirituales para enfrentar mi dolor y así lograr la autonomía, la independencia y responsabilidad plenas de mi vida y circunstancia.
Fueron muchas cosas la que fui entendiendo y comprendiendo, como el que toda mi vida tiene un sentido trascendente más allá del dolor y el sufrimiento, que la enfermedad es solamente una circunstancia de mi vida y no me puede quitar la paz y la felicidad del alma; también aprendí que no soy culpable de mi enojo, pero sí de mi reacción y también que yo no puedo evitar el dolor, pero si mejorar el sufrimiento.
La Relación de Ayuda no me ha quitado ningún problema, pero sí me dio las herramientas necesarias para enfrentar mis sufrimientos con mayor responsabilidad y libertad.
Esta Relación de Ayuda me ayudó a proyectarme en una nueva vida que me acercó más a Dios, a mi espiritualidad, a mi familia y a la sociedad para ser una persona más humana y espiritual. Tal vez podría parecer una gran contradicción el que nunca había soportado tanto dolor e incertidumbre en mi vida, pero tampoco había sido tan feliz.
Concluyo diciendo que ojalá hubiera más Centros de Relación de Ayuda porque somos miles los que necesitamos ser escuchados de una manera más empática con ayudantes capacitados”.
LO ESPIRITUAL EN LA RdA
Francisco, después de su experiencia como “ayudado”, decidió estudiar el diplomado de “Habilidades de Relación de Ayuda” para aprender a ser él, ahora, quien pueda hacer el acompañamiento a otras personas que sufren, ya que como mencionó, hay muchas que lo necesitan. Esta decisión de Francisco se ha visto en varias personas a través del tiempo, lo que nos remite a pensar en lo que se conoce como la “ética del cuidado”, que trata del crecer - como personas y como sociedad - en la capacidad de cuidar. Como lo menciona C. Gilligan: cuidar es una idea moral porque es promover el crecimiento facilitando el bienestar, la dignidad, el respeto y la preservación
y extensión de todas las potencialidades humanas. Justo lo que se ha dicho de la Relación de Ayuda, por tanto, se puede decir, la RdA es poner en práctica la ética del cuidado.
En una RdA, la ayuda implica el cuidado del otro y el cuidar replantea las responsabilidades de cada persona hacia sí misma y hacia los demás, no como deberes u obligaciones sino como interdependencia y solidaridad, dado que todas las personas a lo largo de su vida dan y reciben cuidados, en función de su situación.
La RdA implica, también, compromiso de ambas partes (ayudante-ayudado / cuidador-cuidado) para poder obtener los resultados que ambos esperan en el proceso del acompañamiento. Sin embargo, cuando se lleva a cabo el cuidado de nuestros semejantes, la conducta se extiende a toda la esfera de los ciudadanos implicados en una vida de compromiso y que se benefician de estas prácticas. Se puede confiar en que, con el tiempo, las personas que han sido ayuda -
das llegarán a retribuir el cuidado que recibieron. En este patrón de atención continua, se observan las cualidades morales de confianza y solidaridad. Esta idea, de irse interiorizando en la conciencia de todos los seres humanos, puede llegar a convertirse en el gran cambio que necesita la humanidad.
Estaríamos, otra vez, en el terreno de la dimensión espiritual que, si reflexionamos un poco, está impregnada en todo cuanto se ha comentado. Lo espiritual en el ser humano permite el ejercicio de la libertad y crear un mundo interior ; no es posible conocer a un ser humano hasta que no se penetra en su vida espiritual, hasta que no nos da permiso para acceder a este territorio. Se mencionó, con anterioridad, que el proceso de RdA se lleva a cabo promoviendo el autoconocimiento; la vida espiritual es, en primer lugar, autoconciencia. El ser humano no sólo es capaz de salir de sí mismo y establecer vínculos con los otros y con el mundo, sino que, además, es capaz de adentrarse, de dialogar consigo mismo, de tomar consciencia de que existe; esta toma de consciencia es fundamental para convertir su vida en un proyecto personal. Una persona que vive su vida con sentido, que es capaz de articular su proyecto vital, que puede valorar sus actos y tomar nota de lo bueno y de lo bello que hay en ellos, vive con más plenitud y gozo su existencia que otra que tiene atrofiada su dimensión espiritual. Mediante el desarrollo de la espiritualidad, la persona tiene la capacidad para analizar con profundidad lo que ocurre en su vida y en la vida de los otros, tiene el poder para descubrir sus recursos más íntimos y tiene un alto grado de libertad, pues sabe relativizar y tomar distancia de los estímulos externos.
La dimensión espiritual es un recurso importante para la persona en búsqueda de ayuda: sus valores, creencias y criterios éticos le ofrecen un marco de referencia que le permite enfrentar los desafíos y sufrimientos de la vida. Algunos de los muchos beneficios de este recurso son la profundidad, el sentido del humor, la gratuidad, el sentido de pertenencia al Todo, la relatividad de lo que pasa, dar sentido a la vida, mejorar la toma de decisiones, cultivar la esperanza, reorientar el camino, adaptarse a nuevas situaciones, etc.
Una espiritualidad “atrofiada” conlleva graves problemas, como el fanatismo, la banalidad, el servilismo, el dogmatismo, el sectarismo y otros graves dramas que atañen al mundo actual. Frente a la actitud de indiferencia generalizada, que abunda en nuestros días y especialmente ante el sufrimiento de los demás, la ética del cuidado, llevada a cabo a través de una adecuada Relación de Ayuda, ofrece una respuesta que permite vislumbrar un futuro mejor.
La naturaleza es resurrección...
Esta mañana salí a caminar muy temprano. Las campanas de la Parroquia de la Santa Cruz convocaban a la primera liturgia del día, con su canto alegre, participando del pulso de la ciudad.
Lo primero que vi fue el mantón florido de mi buganvilia y a dos conguitas haciendo equilibrio en el cordaje del aire. No pude menos que recordar lo seca y triste que estaba la buganvilia hace apenas unas semanas, y de pronto, como por milagro, ahí está, intensa y hermosa en su libertad magenta, llamada a la vida y a compartir su mejor expresión.
No cabe duda: ¡La naturaleza es resurrección!
Y así podríamos ser los seres humanos, siempre renovando nuestros dones, en lugar de enquistarnos y cerrarnos a todo cambio. Si caminásemos con la misma seguridad y con la misma fe con la que se renuevan los ciclos de la naturaleza, como creaturas que somos, no desperdiciaríamos nuestra existencia en busca de motivos para discutir, pelear, gruñir, odiar… ¿rabiar?
Puede sonar fuerte, esto de rabiar. Lo tomo como pretexto para reflexionar.
Recuerdo una película, que es ya un clásico, estrenada en su segunda versión en 2008 en México, dirigida por Francis Lawrence: “Soy leyenda”, en la que se narra cómo la humanidad ha sido destruida por “el virus de la rabia”. La película da cuenta de cómo hordas de rabiosos contagiados salen de los drenajes y covachas subterráneas a matar y devorarse unos a otros en una epidemia de
odio. Sólo queda un sobreviviente, en busca del antídoto.
Claro, podemos decir: “es Ciencia-Ficción”. Sí, lo es, pero, no olvidemos que muchas veces la realidad supera a la fantasía. Como quiera, esta metáfora de la rabia sobre nosotros, los seres humanos, no deja de ser una voz de alerta nada despreciable, sobre todo en estos tiempos.
¿Exagerado? Seguramente sí, puede parecerlo. Sin embargo (y comparto esta preocupación con ustedes, tal vez algunos coincidan), en últimas fechas he sido testigo con demasiada frecuencia, lamentablemente, de todo tipo de pleitos, discusiones y enfrentamientos por diferencias políticas, entre personas cercanas, entre familias incluso, entre seres humanos, por cierto inteligentes, y yo diría que, de buena voluntad, pero que, inexplicablemente, están imbuidos en una actitud de rencor y coraje, por momentos en clave de odio, alimentando un imaginario catastrófico, que anticipa los peores males, concebidos sin fundamento alguno. Personas que repiten, replican, difunden consignas lanzadas, muchas veces por los medios de comunicación manipulados (no siempre, dicho sea, porque hay, afortunadamente, medios muy responsables), aseveraciones falsas que atentan inclusive contra la lógica, y reproducen y multiplican insultos, descalificaciones, calumnias lanzadas hacia todas partes, y todo tipo de “profecías apoca -
lípticas”, dirigidas, precisamente con la intención de sembrar el miedo y la confusión. Y van “de aquí para allá y de allá para acá”, más allá de colores y partidos.
Todo esto, de frente a las futuras elecciones, por supuesto. Dice la conseja popular que “De política y religión no debemos hablar”. Pero debo admitir que no estoy de acuerdo con ello. Estoy convencida en cambio de que, de política y de religión ¡claro que debemos conversar! es necesario hacerlo, pero, hacerlo con respeto, libertad, conocimiento, tolerancia y… ¡responsabilidad!
Esto último, la responsabilidad es fundamental. Significa informarnos , con verdad, en fuentes serias, documentadas, congruencia, apertura, solidaridad y teniendo claro el fin último de la opción que tomemos:
el bien común.
No podemos olvidar que somos una Democracia, esto es “el régimen que se define por la soberanía del pueblo”. Somos pueblo soberano y el principio básico de la Democracia es: el respeto a tu opción, y el derecho a hacerla valer con libertad frente a las urnas.
Y es de comprenderse que haya opiniones claramente, distintas, opciones diversas, intereses que marcan una preferencia u otra, y son válidas estas diferencias y opciones siempre y cuando se ejerzan con respeto y legitimidad, a la luz de un estado de derecho.
Quien piensa diferente no es necesariamente un enemigo. Eso de “amarrar navajas” no deja nada bueno. Sólo destrucción. No podemos ir por ahí repitiendo consignas falsas y llevando “agua al molino” de… ¡vaya usted a saber qué intereses!
¡Qué manera de desperdiciar nuestros dones, nuestra capacidad humana de encuentro, crecimiento, empatía, generosidad, apertura, comprensión, tolerancia y muchas virtudes más… que necesitan ser actualizadas y compartidas! No es renuncia a nuestros derechos lo que se pretende, sino convocatoria a hacerlos valer con inteligencia, respeto, libertad, justicia y amor. ¡Claro que hay sitio para el amor !
No podemos vivir nuestras vidas en clave de odio, nos necesitamos unos a otro. Bien lo dice el monje trapense Thomas Merton: “Los seres humanos no somos islas”. Es importante crear vínculos que nos fortalezcan y nos permitan superar el egoísmo y la individualidad, en aras del “nosotros”.
Sólo así, juntos, podremos trabajar, cada uno en lo que nos toca , ante realidades tan difíciles que, además, no podemos negar, como la violencia, que grita dolorosamente, y pide auxilio, no sólo en nuestro país, sino en diversos puntos del planeta.
Vale la pena reflexionar sobre el momento político que vivimos, vale la pena ser participantes activos, conscientes de la dimensión histórica a la que debemos responder con nuestra mejor actitud. Y, sencillamente, hacer lo que nos toca, hacerlo cada uno de nosotros, defendiendo nuestros derechos ejercidos con congruencia , después de informarnos con claridad, fundamento, e inteligencia, para finalmente, irradiar un espíritu de esperanza, benevolencia, y paz a nuestro alrededor, que no llegará por arte de magia, sino construido con la participación honesta, responsable y amorosa de todos nosotros. Creo en ello, y sé que somos muchos los que lo creemos.
Alteraciones posturales y lenguaje
¿Te agrada tu imagen y comunicación?
El lenguaje corporal se ha considerado como la “anatomía emocional de la comunicación, ya que la expresión individual resulta de las respuestas emocionales del cuerpo; por lo tanto, es el lenguaje pleno de la vida. Es un hecho comprobable que nuestro cuerpo se organiza de un modo diferente y característico según el estado de ánimo en el que nos encontremos: ante un amigo, vecino o una autoridad. El sobresalto o la alarma causan una respuesta corporal inmediata que se reproduce cada vez que nos hallamos en situaciones parecidas, quizá tensando los músculos de los brazos, cuello o subiendo el pecho y conteniendo la respiración.
En definitiva, la motilidad interna contribuye a determinar la forma, la organización interior y exterior del sujeto, proporcionándole un sentimiento básico de identidad en ese momento. Hay un patrón diferente cuando estamos bajo estrés y otro diferente en situaciones de normalidad. ¿Qué sucede en nuestro interior cuando estamos emocional y psicológicamente estresados? ¿Cómo nos organizamos para protegernos? ¿Cómo afectan estos estados a nuestra conexión con los demás?
En esta ocasión complementaremos el tema de la postura como expresión corporal que se puede explicar desde dos ópticas; en primer término, es una manifestación física exterior de la situación del cuerpo o el modo en el que está en ese momento (como lenguaje postural); en un segundo término, como un sentimiento afectivo que se refiere a la forma de percibir el cuerpo tal como se siente; todo esto es tener conciencia corporal.
La imagen corporal es la suma de todas las sensaciones y sentimientos que le ocurren al cuerpo, es decir, todos los estímulos o experiencias recibidas tanto externas como internas durante toda la vida se incorporan a través de receptores u órganos sensitivos, y el sistema nervioso central selecciona sólo aquellas partes de la información que son importantes para el momento, llevándolas a nuestro nivel de conciencia corporal.
Antes de referirme a las alteraciones posturales, debo de mencionar que, si se muestra desde el inicio una “imagen corporal inadecuada” hacia el interlocutor, eso tiene repercusiones muy serias; ya que se está ocultando en forma voluntaria (actuada) o involuntaria (instintiva) y la persona no refleja su verdadera personalidad conductual, que es el resultado de un aprendizaje normal.
Es importante tener conciencia corporal, porque nos facilita la identificación de los distintos síntomas y signos de las perturbaciones (tics y vicios) de nuestro cuerpo en forma temprana antes que se presente alguna enfermedad y altere tanto la imagen como el lenguaje corporal. Esta conciencia o sentir de nuestro cuerpo, nos permite ir forjando nuestra imagen ante nosotros y ante los demás.
En resumen : las alteraciones o disturbios de la imagen corporal se pueden deber a la falta de registro de los estímulos principalmente en piel, músculos y articulaciones (estímulos cinestésicos). Nuestra Imagen y nuestro lenguaje corporal y verbal personal es la carta de presentación ante la sociedad y es la base para valorar nuestro estado de salud y bienestar.
La imagen postural es importante probablemente más de lo que se piensa, y como lenguaje corporal es un componente crucial, especialmente en la comunicación directa, por lo tanto, el principio de nuestra valoración es cómo nos mostramos: “La Imagen vale más que mil palabras. Debemos de ofrecer siempre una imagen y lenguaje congruente. El lenguaje corporal es el sistema
de comunicación más importante en el ser humano; es estudiado por la Psicología de la conducta.
La comunicación incongruente no solo aparece cuando se miente o se intenta engañar u ocultar algo. Habitualmente no somos del todo conscientes ni de la emisión, ni de la recepción de nuestros mensajes. El tiempo en que fragua la primera impresión varía entre 2 a 4 minutos en el encuentro cara a cara, y escasos segundos en el telefónico. Para lograr que nuestra comunicación corporal cara a cara llegue a la excelencia se requiere que, además de utilizar las tres formas (palabras, tono de voz y lenguaje corporal) en la comunicación corporal, esté presente la “congruencia. La proporción del impacto percibido del mensaje en las tres formas de la comunicación es, más o menos, ésta: palabras 7%; tono de voz 38%; señales no verbales, posturas y gestos 55%.
Los gestos incongruentes (especialmente del rostro y de las manos) son también lo que llamamos señales ambivalentes. En algunas situaciones al intentar no caer en los gestos incongruentes se genera un exceso de congruencia.
Comunicación Gestual
La comunicación gestual, o teoría de la mente y neuronas espejo, se refiere a los comportamientos comunicativos y cooperativos perceptibles preferentemente por el canal visual como las expresiones faciales (“Tu Cara dice la mayor parte”), la mirada, la postura corporal, ademanes con las manos, los movimientos de piernas, de cabeza, que están en gran medida determinados por la genética.
La comunicación gestual combina cuatro elementos : la forma o configuración de la mano (u otra parte del cuerpo), el lugar en que el signo se forma, el movimiento que se hace y su orientación; además de existir micro expresiones o gestos rápidos e involuntarios, como las “muecas”. La sonrisa se considera como una mueca. Existen 6 o 7 tipos de expresiones faciales básicas: alegría, tristeza, miedo, sorpresa, ira, asco y enfado. Sin embargo, en el vocabulario gestual del rostro humano, se reconocen 35 muecas universales. Los gestos trasmiten
información de nuestro estado de ánimo o expresan una valoración sobre algo o acerca de alguien.
Características generales de la comunicación no verbal
La comunicación no verbal, generalmente, mantiene una relación de interdependencia con la interacción verbal. Con frecuencia los mensajes no verbales tienen más importancia que los mensajes verbales. En cualquier situación comunicativa, la comunicación no verbal es inevitable. En los mensajes no verbales predomina la función expresiva o emotiva sobre la referencial. En culturas diferentes, hay sistemas no verbales diferentes.
La comunicación humana se efectúa más mediante gestos, posturas, posiciones y distancias es un proceso complejo. Entender cómo funciona algo, facilita la convivencia con el interlocutor, mientras que la falta de comprensión y la ignorancia inducen al temor y a la superstición y nos convierten en críticos de otros seres humanos (Allan Pease).
Las posturas son claramente indicadores del estado emocional de la persona; es decir, si al caminar parece que “ flota ”, se nota “contento ”; mientras que la tristeza, y/o la vejez, se manifiesta al “arrastrar sus pies, con hombros colgados y cabeza baja ”. Las señales del lenguaje corporal pueden perder sincronía por varios motivos, el más habitual es la timidez o la vergüenza y la pereza que son el “barro ” que genera torpeza física.
El lenguaje corporal comprende los cientos de mensajes que emitimos desde nuestras acciones, posturas y actitud física en general. Mucha gente tiene un lenguaje corporal que no ayuda a que el resto de las personas se le acerque, le hable o le demuestre simpatía. Y esto también se nota en su lenguaje corporal. Por lo tanto, hay que lograr cambiar la actitud corporal , aparecer como amigable y agradable, como alguien que para los demás los haga sentir “a gusto ”.
La postura es una expresión universal que se tiene frente al mundo; es decir, la expresión del ser, la respuesta ante un estímulo continuo permanente de la fuerza de gravedad. La estructura es el Sistema Neuromusculoesquelético, la cultura es el medio y las emociones finalmente esculpen la postura bípeda.
La postura ideal sería aquella que conservara en forma armónica las curvaturas fisiológicas de la columna (cervical, dorsal y lumbar) con una correcta alineación de la cabeza con la pelvis, y armonía entre los miembros superiores e inferiores. Todo aquello que se aleje del ideal es una alteración de la imagen corporal. La postura es el primer signo de lenguaje no verbal más fácil de descubrir. La postura no es solamente una clave acerca del carácter, es una expresión de la actitud.
La Iglesia es esencialmente universal y solidaria
El Papa Francisco en su mensaje del día de la celebración de la Pascua de Resurrección de Jesucristo lo expresó con toda claridad: “La Iglesia es esencialmente universal y solidaria”.
Nos explicó que, así como una enorme roca que cubría el sepulcro de nuestro Señor Jesucristo fue removida, así también hoy existen grandes rocas que cierran las esperanzas de la humanidad: tráfico de personas, violaciones a los derechos humanos, guerras, violencia, el sufrimiento de los migrantes, niños maltratados y abusados…
Estas rocas solamente pueden ser removidas por Él, porque s olo Él puede quitar el pecado del mundo, sanar a la humanidad herida y abrirnos el camino a una vida renovada que da paso al camino de la fraternidad. Jesucristo Resucitado es luz, consuelo y guía para que todas las personas de buena voluntad que transitan el camino de la solidaridad puedan enfrentar estos y tantos otros desafíos.
del poder que se impone por la fuerza. Todo seguidor de Jesús tiene que ser portador de paz. Jesús en su infinita coherencia no responde al mal con el mal ni al insulto con insulto. Un centurión romano que era pagano presenció el comportamiento de Jesús durante el proceso de la pasión hasta la crucifixión y agonía. Él confesó con extraordinario asombro: “ Realmente este Hombre era Hijo de Dios.”
Jesús sufriendo el abandono y la traición de los suyos, el dolor, el sinsentido, y la incomprensión más absoluta, en esa dramática tesitura, tuvo la generosidad de pedirle a Dios que perdonara a los que lo habían crucificado y a la humanidad entera, de preocuparse por su madre y por el delincuente que estaba crucificado a su vera. Llama la atención que el centurión, siendo pagano, haya hecho la profesión de fe que todos los bautizados estamos llamados a hacer: “Realmente este Hombre ES Hijo de Dios.”
El Papa Francisco pidió por la paz del mundo porque la guerra es siempre una derrota; enfatizó que la paz solamente se puede construir abriendo el corazón y tendiendo la mano. Esta realidad es aplicable en todas las relaciones humanas comenzando por las familiares.
Celebremos la vida que se nos da con la Resurrección, experimentemos el amor infinito de Dios hacia cada uno de nosotros y que esa majestuosa experiencia nos consuele, ilumine y convierta nuestros corazones para que tengamos un respeto absoluto por la vida humana; conscientes de que toda vida humana debe ser acogida, protegida y amada.
El mesianismo nuevo que propone Jesús es el mesianismo del amor y del servicio humilde; no es la lógica
¿Cómo responder a este acto de amor infinito? Responder a esta pregunta es esencial. Traslademos la situación al ámbito de lo humano: ¿Cómo actuamos con las personas que están siempre con nosotros , nos demuestran su amor sin condiciones, nos ayudan y sostienen frente a las dificultades, nos fortalecen, guían, gozan con nuestras alegrías y darían su vida por nosotros?
Aunque algunas personas no conocen ese tipo de amor humano, todos tenemos ese amor divino. ¿Cómo hacer frente a esta realidad sublime de ser receptores de un amor que es absoluto y no tiene límites? El padre Guarise, durante una de sus homilías, nos ayuda con la respuesta a esta pregunta esencial: “Con adoración, gratitud y siendo fuentes de resonancia de su amor; conformando nuestro proyecto de vida al Suyo, dejándonos transformar y guiar hacia una vida de amor servicio y entrega, particularmente con los crucificados de este mundo “.
Lic. en Nutrición Judith Jiménez López
Nutrición y emociones
Soy una madre de hija adolescente. Parece una sentencia, pero es la descripción de una etapa maravillosa de grandes oportunidades de crecer e independizarse: cascadas hormonales, reajuste neuronal, nuevas maneras de mirarse y mirar y de relacionarse. Una etapa de cambios no sólo para ella; es una reestructuración de los cómo, cuándo y dónde. Esta serie de cambios no suceden de manera aislada, debemos aprender a integrar: no sólo al adolescente. Debemos mirarnos a nosotros como un ser integral.
Se habla de un aumento en el número de adolescentes que viven con depresión en esta etapa y se hacen extensos análisis de las causas que pueden estar generándola. Pero pocas veces se observa que hay una variante importante que afecta de manera directa y es el consumo de azúcar. Los adolescentes tienen una ingesta por encima del rango promedio con otras etapas de “alimentos” ricos en azúcar, grasas, colorantes, conservadores, etc. Se puede decir que incluso es un modo de rebelarse del “cuidado” ofrecido en la niñez.
Tenemos un impacto serio en el sistema nervioso, un foco para poner atención. Los desayunos cambian, los gustos cambian, los amigos cambian, el humor, cambia, las relaciones cambian, pero las necesidades nutricionales están ahí, presentes y aumentando. Y el hecho de que no sea “cool” que lleves un contenedor de plástico con tu comida no hace que no necesites de esa energía o que los ayunos para verte delgada o delgado puedan llevarse sin control y porque un influencer los promueve sean sanos y para todo el mundo.
No quiero generalizar, pero ¿cabría la posibilidad de que, por fijarnos sólo en el crecimiento acelerado, los cambios y procesos emocionales estemos descuidando la nutrición? Es decir, que parezca más importante atender estas áreas, sin darnos cuenta de que estamos ante un punto que puede hacer un cambio relevante en aquello que sucede día a día.
Por ello es por lo que me gusta ampliar la mirada y que podamos dar espacio para que sigan entrenando el autocuidado. No podemos estar ahí y no nos quieren ahí en una buena parte de las ocasiones. Pero podemos ser un buen ejemplo del disfrute de lo sano. Es complicado mencionarles que no deben comer o beber algún alimento si nosotros los llevamos a casa o los comemos o los compramos cuando nos sentimos mal.
Quien me conoce sabe que no soy de las que promueve que se dejen por completo ningún alimento, es decir, no soy de las que dice nada de esto o aque -
llo. El equilibrio es un don que estamos persiguiendo y que si nuestros hijos lo logran será para toda la vida. Estoy convencida que la información es la base. Es el momento cuando puedes lograr una integración de lo que sabes y lo que haces, permitiendo que la vida fluya.
Menospreciar el impacto que tiene lo que comemos en nuestras emociones ha hecho que se pierda mucho tiempo en la búsqueda de la mejora. Y debemos recuperarlo para nosotros. Es un buen comienzo.
Estamos ante una ventana de oportunidad para dar a otro ser humano herramientas para el buen uso de su “máquina”, cuerpo. No debemos olvidar que muchas ocasiones estamos deshidratados, mal dormidos, con problemas de mala absorción, déficit nutricional, síndrome metabólico, ovarios poliquísticos, y podría seguir toda clase de inflamaciones. El consumo de alimentos pobres en nutrientes sólo incrementa los síntomas. Podemos entender que es un binomio: si me encuentro en un momento de estrés, este afecta a mi cuerpo y mi cuerpo mal nutrido no logra procesar y regresar a su homeostasis. No es que haya un punto más importante que otro: todo suma. Tener disponible una buena cantidad de nutrientes nos puede apoyar en los procesos que no podemos controlar y enfocarnos en aquellos aspectos que falta por cubrir.
Vivimos en un momento bendecido donde hay un sinfín de herramientas y profesionales . Pero la información no es suficiente si no se lleva a la práctica, construyendo ambientes favorables y que logren un impacto positivo: lo que llamamos experiencias gratas o momentos en los que el sistema guarda con especial esmero y que basta con cerrar los ojos podemos volver a vivirlos; y también aquellos que llamamos inconsciente elige para experimentar: los podemos relacionar con alimentos sanos y amalgamar un nuevo sistema. Es una forma probada, desde hace décadas, para posicionar marcas y productos: usémosla a nuestro favor que sea una nueva forma de autocuidado más gozosa, armoniosa y respetuosa.
Bioética y sexualidad
Así como para la corporeidad en general, debemos apuntar que también en lo que respecta a la sexualidad, ella por sí misma no abarca toda la riqueza de la corporeidad ni mucho menos la riqueza de la personalidad . El espíritu y el yo trascienden al propio sexo por plenitud de vida y riqueza de valores: la persona es más grande que su cuerpo, el cuerpo es más grande que el propio sexo.
Nadie puede vivir en este mundo sin un cuerpo y nadie puede venir al mismo sin ser hombre o mujer, pero el ser personal es más grande que el cuerpo o el sexo. Esta verdad, por sí misma evidente, implica que, en la jerarquía de los bienes personales, el sexo, mientras que es inherente a la persona en su totalidad, no la abarca a plenitud.
comunicación y de la unidad de las personas entre ellas.
El bien total de la persona está en el primer lugar con toda su riqueza trascendente y espiritual; la vida física es el bien fundamental en el cual la persona se expresa en el tiempo y es en la vida física que se inserta directamente la sexualidad. Si por lo mismo es cierto que nadie pueda rechazar el ser hombre o mujer, no es, sin embargo, de igual manera necesario ni posible, que el sexo exprese toda la vitalidad y que todas las personas estén necesitadas, sin excepción, de expresar la totalidad de sus capacidades sexuales.
Así como el acto no abarca toda la facultad (un acto de pensamiento no abarca la facultad de pensar) ni tampoco la facultad expresa toda la persona (el hombre no es sólo pensamiento), analógicamente debemos decir que el ejercicio de los actos individuales de la vida sexual no expresa la totalidad de la vida sexual, ni la vida sexual realiza a toda la persona.
En cuanto componente fundamental de la persona, la sexualidad condiciona también el modo en el cual se manifiesta y relaciona con los otros: si la persona es un “yo” abierto al “tú”, es un “ser en relación”, la sexualidad posee una dimensión esencial relacional. Es el signo y el lugar de la apertura, del encuentro, del diálogo, de la
Entendida de esa manera, la sexualidad se convierte en necesidad de salir de la propia soledad, de comunicarse con los otros, de reencontrarse en los otros: el hombre y la mujer perciben la diferencia sexual y se sienten atraídos y orientados el uno hacia el otro. Y del otro sexo se quisieran descubrir los misterios más escondidos. Pero en lugar de ello, entre el hombre y la mujer permanece siempre una diferencia, un abismo que no se puede llenar: Adquiere entonces un significado diferente la dualidad del sexo, masculino y femenino: “La distinción sexual, que aparece como una determinación del ser humano, es diversidad, es diversidad, pero en la paridad de naturaleza y dignidad. La persona humana, por su íntima naturaleza, exige una relación de alteridad, que implica reciprocidad de amor. Los sexos son complementarios: similares y disímiles al mismo tiempo: no idénticos, iguales pero en la dignidad de la persona; pares para entenderse, diferentes para completarse recíprocamente” (Congregación para la Educación católica).
Es necesario añadir que la sexualidad no equivale a ejercicio de genitalidad: para clarificar tal diferencia es necesario distinguir entre “relación sexuada” y “relación sexual-genital”.
La relación sexuada se actúa mediante la sexualidad entendida genéricamente, sin el recurso a la genitalidad: se verifica en todos y en cada fase de la vida. Se trata de la común relación entre personas de sexo diverso dirigida a la estima, respeto, amistad, afectividad, sin involucrar al otro cuerpo sexuado a nivel de la genitalidad física.
La relación sexual-genital tiene, por otra parte, como característica peculiar, la totalidad de los componentes de la persona que dan vida a la apertura, al encuentro, al diálogo, a la comunión y a la unidad: se trata de una recíproca donación personal y total.
De lo que hemos dicho hasta el momento se deriva que el ejercicio de la actividad genital, que se expresa a través de los órganos genitales, no es el único modo para expresarse como hombre o mujer y no es deterministamente necesario que la persona como individuo ejercite la actividad genital para que pueda decirse realizado como persona.
Por lo anterior es verdad que ser mujer no necesariamente equivale a ser madre o esposa, y viceversa, ser hombre no necesariamente quiere decir ser marido y padre
Resumiendo, debemos decir que la sexualidad está inscrita en el ser humano, está radicada en la naturaleza humana y marca todo el ser humano, pero al mismo tiempo no lo agota. Bajo esta óptica, estamos lejos del pensamiento de Simone de Beauvoir y de todos aquellos que reducen la sexualidad a un hecho cultural, pero estamos también lejos del llamado pansexualismo de ciertas corrientes psicológicas. La sexualidad pertenece como el cuerpo a aquel ser-tener, en el cual la persona está presente, pero hacia el cual es trascendente. La trascendencia del ser personal respecto al propio sexo no minimiza el sexo, sino que lo enriquece, de la misma forma que el pensamiento, que puede prescindir de expresarse por medio de palabras verbales, no minimiza la palabra, sino que la enriquece.
Ni el hecho de que la sexualidad no se exprese necesariamente ni siempre en el ejercicio de la genitalidad, quiere significar que una vez
que la genitalidad sea ejercitada no conlleve el compromiso de toda la sexualidad y de toda la persona. Yo, para expresarme con un ejemplo en términos jurídicos, no estoy obligado ni necesitado a poner mi firma en un contrato ni vivo solamente para hacer compraventa de capitales inmobiliarios sino, una vez que decido firmar el contrato, mi firma compromete toda la persona, no solamente por el momento en el cual trazo las pocas letras de las cuales se compone mi nombre, sino también por las consecuencias del hecho. Yo valgo más que mi firma y es esto que vuelve precioso el gesto gráfico, no estoy obligado a comprometerla en un contrato, pero, si me comprometo, me comprometo a mí mismo.
El sexo se inscribe en el cuerpo, pero con el cuerpo y en el cuerpo marca todo el ser personal, que sin embargo permanece trascendente a través de la espiritualidad. Hemos examinado el rol psíquico en la persona humana y recordado que la psique según la concepción personalista no es ni totalmente perteneciente al organismo corpóreo, inclusive si en él tiene sus raíces sensoriales, nerviosas y emocionales, ni totalmente al espíritu, que sobre este complejo psiquismo ejercita una conciencia vigilante y del cual recibe también estímulos y condicionamientos. La concepción de la psique debe ser entendida como resultante de los dos co-principios humanos, el físico y el espiritual o metafísico, como se expresan algunos psicólogos. No podemos tampoco reducir el espíritu a psiquismo: el hombre ontológicamente es espíritu unido al cuerpo; es al interior de esta unidad vital que se desarrolla e inscribe, en toda la personalidad orgánica y consciente, la psique.
También la sexualidad tiene una carga emocional y un mundo psicológico: algunos psicólogos de este observatorio de la psique, y por añadidura de la psique inconsciente, han querido interpretar todos los
comportamientos humanos y sociales desde un punto de vista totalizante, empezando por el llamado padre del psicoanálisis Sigmund Freud. Si bien esta visión totalizante es excesiva, no podemos negar que la vitalidad psíquica enriquece, condiciona y dramatiza también la vida sexual Conflictos y tensiones, pasiones y eros se encuentran dentro de la vida psicológica de las personas y, si no constituyen ciertamente toda la vida psíquica, interesan profundamente. Tanto en la psique como en la corporeidad se pone en evidencia la complementariedad de los sexos y su recíproca atracción.
Parece claro que las diferencias psicológicas no se pueden anular o atribuir completamente a las influencias socioculturales . No es la cultura que por sí misma constituye la diferente psicología hombre-mujer. La cultura puede influir acentuando ciertos roles e inducir ciertos prejuicios y falsas sensibilidades (hombre activo / mujer pasiva, hombre fuerte / mujer débil …), pero no toda la psicología emana de la cultura: la psique se radica en el soma como el espíritu que la permea de su vitalidad
Más allá de la normal problematicidad en la armonía del ser humano, hay casos en los que existe la posibilidad de que se instauren conflictos de armonización entre el sexo corpóreo y el psicológico, también porque en este último nivel influye el ambiente cultural. Se pueden entonces verificar no solamente problemas en el desarrollo, sino también profundas anomalías de la psique por el cual el sexo físico no es aceptado y se apela a la sexualidad psíquica para el cambio de la física. La solución no puede ser buscada con la supresión pura y simple de uno de sus componentes (físico o psíquico), admitiendo que ello sea posible, sino que la solución está en el armonizar ambas en la medida de lo posible a través del espíritu, la educación y, donde proceda, con el auxilio de la ciencia psiquiátrica.
El adulto mayor difícil
Vivir la tercera edad o convivir con una persona adulta mayor no siempre es miel sobre hojuelas; para algunos es una realidad muy distinta que hace sufrir a la familia o a quienes le rodean e incluso a la misma persona . Relatos como los siguientes son lamentablemente más comunes de lo que quisiéramos.
Rosario. Mi madre es extremadamente demandante, agresiva y de pilón berrinchuda. Me cuesta amarla cuando se pone en modo necio y más cuando no se deja cuidar, ni bañar o ayudarla en lo más sencillo. No la entiendo, antes no era así.
Jose Miguel . Hace un par de años mi abuelo, el papá de mi mamá, después de que mi abuela murió se vino a vivir con nosotros; al principio me daba igual, hay un espacio para él, pero desde hace unos meses hemos tenido muchos problemas con él, se ha vuelto insoportable y lo que más coraje me da es ver cómo trata a mi mamá que, a pesar de que ella lo atiende y lo recibió en su casa, la maltrata, le grita y de inútil no la baja, ya le he dijo que lo mande a un asilo, pero ella dice que está enfermo y lo debemos de comprender. Me da pena, pero, de verdad, que a veces ya no lo aguantamos.
Jovita. Mi papá tiene 79 años. Me avergüenza admitirlo, pero cada vez lo visitamos menos; si lo hacemos es por mi mamá que es la que lo aguanta, para él todo está mal, no pasa mucho tiempo cuando ya se está quejando de todo y cuesta trabajo entablar una charla con él pues siempre quiere tener la razón. Entiendo que es la edad, pero de verdad no sé cómo tratarlo y menos cómo ayudarlo; si me alejo de él, me alejo también de mi madre que nada hace la pobre.
Olivia . Mis padres murieron hace años, pero de sus hermanos sólo les sobrevive una tía que vive en la casa de los abuelos, ella nunca se casó y, a sus casi 70 años, es muy fuerte, pero fuerte también de carácter, y aunque nuestra abuela y madre nos dijo que velemos por ella, su misma personalidad nos hace difícil cumplir con esa tarea. Es muy chismosa, hace comentarios inapropiados, todo critica si se le ayuda o no, le anda contando a sus amigas y vecinos que no la visitamos, pero de verdad que sólo nos causa problemas. Hemos querido hablar con ella, pero no acepta razones y sólo nos insulta. Particularmente me da pena pues ante todo es un ser humano, pero pide a gritos que la dejemos sola. No sé cómo ayudarla y cumplir con lo que nos encomendó mi madre y abuela.
Y así pudiéramos incluir relatos de cuidadores profesionales que sufren también estos tipos de problemas. Pero ¿cómo podemos ayudar a que esto no pase? ¿Qué pasa en los adultos mayores que, mientras más pasa el tiempo, se vuelven más iracundos y gruñones?
Antes que nada, necesitamos
saber que la comunicación es base para todas las relaciones y que, si desde los inicios, la familia tiene vicios, defectos o simplemente no tiene una comunicación funcional, los problemas se van a ir incrementando a lo largo y ancho de la historia familiar. Si no se saben comunicar las emociones, y estás se ocultan o se niegan, tarde o temprano se verán las consecuencias.
Al pasar los años es natural que las capacidades se vayan aminorando y esto que es totalmente natural no lo es tan fácil para quien lo vive en día a día, a casi nadie le gusta ser dependiente de alguien más. Las capacidades físicas, psicológicas y sociales, al irse disminuyendo, dan una sensación de inutilidad de menoscabo y eso puede traer una impotencia y frustración que muchas veces no es fácil de aceptar: si te das cuenta que olvidas cosas o que las operaciones matemáticas, por sencillas que sean, se dificultan o que ya las capacidades motoras y de los sentidos no funcionan igual; si ya no se es el proveedor que antes era o socialmente ya no se es reconocido, y no se está preparado para ello: es un caos en la persona que desata ansiedad , depresión
Psic. Cliserio Rojas Santes
y por consiguiente brotes de irritabilidad , aunado a la personalidad del individuo que siempre mantuvo a lo largo de su vida.
No todas las personas tienen una buena disposición al cambio. A muchos les cuesta adaptarse a las pérdidas y sentirse una carga agrava todo, pues cuando se tienen que mudar de domicilio, de cuarto o de hábitos alimenticios puede ser lo que detone la agresividad.
Si la persona adulta mayor tiene que batallar con problemas cognitivos, como la pérdida de la memoria, paulatina o sencillamente se desconectan por momentos de su realidad: es un síntoma que descontrola a quienes le rodean haciendo más difícil el cuidado. Con este punto también se debe tomar en cuenta si está teniendo problemas como dolor, confusión mental, desorientación, estreñimiento, u otros síntomas físicos que pudiera no estar expresando y los vive en soledad para no dar molestias y sin querer se están convirtiendo en un gran problema por su carácter irascible.
Otro tema puede ser un duelo que no se ha resuelto de manera adecuada, eso quiere decir que no ha podido expresar lo suficiente para que le dé sentido a la pérdida. Recordemos que mucho de lo que se hace para vivir un duelo y superarlo es expresarlo, sentirlo y la familia a veces no tiene el tiempo para acompañar o no le da el espacio con la suficiente empatía para comprender el duelo. La familia está ocupada en resolver, reacomodar, asuntos administrativos y da poco tiempo para acompañar el dolor, la ausencia, el miedo y la zozobra ante la nueva realidad.
Si tomamos en cuenta que la personalidad es la manera en la que una persona piensa, siente y actúa de acuerdo con sus creencias y pensamientos, en el adulto mayor esa personalidad es el resultado de todo lo que ha vivido, de lo esperado de sus metas alcanzadas, pero también de las no alcanzadas , nos da como resultado tipos de personalidad que puede desarrollar un adulto mayor. Podemos mencionar las formas de personalidad más comunes.
generalmente tiene la idea de que la vida le debe mucho y eso le crea un malestar emocional, se niega a vivir esa etapa de la vida y no sabe cómo sacar esa furia contenida, pero además le cuesta la convivencia por lo mismo que se siente agredida fácilmente, aunque esto no sea así. Obviamente se complica la vida y se la complica a los demás.
Personalidad dependiente: es aquella en la que el adulto mayor prefiere depender de otros para situaciones que ella misma puede decidir, aunque no estén comprometidas sus capacidades motoras, emocionales, cognitivas o sociales. Este tipo de personalidad también puede complicar la vida de quienes les rodean pues, al ser tan dependientes, no dejan que los demás hagan su vida, por lo mismo llaman mucho la atención y se quejan de abandono, aunque no sea realidad y adoptan actitudes chantajistas.
La personalidad aislada: se nota cuando una persona adulta mayor opta por aislarse con una bandera de pseudo autonomía. Muchas veces lo hace porque la verdad es que es un poco soberbia y no acepta la ayuda de nadie cuando en realidad todos necesitamos del apoyo moral, emocional o económico alguna vez.
Por todo lo anterior es importante desde jóvenes desarrollar una buena salud mental que nos ayude a tener una buena relación con la gente que queremos y que
Personalidad adaptada : es aquella que se adapta a las circunstancias de vida, es realista y vive esa etapa de la vida de manera plena, proactiva y sin complicarse la vida ni complicar a los demás, solo vive de la mejor manera que puede, si miedo a envejecer y nutriendo sus relaciones sociales y familiares.
Personalidad a la defensiva: es la de la persona a la que se complica comunicar sus pensamientos, deseos;
nos quiere. Tomemos en cuenta que si el adulto mayor está pasando por algún trastorno mental o neurodegenerativo los medicamentos o la interacción entre ellos puede causar también episodios de irritabilidad. Eso nos advierte de tener mucho cuidado con la polifarmacia o la automedicación.
El corazón atento del voluntario
Ante todo, el voluntariado es una acción altruista de amor y empatía que motiva a los individuos a dedicar tiempo y voluntad para ayudar a los demás. De aquí que cada acto voluntario es motivado por un corazón compasivo y amable, el cual es un poderoso motor que fomenta la solidaridad y el cambio positivo en la sociedad. Por ende, el corazón atento del voluntario no es solo una parte corpórea; es un impulso que promueve la compasión, la generosidad y el vínculo entre las personas.
La esencia
Indiscutiblemente, la esencia del voluntariado radica en la misericordia y la compasión ante la fragilidad humana que se puede apreciar en un acto altruista, en el que las personas brindan su tiempo, habilidades y recursos para asistir a los demás sin esperar distinción. En otras palabras, ser voluntario significa compromiso con la comunidad y estar dispuestos a desempeñar una aportación positiva al bienestar de los otros.
No cabe duda: el corazón es el pilar esencial de cada ser humano, el cual motiva a menudo a los voluntarios a ser atentos y sensibles ante las necesidades de los demás. Esta actitud se traduce en convicción de que, en ocasiones, el regalo más preciado que se puede ofrecer es dedicación y compañía. Se trata, en consecuencia, de ser presente no solo físicamente, sino también emocionalmente, al escuchar, reconfortar y compartir tanto momentos de felicidad como tristeza.
Así pues, este espíritu nace del deseo innato de los individuos de cooperar al bien común y de poner en práctica los valores de solidaridad,
empatía y servicio hacia los demás Ya que va más allá de la mera filantropía o la asistencia caritativa, dado que implica una participación activa y comprometida en la resolución de problemas sociales y la promoción del cambio efectivo.
Por eso, en su naturaleza, esta tarea se considera una obra de amor y nobleza que trasciende las barreras de la raza, la religión, la cultura y la nacionalidad. Evidentemente, es una expresión de la relación humana y la solidaridad global que reconoce la dignidad y el valor intrínseco de cada individuo, independientemente de sus circunstancias o condiciones de vida.
Más allá de la acción
Siguiendo con este razonamiento, el corazón atento del voluntario no se limita a la realización de acciones simples; es una voluntad que emana de la empatía y la asociación con otros seres humanos. Por eso, cuando decide brindar su tiempo para asistir a los demás, lo concibe desde un entendimiento profundo de sus necesidades y dificultades. Entonces
este corazón sensible es capaz de ir más allá de lo evidente y abrazar la diversidad de experiencias que componen la condición humana.
En consecuencia, esta acción lleva a que la empatía se convierta en un pilar esencial del corazón que actúa por elección propia. Al ponerse en el lugar de aquellos a quienes ayudan, estos no solo ofrecen asistencia práctica, sino que también brindan alivio emocional. Este aspecto del ser atento trasciende las palabras y se expresa a través de gestos pequeños, más significativos que alimentan el alma y fortalecen los vínculos en la comunidad.
Como acto de Gratitud
Como se ha mencionado antes, el voluntariado tiene numerosos alcances de participación, a través de sus múltiples acciones, y uno de los rostros que manifiesta esta actividad es el sentimiento de agradecimiento; el cual, se aprecia en la voluntad
de los sujetos que colaboran, los cuales encuentran una manera de retribuir a la sociedad y expresan gratitud por las bendiciones recibidas. Este sentimiento de estimación los lleva a convertirse en agentes de cambio, al estar conscientes de la responsabilidad de contribuir a hacer del mundo un mejor lugar.
En lo referente, al acto de gratitud también genera una comprensión de los lazos entre los seres humanos; donde se entiende que el bienestar de uno está vinculado a la prosperidad de todos. Al abrazar este principio, el corazón atento se amplía, al procurar no solo aliviar el sufrimiento inmediato, sino además abordar las causas profundas de los problemas sociales, al trabajar hacia soluciones a largo plazo.
Resiliencia
En este sentido, la resiliencia en la acción voluntaria, respaldada por un corazón atento, constituye una combinación efectiva que habilita a los individuos para afrontar desafíos y respaldar de forma significativa a sus comunidades. A continuación, se ofrece una reflexión acerca de cómo estos componentes se entrelazan:
Resiliencia en la acción voluntaria . Según se expresa anteriormente, la resiliencia se define como la habilidad de adaptarse y recuperarse frente a situaciones adversas. En el ámbito de la acción voluntaria, esto significa la capacidad de perseverar a pesar de los obstáculos que se presentan. Indudablemente, los voluntarios a menudo se enfrentan a desafíos como la escasez de recursos, la oposición al cambio o la desilusión por el avance lento de sus esfuerzos. No obstante, aquellas personas con resiliencia logran hallar maneras de superar estas dificultades, manteniendo intacto su compromiso con la causa que respaldan.
relaciones significativas con las personas a las que prestan ayuda, al reforzar así el valor de su labor voluntaria.
La intersección entre resiliencia y corazón atento. Cuando la resiliencia y la compasión se unen en la acción voluntaria, se logra un círculo poderoso. El cual, capacita a los voluntarios a superar los desafíos que surgen inevitablemente en su servicio, mientras que la misericordia nutre su motivación y dedicación, permitiéndoles continuar aún en momentos complicados. Además, la caridad y la empatía inherentes a un corazón atento son fundamentales para comprender las necesidades de las personas a las que sirven y adaptar sus esfuerzos voluntarios en consecuencia.
En resumen, el corazón atento del voluntario es el impulso detrás de la solidaridad y la acción transformadora; al adoptar la empatía, la gratitud y la resiliencia, no solo mejoran las vidas de aquellos a quienes ayudan, sino que también contribuyen a la formación de una sociedad más compasiva y justa.
Así pues, es esencial apreciarlos y celebrarlos, al destacar sus historias inspiradoras y fomentar una cultura que reconozca y promueva el altruismo. En un mundo donde los desafíos sociales persisten, la unión de corazones atentos puede ser la clave para edificar un futuro más prometedor y luminoso para todos.
Corazón atento .
En este escenario, se necesita un espíritu receptivo y meticuloso que demuestra una profunda empatía y compasión hacia los demás. Los voluntarios con un corazón compasivo viven plenamente entregados a la prosperidad de aquellos a quienes ayudan. En esta etapa, están preparados para escuchar, entender y abordar las necesidades con gentileza y sensibilidad. Esta actitud fomenta
ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL
Lic. Maribel Delgado - Coordinación proyecto
ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL
Asociaciones Unidas por la Salud, en CSC
Una oportunidad de vida, AC
“Creemos que ser el cambio que queremos, nos mueve a estar más comprometidos con la salud renal de niños y jóvenes de nuestro país”.
Un testimonio de vida: Sra. Rocío Calderón
El día que trasplantaron a mi hija me quedé con ella toda la noche porque estaba en terapia intensiva; después de varias horas de estar platicando con otros padres, me quise tomar un café y bajé a una máquina para comprarlo, en ese momento no traía dinero y regresé a la sala y me preguntaron por mi café, yo les dije que no tenía dinero; y en ese momento se extendieron varias manos y me dieron varias monedas, ellos me dieron lo que tenían para que yo pudiera comprar café; es decir, a ellos no les sobraba y esa noche el piso se convirtió en una gran cama, salieron cartones, cobijas y almohadas de no sé dónde, y entonces las personas me arroparon y me compartieron todo para que yo pudiera dormir. Así nació en mí la idea de formar una asociación, regresar a la vida y a la sociedad eso que me estaban brindando esas personas sin conocerme.
Se unieron a esta idea de formar una AC varios padres de hijos con enfermedad renal, para así responder al abastecimiento de medicamentos entre otros. Además, dar acompañamiento a los familiares y gestionar sus necesidades por familia.
La asociación civil nació en el 2008 y se constituyó en el 2009 por padres de familia y adultos trasplantados en el Hospital Civil de Guadalajara, con el objetivo dar calidad de vida ante la insuficiencia renal y promover la prevención e informar a nuestra sociedad.
Misión : apoyar a pacientes con enfermedades irreversibles de riñón. Acompañarlos en el proceso pre y post trasplante. Brindar orientación y prevención a sus familias y hacer campañas en la sociedad.
Hoy se cuenta con cuatro programas de apoyo para promover acciones y multiplicar ayuda: prevención, atención Integral, fomento al trasplante, generar conciencia. Su razón de ser : actualmente se atienden a más de 180 beneficiados de todas las edades, enfocándose principalmente en personas carentes de seguridad social. Se han beneficiado más de 6000 personas con los programas de detección oportuna de enfermedad renal
Teléfono: (33)3574 5960 y (33) 36314650
Sitio Web: http://www.unaoportunidaddevida.org Redes Sociales: Facebook: unaoportunidad.devida Instagram: unaoportunidad.devida Twitter: OportunidadVida
Votar el próximo 2 de Junio
Puede parecer raro este artículo sobre este tema en esta revista, pero no resisto a la tentación de escribir sobre las elecciones. Creo que todos tenemos no sólo el derecho sino la obligación de ir a votar; parece algo obvio, pero no es así: del padrón total de casi 90 millones de mexicanos, solo fuimos a votar el 63.42% en el 2018, es decir 30 millones de mexicanos no ejercieron su derecho, les ganó la indiferencia, la apatía, la flojera o lo que haya sido, pero no fueron a votar.
Una vez que estamos decididos a votar, tenemos que conocer lo que piensan los candidatos a la presidencia, que es el puesto más importante por el que votamos; qué piensan los candidatos con respecto a nuestros valores, a nuestros principios; al México que nos gustaría tener; a la seguridad en la que queremos vivir; cómo procurar la mejor justicia; cómo ver menos corrupción; quién va a gestionar un mejor sistema de educación, de salud; quién puede generar las mejores condiciones para que crezca México y disminuya la pobreza, para que verdaderamente existan oportunidades para que la gente con su esfuerzo pueda lograr una mejor vida: Nos gusta el país en el que vivimos pero hay cosas que quisiéramos cambiar.
TODOS ILUMINEMOS
A MÉXICO ESTE 2 DE JUNIO: NO FALTES A VOTAR
Esta es nuestra oportunidad de expresarnos, y no sólo en el puesto para presidente sino también para gobernador, informémonos un poco más a ver qué piensa cada candidato, de dónde viene, quién podría llevar mejor las cosas; lo mismo para la presidencia municipal, y ya si la complicamos un poco más, ¿quiénes son los candidatos a Senadores?, ¿diputados federales? y ¿estatales?
Si somos de las personas que
irán a votar este 2 de Junio, hagamos proselitismo, saquemos la conversación y convenzamos a 5 personas que vayan a votar, y si les podemos ayudar con información para que esas personas tomen mejor su decisión hay que hacerlo, pues tristemente hay mucha ignorancia o desinterés; usemos nuestro nivel de influencia en la familia, en el trabajo, en el cen -
tro de estudio, en donde quiera que vayamos, entre más gente votemos más democráticos seremos.
No permanezcamos pasivos; todos somos una pequeña llama: que la nuestra incendie a otros y que estos hagan lo mismo con otros, y así quede México iluminado. Vayamos todos, los más posibles sin importar lo que digan, ¿ya para qué voy?, no hay nada decidido si somos muchos los que vamos a votar. Si somos muchos a votar, también los elegidos se sentirán más comprometidos en no decepcionar a los electores.
Despertemos y hagamos que otros despierten, no perdamos nuestra oportunidad de expresarnos, seamos responsables y a votar.
Hipertensión y alimentación
MSP. Roberto Carlos Plascencia SánchezEn México la hipertensión es un grave problema de salud por el alto riesgo cardiovascular que conlleva y por el número de casos que se presentan cada año. La hipertensión se caracteriza por un aumento sostenido en las cifras de la presión arterial sistólica (PS) por arriba de 140 mmHg, y/o de la presión arterial diastólica (PD) igual o mayor a 90 mmHg.
Se debe hacer énfasis a las personas y familias el que la hipertensión es una enfermedad crónica, controlable, y que existe un plan de tratamiento integral que se debe seguir: podemos prevenirla y controlarla.
Muchas personas asocian la palabra hipertensión con tensión excesiva, nerviosísimo o estrés. La hipertensión se refiere a la presión arterial elevada de forma permanente, independientemente de la causa. Esta enfermedad no suele causar síntomas durante muchos años , hasta que resulta dañado un órgano vital.
Causas de la hipertensión: antecedentes hereditarios de hipertensión; sobrepeso y obesidad; sedentarismo; estrés mental; hábitos alimenticios como consumo
excesivo de alimentos ricos en sodio y poco consumo de frutas y verduras; abuso en el consumo de alcohol y drogas; tabaquismo.
Si tu presión no está controlada puede aumentar el riesgo de trastornos como accidentes cerebrovasculares, infartos, enfermedad renal crónica, entre otros.
La alimentación
El sodio es un mineral, y uno de los elementos que componen la sal: 1 gramo de sal equivale a 400 mg de
sodio. El consumo de sal debe ser reducido por debajo de 5 gramos al día. El paciente debe evitar el aporte excesivo de sal en la preparación de alimentos. El 80% de la sal que ingerimos a través de la dieta viene de los alimentos que ya la contienen.
La dieta debe ser rica en frutas, verduras, lácteos desnatados y, en general, baja en grasas totales y grasas saturadas . El aceite de oliva debe ser la grasa de adición de elección para cocina; para sustituir la sal en la preparación de comidas, se puede añadir condimentos como ajo, clavo, perejil, orégano, pimienta, romero, entre algunos otros.
Evita los aditivos
Los productos de supermercado o de la tiendita de la esquina tienen aditivos de sodio que pueden elevar tu presión arterial. Se presentan ocultos con otro nombre, como fosfato disódico que encontramos en cereales, quesos y bebidas embotelladas, así como el
glutamato monosódico que lo encontramos en panes, galletas, sopas. Antes de consumirlos, hay que enjuagar los alimentos enlatados que contengan sodio, como los frijoles, el atún y las verduras. Así eliminará parte del sodio.
La OMS recomienda reducir el consumo de sal en adultos a menos de 5 gramos al día (una cucharadita) y en cuanto al sodio debe ser de menos de 2,300 miligramos (mg) al día. Es importante revisar las etiquetas de los productos/alimentos procesados que consumes para identificar la cantidad de sodio que contienen. El paladar se puede acostumbrar a la comida sin sal o con poca sal.
Recomendaciones para reducir la presión arterial
- Reducción de peso.
- Seguimiento de dieta y cuidado de la alimentación.
- Aumento en actividad física
- Reducción en la ingesta de sodio
- Evitar o moderar el consumo de alcohol.
Recuerda que hay varios factores relacionados con la elevación de la presión arterial. La nutrición y estilo de vida pueden jugar un papel importante para su control. La disminución en el consumo de sal, controlar el peso y moderar el consumo de alcohol o evitarlo, así como el mejorar la dieta y tener el hábito de realizar actividad física tienen gran impacto en el cuidado de tu salud. Comienza el cambio desde hoy, no lo dejes para después.
CUIDA TUS NIVELES DE PRESIÓN ARTERIAL
ARTERIAL
RELACIÓN DE AYUDA
• 6 cuatrimestres en 2 años
• 3 materias por cuatrimestre
• 14 sesiones en cada materia más trabajo complementario en línea
Los viernes de 15:00 a 21:00 Inicia 17 de mayo 2024
El arte de acompañar con el diálogo
La Relación de Ayuda – Counseling – se refiere a la forma particular de ayuda a aquellos que se encuentran atrapados en diversos problemas y sufrimientos de la vida.
Este tipo de ayuda se ofrece, no solamente, a personas en crisis, sino a todos aquellos que pueden sufrir por insatisfacciones a nivel personal, social o espiritual. Hace énfasis en el crecimiento personal, que pueda llevar a una vida más plena y feliz.
Seis cuatrimestres en dos años
6 formas de titulación
1) Directo, por excelencia académica promedio de 10.0
2) Por promedio desde 9.5 hasta 9.9
3) Por informe profesional
4) Por proyecto de intervención social desde la RdA
5) Por tesis
6) Por doctorado
1er cuatrimestre
- Metodología de la Investigación y diseño de proyectos
- Bases teóricas de la relación de ayuda
- Estilos comunicativos en la relación de ayuda
2do cuatrimestre
- Antropología filosófica y cultural
- Psicología del desarrollo y del ciclo vital I
- Etapas en la relación de ayuda I
3er cuatrimestre
- La entrevista de ayuda
- Psicología del desarrollo y del ciclo vital II
- Etapas en la RdA II
4to cuatrimestre
- Bases de bioética y humanización aplicadas al acompañamiento
- Factores personales del sufrimiento
- Aplicaciones de la RdA
5to cuatrimestre
- Seminario de proyecto de RdA I
- Psicopatología y límites de la RdA
- Técnicas del acompañamiento supervisado
6to cuatrimestre
- Seminario de proyecto de RdA II
- Intervención en crisis y resiliencia
- Práctica del acompañamiento supervisado
El número 130 Julio - Agosto 2024 de la Revista Vida y Salud será dedicado a
“Cuidados Paliativos ” Suscripciones secretaria@camilos.org.mx para enviarse por vía electrónica
El equipo de Redacción de la Revista y el Centro San Camilo A.C.,
expresan su más sentido agradecimiento a los bienhechores y patrocinadores:
- Marina Jiménez
- Tequila San Matías
- Mónica Gómez Flores
- Antonio Salles Ramírez
- Fundación PiSA - Stella Vega, A.C.
¡QUE EL SEÑOR LES PAGUE!
RELIGIOSOS CAMILOS AL SERVICIO DE LOS ENFERMOS
Religiosos - Orden de San Camilo
Somos religiosos unidos por el ideal de servir a los enfermos y a los que sufren.
Para jóvenes varones, solteros, de 17 a 29 años
¡Quieres descubrir tu vocación?
¡Estás interesado en un acompañamiento vocacional?
Religiosos Camilos
Guadalajara, Jal.
Tel. 33-3640-4090
sancamilo@prodigy.net.mx www.camilos.org.mx
San Camilo nació en Italia en 1550, se convirtió a los 25 años, consagró su vida atendiendo a los enfermos más pobres y desasistidos. Fundó en 1586 la Orden de los Ministros de los Enfermos (Religiosos Camilos). Eligió como distintivo la cruz roja.
La intuición de San Camilo fue fundar una “compañía de hombres piadosos y de bien que, no por dinero, sino voluntariamente y por amor a Dios, sirvieran a los enfermos con a que amor y cariño de una madre hacia su hijo único enfermo”.
Elaboró las reglas para servir con esmero y toda perfección a los enfermos. Adoptó nuevos medios para mejor servir al enfermo. Creó un modo original de estar frente a Dios, inspirado en el Evangelio de San Mateo: ‘Cuanto hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicieron’.