Música
Sebastián Espinosa A través del tiempo Viernes 19 17:00 horas Pinacoteca del Templo de la Compañía México
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Sebastián Espinosa A través del tiempo PROGRAMA Sebastián Espinosa Improvisación Béla Bartók (1881-1945) 15 canciones campesinas húngaras (1918) Cuatro antiguas tonadas: I.
Rubato
II.
Andante – Poco sostenuto – Più
andante (tempo I) – Poco sostenuto –
Più andante
III. Poco rubato – Sostenuto IV. Andante V. Scherzo. Allegro – Sostenuto, poco rubato –
Tempo I
VI. Ballada (Tema con variaciones).
Andante – Più andante – Poco adagio –
Più andante – Maestoso
Antiguas melodías bailables: VII. Allegro VIII Allegretto IX.
Allegretto
X.
L’istesso tempo (casi trio)
XI.
Assai moderato
XII. Allegretto XIII. Poco Più vivo – Allegretto XIV. Allegro XV. Allegro – Più vivo – Poco Più meno vivo
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Heitor Villa-Lobos (1887-1959) De La familia del bebé, Suite núm. 1, Las muñecas (1918) II. Morenita, muñeca de papel maché IV. Mulatita, muñeca de goma VII. Payaso Maurice Ravel (1875-1937) La tumba de Couperin (1917) I.
Preludio
II.
Fuga
III.
Forlane
IV. Rigodón V. Minueto VI. Tocata Cristóbal MarYán (1992): Life lag*
*Estreno mundial
Duración: 60 minutos
Aldo Vargas
Notas al programa Si de algo podemos adjetivar adelantadamente este recital, es de original. Pocas veces se urde, como ahora, un programa basándose en que las obras de los distintos compositores que lo integran, hayan sido compuestas –prácticamente– de manera simultánea. Es el caso de las obras de Bartók, Ravel y Villa-Lobos, en tanto que la última surgirá ante nosotros también de manera simultánea en el instante mismo en que esté siendo interpretada. Sobre las tres primeras obras, gestadas en torno al fin de la Primera Guerra Mundial, Sebastián Espinosa escribió en la escueta y epidérmica exposición del proyecto que entregó al Festival Internacional Cervantino que, en “2018 se celebran los 100 años de haber finalizado la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Este programa está construido con música compuesta durante esta gran guerra. La música de Bartók es una invitación palpitante al canto y a la danza. En su poderosa reinterpretación de la música popular del este de Europa
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escuchamos melodías extrañas, ritmos salvajes y percutidos y armonías espesas. “Ravel pretendía hacer un homenaje a la música francesa del siglo xviii en La tumba de Couperin. Sin embargo, las circunstancias históricas lo inclinaron a dedicar cada uno de los seis movimientos a amigos caídos en batalla. Esta obra es una interpretación individual, muy moderna y delicada, de diferentes danzas y formas barrocas. En 1923, antes de viajar a Francia, el joven H. Villa-Lobos compone música en su natal Río de Janeiro inspirado en música popular, como Bartók, pero con un estilo único e inconfundible: mucho más sensual y tierno”. Más explícita es su glosa en torno a la obra de Cristóbal Martínez Yánez (alias Maryán), en la cual nos comunica que “uno de mis intereses más grandes es colaborar con compositores. Me emociona ser partícipe en el proceso de creación de una nueva obra. Siendo el futuro el tema del Festival Cervantino, quise proponer una colaboración con un compositor para estrenar una pieza en ese marco. Quise plantearme el concepto de futuro proponiendo una pieza para pianista en vivo y en video. Así podrá construirse este Dueto a través del tiempo, donde improvisaré, grabaré e interpretaré en vivo música escrita por Cristóbal Maryán. Esto será un verdadero dueto entre pianista y compositor, pues el proceso será completamente colaborativo”. Unos pocos datos más en torno a las obras centenarias no nos caen nada mal y, dada la pauta por el propio intérprete de esta velada, me permitiré añadir algunas citas tomadas de aquí y de allá. De entrada, justo es recordar lo anotado por Kenneth Chalmers: “De todos los compositores que en las primeras décadas del siglo xx se propusieron sacudirse el pasado y explorar nuevos caminos musica-
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les, Bartók destaca por el papel central que desempeñó el piano en su vida y obra. Apenas cuatro años después de graduarse de la Academia de Música de Budapest, regresó para incorporarse como docente a la Facultad de Piano en 1907 y permaneció en su puesto a través de todos los trastornos de la Hungría de la posguerra hasta principios de la década de 1930; realizó extensas giras como compositorpianista en Europa y Estados Unidos, durante las cuales hizo numerosas grabaciones y transmisiones de radio a partir de la década de 1920, siendo con lo que experimentaba al piano que comenzó a desarrollar su singular lenguaje musical.” Uno de sus discípulos más notables, el aclamado pianista György Sandor, recuerda que “cuando Bartók partió en 1906 equipado con un fonógrafo para recoger las canciones y danzas de la población rural del sudeste de Europa enfrentó toda una serie de dificultades logísticas (... pero), finalmente, la influencia de todo aquél folclor acabó manifestándose en su música de tres maneras diferentes: primero, incorporando en su música las melodías folclóricas, sin alteración alguna; segundo, reformulando el material original para sus propios fines creativos; y tercero, creando sus propias melodías, aparentemente populares.” Las 15 Canciones campesinas húngaras pertenecen al primer grupo. “Están genuinamente basadas en música folclórica, a las últimas nueve piezas las llamó Antiguas melodías bailables pues, más que canciones, su punto de partida son danzas tradicionales, lo cual repercute en el modo de interpretarlas: sus ritmos, fuertes y dinámicos, deben enfatizarse tanto como su flujo melódico, además de que el intérprete no debe perder de vista el hecho de que Bartók no se limitó a la recreación de las melodías tradicionales, también intentó reproducir
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en el piano el sonido de los instrumentos originales”, enfatiza Sandor. Si contar con una fuente de información que trató de manera directa con el compositor –como es el caso de Sandor con Bartók– es sumamente valioso, contar con el testimonio del propio autor resulta invaluable, y es el caso de Ravel, quien a través de su Esbozo biográfico nos da la clave sobre la génesis de gran parte de su obra. Más que sorprendernos cuando nos revela que su iniciación musical se debió a su padre y que nunca estudió formalmente solfeo pero, eso sí, le entró al piano desde los seis años, es ahí donde nos enteramos de cuánto le pesó el no poder alistarse con las tropas francesas durante la Primera Guerra Mundial dada su corta estatura, aunque, finalmente, logró ser aceptado como chofer. Sobre aquel periodo, cito textual: “A comienzos de 1915 me enrolé en el ejército y debido a ello mi actividad musical se interrumpió hasta el otoño de 1917, en que fui licenciado. Entonces terminé Le Tombeau de Couperin, un homenaje que está dirigido menos a Couperin que a toda la música francesa del siglo xviii.” Por Pierre Petit sabemos que, “desde el siglo xvi, un tombeau es un género literario bien definido, un homenaje póstumo tributado a la memoria de un gran desaparecido. A través de Couperin, Ravel trata de celebrar a toda la música francesa del xviii, por lo tanto, no hay que buscar en la obra el menor atisbo de pastiche. Es, más bien, un estado de ánimo, una actitud ante la música, lo que Maurice Ravel quiere encontrar en esta obra de la cual existen dos versiones: la primigenia, para piano, fue comenzada en 1914 y consta de seis movimientos, estando cada uno de ellos dedicado a sus amigos muertos en el frente”.
Aldo Vargas
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Estrenada el 11 de abril de 1919 en la Sala Gaveau por quien fuera una de sus amigas más cercanas y notabilísima intérprete, Marguerite Long, se distingue de la segunda versión, orquestada por él mismo, porque aquella omite la fuga y la tocata, dada la naturaleza esencialmente pianística de las mismas. Sobre la versión que ahora nos ocupa, Petit
Isabel Bondy
atina al señalar que “las seis piezas le permiten expresarse en seis registros diferentes, que van desde la sencillez más ascética al más amplio despliegue sonoro: La flexible volubilidad del Preludio precede una Fuga, cuyo rigor contrasta sorprendentemente con la ternura de la Forlane, danza italiana del siglo xvii que, por su ritmo ondulante, permite a Ravel dar libre curso a su sensualidad armónica. Un Rigodón de ritmo arrogante, cortado por un pasaje melódico, antecede a un Minueto que es el inciso que mejor evoca al glorioso antepasado inspirador de la suite. Finalmente, y cediendo a su pasión por el virtuosismo deslumbrante, Ravel cierra la serie con una Toccata que, pese a su enorme dificultad no está exenta de la sensualidad que se trasluce en cada capítulo de esta obra en la que, aun dejándose llevar por la ternura, respeta las obligaciones de un rigor que le es cada vez más necesario”. Y así como La Tombeau de Couperin fue compuesta evocando en cada una de sus partes a los amigos de Ravel fallecidos durante la guerra, las diecisiete miniaturas que conforman las dos sui-
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tes tituladas A Prole do Bebê de Villa-Lobos fueron concebidas –al igual que las Escenas de niños Op. 15 de Schumann– para evocar la niñez. Escritas en Río de Janeiro, la primera está dedicada a su esposa Lucilia, data de 1918 y consta de ocho segmentos dedicados a poner en música el carácter de cada una de las muñecas tradicionales que, en aquel entonces, todavía jugaban los niños brasileños. Nueve son, por su parte, los incisos de la segunda suite, Los animalitos, compuesta en 1921 para la pianista Aline von Bärentzen y dedicados, también, a evocar aquellos animalitos de juguete que entretuvieron a Villa-Lobos durante su infancia. En su acucioso ensayo sobre la obra para piano de Villa-Lobos, Robert Matthew-Walker dice que, en estas suites, don Heitor se nos revela como “un maestro de la miniatura”, precisando también que, “pese a su título, debe entenderse que estas piezas no están hechas para ser tocadas por niños”, dado que algunas de ellas “requieren una técnica virtuosa y una gran comprensión musical para proyectarlas adecuadamente”. Hay indicios de que una tercera suite con este mismo título fue escrita en 1916 pero nunca fue publicada y, hasta el momento, continúa perdida. Lázaro Azar Boldo
Sebastián Espinosa Pianista interesado en la música contemporánea, la colaboración interdisciplinaria y la improvisación. Estudió en el Conservatorio Nacional de Música, donde conoció mucha música de cámara. Por mediación de la Secretaría de Relaciones Exteriores se presentó en la Expo Shanghái 2010, y en la NAFSA Anual Conference Vancouver 2011, en el marco del programa de actividades culturales.
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Con el ensamble de cámara oirTrío ganó el primer lugar a la mejor interpretación de obra mexicana en el 7º Concurso Nacional de Música de Cámara Ollin Yoliztli 2014. En 2013 y 2014 participó con este ensamble en el International Mendelssohn Summer School Festival en Hamburgo Estrenó el Segundo Concierto para Piano y Orquesta de Armando Luna, obra que le está dedicada. En la Universidad de Nueva York estrenó obras de Cristóbal Martínez Yanes. Ha trabajado como solista con la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México y con la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, bajo la dirección de Francisco Savín y José Luis Castillo, entre otros. Es maestro en interpretación por la Escuela de Música y Drama Guildhall de Londres. Allí conoció la improvisación musical, la colaboración con actores y técnicos de teatro, y trabajó con Donghoon Shin, y Aaron Holloway Nahum, entre otros compositores. En 2015, con el Sedna Trío, obtuvo un premio especial en el Festival de Música de Cámara de York; participó en el Occupy the Pianos Festival; colaboró en el concierto para la BBC “Total Immersion Day: Edgard Varese”, y con apoyo del Barbican Centre presentó el proyecto colaborativo “The Next Room”. Además asistió al curso intensivo “METRIC: Improving European Higher Music Education Through Improvisation”, invitado por la Guildhall School y Erasmus+. Sebastián Espinosa es becario del Fonca en el programa de creadores escénicos.
Cristóbal MarYán Nació en la Ciudad de México en 1992. Estudia piano desde los ocho años y empezó a componer
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a los 12. En 2008 obtiene una beca y viaja a Hong Kong para estudiar en Li Po Chun United World College, y su trabajo se basa en proyectos musicales y audiovisuales con enfoque social. Después estudia música en la New York University Abu Dhabi, donde se gradúa con honores (magna cum laude). En 2013- 2014 asiste al foro de composición mediado por Julia Wolfe en la Universidad de Nueva York, y al regresar a México cursa diplomados en composición para ensamble, composición electroacústica y composición para orquesta sinfónica en el Núcleo Integral de Composición, bajo la guía de Enrico Chapela, Enrique Mendoza, Carlos Guedes, Dimitris Andrikopolous, Mark Suozzo y Michael Patterson. También estudió orquestación con Justin dello Joio y Georgina Derbez. En 2017 participó en un curso intensivo con Bang on a Can All-stars en Abu Dhabi. Sus obras se han presentado en Nueva York, Canadá, Italia, México, Abu Dhabi y Sri Lanka, y han sido interpretadas por la Orquesta de Cuerdas de la Ciudad de Nueva York, Jeffrey Zeigler, Ónix Ensamble, Verona Quartet, Downwind Quintet, Philip Nolte, Karl Kramer, Monica Bauschwitz, Eshantha, Joseph Peiris, Sebastián Espinosa Carrasco, Carly Gordon y Mariya Polishchuck. Ha escrito música para puestas en escena de Theatre MITU, Zoukak Theatre, Por Piedad Teatro y Yanes Casting. En 2017 fue nominado al Pez de Oro por mejor diseño sonoro en la obra Solsticio de invierno. Escribió la música para la cinta Desde el más allá (Festival Macabro 2015), y hoy en día compone la música para Donde corre el agua de Juan Carlos Blanco. En 2016 musicalizó el corto Los lilos, exhibido en Cannes el mismo año. También ha musicalizado segmentos publicitarios para
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FOX, Chevrolet, National Geographic, NFL, Bundesliga, The Walking Dead y HP. Ese mismo año fundó Element Audio Group (una compañía de musicalización y posproducción de audio) con Samuel Nacach.
Sebastián Espinosa es becario del programa Creadores Escénicos del Fonca emisión 2017, en la disciplina Música, especialidad instrumentista, categoría A. La obra Life lag de Cristóbal MarYán se concibe y se crea gracias a esta beca.
María Cristina García Cepeda Secretaria de Cultura Marcela Diez Martínez Directora General de Promoción y Festivales Culturales
Diego Sinhué Rodríguez Vallejo Gobernador Constitucional del Estado de Guanajuato Alejandro Navarro Presidente Municipal de Guanajuato Dirección General del Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato
Luis Felipe Guerrero Agripino Rector General de la Universidad de Guanajuato
© XLVI Festival Internacional Cervantino
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