Orquesta Sinfónica de Israel Rishon LeZion / XLVI FIC by Festival Internacional Cervantino

Música

Orquesta Sinfónica de Israel Rishon LeZion Israel Yeruham Scharovsky, director huésped Danielle Akta, violonchelo Sábado 13 21:00 horas Teatro Juárez Israel

Orquesta Sinfónica de Israel Rishon LeZion Israel Yeruham Scharovsky, director huésped Danielle Akta, violonchelo

PROGRAMA Marc Lavry (1903-1967) Hora. Danza del poema sinfónico Emek, Op. 45 Edward Elgar Concierto para violonchelo y orquesta en mi menor, Op. 85 I. Adagio – Moderato II. Lento – Allegro molto III. Adagio IV. Allegro – Moderato – Allegro ma non

troppo – Poco più lento – Adagio

Intermedio Antonín Dvorák Sinfonía n. 9, en mi menor, Op. 95, Del nuevo mundo I. Adagio – Allegro molto II. Largo III. Scherzo: Molto vivace – Poco sostenuto IV. Allegro con fuoco

Duración: 110 minutos

Notas al programa Marc Lavry (1903-1967) Hora. Danza del poema sinfónico Emek, Op. 45 El compositor Marc Lavry nació e inició su educación musical en Riga, continuó sus estudios en el Conservatorio de Leipzig y su formación como compositor fue tutelada por Alexander Glazunov. Su primer cargo oficial como director de orquesta lo obtuvo con la Ópera de Saarbrucken; más tarde desempeñó el mismo cargo en el Tanzbühne Laban y en 1920 asumió la dirección de la Orquesta Sinfónica de Berlín, en donde permaneció hasta 1933 que fue clausurada, debido a la ascensión del gobierno nazi en Alemania. Tras retornar a Riga, donde fue nombrado director de la Ópera, el antisemitismo en Letonia lo decide a emigrar en 1935 rumbo a Palestina, Estado hacia el que profesaba una gran afinidad, pese a no profesar la ideología sionista. En 1941 fue nombrado compositor residente del Teatro Ohel de Tel Aviv y director de orquesta de la Ópera Popular de Palestina, para la cual escribió su primera ópera en lengua hebrea, Dan ha Shomer (Dan el guardián). En 1948 se establece en Jerusalén, donde funda la cadena de radio Kol Sion Lagola (La voz de la diáspora), que da origen a la creación del primer coro profesional de Israel; finalmente se muda a Haifa en 1963, invitado a dirigir la Orquesta Sinfónica local, cargo que mantuvo hasta su muerte en 1967. Treinta años antes, Lavry compuso el poema sinfónico Emek (Valle), una de sus primeras obras escritas en su nueva patria, basado en el texto homónimo de Rafael Eliaz redactado en 1935 que describe el quehacer cotidiano y los paisajes de

un valle agrícola situado al norte de Israel en el cual los jóvenes inmigrantes pasaban los días trabajando de sol a sol en las comunas –kibutz y moshav-, mientras por las noches debían patrullar el área en defensa de sus asentamientos. Emek está dividido en tres partes, y es la última sección de este poema sinfónico la que abrirá este programa. En ella, se escucha una vivaz y excitante Hora, que es una danza típica que se baila en círculos y, según el propio Lavry, “sólo se baila de manera correcta en el Valle de Jezreel”, que es como también se le conoce a la gran llanura de Esdrelón. Estrenado bajo la dirección del propio Lavry en el Rina Park de Tel Aviv el 17 de junio de 1937 durante el tercer concierto de la Filarmónica de Palestina –predecesora de la Orquesta Filarmónica de Israel-, Emek tuvo éxito de inmediato dado su carácter evocativo y su brillante orquestación. Años después, sería la obra israelí elegida por Leonard Bernstein para formar parte del repertorio a interpretarse durante la primera gira de conciertos que realizó la Filarmónica de Israel por los Estados Unidos, en 1950. Edward Elgar (1857-1934) Concierto para violonchelo y orquesta en mi menor, Op. 85 Ser compositor no es fácil. En ninguna parte del mundo. Ni aún en un país tan “civilizado” como lo es Inglaterra. Y menos aún, cuando, en un país en que tu religión no es la oficial ni la mayoritaria como fue el caso de Elgar, de quien lo primero que suelen señalar sus fichas biográficas, es que era “católico de religión”. De hecho, la gran mayoría comienza diciendo que “Edward William Elgar nació en una pequeña lo-

calidad del condado de Worcestershire, en las afueras de la ciudad homónima. Cuarto hijo de William Elgar, un pianista y comerciante de música, y su esposa Ana, convertida al catolicismo poco antes del nacimiento de Edward, por lo que fue bautizado y creció en esa religión.” Básicamente autodidacta, dejó la escuela a los quince años y a los 22, ya era director de la banda del Asilo psiquiátrico de Worcester, en donde empezó a componer. En 1889 contrae matrimonio con la escritora y poeta Caroline Alice Roberts y, como regalo de bodas, le dedica su célebre Salut d’amour. Poco después, se mudarían a Londres para estar más cerca de la vida musical británica y tras fracasar en su intento de ganarse la vida como compositor, regresan a Worcester, en donde continúa como profesor de música. Poco a poco, su reputación fue creciendo y, a la edad de 42 años, conoce el éxito gracias al estreno en Londres de su primera gran obra sinfónica, las Variaciones Enigma, que lo posiciona como el compositor británico más prominente de su generación, y, según nos refiere Marc Vignal, “a pesar de que no faltaron quienes tacharon su música de ser un remedo de Brahms con toques wagnerianos, se le considera el padre del sinfonismo inglés”. Su nutrido catálogo cuenta con dos sinfonías completadas, una tercera que apenas hace unos años fue “terminada” con base en los manuscritos que dejó inconclusos y varias obras corales de gran importancia. Respecto al Concierto para violonchelo interpretado en este concierto, Vignal nos informa que fue la última gran obra de Elgar, concluida en agosto de 1919 y estrenada tres meses después, en el Queen’s Hall de Londres el 26 de octubre, por Félix Salmond y con el autor en el podio.

“Poseedor de una orquestación más ligera y dueño de una expresión más condensada que la de su par para violín, consta de cuatro movimientos, comenzando con un breve recitativo del violonchelo (Adagio) que antecede el Moderato que constituye el primer movimiento, propiamente dicho, compuesto en forma de lied (ABA)... Un corto solo del violonchelo, con efectos de guitarra, conduce al segundo movimiento, un Allegro molto con ritmo de movimiento perpetuo y una orquestación puntillista al que sucede un breve Adagio que se caracteriza por su amplia melodía. “El final se encadena directamente y su introducción recuerda el comienzo de la obra y desemboca sobre el mayor de los cuatro movimientos, un Allegro ma non troppo en forma de rondó libre que, tras un breve episodio lento que recuerda la segunda frase del Adagio, concluye de manera abrupta, mezclando estrechamente por primera vez a la orquesta con el instrumento solista”, concluye el musicólogo francés. Antonín Dvorák (1841-1904) Sinfonía n. 9, en mi menor, Op. 95, Del nuevo mundo En su amplio y bien documentado ensayo La música norteamericana (1969), Irving L. Sablosky retoma la preocupación expresada en 1889 por W. S. B. Mathews en A Hundred Years of Music in America en torno a la necesidad de “crear una escuela de música norteamericana” en un momento en el cual los artistas y conjuntos norteamericanos que habían surgido ejecutaban música europea y los compositores revelaban su valor siguiendo los modelos europeos. Sablosky señala que esta paradoja la ilustraron vívidamente dos empresas acometidas por una mu-

jer extraordinaria, Jeannette Thurber (1851-1946), esposa de un rico propietario de almacenes mayoristas en Nueva York, que se consagró personal y económicamente a establecer dos instituciones con sello nacional: el National Conservatory of Music, fundado en 1885, y la American Opera Company, que recorrió aquel país de 1886 a 1887 ejecutando solamente óperas europeas traducidas al inglés. No deja de ser irónica la historia del National Conservatory, señala Sablonsky, al hacer notar que, “en su constitución, la señora Thurber obtuvo una carta de privilegio no sólo del estado de Nueva York, sino también del Congreso de los Estados Unidos, que fue el primer caso de legislación sobre música. No obstante, su primer director fue un cantante belga de ópera y, cuando la batuta fue a dar a un compositor nacionalista famoso, se trataba de un nacionalista checoslovaco, Antonin Dvorák”. Que Dvorák aceptara el cargo no fue tarea fácil. Implicaba una serie de obligaciones oficiales (además de la enseñanza, debería dirigir varios conciertos orquestales anualmente con sus propias obras y lo que era peor: tenía que hacerse cargo de las labores administrativas del plantel), pero, por otra parte, el contrato ofrecido por la señora Thurber no podía ser más atractivo, ya que durante los dos años a que estaba comprometido solamente laboraría ocho meses por año, y los otros cuatro serían de vacaciones pagadas a un sueldo de $15,000 dólares anuales, que equivalían a 25 veces el sueldo que ganaba en el Conservatorio de Praga y le permitieron, entre otras cosas, rentar un hermoso departamento en el 327 de la calle 17 Este en el cual se instaló en compañía de su esposa y de los dos de sus cuatro hijos que le acompañaron durante esta “aventura americana”.

A su llegada, Dvorák se sintió muy halagado al constatar cuán valorada era su música, pero, a la vez –y dejo a Sablosky nuevamente la palabra- “lo desanimó que el folclorismo musical que florecía en Europa desde hacía una generación fuera casi inexistente en los Estados Unidos. (…) Dvorák tardó muy poco en percatarse de que había material musical indígena muy aprovechable y a las pocas semanas de su llegada a Nueva York empezó a trabajar en una sinfonía Del Nuevo Mundo, dejando conscientemente que su música fuera influida por las canciones de las plantaciones (Spirituals), que cantadas por uno de sus discípulos, el negro Henry Thacker Burleigh (1866-1949) le habían causado profunda impresión...” Según investigaciones más profundas recabadas por Jonathan Kramer (1942-2004) en su comentario sobre ésta sinfonía, en realidad Dvorák “escuchó música india sólo una vez, cuando vio el espectáculo del Wild West de Buffalo Bill”, y ya sabemos que las canciones comercializadas de esa producción muy poco deben de haber tenido de auténticas, así que no es sorprendente que Dvorák haya tenido poco contacto profundo con la música india norteamericana”. De hecho, él mismo “rechazó decididamente el uso de música folclórica real, aunque el carácter de la música hizo que para el público fuera difícil aceptar el hecho de que no eran verdaderas melodías negras o indias las que había utilizado.” Precisiones del compositor a un lado, resulta curioso descubrir cuáles son los temas propios y cuáles los incorporados por Dvorák en esta partitura. “En toda la sinfonía, sin embargo, la nostalgia del compositor por su tierra natal resulta evidente. Los dos temas secundarios de tipo danza del scherzo y el segundo tema lírico (primero escuchado en

el clarinete) del movimiento final sugieren más a Bohemia que a Norteamérica”, apunta Kramer, hermanándose con estas ideas a André Lischké, quien consideró que esta “obra rica y potente, de una notable claridad en razón del relieve de sus ideas, más que ser llamada la Sinfonía Del Nuevo Mundo bien podría decirse que es la Sinfonía del Mundo Entero por ser tan eslava como americana”. Compuesta entre los meses de enero y mayo de 1893 fue estrenada en el Carnegie Hall de Nueva York el 15 de diciembre de aquel mismo año bajo la dirección de Anton Seidl (1850-1898). Lázaro Azar Boldo

Yeruham Scharovsky Yeruham Scharovsky (Buenos Aires, 1956) estudió flauta, contrabajo, composición y dirección en el Conservatorio Nacional de Música y en el Teatro Colón de su ciudad natal. Continuó sus estudios en la Academia Superior de Música Rubín de Jerusalén, donde fue alumno de Mendi Rodan. En 1990 recibió el premio como Joven Artista del Año y dirigió el concierto de Gala de la Orquesta Filarmónica de Israel. En noviembre 1991 fue el primer director de orquesta israelí que dirigió la Orquesta Filarmónica de Moscú, la Filarmónica de Kírov en San Petersburgo y la Filarmónica de Yaroslavl. Fue director artístico y maestro principal de la Orquesta Symphonette Ra’anana de Israel (19911995), con la cual realizó tres giras a Francia y Alemania. Entre 1998 y 2005 ejerció como director artístico y director principal de la Orquestra Sinfónica Brasileira en Río de Janeiro.

Ha dirigido medio centenar de orquestas en más de 20 países, entre ellas la Orquesta Filarmónica de Israel, la Sinfónica de Berlín, la Filarmónica de Moscú, la Ópera Nacional en Lubeck (Alemania), la Ópera Nacional de Finlandia, la Nueva Ópera de Israel, la Filarmónica de Macedonia, la Sinfónica de Jerusalén, la Filarmónica de Riga, la Filarmónica de Marsella, la Filarmónica de Montpellier, la Filarmónica de Bashkiria (Rusia), la Orquesta Filarmónica Académica del Estado de Rusia, la Sinfónica de Avignon Provence, la Sinfónica Dohnnany de Budapest, la Sinfónica de Roma y la Filarmónica de Poznán (Polonia). En 1985 debutó al frente de la Orquesta Sinfónica de Jerusalén, la cual dirige desde entonces de manera regular en decenas de conciertos, grabaciones para radio y TV y en giras internacionales a Sudamérica en 1998 y 2010. En 1994 dirigió el concierto de apertura del Centro de Artes Escénicas de Tel Aviv en una de sus primeras producciones (Nabucco, de Verdi), con la participación de la soprano Ghena Dimitrova, el barítono Leo Nucci y el bajo Pahta Burdyaltaze. En fecha reciente dirigió tres conciertos con la misma agrupación, esta vez con las solistas Stephanie d’Oustrac, Nathalie Manfrino y Veronique Gens. Desde hace 30 años imparte clases magistrales de dirección orquestal en instituciones educativas como el Conservatorio de Kfar Saba (Israel), la Universidad Unirío en Rio de Janeiro, la Universidad Javeriana y Universidad Andina en Bogotá, el Conservatorio de Lubeck y la Academia de las Artes de Roma. Entre 1990 y 2011 fue director del Centro de Música y Ballet Kar Saba, y desde 2011 se desempeña como director general del Nuevo Conservatorio Hod Ha Sharon.

Asaf Ambram

Sus próximos compromisos incluyen una gira de conciertos al frente de la Orquesta Sinfónica de Jerusalén por Uruguay, Argentina, Brasil, Chile y Perú, así como una gira al frente de la Orquesta Sinfónica de Israel – Orquesta de la Opera de Israel por México, Colombia y Miami.

Danielle Akta La muy joven solista Danielle Akta se ha presentado con destacadas orquestas internacionales, entre ellas la Orquesta de Cámara Virtuosos de Moscú, la Orquesta Filarmónica de Israel, la Orquesta Filarmónica Nacional de Rusia, la Orquesta de Cámara Ingolstadt de Georgia, la Orquesta Sinfónica de Jerusalén en una gira por Estados Unidos y con la Orquesta Sinfónica de Israel-Rishon le Tizón. Ha sido invitada a tocar como solista en Carnegie Hall en Nueva York, la Sala Tchaikovsky Concert Hall de Moscú, el Barbican Center de Londres, el Lincoln Center de Nueva York, el Symphony Center de Chicago, el Roy Thomson Hall de Canadá y muchos más.

Ha participado en festivales como: Verbier Festival Academy 2016, Colmar International Festival 2017, ‘Kol Ha’Ot de Israel, Trans-Siberian Art Festival 2016 en Novosibirsk, Cherry Orchard Festival 2017 en Nueva York, y el Lublin Festival. entre otros. Obtuvo una beca de la Fundación Internacional Vladimir Spivakov y se le otorgó el premio Oleg Yankovsky como Revelación Artística en 2015/2016. También se le concedió la beca del Fondo de Cultura América-Israel y la Wolfgang Laufer Memorial, lo cual hizo posible que se presentara en el Concierto de Gala del 75 Aniversario del Lincoln Center auspiciado por Itzhak Perlman. Desde 2015 e es alumna de Franz Helmerson en la Academia de Música Barenboim-Said de Berlín. Nació en 2002 en una familia de músicos, y desde los 4 años empezó a tomar clases de violon-

chelo. Estudió en el Conservatorio de Ra’anana con Galina Aharonovitch y Luba Rabin. Participó en clases magistrales con Laurence Lesser, Torleif Thedeen, Pamela Frank, Gábor Takács-Nagy, Raphael Wallfisch, Ralph Kirshbaum, Gary Hoffman, Evangeline Benedetti, Raphaël Pidoux y Paul KatzEn sus presentaciones Danielle Akta toca un violonchelo Enrico Orselli, construido en Pésaro entre 1925 y 193. El arco fue elaborado por Claude Thomassin en París entre 1900 y 1920. Estos excepcionales instrumentos fueron facilitados por el Dr. Moshe Kantor, a través de la Fundación Vladimir Spivakov.

Orquesta Sinfónica de Israel Rishon LeZion La Orquesta Sinfónica de Israel Rishon LeZion fue fundada en 1988 por la municipalidad de Rishon

LeZion y es uno de los cuerpos artísticos más importantes de Israel. Desde 1989 se desempeña como la orquesta de la Ópera de Israel. Fue fundada por el intendente Meir Nitsan, y sus directores artísticos han sido Shimon Cohen, Noam Sheriff, Asher Fish, Mendi Rodan, Dan Ettinger y James Judd. La orquesta ha ganado gran reconocimiento en el ámbito internacional y ha sido invitada a realizar conciertos en China, tanto del repertorio sinfónico como del lírico. La orquesta participo también en Festival de Shanghái; asimismo, en el verano de 2017 realizó una gira de conciertos en Argentina y Brasil. La orquesta colabora de manera constante con la Fundación Arthur Rubinstein y con el Instituto de Música Israelí. También ofrece a su público un amplio repertorio de todas las épocas de la música, dando especial énfasis a la interpretación de música contemporánea israelí. La Orquesta Sinfónica de Israel ha sido premiada por su importante misión de interpretación y difusión de música israelí inédita. Sus componentes incluyen destacados músicos israelíes, junto con excelentes músicos provenientes sobre todo de la ex Unión Soviética. La orquesta ha realizado giras de conciertos en Brasil, Argentina, Italia, Alemania y Japón, entre otros países. Entre los destacados maestros que han estado al frente de la orquesta a largo de sus 30 años se puede destacar a Michail Yurovsky, Benjamin Wolfish, Daniel Oren, Carl Hainz Stefens y Paolo Almi, entre otros. Algunos de los solistas más destacados que han intervenido en sus presentaciones son Davud Gart, Schelomo Mints, Daniel Trifnov, Alexander Korsantia, Sergei Nakariakov y Misha Maiski, entre otros intérpretes de renombre.

María Cristina García Cepeda Secretaria de Cultura Marcela Diez Martínez Directora General de Promoción y Festivales Culturales

Diego Sinhué Rodríguez Vallejo Gobernador Constitucional del Estado de Guanajuato Alejandro Navarro Presidente Municipal de Guanajuato Dirección General del Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato

Luis Felipe Guerrero Agripino Rector General de la Universidad de Guanajuato

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